Apuntes - Ecología I - UNED
Apuntes - Ecología I - UNED
Apuntes - Ecología I - UNED
Curso 2010-2011
Apuntes de la asignatura de
Ecologa I: Medio Ambiente y Sociedad
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acerca de sus impactos en la sostenibilidad. En un estudio llevado a cabo por ocho lderes
empresariales acerca de las perspectivas del xito empresarial futuro se lleg a la conclusin
de que ste estara ligado a ayudar a la sociedad a enfrentar desafos como la pobreza, la
globalizacin, el deterioro del medio ambiente y los cambios demogrficos.
El medio ambiente como base del desarrollo: Antes de la Comisin Brundtland, el
"progreso de desarrollo" estaba asociado a la industrializacin y se meda nicamente en
funcin de la actividad econmica y del aumento de la riqueza. Muchos vean la proteccin del
medio ambiente como un obstculo al desarrollo. A pesar de ello, en Nuestro futuro comn se
reconoci que "medio ambiente o desarrollo" era una falsa dicotoma. La atencin se dirigi a
partir de entonces hacia "medio ambiente y desarrollo" y posteriormente a "medio ambiente
para el desarrollo". El principio 1 establece: "Los seres humanos constituyen el centro de las
preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable
y productiva en armona con la naturaleza". Si bien un medio ambiente saludable puede
favorecer el desarrollo, esta relacin no es siempre recproca. Existen muchos puntos de vista
distintos acerca de las ventajas y desventajas del desarrollo moderno. Se ha afirmado que el
desarrollo resulta destructivo, incluso violento, para la naturaleza. Aun as, hay posibilidades
para hacer que el desarrollo sea sostenible. La degradacin ambiental debida al desarrollo
suscita profundos debates ticos que van ms all de la relacin econmica coste-beneficio. La
cuestin de la justicia es quizs la cuestin tica ms importante que ha surgido en relacin
con el cambio climtico y el desarrollo sostenible. Existen cada vez ms pruebas de que la
carga del cambio climtico se extiende mucho ms all de los grandes consumidores de
recursos naturales, quienes disfrutan de los beneficios del desarrollo. En muchas ocasiones las
personas pobres de los pases en vas de desarrollo sufren los efectos negativos de la
degradacin ambiental. Adems, las generaciones futuras de la humanidad se vern afectadas
por las consecuencias de la degradacin del medio ambiente. Se plantean importantes debates
ticos cuando quienes no soportan esa carga obtienen los beneficios del medio ambiente.
Obstculos al desarrollo sostenible: El avance hacia el desarrollo sostenible ha sido
lento a pesar de los cambios en la gestin ambiental y la profundizacin en la comprensin de
la relacin entre medio ambiente y desarrollo. Numerosos gobiernos siguen formulando
polticas que se ocupan nicamente de asuntos de medio ambiente, economa o sociedad. En
la toma de decisiones sigue sin relacionarse sistemticamente medio ambiente y desarrollo.
Por ello, en las estrategias de desarrollo se suele ignorar la necesidad de mantener los servicios
proporcionados por los ecosistemas de los que dependen los objetivos de desarrollo a largo
plazo. Muchos opinan que no conviene reconocer que el cambio climtico puede poner en
peligro el bienestar futuro de los seres humanos, ya que esto supondra realizar cambios
incmodos en la vida personal y laboral.
Propiciar una participacin amplia en el proceso de toma de decisiones sobre el
desarrollo sostenible, algo a lo que inst la Agenda 21, ha planteado importantes desafos. La
enorme diversidad de los asuntos a considerar en la elaboracin de polticas de desarrollo
sostenible, unida a las aspiraciones de transparencia, convierten el diseo de la participacin
ciudadana en una tarea de grandes proporciones. Si se trata la participacin de forma
superficial y se traduce simplemente en una cuota de grupos especficos en el proceso
decisorio, fcilmente podra no ser ms que "hablar por hablar". La tarea de disear un
proceso de toma de decisiones interdisciplinario moderno, transversal, transparente e
informado no solo representa un desafo en cuanto a su concepcin sino que tambin requiere
un enorme incremento de las capacidades locales para la democracia y la toma de decisiones.
Muchos de los cambios sociales, econmicos y tecnolgicos han dificultado la
aplicacin de las recomendaciones contenidas en Nuestro futuro comn. Cambios como el
crecimiento demogrfico y el aumento del consumo energtico han tenido grandes
repercusiones para el medio ambiente y han puesto a prueba la capacidad de la sociedad para
lograr el desarrollo sostenible. Por ltimo, la naturaleza de los problemas ambientales ha
influido en la eficacia de las respuestas que se han dado en el pasado. Es posible ordenar los
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problemas del medio ambiente a lo largo de un continuum que va desde "problemas con
soluciones de probada eficacia" a "problemas incipientes (o persistentes) menos conocidos".
En el caso de los problemas con soluciones probadas, las relaciones causa-efecto son bien
conocidas. Su mbito suele ser local o nacional. Sus efectos son claramente visibles y graves,
siendo fcil identificar a las vctimas. A lo largo de los ltimos 20 aos se han encontrado
soluciones viables para varios de estos problemas, tales como la contaminacin industrial del
aire y el agua, la erosin de la tierra a escala local, la tala de mangles para la acuicultura y las
emisiones de gases de escape de vehculos automviles.
No obstante, slo se han realizado progresos en los problemas de medio ambiente
ms difciles de controlar. Se trata de profundos problemas estructurales relacionados con los
modelos de produccin y consumo a nivel domstico, nacional, regional y mundial. Los
problemas ms difciles de tratar suelen ser multidimensionales y globales. Se tienen ciertos
conocimientos cientficos bsicos acerca de sus relaciones de causa-efecto, pero no suelen ser
suficientes para predecir en qu momento se lograr un punto de inflexin o de no retorno.
Con frecuencia es necesario aplicar medidas de enorme alcance. Entre esta clase de problemas
se encuentran el cambio climtico mundial, los contaminantes orgnicos persistentes y los
metales pesados, el ozono a nivel de superficie, la lluvia cida, el deterioro a gran escala de las
reservas pesqueras, la extincin de las especies o la introduccin de especies exticas. Ser
conscientes de la naturaleza de un problema ambiental es la base para elaborar estrategias,
canalizar esfuerzos y encontrar y aplicar una solucin duradera.
BIENESTAR HUMANO Y MEDIO AMBIENTE
Es preciso analizar la relacin entre el medio ambiente y el desarrollo para poder llegar
a un desarrollo sostenible. Tambin es importante tener en cuenta el objetivo ltimo del
desarrollo: el bienestar de las personas. La evolucin de las teoras acerca del desarrollo ha
convertido el concepto de bienestar humano en un punto clave del debate poltico. El
bienestar humano es el resultado del desarrollo. El bienestar humano y el estado del medio
ambiente estn ntimamente ligados. Los objetivos principales del presente informe son, entre
otros, determinar cmo afectan los cambios climticos al ser humano y demostrar la
importancia del medio ambiente para el bienestar de las personas.
Definicin de bienestar humano: El bienestar humano puede clasificarse en funcin de
tres puntos de vista, cada uno de los cuales tiene implicaciones distintas para el medio
ambiente: 1) Los recursos que poseen las personas, como el dinero y otros bienes. Se
considera que la riqueza favorece el bienestar. Esta opinin est estrechamente relacionada
con el concepto de sostenibilidad dbil, segn el cual es posible compensar las prdidas
ambientales incrementando el capital fsico. El medio ambiente slo puede contribuir al
desarrollo como medio para impulsar el crecimiento econmico. 2) La opinin que las
personas tienen de su vida (su opinin subjetiva). Las valoraciones de las personas acerca de
sus propias condiciones de vida tienen en cuenta la importancia esencial del medio ambiente
para tener una vida satisfactoria. De acuerdo con este punto de vista, las personas valoran los
aspectos tradicionales o culturales del medio ambiente. 3) Lo que las personas son capaces de
ser y hacer. Esta visin se centra en lo que el medio ambiente les permite ser y hacer a las
personas. Seala que el medio ambiente proporciona la base para obtener muchos beneficios,
como una alimentacin adecuada, prevenir una morbilidad innecesaria y una mortalidad
prematura, tener seguridad y dignidad, y participar en la vida comunitaria. El medio ambiente
es valorado ms all de su funcin como fuente de ingresos y sus repercusiones sobre el
bienestar humano se consideran multidimensionales.
La evolucin de estas ideas ha tenido lugar de la primera a la tercera, por lo que se le
otorga cada vez ms importancia a las posibilidades reales que tienen las personas de ser y
hacer lo que desean. Esta nueva concepcin del bienestar humano consta de varios aspectos
importantes: 1) La multidimensionalidad se considera una caracterstica importante del
bienestar humano. As, el impacto del medio ambiente en el bienestar humano se analiza en
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obtienen sus ingresos de recursos naturales como las reservas pesqueras, los bosques no
leosos y la fauna y flora silvestres.
Salud: Los cambios del medio ambiente provocados por el hombre afectan la salud de
innumerables personas en todo el mundo. Los cambios que afectan a los servicios de
aprovisionamiento, como el de agua, pueden influir en la salud de los seres humanos. Los
cambios que afectan a los servicios regulatorios influyen en la salud a travs de la distribucin
de insectos que transmiten enfermedades o de contaminantes presentes en el agua y el aire.
La contaminacin atmosfrica urbana es uno de los problemas ambientales ms extendidos, y
que afecta a la salud en prcticamente todas las regiones del mundo. Aunque la
contaminacin del aire ha descendido en muchos pases industrializados, sta ha aumentado
en otras regiones, sobre todo en Asia. Aqu, el rpido crecimiento demogrfico, el desarrollo
econmico y la urbanizacin se han asociado al aumento del uso de combustibles fsiles y al
deterioro de la calidad del aire. La sobreexplotacin y la contaminacin de los ecosistemas de
agua dulce influyen directamente en el bienestar humano. A pesar de que el acceso a agua no
contaminada y al saneamiento ha mejorado, en 2002 ms de 1.100 millones de personas no
tenan acceso a agua limpia y 2.600 millones no tenan acceso a un saneamiento adecuado. 1,8
millones de nios mueren todos los aos de diarrea, lo que convierte a esta enfermedad en la
segunda causa de muerte infantil del mundo. Numerosas actividades favorecen la
contaminacin por metales pesados. Entre las principales actividades de esta clase se
encuentran la combustin de carbn, la incineracin, la escorrenta urbana y de tierras
agrcolas, las descargas industriales, las actividades industriales de pequea escala, la minera y
los lixiviados de vertederos.
Los cambios que se han producido en el medio ambiente tambin han provocado la
aparicin de enfermedades. Los cambios ambientales provocados por el hombre, como el
cambio climtico, los cambios en la utilizacin de las tierras y la interaccin con la fauna y flora
silvestres, han sido las fuerzas impulsoras de esta reciente transicin epidemiolgica. El
contacto cada vez mayor del ser humano con la fauna y flora silvestres, motivado por la
presin demogrfica sobre los recursos naturales que todava estn relativamente intactos,
aumenta la probabilidad de intercambio de patgenos. La globalizacin, por su parte, propicia
la aparicin de enfermedades ya que los agentes patgenos pueden trasladarse a nuevos
nichos e introducirse en nuevas poblaciones vulnerables.
Necesidades materiales: Las personas dependen de los recursos naturales para
satisfacer sus necesidades bsicas de alimentos, energa, agua y vivienda. En muchas
comunidades, sobre todo de los pases en vas de desarrollo, recursos naturales como las
reservas pesqueras, la madera, los productos forestales no leosos y la flora y fauna silvestres
les proporcionan los ingresos y otros bienes materiales necesarios para llevar una vida digna.
La capacidad para cubrir las necesidades materiales est ntimamente ligada a los servicios de
aprovisionamiento, regulatorios y de apoyo de los ecosistemas. Ms de 1.300 millones de
personas tienen un empleo dependiente de la pesca, los bosques y la agricultura, casi la mitad
de todos los empleos a nivel mundial. Ah donde los recursos estn deteriorados, los medios
de vida estn amenazados. La desaparicin de los bosques podra limitar la disponibilidad de
comida, recursos energticos y otros productos forestales que, en muchas comunidades, son
la base del comercio y de las oportunidades de obtencin de ingresos. Existen cada vez ms
pruebas que demuestran que la inversin en la conservacin de los ecosistemas, como en la
gestin de las cuencas, redunda en mayores ingresos para los pobres de las zonas rurales.
Seguridad: La seguridad integra aspectos econmicos, polticos, culturales, sociales y
ambientales. Supone estar libre del peligro de sufrir daos fsicos y de la violencia, las
actividades delictivas y las guerras. Significa contar con un acceso estable y fiable a los
recursos, poder estar protegido frente a catstrofes naturales y humanas y poder aliviar y
responder a las conmociones y las tensiones. Los recursos del medio ambiente son esenciales
para millones de personas y, cuando stos se ven amenazados por los cambios ambientales, la
seguridad de las personas tambin se ve amenazada. La Tierra ha dado seales claras de
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calentamiento en el ltimo siglo. Es muy probable que el cambio climtico afecte a los
servicios ecolgicos regulatorios, aumentando la frecuencia e intensidad de los fenmenos
climticos extremos en muchas regiones del mundo y la inseguridad de gran parte de la
poblacin mundial. Los impactos de los fenmenos climticos extremos sobre los pases en
vas de desarrollo, como los pequeos estados insulares en desarrollo, as como sobre los
pobres de todos los pases, sern enormes.
Por otra parte, el cambio del medio ambiente puede afectar a la seguridad a travs de
cambios en los servicios de aprovisionamiento, que proporcionan comida y otros bienes. La
escasez de recursos compartidos ha sido fuente de conflictos e inestabilidad social. Las
disputas por la cantidad y calidad del agua continan en muchos lugares del mundo. Los
recursos naturales pueden desempear un papel importante en los conflictos armados. A
menudo han sido utilizados para financiar guerras. Los conflictos armados tambin se han
utilizado como medio para obtener el acceso a recursos, pudiendo destruir recursos del medio
ambiente. Asimismo, la inseguridad propiciada por el mal gobierno o las guerras puede
contribuir a la degradacin del medio natural. Para que haya seguridad es necesario garantizar
la disponibilidad de bienes y servicios ambientales hoy y en el futuro a travs de una buena
gestin pblica y de mecanismos que permitan evitar y solucionar los conflictos y de
prevencin, preparacin y mitigacin de desastres. Los gobiernos e instituciones no equitativos
pueden impedir que las personas tengan una vida segura.
Relaciones sociales: El medio ambiente tambin influye en las relaciones sociales,
puesto que presta servicios culturales como la posibilidad de expresar valores estticos,
culturales o espirituales relacionados con los ecosistemas. El entorno natural brinda
oportunidades para observar y educar, para el esparcimiento y el goce esttico, todas ellas
apreciadas por cualquier sociedad. En algunas comunidades el medio ambiente es la base del
entramado de sus relaciones sociales. Muchas culturas, y en especial las indgenas, estn
inextricablemente unidas a su medio. El cambio climtico es causa de gran preocupacin para
los pequeos estados insulares en desarrollo y su gran diversidad cultural. Estos pases estn
amenazados por la subida del nivel del mar y por el incremento de la cantidad e intensidad de
las tormentas. Consumir una dieta a base de alimentos tradicionales es especialmente
importante para el bienestar social, cultural, nutricional y econmico de los pueblos indgenas
del rtico. La caza, la pesca y la recoleccin de frutos y bayas se asocian a importantes valores
y costumbres tradicionales que son parte fundamental de su identidad como pueblos
autctonos. Su alimentacin tradicional est comprometida por los contaminantes del medio
ambiente y el cambio climtico, lo que afecta a todos los aspectos de su bienestar. Estos
problemas se magnifican a la luz de la falta de alternativas accesibles, culturalmente
aceptables y asequibles. Almacenar alimentos es costoso y no tiene mucha importancia ni
sentido desde el punto de vista cultural. Las soluciones a largo plazo pasan por que los modos
de vida del rtico se tengan en cuenta al tomar decisiones sobre el desarrollo en las regiones
industriales y agrcolas de todo el mundo.
FUERZAS MOTRICES Y PRESIONES.
Los cambios ambientales y sus efectos sobre el bienestar humano son provocados por
diversas fuerzas motrices y presiones. Determinadas fuerzas motrices como los cambios
demogrficos, la demanda econmica y el comercio, la ciencia y la tecnologa, as como las
circunstancias institucionales y sociopolticas, dar lugar a presiones que, a su vez, influyen en el
estado del medio ambiente con repercusiones en el propio medio y en la sociedad y la
actividad econmica. La mayora de las presiones ejercidas sobre los ecosistemas son
consecuencia de, por ejemplo, los cambios en las emisiones, el uso de la tierra y la explotacin
de recursos. A lo largo de las dos dcadas transcurridas desde la Comisin Brundtland, estas
fuerzas motrices y presiones han cambiado, en muchos casos a un ritmo creciente. De ah que
el medio ambiente haya cambiado sustancialmente. Ninguna regin ha escapado al hecho de
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que el medio ambiente est cambiando y de que esto tendr consecuencias inmediatas, a
corto plazo y a medio plazo para el bienestar humano.
Poblacin: La poblacin es una importante fuerza motriz que subyace al cambio
climtico y que lleva al aumento de la demanda de alimentos, agua y energa, lo que ejerce
presin sobre los recursos naturales. La poblacin actual triplica la de principios del siglo XX.
Este crecimiento demogrfico ha variado considerablemente de una regin a otra, registrando
frica y Asia Oriental tasas elevadas y estabilizndose la poblacin europea. Las migraciones
econmicas forzosas influyen en los cambios demogrficos y en los modelos de asentamiento,
sobre todo a escala regional. Cerca de un tercio de los emigrantes del mundo se han
trasladado de un pas en vas de desarrollo a otro, mientras que otro tercio lo ha hecho de un
pas en vas de desarrollo a uno desarrollado. El trmino ecoemigrante se ha utilizado para
designar a aquellas personas cuya necesidad de emigrar est motivada por factores
ambientales. Otros estudios han sealado que, aunque el medio ambiente puede influir en la
migracin forzosa, la migracin tambin suele estar relacionada con divisiones polticas,
intereses econmicos y rivalidades tnicas.
La urbanizacin no se detiene en ninguna parte del mundo, y especialmente en los
pases en vas de desarrollo, donde el xodo rural sigue alimentando el crecimiento urbano. A
finales de 2007, y por primera vez en la historia, vivan ms personas en las ciudades que en las
reas rurales. En algunos lugares el rea urbana est creciendo a un ritmo mayor que la
poblacin urbana, un proceso que se conoce como expansin urbana descontrolada. Cada vez
ms residentes de las zonas urbanas viven en barrios de tugurios. En muchas ciudades del
frica Subsahariana los nios que viven en barrios de tugurios tienen ms probabilidades de
morir de enfermedades transmitidas por el agua o respiratorias que los nios de las zonas
rurales. La migracin y la urbanizacin guardan una relacin compleja con el cambio del medio
ambiente. Los desastres naturales y la degradacin de tierras y ecosistemas locales son
algunas de las causas de las migraciones. Los cambios constantes en los modelos
demogrficos, debidos a las migraciones y a la urbanizacin, alteran la utilizacin de las tierras
y la demanda de servicios de los ecosistemas.
Crecimiento econmico: El crecimiento econmico mundial ha sido extraordinario en
las dos ltimas dcadas. El producto interior bruto per capita creci en casi un 1,7% anual,
aunque este crecimiento no present una distribucin uniforme. En frica, Europa del Este y
Asia Central, as como en determinadas zonas de Amrica Latina y el Caribe, las personas viven
en peores condiciones que en Amrica del Norte y Central y en Europa Occidental. Muchos
pases de estas regiones no experimentaron ningn crecimiento y algunos incluso
experimentaron una evidente recesin econmica entre 1987 y 2004. El crecimiento
econmico y los modelos de consumo no sostenibles suponen una presin cada vez mayor
para el medio ambiente, aunque distribuida de forma desigual en muchos casos. El
crecimiento econmico de los pases pobres no es sostenible, en parte debido a que ste s es
sostenible en los pases ms prsperos. Los pases que exportan recursos estn
subvencionando el consumo de los pases importadores. Sin embargo, los modelos de
consumo de las distintas regiones estn cambiando con la aparicin de nuevas economas y
potencias como China, la India, Brasil, Sudfrica y Mxico. As, por ejemplo, se espera que
China se convierta en la primera economa mundial entre 2025 y 2035. Su acelerado desarrollo
econmico est afectando los modelos globales de produccin y consumo de recursos, lo que
acarrear consecuencias tanto ambientales como geopolticas.
Globalizacin: La economa mundial se ha caracterizado por una globalizacin cada vez
mayor que est acelerando todava ms la integracin de la economa global a travs del
comercio y las corrientes financieras, as como la integracin del conocimiento mediante el
intercambio de informacin, cultura y tecnologa. El gobierno tambin se ha globalizado, por lo
que se estn produciendo interacciones interestatales cada vez ms complejas y una
participacin ms significativa de los agentes no estatales. Las multinacionales se han
convertido en influyentes agentes econmicos en un contexto de gobierno global
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medio ambiente en s mismo est interrelacionado; tierra, agua y aire estn conectados de
diversas maneras, sobre todo a travs de los ciclos del carbono, el nitrgeno y el agua.
Para los problemas ambientales convencionales y bien conocidos es necesario seguir
aplicando y mejorando los enfoques que han dado buenos resultados. Aquellos pases que
todava no han tratado dichos problemas deben aplicar estas soluciones factibles y probadas a
los problemas actuales. Los enfoques que han dado resultado con anterioridad generalmente
incidan en las presiones intentando modificarlas, por ejemplo, regulando los niveles de
emisiones, la utilizacin de las tierras o la explotacin de los recursos. Para tratar los
problemas persistentes (o emergentes) menos conocidos se requieren polticas de
transformacin. Es esencial adaptar la gestin para que los responsables de formular las
polticas puedan aprender de las experiencias pasadas y servirse de diversos instrumentos
nuevos que puedan resultar necesarios.
Instrumentos econmicos: Hoy por hoy se est poniendo mayor nfasis en el potencial
de los instrumentos econmicos para ayudar a corregir las fallas del mercado. Los recursos
naturales pueden considerarse un activo financiero de una cartera general integrada por otros
activos y fondos materiales, financieros, humanos, sociales, etc. La gestin de esta cartera de
forma adecuada y sostenible para maximizar sus rendimientos y beneficios a lo largo del
tiempo es una buena inversin. Adems, es vital para el desarrollo sostenible. Existe toda una
variedad de instrumentos econmicos, como los derechos de propiedad, la creacin de
mercados, instrumentos fiscales, sistemas de tasas, instrumentos financieros, regmenes de
responsabilidad civil y bonos y depsitos. Uno de estos instrumentos es la valoracin, que
puede servir para evaluar mejor el valor de los servicios proporcionados por los ecosistemas y
los costes de los cambios del medio ambiente provocados por el hombre.
Valoracin: Los ministerios y organismos de medio ambiente suelen ser los ltimos en
beneficiarse de las inversiones porque la economa y la creacin de crecimiento tienen
prioridad para los gobiernos en las decisiones que toman en materia de gastos. Normalmente
esto se debe a la falta de informacin acerca del valor y los lmites de carga de los ecosistemas
del planeta. La medicin del desarrollo y progreso econmicos se ha asociado generalmente a
medidas de resultados econmicos como el producto interior bruto. En estos clculos globales
no se tiene en cuenta el agotamiento del capital natural causado por el consumo y produccin
de bienes y servicios. Es preciso revisar los sistemas de contabilidad nacionales a fin de
integrar correctamente el valor de los cambios que se producen en la base de recursos
naturales debido a las actividades humanas. Unas instituciones capaces de gestionar los
recursos naturales, los marcos jurdicos, recaudar las rentas de los recursos y canalizarlas hacia
inversiones rentables es la clave para que la valoracin resulte eficaz. Valorar los recursos
naturales y evaluar las polticas all donde no existen instituciones como los mercados y donde
se carece de derechos de propiedad plantea diversos desafos. Con estas incertidumbres, y
existiendo conjuntos de valores divergentes, es posible medir el valor econmico de recursos
comunes a partir de la cantidad mxima de otros bienes y servicios de los que las personas
estn dispuestas a desprenderse para obtener un bien o servicio determinado.
Instrumentos no econmicos: Adems de los instrumentos econmicos se han
empleado diversos instrumentos no econmicos para abordar tanto los problemas
ambientales conocidos y comprobados como los menos conocidos y emergentes (o
persistentes). Hoy por hoy, la evolucin en la comprensin del bienestar humano incide cada
vez ms en los instrumentos elegidos.
Participacin pblica: El bienestar humano depende de que las personas tengan la
posibilidad de participar, sin restricciones, en la toma de decisiones, a fin de que puedan
organizar la sociedad de una forma que sea coherente con sus mayores valores y aspiraciones.
Aunque resulte complicado, los dirigentes deben implicar a la sociedad civil en las
intervenciones polticas. Debera incentivarse el desarrollo de acuerdos y protocolos para
reforzar la implicacin efectiva de todos los sectores de la sociedad.
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los caudales naturales circulantes. Adems, un uso intensivo del recurso, como consecuencia
de los regados, puede afectar al nivel fretico y provocar su salinizacin.
El deterioro de la calidad del agua es uno de los graves problemas existentes en
Espaa, originado, en gran medida, por los vertidos procedentes de las aglomeraciones
urbanas. El incremento de la poblacin y el crecimiento de los usos consuntivos hacen
insuficiente la capacidad de autodepuracin de los cursos de agua, siendo necesario depurar
artificialmente las aguas residuales antes de su vertido. Adems, es importante analizar el
grado de ecoeficiencia logrado, es decir, en qu medida se produce un desacoplamiento entre
desarrollo econmico y uso de los recursos hdricos y degradacin de los ecosistemas y del
patrimonio natural, para no slo satisfacer suficientemente las necesidades actuales, sino
tambin las futuras, especialmente ante un eventual escenario de cambio climtico, que se
manifestar en forma de episodios estacionales de sequas e inundaciones debidos a cambios
en los patrones de precipitacin y a un aumento de las temperaturas del agua.
Interacciones: La sostenibilidad del uso del agua en Espaa se encuentra ntimamente
ligada a su empleo en la agricultura, aunque tambin son especialmente significativos los usos
urbanos, industriales y tursticos. El aumento del turismo y el crecimiento econmico han
propiciado la proliferacin de viviendas y segundas residencias de habitantes nacionales y
extranjeros, lo cual ha representado crecimientos urbansticos intensivos. El modelo de
desarrollo urbano vigente, tendente a la construccin de viviendas dispersas y viviendas
secundarias infrautilizadas es altamente consumidor de los recursos energtico, agua y
territorio. Puesto que la gestin y uso sostenible del agua cada vez estar presumiblemente
ms restringido y condicionado por el cambio climtico, resulta necesario adaptar la gestin de
los recursos hdricos a los impactos esperados en el futuro. Los impactos del cambio climtico
sobre los ecosistemas terrestres en Espaa durante el prximo siglo provocarn la
mediterranizacin del norte peninsular y la aridizacin del sur como resultado del
calentamiento y la reduccin de los recursos hdricos. El incremento de las temperaturas y la
disminucin de las precipitaciones y de los caudales de agua de los ros sern algunas de las
consecuencias ms inmediatas. En resumen, el futuro prximo estar determinado por el
cambio climtico y su posible impacto negativo sobre los recursos hdricos.
Evaluacin: La utilizacin y gestin del agua sigue representando un desafo para la
sostenibilidad en Espaa. El consumo de agua muestra una reduccin en los hogares. La
evolucin comparada del volumen de agua para abastecimiento urbano y la evolucin del PIB
muestran que ambas variables crecieron de modo similar hasta 2004, ao en el que empez
un descenso del consumo de agua. Este comportamiento refleja una tendencia hacia un uso
ms eficiente. Desde 2003 la extraccin de agua decreci un 10,7% como consecuencia de la
disminucin de la captacin de aguas superficiales, cuya calidad evolucion favorablemente
entre 1998 y 2005. Sin embargo, en 2008 se produjo un ligero empeoramiento, con una mayor
concentracin de materia orgnica. No parecen fciles de conseguir los objetivos europeos en
cuanto a la depuracin de aguas residuales urbanas.
Como indicador de respuesta relevante se puede destacar el precio del agua. En los
ltimos aos los precios de los servicios urbanos del agua en Espaa han experimentado un
importante crecimiento, sobre todo debido al componente de las tarifas de los servicios de
saneamiento. A pesar de dicho incremento, los precios actuales estn todava muy alejados de
los de los pases del entorno europeo. En 2007, el precio medio del agua en Espaa se situaba
muy por debajo de la Unin Europea. El hecho de que los costes medioambientales no se
hayan internalizado suficientemente hasta ahora puede ser otra de las razones por las que la
utilizacin del agua es realizada de forma menos sostenible. En cuanto a las aguas
subterrneas, la contaminacin por nitratos sigue siendo un problema, con resultados muy
distintos en las diferentes demarcaciones hidrogrficas.
Captacin de agua: Cabe sealar que desde 2003 la extraccin de agua ha decrecido
un 10,7% como consecuencia de la disminucin de la captacin de aguas superficiales. Por
regiones, Andaluca, Madrid y Comunidad Valenciana fueron las autonomas que alcanzaron
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los valores ms altos de captacin de agua en 2007. En el lado opuesto, La Rioja y Cantabria
registraron los valores ms bajos junto con Ceuta y Melilla. En lo que se refiere al tipo de
recurso, Pas Vasco, Madrid, Extremadura, Galicia y Murcia captaron ms del 90% del agua
total de aguas superficiales. En el caso de Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Navarra y
Catalua, los mayores porcentajes procedan de aguas subterrneas. Canarias y las ciudades
de Ceuta y Melilla obtuvieron el 48,8% y 40,2% del agua para desalacin procedente del mar.
Agua suministrada a la red de abastecimiento pblico: En Espaa, un 76% del agua
suministrada en 2007 se registr y distribuy para el consumo de los hogares, de los diversos
sectores econmicos, y para consumos municipales y otros. Andaluca, Catalua, Madrid y
Comunidad Valenciana fueron las autonomas donde se registr y distribuy un mayor
volumen de agua. En el lado opuesto se situaron La Rioja, Navarra y Cantabria, adems de
Ceuta y Melilla. En el caso de los hogares, el consumo de agua potable represent en 2007 el
67,3% del consumo total. De nuevo, las autonomas de Andaluca, Catalua, Madrid y
Comunidad Valenciana registraron las cifras ms altas. Catalua fue la CA que mayor volumen
de agua consumi. Los consumos municipales representaron el 10,1% del consumo total. Las
prdidas de agua en las redes pblicas de abastecimiento urbano por fugas, roturas y averas
en la red alcanzaron el 15,9% del agua total suministrada a dichas redes. Por regiones, las
CCAA con menor eficiencia relativa de las redes de distribucin de abastecimiento pblico y
con un mayor porcentaje de prdida del agua distribuida fueron Comunidad Valenciana,
Catalua y Andaluca. Entre las relativamente ms eficientes se incluyen La Rioja y Navarra. Las
cantidades de agua no registrada debido a consumos estimados, errores de medicin, fraudes
u otras causas supusieron un 8,1% del agua suministrada a dichas redes. Andaluca y Madrid
fueron las regiones con mayores prdidas por errores de medicin y fraudes.
