1 Demanda de Amparo Aae VF Conferencias de Prensa
1 Demanda de Amparo Aae VF Conferencias de Prensa
1 Demanda de Amparo Aae VF Conferencias de Prensa
Alejandro Ramírez Lares, apoderado legal del directo quejoso Alonso Ancira Elizondo,
personalidad que acredito en términos de la escritura pública que se adjunta al presente
como ANEXO 1 (señalo bajo protesta de decir verdad que la misma es original), demando
en su favor el amparo y protección de la Justicia de la Unión. Autorizo en términos amplios
del artículo 12 de la Ley de Amparo al Licenciado en Derecho José Manuel Quintanal
Hernández (cédula profesional número 5228023).
Designo como domicilio legal el ubicado en Mercaderes número 39, colonia San José
Insurgentes, alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México.
Solicito tramitación del juicio en línea y sea autorizado el usuario “Alejandro.Ramirez”, que
se permita la consulta del expediente electrónico que se genere con motivo del presente
juicio de amparo, recibir notificaciones y promover recursos; preciso a esta autoridad que
el titular del usuario es el suscrito Alejandro Ramírez Lares.
A continuación, preciso:
I. TERCERO INTERESADO.
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decirlo con claridad. ¡Cómo vamos nosotros a darnos por atendidos si no
se repara el daño! Eso no lo podríamos hacer, sería complicidad.
Miren lo que pasó ayer. ¿Cuándo se iba a ver en México que un hombre
tan influyente como Ancira recibiera un revés del Poder Judicial, de la
Judicatura del Poder Judicial, que sanciona o suspende a un secretario de
juzgado que resuelve que ya no se podía enjuiciar al señor Ancira?
¿Cuándo se había visto eso?, si estos eran los que mandaban en el Poder
Judicial, eran los mandamases. Entonces, ya es otro el Poder Judicial. Claro, es
un proceso, lleva tiempo, pero es distinto.”
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Pero ¿eso incluye también situación de entrega de contratos a Altos Hornos de
México hasta que no se llegue a un arreglo?, porque es un proceso legal que
puede llevar tiempo y que pudiera estar afectando también esta zona de
Monclova, ahora que va a Coahuila.
Uno, que se sepa toda la verdad, todo. Así como salió un video y como ya
se conoce la denuncia de Lozoya, que declaren todos y se presenten
todas las pruebas, y lo mismo en el caso de García Luna.”
Pero es importante que sepan -o que todos estemos informados- que esa
empresa, o su socio principal, vendió una planta de fertilizante chatarra, al
gobierno, en 200 millones de dólares por encima de su precio real, o sea,
valía cuando mucho 50 millones de dólares y pagaron 275 millones de
dólares, y está probado porque hay auditorías.”
“Dos, dos, lo repito, tanto en el caso de García Luna como en el caso Lozoya
recuperar lo robado. Porque ayer que hablé de que los de AHMSA, el
señor, ¿cómo se llama?, Ancira, vendió su planta de fertilizante, que llevaba
16 años parada, arrumbada, una chatarra, se la compró el gobierno en 200
millones de dólares cuando menos de más, de sobreprecio, 200 millones de
dólares.
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“En el Poder Judicial, lo acabamos de ver, cómo de repente al señor
Ancira un secretario de un juzgado en un estado -creo que en Chiapas- le
concede un amparo y le protege argumentando que ya había prescrito el
delito por el que se le acusaba y de inmediato interviene el Consejo de la
Judicatura y lo somete a proceso.
“No le hace, pero no puede ninguna autoridad, creo yo, dar alguna
garantía a los implicados si no se repara el daño, al menos no lo vamos a
permitir. Si un juez dice que sin reparar el daño queda en libertad el señor
Ancira, yo desde aquí voy a pedir una investigación al juez. No es
amenaza ni advertencia, es que no puedo ser encubridor, como ningún
ciudadano debemos ser encubridores, cómplices, todos tenemos que
ayudar a limpiar de corrupción al país.”
Manifiesto bajo protesta de decir verdad, que los siguientes hechos constituyen los
antecedentes de los actos reclamados:
Ese mismo día 28 de mayo de 2019, el quejoso tuvo conocimiento por medio de diversas
notas periodísticas que en esta Ciudad de México, un Juez de Distrito de Control
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, libró una orden de aprehensión en su
contra y que la orden de búsqueda internacional -ficha roja- de que se habla, tenía como
finalidad el cumplimiento en territorio mexicano de aquel mandamiento judicial de captura.
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El 5 de junio de 2019, a través de medios de comunicación, el quejoso tuvo conocimiento
de que la autoridad emisora de esta orden de aprehensión era el Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Penal
Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Norte, en su carácter de Juez
de Control, José Artemio Zúñiga Mendoza.
Entonces, como parte de su derecho elemental de defensa el quejoso adoptó varias rutas
de combate legal.
Basta mencionar que con base en los lineamientos del Tratado de Extradición y Asistencia
Mutua en materia penal entre los Estados Unidos Mexicanos y el Reino de España, el
quejoso hizo uso de su derecho de negarse al sometimiento voluntario de la extradición
requerida, por considerar que no existen bases legales para atender dicha petición,
entre otras razones, porque los hechos que se le imputan presentan claros matices
de un delito político en términos del derecho internacional.
Con motivo de la rendición del informe justificado del juez de control señalado como
autoridad responsable en dicho juicio (575/2019), el quejoso tuvo finalmente acceso a la
orden de aprehensión emitida en su contra y al pliego de judicialización elaborado por el
Ministerio Público, a través del cual solicitó el mandamiento de captura en cuestión (se
adjuntan ambos documentos como ANEXO 2 y ANEXO 3, en miras a acreditar el
interés legítimo del impetrante en el presente juicio de amparo).
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Posteriormente, diverso apoderado legal del quejoso, promovió una segunda demanda de
amparo en contra de la omisión del Juez de Control José Artemio Zúñiga Mendoza de
decretar la extinción de la acción penal del delito imputado a Alonso Ancira Elizondo en la
causa 211/2019, del índice del Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México,
con sede en el Reclusorio Norte.
