Artigo OÍR ENTRE LÍNEAS EL VALOR DE LA ESCUCHA
Artigo OÍR ENTRE LÍNEAS EL VALOR DE LA ESCUCHA
Artigo OÍR ENTRE LÍNEAS EL VALOR DE LA ESCUCHA
Cecilia Bajour2
RESUMO: O propósito deste trabalho é refletir sobre a escuta como vínculo pedagógi-
co entre docentes e alunos em diversas práticas de leitura literária. Esta reflexão
surge da análise de experiências de leitura realizadas por alunos da Pós-Titulação em
1
Conferencia brindada en la 5ª Jornada de Reflexión sobre la lectura y la escritura Secretaría de Educación
del Distrito y Asolectura. Bogotá, 6 de octubre de 2008.
2
Profa. en Letras, Mg. en libros y literatura para niños jóvenes. Coordinadora Académica del Postítulo de
Literatura Infantil y Juvenil. Cepa, Ministerio de Educación Del Gobierno de La Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina. E-mail: [email protected]
The purpose of this paper is to reflect about the listening as a pedagogical bond
between educators and students in different reading practices. That reflection emer-
ges from the analyses of the reading experience conducted by students of Post
Degree in Infant-juvenile Literature in the city of Buenos Aires. To the question about
what type of pedagogical relationship is that where the listening has an important role,
sums the interrogative around the relationship between literature and listening. Those
reflections are suggested in a dialogue with the analyses of different literature reading
records that present the place of the listening as an empowering capacity for a
meaningful pedagogical interference among educators that proceed with the literature
reading practices with different readers.
cutir, cómo hacemos para ayudarlos en esos hallazgos, cómo dejamos abierta
la posibilidad de que sea el propio texto el que los ayude con algunas respuestas
o que les abra el camino para nuevas preguntas, cómo hacemos para intervenir
sin cerrar sentidos. Aquí es interesante recuperar la metáfora de Barthes de
“levantar la cabeza” y escribir la lectura de nuestras propias decisiones al elegir
e inventar posibles caminos para conversar sobre los textos con los lectores. Es
un ejercicio interesante el de bocetar las preguntas que potencien la discusión
sobre los libros: en esa práctica releemos nuestras propias teorías sobre esos
libros y decidimos posibles maneras de poner de relieve lo que nos interesa que
los lectores se lleven como conocimiento o como pregunta.
Cuestiones como estas aparecen con frecuencia en las reflexiones que los
alumnos del Postítulo de Literatura Infantil y Juvenil de la Ciudad de Buenos
Aires3 escriben sobre el proyecto de lectura con el que hacen la evaluación de
cierre de la cursada. Se trata de una experiencia de campo en la escuela o en
contextos no escolares tales como comedores comunitarios, institutos de
minoridad, centros de salud, bibliotecas populares, etc.
La preocupación inicial es, como decíamos, con qué libros salir al encuentro
con los lectores. En la escritura de los proyectos y en los encuentros de tutorías
donde se lee y discute los registros de lo realizado semana a semana durante el
trabajo de campo, la efervescencia de la selección se cruza con el vértigo de las
conjeturas anticipadoras de las charlas literarias (¿cómo preguntar? ¿cómo
intervenir? ¿cuándo callar?, entre otras tantas preguntas).
Dos alumnas docentes que trabajaron con alumnos de cuarto grado de una
escuela pública de la ciudad de Buenos Aires eligieron para su proyecto versiones
paródicas de Caperucita Roja tales como la de Roald Dahl (2008) ilustrada por
Quentin Blake de Cuentos en verso para niños perversos, la singular ilustración
de Leicia Gotligowski (2006) sobre el original de Perrault, la de Pescetti (1998) y
O´ Kif (1998) en Caperucita tal como se la contaron a Jorge. La idea era partir de
la lectura de las versiones originales de Perrault y los Hnos Grimm para cotejar,
valorar y reconocer junto con los chicos las transformaciones paródicas y las
relecturas de lo escrito que provocan ciertas ilustraciones.
