Metabolismo Anaeróbico Cap - 8

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Capítulo 3.

Valoración del metabolismo anaeróbico

210
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo
anaeróbico

Nicolás Terrados Cepeda y Francisco Sánchez Sotomayor

Introducción

Objetivos del capítulo

Metabolismo anaeróbico

Los fosfágenos de alta energía


La glucólisis
Metabolismo anaeróbico. Diferencias entre sexos
Aplicaciones al entrenamiento deportivo

Bibliografía

211
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

INTRODUCCIÓN

La contracción muscular y, por lo tanto, cualquier ejercicio físico, son de-


pendientes de la ruptura de ATP y la concomitante liberación de energía. Esta
liberación de energía está en proporción a los requerimientos del trabajo celular
(entre los cuales se encuentra la contracción muscular). La cantidad total de
ATP almacenado en las células es muy pequeña, aproximadamente 8 mmol/kg
peso seco de músculo1. Por ello, las células tienen que utilizar otros mecanis-
mos para aportar ATP que mantenga el trabajo celular y almacenar energía en
forma de moléculas más complejas.

Es importante destacar que el organismo tiene un sistema de control muy


sensible para aumentar rápidamente el metabolismo en los momentos de de-
manda energética (demanda de ATP). El tejido muscular puede variar su nivel
de producción metabólica a niveles mucho más altos que otros tejidos, depen-
diendo de las demandas energéticas2.

Un buen ejemplo de estos ajustes del metabolismo energético celular es


que el ATP muscular mantiene una concentración relativamente estable a pesar
de aumentos muy grandes (de hasta 1.000 veces superiores) de demanda de
energía metabólica (ATP), que puede ocurrir en los ejercicios muy intensos de
corta duración (Figura 3.8.1). El ATP disminuye solo de 1 a 2 mmol/kg de peso
húmedo en esas condiciones3,4.

En resumen: la concentración de ATP muscular no es un almacén de ener-


gía, pero junto al ADP, AMP y Pi se requiere para el funcionamiento de la célula.

Una reducción en las concentraciones de ATP muscular coincide con con-


diciones celulares que llevan asociadas un rápido desarrollo de fatiga (definida
como la reducción de la capacidad del músculo para producir fuerza). La fatiga
es fundamental para preservar las funciones fisiológicas, pues protege de una
caída demasiado grande de los niveles de ATP, que produciría “rigor muscular”
y daño muscular irreversible5,6.

Los tres principales de sistemas energéticos, responsables de la resíntesis


de ATP son:
• El sistema de los fosfágenos
• El sistema glucolítico
212
• La oxidación mitocondrial
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico

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Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

Los dos primeros se podrían enunciar también como “metabolismo anaeró-


bico” y el último como “metabolismo aeróbico”.

El metabolismo anaeróbico (no mitocondrial o extramitocondrial) es capaz


de responder inmediatamente a las demandas de energía del ejercicio físico y
puede aportar energía para ejercicios de intensidad muy alta (fuerza y/o poten-
cia). Pero este sistema tiene una capacidad limitada, por lo que si el ejercicio
continúa, o bien tiene que parar por fatiga o reducir su intensidad (la potencia
desarrollada) hasta un nivel en el que la energía se pueda obtener mediante el
metabolismo aeróbico.

El metabolismo aeróbico responde rápidamente y de manera sorprendente


a las demandas de energía, pero no suele ser capaz de suplir las demandas de
energía al inicio del ejercicio, independientemente de la intensidad de éste.
Sin embargo, parece ahora evidente que el sistema aeróbico tiene un papel
importante en el rendimiento durante los ejercicios de alta intensidad, siendo,
por ejemplo, de igual importancia que el sistema anaeróbico en los ejercicios
maximales de 75 segundos de duración7.

Veremos a continuación el metabolismo anaeróbico.

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO

Tras la lectura de este capítulo el lector debe conocer:

• Las vías metabólicas que son capaces de aportar energía para la ejecu-
ción de esfuerzos intensos o máximos, así como los sustratos energéti-
cos que utilizan dichas vías.

• Los efectos (fatiga) que se originan como consecuencia de estos es-


fuerzos y la dinámica de la recuperación de los sustratos energéticos.

