T3 Tribunales Internacionales

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LA JURISDICCIÓN INTERNACIONAL PENAL

Autor: José Dobovsek. Doctor en Ciencias Jurídicas (USAL). Master en


Economía y Administración (ESEADE). Profesor Titular de Derecho
Internacional Público (USAL) (IUPFA). Profesor Titular de Derecho Comunitario
Americano (Carrera Franco-Argentina, Sorbonne-Usal).

ABREVIATURAS

DIP: Derecho Internacional Público


Dipen: Derecho Internacional Penal
CPJ: Corte Permanente de Justicia
CIJ: Corte Internacional de Justicia
NU: Naciones Unidas
CS: Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
AG: Asamblea General de las Naciones Unidas

1
PRELIMINAR
El simple hecho de la existencia de una Comunidad determina la
generación de normas jurídicas que regularán sus relaciones (ubi societas, ibi
ius). El Derecho Internacional Penal se nos presenta como una realidad
emergente de la Comunidad Internacional. De modo tal que, todos quienes
compartimos este artículo, no solo estamos sometidos a las normas del Código
Penal de nuestro Estado, sino también a las particulares normas penales que
rigen en toda la Comunidad Internacional.
Hasta el habitante de las remotas tierras de la Siberia, del Ártico, de las selvas
africanas o de la Amazonia, de los desiertos más inhóspitos, donde la
presencia del Estado puede verse menguada o incluso inexistente, se
encuentra sometido a estas normas penales. No interesa su nivel cultural, o si
es ciudadano de tal o cual Estado. Toda persona, sin importar su nacionalidad
ni el lugar en que se encuentra, esta vinculada al Derecho Internacional Penal.
Nos atrevemos a extender el ámbito de aplicación inclusive al espacio
ultraterreste que por la Convención del Espacio Exterior del año 1966 reviste la
calidad de “res communis humanitatis”1 y comprende a los cuerpos celestes
que integran el universo. Hasta allí inclusive, tienen vigencia estas normas
penales.2

Este derecho penal tiene características propias que lo diferencian del


derecho penal estatal. Nos permitimos brevemente destacar las siguientes:
a.- El Dipen esta integrado por normas penales, que pueden ser NO
ESCRITAS, pero presentes en la conciencia internacional como una norma del
“ius cogens”. El principio del nulla crimen sine lege (scripta) no tiene vigencia
en este Derecho Penal. En su gran medida, las normas internacionales penales
no tienen una forma escrita.
Pero sí es imprescindible que esa “norma penal no escrita” se encuentre
vigente al momento de cometerse el crimen internacional. Así como en el
derecho estatal, también para el Dipen no puede aplicarse en forma retroactiva
una norma penal. En esta particular rama del Derecho Internacional, se
reformula el principio de legalidad de la siguiente forma:
”nullum crimen sine norma praevia..”
dado que esta norma previa puede ser no escrita, como aquella que surge por
generación consuetudinaria.
b.- El Dipen es un derecho constituido por múltiples regímenes
internacionales penales, que muchas veces se superponen uno con otro,
generando así la dificultad en determinar qué norma internacional corresponde
aplicar a una misma conducta. Es el fenómeno que denominamos “pluriverso
1
Cocca, Aldo A., “Consolidación del Derecho Espacial”pag.100.Bs,As. 1971.
2
Hermida, Julian: “Crimes in space. A Legal and Criminological Approach to Criminal Acts in Outer Space.” site:
http://www.julianhermida.com/dossier/dossiercrimmcgill.pdf . Consultado 19.08.2020. Al margen de las discusiones
sobre la aplicación del derecho penal estatal, no hay dudas que en caso de crimenes internacionales cometidos en tales
ámbitos, es plenamente aplicable la normativa del Dipen. Así lo dispuso la Res.1721 del 1961que expresamente
establece que el Derecho Internacional, incluyendo la Carta de las Naciones Unidas se aplica en el espacio exterior
incluyendo los cuerpos celestes.
jurídico”3. No existe en el ámbito internacional un único sistema represor penal,
sino que, junto al Derecho Internacional Penal General, se desarrollan sistemas
internacionales penales particulares. Así el que rige respecto del Corte
Internacional Penal (Tratado de Roma de 1998) o del Tribunal para la Ex
Yugoeslavia, o del Tribunal de Rwanda, entre otros más, que mencionamos en
el cuadro anexo al fin de este trabajo.
c.- El Dipen es un derecho penal que tutela bienes jurídicos propios de la
Comunidad Internacional. Vale decir, es necesario para que se configure un
"delicta iuris gentium", que la comisión de un acto violento o repugnante a la
conciencia, afecte bienes e intereses protegidos de esa Comunidad
Internacional.
Un ejemplo puede aclarar este párrafo: por más aberrante acto que se cometa,
vgr. asesinar al padre o la propia familia con todos los medios cruentos
inimaginables, no constituirá un “delicta iuris gentium” si no lesiona un bien
jurídico propio de la Comunidad Internacional. A esto se suma otro elemento
importante: “el principio de la gravedad”, que otros autores mencionan como de
“significancia”. No sólo es necesario que se cometa un “crimen de lesa
humanidad” o de “genocidio”, es imprescindible que la conducta adquiera una
gravedad o relevancia tal, que haga necesaria la reacción punitiva de la
Comunidad. Se llega al punto de discutir, en la doctrina, a cuántas personas es
necesario exterminar para que se configure el crimen de genocidio y
diferenciarlo con el grado de tentativa. 4
Pero lo cierto es, que si existen normas penales en una Comunidad, ésta
debe disponer el modo en que tales normas tengan una aplicación efectiva,
vale decir, garantizar la efectividad de la sanción como resultado necesario por
la violación de la norma penal.
Surge así, como reverso de una moneda, el tema de la jurisdicción
internacional penal. Por un lado, el Derecho Internacional Penal y, como su
consecuencia necesaria e ineludible, la jurisdicción internacional penal que
garantice la aplicación de sanciones por la violación al Dipen.
I.- Concepto de jurisdicción
Sabemos que “jurisdicción” deriva del latin “iuris dicere” que significa
“decir el derecho”. La jurisdicción, es entonces, el poder de decir el derecho.
Todo juez, por el hecho de serlo, tiene jurisdicción. Desde el juez administrativo
de una localidad provincial, hasta el Juez de la Corte internacional de Justicia,
todos, por ser jueces, tienen jurisdicción, tienen el “poder de decir el derecho”.

