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FORMATO DE ANÁLISIS PARA SENTENCIAS

ESTUDIANTE

Nombre  Adriana Katherine Díaz Pinzón


Fecha  24 de agosto de 2020
Curso Derecho Funza grupo A

1. CONTEXTO (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
STC7641-2020
Número Radicación N.° 11001-22-03-000-2019-02527-02
Fecha 22 de septiembre 2020
Magistrado Ponente Luis Armando Tolosa Villabona
Aclaran el voto
Magistrado Álvaro Fernando García Restrepo

Magistrado Luis Alfonso Rico Puerta


Salvan el voto

DEMANDANTES Y DEMANDADOS

Decídese, luego de sucesivos debates del proyecto, la impugnación interpuesta frente a la sentencia
de 23 de abril de 2020, proferida por la Sala Civil del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá, dentro de la salvaguarda promovida por Soledad María
Granda
Castañeda, Sandra Borda Guzmán, Sergio Alejandro Martín Vergara, Andrés Juan Guerrero, Alejandro
Briceño Díaz, Ana Benilda Ángel Orjuela, Alexandra Paola González Zapata, Fabián de Jesús Laverde
Doncel, Cristian Raúl Delgado Bolaños, Aleida Murillo Gómez, Jenny Alejandra Romero González, Carlos
Sleyter Obregón Ramírez, Juan Felipe Castañeda Durán, Olga Lucía Quintero Sierra, Alirio Andrés Mojica
Montañez, Paola Marcela Silva Pérez, Héctor Alejandro Alba Siboche, María Fernanda Ovalle Alvarado,
Angye Katherine Rojas Rivera, Wilman Silva Betancourt, Eneried Aranguren, Frank Melo Restrepo, Ángel
Duván Ortiz Rodríguez, Yuri Enrique Neira Salamanca, Peter Esteban Santiesteban Castillo, María
Alejandra López Mendoza, Diana Carolina Ojeda Ojeda, Victoria Lucena Góez, Mariángela Villamil
Cancino, Alejandra Soriano Wilches, Carolina Moreno Velásquez, Carlos Perdomo Guerrero, Catalina
Botero Marino, Manuel Alejandro Iturralde, Natalia Ramírez Bustamante, Carlos Julián Mantilla Copete,
Johan Sebastián Ramírez Vargas, Fabián Darío Bernate Bastidas, Brian Valencia Ayala, Harrison
Steven Valderrama Palencia, David Ricardo Pérez Castro, Carol Tatiana Gómez Suarez, Perla Tatiana
Bayona Rojas, Eduardo Enrique Cáceres Téllez, Cristian Andrés Aristizábal Parra, Mohamed Mussa Shek
Giraldo, Juan Camilo Gómez Olarte, María Fernanda Montiel Murillo y Santiago de JesúsAndrade Gaitán
contra el Presidente de la República, los Ministros de Defensa e Interior, la Alcaldía Mayor de
Bogotá, el Director General de la Policía, el Comandante General de la Policía Metropolitana de
esta ciudad, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación.
1.2. SOLICITUD DE LA DEMANDA (ACCION DE TUTELA)
Ordenar
 al Presidente de la República “conformar una mesa de trabajo” para reestructurar las directrices
relacionadas con el uso de la fuerza frente a manifestaciones pacíficas.
 Las autoridades encausadas, en lo sucesivo, abstenerse de incurrir en conductas como las acá
denunciadas;
 Ministerio Público y a la Defensoría del Pueblo, acompañar a las personas en actos de protestas y
brindarles asesoría jurídica a quienes resulten afectados en ellas
 Fiscalía General de la Nación y Policía Nacional, permitir que organizaciones defensoras de derechos
humanos realicen verificaciones en casos de capturas y traslado de personas durante el desarrollo de
cualquier clase de mitin y suspender las actividades del ESMAD, hasta tanto se produzcan cambios
estructurales y de fondo en los procedimientos en los cuales intervienen.

1.3. PROBLEMA JURÍDICO ENUNCIADO POR LA CORTE

¿Está siendo violentado de manera sistematizada el derecho a la protesta por parte del Gobierno?

1.4. NORMAS JURÍDICAS RELEVANTES PARA EL CASO

Constitución nacional de Colombia 1991


Bloque de constitucionalidad
Convencionalidad derechos humanos

1.5. DEMANDA (principales argumentos)


 Los reclamantes imploran la protección de sus prerrogativas a la protesta pacífica, participación
ciudadana, vida, integridad personal, debido proceso, “no ser sometidos a desaparición forzada”, y a
las libertades de expresión, reunión, circulación y movimiento, presuntamente amenazadas por las
autoridades accionadas.
 desde el año 2005 al presente, el Estado, frente a protestas o manifestaciones pacíficas, ha
desplegado conductas constantes, reiterativas y persistentes, para socavar, desestimular y debilitar
su
derecho a expresarse sin temor, exigiendo cambios de políticas a las distintas autoridades.
 Los comportamientos violatorios, son: (i) intervención sistemática, violenta y arbitraria de la fuerza
pública en manifestaciones y protestas; (ii) “estigmatización” frente a quienes, sin violencia, salen a
las calles a cuestionar, refutar y criticar las labores del gobierno; (iii) uso desproporcionado de la
fuerza, armas letales y de químicos; (iv) detenciones ilegales y abusivas, tratos inhumanos, crueles y
degradantes; y (v) ataques contra la libertad de expresión y de prensa.

la intervención sistemática de la fuerza pública en manifestaciones y protestas

 En el 2017, durante la convocatoria indígena -Minga Nacional-, miembros de la comunidad Wayúu


fueron agredidos, sin justificación alguna, por el personal del ESMAD.
 En septiembre de ese mismo año, en las instalaciones de la Universidad de Cundinamarca –sede
Soacha-, algunos estudiantes se mostraron inconformes por la elección del rector, y ante ello,
agentes de la policía y el GOES
“(…) [ingresaron al campus] rompiendo vidrios (…) golpeando a las personas, lanzando gases
lacrimógenos (…) y usando armas de fuego (…)”.
“(…) Durante el procedimiento, trece (13) estudiantes fueron retenidos (…) y subidos a un camión,
supuestamente para ser trasladados por protección; no obstante, dadas las gestiones de la
comunidad, (…) fueron puestas en libertad (…)”
 en septiembre de 2019, integrantes de la Universidad Distrital se agruparon en las instalaciones de la
misma para expresar su desaprobación, por presuntos actos de corrupción en la institución, lugar en
donde fueron embestidos por la Policía Nacional y el ESMAD.
1 “Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional”.
2 “Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional”.
 el 24 de septiembre/2019, las demandantes Diana Carolina Ojeda Ojeda y Victoria Lucena Góez., en
la calle 40 con carrera 7ª, tales entes agredieron e hirieron, otra vez, a estudiantes de la Universidad
Javeriana, utilizando “(…) gases lacrimógenos, [munición] aturdidora y balas de goma (…)”.
 En octubre de 2019, en la Universidad del Atlántico –Barranquilla-, se hizo presente, de un lado, el
Ejército Nacional, quien realizó “disparos al aire” y, de otro, el ESMAD, cuyo actuar terminó
lesionando a más de quince (15) personas.
 El 4 de octubre de 2019, varias organizaciones estudiantiles, indígenas, campesinos y sindicatos,
convocaron para el 21 de noviembre siguiente a una movilización general con el propósito de
oponerse a algunas medidas económicas del presidente de la República, demandar el cumplimiento
de los Acuerdos de Paz y exigir el “cese de asesinatos de líderes y lideresas sociales”.
La Universidad de los Andes, aseveran los gestores, previo a las manifestaciones del 21 de
noviembre de 2019, divulgó en internet el “manual 070 de autoprotección contra el ESMAD” en donde
se especificaron los riesgos a los cuales se exponen quienes hacen uso de la prerrogativa a la
protesta pacífica.
 El documento se expidió, por cuanto, según sus estimaciones, la Policía Nacional tiende a lastimar de
gravedad o a detener de manera abusiva a los manifestantes; por ello, en ese folleto se consignaron
distintas medidas para evitar ser víctima de atropellos y cómo proceder en caso de padecerlos.
Acotan, si bien la mencionada entidad rogó el retiro de esa publicación, el ente universitario rechazó
tal solicitud.
 Diez (10) de los aquí tutelantes inicialistas comentan que, en Bogotá, el 21 de noviembre de 2019,
fecha establecida para realizar una manifestación pacífica y multitudinaria, aun cuando en horas de la
mañana las “marchas” trascurrieron tranquilamente, el ESMAD usó, de manera excesiva, su fuerza y,
además, sostienen que, en esa data, el mencionado ente policial se comportó de igual modo en
Medellín, Cali y en Santander de Quilichao – Cauca-.
 Tres (3) de los acá actores afirman que el 22 de noviembre postrero, si bien un buen número de
personas se encontraban congregadas de manera pacífica en la Plaza de Bolívar de la capital, el
ESMAD las atacó sin motivo alguno con “(…) bombas aturdidoras y gases lacrimógenos (…)”.
 En horas de la noche de ese día, el entonces Alcalde Mayor de esta metrópoli, Enrique Peñalosa
Londoño, expidió el acto administrativo N° 714, mediante el cual ordenó:
“(…) Artículo 1°. Decretar el toque de queda en todo el territorio del Distrito (…) prohibiendo la libre
circulación de las personas.
(…). Artículo 4°: El incumplimiento de la presente restricción acarreará las sanciones previstas en los
Códigos Nacional y Distrital de Policía y demás normas vigentes sobre la materia
(…). Artículo 5°: Ordenar a los organismos de seguridad del Estado y a la fuerza pública hacer
cumplir lo dispuesto en el presente decreto, para lo cual deberán realizar los operativos de rigor en
toda la ciudad y procederán a aplicar las medidas correctivas de su competencia (…). Artículo 7°. El
presente
decreto rige a partir de la fecha de su expedición (…)”
 El 23 de noviembre ulterior, varios ciudadanos, entre quienes se encontraban tres (3) de los acá
reclamantes, realizaron una caminata pacífica por la carrera 7ª, en sentido norte a sur; empero,
fueron interceptados por el ESMAD, quien les lanzó “gases lacrimógenos”.
también, en la Plaza de Bolívar se presentaron hechos similares y si bien un funcionario de la
Procuraduría General de la Nación, se dirigió al comandante del ESMAD, presente en la zona, para
lograr el cese de ese proceder, fue ignorado.
 El 27 de noviembre siguiente, se produjeron nuevas manifestaciones en la autopista norte con calle
170 de esta ciudad, en donde el ESMAD, reiteró sus agresiones contra los civiles y, en Sogamoso,
estudiantes del SENA y de la UPTC, terminaron, igualmente, atacados por ese cuerpo de
policía.
 Los actores destacan que, el 4 de diciembre del año pasado en Medellín, en los sectores de la
“avenida regional” y “ciudad del río”, el ESMAD arremetió violentamente contra los participantes en
las protestas y, en Cali y Bogotá, se presentaron circunstancias similares.

