03-La Problematización en La Enseñanza
03-La Problematización en La Enseñanza
03-La Problematización en La Enseñanza
“¿Qué decimos acerca de las ciencias los docentes que enseñamos ciencias?
¿De qué manera la interpretación o valoración que tenemos acerca de este
conocimiento está presente en el aula?
Las distintas concepciones acerca de la naturaleza del conocimiento científico
están presentes en las diferentes interpretaciones sobre cómo enseñar ciencias
en la escuela. Cualquiera sea la actividad de enseñanza que estemos
realizando, la actitud que manifestamos durante la misma estará
inevitablemente condicionada por la relación que mantenemos con esa forma
de conocer. Conviene aclarar que no estamos haciendo referencia a la calidad o
rigurosidad del conocimiento que poseemos y deseamos transmitir, sino
fundamentalmente a la conceptualización acerca de la naturaleza del
conocimiento científico, al modo en que se produce y a la manera en que afecta
el desarrollo intelectual de las personas.”
Luego de hacer una breve recorrida por las distintas concepciones por las que fue pasando
la enseñanza del área, vinculada con distintas concepciones acerca de las ciencias, las
autoras plantean:
1
Espinoza, A.; Casamajor, A.; Pitton, E. (2009). Enseñar a leer textos de ciencias. Cap. 2: “La didáctica de las ciencias
naturales”. Paidós, Bs. As.
1
“En la actualidad, si bien coexisten expresiones variadas del enciclopedismo y el
redescubrimiento, muchos trabajadores de la educación adhieren a una
concepción constructivista de la enseñanza, que resulta solidaria con una visión
más actual de las ciencias. Haciendo nuestras las palabras de Delia Lerner2
para definir esta concepción, diremos que sus notas distintivas podrían
enunciarse así: Enseñar es plantear problemas a partir de los cuales sea posible
reelaborar los contenidos escolares y es también proveer toda la información
necesaria para que los niños puedan avanzar en la reconstrucción de esos
contenidos. Enseñar es promover la discusión sobre los problemas planteados,
es brindar la oportunidad de coordinar diferentes puntos de vista, es orientar
hacia la resolución cooperativa de las situaciones problemáticas. Enseñar es
alentar la formulación de conceptualizaciones necesarias para el progreso en el
dominio del objeto de conocimiento, es propiciar redefiniciones sucesivas hasta
alcanzar un conocimiento próximo al saber socialmente establecido. Enseñar es
—finalmente— promover que los niños se planteen nuevos problemas que no
se hubieran planteado fuera de la escuela.
2
Lerner, Delia, “La enseñanza y el aprendizaje escolar. Alegato contra una falsa opción”, en Castorina, José;
Ferreiro, Emilia; Lerner, Delia y Kohl de Oliveira, Marta (1996). Piaget- Vigostky, contribuciones para
replantear el debate. Paidós, Buenos Aires. (pp. 97-113.)
2
un escenario en el que tengan lugar el intercambio de opiniones y la búsqueda
de argumentos para sostenerlos. Generar un espacio que permita detenerse en
la situación, dar tiempo a los alumnos para escucharse y pensar, entender
mejor lo que están en realidad pensando y colaborar así con el aprendizaje es,
en parte, reconocer que los procesos de enseñanza y aprendizaje son
diferentes.”
- Son situaciones abiertas, que aceptan múltiples formas de arribar a una solución.
No pretenden la mera aplicación de un procedimiento rutinario.
3
Woods, D., Crowe, C., Hoffman, T. y Wright, J. (1985). “Challenges to Teaching Problem-solving skills”, en
Chem. 13 News N° 155. Waterloo University.
4
Perales Palacios, F. (1993). “La resolución de problemas: una revisión estructurada”, en Enseñanza de las
Ciencias, N° 11(2).
5
Pozo, J.I. (1994). La solución de problemas. Santillana, Madrid.