La medida de la jurisdicción está dada por la “competencia”, que limita


ese poder de “decir el derecho” a determinadas cuestiones. Surgen así
limitaciones relativas al ámbito espacial (competencia territorial) al ámbito de
material (competencia penal estatal o internacional, entre otras) al ámbito
personal en razón de la ciudadanía (competencia personal) etc.

3
Dobovsek,José, “Breves consideraciones sobre el Derecho Internacional Penal General y sus relaciones con los
sistemas penales particulares”. Pag. 45. Anuario de la Asociación del Derecho Internacional. Año 2006
4
Dobovsek, José. Fuentes normativas del Derecho Internacional Penal. Pag.261 y ss. .Ed. La Ley 2008.
Esta introducción a un concepto tan elemental como jurisdicción y
competencia, es a los efectos de cuestionar una errónea terminología muy
difundida en el ámbito académico y periodístico cuando se refieren a la
denominada “jurisdicción universal”.
La jurisdicción con competencia universal es un atributo otorgado por el
Dipen a los Estados que los habilita para perseguir, detener, juzgar y castigar a
quienes cometieron algún “delicta iuris gentium”. Y ello sin importar la
nacionalidad de las víctimas, del ofensor ni del lugar en que tal acto fue
cometido.
Por tal motivo, entendemos que el correcto termino a emplear es: o
“competencia universal“ ó “jurisdicción con competencia universal”, ya que todo
juez, por el hecho de serlo, tiene su jurisdicción, que es universalmente
reconocida. Lo que varía es su competencia. De allí esta aclaración.

II.- La jurisdicción como ejercicio del poder soberano


El juez no tiene poder de decir el derecho por mérito propio, sino en
virtud de la investidura que le otorga un Estado (jueces estatales) o la
Comunidad Internacional (jueces internacionales). Los jueces son personas
físicas que ejercen una potestad que les fue delegada, y mientras dure esta
delegación.
Cuando se trata de Estados, la jurisdicción que ejercen sus jueces, es
una derivación de la “soberanía” de ese Estado. 5
El poder soberano de los Estados se encuentra reconocido, pero
también regulado por el Derecho Internacional. El hecho del sometimiento de
un Estado a un sistema normativo como el Derecho Internacional, no implica
que el Estado deje de ser soberano, ya que, justamente, es la Comunidad
Internacional quien le reconoce soberanía al Estado, establece el límite de su
ejercicio y protege su independencia.
De allí que la jurisdicción estatal, por carácter transitivo, se encuentra
también regulada por el DIP. En tal sentido, el DIP permite que cada
Estado regule libremente el ejercicio de sus facultades soberanas, entre ellas
las jurisdiccionales, incluso fuera de su propio ámbito territorial, 6 pero con una
limitación contundente: que ese ejercicio soberano respete a su vez la
soberanía de los terceros Estados que integran esa Comunidad. Este límite es
una derivación del principio rector de la “igualdad soberana de los Estados”.

El DIP. Sigue los siguientes criterios cuando los Estados pretender ejercer su
jurisdicción fuera del ámbito territorial soberano:
a.- hay una presunción del correcto libre ejercicio de las facultades
jurisdiccionales, de modo tal que si se afecta la soberanía de un tercer Estado,
la carga de la prueba está a cargo del afectado.
b.- se reconoce a los Estados un amplio margen de discrecionalidad, pero sin
invadir las competencias propias de otros Estados.

5
“La jurisdicción es una de las formas más obvias del ejercicio del poder soberano “ así lo resolvió la CPJ en el caso
Status legal del este de Groenlandia (Dinamarca c/ Noruega, fallo del 5.4.1933)
6
Caso Lotus. CPJ. Francia c/ Tuquia. 7.9.1927. “No pueden presumirse restricciones a la independencia de los
Estados……en el sentido que los Estados no puedan extender la aplicación de sus leyes y la competencia de sus
tribunales…fuera de su territorio.
c.- debe existir un vínculo real y efectivo para atribuirse la jurisdicción fuera de
su territorio. En tal sentido, la asignación de competencia debe ser ejercida en
forma “justa y razonable”.7

Pero así como los Estados tienen su poder jurisdiccional y que ejercen a
su libre criterio sin afectar las soberanías de terceros Estados, también la
Comunidad Internacional ejerce su poder jurisdiccional en el ámbito penal,
aunque de manera particular y propia.
Una breve reseña histórica permite entender estas particularidades.

