Resiliencia
Resiliencia
Resiliencia
AUTOR (es):
Kotliarenco, María angélica; Cáceres, Irma y Fontecilla, Marcelo.
Entidad productora:
Organización Panamericana de la Salud. Oficina Sanitaria
Panamericana, Oficina Regional de la Organización Mundial de la
salud. Julio de 1997
Entidad que financia:
Fundación W.K. Kellogg; Agencia sueca de Cooperación
Internacional para el Desarrollo; Centro de estudios y atención
del niño y la mujer CEANIM.
Algunas definiciones:
- Habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y
acceder a una vida significativa y productiva (ICCB, 1994).
INVULNERABILIDAD:
niños que parecían constitucionalmente tan fuertes, que no
cedían frente a las presiones del estrés y la adversidad (años
70s). Es un concepto más bien del campo de la psicopatología.
COMPETENCIA:
Los modelos conceptuales que están a la base de la competencia
intentan, a diferencia de aquellos basados en la enfermedad,
explicar la naturaleza y las causas de los desarrollos exitosos
[ successful developmental autcomes ]. Los modelos
conceptuales utilizados tienden a ser de naturaleza conductual y
escasamente enfatizan en los procesos biológicos subyacentes.
Este enfoque está siendo utilizado en investigaciones que
estudian los procesos de desarrollo (Por ejemplo en la capacidad
de resolver problemas. (Masten, 1978; Sameroff y Séller, 1990).
Los estudios que se basan en el modelo de competencia están
bien articulados dado que analizan cuáles son las características
que identifican las influencias recíprocas que ocurren entre los
sistemas sociales e individuales. Una forma diferente de
aproximación para buscar una explicación a la competencia,
consiste en intentar encontrar factores específicos que darían
cuenta del desarrollo exitoso de personas en las cuales se
predecían resultados deficientes, como consecuencia de estar
sometidos a situaciones de riesgo.
ROBUSTEZ [hardiness].
Ha sido definido como una característica de la personalidad que
en algunas personas actúa como reforzadora de la resistencia al
estrés. Es una combinación de rasgos personales que tienen
carácter adaptativo, y que incluyen el sentido de compromiso, del
desafío y la oportunidad, y que se manifiestan en ocasiones
difíciles. (Levav, 1995). Incluye la sensación que tienen algunas
personas de ser capaces de ejercer control sobre las propias
circunstancias. (Kobaza, 1979; en Roth, 1989). La robustez
puede no tener un impacto directo sobre la salud, sino que éste
puede ser más bien indirecto afectando primeramente las
prácticas de vida siendo estas últimas las que afectarían a su vez
la salud en sentido positivo (Houston, 1987). Inclusive Cobaza
señala que la capacidad de robustez de las personas tiene una
influencia importante en la interpretación subjetiva que éstas dan
a los acontecimientos de su vida.
Opiniones Expertas
CONFERENCIAS ENTREVISTA AL EXPERTO EN
RESILIENCIA BORIS CYRULNIK:
BORIS CYRULNK.- "No le importa mezclar disciplinas para estudiar los caminos para
ayudar a remontar a otros los golpes y adversidades de la existencia".
Por :
Boris Cyrulnik es uno de los principales expertos en resiliencia del mundo, apodado "el
psiquiatra de la esperanza" entre los franceses. Viene a Chile a participar en el Ciclo de
Conferencias "De qué está hecha la felicidad", organizado por la Corporación Cultural
de Las Condes, con el patrocinio de la Embajada de Francia y el auspicio de Lan Chile
y el Servicio Médico de la Cámara Chilena de la Construcción. Neuropsiquiatra
psicoanalista y etólogo, vive en la Seyne sur Mer, al sur de Francia, desde donde se
mueve como un electrón libre por el mundo, visitando los sitios donde el sufrimiento se
ha ensañado con las personas.
"Hay que distinguir entre trauma y prueba. Para hablar de trauma, es necesario haber
muerto. No crean que es una imagen, es real. La gente traumatizada dice: 'No estoy
segura de estar viva. He regresado del infierno y vuelto a la vida'. Algunos incluso
dicen: 'La salida de los campos de la muerte no es el retorno a la vida. No soy un
sobreviviente sino un retornado, un fantasma', lo que implica el curioso pensamiento de
'mientras más envejezco, más me alejo de la muerte'".
"Mucha gente sufre traumas y todo el mundo debe soportar pruebas. Pero en la prueba
seguimos siendo nosotros mismos. No estamos muertos ni desgarrados. Frente a una
prueba, pienso: 'He perdido mi trabajo. ¿Qué voy a hacer?'; 'Ella me abandonó. Siento
una profunda pena, pero pienso que ella es una loca por haber dejado ir a un hombre
como yo. Peor para ella'. Nos defendemos como podemos y seguimos siendo nosotros
mismos".
- ¿Por qué hay personas que teniéndolo todo, no obstante dicen no ser felices? ¿A su
juicio de qué está hecha la felicidad?
"Emmy Werner era psicóloga. Tuvo que ocuparse de 701 niños en Hawai. Niños sin
familia, sin estudios, que dentro de una cultura fracasada no tenían ninguna
oportunidad de salir adelante. Sin embargo, cuando volvió a ver a 204 de ellos, treinta
años después, un 80% había aprendido a leer y a escribir por su cuenta, había
aprendido un oficio y fundado una familia. Aparentemente, de alguna manera se habían
desarrollado, a pesar de todos los riesgos que los rodeaban".
"Por el contrario, Georges Vaillant en Harvard estudió en 1938 a 224 niños con todo
tipo de privilegios, con buena salud, un ambiente normal y estudios. Sus alumnos
comenzaron a publicar el ciclo de vida completo de estos privilegiados: un 23 por ciento
tuvo una vida de continuo sufrimiento. Por lo tanto, no se puede explicar una felicidad o
un sufrimiento por una causa única: un 28 por ciento de todos modos fueron felices
dentro de un medio adverso. Y dentro de un medio en el que por lógica todo tendría
que haberles procurado la felicidad, un 23 por ciento no dejó de sufrir. Hay otras
causas que intervienen. Estas causas son menos visibles y se necesitan métodos
experimentales para notarlo".
Bienestar y felicidad
"El bienestar es físico. Uno se siente bien cuando todas sus necesidades están
cubiertas. Se trata de una sensación inmediata. La felicidad, en cambio, es el resultado
de una representación, de una esperanza, de un proyecto de existencia. Para ilustrar
esta diferencia, siempre cuento la historia de los picapedreros: paseo por un camino y
veo a un hombre que está picando piedras. Hace muecas y sufre. Me explica que su
oficio es idiota y que el trabajo muscular le hace mal. Más allá, un segundo picapedrero
parece más apacible. Golpea tranquilamente la piedra y me dice que es un oficio al aire
libre y que le basta para ganarse la vida. Un poco más allá, un tercer hombre pica
piedras en éxtasis. Está radiante y sonríe. Me explica que el hecho de picar piedras lo
hace muy feliz porque piensa que está construyendo una catedral. Aquellos que tienen
una catedral en su cabeza son felices, aquellos que se contentan con lo inmediato
sienten bienestar y aquellos que se desesperan por no tener otro oficio son
desdichados. El gesto es igual en los tres casos pero es el significado del gesto lo que
los vuelve felices o desdichados".