Una de ellas, Eleonora (2006-2008), fundamentó el proceso de elección de
este modo:
3
El Postítulo de Literatura Infantil y Juvenil es una carrera de especialización pública y gratuita para docentes
de todos los niveles de educación de la Ciudad de Buenos Aires. Este dispositivo de capacitación que
comenzó su primera cohorte en 2002 y acaba de culminar la cuarta, forma parte de la Escuela de
Capacitación Docente (CePA) dependiente del Ministerio de Educación de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires.
Llevamos “Caperucitas” que por algún motivo u otro nos gustaban. Estamos convencidas
de que para “hacerles llegar” a los chicos estas obras era fundamental que nosotras
mismas estuviéramos implicadas auténticamente con ellas; que nos gustaran no sólo
por su lectura placentera sino también por su lectura generadora de tensiones. No
pretendíamos “hacerla fácil” ni para ellos ni para nosotras. Esperábamos que se
generaran conflictos que los hicieran reflexionar, cuestionarse, ponerse tristes y también
irónicos. […] No queríamos acercarles material que, por estar destinado a un público
infantil hubiera sido modificado y recortado para tornarlo ´asequible a este nuevo
público’ (SORIANO, 1999). Nuestra idea era que tuvieran que enfrentarse con algo que
no hubiera sido censurado para facilitar su lectura y eliminarle la tensión. Teníamos el
firme objetivo de no facilitarles las cosas y que tuvieran que pensar, sacar conclusiones
y sentirse incómodos y desafiados siempre que la ocasión lo propiciara.
Tuvimos que lidiar, por un lado, con la libertad que les dábamos para opinar y producir,
hacer conjeturas, comparar, analizar y, por otro, con las ganas que tenían de opinar
sobre todo y contar todo lo que se les ocurría y con lo que podían relacionar los textos.
[…] Otra cuestión que consideramos que logramos manejar fue el esperar y no dar
todas las respuestas a las preguntas que nos planteaban para que ellos mismos
pudieran ir pensando los posibles desenlaces, interpretaciones y soluciones a sus
dudas. Ellos dejaron de hacernos preguntas a nosotras y las iban tratando de respon-
der solos, tomando e hilando lo que los compañeros decían. Esto parecía producir un
efecto tranquilizador. Fue muy valioso para nosotras poder ver esa dinámica que se
fue creando entre ellos con mínimas intervenciones nuestras. Uno a uno iban aportando
más elementos a una definición que resultaba grupal y con toques personales.
4
Sotelo, Roberto. “Todos somos capaces de ejercer nuestro derecho al imaginario a través de la lectura”,
(proyecto realizado con Mariel Danzazzo). Postítulo de Literatura Infantil y Juvenil. Cuarta Cohorte (2006-
2008).
Digo yo (Karina, la maestra): “¿el resto qué piensa? Me parece que lo que
quiere decir Pablo es que una cosa es ser invisible y otra cosa es estar destejido
[…]”
Micaela: “y sí […] yo no creo que Lanari fuera invisible […] porque era una
lana colgando […] estaba ahí la lana de lo que era antes una persona, pero
ahora no era más una persona, era una lana, no era invisible”.
“Es cierto”, digo yo, ¿qué piensan?
Bruno: ¿pero cómo hizo para comprar los merengues?
Luciano: “los compró y listo. Para mí el cuento es así porque si no, te
preguntás cómo se destejió el tipo y ya nada tiene sentido […]”
En esta discusión es interesante cómo la maestra presta atención a la
inquietud que suscita el no saber y habilita con sus preguntas las interpretaciones
posibles sobre lo incierto pero no las cierra: deja que los lectores planteen sus
hipótesis y teoricen sobre la información dada por el narrador hasta el punto de
que uno viva la escasez de datos como “traición” del narrador y otro admita que
“el cuento es así”.