III.- Etapas en el ejercicio de la jurisdicción internacional penal. 8


El proceso de institucionalización de una “justicia internacional
penal” que aplique normativas internacionales a personas físicas o jurídicas
(Estados) tuvo una lenta y paulatina evolución, que se puede sistematizar en
las siguientes etapas:
1.- Etapa: La jurisdicción nacional: Los tribunales estatales actúan como
jueces estatales e internacionales.
En esta primera etapa, el Dipen adopta una solución que aún se aplica:
delegar la represión de los crímenes internacionales en los Estados que
integran la Comunidad Internacional. Son los jueces estatales y su organización
jurisdiccional, los encargados de aplicar las normas penales internacionales.
Inicialmente, la jurisdicción estatal-internacional se ejerció respecto del
crimen de guerra, como del crimen de piratería. 9 En ambos casos, con la
participación activa de los Estados a través de sus propios tribunales. Por lo
general, en cuanto a los crímenes de guerra, fueron los Estados vencedores los
encargados de juzgar una parte de los crímenes: los cometidos por el vencido.
La sanción por parte de cada Estado, a los excesos cometidos durante
un conflicto bélico, constituyó un sistema bastante rudimentario. Los Estados
procedían a constatar la comisión del acto delictuoso, al juzgamiento y
finalmente a la imposición de las sanciones. Resulta obvio que el
procesamiento de los propios nacionales por excesos cometidos en un conflicto
internacional, fue por lo general, parcial y benévolo. En cuanto al juzgamiento
de los crímenes cometidos por las tropas extranjeras, quedaba condicionado a
que el Estado afectado lograra el apresamiento de los presuntos actores, o la
derrota total del enemigo. 10

7
Jan, Michael Simon. “Jurisdicción universal. La perspectiva del Derecho Internacional Público.” Anuario de
Derecho Constitucional Latinoamericano. Konrad Adenauer Stiftung, Buenos Aires, 2001, págs. 283-318
8
Seguimos como referencia la ponencia presentada juntamente con el Dr. José María Sabat en el Congreso de la
Asociación Argentina de Derecho Internacional, de Mar del Plata. Julio 1999. “La jurisdicción internacional penal”.
9
La piratería es uno de los primeros crímenes internacionales que se generó en la Comunidad Internacional. Su
persecución se llevó a cabo mediante la "competencia universal". Ver. Momtaz, Djamchid: “La piraterie en haute
mer”. Pag. 505. En “Droit International Pénal. Ed. A.Pedone.Paris. 2000
10
Rousseau, Charles. Derecho Internacional Público. Editorial. Ariel. Barcelona. Ed. 1966, pag. 576.
En tales casos, el tribunal local actuante inviste la calidad simultánea de
tribunal nacional e internacional. Es la denominada “teoría del desdoblamiento
funcional” que se expone más adelante.
2. Etapa: Jurisdicción internacional incipiente:
Con la firma del Tratado de Versalles (del 28 de junio de 1919), que puso
fin a la 1* guerra mundial, los Estados vencedores exigieron el juicio y castigo
de quienes cometieron crímenes de guerra, y en particular, del emperador
Guillermo II de Hohenzollern.
Así, acordaron la constitución de un tribunal internacional especial
integrado por 5 jueces (US., Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón) quien
juzgaría al ex emperador por “ofensas supremas contra la moral internacional y
la autoridad sagradas de los tratados...” y quien podría aplicar la pena que
estime justa..11
Respecto de los restantes autores de crímenes de guerra, el art. 228 y
230 del referido tratado, obligaban al Estado alemán a reconocer la
competencia penal de las potencias vencedoras, y a la entrega de las personas
acusadas. En todos estos casos se fijó la jurisdicción de los tribunales
militares de los países vencedores, ateniéndose a la nacionalidad de las
víctimas. 12
Sin embargo, este antecedente internacional no pasó de ser una loable
intención. Corresponde aclarar que habiéndose refugiado el ex emperador
alemán en Holanda, este Estado se negó a su extradición. En cuanto al Estado
alemán, también se negó a la entrega de los imputados nacionales, quienes
fueron considerados como héroes y patriotas ejemplares. 13
Esta tentativa, fue un primer e importante paso para la constitución de
tribunales internacionales. El reconocimiento de un derecho basado en valores
de justicia, por sobre la voluntad arbitraria de los Estados que apelan al directo
extermino de minorías nacionales, fue un generalizado clamor. Éste llegó su
punto culminante con la finalización de la 2º guerra mundial y la constitución de
los primeros tribunales internacionales de Nüremberg y de Tokio.
3. Etapa: La jurisdicción internacional imperfecta. Tribunales de Nüremberg
y de Tokio.
Ya antes de la finalización de la 2º guerra mundial, en la Conferencia
de Moscú del 19 al 30 de octubre de 1943, se declaró formalmente (por los

