Capítulo 6

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Capítulo 6.

Integración y socialización del alumnado

Introducción

El proceso de socialización forma parte sustancial del ser humano. A través de


este proceso aprendemos la base de nuestra cultura y formamos nuestra identidad
personal.

La infancia es el periodo en el que tiene lugar el proceso de socialización más


intenso ya que es cuando el ser humano es más apto para aprender.

En este proceso de socialización influyen una serie de agentes sociales que


determinarán cómo se desarrollará éste. Los agentes más importantes para el niño son la
escuela, la familia y los compañeros.

La escuela está considerada como el agente de socialización más importante en


nuestra sociedad actual.

Cuando el niño alcanza una cierta edad, la familia recorta sus funciones de
socialización pasando a tomar más importancia la escuela en el proceso de
socialización.

La relación con los compañeros determina en gran medida la creación de la


personalidad y de la identidad del niño.

Además de estos tres agentes socializadores, actualmente existen otros agentes


de socialización que influyen de manera directa en el desarrollo del niño. Dichos
agentes son los medios de comunicación, principalmente la televisión, y las nuevas
tecnologías.

Los educadores deben saber en qué consiste el proceso de socialización así como
tener los conocimientos necesarios para identificar la inadaptación social que se puede
dar en el entorno donde desarrollan su actividad para conseguir paliarlos.
Interacción y socialización

Las interacciones sociales constituyen un aspecto fundamental en el desarrollo


psicológico del niño.

La socialización “es el proceso por el cual aprendemos a ser miembros de la


sociedad interiorizando las creencias, normas y valores de la misma y aprendiendo a
realizar nuestros roles sociales” (Fernández Palomares, 2003).

Es un proceso que tiene su principal actividad durante la infancia pero que


continúa a lo largo de toda la vida aunque con menor intensidad. En la infancia cobra
especial relevancia debido a que los aprendizajes realizados se mantendrán en el niño de
una manera muy estable y difícil de cambiar. En dicho proceso de socialización, el
contexto en el que se desarrolla juega un papel primordial.

Pero no cualquier relación del niño con los demás puede considerarse un
verdadero proceso de interacción social. Schaffer comenta que “sólo existe interacción
social cuando las actividades de quienes participan en el proceso se integran y
coordinan entre sí, de tal manera que constituyen una secuencia unitaria” (Lacasa y
Villuendas, 1988), es decir, es muy importante que la integración se produzca en el
individuo de la misma forma que la integran el resto de individuos.

Según Damon (Lacasa y Villuendas, 1988), la socialización se puede


caracterizar porque:
 Aportan al niño un marco conceptual que le permite categorizar la
realidad basada en un contexto social.
 Este marco conceptual sirve de medio para actuar y comunicarse en
nuestra sociedad.
 Proporciona al individuo un contexto de comunicación y desde él, un
mecanismo para formar nuevas ideas coordinando su propia perspectiva
con la de los demás.
 El contexto social es algo dinámico. A través de la socialización los
individuos seremos capaces de adaptarnos a los cambios que se van
produciendo en él.
Principales agentes de socialización

Por agentes de socialización entendemos a los “grupos y contextos sociales


dentro de los cuales se producen importantes procesos de socialización”.

Los agentes de socialización más importantes son la familia, la escuela, el grupo


de compañeros, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías a través de
internet. También existen otros, aunque con un papel menos relevante durante la
infancia, como son la Iglesia, las empresas, etc.

Cada agente va a aportar al niño distintas oportunidades para su desarrollo


social.

La familia como agente socializador

La Familia se considera como sistema primario de socialización que


principalmente realiza su función más efectiva en los primeros años de vida. Es donde
nace el niño y desde donde se responden las primeras necesidades básicas de éste.

La familia aporta al niño seguridad y confianza en el proceso de socialización.


Esta seguridad y confianza se basa en lo que se denomina apego. El apego es una
vinculación afectiva que se desarrolla y consolida entre dos personas, por medio de una
interacción recíproca. A través del apego, el niño consigue seguridad, consuelo y
protección.

Se han realizado investigaciones en las que se concluyen que los niños que han
desarrollado un afecto seguro en su seno familiar, desarrollan con más facilidad las
relaciones sociales y cooperativas entre iguales en el colegio y tienden a presentarse
unos niveles más altos de afecto positivo en la relaciones. En cambio, si el apego
desarrollado en su familia es de tipo inseguro, el niño se mostrará más aislado y sus
interacciones tendrán un carácter negativo.

La escuela como agente socializador

La escuela no parte de cero en el proceso de socialización del niño ya que éste


ha interiorizado valores, actitudes y conductas en el seno familiar. Además, el niño se
incorpora a la escuela con un aprendizaje sobre el lenguaje que se da en su familia.
Estos son algunos de los aspectos que caracteriza la relación entre la escuela y la familia
en el proceso de socialización.

La escuela se centra fundamentalmente en la educación formal. El niño debe


adecuarse a estos aspectos formales que le proporciona la escuela. Esto le supone un
esfuerzo que no está acostumbrado a realizar en la relación con la familia.

Dicha educación formal se basa en la enseñanza de valores y normas de


convivencia así como de la prevención y detección de conductas desadaptadas
socialmente.

Las principales funciones que desempeña la escuela de cara a la socialización


son las siguientes:
 Prepara para la vida.
 Es uno de los vehículos a través de los cuales se transmiten pautas de
comportamiento, normas sociales, de convivencia y aspectos culturales.
 En la escuela se produce un proceso de diferenciación social que influirá
a lo largo del resto de la vida y que viene condicionado principalmente
por el rendimiento, las calificaciones y la adquisición de un buen
currículum por parte de los alumnos. Dichos aspectos influirán en el
estatus social y en el tipo de trabajo que conseguirán en el futuro.
 Es facilitadora de la transmisión de valores que serán necesarios para un
correcto desarrollo social.
 Cuando el niño ingresa en la escuela, se produce una emancipación
afectiva con su familia. Empieza un nuevo periodo en el que se encuentra
con situaciones distintas a las que está acostumbrado afrontar en las que
tiene que relacionarse con otros compañeros y afrontarlas de manera
independiente y autónoma.

 Tiene una función de acogida social. Los padres, en la situación social en


la que nos encontramos, suelen trabajar los dos. La escuela es un lugar
donde pueden dejar a sus hijos para ser cuidados y educados por
profesionales.

Otro aspecto importante que debemos resaltar con respecto a la escuela, son las
interacciones personales que se producen con los adultos y con el profesorado. Las
relaciones entre profesorado y alumnado cobran una especial relevancia debido a que el
profesorado transmite una serie de valores en sus interacciones cotidianas al alumnado.
Las conductas que realizan los profesores, en muchos de los casos, suelen tomarse como
ejemplo y modelos para los alumnos.

Las relaciones entre iguales: compañeros de clase, de juegos, de deportes,…


Las relaciones con los iguales son muy importantes ya que a través de ellas se
adquieren habilidades cognitivas, lingüísticas y socioemocionales. El tener unas buenas
relaciones hará que el niño tenga un desarrollo saludable.
Muchas de estas relaciones que se producen en la escuela entre iguales están
basadas en el respeto mutuo, en el diálogo, en la comprensión, el apoyo o el afecto. Así,
cuando existen problemas se suelen solucionar poniendo en juego este tipo de valores.
Aunque no siempre se resuelven así los problemas. En muchos casos los
problemas suelen producir peleas, conflictos y
violencia. Estos problemas y conflictos que surgen
no deben ser ignorados.
Muchas veces estos conflictos desembocan
en oportunidades para desarrollar habilidades, pero
en la gran mayoría de las veces terminan en
violencia. Así, los problemas y conflictos dan la
oportunidad de desarrollar habilidades para crecer,
pero esto sólo se producirá si son resueltos
adecuadamente.

Extraído de www.psicoeducacion.eu

En el colegio es donde empiezan a producirse las primeras amistades del niño.


El fenómeno de la amistad resulta importante para el niño y su socialización ya que a
través de esta relación de tipo simétrica, se comparten preocupaciones, sentimientos,
etc.

Los beneficios que provoca la amistad en el proceso de socialización en el niño


son los siguientes:
 Estimula el desarrollo de la competencia social.
 Aporta seguridad en sí mismo y ayudan al desarrollo del
autoconcepto y de la autoestima.
 Ayuda a crear un contexto en el que aprende a conocerse y
autoaceptarse.
 Favorece la aparición del valor de compañerismo con todo lo que
conlleva.
 Facilita la creación del valor de ayuda mutua.
 Genera un apoyo, una guía y una asistencia ante situaciones que lo
requieren.
 Proporciona seguridad emocional ante situaciones difíciles, nuevas o
amenazantes.

La inadaptación social
Sobre inadaptación social se han realizado numerosas definiciones. En este
apartado presentamos algunas de ellas.
La inadaptación social se puede definir como la ausencia de adaptación a las
condiciones y circunstancias que impone el entorno en el que se encuentra un sujeto. En
el contexto de la educación podemos exponerlo como “el hecho clave es que un niño o
adolescente se encuentra con problemas para desenvolverse en sus contextos de
desarrollo no logrando satisfacer las exigencias mínimas que le requieren sus agentes
socializadores, por lo que muestras conductas son calificadas como
inadaptadas”.(Trianes, de la Morena y Muñoz, 1999).
Cuando hablamos de contextos, en el caso de los niños, nos referimos a la
familia, la escuela y el grupo de iguales, es decir, lo que hemos denominado
anteriormente agentes de socialización.
La inadaptación social puede ser por defecto o por exceso dependiendo del tipo
de conducta que realice el niño.
Conductas inadaptadas por defecto
Son conductas por defecto porque no llegan a los estándares que el contexto
escolar exige al alumno. Son niños que presentan una conducta social “deficitaria”.