- Usted afirma que son las pruebas las que van a identificarnos, las que van a
mostrarnos quiénes somos de verdad. Sin embargo, los padres de familia van por la
vida protegiendo a sus hijos del sufrimiento.
"Si uno está sobreprotegido, si los padres hacen todo en lugar del hijo, el niño no
puede descubrir lo que realmente vale, lo que quiere, ni su verdadera identidad. Sólo
puede descubrirse a sí mismo sometiéndose a alguna prueba (lo que no quiere decir
que se deba someter a un trauma). El niño frente a esta prueba debe estar
acompañado para sentirse apegado a la persona y a la cultura que le ha enseñado a
salir adelante en esta prueba. Un niño sobreprotegido no siente la sensación de
victoria. Se siente solo porque los demás lo hacen todo en lugar suyo y si se siente
mal, los demás son los responsables".
- ¿En qué se basa usted para afirmar que no hay sufrimiento que no pueda ser
superado?
"Uno puede pasarse la vida sufriendo si no hace nada por salir de ello, si nuestra
familia, nuestros amigos y nuestra cultura nos abandonan. Pero si uno encuentra a
alguien o alguna situación que nos permita tener esperanzas, siempre es posible volver
a desarrollarse y crecer. Pienso en una señora de 63 años que sufrió toda su vida de
problemas respiratorios. De hecho, se trataba de angustias que le oprimían el pecho
porque había sido una niña abandonada, porque su marido la agredía y porque su
trabajo la aburría. Su marido muere y ella debe cambiarse de casa. Entonces, a los 63
años, encuentra un trabajo de comparsa en el cine. Todos la tratan con amabilidad,
descubre un nuevo ambiente y se sorprende de no seguir teniendo 'problemas
respiratorios'. Por primera vez en la vida, se siente bien".
- Deduciendo de sus libros y opiniones en la prensa, pareciera ser fácil enfrentar las
adversidades y alcanzar la felicidad, ¿entonces por qué no somos más felices?
"Jamás he dicho que la felicidad sea fácil de alcanzar en la adversidad. Sólo he dicho
que es posible. Sin duda, el precio es alto, pero aquellos que se niegan a hacer el
esfuerzo de resistir, lo pagarán aún más caro. La dimisión es dolorosa, pero la
resistencia es cara. Si la herida es demasiado grande, si nadie sopla sobre las brasas
de resiliencia que aún quedan en su interior, será una agonía psíquica".
¿Qué es la resiliencia?
"En 1946, Anna Freud y René Spitz describieron la evolución que en ocasiones llegó
hasta la muerte, de niños abandonados y privados de afecto. De 123 niños recogidos
tras los bombardeos de Londres, 19 murieron por falta de afecto y 23 se convirtieron en
personas débiles y delincuentes. Nadie se preguntó por qué ni cómo los restantes 81
niños que sufrieron el mismo tipo de trauma lograron desarrollarse, a pesar del horror
impreso en sus memorias y a pesar de las circunstancias adversas. Cuando
comprendamos bien cómo hicieron esos niños para convertirse en adultos plenamente
desarrollados, probablemente cambiaremos nuestro modo de cuidar y tal vez incluso
de educar a nuestros hijos".
"Todos pueden hacerse resilientes, pues se trata de volver a unir, dentro de lo posible,
las partes de la personalidad que fueron destrozadas por el trauma. Pero la sutura no
es nunca perfecta y el destrozo deja rastros. Para volverse resiliente, es necesario
encontrar cómo se impregnaron dentro de la memoria los recursos internos, cuál es el
significado del trauma para uno, y cómo nuestra familia, nuestros amigos y nuestra
cultura colocan alrededor del herido recursos externos que le permitirán retomar un tipo
de desarrollo".
"Un tutor de resiliencia es alguien, una persona, un lugar, un acontecimiento, una obra
de arte que provoca un renacer del desarrollo psicológico tras el trauma. Casi siempre
se trata de un adulto que encuentra al niño y que asume para él el significado de un
modelo de identidad, el viraje de su existencia. No se trata necesariamente de un
profesional. Un encuentro significativo puede ser suficiente. Conozco a un joven
maltratado, a quien echaron a la calle, delincuente, prostituido, jefe de una pandilla que
un día se puso a conversar en la terraza de un café con un editor. El joven salió
transformado, diciendo: "Es la primera vez que me hablaron como a un hombre". El
editor jamás se dio cuenta hasta qué punto había logrado encantar al joven violento y
desesperado".
"Muchos niños comienzan a aprender en el colegio una materia porque les agrada el
profesor. Pero cuando, veinte años después, uno le pide al profesor que explique la
causa del éxito de su alumno, el educador se subestima y no sospecha hasta qué
punto fue importante para el niño".
- Qué responde a los que dicen que usted hace un elogio del sufrimiento humano? ¿No
considera usted violento decirle a una persona que está sufriendo que su dolor puede
ser maravilloso?
"Jamás le digo a alguien que sufre que su dolor es maravilloso. Sería ridículo y
escandaloso. Pero sí le digo que uno lo puede ayudar a sufrir menos, acompañándolo y
reflexionando junto a él en los procesos de la resiliencia. Todos aquellos que han
sufrido un trauma comprenden de lo que estoy hablando y actualmente se están
redactando muchas tesis al respecto. Numerosas instituciones de investigaciones
médicas psicológicas y sociológicas trabajan en este proceso de resiliencia que permite
luchar contra el sufrimiento".
"La memoria y la idea que uno tiene de sí mismo son los lugares donde se encuentra la
resiliencia. La memoria puede ser biológica, o de imágenes o verbal o social. Un
trauma se inscribe dentro de la memoria biológica y deja en ella huellas profundas
como una especie de impronta en el cerebro. La memoria de las imágenes existe a
partir de los 2 años, antes de que aparezca la palabra. El hecho de hablar de un
acontecimiento aviva la memoria y permite modificar la emoción asociada con dicho
recuerdo. Finalmente, muchos acontecimientos sociales forman parte de nuestra
autobiografía. Todos recuerdan dónde se encontraban para el 11 de septiembre
cuando ocurrió el atentado de Nueva York. Nadie recuerda dónde se encontraba el 7
de septiembre: un acontecimiento social que ocurrió a miles de kilómetros se ha
convertido en parte de nuestra memoria íntima".
