A Partir de Este Dia Te Bendecire

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A PARTIR DE ESTE DIA TE BENDECIRE

Hageo 2:15-19
En el libro de Hageo vemos como Dios llevo al pueblo a
reconstruir el templo que había sido destruido… El pueblo de Dios
había olvidado la casa de Dios, pero Dios les animó y despertó su
espíritu para comenzar el trabajo. (1:14)
En el versículo 4 del capítulo 2, Dios le dijo a Zorababel,
gobernador de Judá, y al resto del pueblo: “esfuérzate, cobrad
ánimo y trabajad”.
Dios había hecho un pacto con su pueblo, desde que salieron de
Egipto Dios les prometió que su Espíritu estaría en medio de ellos
y por ello no debían temer. También les dijo que la gloria postrera
sería mayor que la primera, y que pondría paz en ese lugar.
Que promesa tan grande que Dios hizo a su pueblo! Dios quería
mostrar su poder, su amor y señorío sobre su pueblo. Dios tenía
el control de todo y en el momento indicado les exhortó, les
consoló y les levantó para la reconstrucción del segundo templo,
recordándoles su pacto y dándoles una gran promesa.
También los llevo a meditar en el corazón, a tener en cuenta la
gran promesa durante cada momento de la reconstrucción, en
medio de los momentos difíciles, en medio del desánimo y el
cansancio, en medio del dolor y la presión del momento, en
medio de los obstáculos y de los opositores. El pueblo de Dios no
podía olvidar la gran promesa de Dios, tenían que vivir con ella
vigente en sus corazones todos los días de su vida, pues esa
promesa los sustentaría y los tendría en pie en medio de la
adversidad. Las promesas de Dios son las que nos fortalecen y
tenemos que tenerlas muy en cuenta cuando Dios nos ha
encomendado una obra en especial.
En el versículo 19 del capítulo 2 Dios les declara que aunque ni la
vid, ni la higuera, ni el árbol de olivo haya florecido, desde este
día los bendecirá… Aunque no se vea la cosecha, aunque todavía
no se vea el fruto del trabajo, Dios ya ha declarado bendecirnos.
El pacto de Dios con su pueblo, sus promesas y la declaración de
bendición sobre nosotros deben ser más que suficientes para
seguir adelante en todo lo que Dios nos ha puesto por delante.
¡Esfuérzate, cobra ánimo y trabaja pues Dios ya ha determinado
BENDECIRTE!
“Ciertamente, olvidando lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta
delante, prosigo hacia la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios
en Cristo Jesús” Filipenses 3:13-14

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