De La Posesión
De La Posesión
De La Posesión
Se regula en el Art. 700 y siguientes del código civil. El Art. 700 nos da un concepto de lo que es
la posesión: “es la tenencia de una cosa determinada con el ánimo de señor o dueño, sea que el
dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por si mismo o por otra persona que la tenga en lugar y
a nombre de él”.
La definición que da el legislador en este Art. 700 es una manifestación del criterio subjetivista
seguido en esta materia. Porque de la lectura de este precepto, aparece de manifiesto que el
legislador no solo destaca la relación material con la cosa, sino que también exige la concurrencia
de un vínculo psicológico, el cual es que la tenencia sea con ánimo de señor o dueño.
Dominio Posesión
Es exclusiva Es exclusiva
Importa una relación jurídica, porque es un Importa una relación de hecho, porque
derecho es solo un hecho
Mero tenedor. El Art. 714 nos da una definición de mera tenencia “se llama mera tenencia
la que se ejerce sobre una cosa no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño”. Es
el que reconoce dominio ajeno. Se puede ser mero tenedor en virtud de un derecho real
como por un usufructo. Respecto de la cosa es mero tenedor. También se puede se en
virtud de un derecho personal como el arrendamiento.
Posesión Mera tenencia
Uno de los temas más debatidos ha sido determinar cual es la verdadera naturaleza jurídica de la
posesión. La discusión básica es si la posesión es un derecho o es un hecho.
Doctrina ecléctica. Donde Savigny dice que la posesión es tanto un derecho como un
hecho. Es un hecho en cuanto se basa en un elemento material el cual es la tenencia de la
cosa. Y a la vez es un derecho atendidas las consecuencias jurídicas que le asigna el
ordenamiento jurídico.
De la posesión, II Parte.
Elementos de la posesión
Teniendo como base lo que dispone el Art. 700, podemos decir que la posesión consta de 2
elementos fundamentales los cuales son el animus y el corpus.
Respecto de la posesión de los derechos, nadie discute que estos sean susceptibles de poseerse,
no solo por el tenor del Art. 715, sino también por lo dispuesto en el mensaje del código civil en el
párrafo 24. El punto radica en determinar que sucede con los derechos personales ¿son
susceptibles de ser poseídos? Pese a que el legislador en el Art. 715 no ha hecho ninguna
distinción sobre el particular, la doctrina mayoritaria en Chile sostiene que estos derechos no son
susceptibles de poseerse. Argumentos más importantes:
Se extrae del mensaje del código civil, porque Andrés Bello, luego de señalar que los
derechos reales son susceptibles de poseerse señala “…pero el arrendatario (titular de
derecho personal) de una finca nada posee, no goza más que de una acción personal para
la conservación de los derechos…” dice que el arrendatario no posee ni la cosa ni el
derecho personal.
La utilidad de la posesión en el caso que no vaya acompañada del dominio, esta en la
posibilidad que le reconoce el legislador de llegar a adquirir el dominio por prescripción
adquisitiva y ocurre que los derechos personales no son susceptibles de adquirirse por
prescripción adquisitiva. El Art. 2498 menciona el dominio y derechos reales como cosas
susceptibles de ganarse por prescripción adquisitiva.
Sin prejuicio de esto, existe una disposición en el código civil, en que el legislador ha hablado de
posesión de derechos personales, en el Art. 1576 inc. 2°. Pero la interpretación correcta de este
Art., es que el legislador se esta refiriendo, no a la posesión del crédito como derecho personal,
sino que se refiere a la posesión del crédito como documento en que consta el derecho personal.
La norma dice “el pago hecho de buena fe a la persona que estaba entonces en posesión del
crédito es válido, aunque después aparezca que el crédito no le pertenecía”.
Clases de posesión.
Posesión regular
El Art. 702 inc.2° define posesión regular como “la que posee de justo título y ha sido adquirida de
buena fe”. Aunque subsista después de adquirida la posesión. Se le agrega a esta definición que si
el título es traslaticio de dominio, es también necesaria la tradición. Por tanto los requisitos de la
posesión regular son justo título, buena fe inicial y tradición.