6 Pozo, J.I. (op. cit.)
3
- Son novedosas, estimulan la curiosidad. Si toman aspectos del entorno cotidiano
de los alumnos, lo hacen desde una perspectiva poco usual.
- Predomina la incertidumbre. Para ser interpretadas no son suficientes los
esquemas de conocimiento que tienen los alumnos en ese momento. Esto los lleva
a la búsqueda de información, a la formulación de nuevas explicaciones.
- Posibilitan la activación y la reelaboración de las ideas que los alumnos ya poseen.
No se trata de que “adivinen” o “digan algo” acerca de la cuestión planteada, sino
de que puedan formular anticipaciones pertinentes, que eso que puedan decir de
lugar a contrastaciones y reelaboraciones vinculadas con el contenido que se
enseñará.
- Promueven la formulación de nuevas preguntas.
Una misma situación puede constituir un problema para ciertos sujetos, mientras que
para otros no. Un problema será un desafío para los alumnos en tanto sus
representaciones, esquemas, saberes no les resulten suficientes para resolverlo, pero a la
vez dispongan de algunos conocimientos que les permitan abordarlo.
Al momento de decidir si una situación o pregunta puede ser un buen problema para
plantear a sus alumnos, es importante que el docente se formule interrogantes tales
como: ¿Abre camino en el sentido de lo que quiero enseñar? ¿Resultará desafiante para
mis alumnos? ¿Con qué herramientas cuentan ellos para abordar este planteo? ¿Qué
podrían responder?
Algunas preguntas o situaciones resultan más efectivas que otras para activar las ideas y
representaciones que tienen los alumnos acerca del tema que se desea abordar. En
general, se trata de aquellas propuestas que promueven la búsqueda de explicaciones
personales, en contraste con las preguntas que los llevan a apelar a respuestas
escolarizadas. Por ejemplo, si se les pregunta en 5º grado ¿Cómo se alimentan las
plantas?, es muy probable que respondan “Las plantas fabrican su propio alimento” y
difícilmente se cuestionen esa afirmación; si, en cambio, se les presenta la experiencia
histórica de Van Helmont como un caso para analizar, estarán abordando los mismos
contenidos desde una perspectiva diferente: pondrán en juego sus propias
representaciones, quedarán expuestos los desacuerdos entre distintos alumnos y surgirán
dudas y nuevas preguntas.
Los problemas que podemos plantear en la escuela pueden tener diferentes formas,
entre ellas:
4
Problematizar no es solo motivar
El término motivación se utiliza con frecuencia cuando se hace referencia al
modo de convocar a los alumnos a que se interesen por la temática que se
abordará en una secuencia de enseñanza. Para motivar a los alumnos
relataré el cuento de…, o presentaré un video que muestra… o comentaré
una situación familiar para los alumnos. Por lo general, cuando se busca
generar situaciones motivadoras, se pone el acento en algún aspecto de
esa temática que les resulte familiar y, si es posible, divertido. Este tipo de
situaciones puede contribuir a introducir el tema.
Problematizar va a más allá de motivar, de introducir la temática. Consiste
en desafiar las ideas de los alumnos, en poner en evidencia que ellos
cuentan con algunas herramientas para abordarlo, aunque esas
herramientas no sean suficientes para resolver el problema. Lo que se
pretende al plantear un problema es promover la activación de los saberes
que los alumnos tienen acerca de la temática en cuestión, dar lugar a que
surjan interrogantes, se generen debates en el sentido de lo que se espera
que aprendan, y despertar un interés genuino por saber más sobre ese
tema.
Los intercambios de saberes entre los alumnos y con el docente, a
propósito de dar respuesta al problema, así como la enunciación de los
“cabos que queden sueltos” será lo que dé sentido a la realización de las
actividades que siguen. A lo largo de la secuencia se irán planteando
nuevos problemas, pero estos siempre estarán estrechamente
relacionados con el del inicio.