Atinente a “la estigmatización de la protesta por parte de funcionarios públicos”

 respecto a la convocatoria del 21 de noviembre de 2019, en varias ciudades del país y del mundo,
sostienen, que agentes del gobierno y algunas entidades públicas, emprendieron una campaña para
desmotivar el ejercicio de su derecho fundamental a la manifestación pacífica.
 el gobierno dispuso (i) militarizar ciudades con vehículos blindados en áreas visibles para los
habitantes del país, a fin de advertir a la población, infundadamente, que los manifestantes eran una
“fuerza peligrosa”; (ii) activar “la póliza antiterrorista”; (iii) expedir el Decreto 2087, mediante el cual se
impartieron directrices a gobernadores y alcaldes para que adoptaran medidas de “toques queda”; e
(iv) influir en los medios de comunicación de amplia circulación, para emitir “propaganda negativa”,
encaminada a catalogar como peyorativa a quienes querían hacer uso de esa prerrogativa.
 Resaltan, la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos
Humanos –OACNUDH-, el 20 de noviembre de 2019, expresó, a través de un comunicado de prensa
publicado en su página web, que “(…) notaba con preocupación la expedición en las últimas horas
de las mencionadas disposiciones y actividades”.
 Los querellantes señalan que, a su vez, empezaron a circular videos en redes sociales en donde “(…)
grupos de ciudadanos (…) amenazaban con ejercer violencia [hacia quienes participaran en las
actividades en cuestión] (…)”, a cuyo efecto el aludido organismo internacional, así se pronunció en el
precitado informe:
“(…) [La OACNUDH ha] hecho seguimiento, con preocupación, a los persistentes mensajes de
procedencia no identificada que han sido publicados [a través de aplicaciones de interacción
masiva] y medios de comunicación que estigmatizan la protesta social, y otras que llaman al uso de
violencia en las movilizaciones de múltiples sectores de la sociedad (…)”.
 Los gestores aseveran que, el 20 de noviembre de 2019, la Fiscalía General de la Nación efectuó, de
manera simultánea, veintisiete (27) allanamientos en Bogotá, ocho (8) en Cali y cuatro (4) en
Medellín, en los domicilios de periodistas, artistas, activistas y grupos sociales relacionados con las
“marchas” programadas para el 21 de noviembre ulterior.
 Los peticionarios sostienen que, la mayoría de dichas actuaciones, fueron declaradas ilegales por
distintos jueces de control de garantías pues
“(…) no se aportaron elementos materiales probatorios [de] los cuales se pudiera inferir que las
personas o los objetos del lugar estuvieren vinculados con algún tipo de acto preparatorio para
la comisión de conductas criminales (…)”.
Agregan que se difundió en redes sociales el eslogan “(…) no paramos, avanzamos (…)”, fundada en
la idea falsa de que “(…) el “Paro Nacional” hace parte de una estrategia para derrocar al Presidente
Iván Duque (…)”
 y el 30 de noviembre de 2019, la entonces Ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, según
arguyen los impulsores, escribió en su cuenta de “Twitter” lo siguiente:
“(…) No pudieron (…); Convocaron [a] un paro basados en mentiras (…); Sembraron pánico con
falsas denuncias (…); Atacaron a la fuerza pública buscando que reaccionaran para acusarlos de
violar los derechos humanos (…)”.
 en la primera semana de diciembre de 2019, con ocasión de los señalamientos efectuados por el
Director General de la Policía Nacional hacia estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia –
sede Bogotá-, éstos fueron agredidos “(…) de manera (…) brutal por (…) agentes del ESMAD (…)”.
 Los accionantes, María Fernanda Ovalle Alvarado y Juan Felipe Castañeda Durán, en su calidad de
miembros de la “Asamblea Popular de Engativá”, destacan que han sido fotografiados por miembros
de la Policía Nacional sin causa alguna e, igualmente, anotan, fueron testigos del amedrentamiento a
personas para desincentivar su participación en las protestas.

“uso de armas letales y exceso de fuerza”, por parte de las autoridades durante “las
manifestaciones”

 esta práctica es una constante que amenaza su prerrogativa a la libertad de expresión, por el temor
que les genera ser víctimas de asesinato o lesiones personales.
 En el transcurso de unas protestas acaecidas el 1° de mayo de 2005, un agente del ESMAD
disparó un dispositivo denominado “trufly” que impactó a su hijo, Nicolás David Neira Álvarez, menor
de edad, quien por las heridas falleció días después. Sobre ese hecho, afirma, un policía reveló que
el ESMAD estaba ocultando el suceso y, por esa conducta “(…) Julio César Torrijos Devia aceptó
cargos en el año 2017 por el delito de encubrimiento del homicidio de Nicolás (…)”.
 El 22 de septiembre de ese año, indican, en un mitin estudiantil en la Universidad del Valle –sede
Cali-Jhony Silva Aranguren, fue herido por un proyectil de arma de fuego de dotación de la Policía
Nacional y, posteriormente, falleció por esa lesión.
 Óscar Leonardo Salas Ángel, estudiante de la Universidad Nacional de Colombia, el 8 de marzo de
2006, en el recinto de dicho claustro, donde, se aduce, el ESMAD lanzó una “bola de cristal o canica”
a gran velocidad, murió porque ese artefacto se alojó en su cráneo.
 El 28 de marzo de 2017, el actor, Johan Sebastián Ramírez Vanegas, sin estar involucrado en las
manifestaciones de esa fecha, fue golpeado en el rostro con un objeto arrojado por el ESMAD y, con
ocasión de ello, perdió la funcionalidad de su ojo izquierdo.
 Peter Esteban Santiesteban, quien, no era parte de un “paro cívico” promovido en Buenaventura,
recibió un impacto de bala en el abdomen proveniente de la policía.
 El 14 de marzo de 2019, en Cajibío –Cauca-, durante una reunión de indígenas, el actor, Cristian
Raúl
Delgado Bolaños, fue testigo de la forma como el ESMAD y el Ejército Nacional los atacaba con sus
armas de dotación de largo alcance, resultando heridas varias personas.
 en septiembre de 2019, Sergio Alejandro Martín Vergara y Andrés Juan Guerrero, aquí querellantes,
estaban en las instalaciones de la Universidad Distrital de Bogotá y, al salir, el ESMAD le lanzó, al
primero, una “granada de gas lacrimógeno”, la cual le causó la pérdida de su ojo izquierdo y, al
segundo, un impacto que le generó el “estallido de su globo ocular derecho”.
 8 de octubre postrero, en Bucaramanga, Paola Marcela Silva Pérez, fue golpeada por la Policía
Nacional, hasta padecer un “sangrado abundante”.
 En Bogotá, el 21 de noviembre posterior, varias de las demandantes fueron agredidas, directamente,
por el ESMAD en los sectores de la Catedral Primada y el centro comercial Gran Estación.
 El mismo 21 de noviembre, Héctor Alejandro Alba Siboche, cuando se encontraba en las
instalaciones de la Universidad Nacional, perdió su agudeza visual después de recibir la detonación
de una “granada de gas” tirada por el ESMAD.
En las horas de la noche de la misma fecha los comunicadores gráficos Cristian Angarita Lizarazo y
Diana Rocío Pinzón Corredor, fueron golpeados por policías frente al edificio Franco de la
Universidad de los Andes, lugar en donde Pinzón Corredor fue dejado inconsciente y a Angarita
Lizarazo se le detuvo arbitrariamente.
 Relatan, el 22 de noviembre de 2019, Angye Katherine Rojas Rivera, quien se encontraba en la calle
128 con autopista norte de esta urbe, recibió un golpe en el rostro por parte de la policía que le
produjo una incapacidad de treinta días (30).
 En las inmediaciones de la calle 19 con carrera 5ª de la capital, el 23 de noviembre del mismo año,
Dylan Mauricio Cruz fue herido en la cabeza por el ESMAD con munición tipo “beang bag” y, con
ocasión de las lesiones sufridas, murió dos días después.
 El 4 de diciembre siguiente, también en Bogotá, el ESMAD atacó con una granada de gas el área
facial del tutelante Alejandro Briceño Díaz y, por ello, requirió ocho puntos de sutura en la cara.

“detenciones arbitrarias e ilegales por parte de la fuerza pública”.

 nueve (9) de los acá actores adujeron haber sido víctimas de golpes y arrestos injustificados durante
las protestas realizadas en Bogotá a partir de noviembre de 2019 e, inclusive, agregaron, algunos
fueron retenidos y conducidos por la policía en vehículos particulares sin razón alguna.
 en esta urbe, se registraron ochocientos treinta y cinco (835) casos similares, veintiséis (26) en
Popayán y veinticinco (25) Barranquilla.

“ataques a la libertad de prensa”,

 siete (7) accionantes refieren haber sido agredidos por la fuerza pública durante el cubrimiento
periodístico realizado a las manifestaciones del 21 de noviembre de 2019.
 En tales eventos, se registraron cuarenta y siete (47) casos de actos violentos, en su mayoría
atribuibles a la policía y al ESMAD, sobre personas en el desarrollo de actividades periodísticas.

manera sistemática de represión con el fin de atemorizarlos y disuadirlos de ejercitar su


derecho a expresar sus ideas tranquilamente, en las calles y en recintos académicos.

 En medio digital y en formato PDF, ochenta y seis (86) documentos contentivos de reportajes
y cubrimientos periodísticos con enlaces de direcciones de internet, redirigidos a páginas en
donde se encuentra el registro noticioso con medios audiovisuales de los cuales, según
aquellos, evidencian las circunstancias antes descritas.

DECISIÓN PRIMERA INSTANCIA (PARA TOMAR EN CUENTA COMO ANTECEDENTE NO MÁS)

La sentencia impugnada

Tras referir la normatividad internacional sobre el derecho de reunión y manifestación pacífica, así como
las disposiciones locales que regulan las facultades de policía frente a dichas prerrogativas, negó el
auxilio, pues, en su criterio, de un lado, varias de las alegadas vulneraciones perpetradas por las
autoridades accionadas desde 2005, carecían de respaldo probatorio y, de otro, porque se incumplió el
presupuesto de subsidiariedad. Esto último, en tanto los actores cuentan con otros
mecanismos de defensa idóneos para exponer las aducidas trasgresiones a la libertad de prensa y, del
mismo modo, plantear las presuntas intimidaciones y hostigamientos que, eventualmente, limitan su
derecho a expresarse y protestar sin violencia.

los gestores Héctor Alejandro Alba Siboche, Wilman Silva Betancourt, Ángel Duván Ortiz, Nohelia
Rodríguez, Yuri Enrique Neira Salamanca, ya emprendieron acciones para lograr el resarcimiento de los
perjuicios que pudieron habérseles causado con ocasión de los hechos aquí denunciados, tornando
prematura la presente salvaguarda.
De otro lado, señaló que la actual alcaldesa de la capital expidió un acto administrativo en donde se
moduló el uso de la fuerza pública en manifestaciones y protestas, lo cual “(…) de cierta manera, se
acerca a las aspiraciones que persiguen los tutelantes, mediante esta excepcional vía (…)”.

