1 Obra Abierta Eco - Sintesis

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LA POÉTICA DE LA OBRA ABIERTA - síntesis

Conceptos fundamentales:
1) En atención a las consideraciones de Umberto Eco en Obra abierta, desarrolle:
- Concepto de obra abierta
- Niveles de apertura del texto estético
- Tensión “apertura-definitividad”

2) Repare en una obra artística contemporánea. Desarrolle las consideraciones sobre la “obra abierta”
en atención al ejemplo seleccionado.

Bibliografía
ECO, Umberto. “La poética de la obra abierta”, En Obra abierta, Barcelona, Ariel, 1990

1) Concepto de obra abierta.


Toda obra es abierta pero a la vez es definitiva desde que el autor la concluyó para ser interpretada.
Abierta desde un lector. La obra de arte contemporánea es especialmente abierta. La obra de arte no
se entiende en su significado literal inmediato, no es unívoca.
Especialmente la obra contemporánea, donde las muchas interpretaciones de la obra no agotan las
posibilidades de la obra: la obra permanece inagotable y abierta en cuanto “ambigua”, puesto que se
ha sustituido un mundo ordenado de acuerdo con leyes universalmente reconocidas por un mundo
fundado en la ambigüedad, tanto en el sentido negativo de una falta de centros de orientación como
en el sentido positivo de una continua revisión de los valores y las certezas. Hay obras “clásicas” que
consisten en un conjunto de realidades que el autor organiza y ofrece al receptor de modo definido y
concluso. Hay otras, contemporáneas, que consisten no en un mensaje concluso y definido, no en una
forma organizada unívocamente, sino en una posibilidad de varias organizaciones confiadas a la
iniciativa del intérprete y se presentan como obras no terminadas que no piden ser revividas y
comprendidas en una dirección estructural dada, sino como obras “abiertas” que son llevadas a su
termino por el intérprete en el mismo momento en que las goza estéticamente.
La poética de la obra abierta tiende a promover en el intérprete ‘actos de libertad conciente’, a
colocarlo como centro activo de una red de relaciones inagotables entre las cuales él instaura la
propia forma sin estar determinado por una necesidad que le prescribe los modos definitivos de la
organización de la obra. Remitiéndonos al significado más amplio del término ‘apertura’, cualquier
obra de arte, exige una respuesta libre e inventiva, no puede ser comprendida si el intérprete no la
reinventa en un acto de congenialidad con el autor. “La apertura y el dinamismo de una obra
consisten en hacerse disponibles a diversas integraciones, concretos complementos productivos,
analizándolos a priori en el juego de una vitalidad estructural que la obra posee aunque no esté
acabada y que resulta válida aún en vista de resultados diferentes y múltiples”. (Pág. 97)

Niveles de apertura (a través de la historia)


En principio puede hablarse de que toda obra de arte es abierta en tanto polisémica, pero a través de
la historia del arte se han dado diferentes niveles de apertura en la obra. Hay obras musicales como
las de Berio y Stockhausen que son abiertas en un sentido menos metafórico y mucho más tangible,
son obras “no acabadas”, que el autor entrega al intérprete más o menos como las piezas de un
mecano, desinteresándose aparentemente de adónde irán a parar las cosas. Es lo que ocurre también,
según Eco con los móviles de Calder. El artista, ya no sufre la apertura sin que la elige como
programa productivo e incluso ofrece su obra para promover la máxima apertura posible.
-Antigüedad: Ya en la antigüedad el peso de la carga subjetiva interviene en la relación de fruición
(Platón en el sofista observa cómo los pintores pintan las proporciones se según una conveniencia
objetiva sino en relación con el ángulo desde el cual ve las figuras el observador. Pero el artista
plantea una obra hermética y no abierta. Los diversos artificios de la perspectiva representaban