Infelicidad adolescente
"No existe un progreso sin efecto secundario. Todo progreso se paga. Hemos hecho
enormes avances en la comprensión de la infancia pero no lo hemos comprendido
todo. Además, nuestras sociedades se vuelven cada día más complejas y es muy difícil
integrarse a ellas. Los niños están mejor desarrollados y probablemente sean más
inteligentes que antes. Son más precoces física e intelectualmente. Pero como hoy en
día hacen falta diplomas para trabajar, cada día se retrasa más su autonomía. Por lo
tanto, existe para ellos un largo período en el que comprenden todo, aprenden todo,
pero no se integran a la sociedad que ya no los acoge con tanta facilidad como antes".
"Hace dos generaciones, una mujer de 20 años ya tenía 2 hijos y se sentía orgullosa
por ocuparse de su hogar. Un hombre de 20 años ya había aprendido un oficio, hacía
su servicio militar y estaba orgulloso de trabajar para su familia. Hoy en día ese tipo de
conducta social equivaldría a una amputación y los jóvenes se sentirían desdichados.
Se observan, por lo tanto, al mismo tiempo, verdaderos avances y verdadero
sufrimiento".
- Para erradicar la infelicidad, usted se inclina más por las soluciones afectivas y
culturales en vez de los fármacos. ¿Cuáles son las alternativas que usted propone,
considerando el tiempo que toma tejer esas relaciones para sostener a una persona en
crisis? ¿No significaría un alto riesgo?
"Los rituales sociales le dan sentido a los acontecimientos. Se integran dentro de una
historia, le dan una función y nos permiten sentirnos unidos dentro de un mismo
mundo. Nuestras culturas modernas tecnológicas disminuyen el apoyo afectivo y
suprimen los rituales.
Es por ello que la Organización Mundial de la Salud ha pronosticado que el siglo XXI
será el siglo de la angustia y la depresión. Es también por esa razón que actualmente
se ve el desarrollo en todo el mundo de comunidades y sectas. Los individuos se
sienten más acompañados y la comunidad les da un sentido a los hechos. Es por ello
que tanta gente ha vuelto a encontrar el placer de las comunidades y las sectas.
Desgraciadamente al mismo tiempo, el comunitarismo prepara la guerra, ignorando o
despreciando a las demás comunidades, y las sectas explotan a los individuos".
- Cuando usted afirma que la cultura deber proveer a los individuos de soluciones
frente al sufrimiento y la adversidad, ¿qué responsabilidad le cabe al individuo mismo
en la construcción de su propia felicidad?
"En la resiliencia, las personas lastimadas son coautoras del renacer de su desarrollo,
ya que deben usar sus recursos internos y tratar de encontrar tutores de resiliencia. Es
difícil encontrar un equilibrio entre lo privado y lo público, lo íntimo y lo social. La
búsqueda constante del placer conduce a la falta del mismo. Es una ley del cerebro
que demuestra que cuando se estimula demasiado la zona de placer dentro de él, el
exceso de estimulación termina por estimular la zona del sufrimiento".
Sólo nucho más tarde, al llegar a la "edad de la razón", podemos atribuir significado
triunfal al estruendo de la infancia. Y sin embargo, en el instante mismo de la agresión,
había ya un sentimiento en que se mezclaban sufrimiento y esperanza. En el
momomento de la herida, el niño abatido soñaba: "Un día saldré adelante...un día me
vengaré...les demostraré..." Y el placer de soñar, combinándose con el dolor de la
realidad, le permita soportarlo. ¿Tal vez el tormento mismo exaltaba la necesidad de
imaginar? "los caminos empantanados tornan más deseable el alba espiritual y más
tenaz la exigencia de un ideal". (1)
1 A. Ferrari, "introduction" en C. Baudelaire, Petits pemes e prose, 1869; Paris, Hachette, 1951.
3 S. Vanistendael, Cles pour deveir: la resilince, Les Vendredis de Chateauvallon, nov. 1998; BICE; Bureau Internanional Catholique de
l'Enfance, Les Cahiers du BICE, 1996, p.9.
Temas Emergentes
De acuerdo a Felipe Lecannelier, 2003. [en prensa]:
El tema de la Resiliencia puede ser clasificado dentro de aquellos temas que suelen
considerarse de "moda" dentro de la psicología actual. El problema es que cuando los
temas y los enfoques psicológicos se ponen de moda empiezan a sufrir una especie de
"confusión e indefinición conceptual", como producto del hecho de que mucha gente
empieza a usarlos, o mejor dicho, "mal usarlos". El concepto de "apego" está viviendo,
o mejor dicho, "sufriendo" el mismo problema. Es decir, que en la actualidad, tanto la
"Resiliencia" como el "apego", son conceptos famosos en Chile y en todo el mundo
occidental.
CEANIM inicia así, el análisis de los mecanismos protectores. En primer lugar, dada su
importancia, presentaremos algunas referencias respecto del llamado "amor
incondicional" que se relaciona estrechamente con el tema de "Apego"
Entre una serie de aspectos Fonagy (1994) comenta que "el apego seguro es
conducente a la resiliencia".
Entre las personas que se han destacado en el tema, en Chile, se encuentra Felipe
Lecannelier, Psicólogo, Master en Epistemología, Universidad de Chile, Ph.D.
Desarrollo Infantil(c), Universidad Autónoma de Madrid y University College de
Londres, Coordinador de Investigación, Coordinador del Area Clínica Adultos,
Universidad del Desarrollo y Asesor de Investigación de CEANIM.
Apego madre-hijo:
No es amor a primera vista
Texto: Ana María Egert R.
Después de dos años casados, Juan y Lucía, profesionales, decidieron tener un hijo.
Durante el embarazo ella se llenó de expectativas, pero después del nacimiento se dio
cuenta de que la guagua que había soñado, tranquila y plácida, nada tenía que ver con
la real, ésa que lloraba día y noche a pesar de estar orgánicamente sana y recibir todos
los cuidados. En el posnatal lo pasó mal. Un día, en su desesperación la dejó sola en la
cama matrimonial llorando por media hora. Sintiéndose culpable regresó para tomarla
en brazos pero el llanto aumentó. Un día pensó: "Para qué tuve este niño" y después
se arrepintió. Se sentía desamparada ante este pequeño que no entendía y que
parecía llevarse mejor con su marido y la niñera. Su experiencia durante esos meses
fue tan negativa que le costó volver a embarazarse.
Este caso, referido por la sicólogas Nancy Goldstein y Dalia Pollak, ocurrió en Chile y
es distinto al vivido por Johana, norteamericana, que figura en el primer Manual de
Clasificación Diagnóstica de Salud Mental del Infante (niños de cero a tres años),
editado en Estados Unidos en 1998 y que acaba de llegar al país.
A Johana, casada, le iba muy bien en su trabajo hasta que nació Jimmy quien, aunque
sano, fue llorón desde el comienzo. "Le va a dar la guerra", le pronosticó una enfermera
en la clínica, lo que se grabó en la sensible mente de quien acababa de ser madre.
Ya en casa, Johana sentía que el niño peleaba contra ella permanentemente; cuando
lo amamantaba, mudaba, hacía dormir. Se sentía deprimida, incapaz. Aconsejada por
el pediatra, le dio relleno por si se quedaba con hambre, pero no se calmó. Su regreso
al trabajo la pilló agotada. A los cuatro meses, consultó con el niño en brazos.