Desde los primeros días de su mandato como titular del Ejecutivo Federal (desde el 3 de
diciembre del año 2018), el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la
celebración de conferencias de prensa, diarias y matutinas, dirigidas por su persona, en
su cargo presidencial, con la finalidad de mantener “informado al pueblo mexicano” de
todas las acciones de su gobierno; lo anterior en obediencia a su deber de garantizar al
pueblo su derecho a la información. Constituye un hecho notorio que a tales conferencias
(denominadas comúnmente mañaneras) asisten medios de comunicación, para tener una
interlocución directa con la aquí señalada autoridad responsable y cuestionarla sobre
dudas o inquietudes en el desarrollo cotidiano de la administración pública. En tales
conferencias, la autoridad responsable emite comunicaciones generales a la ciudadanía o
responde a discreción cuestionamientos de los medios de comunicación asistentes.
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como culpable de los hechos delictivos que se le imputan en aquella causa penal,
llegando al extremo de sugerir abiertamente que había obtenido de “manera irregular”
una sentencia de amparo protectora.
Los actos que se reclaman mediante la presente demanda son precisamente las
manifestaciones públicas o declaraciones, hechas por el Presidente de la
República, ostentando dicha investidura (y no la de un particular) en relación al
proceso penal que enfrenta el quejoso. Estas manifestaciones son claramente
lesivas de los derechos humanos y garantías del impetrante, en forma directa, al
acceso información plural (oportuna y veraz), y en forma indirecta, a la presunción
de inocencia, a un debido proceso y al acceso a la justicia imparcial, constituyen
además claras intromisiones, injerencias y presiones inconstitucionales, tanto de la
autonomía de la Fiscalía General de la República como de la independencia del
Poder Judicial Federal, en inobservancia del principio de división de poderes.
Por mandato Constitucional (del artículo 20 del Pacto Federal) Alonso Ancira
Elizondo es a la fecha inocente de cualquier hecho delictivo imputado en su contra.
Esta condición de inocente no es elegible a facultad potestativa, de autoridades o
particulares, no se sujeta a un derecho de libre expresión o pensamiento, sino que
la ley lo consagra como prerrogativa humana mínima en un procedimiento penal. Lo
anterior es así, porque la secuela materia de la causa 211/2019 multimencionada se
encuentra en una fase incipiente, es decir, no existe sentencia ejecutoriada que
declare responsabilidad en contra del quejoso y lo condene a pena alguna.
Son los artículos 1, 6, 7, 14, 16, 20, 21, 49,102 y 116 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y el artículo 8.1 de la de la Convención Americana sobre los
Derechos Humanos.
Para mejor entendimiento. Antes de exponer las razones por las que la presente demanda
de amparo es procedente, es fundamental establecer cuáles son las interrogantes
jurídicas a resolver para aterrizar en la procedencia.
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2. ¿Qué relación tiene el derecho de Acceso a la Información con las
conferencias de prensa del Presidente de la República?
El juicio de amparo se sigue a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter quien
aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo, que se
acredita con la existencia de la norma constitucional, en la que se tutela el interés difuso
en beneficio del quejoso.
Alonso Ancira Elizondo se encuentra en una situación especial frente al orden jurídico en
relación con los actos reclamados, pues se encuentra sometido a una causa de
persecución penal.
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Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando señala de manera terminante que
pedirá investigar a cualquier Juez que ordene exonerar al quejoso, implican una
amenaza en contra de los integrantes del Poder Judicial de la Federación y, así,
constituyen presiones externas que no deben permitirse en un Estado democrático. La
violación al principio de independencia judicial implica también, una violación indirecta al
derecho a una justicia imparcial que asiste al quejoso.
Debe realizarse un estudio pormenorizado del acto reclamado en razón de que las
declaraciones que emitió el Presidente de la República incidieron con claridad en la esfera
jurídica del quejoso.
Por medio del presente juicio de amparo, se puede restituir al quejoso en el pleno goce de
los Derechos Humanos violados, volviendo al estado en que se encontraban las cosas
antes de la conculcación de derechos. Ello redundaría en un beneficio jurídico a favor del
quejoso.
Como se anticipó, en los primeros días de su mandato (desde el 3 de diciembre del año
2018), el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la celebración de
conferencias de prensa, diarias y matutinas, dirigidas por su persona, en su cargo
presidencial, con la finalidad de mantener “informado al pueblo mexicano” de todas las
acciones de su gobierno; lo anterior en obediencia a su deber de garantizar al pueblo su
derecho a la información. Constituye un hecho notorio que a tales conferencias
(denominadas comúnmente mañaneras) asisten medios de comunicación, para tener una
interlocución directa con la aquí señalada autoridad responsable y cuestionarla sobre
dudas o inquietudes en el desarrollo cotidiano de la administración pública. En tales
conferencias, la autoridad responsable emite comunicaciones generales a la ciudadanía o
responde a discreción cuestionamientos de los medios de comunicación asistentes.
Es precisamente a la luz del artículo 6º, párrafos primero y segundo, Constitucional, que la
autoridad aquí responsable, cumple su obligación de garantizar a los gobernados
información respecto a los actos de su administración. Lo anterior porque así lo
dispuso expresamente como titular del Ejecutivo Federal.
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La libre expresión de las ideas no constituye un derecho ilimitado en su ejercicio. Mas aun
cuando se está en presencia de una persona que detenta y ejerce uno de los puestos
públicos mas importantes del país. Por el contrario, constituye una obligación inexcusable
a su cargo (una vez delineado el canal elegido para la comunicación), ser congruente y
respetuoso del resto de derechos y garantías consagrados en la Constitución Federal.