Las conductas inadaptadas que más se dan entre los niños son las siguientes:
 Retraimiento social. Hace referencia a que el niño no da las respuestas
necesarias a las demandas que exigen las interacciones que se producen
en su entorno. Normalmente suele ser debido a un déficit de habilidades
sociales o bien a la falta de ejecución de esa conducta que sabe y no
puede realizar por diversos motivos entre los que podemos destacar la
ansiedad o alguna otra dificultad.
 Conductas pasivas. Se denominan así porque el niño no es capaz de
defender sus derechos y se muestra conformista ante las circunstancias
que se le presentan. Son los típicos niños que son manipulados y sufren
abusos por parte de los demás compañeros.
 Exclusión. Son aquellos alumnos que pasan desapercibidos para el resto
de compañeros, es decir, no cuentan con ellos ni para jugar, ni para
realizar actividades, etc.
 Aislamiento. Estos niños se caracterizan porque rechazan las relaciones e
interacciones con otros niños. Esto le suele suponer una inadaptación
debida a que se suelen ir quedando sin amigos con los que relacionarse.

Todas estas conductas dan como resultado algunos problemas que se desarrollan
en el niño. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:
 Sentimiento de soledad y de insatisfacción personal que hace que limite
sus relaciones sociales, que como hemos visto anteriormente, son tan
importantes para su desarrollo.
 Baja autoestima y confianza en sí mismo que da lugar a depresiones,
bajo rendimiento escolar o poca motivación escolar.
 Timidez que da lugar a una falta de interacción social que puede
desembocar en baja autoestima, soledad o depresión para el niño.

Conductas inadaptadas por exceso


Las conductas por exceso se basan principalmente en comportamientos
agresivos hacia los iguales y los adultos que provocan conflictos, dificultando así las
relaciones sociales del niño.

La mayoría de lo niños que realizan estas conductas para solucionar los


problemas, lo hacen porque piensan que es la única manera que tienen o porque creen
que es la mejor opción para resolverlos.

Se pueden dar varios tipos de conductas agresivas. Entre ellas nos podemos
encontrar las físicas, como son las de agredir, escupir, etc., y las verbales, como insultar,
amenazar, etc.

Estas conductas se pueden desarrollar en distintos contextos:


 Hacia ellos mismos, a través de autolesiones.
 Hacia el entorno, mediante la destrucción de material escolar o de
objetos.
 Hacia los adultos y compañeros, con agresiones físicas o verbales.

Estas conductas tienden a presentar rechazo hacia estos niños por parte de los
distintos agentes socializadores produciendo un gran déficit en sus interacciones
sociales y en el desarrollo de su proceso de socialización.

Técnicas para fomentar las conductas competentes

Vamos a presentar una pequeña introducción sobre algunas técnicas que pueden
ayudar a los educadores a fomentar las conductas adecuadas en los niños. Sobre técnicas
existe mucha literatura y numerosas teorías. Nosotros expondremos algunas de ellas que
consideramos que pueden ser básicas conocer.
 Refuerzos positivos. Esta técnica se aplica cuando el niño realiza una
conducta que consideramos adecuada y que reforzamos mediante un
reforzador que posibilitará que el niño vuelva a repetir dicha conducta
nuevamente.
Es importante que el reforzador sea suministrado inmediatamente después de
que se haya producido la conducta que queremos reforzar.

 Moldeamiento. Esta técnica se basa en la descomposición de una conducta o


aprendizaje que puede resultar complicado al niño en otras más simples, de
forma que éste podrá ir adaptándola a su repertorio de conductas. Las
conductas que va adquiriendo deben ser reforzadas a través de un
reforzamiento positivo.

 Técnica de preparación del ambiente. Consiste en la creación de un


ambiente de una manera intencional que facilite la realización de la conducta
deseada y que luego será reforzada de manera positiva tanto por los
compañeros como por el educador. Un ejemplo podría ser el desarrollo de
una actividad en la que se ha de integrar a un alumno recién llegado al grupo
y que no ha sido capaz por sí solo de adaptarse a dicho grupo. Para ello se
debe contar con la ayuda de los compañeros.

 Técnica de estimulación. Se basa en el refuerzo de conductas que ya existen


en el repertorio del niño pero que no suele utilizar ante determinadas
situaciones.