• Las peculiaridades que se deben tener en cuenta a la hora de entrenar


las vías metabólicas anaeróbicas como son: la intensidad (máxima o
casi máxima), la duración del esfuerzo y de la recuperación.

214
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


METABOLISMO ANAERÓBICO

Los fosfágenos de alta energía

En la Tabla 3.8.1 se pueden ver las reacciones que producen energía me-
tabólica de los fosfágenos de alta energía.

Tanto la reacción de la creatina quinasa como de la adenilato quinasa


producen ATP, aunque la primera tiene mucha más capacidad de regenerar ATP,
ya que el depósito de CrP en el músculo en reposo es aproximadamente de
26 mmol/kg wet wt. Los protones consumidos durante esta reacción son res-
ponsables de una ligera alcalinización del músculo al inicio del ejercicio. El
inicio de la acidosis metabólica activa la enzima AMP desaminasa y con ello la
producción de AMP y la posible producción del ión amonio (NH4+). La pequeña
capacidad de esta reacción así como la preexistencia de acidosis hace que los
H+ que consume tengan poca consecuencia metabólica7-11.

Otro hecho importante del sistema de los fosfágenos y en particular de la


reacción de la enzima adenilato quinasa es la producción de AMP. El AMP es un
potente activador alostérico de las enzimas de la glucólisis. Es decir, mantenien-
do los niveles intramusculares de AMP y de ADP bajos, aunque se produzcan
reducciones pequeñas de la cantidad de ATP, este sistema puede proveer de
energía a la contracción muscular12. Aproximadamente el 1-2% de la población
caucasiana tiene un déficit de AMP desaminasa en el músculo esquelético13–15.
Algunos estudios sugieren que estos sujetos son más propensos a sufrir calam-
bres, dolor muscular y/o fatiga muscular temprana.

CrP + ADP + H+ creatina quinasa  ATP + Cr

ADP + ADP+ adenilato quinasa  ATP + AMP

AMP + H+ AMP deaminasa


 IMP + NH4+

Tabla 3.8.1. Esquema de la reacciones del


215
sistema de los fosfágenos.
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

Otro aspecto importante de la reacción de la AMP desaminasa es que pro-


ducirá amonio (NH4+), que es tóxico para las células, por lo que se elimina a la
sangre para ser convertido en urea en el hígado. Es el llamado ciclo de la urea.
Esta reacción no es la única fuente de amonio en el músculo durante ejercicio
intenso, ya que también se puede producir por la oxidación de aminoácidos,
pero sí que es la más importante (Figura 3.8.2) y puede producir bastante amo-
nio en fases de ejercicio muy intenso, mantenido hasta la fatiga19. Las concen-
traciones de amonio en sangre durante ejercicio intenso pueden llegar a valores
cercanos a 0,1 mmol/L, que son niveles relativamente bajos.

Muchas actividades físicas dependen fundamentalmente del sistema de


los fosfágenos; deportes de equipo, halterofilia, atletismo; velocidad, lanzamien-
tos, saltos, deportes de raqueta21,22; es decir, todos aquellos que requieran una
contracción muscular muy intensa o un limitado número de contracciones mus-
culares intensas repetidas. Teóricamente se ha dicho que durante los 10-15
primeros segundos de ejercicio la fosfocreatina (CrP) es la única responsable de

Figura 3.8.2. Aumento del amonio en el músculo durante 3 minutos de


ejercicio intenso hasta la extenuación. Adaptado de Spriet et al.16, (1987a,
1987b), Medbo et al.17, Kemp et al.18.
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3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


la regeneración de ATP7. Apoyando esta teoría estaría el hecho de que la CrP se
almacena en el citosol, muy cercana a los lugares de uso de esa energía.

La hidrólisis de la fosfocreatina no depende de la disponibilidad de oxígeno


ni necesita reacciones químicas complejas para liberar energía con objeto de
resintetizar ATP. Sin embargo, como se verá más adelante, cada vez hay más
evidencia de que la glucólisis se activa muy rápidamente durante el ejercicio
intenso y regenera ATP antes de lo que se pensaba hasta ahora (Figura 3.8.3)
Sahlin et al.20.