Calidad de las aguas continentales: Entre 1990 y 2008, el porcentaje de estaciones con
valores de baja contaminacin por materia orgnica aument un 29%, mientras que el
porcentaje de estaciones con valores medios caractersticos de aguas contaminadas disminuy
un 14%. 2008 mostr un ligero empeoramiento respecto al ao anterior, reducindose el
porcentaje de los puntos de control con contaminacin orgnica ms baja, mientras los puntos
de mayores concentraciones de materia orgnica aumentaron en contrapartida. En lo que
respecta a las cuencas, los valores ms satisfactorios en 2007 se presentaron en la cuenca
Atlntica-Andaluza y en la del Segura, que alcanzaron un 100% de baja contaminacin. En el
lado opuesto se situaron las cuencas del Guadalquivir, Tajo y Guadiana, que se caracterizaron
por los mayores niveles de contaminacin por materia orgnica. Los ros de Espaa, junto con
los del norte de Europa, son los que presentaron los valores ms bajos, mientras que los ms
altos se registraron en Grecia, Macedonia y Portugal. En cuanto al ndice de Calidad General,
en 2007 y 2008 aument el porcentaje de estaciones que presentaban una calidad excelente,
pero disminuy el nmero de estaciones con calidad buena, intermedia y admisible. El
porcentaje de estaciones con calidad inadmisible disminuy desde el 4,52% en 2007 a un
0,20% en 2008. Desde 2002 parece haberse manifestado una tendencia al empeoramiento.
Calidad de las aguas de bao: En lo referente a la calificacin sanitaria de las aguas de
bao continentales, en 2008 se pudieron calificar un 59,9% de aguas aptas para el bao de
buena calidad (Aguas 1), un 38,4% de aguas aptas para el bao de muy buena calidad (Aguas 2)
y un 1,7% de aguas no aptas para el bao (Aguas 0). Por Comunidades Autnomas, Castilla-La
Mancha, Andaluca y Castilla y Len fueron las regiones donde se calificaron ms aguas aptas
para el bao de muy buena calidad. Los puntos de muestreo con agua no apta para el bao se
encontraban repartidos entre Galicia y Navarra. En relacin al ao anterior, las aguas no aptas
para bao se redujeron en 5,6 puntos porcentuales. Por el contrario, las aguas de buena
calidad aumentaron 7,5%. Para las aguas martimas, la distribucin de la calificacin sanitaria
fue de 83,7% de aguas 2 (de muy buen calidad), 16,1% de aguas 1 (buena calidad) y de un 0,2%
de aguas 0 (no aptas para el bao). La distribucin por CCAA situaba a Galicia, Andaluca,
Catalua y Comunidad Valenciana con el mayor nmero de puntos de muestreo con una
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calificacin de muy buena calidad (Aguas 2). Tan slo se registraron 4 puntos de muestreo, en
Pas Vasco y Baleares, con aguas no aptas para el bao.
Grado de conformidad con la Directiva 91/271/CEE: Desde 1995 hasta la actualidad, la
poblacin equivalente que dispone de instalacin de tratamiento de aguas residuales ha
pasado del 41% al 95%. La evolucin de los ltimos aos ha sido muy importante,
observndose un fuerte incremento del grado de conformidad y una importante reduccin en
la poblacin equivalente no conforme. En cuanto a cantidad de depuradoras, Andaluca,
Castilla-La Mancha, Catalua y Comunidad Valenciana son las que disponen de mayor nmero.
En el lado opuesto se encuentran Cantabria y Asturias. El porcentaje de poblacin conectada a
un sistema de tratamiento de agua residual situaba a Espaa en las primeras posiciones de la
UE con un 98,1%, seguida de Grecia y Repblica Checa, con porcentajes del 85 y 75%,
respectivamente. En posiciones muy alejadas se encontraban pases como Malta, con apenas
un 13% de poblacin conectada a un sistema de tratamiento de agua residual. Hay que sealar
que en Eurostat no se han encontrado disponibles los datos de pases que presumiblemente
estuvieran por encima de Espaa, tales como Dinamarca, Alemania o Austria.
Precio medio del agua distribuida: En el periodo 1996-2007 se observ un importante
incremento de los costes de saneamiento pblico. El precio total del agua distribuida para
abastecimiento pblico urbano est condicionado por el sistema tarifario establecido para el
agua de abastecimiento y por la estructura de los precios de saneamiento de aguas residuales.
En dicho periodo se produjo un incremento generalizado del precio medio del agua en todas
las CC.AA., destacando los registrados en Aragn, Castilla y Len, Comunidad Valenciana,
Asturias y Castilla-La Mancha. Pas Vasco fue la nica autonoma que disminuy el precio
medio del agua distribuida para abastecimiento pblico. Las variaciones en los precios del agua
de abastecimiento entre las distintas CC.AA. estn relacionadas con el volumen de recursos
hdricos disponibles y con el origen del agua. Por tanto, las cuencas de Canarias o Baleares, con
escasos recursos hdricos y con necesidad de recurrir a fuentes de agua con un elevado coste,
han mantenido un precio superior a la media nacional. En el caso del precio medio de
saneamiento pblico, las diferencias existentes entre las autonomas son atribuibles a la
aplicacin de criterios no homogneos en su establecimiento y a diferencias de tratamiento de
subvenciones recibidas, desde el punto de vista de la recuperacin de los costes de capital.
Contaminacin por nitratos en las aguas subterrneas: Los datos correspondientes al
ao 2008 ponan de manifiesto una situacin muy desigual entre las distintas demarcaciones
hidrogrficas. La del Guadiana present la peor situacin, seguida muy de cerca por la del Tajo,
Cabe destacar que en 2008 todas las demarcaciones hidrogrficas disminuyeron los
porcentajes de concentracin de nitratos en las aguas subterrneas a excepcin de las de
Galicia Costa, Cantbrico y Duero. En el mbito de la UE, Espaa junto con Francia y Grecia,
presentaron los valores ms altos de concentracin de nitratos en 2005. Las principales causas
de este tipo de contaminacin de las aguas subterrneas estn relacionadas con la agricultura,
sobre todo con la aplicacin excesiva o inadecuada de los fertilizantes nitrogenados y con la
ganadera, por los vertidos de purines y desechos provenientes de esta actividad.
Salinizacin de las masas de agua subterrnea: En 2008 la situacin fue muy dispar
entre las distintas Demarcaciones Hidrogrficas, no teniendo problemas de este tipo algunas
de ellas (Galicia Costa, Cantbrico, Cuencas Internas de Pas Vasco, Guadiana y Guadalquivir).
La intrusin marina es un hecho bastante generalizado en el litoral Mediterrneo, destacando
por su gravedad la situacin que experimentan las cuencas del Segura y Jcar.
AIRE.
Relevancia: La calidad del aire es el resultado de fenmenos complejos derivados de
una pluralidad de relaciones causales asociadas a la actividad humana en general y a la emisin
de contaminantes a la atmsfera en particular. Teniendo en cuenta sus importantes efectos en
la salud y el medio ambiente, un aire limpio se ha convertido en objetivo prioritario de la
poltica ambiental y de las estrategias de desarrollo sostenible europea y espaola, ya que es
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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un factor determinante de la calidad de vida que es percibido como una demanda social
creciente. Como consecuencia, principalmente, de las actividades humanas desarrolladas a
partir de la revolucin industrial, de la quema de combustibles fsiles, de las emisiones
industriales, de los sistemas de transporte y del crecimiento desordenado de las ciudades, se
han iniciado cambios muy profundos en la composicin de la atmsfera y se ha producido una
contaminacin de la misma, que afecta directamente a la salud de las personas, a los
ecosistemas, a los recursos y al patrimonio. Se estima que ms de tres cuartas partes de la
poblacin espaola vive en entornos urbanos y una parte importante de la misma se
encuentra expuesta a elevadas concentraciones de contaminantes. La mala calidad del aire
afecta a toda la poblacin, pero hay grupos ms vulnerables que otros, como son los nios (0 a
2 aos), las mujeres embarazadas, las personas que padecen alguna enfermedad de carcter
cardiorrespiratorio y los mayores de 65 aos. La mala calidad del aire urbano es un problema
con una importante vertiente local, pero tambin posee una magnitud transfronteriza y
planetaria, pues algunos contaminantes pueden viajar largas distancias para producir efectos
indeseables como la lluvia cida y la eutrofizacin, que afectan especialmente a las masas de
agua, los ecosistemas forestales, los recursos y al patrimonio, al tiempo que otros inciden
directamente en el clima y ven agravados sus impactos como consecuencia del fenmeno de
cambio climtico. La contaminacin atmosfrica, adems de comportar serios impactos
sociales y ambientales, tambin origina importantes costes econmicos inducidos por los
sectores responsables de la emisin de los contaminantes.
Interacciones: Las fuerzas motrices ms relevantes para la contaminacin atmosfrica,
son, adems de la poblacin y el sector residencial, el sector transporte y el trfico, as como la
industria, la energa y el sector agrario. Una cuestin clave para mejorar la calidad de vida y los
procesos de sostenibilidad urbana es comprender con mayor precisin las interacciones entre
las fuerzas motrices que originan las emisiones de contaminantes a la atmsfera y cmo se
pueden aplicar polticas efectivas, sectoriales y transversales, de mitigacin de las emisiones
en la fuente mediante instrumentos legales, econmicos y de corresponsabilidad social. As, las
polticas de cambio climtico, al mitigar las emisiones de GEI, reducen los contaminantes
urbanos en general y sus impactos sobre la salud y los ecosistemas, permitiendo un uso ms
eficiente de los recursos a todas las escalas. Por tanto, cualquier poltica adoptada en relacin
a la lucha contra el cambio climtico, tendr necesariamente repercusiones en la mejora de la
calidad del aire de las ciudades y, por extensin, de las personas que las habitan.
El sector transporte desempea un papel protagonista en las emisiones de GEI y de
contaminantes en general, al igual que resulta esencial para atender las necesidades sociales
crecientes y facilitar la transicin hacia modelos de movilidad sostenible mediante su
reestructuracin estratgica. Las infraestructuras de transporte inciden notablemente en el
uso de suelo, produciendo una fragmentacin del territorio que puede incidir negativamente
en la prdida de biodiversidad y en determinadas actividades agrarias, que a su vez repercuten
en la emisin de GEI. El transporte es, por consiguiente, una de las fuerzas motrices ms
relevantes relacionadas con la calidad del aire. La mayor amenaza para la buena calidad del
aire y la salud pblica es, por volumen de emisiones y exposicin de la ciudadana, el
automvil. El uso del automvil en las ciudades forma parte de los patrones privados de
movilidad y consumo y determina los propios modelos de urbanizacin. Pero, para completar
adecuadamente el anlisis de las causas de la mala calidad del aire en Espaa y sus impactos
sobre la salud humana, es necesario relacionar el creciente uso del automvil privado con el
nuevo modelo de ciudad difusa y los dficits en materia de transporte pblico que conlleva la
expansin incontrolada del uso del territorio.
La influencia de este proceso (modelo de ciudad difusa) en la calidad del aire urbano y
el cambio climtico es enorme, ya que tiene importantes implicaciones para la intensificacin
de ciertas fuerzas motrices como el transporte y el suministro de recursos como el agua o la
energa. Este nuevo modelo de urbanizacin y uso del suelo obliga a la poblacin al empleo
intensivo del vehculo privado en detrimento del transporte pblico, que no es capaz de
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se debe a varias razones, entre las que destacan: una morfologa montaosa con laderas muy
abruptas, las fuertes lluvias con gran capacidad erosiva, condiciones climticas que oscilan
desde subhmedas hasta semiridas, temperaturas y precipitaciones muy variables de un ao
a otro y la existencia de sistemas sobreexplotados debido al delicado balance entre la
disponibilidad y el consumo del agua. En determinadas zonas, como en el litoral mediterrneo,
a los factores anteriores se le suman la creciente presin demogrfica y turstica. El amplio
abanico de impactos negativos de la desertificacin debe poner sobre alerta a las diferentes
administraciones para que los planes de lucha contra este proceso sean no slo objeto de las
polticas ambientales, sino que tambin se integren en las polticas sectoriales, con el fin de
aplicar una gestin integrada y sostenible a las zonas con riesgo de desertificacin. Se
presentan aqu dos indicadores relacionados con el fenmeno de desertificacin en Espaa,
uno sobre desertificacin y erosin, y otro sobre incendios forestales, ya que estos ltimos
promueven en gran medida la desertificacin.
Interacciones: La desertificacin es uno de los mayores retos ambientales a los que se
enfrenta Espaa, pues conduce a una prdida de productividad biolgica y econmica,
contribuyendo a reducir de forma persistente la capacidad de las tierras secas para suministrar
servicios como ecosistema. La prdida de la vegetacin en las zonas susceptibles de sufrir
desertificacin tambin provoca la prdida de sumideros de carbono y, por tanto, potencia el
cambio climtico. La desertificacin tambin puede producir este efecto al aumentar las
emisiones de metano producidas por el ganado cuando ste se alimenta de matorrales de baja
calidad y por un incremento en el uso de fertilizantes agrcolas en suelos degradados. Los
suelos denudados tienen un fuerte impacto sobre el sistema climtico al reducir el
almacenamiento de agua y aumentar la evaporacin, as como elevar la produccin de
aerosoles, que terminan suspendidos en la atmsfera. La desertificacin reduce la resiliencia
del terreno a las variaciones climticas. Esta mayor vulnerabilidad amenaza la capacidad de las
comunidades y los sistemas ecolgicos para adaptarse al cambio climtico.
Evaluacin: Ms de un tercio de Espaa tiene un riesgo significativo de sufrir
desertificacin, especialmente el sureste, donde a los problemas de erosin del suelo y mayor
aridez, se le suman la sobreexplotacin de acuferos y el desarrollo urbanstico. En cuanto a los
incendios forestales, la tendencia a la baja iniciada en 2005 se ha revertido en 2009. Entre las
medidas especficas en desarrollo destacan la ejecucin de actuaciones de restauracin
hidrolgico-forestal, el control de la erosin y la defensa contra la desertificacin, financiando
trabajos de repoblacin forestal, buscando la implantacin de una cubierta vegetal protectora
y fijadora de suelos, tolerante a condiciones de aridez extrema, mayor economa hdrica y
tensiones ecolgicas derivadas del cambio climtico, as como otras actuaciones
complementarias, tales como la potenciacin y conservacin de la cubierta vegetal protectora
o la adecuacin de hidrotecnias de correccin torrencial.
Desertificacin y erosin: Ms de un tercio del suelo de Espaa est sujeto a riesgo
significativo de desertificacin. Se han determinado las zonas con riesgo significativo de
desertificacin en Espaa, en funcin del ndice de aridez, la erosin, los incendios y la
sobreexplotacin de los acuferos. Por CCAA, Canarias y Murcia son las que tienen una mayor
proporcin de superficie con riesgo significativo de desertificacin. Les siguen Castilla-La
Mancha, Comunidad Valenciana y Andaluca.
Incendios forestales: 2008 fue el ao en que menos superficie forestal ardi desde
1996. Los datos provisionales de 2009 indican que la tendencia hacia la disminucin de la
superficie forestal quemada anualmente, iniciada en 2005, se ha revertido. Sin duda, las
condiciones climticas adversas de 2009, en lo que a propagacin del fuego se refiere, han
contribuido a dicho aumento de la superficie quemada, sin menospreciar la accin del hombre,
que contina siendo la principal causa de los incendios. A pesar de que 2008 fue un ao muy
favorable en lo que a incendios se refiere, hubo zonas donde se quem una superficie
considerable, como Zamora, Len, Asturias y Orense. Las provincias con menor superficie
quemada fueron Las Palmas y lava. En cuanto al nmero total de siniestros (incendios y
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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conatos), destacan Asturias y Orense, seguidas de lejos por Len y Navarra. Donde menos
incendios se produjeron fue en Guipzcoa y lava.
ENERGA.
El objetivo de alcanzar un nuevo modelo energtico, que disminuya las presiones
sobre el medio ambiente y la salud humana sin paralizar la actividad econmica, requiere un
proceso largo y gradual en el que se producen continuas oscilaciones. Algunas de estas
variaciones no son una consecuencia directa de la actividad econmica, como las emisiones
originadas por los incendios forestales o las condiciones climatolgicas. Otras variantes se
deben a la introduccin de factores nuevos, como puede ser el comercio de los derechos de
emisin. En Espaa est aumentando de manera apreciable la eficiencia energtica. Por
sectores consumidores finales, hay un mayor aumento de la demanda energtica de la
industria, un crecimiento moderado en el transporte y una cierta estabilidad en el domstico y
terciario. Se aprecia un paralelismo en la evolucin de la intensidad de energa primaria entre
Espaa y la media UE. En ambos casos desciende, y en Espaa lo hace de manera ms acusada
debido al mayor incremento del PIB.
Intensidad de energa primaria: La intensidad energtica disminuye en Espaa,
despus de unos aos de incremento y estabilizacin. La Intensidad de Energa Primaria se
define como el cociente entre el consumo de energa primaria y el Producto Interior Bruto. La
IEP permite analizar el grado de eficiencia energtica al relacionar el crecimiento econmico
con el consumo de energa primaria, es decir, aquella energa contenida en las fuentes
naturales que no ha experimentado ninguna modificacin antropognica. Este consumo de
energa primaria se calcula a partir de cinco fuentes: carbn, petrleo, nuclear, gas natural y
energas renovables. Se ha confirmado la disminucin en la intensidad de energa primaria en
Espaa a partir del ao 2004. Esto indica una mayor eficiencia energtica, y de manera
consecuente, una eficiencia econmica cada vez mayor, con una mejor sostenibilidad. En el
anlisis del consumo de energa final por sectores en 2007 destaca sobre todo el transporte,
seguido del sector industrial, el sector residencial, el sector de servicios y finalmente la
agricultura. El transporte por carretera se muestra como el modo que ms energa consume,
con una pequea disminucin entre los aos 1990 y 2007. Tambin en ese perodo crece el
consumo correspondiente al transporte areo, y disminuye el del transporte martimo.
Intensidad de las emisiones de CO2 de origen energtico: En el ao 2007 la intensidad
de CO2 de origen energtico marca un leve ascenso. El indicador de intensidad de CO2 de
origen energtico se define como la relacin entre las emisiones totales de CO2 equivalente
producidas por las industrias de transformacin o procesado de la energa y el Producto
Interior Bruto. Este indicador permite analizar el impacto de la produccin de la energa en
relacin con el crecimiento econmico del pas. El ao 2007 ha supuesto un incremento
moderado con respecto a su valor en 2006, lejos del acusado incremento experimentado entre
los aos 2003 y 2005. Las variaciones meteorolgicas originan buena parte de estas
oscilaciones ya que los inviernos fros provocan un consumo energtico mayor. El incremento,
o descenso, de la cuota de energa hidrulica, que depende en buena parte de las
precipitaciones del ao hidrolgico, provoca a su vez una variacin en el consumo de
combustibles fsiles y, por tanto, una variacin en las emisiones.
Energas renovables: En 2007 por primera vez en Espaa las energas renovables
superaron a la energa nuclear en la produccin de electricidad. Se mantiene el predominio de
los combustibles fsiles en la produccin de la energa primaria consumida en Espaa, con
ligeras variaciones: aumento apreciable del carbn y de las renovables, disminucin acusada
de la energa nuclear y descenso leve del petrleo. En general, se mantiene una tendencia
continua al alza en la participacin del gas natural y de las energas renovables en la cobertura
de la demanda energtica. La participacin de las energas renovables en el consumo total de
energa primaria ha pasado de representar el 5,87% en el ao 2005 al 6,97% en el 2007.
Dentro de las energas renovables sube la cuota de la energa hidrulica. La elica sigue con su
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Los indicadores que se presentan aqu abordan el sector de los hogares desde el punto
de vista ambiental y muestran las tendencias ms importantes. Puede apreciarse una presin
creciente de este sector sobre el medio, en estrecha relacin con las pautas de consumo que
se han generalizado en el periodo de expansin econmica que arranca de la dcada de los
noventa. Influir sobre estas pautas requiere campaas de sensibilizacin y de unas polticas
adecuadas, especialmente en lo que afecta al consumo de recursos como el agua, el suelo y la
energa. Cabe observar que el anlisis de los consumos se realiza en relacin con el nmero de
hogares o, en su caso, de las personas, pero nunca se refiere al nmero de viviendas, mxime
cuando el nmero de viviendas vacas y viviendas secundarias es tan elevado en nuestro pas,
lo que se traducira en una disminucin de los ndices que no responde a la realidad.
Nmero de turismos por hogar: En 2007 el nmero de turismos por hogar aumenta
ligeramente, pese al incremento del nmero de hogares. El parque automovilstico de turismos
alcanz en 2007 la cifra de 21,7 millones. El nmero de hogares tambin ha experimentado un
incremento continuado. Este incremento paralelo de las dos variables consideradas determina
la tasa de turismos por hogar que se mantiene, con pequeas oscilaciones, en 1,3 a lo largo del
periodo 1998-2007. No obstante, la estabilidad de la tasa no debe enmascarar las presiones
que, presumiblemente, se estn ejerciendo en el medio por el aumento del parque de
vehculos de turismo y el consiguiente incremento del transporte privado. Ceuta, Melilla,
Baleares, Madrid, Galicia, Murcia, Canarias, Cantabria y Castilla-La Mancha superan la media
nacional, mientras que el resto de CC.AA. la iguala o est por debajo de dicho ndice. En el
extremo opuesto encontramos a La Rioja, Pas Vasco, Asturias y Aragn. Desde el punto de
vista ambiental es importante fomentar la renovacin del parque automovilstico, ya que la
fabricacin de nuevos vehculos incorpora tecnologas que reducen el consumo y la
contaminacin. Se ha venido constatando una tendencia creciente a favor de los vehculos que
usan gasleo en detrimento de los que usan gasolina. Parece demostrado que los precios del
carburante y las polticas fiscales han favorecido esta tendencia a favor del gasleo.
Produccin de residuos urbanos por hogar: Aunque en cifras absolutas los residuos
urbanos siguen creciendo, la cifra de residuos por hogar y ao se situ (2006) en 1,821
toneladas, con una ligera disminucin en relacin con el ao 2005. El indicador estima la
cantidad media anual de residuos urbanos (RU) generados por hogar. En el ao 2006, la
cantidad total de residuos para el conjunto del sector residencial supuso un 1,27% ms que el
ao anterior. Segn la metodologa del INE, el 76,92% de los residuos urbanos corresponde a
los residuos mezclados, es decir, los propiamente domsticos junto con los recogidos en la va
pblica, mientras que el resto (23,07%) se corresponde con los residuos urbanos recogidos
selectivamente. Cabe sealar una tendencia positiva relativa al incremento de las cantidades
de residuos recogidas selectivamente. En el periodo 1998-2006, pese al crecimiento
continuado y paralelo de la cantidad total de residuos y del nmero de hogares, la tasa de
residuos por hogar se ha situado en 2007 en cifras ligeramente inferiores a las de 1998,
despus de alcanzar un mximo en el ao 2000. En relacin con las CCAA, nueve comunidades,
adems de Ceuta y Melilla, se sitan por encima de la media nacional: Baleares, Castilla y Len,
Canarias, Cantabria, Madrid, Castilla-La Mancha, Andaluca y Navarra, mientras que el resto se
sita por debajo. Las tasas ms bajas corresponden a Asturias, Galicia y Catalua. En la UE-27
la media de residuos urbanos generados por persona y ao fue superada por 11 pases. Estos
residuos fueron tratados de diferentes maneras: descarga en vertedero controlado,
incineracin, reciclaje y compostaje.
Consumo de energa por hogar: El consumo energtico por hogar presenta en 2007
una disminucin de 0,8% en relacin con el ao anterior. En general, hubo un crecimiento casi
continuo vinculado al crecimiento econmico y al consumo, con ligeras disminuciones en
algunos aos, ms significativas en los usos trmicos, muy vinculados a las temperaturas
extremas, que en los elctricos. Espaa es todava uno de los pases europeos que menos
energa elctrica consume en el sector residencial, pero presenta una fuerte tendencia al alza
hasta el ao 2006, mientras que en los pases de nuestro entorno y en la Unin Europea se
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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observa una tendencia ms clara hacia la contencin del consumo. En cuanto al consumo de
energa final por sectores, el sector residencial se situ en 2007 en tercer lugar, por detrs del
transporte y de la industria. Por su parte los servicios y la agricultura tienen un consumo muy
inferior a los otros sectores. Durante muchos aos, la industria ha sido el mayor consumidor
de energa final en Espaa, pero la aplicacin de medidas de ahorro aument su eficiencia
energtica, lo que ha dado como resultado la primaca energtica del transporte. La aplicacin
de los planes de renovacin de electrodomsticos podra dar resultados similares a los de la
industria en el sector de los hogares.
Emisiones de CO2 del sector residencial: En el perodo 1990-2007, el incremento de
estas emisiones fue del 42%, mientras que en el periodo 2000-2007 el incremento fue del
11,2%. En cada hogar se han producido 1,132 toneladas de CO2 en el ao 2007, cifra que sigue
siendo inferior a la media europea, dado que en una buena parte de los pases europeos el
consumo atribuido a la calefaccin de los hogares es mucho ms alto debido a temperaturas
invernales ms bajas. El hecho de que las emisiones por hogar sigan siendo similares al ao
anterior e incluso un poco inferiores se debe al importante incremento del nmero de
hogares. La reduccin de emisiones en el sector de los hogares es una cuestin de
sensibilizacin y de estmulos por parte de las Administraciones Pblicas. Tambin debern
contribuir a esta reduccin las mejoras de los sistemas de calefaccin, el abandono de los
combustibles fsiles y la mejora en las condiciones bioclimticas de los edificios en aplicacin
de la normativa del Cdigo Tcnico de la Edificacin.
Consumo de agua por hogar: El consumo de los hogares presenta bastante estabilidad,
con algunos altibajos, desde 2001. Esta evolucin puede deberse a un equilibrio entre dos
tendencias contrapuestas: por una parte, el incremento del consumo debido a un mayor nivel
de vida y al aumento de la poblacin y, por otra, la reduccin del consumo por el incremento
del precio, la implantacin de tecnologas que evitan el despilfarro y, en determinados aos,
por las restricciones del consumo debidas a la sequa. Tambin hay que sealar, en este
sentido, la incidencia de las campaas de sensibilizacin para un consumo responsable. En
cuanto al consumo por CCAA, siete de ellas superaron en 2006 la media nacional: Cantabria,
Extremadura, Andaluca, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha y Asturias. El
resto de comunidades present consumos por debajo de la media, situndose en las cifras ms
bajas el Pas Vasco, Baleares y Navarra. Desde el punto de vista de la gestin de la demanda de
agua, un aspecto importante a considerar es el precio de este servicio. Los precios ms altos
del agua correspondieron en 2006 a Canarias, Baleares, Murcia, Comunidad Valenciana,
Madrid, Navarra y Catalua, todas ellas con precios por encima de la media nacional.
Renta disponible bruta de los hogares: La renta disponible bruta de cada hogar alcanz
en 2006, como media, casi 40.000 , experimentando un incremento del 24,1% desde el ao
2000. En 2006 la renta bruta por hogar se situ como media en 39.443 , un 0,5% ms que el
ao anterior, mientras que la renta per capita alcanz los 14.192 , con un 6,0% ms que en
2005. Tomando como referencia el ao 2000 (ndice=100), la renta bruta por hogar se
increment 24,1 puntos en 2006, mientras que la renta per cpita lo hizo en 37,4 puntos
porcentuales. Este crecimiento ha coincidido con una poca de gran expansin econmica e
importante aumento de la poblacin. Por Comunidades Autnomas, los hogares de ocho
comunidades superan la media nacional, adems de las ciudades de Ceuta y Melilla. Encabeza
la lista Navarra, seguida de Melilla, Pas Vasco, Ceuta, Madrid, Catalua, Cantabria, Baleares y
Aragn. En el otro extremo encontramos a Extremadura, Andaluca y Comunidad Valenciana.
En cuanto al gasto de los hogares, cada hogar efectu un gasto medio anual cercano a los
30.000 . El grupo ms alto corresponde a los gastos de vivienda y abastecimientos de la
misma. A este captulo sigue el de los transportes y la alimentacin, incluidas bebidas no
alcohlicas. El gasto medio por persona en 2006 fue de 10.632 .
Ecoeficiencia en el sector domstico: Mientras el nmero de hogares y la renta bruta
de los mismos han continuado incrementndose en 2006, se aprecia un descenso en los
restantes ndices. El nmero de hogares ha pasado de 13,0 millones a 16,3 millones. Al mismo
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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tiempo que este incremento demogrfico, se produce un fuerte crecimiento econmico que
ha hecho que la renta por hogar pase de 31.780 anuales en el ao 2000 a 39.443 en 2006.
En este escenario de crecimiento econmico y demogrfico, los hogares espaoles en su
conjunto han consumido ms energa, han emitido ms CO2 a la atmsfera y han producido
ms residuos. Sin embargo, cabe observar tendencias positivas en los ltimos aos: una
estabilizacin en la generacin de residuos urbanos desde el ao 2000, as como un descenso
en el consumo de agua por hogar en 2005 y 2006. En relacin con el consumo energtico por
hogar se constata tambin en 2006 una disminucin tanto en los usos elctricos como en los
usos trmicos. Igualmente se observa un descenso de residuos generados por hogar. Por otra
parte, las emisiones de CO2 que entre 2003 y 2005 estaban estabilizadas, sufrieron un
descenso importante en 2006. Estas cifras, sin embargo, hay que interpretarlas teniendo en
cuenta el incremento del nmero de hogares. El consumo de agua por hogar parece mostrar
un comportamiento diferente a las otras variables, con oscilaciones que podran estar en
relacin con parmetros meteorolgicos, mostrando una cierta desvinculacin del crecimiento
de la renta bruta disponible por hogar y del nmero de hogares, y un descenso notable en
2006 en relacin con 2005. No hay que descartar una mayor sensibilizacin hacia el uso
sostenible del mismo o al aumento de su precio en casi todas las Comunidades Autnomas.
RESIDUOS.
La generacin y gestin de los residuos constituye un problema ambiental grave en la
sociedad actual. La reduccin de su generacin y su adecuada gestin son necesarias para
evitar graves impactos en el medio ambiente que provocan contaminacin afectando a los
ecosistemas y a la salud humana. Sin embargo, cuando los residuos se gestionan
correctamente se convierten en recursos que contribuyen al ahorro de materias primas, a la
conservacin de los recursos naturales y, en definitiva, al desarrollo sostenible. En Espaa, el
Plan Nacional Integral de Residuos 2008-2015 establece los objetivos especficos de reduccin,
reutilizacin, reciclado, valoracin y eliminacin de residuos y abarca el tratamiento de los
residuos domsticos, los residuos especficos, los suelos contaminados y algunos residuos
agrarios e industriales no peligrosos. Este Plan adems incluye la Estrategia de Reduccin de
Vertido de Residuos Biodegradables, que contribuye a alargar la vida de los vertederos, a
disminuir su impacto sobre el entorno y, de forma especial, a la reduccin de la emisin de
gases con efecto invernadero. Para el PNIR es especialmente importante reducir el porcentaje
de residuos que se generan en Espaa y que van a vertedero. Para esto, se proponen medidas
que fomentan la reutilizacin, as como la implantacin de recogida selectiva. En Espaa, de la
misma forma que en otros pases europeos, se ha producido un incremento en la generacin
de residuos paralelo a su crecimiento econmico. La informacin sobre la generacin y gestin
de los residuos es un elemento esencial para la planificacin, tanto de las necesidades de
infraestructura de tratamiento, como para el establecimiento de objetivos realistas para
mejorar la gestin de los residuos. Se presenta aqu un conjunto de indicadores que nos
permiten avanzar hacia la cuantificacin de los residuos en Espaa.