La especialista observó a la guagua; se veía bien pero tenía el ceño fruncido, la mirada
vaga y lloriqueaba. Mientras Johana relataba su calvario con él, lo mecía, pero en una
postura en la que ninguno de los dos podían mirarse. El bebé arqueaba la espalda
como signo de rechazo.
Aunque todavía se cree que las primeras relaciones entre madre e hijo se dan
fluidamente en forma natural, la realidad demuestra que no siempre es así. Por eso, en
Europa y Estados Unidos han creado unidades especializadas para ayudar a crear y
fortalecer este vínculo e intervenir los casos problemáticos en forma precoz.
Un campo que incluye una nueva clasificación diagnóstica que va desde antes del
nacimiento hasta los tres años del niño y que cuenta ya con una entidad: la Asociación
Mundial de Salud Mental del Infante.
"En la década de los '60 John Bowlby, sicoanalista inglés, descubrió cuán determinante
era para la salud mental de las personas haber mantenido en etapas tempranas un
vínculo afectivo y satisfactorio con su progenitora, el padre u otro cuidador exclusivo. Y,
al revés, las graves secuelas que podía dejar un mal apego y, más aún, el abandono.
Incluso había experiencias que demostraban que bebés bien alimentados y cuidados,
pero sin un afecto destinado sólo para ellos, se desarrollaban mal y hasta podían morir;
pasaban en hospitales y hogares de menores".
Un tema del que hoy se sabe mucho en el mundo y sobre el cual Chile está aún... en
pañales. Porque, a pesar de que el apego es una palabra de moda, muchos lo
confunden con el llamado bonding, que consiste en dejar al recién nacido, durante 40
minutos, piel contra piel, sobre el pecho materno. "Pero ese primer contacto es el
comienzo, sólo una parte del apego, que se va formando a lo largo de los tres primeros
años del niño y se puede mejorar o fortalecer con intervenciones preventivas y
terapéuticas".
En forma inédita en el país, Dalia Pollak y Nancy Goldstein comenzaron a trabajar con
estos temas en la Clínica Indisa y en su consulta particular. En la clínica tienen
organizados dos talleres en los que practican la intervención preventiva.
"El primero - Construyendo un nido- está dirigido a mujeres con siete meses de
embarazo, y tiene por finalidad disminuir la ansiedad y aclarar sus inquietudes. Ese
embrión no sólo se ha implantado en su útero, sino en su vida emocional,
alimentándose con los recuerdos de su propia crianza. Por eso, contactarse con ese
período le permite a esa mujer prevenir los conflictos que tuvo con sus padres y
fortalecer las buenas experiencias".
Además, agrega, trabajan las fantasías de la futura madre respecto del niño no nacido.
Habitualmente tiene tres imágenes de él: la ideal, la del bebé sano, tranquilo y
precioso; la de sus miedos, malformado e insoportable, y la real, con sus posibles
debilidades y fortalezas. "La idea es juntar estas tres imágenes para evitar que
después se sienta frustrada o culpable", dice Dalia.
El segundo taller - Mi mamá y yo- lo desarrollan con el recién nacido de tres semanas.
"Aquí ellas aprenden a reconocer las señales de su hijo. Comprueban que no ha nacido
tan desvalido como creía, sino con capacidades que le permiten entrar en contacto
afectivo con ella o pedirle que lo alimente, mude o haga dormir", dice Nancy.
También les enseñan maniobras de consolación para esos momentos en que es difícil
calmar su llanto.
"Lo fantástico es que en tres o cuatro sesiones se desatan los nudos. En ocasiones se
requiere una visita a la casa para ver cómo se está dando la dinámica familiar".
Dalia y Nancy participaron en un estudio en el Centro de la Temprana Infancia,
observando por cinco años a madres con sus hijos para ver cómo se daba esta
relación. Después siguieron un postítulo en apego en la Universidad del Desarrollo y
actualmente están haciendo un magíster en la Universidad Andrés Bello.
El sicólogo Felipe Lecannelier destaca que lo que los padres deben siempre tratar de
lograr es el llamado apego seguro. Éste se da cuando son capaces de detectar las
necesidades de su hijo y satisfacerlas. Por ejemplo, si llora van a ver qué le pasa, lo
alimentan cuando lo pide y lo acurrucan en sus brazos sin miedo a malcriarlo, como se
creía antes. Ahora se sabe que el llanto siempre tiene algún motivo y el pequeño que
no es atendido se siente solo y abandonado.
"En cambio, cuando cuenta con sus papás, se sentirá siempre protegido y seguro y,
poco a poco, se atreverá a explorar su entorno, primero con la mirada y luego ga-
teando o caminando. El resultado es que será más independiente y mejor adaptado en
lo sicológico".
Los papás sobreprotectores y ansiosos hacen que sus hijos nunca sepan a qué
atenerse respecto de ellos, porque son inconsistentes; unas veces los protegen en
exceso y otras veces no. "Estos hijos tienden a ser hiperactivos".
Según Nancy, hoy se sabe que el ser humano nace dos meses antes de que su
cerebro madure, lo que se completa afuera, en la interacción con su ambiente,
principalmente con sus cuidadores. Por eso, la importancia de que el vínculo protector
madre-hijo se dé bien desde el comienzo, evitando que el pequeño se someta a un
estrés emocional que le afecte su sistema nervioso central.
Felipe advierte:
Dalia considera que un buen sistema sería aprovechar el control físico mensual de la
embarazada y luego, el del niño, para realizar esta intervención temprana que le
permitan a la mamá saber cómo establecer un vínculo seguro y al pequeño
desarrollarse normalmente.
Resiliencia y Coraje
Descargar Documento Word (ZIP, 45 KB)
Quizás ésa fue la razón para que, en 1942, la investigadora Scoville decidiera pedirla
prestada a la física para incorporarla a la sicología y siquiatría.
Durante treinta años poco fue lo que se ahondó en resiliencia, una castellanización de
la inglesa resiliency, e incluso padeció de un gran olvido, hasta que en la década de los
'70 los sicólogos consideraron que "invencibles", "súper hombre" o "súper mujer" eran
calificativos demasiado agobiantes para las personas que salían adelante pese a las
condiciones adversas que enfrentaban, convirtiéndose además en adultos saludables.
Fue entonces que se rescató el concepto, alcanzando así una mayor definición
sicológica. Stephan Vanistendael, un teólogo suizo y uno de los más entusiastas por
difundirlo, lo describió del siguiente modo: "Es la capacidad de un individuo o de un
sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente y de un modo socialmente
aceptable, a pesar de condiciones de vida difíciles".