11
Bassiouni, M. Cherif. “L´expérience des premières jurisdictions pénales internationales”, pag. 635 en “Droit
International Pénal Tomo II. Ed. A.Pedone.Paris. 2000
12
Iguales prescripciones se dispusieron en los Tratados de Saint Germain con Austria (arts.173) de Neully con
Bulgaria (art.118) , de Trianon con Hungría (art.157) y de Sevres con Turquía (art.230) en el cual se hizo particular
referencia a las matanzas colectivas causadas, antecedente de la tipificación posterior del delito de genocidio.
13
Francia reclamó de Alemania la entrega de 334 acusados, Inglaterra la de 97. Alemania obtuvo la reducción a 45
de los 889 inculpados y la final concesión de que fuese el tribunal nacional, el Reichsgericht de Leipzig el encargado
del juzgamiento. La benevolencia del mismo fue evidente. Es célebre el caso del buque hospital “ Llandonvery
Castle” hundido por un submarino alemán. Su comandante de apellido Neumann ordenó el posterior ametrallamiento
de los botes salvavidas causando la muerte de 234 personas. La severidad del tribunal alemán fue elocuente: condena
a 6 meses de arresto... (conf. Ripolles, ob.cit. pag. 403)
Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia), el futuro juicio y castigo de los
criminales de guerra, por un tribunal internacional. Esta declaración dispuso:
En el momento de acordar un armisticio a un Gobierno alemán, los oficiales,
suboficiales, y soldados alemanes o miembros del partido nacionalsocialista,
responsables, culpables de haber tomado parte consentida en las atrocidades,
matanzas y ejecuciones, serán enviadas a los países en que tales actos se
hayan realizado, de tal suerte que pueden ser juzgados y castigados según las
leyes de los países liberados. En cuanto a los individuos cuyas
responsabilidades fueren de índole general, sin localización posible de lugar y
muy especialmente los altos jefes políticos y militares, serán castigados
conforme a las reglas y procedimientos aún no definidos....
Así, el 8.8.1945 se firma el Acuerdo y el Estatuto de Londres por el que
se regiría la constitución y funcionamiento del Tribunal Militar Internacional.
Brevemente se reseñan los principales puntos de este primer tribunal
internacional y que son comunes al Tribunal de Tokio:
a.- Jurisdicción para juzgar a criminales de guerra de los países europeos del
Eje. Respecto de la guerra del pacífico se constituyó posteriormente
(19.1.1946) el Tribunal Militar para el Extremo Oriente con jurisdicción personal
y territorial sobre el Extremo Oriente.
b.- Jurisdicción para juzgar por los siguientes crímenes, que no sean
localizables en un lugar geográfico determinado:
Crímenes contra la paz: entendidos como el acto de haber iniciado una
guerra de agresión en violación a la normativa de la Sociedad de las Naciones
y del Pacto de Briand Kellogg de 1928.
Crímenes de guerra: entendido como violación a las normas
internacionales (consuetudinarias o convencionales reguladoras de las
acciones bélicas).
Crímenes contra la humanidad: considerado como asesinato,
exterminio, sometimiento a esclavitud, deportación y actos inhumanos
cometidos contra la población civil antes o durante la guerra y las
persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos, todos ellos sean o no
una violación de la legislación interna del país donde hubieran sido
perpetrados...
c.- La obediencia debida no fue eximente de responsabilidad criminal, pero sí
un elemento atenuante de la pena.
d.- Libertad de criterio del Tribunal para imponer la pena que considere justa,
incluso la pena de muerte.
Corresponde analizar nuestra afirmación, que tanto el tribunal de
Nüremberg como de Tokio, constituyen supuestos de represión internacional
imperfecta.
No cabe ninguna duda que estos tribunales representaron un gran
avance en la punibilidad internacional por crímenes internacionales. Pero no
se puede soslayar, desde la óptica del derecho interno y tuitiva de las garantías
procesales, que adolecen de los siguientes y substanciales defectos:
1.- Los tribunales internacionales se constituyeron “ex- post" a la comisión de
los hechos que deben juzgar. Se obvió así el principio del juzgamiento por los
jueces naturales: se trató en todos los casos de una jurisdicción “ad hoc”.
2.- Los tribunales estaban integrados por juristas pertenecientes a las naciones
vencedoras. Se obvió así el principio de la imparcialidad 14.Además existió una
jurisdicción unilateral desde que se juzgó únicamente al bando contrario
vencido y no al propio, que también cometió sus excesos. 15
3.- Se juzgaron y castigaron hechos que no se encontraban tipificados en el
derecho positivo internacional. Así por ejemplo, el crimen de genocidio o de
lesa humanidad no se encontraba mencionado, y menos prohibido, en las
fuentes convencionales ni tampoco por la costumbre internacional. Se obvio
así, el principio del “nullum crimen sine lege previa”
4.- Las penas se aplicaron discrecionalmente por el tribunal. Se obvió así el
principio del “nulla poena sine lege previa”.
5.- la instrucción y el juicio se llevó a cabo por el mismo órgano jurisdiccional.
Pese a estas falencias, objetables desde el punto de vista del derecho
estatal, no lo fueron desde la óptica internacional, por la extrema necesidad de
castigar los aberrantes excesos cometidos. La constitución de estos tribunales
internacionales fue un admirable avance para la consolidación de un Derecho
Internacional Penal, punitivo de los graves delitos contra la Comunidad
Internacional.

4. Etapa: Jurisdicción internacional plena: Los tribunales ad hoc


Esta etapa se encuentra representada por la constitución de los
Tribunales Internacionales para el juzgamiento de los crímenes cometidos en la
Ex Yugoslavia y en Rwanda. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
dicta las Resoluciones, nº 827 del 25.5.1993 que constituye al Tribunal para la
ExYugoslavia con sede en La Haya, y la nº 955 del 8.11.1994 se constituye el
Tribunal de Rwanda con sede en Arusha, Tanzania)
Como esencial distinción respecto de los Tribunales de Nüremberg y de
Tokio, es que se trata de tribunales propiamente internacionales, por
cuanto fueron creados por un Organismo Internacional, del cual dependen, y no
de los países vencedores. Sus jueces son elegidos por el Consejo de
Seguridad a propuesta de la Asamblea General y revisten la calidad de
funcionarios judiciales con inmunidades diplomáticas. Actúan como juristas a
nombre propio y no en representación de los Estadios de los que son
nacionales.