Expuso la improcedencia de la protección rogada en relación con los aspectos fácticos relativos a la
emergencia sanitaria decretada por el Gobierno Nacional para afrontar la pandemia generada por virus
“COVID19”, pues los mismos constituían hechos nuevos en la contienda.

La impugnación

La formularon los suplicantes y la Fundación para la Libertad de Prensa -FLIP-, esbozando que el a quo
constitucional se abstuvo de estudiar el fondo de la controversia, por cuestiones formales e, igualmente,
reiteraron los planteamientos expuestos en la demanda de amparo

1.6. DECISIÓN (LA DE ESTÁ DEMANDA)


 PRIMERO: REVOCAR la sentencia impugnada, para CONCEDER la protección rogada por Soledad
María Granda Castañeda, Sandra Borda Guzmán, Sergio Alejandro Martín Vergara, Andrés Juan
Guerrero, Alejandro Briceño Díaz, Ana Benilda Ángel Orjuela, Alexandra Paola González
Zapata, Fabián de Jesús Laverde Doncel, Cristian Raúl Delgado Bolaños, Aleida Murillo Gómez,
Jenny Alejandra Romero González, Carlos Sleyter Obregón Ramírez, Juan Felipe Castañeda Durán,
Olga Lucía Quintero Sierra, Alirio Andrés Mojica Montañez, Paola Marcela Silva Pérez, Héctor
Alejandro Alba Siboche, María Fernanda Ovalle Alvarado, Angye Katherine Rojas Rivera, Wilman
Silva Betancourt, Eneried Aranguren, Frank Melo Restrepo, Ángel Duván Ortiz Rodríguez, Yuri
Enrique Neira Salamanca, Peter Esteban Santiesteban Castillo, María Alejandra López Mendoza,
Diana Carolina Ojeda Ojeda, Victoria Lucena Góez, Mariángela Villamil Cancino, Alejandra Soriano
Wilches, Carolina Moreno Velásquez, Carlos Perdomo Guerrero, Catalina Botero Marino, Manuel
Alejandro Iturralde, Natalia Ramírez Bustamante, Carlos Julián Mantilla Copete, Johan Sebastián
Ramírez Vargas, Fabián Darío Bernate Bastidas, Brian Valencia Ayala, Harrison Steven Valderrama
Palencia, David Ricardo Pérez Castro, Carol Tatiana Gómez Suarez, Perla Tatiana Bayona Rojas,
Eduardo Enrique Cáceres Téllez, Cristian Andrés Aristizábal Parra, Mohamed Mussa Shek Giraldo,
Juan Camilo Gómez Olarte, María Fernanda Montiel Murillo y Santiago de Jesús Andrade Gaitán; en
consecuencia.
 SEGUNDO: ORDENAR a los aquí encausados que, en lo sucesivo, se abstengan de incurrir en
conductas como las que dieron lugar a esta acción.
 TERCERO: ORDENAR a los demandados que, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a
la notificación de la presente decisión, insertar y facilitar la descarga del contenido completo y legible
de este pronunciamiento, en la parte principal de sus respectivas páginas web y redes sociales, en un
lugar visible y fácilmente identificable, hasta tanto el Congreso de la República emita una Ley
Estatutaria que regule los alcances y limitaciones del derecho a la protesta pacífica.
 CUARTO: ORDENAR al Ministro de Defensa que, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas
siguientes el enteramiento de esta providencia, proceda a presentar disculpas por los excesos de la
fuerza pública, en especial, aquéllos cometidos por los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la
Policía Nacional – ESMAD- durante las protestas desarrolladas en el país a partir del 21 de
noviembre de 2019, las cuales deberán difundirse en el mismo término, por radio, televisión y redes
sociales.
QUINTO: ORDENAR al Gobierno Nacional – Presidente que, dentro de los treinta (30) días
siguientes a la notificación de este fallo, proceda a:
a. Expedir un acto administrativo en el cual ordene a todos los miembros de la Rama Ejecutiva en el
nivel nacional, mantener la neutralidad cuando se produzcan manifestaciones no violentas, incluso, si
las mismas se dirigen a cuestionar las políticas del Gobierno Nacional, en el cual se incluya la
obligación permanente de garantizar y facilitar, de manera imparcial, el ejercicio de los derechos
fundamentales a la expresión, reunión, protesta pacífica y libertad de prensa, aun durante eventos de
(i) guerra exterior; (ii) conmoción interior; o (iii) estado de emergencia.
b. Convocar y conformar una mesa de trabajo para reestructurar las directrices relacionados con el
uso de la fuerza frente a manifestaciones pacíficas, para que escuche y atienda los planteamientos,
no sólo de los aquí accionantes, sino de cualquier persona interesada en el tema.
 De llegarse o no a un consenso al respecto, el Gobierno Nacional estará en la obligación de expedir
un acto administrativo, dentro de los sesenta (60) días siguientes a la notificación de esta sentencia,
una reglamentación sobre la materia que tenga en cuenta, como mínimo, las directrices señaladas
por la jurisprudencia de la Corte Constitucional, la Corte Interamericana de Derechos Humanos las
recomendaciones de Naciones Unidas y las aquí señaladas, relacionadas con la intervención y el uso
de la fuerza por parte de la Policía Nacional y las Fuerzas Militares, en manifestaciones y protestas.
 Para tal efecto, se hará énfasis en conjurar, prevenir y sancionar la (i) intervención sistemática,
violenta y arbitraria de la fuerza pública en manifestaciones y protestas; (ii) “estigmatización” frente a
quienes, sin violencia, salen a las calles a cuestionar, refutar y criticar las labores del gobierno; (iii)
uso desproporcionado de la fuerza, armas letales y de químicos; (iv) detenciones ilegales y abusivas,
tratos inhumanos, crueles y degradantes; y (v) ataques contra la libertad de expresión y de prensa.
En esa línea, deberá realizarse, con la participación directa de la ciudadanía, órganos de control y los
mandatarios regionales y locales, un protocolo de acciones preventivas concomitantes y posteriores
que se denominará:
“ESTATUTO DE REACCIÓN, USO Y VERIFICACIÓN DE LA FUERZA LEGÍTIMA DEL ESTADO, Y
PROTECCIÓN DEL DERECHO A LA PROTESTA PACÍFICA CIUDADANA”, que incluya, como
mínimo, lo siguiente:
1. Protocolo de acciones preventivas: El uso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad
estatales deberá estar definido por la excepcionalidad, y debe ser planeado y limitado
proporcionalmente por las autoridades. Así las cosas, es imprescindible que los miembros de la
fuerza pública conozcan las disposiciones normativas que permiten el uso de las armas letales y no
letales, y que tengan el entrenamiento adecuado para que en el evento en que deban decidir acerca
de su uso posean los elementos de juicio para hacerlo.
1.1. Límites al máximo del uso de la fuerza para el control de disturbios, por cuanto el entrenamiento
que reciben no debe estar dirigido a derrotar al enemigo, sino en función de la protección y control de
civiles.
1.2. Énfasis en la formación y capacitación inmediata en ética y derechos humanos de sus miembros,
guiada por el respeto a la comunidad, donde sus integrantes actúen como agentes de paz, de
protección a la ciudadanía y al derecho a la vida.
1.3. Análisis cuantitativo y cualitativo del incremento de la profesionalización de los agentes
destinados a la contención y alteración del orden público por causa del ejercicio de marchas y
manifestaciones públicas, incluyendo una veeduría permanente de la ciudadanía y los órganos de
control.
2. Protocolo de acciones concomitantes: Al momento de realizar el despliegue de la autoridad,
los agentes estatales, en la medida de lo posible, deben implementar un procedimiento verificable
que evalué la situación y un plan de acción previo a su intervención. De tal forma, los operativos
policiales deben estar dirigidos a la contención o restablecimiento del orden, y no a la privación de la
vida o agresiones injustificadas.
2.1. En caso de que resultare obligatorio el uso de la fuerza, ésta debe realizarse en armonía con los
principios de la finalidad legítima, absoluta necesidad y proporcionalidad. Para determinar la
proporcionalidad del uso de la fuerza, debe evaluarse la gravedad de la situación que enfrenta el
funcionario. Para ello, se debe considerar, entre otras circunstancias: la intensidad y peligrosidad de
la
amenaza; la forma de proceder del individuo; las condiciones del entorno, y los medios de los que
disponga el funcionario para abordar una situación específica.
3. Protocolo de acciones posteriores: deben implementarse procedimientos que verifiquen la
legalidad y/o proporcionalidad del uso de la fuerza letal ejercida por agentes estatales, así como de
las
órdenes de la cadena de mando relacionados con el hecho.
En efecto, una vez que se tenga conocimiento de que sus agentes de seguridad hicieron uso de
armas letales o no letales, causando daños a la vida e integridad de las personas, deberá iniciarse
inmediatamente, y dentro de un plazo que no supere los seis (6) meses contados a partir del
suceso, al margen de las investigaciones a que haya lugar, la obligación de proveer una explicación
pública satisfactoria y convincente de lo sucedido y desvirtuar las alegaciones sobre su
responsabilidad, mediante elementos probatorios adecuados.
Tal procedimiento será acompañado por redes de veeduría ciudadana, mandatarios regionales,
locales, y órganos de control.
Al señalado estatuto se le hará pedagogía nacional, es decir, se enseñará y divulgará a todos
los colombianos.
 De los avances para el cumplimiento de lo antes ordenado, el Gobierno Nacional – presidente de la
República deberá rendir, de manera directa a la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá, un informe quincenal, claro, detallado y exhaustivo del desarrollo de las negociaciones hasta
la emisión del correspondiente acto administrativo.
 SEXTO: ORDENAR a la Policía Nacional, Fiscalía y Procuraduría General de la Nación que, dentro
de los treinta (30) días siguientes a la notificación de este fallo, expidan un protocolo que permita a
las ciudadanos y organizaciones defensoras de derechos humanos y entidades vinculadas a las
Naciones Unidas, realizar verificaciones en casos de capturas y traslado de personas, durante el
desarrollo de cualquier clase de mitin, reunión o acto de protestas.
 SÉPTIMO: ORDENAR el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo que, dentro de los treinta (30)
días siguientes al enteramiento de este fallo, diseñen planes de fácil acceso para el acompañamiento
y asesoría jurídica para las personas que, en actos de protestas resulten o, se hayan visto afectadas
en ellas, brindando apoyo en tal sentido para acudir, incluso, a instancias internacionales cuando a
ello hubiere lugar.
 OCTAVO: ORDENAR al DEFENSOR DEL PUEBLO que, hasta tanto se constate que el ESMAD está
en capacidad de hacer un uso moderado de la fuerza y de garantizar y respetar los derechos y las
libertades de las personas que intervengan o no en protestas, realizar un control estricto, fuerte e
intenso de toda actuación de ese cuerpo policial en el desarrollo de manifestaciones y de sus
actividades en cada uno de sus procedimientos.
Cuando se requiera cualquier participación del ESMAD en eventos públicos o privados, ese
organismo de manera antelada, deberá poner a disposición DEL DEFENSOR el listado de los
comandantes o jefes de unidad del personal asignado para el servicio requerido e, igualmente, la
Policía Nacional deberá designar a un oficial superior común que sirva de enlace entre los agentes y
el DEFENSOR DEL PUEBLO.
Asimismo, la aludida institución recibirá las quejas y denuncias que, por cualquier medio expedito y
eficaz, se hagan sobre las conductas del ESMAD o integrantes de la fuerza pública en el desarrollo
de manifestaciones y protestas.
NOVENO: ORDENAR a los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional -ESMAD- y a
cualquier institución que efectué “actividades de policía” que, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas
siguientes a la notificación de este fallo, suspenda el uso de las “escopetas calibre 12”, hasta tanto el
a quo constitucional, previa verificación exhaustiva, constate la existencia de garantías para la
reutilización responsable y mesurada de dicho instrumento.
2. ARGUMENTO DE LA DECISIÓN (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

