Beneficio de La Auyama
Beneficio de La Auyama
Beneficio de La Auyama
La auyama o calabaza es uno de las hortalizas más utilizados por los cocineros, además de ser uno de los
ingredientes principales de las sopas también es utilizada en diferentes platos entre dulces y salado.
Beneficios de la auyama
El aporte calórico de la auyama es de apenas 24 calorías por cada 100 gramos, por lo que se puede
consumir en cualquier dieta. La auyama cuenta con fuente de fibra soluble. Dispone de unas sustancias
llamadas mucílagos, que suavizan las mucosas de los intestinos, haciendo que estos funciones sin
contratiempos.
Cuando realizamos cualquier platillo con auyama o calabaza, solemos pelarla y botar las semillas .
¿Creerías que esto es un grave error? En vez de quitar la pulpa de este alimento y desperdiciar su
cascara y semillas, es importante conocer todos los beneficios que puedes sacar
La semilla de calabaza es rica en fibras, proteínas, potasio y lepidios. El alimento ofrece fibras insolubles
que mejoran el funcionamiento del intestino y también ofrece grasas insaturadas que auxilian en la
reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se pueden usar en ensaladas o como un sabroso
aperitivo.
Lo más curioso es que las semillas de la calabaza, que normalmente no usamos, ofrecen un aporte
nutricional mayor que la propia pulpa. Las semillas ofrecen 31 veces más proteínas que la pulpa, por
ejemplo; 25,39 gramos de la semilla versus 0,81 gramos de la semilla.
Las fibras también están presentes en mayor cantidad en las semillas que en la pulpa; en 100 gramos de
semilla encontramos 29,6 gramos de fibras mientras la pulpa ofrece 1,06 gramos. Es decir, las semillas
ofrecen 28 veces más fibras que la pulpa.
El potasio, muy importante para quien sufre de hipertensión, también aparece en mayores cantidades en
las semillas que en la pulpa; en 100 gramos de semilla encontramos 2,41 de potasio y en la pulpa
solamente 0,33 gramos.
Los lípidos de 100 gramos de semilla de calabaza son aproximadamente 12,54 gramos en cuanto la pulpa
ofrece solamente 0,14 del nutriente.
Por su facilidad para el cultivo, la calabaza o auyama, como se conoce en Venezuela, es una hortaliza
que fácilmente puede estar en la dieta de los venezolanos y aportar importantes nutrientes, como
potasio, calcio, vitamina A, fósforo, magnesio, zinc y el hierro en pequeña porción.
La fibra es otro componente de la auyama, además del betacaroteno y en menor proporción las vitaminas
B2, B5, C y E.
Son diversas las formas de preparación que ofrece la calabaza, como es el caso de la sopa, la crema de
auyama, puré, arepa, o incluso como acompañante, es decir, solamente sancochada.
Se trata de una hortaliza baja en calorías y rica en nutrientes, cuyo consumo recomendado es de hasta
tres veces a la semana, puesto que tiene un alto contenido de agua que baja su valor calórico (12 – 40
calorías por cada 100 gramos de auyama).
Propiedades curativas
Este alimento, que se consigue a precios que oscilan entre los 15 y los 27 bolívares en los mercados y
supermercados, es fuente de propiedades curativas, ya que por su contenido de vitamina A ayuda a
mantener una buena visión al prevenir la aparición de cataratas.
Es utilizada, igualmente, para casos de cistitis e infecciones urinarias, puesto que desinflama la vejiga, así
como para casos de estreñimiento y acidez estomacal, reseña el sitio web del Instituto Nacional de
Nutrición (INN).
Las semillas de esta hortaliza son recomendables en tratamientos contra la depresión por su contenido de
triptófano, un compuesto conocido como el aminoácido del placer.
Las semillas de esta hortaliza son recomendables en tratamientos contra la depresión por su contenido de
triptófano, un compuesto conocido como el aminoácido del placer.
Las semillas también son útiles para eliminar los parásitos intestinales y regula los niveles de
colesterol.
Hasta 24,5% de proteínas y ácidos grasos pueden aportar las semillas de la auyama, por lo que se
recomienda consumirlas en la mañana antes de la comida, dos o tres veces a la semana.
Hasta 24,5% de proteínas y ácidos grasos pueden aportar las semillas de la auyama, por lo que se
recomienda consumirlas en la mañana antes de la comida, dos o tres veces a la semana.
Esta verdura se cultiva en climas cálidos y templados. Su cosecha es a los 140 días aproximadamente,
que es cuando el fruto está maduro. Se estima que cada planta puede dar ocho frutos.