Durante el ejercicio muy intenso la energía se puede obtener del sistema de


los fosfágenos hasta que los depósitos de CrP están vacíos o casi vacíos (Figura
3.8.1)7,23. Esto suele ocurrir aproximadamente a los 10 segundos del inicio de
un ejercicio máximo, debido a la disminución exponencial de CrP24, por lo que
este sistema es dependiente de las concentraciones de fosfocreatina.

Figura 3.8.3. Niveles máximos de regeneración de ATP, por los diferentes


sistemas energéticos del músculo esquelético. Adaptado de Sahlin et al.20.
217
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

La capacidad de recuperar los depósitos de CrP que tenga el deportista


tendrá mucha importancia en el rendimiento de determinados deportes26,27. Al-
gunas investigaciones muestran que la recuperación completa de los depósitos
de CrP después de un esfuerzo máximo puede tardar desde 5 hasta 15 minutos,
dependiendo del vaciamiento de CrP, de la severidad de la acidosis metabólica
producida (cuanta más acidosis, más lenta la recuperación de CrP) y el tipo de
fibra reclutado. En la Figura 3.8.4 se pueden ver diferentes patrones de recu-
peración de CrP.

Existen evidencias de que la recuperación de CrP tiene un patrón bifási-


12,28
co , con una fase inicial rápida, seguida de una fase lenta.

Los modelos matemáticos indican que la resíntesis de CrP no llega al 95%


de la cantidad inicial hasta 13,6 minutos después de acabado un ejercicio máxi-
mo.

218
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


La importancia del oxígeno en la resíntesis de CrP después de ejercicio
intenso sigue siendo objeto de discusión. En situaciones de isquemia (Sahlin
et al.20 y Harris et al.29) encontraron una disminución en la resíntesis de CrP, lo
que sugiere que la resíntesis de CrP se basa en el metabolismo oxidativo29,30,31.
Sin embargo, más recientemente, otros autores (Crowther et al.32) encontraron
que después de ejercicio intenso en isquemia, el flujo glucolítico permanece
muy alto durante 3 segundos y va disminuyendo hasta valores basales durante
20 segundos. Si fuera así, y la producción glucolítica de ATP contribuyera a la
recuperación de CrP, entonces sería lógico encontrar una fase rápida inicial y
posteriormente una lenta en la recuperación de CrP. En los trabajos de Forbes et
al.33 también se sugiere que la producción glucolítica de ATP puede contribuir a
la resíntesis de CrP en la fase inicial de la recuperación.

Si la CrP solo se repone parcialmente durante la recuperación, puede com-


prometer el rendimiento deportivo en determinados deportes. Por ejemplo, en
los casos en los que hay que repetir las acciones de intensidad máxima.

La glucólisis

Cuando el ejercicio es de una intensidad algo menor y continúa durante


más tiempo, la energía para regenerar el ATP proviene de la glucosa sanguínea
y del glucógeno muscular34. Esta activación tan inmediata de la oxidación de
los carbohidratos justo después del inicio del ejercicio35 se debe a la producción
de AMP y al aumento intramuscular de Ca y Pi y también es debido al hecho de
que, de una manera espontánea (como consecuencia de la propia contracción
muscular), aumenta la entrada de glucosa en el músculo activo.

El aumento en glucosa-6-fosfato (G6P) proveniente de la glucogenólisis y


de la entrada de glucosa, y aporta una fuente energética rápida. En la Figura
3.8.5 se puede ver un esquema simplificado de la glucólisis.

Clásicamente se consideraba que la CrP era la única fuente energética


en el inicio de la contracción muscular intensa, y que la glucogenólisis ocu-
rría cuando se iniciaba el vaciamiento de CrP. Sin embargo, diferentes estudios
muestran que la resíntesis de ATP mediante la glucólisis, durante ejercicios
intensos, comienza casi inmediatamente después del inicio del ejercicio36,37. A
diferencia de la hidrólisis de CrP, que alcanza su máxima velocidad casi instan-
táneamente, la producción de ATP por la glucólisis no alcanza velocidades altas
219
hasta pasados unos 10-15 segundos38–41 (Figura 3.8.6).
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

Se ha estimado que en un esfuerzo máximo de 30 segundos de duración,


el sistema de los fosfágenos aporta el 23% de la energía, el 49% lo aporta la
glucólisis y el 28% la respiración mitocondrial. En cambio, en un sprint de 10
segundos se estima que el 53% proviene de los fosfágenos, el 44% de la glucó-
220
lisis y el 3% de la respiración mitocondrial42.
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