La critica que le formula la doctrina a esta enumeración esta en que el legislador habría incluido a
la prescripción, lo que es un error, puesto que la posesión es precisamente uno de los requisitos
para que pueda operar la prescripción.
1.2. Traslaticios. Aquellos que por su naturaleza sirven para transferirlos. Se dan ejemplos como la
permuta, la renta o la donación entre vivos. El cc dentro del Art. 703 ha incluido dentro de los
traslaticios a las sentencias de adjudicación en juicios divisorios y los actos legales de partición.
Esto es una impropiedad, porque los títulos recién mencionados no son traslaticios, sino que son
meramente declarativos, porque con ellos se declara un derecho ya existente. Prueba de ello es
que hay que tener presente el Art. 718.
El Art. 703 dice que las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos
preexistentes, no forman nuevo título, pero en cuanto transfieren la propiedad de un objeto no
disputado, constituyen un nuevo título. El Art. 2446 define la transacción “es un ctto en que las
partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente o precaven un litigio eventual”.
¿Qué debemos entender por justo título? El legislador no ha definido lo que deba entenderse por
justo título, sino que en el Art. 704 se ha limitado a señalar que títulos no serian justos. A partir de
este Art. la doctrina ha elaborado un concepto de justo título “es aquel que por su naturaleza o por
su carácter de verdadero y válido son aptos en abstracto para transferir el dominio”. Cuando
decimos abstracto nos referimos a sin consideración a circunstancias especiales Ej. La
compraventa es por RG un justo título, porque en abstracto sirve para transferir el dominio, porque
puede ser que en el hecho no lo transfiera, como si el vendedor no haya sido dueño.
Análisis del Art. 704. Se encarga de señalar que títulos no son justos. La enumeración contenida
en esta norma es genérica y no taxativa.
El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende.
El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal de otra sin
serlo.
El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación que debiendo ser autorizada
por un representante legal o por decreto judicial, no ha sido, y
El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad heredero; el
del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo, a quien por decreto judicial se le haya dado la posesión
efectiva, el decreto le sirve de justo título.
El Art. 705 habla de la validación del título, que en su principio fue nulo, efectuada por la
ratificación, o por otro medio legal, se retrotrae a la fecha en que fue conferido el título.
1. Buena Fe Inicial. El Art. 702 dice que la posesión regular debe ser adquirida por buena fe,
aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se exige, entonces, una
buena fe inicial. El Art. 706 define buena fe como “es la conciencia de haberse adquirido el
dominio de la cosa por medios legítimos, exento de fraudes y de todo vicio”. Esta es una
buena fe subjetiva.
Ej. Art. 707 inc. final, el error en materia de derecho, constituye una presunción de mala fe que no
admite prueba en contrario. El error jurídicamente hablando es la ignorancia o concepto
equivocado que se tiene de la ley, de un hecho, de una cosa o de una persona. El error puede ser
de hecho o de derecho. Respecto del error de hecho, el legislador dice que un justo error en
materia de hecho no se opone a la buena fe. Pero el error en materia de derecho constituye una
presunción de mala fe que no admite prueba en contrario. La solución dada por el legislador deriva
de lo señalado por el Art. 8 del cc, que establece una presunción general de conocimiento de la ley.
El Art. 707 establece la presunción de buena fe, que es una presunción, según la doctrina, de
alcance general y no aplicable solamente en materia posesoria.
Posesión irregular
El concepto de posesión irregula es muy simple y lo encontramos en el Art.708 que dice “es la que
carece de uno o más de los requisitos del señalados en el Art. 702”.
Prueba de la posesión.
Este tema se regula en los artículos 924 y 925. Uno de los temas de controversia se ha planteado
a propósito de estos artículos, ya que habría que determinar ¿cuál es el ámbito de aplicación de
estas normas? – ¿respecto de la posesión, de qué bienes se aplicaría? En una primera
interpretación se sostuvo que el Art. 924 se refería únicamente a la prueba de la posesión de
derechos reales distintos del dominio. Dejándose el Art. 925 para la prueba de la posesión del
dominio sobre inmuebles inscritos o no y para la posesión regular o regular.