14
Debe observarse que la única alternativa hubiera sido el Tribunal Permanente de La Haya (objetado por la URSS) o
incluir en su integración jueces de origen exclusivamente neutral .
15
Son hechos notorios los bombardeos aliados vencedores sobre poblaciones civiles y que a veces resultaron más
devastadores que los ordenados por los derrotados.
Corresponde también incluir en esta etapa, como tribunales “ad hoc”, los
posteriormente creados:
- por decisión unilateral de un Órgano de Administración que actuó en
nombre de las Naciones Unidas, como ser el Tribunal Especial para el Timor
Oriental (Res. CS. 1271 del 25.10.1999 y Reglamentos 2000/11 y 2000/15 de la
UNATAET) y los Tribunales de Kosovo (Res. CS.1244/99 y reglamentos de la
UNIMIK 1999/1, 1999/24, 2000/6, 2006/25 y 26).
- los creados por tratados internacionales firmados entre un Estado,
devastado por una guerra que destruyó su capacidad jurisdiccional, y las
Naciones Unidas, quien aporta los fondos, estructura y personal (jueces).
Ejemplo del Tribunal Especial de Sierra Leona, (por el tratado de Freetown del
16.01.2002,) y del Tribunal Especial de Camboya (por el tratado del 6.6.2003).
5. Etapa. La jurisdicción internacional plena. Corte Internacional Penal
permanente.
La firma del tratado de Roma del 17 de julio de 1988 abre las puertas
hacia un nuevo y novedoso sistema de juzgamiento y castigo por crímenes
internacionales.
Se trata de una Convención que fue ratificada por 113 Estados (al 18 de
agosto de 2010) y que al obtener el mínimo de las 60 ratificaciones entró a
regir el 1 de julio de 2002.16
Este tratado también denominado “Estatuto de Roma de la Corte
Internacional Penal” contiene en sus 128 artículos, normativa de carácter penal,
procesal, penitenciario e institucional.
Se contempla la constitución de un tribunal, su funcionamiento interno,
su jurisdicción y competencia. Tipifica en forma detallada los delitos
internacionales que delimitan su jurisdicción. Establece normas de carácter
procesal regulatorias de las distintas instancias, pruebas y recursos contra los
fallos. Contempla el necesario auxilio internacional para la detención de los
acusados, y finalmente las normas de ejecución de las condenas, esto es del
régimen penitenciario.
Las distintas modalidades en que tiene lugar el ejercicio de la
jurisdicción internacional penal, permite variadas clasificaciones:
IV.- Clasificaciones de la jurisdiccion internacional penal

Se pueden seguir variados criterios para clasificar la jurisdicción


internacional penal:
a.- En cuanto a la integración del tribunal: jurisdicción nacional,
internacional, hibrida o mixta.

16
Es interesante de referir, por ejemplo, que hay importantes Estados que aún no ratificaron o adhirieron a esta
Convención: Cuba, Estados Unidos de Norteamérica, China, Rusia, Corea del Norte, Israel, Irán, Iraq, entre otros. Es
por tal razón, que consideramos que el sistema internacional penal que establece la Convención de Roma, no tiene
vigencia universal, por lo que forma parte del denominado Derecho Internacional Particular. Ver. Dobovšek José.
Fuentes normativas del Derecho Internacional Penal. Ed. La Ley 2008, pág. 41 y ss.
b.- En cuanto a la oportunidad de constitución del tribunal: jurisdicción
internacional ad-hoc o permanente.
c.- En cuanto al ejercicio de la jurisdicción: jurisdicción voluntaria o
compulsiva
d.- En cuanto a la relación con la jurisdicción estatal: jurisdicción
suplementaria o excluyente
e.- En cuanto al ámbito territorial del ejercicio de la jurisdicción: jurisdicción
con competencia universal o limitada.

a.- La jurisdicción nacional, jurisdicción internacional y jurisdicción mixta


o hibrida:
Esta clasificación diferencia según el órgano que ejerce la jurisdicción
internacional.
a.- En la jurisdicción nacional, son los jueces estatales quienes aplican
la normativa del Dipen. Históricamente, y también en la actualidad, es una
modalidad que sigue la Comunidad Internacional: delega en la estructura
jurisdiccional de cada Estado, la punición de los “delicta iuris gentium”.
En tal caso, el juez estatal actúa simultáneamente como juez
internacional. Son los jueces nacionales quienes aplican la norma internacional
punitiva, por delegación del Derecho Internacional Penal General. Estos
tribunales actúan como órganos judiciales informales de la Comunidad
Internacional. Se parte del concepto de que el Estado, que promueve estas
acciones, actúa en nombre de todos los restantes. Es la denominada teoría
“del desdoblamiento funcional”, por el cual un órgano interno estatal reviste
también la calidad de órgano internacional.17
En esta modalidad del desdoblamiento funcional, los jueces
estatales que debían aplicar ambas normativas, a veces contradictorias,
llegaron a reconocer la prevalencia de las normas internacionales por sobre las
internas, incluso de jerarquía constitucional (así el caso de Noruega luego de la
segunda guerra mundial).18
Sobre este punto no podemos evitar referirnos a la jurisprudencia de
nuestra CSJN, en su actual composición (septiembre de 2010), que llegó a
relegar en un segundo plano la parte dogmática de nuestra CN, en particular el
art. 18, al disponer la aplicación de normas internacionales penales NO
ESCRITAS pero vigentes, en la Comunidad Internacional, como normas del
“ius cogens”.

17
Scelle, Georges. “Manuel de Droit International Public”. Ed. Domat-Montchrestien. Paris. 1948. pag.678, 690:
“cette jurisdiction sur les particuliers est une aplication type de la loi du dédoublement foctionnel, chaque ordre
judiciaire étatique fonctionne comme une section de l´ordre judiciaire international non-institué”. También
Quintano Ripolles, Antonio. “Tratado de Derecho Penal Internacional e Internacional Penal”. Tomo I. Ob.cit. pág.
438 y ss.
18
Por ley penal Noruega para la represión de crímenes de guerra del 4.5.1946 , se dispuso entre otros castigos, la
pena de muerte con efectos retroactivos. Tal normativa violaba la Constitución Noruega en sus arts.96 y 97. Los
tribunales locales aplicaron esta ordenanza manifiestamente inconstitucional, que generó múltiples recursos de
casación. El Tribunal de Casación de Oslo reafirmó la supremacía de la norma internacional que legitimaba la pena
de muerte: “Los enemigos que invadieron nuestro suelo insultando a su pueblo, se colocaron por este hecho fuera de
la ley constitucional, por lo tanto no aplicable, habida cuenta además, de que nosotros hemos de cumplir, ahora, los
otros deberes legales que derivan de las superiores normas del Derecho Internacional...”