Figura 3.8.6. Interacción entre los diferentes sistemas energéticos
a diferentes niveles de ejercicio intenso de corta duración, hasta la
extenuación (con diferentes necesidades de regeneración de ATP).
(Adaptado de Roberts 2001.)25

La capacidad máxima de regeneración de ATP por la glucólisis se consigue


durante trabajos que requieren una cantidad de energía mayor de la obtenida
con el consumo máximo de oxígeno (VO2máx), manteniendo esa intensidad de
trabajo el mayor tiempo posible. Este tiempo, en personas entrenadas, oscila
entre 2 y 3 minutos43.

Importancia de la producción de lactato


Para evitar que la acumulación de algunos productos de la glucólisis (como
el piruvato) inhiba sus reacciones y se reduzcan los niveles de regeneración
glucolítica de ATP, tiene que “limpiarse” del citosol muscular el exceso de piru- 221
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

vato. Aunque parte del piruvato se transporta hacia fuera de la fibra muscular,
la mayor parte se transforma en lactato mediante la acción de la enzima lactato
deshidrogenasa (LDH)45 (Figura 3.8.5).

La producción de lactato en el músculo durante el ejercicio intenso es


beneficiosa para eliminar piruvato y mantener los niveles altos de glucólisis y
además para regenerar moléculas de NAD+, que servirán para el funcionamiento
de la propia glucólisis (Robergs et al. 2004)4.

Otro efecto beneficioso de la producción de lactato sería el hecho de que


en la reacción de la LDH utiliza dos protones, con lo que tiene un efecto de
tamponamiento de protones (Figura 3.8.7). Así pues, el lactato contribuye al
reciclaje de protones liberados en la glucólisis y en la hidrólisis de ATP durante
el ejercicio muscular.

En resumen: la producción muscular de lactato es fundamental para el


funcionamiento rápido de la glucólisis, ya que ayuda a limpiar piruvato, y a re-
generar NAD+. Algunos autores piensan4 que no se podría mantener un ejercicio
de alta intensidad más tiempo de 10-15 segundos, si no se produjera lactato.

222
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


Dada la necesidad de producir lactato para proveer de suficiente NAD+ que
mantenga un flujo alto de sustrato en la glucólisis (Figura 3.8.7), es beneficioso
combinar glucólisis y lactato para que el balance entre sustratos y productos de
la glucólisis sea correcto.

Es importante recordar que si el ejercicio es intenso (y se necesita resin-


tetizar mucho ATP) se producirá lactato, independientemente de la oxigenación
suficiente del músculo, o incluso de una hiperoxigenación3.

Esta vía se activa muy rápidamente cuando se realiza ejercicio intenso. Así,
por ejemplo, en ejercicios intensos de unos 30 segundos se calcula que aporta
aproximadamente un 60% de la energía. Esta vía está asociada a la producción
de lactato en los músculos activos y su liberación y acumulo en la sangre. Este
lactato irá:

• A los capilares que rodean la fibra muscular y será transportado por la


sangre al hígado donde puede ser convertido en glucógeno (gluconeo-
génesis) o utilizado como fuente energética por otros órganos (ej: el
corazón).

• A las fibras musculares cercanas, en las que puede ser usado como
sustrato energético.

Sustrato energético de la glucólisis


Los hidratos de carbono, en general, y la glucosa, en particular, son el
sustrato principal metabolizado en la glucólisis. Se almacenan en el organismo
principalmente en forma de glucógeno, que es un polímero de glucosa. La can-
tidad total de glucosa que se puede almacenar en el organismo, en forma de
glucógeno, es relativamente pequeña, situándose sobre todo en el músculo, en
el hígado y algo en el líquido extracelular. Las cantidades en cada uno de estos
tres compartimientos pueden oscilar entre 300 y 600 gramos en el músculo de
un adulto no obeso de 70 kg de peso, de 0 a 90 g en el hígado y de 8 a 11 g en
el líquido extracelular, dependiendo estas variaciones, sobre todo de la compo-
sición de la dieta (alto o bajo porcentaje de hidratos de carbono)2.