Generacin de residuos urbanos: En el ao 2003 se inici en Espaa una tendencia de
descenso en la generacin de residuos urbanos. Lo ms significativo de la tendencia existente
es que, tras el crecimiento inicial, a partir del ao 2003 se aprecia un descenso continuo en la
cantidad de residuos urbanos generados por habitante. Si se comparan los residuos urbanos
generados por habitante en Espaa con los producidos en el resto de los pases, en el ao 2007
Espaa ocup la octava posicin en la UE-27, slo superada por Dinamarca, Irlanda, Chipre,
Luxemburgo, Malta, Holanda y Austria. En 2006 las empresas gestoras de residuos urbanos
recogieron en Espaa 28,4 millones de toneladas de residuos, un 1,3% ms que el ao
anterior. De stos, 21,8 millones de toneladas correspondan a residuos mezclados y 6,6
millones de toneladas a recogida selectiva. Segn esta fuente, Baleares junto a Ceuta y Melilla
registraron los mayores valores. En el extremo opuesto se sitan Catalua y Galicia.
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prcticamente constante en los ltimos aos. Esto est planteando problemas derivados de su
correcta gestin, tratamiento y, sobre todo, para su eliminacin. Una de las soluciones
escogidas para lograr una gestin respetuosa con el medio ambiente es la utilizacin de los
lodos como abono agrcola. La composicin de los lodos, aunque variable, les convierte en una
fuente de materia orgnica y de elementos fertilizantes para su utilizacin en la actividad
agraria, que resulta ser la va ms adecuada para su eliminacin, al permitir su incorporacin a
los ciclos naturales de la materia y la energa. Se produce as un doble beneficio, ambiental y
agrario, consecuencia por una parte de su eliminacin sin alteracin relevante del equilibrio
ecolgico, y por otra, del efecto que se deriva de su aplicacin en los suelos, que aumentan su
contenido en materia orgnica y nutrientes.
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El objetivo de la UE es una reduccin de las emisiones del 20% para 2020, que
aumentar hasta el 30% si hay ms naciones desarrolladas que firmen en Copenhague. Estarn
incluidos todos los Estados miembros de la EU-27. El objetivo de la UE para 2020
prcticamente equivale a eliminar las emisiones de todo el transporte en Europa. Es una meta
ambiciosa, pero no hay ms remedio porque el reto es enorme. Las emisiones mundiales de
CO2 han aumentado cuatro veces ms rpidamente desde 2000 que durante el decenio
anterior. Los pases menos desarrollados emiten ahora ms CO2 que los pases desarrollados.
La eficiencia de los sumideros naturales que absorben CO2, como los ocanos, ha disminuido a
lo largo de los ltimos 50 aos y esto implica que nuestros esfuerzos por reducir las emisiones
derivadas de las actividades humanas debern ser todava ms efectivos si queremos
mantener estables los niveles atmosfricos de CO2.
ADAPTACIN AL CAMBIO CLIMTICO.
Impactos del cambio climtico: Episodios extremos de calor y sequa, lluvia e
inundaciones estn afectando a muchas partes de Europa. Las causas son muchas, pero se cree
que el cambio climtico aumentar la frecuencia y la gravedad de estos fenmenos. Incluso si
reducimos las emisiones, la acumulacin histrica de gases de efecto invernadero provocar
cierto cambio climtico, as que habr repercusiones. Por tanto, tendremos que adaptarnos, es
decir, evaluar nuestra vulnerabilidad y tomar medidas para reducir los riesgos.
Escasez de agua y sequa: A medida que suba la temperatura, disminuirn las reservas
de agua en el sur de Europa. Al mismo tiempo crecer la demanda de agua para la agricultura y
el turismo, especialmente en las regiones ms secas y clidas. El aumento de temperatura de
las aguas y la prdida de caudales de los ros en el sur afectarn tambin a la calidad del agua.
Una mayor frecuencia de episodios extremos de lluvias torrenciales y avenidas repentinas
aumentar el riesgo de contaminacin derivada del desbordamiento de los cauces y de las
descargas de emergencia de las plantas depuradoras de aguas residuales.
Control de la crisis no significa adaptacin: Las actuales sequas y la crisis del agua han
de remediarse a corto plazo para asegurar que las personas dispongan de agua. Sin embargo,
es necesario desarrollar tambin polticas de adaptacin a largo plazo. Ansiosos por aumentar
el suministro de agua, los Ayuntamientos y Gobiernos nacionales invierten en proyectos como
depsitos para acumular reservas de agua, transvases y plantas desaladoras que potabilizan el
agua marina. Los pases mediterrneos dependen cada vez ms de la desalacin para obtener
agua dulce. La desalacin puede desempear una funcin legtima en la gestin de agua a
largo plazo, pero el proceso de convertir agua salada en agua potable consume grandes
cantidades de energa. Un avance positivo es que algunas de las plantas actuales funcionan
con energa solar. Sin embargo, la desalacin es todava muy costosa.
La gestin de nuestros recursos hdricos: La Directiva Marco sobre el Agua, el elemento
legislador determinante en materia de recursos hdricos en Europa, obliga a los Estados
miembros a fijar precios para servicios relacionados con el agua como un instrumento eficaz
para fomentar el ahorro de agua. De hecho, la tarificacin del agua es uno de los mtodos ms
eficaces a la hora de influir en las pautas de consumo de agua. Sin embargo, una gestin
efectiva de los recursos hdricos ha de incluir tambin esfuerzos encaminados a reducir las
prdidas de agua y a la informacin sobre la eficiencia hidrulica.
Perspectivas: En un informe de la AEMA se examinan los Alpes, calificados a menudo
de depsito de agua de Europa. La regin alpina ha experimentado un aumento de
temperatura de 1,48C en los ltimos cien aos, el doble que la media mundial. Segn este
informe, se funden los glaciares, asciende el lmite de las nieves perpetuas y se altera
gradualmente la forma en que el sistema montaoso recoge y acumula agua en invierno y la
distribuye nuevamente en los meses ms clidos del verano. Los Alpes son cruciales para el
abastecimiento de agua, no solamente en los ocho pases alpinos, sino tambin en gran parte
de la Europa continental, pues alimentan a muchos de los principales ros. Por eso se han
convertido en un smbolo representativo de la magnitud de la amenaza y del tipo de respuesta
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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que hace falta dar. Las estrategias y polticas de adaptacin deben incluir elementos locales,
transfronterizos y de mbito comunitario. Actividades como la agricultura, el turismo, la
produccin de energa y la sanidad pblica deben analizarse conjuntamente.
En ltima instancia, la adaptacin significa reconsiderar dnde y cundo vivimos ahora
y cmo ser en el futuro. De dnde obtendremos el agua? Cmo nos protegeremos de los
episodios extremos? Los estudios de la AEMA realizados sobre cobertura de los suelos
muestran que las zonas costeras son las reas donde la actividad de construccin es ms
intensa; el 50% del litoral mediterrneo est edificado. La escasez de agua y la sequa son ya
un problema en muchas de estas regiones. Ms apartamentos, ms turistas y ms campos de
golf se traducen en una mayor demanda de agua. Las zonas costeras del norte y oeste de
Europa, donde se espera un aumento de las inundaciones, tambin se estn desarrollando
rpidamente. Todos los Estados miembros de la UE estn trabajando en la preparacin, el
desarrollo y la aplicacin de medidas nacionales basadas en la situacin observada en cada
pas. La reflexin colectiva necesaria para que la adaptacin resulte eficaz todava no se ha
desarrollado del todo, pero el proceso ya est en marcha.
BIODIVERSIDAD.
Las especies exticas han ido colonizando nuevos espacios desde que el ser humano
comenzara a viajar y comerciar. El aumento del comercio, la exploracin y la colonizacin a
partir de comienzos del siglo XVII propici la invasin de especies importantes, como la rata
comn, que lleg por primera vez en barcos procedentes de Asia. En Europa se han registrado
unas 10.000 especies exticas. Algunas de ellas, como la patata y el tomate, se introdujeron
deliberadamente y siguen siendo econmicamente importantes. Otras, denominadas
especies exticas invasoras, crean serios problemas, como plagas para la horticultura, la
agricultura y la silvicultura o vectores de enfermedades, o daan incluso construcciones como
edificios y diques. Las especies exticas invasoras alteran adems los ecosistemas en los que
viven y afectan a las dems especies de estos ecosistemas.
Coste: Las especies exticas invasoras suponen a menudo un elevado coste econmico
para sus nuevos hogares. El coste de los daos y del control de especies exticas invasoras en
los Estados Unidos se ha cifrado en 80.000 millones de euros cada ao. Clculos iniciales sitan
el coste para Europa en ms de 10.000 millones de euros al ao. Las medidas de gestin
encaminadas a reducir o exterminar las especies exticas invasoras establecidas son difciles,
complicadas y costosas. La Comisin Europea subvenciona proyectos de gestin de recursos
naturales en los Estados miembros en virtud del reglamento LIFE de la UE. Los fondos LIFE se
destinan cada vez ms a proyectos relacionados con especies exticas invasoras.
Las especies exticas invasoras y Europa: impactos crecientes: En todos los ecosistemas
europeos pueden encontrarse especies exticas. La globalizacin, especialmente el
crecimiento del comercio y del turismo, ha propiciado el aumento del nmero y tipo de
especies exticas que llegan a Europa. Las zonas marinas y costeras estn vindose
gravemente afectadas debido al creciente trfico martimo y la construccin de canales entre
mares aislados: el canal de Suez contina siendo un importante foco de entrada de nuevas
especies en el Mar Mediterrneo.
Medidas de control: La prevencin es la proteccin ms eficaz contra las especies
exticas invasoras; se trata, en esencia, de una patrulla fronteriza que impide la entrada de
nuevas especies. El segundo paso es la deteccin y el control precoz. En esta lnea, la Comisin
Europea ha hecho hincapi en la necesidad de un mecanismo de alerta temprana para
especies exticas invasoras. La AEMA ha creado un sistema informativo de mbito europeo
para identificar, detectar evaluar y responder a las invasiones nuevas y en expansin.
La lista de las ms buscadas: Las especies exticas pueden tener cualquier forma y
tamao. Algunas son introducidas deliberadamente y tienen importancia para la economa,
otras tienen un impacto reducido y finalmente hay unas cuantas que han sido catastrficas. En
consecuencia, el primer paso en el desarrollo de medidas de control y gestin es la
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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identificacin de las especies ms agresivas para que los esfuerzos se centren en ellas. Para
conocer mejor las especies exticas invasoras y su impacto en la biodiversidad europea, la
AEMA ha elaborado una lista de las peores especies exticas invasoras que amenazan la
biodiversidad en Europa. Para que una especie se incluya en la lista, debe estar muy extendida
o crear problemas significativos para la biodiversidad y los ecosistemas en sus nuevos hbitats.
Las especies de la lista tienen un impacto significativo en la biodiversidad autctona en el
plano gentico o a escala de especie o ecosistema. Muchas afectan adems a la salud humana
y a la economa. Las especies de la lista proceden de diferentes partes del mundo,
principalmente Asia y Norteamrica. Sin embargo, muchas otras proceden de algn lugar de
Europa y han sido transportadas a otra parte del continente.
Perspectivas: Entre las acciones necesarias para combatir las especies exticas
invasoras estn las medidas de gestin y restauracin, que suelen ser difciles y costosas. En la
UE se est intentando hacer frente a las especies exticas invasoras aplicando medidas de
gestin y restauracin financiadas en virtud del Reglamento LIFE. El problema de las especies
exticas invasoras no disminuye. La globalizacin y el cambio climtico significa que cada vez
seremos ms los que entremos en contacto con estas especies. Por tanto, hace falta una
mayor sensibilizacin pblica y poltica para destinar recursos a controlar las principales rutas
de introduccin, vigilar las zonas de riesgo para una deteccin temprana y a la actuacin
inmediata para erradicar las especies no deseadas.
CONTAMINACIN ATMOSFRICA.
La poltica comunitaria ha reducido drsticamente sobre todo las emisiones de azufre,
el principal componente de la lluvia cida. En cambio, el nitrgeno, otro de los principales
componentes de la lluvia cida, no se ha abordado con la misma atencin y contina causando
graves problemas. Una importante proporcin de la poblacin urbana europea vive todava en
ciudades en las que se superan peridicamente los lmites de calidad del aire de la UE,
establecidos para proteger la salud humana. Cada ao mueren prematuramente muchas ms
personas a causa de la contaminacin atmosfrica que en accidentes de trfico. El objetivo
europeo de alcanzar niveles de calidad del aire que no sean perjudiciales para la salud de las
personas o del medio ambiente todava no se ha alcanzado.
Partculas y ozono: En la actualidad, las partculas y el ozono troposfrico son
generalmente considerados como los dos contaminantes ms perjudiciales para la salud. La
AEMA ha comprobado que, pese a reducirse las emisiones de estos dos contaminantes clave
desde 1997, las concentraciones medidas en el aire que respiramos no han variado
significativamente. Hoy por hoy se desconoce la razn de que no se haya producido una
disminucin de las concentraciones ambientales, pero podra deberse a una combinacin de
varios factores: el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climtico puede
afectar a la calidad del aire; es posible que nos encontremos en el extremo receptor de la
contaminacin de otros continentes o de emisiones naturales de sustancias formadoras de
ozono emitidas por los rboles, por ejemplo.
Nitrgeno: El nitrgeno es un nutriente esencial en la naturaleza. Sin embargo, un
exceso de nitrgeno puede ocasionar graves problemas ambientales y de salud. La lluvia cida
se forma cuando el aire contiene altos niveles de xidos de azufre y nitrgeno. La reduccin
masiva de las emisiones de dixido de azufre ha sido uno de los grandes xitos de las polticas
en materia de contaminacin atmosfrica de los ltimos decenios. Los 32 pases miembros de
la AEMA redujeron las emisiones de azufre en un 70% entre 1990 y 2006. El problema del
nitrgeno, en cambio, no se ha abordado con la misma eficacia. Al disminuir las emisiones de
azufre, el nitrgeno es ahora el principal componente acidificante en nuestra atmsfera. La
agricultura y el transporte son las principales fuentes de contaminacin por nitrgeno. La
eutrofizacin se produce cuando un ecosistema dispone de demasiados nutrientes qumicos.
En el agua se produce un crecimiento excesivo de plantas y la consiguiente descomposicin,
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que a su vez tiene otros efectos, entre ellos el agotamiento del oxgeno. Los peces y otros
animales se asfixian a medida que se consumen las reservas de oxgeno.
Perspectivas: La contaminacin atmosfrica no se detiene ante las fronteras
nacionales; es un problema que debe abordarse a escala internacional. El Convenio de las
Naciones Unidas sobre la contaminacin atmosfrica transfronteriza a gran distancia acordado
en 1979 ha sido ratificado por 51 pases y forma la base de la lucha internacional contra la
contaminacin atmosfrica. Paralelamente, la UE ha desarrollado polticas que limitan las
emisiones totales de cada Estado miembro, estableciendo lmites legalmente vinculantes. La
Directiva sobre techos nacionales de emisin establece techos o lmites para cuatro
contaminantes: dixido de azufre, xidos de nitrgeno, compuestos orgnicos voltiles no
metnicos y amoniaco. Los Estados miembros deben ajustarse a estos topes hacia 2010. La
AEMA considera que es necesario continuar reduciendo las emisiones para proteger
adecuadamente el medio ambiente y la salud.
AGRICULTURA Y MEDIO AMBIENTE.
Los agricultores gestionan la mitad de la superficie de la UE y su actividad tiene un
impacto importante en el suelo, el agua y la biodiversidad de Europa. La agricultura consume
la mitad del agua disponible en el sur de Europa. Sin embargo, las prcticas agrcolas
tradicionales han modelado nuestro paisaje e influido en los animales y las plantas que lo
habitan. Muchas de nuestras especies ms escasas dependen hoy por hoy de la continuidad de
prcticas agrcolas tradicionales. Las tierras agrarias de alto valor natural son tierras
particularmente ricas en hbitats y especies cuya conservacin es motivo de preocupacin. A
menudo estn asociadas con la agricultura tradicional o de baja intensidad, que no son
demasiado rentables. La mayora de los agricultores han intensificado la produccin o
abandonado completamente la agricultura; estas tendencias suponen una amenaza para los
hbitats naturales. Uno de los retos importantes para la poltica agrcola es facilitar incentivos
econmicos a los agricultores a fin de que mantengan las prcticas agrcolas respetuosas con la
vida silvestre. La Poltica Agrcola Comn (PAC) ha experimentado varias reformas
fundamentales desde que viera la luz en la poca de escasez alimentaria de la posguerra. Las
subvenciones se han disociado cada vez ms del objetivo inicial de aumentar la produccin de
alimentos pare centrarse ms en el desarrollo rural y los objetivos ambientales.
Pautas de gastos de la PAC: La AEMA ha analizado la actual pauta de gastos para
comprobar cmo la PAC puede contribuir a conservar las tierras agrarias de alto valor natural.
La PAC se divide en dos pilares. El pilar I contempla ayudas directas a agricultores e
intervenciones en los mercados agrarios. El pilar II est dedicado al desarrollo de las zonas
rurales y financia programas de gestin medioambiental. Los pases con una elevada
proporcin de tierras de cultivo de alto valor natural reciben una cantidad relativamente
pequea en el pilar I del presupuesto de la PAC. Esto no es extrao si se tiene en cuenta que
este pilar estaba relacionado inicialmente con la produccin y que predomina en zonas de
agricultura intensiva. Los gastos por hectrea del pilar II (desarrollo rural) aumentan
generalmente con la proporcin de tierras de cultivo de alto valor natural. Sin embargo, los
gastos en planes agroambientales, el elemento ms vinculado con la conservacin, no estn
muy relacionados con la cantidad de tierras de cultivo de alto valor natural.
Consecuencias para la biodiversidad: En ltima instancia, lo que cuenta es el efecto de
los pagos de la PAC sobre la conservacin de las tierras agrarias de alto valor natural. Los
ingresos de las explotaciones en reas de alto valor natural son ms dependientes de los
fondos de la PAC que los de las explotaciones intensivas que no favorecen la biodiversidad. Los
estudios de ejemplos concretos por parte de la AEMA confirman que la mayora de las
subvenciones del pilar I se destinan a las zonas ms productivas. En estas zonas, la
biodiversidad es baja y la subvencin no incentiva precisamente una produccin con bajos
impactos ambientales. Los gastos del pilar II muestran una correlacin ms positiva con las
tierras de agrarias de alto valor natural, en principio una buena noticia para la conservacin de
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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estas explotaciones. Sin embargo, habra que evaluar si las subvenciones son adecuadas para
evitar, por una parte, el abandono de tierras y, por otra, la intensificacin. Los datos relativos a
la aplicacin de planes agroambientales sugieren que es posible mejorar su eficacia. Por otra
parte, la despoblacin de las zonas rurales y los cambios de estilo de vida pueden representar
amenazas generales para los sistemas agrcolas tradicionales que, a largo plazo, no podrn
paliarse mediante subvenciones.
Perspectivas: Dentro de los presupuestos totales de la UE, la dificultad radica en
reconciliar las diferentes funciones de la PAC y asegurar que el dinero de los contribuyentes de
la UE se gaste de manera eficiente. La escasa informacin disponible sugiere que la
distribucin actual de los fondos de la PAC no es muy eficaz desde el punto de vista del
cumplimiento de los objetivos medioambientales de la UE, sobre todo en lo relativo a la
proteccin de la naturaleza. Por otra parte, la informacin estadstica disponible sobre las
pautas de gastos de la PAC es todava insuficiente para evaluar adecuadamente los efectos de
esta poltica tan crucial. En definitiva, aunque el gasto en la PAC sea casi la mitad del
presupuesto de la UE, no se dispone de informacin suficiente para afirmar con certeza a
dnde va a parar el dinero ni exactamente qu se est consiguiendo con l. Las ayudas del
pilar I, aunque ahora estn parcialmente desvinculadas de la produccin, contribuyen muy
poco a favorecer la biodiversidad en los terrenos de cultivo. Reforzar el pilar II y centrar las
medidas en las tierras de cultivo de alto valor natural es una opcin vlida, pero exige un
diseo y una evaluacin cuidadosos para evitar impactos negativos imprevistos.
MEDIO MARINO. EL CASO DEL MAR BLTICO.
Pescando datos: Los pescadores europeos estn sujetos por ley a rigurosas
restricciones en virtud de la Poltica Pesquera Comn, que establece la cantidad y el tipo de
peces que pueden capturarse en cada lugar. El Consejo Internacional para la Exploracin del
Mar emite las recomendaciones cientficas sobre los niveles biolgicamente seguros. Los datos
de las pesqueras, las estadsticas de capturas y la vigilancia ambiental de las condiciones
oceanogrficas aportan datos de incalculable valor para evaluar la salud de las especies
comerciales ms pescadas. Los Estados miembros de la UE toman sus decisiones sobre el total
admisible de capturas a tenor de las recomendaciones de los cientficos.
Los peces respiran oxgeno disuelto en agua: El uso cada vez ms extendido de
fertilizantes artificiales en la agricultura, as como la creciente urbanizacin, han aumentado
drsticamente los aportes de nutrientes al Mar Bltico. Esto ha favorecido la proliferacin de
fitoplancton y ha hecho aumentar la produccin de peces. Sin embargo, a la par ha agravado
los episodios de anoxia en las aguas profundas del mar. Si hay anoxia en el agua junto al lecho
marino, quiere decir que el fondo del mar libera sulfuro de hidrgeno al agua. El sulfuro de
hidrgeno es txico para la mayora de formas de vida. Las zonas anxicas del Mar Bltico son
ahora tan extensas que han reducido el tamao de las posibles zonas de desove en la parte
central y oriental del Bltico, con el consiguiente perjuicio para el xito del desove del bacalao.
Por qu fueron tan buenos los principios de la dcada de los ochenta para las
pesqueras de bacalao?: Cuatro factores explican las altas tasas de supervivencia de los huevos
y larvas de bacalao entre 1978 y 1983: 1) La escasa presin pesquera a finales de la dcada de
los setenta. 2) Las condiciones climticas favorecan la entrada de agua muy salada del Mar del
Norte. Las intrusiones de agua salada en el Bltico son importantes para mantener los niveles
de salinidad y oxgeno. Estas aportaciones incrementaron las concentraciones de oxgeno en
las zonas de desove del bacalao y elevaron la tasa de supervivencia de huevos y juveniles. 3)
Haba gran abundancia de larvas de coppodos, la principal fuente de alimentacin del
bacalao. Y 4) Una gran escasez de depredadores como el espadn y las focas. El espadn se
alimenta de los huevos del bacalao, mientras que el bacalao adulto es presa de las focas.
Qu es lo que fall?: Desde mediados de la dcada de los ochenta ha disminuido el
nmero de grandes aportes desde el Mar del Norte, cosa que ha empeorado las condiciones
para la supervivencia de los huevos y juveniles. La menor salinidad ha mermado tambin las
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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poblaciones de coppodos, el alimento bsico de las larvas. Aunque en los aos siguientes se
redujo el lmite de los niveles biolgicamente seguros para la pesca, las capturas fijadas por
acuerdo poltico solan superar esta cota. La pesca ilegal agrava el problema.
Para colmo de males, el cambio climtico: El cambio climtico est afectando tanto a la
temperatura como al nivel de salinidad del Bltico. El aumento de temperatura de las aguas
profundas elevar la demanda metablica de oxgeno y reducir la solubilidad del oxgeno en
el agua. A su vez, esto contribuir a ampliar la extensin geogrfica de las zonas anxicas. La
salinidad del Bltico ha disminuido constantemente desde mediados de la dcada de los
ochenta debido al incremento de las lluvias y a la reduccin de los aportes del Mar del Norte al
Bltico. Ambos factores dependen del clima. Una reduccin bastante pequea de la salinidad
altera ya el equilibrio y cambia la composicin del hbitat Bltico. De las tres principales
especies pescadas, bacalao, arenque y espadn, el bacalao es especialmente sensible al
descenso de la salinidad porque sta influye en su capacidad reproductora y en la
disponibilidad del alimento preferido de las larvas. Las proyecciones futuras del clima ocenico
para el Bltico indican que continuarn aumentando las lluvias y disminuyendo los aportes del
Mar del Norte. Esto significa que las poblaciones de bacalao y otros peces marinos
probablemente seguirn disminuyendo si no se reduce la presin pesquera.
Esperanza para el futuro: En respuesta a estos problemas medioambientales
complejos y graves en el Mar Bltico, los pases de la regin han acordado un Plan de Accin
para el Mar Bltico, con objeto de desarrollar acciones nacionales que permitan integrar
polticas agrcolas, pesqueras y regionales. Adems, la Comisin Europea est desarrollando
una estrategia regional para el Mar Bltico que se plasmar en un plan de accin que definir a
los principales actores, los instrumentos financieros a utilizar y un programa de trabajo.
ENERGA.
La bioenerga es ya la principal fuente de energa renovable en Europa y se espera que
su produccin aumente en los prximos decenios. Los biocombustibles han sido aclamados
como una buena forma de ecologizar el transporte y evitar las costosas importaciones de
petrleo. Sin embargo, la tendencia a producir bioenerga a gran escala entraa riesgos
ambientales considerables, debido sobre todo al cambio de uso del suelo. Los suelos y las
plantas son los dos principales almacenes de CO2 en la Tierra: contienen el doble de carbono
que nuestra atmsfera. El hecho de convertir grandes extensiones boscosas, turberas o pastos
en cultivos de biocombustibles liberara ms CO2 del que se ahorrara. La ampliacin de las
tierras de cultivo en Europa para satisfacer la demanda combinada de alimentos y combustible
tendra serios impactos en la biodiversidad europea y daara nuestros recursos hdricos y
edficos. Los efectos en cadena tendran impactos en otras partes del mundo: a medida que
Europa recorta las exportaciones de madera, otras partes del mundo aumentaran la
produccin maderera para llenar el hueco. Los efectos en los precios mundiales de los
alimentos podran ser significativos. En Europa, sin embargo, los riesgos podran reducirse
mediante la eleccin y gestin correcta de los cultivos. Los biocombustibles producidos, por
ejemplo, con residuos de cultivos o forestales, comportan ventajas ambientales. La AEMA ha
estudiado la forma en que podra desarrollarse el inminente auge de la bioenerga y ha
evaluado si puede proporcionar la energa que necesitamos sin perjudicar al medio ambiente.
La fiebre de las energas renovables: La Comisin Europea ha propuesto un objetivo
obligatorio: el 20% de la energa europea debe provenir de recursos renovables en 2020. Por el
momento, las energas renovables representan el 6,7% del consumo de energa en Europa. Dos
tercios de esta cantidad proceden de la biomasa. La Comisin Europea est tambin
interesada en promover los biocarburantes porque la diversificacin es crucial en el transporte
dada su dependencia del petrleo. El sector del transporte incrementa tambin las emisiones
de GEI y anula los ahorros de emisiones logrados por otros sectores. En consecuencia, la
Comisin ha propuesto que los biocarburantes representen el 10% del combustible para el
transporte por carretera hacia 2020, siempre y cuando se certifique su sostenibilidad. Para
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medio ambiente, incluidos los efectos en el suelo, el agua y la biodiversidad, como las
emisiones de gases de efecto de invernadero.
RESIDUOS.
Cantidades cada vez mayores de residuos de papel, plsticos y metales se trasladan
desde los pases desarrollados a pases con normativas ambientales menos rigurosas. Enormes
barcos surcan los mares cada da, cargados de mercancas que trasladan de los mercados
emergentes de Asia a Occidente. Los armadores, que prefieren no volver de vaco y necesitan
algo para lastrar, cargan gustosamente los residuos de Europa para que sean reciclados en
Asia. Esto no significa que los traslados de residuos no estn regulados. Tanto las Naciones
Unidas como la UE tienen normas estrictas que regulan los materiales trasladables y sus
destinos. A escala mundial, el comercio internacional de residuos peligrosos est regulado en
el Convenio de Basilea de las Naciones Unidas. La prohibicin que dispone el Convenio no ha
sido firmada por suficientes pases como para que haya entrado en vigor a escala mundial. Sin
embargo, la UE ha aplicado restricciones y slo permite exportar residuos peligrosos a pases
desarrollados que dispongan de la tecnologa necesaria y una legislacin adecuada en materia
de seguridad y medio ambiente.
El objetivo a largo plazo de la UE es conseguir que todos los Estados miembros
eliminen internamente sus propios residuos. Sin embargo, ste es un objetivo todava muy
lejano si tenemos en cuenta que entre 1997 y 2005 casi se cuadruplicaron los traslados de
residuos peligrosos y problemticos para su eliminacin procedentes de los Estados miembros
de la UE. Los factores coadyuvantes a la exportacin e importacin de residuos son varios:
disponibilidad de tecnologa de tratamiento especial, escasez de materiales, diferencias en
precios de eliminacin o recuperacin. Al fijar objetivos de reciclado, la poltica de la UE
favorece tambin los traslados de residuos de Estados miembros que no pueden cumplir sus
objetivos nacionales. Mientras estos residuos no se eliminen en su destino y no contengan
materiales peligrosos, puede considerarse un comercio aceptable.
Su televisor ha viajado ms que usted?: Europa dispone de una legislacin que regula
el traslado de residuos peligrosos y problemticos. Sin embargo, la efectividad de la legislacin
con vistas a aliviar la presin sobre el medio ambiente todava est por demostrar. Los
residuos electrnicos, que se consideran peligrosos, son un caso importante. A menudo se
desmontan en frica y Asia con escasas o nulas medidas de proteccin personal o de control
de la contaminacin. Muchas veces, los componentes se queman al aire libre para recuperar
los metales, emitindose generalmente partculas de cenizas volantes cargadas de metales
pesados y otros materiales txicos que aumentan la exposicin humana y la contaminacin de
los alimentos, el suelo y las aguas superficiales. No tenemos una idea clara en lo que se refiere
a los residuos de aparatos elctricos y electrnicos trasladados dentro y fuera de la UE, debido
en parte al uso de cdigos ambiguos para informar sobre los traslados de residuos
electrnicos. Es difcil saber si un televisor se exporta como dispositivo de segunda mano, que
es aceptable, o como residuo para eliminar, que no lo es.
Rastreo de datos tiles sobre residuos elctricos y electrnicos: En 2005 se exportaron
ms de 15.000 toneladas de televisores en color de la UE a pases africanos. El escaso valor
unitario de los televisores enviados a frica sugiere que muchas de estas exportaciones son, de
hecho, productos usados, muchos de los cuales probablemente sean residuos. Estas cifras slo
se refieren a los televisores y se cree que la exportacin total de ordenadores, telfonos
mviles, reproductores de CD usados, etc. a estas regiones es significativamente ms alta. Esto
apunta a que se est infringiendo la prohibicin de la UE relativa al comercio de residuos
peligrosos con pases ajenos a la OCDE.
Residuos no peligrosos: Entre 1995 y 2007 aumentaron tambin enormemente los
traslados de residuos no peligrosos, como papel, plstico y metales, fuera de la UE,
principalmente a Asia y, especialmente, China. Los residuos trasladados han aumentado
tambin dentro de la UE, pero de forma mucho ms moderada. En 2007 se trasladaron tantos
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residuos de papel a Asia como entre pases de la UE. La cantidad de metales trasladados
dentro de la UE fue mayor que la trasladada a Asia. Sin embargo, la UE traslad ms residuos
de plstico al mercado asitico que dentro de la UE.