 Refuerzo de conductas incompatibles. Se puede realizar cuando el niño


realiza una conducta inadecuada y una adecuada. La técnica consiste en
ignorar la conducta inadecuada y, a la vez, reforzar la adecuada. Algunos
ejemplos pueden ser las conductas de levantarse y estar sentado o las de
hablar y estar en silencio.

 Atención contingente. El educador sólo muestra atención al niño cuando


realiza conductas adecuadas, haciendo caso omiso cuando muestra conductas
inadecuadas.

 Economía de fichas. Esta técnica consiste en que los alumnos van


acumulando refuerzos simbólicos (fichas, puntos, etc.) cada vez que el niño
realiza una conducta adecuada. Cuando se llega a una cantidad determinada
previamente de los refuerzos simbólicos acumulados el alumno recibirá un
refuerzo material, social, etc.

 Contrato conductual. Esta técnica se utiliza para asegurar que el niño


quiere cambiar o adquirir una determinada conducta. Se basa en la firma de
un acuerdo entre el niño y el educador en el que se exponen claramente los
objetivos que se pretenden conseguir, así como las actuaciones que se van a
seguir así como las consecuencias del cumplimiento y el incumplimiento de
dicho contrato. Este contrato será firmado por ambas partes.
 Refuerzo negativo. Consiste en que una conducta producida por el niño es
seguida por la eliminación de un refuerzo o estímulo que estaba siendo
desagradable para el niño, lo que hace que éste tienda a repetir nuevamente
la conducta para conseguir de nuevo ese estímulo o refuerzo. Un ejemplo es
decirle al niño con un castigo puesto por realizar una conducta inadecuada,
que si realiza una determinada conducta opuesta se le podrá levantar el
castigo.

Técnicas para reducir o eliminar las conductas antisociales

Para reducir o eliminar la realización de conductas antisociales podemos optar


por alguna de estas técnicas que se presentan a continuación.

 Extinción. Técnica que se basa en la teoría de que cuando a una


conducta que se haya producido no le sigue un refuerzo, esa conducta
tiende a desaparecer. Ahora bien, esta técnica no debe usarse con
conductas perjudiciales. Un ejemplo claro puede ser un niño agrediendo
a otro. Ante esa conducta no podemos ignorarla.
 Tiempo fuera. Consiste en privar al niño de cualquier posibilidad de
recibir algún refuerzo sobre una conducta negativa realizada, aislándolo
durante un breve periodo de tiempo en un espacio que sea neutro, es
decir, en el que no reciba ningún tipo de estímulo. El ejemplo más claro
es la expulsión del aula de ese alumno que ha realizado una conducta
disruptiva, negativa o antisocial.
 Coste de respuesta. Ante una conducta inadecuada, se le priva al niño
de algo agradable para él y se le da la posibilidad de volver a conseguirlo
si realiza una buena conducta.
 Castigo positivo. Esta técnica debe usarse cuando otras técnicas basadas
en el castigo negativo no funcionen. Consiste en que cuando el niño
realiza una conducta inadecuada, se le da un castigo que para éste resulte
negativo. Es fundamental que este castigo sea inmediatamente después
de haber realizado la conducta. Esta técnica debe ir acompañada de una
explicación y enseñanza de las conductas positivas que debe realizar
como alternativa a la inadecuada que ha realizado.
 Sobrecorrección. Con esta técnica se persigue eliminar conductas no
deseadas a la vez que se refuerzan conductas positivas que son
incompatibles con las anteriores.

Resumen

En este capítulo se expone la socialización como un proceso que se produce


durante toda la vida del individuo, siendo el periodo más importante la infancia ya que
es donde se marcan los patrones de conductas adecuados para adaptarse a dicho proceso
y porque en ese periodo evolutivo es cuando la persona tiene más facilidad para asimilar
los conocimientos y habilidades que le ayudarán a realizar una óptima socialización.

Hemos comentado los principales agentes socializadores que se establecen en la


infancia destacando principalmente tres como son la escuela, la familia y la relación con
los iguales, es decir, amigos y compañeros especialmente.

Resulta de especial interés para un responsable y monitor de comedor escolar


conocer cuáles son los principios y causas que producen una inadaptación social así
como los tipos de conductas que se dan en personas que se encuentran en esa situación.
Para estos profesionales es fundamental conocer técnicas que marquen las pautas a
seguir para poder trabajar con los niños su socialización, interacción y adaptación
social. En el capítulo hemos expuesto las técnicas de intervención educativas más
utilizadas dependiendo de si lo que se pretende es fomentar un tipo de conductas en el
niño o disminuir o eliminar conductas que están consideradas como inadaptadas
socialmente.

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