En el encuentro de tutoría donde Karina leyó este registro contó que ante la
zozobra provocada por la incertidumbre estuvo a punto de proponer una actividad
gráfica que pusiera algún cierre a lo que se planteaba como incógnita. Se produjo
allí una interesante discusión sobre el por qué de esa propuesta que buscaba
llenar los silencios constitutivos de la propuesta artística de ese texto. Tras ese
debate Karina escribió:
Incluso yo me había quedado con la sensación de que quizás hubiera sido bueno
proponerles pensar dónde se había ido Lanari mientras estaba destejido. En la tutoría
sobre este registro me di cuenta de mi necesidad de aliviarlos –o de aliviarme a mí
misma-. Y por eso dejé las cosas así, sin explicación ni dibujito que compense.
alimentada con teorías ya que para reconocer, valorar y potenciar los hallazgos
constructivos se vuelve productivo el manejo de algunos saberes teóricos por
parte del mediador. No me refiero a lo teórico como uso de terminologías o
discursos específicos de la teoría literaria o de la retórica de la imagen como
etiquetadores “correctos” de hallazgos interpretativos. La lectura de un poema,
por ejemplo, si sólo es el camino para detectar, aislar, diseccionar y mencionar
hipérboles, sinestesias, antítesis, metonimias, etc. deja afuera a la poesía y a
los lectores.
Es posible hablar profunda y críticamente de los textos sin hacerlo “en
jerga”. Sin embargo, esta visión no subestima los modos particulares que cada
teoría tiene para nombrar los procedimientos de las distintas artes. Por el con-
trario, muchas veces una escucha sensible que valorice los modos de cada
lector de referirse al encuentro con metáforas, perspectivas inusuales,
alteraciones temporales, elipsis, etc, puede ser una ocasión para poner en di-
álogo estos descubrimientos con algunas denominaciones técnicas. Se trata
de un modo de transmisión cultural y puesta a disposición de saberes teóricos
acerca del arte que no pretende ser “la verdad” acerca de los textos. La teoría se
pone en juego a partir de lo que los lectores dicen sobre los textos y no al revés:
cuando precede a la lectura condiciona y cierra sentidos.
Mariela, otra maestra interesada en desafiarse a sí misma y a los lectores
con textos bellos y sin concesiones y deseosa de “estar disponible en cuerpo y
alma a escuchar”, reflexionó sobre estas cuestiones al escribir su experiencia
de lectura de poesía con chicos de entre trece y veinte años. Realizó su proyecto
en un centro comunitario que organiza actividades culturales y recreativas y
ofrece merienda y cena para “adolescentes en riesgo social” en el sur del
conurbano de la provincia de Buenos Aires en un barrio muy golpeado por la
exclusión.5 Veamos un fragmento del registro de un encuentro en que propuso la
lectura de poesía que escapa a lo convencional en las lecturas del género en
esas edades.
“Leé este que suena rarísimo – me pide Susana.
5
Duro, Mariela. “Hacen el verso los niños perversos”, (proyecto realizado para la evaluación final del
Postítulo de Literatura Infantil y Juvenil. Cuarta Cohorte (2006- 2008).
6
Vallejos, César- Trilce. Poema II
Tiempo Tiempo.
Mediodía estancado entre relentes.
Bomba aburrida del cuartel achica
Era Era.
Gallos cancionan escarbando en vano.
Boca del claro día que conjuga
era era era era.
Mañana Mañana.
El reposo caliente aún de ser.
Piensa el presente guárdame para
mañana mañana mañana mañana
Nombre Nombre.
¿Qué se llama cuanto heriza nos?
Se llama Lomismo que padece
nombre nombre nombre nombrE.