Las fuerzas motrices del reciclado: Durante ms de un decenio, el coste de las materias
primas ha sido muy alto y esto, a su vez, ha hecho aumentar el valor de las materias primas
secundarias recuperadas a travs del reciclado. Los residuos de metal, papel, plstico y otros
materiales de desecho de Europa alimentan la floreciente economa asitica, que no podra
sostenerse con materiales vrgenes. La legislacin de la UE, que exige a los Estados
miembros alcanzar determinados niveles de reciclado, fomenta tambin indirectamente el
traslado de residuos para el reciclado. Los requisitos de la UE relativos a niveles de reciclado
especficos incrementan el volumen de residuos reciclables en el mercado.
La utilizacin de residuos reciclados en lugar de materiales vrgenes suele ser favorable
para el medio ambiente. Un kilo de papel producido a partir de materias primas recicladas, por
ejemplo, consume la mitad de la energa que uno producido con materiales vrgenes. El
aluminio producido a partir del metal reciclado puede consumir tan slo el 5% de la energa
necesaria para fabricarlo con materiales vrgenes. En general, el reciclado contribuye
sobremanera a reducir las emisiones de CO2 relacionadas con la energa y otras presiones
ambientales. Sin embargo, como a menudo no sabemos lo que ocurre con los residuos una vez
que han salido del puerto europeo, no podemos afirmar si un traslado determinado y, por
tanto, los traslados en general son favorables o no para el medio ambiente.
Perspectivas: Dentro de la UE, los traslados transfronterizos para la eliminacin de
residuos y la recuperacin de residuos peligrosos y problemticos deben notificarse a las
autoridades nacionales. Sin embargo, todo lo que recibe la Comisin Europea es una versin
resumida de los datos de los traslados, de manera que el panorama es poco transparente en el
conjunto de la UE. Si el resumen incluyera informacin ms detallada, sobre todo en lo que se
refiere a los tipos de residuos trasladados, permitira evaluar mucho mejor las consecuencias
ambientales y econmicas de los traslados. Una visin ms clara de los traslados legales a
escala comunitaria permitira hacerse una idea ms real de los traslados ilegales.
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Actividad solar, incluidas las manchas solares. Afecta a la propia fuente de energa,
por lo tanto a la radiacin que finalmente se recibe en la cima de la atmsfera, que sera como
el combustible del motor que representara el sistema climtico. Se sabe que el Sol manifiesta
ciclos en su actividad pero, por el momento, no se conoce cmo el sistema climtico
respondera a ellos produciendo finalmente cambios en el clima.
Movimiento relativo Tierra-Sol. La Tierra describe una trayectoria elptica alrededor
del Sol cuya excentricidad cambia en el transcurso del tiempo con una periodicidad de unos
100.000 aos. Esto hace que la Tierra se encuentre a una distancia del Sol que no va siendo
igual ao tras ao al recorrer su rbita, que adems es cambiante. Tambin la inclinacin del
eje del mundo con respecto al plano de la trayectoria es variable, lo que hace que la
prolongacin de su eje de rotacin seale puntos diferentes de la cpula celeste, con ciclos de
alrededor de 41.000 aos. Por otra parte, la elipse orbital cambia de orientacin en el espacio,
dando lugar a lo que se llama precesin de los equinoccios. Esto hace que las estaciones
astronmicas se den en diferentes lugares de la rbita con periodicidades aproximadas de
19.000 y 23.000 aos. El resultado final es que, aunque fuera constante la energa emitida por
el Sol, es diferente la energa incidente en el sistema y, adems, se distribuye de forma
diferente sobre la superficie del planeta.
Impacto de meteoritos o cometas. Corresponde sta a una causa bien diferente de
las anteriores. Se trata de algo difcilmente predecible, pero de consecuencias importantes si el
tamao del blido es suficientemente grande. Su impacto contra la superficie del planeta
puede originar una nube de polvo y/o de agua de tal magnitud que la radiacin solar incidente
no alcance el suelo con la intensidad que lo haca antes del impacto. En esas condiciones, la
temperatura puede descender de una forma apreciable, dando lugar a un cambio en el clima.
b) Causas internas (al sistema climtico):
Efecto invernadero. Parte de la radiacin que proviene del Sol es reflejado hacia el
espacio. Si la Tierra no dispusiera de atmsfera, la superficie del planeta se encontrara a una
temperatura media de -18C, justo la necesaria para mantener el balance de radiacin. Los
constituyentes atmosfricos absorben relativamente poca radiacin solar, pero absorben
fuertemente la radiacin infrarroja que emite la Tierra y la propia atmsfera. En consecuencia
se produce un calentamiento en las capas bajas de la atmsfera, que modifica el balance de
radiacin, alcanzando una temperatura media de 15C al nivel de la superficie. Este
comportamiento de la atmsfera, radiativamente diferente para la radiacin solar que para la
terrestre, recibe el nombre popular de efecto invernadero, ya que guarda cierta semejanza con
el comportamiento de esa estructura. El principal responsable del efecto invernadero es el
vapor de agua y el segundo, a bastante distancia, el dixido de carbono (CO2). El efecto
invernadero es decisivo en el clima que posee el planeta, ha permitido la vida, al menos en la
forma que la conocemos, y cualquier modificacin en dicho mecanismo alterara el clima.
Desigual distribucin del balance de energa. Aunque el planeta en su conjunto se
encuentra en equilibrio de radiacin, ese equilibrio no se da en cada lugar. En latitudes bajas
es mayor la radiacin solar absorbida por el sistema que la radiacin infrarroja emitida hacia el
espacio. Por el contrario, en el resto predomina la radiacin emitida sobre la absorbida,
existiendo entonces all un dficit de energa. La tendencia natural a destruir los desequilibrios
se lleva a cabo por medio de los dos fluidos de la Tierra (atmsfera y ocanos), aunque la
reduccin total no se produce. Un cambio en la distribucin del balance de energa alterara los
sistemas mundiales de vientos y corrientes marinas.
Dinmica interna del sistema. La atmsfera y el ocano, por medio de vientos y
corrientes marinas, tienden a reducir la diferencia entre el aporte neto de energa en latitudes
bajas y el dficit en latitudes altas. Los vientos y corrientes marinas juegan un papel muy
importante en la definicin climtica regional. Sin embargo, una vez establecidos los flujos
fluidos, sus mltiples efectos actan sobre las causas que los producen, en una especie de
ciclos sin fin. Estos procesos reciben el nombre de realimentaciones y son una caracterstica de
lo que se llaman efectos no lineales. Cuando muchos de estos procesos de retroalimentacin
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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actan simultneamente, como ocurre en el sistema climtico, resulta muy difcil predecir el
resultado, aunque es evidente que existe.
Cambio de la composicin atmosfrica. El efecto invernadero es consecuencia de la
diferente absorcin de la radiacin solar y terrestre por la atmsfera. Esta absorcin la realizan
los gases que la constituyen y tambin las partculas que se encuentren en suspensin en el
aire. Cualquier cambio en la composicin atmosfrica, o en la concentracin de sus
componentes, altera las propiedades de absorcin y, en consecuencia, el efecto invernadero.
La composicin de la atmsfera ha sido siempre cambiante. Ahora predominan nitrgeno y
oxgeno, aunque los mayores contribuyentes al efecto invernadero son el vapor de agua y el
CO2. Si la composicin atmosfrica cambia, se modifica el efecto invernadero y, en
consecuencia, la temperatura media superficial del planeta.
Presencia de aerosoles en la atmsfera. En la atmsfera se encuentra una gran
cantidad de partculas materiales en suspensin. Su origen se halla principalmente en el suelo
y en la superficie de los ocanos, siendo las de origen marino de gran importancia
meteorolgica pues sin ellas sera prcticamente imposible que se formaran las nubes, al ser
necesario un ncleo slido para que se produzca la nucleacin que da lugar a las proto-gotas
de nube. Las erupciones volcnicas y tambin las actividades humanas introducen partculas
en el aire. El nombre genrico que se le da a esa masa en forma de partculas es el de
aerosoles. Los aerosoles atmosfricos tambin participan en el efecto invernadero, aunque su
comportamiento es ms complejo que el de los gases, ya que tanto atenan la radiacin solar
como absorben radiacin terrestre.
Papel de las nubes. Algo parecido a lo anterior ocurre con las nubes; pueden tender a
favorecer o atenuar el efecto invernadero dependiendo de su tipo y altura. As, las nubes altas
dejan pasar la radiacin solar pero absorben la terrestre, mientras que las nubes medias
impiden casi completamente el paso de la radiacin solar.
EL CICLO DEL AGUA.
El agua constituye el elemento principal de nuestro planeta, cubriendo sus dos
terceras partes. Resulta esencial para la vida en la Tierra, y cambios menores en su volumen o
composicin pueden producir impactos importantes en los sistemas biolgicos, y en particular
en los sistemas antrpicos. El agua se encuentra en la superficie terrestre en un estado de
equilibrio dinmico, circulando entre los ocanos, la atmsfera y los ambientes continentales
en un sistema de intercambio conocido como ciclo hidrolgico. Las vas de flujo en este
intercambio incluyen la precipitacin, evaporacin, evapotranspiracin por la vegetacin,
recarga, descarga y escorrenta. La mayor parte del agua dulce presenta una distribucin
geogrfica irregular y frecuentemente se encuentra en estado slido o en acuferos profundos,
dificultando su utilizacin. La principal fuente de agua para el consumo humano se encuentra
en ros, lagos, suelos y en acuferos relativamente someros. En latitudes bajas y altas de los dos
hemisferios predomina la precipitacin sobre la evaporacin. Por el contrario, en latitudes
intermedias lo que predomina es la evaporacin, exportndose este exceso de agua hacia las
latitudes bajas. Este transporte se efecta a travs de la circulacin atmosfrica.
En los ltimos 70 aos, el consumo de agua se ha incrementado seis veces, mientras
que la poblacin mundial se ha triplicado. La mayor parte de los recursos hdricos (70%) se
utilizan en la agricultura, donde se mantienen sistemas de riego ineficientes con prdidas de
evaporacin de hasta el 60%. Por su parte, la industria utiliza el 22% de los recursos de agua
globales y, escasamente, el 8% se destina a usos domsticos y de servicios. En Espaa, la
situacin es similar con el 80% de los recursos utilizados en la agricultura, frente al 14% de
abastecimiento a ncleos urbanos, y el 6% destinado a la industria. En la Tierra, adems del ser
humano, existe una gran comunidad de usuarios que comprende al resto de los seres vivos
que, como nosotros, requieren de un mnimo de cantidad y calidad de agua para sobrevivir.
Igualmente, el agua es imprescindible para el funcionamiento de la geodinmica externa y la
atmsfera del sistema terrestre. Los usos y abusos que el ser humano realiza de los recursos
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principalmente como sulfato, es decir en su forma oxidada. Los organismos que no tienen
capacidad para transformar el sulfato toman el azufre ya reducido de su dieta. La vegetacin
terrestre y el plancton marino liberan parte de su azufre reducido en forma de gases a la
atmsfera, donde, juntamente con los gases emitidos por los volcanes, sufre procesos de
oxidacin que lo convierten mayoritariamente de nuevo a sulfato. Otras fuentes importantes
de sulfato atmosfrico son la suspensin de partculas de sal y de polvo por accin del viento
sobre la superficie de los ocanos y los suelos ridos.
En las regiones ocenicas alejadas de los continentes, las fuentes mayoritarias de
azufre atmosfrico son la sal marina, que en su mayora se vuelve a depositar rpidamente en
el ocano, y el gas de origen biolgico dimetilsulfuro (DMS). En un tiempo de alrededor de un
da, el DMS atmosfrico se oxida a sulfato y sulfonato y forma pequeas partculas donde
condensa el agua. La formacin de nubes depende no solamente de la humedad del aire, sino
tambin de la existencia de partculas de condensacin. Si dichas partculas son muy
abundantes, la nube se forma con un nmero mayor de gotas pequeas, lo que la lleva a tener
una vida ms larga y a reflejar mejor la luz solar (es decir, a tener un mayor albedo). Si hay
pocas partculas de condensacin, la nube crece con menos gotas y de un tamao mayor, es
ms transparente a la radiacin solar y se deshace antes en forma de lluvia.
EL PAPEL DE LOS ORGANISMOS.
La vida es parte central del funcionamiento de la biosfera, alterando la composicin
gaseosa de la atmsfera, con lo que afecta al clima, y participando en el reciclado de
materiales necesario para mantener los ciclos del agua y de los elementos. Los organismos que
participan de forma ms intensa en la regulacin del funcionamiento de la biosfera son los
microorganismos. stos son responsables de la mayor parte del reciclado de materiales y de la
produccin primaria en el ocano. Los organismos controlan la composicin gaseosa de la
atmsfera a travs del equilibro entre sus procesos metablicos. Las variaciones en este
equilibro son causantes de las grandes variaciones en la composicin de la atmsfera durante
la historia del planeta, as como de las oscilaciones estacionales en la composicin gaseosa de
la atmsfera. La actividad biolgica afecta tambin al ciclo hidrolgico: las cubiertas vegetales
afectan la escorrenta y los flujos de agua a la atmsfera a travs de la evapotranspiracin, y
algunos organismos pueden afectar al flujo de agua en ros y arroyos. La presencia de cubierta
vegetal reduce tambin la erosin del suelo y ayuda a prevenir la desertificacin. Los
organismos aceleran la meteorizacin y transformacin de rocas y minerales a travs de las
variaciones de pH que provocan y las sustancias que liberan. Afectan tambin al clima a travs
de su efecto sobre la composicin de gases de efecto invernadero o de efecto refrigerante. Los
organismos tambin afectan al balance trmico de la Tierra, pues las superficies cubiertas por
vegetacin tienen un menor albedo, es decir, una menor reflexin de la radiacin solar
incidente. Adems, la absorcin de luz por los organismos fotosintticos del ocano genera
calor, lo que puede llegar a afectar al grado de mezcla de las aguas superficiales. Est claro,
pues, que los impactos de la actividad humana sobre los ecosistemas pueden tener
importantes repercusiones sobre los ciclos de los elementos y el clima.
QU ES EL CAMBIO CLIMTICO?
La mayor parte de nosotros comparte la sensacin de que el clima, que representa las
condiciones medias del tiempo atmosfrico, est cambiando. Lo cierto es que el clima ha
variado constantemente desde el origen de nuestro planeta hace ms de 4.500 millones de
aos. Estos cambios no slo se han producido a escala geolgica, sino tambin en nuestra
historia reciente. Los periodos glaciares e interglaciares experimentados durante el
Cuaternario constituyen momentos extremos de avance y retroceso de los casquetes glaciares
desde las zonas polares hacia latitudes ecuatoriales. Dentro de estos grandes ciclos glaciares e
interglaciares, existen variaciones importantes en las condiciones climticas medias. En los
ltimos mil aos, se han producido dos variaciones reseables de signo climtico opuesto: el
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periodo clido conocido como Periodo Clido Medieval (entre 900-1200) y el periodo fro
denominado como Pequea Edad del Hielo (entre 1550 y 1850). Durante el Periodo Clido
Medieval existen referencias histricas que sealan la expansin de los viedos en el sur de
Inglaterra, y la retirada de los glaciares a cotas ms elevadas. Posteriormente, en la Pequea
Edad del Hielo desaparecieron los viedos de Inglaterra, y se hizo difcil el cultivo de cereal en
Islandia. Los registros histricos, desde el siglo XVI al XVIII, sugieren la existencia de una fase
ms fra con un mximo de dichas condiciones para el siglo XVII. Las variaciones recientes en el
clima se han relacionado con ciclos de la actividad solar, grandes erupciones volcnicas y la
composicin atmosfrica, fundamentalmente de los gases traza de origen natural.
Qu hace diferente el cambio climtico actual a los cambios registrados en el
pasado?: En la actualidad el ser humano tiene capacidad de afectar directamente en el sistema
climtico, tal y como se ha puesto de manifiesto con la masiva emisin de gases con efecto
invernadero resultado de la utilizacin de combustibles fsiles. En este sentido, existen
evidencias claras que relacionan esta emisin creciente de gases a la atmsfera durante el
siglo XX con un incremento medio de la temperatura global de 0,6C. Este incremento de
temperatura se ha acelerado desde los aos 70 y parece haber sufrido una nueva aceleracin
en lo que llevamos de siglo XXI, paralelamente al incremento de las emisiones de gases con
efecto invernadero, algunos que ya existan de forma natural y otros con origen
exclusivamente humanos como los clorofluorometanos (CFCs). Sin embargo, la emisin de
estos gases debido a las actividades humanas est produciendo un incremento medio de la
temperatura global que puede afectar a diferentes sistemas de la hidrosfera-geosfera y
biolgicos de nuestro planeta. En definitiva, la tendencia climtica actual es el resultado de
una variabilidad climtica natural alterada por la emisin de gases con efecto invernadero,
cuyo resultado evidente es el aumento de la temperatura del aire y de los ocanos. Las
emisiones importantes de GEI se inician a comienzos del siglo XX, asociadas a la quema de
masas forestales y de matorral para ampliar las zonas cultivables. Sin embargo, las emisiones
masivas de estos gases asociadas al uso generalizado de combustibles fsiles se han registrado
en la segunda mitad del siglo XX, y particularmente en las ltimas dos dcadas.
INCERTIDUMBRES.
Se pueden tener incertidumbres, y de hecho se tienen, derivadas de la ignorancia
parcial de las causas del clima, del uso de los modelos e inherentes a los propios escenarios de
emisiones. Algunas de ellas ya han sido indicadas al describir los motores del clima. A
continuacin se describirn otras que pueden resultar menos evidentes.
Papel de aerosoles y nubes: Su comportamiento en el sistema climtico se acostumbra
a referir al efecto invernadero y ms concretamente si lo intensifican o lo atenan. Tanto los
aerosoles como las nubes pueden actuar en los dos sentidos. En un principio, los aerosoles
impediran la llegada de radiacin solar, atenuando el efecto invernadero, pero si su tiempo de
residencia en la atmsfera es grande, pueden reemitir radiacin trmica hacia el suelo e
intensificarlo. A lo dicho hay que aadir que es difcil conocer la evolucin hacia el futuro de su
concentracin, y no slo en lo que atae a la actividad humana, sino tambin a causas
naturales, como por ejemplo, las erupciones volcnicas. En cuanto a las nubes, su
comportamiento depende del tipo. Todos los escenarios de clima futuro prevn un clima
global ms caluroso y hmedo, con mayor nubosidad, pero el comportamiento radiativo de
dicha nubosidad no est claro todava.
Composicin de la atmsfera, sumideros, escenarios de emisiones: La composicin
atmosfrica es cambiante, sobre todo como consecuencia de la actividad humana y,
principalmente, debido a la quema de combustibles fsiles. El efecto invernadero, como se
sabe, est producido por gases (tambin aerosoles) radiativamente activos, que reciben el
nombre genrico de gases de efecto invernadero (GEI), que tambin son responsables de su
intensificacin si su concentracin en la atmsfera aumenta. El principal contribuyente al
efecto invernadero es el vapor de agua, seguido del dixido de carbono, metano, xido nitroso
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y otros gases. Cuando se habla de una cierta concentracin de GEI en la atmsfera, hay que
tener en cuenta que, en principio, sta resulta de una diferencia entre las emisiones de GEI y la
cantidad de CO2 equivalente que el sistema climtico es capaz de fijar en los denominados
sumideros. Todos esos factores son portadores de incertidumbre y, sobre todo, de cara al
futuro del sistema climtico.
Carcter no lineal del sistema climtico: Cuando se consideran en conjunto los
procesos que se dan en el sistema climtico, se observa que unos influyen en otros y que los
resultados de la accin de dichos procesos considerados individualmente influyen en sus
propias causas; estas complejas interacciones reciben el nombre de retroalimentaciones y
constituyen un rasgo caracterstico de los denominados sistemas no lineales y del sistema
climtico en particular. El tratamiento analtico es muy difcil, si no imposible, siendo lo ms
adecuado su simulacin mediante modelos, aunque stos tambin muestran limitaciones a la
hora de anticipar posibles respuestas no lineales. Este comportamiento puede dar lugar a
cambios inesperados en el estado del sistema y a otros imaginables, como podran ser los
cambios de clima rpidos.
Uso de modelos: Los modelos son aproximaciones de la realidad, establecidos tras
simplificaciones diversas que, obviamente, siempre introducen incertidumbre. Para comentar
slo dos de ellas, hay que decir que la necesaria discretizacin espacial para que el proceso de
clculo se realice en tiempos razonables hace que los resultados de la simulacin no puedan
ser directamente aplicables a escalas locales. El otro aspecto a comentar est relacionado con
el tratamiento, no del todo satisfactorio, del vapor de agua en los modelos. Esto tiene
importancia pues su presencia en la atmsfera aumenta con la temperatura, y al producirse un
crecimiento de sta se dara una realimentacin, no adecuadamente resuelta. La reduccin de
stas y otras incertidumbres proporcionan una gran cantidad de lneas de investigacin de
punta activas en el mundo. Ms importante an es aceptar que los modelos climticos slo
pueden articular lo conocido y nunca incorporar lo desconocido. Por tanto, estn limitados por
las fronteras del conocimiento cientfico.
CAMBIO CLIMTICO: REALIDAD, FUTURO O ESPECULACIN?
Se puede dar por cierto el cambio climtico? Para tratar de dar respuesta a la
pregunta se usar una lnea argumental que tendr tres fases; la primera har referencia a los
cambios ya observados, la segunda a la seguridad en la mejor herramienta que se dispone para
la simulacin del clima y la tercera a las proyecciones del clima hacia el futuro.
Evolucin del clima presente y aumento de concentracin de los GEI: Desde el inicio de
la Revolucin Industrial, a mitad del siglo XVIII, la concentracin de gases con efecto
invernadero en la atmsfera ha aumentado considerablemente en los ltimos cien aos. En
paralelo, la temperatura media en superficie del planeta ha aumentado cerca de 1C en los
ltimos 100 aos. Los modelos de simulacin del clima indican tambin que, al producirse el
calentamiento, los fenmenos climticos extremos cambian su frecuencia e intensidad,
aumentando, excepto las olas de fro. Asimismo, como consecuencia de la dilatacin del agua y
de la fusin de los hielos continentales, el nivel medio del mar debe aumentar. Todo ello se
est produciendo: en la mayora de las montaas del mundo se est produciendo un retroceso
en los glaciares y una rpida disminucin de la extensin del hielo rtico; el nivel del mar ha
aumentado entre 10 y 20 cm en los ltimos cien aos; las olas de calor son cada vez ms
frecuentes y producen un mayor nmero de defunciones; y, como dato a destacar, el nmero
de ciclones tropicales que alcanzaron la categora de huracn en el Atlntico durante 2005 ha
sido el mayor conocido, aumentando tambin su potencial destructivo.
Atribucin del calentamiento a la actividad humana: No todos los modelos que se
emplean en la actualidad para la simulacin del clima dan los mismos resultados, pero se
puede decir que, en conjunto, la simulacin es ms que satisfactoria. La media de todos ellos
reproduce muy bien la evolucin conocida de las variables, y las diferencias entre ellos son
adecuadas para simular la variabilidad observada del clima. Si bien la evolucin de la
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temperatura se puede explicar bien slo mediante causas naturales durante la primera mitad
del siglo XX, esto no es as durante la segunda mitad. Slo considerando el papel del ser
humano es posible explicar el aumento de temperatura observada en el planeta en la segunda
mitad del siglo pasado. Existen pruebas convincentes de que la mayor parte del calentamiento
observado durante los ltimos cincuenta aos se puede atribuir a actividades humanas.
Interpretacin de los escenarios de emisiones: La proyeccin del clima presente hacia el
futuro se lleva a cabo empleando escenarios de emisiones. Aunque la probabilidad de que se
d exactamente alguno de los escenarios es francamente pequea, desde el punto de vista de
la investigacin del clima futuro, el camino a seguir est claro: el abanico de posibilidades que
establecen los escenarios de emisiones permite obtener un abanico de posibles escenarios
climticos futuros, y esto es as para cada uno de los modelos de simulacin del clima
empleados. A partir de estos resultados se pueden obtener estados climticos futuros, de los
que a veces se utilizan los extremos para estimar la variabilidad y alguno de los centrales para
estimar un clima futuro plausible. En resumen, es menos importante lo que dice
individualmente cada uno de los escenarios de emisiones que el conjunto de los posibles
climas futuros que nos permiten simular.
Escenarios frente a realidad: Dado que la prediccin sobre escenarios se inici en 1990,
es posible comparar las predicciones de estos escenarios con los valores de CO2 y temperatura
del planeta observados en estos quince aos. Aunque es un plazo de tiempo corto para
pretender validar la fiabilidad de los escenarios, s que permite el contraste de previsiones
frente a valores observados para re-evaluar los escenarios proyectados hacia el futuro. La
concentracin de CO2 ha alcanzado unos valores superiores a los esperados para 2010.
Igualmente, la temperatura media del planeta ha superado las temperaturas medias previstas
en el escenario ms desfavorable. Sin embargo, esto no significa necesariamente que los
modelos sean deficientes, sino que muy posiblemente son los escenarios los que fueron
demasiado conservadores. As, la evaluacin de las emisiones de CO2 desde el ao 1990 ha
revelado un incremento superior al previsto en el escenario ms desfavorable, incluido nuestro
pas, donde el incremento de las emisiones ha sido muy superior al permitido por el Protocolo
de Kioto. Esta subestima del incremento de las emisiones quiz se deba a que las
retroalimentaciones entre mayor calentamiento y mayor consumo de energa para
climatizacin no se haban considerado suficientemente. En resumen, se deduce que el
calentamiento climtico es una realidad en la que estamos ya plenamente inmersos y que su
consideracin como especulacin o como proceso futuro slo puede retrasar la adopcin de
medidas de adaptacin y mitigacin y, con ello, agravar los impactos de este problema.
TEMA 5. ESCENARIOS.
ESCENARIOS CLIMTICOS.
Se sabe cmo ha ido evolucionando la composicin atmosfrica en el transcurso del
tiempo. Sin embargo, la situacin es muy diferente si se quiere proyectar el clima hacia el
futuro partiendo de las condiciones presentes. No se conoce, a priori, qu va a ocurrir con el
contenido en la atmsfera de gases con efecto invernadero y aerosoles. El problema no es
fcil, pues las emisiones dependen de muchos factores. Para resolver el problema se hacen
hiptesis sobre la evolucin de las emisiones, que reciben el nombre de escenarios de
emisiones. Es evidente que no se sabe cmo va a ser la realidad, pero se tiene la confianza de
que el mundo evolucionar dentro del abanico que representan estos escenarios de
emisiones. A partir de ellos se pueden deducir concentraciones de GEI en la atmsfera.
Para cada uno de los escenarios de emisiones se pueden realizar simulaciones a fin de
deducir lo que pudiera ocurrir con el clima. Se acostumbra a hablar entonces de escenarios
climticos o de escenarios de cambio climtico. Los resultados de estas simulaciones indican
un calentamiento que podra ir desde 1C a cerca de 6C hacia 2100, mucho mayor que el ya
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carbonato clcico para fabricar sus conchas. A profundidades en las que las concentraciones de
carbonato clcico caen por debajo de un cierto lmite las conchas de algunos organismos
empiezan a disolverse. El fenmeno va a ir en aumento, primero en las aguas fras de las
latitudes altas y despus, poco a poco, en las ecuatoriales.
La dimensin temporal del cambio global: Muchos de los impactos, tanto positivos
como negativos, que los seres humanos tienen sobre los ecosistemas tardan en manifestarse.
En general, se gestionan los ecosistemas de forma que se priman los beneficios a corto plazo
sin tener en cuenta los costes a largo plazo. Los distintos servicios de los ecosistemas tienden a
cambiar en escalas de tiempo diferentes. En consecuencia, suelen pasarse por alto los
impactos en aquellos servicios que cambian ms lentamente. El grado de inercia de los
distintos motores de cambio en los ecosistemas difiere considerablemente. Algunos motores
de cambio, como la sobreexplotacin de ciertas especies, presentan desfases temporales ms
bien cortos y el impacto del motor de cambio puede ser reducido o detenido rpidamente. La
carga de nutrientes y especialmente el cambio climtico presentan desfases mucho mayores,
de forma que los efectos de tales motores de cambio no pueden reducirse en aos o dcadas.
La extincin de especies debido a la prdida de hbitat tambin presenta un gran desfase
temporal. Incluso si se detuviese ahora la prdida de hbitat, se tardaran cientos de aos en
conseguir que el nuevo nmero de especies alcanzase un nuevo equilibrio ms bajo, en
respuesta a los cambios de hbitat que ocurrieron en los ltimos aos.
Para algunas especies este proceso puede ser rpido, pero para otras puede llevar
siglos o milenios. En consecuencia, reducir el ritmo de prdida de hbitats slo tendra un
pequeo impacto en las tasas de extincin del prximo medio siglo, pero conducira a
beneficios sustanciales a largo plazo. Los desfases temporales entre la reduccin de los
hbitats y la extincin ofrecen una oportunidad para restaurar hbitats y rescatar especies de
la extincin. La mayora de los cambios en los ecosistemas y en sus servicios son graduales, de
forma que, al menos en principio, son detectables y predecibles. Sin embargo, existen muchos
ejemplos de cambios no lineales y en ocasiones abruptos. Un cambio puede ser gradual hasta
que una presin determinada en el ecosistema alcanza un umbral a partir del cual ocurren
cambios rpidos, que alteran de forma cualitativa el funcionamiento del ecosistema,
desembocando en un nuevo estado. Las capacidades para predecir cambios no lineales estn
mejorando; sin embargo, la ciencia an no es capaz de predecir los umbrales exactos en la
mayora de los casos. Algunos ejemplos de cambios ambientales abruptos importantes son los
siguientes: 1) Cambio climtico regional. 2) La introduccin y la prdida de especies. 3)
Cambios en las especies dominantes en los ecosistemas. 4) Explosiones de algas y muerte de
peces por la carga excesiva de nutrientes (eutrofizacin) de ecosistemas costeros y de agua
dulce. 5) Colapso de pesqueras. 6) Enfermedades contagiosas.
ESCENARIOS DE CAMBIO GLOBAL.
Con el conocimiento de los cambios ambientales acontecidos, y con la integracin de
los principales aspectos socioculturales, la Evaluacin de los Ecosistemas del Milenio
establece cuatro grandes escenarios generales, que no se plantean como predicciones sino
que pretenden explorar aspectos poco predecibles de los cambios en los motores de cambio
global y en los servicios de los ecosistemas. Ningn escenario representa la continuidad de la
situacin actual, aunque todos parten de la situacin y tendencias actuales. Los diferentes
escenarios suponen un aumento de la globalizacin o un aumento de la regionalizacin, as
como una actitud de reaccin, donde slo se afrontan los problemas cuando se convierten en
algo evidente, y por otro lado la actitud de accin, donde la gestin activa de los ecosistemas
busca deliberadamente la preservacin a largo plazo de los servicios de los ecosistemas antes
de que los problemas sean muy graves.
Escenarios 1 y 2: un mundo globalizado:
Escenario 1. Manejo Reactivo de los ecosistemas: Orquestacin Global. Este
escenario representa una sociedad conectada globalmente por el comercio global y la
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liberalizacin econmica, que toma una actitud reactiva para la solucin de los problemas de
los ecosistemas. No obstante, tambin toma medidas efectivas para la reduccin de la pobreza
y las desigualdades y realiza inversiones pblicas en infraestructuras y en educacin. El
crecimiento econmico de este escenario es el ms alto de los cuatro y se estima que la
poblacin humana en el 2050 ser la ms baja.
