Doctorado en Ciencias de la Educación

Análisis del comportamiento humano

Fredy Yesid Buitrago Rubiano

Modalidad a distancia

Liderazgo y poder de resolución de conflictos

Unidad 2 Semana 3

Mary Yaneth Rodríguez Villamizar

20 de enero de 2022

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 Liderazgo y poder en la resolución de conflictos

"Un líder es aquel que conoce el camino, hace el

camino y muestra el camino"

John C. Maxwell

Introducción

El trabajo escrito que se presenta a continuación trata acerca de cómo nosotros como

seres humanos generamos liderazgo en nuestras acciones o comportamientos que

realizamos día a día dependiendo del contexto en el cual nos encontramos. Además,

como seres humanos siempre necesitamos la relación e integración con diversos

grupos sociales, pero debemos ser capaces de aceptar las normas que estos nos

imponen, aceptarlas y adaptarnos a ellas para evitar generar conflictos.

El primer grupo social al cual pertenecemos y es en donde nos empiezan a inculcar

valores importantes como amor y solidaridad es la familia. El amor, como un impulso

interno hacia los demás y la solidaridad, como la manifestación o expresión social del

mismo. Estos sentimientos son de vital importancia en nuestro campo como docentes

ya que el trasmitirles a nuestros estudiantes estos sentimientos hacen que la relación

entre docente y educando sea armónico creando afinidad lo que conlleva a mantener

una estrecha relación con ellos.

Sin embargo, siempre debemos estar dispuestos a saber enfrentar diferentes conflictos

que se nos pueden presentar en nuestros contextos, ya sean a nivel personal, social o

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laboral y de evitar mezclarlos o llevarlos a nuestros otros espacios. Ya se trata de

nuestro estado de madurez de evitar que un problema personal perjudique me

desempeño en el campo laborar, social o viceversa.

Desarrollo

El papel de ser docente de una comunidad educativa genera gran responsabilidad en

mi comportamiento de ser líder, de adquirir un sentido de pertenencia con mi trabajo

donde sea capaz de orientar a un grupo ya sea de estudiantes o padres de familia con

el fin de mejorar la calidad, el clima y la cultura. Es decir, que esta comunidad vea en mi

un buen ejemplo para sus hijos y tengan la confianza de enviarlos a la escuela con el fin

de brindarles una educación de calidad, para ello es indispensable conocerlos bien,

cuáles son sus emociones, sentimientos, problemas, miedos… para crear un clima

donde se viva el amor, solidaridad, respeto que conlleven a mantener una buena y sana

relación.

El ser líder en cualquier contexto no solamente trata de mantener una autoridad frente a

otra persona o grupo social, se trata de saber tomar decisiones que beneficien a todo

un grupo y de esta manera llegar a cumplir con éxito los objetivos o metas propuestas.

Teniendo en cuenta el modelo pedagógico “Humanístico Integrador” que orienta a mi

institución nos da a conocer que aparte de transmitir ciertos conocimientos a nuestros

estudiantes debemos tener en cuenta su parte humana, es decir, el de escucharlos y

dialogar con ellos, esto no lo hace una computadora o herramienta tecnológica, lo

hacemos nosotros como humanos y en este caso maestro.

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Ahora bien, desde nuestro campo como docentes y el liderazgo educativo que

formamos día a día en nuestras instituciones nos lleva a mantener una formación

integral en nuestros educandos; que seamos capaces de comprender, intervenir y

transformar aquellas dificultades o problemas que presentan nuestros estudiantes y así,

poder brindar en ellos una educación que les ayude a salir adelante en sus entornos

culturales, sociales o ambientales. Dentro de esta formación integral no se debe dejar

de lado la proyección del ser, hacia el sentido de la educación humana, la cual se

refleja en todas las dimensiones o escenarios en los cuales se va a relacionar y

convivir; y, los cuales le garantizará mejorar su calidad de vida tanto en lo profesional

como en lo personal, sustentado en su formación ética y moral que ha recibido desde

temprana edad. Es así, como Hargreaves & Dean Fink (2003), citados por Rodríguez,

(2009) fundamentan que:

Lejos de la observación por la eficacia competitiva de algunas reformas

corrientes, los cambios que necesitamos para el aprendizaje profundo y duradero

de nuestros estudiantes requieren procesos sostenibles, democráticos y justos.

Han de inspirarse en ciertos principios como amplitud, continuidad, diversidad,

justicia, disponibilidad de recursos y conservación dela memoria. Merecen ser

proyectados sobre diversas esferas de influencia recíproca entre la escuela y la

comunidad, el sistema educativo en su conjunto y los movimientos sociales… El

liderazgo y la mejora educativa sostenibles preservan y desarrollan el

aprendizaje profundo de todo aquello que se difunde y que consigue perdurar en

el tiempo, de modo que no cause perjuicio alguno y que propicie de hecho un

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 beneficio positivo para las personas que se encuentran en nuestro alrededor,

ahora y en el futuro.

Según lo anterior, somos líderes en cada comportamiento o acción que realizamos día

a día. En nuestro contexto de ser maestro la vivenciamos en el momento que me

relaciono mis estudiantes, padres de familia e incluso el saber utilizar las distintas

herramientas tecnológicas o recursos que me ofrece el medio. Algo importante, es que

mis estudiantes logren ver en mí buenas aptitudes, habilidades, conocimientos,

destrezas y una buena actitud ya que lo que aprenden quedará en su ser, lo cual

dependerá para empezar a construir su futuro.

