1 SAMUEL 30. Con Aplicación
1 SAMUEL 30. Con Aplicación
1 SAMUEL 30. Con Aplicación
(5) Las dos esposas de David, Ahinoam de Jezreel y Abigail, la viuda de Nabal
de Carmelo, estaban entre los que fueron capturados. (6) David ahora se
encontraba en gran peligro, porque todos sus hombres estaban muy
resentidos por haber perdido a sus hijos e hijas, y comenzaron a hablar
acerca de apedrearlo. Pero David encontró fuerzas en el SEÑOR su Dios.
Aplicación- Reflexión (Los padres encuentran aliento, refugio, fuerzas en
Dios para ayudar, cubrir y luchar por cada hijo)
(16) Así que guió a David hasta los amalecitas, y los encontraron dispersos
por los campos comiendo, bebiendo y bailando con alegría por el enorme
botín que habían tomado de los filisteos y de la tierra de Judá. (17)
Entonces David y sus hombres se lanzaron contra ellos y los mataron
durante toda la noche y durante todo el día siguiente hasta la tarde.
Ninguno de los amalecitas escapó, excepto cuatrocientos jóvenes que
huyeron en camellos. (18) Así que David recuperó todo lo que los
amalecitas habían tomado y rescató a sus dos esposas. (19) No faltaba
nada: fuera grande o pequeño, hijo o hija, ni ninguna otra cosa que se
habían llevado. David regresó con todo.
Aplicación- Reflexión (Los padres luchan por sus hijos en todo tiempo y
momento, no importan las circunstancias lo hacen por amor y con amor.)
(20) También recuperó los rebaños y las manadas, y sus hombres los
arrearon delante de los demás animales. «¡Este botín le pertenece a
David!», dijeron. (21) Luego David regresó al arroyo de Besor y se
encontró con los doscientos hombres que se habían quedado rezagados
porque estaban demasiado cansados para seguir con él. Entonces salieron
para encontrarse con David y con sus hombres, y David los saludó con
alegría. (22) Pero unos alborotadores entre los hombres de David dijeron:
—Ellos no fueron con nosotros, así que no pueden tener nada del botín
que recuperamos. Denles sus esposas e hijos y díganles que se vayan. (23)
Pero David dijo: —¡No, mis hermanos! No sean egoístas con lo que el
SEÑOR nos dio. Él nos protegió y nos ayudó a derrotar a la banda de
saqueadores que nos atacó. (24) ¿Quién les hará caso cuando hablan así?
Compartiremos por partes iguales tanto con los que vayan a la batalla
como con los que cuiden las pertenencias. (25) A partir de entonces, David
estableció este dicho como decreto y ordenanza en Israel y hasta el día de
hoy todavía se cumple. (26) Cuando llegó a Siclag, David envió parte del
botín a los ancianos de Judá, quienes eran sus amigos. «Esto es un regalo
para ustedes —les dijo David—, tomado de los enemigos del SEÑOR». (27)
Los regalos fueron enviados a la gente de las siguientes ciudades que David
había visitado: Betel, Ramot-neguev, Jatir, (28) Aroer, Sifmot, Estemoa, (29)
Racal, las ciudades de Jerameel, las ciudades de los ceneos, (30) Horma,
Corasán, Atac, (31) Hebrón, y a todos los demás lugares que David había
visitado con sus hombres.
Aplicación- Reflexión (Los padres buscan ser justos y equitativos, entienden
la situación y aplican gracia y misericordia.