2.1. PROBLEMA JURÍDICO RESUELTO POR LA CORTE (no necesariamente es el enunciado por
ella)

EN CONCLUSIÓN

 Es claro un interés de los enjuiciados dirigido a menoscabar el derecho legítimo de los ciudadanos a
manifestarse pública y pacíficamente contra las actividades del Gobierno.
 La problemática planteada no es solo la distrital, lo es con impacto en lo nacional, pues es claro el
constante irrespeto a las garantías superlativas de las personas a ejercer el derecho a la protesta
pacífica, no violenta, en todo el territorio y la falta de respuesta estatal a esa situación. A
pesar de las reglamentaciones y el alto contenido discursivo de la jurisprudencia en torno a las
garantías a protestar pacíficamente, muy poca efectividad se ha obtenido frente al actuar de la fuerza
pública a cargo del orden público interno.
 El Gobierno Nacional, además, hizo caso omiso frente al Informe anual del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos e informes de la Oficina del Alto Comisionado y del
Secretario General -24 de febrero a 20 de marzo de 2020- y sus recomendaciones.
 Si bien algunas personas, a sabiendas del riesgo que implicaba estar expuestos a las actividades
descontroladas del ESMAD, hicieron uso de sus derechos, saliendo a las calles como se lo permite la
ley, la Constitución y los demás instrumentos internacionales, ello no significa que tal
prerrogativa no fuese lesionada.
 Hubo, además, quienes, sin ser parte de las protestas fueron arbitraria y brutalmente maltratados por
la fuerza pública y, en otros casos, se presentaron lesiones a los manifestantes y, según los reportes,
uno de ellos murió por el uso inadecuado y desproporcional de la fuerza.

revela serios problemas en cuanto a:


(i) La falta de una Ley Estatutaria que desarrolle los alcances y limitaciones de la fuerza pública, su
direccionamiento centralizado o descentralizado, su naturaleza y el juzgamiento de sus conductas,
cuando se ejerce el derecho fundamental a la protesta pacífica.
(ii) La violación sistemática de tal prerrogativa por parte de la fuerza pública, en especial, del ESMAD, y la
amenaza real que esa institución supone para esa garantía superlativa.
(iii) La incapacidad de los accionados de mantener una postura neutral frente a las manifestaciones de las
personas y sus garantías a la libertad de expresión y de reunión.
(iv) Los estereotipos arraigados contra quienes disienten de las políticas del Gobierno Nacional.
(v) Allanamientos masivos, por parte de la Fiscalía General de la Nación, a los domicilios y residencias de
quienes tienen interés legítimo en participar de las protestas.
(vi) Desatención a las obligaciones convencionales del Estado respecto de los Derechos Humanos.
(vii) Ausencia de vigilancia y control de las actuaciones de las autoridades demandadas, en relación el
derecho de reunión.
(viii) El vacío que supone como institución del ESMAD que no es capaz de garantizar el orden sin violar
las libertades y los derechos de los ciudadanos a disentir, pues tampoco hace un uso adecuado de las
armas de dotación asignadas.
(ix) La ausencia de resultados verificables de los cursos de formación en derechos humanos, ordenados
respecto de los miembros de la fuerza pública, no sólo por el Consejo de Estado sino, además, por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, en múltiples decursos donde ha sido condenado el Estado
por el ejercicio excesivo y arbitrario de sus agentes.
(x) El uso inadecuado de instrumentos legales de la Policía Nacional para justificar detenciones ilegales
arbitrarias contra ciudadanos.
Corte IDH, Corte IDH, Caso Valle Jaramillo y otros Vs. Colombia, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2008. Serie C No. 192, párrs. 227 a 239, Caso Manuel Cepeda Vargas
Vs. Colombia, Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de mayo de
2010. Serie C No. 213, párrs. 214 a 241, Caso Vélez Restrepo y familiares Vs. Colombia, Excepción
preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de septiembre de 2012. Serie C No. 248,
párrs. 259 a 29, Caso Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia, Excepciones preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 3o de noviembre de 2012. Serie C No. 259, párrs. 295 a 323, Caso
de las Comunidades Afrodescendientes Desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica (Operación
Génesis) Vs. Colombia, Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 20 de noviembre de 2013. Serie C No. 270, párrs. 420 a 461, entre otros.
Radicación n.° 11001-22-03-000-2019-02527-02
(xi) La inapropiada delegación de “función de policía” del Ministerio de Defensa Nacional, para las
entidades que realizan las “actividades de policía”, evidenciada en el Decreto 4222 de 23 noviembre de
200682, en donde se facultó al director de la policía, reglamentar en las resoluciones 02903 de 23 de
junio de 2017 y 03002 del 29 de junio de 2017, el uso de la fuerza en manifestaciones y protestas.