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para compartir información relacionada con su gestión gubernamental
adquieren notoriedad pública y se convierten en relevantes para el interés
general. En estos casos, el derecho de acceso a la información (reconocido por el
artículo 6o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos) debe
prevalecer sobre el derecho a la privacidad de los servidores públicos (establecido en
los artículos 6o., párrafo primero, 7o., párrafo segundo y 16, párrafo primero,
constitucionales), que voluntariamente decidieron colocarse bajo un nivel mayor de
escrutinio social. En consecuencia, los contenidos compartidos a través de las redes
sociales gozan de una presunción de publicidad, y bajo el principio de máxima
publicidad previsto en el artículo 6o., apartado A, fracción I, de la Constitución Federal,
deben ser accesibles para cualquier persona, razón por la cual bloquear o no permitir
el acceso a un usuario sin una causa justificada, atenta contra los derechos de libertad
de expresión y de acceso a la información de la ciudadanía.
Amparo en revisión 1005/2018. Miguel Ángel León Carmona. 20 de marzo de 2019.
Cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Eduardo Medina Mora I., José
Fernando Franco González Salas y Javier Laynez Potisek; votó con reservas José
Fernando Franco González Salas; Javier Laynez Potisek manifestó que formulará voto
concurrente. Ponente: Eduardo Medina Mora I. Secretario: Juvenal Carbajal Díaz.
Por tanto, a la luz de los artículos 6º, 7º y 16, Constitucionales, la actividad de las
autoridades en la comunicación de información y actos directamente relacionadas en el
uso de dicho canal de comunicación, son susceptibles de vulnerar el derecho de acceso a
la información que tiene todo gobernado en forma directa, o bien otros derechos humanos
en forma indirecta.
Ahora bien, el interés legítimo del quejoso se encuentra plenamente probado, pues su
esfera jurídica ha sido lesionada por las declaraciones presidenciales, debido a que se
encuentra sujeto a un procedimiento penal y como imputado todas las autoridades deben
respetar sus derechos humanos, dentro del ámbito de sus respectivas competencias; si
bien no se violaron los derechos del quejoso dentro del proceso penal en forma directa, si
fueron violados en forma indirecta los principios de independencia judicial, división de
poderes y presunción de inocencia.
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Hace mucho que en la historia moderna de México, no existía una amenaza directa
de un poder a otro. El sentido de la afirmación presidencial no deja duda de
interpretación:
“No le hace, pero no puede ninguna autoridad, creo yo, dar alguna garantía a los
implicados si no se repara el daño, al menos no lo vamos a permitir. Si un juez
dice que sin reparar el daño queda en libertad el señor Ancira, yo desde aquí
voy a pedir una investigación al juez. No es amenaza ni advertencia, es que no
puedo ser encubridor, como ningún ciudadano debemos ser encubridores,
cómplices, todos tenemos que ayudar a limpiar de corrupción al país”
Estas violaciones afectan la esfera jurídica del quejoso, en tanto que atentan contra la
independencia judicial y la imparcialidad que de ella deriva, como garantía esencial del
debido proceso a su favor.
En ese sentido, las manifestaciones hechas por el Presidente de la República que aquí se
reclaman, son reparables, pues a través del presente juicio puede vincularse al mismo a
que en el mismo canal de comunicación empleado para emitirlas se retracte de ellas y se
le vincule a respetar los derechos trastocados en lo subsecuente.
Así, los actos de autoridad provenientes del Titular del Ejecutivo, afectan los derechos
subjetivos del quejoso y éste cuenta con interés legítimo para instar esta vía de control
constitucional.
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nacionales como internacionales para evidenciar la inconstitucionalidad e
convencionalidad de las declaraciones hechas por el Presidente de la República.
15. ¿Qué implicaciones genera que una autoridad exija, requiera o solicite en
forma reiterada y pública la reparación del daño de un delito al imputado,
antes que el mismo sea condenado por un Tribunal competente?
16. ¿Qué implicaciones tiene que, ante los medios de comunicación, se exija
a un imputado que repare el daño de un delito?
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17. ¿Cómo deben repararse las violaciones al principio de presunción de
inocencia cuando se expone a un imputado como culpable ante los
medios de comunicación y se le exige, requiere o insta públicamente a la
reparación del daño de un delito que aun no ha sido juzgado?
No es entendible bajo ninguna óptica que cualquier Gobierno imponga a los jueces la
obligación de resolver de determinada forma, so pena de ser investigados, suspendidos,
removidos de su cargo o, inclusive, encarcelados.
No cabe duda que, el principio de independencia judicial, existe y es uno de los pilares en
los que descansa el Estado de Derecho.
El principio de independencia judicial debe respetarse por los propios jueces, pues todas
sus decisiones deben dictarse conforme a su convicción acerca del caso en concreto, sin
doblegarse ante presiones de los demás Poderes de la Unión o de poderes fácticos.
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Dicho principio implica la obligación paralela de los demás Poderes de la Unión de no
pretender influir en las determinaciones judiciales mediante presiones mediáticas,
políticas o de cualquier naturaleza.
Destaca por su importancia el fragmento en que se hace énfasis: las conclusiones a las
que se arribe (el Poder Judicial) deben ser acordes al principio de independencia judicial.
Lo cierto es que, si el Titular del Ejecutivo emite declaraciones que constituyen amenazas
directas hacia el Poder Judicial, impide que exista un ejercicio libre de la función
jurisdiccional.
Debe decirse que el principio de independencia judicial no es un fin en sí mismo, sino que
es instrumental; resulta indispensable para garantizar el respeto al derecho humano de
acceso a la justicia. Es decir, la independencia judicial es un medio sin el cual el Estado
no puede garantizarle a sus gobernados el acceso a la justicia.
El principio que estamos analizando implica una obligación para los jueces, pero también
implica un derecho: el derecho a decidir libremente y sin ataduras o presiones externas.
Así lo ha sostenido el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
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duda alguna, presiones externas que menoscaban severamente la independencia judicial
y el debido proceso de Alonso Ancira.
