La Propaganda Politica Del Egp
La Propaganda Politica Del Egp
La Propaganda Politica Del Egp
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN
En el grado académico de
LICENCIADO
ASESOR DE TESIS:
Lic. Carlos Alarcón
TERNA EXAMINADORA:
Lic. Ignacio Laclériga
Ma. Sergio Mendizábal
Ma. Magaly Letona
Ayer pasé
por el cementerio.
Recordé a muchos
que duermen sin tumba.
Y aunque murieron
no se llevaron la esperanza.
Los pájaros oyeron
la voz de mi corazón,
Y contentos
cantaron sus cantos
de justicia y libertad.
Humberto Ak’abal
DEDICATORIA
A los miles de guatemaltecas y guatemaltecos muertos, desaparecidos, viu-
das, huérfanos y todas las personas que han sufrido directamente las con-
secuencias del conflicto armado interno y que han sido el precio humano
que Guatemala tuvo que pagar para tener los limitados avances políticos
que existen hoy, con todas sus imperfecciones.
A las mujeres y hombres revolucionarios, y en particular a las y los miem-
bros del EGP que fueron protagonistas de primera línea de la historia re-
ciente de Guatemala y cuya práctica comunicativa es el objeto de estudio
de esta investigación.
A mi madre y padre, que inculcaron en sus hijos valores y principios, como
la justicia y la solidaridad, y que han sido ejemplo y motivo de inspiración.
A mi compañera e hijos.
AGRADECIMIENTO
A todas las personas que me apoyaron para trabajar esta investigación, de
diferentes formas: proporcionando información, dando ideas, sugerencias
y haciendo críticas, alentándome en el trabajo y apoyando de diversas for-
mas.
Agradezco particularmente al: Ma. Silvio Gramajo, quien orientó los pasos
iniciales de esta investigación, al Lic. Eduardo Gularte, quien hizo observa-
ciones críticas al anteproyecto de tesis y al Lic. Carlos Alarcón, quien ase-
soró los pasos finales, de forma crítica, solidaria, y propositiva.
A las autoridades y catedráticos de la Facultad de Humanidades y particu-
larmente del Departamento de Ciencias de la Comunicación que mostraron
su interés por el tema y estimularon que la investigación se llevara a cabo.
Mención particular hago de las Licenciadas Silvia Osorio y Nancy Avendaño,
Directoras del Departamento de Ciencias de la Comunicación en diferentes
momentos, que apoyaron el proyecto.
A todas las personas que concedieron entrevistas y en muchos casos revi-
saron la trascripción de las mismas para garantizar la fidelidad de lo que en
ellas se dice, particularmente a: Jorge Blanco, Enrique Corral, Laura Hurta-
do, Margarita Hurtado, Mauricio López Bonilla, Jorge Macías, Alba Estela
Maldonado, Mario Maldonado, Héctor Morales, Elizabeth Moreno, Gustavo
Porras Castejón, Héctor Rosada, Megan Thomas, Alejandro, Margot y Ra-
fael.
Al Archivo Histórico del Centro de Investigaciones Regionales de
Mesoamérica – CIRMA – y la Hemeroteca Nacional, que proporcionaron
materiales de consulta para la investigación.
Índice del Marco Teórico
RESUMEN ....................................................................................... 17
I. PRESENTACIÓN ......................................................................... 18
1. Antecedentes ................................................................................... 21
2. Marco Teórico .................................................................................. 25
2.1 La Comunicación ................................................................... 25
2.1.1 Elementos básicos de la comunicación: Emisor,
Mensaje, Canal, Códigos, Receptor,
Retroalimentación y Contexto ....................................... 25
2.1.2 Comunicación de masas ............................................... 26
2.1.3 La Comunicación persuasiva ........................................ 27
2.1.4 Comunicación alternativa .............................................. 28
2.1.5 Comunicación, persuasión, educación y propaganda ... 30
2.2 Propaganda y Comunicación política ................................... 32
2.2.1 Definición de Propaganda ............................................. 32
2.2.2 Algunos antecedentes históricos de la Propaganda
y la Comunicación Política ............................................. 33
2.2.3 La concepción leninista de la Propaganda ................... 35
2.2.4 Propaganda política del Nazismo .................................. 38
2.2.5 Rasgos Esenciales de la Propaganda .......................... 39
2.2.6 Clasificación de la Propaganda ..................................... 40
2.2.6.1 Según sus objetivos .......................................... 40
2.2.6.2 Según las fuentes ............................................. 41
2.2.7 Técnicas de la Propaganda Política ............................. 42
2.2.8 Alcances y efectos de la Propaganda .......................... 42
2.2.8.1 Teoría hipodérmica (Conductista) .................... 43
2.2.8.2 Teorías de la Influencia Selectiva ..................... 43
2.3 Consideraciones conceptuales para la investigación ......... 44
3. Marco Referencial ........................................................................... 47
3.1 Las Causas del Conflicto Armado Interno en Guatemala ... 47
3.1.1 Causas económicas, sociales, políticas e ideológicas ... 47
3.1.2 Espacios para la expresión de las fuerzas de oposición .. 48
3.2 Inicio y desarrollo del conflicto armado interno
en Guatemala y su vinculación al contexto internacional .... 49
3.3 La Organización Político Militar objeto de estudio:
el Ejército Guerrillero de los Pobres – EGP – ...................... 54
3.3.1 Surgimiento y desarrollo del EGP ................................. 54
3.3.2 Rasgos principales de una organización
político-militar y del EGP en particular .......................... 57
3.3.3 La estrategia político-militar llamada “Guerra Popular
Revolucionaria”: sus fases y etapas ............................. 58
1. Objetivos .......................................................................................... 63
1.1 Objetivo general ..................................................................... 63
1.2 Objetivos específicos ............................................................. 63
2. Preguntas de Investigación ............................................................. 63
3. Variables ........................................................................................... 63
4. Alcances y límites ............................................................................ 65
5. Aporte ............................................................................................... 67
17
18
I. PRESENTACIÓN
19
rán aspectos de propaganda interna, pues la frontera entre lo interno y lo
externo es tenue, como se explicará en los resultados de la investigación.)
Se pretende hacer una descripción de la propaganda del EGP entre 1975,
año en que dicha organización surgió a luz pública, a 1980, período de
auge revolucionario, el que tiene su corolario en un período de declive.
Con ello se busca, desde la perspectiva de los procesos comunicativos,
recuperar aspectos de la historia reciente del país y extraer aprendizajes
que pudiesen ser de utilidad para aquellas personas y movimientos que
buscan cambios sociales.
20
1. Antecedentes
Hasta donde se ha logrado determinar, se han hecho distintos estudios del
conflicto armado interno en Guatemala desde una perspectiva política y
social, y fundamentalmente en relación a los Derechos Humanos, pero poco
se ha estudiado desde la perspectiva de los fenómenos comunicativos que
entrañó este proceso.
En general, hay poca literatura específica sobre la propaganda de los mo-
vimientos insurgentes latinoamericanos.
En el caso de El Salvador, existen textos que hacen referencia a las radios
insurgentes. Por ejemplo, Ignacio López Vigil en su libro “Las Mil y Una
Historias de Radio Venceremos” (1992) recoge anécdotas de esa emisora
radial. En éste, explica las motivaciones de los rebeldes salvadoreños para
establecer una radio y las peripecias de la misma hasta la ofensiva de no-
viembre de 1991. Sin embargo, no hace un análisis riguroso de este medio
sino que el autor advierte: ¿Es un libro de radio, de comunicación? No lo
sé. En todos los relatos está presente la Venceremos, eso sí. En todas las
historias, sueltos, hay elementos básicos de lo que en América Latina en-
tendemos por comunicación popular y alternativa. Naturalmente, una co-
municación hecha en situaciones límites... Queda al ingenio del lector des-
cubrir la moraleja de cada relato. (1992:12)
En México, la comunicación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional –
EZLN – ha recibido mucha atención y ha sido objeto de estudio por parte de
distintos autores, sobre todo por tratarse de un caso en que los insurgentes
han roto esquemas y han sabido utilizar la comunicación de manera novedosa
y audaz, haciendo uso no sólo de medios rudimentarios, sino también de
tecnología de punta.
Uno de estos estudios es el ensayo de Pedro Reygadas, “Declaración de la
Selva Lacandona: Argumentación de una esperanza” (2005) en el que
hace un análisis del discurso argumentativo de dicho texto. Desde una
posición de simpatía hacia los insurgentes, analiza algunos rasgos de la
propaganda presentes en la declaración como son: la sorpresa, la amena-
za, ocupar la posición del atacante, acudir a la anticipación y ocupar el
lugar del que refuta, el ataque personal y la exageración. Destaca que en
21
las palabras también hay violencia, lo que se evidencia en una semántica
polémica que opone pueblo y dictadura. Sigue la lógica de la argumenta-
ción los que categoriza como: argumentación por la causa, argumento por
la categorización, argumento de autoridad, argumento por el ejemplo, la
ilustración y el modelo, argumento por el número y argumento por analogía.
Valora la racionalidad lógica tanto como la emocional e intuitiva. Concluye
en que la comunicación y específicamente la propaganda es a la vez cien-
cia y arte.
Marco Revelli (2004) también se refiere al poder de la palabra en la lucha
zapatista. Habla de innovaciones en del mensaje político, en muchos sen-
tidos, por ejemplo, en el sentido de expresar una proclama en poesía y
fabricar su propio lenguaje que representa una ‘ruptura lingüística’ con del
discurso político tradicional, inclusive el de la “izquierda”. Lo propone como
un discurso alternativo que más allá de las palabras, es una propuesta
política diferente.
También hay otros trabajos que aluden al uso de la tecnología por parte de
los neozapatistas. Uno de éstos es el ensayo escrito por Víctor Manuel
Martínez (1998) “Internet y Zapatismo” que comienza describiendo el Internet
y citando a Rheigold quien valora que innegablemente, el ciberespacio tie-
ne gran potencial subversivo. En el caso del levantamiento zapatista, ex-
presa que además de las armas esto ha sido una guerra de palabras, imá-
genes, imaginación y organización en la cual los zapatistas han tenido un
sorpresivo éxito. Al valorar el uso del Internet por los zapatistas, concluye
que no importa el grado de sofisticación tecnológica sino el uso que se le
dé… La tecnología por sí misma no va a crear libertad o democracia, es
necesaria la apropiación del hombre sobre los medios tecnológicos para
que una verdadera revolución se pueda dar.
En el caso de Guatemala, no se encontró estudios específicos de la propa-
ganda insurgente. Hay estudios sobre la influencia de los medios masivos
en los procesos políticos y particularmente electorales. Una tesis trabajada
por Miguel Angel Velasco Bitzol (2000) se refiere a una modalidad de pro-
paganda (a la que el autor llama “estrategia”): la caminata o marcha en
San Pedro la Laguna, Sololá. En ella, describe la misma como una forma
particular de propaganda que tiene como propósito demostrar fuerza (ar-
22
gumento por el número). Sin embargo señala las dificultades y limitaciones
de esta “estrategia”.
Recapitulando: existen algunos estudios que tratan de la propaganda polí-
tica de movimientos insurgentes, así como de fuerzas políticas en procesos
electorales. Sin embargo, en el caso específico de Guatemala, la propa-
ganda revolucionaria y de otras organizaciones que buscan el cambio so-
cial es un tema poco estudiado, por lo que hay un amplio campo por explo-
rar.
23
24
2. Marco Teórico
2.1 La Comunicación
2.1.1 Elementos básicos de la comunicación: Emisor, Mensaje, Ca-
nal, Códigos, Receptor, Retroalimentación y Contexto.
Existen diversos modelos para explicar la comunicación y en cada uno de
ellos, se utilizan diferentes conceptos para describir los elementos que par-
ticipan en los procesos comunicativos.
Haremos referencia en primer lugar al modelo funcionalista propuesto por
Harold D. Lasswell (1948:37). Hacia 1948, resumió los elementos de la
comunicación en su conocido aforismo cuando afirmó: Un modo acertado
de describir un acto de comunicación es mediante la respuesta a las si-
guientes preguntas:
¿Quién?
¿Dijo qué?
¿En qué canal?
¿A quién?
¿Qué efecto tuvo?
De acuerdo a este modelo, lo importante de analizar en un acto de comuni-
cación es el emisor del mensaje (quién), el mensaje mismo (qué se dijo), el
canal o los medios por los que se comunica el mensaje, el receptor del
mensaje (a quién) y su respuesta o retroalimentación (el efecto que pro-
vocó). Se trata, según este modelo, de un análisis sociopolítico.
A lo anterior hay que agregar lo dicho por Fiske (1984: xix) en relación a
que: Toda comunicación involucra signos y códigos. Los signos son actos
o artefactos que se refieren a algo diferente de ellos mismos, es decir, son
conceptos significativos. Los códigos son los sistemas de organización de
los signos que determinan cómo éstos pueden estar inter-relacionados.
Estos signos o códigos son transmitidos, o puestos a disposición de otros; y
25
transmitir o recibir signos, códigos o comunicación es la práctica de las
relaciones sociales.
La comunicación es central a la vida de nuestra cultura; sin ellas, la cultura
muere. En consecuencia, el estudio de la comunicación implica el estudio
de la cultura a la cual está integrada.(Ibíd.: ix y x) Esto último hace referen-
cia a la necesidad de estudiar el contexto.
Respecto al mensaje, debe tenerse presente que su significado no es
unívoco. Dice Krippendorf (1997: 30): ... un mensaje es capaz de transmi-
tir una multiplicidad de contenidos, incluso a un único receptor.
26
2.1.3 La Comunicación persuasiva
Persuadir significa un esfuerzo intelectual para convencer o hacer enten-
der al receptor, mediante el uso de argumentos lógicos.
Se entiende como comunicación persuasiva aquella cuyo propósito prin-
cipal es influir al receptor del mensaje.
Según De Fleur (1993: 351), el objetivo real de la comunicación persuasiva
es la modificación real de comportamientos, tanto como variable depen-
diente de las formulaciones teóricas establecidas para explicarlo, como en
su consideración de criterio para decidir si el proceso ha funcionado bien o
no.
Reardon (1991:20) se refiere a distintas corrientes para estudiar la comuni-
cación persuasiva, siendo éstas principalmente: el Conductismo (primera
mitad del siglo XX), el Constructivismo y la Teoría de las Normas, que sostie-
ne que los sujetos son creadores de sus propias versiones de la realidad.
Con frecuencia, se ha visto la comunicación persuasiva como manipulación
que el emisor ejerce sobre el receptor. Sin embargo, Reardon aclara que:
... la persuasión es una forma de comunicación en la que debe participar
toda persona que se arriesga a entrar en relación con los demás. La per-
suasión es necesaria por el solo hecho de que todos diferimos en nuestros
objetivos y en los medios con los que los conseguimos.(Ibíd.:25)
Continúa diciendo que:
1. Ya no podemos permitirnos estudiar la persuasión en términos de
estrategias de mensaje sin tener en cuenta a los individuos que las
emplean y su percepción de la coacción que ejerce el contexto sobre
sus opciones de conducta.
2. La persuasión no es algo que una persona ejerza sobre otra. Es un
medio por el cual las personas colaboran unas con otras en la confor-
mación de sus versiones de la realidad, privadas o compartidas. En
tanto tal, entraña cambios recíprocos en actitudes y conductas. El
grado de reciprocidad varía en relación con el potencial de
realimentación que proporcione el contexto de interacción.
27
3. La elección de una estrategia eficiente de mensaje exige que los per-
suasores evalúen el grado de percepción de la propia autonomía que
poseen los sujetos a persuadir(Ibíd.:21,22).
Asimismo, Reardon señala que:... la persuasión requiere cierta sensibilidad
hacia la lógica de los demás... (Ibíd.; 351) Es decir que quien busca persua-
dir necesita conocer a quienes desea persuadir, de manera que pueda
utilizar un mensaje adecuado y comunicarlo a través de códigos comparti-
dos.
Como ampliaremos más adelante, existe una discusión en relación a si es
válido o no hablar específicamente de una comunicación persuasiva, par-
tiendo de que toda comunicación tiene una intencionalidad. Por lo tanto,
desde esta óptica, toda comunicación es persuasiva.
Al respecto, recuerda Wolf que: La comunicación es intencional y tiende a
un fin, a obtener un cierto efecto (1991:30).
28
Sin embargo, a partir de los años de 1960, en América Latina comenzó a
desarrollarse un movimiento comunicativo más organizado y políticamente
más definido, con un propósito de transformación de la sociedad, a partir
de comunidades y organizaciones de base. Esto dio lugar al surgimiento a
una teorización de la llamada comunicación alternativa o comunicación
popular.
Según la teoría de la comunicación alternativa, no cualquier comunicación
distinta a la comunicación tradicional puede considerarse con propiedad
comunicación alternativa. Debe reunir ciertos requerimientos para ser con-
siderada como tal.
Prieto y Gutiérrez hacen énfasis en que la comunicación alternativa es el
proceso mismo que involucra diferentes aspectos:
- Producción alternativa: se parte de la realidad de los sujetos; los mis-
mos sujetos se involucran en la definición de los contenidos, el enfo-
que, el diseño, etc.
- Producto alternativo: que incluye a los sujetos
- Distribución alternativa: que llegue a los sujetos
- Uso alternativo: estrategia de uso que genere discusión y desarrolle
capacidades. (GULARTE Y SOLIS; 1991: 38-39)
Lo anterior implica que ya no hay un sujeto activo que es transmisor y un
receptor, objeto pasivo de la comunicación, sino que en el proceso comuni-
cativo hay sujetos o interlocutores que establecen una relación de diálogo,
en plano de igualdad, para enriquecerse mutuamente y transformar la rea-
lidad.
La comunicación alternativa no es producto de un emisor privilegiado, sino
que es la posibilidad de que los “sin voz” tengan voz. Es decir, que los
grupos y sectores sociales que tradicionalmente han sido excluidos del sis-
tema de comunicación dominante rompan con la exclusión y participen en
procesos de elaboración de productos comunicativos, sean estos progra-
mas de radio, periódicos y boletines populares, video alternativo, etc.
29
El producto es alternativo tanto por los objetivos que persigue, su proceso
de producción, los medios que utiliza, así como por el contenido del mensa-
je. O sea, que la comunicación alternativa tiene objetivos liberadores. Los
sujetos no sólo participan en la elaboración del mensaje, sino que la distri-
bución alternativa implica que estos sujetos participan en la distribución del
producto comunicativo, garantizando que llegue a todas las personas
involucradas.
La comunicación alternativa no pretende adoctrinar, sino busca desarrollar
la capacidad crítica de las personas. Esto implica un uso diferente, alterna-
tivo, de la comunicación, en el sentido de problematizar, es decir, cuestio-
nar de manera crítica la realidad, para profundizar en su comprensión, con
el objetivo de transformarla.
Roncal sintetiza estas ideas diciendo que: La comunicación alternativa es
un proceso, no un producto; implica diálogo y participación. Lo alternativo
no es marginal, tiene que ver con lo democrático, busca generar conciencia
para transformar y no excluye la calidad, la profesionalización, ni el uso de
tecnología.(2001: 65) Guoron señala más aún que la comunicación alter-
nativa no es algo aislado sino que dice: la comunicación alternativa no es
una actividad en sí, es necesaria para facilitar la organización de la misma
transformación social (1995: 17)
30
hay un maestro transmisor, que es quien sabe y llena de conocimientos –
como a un depósito - a un alumno receptor, que no sabe. Se reproduce
aquí la relación vertical del sujeto que sabe hacia el objeto que no sabe, del
dominante al dominado.
Otro concepto de educación plantea que es la persuasión que se utiliza
para la interiorización de las normas que permitan la adaptación social del
individuo (REYZABAL; 1999: 65).
Por su parte, el concepto de “educación liberadora” se define como un
proceso sistemático encaminado a formar personas autónomas, críticas y
creativas, (Ibíd.:66) que buscan comprender el mundo para transformarlo.
La “educación popular” pretende desarrollar conciencia histórica y no pre-
sentar “verdades” acabadas. Es decir, se entiende que el conocimiento no
es algo terminado de una vez por todas, sino que es un proceso que se
construye colectivamente.
Lo anterior permite apreciar que hay diferentes conceptos de comunicación
y educación y que existe una correlación entre el tipo de educación y de
comunicación y la sociedad que éstas promueven.
De manera esquemática, se puede resumir en el siguiente cuadro:
Correlación entre educación – comunicación – sociedad
(elaboración propia basada en DÍAZ BORDENAVE;1990)
31
una forma de propaganda en la que se transmiten ideas, conceptos y valo-
res. Al respecto, dice Pizarroso Quintero: ... incluso en los casos en que
pudiera parecer más aséptica, la educación es en buena medida una mani-
pulación de la conciencia humana. (1993: 66) Toda comunicación – lo cual
incluye a la educación y a la propaganda - tiene una intencionalidad y pro-
cura persuadir. Por decirlo así, no hay comunicación “inocente”, toda co-
municación persigue algo.
En consecuencia, siguiendo esta línea de opinión, las diferencias que se
intentan hacer de estos conceptos resultan matices y los límites resultan
muy difíciles de definir, aunque habrá quienes hagan la diferencia en que la
verdadera comunicación es diálogo, es decir, una relación horizontal en la
que ambos interlocutores se enriquecen mutuamente mientras que la per-
suasión tiene como primer objetivo provocar un resultado: un cambio de
conducta o de actitud.
32
los individuos a fin de ganar adeptos para causas políticas, religiosas, filo-
sóficas o cívicas (CEDEÑO, 2001: 57) El fin supremo de la propaganda es
influir para comprometer. En el caso de la propaganda política es: influir
en los distintos segmentos del pueblo, para que apoyen las propuestas
ideológicas, programáticas o electorales que les hacen los partidos, candi-
datos o líderes... servir como educadora de las masas populares y como
mecanismo intermedio para contribuir a reclutar adeptos para las organiza-
ciones políticas. (Ibíd.:58)
Por su parte, Moragas (1986: 10) define la propaganda política como: ac-
ciones organizadas de persuasión que aparecen con el advenimiento de la
sociedad industrial y la comunicación de masas, sobre todo con la aparición
de la radio, y, por lo menos, hasta la aparición de la televisión.
Resumiendo, se puede afirmar que la propaganda política es una rama de
la comunicación. Por su intencionalidad, es una forma de comunicación
persuasiva.
Por lo general, se asocia propaganda con manipulación, lo que crea prejui-
cios y rechazos hacia ésta. Sin embargo, hay quienes no están de acuerdo
con esta visión, por considerarla ingenua.
Al respecto, Enzensberg dice: Etimológicamente, el término manipulación
viene a significar una consciente intervención técnica en un material dado.
Si esta intervención es de una importancia social inmediata, la manipulación
constituye un acto político. Así pues, toda utilización de los medios presu-
pone una manipulación.(1974: 25)
Continúa diciendo que el problema estriba en quién manipula los medios y
con qué fin. De lo cual se deduce que un proyecto revolucionario no debe
eliminar a todos los manipuladores, sino que, por el contrario, ha de lograr
que cada uno sea un manipulador. (Ibíd.:26)
33
controlar el flujo de información, modelar la opinión pública o manipular el
comportamiento es tan vieja como la historia humana... Desde que en la
historia de la humanidad aparecen religiones organizadas e instituciones
gubernamentales, por primitivas que éstas sean, podemos hablar de la exis-
tencia de propaganda. (REYZÁBAL; 1998: 81)
La propaganda anterior al Siglo XX tiene plena entidad como tal, aunque los
medios sean más rudimentarios y el conocimiento de los mecanismos pro-
pagandísticos resulte intuitivo.
A continuación se hará un recorrido muy superficial de algunos momentos
del desarrollo de la propaganda a lo largo de la Historia, en base a Cedeño
(2001).
En la Mesopotamia, China y Egipto de la Antigüedad, reyes, guerreros y
sacerdotes fueron los principales emisores de mensajes propagandísticos.
Uno de los mejores exponentes de ideas sobre la propaganda como parte
de la guerra es Sun Tzu, quien 500 años antes de Cristo en su escrito El
Arte de la Guerra habla sobre el engaño y la desinformación a través de la
propaganda, para confundir al enemigo.
En la Grecia antigua se desarrolló la retórica como un tipo de discurso
convincente, es decir, el arte de convencer mediante la palabra.
Los romanos imperiales hicieron uso político de los oráculos y los mitos.