Cuando se consume una dieta muy rica en hidratos de carbono durante


tres o cuatro días, los cuales han sido precedidos de varios días de ejercicio muy
intenso y/o varios días de una dieta pobre en hidratos de carbono, se produce el
fenómeno llamado de “supercompensación”, pues los depósitos de glucógeno
en el organismo se duplican o triplican. En el tejido muscular este fenóme- 223
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

no ocurre a nivel local exclusivamente, es decir, solo en los músculos o fibras


musculares que se han ejercitado intensamente26. La utilización del fenómeno
de “supercompensación” de glucógeno en el deporte de competición estuvo
muy extendida desde que a finales de los años sesenta, fisiólogos escandina-
vos lo descubrieran, realizándose la llamada “dieta disociada escandinava” que
consistía en ingerir durante tres días una dieta muy pobre en carbohidratos, a
la vez que se entrenaba intensamente (con lo cual se vacían los depósitos de
glucógeno) seguidos de tres días de entrenamientos más suaves y una dieta
muy rica en carbohidratos, tras los cuales se apreciaban en los depósitos de
glucógeno muscular (comprobado mediante biopsias musculares) los grandes
aumentos antes mencionados. Actualmente, modificaciones de esta dieta diso-
ciada se siguen utilizando en deportes en los que el rendimiento en competición
es dependiente de los niveles de glucógeno almacenados en el organismo, como
puede ser la maratón, pruebas ciclistas de un solo día, algunas distancias de
natación, triatlón, etc6.

Las modificaciones de esta dieta disociada se deben al hecho de conocer


que el estímulo para que se produzca esta supercompensación es la depleción
(vaciamiento) de los depósitos de glucógeno, por lo que vaciando estos depósi-
tos mediante el entrenamiento intensivo, y aumentando después durante varios
días la ingesta de carbohidratos y entrenando menos, se producen supercom-
pensaciones parecidas. Hay que destacar que los músculos con depósitos de
glucógeno mayores rinden más en actividades dependientes de glucógeno que
los que tienen depósitos más bajos. Cuando se almacena glucógeno en la célula
se realiza con la asociación de moléculas de agua; en el hígado 1g de glucógeno
se almacena asociado a 2-3 g de agua; en el músculo se cree que la asociación
se realiza en cantidades parecidas. Por lo tanto, hay que asociar una ingesta
abundante de líquidos a la dietas de “supercompensación”. El agua que se
almacena en el músculo, asociada a las moléculas de glucógeno, puede dar en
algunos momentos sensación de pesadez o de hinchazón o de torpeza.

Hay que recordar que el glucógeno se utiliza tanto en el metabolismo aeró-


bico como en el anaeróbico. Y el metabolismo aeróbico debería dividirse en dos:

• Glucólisis aeróbica, en la que se oxidan CH para ejercicios de resis-


tencia de alta intensidad. Una buena medida de este sistema sería
teóricamente el VO2máx y parámetros cardiorrespiratorios (cambios en
el cociente respiratorio) combinados con valores de baja producción de
224
lactato podrían indicarnos la utilización de este metabolismo energético.
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


• Lipólisis aeróbica, en la que se oxidan lípidos para obtener energía en
ejercicios de media y baja intensidad y de larga y muy larga duración.
La medición de la potencia lipolítica es difícil; sin embargo, podría
utilizarse el cociente respiratorio en tests submáximos.

Así pues, es importante recordar que los CH son un substrato energético


tanto para la obtención aeróbica de ATP como para la anaeróbica (metaboliza-
ción aeróbica de 1 mmol de glucosa = 38-39 mmol de ATP; metabolización
anaeróbica de 1 mmol glucosa = 3mmol de ATP por mmol de glucosa derivada
del glucógeno). Por consiguiente, en estas situaciones anaeróbicas se obtiene
poca pero rápida energía del glucógeno y, en proporción, se gasta mucho más
glucógeno.

