Gestion Ambiental ODS
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LA CUMBRE DE RÍO
Tampoco puede decirse que fue un fracaso lamentable que solo sirvió para hacer
declaraciones sin un contenido vinculante, formuladas con el objeto de asegurar
que todo siguiera igual que antes” (Estrada, 1993).
La reunión celebrada en Río de Janeiro del 2 al 14 de junio, implicó un importante
hito en el derecho internacional y las políticas dirigidas hacia la sostenibilidad.
Algunos han afirmado que “No puede decirse que cambiará en forma radical e
inmediata el comportamiento de los pueblos o de los gobiernos en sus prácticas
de producción y consumo de bienes y preservación de la naturaleza, a pesar de la
movilización sin antecedentes que significó. Ninguna Conferencia Diplomática
podría tener ese efecto, aunque se realice en el ámbito de Jefes de Estado y de
Gobierno como fue en el caso.
De la Conferencia salieron los siguientes documentos jurídicamente vinculantes:
• La Convención sobre la Diversidad Biológica
• El Convenio Marco de Cambio Climático Igualmente se resultaron de la Cumbre
otros tres instrumentos:
• La Declaración Sin Fuerza Jurídica Vinculante sobre la Conservación de los
Bosques
• La Agenda 21, y La Declaración de Principios de Río.
Los dos primeros constituyen tratados internacionales cuyos efectos se discutirán
un poco más adelante. La Declaración sobre los Bosques se analizará al tratar el
tema forestal y especialmente las repercusiones políticas del proceso que continuó
y los posibles impactos en el estado del recurso forestal. Por ello, haremos énfasis
en los dos últimos instrumentos.
La Agenda 21 constituye un documento jurídicamente no vinculante sobre los
programas y acciones que debía realizar la comunidad internacional en un variado
conjunto de campos.
Por su parte, la Declaración de Río con un marcado tono antropocéntrico,
establece que los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones
ambientales, lo cual repite en esencia, lo establecido en la Declaración de
Estocolmo. Igualmente se reitera el derecho soberano a explotar los recursos
naturales, solo que esta vez se agrega el calificativo de conformidad “con las
políticas ambientales y de desarrollo”, a tono con el énfasis hacia el desarrollo que
adquirió la
Declaración, debido a las presiones de los países no industrializados. Se recogen
asimismo otros principios tales como:
• La equidad inter e intrageneraciones.
• La integración de la variable ambiental en el proceso de desarrollo (principio de
integración).
• La erradicación de la pobreza como requisito indispensable del desarrollo
sostenible.