Escenario 2. Manejo proactivo de los ecosistemas: Tecno-jardn. Este escenario
representa una sociedad conectada globalmente; pero que depende en gran medida de
tecnologas verdes, respetuosas con el medio ambiente, y una actitud proactiva en la
resolucin de los problemas ambientales. Depende de ecosistemas altamente gestionados
para proporcionar los servicios de los que depende. El crecimiento econmico es
relativamente alto y tendente a acelerarse, mientras que la poblacin en el 2050 estar en el
trmino medio de los cuatro escenarios.
Escenarios 3 y 4: un mundo regionalizado:
Escenario 3. Manejo Reactivo de los ecosistemas Orden desde la fuerza. Este
escenario representa un mundo regionalizado y fragmentado, preocupado por la seguridad y
la proteccin, que enfatiza los mercados regionales, presta poca atencin a los bienes pblicos
y toma una actitud reactiva frente a los problemas ambientales. El crecimiento econmico es
el ms bajo de los cuatro escenarios (especialmente bajo en los pases en desarrollo) y tiende a
disminuir mientras que el crecimiento de poblacin ser el ms alto.
Escenario 4. Manejo Proactivo de los ecosistemas Mosaico adaptativo. En este
escenario las regiones, a la escala de cuencas hidrogrficas, son el ncleo de la actividad
poltica y econmica. Las instituciones locales se fortalecen y las estrategias locales de manejo
de los ecosistemas son comunes. Las sociedades desarrollan un manejo altamente proactivo
de los ecosistemas. El crecimiento econmico es inicialmente lento pero crece con el tiempo, y
la poblacin en el ao 2050 es casi tan alta como en el escenario Orden desde la fuerza.
Tal como sugieren estos escenarios, los motores directos e indirectos que van a afectar
a los ecosistemas durante los prximos 50 aos van a ser fundamentalmente los mismos que
hoy. Sin embargo, va a cambiar la importancia relativa de los distintos motores de cambio. El
cambio climtico y la concentracin de altos niveles de nutrientes en el agua van a ser
problemas cada vez ms importantes, mientras que el crecimiento de la poblacin va a serlo
relativamente menos. Los escenarios predicen que la rpida conversin de los ecosistemas
para su empleo en agricultura, suelo urbano e infraestructuras va a seguir avanzando. Tres de
los cuatro escenarios predicen mejoras al menos en algunos de los servicios de los
ecosistemas. No obstante, en muchos casos, los usos de los ecosistemas por parte de las
personas aumentarn sustancialmente. Los cuatro escenarios prevn que va a continuar la
rpida transformacin de los ecosistemas y que la prdida de hbitats terrestres conducir, de
aqu al ao 2050, a una fuerte cada de la diversidad local de especies nativas y de los servicios
asociados. Las prdidas de hbitats previstas en los cuatro escenarios conducirn a extinciones
a nivel mundial a medida que las poblaciones se ajusten a los hbitats restantes.
Cambios previsibles en los servicios de los ecosistemas y en el bienestar humano: Todos
los escenarios indican que aumentar sensiblemente el empleo de los servicios de los
ecosistemas por parte de los humanos. En muchos casos, esto conduce a un deterioro de la
calidad de los servicios e incluso a una reduccin de su cantidad. Es probable que la seguridad
alimentaria siga fuera del alcance de gran parte de la poblacin, y se espera que los recursos
mundiales de agua dulce sufran cambios grandes y complejos que afecten a una proporcin
creciente de la poblacin. La contribucin futura de los ecosistemas terrestres a la regulacin
del clima es incierta. La emisin o captacin de carbono por los ecosistemas afecta a la
cantidad de ciertos gases de efecto invernadero presentes en la atmsfera y de ese modo
regula el clima de la Tierra. En la actualidad, los ecosistemas terrestres son un sumidero neto
de carbono, que absorbe cerca del 20% de las emisiones de combustibles fsiles. Es muy
probable que este servicio de regulacin climtica se vea afectado por los cambios en el uso de
las tierras, aunque es difcil de predecir ya que nuestra comprensin de los procesos de
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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respiracin del suelo es limitada. Los servicios de los ecosistemas ridos y desrticos son
especialmente vulnerables a los cambios y en especial a aquellos debidos al cambio climtico,
al estrs hdrico y a usos intensivos.
Las acciones para incrementar un servicio de un ecosistema suelen causar la
degradacin de otros servicios, lo que a su vez causa daos importantes al bienestar humano.
Es difcil evaluar las implicaciones del cambio global sobre los ecosistemas y dar
recomendaciones precisas para su gestin porque muchos de los efectos tardan en
manifestarse, porque pueden ocurrir a cierta distancia y porque los actores que cargan con
estos costes no suelen ser los mismos que los que recogen los beneficios de las alteraciones.
En general, se espera que la salud humana mejore en el futuro en la mayora de escenarios.
Slo el escenario que combina regionalizacin con una gestin de reaccin podra llevar a una
espiral negativa de pobreza, empeoramiento de la salud y degradacin de los ecosistemas en
pases en vas de desarrollo. La degradacin de los servicios de los ecosistemas est afectando
particularmente a la poblacin ms pobre y ms vulnerable del planeta, y representa en
ocasiones el principal factor generador de pobreza y eventualmente flujos migratorios. La
pobreza, a su vez, tiende a aumentar la dependencia de los servicios que prestan los
ecosistemas. Esto puede provocar ms presin sobre los ecosistemas y acarrear una espiral
descendente de pobreza y degradacin de los ecosistemas en el futuro que se ha de prevenir
con polticas claras que incorporen la evaluacin de los servicios de los ecosistemas y los
efectos de su prdida en los escenarios macroeconmicos de las naciones.
INSTANTNEAS DE CUATRO FUTUROS.
Para algunos, la creciente cooperacin internacional en asuntos relacionados con el
cambio climtico es un ejemplo claro de lo beneficiosas que pueden ser las acciones polticas
de alto nivel para la proteccin ambiental. La entrada en vigor del Protocolo de Kioto, el
desarrollo de regulaciones a nivel mundial que permiten el uso de tecnologas para la captura
de carbono y el comercio de emisiones, la implementacin de estrategias nacionales para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la adopcin de varios acuerdos
ambientales multilaterales para tratar una gran variedad de retos, todas estas medidas vienen
a avalar el xito de los acuerdos negociados. Las reformas polticas a nivel regional tambin
han incorporado una mayor integracin de polticas, sectores y estndares en diferentes
grupos de pases, como por ejemplo, en lo que respecta a la gestin del agua y las prcticas
agrcolas en la Unin Europea ampliada. Otros se sienten animados por lo que consideran un
cambio continuado y favorable a una agenda social y ambiental cada vez ms slida entre
gobiernos y ciudadanos. La coordinacin de esfuerzos para promover una educacin primaria y
secundaria universal y la transversalidad de los ajustes ambientales y sociales a las cifras del
PIB son dos medidas en esta direccin. La adopcin de objetivos acordados a nivel
internacional en la Declaracin del Milenio refleja un compromiso a escala mundial para hacer
frente a los retos del desarrollo sostenible. A nivel local, unas bases y un compromiso de la
sociedad civil cada vez mayores encauzan las energas y la atencin hacia cuestiones de
sustento de relevancia tanto a global como local, incluido el comercio justo.
Menos alentadora es la visin de un mundo marcado por un inquietante patrn de
conflicto e intereses arraigados presente tanto dentro de las distintas naciones del mundo
actual como entre ellas, caracterizada por un aislamiento social y una desigualdad cada vez
mayores. Esta percepcin del mundo viene sustentada por unas medidas de seguridad cada
vez ms estrictas que buscan limitar el movimiento humano y aumentan el gasto militar. La
inestabilidad y el conflicto tienen un efecto fatal sobre la calidad de vida de millones de
personas. Algunas polticas de comercio internacional buscan proteger el equilibrio de poder
actual mediante la aplicacin de tarifas ms altas y medidas proteccionistas, mientras que los
enclaves locales pueden considerarse como desarrollos de viviendas altamente seguros en las
ciudades. La economa de mercado se ve como el paradigma dominante para promover el
crecimiento y el bienestar del hombre, aunque las opiniones acerca de su xito son diversas.
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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Los defensores consideran que el constante aumento del consumo y los precios del petrleo
ayudan al crecimiento, mientras que los escpticos se centran en las consecuencias negativas
que esto tiene para la sociedad y el medio ambiente. Algunos argumentan que el rol de los
gobiernos tiende a favorecer los objetivos econmicos, incluso aunque el papel de ste sea
cada vez menor ante la influencia cada vez mayor de las empresas en la toma de decisiones
polticas y los acuerdos comerciales.
Estos aspectos tan variados del mundo actual y reciente ejercen unas presiones muy
diferentes sobre las decisiones y acciones del hombre, con implicaciones para el medio
ambiente y el bienestar humano. Una continuacin o cambio en cualquiera de estos patrones
podra tener una influencia crucial sobre cuestiones fundamentales a nivel local, regional y
global. El liderazgo del gobierno, los incentivos de mercado, las medidas proteccionistas o los
enfoques poco convencionales podran suponer la diferencia entre una clara mejora y un
deterioro continuado en las preocupaciones ambientales imperantes como son la calidad y
disponibilidad de agua dulce, la degradacin de la tierra, la preservacin de la biodiversidad y
el uso de la energa, con las emisiones de gases de efecto invernadero que esto implica, y los
efectos del cambio climtico asociados. Desde el punto de vista social, estos enfoques tan
diferentes podran materializarse en situaciones radicalmente diferentes en lo que se refiere a
la igualdad y a la distribucin de la riqueza, a la paz y al conflicto, al acceso a los recursos y los
servicios sanitarios y a las oportunidades de compromiso poltico y econmico. La tendencia
predominante en las prximas dcadas es una cuestin abierta al debate. Se presentan aqu
instantneas de cuatro futuros a contemplar.
Los mercados primero: La caracterstica principal de esta hiptesis es la tremenda fe
depositada en el mercado como impulsor no slo de avances econmicos sino tambin de
mejoras sociales y ambientales. Esto se materializa de diferentes formas. Un papel cada vez
mayor del sector privado en las reas que antes eran competencia de los gobiernos, un
movimiento continuado hacia un mercado ms libre y la comoditizacin de la naturaleza. En la
mayora de las regiones se registra un aumento importante de la privatizacin de la educacin,
la sanidad y otros servicios sociales, llegando sta incluso al sector militar; esto se debe a que
los gobiernos buscan lograr la rentabilidad econmica y reducir la carga econmica. La
investigacin y el desarrollo pasan a estar cada vez ms en manos de organizaciones privadas.
La asistencia y ayuda a los pases en desarrollo potencia an ms la inversin directa y las
donaciones privadas, con pocos cambios en la ayuda oficial al desarrollo.
Los esfuerzos por aumentar el nivel de privatizacin y comercio vienen acompaados
por un aumento en medidas que buscan poner precio a los servicios de los ecosistemas y
convertirlos en mercancas. Aunque esto obliga a la gente a reconocer el valor de estos
servicios, no es la intencin principal de estos esfuerzos, los cuales vienen impulsados por
objetivos ms ideolgicos. La comoditizacin y el intercambio econmico de bienes como
agua, material gentico y conocimientos tradicionales y cultura aumentan drsticamente. La
proteccin formal del medio ambiente progresa lentamente, ya que compite contra los
esfuerzos de aumentar la inversin econmica y expandir el comercio. Cuando entran en
conflicto, por lo general son los acuerdos comerciales y econmicos los que se imponen a los
acuerdos ambientales multilaterales. Los efectos de estas decisiones se pueden ver en muchos
aspectos de la sociedad y el medio ambiente. La economa creciente, con su demanda
insaciable de energa, el perenne dominio de los combustibles fsiles y los limitados esfuerzos
por reducir las emisiones, tiene como consecuencia un crecimiento rpido y constante de las
emisiones equivalentes de CO2 en el mundo en su conjunto.
Determinados aspectos, en particular la demanda cada vez mayor de alimento, un
comercio ms libre, la retirada de las ayudas agrcolas, los avances tecnolgicos, el crecimiento
de las ciudades y la demanda creciente de los biocombustibles afectan al uso de la tierra de
formas bastantes distintas en las diferentes partes del mundo. A nivel global, en la actualidad
se da un ligero deterioro de la tierra dedicado a los cultivos de alimento y un aumento de la
tierra para pastoreo. El rea total de bosque disminuye, pero comienza a recuperarse a
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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medida que avanza el perodo, aunque con un ligero descenso en los bosques de edad
avanzada. La privatizacin del agua y las mejoras en la tecnologa consiguen aumentar la
eficiencia al usar el agua en la mayora de las regiones, pero el nfasis se pone principalmente
en el aumento de los suministros. A raz del crecimiento demogrfico descontrolado, la
cantidad de gente que vive en las cuencas de los ros con estrs hdrico severo aumenta de
forma significativa. Aunque el porcentaje de aguas residuales tratadas aumenta, el volumen
total de aguas residuales no tratadas sigue creciendo con rapidez.
La biodiversidad terrestre y marina pagan un alto precio. Hay una reduccin
continuada en la abundancia promedio de especies a nivel global. Tanto la mala calidad de la
gestin de algunas reas protegidas como la apertura de otras y la introduccin de agentes
extraos y especies genticamente modificada contribuyen a este deterioro. Pese a que la
agricultura, a travs de sus efectos sobre el uso de la tierra, ha desempeado histricamente
un papel dominante en las reducciones de la biodiversidad terrestre, su influencia en los
cambios se ha visto eclipsada por el cambio climtico y el crecimiento de las infraestructuras.
El crecimiento continuado de los desembarques de las pesqueras marinas en muchas regiones
oculta las prdidas cada vez mayores en biodiversidad marina.
Las polticas primero: La caracterstica principal de esta hiptesis es su enfoque en
exceso centrado en mantener el equilibrio del fuerte crecimiento econmico minimizando los
eventuales impactos sociales y ambientales que ste pueda tener. Una cuestin fundamental
es si la naturaleza lenta y gradual de este enfoque ser la adecuada. En los albores del siglo XXI
los gobiernos se afanan en resolver los problemas urgentes que apremian al mundo en el
nuevo milenio. Muchos de estos problemas ya eran viejos conocidos. Otros, como el cambio
climtico, se hacen notar augurando unas consecuencias mucho ms serias si no se toman
medidas. El patrn de respuestas a los desafos ambientales se caracteriza por un cambio hacia
un enfoque ms holstico de la gobernanza, en especial en lo que respecta a la gestin de la
economa. El crecimiento econmico, aunque se sigue considerando necesario, ya no se
persigue sin antes ponderar sus impactos sociales y ambientales. Se apoya una mayor
inversin pblica en sanidad, educacin, I+D y proteccin ambiental. Tambin se ve reflejada
en las naciones ms ricas cumpliendo en ltima instancia los compromisos de ayuda externa a
los pases ms pobres fijados el siglo pasado.
Los gobiernos nacionales y las instituciones internacionales, incluidas las Naciones
Unidas y organizaciones regionales son las voces cantantes en este esfuerzo. Pese a que las
medidas especficas adoptadas relativas a la gobernanza ambiental varan entre y dentro de las
regiones, existen elementos comunes, debidos en gran parte a la adaptacin y el ajuste cada
vez mayor de los acuerdos institucionales nacionales a los acuerdos internacionales. Las
ayudas perversas, que impulsan una sobreexplotacin de los recursos, desde los
combustibles fsiles hasta el agua, pasando por la tierra agrcola y las pescas marinas, se van
reduciendo gradualmente o eliminando hasta su desaparicin. Las inversiones pblicas en
ciencia y tecnologa aumentan y ponen cada vez ms de relieve las preocupaciones y
cuestiones ambientales, en especial las de los grupos ms vulnerables. Cada vez se declaran
ms reas protegidas tanto marinas como terrestres y los esfuerzos son bastante efectivos, en
el momento de impedir que se cambie el uso de la tierra. Los efectos de estas decisiones se
pueden ver en muchos aspectos de la sociedad y el medio ambiente. El cambio climtico y sus
impactos asociados continan siendo cuestiones primordiales. Una serie de acuerdos
internaciones impulsan la concentracin de esfuerzos para conseguir aumentar la eficiencia
energtica y el cambio hacia fuentes renovables y con menos carbono, incluidos los
biocombustibles. Aun as, el consumo energtico total sigue aumentando. Lo que es peor, en
lugar de registrarse un crecimiento importante en el uso de energas renovables, el petrleo y
el gas siguen siendo los combustibles predominantes.
Las fuertes inversiones para aumentar la oferta y reducir la demanda, en particular
mediante mejoras de la eficiencia, ayudan a apaciguar la preocupacin por la disponibilidad de
agua dulce en gran parte del mundo. Aun as, una poblacin cada vez mayor y una actividad
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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econmica creciente provocan que se sigan sobreexplotando los recursos, sobre todo en las
regiones en desarrollo. A nivel global, la poblacin que vive bajo un fuerte estrs hdrico sigue
creciendo. Este aumento se registra en la mayora de los casos en aquellas regiones que
presentan un crecimiento de la poblacin constante. Las instituciones sociales y polticas se
esfuerzan por gestionar mejor los recursos compartidos y ayudar a limitar los impactos de este
estrs en la mayora de las regiones. La demanda cada vez mayor tambin pone en apuros a la
calidad de los recursos hdricos. Mientras que el tratamiento de aguas residuales se expande
por todas las regiones, se dejan olvidados los requisitos mnimos. El volumen global total de
agua residual no tratada sigue creciendo aunque el porcentaje de agua tratada aumenta. El
cambio climtico tiene un efecto devastador en la biodiversidad terrestre. La agricultura es el
otro factor que ms contribuye a estas prdidas. La demanda de alimento se ampla a los
ocanos mundiales, experimentndose en mayora de las zonas un aumento de
desembarques. No obstante, en casi todos los casos esto implica pescar en un nivel muy
inferior de la cadena alimenticia.
La seguridad primero: La caracterstica principal de esta hiptesis es el nfasis
depositado en la seguridad, que sistemticamente eclipsa a otros valores. Es una visin
bastante limitada y estricta de la seguridad, que implica una restriccin cada vez mayor de la
forma de vivir de la gente, tanto a nivel fsico como psicolgico. All donde las restricciones
impuestas a la migracin han reducido la libertad de movimiento de la gente, unas fronteras
comerciales cada vez mayores limitan el movimiento de las mercancas. En gran parte esto es
una consecuencia del constante conflicto existente en muchos lugares del mundo, de algn
mandato gubernamental y de la escasez de recursos para muchas personas. Se dan mayores
inversiones en seguridad, tanto por parte privada como pblica. Muchos gobiernos dejan en
manos de los intereses privados el suministro de los servicios pblicos para as mejorar la
eficiencia y ahorrar en costes. A nivel internacional prevalecen los aspectos ms desagradables
de las ideas defendidas en el pasado por muchos defensores antiglobalizacin. A nivel
domstico las redes de proteccin social extendidas no se desarrollan ni deterioran.
Los gobiernos, en particular aquellos que ejercen un fuerte control a nivel nacional,
siguen desempeando un papel fundamental en la toma de decisiones, pero estn cada vez
ms influenciados por las corporaciones multinacionales y otros intereses privados. Las
medidas para reducir la corrupcin en los crculos oficiales han tenido muy poco xito. Las
instituciones internacionales, tanto a nivel regional como global, ven como su autoridad es
cada vez menor. La participacin pblica y el papel del sector civil, tanto a nivel domstico
como internacional, estn cada vez ms marginados. No es sorprendente, por tanto, que la
gobernanza ambiental se vea afectada por estos grandes cambios; y en aquellos casos donde
tiene "xito" suelen beneficiarse de ello determinados sectores de la sociedad. La mayora de
las nuevas tecnologas prestan poca atencin a los impactos ambientales. Hay varios patrones
en trminos de incentivos formales y desincentivos relacionados con el uso de recursos, pero
la lgica subyacente a stos no suele tener que ver con el medio ambiente. A nivel global no
aumenta la red de reas protegidas ni terrestres ni marinas y se registra una disminucin del
nivel de proteccin de las reas protegidas ya existentes. Adems, los servicios ambientales
son cada vez ms el centro de competencia y conflicto. Los efectos de estas decisiones se
pueden ver en muchos aspectos de la sociedad y el medio ambiente. Aumenta de forma
importante el consumo de energa, lo que refleja las escasas mejoras en eficiencia energtica.
El resultado es un importante aumento del nivel de CO2 en la atmsfera, sin indicio alguno de
ralentizacin del ritmo de crecimiento.
Al cambio climtico hay que sumarle una poblacin cada vez mayor y una actividad
econmica cada vez ms frentica, lo que obliga a agotar an ms los recursos de agua dulce a
nivel mundial. Los lentos avances en eficiencia del uso del agua no son capaces de evitar los
importantes aumentos de estrs hdrico. A nivel global se registra una subida drstica en el
nmero de personas que vive en las cuencas de los ros y sufre estrs hdrico severo. Los
conflictos por los recursos compartidos son constantes tanto dentro de los pases como entre
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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ellos. Tambin es muy preocupante la calidad del agua. El volumen de aguas residuales que
producimos excede con creces los aumentos en capacidad de tratamiento de las mismas; esto
se traduce en un incremento drstico de aguas residuales no tratadas. Las consecuencias en
forma de enfermedades transmitidas a travs del agua son graves. Al no existir concentracin
alguna de esfuerzos, los impactos del cambio climtico, la urbanizacin y el crecimiento de la
demanda de comida y de biocombustibles tradiciones en la biodiversidad terrestre son
importantes. El papel de la expansin de la agricultura como impulsora principal de la prdida
de biodiversidad se ha visto eclipsado por el aumento de infraestructuras y el cambio
climtico. Adems de estos extendidos patrones de cambio, algunas reas localizadas padecen
unas prdidas escandalosas a raz de los conflictos armados en los que estn sumidas. La
presin sobre los ocanos mundiales aumenta drsticamente, sobre todo durante las primeras
dcadas del siglo. Las capturas de pescado aumentan en la mayora de las reas, pero en la
mayora de los casos con una prdida en la calidad de la pesca. Al mismo tiempo, en muchas
regiones aumentan los esfuerzos por expandir la acuacultura y maricultura a costa de los
ecosistemas ms valiosos, incluidos los manglares y los arrecifes de coral.
La sostenibilidad primero: La caracterstica principal de esta hiptesis es la suposicin
de que actores de todos los niveles (local, nacional, regional e internacional) y de todos los
sectores (incluido el gubernamental, el privado y el civil) realmente cumplen las promesas para
hacer frente a las cuestiones sociales y ambientales hechas hasta la fecha. Esto requiere que se
cumpla no slo con la letra, tambin con el espritu de estas promesas. El siglo XXI ha
comenzado con importantes peticiones a los gobiernos en todos los niveles para que se hagan
cargo de los numerosos problemas a los que se enfrenta el mundo, algo que se ha traducido
en diversas respuestas nacionales e internacionales del tipo de la Declaracin del Milenio. Al
mismo tiempo, numerosos grupos de los sectores privado y civil, bajo lemas como la
responsabilidad social corporativa, la justicia ambiental, el comercio justo, la inversin
socialmente responsable, los alimentos orgnicos y la slow food (comida lenta), y diversos
individuos clave con importantes recursos personales no esperan a que el gobierno acte.
Estos grupos cobran relevancia y aumentan su influencia gracias a su cada vez mayor nmero
de seguidores. Se inician reformas tanto en las instituciones nacionales como en las
internacionales, permitiendo una participacin ms equilibrada. Con el tiempo, las normas que
regulan el comercio internacional se reforman gradualmente para incluir cuestiones ms
amplias que la mera eficiencia econmica. El mundo experimenta un aumento importante en
la asignacin de recursos pblicos a asuntos sociales y ambientales y cada vez menos a
cuestiones militares.
Los gobiernos desempean un papel importante a travs de las medidas tomadas para
hacer frente a las cuestiones sociales y ambientales, en particular integrndolas en todos los
aspectos del proceso de toma de decisiones. Los enfoques ms abiertos y basados en
asociaciones tienen como resultado unos niveles mayores de cooperacin y conformidad. La
evolucin de la gobernanza ambiental refleja tanto las complementariedades como la rivalidad
entre los objetivos ambientales y sociales. En reas como la energa y el suministro de agua los
esfuerzos se centran en llegar a un equilibrio entre el deseo de reducir el uso de recursos y la
necesidad de tratar cuestiones como el combustible, la pobreza y el estrs hdrico. Las
mayores inversiones pblicas y privadas en infraestructuras hidrulicas y recursos y
tecnologas energticos ponen de relieve la necesidad de reunir stos y otros retos de forma
ms respetuosa con el medio ambiente. Se deben tomar decisiones respecto del uso de la
tierra buscando un equilibrio entre la proteccin de la biodiversidad y la proteccin
alimentaria, sin mencionar la demanda cada vez mayor de biocombustibles. Hay un aumento
en el nmero de reas marinas y terrestres declaradas protegidas. Los efectos de estas
decisiones se pueden ver en muchos aspectos de la sociedad y el medio ambiente. El cambio
climtico sigue siendo un problema persistente. Gracias a importantes esfuerzos es posible
reducir el crecimiento de los niveles de CO2 en la atmsfera, pero an debern pasar varias
dcadas hasta que se alcance la estabilizacin. Aun as, no es posible evitar un calentamiento
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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potencialmente importante ni la subida del nivel del mar. El consumo energtico total
aumenta pero la mezcla de combustibles cambia de forma significativa. El uso de petrleo
registra mximos histricos y el empleo de carbn disminuye producindose ms energa a
partir del sol y el viento. El gas natural se erige como la fuente energtica ms importante.
Los esfuerzos por reducir el aumento de la demanda de agua desempean un papel
importante en la conservacin y la mejora de la calidad del agua en todo el mundo. La
capacidad de tratar aguas residuales aumenta de forma proporcional al incremento de la
cantidad de aguas residuales, de forma que el volumen total de aguas residuales no tratadas
vara muy poco. Los esfuerzos por acabar con la prdida de biodiversidad son importantes,
pero tienen que hacer frente a retos importantes debido a las demandas encontradas de
alimento y combustible y, ms importante, al cambio climtico. A raz del constante
incremento de la demanda de alimento muchas reas de los ocanos experimentan una mayor
presin derivada de la pesca, aunque en otras esta presin ha disminuido. Es significativo el
hecho de que el nivel trfico medio de la captura de pescado se mantiene o aumenta en
muchas zonas del ocano. En este sentido, los santuarios marinos protegidos desempean un
papel fundamental. Adems, los esfuerzos se centran en reducir los impactos potenciales de la
acuacultura y la maricultura sobre los ecosistemas costeros vulnerables.
MENSAJES CLAVES DE LAS REGIONES.
Las distintas regiones del mundo no se enfrentarn necesariamente a un futuro nico.
Los retos a los que hacen frente las distintas regiones varan mucho. En este sentido, las
cuestiones y preocupaciones principales y la naturaleza exacta de las evoluciones a lo largo del
perodo tambin difieren en funcin de la regin.
frica: El crecimiento demogrfico sigue siendo un desencadenante primordial en
todas las hiptesis. La distribucin de la poblacin, la migracin, la urbanizacin, la distribucin
de edades, el crecimiento y la composicin se ven afectadas por las polticas econmicas y de
migracin tanto en frica como en el resto de regiones. Otro factor comn es que para la
consecucin de los objetivos energticos fijados por la Nueva Alianza para el Desarrollo de
frica se deben tener en cuenta las consideraciones ambientales. Estas incluyen el desarrollo
de unas fuentes energticas ms limpias, mejorar el acceso a un suministro de energa ms
fiable y econmico, la mejora de la fiabilidad, as como la reduccin del coste del suministro de
energa para las actividades productivas e invertir el proceso de degradacin ambiental
asociado al uso de combustibles tradicionales en reas rurales. La importante degradacin de
la tierra en Los mercados primero y La seguridad primero es el resultado, respectivamente, de
unas prcticas agrcolas intensivas lucrativas y de unas prcticas no sostenibles. Esto afecta al
medio ambiente y al bienestar humano. La privatizacin y fusin de los sectores en Los
mercados primero consigue ciertas mejoras en el desarrollo humano, pero una administracin
ambiental limitada y unos compromisos con la globalizacin en Los mercados primero auguran
unas consecuencias bastante negativas en 2050. En La seguridad primero las malas polticas
econmicas conducen a una sobreexplotacin del agua, la tierra y los recursos minerales. En
Las polticas primero las polticas ambientales y sociales ayudan a lograr una administracin
ambiental y la igualdad social. En La sostenibilidad primero los cambios positivos en los
sistemas de valores, la conciencia ambiental y las tendencias demogrficas, econmicas y
tecnolgicas favorables llevan a la conservacin del medio ambiente con un claro descenso en
la degradacin de la tierra. Las hiptesis indican que las polticas que afectan al medio
ambiente requieren tiempo hasta que sus efectos sean patentes y que los gobiernos deberan
evitar cambios polticos radicales esforzndose por construir capacidades institucionales para
el desarrollo, la implementacin y el control de las polticas. Los efectos e impactos de las
polticas tambin dependern de la naturaleza de los sistemas de valores inculcados. Cambiar
la actual situacin perifrica del medio ambiente en la regin hacia el centro de desarrollo es
fundamental para el desarrollo sostenible.
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gestionar y enfrentarse al cambio climtico y otros tipos de crisis; otro es reforzar an ms las
prcticas polticas de la UE y difundirlas hasta la zona ms oriental de Europa.
Amrica Latina y el Caribe: Histricamente, la implementacin de las polticas y
programas econmicos en Amrica Latina y el Caribe ha supuesto presiones adicionales para
las condiciones sociales y los recursos naturales y ambientales. La desigualdad y la pobreza
aumentan considerablemente en Los mercados primero y La seguridad primero. Se ve cierta
mejora en Las polticas primero y hay una disminucin notable en La sostenibilidad primero. La
deuda externa sigue siendo un obstculo para el desarrollo sostenible en Los mercados
primero y Las polticas primero, con un aumento importante en La seguridad primero y una
disminucin a unos niveles razonables en La sostenibilidad primero. Los bosques y la
biodiversidad son componentes cruciales de los recursos naturales de la regin con
implicaciones no slo para la regin, tambin para el mundo. La deforestacin aumenta y el
rea forestal disminuye de forma significativa en Los mercados primero, lo que provoca una
mayor prdida de hbitats y una mayor fragmentacin. Las reas de inters forestal ms
importantes para las lites se conservan en La seguridad primero, pero fuera de estas reas
protegidas la deforestacin aumenta rpidamente. En Las polticas primero se evidencia una
reduccin moderada de la deforestacin y de la fragmentacin de los hbitats, gracias a la
mejora de las normativas reguladoras y a unos mecanismos de cumplimiento de las mismas.
Por su parte, en La sostenibilidad primero se implementan mecanismos para rehabilitar
ecosistemas forestales afectados.
Unas presiones cada vez mayores sobre los recursos hdricos estn presentes en las
cuatro hiptesis en 2050, pero es posible distinguir diferencias cualitativas en las mismas. En
Los mercados primero y La seguridad primero disminuye la calidad y la cantidad de las aguas
superficiales y subterrneas. Por su parte, en Las polticas primero se consigue contener el
aumento de las extracciones de agua mediante inversiones en tecnologas de ahorro de agua.