Transporte de la glucosa al músculo


Este proceso es facilitado mediante transportadores. Por otro lado, el trans-
porte está limitado por la propia utilización de la glucosa. En el músculo los
transportadores son el 1 (GLUT1) y el 4 (GLUT4). El GLUT1 (presente en la
membrana plasmática del músculo) está sobre todo relacionado con la entrada
de glucosa en reposo y se cree que aumenta con el entrenamiento. Por el con-
trario, el GLUT4 es intramuscular, y responde a la insulina y a la contracción
muscular. El entrenamiento de resistencia aumenta el contenido muscular de
GLUT4 y la respuesta a la insulina y a la contracción muscular. Las personas
entrenadas son más sensibles a la insulina, “translocan” más GLUT4 a la su-
perficie de la célula muscular en respuesta a la misma dosis de insulina. Este
aumento en la respuesta debida al entrenamiento permite a las personas entre-
nadas tener una mayor entrada (en valores absolutos) de glucosa en el músculo.

La primera enzima importante en la glucólisis es la hexoquinasa (HEX), que


se estimula por la insulina y por la concentración de glucosa libre. Su actividad
permite una mayor utilización de la glucosa cuando el transporte de glucosa
hacia el interior del músculo es alto. Asimismo, la actividad de la HEX aumenta
con el entrenamiento físico. Cuando ya se ha fosforilado la glucosa, la principal
enzima reguladora es la fosfofructoquinasa (PFK). El principal regulador de esta
enzima es el ATP. Concentraciones altas de ATP inhiben la PFK en reposo y en
ejercicio. La presencia de citrato y H+ potencian la inhibición realizada por la
presencia de ATP. Cuando se degrada mucho ATP (durante el ejercicio) el au-
mento de ADP, Pi y AMP estimulan la actividad de la PFK y también activan la
enzima glucógeno fosforilasa. Así pues, la caída de energía interna en la célula
muscular causada por las contracciones del ejercicio aumenta la glucólisis me- 225
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

diante una activación de la glucógeno fosforilasa, que “romperá más glucógeno


y evitará la inhibición de la PFK”.

Al principio de cualquier ejercicio, aunque sea de menor intensidad o tipo


aeróbico lipolítico, se activa la glucógeno fosforilasa (PHOS) por la presencia
inicial de ADP, AMP y Pi, hasta que ya funciona “bien” la vía aeróbica.

La entrada de carbohidratos (CH) en la mitocondria y su posterior oxidación


metabólica está regulada primariamente por la enzima mitocondrial piruvato
deshidrogenasa (PDH), que es un complejo enzimático compuesto de varias
enzimas. Está regulada sobre todo por la presencia de sustrato, de piruvato, de
Ca2+ y de ADP.

Metabolismo del ácido láctico


Tal como se mencionó anteriormente, la degradación de la molécula de
glucosa con producción de ATP se puede llevar a cabo con o sin la presencia de
oxígeno, con la consiguiente producción de lactato.

Esta parte del metabolismo de los carbohidratos es de gran importancia,


pues permite al músculo obtener energía de una manera muy rápida y sin de-
pender de los mecanismos de transporte de oxígeno; sin embargo, la cantidad
total de energía que produce es menor que cuando hay una oxidación completa
y el acúmulo de lactato en el músculo será un posible mecanismo inductor de
fatiga6.

El lactato producido en el músculo y eliminado a la sangre puede ser uti-


lizado por el músculo como fuente energética. Esto se comprueba al observar
que en ejercicio de moderada intensidad y larga duración, en su inicio hay un
aumento en las concentraciones plasmáticas de lactato, que después van gra-
dualmente disminuyendo a pesar de mantener la misma intensidad de ejercicio.
También se ha podido comprobar utilizando lactato marcado con C14 y obser-
vando como es tomado del plasma y oxidado en el músculo2. Es difícil evaluar
la cantidad de lactato obtenido de la sangre que es oxidado por el músculo,
pero algunos autores consideran que será, aproximadamente, del 2 al 8% del
metabolismo muscular total. Siempre tratándose del músculo esquelético, pues
el músculo cardíaco es diferente, por su gran capacidad de obtener energía de
sustratos muy variados.

Además, hay que reseñar que los niveles de transportadores de lactato au-
226
mentan con el ejercicio físico y con el entrenamiento. En los trabajos recientes
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


del grupo de Brooks46 se aprecia una clara correlación entre los transportadores
de lactato y los niveles de entrenamiento (Figura 3.8.8).