Así, en cuanto a la independencia judicial, existen claras obligaciones que deben cumplir
los tres Poderes de la Unión:
Sin bien los jueces se encuentran obligados a ejercer la independencia judicial, desde un
punto de vista humano, es difícil ejercer esa independencia cuando el Presidente de la
República amenaza con instaurar (fuera de sus facultades constitucionales)
investigaciones administrativas y/o penales que podrían implicar la destitución injustificada
del cargo. Por lo anterior, es fundamental que el Poder Judicial vele por el libre ejercicio
de la función jurisdiccional y, en sede constitucional, prohíba al Presidente de la República
que emita pronunciamientos que coarten la libertad de decisión de los integrantes del
Poder Judicial, en tanto han afectado indirectamente la esfera jurídica del quejoso.
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“Con gran precisión teórica, Luis Diez Picazo, notable jurista español, distingue tres
subespecies dentro de la categoría de la independencia judicial como garantía. Estas
son:
Así, las presiones del Ejecutivo a través de los medios de comunicación, son una forma
de corrupción, en tanto que rompen el tejido institucional del Poder Judicial.
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones
de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
(Énfasis añadido).
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“No le hace, pero no puede ninguna autoridad, creo yo, dar alguna garantía a los
implicados si no se repara el daño, al menos no lo vamos a permitir. Si un juez
dice que sin reparar el daño queda en libertad el señor Ancira, yo desde aquí
voy a pedir una investigación al juez. No es amenaza ni advertencia, es que no
puedo ser encubridor, como ningún ciudadano debemos ser encubridores, cómplices,
todos tenemos que ayudar a limpiar de corrupción al país.”
(Énfasis añadido).
Es evidente que la declaración del Presidente, hoy autoridad responsable, es una clara
amenaza y advertencia a los jueces, para que resuelvan en contra del señor Alonso
Ancira, so pena de ser investigados.
Bajo ninguna perspectiva puede sostenerse que las declaraciones del Presidente son una
manifestación o ejercicio de la libertad de expresión, esto, pues sus declaraciones no las
hace como un ciudadano común, sino como un acto de autoridad bajo la investidura de
Presidente de la República y, bajo ese papel, no puede bajo ninguna circunstancia emitir
pronunciamientos sobre aspectos que no le corresponden, sobre todo, cuando implican
limitar o anular en forma definitiva la libertad de los jueces de decidir conforme a sus
propias convicciones.
En síntesis, este caso versó sobre la destitución de tres miembros del Tribunal
Constitucional de Perú, sin que existiera un respeto al debido proceso. Al resolver el caso,
la Corte Interamericana realizó un estudio profundo del principio de independencia
judicial. A continuación, se transcribe un fragmento de ese estudio:
El mismo criterio se sostuvo en los siguientes casos: Caso Chocrón Chocrón Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de julio
de 2011. Serie C No. 227, párr.100; Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239, párr. 186;
Caso de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros) Vs. Ecuador. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de agosto de 2013. Serie C
No. 266, párr. 146; Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de
agosto de 2013. Serie C No. 268, párr. 190.
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En la sentencia del Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela, se destaca la importancia de
la independencia judicial y la prohibición de que existan presiones externas a la función
judicial:
68. El principio de independencia judicial constituye uno de los pilares básicos de las
garantías del debido proceso, motivo por el cual debe ser respetado en todas las
áreas del procedimiento y ante todas las instancias procesales en que se decide sobre
los derechos de la persona. La Corte ha considerado que el principio de
independencia judicial resulta indispensable para la protección de los derechos
fundamentales, por lo que su alcance debe garantizarse inclusive, en situaciones
especiales, como lo es el estado de excepción.
...
70. Conforme a la jurisprudencia de esta Corte y de la Corte Europea, así como de
conformidad con los Principios básicos de las Naciones Unidas relativos a la
independencia de la judicatura (en adelante “Principios Básicos”), las siguientes
garantías se derivan de la independencia judicial: un adecuado proceso de
nombramiento, la inamovilidad en el cargo y la garantía contra presiones externas.
80. Los Principios Básicos disponen que los jueces resolverán los asuntos que
conozcan “basándose en los hechos y en consonancia con el derecho, sin
restricción alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o
intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualesquiera sectores o
por cualquier motivo”. Asimismo, dichos principios establecen que la judicatura
“tendrá autoridad exclusiva para decidir si una cuestión que le haya sido sometida
está dentro de la competencia que le haya atribuido la ley” y que “no se efectuarán
intromisiones indebidas o injustificadas en el proceso judicial”.
(Énfasis añadido).
Por otro lado, en el Caso Villaseñor Velarde y Otros vs. Guatemala, resuelto por la
Corte Interamericana. la Jueza María Eugenia Villaseñor Velarde y otros, durante su
encargo como jueces, recibieron constantes amenazas e intimidaciones tendientes a que
resolvieran los asuntos sometidos a su conocimiento en determinado sentido. La violación
estatal en este caso se dio en forma omisiva por no evitar tales intimidaciones, así como
la falta de medidas de protección a favor de las víctimas, es decir, los jueces.
En este caso, las personas que amenazaban e intimidaban a los jueces eran, al parecer,
ciudadanos que no ocupaban cargos públicos, es decir, no se trataba de integrantes de
otros poderes de la República de Guatemala. Sin embargo, esa circunstancia no anula la
aplicabilidad del criterio de la Corte Interamericana pues es claro que cualquier Estado
parte de la Convención, no solo debe omitir pretender interferir en el adecuado
ejercicio del poder alterno, sino que es su obligación proteger a la judicatura de
cualquier presión externa, sea ésta pública o privada.
Dada esa obligación, se acude a esta instancia constitucional a solicitar que se ampare al
quejoso para que se respete el principio de independencia judicial (principio instrumental)
-PÁGINA 19-
para que, así, tenga vigencia y aplicación efectiva su derecho de acceso a una justicia
imparcial en donde el Tribunal que resuelva su caso sea plenamente independiente.
83. La Corte ha señalado que “el ejercicio autónomo de la función judicial debe ser
garantizado por el Estado”, siendo “la garantía de la independencia de los jueces” uno
de “los objetivos principales que tiene la separación de los poderes públicos”.
Se reitera, esa prohibición vincula a los Estados parte a proteger a los jueces, lo cual,
implica una protección paralela a los gobernados, pues sin independencia judicial, éstos
no pueden acceder a una justicia independiente e imparcial.