2.2. RATIO DECIDENDI (RD) "La razón de la decisión" Responde el problema jurídico y es la causa
del resuelve (¿Por qué la Corte decidó de esta manera?) Se trata de los ARGUMENTOS que
justifican directamente la decisión. Constrúyala extractando las premisas fundamentales y
conectándolas lógicamente (¡No se trata de copiar y pegar extractos de la decisión!)
Legitimidad e inmediatez
 Al respecto, se aprecia que los accionantes plantearon la salvaguarda desde la óptica de la
“amenaza” a sus garantías en el ejercicio de la protesta pacífica ante las “sistemáticas” agresiones
del ESMAD, que, en su percepción, les restringe tal prerrogativa por el temor que les genera dicho
cuerpo policial. Pero, además, es
inocultable, algunos de los intervinientes han visto afectados sus derechos fundamentales
directamente.
Bajo ese horizonte, los tutelantes tienen legitimación para implorar protección a sus derechos
fundamentales porque de acuerdo con el canon 1° del Decreto 2591 de 1991, “(…) toda persona
tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces (…)” el auxilio a sus intereses, cuando éstos
resulten amenazados por entidades públicas como las aquí enjuiciadas.
 Con los Pactos Internacionales de Derechos Civiles, Políticos y Económicos aprobado por Naciones
Unidas en 1966, y ratificado por Colombia mediante la Ley 74 de 1968, el país se obligó a dar
aplicación a las mencionadas disposiciones a través de un recurso efectivo y, a su vez,
en la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, se creó una
Comisión y una Corte regional para materializar tales prerrogativas, cuando quiera que las Naciones
asociadas incumplieran sus compromisos convencionales.
 La Constitución Política de 1991, instituyó la acción de hábeas corpus y de tutela como herramientas
judicial eficaz y ágil cuando se lesioné arbitrariamente el derecho a la libertad, o se amenace o
vulnera cualquier garantía señalada en dicho estatuto o Ley internacional y, en todo caso, sin
importar que la misma no se encuentre taxativamente consagrada en un texto jurídico.
 La configuración constitucional del Estado y la sociedad, según la estipulación de 1991, asumió un
talante pluralista y participativo “fundado en el respeto a la dignidad humana”, radicando en las
autoridades, como el Ejército, la Policía y, por tanto, en el ESMAD, el deber de proteger a los
habitantes del territorio27. or tal motivo, cuando tales autoridades infrinjan esa obligación, serán
responsables por omisión o extralimitación de sus funciones.
 El mandato constitucional exige a las entidades y funcionarios convocados, frente las personas,
preservarles la vida, abstenerse de desaparecerlas y tratarlas con igualdad, haciendo énfasis en
aquellos sujetos de especial condición, a promover el libre desarrollo de su personalidad, a no
molestarlas por razón de sus convicciones ni a censurar sus expresiones u opiniones, permitiéndoles
su circulación por el territorio, no pudiendo las encausadas reducir, detener o irrumpir arbitrariamente
en su domicilio.
 en el canon 37 del Estatuto Supremo, señala que los ciudadanos pueden reunirse para manifestarse
pública y pacíficamente y, sólo la Ley podrá limitar y establecer los casos en los cuales tal derecho
será restringido. Por tanto, de acuerdo con la tridivisión de poderes, es el Congreso de la República, y
no otra institución, el encargado, por vía Ley Estatutaria, es el competente para la regulación negativa
a ese derecho.
 Las entidades demandadas, por mandato expreso del canon 121 ejúsdem, no pueden
atribuirse la reglamentación de la forma cómo una persona puede disfrutar de su garantía a
manifestarse pública y pacíficamente
 la sentencia C- 223 de 2017, declaró la inexequibilidad de los artículos 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54,
55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 73, 74 y 75, contenidos en el
Título VI del Libro Segundo de la Ley 1801 de 2016 “Por la cual se expide el Código Nacional de
Policía y Convivencia”, con efectos a partir del 20 de julio de 2019, por violación de reserva de Ley
Estatutaria
 La Constitución de 1991 eliminó la facultad discrecional que tenía la autoridad para definir los casos
en los cuales se podía disolver una reunión y, por el contrario, estableció que sólo la ley podrá instituir
de manera expresa los límites al ejercicio de este derecho.
 la Constitución expresamente establece que la reunión y la manifestación pública y pacífica son
derechos fundamentales, lo cual tiene como trasfondo la intención de fortalecer el principio
democrático en el sistema constitucional actual. Igualmente, que sólo el Legislador es el facultado
para definir el marco de acción de la autoridad administrativa y los límites a estos derechos (…)”.
 se incluye en el texto constitucional la facultad de expresión individual o colectiva en el espacio
público, de las diversas opiniones, inconformidades o críticas (…)”.
 la protección a la libre expresión de ideas y opiniones, a través de los derechos de reunión y
manifestación pública y pacífica incide directamente en el desarrollo de uno de los principios
fundantes del Estado como es el principio pluralista (art. 1º Const.). Como lo determinó esta
Corporación “el pluralismo establece las condiciones para que los contenidos axiológicos de la
democracia constitucional tengan lugar y fundamento democrático.
 La Sentencia C-089 de 1994, esta Corporación explicó el alcance de este principio fundante del
Estado y dijo que el pluralismo era connatural a la democracia. El pluralismo establece las
condiciones para que los contenidos axiológicos de la democracia constitucional tengan lugar y
fundamento democrático”
 el artículo 37 de la Constitución de 1991 propone un modelo de democracia más robusta y vigorosa
que la encarnada por el proyecto de la Constitución de 1886. Al pueblo hoy se le reconoce su
capacidad y su derecho a deliberar y gobernar, no sólo por medio de sus representantes, a través del
sufragio, sino por sí mismo y por virtud de la deliberación
colectiva, pública y pacífica.
“(…) Es decir, la reunión y la manifestación pacífica en espacios públicos y específicamente la
protesta en el régimen constitucional, constituyen un mecanismo útil para la
democracia y para lograr el cumplimiento cabal del pacto social.
 la sentencia T-391 de 2007 se explicaron in extenso las razones por las cuales el derecho a
la libertad de expresión ocupa un lugar central en el régimen constitucional vigente cuya finalidad es
profundizar la democracia y se expusieron los siguientes argumentos que ahora se resumen: (…)”.
“(…) La libertad de expresión facilita la democracia representativa, la participación ciudadana y el
autogobierno por parte de cada nación; desde la dimensión política (…)”.
“(…) El debate político amplio y abierto informa y mejora la calidad de las políticas públicas, al incluir
a todos los sectores de la sociedad en los procesos de comunicación, decisión y
desarrollo (…)”.
“(…) Mantiene abiertos los canales para el cambio político e impide, mediante la crítica, que los
gobernantes se arraiguen indefinidamente a una postura ilegítima (…)”.
“(…) La protección a la libre comunicación de información previene los abusos gubernamentales de
poder, al presentar un canal como un contrapeso para el ejercicio del poder ciudadano (…)”.
“(…) Promueve la estabilidad sociopolítica, al proveer una válvula de escape para el disenso social y
establecer, así, un marco para el manejo y procesamiento de conflictos establecer un espacio para
procesar conflictos que no amenaza con socavar la integridad de la sociedad (…)”.
“(…) Protege a las minorías políticas activas en un momento dado, impidiendo su silenciamiento por
las fuerzas mayoritarias o prevalecientes; (…)”.
“(…) Es una condición necesaria para asegurar la libre expresión de la opinión de los electores al
depositar sus votos, optando por un representante político (…)”.
“(…) Contribuye a la formación de la opinión pública sobre asuntos políticos y a la consolidación de
un electorado debidamente informado, dado que materializa el derecho de los ciudadanos a
comprender los asuntos políticos y les permite así participar efectivamente en el funcionamiento de la
democracia (…)”.
“(…) Hace efectivo “el principio de autogobierno representativo por los ciudadanos mismos; y el de
responsabilidad de los gobernantes ante el electorado, así como el principio de igualdad política (…)”.
“(…) Fortalece la autonomía del individuo como un sujeto político; y al permitir la construcción de
opinión facilita el control social sobre el funcionamiento, no solo del sistema político, sino de la
sociedad misma, incluyendo el ordenamiento jurídico y sus necesidades de evolución o modificación
“(…) Así, en el contexto de la protección del derecho a la libertad de expresión, en general, el único
acercamiento plausible al contenido del “fin legítimo” es aquel que respete plenamente los límites
trazados por el artículo 20 de la Constitución, en conjunto con el bloque de constitucionalidad, que
son aplicables al entendimiento del artículo 37 Superior (…)”.
“(…) En consecuencia, el criterio genérico acerca de los discursos permitidos cobija todas las
expresiones posibles, menos aquellas que admiten una restricción previa. Es decir, lo protegido es
todo tipo de discurso y lo prohibido es aquello que los parámetros constitucionales han determinado
que se puede prohibir, a saber: (i) la propaganda de la guerra; (ii) la apología al odio, a la violencia y
al delito; (iii) la pornografía infantil; y (iv) la instigación pública y directa a cometer delitos; y (v) lo que
el Legislador señale de manera expresa (…)”.
 En la sentencia C-575 de 2009, la Corte Constitucional al declarar la incompatibilidad del otrora
delito de “ultraje a la bandera” con la Carta de 1991,
enfatizó en los elementos constitutivos de la libertad de
expresión y de su núcleo esencial, así:
“(…) (i) toda expresión se encuentra protegida por una presunción de primacía constitucional sobre la
cual cabe prueba en contrario; (ii) prima facie se reconoce mayor peso abstracto a la libertad de
expresión salvo que estén en juego otros principios o derechos que gocen de una protección
superior; (iii) se presume como una “intervención constitucionalmente sospechosa” cualquier
limitación de la libertad de expresión por parte de las autoridades públicas, por lo tanto, en estos
casos se debe proceder con un control constitucional estricto que corrobore la existencia de causas
jurídicas concretas para la limitación del mismo (…)”.
“(…) Como consecuencia del principio de presunción de primacía de la libertad de expresión, la Corte
ha dicho que la censura se encuentra completamente prohibida, y que en este caso no se admite
prueba en contrario, pues el acto de censura constituye una violación del derecho a la libertad de
expresión ipso jure (…)”.
 “(…) La libertad de expresión en sentido estricto tiene las siguientes características constitucionales:
(i) titularidad universal que impide la discriminación y que puede involucrar intereses públicos y
colectivos; (ii) en virtud de los tratados internacionales hay ciertas opiniones que no pueden ser
expresadas como las xenofóbicas, la pornografía infantil y las que promueven la violencia,
entre otras; (iii) existen niveles de protección al interior del derecho de la libre expresión y esto es
considerado en el momento en que se lleve a cabo la aplicabilidad de este derecho; (iv) es importante
resaltar que la Corte menciona como un elemento esencial de este derecho “la expresión protegida
por esta libertad puede ser tanto la del lenguaje convencional, como la manifestada a través de
conducta simbólica o expresiva convencional o no convencional”; (v) la protección constitucional
a este derecho se manifiesta tanto en el contenido como en la expresión del mismo y su tono, se
debe resaltar que el derecho de la libertad de expresión es protegido aun cuando las ideas y
la forma de expresar las mismas sea chocante para la mayoría de la sociedad; (vi) el derecho a la
libre expresión no solamente implica obligaciones y responsabilidades vinculantes para quien ejerce
dicho derecho, sino también para el Estado y las autoridades públicas (…)”.
 también la difusión de ideas o datos que no son acogidos favorablemente por las mayorías sociales,
que pueden juzgarlas inquietantes o peligrosas. El pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura,
exigen que esas opiniones e informaciones disidentes sean también protegidas

 En una democracia constitucional, fundada en el respeto de los derechos y de la dignidad de las