"Mira la vida complicada que ha tenido y lo bien que le va" es la frase con que
cotidianamente se puede identificar a los resilientes. Es precisamente lo que comentan
quienes conocen la historia de Ximena Canales, 28 años, madre de dos hijos, que hace
cuatro trabaja como coordinadora de un proyecto para madres adolescentes en Llay
Llay. Siete años atrás llegó como una mamá más a participar de los talleres que
Ceanim, Centro de Estudios y Atención del Niño y la Mujer, organizaba para fortalecer
la autoestima de madres adolescentes y para que se dieran cuenta de que, pese a la
falta de oportunidades, podían surgir.
Ximena ha creado una definición muy personal: "La resiliencia fue haber estado metida
en la drogadicción, en no tener ganas de nada, no contar con una gota de
conocimientos, haber tenido abandonada a mi hija y ahora ser una persona que
trabaja, ama a sus hijos, cuenta con una casa, bienes materiales propios que salieron
de la nada, quererme a mí misma y a mis hijos".
Hasta hace dos décadas se hablaba de sujetos resilientes en sí, como si ello fuera una
condición de personalidad estable, permanente en el tiempo, pese a que los estudiosos
de sicología la analizaban frente a situaciones tan diversas como pobreza, guerras,
muerte, maltrato, violencia conyugal, divorcio.
Tampoco había acuerdo sobre sus reales dimensiones: algunos sostenían que era un
fenómeno que no mutaba, otros que estaba en constante interacción, otros como algo
meramente temporal.
"El hacer cariño y acoger es muy importante, al igual que la fe y la esperanza. Las
personas que tienen expectativas de que surgirán poseen mayores posibilidades de
que les vaya bien; los adolescentes hablan de energías positivas o negativas. Si como
madre cree que al hijo le irá bien, se le transmite esa confianza", explica María
Angélica Kotliarenco.
El niño, entonces, crece sin la posibilidad de aprender internamente cómo crear buenos
lazos. De adulto es desconfiado, no tiene amigos verdaderos y con sus propios hijos no
puede vincularse bien porque no existió un modelo.
Lo segundo se relaciona con lo que los sicólogos llaman aprendizaje social. "Si se vio
que los padres resuelven sus conflictos con violencia, eso se internaliza y cuando se es
adulto, frente al estrés, se soluciona del mismo modo; es lo que aprendió", explica la
sicóloga.
Han descubierto que es más grave haber sido maltratado por la madre que por el
padre. "Quienes fueron castigados por la madre, abandonaron el hogar antes de
tiempo y tienen en la actualidad mayores conflictos con la pareja".
"Se trata de niños muy queridos por sus compañeros, participativos, que juegan en la
calle. Es muy fuerte en las familias chilenas que los hijos no salgan ni a la vereda
porque aprenden malas costumbres; sin embargo, eso va en contra de la resiliencia; se
necesitan pares para ensayar relaciones y probarse", explica María Angélica
Kotliarenco, que ha participado en estudios financiados por Fondecyt y que estará
presente en un panel sobre el tema en el Congreso Mundial de Salud Mental que se
realizará dentro de tres semanas más.
Investigaciones estadounidenses y alemanas revelan que el 30% de la población que
vive en la pobreza es espontáneamente resiliente, una cifra muy similar a la que
encontraron en la Provincia de Melipilla, donde se realizó una investigación.
"En países en vías de desarrollo, como el nuestro, donde hay sectores importantes de
la población sumidos en la pobreza, la resiliencia resulta especialmente ayudadora.
Ojalá estuviera presente en todos los colegios y jardines infantiles", sentencia la
profesional.
Nueva de Bueras 180, Santiago de Chile. Fono: (56-2) 6330514. Fax: (56-2) 6383040
[email protected]
Actualidad
El comienzo de las clases es uno de los pocos momentos en los que la educación
ocupa un espacio significativo en las discusiones de políticas públicas. Un análisis
comparativo de cuáles fueron los temas de la agenda de discusión educativa y qué
lugar ocupaban en la agenda global durante la última década nos daría una imagen
cabal de la decadencia nacional. No sólo la educación ha dejado de ocupar los
primeros puestos de la agenda sino que la calidad de los temas en discusión ha
cambiado significativamente.
Hoy deberíamos estar discutiendo -por ejemplo- qué métodos son los más eficaces
para brindar una formación de buena calidad en las nuevas competencias que exigen
el desempeño productivo y el desempeño ciudadano, cuáles son las mejores
estrategias para la introducción de las nuevas tecnologías en las escuelas y cómo
diseñar ofertas de reconversión profesional permanente.
No es éste el lugar ni el momento para llorar sobre lo perdido. Sin duda, habrá que
hacer un buen balance de por qué pasó lo que pasó, pero lo cierto es que la definición
de la agenda educativa actual debe hacerse a partir del diagnóstico de esta nueva
realidad en la cual nos toca vivir.
En este contexto, si tuviera que resumir los ejes de una estrategia educativa para
enfrentar los problemas más graves de la educación argentina utilizaría básicamente
dos conceptos: las condiciones de educabilidad y los factores de resiliencia. Las
condiciones de educabilidad se refieren a todos los aspectos que rodean la vida de los
alumnos y que tienen un significativo impacto en el éxito o el fracaso escolar
(alimentación, vivienda, salud, ingresos económicos del hogar, composición familiar,
etc.). No estamos hablando de ninguna condición genética ni inmodificable. Hablamos
de condiciones fundamentales para garantizar que los alumnos lleguen a la escuela en
condiciones de aprender.
De acuerdo con las cifras oficiales, siete de cada diez menores de 14 años son pobres.
En el cordón urbano que rodea a la ciudad de Buenos Aires, se estima que el 78% de
los alumnos de educación primaria y secundaria se encuentra en situación de pobreza.
Este porcentaje aumenta al 86% cuando se considera a los alumnos de las escuelas
públicas.
Pero además del deterioro en las condiciones de educabilidad provocado por las
carencias básicas en alimentación, salud, vivienda y demás variables de las
condiciones materiales de vida, es preciso considerar el impacto en las condiciones
relacionadas con la formación de los factores básicos del desarrollo psíquico de los
niños y los jóvenes.
Apostar sólo a mejorar las condiciones de educabilidad implicaría aceptar que todo el
problema está fuera de la escuela. Esto no es válido ni desde el punto de vista político
ni desde el punto de vista técnico. La pobreza, la violencia, la ausencia de figura
paterna, etc., son situaciones objetivas que tienen una representación subjetiva
diferente en cada una de las personas que sufren esas carencias. Para cambiar esas
representaciones, el concepto de resiliencia aporta algunas pistas que, si bien no son
nuevas para muchos educadores, en el actual contexto de crisis pueden adquirir un
renovado impulso.
¿Qué nos enseñan los estudios sobre resiliencia? Muy sintéticamente expuesto, estos
estudios indican que las personas que logran superar con éxito situaciones traumáticas
muy graves tienen, al menos, tres características principales.
En tercer lugar, los resilientes han tenido vínculos especiales con una o varias
personas que les han permitido fortalecer su autoestima y su confianza en las
posibilidades para superar las situaciones de crisis. La confianza no significa evitar
esfuerzos, sino fortalecer la capacidad para realizarlos.