Bajo ese panorama, no solo se viola el derecho de los jueces, sino también el derecho de
Alonso Ancira Elizondo a acceder a una justicia completamente imparcial. Esa violación
debe repararse por el Estado Mexicano y, por eso, se acude ante este órgano de control
constitucional.
Resulta fundamental que, a través del juicio de amparo, el Poder Judicial proteja al
quejoso en contra de las injerencias arbitrarias y autoritarias en las que ha incurrido el
Presidente de la República, pues es la única herramienta con la que cuenta para obtener
una reparación del Derecho Humano violado.
-PÁGINA 20-
El principio de división de poderes y su violación.
Ahora bien, las investigaciones a las que se refiere el Presidente, pueden ser o de
carácter penal, en cuyo caso le corresponden al Fiscal General de la República, o de
carácter administrativo, en cuyo caso le corresponden al Consejo de la Judicatura
Federal.
En el apartado anterior ya dijimos las razones por las que tales declaraciones implican un
amedrentamiento de los jueces que integran el Poder Judicial de la Federación, a esa
consideración, debe sumarse que el Presidente de la República no tiene facultades para
ordenar ese tipo de investigaciones.
Una postura de ese tipo, rompe con la garantía de acceso a la información plural y veraz
en cuyo contexto de ministración se desarrollaron los actos reclamados. El Presidente de
la República mal informa al sugerir o dar a entender que dentro de sus facultades legales
se encuentra una investigación. En todo caso, si quiere erigirse como un denunciante, así
debe exponerlo ante su audiencia.
8 Artículo 1o.- El Poder Judicial de la Federación se ejerce por: ...VI. - El Consejo de la Judicatura Federal;
9 Artículo 102. A. El Ministerio Público de la Federación se organizará en una Fiscalía General de la República como órgano público
autónomo, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio.
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Así, el Presidente, en sus conferencias matutinas, asume un papel que no le corresponde,
pues no está facultado para ordenar ninguna investigación de carácter penal. La
autonomía de la Fiscalía General de la República es un avance importante adoptado en
nuestro país en miras a la consecución de un sistema de justicia penal transparente; el
objetivo de la autonomía es despolitizar a los procesos penales y que un órgano técnico
se encargue de sostener acusaciones con base en el derecho y no los vaivenes políticos.
Las declaraciones del Presidente de la República rompen drásticamente con esta
autonomía, pues interfiere públicamente con las facultades unilaterales del Fiscal General,
y con la libertad de actuar conforme a su criterio en cada caso. El Titular del Ejecutivo
evade la autonomía del Fiscal para atemorizar a los jueces que, dado el caso, absuelvan,
amparen o beneficien al quejoso. Esto, sin duda, implica una regresión en la vida
democrática de nuestro país.
Artículo 97. Los Magistrados de Circuito y los Jueces de Distrito serán nombrados y
adscritos por el Consejo de la Judicatura Federal, con base en criterios objetivos y de
acuerdo a los requisitos y procedimientos que establezca la ley. Durarán seis años en
el ejercicio de su encargo, al término de los cuales, si fueran ratificados o promovidos
a cargos superiores, sólo podrán ser privados de sus puestos en los casos y conforme
a los procedimientos que establezca la ley.
(Énfasis añadido).
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en el capítulo respectivo, se solicita que se otorgue la suspensión provisional y en su
momento la definitiva, para efecto de que se le instruya al Titular del Ejecutivo se
abstenga de realizar pronunciamientos en torno a la forma en que deben resolver los
jueces el asunto del quejoso Alonso Ancira Elizondo.
Del principio de presunción de inocencia
y su violación.
“Estoy hablando del señor Ancira, busquen los antecedentes de cómo el señor
Ancira era poderoso caballero, con amistades, influencias, en lo más alto del
poder. Entonces, esto ya es distinto y si un Ministerio Público, un juez no está
actuando bien, además de la fiscalía y además de la judicatura, el tribunal del
pueblo, lo que aquí vienen a decir ustedes con toda libertad.”
(Énfasis añadido).
-PÁGINA 23-
El artículo 20 constitucional, al establecer los derechos de las víctimas, aclara la
naturaleza jurídica de la reparación del daño, como una sanción penal cuyo presupuesto
es la condena:
Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.
…
C. De los derechos de la víctima o del ofendido:
…
IV. Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio
Público estará obligado a solicitar la reparación del daño, sin menoscabo de que la
víctima u ofendido lo pueda solicitar directamente, y el juzgador no podrá absolver
al sentenciado de dicha reparación si ha emitido una sentencia condenatoria.
Por otro lado, el artículo 29 del Código Penal Federal10 cataloga expresamente a la
reparación del daño como una sanción penal; de manera que exigir, pedir, sugerir
públicamente al quejoso que repare el daño, implica tratarlo como culpable ante la opinión
pública en forma anticipada al momento procesal oportuno y fuera de todo cause legal.
Los artículos citados nos permiten arribar a la conclusión de que la reparación del daño es
parte de la pena, es una sanción pecuniaria que puede imponer el Juez una vez que ha
declarado culpable al imputado. Por lo tanto, cuando el Presidente de la República le
exige al quejoso que repare un daño, se coloca en la posición que le corresponde al Juez
y, al mismo tiempo, expone ante los medios al señor Ancira, como culpable.
-PÁGINA 24-
Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los
principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e
inmediación.
...
(Énfasis añadido).
El Código Nacional de Procedimientos Penales, como norma rectora del proceso penal,
aterriza el principio de presunción de inocencia mediante la prohibición de que los
imputados sean expuestos ante los medios de comunicación, pues se genera una
convicción de culpabilidad en la opinión pública antes de que si quiera sean juzgados ante
un Tribunal imparcial:
(Énfasis añadido).