En ejercicios de moderados e intensos, el momento de fatiga estará rela-


cionado con el vaciamiento de los depósitos de glucógeno en el músculo. En
intensidades altas de ejercicio, el músculo utiliza preferencialmente sus reser-
vas de glucógeno: por su proximidad (al tenerlas dentro del mismo músculo y
no tener que depender del transporte en la sangre y del paso de la membrana) y
porque puede metabolizarlo tanto aeróbica como anaeróbicamente (con lo cual
no depende de disponer o no de suficiente oxígeno)6.

Resumen
Los sistemas energéticos responden en función de la cantidad de ATP
que hay que resintetizar por unidad de tiempo, es decir, de la intensidad del
ejercicio. Con los conocimientos actuales se podría afirmar que todas las acti-
vidades físicas obtienen (en mayor o menor medida) energía de los tres siste-
mas energéticos mencionados anteriormente. Dichos sistemas pueden actuar
secuencialmente o superponerse, en respuesta a las demandas energéticas. El

Figura3. 8.8. Contenido de transportadores de lactato en el músculo de


deportistas (barra negra) y personas sedentarias (barra blanca). (Tomado de
Dubouchaud et al. 2000.)46 227
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

metabolismo anaeróbico (también llamado no mitocondrial) es capaz de respon-


der inmediatamente a la demanda energética y aportar energía a trabajos de
potencia alta. Pero, desafortunadamente, tiene una capacidad limitada por la
limitación de su sustrato energético, lo que lleva a una limitación de la capaci-
dad de producir la energía demandada, con lo que disminuye la producción de
potencia y se tiene que limitar a la que pueda producir el metabolismo aeróbico.
El metabolismo aeróbico responde más rápidamente de lo que se pensaba hace
años a las demandas energéticas3, siendo evidente su papel en el trabajo de alta
intensidad. Así, en esfuerzos de alta intensidad de 75 segundos se obtendría la
misma energía del sistema aeróbico que del anaeróbico.

Metabolismo anaeróbico. Diferencias entre sexos


En los últimos años se viene especulado sobre el posible efecto del género
en las respuestas del metabolismo anaeróbico, durante y tras ejercicios cortos y
de alta intensidad.

Las concentraciones de fosfágenos (ATP, ADP y CrP) preejercicio parece


que no difieren entre géneros47. Sin embargo, Ruby y Rogers48 descubrieron una
mayor actividad glucolítica en hombres frente a las mujeres durante el ejercicio.
A este respecto, Jacobs et al.49 han demostrado que tras la aplicación de un
test de ejercicio anaeróbico los hombres alcanzan mayores concentraciones de
lactato intramuscular que las mujeres. Estos resultados fueron confirmados por
el estudio in vivo de Russ et al.50 el cual mostró que los hombres dependen más
de la glucólisis que las mujeres a la hora de producir potencia. Esta diferencia
se podría deber a una mayor área y sección en las fibras musculares tipo II51 y/ o
una mayor actividad de las enzimas glucolíticas en hombres51. Recientemente,
Wust et al.53 reforzó esta hipótesis al demostrar que la menor resistencia a la fa-
tiga de los hombres podría estar más relacionada con diferencias de distribución
de los tipos de fibra muscular entre géneros que a diferencias en la motivación,
talla muscular, capacidad oxidativa o flujo sanguíneo local.

En esta línea, Esbjörnsson- Liljedahl et al.47 mostraron mediante un experi-


mento que consistía en la realización de tres series de 30 segundos de ejercicio
a la máxima intensidad posible con recuperaciones pasivas de 20 minutos, que
las mujeres eran capaces de mantener mayores niveles de rendimiento relativo
que los hombres. Mediante biopsias musculares, se observó una pérdida de ATP
en las fibras rápidas (tipo II) del 55% en hombres y 52% en mujeres tras la
primera repetición, y del 62% en hombres y el 48% en mujeres tras la tercera
228 repetición, aunque en las fibras lentas (tipo I) las pérdidas de ATP fueron meno-
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


res, siendo del 15% en hombres y del 17% en mujeres tras la primera repetición
y del 20% en hombres y 15% en mujeres tras la tercera repetición. En este es-
tudio se concluyó, además, que las mujeres podían tener una recuperación más
rápida del ATP que los hombres mediante la reaminación del IMP, así como una
menor reducción de glucógeno durante los ejercicios en las fibras musculares
tipo I, pudiendo estos hechos demostrar una más rápida recuperación funcio-
nal en mujeres respecto a hombres tras ejercicios máximos y cortos47. A pesar
de presentar niveles de aptitud física similares (sujetos físicamente activos, no
competitivos) las mujeres mostraron una menor acumulación de metabolitos que
los hombres, particularmente dentro de las fibras tipo II47.