Siento como mediadora que hay algo entre la propuesta de libros como estos y la
gestión de un espacio y un tiempo en compañía de otros lectores, que va instalando
muy de a poco la posibilidad de descubrir esas otras lecturas, las de los lectores más
silenciosos: lecturas no dichas en palabras sino con gestos, señalamientos, miradas.
Descubrirlas desde el lugar del mediador y poder, en algunos momentos, devolverlas
al grupo tal vez en palabras que las valoricen y les hagan un lugar frente a todos.
7
Larcade Posse, Angeles. “Sobre el derecho a encontrarnos y descubrirnos a través de la lectura”,
(proyecto realizado para la evaluación final del Postítulo de Literatura Infantil y Juvenil. Cuarta Cohorte
(2006- 2008).
REFERENCIAS
ACOSTA, Eleonora. Proyecto Caperuzas de Colores. Proyecto realizado con Daniela Duna. Postítulo de
Literatura Infantil y Juvenil. Cuarta Cohorte, 2006-2008.
BARTHES, Roland. Escribir la lectura. En: El susurro del lenguaje. Barcelona: Paidós, 1994.
CARDACI, Karina. Proyecto realizado para la evaluación final del postítulo de literatura Infantil y
juvenil. Cuarta Cohorte, 2006-2008.
CHAMBERS, Aidan. Dime. México: Fondo de Cultura Económica, 2007. Col. Espacios para la lectura.
Conferencia brindada en la 5º jornada de /reflexión sobre la lectura y la escritura Secretaría de Educación del
Distrito y asolectura. Bogotá, 6 de octubre de 2008.
“¿Construir lectores!” En: LECTURAS: del espacio íntimo al espacio público. México: Fondo de Cultura
Económica, 2001. Col. Espacios para la lectura
DAHL, Roald. Cuentos en verso para niños perversos. Buenos Aires: Alfaguara, 2008.
DEVETACH, Laura; LIMA, Juan. La hormiga que canta. Buenos Aires: Libros del Eclipse, 2004. Col. Libros
álbum del Eclipse.
DURO, Mariela. Hacen el verso los niños perversos. Proyecto realizado para la evaluación final del
postítulo de literatura infantil y juvenil. Cuarta Cohorte, 2006-2008.
LÓPES OCÓN, Mónica. Los escritores somos los malos bichos de la sociedad. Entrevista a Carlos
Fuentes. Revista N., n. 261, 27 sep. 2008.
MONTES, Graciela. La gran ocasión. La escuela como sociedad de lectura. Buenos Aires: Plan Nacional
de Lectura. Ministerio de Educación Ciencia y Tecnologia, 2007. 2. ed. Disponible: http://
www.imaginaria.com.ar/22.1/la-gran-ocasion.htm
PATTE, Geneviève. Si nos dejaram leer. Los ninõs y las bibliotecas. Bogotá: CERLAL, Prolectura,
Kapelusz, 1984.
PERRAULT. La Caperucita Roja. Ilustraciones de Leicia Gotligowski. Buenos Aires: Libros- álbum del
eclipse, 2006.
PESCETTI, Luis María. O´Kif. Caperucita roja, tal como se la contaron a Jorge. Buenos Aires: Alfaguara.
1998.
STEINER, George. Las lenguas de Eros. En: My Unwritten books (Mis libros no escritos). Editorial
Weidenfeld & Nicolson, 2008. De próxima aparición en español.
SOTELO, Roberto. Todos somos capaces de ejercer nuestro derecho al imaginario a través de la
lectura. Proyecto realizado con Mariel Danazzo. Postítulo de literatura infantil y juvenil. Cuarta Cohorte, 2006-
2008.
SORIANO, Marc. Adaptación y divulgación. En: LA LITERATURA para niños y jóvenes. Guia de exploración
de sus grandes temas. Buenos Aires: Colihue, 1999.
WOLF. Ema. El señor Lanari. En: LOS IMPOSSIBLES. Buenos Aires: Sudamericana, 1998. Col. Pan Flauta