En La sostenibilidad primero se realizan esfuerzos especiales para gestionar los conflictos en
esta rea, mejorar la eficiencia en el uso del agua y cambiar la conducta de la gente respecto
del uso del agua. El acceso y el control de los recursos energticos siguen siendo una fuente
importante de conflicto en Los mercados primero, situacin que se acenta en La seguridad
primero. En contraste, en Las polticas primero se promueve la diversificacin energtica, con
un mayor empleo de recursos renovables, la eficiencia energtica y la cooperacin energtica
regional y se refuerza enrgicamente en La sostenibilidad primero.
El proceso de urbanizacin se da en todas las hiptesis, pero evidenciando diferencias
importantes. En Los mercados primero y La seguridad primero se produce una expansin
descontrolada de la urbanizacin. En Las polticas primero la urbanizacin es menos catica. En
La sostenibilidad primero se sigue urbanizando, sobre todo en las ciudades de pequeo y
mediano tamao, en un contexto que se basa en una planificacin a largo plazo con respecto
al desarrollo urbanstico. En Los mercados primero se da un aumento continuo de las presiones
migratorias, tanto dentro de la regin como hacia Amrica del Norte, debido al deterioro de
las condiciones sociales de varios grupos. En La seguridad primero las presiones migratorias
aumentan considerablemente en las reas fronterizas, pero la legislacin sobre la migracin se
hace ms restrictiva. Las presiones emigratorias disminuyen en Las polticas primero y La
sostenibilidad primero.
Amrica del Norte: Se evidencia una distincin clara entre las hiptesis en las
emisiones de gases de efecto invernadero. En Las polticas primero stas son la mitad de las
producidas en Los mercados primero y en el caso de La sostenibilidad primero son an
menores. Tambin en lo que respecta a los recursos hdricos La sostenibilidad primero y Las
polticas primero muestran una estrategia mucho ms proactiva que la existente en Las
polticas primero y Los mercados primero. En estas dos ltimas, el deterioro de los acuferos
principales y de los recursos hdricos superficiales pasa factura, en especial dentro del sector
agrcola y a nivel interno, con un porcentaje de la poblacin cada vez mayor viviendo en las
cuencas estresadas de los ros. Los problemas derivados de la expansin urbanstica, el clima y
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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los recursos hdricos ponen a prueba la capacidad de tomar decisiones de la regin. Son unos
problemas difusos y no bien enfocados que empeoran lenta pero inexorablemente. Por esta
razn, Amrica del Norte podra llegar a fracasar en el momento de poner en marcha las
medidas necesarias para proteger y preservar los recursos de agua dulce, pasar a una
economa mucho menos dependiente del carbono y romper con la tendencia hacia un
desarrollo ms intensivo de la tierra. Las soluciones a estos problemas requerirn en ltima
instancia unas polticas muy ambiciosas, tales como unos mecanismos basados en el mercado
para valorar los recursos naturales, lneas divisorias de aguas, la promocin de la innovacin
tecnolgica y unas estrategias de "crecimiento inteligente". Ms an, puede llegar a ser
necesario, como lo pone de manifiesto La sostenibilidad primero, aumentar la conciencia
cultural e individual respecto de estos problemas y la sensibilidad a sus soluciones para
conseguir catalizar la respuesta necesaria en los terrenos poltico y del mercado. En el peor de
los casos podramos encontrarnos con un deterioro tal de las condiciones ambientales y
socioeconmicas que resultara casi imposible su recuperacin.
Finalmente, la calidad de vida en La sostenibilidad primero es mejor desde el punto de
vida cualitativo que en La seguridad primero, aunque ambas hiptesis cuentan con unos
niveles salariales similares y probablemente tambin mejores que en Los mercados primero y
Las polticas primero a pesar de presentar stos unos mayores ingresos. Los mercados primero
tiene gran xito en el momento de facilitar productos a los consumidores; Las polticas primero
ayuda a garantizar que los impactos ambientales se atenan; La sostenibilidad primero, no
obstante, invierte adems en los aspectos no materiales que promueven el bienestar, como un
entorno saludable y un sentido de la comunidad fuerte, que facilite un acceso ms equitativo a
los recursos bsicos como la sanidad, la educacin y los procesos polticos.
Asia Occidental: Las diferentes hiptesis muestran los distintos caminos y futuros que
podran tomar las sociedades de la regin y los impactos relativos y complejos de los diversos
desencadenantes en el momento de configurar el futuro en trminos de bienestar humano y
cambio del medio ambiente. Los mercados primero es una hiptesis en depresin en Asia
Occidental. Pese a que el mercado tiende a promover las mejoras necesarias respecto de la
eficiencia de recursos y los indicadores socioeconmicos la regin debe dar cuenta de
importantes problemas ambientales, sociales y sanitarios, los cuales, terminan minando a
largo plazo el desarrollo econmico. En Las polticas primero los gobiernos imponen unas
restricciones polticas importantes a las fuerzas de los mercados para minimizar sus efectos
negativos sobre el bienestar ambiental y humano. Los costes ambientales y sociales se tienen
en cuenta en las medidas polticas, el marco regulador y los procesos de planificacin para
lograr una mayor igualdad social y una mayor proteccin ambiental, con lo que se consigue
reducir el deterioro ambiental y mejorar el bienestar humano. No obstante, las presiones
provenientes de las polticas de inversin siguen siendo importantes. En La sostenibilidad
primero la mejora de la gobernanza y una mayor conexin entre las polticas sociales,
econmicas y ambientales ayudan a hacer frente al reto de sostenibilidad de la regin. La
integracin, la cooperacin y el dilogo a nivel nacional, regional e interregional pasan a
sustituir las tensiones y los conflictos armados. El bienestar humano y el medio ambiente son
cuestiones centrales en el momento de planificar. Hay una inversin muy fuerte en el
desarrollo de recursos humanos que busca establecer una sociedad basada en el
conocimiento. Se destinan fondos importantes a la investigacin y el desarrollo cientfico y
tecnolgico con miras a resolver los problemas sociales, econmicos y ambientales.
Un denominador comn entre las hiptesis, aunque a ritmos y grados diferentes, es la
continuacin del estrs hdrico, la degradacin de la tierra, la inseguridad alimentaria y la
prdida de biodiversidad, todo ello provocado por la aridez natural imperante en la regin, la
fragilidad de su ecosistema y las presiones ejercidas por el tamao y los niveles de crecimiento
de la poblacin. Ser necesaria una gestin activa y adaptativa con un control y evaluacin
continuados y un desarrollo de capacidades si se quiere hacer frente y adaptarse a las futuras
tensiones sobre la gente y el medio ambiente. Probablemente, las lecciones ms importantes
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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desde el punto de vista poltico que ofrecen estas hiptesis a los pases de la regin es que la
inversin en el desarrollo de recursos humanos e I+D, la mejora de la gobernanza y la
cooperacin e integracin regional son fundamentales en el complicado y largo camino para
lograr la sostenibilidad en la regin
Regiones polares: El cambio climtico es la problemtica principal en las dos
subregiones en todas las hiptesis, con efectos a largo plazo de aceleracin durante el primer
perodo y ms all de 2050. El impacto del cambio climtico sobre las Regiones polares afecta a
las subregiones inmediatas y ms all, y tiene unas implicaciones globales importantes durante
el perodo que dura la hiptesis y ms all, como por ejemplo interrupciones graves en los
ecosistemas marinos y la subida del nivel del mar, poniendo en peligro la sostenibilidad de
millones de personas que habitan en las comunidades costeras a nivel global. El perfil y las
consecuencias del cambio climtico global son esencialmente las mismas en las cuatro
hiptesis durante todo el perodo que va hasta el ao 2050. sta es una consecuencia de la
enorme inercia en los sistemas marinos polares y globales, con unos tiempos de reaccin de
varias dcadas. En las regiones polares se encuentra aproximadamente el 70% del agua dulce
mundial en forma de hielo. Como consecuencia del cambio climtico aumenta la cantidad
promedio anual de vertidos de agua dulce en los ocanos rtico y del Atlntico Norte.
Las regiones polares son un almacn global con un enorme potencial de explotacin.
Hay diferencias claras entre las subregiones y entre las hiptesis, que van desde extensivas y
devastadoras en Los mercados primero, a locales pero intensivas en La seguridad primero y
ms controladas y ricas en recursos en Las polticas primero. La consideracin de cualquier
recurso polar como un recurso o materia prima global incluye cada vez ms a la regin
antrtica en Los mercados primero. La poblacin nativa del rtico se tiene que enfrentar cada
vez ms a las presiones derivadas del cambio climtico y a la explotacin de los recursos
naturales, con una influencia poltica cada vez menor en La seguridad primero, una
potenciacin fuerte en La sostenibilidad primero y unos planes de gestin conjunta fuertes en
Los mercados primero. Los intereses geopolticos dominan cada vez ms sobre la soberana
local e indgena, de forma ms acentuada en La seguridad primero, pero tambin en Los
mercados primero. La sostenibilidad primero promueve unos sistemas de gobernanza
descentralizados y un movimiento del poder hacia las comunidades locales y la poblacin
nativa, permitindoles poner en prctica una gestin adaptativa para mantener su sustento y
el bienestar humano. La disponibilidad a largo plazo de los recursos polares y la estabilidad del
ecosistema depende en gran medida de la implementacin de los principios de sostenibilidad.
RIESGOS Y OPORTUNIDADES DEL FUTURO.
Cambio global - puntos de inflexin y umbrales: Las seales distintivas del cambio
global son perceptibles en el da a da, la expansin descontrolada de las ciudades, la
manifestacin del cambio climtico en inviernos ms calientes, ms inundaciones, olas de calor
ms acentuadas y la presencia de contaminantes generados por los humanos en regiones
remotas del mundo. Pese a que los resultados presentados indican que el cambio continuar,
tambin muestran que el ritmo de cambio para muchos indicadores clave puede llegar a
ralentizarse a mediados de siglo. Los cambios siguen su curso, pero la tasa de cambio
disminuye, lo que puede significar una potencial inflexin en las relaciones del hombre con el
medio ambiente. Al mismo tiempo, el actual nivel de los cambios presenciado en las hiptesis
puede llevarnos de nuevo a umbrales pasados en el sistema terrestre, provocando unos
cambios repentinos, abruptos y aceleradores, que podran ser potencialmente irreversibles.
Una tasa de cambio ms lenta da esperanzas de que la sociedad y la naturaleza puedan lograr
ms fcilmente el ritmo de cambio y adaptarse a l antes de llegar a experimentar sus
consecuencias negativas. La sociedad tiene mejores opciones de lograr el ritmo de cambio
construyendo nuevas infraestructuras, los ecosistemas naturales tienen ms tiempo para
emigrar, las polticas de conservacin tienen ms opciones de lograr la tasa de prdida de
especies y la sociedad tiene ms tiempo para aprender a adaptarse. Por el contrario, las
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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hiptesis con un ritmo de cambio ms rpido son ms proclives a acercarse a los puntos claves
en los sistemas terrestres.
Interrelaciones: Nuestro Futuro Comn pona de relieve que la habilidad de elegir
opciones polticas sostenibles requiere que las dimensiones ecolgicas de la poltica sean
consideradas tanto desde el punto de vista econmico como comercial, energtico e industrial,
entre otros, en las propias agendas y en las propias instituciones nacionales e internacionales.
Un estudio reciente sugiere que ms de 20 aos despus nuestras sociedades y sus enfoques
respecto de los retos siguen estando muy compartimentalizados. Si miramos hacia delante, el
reconocimiento y la prctica en trminos de interrelaciones varan considerablemente entre
las hiptesis. Es necesario tener muy en cuenta las interrelaciones entre las numerosas
cuestiones ambientales, como la contaminacin del agua y el aire, el deterioro de la tierra, el
cambio climtico, la prdida de biodiversidad y los bienes y servicios de los ecosistemas
valiosos. Tambin hay una necesidad de vincular el medio ambiente con las cuestiones de
desarrollo, como la pobreza extrema y el hambre, la implementacin de los objetivos ODM y el
trato de la vulnerabilidad y el bienestar humano.
En Los mercados primero las interrelaciones se multiplican en un contexto de
mercados que funcionan sin restricciones. Se pone un mayor nfasis en los sectores
econmicos, considerndose a los bienes y servicios de los ecosistemas como las aportaciones
primarias de la produccin. La economa crece y se genera an ms riqueza, pero el desarrollo
humano sigue siendo un reto, al igual que muchas cuestiones ambientales. En Las polticas
primero el gobierno realiza un mayor esfuerzo para hacer frente a las complejidades de las
interrelaciones, tanto en el medio ambiente en s mismo como en el contexto de los regmenes
de gobernanza. El cambio climtico se considera como el punto de partida dominante para
tratar los retos de atenuacin y adaptacin en diferentes reas y a lo largo del tiempo, ms
que un nexo sintomtico de desarrollo ambiental. La seguridad primero da un nuevo
significado a la frase del principio 7 de la Declaracin de Ro que habla de unas
responsabilidades comunes pero diferenciadas, al promover prestar una atencin selectiva a
los diferentes asuntos y limitar las responsabilidades a las reas de inters especial. Los
recursos humanos y financieros, as como los sistemas de gestin, se desarrollan para hacer
frente a los retos de forma selectiva y en beneficio de unos pocos. Algunas cuestiones
ambientales se tratan de forma efectiva, pero esto no es gran cosa si las consideramos en
relacin con la degradacin ambiental global. Finalmente, se pone en peligro a toda la
sociedad con unos impactos potenciales mayores sobre las regiones y las sociedades ms
vulnerables. El desarrollo se restringe a la minora pero slo por un perodo limitado de
tiempo, ya que el malestar generalizado amenaza la seguridad de su refugio.
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de los residuos txicos y peligrosos requieren un tiempo mucho mayor y una velocidad de la
presin menor.
Distinguimos entre efectos y consecuencias sociales del cambio global, puesto que es
relevante ir ms all de lo directamente producido por una accin (es decir, los efectos) y
tener en cuenta los impactos indirectos y las sinergias, es decir, el resultado en trminos de
consecuencias. Dentro de las dificultades que conlleva prever cualquier asunto futuro, es ms
abordable la identificacin de los efectos, aunque, an con sus dificultades y cautelas, se
precisa identificar las interrelaciones que permitan diagnosticar las posibles consecuencias
sociales del cambio global. El impacto o consecuencias sociales del cambio global en definitiva
es lo que va a resultar de las interacciones entre los cambios en el medio biofsico y los
cambios en el medio social concreto. Sin embargo, esas interacciones casi nunca son directas,
pues estn tambin mediadas por las diversas esferas de la accin social, entre las que se
encuentran la organizacin social y la tecnologa. De estas esferas bsicas que componen cada
sociedad conviene tener en cuenta que un cambio en una de las esferas incide en todas las
dems, no de forma sumatoria, sino multiplicativa. Es por ello que las consecuencias sociales
sern diferentes segn sean las caractersticas concretas de las distintas sociedades. Los
impactos reales sobre la salud de la poblacin van a estar muy determinados por las
condiciones ambientales locales y tambin por las circunstancias socioeconmicas, as como
por las opciones que se tomen de adaptacin social, institucional, tecnolgica y de
comportamiento para disminuir los riesgos y amenazas a la salud humana. A pesar de lo
anterior, s que estamos en condiciones de afirmar que a mayor cambio biogeofsico y mayor
velocidad en ese cambio predominarn los efectos negativos en la sociedad.
REAS RELEVANTES PARA LA COMPRENSIN DEL IMPACTO SOCIAL DEL CAMBIO GLOBAL.
El medio social o ecosistema social, como sistema de interrelaciones para la vida
humana, incluye todas las esferas relevantes de la vida de la sociedad, como son: a) La
poblacin como base demogrfica y su sistema de poblamiento. b) La base econmica de esa
sociedad. c) La cultura en sentido profundo del trmino (antropolgico); es decir, las formas de
organizacin de la sociedad, los logros culturales materiales y los no materiales (simblicos). d)
Todo ello en una interrelacin con su base biofsica suministradora de recursos para su
subsistencia, bien sea material o de valores.
Por ello, el impacto social del cambio global incluye, al menos, los siguientes aspectos:
1. El impacto en la poblacin como base sociodemogrfica: a) En la esperanza de vida
de esa poblacin, centrando sta en la salud. b) En su capacidad de reproduccin biolgica y
en el equilibrio de su estructura social, centrndonos en su crecimiento, edad y sexo. c) En los
procesos migratorios que el cambio global genera.
2. El impacto en la base econmica de la sociedad: a) Riesgos a la subsistencia
econmica de esa sociedad y a los usos del territorio, en particular sobre el sistema de
poblamiento humano. b) Renta econmica y estatus social. c) Empleo. d) Tecnologa.
3. El impacto en la organizacin social y la cultura: a) Estructura social. b) Educacin. c)
Redes de apoyo social. d) Organizacin poltica y social. Sistemas de gobernanza y democracia.
e) Normas y valores sociales. f) Niveles de conflictividad social. g) Patrimonio cultural.
EL IMPACTO EN LA POBLACIN COMO BASE DEMOGRFICA: SALUD, ESTRUCTURA
DEMOGRFICA, FLUJOS MIGRATORIOS.
El impacto en la salud: La salud humana depende fuertemente de factores fsicos,
aunque histricamente han sido sobre todo los factores sociales los que han permitido ms
que duplicar la esperanza de vida de las poblaciones humanas en los pases econmicamente
desarrollados. El desarrollo de la biotecnologa est generando la expectativa de una extensin
an mayor de la esperanza de vida. No ha sido ste el caso de los pases empobrecidos,
anclados en una esperanza de vida mucho menor. Actualmente, el cambio global tiene una
incidencia negativa sobre la salud humana, que se resume en lo siguiente: a) Cambios en la
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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Otros sectores econmicos que se han estudiado con relacin al cambio global son la
industria y el sector de seguros. Modificaciones en la disponibilidad de los recursos hdricos
afectaran a la industria en general, aunque los sectores ms perjudicados seran la siderurgia,
pasta y papel, qumico, alimentacin, textil y petrleo. Por su parte, el sector de las
aseguradoras puede ser uno de los que ms rpida e intensamente se vea afectado por los
cambios climticos, al requerir aumentar las primas de seguro y/o verse incapacitadas
financieramente para asumir grandes riesgos, en sociedades que requieren cada vez mayores
niveles de seguridad, como es el caso de las econmicamente desarrolladas.
EL IMPACTO EN LA ORGANIZACIN SOCIAL: ESTRUCTURA SOCIAL Y POLTICA, CONFLICTOS,
NORMAS Y VALORES SOCIALES.
El cambio global conllevar tambin un impacto destacable en diversos aspectos de la
organizacin social, as como en las normas y valores sociales, extendindose a la
gobernabilidad de las sociedades y el desarrollo de la democracia. Concretamente, la
desigualdad social aumenta tambin por razn del cambio global, tanto en lo que se refiere a
los pases entre s como a lo referido a las desigualdades sociales en un mismo pas. Los riesgos
biogeofsicos que conlleva el cambio global afectan en mayor medida a los sectores ms
vulnerables de todas las sociedades, ya que cuentan con menos recursos no slo econmicos,
sino tambin de informacin y de educacin para prevenir y mitigar los efectos del cambio
global. En cuanto a las normas y valores sociales, conviene recordar que stos son
instrumentos adaptativos que crean, cambian y desarrollan las sociedades para preparar la
accin social a los cambios necesarios, pero que no siempre estos instrumentos han
respondido al cambio rpido. Los conflictos sociales estn tambin aumentando por razn del
cambio global. No es casual que el concepto clsico de seguridad se haya ampliado a las
cuestiones medioambientales, hasta el punto de llegar a plantearse su importancia por encima
incluso del terrorismo internacional. Y es que el cambio global es un factor de aumento de la
conflictividad social entre pases y dentro de cada pas, por razones varias, entre las que se
encuentra el acceso a recursos naturales bsicos como el agua, las tierras agrcolas, los
bosques, las pesqueras. A la inversa, la gestin adecuada de los recursos naturales y el medio
ambiente puede construir confianza entre los pases y contribuir a la paz, facilitando la
necesaria cooperacin para atravesar las lneas de tensin poltica.
El agua es ya un elemento clave en muchas de las guerras. Pero, al mismo tiempo, el
agua es una fuente de cooperacin, pues las cuencas fluviales requieren ser administradas
conjuntamente, lo cual comporta enormes dificultades pero tambin genera oportunidades de
colaboracin. La gobernabilidad de los pases y del mundo est siendo afectada por el cambio
global, aunque en direcciones a veces contradictorias: el aumento de conflictos y al mismo
tiempo el aumento de la cooperacin y la gobernabilidad mundial. Por otra parte, una
consecuencia del cambio global est siendo la participacin de nuevos actores sociales en el
proceso de discurso y legitimacin, destacando la creciente importancia del movimiento
ecologista como agente de cambio social. La gobernabilidad alude no slo a la dimensin
poltica, sino tambin a la econmica, social y medioambiental. Especficamente la
gobernabilidad medioambiental se refiere a todo lo tendente a la creacin de los marcos y
capacidades institucionales necesarios para asegurar los bienes pblicos medioambientales y
la equidad en el acceso intra e intergeneracional a los mismos, as como a la prevencin y
manejo de las crisis y situaciones de conflicto. La gobernabilidad es una de las esferas claves de
prevencin y adaptacin de las sociedades al cambio global, que an requiere un desarrollo
terico y prctico en el mbito del anlisis de impacto.
EL IMPACTO EN EL PATRIMONIO HISTRICO-NATURAL. EL PAPEL DE LOS ESPACIOS
PROTEGIDOS.
Los cambios en el uso del suelo producen, adems de la degradacin de la integridad
ecolgica de muchos ecosistemas, cambios en la composicin atmosfrica por su efecto en el
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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ciclo global del carbono y del agua. Esta degradacin afecta tambin a nuestro patrimonio
histrico. Los cambios en composicin atmosfrica, como la lluvia cida, causan tambin
importantes daos en edificaciones y, en particular, en el patrimonio histrico, siendo
responsable de la aceleracin de la erosin de la piedra y conjuntos escultricos al aire libre. El
aumento del nivel del mar tambin amenaza el patrimonio histrico. El cambio global ha
alterado los paisajes culturales generados tras procesos milenarios donde han ido
evolucionando fuerzas naturales y humanas. Estos paisajes han variado su caracterstica
heterogeneidad para configurarse como extensos paisajes homogneos, siendo sta una de las
causas ms importantes de la prdida de la biodiversidad, ya que conlleva la desaparicin de
los hbitats de muchas especies.
La base de la poltica de la conservacin de la naturaleza se asienta en la configuracin
como espacios naturales protegidos de los fragmentos ms singulares de los ecosistemas
naturales en desaparicin. En general, estos espacios protegidos conservan sus valores
naturales gracias a figuras legales que prohben o restringen determinados usos, contrastando
con la dinmica de intensa transformacin que se produce en los alrededores de sus lmites. El
resultado es un modelo territorial de antinomias (protegido versus no-protegido), en el que los
espacios protegidos aparecen como islas en un territorio ms o menos transformado;
situacin que no beneficia los objetivos de conservacin. Por ello se avanz hacia la tendencia
actual, donde el modelo de redes ecolgicas pretende conectar los fragmentos de ecosistemas
protegidos. En este modelo continan los conflictos entre uso y conservacin, y se siguen
considerando los espacios protegidos como un fin en s mismo. Frecuentemente, el objetivo de
gestin de estas reas protegidas es la inmutabilidad o incluso revertir el estado de los
ecosistemas sujetos de proteccin a un estado anterior ms virginal. Estos objetivos no
consideran suficientemente el carcter dinmico de los ecosistemas ni que inevitablemente el
cambio global impone tambin cambios sobre los ecosistemas protegidos.
Las reas protegidas del siglo XXI, en el escenario del cambio global, deben cambiar el
paradigma que les dio su razn de ser en el pasado siglo. El modelo alternativo debe incluir la
presencia humana como parte esencial del rea protegida, con el fin de mantener su
funcionalidad y enfatizar la capacidad adaptativa al cambio. Esto implica tender puentes entre
la poltica de conservacin y la de ordenacin del territorio. Ello conlleva que los espacios
protegidos pasan de ser un fin en s mismo a ser una herramienta esencial en la ordenacin del
territorio. El objetivo final supone establecer un territorio dinmico de alta biodiversidad y
elevada conectividad, lo que le dotarn de la suficiente capacidad para acoplarse a los cambios
territoriales actuales, adems de amortiguar y reorganizarse ante los impactos naturales y
antrpicos que caracterizan el propio cambio global.
PERSPECTIVAS.
Los cambios globales estn afectando de forma muy relevante a las sociedades en
virtualmente todas las esferas de la accin social: la demografa, la economa, las estructuras
sociales y culturales Al prever sus calamitosos efectos, con el fin de minimizarlos y de
maximizar los aspectos positivos, se debe poner el nfasis tanto en sus consecuencias sociales
y polticas como en las puramente biogeofsicas. A escala global existe un importante retraso
en comprender, modelizar y cuantificar la vulnerabilidad de los sistemas humanos al cambio
global, as como en evaluar su capacidad de adaptacin. Es por ello que la toma de decisiones
es una esfera clave de la accin social cuando se trata de incertidumbres, las cuales puede que
se aborden de forma insuficiente en unos casos o, por el contrario, excesiva en otros, cuyas
consecuencias pueden afectar a varias generaciones. Se requiere avanzar en la investigacin
del impacto del cambio global en reas relevantes de las sociedades que apenas o nada se han
estudiado. Entre stas, destacamos los temas de igualdad/desigualdad social, tica, relaciones
de poder y justicia social, que han sido minusvalorados en la agenda investigadora del impacto
del cambio global, y que son fundamentales para el funcionamiento, adaptacin y
supervivencia de las sociedades. Pero, sobre todo, se requiere avanzar en enfoques integrales
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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e integrados del impacto del cambio global, que permitan avanzan en la comprensin de los
factores sociales, no como un listado temtico, sino en cmo va a afectar a la capacidad de
funcionamiento de la fbrica social, y, la relacin entre sta y la vulnerabilidad del sistema
biofsico y su capacidad de adaptacin.
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asume una respuesta gradual, suave y predecible al cambio global y sus componentes. Se
supone que la naturaleza est o tiende a un estado de equilibrio o casi equilibrio y el modelo
de gestin ptimo denominado Dominio y Control se relaciona con actividades que
conduzcan al sistema natural hacia un estado de equilibro cannico o clmax que hay que
mantener. Se buscan situaciones de mnima complejidad e incertidumbre en un contexto
cambiante. Todo cambio se considera una degradacin. Hay que conservar lo que cambia
por lo que es necesario controlar las perturbaciones naturales o sus efectos como fuegos,
inundaciones, sequas, huracanes, etc. En oposicin al modelo de Dominio y Control se
encuentra el modelo de la Gestin de la Resiliencia. Desde esta perspectiva los cambios
lineales y suaves son interrumpidos de forma repentina y drstica por perturbaciones
naturales que, a menudo, no se pueden predecir ya que presentan un comportamiento
estocstico, como es el caso de huracanes, fuegos, sequas, etc. Estos eventos discretos en el
espacio y en el tiempo desencadenan cambios de estado en los ecosistemas que no se pueden
predecir con mucha certeza. Estos cambios de estados hoy sabemos que son una caracterstica
inherente a los sistemas complejos adaptativos como es el caso de la biosfera.
Por tanto, la forma ms prctica y efectiva de enfrentarse al desafo del cambio global
y a sus componentes es construir resiliencia de los estados deseados de los ecosistemas, es
decir, de aquellos cuadros ecolgicos que tienen mayor valor social en trminos de la calidad
del flujo de servicios ecosistmicos. Desde el modelo de la gestin de la resiliencia, los
humanos y la naturaleza no son entidades independientes sino que conforman un sistema
denominado sistema socioecolgico o socioecosistema, por lo que tienen que ser gestionados
como un todo, como entidad integrada y unitaria.
El concepto socioecosistema aporta una visin global de la complejidad de los
problemas que implica el cambio global que sirve para tender puentes entre las ciencias
biogeofsicas, sociales y las tecnologas, generando un marco transdisciplinar que permite a
eclogos, economistas, socilogos e ingenieros compartir no slo el objeto y objetivo de los
programas sobre cambio global sino tambin un marco conceptual y metodolgico. Facilita la
toma de decisiones ya que permite integrar las dimensiones biogeofsicas y sociales del cambio
global a travs del conocimiento de la organizacin, funcionamiento y dinmica de los sistemas
ecolgicos, y de la incorporacin de aspectos econmicos, sociolgicos y polticos de la
componente humana del cambio global. Desde esta aproximacin un socioecosistema es
sostenible si es resiliente, es decir, si conserva las capacidades adaptativas al cambio creando,
innovando, probando a la vez que se generan y se mantienen las oportunidades de
autoorganizacin.
Adems del desarrollo de escenario, la otra herramienta esencial con la que cuenta el
modelo de la gestin de la resiliencia es la gestin ambiental adaptativa. El camino de la
sostenibilidad exige construir capacidad adaptativa de los socioecosistemas para que se
puedan ajustar a las nuevas condiciones generadas por los cambios sin perder sus
oportunidades de futuro. La capacidad adaptativa de los socioecosistemas est estrechamente
relacionada con el aprendizaje. Dado que las relaciones entre naturaleza y sociedad estn en
continuo cambio es muy difcil predecir las consecuencias de nuestras acciones de gestin, por
lo que una estrategia para abordarlas es tratarlas como hiptesis que permitan su tratamiento
posterior como experimentos, de forma que aprendamos haciendo. Si estos experimentos son
seguidos y analizados adecuadamente mediante un sistema de indicadores, los gestores
pueden aprender sobre la administracin de los socioecosistemas en un contexto de cambio,
incertidumbres e imprevistos.
Por ltimo hay que tener en cuenta que el xito o fracaso del modelo de gestin
adaptativa que promueve la gestin de la resiliencia depender de los procesos institucionales
y polticos que promuevan los proyectos sobre el cambio global. Por esta razn es importante
introducir en las polticas de cambio global el concepto de gobernanza adaptativa para analizar
las estructuras y procesos mediante los que los seres humanos tomamos decisiones sobre la
gestin de los servicios de los ecosistemas y compartimos su ejecucin. Bajo este marco las
Jess ngel Gonzlez de la Osa
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nuevas polticas del cambio global deberan estimular la creacin de foros o espacios
participativos para el anlisis y el debate de los problemas y las consecuencias de los cambios
en marcha. Se deberan promover plataformas cvicas apoyadas por instituciones abiertas que
se apropien y ejecuten modelos de gestin adaptativa para aprender y construir capacidad
adaptativa de los socioecosistemas donde se desarrollan las comunidades.
EL PAPEL DE LA CIENCIA.
La contribucin de la ciencia es central para comprender, anticipar y reaccionar al
problema del cambio global. Esta contribucin ha de venir de un esfuerzo cientfico
transdisciplinar, que integre las mltiples dimensiones del cambio global, desde sus races
sociopolticas a la comprensin detallada de los mecanismos biogeoqumicos que intervienen
en el funcionamiento de la biosfera que permita formular modelos predictivos fiables, el
examen de acontecimientos pasados en la historia del planeta y de la humanidad que nos
ofrecen oportunidades para evaluar la fiabilidad de los modelos, a la observacin de los
sntomas de cambio con particular atencin a las huellas y signos de alerta de oscilaciones en
el comportamiento y distribucin de organismos y ecosistemas, la consideracin de
contingencias sociopolticas o derivadas de avances tecnolgicos.