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juicio. Particularmente, la violación a la regla de trato de la presunción de inocencia
puede influir en un proceso judicial cuando la actuación indebida de la policía que
pretenda manipular la realidad, tienda a referirse a: (i) la conducta, credibilidad,
reputación o antecedentes penales de alguna de las partes, testigos o posibles
testigos; (ii) la posibilidad de que se produjere una confesión, admisión de hechos,
declaración previa del imputado o la negativa a declarar; (iii) el resultado de exámenes
o análisis a los que hubiese sido sometido alguien involucrado en el proceso; (iv)
cualquier opinión sobre la culpabilidad del detenido; y, (v) el hecho de que alguien
hubiera identificado al detenido, entre muchas otras.
(Énfasis añadido).
La sola exhibición de un imputado ante los medios de comunicación implica una violación
a la presunción de inocencia, pues se expone al imputado como culpable y se politizan los
procesos que deben ventilarse únicamente en los tribunales.
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gravedad de la acusación fueran suficientemente gravosas por sí mismas para
generar un efecto estigmatizante. 4. La accesibilidad que los sujetos relevantes tienen
a esa información. Al valorar este aspecto, el juez puede analizar el grado de cercanía
que él mismo, los testigos o los sujetos que intervienen en el proceso tienen con
respecto a la información cuestionada. Si la información es demasiado remota,
existirán pocas probabilidades de que el juzgador o tales sujetos hayan tenido acceso
a la misma; consecuentemente, la fiabilidad de las pruebas difícilmente podría ser
cuestionada. Estos criterios no pretenden ser una solución maximalista, capaz de
cubrir todos los supuestos. Se trata, tan sólo, de criterios orientadores que facilitan la
tarea de los tribunales al juzgar este tipo de alegatos. Es decir, se trata de indicadores
que, por sí mismos, requieren apreciación a la luz de cada caso concreto. De ningún
modo deben interpretarse en el sentido de que sólo existirá impacto en el proceso
cuando un supuesto reúna todos los elementos ahí enunciados. En conclusión, el
solo hecho de que los medios de comunicación generen publicaciones donde
las personas sean concebidas como "delincuentes", ciertamente viola el
principio de presunción de inocencia en su vertiente de regla procesal. Sin
embargo, para evaluar el impacto que estas publicaciones pueden tener en un
proceso penal, es necesario que los jueces realicen una ponderación motivada para
establecer si se está en condiciones de dudar sobre la fiabilidad del material
probatorio.
(Énfasis añadido).
El criterio sostenido por la Primera Sala es claro: la mera exposición de los imputados
ante los medios de comunicación como culpables, como lo ha hecho insistentemente el
Presidente de la República al señalar al quejoso, sugiriendo, pidiendo e incitándolo a que
repare el daño de un delito del que no ha sido juzgado, implica violar su derecho a la
presunción de inocencia. Esa violación tiene reparación: el Presidente debe retractarse
públicamente de esas declaraciones para que la imagen que la sociedad se ha creado
acerca de la culpabilidad del quejoso, sea eliminada.
119. La Corte observa, en primer lugar, que en el presente caso está probado que el
señor Cantoral Benavides fue exhibido ante los medios de comunicación, vestido con
un traje infamante, como autor del delito de traición a la patria, cuando aún no había
sido legalmente procesado ni condenado (supra párr. 63.i.).
(Énfasis añadido).
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mediante sentencia condenatoria firme), pues eso implica imponer una pena o
consecuencia anticipada al quejoso.
El mismo criterio sostuvo la Corte Interamericana en los siguientes casos: Caso Ricardo
Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2004. Serie C No. 111, párr. 153; Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de
2010 Serie C No. 220, párr. 183; Caso López Mendoza Vs. Venezuela. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2011 Serie C No. 233, párr. 128;
Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27
de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr. 228.
El diverso precedente (Caso Lori Berenson Mejía vs. Perú.) Lori Berenson Mejía fue
procesada en el fuero militar por el delito de traición a la patria en una época en la que
Perú atravesaba una crisis por actos terroristas. Una vez detenida, Lori Berenson fue
presentada ante los medios de comunicación y se le estigmatizó como una traidora a la
Patria bajo el contexto de la crisis en cuestión.
158. Durante el proceso militar, la señora Lori Berenson fue exhibida por la DINCOTE
ante los medios de comunicación como autora del delito de traición a la patria, cuando
aún no había sido legalmente procesada y condenada (supra párr. 88.28).
[el derecho a la] presunción de inocencia puede ser violado no sólo por un juez
o una Corte sino también por otra autoridad pública. […] [el] artículo 6 párrafo 2
[de la Convención Europea] no puede impedir a las autoridades informar al público
acerca de las investigaciones criminales en proceso, pero lo anterior requiere que lo
hagan con toda la discreción y la cautela necesarias para que [el derecho a] la
presunción de inocencia sea respetado.
160. El derecho a la presunción de inocencia, tal y como se desprende del artículo 8.2
de la Convención, exige que el Estado no condene informalmente a una persona
o emita juicio ante la sociedad, contribuyendo así a formar una opinión pública,
mientras no se acredite conforme a la ley la responsabilidad penal de aquella.
(Énfasis añadido).
El juicio de amparo está diseñado para instituirse como un recurso efectivo, por lo tanto,
atañe a esta vía constitucional reparar las violaciones al principio de presunción de
inocencia en las que ha incurrido el Titular del Ejecutivo Federal.
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El mismo criterio se sostuvo en el Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr.
235.
Finalmente, en el Caso Acosta y otros vs. Nicaragua, advertimos la señora María Luisa
Acosta era una defensora de derechos humanos en Nicaragua. Su esposo fue asesinado,
por lo que se iniciaron las investigaciones correspondientes y se instruyó un proceso
penal en contra de ciertas personas. El juez encargado de la instrucción realizó una serie
de declaraciones en el diario de mayor circulación nacional de ese entonces, refiriéndose
a una manifestación de la señora Acosta realizada en el marco de la instrucción que se
seguía por la muerte de su esposo, en la que se señaló como sospechoso a una persona
que en ese momento no identificó. El juez manifestó ante la prensa que tal declaración,
así como una respuesta de ella a una pregunta de la fiscalía “perfectamente encuadraba
en señalarla como encubridora del homicidio de su esposo”.