personas (CP arts 1º, 3 ºy 5º), el orden público no es un valor en sí mismo ya que,
tal y como lo ha señalado esta Corte en múltiples oportunidades, es “un valor subordinado al respeto
a la dignidad humana”, por lo que, “la preservación del orden público lograda mediante la supresión
de las libertades públicas no es entonces compatible con el ideal
democrático”.
 La policía, es el llamado a mantener el orden público, pero en beneficio del goce pleno de los
derechos En ese sentido, la preservación del orden público no puede lograrse mediante la supresión
o restricción desproporcionada de las libertades públicas, puesto que el desafío de la democracia es
permitir el más amplio y vigoroso ejercicio de las libertades ciudadanas (…)”..
 la Policía Nacional, como autoridad administrativa, cumple funciones de naturaleza preventiva, y no
represiva, puede aplicar medidas de tipo preventivo o de índole correctiva, siempre sujetas al
principio de legalidad, razonabilidad y proporcionalidad, no es el de mantener el orden a toda costa
sino el de determinar cómo permitir el más amplio ejercicio de las libertades ciudadanas sin que
ello afecte el orden público (…)”.
 la Corte ha señalado que
los límites de la actividad de policía consisten en: (1) respetar el principio de legalidad; (2) asegurar el
orden público sin interferir con el ámbito privado de los ciudadanos; (3) tomar las medidas necesarias
y eficaces para cumplir con su
tarea y utilizar la fuerza únicamente cuando sea indispensable, de acuerdo con el artículo 3º del
"Código de conducta para funcionarios encargados de aplicar la ley",
aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas por resolución 169/34 del 17 de diciembre
de 197940; (4) adoptar medidas proporcionales y razonables en relación con las circunstancias y el
fin perseguido; (5) el poder de policía es inversamente proporcional con el valor constitucional de las
libertades afectadas; (6) debe ejercerse para preservar el orden público en beneficio de las libertades
y derechos ciudadanos y no puede traducirse en una limitación absoluta de los mismos; (7) no puede
llevar a discriminaciones injustificadas de ciertos sectores de la sociedad; (8) la policía debe obrar
contra el perturbador del orden público, pero no contra quien ejercite legalmente sus derechos.
 La policía no juzga, no establece culpabilidades ni impone sanciones.
Acorde con lo anterior, la naturaleza de las medidas no es represiva, por cuanto su objetivo no es
reparar sino prevenir el conflicto.
 Sobre el uso de la fuerza por las entidades y funcionarios que ejercen la “actividad de policía”, la
oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos -ACNUDH-, en
referencia con el artículo
3° del “Código de conducta para funcionarios encargados de
aplicar la ley”, destacó: a) no podrá usarse la fuerza en la
medida en que exceda estos límites “(…) b) En ningún caso se autoriza el uso de un grado de fuerza
desproporcionado al objeto legítimo que se ha de lograr (…)”.
c) El uso de armas de fuego se considera una medida extrema. Deberá hacerse todo lo posible por
excluir el uso de armas de fuego, especialmente contra niños. En
general, no deberán emplearse armas de fuego excepto cuando un presunto delincuente ofrezca
resistencia armada o ponga en peligro, de algún otro modo, la vida de otras personas y no pueda
reducirse o detenerse al presunto delincuente aplicando medidas menos extremas.
 En el artículo 18 de la resolución en comento, se indicó como presupuestos de “no estigmatización”
del manifestante, la presunción de licitud y la intención pacífica en las manifestaciones públicas.
 La intervención del ESMAD, según el señalado instrumento reglamentario, es la “última ratio” para
reestablecer las condiciones de convivencia, pues para tal efecto, se exige el agotamiento del
diálogo, u otras alternativas distintas a la fuerza.
 En lo relativo a la sistematicidad en situaciones Dentro de los documentos allegados, se
observa un video registrado en Barranquilla en octubre de2019, en donde, frente a las instalaciones
de una edificación, personas con uniformes de uso privativo del Ejército Nacional, desde la distancia,
realizan disparos al aire con armas largas de fuego en dirección hacia un sector en el cual se
encontraba un vehículo blindado - tanqueta- Igualmente, se adjuntaron videos relacionados con las
protestas efectuadas de manera simultánea en varias ciudades del país, especialmente, en Bogotá,
Cali y Medellín, durante y, con posterioridad al 21 de noviembre de 2019.
En los señalados eventos, se aprecia una constante: la tendencia impulsiva del ESMAD hacia los
manifestantes e, incluso, en algunos casos, contra personas ajenas a las
protestas.
 Así, en Cali, en horas de la noche, se aprecia a un miembro de la fuerza pública montado a
caballo acercarse a un transeúnte y golpearlo en la cabeza, tras lo cual, esta persona cae y el
funcionario se le aleja sin constatar su estado de sanidad a causa del impacto que le propinó.
El reseñado actuar no evidencia ninguna necesidad porque en lo sucedido no se buscaba detener un
perjuicio o riesgo inminente para la sociedad o el uniformado.
En otro caso, en la capital de la República, en el día, una mujer de contextura delgada forcejea
levemente con un miembro del ESMAD, pues previamente el uniformado había tumbado a una
persona que ésta intentó defender y, por tal razón, aquella recibe por parte del agente, una patada en
el rostro que la derriba, lo cual, con claridad, es evidente desproporción del ataque a un sujeto de
especial protección, tradicional e históricamente, sometido a malos tratos.
El actuar se aleja del uso moderado o racional de la fuerza. Si la intervención del ESMAD se
considera como la última ratio para restaurar el orden público sin menoscabar las libertades de las
personas, previo agotamiento del diálogo, lo acontecido revela una incorrecta
y reprensible “actividad de policía”, en el marco de una movilización en la calle que no se mostraba
violenta ni amenazante.
Se aprecia un video en donde dos personas, en la noche, transitan en lugar cercano a la Universidad
de los Andes y, posteriormente, aparece en escena un número significativo de policías en moto y, tras
abordarlas, sin ningún motivo aparente, son agredidas por varios de los uniformados e, inclusive,
cuando estas personas están en el suelo, emerge que al final de la escena, una de estas personas
notoriamente afectada por los golpes, es subida a un vehículo de la Policía, mientras la otra, es
dejada tendida sobre un andén.
Según Human Rights Watch, se trató de una joven quien fue llevada a la estación de Policía de la
Candelaria – Bogotá-, en donde los gendarmes la amedrantaron para que firmara un documento en el
cual se “indicaba que había sido detenida por comportamiento agresivo”, aun cuando ello no era
cierto.
 “(…) Artículo 2°. Son fines esenciales del Estado (…) proteger a todas las personas residentes
en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para
asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares (…)” (se
destaca).
 No se aprecian motivos ilícitos que condujeran a la detención de uno de estos ciudadanos y, menos
aun causa legítima que ameritaba una golpiza en la proporción observada, lo cual en sí, lesiona
múltiples prerrogativas, como la de transitar libremente, a ser respetado en su integridad, debido
proceso en cuanto a la captura porque no se aprecia un caso de flagrancia, presunción de
inocencia y buena fe entre otras garantías fundamentales.
 Para la Corte, el hecho evaluado guarda conexión con las protestas y el señalado acto administrativo,
en tanto las agresiones de la fuerza pública fueron una constante dentro y fuera de ellas.
En esa medida, un proceder como el evaluado sí tiene la connotación de generar un temor para quien
desee hacer uso de su derecho a expresarse y reunirse en público, porque golpear a una persona
para luego subirla a un vehículo de la policía sin razón alguna, origina prevención
de salir a la calle a manifestarse, aun cuando la intención de los uniformados no hubiese sido
visibilizar el evento, pues el temor fundado, no depende de esa intención.
 en el marco de las protestas convocadas a partir del 21 de noviembre de 2019. La Corte no pasa por
alto la violencia contra la mujer registrada en el documento examinado y, al igual que en el caso
donde una ciudadana fue golpeada en el rostro por un agente del ESMAD, se censura todo acto de
esa naturaleza por parte de quienes son los primeros en ser llamados a ofrecer garantías de respeto
hacia ellas.
 la Corte, nuevamente, censura todo tipo de violencia de género y reivindica los derechos de las
mujeres y de las personas de diferente orientación sexual, como grupos sociales históricamente
discriminados. Desde esta perspectiva, ha de precisarse que cuando una mujer es víctima de actos
abusivos, como los anteriormente descritos, se mancilla en su dignidad e integridad física y
moral; ha de ser amparada por la sociedad y el Estado, y más aún, por parte de los jueces, como
garantes en el restablecimiento de sus derechos.
 En circunstancias grabadas sobre la calle 19 entre calles 4° y 5° de Bogotá, se observa a un
uniformado del ESMAD accionar un arma larga de manera recta al horizonte y en dirección hacia un
ciudadano, que cae en el piso en el acto y, quien al parecer, previamente, había arrojado un objeto
con la mano. Según los reportes periodísticos, el suceso corresponde al caso de Dilan Mauricio Cruz
Medina, quien falleció días después luego de ese hecho.
Lo acontecido surge del marco de las protestas.
 no se evidencia que fuera necesaria utilizar el arma larga para disuadir o evitar una antijuricidad de
carácter relevante, irremediable, inminente e impostergable para salvaguardar un bien
jurídicamente tutelado haciendo uso de ese instrumento para herir al ciudadano.
No se aprecia que previo al incidente, el ESMAD hubiese adoptado técnicas defensivas para lograr la
disuasión por parte de la persona que fue posteriormente atacada, si es que, en efecto, aquélla les
estaba lanzando objetos, pues se insiste, no se observa un nivel de necesidad ni de
proporcionalidad que ameritara su uso dirigido, de manera directa, hacia la integridad de esa persona.
 La Corte aclara, no todo acto desafiante constituye violencia y, en esa medida, tal conducta está bajo
amparo del derecho a la protesta, además; si la misma se enmarca en ese terreno, ello no faculta a la
fuerza pública a actuar desmedidamente ni tampoco a causar lesiones ni a realizar arrestos sin el
pleno del cumplimiento de los lineamientos legales, menos a hacer uso indiscriminado de aquellas
que, aun siendo catalogadas como “menos letales”, tienen la capacidad de lacerar e incluso, causar
efectos fatales por manipulación inadecuada de los artefactos de dotación asignados para el servicio,
pues en últimas se trata de un objeto peligroso.
Con todo, en este último evento, la fuerza pública debe atemperar su comportamiento y, en su
“actividad de policía” legítima, debe contrarrestar, con estricto apego al respeto de la dignidad
humana, a la presunción de inocencia y al buen juicio, el acontecimiento que se advierta
antijurídico.
 El texto constitucional protege tanto las expresiones socialmente aceptadas como aquellas
consideradas inusuales, alternativas o diversas, lo cual incluye las expresiones ofensivas, chocantes,
impactantes, indecentes, escandalosas, excéntricas o simplemente contrarias a las creencias y
posturas mayoritarias, ya que la libertad constitucional protege tanto el contenido de la expresión
como su tono
 la Sentencia C-091 de 2017, en Colombia está prohibida cualquier forma de censura previa, lo cual a
su vez, implica que existe una fuerte presunción a favor de la libertad de expresión, que expresa así:
(i) toda expresión se considera protegida por el artículo 20 Superior, salvo que, en cada caso se
demuestre, de forma convincente que existe una justificación, en los términos de la ponderación con
otros principios constitucionales; (ii)
 la Corte reconoce que generalmente el ejercicio de los derechos a la reunión y a la manifestación
pública y pacífica trae consigo la producción de ciertas incomodidades, como se indicó en la
Sentencia C-742 de 2012, “la protesta social tiene como función democrática llamar la atención de las
autoridades y de la opinión pública sobre una problemática específica y sobre las necesidades que
ciertos sectores, en general minoritarios, para que sean tenidos en cuenta por las autoridades” (…)”.
“(…) En esta medida, es claro para esta Corte que indefectiblemente el ejercicio de los derechos a la
reunión y a la manifestación pública y pacífica conllevan a la variación de las condiciones regulares
del espacio público o privado donde este ejercicio se lleve a cabo, de ahí que sea natural que
existan tensiones entre el ejercicio de estos derechos y el mantenimiento del orden público y social
 En relación con el uso del arma que presuntamente causó la muerte de Dilan Mauricio Cruz Medina,
“(…) Para el Ministerio Público el uso de la Escopeta calibre 12, -relacionada como un arma mecánica
cinética-, en el control de disturbios por parte de la Policía Nacional representa un serio peligro para
la comunidad, lo cual se ha hecho palpable no sólo en Colombia, sino de manera reciente en Chile y
desde épocas pretéritas en varios países, tal como ha quedado documentado en distintas
publicaciones a nivel mundial (…)”.
“(…) A juicio del Ministerio Público, resulta imposible que un miembro del ESMAD adquiera tal
destreza en el uso de la Escopeta calibre 12 cargada con un cartucho de impacto dirigido, en
cualquiera de las dos capacitaciones existentes, en tan limitados espacios de tiempo, y menos aún si
se tiene en cuenta que dichos ejercicios no se limitan al uso exclusivo de esa arma, sino respecto de
todas las menos letales que le son entregadas para el servicio, ello sin dejar de mencionar el hecho
que en aquellos eventos donde sólo 100 uniformados la disparan en una oportunidad, los 900
restantes observan (…)”.
 Para la corte el ESMAD no refleja capacitación ni mesura en sus actos y, menos aún interés el
salvaguardar la integridad de las personas con sus armas de dotación; por tanto, quien quiera salir a
manifestarse públicamente o cuando se generen multitudes en esa actividad, siente una
preocupación real y seria de verse agredido injustificamente por la fuerza pública.
la Plaza de Bolívar de esta ciudad, con humo de color blanco que se expande por
su superficie y que causa malestar, incluso, al reportero, quien refiere que, previamente, el lugar se
encontraba lleno de personas y, sin razón alguna, el ESMAD arrojó artefactos contentivos de
químicos lacrimógenos sobre los manifestantes.
 Para la Corte resulta preocupante que en lugares donde se presentan grandes aglomeraciones, la
fuerza pública lance agentes químicos sin razón alguna, no sólo por la múltiple lesión al derecho a
reunirse en lugares públicos, también por el riesgo que supone originar una estampida en razón del
pánico. Tal conducta por parte del ESMAD es reprensible, pues bajo ninguna premisa están
facultados para agredir masivamente a quienes pacíficamente se expresan a través de la protesta.
 afectaciones leves como los ruidos y las molestias causadas por las manifestaciones, y otras
consecuencias incómodas de las mismas, no pueden ser razón suficiente para tomar la medida
de disolverlas. Tampoco pueden serlo incidentes específicos y concretos que reflejan el
comportamiento de individuos manifestantes pero no un riesgo de la reunión o manifestación
como un todo
 El requisito de inminencia exige verificar comportamientos actuales que lleven objetivamente a inferir
vulneraciones graves de derechos fundamentales. No será posible, entonces, disolver reuniones y
manifestaciones respecto de las cuales solo se pueda predicar una probabilidad o posibilidad de que
alteren la convivencia
 La disolución de las reuniones en ningún caso debería ser la primera opción
 inadecuada gestión de las situaciones potencialmente conflictivas por parte del ESMAD, pues si los
agentes fueron requeridos por personal del Ministerio Público para atemperar su proceder, lo
esperado, de acuerdo con los manuales en la materia, era la mediación y el diálogo más no el uso
irracional y arbitrario de sus elementos de dotación contra los manifestantes en ejercicio de su
derecho a la protesta pacífica.
 la Resolución N° 03002 del 29 de junio de 2017, artículo 17, numeral 2°, literal m, en relación con el
comportamiento de la policía en el acompañamiento y control de disturbios, señala la siguiente
obigación:
“(…) Ante situaciones de conflicto o amenaza la convivencia y seguridad, en coordinación con los
gestores de convivencia y Ministerio Público, agotar las instancias de persuasión, diálogo,
mediación y gestión del conflicto con los participantes ante posibles disturbios, minimizando los
riesgos de confrontación. El uso de la fuerza es el último recurso en este tipo de eventos
(…)”.
Lo anterior revela una abierta trasgresión del ESMAD de sus propios manuales, que en nada
contribuyen a resguardar y proteger las libertades de los ciudadanos a expresarse y manifestarse
pública y tranquilamente.
 En Medellín, en horas de la noche, en el
sector denominado ciudad del río, se grabó a unos manifestantes dialogando con el ESMAD
pacíficamente, tras lo cual, miembros del ente demandado, hicieron explotar unas granadas sonoras
cerca de dichas personas.
Lo advertido, evidencia una conducta de la fuerza pública reacia al diálogo y al respeto de las
personas y, a su vez, comportamientos impetuosos e impulsivos con la entidad de lesionar el derecho
a la protesta de las personas
 En un registro audiovisual de hechos que, se alega, sucedieron en Santander de Quilichao – Cauca-
se observa que, en el día, el ESMAD lanzaba granadas sonoras y de gases sobre personas jóvenes
que intentaban refugiarse en donde, al parecer, es un recinto educativo.
otro,
Lo evidenciado demuestra una amenaza seria y actual ante el comportamiento impulsivo de la fuerza
pública y, en especial, del ESMAD, quien ha desconocido abiertamente, no sólo sus propios
manuales, sino también, principios y valores de rango constitucional.
Sus actividades no controladas representan un riesgo una amenaza seria y actual para quien
pretenda salir a movilizarse para expresar pacíficamente sus opiniones, porque su actuar lejos de ser
aislado, es constante y refleja una permanente agresión individualizable en el marco de
las protestas.
 “(…) Para casos como el presente la Sala recuerda que en un régimen democrático es normal que
los ciudadanos exterioricen sus inconformidades desfilando, protestando, gritando, etc. La
democracia, como lo recuerda Norberto Bobbio, se funda no sobre el consenso, sino sobre el
disenso. Solo allí donde éste es libre de manifestarse, es real, y solo allí donde es real, el
sistema puede considerarse, con todo derecho, como democrático. Por ello se enseña que existe una
relación necesaria entre democracia y disenso (…)”.
 “(…) De igual manera, esta Corporación ha sostenido que los operativos que realice la Fuerza Pública
en aras de mantener el orden público deben tener en cuenta que los agentes del orden
se encuentran entrenados y equipados apropiadamente para afrontar este tipo de circunstancias y,
por lo tanto, se debe evitar el uso de medidas desproporcionadas e imprudentes, de manera que se
garantice –en la medida de lo posible- el ejercicio del derecho de manifestación y protesta pacífica.
 ninguna duda se presenta sobre la falla del servicio de la Policía Nacional como generadora de su
responsabilidad administrativa en el fallecimiento trágico del estudiante Tomás Herrera Cantillo. Los
miembros de esa institución armada procedieron abiertamente en forma contraria a los más
elementales principios de legalidad, humanidad, prudencia y disciplina profesional (…)”.
los estudiantes que protestaban alguna medida oficial que afectaba los intereses de la comunidad
 No es la primera vez que el ESMAD es convocado ante
la justicia para responder por conductas ilegítimas y desproporcionadas frente a quienes, de manera
pacífica, ejercen su derecho fundamental a reunirse para protestar.
En esa medida, no tiene razón al a quo constitucional cuando manifestó que la salvaguarda no debía
prosperar por incumplimiento del presupuesto de subsidiariedad, porque lo antelado pone de
manifiesto la ausencia de idoneidad de los medios ordinarios para garantizarle a los ciudadanos la
prerrogativa a disentir, expresarse
Al punto, conviene señalar que al dossier se allegó un instructivo elaborado por la Universidad de los
Andes para que las personas, involucradas en las protestas y posiblemente amenazadas por la
intervención de la fuerza pública, no resulten heridas, detenidas arbitrariamente y, además, eviten, en
lo posible, la muerte.
Ello revela, como lo advierte esta Sala, la inaplazable necesidad de que los habitantes del territorio
nacional cuenten, por parte de la Rama Ejecutiva, encargada de mantener responsablemente el
orden público, con entidades formadas suficientemente para entender, comprender y racionalizar en
perspectiva democrática, el derecho de las personas y de los habitantes del territorio a disentir y a
hacer público su pensamiento.