10
En el caso Simon, Julio H y otros s/ privación ilegitima de la libertad (2.11.2005)
19
, se alegó la existencia de normas internacionales penales, presentes en la
conciencia internacional, pero que aún no se encontraban plasmadas por
escrito en un tratado o convención internacional (estas convenciones
entraron a regir con posterioridad a la comisión de los delitos imputados al
condenado). Con ello se dio prevalencia a la normativa internacional penal no
escrita, desplazando el principio del "nullun crimen sine lege praevia",
garantizado por la Constitución Nacional.20

b.- Jurisdicción internacional: Es la que ejercen los tribunales


propiamente internacionales, que pueden ser constituidos por: un Organismo
Internacional, vgr. Naciones Unidas en el caso de los tribunales de la Ex
Yugoeslavia o de Rwanda; o por un tratado: Tratado de Roma de 1998¨,
Tribunales de Sierra Leona, Camboya; o por los Estados vencedores de un
conflicto armado: Nüremberg, Tokio, de Iraq, como algunos ejemplos.
c.- Jurisdicción hibrida o mixta: Es la que corresponde a tribunales
integrados por jueces tanto nacionales como internacionales. Esta es una
modalidad reciente en la Comunidad Internacional.
Cuando la estructura jurisdiccional de un Estado se encuentra
seriamente afectada por una guerra civil o internacional, y para garantizar el
juzgamiento de los graves crímenes internacionales cometidos, se crean
nuevos tribunales o se integran los ya existentes, con jueces internacionales
quienes actúan en conjunción con los estatales (ej. salas integradas por
determinado número de jueces estatales internacionales)
Como ejemplos podemos citar al Tribunal Especial de Sierra Leona,
creado por el tratado de Freetown (1.19.2002 entre UN y Sierra Leona), el
Tribunal Especial de Camboya, (creado por el tratado del 6.6.2003 entre las UN
y Camboya), o los Tribunales de Timor Oriental y Especiales de Kosovo,
ambos creados por una entidad administradora de las Naciones Unidas
(novedosos sistemas de protectorado 21). En todos estos casos los tribunales
se encuentran integrados por jueces nacionales e internacionales.

b.- Jurisdicción internacional ad-hoc o permanente.


Esta clasificación tiene en cuenta la oportunidad de la constitución del
tribunal internacional: si es con posterioridad a la comisión de los “delicta iuris
gentium”, estamos en presencia de un tribunal “ad-hoc”. Esta fue una
modalidad típica del Dipen. De hecho, todos los tribunales internacionales
fueron constituidos con posterioridad a los hechos que debían juzgar.
Un hito trascendente en la historia del Dipen fue la constitución de la
Corte Internacional Permanente con sede en la Haya, por el Tratado de Roma
de 1998, cuyo estatuto empezó a regir el 1.7.2002. Es éste el primer tribunal

19
Simón, Julio Héctor y otros s/ privación ilegítima de la libertad, etc. causa N° 17.768C.. 1767.
XXXVIII.RECURSO DE HECHO. Expediente: 1767/2002 Tomo: 38 Letra: S Tipo: RHE.
20
Badeni, Gregorio: "Caso Simon y la supremacía constitucional". Suplemento de Jurisprudencia Penal. La Ley del
29 de julio de 2005, p. 11 y sgs. Este constitucionalista califica al fallo como "perversión y consecuente corrupción
del orden constitucional".- El fallo in extenso: ttp://www.csjn.gov.ar/consultaexp/documentos/cfal3/ver_fallos.jsp.
21
Estamos en presencia de una actualizada figura del "protectorado" internacional, aunque ejercido por las Naciones
Unidas. Se implementa a través de las "Administraciones Internacionales Provisorias" de las UN, como una respuesta
de la Comunidad Internacional al “deber” de actuar cuando el Estado no puede, o no quiere proteger a sus
ciudadanos. ver en Revista Académica de Relaciones Internacionales, núm. 10, febrero de 2009, GERI – UAM.-
permanente, con jueces designados de antemano a todo hecho criminal que
pudiera cometerse en el futuro y que deba ser por ellos juzgado.

c.- Jurisdicción voluntaria o compulsiva


Esta clasificación se atiene al modo del ejercicio de la jurisdicción
internacional respecto de los Estados afectados. Si estos tribunales se
constituyen con la voluntad del Estado, o si la jurisdicción les es impuesta en
forma compulsiva.
La jurisdicción convencional o voluntaria se caracteriza por participar en
su constitución la voluntad del, o los Estados, que pudieren ser afectados por
su ejercicio. Así podemos citar como ejemplos de jurisdicción voluntaria
internacional: la que ejerce la Corte Internacional Penal (por la convención de
Roma de 1998), el Tribunal Especial de Sierra Leona (tratado de Freetown del
16.01.2002), el Tribunal Especial de Camboya (tratado del 06.06.2003) entre
otros.
La jurisdicción compulsiva es la impuesta a los Estados afectados. Así el
caso de Nüremberg y Tokio, que les fue impuesta a los Estados de Alemania y
Japón por los países vencedores; de los Tribunales para la Ex Yugoslavia y de
Rwanda, por decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; de
Timor Oriental y de Kosovo, ambos por decisión de las Administraciones
Internacionales de las Naciones Unidas. Además corresponde considerar como
compulsiva la institución del Tribunal Especial de Iraq (10.12.2003), por
decisión del Consejo de Gobierno Iraquí, y que tuvo lugar durante la ocupación
militar internacional.