La auyama se propaga por semillas, no conocemos en la redacción de este sitio web una empresa que produzca comercialmente
semilla de auyama criolla, las calabazas que se siembran en Estados Unidos y utilizan en la fiesta de Halloween , es la misma
especie de la auyama latinoamericana, la consistencia y características del fruto lo hacen una fruta diferente pero muy similar en
las prácticas de cultivo requeridas, también está la auyama tipo japonesa o conocida como Butternut, la cual es pequeña con una
cavidad muy pequeña y pocas semillas.
De las calabazas norteamericanas y las auyamitas japonesas si hay una importante suplencia de semillas de empresas
comerciales, pero de la auyama criolla no, esto nos motiva a sugerir a los centros de investigación de los gobiernos en
Latinoamérica a invertir en investigación sobre el mejoramiento genético de este alimento ancestral para así aumentar los
rendimientos de nuestros cultivos.
Acutalmente en nuestro caso, el agricultor debe obtener sus propias semillas, para ello debemos seleccionar las frutas maduras
que tengan las características requeridas por el mercado al cual se le va a vender y extraerles la semilla, las cuales se deben lavar
y dejar secar a la sombra. Hay que tener cuidado porque estas semillas son muy apetecidas por los ratones y en una noche nos
pueden dejar sin semilla que sembrar.
Ideal es que las frutas de donde se van a sacar las semillas no se seleccionen sólo por las características del fruto, lo más
conveniente es visitar los campos de cultivo y seleccionar las plantas más vigorosas, sanas y productivas para extraer las
semillas, los frutos no deben seleccionarse de una sola planta ya que al ser la auyama una planta de polinización cruzada si todas
las semillas se obtienen de una sola planta la tendencia es a que el cultivo degenere por un proceso conocido como endogamia.
Preparación de tierras y siembra
La auyama se siembra en conucos en suelos sin preparación de tierras, donde después de la deforestación y quemado de la
vegetación se espera a que comiencen las lluvias para hacer la siembra de la auyama, junto con la yuca, el ocumo, el ñame, los
platanos y otros cultivos del conuco, el primer cultivo en desaparecer es la auyama y luego quedan en sucesión los otros donde
cada uno tiene su ciclo de cultivo, finalemente quedan arboles forestales o frutales requeridos por el campesino.
En la agricultura moderna se siembra la auyama en monocultivo en grandes extensiones, se prepara el suelo con rastra y se
siembra el cultivo que por lo general se hace a salidas de lluvias o en la época seca, hay pocos agricultores que riegan la auyama,
muchos logran el cultivo en especial en los llanos venezolanos sólo con la humedad residual del suelo.
Sin embargo la auyama responde muy bien a la práctica del riego por surco o mejor aún por goteo con fertirrigación obteniéndose
mejores cosechas en menor superficie de terreno, en el software de fertirriego de Agro tecnología Tropical tenemos toda la receta
para el cultivo de la auyama, ajustada a las condiciones climáticas y de suelo del agricultor, para conocer mas sobre el software de
fertirriego recomendamos visitar el artículo sobre el software de fertirriego.
En los conucos se siembra la auyama por golpes, en cada hueco se colocan de dos a tres semillas, en la agricultura moderna se
siembra a mano o mecánicamente con la sembradora de maíz cambiando el plato de siembra, incluso se puede sembrar con la
sembradora neumática.
Hemos sembrado la auyama en bandejas y posterior trasplante con excelentes resultados, mejorando la población de plantas y la
competencia con malezas, para conocer como se hacen las plantas en bandejas recomendamos visitar el artículo de semilleros en
invernaderos.
La distancia de siembra más común es de 1 metro entre plantas y 3 metros entre hilera.
Control de malezas en el cultivo de la auyama:
La auyama criolla es un cultivo muy vigoroso que compite muy bien con las malezas, lo más común es 21 días después de la
siembra antes de que la planta comience a elongar los tallos y producir el crecimiento vigoroso a lo que el campesino llama sacar
bejuco se hace un pase de rastra entre las hileras de cultivo que elimina las malezas para el momento en que la plata emite los
tallos que cubre el terreno evitando la reinfestación de malezas.
También se hace control de malezas dentro del hilo de cultivo donde no llega la rastra con escardilla.
Otra tecnica es usar la maquinita desmalezadora o desbrozadora para eliminar las malezas entre plantas y entre hileras cuando la
planta de auyama está áun pequeña, esta técnica funciona muy bien en parcelas relatiamente pequeñas
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AUYAMA O CALABAZA
La auyama, calabaza o zapallo, es el fruto en baya de la calabacera, una planta anual de duración
corta, que en el trópico se cultiva en los meses de marzo y junio. Pertenece a la familia de las
Cucurbitáceas, y científicamente se conoce como Cucurbita máxima.
La familia de las Cucurbitáceas, reúne unas 850 especies, mayormente herbáceas, enredaderas o
rastreras, que dan frutos grandes de corteza firme. Frutas como la sandía y el melón, y hortalizas comunes
como el pepino y el calabacín, corresponden a este mismo linaje.
