Plantilla de Examen

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Apellidos y Nombre: Isabella Gaviria Sarria

Identificación: 1006166573

Fecha: 12 de septiembre 2020

Asignatura: Cultura General

Tema: La democracia y su globalización

INTRODUCCIÓN: Resumen muy claro de los apartados del tema

INTRODUCCIÓN: (RESUMEN)

En este examen voy a hablar acerca de todo lo relacionado con la democracia y su


globalización. He dividido en 4 partes el tema en general, para que cada punto quede bien
explicado y analizado. En el primero doy a entender qué es la democracia. En el segundo hablo
sobre el origen de la democracia, de donde viene. En el tercero me desenvuelvo un poco en la
evolución de la democracia, a través del tiempo. En el cuarto analizo cómo es hoy en día la
democracia. Y por último término con unas conclusiones personales.

¿Qué es la democracia?

La democracia es una forma de gobierno en que puede ejercerse el poder político del y para
los ciudadanos, es una doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que
ejerce el poder directamente o por medio de representantes, forma de sociedad que practica
la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos, credos religiosos,
etc. El concepto ha sido abordado académicamente desde la teoría de la forma de gobierno
según sus usos con base en los criterios numéricos en que se ejerce el poder, siendo la
democracia la forma de gobierno de las mayorías o los muchos, a diferencia de las monarquías
o las aristocracias.

Tomando en cuenta el rol del concepto en el marco del Estado moderno, se puede definir
como un método o un conjunto de reglas de procedimiento para la constitución del gobierno y
para la formación de las decisiones políticas, más que de una determinada ideología. Desde
esta óptica, un régimen democrático implicaría, entre otras cosas, que sus órganos legislativos
o ejecutivos estén compuestos por miembros elegidos por el pueblo, directa o indirectamente;
que haya ciudadanos sin distinción de raza, religión o condición social y económica con
capacidad para votar y elegir representantes; igualdad de voto; y que prepondere el principio
de mayoría sin afectar los derechos de las minorías. A esto se le llamaría democracia formal.

Otra acepción de la Democracia se adjetivaría como Sustancial y se remitiría a los principios e


ideales característicos de la democracia moderna donde se privilegia la idea de igualdad ante
la ley e incluso en el ámbito económico o social, y la libertad del individuo frente al poder
político. Las instituciones que velan éstos principios, en mayor o menor medida, pueden
considerarse sustancialmente democráticas.
-Alcántara Saéz, Manuel. De la reforma política en nuevas democracias: aspectos sistémicos e
institucionales y calidad de la democracia. Madrid: Fundación Universitaria San Pablo-CEU,
2009. (LIBRUNAM: JC42 A328)

-De Marzo, Giuseppe. Buen vivir: para una democracia de la Tierra. La Paz, Bolivia: Plural
editores, 2010. (LIBRUNAM: HC79. E5 D455)

Origen de la democracia

La democracia se originó en Grecia, la palabra "democracia" en Grecia significa "el poder del
pueblo"; fue inventada por los atenienses para definir un sistema de gobierno de la ciudad en
el cual las decisiones eran tomadas por la asamblea de ciudadanos (los ciudadanos no eran ni
mujeres ni esclavos ni extranjeros) y no por un rey o emperador como en otras ciudades o
imperios de la antigüedad. Sin embargo, la mayor parte de la población de Atenas estaba
integrada por esclavos. Por esta razón la democracia ateniense tiene pocas similitudes con la
democracia moderna, vinculada a la abolición de la esclavitud y a los derechos humanos.
Democracia es una palabra de origen griego que fue acuñada por los atenienses para referirse
a su forma de gobierno, instaurada en los últimos años del siglo VI a.C.

Aunque siempre es difícil averiguar el momento exacto en que una palabra empieza a usarse,
el término aparece en Heródoto, un historiador y geógrafo del siglo V a.C. como el nombre de
una forma de gobierno ya entonces objeto de debate. En su etimología, significa gobierno “del
pueblo” o “popular”.