d.- Jurisdicción suplementaria o excluyente


Esta clasificación se atiene a la relación que existe entre el ejercicio de la
jurisdicción internacional penal y la jurisdicción penal del Estado. Si una
desplaza a la otra, o por el contrario, la complementa.22
Cuando nos referimos a la jurisdicción suplementaria, es en aquellos
casos en los que el tribunal internacional intervendrá, si y solo si, cuando el
Estado no ejercita su propio poder jurisdiccional. Ello puede ocurrir, por
ejemplo, cuando la estructura judicial del Estado no puede funcionar por su
destrucción generalizada, o cuando el Estado no quiere ejercer su poder
punitivo, o lo hace de manera simulada (simulacro judicial). En tales supuestos
intervendrán los tribunales internacionales.
Como ejemplo de jurisdicción suplementaria podemos citar la que ejerce
la Corte Internacional Penal Permanente, cuya actividad puede ser inhibida a
pedido del Estado si están llevando una investigación respecto de los actos que
son objeto de su intervención (Convención de Roma, artículos 17 y 18). En la
estructura del Tratado de Roma, la jurisdicción estatal es fundamental para la
persecución, juzgamiento y castigo de los autores de los “delicta iuris gentium”.
Sólo en su defecto intervendrá la Corte Internacional. 23
Por su parte, la jurisdicción internacional excluyente es aquella que
desplaza a la jurisdicción estatal. Ejemplos de ésta son la que ejercen los

22
Los textos de varios estatutos emplean el término “concurrent jurisdiction”. Sin embargo, a poco de analizar los
efectos, se concluye que su traducción al castellano no debe ser “jurisdicción concurrente”, dado que literalmente
desplazan o eliminan la competencia del Estado para entender en esas cuestiones. No hay “concurrencia” sino una
exclusión lisa y llana. De allí que preferimos emplear el término “jurisdicción excluyente”.
23
Dobovsek, José. Fuentes normativas del Derecho Internacional Penal. Pag. 308. Ed. La Ley. 2008.
tribunales para la Ex Yugoslavia (Res.827/93, estatuto art.9.2) de Rwanda
(Res. CS. 955/94, estatuto art.8.2) o de Sierra Leona (tratado de Freetown,
estatuto: art.8.2), entre otros. Estos Tribunales pueden desplazar a los
estatales y exigir la declinación de su competencia, aun en pleno proceso de
investigación.

e.- Jurisdicción con competencia universal o limitada.


Es una clasificación relativa a la jurisdicción que ejercen los
Estados, vale decir la de los jueces nacionales, en cuanto a la posibilidad de
alegar su competencia para juzgar los delicta iuris gentium cometidos fuera de
su territorio, y respecto de personas que no son sus nacionales.
El Dipen reconoce a los Estados la facultad para reprimir y sancionar las
violaciones a la normativa internacional. Inclusive, y en determinados casos
puntuales, puede obligar al Estado para que actúe y reprima tales crímenes.24
Es una excepción al principio del “locus delicti”. El crimen de piratería
cometido en alta mar es uno del los primeros que fueron objeto del
reconocimiento de la competencia universal.
La razón para el reconocimiento de esta competencia universal de los
Estados, es por cuanto el autor de un crimen internacional es considerado
como “hostis humani generis”, vale decir, enemigo del género humano. Por tal
motivo, cualquier Estado y en interés de la Comunidad Internacional, se
encuentra facultado para perseguir, detener, juzgar y castigar al autor de tales
actos.
Estamos en presencia de una suerte de “actio popularis”. Sin embargo,
no todos los Estados se aventuran a ejercitar tal acción en bien de la
Comunidad. Es necesario, en primer lugar, que exista una normativa estatal
que habilite al juez para ejercitar tal competencia universal y, en segunda
instancia, que exista una decisión política del Estado de hacer valer en forma
contundente esta competencia pese a las presiones políticas, o de cualquier
otro orden, a que pudiere ser sometido.

V.- La competencia universal del Estado argentino


Respecto del Estado Argentino, el análisis sobre la posibilidad del
ejercicio de la competencia universal por parte de los jueces, excede el objetivo
de este trabajo. Pero, sin lugar a dudas merece una breve referencia.
Corresponde reiterar que el Dipen delega en el Estado argentino la
facultad para invocar su competencia jurisdiccional para juzgar los crímenes
internacionales cometidos, tanto en su territorio como en el extranjero, sin
limitaciones en cuanto a la nacionalidad de los autores ni de las víctimas (salvo
las delegaciones que se hubieren convenido a favor de otro tribunal
internacional, por ejemplo las que surgen del Tratado de Roma de 1998,
ratificado por Argentina).
Esto en cuanto al ámbito internacional. Sin embargo, y conforme al
derecho estatal, es necesaria una normativa interna y específica que habilite a
los jueces argentinos para que invoquen esa “competencia universal” que
otorga la normativa internacional.