Estos resultados confirman lo que muchos educadores han sostenido a lo largo de la
historia. Es necesario educar para que nuestros alumnos sean capaces de elaborar
una explicación de lo que sucede (y para ello la prioridad debe estar en la enseñanza
de la lectura y la escritura), sean capaces de tener un proyecto de vida (y para ello
deben conocerse a sí mismos, en sus fortalezas y debilidades) y deben sentir que sus
maestros tienen confianza en ellos y en su capacidad de enfrentar los desafíos que se
presentan.
Según los investigadores las personas se van acomodando a los déficit y crean
estrategias alternativas, desarrollando otras competencias y reemplazando las débiles.
Estos estudios detectaron en los adultos los mismos rasgos conductuales de niños con
estas insuficiencias.
(Fuente: Journal of child psychology and psychiatry.).
Indice
1. Concepto de Resiliencia
2. Concepto de Salud
3. Prevención
4. Estrategia de Promoción y Prevención La Resiliencia
5. Programas Preventivos
6. Bibliografía
1. Concepto de Resiliencia
"Es imposible aportar nada a nadie sin buscar y ver en cada cual todo lo bonito que tiene, porque
identificando lo malo, lo feo, lo torcido no se ayuda a nadie. Cristo miró a todos los que conoció, tanto a
la prostituta como al ladrón, advirtiendo la belleza escondida en cada uno de ellos. Tal vez fuera belleza
torcida o dañada, pero era belleza por donde se mirara, y lo que Él hizo fue llamarla a voces. Esto es lo
que nos corresponde hacer con los demás. Pero, para ello, primero debemos ser puros de corazón, de
intenciones y mostramos abiertos - cualidades que a menudo echamos en falta- para poder escuchar,
mirar y ver tanta belleza encubierta. Cada cual está hecho a semejanza de Dios, y cada cual se parece a
un icono dañado. Pero si se nos diera un icono dañado por el tiempo y los acontecimientos, o profanado
por el odio de los hombres, lo trataríamos con el corazón quebrado, con ternura y reverencia. No
prestaríamos atención al hecho de que esté dañado, sino a la tragedia de que lo esté. Daríamos
importancia a lo que perdura de belleza, y no a lo que está destruido. Y así es como debemos actuar con
los demás".
Anthony Bloom, "El icono dañado"
El vocablo resiliencia tiene su origen en el latín, en el término resilio que significa volver atrás, volver de
un salto, resaltar, rebotar. La resiliencia es un término que proviene de la Física y se refiere a la
capacidad de un material de recobrar su forma original después de haber estado sometido a altas
presiones.
Por analogía, en las ciencias humanas se comenzó a utilizar esta palabra para designar la facultad
humana que permite a las personas, a pesar de atravesar situaciones adversas, lograr salir no
solamente a salvo, sino aún transformados por la experiencia.
Capacidad que probablemente sea tan antigua como la humanidad, y, seguramente fue la única manera
que tuvieron muchos pueblos y personas que fueron capaces de resistir frente a la destrucción, y aún así
construir algo positivo.
Esas características, las denominamos pilares de la resiliencia como lo es la identidad cultural, en la cual
la ciudad tiene sentido de su propia cultura, sus individuos se sienten orgullosos de ser del país en que
nacieron: jerarquizan los valores de su historia nacional, las tradiciones, sus valores antropológicos, etc.
Otro de los pilares es la autoestima colectiva, siempre y cuando se la entienda como esa actitud, en
donde los habitantes de una ciudad se sienten orgullosos de ser habitantes de ella y en donde se sienten
propietarios.
La vida cultural también constituye un pilar dentro de la resiliencia comunitaria, en ella se incluyen los
eventos artísticos, intelectuales, deportivos, etc. que la cuidad le ofrece a sus habitantes y turistas.
Sin embargo, el interés científico en este tema es reciente. Las investigaciones actualmente apuntan a
alcanzar un conocimiento más sistemático de la resiliencia con miras a la aplicación práctica del mismo.
A continuación, se puede exponer el modelo del desafío que implica ir desde el enfoque de riesgo al
concepto de resiliencia
Daños Sucumbe
Desafíos Fortalece
Teniendo en cuenta que la resiliencia, como la mayoría de las facultades humanas, no es un don
totalmente innato, ni totalmente adquirido, se trató de identificar cuáles eran los factores que promovían
aquella protección, con el objetivo de buscar herramientas metodológicas que permitan fomentarlos en
las personas; E. N. Suarez Ojeda diferencia los factores de resiliencia comunitaria en dos factores,
positivo y negativo, a continuación se transcriben los mismos:
Positivos Negativos
Altruismo. Fatalismo.
Participación comunitaria. Paternalismo.
Pensamiento estratégico. Falta de decisión propia.
Innovación. Burocracia.
Diversidad económica. Corrupción.
Laboriosidad. Racismo.
Violencia.
Servicios sociales.
Para Suarez Ojeda la ciudad resiliente es aquella en donde todos sus pobladores poseen un lugar en
donde pueden ejercer sus participación en la toma de decisiones, donde existan consejos municipales
elegidos legítimamente y en donde existan entidades que permitan la expresión de distintas minorías, y
por sobre todo, donde se jerarquice los valores éticos y morales, y donde se permitan la práctica de
religiones de diverso tipo.
Es necesario activar la Resiliencia, acorde con el paradigma del nuevo milenio, para ofrecerle a las
diferentes aéreas del conocimiento otras alternativas de acción y generar estilos de vida más armónicos
con el entorno y con las complejas condiciones del país y del mundo.
A partir de lo expuesto acerca del tema de la resiliencia y a partir de la definición de ciudad resiliente, es
oportuno desarrollar a continuación el tema de los programas preventivos, incluyendo dentro de este
contexto las nociones de redes sociales y participación comunitaria; pero para ello primeramente partiré
de la definición de salud y promoción de la salud.
2. Concepto de Salud
La Organización Mundial de la Salud brida la siguiente definición: "La salud es un estado de completo
bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad". En la Conferencia
Internacional sobre Atención Primaria de Salud, reunida en Alma – Ata, se reitera esta definición,
agregando que la salud "es un derecho humano fundamental y que el logro más alto posible de salud es
un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de
muchos otros sectores sociales y económicos además de la salud".
Surge de esta definición que la salud y la enfermedad no son dos conceptos opuestos, sino que uno es
consecuencia de la pérdida del otro.
La salud no es algo cuantificable, es un estado de equilibrio entre el hombre y su medio ambiente;
debemos tener en cuenta que el hombre es una unidad bio–psico–física y paralelamente al equilibrio con
el medio, debe darse un equilibrio entre el cuerpo y la mente. Esta relación es dinámica y no se ha
mantenido igual desde el origen del hombre, sino que ha ido cambiando con su evolución.