“Estigmatización” frente a quienes, sin violencia, salen a las calles a cuestionar, refutar y criticar las
labores del gobierno”

 se advierten publicaciones en redes sociales, por parte de los gabinetes ministeriales y del Ejército
Nacional, en el marco de las manifestaciones de noviembre y diciembre de 2019, con el eslogan “no
paramos, avanzamos”.
 Del mismo modo, se difundieron mensajes por varias de las entidades fustigadas con el lema del
“Paro Nacional” hace parte de una estrategia para derrocar al Presidente
Iván Duque (…)” y con expresiones como la siguiente: “(…) No pudieron (…); Convocaron [a] un paro
basados en mentiras (…); Sembraron pánico con falsas denuncias (…);
Atacaron a la fuerza pública buscando que reaccionaran para acusarlos de violar los derechos
humanos (…)”78.
 27 allanamientos en Bogotá, 5 en Cali y 4 en Medellín a domicilios y oficinas, algunas
de ellas de organizaciones de la sociedad civil y medios alternativos de comunicación (…)”.
 La apreciación conjunta de los elementos de acreditación, permite advertir una notoria diferencia
entre lo afirmado por los funcionarios del Estado Colombiano y la Oficina de la ONU, pues mientras el
segundo utiliza un lenguaje moderado y neutral que llama a la concordia, el Gobierno Nacional
procura auxiliarse de falacias y estereotipos, a los cuales no puede acudirse porque refuerzan una
eventual estigmatización del derecho al disenso y a la protesta pacífica como una conducta
criminal.
 Una Nación que busca recuperar y construir su identidad democrática no puede ubicar a la
ciudadanía que protesta legítimamente en la dialéctica amigo – enemigo; izquierda y derecha, buenos
y malos, amigos de la paz y enemigos de la paz, sino como la expresión política que procura abrir
espacio para el diálogo, el consenso y la reconstrucción no violenta del Estado Constitucional de
Derecho.
 En este contexto, resulta cuestionable que las autoridades no guarden neutralidad frente a las
manifestaciones, pues, justamente, de ellas, es de quienes se espera mesura frente a las limitaciones
o restricciones del ejercicio de las libertades individuales, máxime si la Constitución les exige
promover el ejercicio de los derechos fundamentales.
 De otro lado, resulta inusual que, previo al inicio de las manifestaciones programadas para el 21 de
noviembre de 2019, la Fiscalía General de la Nación hubiese realizado, de manera simultánea,
allanamientos en Bogotá, Cali y Medellín en el domicilio de personas con intereses en participar y
cubrir periodísticamente, las manifestaciones pacíficas desarrolladas a partir del 21 de noviembre de
2019
 En este panorama, resulta cuestionable que las autoridades no guarden neutralidad frente a las
manifestaciones de las personas, pues, justamente, de ellos, es de quienes se espera mesura frente
a las limitaciones o restricciones del ejercicio de las libertades individuales, máxime si la Constitución
les exige promover el ejercicio de los derechos fundamentales.
 Para la Corte, capta su interés que se utilicen instrumentos legales para coartar la libre circulación de
los ciudadanos, pues ello genera un temor fundado por captura ilegítima cuando se hacen exigencias
generalizadas hacia el Gobierno.
 Tal situación no ameritó pronunciamiento por las autoridades civiles en torno a dichas circunstancias,
por ello, resulta preocupante que la policía advierta en ese silencio, la posibilidad de repetir esas
actividades, circunstancia que, incluso, como lo señaló esa organización, también afectó a reporteros
que cubrían las manifestaciones.
 Las diligencias impulsadas por la fiscalía encaminadas a realizar allanamientos y capturas de manera
coordinada y simultánea en Bogotá, Medellín y Cali previo al inicio de la jornada de protesta, sin
evidencias de un actuar ilícito de los destinatarios de esos procedimientos, a juicio de la Corte
también constituye un actuar disuasivo y estigmatizante para quienes desean ejercitar su prerrogativa
a la protesta pacífica ante la carencia de elementos probatorios habilitantes de aquélla medida
especial, excepcional, extrema o de las previsiones constitucionales
de la regla 28 de la Carta.
3. ARGUMENTOS NO ESENCIALES (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

3.1. OBITER DICTA RESALTABLES (OD): "Dichos de paso"; Argumentos teóricos, históricos,
doctrinales que si bien no justifican DIRECTAMENTE la decisión, le permiten a la Corte reforzar o
ejemplificar su argumentación. (Sólo los resaltables)