24
Convenios de Ginebra de 1949 así el Convenio I art.49, Convenio II art. 50, Convenio III art.129, Convenio IV
art.146, y los Protocolos de Ginebra de 1977 así el Protocolo I art. 85.1. que remite a los Convenios de Ginebra.
Al solo efecto indicativo, podemos afirmar que nuestra Constitución
reconoce la vigencia del Derecho de Gentes en su art. 118. La cuestión se
centra en la interpretación de la referida norma, que puede ser muy dispar. Por
una parte, la interpretación amplia, que surge de los votos de los jueces
Lorenzetti, Maqueda, Boggiano, Zaffaroni y Highton de Nolasco en el caso de
“Arancibia Clavel” 25. Estos jueces sostienen que las normas del derecho de
gentes y en particular del “ius cogens” tienen preeminencia aún por sobre las
garantías constitucionales, por lo que un juez nacional podría invocar la
competencia universal en el caso de violaciones a estas normas del “ius
cogens” (crímenes internacionales). Por otro lado, existe otra interpretación
restrictiva, en el sentido que el art. 118 es de naturaleza netamente procesal, y
la jurisdicción de los jueces nacionales se podrá extender extraterritorialmente
sólo a los delitos cometidos en el exterior que violen el derecho nacional y al
derecho de gentes. Según este criterio, para el juzgamiento de los delitos
internacionales por un juez argentino, previamente deberán estar legalmente
tipificados en el derecho nacional (art. 18 CN), y si son cometidos en el exterior,
deberán afectar la soberanía local o intereses tutelados por la ley nacional. En
resumidas cuentas deberá existir: delito nacional + delito internacional + lesión
a intereses nacionales. De modo tal que, para esta interpretación, los delitos
de lesa humanidad cometidos fuera de los limites de la Nación y que no afecten
su interés o poder soberano, aún tipificados legalmente, quedarían al margen
de la jurisdicción estatal argentina. 26
Sin embargo, el 13.12.2006 se sanciona la ley 26.200 para la
adecuación de la normativa penal y procesal argentina al Tratado de Roma de
1998. Se legisla también sobre la colaboración y auxilio procesal a la Corte
Internacional Penal. Por primera vez se incorpora al derecho penal argentino
como figura penal, al crimen de genocidio, de lesa humanidad y de guerra,
contemplados en los arts. 6, 7 y 8 del Estatuto de Roma (Convención del
17.7.1998).
Esta ley, en su art.4 al sentar el principio internacional “aut dedere aut
iudicare” (o extradito, o juzgo), autoriza a un limitado ejercicio de la
competencia universal para la Justicia Federal argentina. En efecto. Dice
esta norma:
ARTICULO 4º — Cuando se encuentre en territorio de la República Argentina o
en lugares sometidos a su jurisdicción una persona sospechada de haber
cometido un crimen definido en la presente ley y no se procediera a su
extradición o entrega a la Corte Penal Internacional, la República Argentina
tomará todas las medidas necesarias para ejercer su jurisdicción respecto de
dicho delito.
Ello significa que un juez Federal (competente por el art. 5 de la ley) no
solo está facultado, sino que DEBE disponer la detención y el juzgamiento de
toda persona que haya cometido algún crimen internacional (contemplado en la
Convención de Roma) siempre y cuando:
a.- el crimen se haya cometido en cualquier parte del orbe, pero que estuviere
sometido a la competencia de la Corte Internacional (sea que el crimen haya
tenido lugar en el territorio de un Estado que ratificó o adhirió a la Convención,

25
“Arancibia Clavel, Enrique Lautaro s/homicidio calificado y asociación ilícita y otros” causa n° 259C.A. 533.
XXXVIII.RECURSO DE HECHO. Ver en Jurisprudencia Argentina 2004 – IV-426
26
Badeni Gregorio. ob. cit. pag. 13.-
o que el autor del crimen sea nacional de un Estado que ratificó o adhirió a esta Convención - art. 12 .2 a y b- de la
Convención de Roma),
b.- sin importar la nacionalidad de las víctimas, y
c.- siempre y cuando el autor se encuentre en territorio argentino o sometido a su jurisdicción.
Véase que la norma no menciona la necesidad de que se afecten intereses o bienes nacionales (no se requiere un
punto de conexión nacional) sino que la persona imputada se encuentre en territorio argentino. Con ello se evidencia
que el simple hecho de la comisión de un crimen internacional (violación de una norma del “ius cogens”) ya habilita para que
el Estado argentino, considere al autor de esos crímenes como “hostis humani generis” y se sume a la “actio popularis” de la
Comunidad Internacional.
En tal supuesto se deberá proceder a la detención, y en el caso de no extraditar a un Estado reclamante o entregarlo a
la Corte Internacional, existe la obligación del Estado argentino de someterlo a proceso, de condenarlo si así procediere, y
hacer ejecutar la pena impuesta.
En conclusión, según la ley 26200, un tribunal nacional podrá juzgar y eventualmente condenar a un extranjero, por
crímenes cometidos en el extranjero y aún cuando las víctimas fueran extranjeras, siempre que se reúnan los requisitos antes
apuntados.

TRIBUNALES INTERNACIONALES ACTUALES


En el cuadro anexo pretendemos dar una visión, resumida por cierto, de los aspectos institucionales de los actuales
tribunales internacionales, deslindando la modalidad de su creación, las competencias y sus formas de funcionamiento.

Buenos Aires, septiembre 6 de 2010.


ASPECTOS INSTITUCIONALES DE LOS TRIBUNALES INTERNACIONALES

TIP TIPEY TIPR TIESL


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delitos la 17.7.1968
1.1.1991 1.1.1994 30.11.1996
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Convención
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os Iraquíes o i
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Persona
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Estado
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GUERRA

CRIMEN SI NO NO NO NO NO

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DELITOS NO NO NO SI SI SI
ESTATAL
ES Cod.Penal Cod.Pen Cod.P
de al de en de
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