A pesar de las incertidumbres en cuanto a la importancia de distintos motores del
cambio global, las interacciones entre ellos y el alcance futuro del cambio global, existe un
amplsimo consenso en la comunidad cientfica en torno a la constatacin del cambio
climtico, con una tendencia al calentamiento del planeta en el que la actividad humana juega
un papel fundamental, as como el papel de la presin humana sobre la degradacin de los
ecosistemas, la prdida de biodiversidad y de servicios ecosistmicos. El avance del consenso
cientfico es lento, pues desde que una nueva idea o concepto se presenta a la comunidad
cientfica hasta que ste se consolida pueden transcurrir varios aos o, en casos extremos,
dcadas. Este retraso en la incorporacin de conocimiento cientfico en el proceso que
eventualmente interviene en la toma de decisiones y los convenios internacionales supone un
riesgo en un contexto en el que un retraso de diez aos en adoptar decisiones acertadas puede
restar capacidad adaptativa frente al cambio global. Es importante pues que la comunidad
cientfica articule mecanismos ms giles a partir de los cuales nuevos conocimientos
cientficos puedan contemplarse en escenarios plausibles del cambio global.
Un reto adicional de la contribucin cientfica al problema de cambio global es el de la
difusin eficiente del conocimiento cientfico a la sociedad. No slo es necesario informar a la
sociedad sobre los progresos cientficos en la comprensin y prediccin del problema del
cambio global, sino que es necesario informar sobre la naturaleza misma de la ciencia, de
forma que conceptos importantes, como el de incertidumbre en ciencia, se comprendan
adecuadamente. En particular, el concepto de incertidumbre en ciencia se ha utilizado
errneamente, a veces por ignorancia y muchas de forma intencional para sembrar dudas en
el ciudadano bajo el argumento de que los cientficos no se ponen de acuerdo. La
incertidumbre es consustancial a la ciencia moderna que, a diferencia de otros periodos de la
historia, admite la discrepancia como motor de progresin. Es necesario adems articular
centros o redes de investigacin con suficiente masa crtica como para abordar el problema de
cambio global desde sus distintas dimensiones.
EL PAPEL DE LAS TECNOLOGAS.
Todas las sociedades, desde la de cazadores-recolectores a la industrializada, han
impactado el medio ambiente biogeofsico generalmente hasta donde su desarrollo
tecnolgico lo ha permitido. An con algunas excepciones, sta es una ley histrica general. En
el caso de las sociedades econmicamente desarrolladas actuales, el desarrollo cientficotecnolgico ha alcanzado un nivel sin precedentes, por lo que tiene un protagonismo central
en la produccin del cambio global, pero tambin en su mitigacin y adaptacin.
Concretamente, la tecnologa de la energa basada en la combustin de fsiles, y su creciente
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uso, y las tecnologas qumicas se encuentran entre las principales causas antrpicas del
cambio global, y, por ello, son una de las principales reas a transformar. El uso de energa
sigue creciendo en una espiral imparable, y aunque el uso de energas renovables est
aumentando, su contribucin porcentual parece anclada en el 8-9%, mientras que la energa
nuclear parece tambin anclada en torno al 5-6% del consumo total. As pues, el consumo total
de combustibles fsiles seguir creciendo.
El desarrollo de energas limpias que no produzcan gases de efecto invernadero es uno
de los primeros retos respecto al cambio global. Concretamente, el desarrollo masivo de
energas renovables, y en particular la energa solar, elica y maremotriz, junto a la
cogeneracin, es una de las respuestas centrales al problema del cambio climtico.
Complementario, y muy importante, es el desarrollo de polticas de ahorro y eficiencia
energtica, pues, con independencia del tipo de energa, se requiere llevar a cabo una gestin
para minimizar la creciente demanda energtica. El lento aunque firme desarrollo de estas
energas no es tanto un problema tecnolgico como social, en el sentido de las barreras
sociopolticas que todava existen para el necesario avance.
Existen fuentes de energa an por explotar, entre las que destacan la energa del
oleaje y las mareas, que se aprovechaban en la Pennsula Ibrica a travs de molinos de marea,
posiblemente de origen rabe, introducidos en Europa en el siglo XI y de los que quedan
algunos en pie y operativos en el litoral atlntico de la Pennsula Ibrica. El aprovechamiento
de la energa marina permitira prescindir de gran parte del uso de combustibles fsiles de
encontrarse tecnologas adecuadas. Otras tecnologas adaptativas son los sistemas de
refrigeracin, las tecnologas de desalinizacin, la mejora de semillas, entre otras, que
representan algunas de las opciones que pueden llevar a minimizar los impactos del cambio
global. Avances en el diseo de viviendas que permitan mantener niveles de confort y calidad
ambiental elevados con una menor inversin en energa son tambin componentes
importantes de estas tecnologas adaptativas. La desalacin se utiliza de manera creciente por
sus ventajas relativas frente al uso alternativo de otras fuentes de recursos.
Es ms que posible que algunas tecnologas que pueden resultar clave en el futuro
para reducir las emisiones de gases invernadero sean hoy en da impensables y se originen de
desarrollos relativamente inesperados. De hecho, la historia de la ciencia est plagada de
ejemplos de desarrollos cientficos sin aparentemente utilidad prctica para sus descubridores,
algunos de los cuales han dado pie a enormes desarrollos tecnolgicos. Por otro lado, es
igualmente posible que grandes esfuerzos y enormes inversiones para el desarrollo de alguna
tecnologa prometedora, como la fusin nuclear, no aporten los rditos esperados. La
capacidad de las sociedades para desarrollar a la velocidad necesaria las tecnologas de
mitigacin y adaptacin al cambio global es un asunto clave. La tecnologa no es una esfera
independiente de la sociedad, sino grandemente dependiente de los contextos sociales, por lo
que se requieren cambios y esfuerzos por parte de las diversas instituciones y agentes sociales
para superar las barreras y, por el contrario, aprovechar las oportunidades que el cambio
global abre a un desarrollo tecnolgico limpio y socialmente justo.
EL PAPEL DE LA POLTICA.
Los importantes cambios sociales necesarios para abordar la mitigacin y adaptacin al
cambio global hacen ms relevante si cabe el papel protagonista de la esfera de la poltica, y
particularmente de las polticas pblicas. El mercado no puede resolver por s mismo estos
graves problemas, ni en general la proteccin del medio ambiente como bien comn que es.
De hecho, el mercado forma parte del problema y, precisamente por ello, tambin ha de ser
una parte importante de la solucin. El cambio global requiere potenciar fuertemente las
polticas pblicas de mitigacin y adaptacin en los mbitos internacionales y nacionales, pero
tambin en los autonmicos y locales. Conviene aclarar que las polticas pblicas no se refieren
slo a la legislacin, sino que son estrategias y lneas de accin determinadas por el inters
comn, dirigidas a guiar, articular y promover las acciones de los diversos actores, como son: el
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Estado, las empresas privadas y las organizaciones civiles, en este caso en el mbito del cambio
global. Las polticas pblicas se desarrollan a travs de instrumentos diversos: legislativos,
econmicos, fiscales y sociales, pero lo importante es que todos esos instrumentos trabajen de
forma coordinada con el objetivo comn de la minimizacin del cambio global.
Probablemente los tres convenios de mbito global ms importantes para afrontar el
problema del cambio global son los siguientes:
Convencin Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico: Conocida
popularmente como el Protocolo de Kioto, en la Convencin se fija el objetivo ltimo de
estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel que impida interferencias
antrpicas peligrosas en el sistema climtico. Se declara asimismo que ese nivel debera
lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al
cambio climtico, asegurar que la produccin de alimentos no se vea amenazada y permitir
que el desarrollo econmico prosiga de manera sostenible. Aunque la convencin entr en
vigor, existe todava un contingente importante de pases, entre ellos el que ms emisiones
genera, EE.UU., que no la han ratificado.
El Convenio sobre la Diversidad Biolgica: Los objetivos del presente convenio, que se
han de perseguir de conformidad con sus disposiciones pertinentes, son la conservacin de la
diversidad biolgica, la utilizacin sostenible de sus componentes y la participacin justa y
equitativa en los beneficios que se deriven de la utilizacin de los recursos genticos.
Convencin de las Naciones Unidas para Combatir la desertificacin: El objetivo de esta
convencin es combatir la desertificacin y mitigar los efectos de las sequas en pases que
sufren sequas severas y/o desertificacin, particularmente en frica.
Mientras que es importante alcanzar convenios globales, tambin es necesario
desarrollar polticas regionales, nacionales y locales, ya que la problemtica causal y de
impactos del cambio global vara a todas estas escalas. Las convenciones y herramientas
indicadas anteriormente obligan generalmente a los Estados, pero slo en contados casos las
responsabilidades se trasladan a los actores privados y ciudadanos, lo que les resta efectividad.
Mientras que en aspectos relacionados con la salud pblica, como el caso del tabaco, se ha
regulado con xito el comportamiento individual, parece lgico pensar que el consumo
excesivo de recursos pueda ser sujeto de una regulacin normativa similar. De hecho, las
tarifas de consumo de agua son habitualmente progresivas, donde el coste por m3 aumenta
progresivamente por tramos de consumo. Sin embargo, el consumo de energa, que conlleva la
emisin de gases de efecto invernadero, podra estar sujeto a medidas progresivas similares
para incentivar el ahorro. En nuestro pas la reciente legislacin que obliga a la instalacin de
placas solares en nuevas viviendas es un paso adelante en la regulacin normativa de medidas
encaminadas a mitigar el problema del cambio global. La aceptacin social de medidas
normativas que afectan las pautas de consumo requiere, sin embargo, un amplio consenso
sobre la importancia de afrontar estos problemas, lo que a su vez requiere un nivel de
conocimiento que quiz no se ha alcanzado an en algunas sociedades como la nuestra, donde
las ecotasas encuentran an considerable resistencia. Esta resistencia requiere tambin de
polticas encaminadas a educar y concienciar a la sociedad.
Los nuevos enfoques sobre polticas pblicas conciben el gobierno como la
gobernanza, es decir, como la toma de decisiones basada en la apertura y transparencia, en la
amplia participacin de los diversos agentes sociales, en la corresponsabilidad, en la eficacia y
en la coherencia, integrando la proteccin del medio ambiente con el resto de las polticas. El
nuevo enfoque de gobernanza responde no slo a la concepcin democrtica de la sociedad,
sino tambin a razones de eficacia en la resolucin de los graves problemas del cambio global,
que requieren la participacin activa del conjunto de la sociedad. De hecho uno de los
objetivos ms importantes de las polticas en relacin con el cambio global ha de ser buscar la
implicacin activa de los ciudadanos. La participacin social en la formulacin de polticas
frente al cambio global se ha canalizado en buena medida a partir de organizaciones no
gubernamentales vinculadas al movimiento ecologista. Todas ellas se muestran muy activas en
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el mbito del problema del cambio global, donde realizan una importante labor de
sensibilizacin de la sociedad, propuestas de polticas avanzadas y actitudes individuales para
afrontar el problema de cambio global. Sus propuestas van principalmente encaminadas a la
mitigacin, pero no tanto a la adaptacin, del cambio global. La aplicacin de polticas al
cambio global ha abierto adems nuevos debates que requieren de nuevos conceptos y corpus
jurdicos, como es el de los derechos de las generaciones futuras, que plantean retos an por
resolver al Estado de derecho.
EL PAPEL DE LA EDUCACIN Y LA SENSIBILIZACIN AMBIENTAL.
La insuficiente conciencia ambiental frente al cambio global pone de manifiesto que
adems de los retos econmicos y tecnolgicos existen otras barreras que dificultan o incluso
impiden el cambio de la percepcin del problema y la puesta en prctica de actitudes
individuales y colectivas responsables. Existen evidencias claras de un escaso conocimiento e
ideas errneas en torno al cambio global en general y al climtico en particular y, lo que es
ms grave, sobre la estrecha relacin que existe entre el bienestar humano y la conservacin
de los ecosistemas. Esta situacin es explicable si tenemos en cuenta que aproximadamente la
mitad de la poblacin humana vive en las ciudades y que la vida urbana hace perder la
conciencia de la dependencia de la humanidad de los servicios de los ecosistemas.
A nadie escapa la importancia de la educacin y la sensibilizacin en materias de
medio ambiente para mitigar y adaptarse al cambio global. ltimamente se ha progresado
mucho en el campo de la proteccin medioambiental. Sin embargo, aunque el pblico parece
estar concienciado de los temas medioambientales, hay una discrepancia entre las
convicciones expresadas y el comportamiento de facto en amplios segmentos de la poblacin.
La educacin medioambiental dirigida tanto a los adultos como a los escolares, podra ayudar a
estrechar la brecha y a mejorar las condiciones necesarias para alcanzar la sostenibilidad. Sin
embargo, la educacin y la sensibilizacin ambiental no se dirigen exclusivamente hacia el
sector educativo formal sino al conjunto de la sociedad. Se trata de actividades dirigidas a la
concienciacin, negociacin y capacitacin para la accin ambiental de las instituciones y las
personas para el cambio de creencias, normas, valores y comportamientos para la mitigacin y
adaptacin al cambio global, y se articula en torno a tres instrumentos que considera el Libro
Blanco de Educacin Ambiental en Espaa: 1) Informacin. 2) Formacin y capacitacin
ambiental. 3) Participacin social.
La participacin de la sociedad es la clave fundamental para obtener los cambios que
se necesitan y para ello es preciso incrementar la sensibilidad ante la degradacin
medioambiental. Es importante promover la interrelacin entre educacin medioambiental y
participacin ciudadana en decisiones concernientes al medio ambiente. La voluntad de los
ciudadanos de involucrarse en procesos pblicos de decisin depende del grado en que se
sientan afectados personalmente por el tema, as como de su sentido individual de
competencia subjetiva. Con toda probabilidad, ambos criterios pueden fcilmente ser
influenciados por la educacin medioambiental. Simultneamente, la creciente participacin
ciudadana puede ser vista como una valiosa contribucin a la educacin medioambiental as
como una contribucin a la bsqueda de la sostenibilidad.
Las experiencias de buenas prcticas en relacin a la mitigacin y adaptacin al cambio
global pueden jugar un papel importante. Segn las Naciones Unidas, las buenas prcticas no
son lo que pudiese considerarse como la mejor actuacin imaginable sobre un determinado
asunto del cambio global, sino aquellas actuaciones que suponen una transformacin en las
formas y procesos de actuacin, y que pueden suponer el germen de un cambio positivo en los
mtodos de actuacin tradicionales. Las buenas prcticas incluyen aspectos como la
colaboracin de varias entidades, de diversos rdenes pblicos y privado. Una buena prctica
tambin implica un refuerzo de las redes sociales y de la participacin social. Las buenas
prcticas son ejemplos que tienen una fuerte potencialidad de impactar el cambio social por
imitacin. Un rea importante de buenas prcticas es la que puedan desarrollar aquellas
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llevar a cabo, por lo que se precisa un fuerte liderazgo por parte de las instituciones para
comprometerse ellas mismas y movilizar a la ciudadana, y viceversa, que la ciudadana ms
consciente y activa incida en las instancias polticas. El nivel de conciencia de las sociedades
sobre la cuestin medioambiental se ha desarrollado de forma muy destacable en las ltimas
dcadas. Adems, se ha producido un fuerte desarrollo de movimientos sociales a favor del
medio ambiente, destacando el movimiento ecologista, pero tambin los sindicatos, y otros,
que cumplen una funcin importantsima en la concienciacin y movilizacin de las
sociedades. Sin embargo, se requiere avanzar mucho ms en la creacin de canales de
participacin en los asuntos medioambientales. Los procesos de participacin social permiten
el fomento, apoyo y creacin de redes sociales de carcter permanente que profundicen en los
contenidos y que asuman las acciones. La creacin de canales estables de participacin pblica
en las cuestiones del cambio global permite asegurar los siguientes objetivos: 1) Establecer
nexos entre la Administracin y los ciudadanos. 2) Informar a la poblacin sobre los proyectos
a realizar para minimizar y adaptarse al cambio global. 3) Recoger informacin, aspiraciones y
necesidades de la poblacin. 4) Implicar a la poblacin en los procesos de decisin pblicos. 5)
Respaldar las estrategias elegidas por los representantes polticos.
Los ciudadanos tienen un poder real en las sociedades democrticas para inducir las
polticas ambientales adecuadas y necesarias para adaptarse al cambio global en sus diversas
facetas. Primero de todo, los ciudadanos deberan exigir un cumplimiento adecuado de las
directivas y normativas ya vigentes, algo que no siempre ocurre. Adems, los ciudadanos
debemos por un lado pedir el desarrollo de las normativas adecuadas para acelerar la
implementacin de polticas para la mejora del consumo energtico, y tambin para reducir el
consumo energtico que ayudara a controlar las emisiones de gases invernaderos y
contaminantes. Estas exigencias de polticas ambientales, en todo caso, complementarn las
mejoras en prcticas individuales y de estilo de vida de cada ciudadano. Los ciudadanos deben
exigir, adems, a los partidos polticos que incluyan su poltica medioambiental de forma clara
y prominente en sus programas electorales y utilizar estos compromisos como una de las bases
principales para apoyar o no en las urnas un determinado programa. Hasta que esto no ocurra
es improbable que el medio ambiente y el cambio global ocupen el lugar destacado que
debieran, como una de las principales amenazas a la sociedad, en la agenda poltica.
Sin embargo, las respuestas al cambio global por las sociedades humanas, sobre todo
las desarrolladas, pasan por el cambio del estilo de vida de los individuos. Parece claro que
cualquier respuesta racional al fenmeno implica un conjunto de medidas relacionadas con el
ahorro energtico, energas alternativas y el uso racional de los servicios ambientales de los
ecosistemas y la autocontencin en el consumo. Este cambio requiere de un proceso de
educacin ambiental para el desarrollo sostenible promovido desde las instituciones a todos
los niveles educativos, incrementando la toma de conciencia de los ciudadanos y la capacidad
para generar actitudes de cambio que impliquen el rechazo a determinados comportamiento
irresponsables con el mantenimiento de la integridad ecolgica de los ecosistemas y la
aceptacin de otros ms racionales. Es ante todo fundamental que los ciudadanos entiendan
que ellos no se encuentran impotentes ante el cambio global, sino que con pequeos cambios
en sus estilos de vida pueden mitigar los efectos del cambio global y adaptarse mejor a stos, y
que su derecho al voto supone una herramienta fundamental para que se desarrollen polticas
que contribuyan al mismo fin.
EL PAPEL DE LAS EMPRESAS Y EL SECTOR PRIVADO.
La actividad industrial y empresarial es responsable de buena parte de las presiones
sobre el medio ambiente que configuran el cambio global. Han de ser, por tanto, importantes
actores en la solucin de estos problemas. El fomento de buenas prcticas medioambientales y
de cdigos medioambientales propios ha de servir a este fin. La nocin de que estos cdigos
pueden mermar la produccin y los beneficios no estn fundamentados. De hecho, casi todos
los sectores productivos son vulnerables, por una razn u otra, al cambio global, que puede
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afectar negativamente sus perspectivas econmicas. Las acciones para mitigar el impacto del
cambio global no slo no merman necesariamente el balance econmico de las empresas, sino
que pueden tambin generan beneficios. De hecho, las grandes corporaciones y empresas, as
como sectores especficos como el bancario y de seguros comparten la caracterstica de contar
con horizontes estratgicos de dcadas. Estos sectores han de incorporar necesariamente
escenarios de cambio global en sus planes estratgicos para evitar prdidas y aprovechar
oportunidades. Podra ocurrir que estos sectores devengan en consumidores destacados de
conocimiento y asesoramiento cientfico en el rea de escenarios de cambio global, que
necesariamente han de incorporar a su planificacin.
Las empresas y el sector privado tienen un papel adicional, fundamental para
conseguir afrontar con xito el cambio global: utilizar las oportunidades de negocio que surgen
en el contexto de cambio global. Esto requiere, sin embargo, una labor de prospectiva que
facilite la identificacin de reas emergentes de actividad y oportunidades de negocio. Nuestro
pas se encuentra bien situado para atender a algunas de estas reas emergentes, como el
sector de energas renovables o desalinizacin, en las que Espaa cuenta con algunas de las
empresas lderes en el mundo. El volumen de negocio potencial en relacin al cambio global
tiene, al igual que los potenciales impactos negativos de estos cambios, dimensiones colosales.
Las empresas y pases que sepan identificar y aprovechar estas oportunidades podrn ver sus
beneficios y balanzas econmicas incrementados hasta compensar, o incluso superar, los
impactos del cambio global. Un papel con una importancia creciente del sector privado es
contribuir, a travs del mecenazgo, a fomentar el desarrollo del conocimiento cientfico
necesario para formular estrategias de mitigacin y adaptacin al cambio global, y contribuir a
desarrollar iniciativas que impulsen las actividades con estos mismos objetivos en la sociedad.
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grado de inters por el medio ambiente, destacando el mayor grado de relacin con la edad, la
ideologa poltica, el nivel de estudios, la renta, el hbitat, y en menor medida el sexo. Para
algunos autores, las variables sociodemogrficas que estn ms relacionadas con la
preocupacin ambiental son la ideologa poltica y el nivel de educacin. Aproximadamente el
50% de la poblacin afirma seguir con bastante inters los problemas ambientales. En
trminos absolutos, nos encontramos que el deterioro medioambiental es muy destacado por
la poblacin espaola. Sin embargo, en trminos relativos, al compararlo con otros problemas
de carcter social, este deterioro medioambiental no es tan valorado. Por tanto, la extensin
de la sensibilidad ambiental en nuestro pas es un hecho evidente y que cada vez alcanza a
mayor poblacin; no obstante, los problemas econmicos y sociales que afectan ms
directamente a la vida cotidiana de los individuos son los que ms preocupan.
Si introducimos la ideologa poltica, vemos que los ciudadanos que se autoposicionan
en la izquierda ideolgica manifiestan un mayor inters por los problemas ambientales que
quienes se sitan en la derecha. El ambientalismo no es patrimonio de una ideologa, si bien
los sujetos de izquierdas obtienen una puntuacin ms alta sobre la preocupacin ambiental
que los ciudadanos de derechas. Asimismo, los individuos de edades comprendidas entre los
25 a 44 aos son los que muestran mayor inters ambiental, mientras que los de edades
avanzadas no manifiestan inters alguno por las cuestiones ambientales. El apoyo a la defensa
medioambiental se encuentra ms acentuado entre los jvenes porque son stos quienes
principalmente impulsan el desarrollo del ecoturismo y la revalorizacin de las actividades al
aire libre. La explicacin a la menor sensibilidad ambiental de los grupos de edades ms
avanzadas, se encuentra en una menor disponibilidad de recursos econmicos y en una mayor
sensibilidad por los problemas cotidianos e inmediatos frente a los ms lejanos y futuros.
Las personas con rentas medias dicen tener bastante inters medioambiental, en tanto
que los ciudadanos con rentas bajas y altas muestran poco inters. Varios autores han
encontrado una correlacin positiva entre un mayor nivel de ingresos y mayor conciencia
medioambiental. Segn esto, cuando una persona aumenta su nivel econmico, el umbral de
tolerancia al riesgo disminuye y esto explica en las encuestas sobre opinin medioambiental el
alto porcentaje de ciudadanos en los pases desarrollados que piensan que su medio ambiente
se encuentra muy deteriorado y seguir empeorando en el futuro, a pesar de que los datos
sobre calidad ambiental indiquen una notable mejora.
Respecto al sexo, si bien es la variable independiente de menor grado de asociacin
con el inters ambiental, son las mujeres quienes se sienten ligeramente ms interesadas
ambientalmente frente a los hombres; los hombres manifiestan una menor preocupacin
ambiental al mostrar un mayor optimismo tecnolgico en la solucin de los problemas
ambientales que las mujeres. En cuanto al tamao de municipio, son los ciudadanos que
habitan en municipios de 50.000-100.000 habitantes y los de ms de un milln de habitantes
quienes dicen tener mucho inters, frente a los individuos que viven en poblaciones inferiores
a los 50.000 habitantes que no muestran inters alguno.
GRADO DE PREOCUPACIN MEDIOAMBIENTAL DE LOS ESPAOLES.
Segn una encuesta, el 17% de los entrevistados manifiesta creer que los espaoles
sienten respeto y preocupacin por los problemas ambientales; el 61% declara que, aunque se
tiene en cierta consideracin, no existe una preocupacin real por el estado del mismo y el
17% considera que los ciudadanos espaoles tienen muy poco respeto y preocupacin
medioambiental. En relacin con las posibles causas del poco inters ambiental de la poblacin
espaola, el 61% de los encuestados apuntaba a una escasa educacin ambiental. Ms del 60%
de los encuestados que habitan en las comunidades de la Rioja, Asturias, Galicia, Extremadura,
C. Valenciana, Madrid y Andaluca piensan que la escasa educacin ambiental es la principal
causa de la falta de respeto y sensibilizacin ambiental. Los ciudadanos que residen en
Canarias y Murcia son los que menos achacan la falta de preocupacin ambiental a la
deficiente educacin. Al comparar estos datos con los presupuestos en educacin ambiental
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funcional, junto a otras que eran simples rganos administrativos integrados jerrquicamente
en un departamento. Posteriormente, coincidiendo con la creacin del Ministerio de Medio
Ambiente, se extendi la idea de incluir en los Gobiernos de las CC.AA. un consejero
competente exclusivamente en la materia. Algunos de estos departamentos especficamente
dedicados a la proteccin del medio ambiente han llegado a concentrar variadas atribuciones
relativas a la lucha contra las contaminaciones, la calidad de los recursos naturales y la
proteccin de la biodiversidad. Sin embargo, las variantes organizativas proliferan.
ltimamente parece estilarse la constitucin de departamentos que unen medio ambiente y
ordenacin del territorio, con variantes adicionales como la integracin de esos dos sectores
con el de vivienda o con el de turismo. Todas estas frmulas organizativas pueden obedecer a
razones de equilibrio poltico, que no condicionan necesariamente las actividades de gestin
ambiental. Pero, a veces, pueden representar tensiones de determinados sectores
administrativos que buscan el dominio de las claves ambientales para legitimar ms fcilmente
determinadas obras o actuaciones. Por ello, pudiera ser conveniente disociar en la
organizacin autonmica las estructuras relacionadas con la creacin y gestin de las
infraestructuras ambientales de aquellas otras que desempean responsabilidades de control
sobre las primeras. De cualquier manera, parece claro que los aspectos organizativos del
medio ambiente debieran entrar tambin en la esfera del debate pblico y poltico, pues no
resultan indiferentes bajo la ptica de los diversos intereses pblicos implicados.
Por ltimo, ha de constatarse que la carga de trabajo de los departamentos
competentes en materia de medio ambiente es muy fuerte. Las intervenciones pblicas
ambientales se han multiplicado, comprendiendo procedimientos de evaluacin de impacto
ambiental, de programacin y gestin en materia de residuos, con un nmero creciente de
residuos necesitados de tratamientos especiales, de planificacin y ejecucin de instalaciones
de depuracin de aguas residuales, de declaracin y gestin de zonas protegidas, entre
muchas otras. Especialmente, cabe destacar la deficiente inversin en medios humanos y
materiales para el desempeo de las funciones de control e inspeccin relacionadas con la
proteccin de la legalidad ambiental. En algunas CC.AA., el logro de una mayor eficacia se
persigue por la va de huida del Derecho Administrativo, bien constituyendo entidades o
empresas pblicas que asumen la gestin de los expedientes en materia de medio ambiente,
bien transfiriendo el ejercicio de las funciones de control ambiental a entidades privadas.
LA EJECUCIN DE LAS POLTICAS AMBIENTALES AUTONMICAS: ESTRATEGIAS, FINANCIACIN,
PLANIFICACIN, GESTIN Y EVALUACIN.
Algunas Comunidades Autnomas han aprobado documentos en los que se definen los
principios rectores y las lneas maestras de las actuaciones que han de conformar sus polticas
de desarrollo sostenible. En general, se observan ligeros incrementos del gasto pblico
destinado a los programas ambientales en los presupuestos autonmicos. Tambin cabe
constatar la escasa trascendencia econmica de los intentos de buscar nuevas fuentes
tributarias vinculadas a la proteccin del medio ambiente. La nica excepcin son los cnones
de saneamiento, ampliamente extendidos en el mapa autonmico con la finalidad de permitir
la financiacin de las importantes inversiones necesarias en materia de depuracin de aguas.
La planificacin ambiental ha alcanzado gran desarrollo en relacin con algunas
materias que precisan combinar la construccin de nuevas infraestructuras con una gestin
adecuada que garantice la continuidad de los elementos naturales afectados. Todas las CC.AA.
han debido elaborar planes relativos al tratamiento de residuos, que paulatinamente han ido
asumiendo objetivos de produccin limpia, reutilizacin, reciclaje y tratamiento seguro. Otro
sector en el que se ha desarrollado la planificacin es el relativo a la depuracin de las aguas,
conforme a las obligaciones impuestas por la poltica ambiental europea. En cambio, la
importante labor autonmica de declaracin de espacios naturales protegidos no siempre ha
ido acompaada de la elaboracin y aprobacin de los preceptivos planes de ordenacin de los
recursos naturales. Por otra parte, hay intentos notables de potenciar las energas alternativas,
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contribuir, si no a la solucin simultnea de todos los problemas del agua, al menos, a permitir
a los actores sociales afectados la adopcin de acuerdos parciales.
Las reivindicaciones sociales cumplen un significativo papel en relacin con los
problemas ambientales. Aunque no contamos todava con un fuerte asociacionismo ambiental,
en algunas CC.AA. se observa la permanente actuacin de algunas asociaciones, que utilizan
medios de presin social y en ocasiones tambin jurdicos para hacer valer sus planteamientos.
En la actualidad, la mayor conflictividad ambiental parece ligada al fenmeno urbanstico,
especialmente a las urbanizaciones tursticas o de segunda residencia, tanto en los
archipilagos y en las zonas litorales como en las zonas montaosas. Se destaca especialmente
el consumo desproporcionado de suelo, agua y energa y la alteracin del medio natural que el
urbanismo disperso est produciendo. Ocupan tambin un lugar significativo en las
reivindicaciones sociales el trazado de grandes infraestructuras viarias. Al hilo de la alta
conflictividad alcanzada en algunos supuestos, cabe pensar en la necesidad de perfeccionar los
procedimientos de evaluacin de impacto ambiental, haciendo que lleguen a conformar ms
claramente los procedimientos de toma de decisiones sectoriales.
Por ltimo, han de destacarse los grandes desastres ecolgicos como muestras de
fracasos colectivos, que imponen la necesidad de profundas reflexiones en todo lo relativo al
diseo, ejecucin y evaluacin de las polticas pblicas concernidas. Cabe destacar los
incendios forestales, la brutal contaminacin del litoral gallego y de otras zonas por el
desgraciado accidente del Prestige, o la elevadsima contaminacin en el rea de influencia del
castigado parque nacional de Doana por los vertidos de Aznalcllar. Debemos aprender de
ellos, no podemos seguir permitindonos tantos fallos en la coordinacin administrativa. Junto
a la aprobacin de nuevas leyes que puedan servir para mejorar los marcos normativos, hay
que dedicar tambin los medios humanos y financieros que permitan cumplir con los objetivos
legales, fortaleciendo en todo caso el sistema de proteccin civil ante todo tipo de catstrofes.
EVALUACIN DE IMPACTO AMBIENTAL.
Desarrollo normativo. Texto refundido de la Ley de Evaluacin de Impacto Ambiental:
El R.D. 1/2008, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluacin de Impacto
Ambiental de proyectos, tiene por objeto regularizar, aclarar y armonizar las disposiciones
legales vigentes en materia de evaluacin de impacto ambiental de proyectos. Consta de 23
artculos distribuidos en tres captulos, de una parte final integrada por cinco disposiciones
adicionales y por dos finales, y de dos anexos.