Así, el Juez de instrucción, expuso a la Señora Acosta como partícipe y culpable de haber
encubierto al asesino de su esposo. Al respecto, la Corte sostuvo:
205. En el presente caso, la Corte considera que las declaraciones del juez
instructor de la causa en un medio de comunicación social pudieron tener
efectos perniciosos, de desacreditación, estigmatización o desprestigio, que
pudieron generar impactos tanto psicosociales en la señora Acosta y otros
familiares, tal como se desprende de sus declaraciones…
Resulta fundamental analizar el caso citado, pues tiene una diferencia muy importante con
respecto a los dos anteriores. Los dos casos analizados anteriormente, se refieren a
hechos en los que los imputados fueron físicamente expuestos ante los medios de
comunicación, lo cual, los estigmatizó como culpables ante la opinión pública.
El caso de la Señora María Luisa Acosta es relevante para el presente caso, pues ella no
fue exhibida físicamente ante los medios de comunicación en su detención, sino que el
Juez instructor la mencionó como culpable del delito de encubrimiento ante la prensa
escrita. Lo mismo sucede en el caso del quejoso: el Presidente de la República lo expone
constantemente ante los medios de comunicación con formas y sugerencias como
culpable de hechos delictivos e irregulares. Señala también el Titular del Ejecutivo que el
señor Ancira tiene que “reparar el daño”, cuando no existe una sentencia firme en la que
se le haga responsable de haber causado un daño a consecuencia de una conducta
delictiva.
Así, la mención del nombre del quejoso ante los medios y la estigmatización que se ha
generado en relación a su persona y proceso penal, es una clara violación al principio de
presunción de inocencia que debe repararse en esta sede constitucional.
Por estas razones es que debe otorgarse el amparo y protección de la Justicia Federal al
quejoso, para el efecto de que el Presidente de la República se retracte públicamente de
las manifestaciones hechas en cada uno de los actos reclamados en relación con el
proceso penal que afronta el quejoso Alonso Ancira Elizondo, así como, se abstenga de
realizarlas en el futuro.
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autoridades judiciales mexicanas. Así lo ha establecido la Suprema Corte de Justicia de la
Nación:
X. CAPÍTULO DE SUSPENSIÓN.
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La concesión de la suspensión es procedente en términos del artículo 107, fracción X de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en términos de los
artículos 147 y 150 de la Ley de Amparo, que otorgan facultades amplias al Juzgador
constitucional para que analice caso a caso la procedencia de la suspensión, y de ser
posible, restituya al quejoso en el goce de los derechos que estime violados, cuando se
encuentren en riesgo de daños irreparables o de difícil reparación.
Lo anterior obedece a que en el caso se satisfacen los requisitos establecidos por la Ley
de Amparo; tolerar la vigencia del acto reclamado en esas condiciones implica consentir la
imposibilidad de reparar el daño que podrían ocasionar los actos reclamados, en
menoscabo de los derechos del impetrante.
Se solicita a este Juzgador, analice la naturaleza de las violaciones alegadas así como el
hecho o actos que entrañan las mismas, considerando sus características y su
trascendencia, pues de estas se podrá advertir que los motivos de reclamo son violatorios
de derechos fundamentales.
Deviene absurdo suponer una sobre posición del interés general a los
derechos del quejoso, basado en una premisa falsa como lo es la creencia
de la autoridad responsable de que su opinión puede generalizarse o
irradiarse a la ciudadanía que gobierna.
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• La no concesión de la suspensión, ocasiona daños de difícil reparación al quejoso.
Pues durante todo el tiempo que subsistan los efectos o condiciones generadas
por los actos reclamados, sus derechos (acceso a justicia imparcial y presunción
de inocencia) se debilitan severamente sin posibilidad de restituirse.
Que el Titular del Ejecutivo informe sobre su gestión a los gobernados no genera violación
de alguna especie en sí misma, excepto cuando dicha actuación conlleva violación a la
presunción de inocencia, independencia judicial y división de funciones, en cuyo caso, es
dable que la responsable sea vinculada de inmediato a respetar los postulados básicos
del Estado de Derecho, para evitar una afectación indirecta en perjuicio del quejoso.
Por el contrario, negar la suspensión, supone una permisión del propio Poder Judicial
para aceptar presiones externas en detrimento de los Jueces que les corresponda
analizar asuntos relacionados con el quejoso.
Al respecto la jurisprudencia por contradicción de tesis sustentada por el Alto Tribunal ha
sostenido:
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invocado por el quejoso, de modo tal que, según un cálculo de probabilidades, sea
posible anticipar que en la sentencia de amparo se declarará la inconstitucionalidad
del acto reclamado. Ese examen encuentra además fundamento en el artículo 107,
fracción X, constitucional, en cuanto establece que para el otorgamiento de la medida
suspensional deberá tomarse en cuenta, entre otros factores, la naturaleza de la
violación alegada, lo que implica que debe atenderse al derecho que se dice violado.
Esto es, el examen de la naturaleza de la violación alegada no sólo comprende el
concepto de violación aducido por el quejoso sino que implica también el hecho o acto
que entraña la violación, considerando sus características y su trascendencia. En todo
caso dicho análisis debe realizarse, sin prejuzgar sobre la certeza del derecho, es
decir, sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados, ya
que esto sólo puede determinarse en la sentencia de amparo con base en un
procedimiento más amplio y con mayor información, teniendo en cuenta siempre que
la determinación tomada en relación con la suspensión no debe influir en la sentencia
de fondo, toda vez que aquélla sólo tiene el carácter de provisional y se funda en
meras hipótesis, y no en la certeza de la existencia de las pretensiones, en el
entendido de que deberá sopesarse con los otros elementos requeridos para la
suspensión, porque si el perjuicio al interés social o al orden público es mayor a los
daños y perjuicios de difícil reparación que pueda sufrir el quejoso, deberá negarse la
suspensión solicitada, ya que la preservación del orden público o del interés de la
sociedad están por encima del interés particular afectado. Con este proceder, se evita
el exceso en el examen que realice el juzgador, el cual siempre quedará sujeto a las
reglas que rigen en materia de suspensión.