La educación escolar a lo largo de la historia reciente ha desempeñado un papel

fundamental para la construcción progresiva de la relación humano – sociedad,

constituida por un proceso permanente de aprendizaje y de aprensión de la realidad

que significa de manera colectiva y desde una perspectiva sociocultural las relaciones

sociales en clave de convivencia y construcción de ciudadanía por parte de los sujetos.

(Rodríguez A. 2018). Según lo anterior, nuestra razón de ser y existir nos lleva a

involucrarnos con diversos grupos sociales con el fin de alcanzar y satisfacer nuestras

necesidades o intereses y es en donde aprendemos a convivir respetando ciertas

normas o reglas para evitar problemas o conflictos con otra persona o grupo social.

Además, desde nuestro campo de ser docente siempre entramos en contacto directo

con nuestros estudiantes por lo que es importante el motivarlos a participar,

escucharlos cuando presentan algún problema y que vean en el docente una persona
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en la que pueden confiar. Es importante crear una buena y sana convivencia teniendo

en cuenta ciertas normas que se deben cumplir ya sea en nuestro entorno educativo,

familiar o social.

Lo anterior, es con el fin de formar personas competentes y capaces de relacionarse

con una comunidad o sociedad donde siempre muestre valores que lo identifiquen

como un buen ciudadano. Además, en esta formación continua el individuo busca

incentivar sus potencialidades, habilidades y destrezas que le permitan desenvolverse

en una sociedad, crecer, relacionarse, integrarse y construir identidad y pertenencia a

uno o varios grupos, en los cuales podrá evidenciar o reflejar actitudes de liderazgo que

le permitan posesionarse como miembro de un grupo u organización a través del

reconocimiento o estímulos que lo conlleven a formar su proyecto de vida.

Ahora bien, debido a la diversidad de culturas en que nos encontramos como seres

humanos es muy común el relacionarnos con conflictos, escenarios que se presentarán

de manera imprevista en nuestro diario vivir y es ahí, donde a través del diálogo y el

conocimiento del problema para llegar a dar solución de la mejor manera, donde ambas

partes salgan beneficiadas. Estos escenarios llegan a presentarse en nuestras escuelas

por lo que debemos ser capaces de buscar el mejor método para dar solución y generar

una buena convivencia con nuestros estudiantes. Toda institución mantiene un manual

de convivencia, el cual muestra las normas donde toda la comunidad educativa debe

acatar y cumplir para que se presente un buen equilibrio en las relaciones tanto de

maestros, docentes, padres de familia y rectora.

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Una comunicación asertiva y oportuna ayuda a evitar conflictos y favorecer el trabajo en

equipo para alcanzar con éxito las metas u objetivos propuestos.

Conclusiones

Una vez finalizado este trabajo escrito puedo concluir que desde mi campo como

docente es importante mantener un buen liderazgo hacia mi comunidad educativa tanto

con los padres de familia como con los educandos y esto depende en gran medida de

mi comportamiento, acciones o decisiones que tome frente al trabajo que laboro dentro

de la escuela. Por lo tanto, el generar un liderazgo educativo ayudará a crear

condiciones para un buen ambiente de trabajo, fomentar la colaboración entre los

equipos de trabajo, fomentar la participación en los estudiantes, mantener una

comunicación asertiva, cultivar valores que apunten a la formación de un buen

ciudadano, saber tomar decisiones, saber escuchar y así, llegar a manejar con audacia

los conflictos.

También, el lograr que el estudiante sea capaz de enfrentar, reflexionar y pensar

críticamente frente a un problema o conflicto es una tarea fundamental de la educación,

ya que es una oportunidad para que asimile las consecuencias y logre generar

soluciones frente al conflicto. Además, es un espacio para aprender de los errores lo

que le ayudará a fortalecer su autoestima y madurez hacia el futuro. El diálogo y el

aceptar el error son mecanismos que ayudan a manejar los diversos conflictos que se

presentan en nuestro entorno.

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 Referencias

El papel del líder en el manejo y resolución de conflictos. (24 de mayo de 2018).

Conexión esan. https://www.esan.edu.pe/apuntes-empresariales/2018/05/el-papel-del-

lider-en-el-manejo-y-resolucion-de-conflictos/

Rincón Serrano, A. El individuo y las organizaciones. Madrid: Ecobook - Editorial del

Economista, 2006. p. https://elibro.net/es/ereader/ucuauhtemoc/59657?page=99

Rodríguez, A. (2018) Educación y escuela: Espacio para la ciudadanía, convivencias y

diálogos. https://www.funlam.edu.co/revistas/index.php/poiesis/article/view/2960

Rodríguez Bustamante, A. Herrera Saray, G. D. y Bañol López, W. Educación y

escuela: espacio para la ciudadanía, convivencia y diálogos. Poiésis, (35), 41-51.

Universidad Católica Luis Amigó, 2018. p.

https://elibro.net/es/ereader/ucuauhtemoc/126255?page=3

Sierra, M. (26 de agosto de 2016). Liderazgo educativo en el siglo XXI, desde la

perspectiva del emprendimiento sostenible. Revista EAN Bogotá, pp.111 - 128

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http://www.scielo.org.co/pdf/ean/n81/n81a06.pdf