-ACEVES GONZÁLEZ, F. (2009), "Elecciones, medios y publicidad política en América Latina: los
claroscuros de su regulación", en Comunicación y Sociedad, Nueva Época, núm. 12, julio-
diciembre, Guadalajara: Departamento de Estudios de la Comunicación Social (DECS),
Universidad de Guadalajara (U de G), pp. 33-62.

Evolución de la democracia

La idea de que sólo en el conjunto de la comunidad se encuentra el fundamento de la


autoridad soberana, es tan antigua como la tradición política de la humanidad. Las primeras
formas de democracia conocidas son las que se desarrollaron en algunas ciudades-estado de la
Grecia clásica. Con antecedentes en prácticas comunales, el verdadero creador del sistema
democrático fue Solón que derroco el sistema aristocrático e impuso una democracia, es decir
un gobierno del pueblo. El pueblo era una entidad muy diferente al actual, no era ni mucho
menos el conjunto de la población como la entendemos hoy día, sino el conjunto de
ciudadanos del que quedaban excluidos los esclavos, los extranjeros residentes y aquellos que
no tenían padres atenienses. La práctica democrática se materializaba en la reunión periódica
de la asamblea general de ciudadanos que adoptaba las medidas más importantes y elegía a
los magistrados encargados de llevarlas a cabo y de adoptar decisiones; pero la democracia no
solo eran prácticas e instituciones sino que gran parte de su éxito radico en el espíritu que
presidía su funcionamiento, esa voluntad de libertad ciudadana que Pericles exaltó en su
Oración fúnebre para cuya defensa los atenienses estaban dispuestos a sacrificar su vida; y fue
precisamente bajo el gobierno de Pericles (V a. C) cuando se produjo la culminación
democrática ateniense. En ese periodo no sólo se aplicaron hasta el límite las prácticas y
virtudes democráticas, sino que se sentaron las bases del pensamiento político y del estado de
derecho, Platón en su obra La República fundamento las bases del estudio político; dividió las
formas de gobierno en cinco grupos: aristocracia, timocracia, oligarquía, democracia y tiranía,
mostrando poco entusiasmo por el gobierno del pueblo y ensalzando el gobierno de los
mejores por su capacidad intelectual y moral, la aristocracia (que para él no tenía ninguna
connotación económica, hereditaria o de privilegio). Aristóteles aporto a la historia la clásica
división de las tres formas de gobierno: monarquía, aristocracia y política (gobierno de la
mayoría cuya forma radical es la democracia), pero además de evidenciar la convivencia del
poder político, señalo la necesidad de que éste estuviera sometido a las leyes, fundamentando
por primera vez la teoría del estado de derecho, base esencial y pilar del sistema democrático
a lo largo de la historia.

La Edad Media es el periodo de la monarquía de derecho divino, la teoría paulina del origen
divino del poder fue completada por Santo Tomás de Aquino, cuya concepción teológica del
mundo y la justificación trascendente del poder político basaron la unión del trono y el altar, y
tendieron a fundamentar autocracias centralistas y anatematizaron toda pretensión de basar
en la libre determinación del individuo al gobierno de la comunidad. Los ideales democráticos
sucumbieron ante el empuje del dogmatismo religioso y la fuerza de la monarquía, aunque
persistieron algunas instituciones que presentaban algunas reminiscencias democráticas:
cortes, parlamentos, estados generales etc. Sin embargo, a partir del siglo XII una doble
evolución comenzó a hacer retroceder la indiscutible hegemonía del sistema de monárquico;
por una parte; en Inglaterra, los nobles obligaron al monarca Juan Sin Tierra a conceder la
Carta Magna (1215), que independiza el poder político de la corona del reconocimiento de la
iglesia, al tiempo que reconocía y garantizaba los derechos y libertades de los ciudadanos
libres. En el continente europeo, no hubo una alianza entre el pueblo y la nobleza para
recortar los poderes reales, lo que de hecho fortaleció la monarquía y sentó las bases de los
reinos modernos y del absolutismo. Ahora bien, la descomposición del sistema feudal con base
agraria favoreció que florecieran algunas ciudades-estado de base comercial, cuyos
semejantes marcos geográficos reavivaron las reminiscencias históricas e hicieron retornar los
ideales democráticos; siendo estos más formales que efectivos y las grandes ciudades
comerciales de Flandes o Italia fueron gobernadas de hecho con regímenes aristocráticos,
donde los órganos dirigentes de la república estaban dominados por las familias burguesas
más pudientes.