Roma empleó grandes cantidades de dinero con la finalidad de simbolizar
su poder, a través de la arquitectura, el arte, la literatura y las monedas.
Vale decir que las monedas fueron uno de los primeros instrumentos de
propaganda, a través de los símbolos acuñados en ellas. Se quería pro-
yectar la imagen de un estado todopoderoso y omnipresente.
Julio César comprendió la fuerza política de los símbolos . Hizo uso de
eslóganes como “veni, vidi, vici” (vine, vi, vencí).
La expansión del cristianismo debe considerarse una de las mayores cam-
pañas propagandísticas de todos los tiempos. Se recurrió al uso de pará-
bolas, sermones, relatos hechos con fuerte impacto emocional como los de
los milagros, las metáforas, combinado con una doctrina poderosa, emotiva
y fácilmente entendible.
34
Los primeros cristianos se organizaron siguiendo la táctica que se ha deno-
minado “proselitización celular”, a partir de los 12 discípulos que propaga-
ron la fe. Cada grupo o “célula” tenía sus propios líderes.
El desarrollo de la imprenta amplió las posibilidades de la propaganda. Esto
fue muy bien aprovechado por el movimiento protestante, pues sin el uso
de la imprenta una revolución de esta magnitud difícilmente se hubiera con-
sumado, aunque cabe aclarar que la reforma luterana fue un acontecimien-
to oral, pero el hecho de que hubieran panfletos, permitía llegar a líderes
de opinión como predicadores, profesores y agentes gubernamentales.
La propaganda concebida como un conjunto de técnicas diseñadas y apli-
cadas para adoctrinar y obtener adherentes o seguidores, se encuentra en
el seno de la Iglesia Católica. Como reacción a la reforma, Gregorio XV
(muy probablemente en el año de 1622) fundó la Sacra Congregatio de
Propaganda File, una orden religiosa cuya función específica era propagar
la fe.
Otro hito en la teoría política que se refiere a la propaganda lo constituye lo
expresado por Nicolás Maquiavelo, a quien se le considera como el primero
que trató la política desde una óptica científica y al margen de concepcio-
nes religiosas. En particular, aportó consejos para el manejo por parte de
los gobernantes de la imagen y la opinión pública, las que debían trabajarse
a través de la propaganda.
Sin embargo, la propaganda como se entiende ahora es más un fenómeno
del desarrollo capitalista, con el surgimiento de las sociedades de masas y
el desarrollo de medios de comunicación con mayores capacidades y al-
cances técnicos.
35
expresión y difusión tienen mucho de la psicología y la técnica de las religio-
nes... Las nuevas propagandas políticas también se nutren de una mitolo-
gía de liberación y salvación; pero están ligadas al instinto de poder y al
combate, a una mitología guerrera y revolucionaria al mismo tiempo. (Ibíd.:21)
Según esta autora (Ibíd.: 24), la propaganda de tipo bolchevique puede
reducirse a dos expresiones esenciales: la revelación política (o denuncia)
y la voz de orden. Es decir, explicar la realidad injusta que debe transfor-
marse y dar directrices o consignas de acción transformadora.
Al respecto, dice Cedeño: Para los leninistas la propaganda era al mismo
tiempo agitación y educación de las masas. Traducir en palabras sencillas,
las tácticas del momento para poder movilizar a las masas y conducirlas al
logro de los objetivos que se planteaban. (2001: 41)
Asimismo, Cedeño destaca la concepción leninista de la propaganda como
medio de organización. Dice: Combinar adecuadamente la labor propa-
gandística con la de organización es la clave de éxito para cualquier parti-
do... Lenin resaltaba siempre que el fin último de la propaganda era organi-
zar al pueblo para la lucha. (Ibíd.: 74)
Lenin se propuso organizar un partido de cuadros, de revolucionarios pro-
fesionales, en el sentido de ser personas capacitadas y especializadas para
agitar (persuadir), organizar y movilizar (dirigir) a las masas. Estos revolu-
cionarios profesionales debían llegar a todas las clases de la población
como propagandistas, como agitadores y como organizadores. (LENIN; 1999:
28)
Domenach destaca como características de la propaganda comunista:
- La gran diversidad de su prensa (que representaba decir lo mismo de
manera apropiada a los diferentes sectores sociales, es decir, de
manera adecuada a las diversas mentalidades)
- La propaganda no es posible sin un aporte constante de información.
Cada célula funciona como una antena receptora de información; los
militantes son “corresponsales populares” o como se les describía tam-
bién, “los ojos y oídos del Partido” en el seno de la población. (1971:30)
36
Para Lenin, la información es una condición indispensable para la acción
política revolucionaria, acción revolucionaria que no puede dejarse en ma-
nos de la improvisación y que precisa de una coordinación capaz de conec-
tar las consignas de planificación política con la acción de masas.
(MORAGAS; 1986:11)
Sin embargo, Lenin sabía que ejércitos de propagandistas y agitadores,
aunque se contasen por millones, no bastaban para conquistar la victoria si
su acción no estaba respaldada por una línea política justa y por realizacio-
nes prácticas. Sin actos que la apoyasen, una propaganda no pasa de ser
un mero verbalismo que crea ilusiones peligrosas e inmoviliza el desarrollo
de la táctica. (DOMENACH; 1971:30)
Algo muy importante de la concepción leninista de la propaganda es el
contagio del ejemplo. (Ibíd.:30) No se trata simplemente de decir, sino de
hacer para persuadir. Esto tiene también el sentido de la coherencia entre
el discurso y la acción o según palabras de José Martí: Hacer es la mejor
manera de decir. (GUEVARA: 1960)
Lo anteriormente dicho sobre la concepción marxista-leninista de la propa-
ganda, lo podemos resumir diciendo que: es una propaganda que se pro-
pone educar a la población para que participe en la transformación revolu-
cionaria de la sociedad. Es una propaganda que pretende basarse en el
conocimiento de la realidad objetiva que busca transformar. La propagan-
da implica un proceso de organización desde su concepción, pasando por
su elaboración, distribución y aprovechamiento organizativo y formativo.
Sin embargo, Daniel Prieto y Francisco Gutiérrez critican la propaganda
política de la izquierda ortodoxa como: un discurso político-ideológico polí-
ticamente radicalizado (marxista), clasista (luchas populares para alcanzar
el poder político), dialéctico y utópico. A ello se puede agregar, según los
mismos autores, un discurso “partidista, sin partido; popular, sin pueblo;
educativo, sin pedagogía, y político, sin proyecto. (GULARTE; 2001: 38)
Reafirman, pues, que desde la perspectiva de la educación popular no se
puede hablar de la propaganda política revolucionaria como verdadera co-
municación, con una función educadora, forjadora de conciencia crítica.
37
2.2.4 Propaganda política del Nazismo
La siguiente sección está basada fundamentalmente en lo que afirman
Reyzábal y Cedeño, en sus libros Propaganda y Manipulación (1999) y
Propaganda Política (2001), respectivamente.
Los nazis en Alemania dieron también un desarrollo científico a la labor
propagandística, entendiendo muy bien la psicología de masas. Sin em-
bargo, los principios y valores que la orientaron difieren en mucho de la
concepción leninista de la propaganda.
Goebbels fue Ministro de Propaganda del III Reich y cerebro de la propa-
ganda nazi. Goebbels describió los principios propagandísticos de Hitler
como una cuidadosa construcción de afirmaciones que verdaderas o falsas
pueden hacerse para mantener firmemente ciertas ideas y para construir
otras nuevas que tomen su lugar. (REYZABAL; 1999: 132, citando a O.
Thomson)
En Mi Lucha, Hitler estableció varias reglas fundamentales acerca de la
propaganda eficaz:
a) Hay que poner de manifiesto sólo una cara de la realidad (parciali-
dad).
b) Conviene criticar constantemente a los enemigos de lo establecido.
c) Se debe identificar a un enemigo específico para realizar una desca-
lificación específica del mismo.
d) Se deben evitar las ideas abstractas y hay que apelar a las emocio-
nes (lo cual se opone a las propuestas marxistas de objetividad y
desarrollo de una lucha transformadora sobre bases racionales).
e) Deben repetirse constantemente las mismas ideas, usando frases
estereotipadas y evitando la objetividad. (Ibíd.: 132 – 133)
Algunos rasgos de la acción propagandística de la propaganda nazi fueron:
- El desarrollo de espectáculos masivos con propósitos claramente pro-
pagandísticos, para infundir sensación de fuerza y valentía. (Esta
práctica fue utilizada por los romanos en la Antigüedad, resumida en
38
la frase “pan y circo” para el pueblo.)
- El uso preferenciado de la radio como medio de comunicación.
- El uso de símbolos. Por ejemplo: uso de la cruz gamada o suástica.
- El uso planificado de estereotipos. Por ejemplo: los judíos eran capi-
talistas decadentes y al mismo tiempo bolcheviques sin Dios, mientras
que la “raza pura”, los arios, eran los llamados a dominar el mundo.
Clave para entender el pensamiento de Hitler es comprender que él veía a
las masas como “maleables, corruptas y corrompibles” y abiertas a los men-
sajes emocionales. Pero además se percató de que la propaganda era
más efectiva si se complementaba con grandes dosis de intimidación y
terror.(Ibíd.: 133, haciendo referencia a ZEMAN)
Por lo anterior, Domenach considera que Hitler y Goebbels corrompieron la
forma leninista de la propaganda. Con Hitler, la propaganda dejó de ser
parte de la táctica y se convirtió en la táctica misma. Explotó lo sensible
(emocional) frente a lo racional.
39
A lo anterior, agregamos que: la propaganda busca, por lo general, resulta-
dos rápidos.
Según Timoteo Álvarez, algunas leyes de la propaganda recopilados por P.
Quentin en 1943 y difundidos por J.M. Domenach años más tarde son:
1) Ley de la simplicidad, es decir, un mensaje con sólo una o dos ideas,
en un lenguaje asequible exigiendo del auditorio un esfuerzo mínimo,
operando en consecuencia con enunciaciones primarias y símbolos o
imágenes accesibles a todos.
2) Ley de la espoleta, atacando a los espíritus por la parte más débil e
inesperada.
3) Ley de la simpatía: las opiniones no se combaten con otras opiniones
sino con sentimientos y provocaciones sensacionales.
4) Ley de síntesis: la intuición es más poderosa que la razón y por ello la
síntesis más importante que el análisis.
5) Ley de la sorpresa: o conciencia de que la más eficaz mentira es una
verdad a medias.
6) Ley de la repetición según la consigna napoleónica: Sólo conozco
una regla de retórica: la repetición.
7) Leyes de saturación y desgaste, como corolario de las anteriores.
8) Ley de dosificación: la propaganda no es suma del número de perió-
dicos y radios, sino resultado de una presencia y de una imagen.
9) Ley de unidad de orquestación, con su andante y su adaggio. (1992:
89)
40
a) Persuadir
b) Disuadir
c) La agitación – que apela más a los sentimientos
d) La integración – ej. para que los ciudadanos apoyen y participen en
una guerra
e) La conversión - que los receptores se conviertan en defensores y
promotores de puntos de vista nuevos para ellos; integrarlos a deter-
minada secta o grupo
f) La subversión – que busca romper con el orden establecido. Este
tipo de propaganda es extremista pues no concilia.
g) La desinformación: acción de inducir a error mediante el uso de infor-
maciones falsas Las técnicas más utilizadas en este tipo de propa-
ganda es la simulación, la ocultación de datos, la publicación a me-
dias de verdades, la propalación de rumores, la falsificación de docu-
mentos.
h) La división – que busca dividir las fuerzas del contrincante, bajo la
premisa de “Divide y vencerás”.
41
2.2.7 Técnicas de la Propaganda Política
Este apartado toma como referencia lo dicho por Cedeño. (2001; 99 - 106)
Anteriormente se dijo que para desarrollar una comunicación persuasiva,
quien busca persuadir debe conocer a quienes busca persuadir, para de-
sarrollar el mensaje adecuado con los códigos pertinentes. Debe ubicarse
en el contexto.
Algunas de las técnicas utilizadas para desarrollar la Propaganda Política
son:
1) Simplificar el mensaje. Esto implica dos componentes: hablar de ma-
nera sencilla y con un vocabulario adecuado; desarrollar pocas ideas,
de preferencia, un solo mensaje a la vez.
2) Elegir y atacar a un solo adversario. Concentrar el sentido del men-
saje.
3) Exagerar los defectos del adversario.
4) Producir empatía, es decir, una identificación entre el mensaje y el
público al que se dirige.
5) Repetir el mensaje por diversos medios y en variadas formas, a la que
se llama también orquestación y saturación.
6) Producir contagio de alegría o pesimismo.
7) Crear estados anímicos de miedo y terror.
8) Crear confusión entre los adversarios.
42
2.2.8.1 Teoría hipodérmica (Conductista)
La Teoría de la bala mágica, teoría de la aguja hipodérmica o teoría de la
transmisión en cadena considera que los mensajes de los medios son reci-
bidos de manera uniforme por todo miembro del público y que las reaccio-
nes inmediatas y directas son disparadas por estos estímulos. (DE FLEUR
Y BALL-ROKEACH; 1993:214)
Presupone que la propaganda es todopoderosa y que logra condicionar las
conductas del público. En otras palabras, el público es víctima de la propa-
ganda que se introduce en las mentes de las personas.
Esta teoría respondía en mucho a las tendencias conductistas de la época
y al papel que jugó la propaganda durante la I Guerra Mundial, la que sirvió
para movilizar sentimientos y lealtades, inducir en los ciudadanos un odio y
un miedo al enemigo, mantener su moral a pesar de las privaciones y cap-
turar sus energías en una contribución efectiva con su nación. (Ibíd.; 213)
Sin embargo, De Fleur aclara que: No hay duda que la propaganda durante
la primera guerra mundial fue efectiva. Sin embargo, esto no supone que
una sola teoría pueda explicar esos efectos. (Ibíd.; 214)
43
La credibilidad del comunicador es fundamental para que el mensaje sea
efectivo.
44
En todo caso, la propaganda es un hecho comunicativo, tan antiguo como
la historia de la humanidad, que seguirá existiendo, querámoslo o no. Inclu-
so la propia Declaración de los Derechos Humanos establece “la libertad
de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto
en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la
observancia”. Asimismo el Artículo 19 de la misma Declaración reconoce “el
derecho de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundir-
las, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Con ello,
de cierta manera, se reconoce que la propaganda es un derecho humano.
Por lo tanto, lo anteriormente dicho no desmerita de ningún modo la labor
de propaganda revolucionaria realizada por las organizaciones miembros
de la URNG en el pasado y que deberán seguir desarrollando fuerzas polí-
ticas que buscan cambiar la sociedad.
Negar la necesidad de la propaganda por parte de los movimientos y orga-
nizaciones sociales, políticas, culturales, religiosas, etc. sería ingenuo. Por
el contrario, una fuerza que pretende llevar a cabo grandes transformacio-
nes sociales requiere de propaganda y de la mejor calidad posible, si pre-
tende lograr su cometido.
Esto no deja a un lado consideraciones éticas y morales que deben estar
en la base de la propaganda. Por ejemplo, en este trabajo se sostiene que
el fin no justifica los medios y si bien se considera que la objetividad no es
posible, los comunicadores deben ser veraces.
Por otra parte, esta investigación se adhiere a las teorías de influencia
selectiva de la propaganda. Las personas desarrollan una apropiación
selectiva del mensaje difundido por los medios; no son un ente totalmente
pasivo que únicamente recibe mensajes. Por lo tanto, la efectividad de la
propaganda no puede atribuirse exclusivamente al mensaje mismo sino que
debe tomarse en consideración al receptor en el contexto y la correspon-
dencia entre el mensaje y la acción.
45
46
3. Marco Referencial
47
miento y cauce que tomó la lucha guerrillera en Guatemala. Era el tiempo
de la “Guerra Fría” a nivel internacional, es decir, de una confrontación total
sin llegar al enfrentamiento armado directo entre el campo capitalista, en-
cabezado por los Estados Unidos y el campo socialista, con la Unión Sovié-
tica como su mayor representante. Eran tiempos en que crecían los movi-
mientos de revolucionarios y de liberación nacional en Asia, África y Améri-
ca Latina. Particularmente, hay que destacar el triunfo de la Revolución
Cubana el 1º de enero de 1959, un hecho inédito que cuestionó esquemas
y el proceso de liberación del pueblo vietnamita a través de una Guerra del
Pueblo que inflingió una derrota histórica a los Estados Unidos.
48
Ser fuerza de oposición significaba poner en riesgo la vida. Aún expresio-
nes de carácter reformista como el social cristianismo se consideraba peli-
groso para el statu quo y en consecuencia eran perseguidas. Señala Cayzac
que la lucha guerrillera surgió debido a la intransigencia de la oligarquía y
del ejército frente a toda proposición de reforma (2001: 61)
En esas condiciones, las fuerzas opositoras (democráticas, progresistas y
revolucionarias) buscaran formas alternativas de mantener y desarrollar su
organización, expresarse e incidir en la vida nacional. No había otra opción
que crear medios propios, no tradicionales, para manifestarse públicamen-
te y utilizar formas novedosas de comunicación. Lo anterior, obligaba a de-
sarrollar la creatividad para superar los obstáculos en la difusión de su
mensaje. Es decir, se imponía la necesidad de utilizar medios de comunica-
ción alternos clandestinos o, en su defecto, desarrollar formas menos fron-
tales y por lo tanto, tolerables por el régimen.
49
Este grupo, en su proceso, se fue identificando con la población más pobre.
Entró en contacto y recibió apoyo del Partido Guatemalteco del Trabajo–
PGT -, fundado en 1948 y que fuera el único partido político de los que
respaldaba al gobierno de Arbenz que sobrevivió en la clandestinidad a la
contrarrevolución de 1954.
En un contexto de agitación social, a finales de 1962, se crearon las Fuer-
zas Armadas Rebeldes – FAR – con la participación del MR-13, el PGT y su
organización juvenil, la Juventud Patriótica del Trabajo – JPT -, a través del
llamado Destacamento “20 de Octubre” y un grupo estudiantil llamado “Mo-
vimiento 12 de Abril”. (Ibíd.: 89)
La guerra se desarrolló con altibajos, con victorias y reveses para las fuer-
zas democráticas, populares y revolucionarias. (HURTADO; 1998)
La guerrilla estableció lo principal de su escenario de operaciones en la
Sierra de las Minas e Izabal, en el Oriente de Guatemala. Logró captar la
simpatía de amplios sectores campesinos, que se constituyeron en su base
social. Según Eduardo Galeano, ningún movimiento armado en América
Latina, con la posible excepción de Colombia, logró alcanzar un apoyo ma-
sivo en tan poco tiempo (de 1963 a 1966). (JONAS y TOBIS; 1974: 183) Sin
embargo, la guerrilla de los años de 1960, más que una amenaza militar
real, era sobre todo una amenaza política.
En respuesta, el ejército guatemalteco, a partir del golpe de estado de 1963
del General Peralta Azurdia y contando con el apoyo del gobierno de los
Estados Unidos, llevó a cabo una estrategia contrainsurgente para comba-
tir a la guerrilla, que combinó una maniobra política de supuesta apertura
democrática (que permitió elecciones y la llegada de un civil, Julio César
Méndez Montenegro, al gobierno) y campañas militares para terminar con
las fuerzas guerrilleras.
Para finales de la década de 1960, la guerrilla había sufrido una derrota
estratégica. Las campañas contrainsurgentes del ejército lograron desarti-
cular su base social, sus fuerzas habían sido menguadas, se encontraban
dispersas, sin iniciativa y con vacíos de conducción. (JONAS; 1994)
50
A comienzos de la década de 1970, luego de la derrota parcial sufrida en la
década anterior, las fuerzas insurgentes se recompusieron y se inició un
nuevo ciclo de auge y retroceso en la lucha insurgente. Surgieron nuevas
organizaciones revolucionarias, como el Ejército Guerrillero de los Pobres -
EGP – y la Organización del Pueblo en Armas – ORPA -. Por su parte, las
Fuerzas Armadas Rebeldes – FAR – entre 1975 y 1979, reconstruyeron su
frente guerrillero en el Petén. En el caso del Partido Guatemalteco del Tra-
bajo – PGT -, la organización revolucionaria más antigua de las que inte-
graron la URNG, se debatía en discusiones y disputas internas, en parte
motivadas por la definición de su papel en la lucha armada revolucionaria.
(Ibíd.)
Coincidió además con un resurgimiento de la lucha de las masas en esos
años, que cobró fuerza a partir de 1973 con una huelga magisterial a nivel
nacional, la huelga de los trabajadores de Coca Cola, la formación del Co-
mité Nacional de Unidad Sindical – CNUS - y llegó a efectuar amplias
movilizaciones, como la Marcha de los Mineros de Ixtahuacán y los trabaja-
dores de Pantaleón en noviembre de 1977, las Jornadas de Lucha contra el
aumento al pasaje del transporte urbano en octubre de 1978, y la huelga
de los cortadores de caña y algodón en febrero y marzo de 1980. (Ibíd.)
A partir de 1979, la lucha guerrillera comenzó a generalizarse en todo el
país. Además de la extensión de las acciones guerrilleras del EGP a dife-
rentes áreas, se sumó el surgimiento público de ORPA (el 28 de septiembre
de 1979, con la toma de la Finca Mujuliá), el reinicio del accionar militar de
las FAR y la decisión de un núcleo del PGT de incorporarse a la lucha
armada.
Es en ese contexto, estimulados por un auge en la lucha de las masas, la
amplia incorporación a la lucha revolucionaria de comunidades rurales en-
teras y la imagen falsa de crecimiento militar de las fuerzas guerrilleras;
influidos también por el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua (el
19 de julio de ese año) y el auge revolucionario en El Salvador; el movi-
miento popular y las organizaciones revolucionarias adoptaron el 1º de Mayo
de 1980 la consigna de “Derrocar al Gobierno de Lucas e instaurar un
gobierno revolucionario, popular y democrático.” (HURTADO; 1998)
51
Este planteamiento venía a modificar en parte la concepción tradicional que
se tenía de la guerra popular como un proceso prolongado que permitiría la
toma del poder por parte de los revolucionarios y abriría las puertas a la
construcción del socialismo. En su lugar, se planteaba una toma del poder
en el corto plazo mediante una insurrección generalizada y se proclamaba
una plataforma política más amplia, que buscaba unir a los diferentes sec-
tores, inclusive algunos de la burguesía, para transitar por un gobierno
democrático. (PORRAS; 2002)
En su proclama, dada a conocer en febrero de 1982, URNG definió 5 pun-
tos básicos para el programa de gobierno, entre los que se planteaba:
La Revolución garantizará la creación de una nueva sociedad, en la que
todos los sectores patrióticos, populares y democráticos estarán represen-
tados en el gobierno... Todos los ciudadanos que con su trabajo, habilida-
des o capital desean y pueden ayudar a Guatemala a superar la pobreza,
el sub desarrollo y la dependencia, tendrán un lugar en la nueva sociedad.
Los empresarios patriotas que desean contribuir a alcanzar este gran obje-
tivo tendrán todos los derechos, sin condiciones, excepto la de respetar los
intereses de los trabajadores. (URNG; 1982)
Cabe señalar que no hubo una comprensión homogénea de este plantea-
miento ni entre las diferentes organizaciones que integraban la URNG, ni al
interior de cada una de las organizaciones, en sus diferentes niveles. Por lo
tanto, no era posible una explicación homogénea del mismo, ni al interior de
las propias organizaciones, ni hacia la población. (CORRAL; 2005)
Los poderes tradicionales se sintieron seriamente amenazados y su res-
puesta fue la profundización de la estrategia de contrainsurgencia. En el
último trimestre de 1981 emprende la fase más sangrienta de la estrategia
de contrainsurgencia en la década (PAYERAS; 1991: 23), que aplicó la po-
lítica de masacres y tierra arrasada a niveles sin precedentes en la historia
reciente de América Latina, acompañada de la formación por la fuerza de
las llamadas patrullas civiles (PAC) y las “aldeas modelo”, con el objetivo de
desarticular los frentes guerrilleros. El objetivo era “quitar el agua al pez”,
es decir, aislar a las fuerzas guerrilleras de su base de apoyo.
52
Héctor Rosada refiere que: es interesante lo que dice el General Alejandro
Gramajo quien afirma que ellos (los militares) lograron ganar la guerra a la
guerrilla aplicando la teoría del espejo, es decir, haciendo lo mismo que la
guerrilla hacía. Se replicó las tácticas de la guerrilla. Por ejemplo, la guerri-
lla constituía CCL – Comités Clandestinos Locales – y el ejército desarrolló
las Coordinadoras Interinstitucionales; la guerrilla implementó las FIL – Fuer-
zas Irregulares Locales – y el ejército implementó las PAC. El ejército fue
capaz de leer la realidad local como lo hacía la guerrilla. Y esto provocó
gran confusión entre la población local porque no veía gran diferencia entre
la estrategia de la guerrilla y la estrategia del ejército; eran en mucho simi-
lares. Esto descontrolaba también al mando de la guerrilla. (2005)
Por su parte, Megan Thomas expone que: Primero golpearon y desarticula-
ron al movimiento social urbano y de la costa, lo más visible y vociferante.
Cuando éste estuvo acallado y bajo control –mediante la represión y el
terror- iniciaron las ofensivas contra las organizaciones revolucionarias,
descabezando sus comunicaciones e incomunicando a los frentes, etc. Por
último, atacaron los frentes guerrilleros rurales y convirtieron a las bases de
apoyo civiles en blancos militares, especialmente en el caso del EGP. (2005)
Recapitulando, al terminar 1980, las organizaciones populares ya habían
sido prácticamente desarticuladas. A mediados de 1981, el ejército logró
dar golpes sobre las estructuras de las organizaciones revolucionarias en
la ciudad capital, privando de su retaguardia a los frentes guerrilleros rura-
les. Luego, la ofensiva contrainsurgente se extendió hacia el altiplano, afec-
tando de manera profunda a la población civil y forzándola a integrar las
patrullas civiles.
Para finales de 1982, las fuerzas guerrilleras habían perdido la iniciativa
militar.
Se produjo entonces una nueva derrota estratégica parcial del movimiento
guerrillero, del cual, en algunos aspectos, no se pudo recuperar jamás.
Acota Thomas: aunque esto de la llamada “derrota estratégica” sigue sien-
do polémico, si se ve desapasionadamente, efectivamente hubo una derro-
ta de la estrategia militar propuesta que ya no pudo continuarse como se
tenía definida. (2005) La guerrilla perdió contacto con amplias bases de
53
apoyo. Se vio obligada a replegarse en el terreno y pasar a una fase defen-
siva, en la que lo más importante era conservar sus fuerzas para eventual-
mente seguir avanzando.
No es el objetivo de este trabajo profundizar en los errores en la conducción
del proceso cometidos por el movimiento insurgente que facilitaron este
segundo revés estratégico. Pero siguiendo la tradición de análisis de estas
organizaciones, las causas fundamentales deben buscarse en las contra-
dicciones internas que entraña todo proceso y en este caso, en las debili-
dades del propio movimiento revolucionario que no le permitieron contar
con el desarrollo militar ni político suficientemente estructurado y sólido para
asumir el planteamiento de toma del poder por la vía militar a corto plazo y
hacer frente a la respuesta represiva de sus oponentes.
Como se ha dicho arriba, en medio de esta situación difícil, en 1982 se
proclamó la alianza estratégica de las 4 organizaciones revolucionarias –
EGP, FAR, ORPA Y PGT- que conformaron la Unidad Revolucionaria Nacio-
nal Guatemalteca – URNG -, lo que dio un aliento a la lucha. Pero, por la
misma situación en que se encontraba cada una de sus organizaciones
miembro en esos momentos, fue poco lo que se logró avanzar en cuanto a
la unidad real.
54
Perspectiva del Movimiento Revolucionario Guatemalteco”, más conocido
como “el Documento de Marzo”, escrito precisamente en ese mes del año
de 1967 por Ricardo Ramírez (Comandante Rolando Morán) en colabora-
ción con Aura Marina Arriola, en el que se hacía una revisión crítica de la
experiencia guerrillera hasta ese momento. (JONAS y TOBIS; 1974 y
RAMIREZ; 2002)
Entre los planteamientos novedosos para los revolucionarios guatemaltecos
expresados en dicho documento están:
- La concepción estratégica de la lucha, que posteriormente, en su de-
sarrollo se definió como estrategia de “Guerra Popular Revoluciona-
ria”, con tres escenarios principales: la montaña (áreas rurales de
economía precapitalista y geografía abrupta, fundamental y densa-
mente pobladas por comunidades mayas), el llano (áreas de la costa,
de economía capitalista de exportación, pobladas por campesinado
asalariado y asiento de los centros económicos de la oligarquía terra-
teniente) y la ciudad (principal centro económico administrativo y ner-
vioso del sistema, residencia social policlasista, pero fundamental asien-
to del trabajador asalariado). (RAMÍREZ; 2002: 476 - 477)
- La caracterización de la organización como político – militar, rompien-
do con la separación que antes se hacía de organización política y su
instrumento militar. ... no constituía exclusivamente una columna gue-
rrillera revolucionaria, ni un partido político, sino una categoría que
integraba los dos aspectos. (Ibíd.: 265)
- El valor que se le da a la cuestión étnica, como factor fundamental
para la lucha revolucionaria.
Adicionalmente, se plantea que la implantación guerrillera debe iniciarse en
territorios con débil presencia del enemigo (es decir, del estado de las cla-
ses dominantes). (PAYERAS; 1991:13 – 14)
Este agrupamiento se identificó inicialmente con el nombre de Nueva Orga-
nización Revolucionaria de Combate – NORC -. Asumió como definición
ideológica el marxismo – leninismo, pero tomaba distancia de concepciones
y prácticas de los partidos comunistas tradicionales, influidos por el Partido
Comunista de la Unión Soviética.
55
Dice Brett (2004: 19 – 20): La estrategia militar del EGP surgió dentro de un
marco conceptual organizativo distinto al del movimiento revolucionario de
los años anteriores. En particular, rompió fundamentalmente con el foquismo
cuyo fracaso como estrategia militar se evidenció por la experiencia guerri-
llera de los años sesenta. Como sabemos, el EGP nació cuestionando y
desarrollando los conceptos de análisis clasista que había formado las ba-
ses intelectuales y políticas de las organizaciones guerrilleras las Fuerzas
Armadas Rebeldes (FAR) y el Partido Guatemalteco de Trabajadores (PGT).
El EGP observó que tales grupos habían aislado a la población indígena de
sus proyectos políticos de guerra, estilo Marxista. En cambio, el EGP propu-
so que la inclusión y la participación de la población indígena era un eje
fundamental de la lucha popular en Guatemala.
A un inicio, el EGP estableció como contenido de su lucha la conquista del
socialismo, sin etapas de transición (EGP: 1994: 3). Equivocadamente, se
contraponía la revolución democrática a la revolución socialista.
El 19 de enero de 1972, inició su implantación en el país, con la penetración
de su primer núcleo guerrillero a las selvas del Ixcán.
En marzo de 1974 se celebró la Primera Conferencia Guerrillera del EGP
en la Sierra de Chamá, en la que se formalizó la fundación de la Organiza-
ción que tomó el nombre de Ejército Guerrillero de los Pobres – EGP -... Se
definió su línea, su ideología y su estructura orgánica, configurando así la
naturaleza de la nueva Organización. (Ibíd.: 3)
El 7 de junio de 1975, con el ajusticiamiento de Luis Arenas Barrera, cono-
cido como el “Tigre de Ixcán”. surgió a luz pública el EGP-.
En el período de mayor auge organizativo, el EGP llegó a contar con 7
frentes guerrilleros y abarcó casi un 80% del territorio nacional. Fuentes del
Ejército estiman que esta organización llegó a contar en 1981 con aproxi-
madamente 250,000 personas incorporadas en los frentes guerrilleros, ya
fuera como combatientes armados o como integrantes de las bases de apoyo.
(ODHAG; 1998: 198)
Sin embargo, a partir de 1981 sufrió los efectos de las operaciones
contrainsurgentes del ejército y, al igual que las demás organizaciones re-
56
volucionarias de la época, se vio obligada a replegarse en el terreno y
pasar a una fase defensiva.
Es en este período (de mediados del 1980 a finales del 1983) que se rom-
pió el funcionamiento centralizado del EGP y sus distintas partes actuaron
de forma bastante autónoma y desordenada.
Posterior a ello, el EGP lanzó una campaña interna que llamó de “Rectifica-
ción, Recuperación y Avance” la cual se prolongó durante varios años y le
permitió reconstruirse. (RAMIREZ; 2002)
El EGP llegó al final de la guerra como parte integrante de la URNG. En
marzo de 1997, ya firmada la paz, realizó su Tercera y última Conferencia,
en la que adoptaron la decisión de disolverse para formar parte del partido
URNG que se constituiría luego de la desmovilización de sus fuerzas políti-
co-militares. (Ibíd.)
57
En su estrategia, entendía que no era posible ningún cambio social sin
participación de las masas. Por lo tanto, uno de los énfasis de su trabajo fue
la organización y movilización de las masas. (EGP; 1978)
Desde sus orígenes, tuvo una sensibilidad particular a la cuestión étnica en
Guatemala, llegando a definir que la Revolución tenía dos objetivos princi-
pales: un objetivo clasista – terminar con la explotación de los trabajadores,
y un objetivo étnico-nacional: terminar con la opresión de los pueblos
indígenas.(EGP; 1981)
El EGP, como está dicho, tenía una definición clasista: era una organización
de “los pobres”. Esto la llevó a desarrollarse fundamentalmente dentro del
campesinado pobre, los obreros urbanos y rurales, la pequeña burguesía
radicalizada y otros sectores sociales pobres. En consecuencia, la compo-
sición social del EGP era fundamentalmente campesina e indígena, lo que
le imprimió ciertas características que la diferenciaban de las otras organi-
zaciones revolucionarias de la época.
Entre otras cosas, por considerar al campesinado como la fuerza principal
de la revolución guatemalteca, se dijo que era una organización
“campesinista”. Asimismo, la imagen del Ché tuvo una influencia muy fuerte
en el pensamiento y práctica de esta organización. Por tal motivo, se le ha
considerado también una organización “guevarista”.
58
(En ese período el diálogo y la negociación estaban fuera de la perspectiva
revolucionaria ya que la perspectiva trazada era la de una victoria militar
sobre el ejército gubernamental.)
El EGP formuló una orientación estratégica para su trabajo con la población
la que denominó Línea de Masas, la que concebían como: el instrumento
que nos orienta (a los miembros del EGP) para trabajar entre ellas, para
aprovechar su dinámica, para penetrarlas e influir en ellas con nuestros
principios ideológicos y nuestros lineamientos; para incidir e impulsar su
organización; y para motivar su actividad, acción y lucha en función de la
Guerra Popular Revolucionaria y de la Revolución. (Ibíd.: 1)
De los tres componentes de la estrategia de “Guerra Popular Revoluciona-
ria” se consideraba el factor militar como el decisivo pues era el que, en lo
fundamental, definía la naturaleza del proceso como una guerra y por lo
tanto, era el que marcaba las diferentes fases de éste. Era lo militar lo que
definiría la derrota del ejército gubernamental y la toma del poder por parte
de las fuerzas insurgentes. Los otros dos componentes giraban en buena
medida en torno al aspecto militar, en una dialéctica en que todos los com-
ponentes eran interdependientes y se complementaban.
En su línea militar, el EGP (1978) planteó que la Guerra Popular se desa-
rrollaría en 3 fases:
a) Fase de implantación que tiene el sentido de construir las bases ini-
ciales, políticas, sociales y logísticas para el desarrollo de la guerra.
b) Fase de generalización de la guerra de guerrillas, en la que se busca
extender la presencia y las acciones de la guerrilla a todo el país.
c) Fase de disputa de masas, terreno y poder, en la que se pretende ir
destruyendo el poder que favorece a las clases dominantes, e ir esta-
bleciendo en su lugar formas de poder popular.
Según la experiencia concreta, la primera fase se subdividió en:
- una fase de implantación clandestina (que duró de 1972 a 1974, aproxi-
madamente) y
59
- una fase de implantación púbica, que en su momento se llamó la Nue-
va Fase (a partir de 1975) y planteó como tácticas fundamentales: la
autodefensa, la propaganda armada y el combate directo limitado con-
tra el ejército. (PAYERAS; 1991: 15 – 16)
En la práctica, la respuesta contrainsurgente rebasó las previsiones de la
dirigencia revolucionaria, que no estaba preparada para hacer frente a los
embates del ejército. Las fuerzas guerrilleras no pudieron detener las ofen-
sivas de la tropa gubernamental, dirigidas a destruir la base social de la
guerrilla. La guerrilla pasó a una situación defensiva y debió replegarse
para preservar sus fuerzas, dejando a amplios sectores de la población a
merced del ejército. El movimiento revolucionario en su conjunto, sufrió un
nuevo revés estratégico.
60
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
61
62
1. Objetivos
2. Preguntas de Investigación
¿Cuál era la estrategia del EGP y dentro de ésta, qué papel tenía la propa-
ganda?
¿Cómo se desarrollaba la propaganda del EGP: sus contenidos (mensa-
jes), medios utilizados (canales y códigos) y su proceso - planificación, ela-
boración y difusión -?
¿Qué aprendizajes se pueden concluir de la experiencia comunicativa estu-
diada?
3. Variables
Para esta investigación, se consideran como variables fundamentales las
siguientes:
9 Estrategia de comunicación
63
9 Mensajes
9 Medios y códigos
Por lo tanto, será en éstos que concentraremos nuestra atención.
El concepto de estrategia tiene un origen militar. La Real Academia de la
Lengua Española – RAE - la define como el Arte de dirigir las operaciones
militares. Es decir, se trata de diseñar, a partir del conocimiento que se tiene
de las fuerzas propias y del oponente, el uso de las propias para vencer al
contrincante. Este concepto se ha generalizado a otros campos de la vida y
por eso una segunda definición dice que estrategia es: Arte, traza para
dirigir un asunto. (Ibíd..) Para el caso que nos ocupa significa cómo desa-
rrollar cierto tipo de comunicación para lograr captar simpatía y adhesión
para una causa.
Desde el punto de vista operativo, a través de las consultas bibliográficas y
entrevistas se buscó determinar cómo concebía la organización en cues-
tión la propaganda, cuáles eran sus objetivos, cómo la organizaba y ejecu-
taba, buscando establecer la coherencia entre fines y medios.
Dice la RAE que mensaje es: recado que envía alguien a otra persona.
(2003) El mensaje en un sentido más general es lo que se comunica. El
mismo tiene dos aspectos: denotación, que es su significado más directo y
su connotación, que es que da a entender.
En relación a medio, la primera definición que encontramos de es: que está
entre dos extremos, en el centro de algo o entre dos cosas. (Ibíd.) Los
medios, refiriéndonos a la comunicación, son los aspectos materiales que
median entre el emisor y el receptor, a través de los cuales se comunica el
mensaje. Se utiliza como sinónimo canal.
A su vez, la comunicación se desarrolla a través de códigos compartidos
entre los interlocutores para que pueda haber efectiva comunicación. Dice
FISKE: Toda comunicación involucra signos y códigos. Los signos son ac-
tos o artefactos que se refieren a algo diferente de ellos mismos, es decir,
son conceptos significativos. Los códigos son los sistemas de organización
de los signos que determinan cómo éstos pueden estar inter-relacionados.
64
Estos signos o códigos son transmitidos, o puestos a disposición de otros; y
transmitir o recibir signos, códigos o comunicación es la práctica de las
relaciones sociales.
Operativamente se analizó el discurso de algunos textos, entendiendo que
los mismos podían ser verbales o no verbales y a través de diferentes me-
dios, utilizando para ello una adaptación del enfoque de Análisis Crítico del
Discurso. (Ver Marco Metodológico.)
Al analizar los mensajes, necesariamente se debe abordar los diferentes
medios utilizados y sus códigos, en determinado contexto. Todo contexto es
histórico y cultural. Es decir que estas variables deben estar presentes al
referirnos a las otras: estrategia y mensajes.
4. Alcances y límites
La presente investigación se enfoca en el estudio, al menos parcial, de la
acción comunicativa de los rebeldes guatemaltecos organizados en el Ejér-
cito Guerrillero de los Pobres – EGP - entre junio de 1975 y mayo de 1980,
durante un período de efervescencia revolucionaria que hizo pensar que
era posible un triunfo revolucionario a corto plazo y de profundización de la
acción contrainsurgente del ejército (HURTADO; 1998: 19).
Se escogió estudiar principalmente el período que comprende del 7 de ju-
nio de 1975, fecha en que se dio a conocer públicamente la existencia de la
entonces nueva organización guerrillera, al 1 de mayo de 1980, que el mo-
vimiento social bajo el influjo del Movimiento Revolucionario hizo un llamado
“A derrocar al gobierno de Lucas e instaurar un Gobierno Revolucionario,
Popular y Democrático”, con lo que se pasó de hecho a un nivel de confron-
tación mayor. Sin embargo, se hace referencia a hechos posteriores que
marcan un declive en el proceso insurgente.
La investigación pretende dar una panorámica general de lo que era la
propaganda revolucionaria a través de diferentes medios y en distintas par-
tes del país, y profundizar en el análisis de algunas experiencias específi-
cas.
65
Un elemento clave es entender la estrategia de comunicación – los grandes
objetivos que quieren alcanzar y la forma para lograrlo - , lo cual determina-
rá los mensajes y los medios específicos de desarrollarlos.
Entre las dificultades para este trabajo están: que han pasado ya 25 años o
más desde que se hizo la propaganda objeto de investigación, por lo que es
muy difícil evaluar los resultados de la misma. Más aún, muchos ya no se
acuerdan de esa propaganda y en el caso de personas menores de 30
años ni siquiera la conocieron. Asimismo, muchos de sus actores principa-
les ya no están vivos; murieron en el enfrentamiento y por la acción del
ejército y policías. Además debe tomarse en cuenta que un método propio
de las organizaciones revolucionarias era la llamada “compartimentación”,
es decir, que cada quien conocía únicamente aquello que le atañía de ma-
nera más directa, por lo que muy pocas personas tenían la visión de con-
junto. Lo anterior implicó retomar distintos aspectos a través de diferentes
fuentes para ir armando el rompecabezas. Hay que agregar que tampoco
existen archivos completos de la propaganda de la época, lo que tampoco
era posible por los niveles de represión que prevalecían en la época que se
estudió; de manera que lo que se ha conservado es parcial. También, un
estudio exhaustivo requeriría de un equipo más amplio de investigadores y
de mayor tiempo para su realización.
Pese a estas limitaciones, se considera valioso revisar una experiencia que
puede ser referente en la búsqueda de formas de comunicación efectivas
por parte de los sectores y organizaciones que aspiran a realizar cambios
sociales.
66
5. Aporte
Como se señalara en los antecedentes, no se conoce estudios específicos
de la propaganda revolucionaria de los insurgentes guatemaltecos. De
manera que el sólo hecho de recoger esta información y presentarla de una
manera ordenada y sistemática significa ya un aporte para que en el futuro
otros estudiosos que se interesen en el tema puedan contar con una base
mínima para su trabajo. Es decir, que se pretende sentar un punto de par-
tida para futuras investigaciones. Se espera que el tema pueda ser retomado
por quien escribe u otros, para ser más exhaustivos y profundos en su
estudio.
Esta investigación busca aportar sobre todo a la comprensión de la propa-
ganda revolucionaria pasada y la discusión de cómo debe ser la comunica-
ción con fines de transformación social. Por lo tanto, se espera que sea útil
para comunicadores que tienen interés particular en la comunicación alter-
nativa y la comunicación para el desarrollo.
Al pretender extraer lecciones de esa experiencia, tiene también una utili-
dad práctica no sólo para profesionales de la comunicación social, sino
también para aquellas personas y movimientos que están comprometidas
con cambios en la sociedad.
En un sentido más amplio, puede tener utilidad para historiadores, sociólo-
gos, politólogos y otros científicos sociales, así como en alguna medida
para psicólogos, particularmente psicólogos sociales que buscan entender
la psicología de masas.
67
68
III. MARCO METODOLÓGICO
1. Tipo de Investigación
La presente es fundamentalmente una investigación descriptiva en la que
se busca recuperar, al menos parcialmente, una experiencia de propagan-
da política de carácter revolucionario.
Dado los objetivos de la investigación, la misma tiene fundamentalmente un
enfoque cualitativo-inductivo. Es decir, el interés es describir el fenómeno
de la propaganda revolucionaria, para comprenderlo en determinado con-
texto histórico y social, y no tanto hacer un estudio cuantitativo que implique
realizar mediciones y análisis estadístico.
Pretende dar una interpretación holística, desde diferentes perspectivas y
con una metodología ecléctica, que se adecue a la realidad vivida. Es
decir, que en su alcance, pretende ser una investigación explicativa.
El diseño no es experimental. No se pretendía reproducir en ciertas condi-
ciones, determinadas variables para corroborar la validez de una hipótesis.
Más aún, no se tenían hipótesis propiamente dichas que se quisieran com-
probar, aunque si se contaba con algunas conjeturas que se fueron corro-
borando o descartando a medida que se avanzó con la investigación, las
cuales se recogen en la discusión y conclusiones.
En cierta manera, se trata de una investigación longitudinal en el sentido
que estudia la propaganda a lo largo de un ciclo del proceso – de reinicio y
auge del movimiento revolucionario (1975 a 1980) - aunque no abarca el
desarrollo del conflicto armado interno en su totalidad (1960 – 1996).
69
Un enfoque que se adopta en esta investigación es una adaptación del
Análisis Crítico del Discurso – ACD - , que parece es el que más se adecua
a los objetivos de la misma. A continuación hacemos una síntesis de los
que es el Análisis Crítico del Discurso:
Se parte de que: La comunicación es susceptible de ser estudiada, pero
necesitamos varios enfoques disciplinarios para poder hacerlo en toda su
amplitud. (FISKE; 1984: ix)
Una propuesta que sigue este enfoque interdisciplinario para el análisis de
la comunicación es el llamado análisis crítico del discurso (ACD), el que
ha sido sistematizado por Van Dijk, quien nos dice:
El “análisis crítico del discurso” (ACD) se ha ido convirtiendo en la denomi-
nación genérica que se aplica a un planteamiento especial dedicado a es-
tudiar los textos y el habla y que emerge de la crítica lingüística, la crítica
semiótica y, en general, del modo sociopolítico consciente y oposicionista
en que se investigan el lenguaje, el discurso y la comunicación. (1997: 15)
Analizar un discurso supone leerlo con atención, con la intención de distan-
ciarse de sus palabras. El distanciamiento y la atención permiten seguir su
razonamiento y considerar mejor cuál es la coherencia de sus sentidos, sus
generalizaciones o sus inferencias. Analizar, es decir, leer comporta sope-
sar términos, comparar textos de una misma campaña informativa o
publicística, relacionar formatos y reparar en las pautas de los géneros.
También significa “descubrir mentiras, confusiones y generalizaciones exa-
geradas, detectar malos usos de la lógica y del sentido común”, como sen-
tencia el teórico de la comunicación Neil Postman (1985).
VAN DIJK continúa diciendo que: El análisis crítico del discurso es
interdisciplinar, pues reúne aportaciones de diversas ciencias. Y también
tiene un carácter aplicado, es decir, que considera no ya la comunicación
en abstracto sino problemas sociales. Por ejemplo, considera cómo se
presenta desde la política los roles públicos del político o cómo se defiende
y legitima desde la prensa un proyecto ideológico. También puede tratar
sobre cuestiones interculturales y de los valores de grupos étnicos o de
género, en especial cuando se proyecta en los medios de comunicación
una imagen alienante y discriminatoria de éstos como otros, una imagen
estereotipada y empobrecedora.
70
El ACD se caracteriza normalmente por la utilización de los siguientes crite-
rios:
- Se dirige más hacia los problemas o los temas que hacia los
paradigmas.
- Se trata de un planteamiento, posicionamiento o postura explícita-
mente crítico para estudiar el texto y el habla.
- Suele ser inter o multidisciplinario y se fija particularmente en la rela-
ción existente entre discurso y sociedad (con la inclusión de conoci-
miento social, política y cultura).
- Puede fijarse en todos los niveles y dimensiones del discurso, es de-
cir, gramaticales (fonología, sintaxis, semántica), estilo, retórica, or-
ganización esquemática, actos de habla, estrategias pragmáticas y
de interacción, entre otros.
- No se limita a planteamientos de discurso puramente “verbales”, sino
también se fijan en otras dimensiones semióticas (imágenes, pelícu-
las, sonido, música, gestos, etc.) de los sucesos comunicativos.
- Cuando se estudia el rol del discurso en la sociedad, el ACD se centra
particularmente en las relaciones (de grupo) de poder, dominación y
desigualdad, así como en la manera en que los integrantes de un
grupo social los reproducen o les oponen resistencia a través del
texto y del habla.
- La labor del ACD se dirige, en gran parte, a las estructuras y estrate-
gias de dominio y resistencia, tanto las desarrolladas en el discurso
como las legitimadas y que se hallan en las relaciones sociales de
clase, de género, étnicas, raciales, de orientación sexual, lengua, re-
ligión, edad, nacionalidad o de nacionalismos.
- Una gran parte de la labor del ACD se dirige a subrayar las ideologías
que desempeñan un papel en la reproducción de o la resistencia a la
dominación o desigualdad.
71
- En los objetivos descriptivos, explicativos y prácticos de los estudios
del ACD radica un esfuerzo para descubrir, revelar o divulgar aquello
que es implícito, que está escondido o que por algún motivo no es
inmediatamente obvio en las relaciones de dominación discursiva o
de sus ideologías subyacentes.
El ACD se caracteriza esencialmente por ser un estudio oposicional de las
estructuras y las estrategias del discurso de élite y de sus condiciones y
consecuencias cognitivas y sociales, en el que se incluye el discurso de
resistencia a dicha dominación. Va más allá de criterios metodológicos tra-
dicionales de adecuación observacional descriptiva y explicativa. Al añadir
el criterio de adecuación crítica se presupone la existencia de unas normas
y valores sociales y se introduce una ética social o política (lo que conside-
ramos erróneo o correcto) dentro del trabajo académico como tal.
El ACD hace hincapié sobre el hecho de que la tarea académica forma
parte integrante de la vida social y política y en consecuencia las teorías,
métodos, temas y selección de datos de un estudio de discurso son siem-
pre políticos. Es decir, tiene un posicionamiento explícito. (Ibíd.: 16 – 18)
El Análisis Crítico del Discurso busca estudiar las relaciones de poder que
se expresan a través del discurso. Parte de reconocer que las élites con-
trolan o tienen un acceso más o menos preferentes a los géneros de dis-
curso social más influyentes e importantes, por medio de la que reproducen
un discurso dominante. Es por eso necesario efectuar un análisis detallado
de texto y contexto para establecer las estrategias, a veces muy sutiles, de
las formas de dominación discursiva.
El ACD se fija en las condiciones discursivas (contexto), y en los componen-
tes (texto) del discurso. Estudia el discurso y sus funciones en la sociedad
y cómo esta expresa, representa, legitima o reproduce en texto y habla
formas de desigualdad en particular. (Ibíd.: 24)
Intentar aplicar el ACD para esta investigación es, de cierta manera, un reto
pues por lo general esta metodología se ha aplicado al análisis de la comu-
nicación de los medios masivos (mass media) como instrumentos de domi-
nación y en este caso se trata del análisis desde la perspectiva de la acción
comunicativa de sectores sociales excluidos que buscan liberarse.
72
2. Procedimiento
Para ordenar la investigación, se ha ordenado las unidades de estudio, sus
indicadores y los medios a utilizar para investigarlos en una tabla que pre-
sentamos a continuación:
TABLA METODOLÓGICA
73
En el cuadro anterior se observa que para la investigación se planteó utili-
zar fundamentalmente tres herramientas:
- Revisión de literatura acerca del tema, la que sirvió fundamentalmen-
te para construir el marco teórico y el marco referencial, y para obte-
ner información del objeto de estudio.
- Análisis documental de diferentes materiales de propaganda de la
organización objeto de estudio (panfletos, volantes, afiches, publica-
ciones en prensa, etc.).
- Entrevistas en profundidad con protagonistas de la propaganda revo-
lucionaria y algunos analistas de ésta desde el bando contrario o al
menos distante de sus emisores, así como otras personas que eran
mayores de 15 años en el período que se estudia.
Para consultar documentación de la época, se recurrió fundamentalmente
a la Hemeroteca Nacional para revisar periódicos del período estudiado en
que se reproducen materiales de propaganda de esa organización y se
refleja algunos efectos de la misma en los medios de comunicación. Tam-
bién se acudió al Archivo Histórico de CIRMA, que cuenta con el mejor ar-
chivo de documentos y fotografías de las organizaciones revolucionarias
del período que se estudia; así como archivos personales de algunas de
las personas entrevistadas.
3. Sujetos
Entre las personas que fueron entrevistadas están: Alba Estela Maldonado
(Lola), actual diputada al Congreso y exmiembro de la Dirección Nacional
del EGP; Jorge Macías Frías (subcomandante Alberto) ex integrante del
Estado Mayor del EGP; Enrique Corral, presidente de la Fundación Guillermo
Toriello y responsable de la Comisión Nacional de Propaganda – CNP - del
EGP entre 1980 y 1981; Gustavo Porras Castejón, quien en algún momen-
to dirigiera a la CNP y luego participara en las negociaciones de paz como
representante gubernamental; Mario Maldonado, comunicador social, ex
miembro de las FAR y del Equipo de Propaganda Unitaria; Megan Thomas,
quien en un tiempo participó en la distribución de Noticias de Guatemala y
74
la elaboración de la revista Compañero ; Margarita Hurtado, quien partici-
para en lo que luego se convirtió en Frente Guerrillero Comandante Ernes-
to Guevara – FGCEG -; Laura Hurtado, quien enero de 1982 se integró a la
Comisión Nacional de Propaganda – CNP – del EGP y en abril del mismo
año de 1982 pasó al Equipo de Propaganda Internacional - EPI –-; así como
otros miembros sobrevivientes de la Comisión Nacional de Propaganda del
EGP.
Además se entrevistó a ex combatientes y ex organizadores del EGP, res-
ponsables de ejecutar directamente la propaganda, tales como Margot (seu-
dónimo), Alejandro (seudónimo), Jorge Blanco y Elizabeth Moreno.
Se hizo algunas entrevistas a algunas personas ajenas al EGP y que po-
drían tener una visión desde una posición contraria o al menos distante a
éste, como son: Mauricio López Bonilla, coronel retirado del Ejército y ac-
tual catedrático de la URL; Héctor Rosada Gramajo, negociador guberna-
mental durante el gobierno de Ramiro de León Carpio; y Héctor Morales,
periodista y vocero de la municipalidad de Guatemala.
Asimismo se hizo algunas entrevistas a personas mayores de 45 años (es
decir, que en el período que se estudia eran mayores de 15 años) que por
su edad pudieran recordar la propaganda del EGP en el periodo estudiado.
No se pretendió hacer un muestreo representativo, sino únicamente tener
una referencia que enriqueciera, desde otra perspectiva, la percepción que
otras personas pudieran tener de esa propaganda.
Es de hacer notar que algunos de los entrevistados prefirieron que no se
les identificara con su nombre o incluso pidieron no ser citados de manera
directa. Esto refleja, entre otras cosas, lo difícil que fue el proceso del
conflicto armado interno, la persistencia de condiciones de inseguridad que
todavía privan en Guatemala y de los efectos del terror, que aún están
arraigados.
4. Instrumentos
Durante el estudio de libros y documentos propagandísticos, se hizo fichas
bibliográficas para ir sistematizar la información que se fue recogiendo.
75
Para realizar las entrevistas se contó con cuestionarios básicos que guia-
ron su realización. A continuación, se presentan 3 cuestionarios distintos
para las diferentes fuentes, es decir, protagonistas de la propaganda revo-
lucionaria, personas externas críticas a dicha propaganda y receptores de
ésta.
76
4.2 Cuestionario base para las entrevistas en profundidad
a personas externas críticas al EGP
1. ¿Conoció la propaganda que el EGP desarrollaba en ese período?
¿Cómo la conoció?
2. ¿Cuáles cree que eran los objetivos de esa propaganda?
3. ¿Qué es lo que considera más relevante de la propaganda que ha-
cían los insurgentes? ¿Por qué?
4. ¿Recuerda los contenidos de la propaganda? ¿Cómo los valora?
5. ¿Qué le llamó la atención sobre los medios utilizados para hacer pro-
paganda por parte de la guerrilla? ¿Por qué?
6. ¿Cómo se hacía la propaganda insurgente? ¿Qué recursos técnicos
utilizaban?
7. ¿Qué resultados cree que tenía la propaganda insurgente? ¿En su
opinión, a qué se debían estos resultados?
8. ¿Considera que la propaganda subversiva tuvo algún acierto? ¿Cuá-
les y por qué?
9. ¿Qué desaciertos señalaría a la propaganda insurgente? ¿Por qué
los considera desaciertos?
10. ¿Considera que hay aspectos válidos de la propaganda de aquel
tiempo que podrían ser aplicables ahora? ¿Cuáles y por qué?
Observaciones:
77
4.3 Cuestionario base para receptores de la propaganda
1. ¿Recuerda la Propaganda del EGP? ¿Qué recuerda de ésta?
2. ¿De qué trataba la Propaganda del EGP?
3. ¿Qué era lo que más le gustaba de la Propaganda del EGP?
4. ¿Qué no le gustaba de ésta?
5. ¿Qué hacía cuando veía o recibía propaganda revolucionaria?
78
IV. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
79
Otro documento de esa organización plantea que: Nuestra propaganda (la
del EGP) abarca todas aquellas actividades que buscan dar a conocer nues-
tras ideas y orientaciones, informar, educar y movilizar. Desempeña un pa-
pel organizativo y es un instrumento fundamental en la lucha ideológica.
(ENEFOP del EGP; 1995: 1)
Para esta organización, la propaganda tenía un carácter estratégico. Su
objetivo fundamental es la persuasión. (Ibíd.: 5)
Según esta concepción, todo militante revolucionario debía ser un agitador,
propagandista, educador y organizador.
Recapitulando, la concepción estratégica del EGP sobre la propaganda la
podemos resumir en las siguientes ideas:
- La propaganda revolucionaria formaba parte de una estrategia gene-
ral y estaba íntimamente ligada a los otros aspectos de esa estrate-
gia, particularmente a la acción militar y a la labor organizativa de la
organización.
- Se le conceptualizaba como un instrumento fundamental de lucha ideo-
lógica y política contra la ideología y el poder dominante. Su propósito
fundamental era la persuasión para que la población apoyara el pro-
yecto revolucionario y el medio para lograrlo: la Guerra Popular Revo-
lucionaria.
- Era concebida asimismo como un instrumento de organización y de
formación política.
- De acuerdo a lo que planteaba la línea de masas, la propaganda
revolucionaria debía partir de los intereses y necesidades inme-
diatas de las personas a quienes se dirigía, para ampliar su visión y
su comprensión, en la pretensión de elevar su conciencia política hasta
que confluyera con el esfuerzo revolucionario. Es decir, hacer propa-
ganda implicaba tener un conocimiento profundo de la población a la
que se dirigía. Por ello, la propaganda se definía como una actividad
científicamente planificada.
80
- Todos los militantes debían llevar a cabo una función propagandísti-
ca, la que debían desarrollar en cualquier momento y lugar que se
encontraran.
En la concepción del EGP, siguiendo la tradición leninista, se hacía la dife-
rencia entre propaganda y agitación. (De hecho, como refiere A. Maldonado
– 2005 - en determinados momentos, se formaban estructuras específicas
para hacer agitación, mientras otras se encargaban de la propaganda. Por
ejemplo, para algunos actos políticos, se creaban “equipos de agitación”
responsables de lanzar consignas y animar los eventos que se realizaban.
Otros desarrollaban más la propaganda.)
La agitación se entendía como una forma específica de propaganda. Se
concebía como más sencilla en su mensaje, centrada en una idea funda-
mental y que buscaba tocar la emotividad de los receptores. Tenía el senti-
do explícito de llamar a la acción.
Dentro de la agitación, un papel central lo jugaba la consigna, es decir, una
frase que sintetizaba la táctica del momento. La consigna cumplía una fun-
ción eminentemente conminativa; llamaba a la acción. (El Diccionario de la
Real Academia Española define la consigna como: en agrupaciones políti-
cas, sindicales, etc., orden que una persona u organismo dirigente da a los
subordinados o afiliados.)
Por lo general, la consigna se utilizaba al final de una pequeña explicación
en la que se señalaba un problema y sus causas. Buscaba resumir y expre-
sar aspiraciones de la masa o de un sector específico, por lo que procuraba
captar el ánimo de la gente. Por ejemplo, una consigna fue: “EJERCITO
ASESINO, FUERA DEL QUICHÉ” que correspondía a una demanda de la
población de ese departamento por que ya no hubiera presencia y repre-
sión militar.
La propaganda en cambio, en comparación con la agitación, tenía un ca-
rácter más explicativo y más profundo. Pretendía dotar de la información y
los argumentos suficientemente desarrollados para persuadir al destinata-
rio del mensaje propagandístico. Más que tocar los sentimientos y la emoti-
vidad del perceptor, buscaba la argumentación. Según esta concepción, la
propaganda entendida así tenía una función formativa.
81
Haciendo referencia a la forma de desarrollar la propaganda en su sentido
amplio, ésta por lo general se desarrollaba en “campañas”, es decir, como
un esfuerzo concentrado durante un período de tiempo, alrededor de un
tema o alrededor de un objetivo específico. Por ejemplo, a comienzos del
año de 1980 se desarrollo una campaña de propaganda en el Frente Urba-
no de la ciudad capital en solidaridad con la población del Quiché, que
estaba ya viviendo condiciones de violencia muy fuertes.
En relación a los criterios para evaluar la propaganda, el EGP decía que: El
éxito y eficacia de nuestra propaganda no está en que nos oigan, nos lean
o en la cantidad de actividades que se realicen, sino en que nuestro mensa-
je produzca un efecto en el receptor e introduzca cambios esenciales en la
conciencia y conducta de las personas. (ENEFOP del EGP; 1995: 6)
82
2. Hacia quiénes estaba dirigida y sus objetivos
Una de las características que tenía la propaganda del EGP es que si bien
había un mensaje hacia el público en general, se diferenciaba también los
públicos objetivos, con mensajes específicos y a través de diferentes me-
dios. En cada caso, los objetivos y los mensajes eran diferentes.
En ese sentido, se puede diferenciar la propaganda del EGP según a quién
estaba dirigida en:
a) Propaganda dirigida a las “masas”
b) Propaganda internacional
c) Propaganda hacia el adversario
d) Propaganda interna – dirigida a los miembros y militantes de la orga-
nización
83
Un ejemplo de la propaganda diferenciada según los sectores a los que se
dirigían fueron: las llamadas “Cartas Fraternales” a determinado sector so-
cial.
El objetivo fundamental de esta propaganda era ganar adhesión hacia la
causa revolucionaria e incorporarles al esfuerzo de la Guerra Popular Re-
volucionaria.
b) Propaganda internacional
Según la estrategia del EGP, un componente de esa estrategia era su línea
política internacional. La misma buscaba promover alianzas y desarrollar la
solidaridad específica hacia su lucha.
Para ello, también se desarrolló propaganda específica como revistas (“Com-
pañero”, “Informador Guerrillero” y “Noticias de Guatemala”) y afiches.
d) Propaganda interna
La propaganda interna era concebida como un instrumento de educación y
formación política, que buscaba dotar de información, desarrollar la capaci-
dad de análisis e interpretación y la comprensión de las orientaciones de
las estructuras de mando hacia las estructuras subordinadas.
84
3. Descripción de algunos de los Medios y Mé-
todos de Propaganda utilizados por el EGP
La propaganda revolucionaria del EGP fue un proceso, en la que los me-
dios y métodos utilizados por el EGP se fueron desarrollando, haciéndose
más variados y complejos. Dice Megan Thomas: …se comprendió la impor-
tancia de contar con medios de difusión y se fueron creando los instrumen-
tos. Se dio una diferenciación progresiva de medios, según a quienes iban
dirigidos. Se trataba de una diferenciación no sólo de las formas sino tam-
bién de los contenidos, que estaban más enfocados según el público. La
propaganda no era sólo para hacer presencia e informar, sino que incluía
una comunicación más analítica, buscando dar a la gente los elementos
para entender el proceso (de la lucha revolucionaria) y lograr una adhesión
más consciente a éste. Y se trata de convencer por medio de dar los ele-
mentos de información y de análisis que conducirán a la gente a entender,
simpatizar y compartir.
85
¾ La charla política
Con grupos de población y en los campamentos guerrilleros se organiza-
ban pláticas, en las que se informaba del desarrollo de la guerra, se abor-
daban temas de la coyuntura y se transmitían las orientaciones de la orga-
nización (A. Maldonado). Para desarrollar estas charlas, con frecuencia se
contaba con guías. Por ejemplo, algunos de los primeros materiales de
formación política que servían como guía para desarrollar charlas con los
nuevos organizados se llamaban precisamente: Charlas de Organización
1, 2 y 3. (En los campamentos guerrilleros a este tipo de conversatorios se
les conocía también como la “charla nocturna”, por ser generalmente en
ese horario que se desarrollaban.)
¾ El mitin
El diccionario de la Real Academia Española define mitin como reunión don-
de el público escucha los discursos de algún personaje de relevancia polí-
tica y social. En el caso de los mítines de las organizaciones político milita-
res eran parte de la propaganda armada, que explicaremos más adelante.
El mitin comprendía diferentes fases, desde la escogencia de una esceno-
grafía, el rompimiento del hielo a través de canciones y / o pequeños actos
teatrales, hasta que se llega al mensaje central. La actividad era conducida
por un presentador o maestro de ceremonias. Por lo general, se concluía
con consignas y se entregaba propaganda escrita. (ENEFOP del EGP; 1985:
26 - 27)
¾ El teatro
En la guerrilla guatemalteca, hubo una experiencia teatral sumamente rica.
(El dramaturgo guatemalteco Manuel Galich se refiere a esto en un artículo
titulado “Teatro Testimonio en la Guerrilla”, publicada en un número de la
revista Conjunto publicada por Casa de las Américas, Cuba. Este artículo
introduce al guión de la adaptación teatral de “Sebastián Guzmán, principal
de principales”)
El teatro se desarrolló tanto en actividades internas de la guerrilla, en los
campamentos, como en actos de carácter político cultural que se efectuaban
con población organizada y ocasionalmente en mítines. Se le veía no sólo
86
como algo que cumplía una función recreativa, sino y especialmente como
un recurso pedagógico.
Por ejemplo, en las escuelas de formación política de la montaña, para
explicar la evolución de los diferentes modos de producción en la historia
de la humanidad, una forma de ilustrarlo era con actuaciones en las que los
educandos eran a su vez actores y público.
Algunos actos llegaron a ser “clásicos” como: “El Organizador”, “La Propie-
dad” o la adaptación teatral del relato “Sebastián Guzmán, Principal de Prin-
cipales”. Otras eran improvisaciones que se organizaban momentos antes
de su presentación.
¾ La propaganda armada
Este concepto englobaba diferente tipo de actividades. Lo que la definía
como tal era que los combatientes guerrilleros hacían presencia directa,
con sus armas, para llevar su mensaje a la población. Por la importancia
que tuvo esta forma de propaganda, la retomaremos nuevamente más ade-
lante.
a) Medios escritos
Los medios escritos fueron abundantes. Cada género tenía sus caracterís-
ticas propias, que respondían a sus funciones específicas.
¾ Periódicos y revistas
• “Guerra Popular”
El periódico oficial era el “Guerra Popular”. Aunque era irregular en cuanto
87
a la periodicidad de su publicación, vale decir que entre mayo de 1975 que
apareció el primer número y diciembre de 1977 se habían publicado 6 nú-
meros. Dejó de publicarse en 1980.
No tenía secciones definidas sino que por lo general era un artículo único,
en el que se analizaba la coyuntura nacional y se daban orientaciones para
la lucha.
Era tanto un material dirigido hacia las masas como dirigido hacia lo interno,
pues se convertía en material de estudio en las células y estructuras guerri-
lleras.
• Periódicos de Frente o de Sector
La mayoría de Frentes Guerrilleros o sectores sociales (como el sector
obrero, el sector estudiantil, el sector de pobladores, etc.) tenían su propio
periódico, que abordaban la situación de una región del país o de un sector
específico. Eran, pues, instrumentos dirigidos a un público específico, de
determinadas regiones o sectores sociales.
Ejemplo de éstos fueron: “Pueblo Armado”, del Frente Guerrillero Luis
Turcios Lima, “El Camino del Obrero” y “El Camino del Estudiante”.
• Revista “Compañero”
Compañero era la revista internacional del EGP, dirigida a sectores revolu-
cionarios, populares y democráticos en el exterior. Se publicó entre los años
de 1980 a 1982. Tenía como función informar de lo que pasaba en Guate-
mala, particularmente con relación al enfrentamiento que se vivía en el país
y promover la solidaridad con las luchas del pueblo guatemalteco.
Megan Thomas recuerda que: el objetivo de ésta era que el EGP tuviera un
órgano de expresión internacional que fuera claro política e ideológicamen-
te y aportara al debate teórico político e ideológico. No se trataba sólo de
informar y denunciar pues para eso había otras publicaciones como el “In-
formador Guerrillero” (surgido en 1982) o la propia “Noticias de Guatema-
la”. Se trataba de un instrumento político que sirviera de herramienta para
trabajar alianzas con personalidades y partidos, una alianza de clase. Es
decir que no era una publicación de masas, sino dirigida a un público más
enfocado, más politizado.
88
• “El Informador Guerrillero”
Según expresa la Presentación de su primer número (publicado el 15 de
enero de 1982):
El Informador Guerrillero es una publicación quincenal del EGP. Se propone
divulgar en el ámbito internacional el desarrollo de la Guerra Popular Revo-
lucionaria, interpretándola a la luz de nuestra línea.
Sobre este medio, reproducimos a continuación fragmentos de la informa-
ción aportada por Laura Hurtado:
(El Informador Guerrillero) se enviaba principalmente a los comités de soli-
daridad con Guatemala alrededor del mundo, así como amigos que apoya-
ban al movimiento revolucionario guatemalteco. También se hacía llegar a
medios diplomáticos, medios de comunicación social y sectores de gobier-
no de otros países (en donde se consideraba que podría encontrarse al-
gún interés y receptividad).
Debe tomarse en cuenta que el conflicto en Guatemala, era una guerra
silenciada. Los medios de comunicación no podían informar de lo que ocu-
rría en el país. Había una carencia de información, a tal punto que el ejérci-
to logró esconder durante años las masacres que había cometido. Quienes
informaban de las masacres en ese tiempo eran fundamentalmente los
medios de información del movimiento revolucionario y de la iglesia. (Un
papel muy significativo fue jugado por la llamada Iglesia Guatemalteca en el
Exilio – IGE – constituida inicialmente a partir de religiosos del Quiché, que
salieron del país después que la represión obligó a clausurar la Diócesis de
ese departamento.)
Los medios técnicos de comunicación no tenían el desarrollo que tienen
actualmente. Por ejemplo, no existía entonces el Internet. Esto limitaba aún
más las posibilidades de información.
Debemos agregar también la práctica de medidas de seguridad. La infor-
mación pública salía con las mismas medidas de seguridad que cualquier
secreto militar o político. Los partes de guerra eran hojas de papel copia
mecanografeadas, ajadas, salidas del país en embutidos (escondites). Los
testimonios grabados en cassettes igualmente trasegados en embutidos.
89
En el exterior manteníamos las mismas medidas de seguridad que mante-
níamos en Guatemala y sabíamos que interrumpir el flujo de información y
difusión de lo que ocurría era un objetivo del enemigo.
En ese sentido, era necesario tener un medio que sirviera de “caja de reso-
nancia de lo que sucedía en Guatemala y que no se sabía”. Además de
informar, tenía el propósito de estimular el apoyo internacional hacia el pro-
ceso de Guerra Popular Revolucionaria.
Se procuraba equilibrar el contenido del IG incluyendo:
- Información de la situación de la guerra en Guatemala.
- Análisis de sucesos coyunturales.
- Temas políticos más de fondo.
- Artículos de carácter internacional.
Una de las limitaciones mayores para la redacción del IG era la falta de
información. La fuente principal eran los partes de guerra que ocasional-
mente se recibían; cartas y comunicaciones de las que se rescataban frag-
mentos para publicar; grabaciones; se aprovechaba el paso de algún com-
pañero que había salido de los frentes guerrilleros (por enfermedad o por
alguna tarea específica) y que tenía información “fresca” de lo que estaba
pasando; etc.
Para contar con fotografías que ilustraran el IG, se echaba mano a fotos
tomadas de publicaciones de prensa (lo que explica la mala calidad de al-
gunas de ellas, debido a que resultaban ser una reproducción de otra re-
producción). Otras eran fotos propias y otras más eran de publicaciones
“hermanas”.
La necesidad de fotografías para acompañar las denuncias que se hacían
era muy grande, pues, por lo general, se hacía denuncias de las atrocida-
des que cometía el ejército pero no se mostraban evidencias. Por eso, cuando
llegaban fotos de los frentes guerrilleros, por ejemplo, de las bombas lanza-
das por la aviación del ejército de Guatemala en contra de la población civil,
eran muy apreciadas, aunque la calidad técnica fuera deficiente.
90
Ante esa falta de información había que hacer esfuerzos muy grandes para
tratar de armar algo e interpretar.
En general, en relación a los medios escritos como periódicos y revistas, se
debe señalar que entre las deficiencias que tuvieron fue que no haber sido
regulares en su periodicidad y que prácticamente no se le dio continuidad a
casi ninguno, a lo largo de los años. Es decir, se publicaron de manera
irregular durante un tiempo corto y luego no se publicaron más (salvo Noti-
cias de Guatemala que perduró hasta años recientes, aún después de ha-
berse firmado la paz e Informador Guerrillero que perduró durante 3 años).
¾ Volantes
Hubo una gran variedad de volantes: “volante reivindicativo”, “boletines de
prensa” “moscos”, “trifoliares”, etc. Aquí nos referiremos sólo a algunos de
ellos.
• Volante reivindicativo
Por volante reivindicativo se entendía aquel que servía para reivindicar por
parte del EGP la autoría de una acción o acciones militares. A través de
éste, se explicaba el sentido político de una acción.
En el caso de volantes reivindicativos de las primeras acciones del EGP, el
texto estaba redactado e incluso a veces hasta impreso, de manera que
cuando se confirmaba que la operación militar se había realizado con los
resultados previstos, se distribuía. Esto los hacía muy oportunos.
Lo anterior significaba un grado de coordinación muy grande, pues, en
diferentes puntos habían estructuras concentradas, sin conocer la mayoría
de las veces de qué acción se trataba, a espera de los resultados de la
misma para proceder a su reivindicación.
Los volantes reivindicativos, en su desarrollo, se convirtieron en Partes de
Guerra. Sin embargo en el volante reivindicativo se extendía más en la
explicación del significado político de la acción realizada.
• Parte de Guerra
Un parte de guerra es el informe de una acción militar, hecho en términos
militares, explicando la operación, sus resultados, y el sentido de ésta. Por
91
lo general, eran más directos en cuanto a la información que proporciona-
ban y menos amplios en sus explicaciones políticas.
• Volante agitativo
El volante agitativo era aquel que abordaba un tema específico, como la
denuncia de una situación del momento. Era dirigido a las masas en gene-
ral o a un sector específico. Pretendía agitar en torno a problemas existen-
tes y orientar respecto a éstos.
• Moscos
Era un volante de pequeñas dimensiones, dirigido a las masas, con las
consignas del momento.
Por lo general, los miembros del EGP entregaban directamente los volantes
de distinto tipo a las personas a quienes se dirigían o bien los dejaban en
puntos en que estos eran accesibles. En el momento “de la implantación”,
se rechazaba el uso de bombas de propaganda. Sin embargo en el período
llamado por los entrevistados como de “triunfalismo” se recurrió a este me-
dio, como lo refiere E. Moreno.
¾ Folletos
• Manifiestos
El manifiesto es un material destinado a hacer una exposición doctrinaria,
amplia y profunda de la posición del EGP ante una coyuntura o un aspecto
del proceso revolucionario. Tiene un tono combativo pero es más explicati-
vo que agitativo.
¾ Cartas dirigidas a destinatarios específicos, como las llamadas
“Cartas Fraternales”
Las “Cartas Fraternales” eran dirigidas a sectores específicos. Por ejemplo
se elaboró una “Carta Fraternal” dirigida a los cristianos y otra dirigida a los
“sectores democráticos y progresistas”. En ellas se apelaba a su condición
de cristianos o demócratas, para señalar las coincidencias que tenían con
la lucha revolucionaria y se les llamaba a participar, desde su propia natu-
raleza y perspectiva.
92
En ellas se reflejaba un conocimiento muy cercano del sector al que se
dirigía. Se utilizaba un lenguaje propio de ese sector, con argumentos fácil-
mente comprensibles para el mismo.
También se distribuyeron cartas dirigidas a agentes de policía, como la “Carta
a los agentes represivos del gobierno”, en que se les conminaba a no par-
ticipar en la represión contra el Pueblo. Este tipo de cartas , en muchos
casos, se llevaba directamente en sus casas.
A este tipo de propaganda, los insurgentes le llamaban “de descomposición
en las filas del enemigo”. En ésta señalaban el origen popular de los agen-
tes de las fuerzas policiales y se les llamaba a no actuar en contra de la
población. El hecho de que se les distribuyera directamente en sus casas,
tenía además una función de intimidación.
En cuanto a la propaganda interna, cabe destacar los siguientes medios
escritos:
- El Boletín Interno de Noticias – BIN - y
- Los periódicos de Frente, como el “Adelante”, que era el Periódico
Interno de los Frentes de la Montaña. (El mismo tuvo dos etapas: una
que corresponde al período que se estudia y otra posterior, que se
desarrolló alrededor de 1985 a 1987.)
El Boletín Interno se concebía como un documento de propaganda interna
enfocado hacia temas de tipo ideológico, destinado para la discusión y el
debate. (Señala A. E. Maldonado que: Sin embargo hay que reconocer que
nunca se llegó a dar una dinámica de discusión interna.)
Algunos de los temas que fueron abordados en el Boletín Interno fueron:
los efectos del terremoto del 4 de febrero de 1976, el que calificó como “Un
temblor para los ricos, Terremoto para los Pobres” (Este terremoto provocó
la muerte de más de 22,000 personas. Las áreas más afectadas fueron el
altiplano central, donde se concentra población indígena pobre. El hecho
tuvo un significado grande en la historia reciente no sólo por la cantidad de
destrucción y muertes que provocó, sino porque sacudió conciencias y pro-
pició procesos organizativos de las comunidades para hacer frente a la
adversidad, los que contribuyeron al desarrollo del movimiento popular de
93
la época. Otro número se dedicó a reproducir las semblanzas de insurgen-
tes caídos en San Bernardino, Suchitepéquez, el 17 de enero de 1978. Se
refiere a Cecilia (Clemencia Paiz Cárcamo), Alejandro y Jorge, quienes fue-
ran sorprendidos por agentes del gobierno en una casa en San Bernandino,
Suchitepéquez cuando efectuaban una reunión junto a otros compañeros.
En este incidente, murieron los 3 compañeros y fue capturado Mario Alberto
Domínguez (Atilio o Aparicio) cuya salida del país se negoció como parte
del rescate para liberar a Roberto Herrera Ibargüen.
También hubo un número que analizó la lucha popular contra el alza del
transporte urbano en octubre de 1978. Un número más fue dedicado a la
insurrección que desembocó en el triunfo de la Revolución Popular
Sandinista y la comparación con el proceso de Guerra Popular Revolucio-
naria en Guatemala – aún entonces se hablaba del carácter prolongado de
ésta -.
b) Medios Gráficos
¾ Afiches
Este fue un medio poco utilizado en el país, principalmente porque, por lo
general, requería de recursos técnicos para su reproducción y sus costos
podían ser más elevados que otras formas de propaganda.
Se hicieron algunos afiches impresos en hojas tamaño oficio, a dos colores.
Por ejemplo, en octubre de 1978 se imprimió uno en homenaje a Ernesto
Guevara y Luis Turcios Lima, con tinta negra sobre fondo rojo.
En el campo internacional sí se hizo una mayor utilización de afiches. Por
ejemplo, en 1992 se reprodujo uno con la fotografía de una mujer ixil por-
tando un fusil, impreso con tinta negra sobre fondo rojo. Hasta arriba decía
“Ejército Guerrillero de los Pobres, miembro de la URNG” y abajo, con letras
blancas la consigna “HASTA LA VICTORIA SIEMPRE”.
¾ Mantas y Pintas
Las mantas y pintas fueron un medio bastante utilizado. Para la realización
de pintas, con frecuencia se utilizaron troqueles (calado en cartón o plásti-
co), particularmente para pintar la efigie del Ché.
94
c) Medios auditivos
¾ Grabaciones
Se hacían grabaciones en casete en los que se recogía los sonidos de los
combates, mensajes y música. Estos casetes circulaban en los distintos
campamentos o se enviaban de un frente a otro, para ser escuchados en
grupos.
También se grabaron casetes específicamente para colocarlos cuando se
hacían tomas de radio, tanto de radios comerciales como radios de circuito
local, por ejemplo en mercados.
Un ejemplo de estas grabaciones fue la reproducción de un casete de mú-
sica, con canciones revolucionarias guatemaltecas y salvadoreñas, el que
se grabó a finales de 1980. A éste se le hizo una carátula con símbolos de la
URNG y del FMLN. (CORRAL)
¾ La canción revolucionaria
Aunque las canciones revolucionarias cabrían mejor dentro de los medios
directos de propaganda, se aprovecha este punto para hacer referencia a
ellas. Fue un medio muy importante y del cual hubo una producción prolife-
ra.
Dice la presentación del “Cancionero Histórico del EGP” (1997: 7):
El canto revolucionario estuvo presente en todo momento para expresar
esperanzas y anhelos, cantar nuestras alegría, rememorar combates y vic-
torias, recordar a nuestros queridos compañeros y compañeras que ofren-
daron su vida por construir una Patria mejor, hablar del amor y tantas cosas
más.
Por lo general se utilizaba la melodía de otra canción, a la cual se le adap-
taba un texto revolucionario, aunque también hubo varios cantautores gue-
rrilleros. Muchas melodías utilizadas eran de corridos y “rancheras”
mexicanas. Algunas eran canciones heredadas de la guerrilla de los años
de 1960 (como las compuestas por Rigoberto Molina), por ejemplo: el Corri-
do de la Guerrilla Edgar Ibarra, el Himno al Soldado Guerrillero, Venga acá
95
todo el Pueblo. Otras se fueron haciendo durante el nuevo ciclo guerrillero,
al calor de los combates. La canción que se convirtió como el emblema de
la Organización fue “La Semilla”.
La guerrilla guatemalteca adoptó e hizo suyas también canciones de la
Revolución Mexicana de comienzos del Siglo XX, de los pueblos salvadore-
ño, nicaragüense, cubano, chileno, venezolano y de otros países. Esto era
además una forma de poner de manifiesto el internacionalismo como un
principio proclamado.
¾ Comunicados difundidos en medios masivos
En el tiempo que se refiere, existían tales niveles de censura y autocensura
que no permitían que los medios informaran libremente sobre el movimiento
insurgente. La guerrilla del EGP únicamente logró difundir comunicados y
manifiestos a través de los medios masivos (radio, televisión y prensa escri-
ta) como requerimiento para la liberación de rehenes políticos. (En los años
de 1990, cuando comenzaban a cambiar ciertas condiciones, estas publi-
caciones fueron posibles mediante la modalidad de “campos pagados”, di-
rectamente por la guerrilla.) A la publicación en medios masivos, como parte
de un rescate, nos referiremos con más detenimiento, más adelante.
d) Medios audiovisuales
En el período que nos ocupa (y quizás más allá de éste), se trabajaron
pocos medios audiovisuales y los que hubo, estaban dirigidos fundamental-
mente hacia la propaganda internacional. Dentro del país no había las con-
diciones de seguridad para divulgar materiales audiovisuales y en los fren-
tes guerrilleros no se contaba con los recursos técnicos necesarios para
hacer uso de ellos.
Excepcionalmente, en la ciudad, las estructuras internas y bases de apoyo
vieron algunos videos de los Frentes, como la grabación que se hizo de la
“concentración del Yuro” (concentración que tuvo lugar en octubre de 1980
en un campamento del Frente Guerrillero Ho Chi Minh, en la Sierra de
Chamá, en la que se constituyó la primera compañía de fuerza militar regu-
lar del EGP). En ésta participaron representantes de las estructuras de los
diferentes frentes de la montaña.
96
Igualmente se utilizó una película realizada por cineastas italianos, con tex-
tos de Aura Marina Arriola. (Ella es antropóloga guatemalteca, residente en
México. Fue miembro fundadora del núcleo que fue el origen del EGP.)
97
También la propaganda armada, por el hecho de hacerse con las armas en
la mano, tenía más peso.
Margarita Hurtado, a su vez, expresa que: ... quienes hacían la propaganda
armada eran unidades militares formadas por indígenas y ladinos, lo que
mostraba la integración multiétnica de nuestras fuerzas guerrilleras. Tam-
bién participaban mujeres en nuestras fuerzas. Y esto era muy importante,
porque nosotros reivindicábamos la causa de las mujeres oprimidas y el
derecho a su participación en condiciones de igualdad. No es que hubiera
un planteamiento tan elaborado sobre la opresión y discriminación de las
mujeres, en su especificidad, como lo hay ahora, pero sí se reconocía que
la mujer tiene un lugar que ocupar y luchar junto a los hombres.
Esta forma de propaganda combinaba el mensaje directo a través del dis-
curso, acompañado de volantes y mantas. A veces también se empleaba el
teatro y la canción. El mensaje no lo daba sólo lo que se decía, sino lo que
la gente veía.
J. Macías resalta el cuidado que se ponía a todos los aspectos que interve-
nían en la propaganda armada, tanto políticos como militares. Dice que: Se
entendía que todo transmite un mensaje. Por lo tanto, no sólo se prestaba
atención a lo que se decía, sino que también se cuidaba la presentación de
los combatientes quienes iban con el pelo corto, uniforme arreglado, etc.
Como un ejemplo de este tipo de acciones, citaremos la ocupación de San
Miguel Acatán, a la que hace referencia M. Hurtado: El Frente Guerrillero
Comandante Ernesto Guevara – CEG - , se dio a conocer públicamente con
la toma de San Miguel Acatán y San Rafael la Independencia, el 24 de
agosto de 1980.
En la ocupación de San Miguel Acatán, se redujo a los agentes de la Guar-
dia de Hacienda; no se les mató pero sí se les humilló frente a la población
pues se les dejó en calzoncillos y se les condujo así hasta el parque del
pueblo. Se recuperó todo el armamento que tenía en su destacamento.
Esto tuvo un efecto muy fuerte en la población. Hay que recordar que la
Guardia de Hacienda particularmente en esa área, era un cuerpo represivo
odiado, por su actuación en contra de la población. Además se tenía la
impresión de que era bastante armamento.
98
3.3 Las acciones militares como forma de propaganda
La propaganda que se estudia tuvo lugar en un contexto de polarización y
de guerra, que tuvo su expresión más álgida en el enfrentamiento militar
entre guerrilla y ejército.
Una de las características de las primeras acciones militares que realizó el
EGP es que tenían un objetivo político muy claramente definido. Estaban
dirigidas contra las fuerzas de seguridad del Estado o hacia miembros de la
burguesía ligados a la represión. Particularmente se dirigieron contra la
llamada “burguesía burocrática” representada en el gobierno de Lauguerud
y Lucas García. (La burguesía burocrática es un concepto acuñado por el
EGP que se refería a un sector de nuevos ricos que había surgido, hacien-
do uso o al amparo del Estado. Comprendía a altos oficiales del ejército,
políticos y miembros de la burguesía tradicional, vinculados a éstos.)
Dice Alba Estela Maldonado: Las acciones revolucionarias eran en sí mis-
mas una forma de propaganda. Tenían la fuerza que les daba la contun-
dencia de los hechos.
El EGP lo ratifica en el número 6 de su periódico “Guerra Popular” (1978),
el que dice: Las acciones políticas y militares del EGP han estado dirigidas
a estimular la organización y las luchas de las masas populares... Con sus
acciones políticas y militares el EGP se ha esforzado por llevar al Pueblo las
ideas de la Revolución y por demostrarle que la Guerra Popular y el triunfo
son posibles.
Así lo expresa también M. Hurtado: No era lo mismo que se llegara a dar
una explicación que realizar una acción que demostrara con hechos lo que
proclamábamos: que era posible organizarse, luchar y triunfar. Es decir,
con nuestras acciones se daba confianza a la población en el sentido de
que era posible vencer a sus enemigos... Junto a la palabra, estaba el he-
cho.
Este fue el caso, por ejemplo, del ajusticiamiento del Tigre de Ixcán. Mario
Payeras relata en “Los Días de la Selva” así: ... Sin dar crédito aún a lo que
había ocurrido, la peonada, inquieta, escuchó la explicación en lengua –
idioma ixil, en ese caso - que inmediatamente comenzó a dar uno de los
99
guerrilleros. Pero conforme la relación hacía memoria de desmanes e injus-
ticias, de despojos y arbitrariedades, de entre la multitud comenzaron a
alzarse voces que asentían, que interrumpían al orador y agregaban atro-
pelladas razones por la que al entender de quien hablaba, aquel explotador
de trabajo ajeno merecía tal castigo. Al llegar a los vivas, un clamor ances-
tral, salido de gargantas habituadas a callar y a gemir desde la llegada de
los castellanos, coreó la voluntad proclamada a gritos de que vivieran los
pobres y murieran los ricos. Del dinero desparramado sobre la mesa y el
piso, la guerrilla no tocó un centavo. A partir de entonces comenzó a decirse
en la comarca que los de la montaña no eran extranjeros, pues hablaban el
dialecto de la zona; que tampoco eran ladrones, puesto que no habían
tocado el dinero; y que seguramente habían venido a hacer justicia, toda
vez que habían castigado ejemplarmente a quien se había hecho rico con
el sudor y la sangre de los necesitados.
Otros casos ilustrativos: los secuestros de Roberto Herrera Ibargüen
y de Raúl García Granados de Garay
Tratándose de organizaciones ilegales, clandestinas, subversivas, perse-
guidas, la guerrilla no podía hacer uso de los medios masivos de comunica-
ción a través de formas ordinarias. Para poder expresarse a través de és-
tos, las organizaciones guerrilleras recurrieron al secuestro de personali-
dades y, como parte del rescate para su liberación, exigieron la publicación
de comunicados en ellos.
Algunos casos que sirven para ilustrar este procedimiento fueron:
El Secuestro de Rodolfo Herrera Ibargüen, realizado el 31 de diciembre de
1977. Esta persona era miembro de una de las familias más ricas del país.
Había sido Ministro de Gobernación y, por lo tanto, tenía una responsabili-
dad directa en acciones contra fuerzas revolucionarias y progresistas de
ese tiempo. Se le identificaba como uno de los miembros de la llamada
“burguesía burocrática”.
En esa ocasión, el EGP logró que el Número 6 de su periódico “Guerra
Popular”, correspondiente a diciembre de 1977, fuera reproducido íntegro
en periódicos, radioperiódicos y tele noticieros. Por ejemplo, el diario “La
Nación” lo publicó durante 2 días consecutivos, en sus ediciones del 10 y 11
100
de enero (en las páginas 6, 7 y 8, y en las páginas 12, 13 y 16 respectiva-
mente).
El título era: “La Guerra Popular es el Único Camino”. En este documento
exponía, según su concepción, quiénes eran los enemigos principales del
Pueblo y los caracteriza como: “los ricos oligarcas del país y los ricos mono-
polistas oligarcas extranjeros”.
Finalmente, el 31 de enero de 1978 fue liberado el Sr. Herrera Ibargüen. Es
decir que durante un mes completo, el EGP se mantuvo en la noticia, alre-
dedor de ese secuestro.
Otro caso sonado fue el del secuestro, el 7 octubre de 1979, de Raúl García
Granados de Garay, hijo de Jorge Raúl García Granados, quien también
formaba parte de la llamada “burguesía burocrática”, amigo personal de los
Lucas García, comprometido con el financiamiento de la represión en el
país.
La reivindicación se hizo a través de un volante reivindicativo, que explica-
ba las razones de la acción y decía que tenía también el sentido de rendir
homenaje al XII Aniversario de la Caída en Combate del Ché. En éste, el
EGP también asumió la responsabilidad de haber dado muerte al general
David Cancinos, el 10 de junio del mismo año, hecho que no había sido
aclarado anteriormente, con la intención de agudizar contradicciones en el
seno del ejército. El mismo fue retomado como noticia y publicado en sus
puntos más importantes por el diario La Nación, el 11 de octubre de 1979.
El mismo boletín que sirvió de fuente de la noticia, luego fue publicado
íntegro, en campo pagado por la familia García Granados, en el mismo
diario “La Nación” y otros medios, al día siguiente (12.10.1979). En éste,
expresa: El EGP siempre informa de sus acciones y siempre dice la verdad,
para comunicar sus victorias o sus fracasos.
Pocos días después, el 16 de octubre, se publicó el Manifiesto del EGP, de
6 páginas completas de extensión. En esta publicación, la organización in-
surgente explicaba que las causas de la guerra son la situación de explota-
ción y pobreza en que vive la mayoría del pueblo y la opresión y discrimina-
ción que sufre la mayoría indígena. Además se refiere a los cristianos y
101
sectores democráticos que tampoco pueden compartir la situación que se
vive en el país.
Luego, el 26 de octubre, se publicó el Manifiesto Internacional. Este docu-
mento tenía 7 páginas de extensión (de la página 15 a la 21 en el diario “La
Nación”). El mismo fue divulgado a nivel internacional en medios prestigio-
sos como el New York Times, Le Monde Diplomatique de Francia y el Excelsior
de México (el 25.10.1979).
Al respecto, dice M. Thomas: Quizás la primera vez que el EGP hizo plan-
teamientos serios a nivel nacional e internacional fue con el secuestro de
García de Garay en que, como parte del rescate, se demandó la difusión de
un manifiesto a través de la radio, la televisión y en periódicos escritos del
país, así como en periódicos internacionales. Es importante destacar que
se diferenció el mensaje según el público al que iba dirigido pues fue distin-
to lo que se publicó en el país, de lo que se publicó a nivel internacional.
102
da en las organizaciones sociales con algún vínculo con el EGP de manera
que en cada una de ellas había una Comisión (o Secretaría) de Propagan-
da, como fue el caso de la CDP que contó con su Comisión de Propaganda
específica.
Otra experiencia interesante fue la publicación del periódico campesino “De
Sol a Sol”. Este fue un periódico campesino que tenía como propósito desa-
rrollar la conciencia política de este sector para emprender acciones
organizativas y de lucha.
Dice Corral: Se procuraba respetar los márgenes que correspondían a una
organización campesina (diferenciando organización de masas de organi-
zación revolucionaria de vanguardia), categorías que después se vieron
reflejadas en nuestra Línea de Masas.
“De Sol A Sol” era utilizado como material de estudio. Para definir los temas
a tratar en cada número, se recogían del sentir y las inquietudes de los
campesinos. Por ejemplo, cuando Romeo Cartagena – quien participaba
en el equipo de “De Sol a Sol” viajaba a Huehuetenango, trataba de captar
los temas que eran de interés para los campesinos; igual sucedía cuando
yo viajaba a Chimaltenango.
Es decir que, los temas a abordar se definían a partir de los intereses y
necesidades expresados por los mismos campesinos con los que se tenía
relación; se recogían las opiniones de la gente y una vez impreso, se discu-
tían los contenidos y se evaluaba el periódico con ellos, para mejorar los
siguientes números.
Sin embargo, M. Thomas señala que hubo equivocaciones al mezclar la
propaganda revolucionaria con la propaganda propia de las organizacio-
nes sociales. Dice: hay que señalar la confusión que ya se daba entre las
publicaciones de las organizaciones sociales y las de las organizaciones
revolucionarias clandestinas... Esta confusión arrancó desde los años de
1979 y 1980 y se profundizó después... En publicaciones propias de la
guerrilla se reproducía comunicados y manifiestos de las organizaciones
populares, lo que tenía implicaciones políticas y de seguridad. (Ese fue el
caso del Informador Guerrillero que publicó comunicados del FP-31 y del
CUC.)…
103
En un momento dado, las organizaciones revolucionarias y el EGP, que es a
la organización a la que nos estamos refiriendo, se habían apropiado de
publicaciones propias de ciertos sectores sociales. Publicaciones del movi-
miento social fueron quedando en manos de la militancia. Por ejemplo, fue
el caso de la revista Diálogo, que era una publicación dirigida al sector
cristiano y luego casi se convirtió en una publicación del movimiento revolu-
cionario. El contenido de las publicaciones se fue homogeneizando y fue
perdiendo la especificidad; dejaron de hablarle específicamente a los públi-
cos para los cuales nacieron.
Por su parte, L. Hurtado explica que: El contenido y el mismo lenguaje del
Informador Guerrillero debe entenderse en el contexto que se desenvolvía.
Esto explica, por ejemplo, como en el momento que del llamado de “triunfa-
lismo” del movimiento revolucionario (1980 - 82) se borraran los límites en-
tre las organizaciones revolucionarias y el movimiento social.
Por otra parte, algunos entrevistados recuerdan que hubo un trabajo políti-
co y organizativo hacia el gremio periodístico. Fue en esos tiempos que se
organizó el Sindicato de Medios de Comunicación Social – SIMCOS -, en el
que participaron José León Castañeda (quien fuera presidente del mismo,
asesinado el 16 de noviembre de 1979 – ODHAG; 2005: 65 – 76), Marco
Antonio Cacao Muñoz (asesinado el 5 de julio de 1980 – Ibíd.: 178), Gusta-
vo Luin y otros periodistas que en ese tiempo mantenían posiciones demo-
cráticas y progresistas.
Dice Megan Thomas que: hay que reconocer que hubo personas que tra-
bajaban en medios quienes reflejaban su simpatía hacia el movimiento re-
volucionario, divulgando información, haciéndolo además de tal forma que
traslucían su simpatía. En parte, por eso fue que el Sector de los medios
fue tan golpeado por la represión.
Otro esfuerzo importante fue el de desarrollar un sistema propio de difusión
de información, que comenzó siendo Sistema de Información de Guatemala
y luego se desarrolló en Noticias de Guatemala, publicación que perduró
incluso hasta después de la Firma de la Paz (1996).
104
4. Quiénes hacían la propaganda del EGP
Quienes definían el contenido y elaboraban la mayoría de los textos de
propaganda de alcance nacional e internacional eran Ricardo Ramírez (más
conocido como Rolando Morán, Comandante en Jefe del EGP) y miembros
de la Dirección Nacional de esa organización. Se recuerda también los nom-
bres de: Mario Payeras (comandante Benedicto) quien fuera responsable
de la redacción de varios materiales de formación política y de artículos
para las revistas, Antonio Fernández Izaguirre (Sebastián, capturado en la
Costa Sur en junio de 1980) y Julio Barrios (Santiago o Amílcar, ya falleci-
do), los dos últimos quienes en el período referido eran miembros de la
Comisión de Educación y Formación Política – CEFOP - del EGP. Con ello,
se pone de relieve la vinculación que en dicha organización se establecía
entre la propaganda y la función de educación y formación política.
Dice A. Maldonado: El hecho de que la propaganda fuera en la mayoría de
las veces elaborada por miembros del organismo de Dirección Nacional e
incluso la mayoría de las veces por el Comandante en Jefe, le daba una
profundidad mayor a los contenidos, pues ellos contaban con una visión
más amplia, con mayor información y experiencia. Además, por lo general,
los contenidos de la propaganda reflejaban un análisis producto de la dis-
cusión colectiva de miembros de la Dirección Nacional.
Sin embargo Rafael señala que: Si bien la centralización era necesaria en
los momentos en que se desarrollaba, para poder difundir un mensaje ho-
mogéneo, su exageración castró las posibilidades creativas de los militan-
tes para la propaganda, principalmente en cuanto a contenidos.
En 1980 se constituyó la Comisión Nacional de Propaganda – CNP -. Uno
de sus integrantes fue Mario Solórzano Foppa, quien recientemente había
“bajado” de la montaña, después que hubo de abandonar la ciudad ante el
riesgo que corría su vida. (Mario Solórzano Foppa fue sociólogo y periodis-
ta guatemalteco, hijo de Alaíde Foppa y Alfonso Solórzano. Tuvo experien-
cia como comunicador social en “Estudio Abierto”, telenoticiero que se trans-
mitía por Canal 7 y del que fue director, y en el periódico “Nuevo Diario”,
que intentó ser un medio democrático. – ODHAG; 2005: 121 - 128 )
105
Según dice Rafael, entre las funciones de esta Comisión estuvieron:
- Elaborar las orientaciones para la propaganda que debían desarro-
llar los Frentes. Es decir que procuraba fortalecer el trabajo de propa-
ganda que desarrollaban los Frentes.
- Elaborar algunos materiales de propaganda, como partes de guerra y
comunicados.
- Establecer contacto con periodistas y cineastas extranjeros para que
pudieran ingresar a los Frentes Guerrilleros.
Explica L. Hurtado que: De la CNP dependía el Aparato de Impresión. A la
vez estaba muy ligada a las estructuras de logística, pues en buena medida
era de éstas que dependían las comunicaciones – indispensable para te-
ner información de los frentes - y la distribución de los materiales de propa-
ganda a las diferentes áreas del país y en el extranjero.
Los Frentes desarrollaban su propia propaganda, bajo responsabilidad de
los organismos de Dirección de Frente – DF -. Su ejecución dependía ya de
las estructuras políticas y militares que existían en el Frente. En general
todas y todos los miembros de la Organización tenían alguna participación
en la propaganda.
En el caso de los Frentes de la Montaña, explica J. Macías: Al inicio, las
patrullas guerrilleras no estaban claramente diferenciadas por funciones.
Todos hacían de todo. En 1977, se diferenciaron ya las estructuras milita-
res específicas de las estructuras político-organizativas. Existía una Direc-
ción Regional, organismo político militar responsable del trabajo político-
organizativo en una Región. Dentro de esta estructura, había un encarga-
do de operaciones, quien se coordinaba con la unidad militar que era res-
ponsable de la seguridad en las acciones de propaganda armada.
Dependiendo del tipo de acción, se definía la estructura a la que le corres-
pondía realizarla.
J. Blanco recuerda que: ... participé en algunas acciones de propaganda
armada. Sin embargo en éstas cumplí más una función de seguridad y no
directamente en la parte política de la acción, es decir, en el mitin y volanteo
que generalmente se incluía como parte de estas acciones. Por ejemplo,
106
recuerdo que en 1977 se tomó la cabecera municipal de Palín, Escuintla,
en donde se reunió a las personas en el parque del pueblo y bajo la ceiba
se efectuó un mitin. También el 20 de octubre (o 1º de Mayo, no recuerdo
bien) de 1977 se paró un tren de pasajeros en el que viajaban trabajadores
a los que el gobierno, procurando su distracción, les había facilitado un
paseo con motivo de la efemérides. En esa ocasión participaron varios com-
pañeros que no se conocían entre sí, y para mantener en secreto sus iden-
tidades, utilizaron capuchas. Estando así, se tomaron una fotografía.
Margot refiere que: por lo general, los responsables directos de “compartir”
el mensaje de la guerrilla contaban con guías sobre las ideas que debían
desarrollar. Asimismo, se les capacitaba, particularmente en cuanto a los
contenidos que debían desarrollar y, en ocasiones, también sobre la forma
de hacerlo. En la preparación de la operación, se organizaban otras funcio-
nes complementarias, como quien se encargaba de colocar mantas, de
distribuir la propaganda al final del mitin, de lanzar consignas, etc.
En general, todas y todos los militantes difundían el mensaje revoluciona-
rio, tanto en acciones militares planificadas, como de manera improvisada,
en las formas que fuera posible, con familiares, vecinos, amigos, compañe-
ros de trabajo o de estudio.
En ese tiempo, por tratarse de una organización clandestina, por obvias
razones de seguridad, nadie reclamaba ser autor de propaganda. Pero aún
en los casos en que esto fuera posible, como quienes hacían propaganda
en el extranjero, nadie lo demandaba.
Al respecto, dice L. Hurtado: ... nadie de los involucrados en la elaboración
de textos de propaganda reclamaba el “derecho de autor” e incluso se tenía
la disposición a que alguien más apareciera como el ( o la) autor (o autora),
si se juzgaba que era lo conveniente. Por ejemplo, fue el caso del libro
“Mujer Alzada...” que es una elaboración colectiva y se atribuye la autoría a
una compañera específica. Es decir, de parte de los militantes, había con-
ciencia de que se era parte de una obra colectiva en donde no cabía recla-
mar autoría y se tenía el desprendimiento para no reclamar méritos pro-
pios.
107
5. Cuáles eran los contenidos y temas más im-
portantes.
La temática abordada en la propaganda debe verse cronológicamente, pues
responde a los diferentes momentos del desarrollo del enfrentamiento en el
país. Se puede subdividir así:
a) Propaganda en el momento de implantación pública del EGP (1975 –
1978)
b) Propaganda en el momento de generalización de la guerra de gue-
rrillas (1979 – 1980)
c) El paso a la disputa de masas, terreno y poder (1980 – 1981)
d) Los reveses estratégicos y el paso a una fase defensiva (1981 – 1983)
108
sólo con su nombre, ya se “rayaron” - expresión utilizada para referirse a
alguien que ha logrado un éxito o por algún motivo, se le puede considerar
afortunado - .. Imaginate, son “de los pobres”. Ya con eso, mucha gente se
va a identificar con ellos.
Habían ideas que eran captadas con mucha facilidad como eso de que:
pocos tienen mucho y muchos no tenemos nada (M. Hurtado).
Con relación a esto, encontramos diferentes apreciaciones por parte de los
entrevistados.
En opinión de Mauricio López Bonilla: el EGP manejó muy bien el mensaje.
Recuerdo una frase de “Las 10 Ideas del EGP” que decía: Los ricos no
pueden vivir sin los pobres. Los pobres sí podemos vivir sin los ricos. Es de
una lógica muy sencilla, fácil de comprender y contundente. Lograba una
inducción efectiva.
Otros, por el contrario, como G. Porras, señalan que esta simplificación tuvo
consecuencias negativas al llevar el enfrentamiento a las mismas comuni-
dades, dado que los conceptos de “ricos” y “pobres” son muy relativos. Por
ejemplo, para un campesino pobre del sur de Quiché en esos tiempos, rico
era aquel que tenía un negocio y tenía otras propiedades.
Otros, más aún, sin discrepar del todo del señalamiento de “simplismo”,
hacen ver que hubo otros elementos que se tomaban en cuenta. Por ejem-
plo, A. Maldonado acota que en el área de Nebaj había un finquero que no
colaboraba con los aparatos represivos y hasta llegó a colaborar con la
guerrilla, caso distinto a los Brol, dueños de la finca San Francisco Cotzal, a
quienes, por la forma casi feudal y represiva con que trataban a sus traba-
jadores, la guerrilla les destruyó camiones cargados de café.
Al respecto, Héctor Rosada diferencia niveles en la propaganda, señalando
que había comunicados con más contenido y la propaganda más amplia,
de la cual hace la siguiente valoración: el discurso que se utilizaba era de
un nivel bajo, dirigido a pobladores populares. Este era un discurso más
cajonero, que se podía repetir. Carecía de sustancia.
La reivindicación de poner fin a la opresión étnica sufrida por los pueblos
indígenas secularmente fue otro tema central en la propaganda del EGP.
109
b) Propaganda en el momento de generalización de la guerra de
guerrillas (1979 – 1980)
Con la generalización de las operaciones guerrilleras en diferentes partes
del país, se incrementó la actividad de propaganda. Mucho del contenido
de ésta era la reivindicación de las acciones militares que la guerrilla lleva-
ba a cabo. Se buscaba dar la sensación de fuerza.
A partir de finales de 1979, uno de los contenidos principales de la propa-
ganda revolucionaria fue manifestar “la vocación unitaria del movimiento
revolucionario guatemalteco” e informar de los pasos que se iban dando en
ese sentido, como se expresa en el Manifiesto del EGP publicado en octu-
bre de 1979 a través de los medios de comunicación.
Sin embargo Héctor Rosada señala que la unificación de los revoluciona-
rios fue algo que nunca se logró y constituyó una debilidad que se reflejó en
la propaganda revolucionaria. Lo refiere así: la propaganda era más para
ellos mismos que dirigida al amplio público. Era una forma de “marcar terri-
torio” con respecto a las otras organizaciones pues la guerrilla carecía de
un discurso unitario. Tenían una gran bronca política e ideológica entre
ellos en relación a quién era la vanguardia. Llegaron a la firma de la Paz y
no lograron integrarse verdaderamente en la Unidad.
110
Sin embargo para mí esa experiencia fue muestra de la gran contradicción
que con frecuencia se produce, no sólo en las organizaciones revoluciona-
rias, sino en muchas organizaciones políticas, entre el discurso y la prácti-
ca.
... en la realidad yo pienso que nunca se logró que este concepto fuera
suficientemente divulgado y comprendido al interior mismo de la Organiza-
ción, ya no se diga fuera (de ésta).
De manera que por ejemplo, lo que encontré cuando llegué en septiembre
de 1981 al Sur del Quiché era que una práctica contraria (a la propuesta
amplia); lo que se estaba haciendo allí era una polarización tremenda. ...
este concepto de los ricos y los pobres estaba introduciendo una enorme
división al interior de las comunidades.
En mis reflexiones posteriores, yo he señalado como un gran factor de de-
rrota el hecho de que precisamente esta falsa polarización haya llevado a
que prevaleciera lo que en un momento dado Mao Tse Tung hubiera llama-
do las contradicciones en el seno del Pueblo. Es decir, se hicieron una serie
de acciones que polarizaban, quizás porque no había la calidad de direc-
ción que todo esto requería
... Lo que provocaron fue el efecto contrario. Acciones como estas práctica-
mente empujaron a mucha gente hacia las Patrullas de Autodefensa Civil –
PAC – que después formó el ejército.
Se dio, pues, una gran contradicción entre una línea formalmente aceptada
y su nula aplicación en la práctica, correspondiente a que tampoco se hizo
una labor de propaganda ni a lo interno, ni hacia fuera. Alguna hubo, por
supuesto. Pero no en la medida que una táctica o una estrategia, que prác-
ticamente significaba una ruptura con la que había sido una tradición del
movimiento revolucionario guatemalteco muy radical, en la cual, siempre,
aunque no se dijera, lo que estaba en perspectiva era la Revolución Socia-
lista. Mientras que esta idea del Gobierno Revolucionario, Popular y Demo-
crático retomaba una vieja tradición marxista de las transiciones.
111
d) Los reveses estratégicos y el paso a una fase defensiva
(1981 – 1983)
Los entrevistados hablaron del desborde que se produjo a partir de media-
dos de 1980 y durante 1981 y 1982, en que se pensó en un triunfo a corto
plazo. Fue un período de confusión en muchos aspectos, en que dejó de
haber un funcionamiento centralizado del EGP, se perdió control por parte
de los organismos responsables de muchas cosas que pasaban y hubo
excesos, aunque éstos no fueron iguales en todos los lugares donde el
EGP tenía presencia.
L. Hurtado, refiriéndose al contenido y al mismo lenguaje de la propaganda,
expresa: debe entenderse en el contexto que se desenvolvía…
... debe tomarse en cuenta el recrudecimiento de la Guerra Fría con la
llegada de Reagan al gobierno de los Estados Unidos, en 1981. Por lo
tanto, era necesario hacer frente común con los movimientos revoluciona-
rios más allá de nuestra frontera.
En ese mismo sentido, el movimiento revolucionario de ese tiempo estaba
más vinculado a lo que sucedía a nivel internacional y muy particularmente
en el área centroamericana. Por eso (en el Informador Guerrillero) apare-
cen varios artículos que hacen referencia a la agresión que estaba sufrien-
do la Revolución Sandinista y al proceso de lucha del Pueblo Salvadoreño.
También se publicaron artículos referentes al pueblo palestino, al pueblo
chileno y otros pueblos en lucha, en ese momento.
La propaganda del 82 y 83 no reflejaron el revés que estaban sufriendo las
fuerzas revolucionarias. Esto era así en parte por la falta de información.
Había fenómenos que estaban sucediendo que no se conocían por compa-
ñeras y compañeros que se encontraban en el exterior al frente de la pro-
paganda internacional y no se captaban sino con retrasos.
Además, como señala L. Hurtado: la objetividad era muy difícil, pues se era
parte de lo que sucedía y se tenía una definición política e ideológica muy
clara. Pero también porque cuando se es parte de un proyecto político, se
sabe la responsabilidad de mantener expectativas, esperanzas y mística.
Otras veces, aún captando la gravedad del momento o la trascendencia de
112
determinados hechos, discutíamos sobre la manera de divulgarlos, buscan-
do que llevara interpretación u orientación política a nuestra audiencia.
De hecho, en el año 82 el movimiento revolucionario había pasado a un
momento de defensiva. Pero no se podía “descarnar” la información. Había
que insuflar ánimo a las fuerzas para contribuir a su recomposición. Ade-
más se quería involucrar a la audiencia, llevarla a un compromiso, a accio-
nes que contribuyan a un proyecto.
Es por eso que en medio de la situación dura que se vivía, se trataba de
rescatar el espíritu de resistencia.
Varios de los entrevistados coinciden en señalar que una debilidad en el
contenido de la propaganda fue no haber podido verificar la información
que se recibía sobre las bajas causadas al ejército. Quizás involuntariamente,
influidos por el subjetivismo, se reportaban resultados superiores a los que
realmente se tenían. Esto contribuyó a crear imágenes falsas y una expec-
tativa en la victoria sobre bases poco sólidas.
Dice E. Corral: Un principio de nuestra propaganda fue procurar ser objeti-
vos y veraces. Sin embargo si nos ponemos a revisar lo que los frentes
informaban en cuanto a bajas hechas al ejército y sumamos, realmente se
le hubiera desgastado de una manera muy significativa. Surge entonces la
duda de la objetividad de la información que se nos proporcionaba. No
quiere decir que se informara de mala fe. Pero muy probablemente actuaba
el factor subjetivo que de alguna manera distorsionaba la información. Y
esto ayudó a dar una imagen falsa de nuestro desarrollo.
113
Por su parte, H. Rosada señala que esos manifiestos: eran más en función
de ellos mismos, y para delimitar territorios, que dirigida al amplio público.
La propaganda revolucionaria hacía además uso de signos propios.
Por ejemplo, se desarrolló toda una terminología para nombrar las cosas
de una forma que respondía a su perspectiva ideológica. Ejemplo de esto
son palabras utilizaban como: enemigo para referirse a las fuerzas de segu-
ridad del Estado y a las clases dominantes; recuperación para referirse a
las armas, recursos y dinero que le capturaban a los miembros de las éstas;
bajas al enemigo para expresar los muertos y heridos que causaban al
ejército y policías; prisioneros para referirse a las personas que secuestra-
ban; cárcel del pueblo a los lugares donde retenían a los secuestrados;
ajusticiamiento para expresar que daban muerte a alguien en lo que consi-
deraban un acto de justicia; etcétera.
Además hacían uso de frases populares que encierran sabiduría como las
de: Los árboles no dan fruto de un día para otro o dos cabezas piensan
mejor que una sola.
También siempre que les era posible utilizaba los colores rojo, negro y ama-
rillo, presentes en la bandera del EGP. Estos eran un signo de identidad.
(De hecho, el rojo era asumido como el color que identificaba a los revolu-
cionarios en el mundo.)
Cada una de las primeras operaciones militares tenía un nombre que las
identificaba. Era parte de la mística que se desarrollaba. Mencionábamos
como, por ejemplo, al secuestro de García Granados lo llamaron “Opera-
ción Comandante Ernesto Guevara”.
El EGP asumió la efigie del Ché como su emblema y la consigna de “HASTA
LA VICTORIA SIEMPRE”.
Esto es cuestionado por Marta Harnecker. Ella expresa: ¡Qué distante han
estado muchas de las organizaciones de izquierda de América Latina! ¿Qué
simboliza para nuestros pueblos la hoz que figura en la bandera roja de
muchos partidos comunistas? ¿Qué significa para los indígenas
guatemaltecos el nombre de Ho Chi Minh y aún el del Ché Guevara, nom-
bres que han adoptado algunos frentes guerrilleros.” (HARNECKER; : 303)
114
Sin embargo, desde la perspectiva de los revolucionarios esto era una for-
ma de promover el internacionalismo y la identificación con la lucha de otros
pueblos.
Rolando Morán, Comandante en Jefe del EGP, defendió que se les señala-
ra de “guevaristas”. Expresó: ... confesamos ser guevaristas y lo seguire-
mos siendo, porque nosotros hemos interpretado el guevarismo ... como la
síntesis de una cantidad de experiencias condensadas que constituyen las
premisas de una teoría de la revolución en América Latina y de la teoría del
marxismo – leninismo aplicada a nuestro continente... Algunas veces nos
han preguntado si la efigie del Che no puede parecer extraña en nuestros
pueblos nativos y hemos respondido, después de una práctica larga, de
que ocurre lo contrario. Que es la efigie del Che y sus planteamientos la
que debe impregnar, la que debe presidir muchas de nuestras orientacio-
nes y que, además, es aceptada y recibida como una nueva bandera. (PE-
RALES; 1990: 42)
Por su parte, Mauricio López Bonilla califica de genial el uso de las siglas y
del la efigie del Ché como logo. Dice: El haber asumido el nombre de Ejér-
cito Guerrillero de los Pobres y la fotografía más famosa del mundo – la del
Ché Guevara – fue una genialidad. Ya sólo con eso logró posicionarse.
Nombre – siglas – logo: logran ya un producto. Decir que son de los pobres
logra una identificación con amplios sectores. Además la semejanza del
Ché con Cristo potenció el mensaje.
Una experiencia interesante es que en ocasiones se utilizaban en los me-
dios de propaganda, dibujos que representaban a los campesinos con ca-
misas todas rotas y de manera que se veían muy pobres, miserables. Algu-
nos campesinos expresaron que esos dibujos no les gustaban, porque de-
cían que ellos “también tenían buenas camisas y que así debían aparecer”.
La interpretación de este fenómeno es que esa reacción reflejaba una
autoestima alta. A la gente le gusta verse idealizada y quizás esto explique
en parte el éxito entre los sectores populares del llamado “realismo socialis-
ta” impulsado como estilo artístico oficial en la URSS. (PORRAS)
115
7. Dónde, cuándo y con qué se hacía la propaganda
La propaganda revolucionaria la hacían los militantes todo el tiempo y en
todo lugar. Cada militante era por definición: un agitador, un propagandista,
un organizador y un educador.
Se hacía además en momentos específicos, a través de acciones específi-
cas de propaganda, utilizando los medios descritos anteriormente.
En la etapa que estudiamos, los revolucionarios hacían propaganda utili-
zando cualquier recurso a su alcance.
Para imprimir en los Frentes, se hacía de manera artesanal. A. Maldonado
explica que se utilizaban los llamados “mimeógrafos populares” que no eran
más que un marco de madera, con tela de seda (a veces pedazos quitados
a un “mosquitero”). Incluso en algunas ocasiones se utilizó el tallo de pláta-
no en vez de rodillo, para esparcir la tinta.
En la ciudad también se usaban recursos populares, como cinta de papel
engomada impresa con pequeñas imprentitas de juguete. (BLANCO y Ale-
jandro)
M. Hurtado, por su parte, dice que: se aprovechaba todo: rótulos con pie-
dras, pintas con tizones, rótulos con machetes en bordecitos y en los palos,
etc. Nuestra propaganda no descansó en recursos materiales que nos lle-
garan de otros lados.
Es de resaltar que en el caso del CEG no se dependía de un presupuesto
que llegara de la Ciudad, sino que desde el principio se institucionalizó la
colaboración y con esto se sostenía el Frente.
Sin embargo, debe reconocerse como una deficiencia el que no se haya
prestado mayor atención al uso de recursos técnicos para la elaboración,
diseño y reproducción de propaganda. Dice Corral: Esta fue tal vez una
dificultad mayor en el EGP en el que había una resistencia inconsciente al
uso de medios técnicos. De hecho, algo que ejerció presión en el EGP para
procurar mejor calidad, fue la propaganda que hacía ORPA.
Lo anterior es también reconocido por M. López como una limitación: El
EGP no contó con recursos tecnológicos para desarrollar su propaganda.