3.2. INTERVENCIONES (principales argumentos)


2.1. El presidente de la República, Iván Duque Márquez, adujo que, en el caso bajo examen, los
actores y él carecían de legitimidad en la causa; además, la salvaguarda devenía improcedente por
cuanto se fundó en aspectos futuros e hipotéticos.
2.2. El Ministerio del Interior, enfatizó en la improcedencia del auxilio, pues (i) el ruego tuitivo no es
idóneo para proteger derechos colectivos; (ii) no se advierte la inminencia de un perjuicio irremediable;
(iii) existe carencia de objeto; y (iv) tampoco se acreditó el menoscabo a prerrogativa alguna.
2.3. La Policía Nacional, su Secretaría General y el Ministerio Público, por separado, defendieron la
legalidad de sus actuaciones.
2.4. La Universidad Industrial de Santander -UIS-, la Personería de Bogotá, la Contraloría General
de la Nación y la Universidad del Atlántico, destacaron que no debieron ser llamadas al litigio, por
cuanto los hechos y pretensiones no les atañen.
2.5. La Universidad Nacional de Colombia -UNAL-, la Dirección de Seguridad Ciudadana de la
Policía Nacional, la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia -UPTC-, la Gobernación
de Nariño y de Boyacá, la Alcadía Mayor de Bogotá, las Secretarías Distritales de Gobierno y de
Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá, señalaron no haber conculcado ninguna prerrogativa en
relación con los supuestos fácticos que fundamentan la reclamación.
2.6. La Fiscalía Setenta y Una Seccional Delegada de la Unidad de Delitos contra la Administración
Pública, estimó que lo deprecado a través del ruego tuitivo, no debe ser definido por esta vía, pues las
regulaciones sobre el derecho a la protesta pacífica competen al legislador.
2.7. El Ministerio de Defensa adujo que la Policía Nacional y el ESMAD están facultados para hacer uso
de “armas incapacitantes no letales”, reduciendo así la probabilidad de una fatalidad; a su vez, hizo
énfasis en la Resolución N° 03514 de 5 de noviembre de 2005 mediante la cual se estableció el “manual
para el servicio de policía en la atención, manejo y control de multitudes”, en donde se autorizó a la fuerza
pública contar con “(…) granadas de mano con emisión de agentes irritantes y/o lacrimógenos, (…) de
aturdimiento (generadoras de sonido) (…) de efecto múltiple (luz y sonido, gas y sonido, gas y luz, entre
otras opciones disponibles) (…), con proyección de perdigones de goma y gas irritante (granadas multi-
impacto). Cartuchos de 37/38mm. para fusil lanzador no letal, con perdigones de goma
o cápsulas de gas irritante (…)”.
Igualmente, refirió la evolución reglamentaria para el manejo de los precitados elementos, especialmente,
las resoluciones N° 02903 de 23 de junio de 2017 y N°03002 de 27 de junio de ese mismo año, que “(…)
postula[n] el accionar del Escuadrón Móvil Antidisturbios en forma excepcional frente a los hechos que
afecten el derecho a la libertad de expresión y de reunión (…)”.
Como colofón, relievó la importancia de mantener el orden frente a las prerrogativas a la reunión y de
protestas, las cuales exigen ciertas condiciones, para no vulnerar las garantías de terceros y de agentes
del Estado y, en esa medida, solicitó desestimar la salvaguarda, por cuanto las autoridades están
habilitadas para ejercer la fuerza y mecanismos lícitos que ayuden a prevenir las situaciones
violentas.
2.8. La Policía Metropolitana de Bogotá, respaldó el proceder del ESMAD y del GOES durante las
protestas acaecidas el 21 de noviembre de 2019, pues en la capital se produjeron destrozos a bienes
públicos, robos y agresión a civiles y, gracias a la intervención de esas entidades, se conjuraron los
disturbios y se protegió a quienes, de manera pacífica, ejercieron su derecho a manifestarse;
además, enfatizó:
“(…) [E]n el marco de las actividades preventivas y de disuasión en entornos difíciles, tales actuaciones
[de la fuerza pública], por muy insoportables que puedan parecer para un grupo afectado, y
lamentables desde cualquier punto de vista, no justifican la eliminación de una institución policial ni de
sus elementos de acción, dado que para ello existen canales oficiales y judiciales competentes para
verificar el uso excesivo, desproporcionado o injustificado de la fuerza, pero tal [cuestión no amerita],
dejar a
merced de actores violentos a la población en general, ni a las instituciones y servidores públicos,
circunstancia que debe ser evaluada (…) sin desconocerse que ese 21 de noviembre, el propio palacio
de justicia [donde funciona la Corte] fue agredido con el fin inconcluso de incendiarlo y destruirlo tal como
se
registra [en una publicación periodística anexa] (…)”.
2.9. La Universidad Distrital Francisco José de Caldas, la Central Unitaria de Trabajadores de
Colombia -
CUT- e, igualmente, Sebastián Lanz Sánchez, Emilia Márquez Pizano, Alejandro Lanz Sánchez,
Cam López Duarte y Alejandro Rodríguez Pabón, arguyendo ser miembros de Temblores ONG,
coadyuvaron las pretensiones del libelo.
2.10. La Universidad de Antioquia señaló que ha hecho llamados para mantener la concordia durante
las protestas, debiéndose en todo caso, establecer protocolos de acción cuando se presenten
alteraciones relevantes, sin que ello implique el ingreso arbitrario de la fuerza pública a sus instalaciones,
sin previa autorización de sus directivas.
2.11. La Universidad del Valle, aun cuando refirió no haber transgredido garantía alguna, expuso que en
varias ocasiones se ha producido el uso desmedido de la fuerza por parte del ESMAD al interior del
claustro educativo que, incluso, motivó una condena patrimonial contra la Nación, por la muerte de un
estudiante y lesiones a otro, según sentencia de 12 de junio de 2017, proferida por la Subsección A,
Sección Tercera, Sala de Contencioso Administrativo del Consejo de Estado.
2.12. Media Legal Defence Initiative -MLDI- y Robert F. Kennedy Human Rights -RFKHR-,
intervinieron en calidad de amicus curiae “en apoyo de las pretensiones de los y las accionantes”
indicaron que los hechos enarbolados en el pliego introductor evidencian un incumplimiento sistemático
de instrumentos internacionales relacionados con los derechos de reunión, asociación, protesta pacífica,
libertad de expresión y de prensa y, por tanto, solicitaron adoptar medidas encaminadas a proteger tales
garantías
2.13. Human Rights Wacht acudió al diligenciamiento señalando que documentó varias agresiones por
parte de la fuerza pública durante las protestas llevadas a cabo a finales de 2019, en varias ciudades del
país.
En esa labor, destacó que, a petición suya, la Fiscalía General de la Nación le informó acerca de la
investigación de setenta y dos (72) casos de posibles abusos por parte de las autoridades de policía, pero
sin haberse concretado imputación alguna, aun cuando, en su sentir, existen múltiples evidencias de
graves violaciones a los derechos humanos.
Igualmente, refirió que, de manera irregular, la Justicia Penal Militar asumió el conocimiento de treinta y
dos (32) decursos relacionados con las manifestaciones en cuestión.
Del mismo modo, hizo énfasis en (i) el arresto arbitrario de doscientas trece personas (213), incluidos
periodistas; (ii) la detención administrativa de otros mil seiscientos sesenta y dos (1662) manifestantes en
las protestas de 2019; y (iii) la expulsión injustificada del país de sesenta y un (61) extranjeros.
De otro lado, enfatizó sobre la muerte de Dilan Mauricio Cruz Medina acaecida el 23 de noviembre de
2019, durante las protestas en Bogotá, en donde, afirma, el deceso aconteció porque un uniformado del
ESMAD le disparó directamente con una “escopeta calibre 12” haciendo uso de munición “beang bag”
que contiene entre 600 y 700 perdigones de plomo.
Relató que, si bien la Procuraduría General de la Nación le solicitó a ese cuerpo de seguridad suspender
en sus procedimientos ese tipo de armas en el desarrollo de manifestaciones, nada se ha hecho al
respecto, asunto preocupante si se tiene en cuenta la poca capacitación que recibe el personal del
ESMAD para manipular ese tipo de artefactos.
2.14. En el transcurso de esta actuación, los accionantes alegan como hecho sobreviniente presuntas
conductas de abuso policial contra varios ciudadanos en la ciudad de Bogotá, como los ocurridos el 9 y
10 de septiembre de la presente anualidad, solicitando tenerlos en cuenta a efectos de resolver las
pretensiones de la tutela.

3.3. ACLARACIONES DE VOTO (AV) (principales argumentos)

3.4. SALVAMENTOS DE VOTO (SV) (principales argumentos)


SALVAMENTOS DE VOTO

- Magistrado Álvaro Fernando García Restrepo

Menciona que, respecto a las solicitudes realizadas por los actores, en primera medida que la Corte
debió revisar todo y tomar una decisión con prudencia, haciendo un análisis calmado, no dejándose
llevar por emociones, ya que las pretensiones no fueron sustentadas con pruebas.

Que se le dio total credibilidad a todo lo que argumentaron los demandantes sin existir la totalidad de
las pruebas.

Que el juez no puede darse largas, ni excederse en sus facultades invadiendo la orbita de la rama
legislativa para impartir decisiones a distintas entidades y funcionarios generando cambios
estructurales y funcionales de entidades ya establecidas previamente.

Que el fin de la tutela es la protección de un grupo o sector de la población que este viendo afectado
alguno de sus derechos, pero la resolución no puede ser de aplicación general.

Que, si se hacen necesarios cambios legislativos, pero que para eso existen otros mecanismos en un
Estado Social de Derecho, pero no son los jueces de tutela los que tiene la facultad de emitir ordenes
para que las autoridades actúen de una forma u otra, porque estaría colegislando y coadministrando.
La constitución ha indicado el camino para realizar las modificaciones correspondientes sin exceder la
competencia y no es la tutela el camino para lograrlo.

Se está invadiendo la órbita de otros poderes y eso no es lo que quiere la constitución ni la


ciudadanía.

Finaliza reiterando que la tutela no es el camino para alcanzar las reformas que en el caso se piden,
ya que la Constitución ha marcado otras vías y hace un llamado a los jueces para mantener la
prudencia, la paz y la moderación sin contribuir a caldear los ánimos con decisiones que pueden
hacer mas daño que bien a una sociedad que ya tiene suficiente confrontación.
- Magistrado Luis Alfonso Rico Puerta

Refiere que se aparta de la decisión tomada por la mayoría de los magistrados pese a que comparte
la preocupación que manifiestan los actores frente a los atropellos que se puedan estar presentado
con el uso desmedido de la fuerza y el no respeto a su derecho de protesta pacífica.

Que para tomar la decisión no se cumplió con el requisito del articulo 86 de la Constitución que
condiciona la viabilidad de la acción de tutela, ya que indica que se acudirá a esta cuando no se
disponga de otro medio de defensa judicial, situación que en este caso no se presentaba debido a
que se contaban con otras vías.

Citó el pronunciamiento anterior de la Corte en sentencia T412 de 2018 en donde menciona “la
acción de tutela debe proceder de forma directa y definitiva cuando no exista otro medio o recurso de
defensa judicial que garantice la protección de los derechos constitucionales fundamentales. De
existir otro medio o recurso de defensa judicial, primero, se debe determinar si fue interpuesto y
resulto por la autoridad judicial competente, o, segundo, en aso de que no se hubiese agotado,
determinar su existencia formal en el caso a revisar”.

Relaciona también lo manifestado en la sentencia T-1008 de 2012 “por regla general, la acción de
tutela procede de manera subsidiaria y por lo tanto no constituye un medio alternativo o facultativo
que permita complementar los mecanismos judiciales ordinarios establecidos por la ley”.

Basado en esos argumentos dice que los actores deben acudir a la autoridad judicial competente
para tramitar de debida forma sus reclamaciones y por eso considera que en segunda instancia debió
revisarse de mejor manera que el recurso sí cumpliera con los requisitos para que entrara a revisarse,
que en este caso no los cumple por no estar agotadas aún las otras vías legales.

Que en la providencia no se explicó por qué aquellos no serían los mecanismos idóneos para resolver
el conflicto puesto a consideración y el entonces del porqué de sus modificaciones. Es decir, no se
justificó el requisito de ineficacia.

4. COMENTARIO (C): Análisis JURÍDICO de determinados ámbitos interesantes de la Sentencia.


Refiérase aquí sobre Innovación de la decisión; o una paradoja, error, incoherencia o cambio
jurisprudencial; su implicación con respecto de algo; etc. (No se trata de explicar qué tan de
acuerdo se siente usted frente a la decisión).
Las acciones colectivas en defensa de los derechos de tercera generación

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