Durante los siglos XVI y XVIII la evolución del pensamiento político fue progresivamente
sumando argumentos en favor de la idea de democracia. La revolución del pensamiento
renacentista y la Reforma luterana se sitúan en el origen de esta evolución; el erasmismo
volvió a situar al hombre en el centro del universo, el espíritu individualista y la libertad de
pensamiento que respaldaba la Reforma y el culto a la razón que suscribían los pensadores,
provocaron el cuestionamiento definitivo de la idea medieval del poder al mismo tiempo que
esta revolución intelectual se desarrollaba, el ascenso económico de una nueva clase social, la
burguesía, encontraba en las limitaciones del sistema monárquico tradicional un motivo para
luchar por su reforma; ambos fenómenos se complementaron, y aunque también fueron
instrumentalizados para elevar a la monarquía a su máxima depuración con el absolutismo (y
posteriormente con el despotismo ilustrado), lentamente se fue extendiendo el deseo de
participación política (las "ansias de libertad" que proclamaban sus precursores) y
generalizando la idea de que el poder de la Corona se basaba más en el ejercicio de la fuerza
que en ningún derecho sobrenatural.

Desde mediados del siglo XVII y sobre todo durante el siglo XVIII se sucedieron nuevas
formulaciones filosóficas, que incidieron en el sistema político. Hobbes, Hume y de modo
destacado Locke sentaron los principios de individualismo y del liberalismo; Locke afianzó su
reflexión sobre la doctrina de los derechos naturales -para él, la libertad y la propiedad-, que
siendo anteriores y superiores al Estado se manifestaban intangibles e inalterables; al residir
en la conciencia individual del hombre el criterio fundado sobre la justicia y la corrección, el
medio más seguro de preservar el bien público era sacar a la discusión razonable del pueblo
los principales asuntos. Estas ideas se vieron complementadas por otro grupo fundamental de
pensadores del siglo XVIII: Montesquieu, Rousseau y Voltaire; el primero evidenció la
necesidad de repartir el poder entre estructuras estatales que se contrapusieran para evitar
los abusos de poder y la tiranía, diseñando la clásica división de los tres poderes: legislativo,
ejecutivo y judicial. Voltaire consolidó este edificio teórico basándolo en el principio de la
soberanía popular y Rousseau acabó vinculando la legitimidad de todo poder a la voluntad
general de los ciudadanos libremente expresada, base del sistema democrático.

La burguesía ascendente -en ocasiones emparentada o vinculada a la aristocracia- utilizó todo