Podríamos resumir que, durante la fase de recuperación, las mujeres tienen


una mayor capacidad de reciclar sus reservas de ATP que los hombres, dándoles
así una mejor aptitud para afrontar la siguiente serie de ejercicio intenso. Ade-
más, los hombres puede que tengan una mayor actividad glucolítica.

Aplicaciones al entrenamiento deportivo

El metabolismo anaeróbico se manifiesta como principal vía metabólica en


gran número de actividades físicas y deportes, desde las acciones más “explo-
sivas” como saltos, lanzamientos, pasando por sprints y carreras de menos de
75”, que es el punto aproximado en el que el metabolismo aeróbico iguala al
anaeróbico y comienza a ser la fuente principal de resíntesis de energía (ATP).
Además, es crucial para el rendimiento en deportes de equipo y deportes de
raqueta, en los que las acciones de gran intensidad se alternan con períodos de
moderada y baja intensidad.

Para trabajar en regímenes de máxima potencia metabólica que puede de-


sarrollar el ser humano, debemos tener en cuenta aspectos como los siguientes:

• Estos esfuerzos implican la producción de la mayor cantidad de ener-


gía por unidad de tiempo, fruto principalmente de la vía energética de
los fosfágenos, la cual se puede mantener hasta unos 10 segundos,
momento en el que las reservas de fosfocreatina están casi agotadas
(Figura 3.8.9)54.

• Se reclutarán todas las fibras musculares, principalmente las fibras


rápidas (tipo II), que son las que más tardan en recuperar los depósitos
229
de fosfocreatina.
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

Figura 3.8.9. Depleción de la PCr durante un esfuerzo máximo (Wingate)


de 30''. (Walter G, et al. 1999)54

• A mayor duración del esfuerzo mayor vaciamiento y como consecuencia


llevará más tiempo recuperar la fosfocreatina.

• Para repetir trabajos de máxima potencia debemos asegurarnos de que


dejamos tiempo suficiente para que se recuperen las reservas de fosfá-
genos53-55.

Cuando los esfuerzos superan los 10 segundos de duración ya no se podría


mantener una producción de energía por unidad de tiempo tan alta como para
producir la máxima potencia, por lo que la intensidad no será máxima como en
el sprint, pero sí casi máxima o también se podría usar la terminología de “es-
fuerzos realizados a la máxima intensidad que se pueda o sea posible”55. La vía
metabólica de la glucólisis alcanzará entonces su máximo rendimiento sobre los
15 segundos de ejercicio, mientras que la vía aeróbica se va activando rápida-
mente de forma paralela y progresiva, siendo la glucólisis la fuente energética
predominante en ejercicios máximos o a la máxima intensidad que se puede
desarrollar de unos 30 segundos de duración.

A la hora de trabajar con esfuerzos glucolíticos de alta intensidad o “a la


máxima intensidad posible” y superiores a los 10 segundos debemos considerar
230
que:
3.8. Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico 3.8.

Obtención de energía por la célula. El metabolismo anaeróbico


• Un indicador del buen funcionamiento de la glucólisis durante el ejer-
cicio es la producción de lactato.

• Estas situaciones metabólicas consumen gran cantidad de carbohi-


dratos, por lo que es importante recuperar las reservas de glucógeno
durante y después de los entrenamientos. La progresiva depleción del
glucógeno puede originar una inhibición de la glucólisis56,57.

• El lactato producido puede ser eliminado en forma de energía mediante


un ejercicio de intensidad moderada o baja (recuperación activa), acti-
vando así también el metabolismo aeróbico.

En resumen, en función de la vía metabólica sobre la que se quiera inci-


dir, para una correcta programación del ejercicio se deberá tener en cuenta lo
siguiente:

• La intensidad a la que se va a trabajar.

• La duración de cada repetición y/o serie.

• La duración de las recuperaciones.

• E tipo de recuperación (activa o pasiva).

• El número de repeticiones y/o series a realitzar.

231
Capítulo 3. Valoración del metabolismo anaeróbico

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