Pedagogia de La Confianza
Pedagogia de La Confianza
Pedagogia de La Confianza
El clima escolar describe cómo es estar y sentirse diariamente en una escuela. Es una
valoración de la escuela como lugar.
Los climas inhóspitos y los de buena hospitalidad son los extremos de un continuo que se
desplaza entre los malos y los buenos climas escolares.
Neva Milicic y Ana María Arón hablan de climas nutritivos cuando se trata de espacios
acogedores y de climas tóxicos para referirse a espacio contaminados de mala energía.
En los noticiarios, el (la) encargado (a) de anunciar el tiempo empieza describiendo las
variables del clima del día. Con imágenes satelitales muestra el entorno geográfico de la
zona. Y allí deja de hablar del pasado y presenta los pronósticos para el día siguiente. Su
palabra puede determinar cómo nos vestiremos al día siguiente y, hasta en algunos casos,
puede hacer que cancelemos algunas actividades.
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Muchas de estas ideas han sido tomadas de un curso de Fernando Onetto (2012). ¿Cómo evaluar y construir climas escolares que
favorezcan la convivencia escolar?”, Convivencia escolar: educar en la convivencia para prevenir la violencia y aprender a vivir juntos,
OEI – CAEU, España.
Para analizar el clima institucional de una escuela requerimos definir algunos indicadores
(con sus respectivas dimensiones y subdimensiones) que nos permitan hacer buenas
anticipaciones respecto a lo que puede ocurrir en la convivencia de esa escuela.
A. la confianza,
B. la anticipación de riesgos,
C. las expectativas académicas,
A. La confianza
La mirada desde la confianza o desde la desconfianza determina cómo nos paramos frente
a la sociedad de cara al futuro: si temerosos y paralogizados; o si abiertos y
emprendedores.
Para el desarrollo es crucial construir confianzas no sólo “desde arriba”, desde las políticas
e instituciones del Estado, sino construirla “desde abajo”, desde las prácticas de
enseñanza y desde los aprendizajes que la escuela favorece.
Una educación de calidad requiere que los estudiantes cultiven la confianza en sus propias
capacidades; en sus profesores y en el dominio que tienen sobre las materias que
enseñan; en el grupo de compañeros y compañeros; en el personal directivo y
administrativo de la escuela; y en el entorno comunitario.
Indicadores de confianza
1. Autoestima adecuada
Una persona es confiable cuando se cree en su palabra; cuando lo que dice es lo que
piensa y siente; cuando su actuar no refleja doble intención; cuando hay coherencia entre lo que
dice y hace.
La confianza aumenta cuando a los estudiantes se les delegan tareas y ellos asumen
compromisos.
• Se crean mecanismos y
canales de participación • La participación es escasa y se
para todos excluye a quienes piensan
distinto
• Los PEI se construyen en • Los PEI se construyen
colaboración con todos, burocráticamente y sin la
incluidos los padres
participación de la comunidad
B. La anticipación de riesgos
La confianza es producto del riesgo derivado de la incertidumbre que surge con respecto a
las intenciones y acciones de las personas con quienes se interactúa.
Ante la incertidumbre, siempre existe el riesgo de que se puede perder o sufrir algún
daño.
Para un buen clima escolar es necesario prevenir y anticiparse a los riesgos que la
comunidad escolar puede enfrentar.
Los estudiantes perciben que son desvalorados cuando se les evalúa sobre la base de
estereotipos y prejuicios, cuando se les pronostica con anticipación su fracaso, lo cual hace
que aumente el riesgo de volver tóxico el clima de convivencia.
Muchos jóvenes que antes no estaban matriculados y que hoy sí lo están, se sienten
desadaptados en una escuela que no los motiva y que no les muestra un futuro adecuado
a sus necesidades.
Frente a esta situación, se corre el riesgo de que se rompan los acuerdos de convivencia.
En las instituciones democráticas, las normas se discuten y negocian. Pero una vez
acordadas, las normas no se deben someter a negociación permanente.
Las normas por definición prescriben y establecen un mandato social. Ellas son el fruto de
una deliberación, negociaciones y acuerdos. Pero una vez establecidas las normas, ya no
se someten a deliberación ni a negociación. Marcan el límite de lo permitido y lo
prohibido.
El clima de una escuela depende en gran parte de la expectativa académica, es decir, qué
se espera que las alumnas y alumnos aprendan.
La relación entre climas y aprendizajes es un camino de doble vía. Climas hospitalarios
favorecen buenos aprendizajes y a la inversa. Si se mejora la enseñanza y el aprendizaje,
se estará operando en las expectativas y mejorando el clima escolar.
Es el efecto Pigmalion: Ver a otro como deseamos que sea, acaba siendo tal como lo
deseamos.
Si el docente le trasmite en cualquier forma de lenguaje que no espera que apruebe su
materia el alumno/a lo internaliza y confirma esa expectativa.
Conclusiones
Una pedagogía de la confianza ayuda a prevenir los riesgos de maltrato en las escuelas y
aumenta las expectativas académicas, con lo cual se mejoran los climas de convivencia y
los aprendizajes escolares.
Hay otras dimensiones e indicadores que también aluden a cómo se favorecen los buenos
climas escolares, como el tema de cómo se dan las conversaciones en la escuela, o cómo
se introducen innovaciones que posibilitan el cambio de las relaciones de poder sin que
necesariamente se desestabilicen los climas de convivencia.
2. La lucha por una escuela libre de violencia es la lucha por una educación de calidad; y el
elemento que más influye en la calidad de la educación es la calidad de la convivencia.
10. La violencia escolar no debe tratarse como un espectáculo. Tenemos que cambiar la
manera de mirar la violencia y abordarla en forma interdisciplinaria e involucrando a todos
los actores.