El Mundo Fauve PDF

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ENSAYO SOBRE EL FAUVISMO.

(Basado en el texto de John Elder Field.)

Sara Luna Ruiz.


El mundo fauve’ (pp. 55-104).

Este ensayo es creado a partir del análisis del capítulo “El mundo Fauve” de John Elder
Field. quien fue jefe de pintura y escultura en el museo de arte moderno de nueva
york, curador en el museo de arte de la universidad de Princeton y también
profesor en el departamento de arte y arqueología de la universidad de
Princeton. Este critico artístico enfoca sus comentarios en este capítulo a estudiar
las técnicas y los métodos plásticos de color, forma y perspectiva que emplearon
los artistas fovistas y hace un análisis puntual de las obras resultantes bajo las
contantes influencias que se impartían entre ellos en aquella época, resaltando
comentarios, apreciaciones y críticas entre ellos y analizando los desenlacen que
esto pudiera provocar en el resultado de la obra final
El autor suele comparar las obras de los diferentes artistas, de manera plástica y
estética, buscando desnudar los rasgos particulares que caracterizaban sus
singularidades aun siendo exponentes del mismo estilo artístico.

Pone las bases para remediar esta situación mediante una labor critica sintética,
ordenada y rigurosa: define el fovismo -como movimiento, como grupo y como
estilo—, analiza sus orígenes y desarrollo, describe el trasfondo intelectual de sus
cultivadores. Para ello reseña y comenta un importante número de obras, no
solo del trio fundamental que forman Matisse, Derain y Vlaminck, sino también de
otros muchos pintores vincula dos al movimiento Fauve que de una u otra manera
fueron piezas claves en el desarrollo de todo lo que constituyo este movimiento
artístico fugaz que desempeño tan claves aportes a la idea del arte y
especialmente de la luz y el color concebida hasta el momento en Europa.

Frecuentemente el autor referencia la vida de los artistas, su contexto y las


conversaciones que mantenían, evidenciando como el contexto se vuelve participe
en el desarrollo plásticos y cultural. Uno de los espacios en los que se hace
énfasis es en el salón de los Independamos, donde transcurren muchos de los
acontecimientos más importantes de arte del siglo XX y especialmente del
movimiento Fauve pues allí se exponían las principales obras y se discutía acerca
de ellas.

Sobre Matisse el autor enfatiza Sobre la percepción de la luz y el color que era
reflejado en sus pinturas. La libertad y espontaneidad son atributos que se
resaltan en el capítulo y se expone a través de los métodos que se utilizaron es
esta época para representar esto como las técnicas de pinceladas y perspectivas
sobre el plano, donde según Jon Elder Field esto era necesario para comunicar las
visiones de Matisse acerca de su realidad. Esto es comparado con las obras de
Derain, donde la contraposición con Matisse hace que sus pinturas se vean más
calculadas, con intenciones de claridad y pureza, sus colores eran puros y su
manera de evocar el espacio era más controlada, mientras que Matisse usaba el
mismo espacio para evocar sensaciones más abstractas, intimas y cerrado pero
expresado con colores antinaturales, vibrantes y estrafalarios y sobre todo como el
mismo medio de expresión.

La combinación y contraste de color eran en gran medida el estudio principal, si


bien el espacio o la composición era importante, el color lo era todo.

Esta cualidad expresiva, atrevida y disruptiva para la época es lo que más


caracteriza el movimiento, pues si bien otros autores podían utilizar paletas de
color semejantes, si no tenía este carácter expresivo y disruptivo no eran bien
recibidos o considerados como artistas del movimiento fauve, y más bien
quedaban aun en una línea del arte que se preocupa por plasmar el instante. Con sus
efectos de luces y sombras, además de que emplea colores más opacos. Pues en
síntesis a fovismo le interesa el color y al impresionismo el dibujo o representación de la
luz

Estas cualidades que diferencian el fovismo pueden ser ejemplificadas en esta


obra, donde la pintura de la ventana nos muestra las relaciones entre la
espacialidad para el lenguaje expresivo que trasciende lo figurativo y se enfoca en
la evocación de perspectivas sensoriales, simbolismo y contrastes de color que
llaman la atención a nuestros sentidos, componiendo y reestructurando las
concepciones estéticas que has el momento eran predominantes en su época y
comunicando meramente con el color, donde se nota una especial importancia en
la espontaneidad del artista, siendo esto el carácter de mayor valor que
caracterizaría las obras, impregnándolas de un carácter personal, donde el artista
tenía la libertad de su obra, y el juicio de valor que en ella prevalecería, siendo
esto el color, la forma, composición o pincelada.
El fovismo podría de este modo describirse como una caricatura, o de una un
mensaje impregnado de sensaciones recibidas desde lo visual hacia lo espiritual...
libera de todas las trabas, condicionamientos, o presupuestos que se tenían sobre
lo que debía ser la pintura como esta debía ser entendida, cambio la idea de
copiar o imitar la naturaleza para remplazarla por la percepción del artista y así
crear nuevas naturalezas, desde el grito expresivo de arte, saliendo del clasicismo
e inmiscuyéndose en un nuevo mundo de posibilidades . No tenía otra exigencia
que descubrir con la ayuda de nuevos medios verdades mucho más profundas
que desde lo plástico, revelaban el hombre y el espíritu de la época.

Este modo de expresarse era concebido como una abstracción absoluta a medida
que iba avanzando el movimiento, e incluso podía entenderse también como un
acto caprichoso de pintar por el mero hecho de pintar , donde solo el artista podría
llegar a tener una verdadera conexión con su significado ,pues su abstracción era
a veces indescifrable para el público espectador .Como lo dice el autor “Pintar
asuntos intrínsecamente coloristas era un recurso que les permitía intensificar y
vivificar sus pinturas sin dejar de ceñirse a las apariencias naturales. Era esta una
posibilidad que había sido utilizada desde el principio por los fauces más
conservadoras para competir con la brillantez de color de sus jefes sin tener que
pasar por el proceso de abstracción que Matisse, Derain, Vlaminck, y ahora Dufy,
estaban apostando a considerar.”

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