Vamos a distinguir en cada caso de mueble, inmueble no inscrito e inmueble inscrito (teoría de la
posesión inscrita). Esto dice relación con la forma en que se puede adquirir la posesión. El
legislador en el Art. 720 reconoce la posibilidad de adquirir la posesión tanto personalmente como
representado. Esta norma se debe relacionar con el Art. 43 que señala quienes son representantes
legales de una persona. Además se aplica las normas del mandato (Art. 2116 y siguientes).
3.1. Pérdida del corpus y del animus. Ocurre cuando se enajena la cosa o cuando se abandona.
Art. 702. Que nos señala los requisitos de la posesión regular. Dentro de los cuales esta la
tradición si el título es traslaticio de dominio.
Art. 686. Referido a la tradición de bienes inmuebles. Sin distinguir entre bienes inscritos o
no.
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición debe hacerse por inscripción en el
registro del conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este medio.
Se concluye que inequívocamente que para adquirir la posesión regular de los bienes no inscritos
se requiere necesariamente de la inscripción del título.
1.3.2. Irregular. Existen 2 posiciones:
3. Pérdida. Aplicamos las mismas reglas que los bienes muebles. Con especial referencia al
Art. 729. También hay una regla en el Art. 730 inc. 1° que se refiere a la situación particular del
usurpador.
Gran parte de la doctrina se inclina se inclina por la segunda teoría. Y su argumento se basa en el
Art. 730.
¿Por qué el legislador beneficia al tercero?
Debe prevalecer la verdad por sobre el papel. Sobre esto la jurisprudencia ha dicho que el
verdadero poseedor tendría acción para pedir que se ampare en el ejercicio de su posesión
perturbada por la inscripción.
1.1. No traslaticio. Nos referimos al título que el código civil califica como constitutivos (Art. 703
ocupación, accesión y prescripción).
1.1.2. Accesión. Si es éste el título que se invoca no sería necesaria la inscripción para adquirir
la posesión puesto que en este caso se aplica el adagio “lo accesorio sigue la suerte de lo
principal”.
La solución va en contradicción con el espíritu general del código civil y con lo dispuesto en una
serie de normas. En esta parte el espíritu que mueve al código civil, es que todas las posesiones
sobre bienes raíces figuran en un sistema registral. De adoptarse esta postura minoritaria,
estaríamos aceptando la salida de un bien raíz que ya estaba en el sistema registral. O sea, que su
posesión ya estaba inscrita. Y por otra parte, esta postura, esta en contradicción en una serie de
normas:
Art. 728 inc. 2°. Que dice que mientras subsiste la inscripción anterior, no se adquiere la posesión
de la cosa ni pone fin a la posesión preexistente.
3.1. Nueva inscripción en que el poseedor transfiere su derecho a otro. Sin duda esta es la causa
más frecuente Ej. Caso del vendedor que transfiere mediante la inscripción a favor del comprador.
3.2. Por la voluntad de las partes. Es lo que ocurre cuando se ha celebrado un ctto de
compraventa. El vendedor efectúa la tradición mediante la inscripción del título y luego las partes
rescilian la compraventa. Hay mutuo consentimiento de las partes de dejarla sin efecto.
3.3. Por un decreto o resolución judicial. Este tiene lugar cuando se sigue un juicio producto del
cual se obtiene el reconocimiento de la posesión, este juicio puede ser iniciado por una acción
reivindicatoria, posesoria o publiciana.
Situación especial del cese o cancelación de la posesión inscrita regulada por el legislador en el
Art. 730° inc. 1°. Este Art. sólo se aplica respecto de los bienes muebles y de los bienes raíces no
inscritos. A los bienes raíces inscritos solo se refiere el Art. 730 inc. 2°, el problema en relación con
esta norma consiste en determinar ¿qué vamos a entender por competente inscripción? En
relación con esta interrogante existen 2 posiciones de la doctrina:
Si se examina este problema a nivel jurisprudencial, no hay un fallo unánime en la doctrina, sino
que hay posiciones en uno y otro sentido. En la segunda posición, la competente inscripción debe
ir acompañada de una realidad posesoria, o sea, se exige efectivamente la tenencia de la cosa.
¿Cuál es la naturaleza de la función de las inscripciones? Existen 2 posiciones que explican cual
es el rol que desempeña la inscripción: