La Iglesia Católica y El Estado Mexicano
La Iglesia Católica y El Estado Mexicano
La Iglesia Católica y El Estado Mexicano
UNAM
Tema 6
Actividad: La Iglesia católica y el Estado mexicano.
Tanto la Ley Juárez, la Ley Lerdo y la Ley Iglesias, dieron un golpe enorme dentro de la
institución religiosa; un golpe necesario que quitó enormes poderes a la Iglesia, lo cual
constituyó una victoria para el Estado mexicano que tomó riendas fuertes de la conducción
nacional.
Fue un primer paso para terminar con la intolerancia religiosa (tan común en esa época), con
el enriquecimiento desbordado, la acumulación de propiedades y el control del registro civil
que había estado bajo el poder de la Iglesia durante mucho tiempo.
La educación fue otro de los puntos que tocó esta separación. Ahora, el Estado sería quien
debería garantizar plenamente la educación gratuita y laica, con lo que la Iglesia perdió el
control o bien, cierto poder que gozaba en cuanto a la educación en el país.
Este cambio en la estructura del Estado trajo enormes disputas, sobre todo con parte de la
ciudadanía que constituía una parte conservadora. Esta oposición buscaría a toda costa la
restitución de los beneficios para la Iglesia, incluso, contemplando la imposición de una
monarquía proveniente de Europa. Así, los planes de los conservadores darían tal salto que
buscarían el apoyo de Napoleón III para contrarrestar las políticas liberales en México,
promoviendo una invasión que más tarde impondría al Segundo Imperio Mexicano bajo el
mando del austriaco Maximiliano de Habsburgo.
Sin embargo, este plan saldría contraproducente para aquellos conservadores que pensaban
que terminarían las políticas liberales en México, puesto que el Emperador Maximiliano, de
corte e ideas liberales, respetaría e incluso apoyaría el mantener las Leyes de Reforma y la
Constitución de 1857, lo que no cumplía con los objetivos esperados.
Décadas más tarde, para el régimen de Porfirio Díaz, esta división entre la Iglesia y el Estado
se mantendría, lo que representó pues el comienzo de la época de liberalismo, socialismo y
positivismo en todos los niveles de la nación. Esto, por supuesto, colaboró en la evolución y
crecimiento nacional, permitiendo la llegada de ideas que dieron un impulso sin precedentes
al país, ideas que continuarían décadas más tarde bajo una conciencia revolucionaria. Si
bien, la separación Iglesia-Estado fue un momento crítico y complicado en México, fue un
paso necesario para el desarrollo social, los derechos humanos y la plena incorporación de
libertades.
Bibliografía: