Teoria Segun Piaget

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TEORIA SEGUN PIAGET

Probablemente la teoría más citada y conocida sobre desarrollo cognitivo en niños


es la de Jean Piaget (1896-1980). Según esta teoría los niños pasan a través de
etapas específicas conforme va madurando su intelecto y su capacidad para
percibir las relaciones de todo tipo.

Estas etapas se desarrollan en un orden fijo en todos los niños, y en todos los
países. No obstante, la edad puede variar ligeramente de un niño a otro. Las
etapas son las siguientes:

Etapa sensoriomotora

Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos


años de edad. Durante este periodo los niños
comienzan a entender la información que perciben a
través de sus sentidos y se inician en el desarrollo de
su capacidad de interactuar con el mundo.

En esta etapa los niños aprenden a manipular objetos.

Un aspecto interesante de este periodo es que no


pueden entender la permanencia de estos objetos si
no están dentro del alcance de sus sentidos, es decir, una vez que un objeto
desaparece de su vista, el niño o niña no comprende que ese objeto o persona
sigue allí. Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que
muchos adultos juegan con sus hijos consistentes en esconder su cara tras un
objeto, como un cojín, y luego volver a «aparecer». Es un juego que contribuye,
además, a que aprendan la permanencia del objeto.
Por tanto, podemos decir que es uno de los mayores logros de esta etapa es la
capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda
verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la
habitación regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad
suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para
mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo.

Etapa preoperacional

Comienza cuando se ha comprendido la


permanencia de objeto, y se extiende
desde los dos hasta los siete años.

Durante esta etapa, los niños aprenden


cómo interactuar con su ambiente de una
manera más compleja mediante el uso
de palabras y de imágenes mentales.
Esta etapa está marcada por el
egocentrismo, o la creencia de que todas
las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella.

También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones que
ellos, y pueden ver, sentir, escuchar, etc. Un segundo factor importante en esta
etapa es la conservación de la cantidad, que es la capacidad para entender que la
cantidad no cambia cuando la forma cambia. Es decir, si el agua contenida en un
vaso corto y ancho se vierte en un vaso alto y fino, los niños en esta etapa creerán
que el vaso más alto contiene más agua debido solamente a su altura.

Esto es debido a que se centran en sólo un aspecto del objeto, por ejemplo la
altura, sin tener en cuenta otros aspectos como la anchura.

Otro logro importante de esta etapa la reversibilidad del pensamiento, es decir,


poder realizar operaciones o pensamientos de forma inversa. Por ejemplo son
capaces de resolver problemas como: «Si yo tengo un número de canicas en una
caja y al añadir 3 obtengo 7 canicas ¿cuántas tenía inicialmente?»

Etapa de las operaciones concretas

Esta etapa tiene lugar entre los siete y


doce años aproximadamente y está
marcada por una disminución gradual del
pensamiento egocéntrico y por
la capacidad creciente de centrarse en más
de un aspecto de un estímulo.

Pueden entender el concepto de agrupar,


sabiendo que un perro pequeño y un perro
grande siguen siendo ambos perros, o que
los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio
de dinero.

Solo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos (aquellos que
han experimentado con sus sentidos). Es decir, los objetos imaginados o los que
no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo místico para estos niños, y el
pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.

Etapa de las operaciones formales

En la etapa final del desarrollo cognitivo


(desde los doce años en adelante), los
niños comienzan a desarrollar una visión
más abstracta del mundo y a utilizar la
lógica formal. Pueden aplicar la
reversibilidad y la conservación a las
situaciones tanto reales como imaginadas.
También desarrollan una mayor comprensión del mundo y de la idea de causa y
efecto.

Esta etapa se caracteriza por la capacidad para formular hipótesis y ponerlas a


prueba para encontrar la solución a un problema.

Otra característica del individuo en esta etapa es su capacidad para razonar en


contra de los hechos. Es decir, si le dan una afirmación y le piden que la utilice
como la base de una discusión, es capaz de realizar la tarea. Por ejemplo, pueden
razonar sobre la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si el cielo fuese rojo?».

Para Piaget, el desarrollo cognitivo era una reorganización progresiva de los


procesos mentales resultantes de la maduración biológica y la experiencia
ambiental. En consecuencia, considera que los niños construyen una comprensión
del mundo que les rodea, luego experimentan discrepancias entre lo que ya saben
y lo que descubren en su entorno. Por otra parte, Piaget afirma que el desarrollo
cognitivo está en el centro del organismo humano, y el lenguaje depende del
conocimiento y la comprensión adquiridos a través del desarrollo cognitivo. Los
primeros trabajos de Piaget recibieron la mayor atención. Muchos padres han sido
alentados a proporcionar un ambiente rico, de apoyo para la propensión natural de
su hijo para crecer y aprender. Las aulas centradas en los niños y "educación
abierta" son aplicaciones directas de las ideas de Piaget. A pesar de su gran éxito,
la teoría de Piaget tiene algunas limitaciones que el mismo reconoce: por ejemplo,
la teoría apoya etapas agudas en lugar de un desarrollo continuo (decálage).
TEORIA DE VYGOTSKY

Algunas de ellas se centran en el desarrollo físico,


intelectual o cognitivo, otras están mayormente
referidas al desarrollo social o emocional y, aunque
las hay referidas al desarrollo de la personalidad,
ninguna de ellas ofrece una total explicación de los
distintos aspectos del desarrollo infantil y por lo tanto
no pueden orientar plenamente a padres y maestros
sobre las formas de lograr un mejor desarrollo en los
niños.

El pensamiento psicológico de Vygotsky surge como


una respuesta a la división imperante entre dos proyectos: el idealista y el
naturalista, por ello propone una psicología científica que busca la reconciliación
entre ambas posiciones o proyectos. Sus aportaciones, hoy toman una mayor
relevancia  por las diferencias entre los enfoques  existentes dentro de la
psicología cognitiva. Vygotsky rechaza la reducción de la psicología a una mera
acumulación o asociación de estímulos y respuestas.

La psicología de Vygotsky pondera la actividad del sujeto, y éste no se concreta a


responder a los estímulos, sino que usa su actividad para transformarlos. Para
llegar a la modificación de los estímulos el sujeto usa instrumentos mediadores. Es
la cultura la que proporciona las herramientas necesarias para poder modificar el
entorno; además, al estar la cultura constituida fundamentalmente por signos o
símbolos, estos actúan como mediadores de las acciones.
La influencia del contexto es determinante en el desarrollo del niño; por ejemplo:
un niño que crece en un medio rural, donde sus relaciones solo se concretan a los
vínculos familiares va a tener un desarrollo diferente a aquel que esté rodeado por
ambientes culturales más propicios. El niño  del medio rural desarrollará más
rápido su dominio corporal y conocimientos del campo; el del medio urbano tendrá
mayor acercamiento a aspectos culturales y tecnológicos.

Rasgos generales.

Relación entre aprendizaje y desarrollo. 

Para Vygotsky el pensamiento del niño se va estructurando de forma gradual, la


maduración influye en que el niño pueda hacer ciertas cosas o no, por lo que el
consideraba que hay requisitos de maduración  para poder determinar ciertos
logros cognitivos, pero que no necesariamente la maduración determine
totalmente el desarrollo. No solo el desarrollo puede afectar el aprendizaje, sino
que el aprendizaje puede afectar el desarrollo. Todo depende de las relaciones
existentes entre el niño y su entorno, por ello debe de considerarse el nivel de
avance del niño, pero también presentarle información que siga propiciándole el
avance en sus desarrollo. En algunas áreas es necesaria la acumulación de mayor
cantidad de aprendizajes antes de poder desarrollar alguno o que se manifieste un
cambio cualitativo.

Considerando lo anterior, la concepción del desarrollo presentada por Vygotsky


sobre las funciones psíquicas superiores, éstas aparecen dos veces en ese
desarrollo cultural del niño: Una en el plano social, como función compartida entre
dos personas (el niño y el otro), como función interpsicológica y como función de
un solo individuo, como función intrapsicológica, en un segundo momento. Esta
transición se logra a través de las características positivas del contexto y de la
acción de los “otros”, así como también por lo que ya posee formado el sujeto
como consecuencia de la educación y experiencias anteriores.

Esta compleja relación hace referencia a la categoría “Zona de Desarrollo


Próximo”, definida por este psicólogo como “la distancia entre el nivel real de
desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un
problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución
de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero
más capaz”. En este análisis se puede apreciar el papel mediador y esencial de
los maestros en el proceso de la enseñanza-aprendizaje y del desarrollo infantil.

La concepción de Vygotsky acerca del desarrollo de las funciones psíquicas


superiores del hombre, fue el primer intento sistemático de reestructuración de la
psicología sobre la base de un enfoque histórico cultural acerca de la psiquis del
hombre. Surgió como una contraposición a dos ideas fundamentales; por una
parte a las posiciones acerca del desarrollo y por otra a las posiciones
biologicistas acerca del desarrollo de la cultura como un proceso independiente de
la historia real de la sociedad.

Vygotsky rompiendo con las concepciones del desarrollo infantil predominantes en


la época, trata de enfatizar las peculiaridades de las funciones psíquicas
superiores y las vías para lograr el estudio de su verdadera naturaleza.

En este sentido diferencia claramente el proceso de la evolución biológica, de las


especies animales que condujo al surgimiento del hombre y el proceso del
desarrollo histórico por medio del cual ese hombre primitivo se convirtió en un
hombre culto.

De acuerdo con esta perspectiva general, el concepto de ZDP (zona de desarrollo


potencia) permite comprender lo siguiente:

1. Que los niños puedan participar en actividades que no entienden


completamente y que son incapaces de realizar individualmente.

2. Que en situaciones reales de solución de problemas, no haya pasos


predeterminados para la solución ni papeles fijos de los participantes, es decir,
que la solución está distribuida entre los participantes y que es el cambio en la
distribución de la actividad con respecto a la tarea lo que constituye al aprendizaje.
3. Que en las ZDP reales, el adulto no actúa sólo de acuerdo con su propia
definición de la situación, sino a partir de la interpretación de los gestos y habla del
niño como indicadores de la definición de la situación por parte de éste.

4. Que las situaciones que son “nuevas” para el niño no lo son de la misma
manera para los otros presentes y que el conocimiento faltante para el niño
proviene de un ambiente organizado socialmente.

5. Que el desarrollo está íntimamente relacionado con el rango de contextos que


pueden negociarse por un individuo o grupo social.

Por lo anterior, es determinante un cambio en las formas de trabajar de las


educadoras y profesores de primer grado de primaria; son ellos los responsables
de brindar el apoyo necesario para que, no solo en el tránsito de un nivel a otro,
sino de manera consecuente, los niños puedan seguir desarrollando todas sus
potencialidades.

 Papel del sujeto.

El hombre es un ser bio – psico – social y por lo tanto, sería absurdo desconocer
sus particularidades biológicas, pero las mismas no constituyen determinantes de
lo que un sujeto pueda llegar a ser o no. Todo ello ha sido ya científicamente
demostrado por múltiples investigaciones. Si el niño se desarrolla en el proceso de
apropiación de la cultura material y espiritual que han legado las generaciones
precedentes, resulta pues fundamental esas condiciones de vida y educación en
las que este proceso transcurre y que están históricos, sociales y culturalmente
condicionados.

El niño nace en una etapa histórica determinada y, por lo tanto, en un mundo de


objetos materiales y espirituales culturalmente determinados; es decir, su medio
más específico está condicionado por la cultura de su medio más cercano, por las
condiciones de vida y educación en las cuales vive, y se desarrolla, no se trata de
un medio abstracto y metafísico. El medio social no es simplemente una condición
externa en el desarrollo humano, sino una verdadera fuente para el desarrollo del
niño ya que en él están contenidos todos los valores y capacidades materiales y
espirituales de la sociedad donde está viviendo que el niño, él mismo ha de hacer
suyas en el proceso de su propio desarrollo.

Siendo ese niño un ser que está en permanente actividad, son los adultos a
quienes les corresponde actuar de manera responsable sobre él, propiciándole
todas aquellas potencialidades y pueda alcanzar su propio desarrollo a través de
su propio aprendizaje.

Objeto de aprendizaje.

Generalmente se observa una gran resistencia e inclusive rechazo a la aceptación


de una categoría como la de apropiación, ligada a un proceso de transmisión,
entendiendo a este como la forma en que el niño se acerca a su realidad. En la
base de ello quizás se encuentre su concepción como, o su asociación a, un
reflejo pasivo, una copia de la realidad, lo cual no es realmente así; apropiarse de
la cultura, hacerla suya, presupone un proceso activo, un proceso constructivo que
tiene sus particularidades y su resultado, único e irrepetible para cada sujeto, que
se constituye así, en una personalidad.

El proceso de apropiación de esta cultura como factor esencial en su desarrollo,


hay que concebirlo no como un proceso en el que el niño es un simple receptor
sino como un proceso activo en el cual esa participación activa del sujeto resulta
indispensable; en este proceso el niño no solo interactúa con los objetos
materiales y culturales sino que está inmerso en un proceso de interrelación
permanente y activa con los sujetos que le rodean, adultos, sus compañeros de
salón, o de juego en el parque o en la calle. Por eso es que resultan tan
importantes las actividades que el niño realiza como las interrelaciones, la
comunicación que establece con los otros, en este proceso de apropiación, de
asimilación activa, como medio esencial para su formación.

Con esta perspectiva se concibe que los adultos y compañeros más avanzados se
constituyen en los “otros”, mediadores fundamentales que, siendo portadores de
los contenidos de la cultura, promueven a través del proceso interpersonal, que el
sujeto se apropie de esos contenidos. “La teoría de Ausubel se ocupa
específicamente de los procesos de aprendizaje/enseñanza de los conceptos
científicos a partir de los conceptos previamente formados por el niño en su vida
cotidiana.

Los otros se constituyen en los primeros mediadores del desarrollo psicológico y le


permiten al sujeto apropiarse de los instrumentos psicológicos esenciales para que
estos, a su vez, garanticen y sean los mediadores del autodesarrollo psicológico
en general.

Ausubel plantea en su teoría de aprendizaje sobre lo que llama la interiorización o


asimilación, la cual se da por medio de la instrucción, la que lleva a los conceptos
verdaderos, los cuales se construyen en base a los conceptos previamente
adquiridos por los niños en su relación con el medio circundante.

Se trata entonces, tal y como lo manifiesta  Ausubel, que toda situación de


aprendizaje, sea o no por la vía escolar, le sea significativo al niño. Aunque
también reconoce que a pesar de que el aprendizaje y la enseñanza interactúan,
se presentan con una relativa independencia; de cierta manera no siempre los
procesos de enseñanza conducen a un aprendizaje significativo. El niño tendrá
este tipo de aprendizaje “cuando pueda incorporarse a las estructuras de
conocimiento que posee el sujeto, es decir cuando el nuevo material adquiere
significado para el sujeto a partir de sus conocimientos anteriores.

Proceso cognitivo

De forma general Vigotsky formula la ley genética del desarrollo cultural de la


forma siguiente: “Cualquier función en el desarrollo cultural del niño aparece en
escena dos veces, en dos planos: primero como algo social, después como algo
psicológico; primero entre la gente como una categoría intersíquica, después
dentro del niño como una categoría intrasíquica”

 Un ejemplo sencillo, nos puede hacer más comprensible este planteamiento
esencial que nos da la psicología de Vygotsky.
Un niño pequeño, al ver a su mamá llora y extiende su manita hacia donde están
un grupo de objetos lejos de  su alcance, estos pueden ser, un conjunto de
peluches, su mamila o biberón de leche y una pelota. La mamá, se acerca a él
para saber por qué llora, constituyéndose en el adulto mediador de la cultura
“comprende” o “interpreta” el gesto casual del niño como que quiere la leche,
complaciente, interactúa en relación social con su hijo y le alcanza la mamila de
leche. De alguna forma hasta el niño llega el mensaje de esta interacción social
entre el y su mamá, la que puede repetirse de modo que esta relación entre los
dos se hace interna, se incorpora a su repertorio de acciones internas y en algún
momento posterior, cuando realmente quiere que la alcancen su mamila de leche,
estira su dedito como gesto indicador al que la mamá responde. Así se muestra la
formación de una simple acción un tierno carácter ya psíquico, el niño ha
aprendido a expresar su deseo con un gesto indicador. Lo intrapsiquico se
convierte en interpsiquico. En momentos posteriores, mediante el desarrollo, el
gesto se sustituirá por la palabra leche que su mamá repite cuando le alcanza el
biberón  “solicitado”.

Origen y elementos.

En el andamiaje conceptual entre lo cultural y lo psíquico tiene un lugar central la


noción de instrumento psicológico, referido a dispositivos artificiales (como el
lenguaje, los signos algebraicos, las obras de arte, la escritura, los mapas, los
dibujos, etc), que tendrían como función central dominar los procesos psíquicos.
Para Vygotsky, “Los instrumentos psicológicos son creaciones artificiales;
estructuralmente son dispositivos sociales y no orgánicos o individuales; están
dirigidos al dominio de los procesos propios o ajenos, lo mismo que la técnica lo
está al dominio de los procesos de la naturaleza.

A diferencia del instrumento técnico, destinado a modificar el objeto, el instrumento


psicológico se orienta a ejercer influencia en uno mismo, en la propia psique y / o
en el comportamiento; teniendo su origen en la relación social con el objeto, el
instrumento psicológico opera en la propia psique. Al emplear el instrumento
psicológico, se pone al alcance de todo el mundo aquello que se ha elaborado a lo
largo de la historia.

Así, para el método propuesto por Vygotski, el desarrollo natural y la educación


son fundamentales para el desarrollo del niño.

La psicología cognitiva se preocupa del estudio de procesos tales como lenguaje,


percepción, memoria, razonamiento y resolución de problemas. Ella concibe al
sujeto como un procesador activo de los estímulos. Es este procesamiento, y no
los estímulos en forma directa, lo que determina nuestro comportamiento.
TEORIA DE SIGMUND FREUD

Sigmund Freud era austriaco de origen


judío, neurólogo, perteneciente a una
sociedad burguesa. En 1885 Freud se
traslada a París para estudiar con el
reconocido neurólogo Jean-Martin
Charcot, creador de las teorías sobre la
histeria que posteriormente Freud utilizó
como suyas tras solicitar el permiso para
traducirlas al alemán. Tras este estudio y
reapropiación sobre la histeria, Sigmund
Freud se interesó por la evocación de los
traumas primarios, enfocándose así en el origen del trastorno, a esto lo
nombró psicoanálisis.

En sus inicios Freud realiza una tesis sobre la sexualidad infantil, tema muy
controvertido en el ámbito social en el que se encontraba, incluso hoy en día es
una temática difícil de leer al respecto, puesto que la sexualidad sigue siendo en
parte un tema tabú y más si entramos en el terreno de la sexualidad infantil,
refiriéndonos al desarrollo de esta desde la infancia..

La idea del niño como perverso muestra una rigidez de pensamiento que ha hecho
mucho daño a la psicología, creando culpabilidades y roles confusos tanto en los
niños como en los adultos. Si de una forma inconsciente se cree que el niño
“busca” una sexualidad como la entendemos en la edad adulta, automáticamente
el adulto culpabiliza al menor de actitudes sexuales “inapropiadas” o incluso en
posibles casos de abuso, puesto que se apoyan en la creencia de la
intencionalidad del menor. Y justamente este es el pensamiento que el
psicoanálisis ha trasmitido sobre la sexualidad.

Los estudios demuestran que el pensamiento crítico se desarrolla alrededor de los


10 años, comenzando el desarrollo cognitivo de una forma objetiva y analítica del
mundo que nos rodea. Esto no quiere decir que a la edad de 10 años seamos
capaces de comprender psicológicamente las actitudes, comportamientos,
valores, creencias, roles, etc., sino que a esa edad, más o menos, es cuando
comenzamos a desarrollarnos cognitivamente y poder interactuar con el entorno
de una forma más consciente.

Etapas del desarrollo psicosexual según Freud

Las etapas de Freud del desarrollo psicosexual que definen la


personalidad del adulto son las siguientes:

1. Etapa oral

2. Etapa anal

3. Etapa fálica

4. Etapa de latencia

5. Etapa genital

A continuación dejaré una breve explicación de cada una de las etapas


del desarrollo psicosexual sobre la teoría de Freud.

Etapa oral (0 - 15 meses)

Según Freud esta etapa está ubicada en los primeros 15 meses de vida. En


ella, Freud relacionaba la satisfacción de la libido directamente con la boca, en
esta etapa el bebé se relaciona principalmente con el entorno a través de la
boca obteniendo así el placer.
Uno de los momentos clave en esta etapa que podía provocar un trastorno
al llegar a la edad adulta, era el momento que se destetaba al lactante,
provocando la sensación de pérdida y abandono, si esta transición se llevaba a
cabo de una forma brusca podía afectar a la construcción de la personalidad. Del
mismo modo el impedimento de la exploración a través de la boca del bebé, podía
provocar que al llegar a la edad adulta se desarrollase un trastorno relacionado
con la dependencia pasiva o problemas de envidia y personalidades
manipulativas.

Etapa anal (15 meses - 3 años)

Freud sostenía que el fin de una etapa daba paso a otra inmediatamente,
por lo tanto la etapa anal comenzaba sobre los 15 meses hasta los 3 años. En
esta etapa el bebé comienza aprender el control de los esfínteres, en sus teorías
según fuese el aprendizaje, de una forma natural o abrupta por parte de los
adultos que educaban, el infante podía desarrollar diferentes trastornos
dependiendo de lo traumático que hubiera sido el aprendizaje.

En este aprendizaje se veían don fuerzas comprometidas, por un lado


la satisfacción del impulso primario de defecar (relacionado con el Ello), en contra
de las exigencias de los adultos que impedían que este acto ocurriera de forma
natural. Si el aprendizaje que hacía de una forma gradual y comprensiva, según
esta teoría no tenía que haber ningún problema en el desarrollo del Yo, pero si por
el contrario la educación era demasiado exigente o permisiva podía derivar en
una personalidad muy disciplinaria y rígida o por el contrario muy desorganizado y
pasivo.

Etapa fálica (3 - 6)

La tercera etapa de Freud está comprendida entre los 3 y 6 años de edad.


En este periodo el infante comienza el descubrimiento de su propio cuerpo y con
ello de sus genitales correspondientes. Esta curiosidad individual se ve
entrelazada con la curiosidad en los otros cuerpos, como el de la madre o el
padre, en las diferencias y las similitudes.
Esta etapa es la comúnmente más conocida ya que puede derivarse en
el complejo de Edipo relacionado con los hombres y la actitud femenina de
Electra, para las mujeres. Este complejo se basa en la toma de consciencia de
uno mismo y la necesidad de posesión del otro, Freud diferenciaba:

 En el caso del niño, la actitud psicológica era poseer a la madre, por lo que
el padre se convertía en un rival.

 Mientras que en el caso de las niñas el deseo de posesión era el padre,


convirtiendo a la madre en la enemiga.

Este deseo de posesión de la madre y rivalidad con el padre (aunque Freud


hiciera referencia a las niñas puntualmente y la posibilidad de experimentar este
complejo, no consideraba la sexualidad femenina como tal, por lo tanto, no creía
que fuese necesario hablar de ella, de ahí que sus teorías estén enfocadas en los
hombres) hacía que si la separatividad que sentía con la madre fuese muy fuerte,
la personalidad se construiría sobre un bloqueo emocional, volviendo al
adulto introvertido, retraído, tímido o como Freud calificaba con complejo de
castración. Por otro lado, si el niño intentaba superar la rivalidad paterna y adquiría
rasgos de personalidad del padre, podía superar este complejo de castración y
aproximarse a la aprobación paternal.

Etapa de latencia (6 años - pubertad)

En la cuarta etapa de Freud se desarrolla entre los 6 años y la pubertad.


Este periodo está relacionado con la consolidación de lo adquirido en las etapas
anteriores y la integración en la construcción de Yo, pero este proceso sucede en
el inconsciente ya que los impulsos en las tres primeras etapas quedan
bloqueados, Freud relacionaba las neurosis ocasionadas en esta etapa por malas
resoluciones de las etapas anteriores. En este periodo el individuo busca el placer
de una forma social, con la mayor integración posible en las relaciones sociales o
la adquisición de conocimiento.

Etapa genital (pubertad - edad adulta)


La última etapa de Freud es la genital, esta comienza en la pubertad hasta
la edad adulta, abarcando el desarrollo sexual de forma plena y adulta. En esta
etapa es cuando el adulto puede crear una independencia psicosexual,
independiente a sus progenitores y dejando los deseos de satisfacción infantil. En
este periodo comienza la construcción abstracta de las relaciones con los otros,
considerando las uniones a nivel cognitivo y simbólico.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos


facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a
acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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TEORÍA DE ERIK ERIKSON

En 1950 Erik Erikson, psicoanalista


estadounidense, propone la teoría de las ocho
edades del hombre que marca las bases de la
psicología evolutiva. En ella argumenta que, desde
el nacimiento hasta la vejez, pasamos por ocho
conflictos que permiten el desarrollo psicosocial y
personal. Cuando nos enfrentamos al conflicto y lo
resolvemos satisfactoriamente “crecemos
mentalmente”. Sin embargo, si no logramos
superar estos conflictos, es posible que no
fomentemos las habilidades necesarias para
afrontar lo que viene en un futuro.

Las cuatro primeras etapas están centradas en la niñez, mientras que las cuatro
últimas abordan desde la adolescencia a la vejez.

Etapa 1. Confianza vs desconfianza (0 – 18 meses de edad)

Durante esta fase el bebé crea confianza hacia su entorno y sus padres. Esta va a
depender del vínculo que construya con ellos, sobre todo con la madre, ya que
suele ser con la que más tiempo pasa el niño.

Esto es lo que se conoce como “vínculo del apego” y va a determinar el desarrollo


psicosocial del niño a lo largo de su vida. Si los padres no le ofrecen un entorno
seguro y no satisfacen sus necesidades básicas y afectivas, el menor crecerá
entre sentimientos de frustración y sospecha, así como sin esperar nada de los
demás, ni del mundo.

Etapa 2. Autonomía vs  vergüenza y duda. (18 meses – 3 años)


En este periodo el niño comienza a ser más independiente, aprende a caminar y a
hablar, empieza a controlar los esfínteres, sabe expresar lo que le gusta y lo que
no le gusta. Este mayor “poder” sobre su cuerpo y sobre lo que le rodea hace que
empiece a obtener un sentido de autonomía.

Durante esta etapa es importante brindar ocasiones en las que poder tomar
decisiones, por ejemplo, que elija su ropa del día entre dos opciones, establecer
los primeros límites y normas en el hogar o proponerle pequeños retos adaptados
a su edad. Al superar con éxito esta fase los menores desarrollan una mayor
autoestima, más sana y fuerte.

Etapa 3. Iniciativa vs culpa (3 – 5 años)

Esta es la etapa en la que crece el interés por todo lo que le rodea y por


relacionarse con sus iguales. El juego adquiere una gran importancia y a través de
él explorará sus habilidades y capacidades. Los niños sienten curiosidad por
absolutamente todo. Todo lo toca, lo miran y lo tratan como un juguete, así que
aquí aparecen las típicas roturas de jarrones, pintadas en la pared y demás
ingeniosidades que muchas veces cuesta creer cómo pueden aparecer en mentes
tan jóvenes.

La culpa es buena, en el sentido de que sirve para reconocer que algo se ha


hecho mal, sin embargo, este sentimiento en exceso es uno de los mayores
nutrientes del miedo.

Etapa 4. Laboriosidad versus inferioridad (5 – 12 años)

En este periodo aparecen las comparaciones con los demás, el querer hacer


infinidad de actividades y planes. Los niños ya son capaces de reconocer sus
habilidades y las de sus compañeros y quieren ponerlas a prueba continuamente.
Insisten en enfrentarse a tareas más desafiantes, quieren apuntarse a todos las
actividades habidas y por haber, surgen los “te echo una carrera hasta…” y los
enfados cuando pierden un juego o una competición.
Es importante ofrecerles una estimulación positiva por parte de padres y también
profesores y amigos, reconocer los logros y ayudarles a calibrar desde el realismo
hasta dónde pueden llegar en sus desafíos para que no se afiancen en el
sentimiento de inferioridad.

Etapa 5. Exploración de la Identidad versus difusión de la identidad (13 – 21


años)

Durante esta fase el adolescente se pregunta continuamente una sola cosa:


“¿Quién soy?” Es el momento en que comienza a moldear su propia personalidad,
elige a quién quieren parecerse y qué rol quiere desempeñar en la sociedad. Para
ello, la vida social adquiere un papel muy importante.

Etapa 6. Intimidad versus aislamiento (20 – 40 años)

El entorno y la vida social empiezan a dejar de ser tan importantes, durante estas
edades se empiezan a trazar ciertas líneas invisibles sobre aspectos que la
persona ya no está dispuesta a sacrificar por agradar al resto. Se priorizan las
relaciones más íntimas que requieren un compromiso mutuo.

Etapa 7. Generatividad versus estancamiento (40 – 65 años)

Este es el momento en que la persona empieza a dedicar más tiempo a su familia.


Se intenta ser productivo para poder ofrecer un buen futuro a los seres queridos,
se busca ser y sentirse útil de esta forma. Pero a la vez nos persigue la eterna
pregunta de “¿Qué hago aquí, realmente sirve para algo?”.

Etapa 8. Integridad del yo versus desesperación (a partir de los 60 años)

La forma de vivir se altera completamente, el individuo ya no es tan productivo


como antes y no se puede evitar echar la vista al pasado. Esta mirada hacia
tiempos anteriores puede evocar nostalgia y desesperación o, por el contrario,
sensación de que ha merecido la pena lo logrado. Tener una visión u otra nos hará
afrontar los cambios físicos de la vejez y los duelos propios de esta etapa  de una
forma más o menos positiva.

El desarrollo psicosocial del ser humano es determinante, no solo en lo que


concierne a las cuestiones sociales, sino que va a impactar sobre aspectos claves
de su identidad y personalidad, como la independencia, la autoestima, o la
seguridad en uno mismo. Es por ello muy importante proporcionar a los niños las
oportunidades de interacción social que permitan una sana evolución de la
inteligencia emocional y de las competencias interpersonales.

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