Los efectos restitutorios del derecho violado son factibles en términos del artículo 147 de
la Ley de la Materia. Es patente que debe ser respetada por todas las autoridades del
país la presunción de inocencia y restituir al quejoso en su imagen de inocente durante el
curso de su proceso:
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al quejoso en el goce del derecho violado mientras se dicta sentencia ejecutoria en el
juicio de amparo. En efecto, sus párrafos segundo y tercero prevén la posibilidad de
que la medida suspensional tenga como efecto restablecer provisionalmente al
quejoso en el goce del derecho violado, mientras se dicta la sentencia ejecutoria
relativa, siempre y cuando sea jurídica y materialmente posible. Asimismo, debe fijarse
la situación en la cual habrán de quedar las cosas y tomar las medidas pertinentes
para conservar la materia del amparo, hasta la terminación del juicio. El órgano
jurisdiccional de amparo también está obligado a dictar las medidas necesarias para
evitar que se defrauden los derechos de menores o incapaces, en tanto se dicta la
sentencia definitiva, con lo cual existe la posibilidad no sólo de que sean medidas
conservatorias, sino también innovativas y prohibitivas, acorde con la naturaleza del
acto reclamado, para garantizar que los derechos de ellos no se defrauden y, por
ende, se hagan efectivos. Por otro lado, dependiendo de la naturaleza del acto
reclamado, tiene facultad para establecer condiciones de cuyo cumplimiento que dé la
quejosa, depende que la medida cautelar siga surtiendo efectos. Entonces, el texto del
artículo 147 citado, obliga al Juez a analizar cada caso concreto y sin importar si
el acto reclamado tiene carácter positivo, negativo u omisivo, dado que la norma
no hace distinción al respecto, debe ponderar la apariencia del buen derecho y
la afectación o perjuicio que ocasione el acto, para establecer en qué medida se
afecta un derecho sustantivo del agraviado, puesto que tan graves pueden ser las
consecuencias de un acto positivo, como las de una omisión, porque lo relevante es
precisar cómo se manifiesta el acto reclamado en la esfera de derechos del quejoso.
En ese contexto, sí podrá conceder la suspensión contra un acto omisivo y fijar la
situación que habrá de imperar, ordenando que todo se conserve en el estado en que
se encuentra y, en su caso, de resultar jurídica y materialmente factible, restablecer de
manera provisional al quejoso en el disfrute de la prerrogativa que le fue afectada y
dictar las medidas necesarias para que no se defrauden los derechos de menores o
incapaces.
(Énfasis añadido).
Por todo lo anterior se solicita conceder la suspensión de los actos reclamados primero en
forma provisional y después definitiva, pues con ello se impediría que se agraven los
efectos de los actos reclamados y se ocasionen daños de difícil reparación.
Con fundamento en los artículos 75, 119 y 121 de la Ley de Amparo, para la tramitación
tanto del cuaderno incidental como del principal, se ofrecen las siguientes pruebas:
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en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en la
Ciudad de México, con sede en el reclusorio Norte, en funciones de Juez de
Control José Artemio Zuñiga Mendoza. (misma que se adjunta como ANEXO 3).
Dicha copia certificada fue rendida al juicio de amparo 575/2019 narrado en los
antecedentes, donde el quejoso tuvo acceso electrónico y obtuvo el documento
escaneado que la autoridad responsable remitiera a dicho juicio en
acompañamiento a su informe justificado.
Dicha copia certificada fue rendida al juicio de amparo 575/2019 narrado en los
antecedentes, donde el quejoso tuvo acceso electrónico y obtuvo el documento
escaneado que la autoridad responsable remitiera a dicho juicio en
acompañamiento a su informe justificado.
Queda demostrado que Alonso Ancira Elizondo se encuentra en una situación especial
frente al orden jurídico en relación con los actos reclamados, pues se encuentra sometido
a una causa de persecución penal, en el expediente 211/2019 del Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Penal
Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Norte, en su carácter de Juez
de Control, José Artemio Zúñiga Mendoza.
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• Carlos Loret de Mola Álvarez, periodista, y
Todos en su calidad de ciudadanos, para que declaren en relación con los hechos objeto
de los antecedentes de la presente demanda y los reclamados en la misma.
El perfil personal de cada testigo, es del dominio público. Se tratan de individuos activos
en la vida pública del país con diferentes formaciones profesionales y una clara libertad de
pensamiento. Jurista, politóloga y comunicadores, respectivamente, podrán ilustrar a su
señoría respecto al alcance o trascendencia, desde su propia percepción personal, de
manifestaciones ejecutivas de estigmatización pública.
En su momento se indicarán los domicilios donde puedan ser citados los mencionados
testigos, así como el pliego de preguntas para que las respondan ante la presencia
judicial.
1. Caso Tribunal Constitucional vs. Perú. (se adjunta como ANEXO 14)
2. Caso Chocrón Chocrón vs. Venezuela. (se adjunta como ANEXO 15)
3. Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile. (se adjunta como ANEXO 16)
4. Caso de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros.) vs. Ecuador. (se
adjunta como ANEXO 17)
5. Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela. (se adjunta como ANEXO 18)
6. Caso Villaseñor Velarde y otros vs. Guatemala. (se adjunta como ANEXO 19)
7. Caso Cantoral Benavides vs. Perú. (se adjunta como ANEXO 20)
8. Caso Ricardo Canese vs. Paraguay. (se adjunta como ANEXO 21)
9. Caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México. (se adjunta como ANEXO 22)
10. Caso López Mendoza vs. Venezuela. (se adjunta como ANEXO 23)
11. Caso Lori Berenson Mejía vs. Perú. (se adjunta como ANEXO 24)
12. Caso Acosta y otros vs. Nicaragua. (se adjunta como ANEXO 25)
Atentamente,
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Ciudad de México, a la fecha de su presentación.
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