Se puede diferenciar tres elementos indispensables para el estudio de la salud y la enfermedad, estos
son:
3. Prevención:
En virtud de los numerosos matices que se le atribuyen al término, y para precisar su significado en este
trabajo, parto del concepto que: prevenir es como indica el diccionario: preparar, aparejar y disponer con
anticipación las cosas necesarias para un fin; prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un
daño o perjuicio. Prevenir es llegar antes de que se produzca una situación o se instale un problema.
Como lo manifiesta el PROBACI (2000)el propósito de la prevención es disponerse y prepararse
anticipadamente para evitar el daño personal y social que compromete el futuro de la vida social. El
programa apunta al compromiso y la participación de la comunidad en su conjunto, "Los espacios
preventivos, son todos aquellos en los cuales interactuamos a partir de nuestro propio espacio interior.
La prevención será efectiva si asumimos una actitud de compromiso con la vida. Por eso no basta con
informar, advertir, controlar, es necesario el desenvolvimiento de las fuerzas de la vida por medio de una
sostenida acción educativa para la salud, a nivel personal, familiar, institucional".
Para Caplan, la Prevención es una acción integral con tres niveles de intervención, articulados y
simultáneos.
En el campo de la Salud Mental, en los tres niveles de prevención no se pretende sustituir a los
profesionales en sus roles específicos, sino utilizar otros medios como instrumento de análisis y
perfeccionamiento de los diferentes métodos, materiales y equipos empleados en el campo de la Salud
Mental.
La prevención primaria debería llegar a todo el país y especialmente a aquellos grupos y personas
potencialmente vulnerables, para brindarles información sobre las motivaciones subyacentes que pueden
conducir a trastornos mentales. Asimismo se debe informar sobre la repercusión de los trastornos en el
nivel fisiológico, psicológico y social, y hacer pública la toma de conciencia de que el trastorno mental no
es estigmatizante, que se cuenta con múltiples tratamientos y en qué consisten.
Modelo sugerido para un programa preventivo permanente Materazzi (1991).
Como con cualquier otro programa, es muy importante evitar exageraciones y ambigüedades; por lo
tanto se debe considerar que dentro de lo posible la información debe basarse en hechos y experiencias
concretas.
La hipótesis de la que parte es que para que un individuo no padezca trastornos psíquicos graves
(además de los factores genéticos predisponentes), debe recibir continuos y adecuados aportes en sus
diferentes etapas de crecimiento y desarrollo.
Estos aportes se pueden dividir en tres instancias: Físicos; Psicosociales; Socioculturales.
Aportes físicos: comprenden alimentación y vivienda adecuadas; suficiente estímulo sensorial; la
oportunidad de realizar ejercicios físicos, etc., factores éstos importantes para un saludable crecimiento y
desarrollo corporal. Vale agregar la protección contra cualquier daño físico, tanto antes como después
del nacimiento.
Aportes psicosociales: comprenden la estimulación del desarrollo intelectual y afectivo de un ser humano
a través de su interacción con los demás miembros de la familia, con sus pares, con sus superiores, con
sus preceptores, con sus creencias y finalmente con su trabajo. En esta instancia surge lo que se llama
"satisfacción" de las necesidades interpersonales. Como evidentemente las necesidades pueden ser un
tanto arbitrarias, pues se modifican continuamente por la interacción con el medio humano y no humano,
se pueden satisfacer o no en el contexto social.
Aportes socioculturales: incluyen las influencias que inciden en el desarrollo y funcionamiento de la
personalidad, como las costumbres y los valores culturales, y también la estructura social.
Cualquier programa, por sofisticado y fundamentado que sea, si es vertical es rechazado por la
comunidad; "nuestra experiencia nos dicta que los programas deben hacerse con la comunidad y no
para la comunidad", (Matarazzi,1991).
Para que un programa tenga éxito se debe asumir una visión diferente del mundo y de la relación de
ayuda, sin jerarquías, sino con la activación de los recursos internos que todos los individuos, familias y
comunidades tienen para sobrellevar los conflictos y crisis propias de la condición humana. De la gama
de propuestas contemporáneas emerge la Resiliencia como una alternativa que recrea otras opciones de
trabajo en un contexto socio-comunitario y potencia acciones concertadas entre las instituciones,
profesionales y usuarios/clientes de los programas. Es la preparación de las comunidades y familias para
que activen la Resiliencia en el marco de garantizar la Calidad de Vida y el desarrollo sostenible y
asegurar condiciones adecuadas de supervivencia a las generaciones futuras. En términos técnicos-
metodológicos, la Resiliencia no requiere la asistencia permanente del profesional o agente de cambio,
al igual que con los GAM-Grupos de Ayuda Mutua, aquel no es sino un potenciador de los procesos de
cambio en sus etapas iniciales, cuando aporta sus herramientas conceptuales y técnicas para la
organización y autogestión de las habilidades y destrezas, que permitan enfrentar las condiciones
adversas de cualquier índole.
La Promoción sugiere que la Resiliencia active los mecanismos protectores sobre eventos críticos y
posibilite un equilibrio armónico entre los estados de tensión y estrés naturales a la cotidianeidad y los
sucesos imprevistos e inesperados que desatan las crisis. Es preparar a los sistemas humanos para que
fortalezcan la capacidad de enfrentar la adversidad e incorporarla a los proyectos de vida, como un
asunto que no detiene el desarrollo integral sino que le permite reencuadres y cambios de perspectiva. El
papel del profesional en las experiencias reseñadas, es como facilitador de procesos de cambio que
dependen en lo primordial de la motivación y expectativas de la comunidad, familia o individuo, en una
mirada interdisciplinaria que congrega todas las áreas del conocimiento interesadas en promocionar la
Resiliencia.
Según el paradigma contemporáneo la activación de la Resiliencia congrega varios saberes en una
prospectiva multi/interdisciplinaria, como lo son:
De esta manera se insta a los países a adoptar ciertas estrategias que favorezcan las actividades con el
fin de promover la salud en el ámbito internacional.
5. Programas Preventivos
En el terreno de la salud el ajuste económico y el achicamiento del Estado limitan los recursos y la mano
de obra requeridos en las acciones preventivas, y no solo en éstas, hoy se extiende a todo el contexto
sanitario.
La reversión de este escenario desfavorable en salud y la complejidad de las situaciones abordadas
requiere de equipos cuyas visiones y acciones reformulen el enfoque unívoco de lo biológico como rasgo
hegemónico para que sea parte de una perspectiva general que lo incluya.
Se trata de producir un cambio en el modo de pensar las cuestiones comunitarias en salud, tarea que
compromete a todos los actores sociales. Utilizar e integrar los recursos existentes, individuales,
colectivos e institucionales; cooperar en lugar de confrontar; concebir la integridad dentro de la
diversidad; crear espacios de decisión y de aprendizaje permanente. Que cada grupo social que
comparte un proyecto común para responder a una necesidad o interés, constituya más que una
estrategia de supervivencia, una organización en red, apelando a y tomando conciencia de lo ya
existente creando respuestas novedosas y valorizando el aporte mutuo,
Es nada más y nada menos que responder al desafío de institucionalizar nuevos modos de hacer, de
intervenir, de enfrentar la complejidad, construir sobre ella y aún salir fortalecidos. Convertir la crisis en
oportunidad esto es en otras palabras fomentar la resiliencia de los habitantes.