116
Lo hacía de manera artesanal, con trabajo de hormiga, el que le permitió un
crecimiento aritmético. Pero haciendo uso de recursos tecnológicos, el cre-
cimiento pudo haber sido geométrico.
Quizás fue hasta el año de 1980, con la creación de la Comisión Nacional
de Propaganda – CNP – que se le prestó más atención a esto.
Continúa diciendo Corral: En ese tiempo se hicieron esfuerzos grandes por
mejorar la calidad técnica de nuestra propaganda. Se invirtió más en equi-
po e infraestructura; se adquiere una imprenta. Es entonces cuando el Apa-
rato de Impresión se establece en una casa en Ciudad San Cristóbal, la
que después cayó. El propósito es hacer propaganda de calidad a efecto
de hacerla más atractiva a los diferentes sectores.
117
involucramiento de personas con la guerrilla del EGP, - ODHAG; 1998: 198 - )
A continuación se hará un repaso de lo que algunos entrevistados conside-
ran sobre los resultados de esa propaganda:
En los casos de personas ajenas al EGP o al gobierno o las fuerzas de
seguridad del Estado, es decir, personas del público común que fueron
entrevistadas, no recuerdan de manera específica la propaganda de esa
organización.
Recuerdan en general, el período histórico que se vivía y la expectativa que
generaba el EGP pues durante algunos años era la organización que más
sonaba. Recuerdan la polarización que se vivía y reacciones contradicto-
rias entre interés y temor frente a la propaganda insurgente.
Algunos recuerdan como aspecto negativo el que se les obligara a escu-
char mitines. Uno de los entrevistados expresó que: Me parece que la parte
menos grata para la población era cuando uno tenia que escuchar un mitin
en medio del camino. El trato era amable pero la tensión no permitía una
admisión efectiva del mensaje. Muy poco del mensaje quedaba e incluso
había molestia por haber sido retenidos y por el riesgo que la gente perci-
bía.
Sin embargo, el mismo entrevistado luego matiza al decir que: de todas
maneras, la gente sentía satisfacción, no tanto por el mensaje que muy
probablemente no escucharon debido a la tensión en que estaban, sino por
haber salido bien. La gente tenía una historia que contar, que les hacía
sentirse importantes.
Hay quienes, como Le Bot (1995), son más categóricos al señalar de irres-
ponsables a los guerrilleros del EGP por haber atraído a las fuerzas de
seguridad del estado hacia lugares que anteriormente fueron tranquilos y
haber provocado que se cometieran masacres contra la población.
Por su parte, Héctor Morales valora que: (los guerrilleros, con su propagan-
da) lograron crear cierta conciencia en la población civil, también creo que
abrieron un buen espacio en el ámbito internacional. La razón fue porque
tocaron los botones apropiados en un momento de cambios regionales.
118
J. Blanco coincide en señalar que el contexto que se vivía fue lo principal
para que la propaganda revolucionaria lograra su efecto. Dice: En realidad
era un todo. Había un contexto que favorecía la lucha revolucionaria. Las
cosas están vinculadas unas con otras. En ese tiempo, había una identifica-
ción de muchos con la causa revolucionaria, aunque no tuvieran militancia.
El contexto hacía que la gente estuviera más politizada. La Revolución del
20 de octubre del 44 y la contrarrevolución 10 años después no era algo
tan lejano. Luego se dio la Revolución Cubana. Hubo movimientos fuertes
como las Jornadas de Marzo y Abril del 62. Incluso la influencia desde los
Estados Unidos a finales de los años de 1960 y comienzos de los años de
1970 era la del movimiento hippie, contrario al sistema y por la paz. Había
tradiciones que encajaban con ese espíritu combativo. Por ejemplo, se iden-
tificaba ser joven y ser estudiante con ser rebelde y luchador. Se tenían
otros intereses. Había una mística de lucha distinta.
Todo esto hacía que hubiera un marco histórico particular que permitía que
la propaganda cuajara mejor. Es decir que la participación revolucionaria
no era una consecuencia directa de la propaganda, sino que ésta era un
catalizador.
Igualmente, G. Porras dice: Una, un pensamiento del Manifiesto Comunista
que a mí me fascinó toda la vida, que es una frase que dice: Los comunistas
no tenemos ideales que realizar, sino energías existentes que poner en
movimiento.
Mauricio López Bonilla reconoce efectividad en el mensaje de los revolucio-
narios, pero remarca que: En casi todos los países del mundo hubo fuerzas
revolucionarias pero no en todos pegaron y se debía sobre todo a las con-
diciones objetivas. Los planteamientos de las clases desposeídas no en-
cuentran eco en sociedades donde hay niveles de satisfactores altos y ex-
tendidos.
Aún así, reconoce como factores que le dieron efectividad a la propaganda
del EGP los siguientes:
…el mensaje de la guerrilla fue efectivo y surtió efectos, debido a la calidad
de los mensajes, que eran sencillos, muy directos e interpretaban muy bien
la realidad, por lo que despertaban conciencia.
119
También se deben valorar las alianzas estratégicas que el EGP estableció.
Por ejemplo, la alianza con el CUC le dio una base de organización campe-
sina. Allí había un segmento bien identificado, ansioso de recibir el plantea-
miento ideológico.
La propaganda del EGP fue eficiente porque desde su Línea de Masas, se
identificaba claramente los diferentes segmentos, con sus características y
necesidades. A partir de esto, se construía (el mensaje) de una forma direc-
ta, reflexiva y convincente.
Sin embargo Héctor Rosada tiene una interpretación distinta al decir que: lo
qué hizo efectivo el mensaje revolucionario, fue la represión del ejército. Si
no hubiera habido represión, quizás la gente se hubiera mantenido más
distante. Pero la represión orilló a mucha gente a optar por la guerrilla. Irse
a la guerra era una forma de sobrevivir, así como después para muchos
formar las patrullas civiles era también la forma de sobrevivir.
Por otro lado, refiriéndose a la propaganda del EGP hacia los militares, M.
López dice:
Quizás (los mensajes hacia el ejército) no estuvieron bien planteados. Re-
cuerdo que en el manifiesto que publicaron con motivo del secuestro de
García Granados, hubo una alusión directa a los “oficiales del ejército que
no se han manchado las manos con sangre del pueblo”. Sin embargo esto
no pegaba... Había un “blindaje” hacia esa propaganda constituido por el
código deontológico del ejército...
En cambio lo que pegaba más era la propaganda general, que analizaba
las condiciones objetivas de pobreza y hacía reflexionar. Eso era objetivo y
era más comprensible. Pero hacer una reflexión como que defender el statu
quo era defender un sistema injusto, resultaba algo etéreo, abstracto. En
cambio, hablar de lo concreto, era más contundente.
Aún los militares llamados de “línea dura” no podían negar la realidad de pobreza.
Incluso dentro de los militares, muchos entendían que la lucha revolucionaria tenía
razón de ser. Sin embargo, lo que hacía no aceptarla para muchos eran elementos
ideológicos, enmarcados en el contexto de la Guerra Fría... En Guatemala era muy
difícil que la propaganda revolucionaria pudiera pegar en las filas del ejército por el
nivel de llamémosle “adoctrinamiento” o quizás sería mejor decir de “mística” militar.
120
V. DISCUSIÓN
121
alternativa o comunicación popular, desarrollada en América Latina. Tiene
algunos rasgos de ésta, tomando en cuenta que: surgió de sectores a los
que se les había negado el derecho a expresarse, su mensaje era diferente
al mensaje tradicional, utilizaba recursos populares para hacerse y su pro-
pósito era liberador. Pero, por otra parte, no establecía verdaderamente
una relación horizontal, participativa, que estimulara más el diálogo y pro-
moviera procesos de educación, en el sentido de formar sujetos críticos.
Más bien, en mucho buscaba adoctrinar y, en su proceso, se reflejaba el
funcionamiento vertical de la Organización en cuestión, como corresponde
a organizaciones de ese tipo en condiciones de guerra.
Es por eso que se puede cuestionar que sea verdaderamente comunica-
ción alternativa, señalando que reproducía una relación desigual de poder
en la que hay un emisor privilegiado que transmite su mensaje a las masas.
Con ese enfoque, no daba lugar al cuestionamiento a ese mensaje, sino
sólo su aceptación (o rechazo). Es decir, se trataba de una comunicación
unidireccional, vertical, de “vanguardias” hacia “masas”; donde hay sujetos
pensantes que propagan su verdad y hay receptores que deben aceptar
ese mensaje, asumirlo, repetirlo y actuar conforme a éste.
Esta misma concepción estaba en la llamada “propaganda interna” en que
la Dirección Nacional o el Comandante en Jefe transmitía determinado aná-
lisis, del que se desprendían determinadas orientaciones. No se propiciaba
el debate cuestionador alrededor de ésta, sólo la explicación y profundización
de los conceptos contenidos. Al respecto, resalta M. Hurtado: En ese tiem-
po se tenía mucha confianza en la dirigencia y se presuponía que los com-
pañeros de Dirección Nacional tenían más elementos y mayor visión que
les permitía tomar decisiones correctas. ‘Ellos sabían por qué’, por lo que
se acataba.
En la práctica, esto resulta ser una contradicción entre el sentido revolucio-
nario proclamado y la forma vertical como se desarrollaba la propaganda.
También resulta contradictorio porque los revolucionarios y particularmente
los del EGP sostenían ser contrarios al dogmatismo y al sectarismo, pero al
final de cuentas, promovían otras formas de dogmatismo y sectarismo. Y,
como señala H. Rosada, el sectarismo es una forma de exclusión.
122
Sin embargo, contrario a las apreciaciones anteriores, A. Maldonado acotó
que: se procuraba con la propaganda establecer un vínculo (entre los in-
surgentes) con quienes recibían la propaganda; era una vinculación en
gran medida horizontal. No se pretendía dar recetas, sino dar los elemen-
tos para que las personas se formaran su criterio y optaran por sí mismos.
Asimismo, varios de los entrevistados reafirmaron el sentido educativo de la
propaganda desarrollada. Por ejemplo, J. Macías destacó que: El hacer
propaganda fue además una escuela para quienes eran encargados de
ejecutarla. Sirvió de hecho como una forma de desarrollar conciencia y
foguear a un conjunto de cuadros, quienes posteriormente fueron asumiendo
mayores responsabilidades orgánicas. En la propaganda armada se for-
maron los cuadros organizadores.
Reiteramos, pues, que hablar de comunicación alternativa o no, en este
caso, puede someterse a discusión, ubicando además el contexto en que
se produjo. Pero, dado que el debate podría impedir que se avanzara en la
investigación, se optó por obviar la polémica y hablar solamente de propa-
ganda política,
La propaganda estudiada, eso sí, se inscribe en la tradición leninista de
entender ésta como un instrumento de agitación, organización, educación
y movilización de las ‘masas’. En lo que se pudo conocer, se evidenció
bastante coherencia en la integración de la propaganda del EGP a su es-
trategia general y en su aprovechamiento como medio de agitación y orga-
nización.
Tenía además dos características señaladas por DOMENACH de la propa-
ganda comunista: hacer denuncia y llamar a la acción respecto a lo denun-
ciado. En este caso, la alternativa ofrecida era organizarse y participar en
la guerra para hacer la revolución. Asimismo se cumplía la caracterización
que DOMENACH hizo de la propaganda marxista en cuanto a que:
- El EGP utilizó diversidad de mensajes y medios, para transmitir un
mismo discurso, buscando hacerlo de forma apropiada a los diferen-
tes sectores sociales y tomando en cuenta la cultura propia de éstos.
123
El movimiento insurgente y en particular el EGP desarrolló diferentes
medios y formas de propaganda, atendiendo la mayoría de las veces,
a qué sector se dirigía. Por ejemplo, en los resultados de esta inves-
tigación se hizo referencia a la “Carta Fraternal a los Cristianos” en
que, hablando desde una perspectiva cristiana, se buscaba que és-
tos hicieran confluir su actividad con la lucha revolucionaria.
Asimismo, el EGP utilizó diferentes medios, con funciones específicas
cada uno. Por ejemplo no era lo mismo un mosco, que un volante
reivindicativo o un manifiesto.
Cuando se transmitían mensajes orales, por lo general era en el idio-
ma materno de los receptores.
También en este trabajo, se ha referido a como la idea de “ricos y
pobres” fue de fácil comprensión, provocó mucha agitación y creó
identificación – aunque tenía riesgos, como se señalará más amplia-
mente en las conclusiones de este trabajo, al analizar los aspectos
negativos de esta propaganda - . Otro ejemplo es el de las canciones
que eran, por lo general, fáciles de entender y aprender.
- El EGP concibió también que su estructura orgánica debían de nutrir
de información para que la propaganda reflejara la realidad que vi-
vían los diferentes sectores, tocara sus intereses, fuera adecuada en
cuanto a su forma y que fuera también oportuna.
Para reforzar lo dicho arriba, se retoma lo aseverado por M. Thomas en el
sentido que: En la coyuntura de fines de la década de 1970 y principios de
la de 1980, la propaganda del EGP le llegaba a la gente porque les daba
información y análisis que les era útil, que les explicaba la situación que
estaba viviendo el país y les proponía soluciones: un proyecto político revo-
lucionario, una perspectiva que también tenía sentido para la gente en ese
contexto concreto. En términos similares se expresó M. Maldonado, quien
dijo que: “Este es un principio de la comunicación: el ser humano le pone
atención a lo que toca sus intereses”.
Lo anteriormente señalado permitió que hubiese receptividad de sectores
amplios de la población hacia la propaganda subversiva porque ésta toca-
ba sus intereses y en ella, de cierta manera, se sentían reflejados.
124
Refiriéndolo a términos de marketing, el EGP supo segmentar a la pobla-
ción y precisar su público objetivo. Al respecto, expresó M. López: Si uno
tiene claramente identificado el segmento al que se dirige, el mensaje debe
ser adecuado al mismo, aunque no vaya a ser adecuado para todos los
demás segmentos. Y eso supo hacerlo el EGP. Supo posicionarse.
DOMENACH refiere el valor que Lenin daba al sustento de una línea políti-
ca justa y a las realizaciones prácticas. Es decir, reconoce el sustento teó-
rico – conceptual que debe tener la propaganda política y el valor del ejem-
plo. En el caso del EGP, se encontró que hubo un esfuerzo de coherencia
entre el discurso y la práctica, como se señaló en los resultados.
En lo descrito, se aprecia que uno de los mejores medios de propaganda
fue la acción misma y las actitudes de los revolucionarios. Por ejemplo, se
ha resaltado cómo la acción militar cumplía en sí misma una función de
propaganda. De igual manera, otras actuaciones y actitudes de la guerrilla
hablaban bien de ésta (tal el caso de lo relatado en cuanto a que la guerrilla
no tocaba dinero que correspondía a los trabajadores y la lectura que de
esto hacía la población).
Sin embargo, no es fácil de lograr esa coherencia y hay señalamientos
claros por parte de varios entrevistados en cuanto a contradicciones entre
discurso y práctica.
Al decir que la propaganda es un medio, se sobreentiende que no vale por
sí misma, como algo aislado, sino que su función es facilitar y dinamizar
procesos. Y esta idea se reitera en la investigación y lo retoma G. Porras
cuando cita al Manifiesto Comunista que dice: Los comunistas no tenemos
ideales que realizar, sino energías existentes que poner en movimiento.
En la propaganda estudiada se aprecia que también se cumplen los princi-
pios recopilados por P. Quentin, en cuanto a la aplicación de las leyes de: la
simplicidad, es decir, un mensaje de fácil comprensión; de la simpatía, bus-
cando establecer identidad con el público al que se dirigía; de síntesis, la
que se resumía preferentemente en consignas; de la sorpresa, buscando
ser oportuna; de saturación y desgaste; de la dosificación y de unidad de
orquestación. En relación a esto último, durante la mayor parte del proceso
estudiado, salvo al final, hubo una unidad en el mensaje y utilización de
125
diferentes medios para decirlo, en otras palabras, transmitir un mismo men-
saje de muy variadas formas. Los mensajes, por lo general eran repetitivos,
lo que a la vez les daba unidad y establecían una continuidad.
Aunque, relacionado a lo anterior, H. Rosada señala que: hubo debilidades
pues en mucho el marxismo se volvió tan cajonero, que rayaba en doctrina.
En el caso referido, hubo de los tres tipos de propaganda según su fuente:
propaganda blanca, propaganda gris y propaganda negra. Sin embargo,
en su mayoría fue propaganda blanca pues, aunque era anónima en cuan-
to a identidades individuales, era asumida plenamente como comunicación
de una organización específica.
Parece percibirse cierta ética en cuanto a veracidad de la propaganda del
EGP. Los entrevistados así como algunos de los textos revisados hablan
de que la guerrilla daba a tanto sus victorias como sus derrotas. Esto ade-
más contribuía a la credibilidad de la población en su mensaje. Se conside-
ra que esto manifiesta una ética, fundamentada en principios y valores. Al
respecto, dice H. Morales: Al que no habla de sus errores, se le va a ‘ningu-
near’ sus aciertos.
Pero también los entrevistados reconocieron que, seguramente traiciona-
dos por el subjetivismo, la insurgencia tendió a exagerar los resultados de
sus acciones militares, lo que contribuyó a crear imágenes falsas de las
posibilidades reales que tenían. Asimismo, en un momento dado, volunta-
ria o involuntariamente se ocultó información.
Lo último hay que matizarlo por el contexto de guerra en que se vivía y a la
vez tomando en consideración que, si bien la propaganda era una forma de
comunicarse con la población en general, también era una fuente de infor-
mación para el adversario, por lo que debía valorarse qué decir, de qué
manera y en qué momento.
En la presente investigación, se adoptó las teorías de la influencia selectiva
en cuanto al alcance de la propaganda. El mensaje por sí mismo no logra
resultados. Los receptores tienen un papel activo en el proceso de comu-
nicación; cuentan con discernimiento espontáneo o consciente al recibir
estos mensajes. Por lo tanto, el mismo mensaje no llega ni vale igual para
todos.
126
Más aún, se enfatizó en la idea que para entender determinados hechos
comunicativos, se debe conocer a profundidad el contexto, que implica co-
nocer el momento histórico, la situación en que se vive y la cultura de los
interlocutores.
127
128
VI. CONCLUSIONES
129
Pero todo encierra un contrario. Y lo adverso también presentaba ventajas,
en el sentido que ser algo subversivo y prohibido le daba un halo de miste-
rio y de expectativa, que en muchos casos le agregaba interés y aumenta-
ba la receptividad hacia ésta.
Por otra parte, no se debe ver exclusivamente en la propaganda en particu-
lar ni en la acción de los revolucionarios en general, la causa del crecimien-
to revolucionario que se experimentó en esos años. Como expresaron los
entrevistados, la propaganda y la acción de los revolucionarios en un sen-
tido más general, fue un catalizador de procesos que tienen explicaciones
más profundas, más allá de éstos. Lo que hizo que tuviera esa función eran
condiciones objetivas y subjetivas que se vivían en ese momento. Asimis-
mo, se resalta que el sustento de la propaganda debe ser una línea política
justa y realizaciones prácticas.
Una conclusión fundamental es que la propaganda que los insurgentes
desarrollaron en ese momento, pudo ser efectiva entonces, pero se puede
especular que, habiendo cambiado el contexto y las condiciones subjetivas
de la población, la misma propaganda ya no sería efectiva ahora.
Como se dijo en la presentación, un aporte de este trabajo es hacer un
recuento somero de los diferentes medios y métodos de propaganda utili-
zados por el EGP. Pero además, se considera que es posible mirar esa
experiencia en su sentido más profundo, más allá de lo concreto y especifi-
co dentro de determinado contexto. Haciéndolo así, se puede descubrir
lecciones por parte de quienes desean desarrollar una labor comunicativa
a favor de un proyecto de cambio.
Es en ese sentido que se considera pertinente tratar de establecer algunas
conclusiones valorativas, las que se esquematizan como aciertos y des-
aciertos de la propaganda estudiada. Sin embargo, esto es difícil pues como
se puede apreciar a lo largo de la investigación, las apreciaciones respecto
a ésta difieren entre los entrevistados, al punto que uno de ellos (Rafael)
afirma categóricamente: No creo que tuvo aciertos.
Además, se está consciente que un esquema así (aciertos y desaciertos)
resulta un tanto rígido y no permite ver la dialéctica del fenómeno pues, por
lo general, cada acierto encierra otro desacierto. Sin embargo, valga este
esquema para facilitar el análisis y la comprensión.
130
Algunos de los aciertos de la propaganda del EGP durante esa etapa de
guerra fueron:
- Haber concebido la propaganda como parte de una estrategia inte-
gral, que iba enlazada al trabajo organizativo y a la acción militar.
La actividad militar era un sustento fundamental para la credibilidad
con que contaba esta propaganda. Era además, la mayoría de las
veces, el medio para su realización. Así también, las acciones milita-
res en sí mismas eran y generaban más propaganda.
A su vez, el desarrollo organizativo era lo que posibilitaba que se hi-
ciera propaganda. Por ejemplo, si no se hubiese contado con estruc-
tura orgánica, si no hubiese existido una logística, no hubiese sido
posible obtener información fundamental para la elaboración de los
mensajes ni para su difusión. Asimismo, los planes de propaganda
contemplaban su aprovechamiento organizativo.
- Como extensión de lo anterior, pero que se quiere resaltar aparte, es
la valoración que esa organización hizo de la comunicación como par-
te de su estrategia general y que involucraba a todas y todos sus
miembros para su desarrollo.
Con frecuencia, dentro de las organizaciones, las instituciones y las
empresas no se valora la función de comunicación, aunque sí se le
exigen resultados de la misma. Pero si se comprende que la misma es
clave para el desarrollo de la institución y su labor, y que es responsa-
bilidad de todas y todos los que formen parte de ella, se dedicarán
esfuerzos y recursos para impulsarla.
- Haber logrado una identificación entre los receptores y el contenido
de la propaganda.
- Haber utilizado la acción y el ejemplo como forma de comunicación y,
más aún, de propaganda y educación.
Esto, en su sentido más profundo, continúa siendo válido. Efectiva-
mente, el contexto ha cambiado y luego de la Firma de la Paz, no se
justificaría la acción militar de fuerzas insurgentes. Pero lo importante
131
a destacar es que las organizaciones con sus acciones, actitudes y
actuaciones transmiten un mensaje, pueden generar noticia y pue-
den educar.
- La complementación de diferentes formas y medios, tomando en con-
sideración niveles de propaganda.
- A veces, el uso de un lenguaje y otros códigos sencillos de fácil com-
prensión, fue un acierto.
- También fue un acierto la creatividad empleada por las organizacio-
nes revolucionarias en cuanto a uso de recursos populares y medios
innovadores. Se ha descrito cómo se utilizaba prácticamente cual-
quier cosa para hacer propaganda.
Sin embargo hay que precisar que esta creatividad se limitó funda-
mentalmente a la manera de hacerla, pero no así a la creación de los
mensajes a difundir, pues era una propaganda casi en su totalidad
centralizada y homogénea en cuanto a sus contenidos. Quienes la
ejecutaban, seguían una orientación. Esto se justifica por el tipo de
organización y el tipo de lucha, que demanda un alto grado de centra-
lización y de disciplina.
- Habría que destacar la intención de los revolucionarios en cuanto a
ser veraces en la propaganda, lo que no significa ser imparciales y
matizándolo, pues no siempre esta intención fue realidad, indepen-
dientemente de las razones que hubieran que lo expliquen.
- Fue positivo que en un inicio hubiera una práctica regular de evalua-
ción por parte de la misma guerrilla de la propaganda que realizaban.
Sin embargo, este método de trabajo se fue perdiendo en el desarro-
llo del proceso y sobre todo en los momentos en que se pensó en un
“triunfo” a corto plazo.
En el marco conceptual se habló de las limitaciones de la propaganda, que
busca persuadir y que por lo general no permite un flujo comunicativo de
doble vía, pese a que de manera expresa, los insurgentes no lo reconozcan
así.
132
Se reconoce que hubo experiencias interesantes de propaganda no pro-
piamente guerrillera pero sí vinculada a ésta, en que se intentó hacer una
propaganda participativa. Por ejemplo, fue el caso del periódico campesino
“De Sol a Sol”, según Corral.
Asimismo, la propaganda jugó un papel fundamental en la formación políti-
ca al interior de la Organización.
También hubo desaciertos en la propaganda descrita, desde su concep-
ción misma y su forma. Vale repetir que varios de éstos no fueron proble-
mas específicos de la propaganda, sino del proyecto a la que ésta servía y
del cual se derivaba. Por ejemplo:
- En la propaganda de los revolucionarios estaba muy impregnada la
concepción de “vanguardias esclarecidas” que llevan la “verdad” al
“Pueblo”. Es decir que se reproducía una relación desigual de poder
en la que hay un emisor privilegiado que transmite su mensaje a las
masas.
- La falta de unidad de los revolucionarios fue una debilidad para su
propaganda. Al respecto, dice H. Rosada: Esto hacía que no hubiera
un discurso coherente entre las organizaciones revolucionarias… Al
plantearse cada organización como la vanguardia, como la única, había
una descalificación solapada de las otras organizaciones. Eran tiem-
pos de fanatismo y los fanatismos son intolerantes. No convencen,
sino que imponen.
- A la vez que arriba se reconoció como un acierto haber utilizado códi-
gos compartidos con el público al que estaba dirigida la propaganda,
también hay que señalar que muchos mensajes eran hechos de tal
forma, utilizando un lenguaje e incluso a veces con contenidos que
resultaban inaccesibles para quienes eran dirigidos.
- Otras veces, se cayó en simplismos y esquematizaciones peligrosas
que, de hecho, tuvieron consecuencias negativas para el proceso.
Por ejemplo: el concepto de ricos y pobres, según opinión de algunos
entrevistados, no contribuyó a una mejor comprensión de la sociedad
y del proceso que se vivía, en su complejidad.
133
G. Porras destaca que: La propaganda revolucionaria tiene que com-
binar la sencillez que todo mensaje que aspira a ser masivo debe
tener, con la profundidad. Sencillez no es superficialidad, no es sim-
plificación, no es esquematismo, no es pedagogía barata. El arte de
la propaganda es decir cosas complejas de manera sencilla. Y sólo
puede expresar de manera sencilla temas complejos quien lo entien-
de a profundidad.
- A la vez que se resaltó como positivo la creatividad en el uso de recur-
sos populares para desarrollar la propaganda, se considera como
negativo la falta de interés y los pocos esfuerzos por desarrollar y
aprovechar las técnicas comunicativas y la tecnología. Se exaltó lo
artesanal, el empirismo y la improvisación; sólo bajo ciertas presio-
nes, se hicieron intentos por elevar la calidad técnica de la propagan-
da.
- Al repasar la periodicidad de los medios y su continuidad en el tiempo,
es evidente que hubo mucha irregularidad en éstos y que la mayoría
no perduraron. Si se pretende que la propaganda vaya cambiando
actitudes y valores, se entiende que debe ser algo dosificado y conti-
nuo.
- Un problema que no es exclusivo de la propaganda, pero que se re-
flejó en ésta, fue la poca elaboración programática. Se dice esto por-
que, por lo general, se hacía denuncia y se llamaba a la acción en
contra de lo denunciado, pero no había una propuesta más elabora-
da que trascendiera a un planteamiento muy general. Por ejemplo, se
decía que el objetivo era hacer la Revolución, pero no se explicaba
cómo se entendía ésta. Esto daba margen a diferentes interpretacio-
nes. Este fue el caso también del llamado a “instaurar un gobierno
revolucionario, popular y democrático” que por falta de explicación,
tuvo una comprensión heterogénea.
Se insiste que las valoraciones hechas acá deben contextuarse. Ahora puede
resultar fácil juzgar con mucha severidad las deficiencias, dejando por un
lado el contexto de guerra y los momentos difíciles, de extrema polarización,
en que ni siquiera había espacios para los sectores democráticos.
134
VII. RECOMENDACIONES
135
dos y marginados, y que procuren hacer una labor verdaderamente educa-
tiva.
De lo anterior, se puede concluir que es lícito y necesario que esos secto-
res oprimidos y marginados hagan su propia labor comunicativa, pero que
desde su misma concepción, se debe entender y planificar como algo com-
plementario dentro de la labor política e ideológica y que en todo su pro-
ceso, desde la formulación misma, contribuya a establecer verdadera co-
municación y desarrollar el pensamiento crítico. Con ello se reitera
que la propaganda es un medio para promover un proyecto y que tiene
potencial educativo. No es algo aislado, sino que corresponde a un proyec-
to y a una estrategia.
Se considera que en esta acción comunicativa, debe haber una ética, en
base a valores y principios. Sin obviar que la propaganda tiene una
intencionalidad, no se puede asumir la idea de que “el fin justifica los me-
dios”. Por parte de los comunicadores, existe, por ejemplo una responsabi-
lidad en cuanto a la veracidad de lo que se comunica y el propósito de dotar
de información para que las personas piensen con cabeza propia.
Juan José Hurtado Paz y Paz
Julio de 2005
136
VIII.BIBLIOGRAFÍA
137
DOMENACH, J.-M. (1971) La Propaganda Política (6a edición) Argentina:
Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA).
EGP - Ejército Guerrillero de los Pobres - (1978) Línea de Masas del EGP
(Nivel III) mimeo.
138
GUEVARA, E. (1960) Discurso en la conmemoración del natalicio de José
Martí www.filosofia.cu/che/chet4b.htm#4
139
LE BOT, Y. (1995) La Guerra en Tierras Mayas, Comunidad violencia y mo-
dernidad en Guatemala (1970 – 1992) México: Fondo de Cultura Eco-
nómica.
LÓPEZ VIGIL, J. I. (1992) Las Mil y Una Historias de Radio Venceremos (4ª
edición); El Salvador, UCA Editores.
140
PAYERAS, M. (1979) Los Días de la Selva. Cuba: Casa de las Américas.
www.revistarebeldia.org/htmlmodules.php?modload&name=Newsfile
=article&sid=161&mode=thread&orden=0&hold=0
VAN DIJK, T. A. (1997) Racismo y Análisis Crítico de los Medios. (1ª edición)
Barcelona, España: Ediciones Paidós.
141
Consultas hemerográficas:
142
Anexo 1:
PERSONAS ENTREVISTADAS
BLANCO, Jorge: en 1974, a los 15 años se organizó en el EGP y formó
parte de éste durante 6 años, hasta que la muerte de un compañero
en 1980 lo tocó muy cerca y precipitó un exilio temporal primero y un
distanciamiento después. Su experiencia fue fundamentalmente en
los sectores estudiantiles de Educación Media y Universitario.
CORRAL, Enrique: fue sacerdote jesuita y participó en el trabajo de
concientización y organización, particularmente en el área de
Chimaltenango, que contribuyó a la posterior conformación del Comi-
té de Unidad Campesina – CUC -. Se integró al EGP y desempeñó
diversas tareas. Entre éstas, estuvo en 1979 como responsable in-
terno del trabajo de relación con las masas, en la Dirección de Frente
del FGORC (Frente Guerrillero Otto René Castillo). En 1980, fue
promovido a la Dirección Nacional de esa organización y asumió la
responsabilidad de la Comisión Nacional de Propaganda – CNP – que
se conformó entonces. Actualmente es director de la Fundación
Guillermo Toriello.
HURTADO, Margarita: se incorporó formalmente al EGP en 1975, siendo
aún estudiante de Secundaria, año en que se graduó de Bachiller en
Ciencias y Letras en el INCA. A comienzos de 1977, Margarita fue
trasladada del trabajo en la ciudad capital al trabajo organizativo de
dicha organización en Ñancahuazú, seudónimo con que identificaba
el EGP al área de Quetzaltenango y alrededores. Posteriormente, en
1978 el EGP se propuso retomar el trabajo en Huehuetenango para
constituir allí un Frente Guerrillero. En 1979, Margarita se integró al
Equipo de Dirección del Tibet (seudónimo con que se identificaba
entonces a Huehuetenango) – E.D.T. –, junto a Julián y Rafael (seu-
dónimos).
143
HURTADO, Laura: en enero de 1982, se integró a la Comisión Nacional de
Propaganda – CNP – del EGP, que entonces estaba bajo la responsa-
bilidad directa de Gustavo Porras y la orientación del entonces miem-
bro de Dirección Nacional del dicha organización, Gustavo Meoño.
En abril del mismo año (1982) salió de Guatemala y se integró al
Equipo de Propaganda Internacional – EPI - del EGP, bajo la respon-
sabilidad de Mario Payeras. Luego el EPI, estuvo bajo la responsabi-
lidad de Enrique Corral. Entre las tareas del EPI, estaba la elabora-
ción del “Informador Guerrillero”, además de otras funciones de pro-
paganda.
LÓPEZ BONILLA, Mauricio: fue oficial del ejército y alcanzó el grado de
teniente coronel. En 1982, participó en el movimiento militar de los
oficiales jóvenes. Durante las negociaciones de Paz (1994 – 1996)
fue miembro de la Comisión de Apoyo de la COPAZ y durante el 96
cumplió funciones de enlace entre la guerrilla y el ejército, contribu-
yendo a promover la distensión y el cese el fuego entre ambos.
MACÍAS, Jorge (Alberto): proviene de una familia de revolucionarios. De-
bido a circunstancias familiares, vivió muchos años en el exilio. En
1975, se trasladó a Guatemala, para participar en la lucha revolucio-
naria, específicamente como parte del Ejército Guerrillero de los Po-
bres – EGP -. Estuvo principalmente en estructuras militares, forman-
do parte del Estado Mayor del EGP de 1985 hasta la Firma de la Paz
(1996).
MALDONADO, Alba Estela (Lola): Inició su participación política durante
las llamadas “Jornadas de Marzo y Abril del 62”. Fue miembro de la
Juventud Patriótica del Trabajo – JPT – y del núcleo que dio origen al
EGP, en el exterior. Se incorporó a los frentes guerrilleros de la mon-
taña en la década de 1970, donde se desempeñó en diferentes acti-
vidades, especialmente de organización y de educación y formación
política. Fue miembro de la Dirección Nacional del EGP. De 2001 a
2003 fue Secretaria General de URNG y es actual diputada al Con-
greso de la República por dicho partido.
144
MALDONADO, Mario: fue miembro de las Fuerzas Armadas Rebeldes –
FAR – y llegó a ser parte del Equipo de Propaganda Unitaria que se
constituyó, como parte del proceso de la Unidad Revolucionaria Na-
cional Guatemalteca - URNG -. Es comunicador social, con amplia
experiencia.
MORALES, Héctor: comunicador social, que se desempeñó en ese campo
para el gobierno de Álvaro Arzú y actualmente lo hace en el gobierno
municipal del mismo. Es miembro del Partido Unionista.
MORENO, Elizabeth: Antropóloga. Se incorporó al EGP a través del tra-
bajo de jóvenes cristianos en el sector de pobladores. En 1981, salió
al exilio. Actualmente es investigadora.
PORRAS CASTEJÓN, Gustavo: estudió del Liceo Guatemala y participó
en el grupo juvenil cristiano “Cráter” que desarrolló un trabajo de
“concientización“ en Huehuetenango, a finales de los años de 1960.
Participó en el extranjero, en el núcleo inicial que daría origen al EGP.
Previo a que ingresara al país el primer núcleo, en 1972, rompió con
dicha Organización. En 1980, después de la Masacre en la Embajada
de España, se reincorporó al EGP. En 1982, estuvo al frente de la
Comisión Nacional de Propaganda – CNP -. Fue Secretario Privado
de la Presidencia durante el gobierno de Álvaro Arzú y como tal, par-
ticipó como representante del en el proceso de negociación de los
Acuerdos de Paz.
ROSADA GRANADOS, Héctor: es antropólogo y politólogo, entre otras co-
sas. Participó en el proceso de negociación de los Acuerdos de Paz,
como representante del gobierno durante la presidencia de Ramiro
de León Carpio (1993 – 1995).
THOMAS, Megan: antropóloga. Fue miembro del EGP hasta 1984, tiempo
en el que apoyó en diversas tareas de propaganda, incluyendo apor-
tes para la revista “Compañero”. Actualmente labora como consulto-
ra independiente.
145
Personas identificadas con seudónimo:
Alejandro: es ex militante del EGP que se incorporó de manera formal a
esa organización, en enero de 1975. Estuvo de 1975 a 1982 en la
ciudad de Guatemala, realizando fundamentalmente un trabajo
organizativo en los sectores estudiantiles de Secundaria y la Universi-
dad, y en general, en el llamado “trabajo de masas”. Posteriormente,
de 1983 a 1996, estuvo en los Frentes de la Montaña, hasta que
terminó la guerra (1996).
Margot: se alzó en la guerrilla del EGP, a finales del año de 1978. Cumplió
diferentes labores organizativas, de formación política y de carácter
logístico en los frentes guerrilleros de la montaña, hasta 1988 y luego
continuó desarrollando trabajo logístico para el EGP en el exterior.
Rafael: ex militante del EGP que se incorporó de a esa organización, en
1973. Fue miembro de la Comisión Nacional de Propaganda – CNP –
del EGP de 1981 a 1982. En ese año, tomó distancia del EGP.
146
Anexo 2:
147
ORPA - Organización del Pueblo en Armas, fundada en 1971 y que sur-
ge a luz pública el 18 de septiembre de 1979. Su Comandante
en Jefe era Rodrigo Asturias Amado (Gaspar Ilom).
PGT - Partido Guatemalteco del Trabajo, partido marxista leninista cons-
tituido en el período de la Revolución Democrática de 1944 –
1954. Pasó a la clandestinidad luego del derrocamiento del
gobierno de Jacobo Arbenz (1954).
REMHI - Proyecto Interdiocesano para la Recuperación de la Memoria
Histórica, dirigido por Mons. Juan José Gerardi y que publicó su
informe el 23 de abril de 1998.
URNG - Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, alianza de las
organizaciones político militares EGP, FAR, ORPA y PGT, que
fue proclamada el 7 de febrero de 1982. Actualmente, luego de
la firma de la Paz, es un partido político legalmente reconocido,
aunque ya no integra a todas las fuerzas que anteriormente la
formaban.
148
Anexo 3:
149
150
Anexo 4
CRONOLOGÍA:
19 de enero, 1972 - Ingresa a Guatemala, por las selvas del Ixcán, el primer
núcleo guerrillero, constituido por 15 combatientes, de lo que luego
se constituiría en el Ejército Guerrillero de los Pobres – EGP -.
1974 – El general Kjell Eugenio Lauguerud García asume el gobierno de
Guatemala, mediante elecciones señaladas de fraudulentas. Esto
evitó que el general Efraín Ríos Montt asumiera la presidencia y salió
del país en calidad de agregado militar de la embajada guatemalteca
en España.
Marzo de 1974 - realización de la Primera Conferencia Guerrillera del EGP,
en la Sierra de Chamá, departamento del Quiché.
28 de mayo de1975 - En Ixcán, el EGP da muerte a Guillermo Monzón por
ser supuesto informante del ejército. Esta acción no fue reivindicada
por la organización insurgente. En respuesta, el ejército desató una
ola de represión contra cooperativistas del área.
7 de junio de 1975 – Luis Arenas, conocido como “el Tigre de Ixcán”, es
muerto por el EGP. Esta es la primera acción con que se da a conocer
públicamente dicha organización.
Diciembre de 1975 - El EGP da muerte a Bernal Hernández, quien anterior-
mente fuera miembro de la guerrilla y luego colaborara con el ejército,
delatando a sus excompañeros. Al momento de su muerte, era dipu-
tado por el Movimiento de Liberación Nacional - MLN -, partido de
ideología anticomunista, fundado por Mario Sandoval Alarcón, luego
de la contrarrevolución de 1954.
4 de febrero de 1976 - Terremoto en Guatemala que provoca más de 22,000
muertos y la destrucción de viviendas. Fue calificado por el EGP
como “Terremoto para los pobres, temblor para los ricos”.
151
Marzo de 1976 - El EGP da muerte a Elías Ramírez, jefe de la Regional de
Telecomunicaciones, organismo de inteligencia del gobierno
Abril de 1976 - Se constituye el Comité Nacional de Unidad Sindical – CNUS
-, integrado por las principales organizaciones sindicales del país.
Posteriormente se integran a éste otras organizaciones populares.
Junio de 1976 - Cae casa de seguridad del EGP en ciudad Satélite, Mixco.
1977 - El año inicia con varias huelgas obreras, como la de la empresa
Esmaltes y Aceros de Guatemala, Helenoplast y otras.
8 de junio de 1977 - Es asesinado el abogado laboralista Mario López Larrave.
4 de agosto de 1977 - Es abandonado el cadáver del estudiante Robin
Mayro García Dávila, quien había sido secuestrado el 27 de junio de
ese año junto a Aníbal Leonel Caballeros. Este último era entonces
presidente de la Asociación de Estudiantes del Instituto Rafael Aqueche.
19 de noviembre de 1977 - Llegan, a la ciudad capital, los Mineros de
Ixtahuacán, Huehuetenango, quienes habían iniciado una marcha de
protesta, el 11 de ese mes. La marcha se unió con otra similar prota-
gonizada por trabajadores del Ingenio Pantaleón, provenientes de la
Costa Sur. A su encuentro asistieron más de 100,000 personas.
31 de diciembre de 1977 - Secuestro por parte del EGP de Roberto Herrera
Ibargüen, miembro de acaudalada familia y ex ministro de goberna-
ción. Fue liberado el 31 de enero de 1978.
1 de mayo de 1978 - En la manifestación con motivo del Día Internacional
de los Trabajadores, se da a conocer la constitución del Comité de
Unidad Campesina – CUC -, lo que se había efectuado en una asam-
blea realizada el 15 de abril anterior. En la misma manifestación, se
da a conocer el Frente Estudiantil Revolucionario “Robin García” –
FERG -.
29 de mayo de 1978 - Masacre de Panzós. Más de 100 campesinos que
reclamaban pacíficamente por sus tierras son asesinados por el ejér-
cito.
152
1 de julio de 1978 - inicio del gobierno del general Romeo Lucas García.
2 de octubre de 1978 - inician las llamadas “Jornadas de Octubre”, contra el
alza al transporte Urbano. La movilización popular impidió el incre-
mento en un 100% al valor del pasaje del transporte urbano.
20 de octubre de 1978 - Es asesinado el Secretario General de la Asocia-
ción de Estudiantes Universitarios, Oliverio Castañeda de León
noviembre de 1978 - secuestro de Antonio Ciani García, quien había susti-
tuido a Oliverio Castañeda de León.
febrero de 1979 - Constitución del Frente Democrático contra la Represión
22 de marzo de 1979 - Es asesinado Manuel Colom Argueta, fundador y
líder del partido social demócrata Frente Unido de la Revolución –
FUR –, de tendencia social demócrata
10 de junio de 1979 - el EGP da muerte al General David Cancinos, a quien
responsabiliza de haber dirigido el asesinato de Manuel Colom Argueta.
El EGP no reivindica su autoría sino hasta 4 meses después.
19 de julio de 1979 - Triunfo de la “Revolución Popular Sandinista” en Nica-
ragua.
18 de septiembre de 1979 - Con la ocupación militar de la finca Mujuliá, en
Colomba, Quetzaltenango, se da a conocer la Organización del Pue-
blo en Armas – ORPA -, después de 8 años de construcción silencio-
sa.
7 de octubre de 1979 - El EGP secuestra a Raúl García Granados de Garay,
hijo de Jorge Raúl García Granados.
Octubre de 1979 - Se da a conocer la existencia de una alianza de las
organizaciones revolucionarias (conocida como la “Tripartita”) con la
participación del EGP, las FAR y el PGT – Núcleo de Dirección
31 de enero de 1980 - Masacre en la embajada de España.
febrero – marzo 1980 - Lucha de los cortadores de caña y algodón en la
Costa Sur, que logra el aumento del salario mínimo para los trabaja-
dores del campo.
153
1 de mayo de 1980 - En la manifestación del Día Internacional de los Traba-
jadores, el CNUS lanza la consigna llamando “A DERROCAR AL GO-
BIERNO DE LUCAS E INSTAURAR UN GOBIERNO REVOLUCIONA-
RIO Y POPULAR”. Alrededor de un centenar de manifestantes fueron
asesinados o secuestrados – desaparecidos durante o después de la
manifestación. Esta fue la última gran manifestación pública de ini-
cios de la década de 1980.
21 de junio, 1980 - Secuestro de 27 dirigentes sindicales de la Central
Nacional de Trabajadores – CNT –
20 de julio de 1980 - Después del asesinato de dos curas y 2 atentados
contra el obispo Juan José Gerardi Conadera, la Diócesis de la Iglesia
Católica del Quiché es clausurada.
14 de julio, 1980 - Ametrallamiento indiscriminado de estudiantes universi-
tarios de la Universidad de San Carlos de Guatemala – USAC -.
5 de agosto de 1980 - Es muerto Mario Rivas Montes. Aunque según la
CEH, esta acción fue cometida por el Ejército Guerrillero de los Po-
bres, esta organización no asumió la autoría de la misma ya que se-
gún uno de los militantes del EGP, “era una táctica para enfrentar a
unos sectores del enemigo con otros del enemigo”
24 de agosto, 1980 - Secuestro de otros 17 líderes sindicales de la CNT
sindicalistas en la Finca Emaús, Palín, Escuintla.
24 de agosto de 1980 - Con la ocupación de las cabeceras municipales de
San Miguel Acatán y San Rafael la Independencia, Huehuetenango,
surge a luz pública el Frente Guerrillero “Comandante Ernesto
Guevara” del EGP.
Septiembre 1980 - Se hace pública la integración de ORPA a la alianza de
las organizaciones revolucionarias, integrada por el EGP, FAR y el
Partido Guatemalteco del Trabajo – PGT – Núcleo de Dirección. És-
tas asumen la Guerra Popular Revolucionaria como estrategia común
(aunque con distintas concepciones).
6 de septiembre, 1980 - Masacre de más de 60 hombres en San Juan Cotzal,
El Quiché.
154
7 de septiembre de 1980 - manifestación pro gubernamental organizada
por las el gobierno de Lucas
Octubre de 1980 – Constitución de la Primera Compañía del EGP, en el
campamento del Yuro, en el norte del Quiché.
20 de octubre de 1980 - Ante la imposibilidad de hacer una manifestación,
miembros de organizaciones populares realizan un mitin relámpago
en el Monumento al Trabajo, en la zona 5 de la ciudad capital, para
conmemorar la Revolución de 1944.
5 de diciembre, 1980 - Guillermo Cruz (comandante Mariano) es muerto por
el ejército, en Chapul, El Quiché. Junto a él, cae en manos de las
fuerzas de seguridad una grabación en cassette con información de
los planes políticos y militares de la guerrilla.
Enero de 1981 - inicio de ofensiva general en El Salvador
Enero de 1981 - asume Ronald Reagan, el gobierno en los Estados Unidos.
31 de enero, 1981 - Proclama del Frente Popular 31 de enero, con la colo-
cación simultánea de más de 100 bombas panfleteras en la zona 1 de
la ciudad capital
Julio de 1981 - caen de casas de seguridad de ORPA en la ciudad capital.
Mueren decenas de combatientes.
19 de julio de 1981 - Masacre en contra de la población de la aldea de
Coyá, en San Miguel Acatán, Huehuetenango.
19 de julio de 1981 - surgimiento público del entonces Frente Guerrillero
Augusto César Sandino - FGACS –
28 de octubre de 1981 - Ocupación guerrillera de la cabecera departamen-
tal de Sololá.
1 de noviembre de 1981 - inicio de la ofensiva del ejército contra el FGACS
7 de febrero de 1982 - Proclama de la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca – URNG
155
A los pocos días (en la segunda quincena de febrero) se anuncia la
integración del Comité Guatemalteco de Unidad Patriótica – CGUP – ,
que pretende ser el punto de partida para la integración de un Frente
Patriótico de Unidad Nacional.
7 de marzo de 1982 – En un proceso calificado de fraudulento, gana la
presidencia el general Ángel Aníbal Guevara, candidato oficialista.
23 de marzo de 1982 - Antes de que Aníbal Guevara asuma el gobierno, se
da un Golpe de estado que lleva a la presidencia al General Efraín
Ríos Montt
12 de mayo de 1982 – Ocupación de la Embajada de Brasil, en Guatemala,
por parte de integrantes del FP-31.
23 de junio, 1982 - inicio de la ofensiva del ejército de Guatemala contra
el Frente Guerrillero Comandante Ernesto Guevara.
8 de agosto de 1983 - Golpe de estado. Asume el gobierno el general
Oscar Humberto Mejía Víctores.
156