este conjunto de filosofía política para acometer el definitivo asalto a la dirección de los
asuntos públicos. El enfrentamiento entre el Antiguo Régimen y el Tercer estado (burguesía)
no fue sencillo ni pacífico, y fue ratificado en todos los lugares con revoluciones que
evidenciaron una "solidaridad de destino", tanto por parte aristocrático-monárquica como por
parte liberal-democrática. Gran Bretaña fue el escenario de la primera revolución liberal (1688-
89), que deparó el derrocamiento de una dinastía, la proclamación de la República, la primera
declaración de derecho (Bill of Rights) y la restauración en una nueva dinastía que, aunque en
aparente oposición a los hechos inmediatamente anteriores, respetó la labor legislativa
republicana; ésta había recortado los derechos reales, reducido los privilegios de la aristocracia
y abierto definitivamente la participación en los asuntos públicos a la ciudadanía, que vio
garantizadas sus libertades públicas. Las otras dos grandes revoluciones se produjeron un siglo
después en las Doce Colonias británicas en América del Norte y en Francia; la independencia
de los Estados Unidos y la agitada vida de la República Francesa a pesar de sus diferencias
externas, estaban asentadas sobre las mismas bases teóricas y depararon dos logros
semejantes: establecer sobre el principio de soberanía nacional toda legitimidad del poder
político y desarrollar los mecanismos que posibilitaron la fundación de la democracia
representativa. Tras ambas se encontraba además la actuación política de la burguesía, cuyo
poder económico era ya incuestionable; las transformaciones económicas del siglo XVIII (de
modo destacado la incipiente revolución industrial, pero todavía entonces más importante su
hegemonía económica y mercantil), permitieron a la burguesía acometer el control del poder
político y eliminar los privilegios nobiliarios que coartaban y entorpecían la propia dinámica de
acumulación de capital. No obstante, para llevar a cabo esta tarea no solo se valió de la
utilización de la nueva filosofía política, sino que accedió a los títulos aristocráticos, hizo
préstamos colosales a los nobles para tener hipotecada su actuación, atacó el considerable
poder del clero y, cuando la mera existencia de los estamentos privilegiados se evidenció como
el último reducto del Antiguo Régimen, los eliminó políticamente a través de revoluciones en
las que contaron con el apoyo de las clases populares.
-HELD, D. y MCGREW, A. (2002), Transformaciones globales, política económica y cultura,
México: Oxford University Press.

-MACBRIDE, S. (1980), Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en


nuestro tiempo, México: UNESCO/Fondo de Cultura Económica (FCE).

La democracia hoy

SOLÍS, B. (2008), comenta que la "Democracia” hoy en día regulación de medios de


comunicación y nuevos actores políticos", La democracia existe para otorgarle a la gente una
forma de vivir en comunidad de manera que resulte beneficiosa para todos. A pesar de que
muchas de las democracias modernas no existían antes de la Segunda Guerra Mundial, en la
mayoría de las sociedades tradicionales existen precedentes de formas de gobierno en que los
ideales en que creían la mayoría de las personas eran los que guiaban a los gobernantes y
comunidades en el proceso de toma de decisiones y en la construcción de las reglas, al igual
que en la forma en que los miembros de la sociedad eran tratados y vivían en comunidad.

La transición política a un Estado democrático, al igual que las reestructuraciones necesarias


tales como la votación y las elecciones, la constitución y los órganos judiciales independientes,
pueden resultar sorprendentes para los ciudadanos. Por ello, concentrarse en la experiencia
personal de la gente puede ser un método útil para hacer que la gente tenga un
entendimiento práctico y común de la democracia.

Conclusiones:

Personalmente no estoy de acuerdo que desde un principio en la antigua Grecia la comunidad


civil y la política se encontraran unidas, lo político y lo social no podían entenderse de manera
separada, sin embargo, la participación ciudadana fallaba rotundamente al no incluir a las
mujeres, metecos y esclavos. Sobre estos grupos marginados llama la atención que ningún
pensador propusiera la exigencia de una igualdad social teniendo en cuenta los alcances del
concepto griego de igualdad. Sin embargo, la influencia de estos primeros conceptos sustenta
los pilares que soportan las democracias contemporáneas, y no fue sino hasta la Constitución
de Estados Unidos de 1787 que emergió un gobierno verdaderamente democrático.