Los programas preventivos, con educadores en la calle constituyeron uno de los primeros intentos de
alterar las fuerzas naturales en el ambiente social. La estrategia consistía en que el educador de calle
entrase en contacto con las pandillas o grupos de jóvenes, ganase su confianza y luego intentase
redirigir sus actividades perturbadoras en otras más constructivas, como por ejemplo el "Wincroft Youth
Proyect" para "chicos de la calle" de un barrio de Manchester representó en su época uno de los intentos
más esmerados y de más largo alcance sobre las intervenciones comunitarias como medio para reducir
la delincuencia; se hizo una utilización extensiva de voluntarios, los cuales intentaron contactar con los
chicos en su propio terreno, para luego combinarlos con el grupo con la asistencia social individualizada
a medida que la relación entre ellos se iba desarrollando.
En cuanto a nuestro país, podemos analizar los fundamentos sobre los que se ha apoyado la prevención
en los últimos quince años, tanto en el país como en muchos lugares de la región, puede ser una tarea
ingrata.
La sede de estos centros fueron diferentes instituciones como universidades públicas y privadas,
municipalidades, Cruz Roja , Hospitales, Club de Rotarios, Centros de Conicet, Comunidades
terapéuticas, Fundaciones y programas provinciales de prevención.
En el año 2002 se realizó el programa preventivo, siguiendo al Prof. Marco Marchioni en el modelo de
creación de Ciudades Preventivas, donde se capacitaron docentes como agentes de prevención de
adicciones, a continuación mencionaré algunos de los puntos más importantes, de este proyecto:
Más de dos mil docentes de la provincia de Buenos Aires se capacitaron como agentes de prevención de
adicciones durante el 2002, en el marco del Programa de Educación Preventiva que lleva adelante la
Subsecretaría de Atención de las Adicciones con el objetivo de favorecer un abordaje integral de la
problemática del consumo de drogas y alcohol en las escuelas.
Fueron sesenta los distritos de la provincia alcanzados por los cursos de formación que se desarrollan en
conjunto con la Dirección General de Educación y que permitieron sumar 2340 nuevos docentes en la
especialización, encargados de implementar Proyectos Educativos Institucionales (PEI) relacionados con
la temática en los establecimientos escolares.
En La Plata el curso "La Escuela y la Prevención Integral de las Adicciones", se dictó en el Centro
Cultural Islas Malvinas y alcanzó a 384 docentes que sumaron experiencia en el tema y el puntaje que
esta capacitación brinda a todas las ramas de la educación.
Los docentes capacitados participan de manera activa en los 3200 Centros Preventivos Escolares (CPE)
que la Subsecretaría, junto con el área de Educación provincial, sostiene en todo el territorio bonaerense,
y que alcanza a cerca de 290 mil alumnos.
Los CPE están integrados por docentes, padres, alumnos y otras personas e instituciones cercanas a la
comunidad educativa, que no sólo han tomado conciencia de la problemática de las adicciones en su
localidad, sino que también son conscientes de su capacidad de trabajo en el diseño de su propia
comunidad.
Se establece así un punto de contacto entre aquellos sujetos preocupados por el desmembramiento
social fruto del consumo y comercialización de drogas, y las políticas estatales que la provincia
implementa, adecuándose éstas a la particularidad territorial , humana y política de cada Municipio.
De esta manera los docentes adquieren contenidos y herramientas, para afrontar la problemática de las
drogas y puedan actuar como agentes preventivos y como agentes derivadores hacia los Centros
Provinciales de Atención de la Subsecretaría.
En este sentido la Subsecretaría cuenta con una Red Asistencial conformada por más de 170 Centros de
distinta complejidad, en donde el paciente recibe tratamiento con diversas modalidades.
La capacitación en adicciones para los docentes parte de considerar que son los maestros y profesores,
junto a las familias vinculadas a ellos, los agentes naturales de prevención. Ésta reconoce en el
desarrollo personal, especialmente en lo que concierne al fortalecimiento de la autoestima, la formación
del sentido crítico y de las habilidades para la toma de decisiones y las relaciones interpersonales,
factores de protección frente a los riesgos de consumo de sustancias psicoactivas.
También en La Plata, durante los últimos dos años se llevó a cabo, en las escuelas públicas de nivel
polimodal de La Plata, Berisso y Ensenada, en convenio con la Fundación Florencio Pérez y la Facultad
de Ciencias de la Comunicación, el Programa "Jóvenes en Prevención", cuyo objetivo fue la generación
de proyectos de extensión comunitaria desde el ámbito educativo, que mereció una valoración muy
positiva en las comunidades educativas que participaron del mismo.
A modo de síntesis final y como cierre de todos los temas desarrollados en el presente trabajo, me
parece oportuno hacer mención a la reflexión realizada por el Dr. Alberto Yaria, en la cual nos indica que
en la actualidad, donde la sociedad se conduce con la incertidumbre como estrategia de supervivencia,
donde se prioriza la satisfacción inmediata, es sumamente necesario un enfoque que permita la apertura,
en la cual la "aldea" se desarrolle para poder aprender de sus vicisitudes y así fortalecerse.
En otras palabras, desarrollar la resiliencia, es decir la capacidad de recuperarse ante la adversidad, y
aprender de ella, de experiencias en los cuales los individuos pueden probarse a si mismos que son
capaces de pensar, de hacer, de decidir o como lo denomina Michael Rutter (1993) como un conjunto de
procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida "sana" viviendo en un medio "insano".
Por estos motivos, considero relevante dirigir, a la hora de poner en marcha un programa preventivo,
todos los esfuerzos hacia la comprensión de los mecanismos que actúan a nivel individual, familiar y
comunitario.
Porque, promover la resiliencia apunta a m
La Resiliencia.
@ material exclusivo de nuestro Centro de F
Porque hoy día se sabe como primario la necesidad de fortalecer a los niños
interiormente para que puedan resistir a las dificultades de este mundo tan
difícil. Tan globalizado. Fortalecerlos es informarlos, formarlos, favorecer las
vivencias de cada etapa de crecimiento, físico y psíquico, sin apurar sus
tiempos y conociendo sus potencias y sus características espirituales. Y
acercarlo a través de diversos modos , técnicas... en el conocimiento de sí
mismo.
Ahora bien , cuales son los elementos, aptitudes necesarios para poder
contar con una buena capacidad de resiliencia?...
Se parte del concepto que todas las personas poseen en algún grado mas
destacado o no tanto estas fortalezas , revisarlas, conocerlas, evaluarlas y
ver como se pueden desarrollar mejor. Esto nos lleva a plantear el campo de
la prevención primaria no solo para la prevención de patologías.
Alguien dijo una vez que "cuando se atenúan las situaciones adversas y se
restablecen las necesidades humanas básicas, la resiliencia se manifiesta."