Flor: Las flores de la calabaza son de color amarillo y de grandes dimensiones, en forma de
embudo. Tienen una existencia muy corta: florecen con las primeras luces y se cierran
definitivamente a media mañana. Al ser una planta monoica, posee flores masculinas y femeninas,
que pueden ser autofecundadas: una flor fémina puede ser fertilizada por el polen de una flor
macho, perteneciente a la misma mata. No obstante, prevalecen las polinizaciones cruzadas: flores
hembras fecundadas por el polen de otras plantas de la misma u otra variedad. Cuando es
fertilizada la flor hembra, el fruto se desarrolla, y cuando no, se marchita.
Fruto: Comúnmente los frutos son de tamaño variable, desde calabacitas a calabazas de más de
20 kg. Son esferoidales, aplanados, curvos, de superficie lisa o rugosa; en tonos amarillo y verde.
La pulpa es dura, de color naranja, y las semillas claras, aplanadas, de 1 cm de longitud. Los frutos
y sus semillas se usan para el consumo humano, como forraje para los animales domésticos, como
productos medicinales, y como elemento decorativo. Las semillas de calabaza se consumían
abundantemente tostadas, antes de ser relevadas en el comercio por las pipas de girasol.
Tallo: Tiene un tallo semileñoso, que puede ser rastrero o trepador, con resortes que se enredan, y
que emplea para trepar.
Hojas: Las hojas son de grandes proporciones, en forma de corazón, y con incisiones profundas y
ásperas al tacto. Son de color verde.
ORIGEN
El origen de la calabaza se pierde en el tiempo, pues se conoce desde la antigüedad. Aunque algunas
fuentes aseveran que su origen está en América, específicamente en México, parece que es una hortaliza
nativa de Asia Meridional. Muchos escritores la mencionan en sus artículos, y se está al tanto de que en
la época de los hebreos y los egipcios, éstos la sembraban. Inicialmente era para la utilización de sus
semillas, y no para fines alimenticios.
Su ingesta pasa de Asia a América Central, y de allí al sur y al norte de dicho continente. Fue en el siglo
XV, cuando los españoles llevan la calabaza a Europa, donde se propaga en las naciones de clima cálido.
VARIEDADES DE CALABAZA
Hoy en día la calabaza se halla en climas templados y calurosos, adecuándose a diferentes situaciones
atmosféricas y ecológicas: bosques tropicales caducifolios y sub caducifolio, bosques espinosos,
matorrales xerófilos y bosques mesófilos de montaña, de encino y de pino.
Calabaza de verano: Es de piel clara y fina, con semillas blandas, de corta existencia. Dentro de
este tipo se distinguen la calabaza bonetera, de color blanco, verde o amarillo; la calabaza
espagueti, con un color amarillo; y la calabaza rondín, de corteza naranja y carne blancuzca.
Calabaza de invierno: Tiene un sabor más dulce que la de verano, pero es seca, con menos
contenido de agua, y con una corteza gruesa. Posee un tiempo más largo de duración por lo
grueso de su piel. Se distinguen la calabaza banana, de cidra o zapallo, con una pulpa empalagosa
y de un vivo color amarillo; y la calabaza confitera o cabello de ángel, de forma y color variables.
De esta última se obtiene el dulce de cabello de ángel, relleno utilizado para la elaboración de
postres de pastelería.
Abundan otras variedades de calabaza como la Americana, la Amarilla gruesa de París, la Llena de
Nápoles, la Roja de Etampes, la Verde Española, la calabacita de Brasil, y la calabaza del peregrino o
calabaza del vinatero, que seca se utiliza como recipiente.
Posee altas dosis de agua y fibra, por lo que resulta ideal para combatir el estreñimiento y evitar la
retención de líquidos.
El aceite que se extrae de la calabaza, es apropiado para contrarrestar cuadros infecciosos, virus y
resfriados, ya que cuenta con antioxidantes, vitaminas y minerales, destacando las vitaminas A, E y C.
Su beta-caroteno protege de los rayos solares y la pulpa es muy solicitada para la preparación de
máscaras fáciles que suavizan y eliminan las células muertas de la piel, especialmente si se mezcla con
huevo, leche y miel.
Ese mismo beta-caroteno cuida la salud de los ojos y reduce los riesgos de cáncer de pulmón y
próstata.
Los que padecen de diabetes también se ven favorecidos con la ingesta de calabaza, puesto que
disminuye la glucosa de la sangre e incrementa la insulina que produce el organismo.
Como si fuera poco, protege el corazón, por sus dosis de magnesio, favorece la producción de tejidos
sanguíneos, mejora el sueño, reconstituye las energías después de una larga jornada de ejercicios y
combate la depresión, por su composición de triptófano, serotonina y niacina, compuestos que elevan el
estado de ánimo y potencian la felicidad.