La democracia que durante el siglo XX se había consolidado, en la segunda década del siglo XXI
parece amenazada mediante el surgimiento del fenómeno populista que no solamente ha
afectado a Estados tercermundistas, sino a países como EEUU, Inglaterra, Italia y Austria entre
otros, sin dejar de lado los fenómenos plutocráticos que sufren los Estados nacionales. Cuando
la toma de decisiones es afectada se desvirtúa la democracia, toda vez que se destruye el
concepto de soberanía popular amparada en la voluntad general; siendo el poder asimétrico
por naturaleza, se acentúa la desigualdad entre los intereses del elector y del bien general del
pueblo en relación con la toma de decisiones. La aretedemocracia es una opción viable que
deberá considerar la Ciencia Política, así como el electorado para propugnar por el progreso de
la humanidad y al mismo tiempo la destrucción de las influencias desequilibradas en la toma
de decisiones que generan estructuras calamitosas como la plutocracia y la oclocracia.

Las teorías positivas de la democracia implican un proceso continuo de negociación y conflicto


entre diferentes grupos de poder que representan diversos intereses, teniendo a su vez,
recursos de poder desemejantes con acceso heterogéneo a esos mismos recursos, mientras
que las teorías normativas de la democracia implican la intervención estatal en el ámbito
económico, así como en la profundización de la multiculturalidad en los Estados.

La emergencia de los movimientos sociales impactaría la democracia y la haría evolucionar


incorporandonuevos valores como la extensión del sufragio al voto femenino, la consolidación
de los partidos y movimientos políticos, la abolición de la esclavitud, el Estado bienestar, un
Estado orientado a la justiciaredistributiva y procurador de bienes y servicios como
infraestructura, salud y educación para que el ciudadano pueda realizarse como ser humano,
no obstante la democracia nunca ha llegado a ser completamente universal y en este
momento de la historia se encuentra en crisis, una vez es electo el representante de la rama
ejecutiva del poder público se produce un efecto azaroso en la relación entre el ejercicio del
poder y la toma de decisiones. En gran medida depende de la propia virtud del representante
del pueblo, que influencias desequilibradas puedan incidir negativamente en la toma de
decisiones.

Hoy en día el tema de la democracia, que, al pasar del tiempo, ha ido evolucionando poco a
poco, empezaron más personas a regir en ella, adueñándose en sí de toda la democracia como
tal, y es lo que se vive en diferentes países actualmente, porque se supone que la democracia
formal describe al gobierno del pueblo y la sustancial al gobierno para el pueblo. Que hay
“participación” de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de
decisiones, pero no está sucediendo así, ahora los que están en el gobierno se volvieron más
corruptos, sin importarles así el pueblo, no se puede acceder a ese tipo de cosas, no hay
derecho, ni justicia, esos países que en este momento están así se están perdiendo, esas
personas con el mando y el poder, siguen haciendo de las suyas… y el término “democracia” se
está perdiendo poco a poco… Lo que ya sucedió en Venezuela, por ejemplo, en donde ya se
volvió una dictadura; ahora el pueblo no puede hacer nada, sino que las personas están
abandonando su país, dejando sus sueños a un lado, separándose de sus familias. Ahora se ve
que hemos separado artificialmente la lucha por la democracia, de la lucha por la liberación y
el socialismo.

BIBLIOGRAFÍA

ARISTÓTELES. (2004). Ética Nicomáquea. Editorial Porrúa. México D.F.

ARISTÓTELES. (1873). Política, Libro I. De la sociedad civil. De la esclavitud. De la propiedad.


Medina y Navarro Editores, Madrid.

ARRIETA, M. (2016). Los masones en el mundo: Geopolítica masónica. La historia de los hijos
de la luz. Editorial Almuzara. Córdoba.

ARRIETA LÓPEZ, M. (2018). “La Aretedemocracia o Virtudemocracia: Un sistema de gobierno


calificado contra las deformaciones de la democracia”, Justicia, 23(34), pp. 539-554.

ARRIETA LÓPEZ, M. (2018). “La República Universal de los Masones. Un ideal para la paz
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http://produccioncientificaluz.org/index.php/opcion/article/view/24615/25355

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