El captulo I se ocupa de las disposiciones generales. El artculo 1 presenta el objeto de
la ley que es, de una parte, establecer el rgimen jurdico de la evaluacin de impacto
ambiental de proyectos, y, de otra, garantizar la integracin de los aspectos ambientales en
tales proyectos mediante la incorporacin de la evaluacin de impacto ambiental en el
procedimiento de autorizacin o aprobacin de aqul por el rgano sustantivo que en cada
caso resulte competente. Igualmente novedoso resulta el artculo 2, relativo a las definiciones
y creado con el propsito de presentar de manera ordenada y en su correcta ubicacin la
descripcin jurdica de aquellos conceptos que facilitan la comprensin y la aplicacin de la
norma. El artculo 3 regula en un precepto destinado a tal fin el mbito de la ley, antes
disperso y comprendido en un mismo artculo en el que tambin se abordaba la regulacin de
otros aspectos de la norma tales como el contenido de la evaluacin o el rgimen de
competencias administrativas. Este ltimo aspecto es, precisamente, objeto del artculo 4, en
donde se identifican lo supuestos en los que la competencia para realizar la evaluacin de
impacto ambiental corresponde a la Administracin General del Estado y en donde se
determina que en tales casos actuar como rgano ambiental el Ministerio de Medio
Ambiente, tal y como se estableca hasta la fecha en la legislacin objeto de refundicin.
El captulo II contiene el rgimen jurdico de la evaluacin ambiental propiamente
dicha. Por razones de orden sistemtico, el captulo ha sido dividido en dos secciones. La
primera se ocupa de la evaluacin de impacto ambiental de los proyectos del anexo I (aquellos
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protestas en contra de las pruebas nucleares en el atoln de Mururoa pone de relieve, adems
de la impunidad de los criminales, la falta total de democracia y transparencia en la imposicin
tecnocrtica de la energa nuclear tanto civil como militar. Apenas un ao ms tarde, en abril
de 1986, ocurre la catstrofe de Chernbil, que marca tambin profundamente las mentes y
refuerza an ms el imaginario colectivo ecologista, al evidenciar la globalizacin y la ausencia
de fronteras para los problemas ecolgicos y sus repercusiones sociales. Ms que nunca la
lucha contra la energa nuclear, que comenz en los aos setenta, aparece como un estmulo
continuo para el movimiento verde y se posiciona en el centro de sus reivindicaciones e
historial activista.
LA ECOLOGA POLTICA: UNA IDEOLOGA GLOBAL Y TRANSFORMADORA.
La ecologa poltica se marca como objetivo convertirse en una alternativa global a la
sociedad industrial, es decir, en un pensamiento crtico, global y transformador. Con la cada
del muro de Berln en 1989 qued patente la incapacidad del socialismo real existente de
proveer democracia, justicia social y sostenibilidad ecolgica. Por otro lado, las miradas se
concentran en el hegemnico sistema capitalista, que, a pesar de su victoria geopoltica, se
muestra incapaz de resolver el incremento de las destrucciones medioambientales y las
desigualdades sociales. Peor an: las polticas de corte neoliberal aplicadas a partir de
principios de los aos ochenta profundizan las crisis ecolgicas y sociales y no permiten
vislumbrar con facilidad una posibilidad de capitalismo verde. Frente a los dos sistemas
dominantes y antagnicos de los ltimos siglos y ambos motor de la sociedad industrial, se
afirma una tercera va ecologista basada en el rechazo al productivismo fuera de la dicotoma
capitalista-comunista, es decir, una nueva ideologa diferenciada y no subordinada a ninguno
de los dos bloques, con un objetivo claro: cambiar profundamente la sociedad.
La ecologa poltica como antiproductivismo: A travs de sus crticas al crecimiento, al
economicismo y a la tecnocracia, los ecologistas van poco a poco asentando las bases de su
descripcin analtica de la sociedad e hilando su teora poltica en contra de un sistema que ha
adquirido su lgica propia: el productivismo. En este marco, la bsqueda prioritaria del
crecimiento como pilar de los sistemas productivistas es una de las dianas constantes de la
ecologa poltica. sta se opone al postulado que convierte el crecimiento en el motor del
bienestar y en un objetivo intrnsecamente bueno. La produccin merma nuestras reservas
finitas de materias primas y energa, mientras que satura la capacidad igualmente limitada de
los ecosistemas con los desperdicios que resultan de sus procesos. La produccin presente
sigue creciendo en perjuicio de la produccin futura, y en perjuicio de un medio ambiente
frgil y cada vez ms amenazado. A pesar de que las corrientes ortodoxas clsicas y neoclsicas
consideran el crecimiento cero como una hereja contra el progreso, la Tierra tiene unos
lmites que le impiden soportar un desarrollo econmico que destruya la biodiversidad,
provoque el cambio climtico, agote los recursos naturales, etc., por encima del umbral crtico
de regeneracin y capacidad de carga del planeta. Por lo tanto, el productivismo se construye
como una paradoja entre un crecimiento econmico infinito y un planeta finito donde los
recursos y las capacidades son por definicin limitados. La destruccin de la Tierra y de las
bases de la vida se deben entender por tanto como consecuencias de un modelo de
produccin que exige la sobreacumulacin, la maximizacin de la rentabilidad a corto plazo y
la utilizacin de una tcnica que viola los equilibrios ecolgicos.
Por otro lado, la lgica de crecimiento extensiva y acumulativa est ligada a la
bsqueda prioritaria de la eficacia econmica. Esta lgica busca ante todo la previsin, la
mecanizacin, la racionalizacin, lo que llama a ms divisin tcnica del trabajo, ms
concentraciones, ms jerarqua en el saber y el poder, ms institucionalizacin de todos los
aspectos de la vida. Esta bsqueda de la racionalidad instrumental conlleva la transformacin
de la herramienta en un aparato esclavizante, alienante y contraproducente: al traspasar un
umbral, la herramienta pasa de ser servidor a dspota, y las grandes instituciones de nuestras
sociedades industriales se convierten en el obstculo de su propio funcionamiento. Ms an:
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poltica y social, pueden servir de referencia ni aportar soluciones. Por lo tanto, porque han
sido incapaces de pensar lo ecolgico y de no tener realmente en cuenta los factores no
econmicos, no se trata simplemente de reformar estas ideologas sino de proponer un nuevo
camino, una nueva esperanza; en otras palabras, de realizar un nuevo proyecto civilizador.
La ecologa poltica como radicalidad democrtica: La nocin de sostenibilidad
cuestiona radicalmente la visin occidental tradicional de inters general al ampliar las
preocupaciones polticas en el tiempo largo (al referirse a las generaciones futuras) y en el
espacio (al revelar la pertenencia de la humanidad a un espacio comn sugiriendo una
interdependencia ecolgica entre los pueblos). Sin embargo, se constata la incapacidad del
sistema poltico y democrtico actual para pensar el largo plazo y los intereses de los no
representados, privilegiando los intereses a corto plazo y limitando adems el inters general
al Estado-nacin. Esta situacin de partida empuja a la ecologa poltica a esbozar una reflexin
sobre los caminos que posibilitan el cambio y, por tanto, sobre la democracia como
herramienta para deliberar sobre el sentido de lo que hacemos en casa, desde el punto de
vista econmico, social y poltico. Por oposicin a enfoques medioambientalistas y/o
conservadores, la ecologa poltica adquiere una dimensin profundamente transformadora y
revolucionaria. Sin embargo, al mismo tiempo, si bien rechaza los planteamientos antisistema
o maximalistas de la Gran revolucin, no rechaza el reformismo del da a da ni la poltica de los
pequeos pasos, ya que considera que queda un margen de transformacin dentro del sistema
capitalista. Este camino, que unifica acciones reformistas a corto plazo y objetivos radicales a
largo plazo con el fin de desbordar al propio sistema, es denominado por los ecologistas y
algunas corrientes socialistas como reformismo radical, aunque tambin se conceptualiz en
el mbito del movimiento juvenil ecologista como revolucin lenta.
Para llevar a cabo este planteamiento, la ecologa poltica escoge por definicin el
camino del ecopacifismo y de la democracia definida de manera preferente como de base o
participativa. Frente a los sistemas centralizados, elitistas y con fuertes jerarquas excluyentes,
un modelo descentralizado y participativo es la forma ms eficiente de satisfacer las
necesidades vitales de la poblacin. En este sentido, incluso el muy moderado Informe
Brundtland, que plasm la definicin actual de desarrollo sostenible, defiende que la mejor
manera para alcanzarlo es la descentralizacin del control de los recursos y la transmisin del
derecho de voz y voto a las comunidades locales. En el mbito social, la aceptacin de cambios
radicales en los modos de vida y la predominancia del inters general local y planetario,
presente y futuro, requieren una sociedad muy cohesionada y comprometida en la gestin de
las polticas pblicas. Garantizar la estabilidad y la permanencia de las grandes decisiones se
convierte pues en la clave de una transicin exitosa hacia una sociedad duradera. Por lo tanto,
para obtener consensos fuertes a largo plazo, el proceso democrtico en el ecologismo se basa
en la interrelacin y participacin activa de los ciudadanos y de las comunidades en las
decisiones pblicas diarias y plurianuales.
Por supuesto, la ecologa poltica no idealiza la democracia local y participativa como
transformadora o buena per se para el medio ambiente y la sociedad en su conjunto. Si los
procesos participativos no se vinculan a otras iniciativas como la concienciacin y la educacin
o no integran en cada momento una visin global, nada apunta a que se pueda alcanzar una
mejora automtica del sistema vigente. Sin embargo, frente a visiones minoritarias en el
conjunto vivo de la ecologa poltica, entenderemos tambin por ecologa poltica una filosofa
y un pensamiento de la accin que pretende aumentar al mximo la autonoma de los seres
humanos y no humanos. Debera existir por tanto una conexin entre ecologa poltica y
democracia: la democracia es para la ecologa poltica una condicin necesaria, aunque no
suficiente, para un proyecto emancipador basado tanto en el respeto de los ecosistemas como
en la justicia social y la liberacin del ser humano. Podramos concluir que la ecologa poltica
nos dice qu efectos tienen nuestros comportamientos y prcticas, pero no es ella sino los
seres humanos los que deben escoger el modo de desarrollo que desean, en funcin de la
evolucin de los valores en el debate pblico y democrtico.
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Podramos extender esta reflexin a otro debate ecopacifista en el seno del ecologismo
poltico europeo: frente a la opcin de rechazo rotundo de cualquier organizacin militar,
debera aceptar el ecologismo poltico que la Unin Europea se dotase de un ejrcito federal
capaz de asegurar la defensa del territorio europeo y de ser fuerza de paz en el mundo?
Adems de mostrar concepciones opuestas de la naturaleza humana, esta confrontacin del
ideario verde con la inercia y los mrgenes de actuacin dentro del propio sistema capitalista
es fuente de fuertes conflictos internos y estructurales dentro del movimiento verde. Sin duda,
adems de su transformacin en un partido ms dentro del sistema poltico tradicional y sin la
perspectiva de convertirse en socio mayoritario a corto o medio plazo, la dificultad de
compatibilizar el reformismo de los pequeos pasos y la radicalidad transformadora del largo
plazo es una de las mayores contradicciones actuales del movimiento verde.
ES LA ECOLOGA POLTICA DE IZQUIERDAS?
Desde la aparicin del movimiento ecologista en la escena meditica, numerosas voces
de pensadores y tericos discuten su posicionamiento en el tablero poltico heredado de la
oposicin entre izquierda y derecha, entre capital y trabajo. Frente a este panorama binario,
Los Verdes alemanes en su fundacin en 1984 hicieron famoso el lema la ecologa no est ni a
la izquierda ni a la derecha, sino que va hacia delante, mientras que el ecologismo poltico
francs estableca el ni-ni: ni de izquierda, ni de derecha. A pesar de estas intenciones
iniciales, los hechos nos recuerdan que la ecologa se ha acoplado mejor en el lado izquierdo
del tablero poltico. Sin embargo, a la hora de la europeizacin ms intensa del espacio
ideolgico y poltico, hay que reflexionar sobre la existencia de un modelo autnomo de
ecologa poltica. As, la fuerte evolucin del ecologismo poltico en los pases del Este, las
coaliciones de centro-derecha a escala nacional en Irlanda, Finlandia o la Repblica Checa, la
dinmica de unin de los ecologistas en Francia, la persistencia de una dinmica en el Estado
espaol en busca de un espacio propio y el amplio debate ideolgico que agita el movimiento
verde europeo acerca del liberalismo o del margen de actuacin dentro del sistema capitalista
nos incitan a reabrir el debate en torno a las relaciones entre ecologismo, socialismo e
izquierdas y pensar en sus implicaciones prcticas.
La ecologa poltica en el nuevo escenario de la complejidad: Mientras que en Espaa
se siguen clasificando las teoras y fuerzas polticas segn un eje tradicional y unidimensional
(derechas/izquierdas), los anglosajones utilizan a menudo un esquema bidimensional basado
en el eje clsico de corte econmico izquierda/derecha y otro eje de corte social
autoritario/libertario. Es necesario superar los anlisis unidimensional y bidimensional, y
evolucionar hacia un esquema tridimensional. Con la llegada del ecologismo en el terreno
sociopoltico y la necesidad de tener en cuenta tambin los aspectos medioambientales, este
tercer eje corresponde a la dialctica fundamental de la ecologa poltica entre productivismo y
antiproductivismo. Dada la magnitud de la crisis ecolgica, y si se considera que la oposicin
entre capital y trabajo ya no es determinante sino que lo crucial es la cuestin de la
orientacin de la produccin, debemos postular que el eje productivista/antiproductivista se
convierta en un eje estructurante y autnomo. De hecho, desde una perspectiva ecologista
fuerte, no supone diferencia apreciable quin posea los medios de produccin. Por lo tanto,
como primer acercamiento, llegamos a un nuevo mapa tridimensional ms adaptado a la
complejidad de nuestras sociedades y los nuevos retos socioecolgicos.
La ecologa poltica aporta una visin crtica, transformadora y global que tiene en
cuenta y vincula permanentemente los aspectos ecolgicos y sociales. Primero, al luchar por
una sostenibilidad fuerte, la ecologa poltica se sita en el lado antiproductivista del eje
productivismo/antiproductivismo. Segundo, la tica de la liberacin, la lucha por la
emancipacin y las referencias continuas a la autonoma y libre produccin individual estn en
el corazn de la ecologa poltica. Al defender la participacin de base y la libertad y al criticar
el papel de las autoridades jerrquicas o burocrticas del Estado y de las instituciones
esclavizantes, tiende a inclinarse hacia el eje libertario. En este contexto existen puntos de
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conexin tanto con la izquierda libertaria como con la matriz liberal, siempre contrarrestado
sin embargo por la nocin de solidaridad. En cuanto al eje econmico izquierda/derecha, no se
puede llegar a una conclusin tajante, dado el amplio abanico de posturas actuales en la
familia ecologista. Si se admite que el ecologismo en Europa puede variar desde el
ecoliberalismo hasta el ecosocialismo, puede considerarse a menudo la economa ecolgica
como un objeto difcil de identificar y ubicar para los economistas. Se podra avanzar que la
economa desde un punto de vista ecologista tiende a rechazar al mismo tiempo las tesis
neoliberales y el marxismo ortodoxo, sin descartar por dogma y principios cualesquiera de sus
aportaciones o cualidades. La bsqueda de una tercera va entre colectivismo y liberalismo es
constante. En este marco se plantean varias propuestas, que van desde el decrecimiento y la
descolonizacin del imaginario colectivo hasta la economa plural con mercado (y no de
mercado) que apuesta por el decrecimiento de la huella ecolgica sin rechazar el crecimiento
all donde sea posible y deseable. Al criticar la sociedad industrial del trabajo asalariado y la
huida hacia delante del productivismo a travs del tringulo produccin, empleo, consumo,
el ecologismo cuestiona la meta del pleno empleo en clara contradiccin no slo con el
capitalismo dominante sino tambin con la gran mayora de los planteamientos de los
sindicatos y los movimientos de izquierdas. Esta crtica a la sociedad del trabajo subyace
tambin en la voluntad de desconectar de manera ms o menos radical la renta y la
contribucin productiva para, entre otras razones, frenar el crecimiento y disminuir el
consumo. De esta manera se puede explicar que las formaciones ecologistas estn en la
primera fila de las fuerzas polticas que han mostrado en los pases industrializados un inters
manifiesto por la renta bsica de la ciudadana. Estas diferentes brechas abiertas por el
ecologismo son estructuralmente un ataque al sistema capitalista basado en la acumulacin, el
fetichismo de las mercancas y la explotacin del trabajo asalariado, lo que lo aleja de las
teoras neoclsicas dominantes. Sin embargo, y a pesar de su apuesta por la regulacin,
afirmar esto no significa que el ecologismo se pueda asimilar a teoras marxistas o keynesianas:
las tres teoras pueden converger en herramientas de anlisis e instrumentos prcticos, pero
existe entre ellas una ruptura epistemolgica y conceptual profunda.
Ecologa poltica y (eco)socialismo: Nos adentramos aqu en las relaciones ambiguas
que mantienen el ecologismo y el socialismo en el campo ideolgico y poltico. Esto es
especialmente necesario en Espaa, dada la fuerte influencia del ecosocialismo. A primera
vista, el mapa ecologista parece asemejarse bastante a un encuentro de suma positiva entre
dos mundos de trayectoria social e histrica a priori distinta. Sin embargo, es preciso estudiar
de forma ms detenida las relaciones tericas que mantienen ambas ideologas. De antemano
descartaremos cualquier relacin entre el marxismo ortodoxo y la ecologa poltica. Las races
del socialismo conllevan una incapacidad de pensar lo ecolgico (al ser la naturaleza y los
bienes abundantes puros factores de produccin) y un determinismo antropolgico donde el
homo economicus desempea un papel central en la Historia. Si no existe relacin ideolgica
con el socialismo dominante, qu relacin existe entre ecologismo y ecosocialismo? El
ecosocialismo, al igual que la ecologa poltica, se opone claramente al marxismo-leninismo y el
estalinismo. Adems, al rechazar tanto el productivismo capitalista como las cadenas
productivistas, patriarcales y estatalistas de algunas formas de socialismo o las estructuras
productivistas de las variantes burocrticas del socialismo, comparte tambin con la ecologa
poltica una crtica de los productivismos dominantes.
La ecologa poltica no es reductible o asimilable al ecosocialismo. Sin embargo,
tampoco hay que negar que la ecologa poltica y el ecosocialismo comparten puntos de
encuentro en torno a la crisis ecolgica. Al contrario, el ecosocialismo comparte suficientes
fundamentos antiproductivistas con la ecologa poltica para que, si se lleva a sus ltimas
consecuencias la crtica del marxismo, se aleje paulatinamente de su matriz socialista y se
produzca un acercamiento cada vez mayor a la matriz ecologista. Las evoluciones recientes,
vistas desde una perspectiva europea, avalaran esta tesis: el ecosocialismo tiende a
transformarse en una corriente interna del movimiento verde, donde representa una
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rpido y la que quizs enlaza de forma ms directa las preocupaciones inmediatas de la gente
con los temas ms amplios del deterioro medioambiental. Con frecuencia etiquetados, con
cierta malicia, como el movimiento en mi patio trasero, no, se desarroll en los Estados
Unidos en primer lugar bajo la forma del movimiento contra los txicos. Con el tiempo, las
comunidades tambin se movilizaron contra la construccin de autopistas, el desarrollo
excesivo y la localizacin de instalaciones peligrosas en su proximidad. Aunque el movimiento
es local, no es necesariamente localista, ya que suele afirmar el derecho de los residentes a la
calidad de vida en oposicin a los intereses de las empresas o burocracias. Sin duda, la vida en
sociedad se compone de equilibrios entre gente como residentes, trabajadores, consumidores,
personas que se desplazan al trabajo y otros viajeros. Pero lo que estos movimientos
cuestionan es, por una parte, el sesgo de la localizacin de materiales o actividades
indeseables en comunidades de renta baja y zonas habitadas por minoras; y por la otra, la
falta de transparencia y participacin en la toma de decisiones sobre el uso del espacio. As
pues, los ciudadanos demandan la extensin de la democracia local, una planificacin urbana
responsable y equidad para compartir las cargas del desarrollo urbano/industrial, a la vez que
se impide la exposicin a vertidos o instalaciones peligrosos.
LA VERTIENTE CONTRACULTURAL.
El ecologismo tambin ha alimentado algunas de las contraculturas que brotaron de
los movimientos de los aos sesenta y setenta. Por contracultura se entiende el intento
deliberado de vivir de acuerdo con normas diferentes y hasta cierto punto contradictorias de
las aplicadas institucionalmente por la sociedad, y de oponerse a esas instituciones basndose
en principios y creencias alternativos. Algunas de las corrientes contraculturales ms fuertes se
expresan bajo la forma de guiarse slo por las leyes de la naturaleza, afirmando, de este modo,
la prioridad del respeto a la naturaleza sobre cualquier otra institucin humana. Por eso tiene
sentido incluir bajo la nocin de "ecologismo contracultural" expresiones tan aparentemente
distintas como los ecologistas radicales, el movimiento para la liberacin de los animales y el
ecofeminismo. De hecho, a pesar de su diversidad y falta de coordinacin, la mayora de estos
movimientos comparten las ideas de los pensadores de la ecologa profunda.
Los principios de la "ecologa profunda": 1) El bienestar y florecimiento de la vida
humana y no humana en la Tierra tienen valor en s mismos. Estos valores son independientes
de la utilidad del mundo no humano para los objetivos humanos. 2) La riqueza y diversidad de
las formas de vida contribuyen a la percepcin de estos valores y son tambin valores en s
mismos. 3) Los humanos no tienen derecho a reducir esta riqueza y diversidad, salvo para
satisfacer necesidades vitales. 4) El florecimiento de la vida y cultura humanas es compatible
con un descenso sustancial de la poblacin humana. El florecimiento de la vida no humana
requiere ese descenso. 5) La interferencia humana actual en el mundo no humano es excesiva
y la situacin empeora por momentos. 6) Por lo tanto, deben cambiarse las polticas. Estas
polticas afectan a las estructuras econmicas, tecnolgicas e ideolgicas bsicas. El estado de
cosas resultante ser profundamente diferente del presente. 7) El cambio ideolgico consiste
fundamentalmente en apreciar la calidad de vida ms que adherirse a un nivel de vida cada vez
ms alto. 8) Quienes suscriben los puntos precedentes tienen la obligacin directa o indirecta
de tratar de llevar a cabo los cambios necesarios.
Para responder a esa obligacin, a finales de la dcada de los setenta, varios
ecologistas radicales crearon Earth First!, un movimiento intransigente que utiliz la
desobediencia civil e incluso el ecosabotaje contra la construccin de presas, la tala y otras
agresiones a la naturaleza, con lo que se enfrent a procesos y crcel. El movimiento estaba
completamente descentralizado, formado por tribus autnomas que se reunan de forma
peridica, segn los ritos y fechas de los indios norteamericanos, para decidir sus acciones. La
ecologa profunda era la base ideolgica del movimiento. En la dcada de los noventa, el
movimiento para la liberacin de los animales, centrado en la oposicin abierta a la
experimentacin con animales, parece ser el ala ms militante del fundamentalismo ecolgico.
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influencia de la nueva cultura ecolgica es su capacidad para tejer los hilos de las culturas
singulares en un hipertexto, compuesto por la diversidad histrica y la comunidad biolgica.
Llamamos a esta cultura la "cultura verde". La cultura verde es el antdoto de la cultura de la
virtualidad real que caracteriza los procesos dominantes de nuestras sociedades.
Gran parte del xito del movimiento ecologista obedece al hecho de que, ms que
ninguna otra fuerza social, ha sido capaz de adaptarse lo mejor posible a las condiciones de la
comunicacin y la movilizacin en el nuevo paradigma informacional. Aunque gran parte del
movimiento se basa en las organizaciones populares, la accin ecologista opera utilizando
acontecimientos recogidos por los medios de comunicacin. Creando acontecimientos que
llamen la atencin de los medios, los ecologistas son capaces de alcanzar a una audiencia
mucho ms amplia que sus partidarios directos. Adems, la presencia constante de temas
medioambientales en los medios les ha prestado una legitimidad mayor que la de cualquier
otra causa. Los ecologistas tambin han estado a la vanguardia de las nuevas tecnologas de
comunicacin como herramientas organizativas y movilizadoras, sobre todo en el uso de
Internet. Mediante estas redes, los grupos de base de todo el mundo son capaces de actuar
globalmente, en un momento dado, en el mbito donde se crean los problemas principales.
CAMBIAR LAS COSAS.
El ecologismo no es slo un movimiento de concienciacin. Desde sus comienzos, se ha
centrado en hacer que las cosas cambien en la legislacin y el gobierno. En efecto, el ncleo de
las organizaciones ecologistas dirige sus esfuerzos a presionar para obtener legislacin y a
apoyar u oponerse a candidatos polticos atendiendo a su postura sobre ciertos temas. De
forma similar, los ecologistas han hecho campaa en favor de nuevas formas de planificacin
urbana y regional, medidas de salud pblica y el control del desarrollo excesivo. Es este
pragmatismo, lo que ha otorgado al ecologismo la delantera sobre la poltica tradicional: la
gente siente que puede hacer que las cosas sean diferentes aqu y ahora, sin mediacin o
demora. En algunos pases, los ecologistas han entrado en la competicin poltica, presentado
candidatos para cargos con xito diverso. Los datos muestran que a los partidos verdes les va
mucho mejor en las elecciones locales, donde an existe una vinculacin directa entre el
movimiento y sus representantes polticos. Tambin obtienen resultados bastante buenos en
las elecciones internacionales, por ejemplo, al Parlamento Europeo, porque, al ser una
institucin que slo ostenta un poder simblico, los ciudadanos se sienten cmodos al ver sus
principios representados, con un pequeo coste de prdida de influencia sobre la toma de
decisiones. En la poltica nacional, los politlogos han expuesto que la suerte de los partidos
verdes est menos influida por las convicciones medioambientales de la gente que por las
estructuras institucionales especficas que encuadran las oportunidades de competencia
poltica. En general, con el aumento extraordinario de la conciencia, influencia y organizacin
medioambientales, el movimiento se ha diversificado cada vez ms, alcanzando de las salas de
juntas de las empresas a los callejones perifricos de las contraculturas, pasando por los
ayuntamientos de las ciudades y las cmaras parlamentarias.
JUSTICIA MEDIOAMBIENTAL: LA NUEVA FRONTERA DE LOS ECOLOGISTAS.
Mientras que algunos temas importantes como la paz y la protesta antinuclear han
pasado a segundo plano, en parte debido al xito de las protestas y en parte debido al fin de la
guerra fra, una variedad de temas sociales se han convertido en parte de un movimiento cada
vez ms diversificado. Las comunidades pobres y las minoras tnicas se han movilizado contra
la discriminacin medioambiental, pues se ven expuestas ms a menudo que la poblacin en
general a las sustancias txicas, la contaminacin, los peligros para la salud y la degradacin de
los lugares donde viven. Los trabajadores se han rebelado contra las causas de los accidentes
laborales, viejas y nuevas, del envenenamiento qumico al estrs provocado por los
ordenadores. Los grupos de mujeres han mostrado que, siendo generalmente quienes
gestionan la vida familiar diaria, son las que sufren de forma ms directa las consecuencias de
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pone de manifiesto la preocupacin de los ciudadanos europeos por el estado del medio
ambiente y los resultados ecolgicos de los Estados miembros.
Delitos medioambientales graves. Proteccin del medio ambiente mediante el Derecho
penal: Con el fin de garantizar un elevado nivel de proteccin medioambiental, es
indispensable atacar el creciente problema de los delitos medioambientales. La UE ha
adoptado numerosos actos legislativos de proteccin del medio ambiente que los Estados
miembros deben transponer y aplicar. La experiencia ha demostrado, sin embargo, que las
sanciones que aplican actualmente los Estados miembros no siempre son suficientes para
lograr el pleno cumplimiento del Derecho comunitario. No todos los Estados miembros han
previsto sanciones penales para las infracciones ms graves del Derecho comunitario en
materia de medio ambiente. Por ello es necesario establecer unos criterios mnimos en cuanto
a los elementos constitutivos de delito penal en este contexto. La persecucin de este
objetivo, es decir, una aplicacin mejor y armonizada de esta legislacin en todos los Estados
miembros, ser ms fcil a nivel comunitario que a nivel nacional.
EL DESARROLLO SOSTENIBLE Y LAS PREOCUPACIONES MEDIOAMBIENTALES.
En 1987 se public el informe Nuestro futuro comn, que trataba la cuestin del
desarrollo sostenible y los cambios polticos necesarios para alcanzarlo. La Conferencia de Ro
de 1992 condujo a la adopcin de acuerdos, jurdicamente vinculantes, sobre la proteccin de
la diversidad biolgica y el cambio climtico. Para las labores de seguimiento se estableci la
Comisin sobre el Desarrollo Sostenible de las N.U. En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible de Johannesburgo de 2002 se definieron compromisos nacionales, regionales y
mundiales. La Estrategia de Desarrollo Sostenible de la UE define unas lneas directrices para
poner en marcha el desarrollo sostenible en la UE y abarca aspectos econmicos, sociales,
medioambientales y financieros, as como la coherencia de las polticas y la gobernanza en la
UE a todos los niveles, lo cual incluye el manejo de la globalizacin; la lucha contra la pobreza y
el fomento del desarrollo social; la gestin sostenible de los recursos naturales y
medioambientales; la mejora de la gobernanza a todos los niveles; y la financiacin del
desarrollo sostenible.
Medio ambiente y mercado nico: A menudo, la adopcin de normas
medioambientales se considera un obstculo para el acceso al mercado, del mismo modo que
la apertura de los mercados se percibe a menudo como una amenaza para la calidad del medio
ambiente. Una propuesta de la Comisin intenta desarrollar sinergias entre el mercado nico y
la poltica comunitaria de medio ambiente siguiendo la estrategia elaborada por el Consejo
Europeo de Viena. Instrumentos econmicos como los instrumentos fiscales pueden suponer
un medio adecuado para poner en prctica el principio de quien contamina, paga.
Medio ambiente e industria: El sector industrial ha realizado numerosos progresos en
materia de proteccin medioambiental gracias a la introduccin de sistemas de gestin y
auditora medioambientales as como de nuevos objetivos y estrategias. Segn las
conclusiones del Consejo, la poltica medioambiental y el desarrollo sostenible se deben
integrar en la poltica industrial. En una Comunicacin se reconoce la necesidad de desarrollar
y reforzar las polticas en el mbito de la produccin sostenible. Otra Comunicacin, relativa a
la responsabilidad social de las empresas, se propone integrar las preocupaciones sociales y
medioambientales en el funcionamiento de las empresas de manera voluntaria.
Medio ambiente y poltica energtica: La sobre la eficiencia del uso final de la energa
obliga a los Estados miembros a establecer planes nacionales de accin para alcanzar un
ahorro energtico del 1% al ao en la venta, suministro y distribucin de electricidad, gas
natural, calefaccin urbana y otros productos energticos, como los combustibles para el
transporte. El objetivo es meramente indicativo, pero los Estados debern presentar sus
planes nacionales de accin a la Comisin para su aprobacin y revisin cada tres aos. En
enero de 2007, la Comisin present un paquete de medidas sobre el cambio climtico y la
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