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concesiones a las exigencias de la circunstancia del observador para llevarlo a ver la figura del único
modo justo posible, aquel sobre el cual el autor (construyendo artificios de la visión) trataba de hacer
converger la conciencia del usuario
-En el medioevo la teoría del alegorismo prevé la posibilidad de leer las sagradas escrituras, la poesía
y las artes figurativas en cuatro sentidos: literal, alegórico, moral y anagógico. Pero no hay otras
lecturas posibles.
- Renacimiento, definición estática e inequívoca de la forma clásica del espacio desarrollado en
torno a un eje central, delimitado por líneas simétricas y ángulos cerrados que convergen en el centro,
de modo que más bien sugiere una idea de eternidad “esencial” que de movimiento.
-Hay un manifiesto aspecto de “apertura” en la “forma abierta” barroca. Aquí se niega la definición
estática e inequívoca de la forma clásica del Renacimiento. Forma dinámica, tiende a una
indeterminación de efecto (en su juego de llenos y vacíos, de luz y oscuridad, con sus curvas, sus
líneas quebradas, sus ángulos de las inclinaciones más diversas) y sugiere una dilatación progresiva
del espacio; búsqueda de lo móvil y lo ilusorio que hace que las masas plásticas barrocas nunca
permitan una visión privilegiada, frontal, definida, sino que induzcan al observador a cambiar de
posición continuamente para ver la obra bajo aspectos siempre nuevos, como si estuviera en continua
mutación. Aquí se ve por primera vez una manifestación de la cultura y la sensibilidad moderna –
según Eco- , el hombre se sustrae a la costumbre del canon y se encuentra, tanto en el arte como en
la ciencia, frente a un mundo en movimiento que requiere actos de invención.
-Entre clasicismo e iluminismo va perfilándose una idea de poesía pura porque la negación de las
ideas generales, de las leyes abstractas, realizada por el empirismo inglés, afirma la libertad del poeta
y anuncia una temática de la creación. La primera vez que aparece una poética consciente de la obra
abierta es en el simbolismo de la segunda mitad del siglo XIX. Con la poética de la sugerencia, la
obra se plantea intencionalmente abierta a la libre reacción del que va a gozar de ella. En las obras
deliberadamente fundadas en la sugerencia, el texto pretende estimular de una manera específica
precisamente el mundo personal del intérprete.
-En todos los fenómenos examinados, la categoría de la “apertura” proponían una colaboración
teorética, mental del usuario, el cual debe interpretar libremente un hecho de arte ya producido, ya
organizado según una plenitud estructural propia (aún cuando esté estructurado de modo que sea
indefinidamente interpretable). En cambio, en las obras contemporáneas el usuario organiza y
estructura por el lado mismo de la producción y de la manualidad, el discurso: colabora a hacer la
obra. Se podría hablar de obras que por su capacidad de asumir diversas estructuras imprevistas
físicamente irrelizadas, podríamos definir como “obras en movimiento”. En tanto “obras en
movimiento” encontramos objetos artísticos que en sí mismos tienen como una movilidad, una
capacidad de replantearse calidoscópicamente a los ojos del usuario como permanentemente nuevos.
Al nivel mínimo podemos recordar los móviles de Calder o de otros autores, estructuras elementales
que poseen precisamente la capacidad de moverse en el aire, asumiendo disposiciones espaciales
diversas, creando continuamente el propio espacio y las propias dimensiones.
Niveles de intensidad
1)las obras “abiertas” en cuanto en movimiento se caracterizan por la invitación a hacer la obra con el
autor; 2) en una proyección más amplia (como género de la especie “obra en movimiento”) , Eco
considera las obras que, aún siendo físicamente completas, están sin embargo, “abiertas” a una
germinación continua de relaciones internas que el usuario debe descubrir escoger en el acto de
percepción de la totalidad de los estímulos; 3) toda obra de arte, aunque se produzca siguiendo una
explícita o implícita poética de la necesidad, esá sustancialmente abierta a una serie virtualmente
infinita de lecturas posible, cada una de las cuales lleva a la obra a revivir según una perspectiva, un
gusto, una ejecución personal.

Definitividad y apertura

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Los términos “definitividad” y “apertura” se refieren a una dialéctica. Una obra de arte es un objeto
producido por un autor que organiza una trama de efectos comunicativos de modo que cada posible
usuario pueda comprender (a través del juego de respuestas a la configuración de efectos sentido
como estímulo por la sensibilidad y la inteligencia) la obra misma, la forma originaria imaginada por
el autor. En tal sentido el autor produce una forma conclusa en sí misma con el deseo de que tal
forma sea comprendida y disfrutada como él la ha producido; no obstante, en el acto de reacción a la
trama de los estímulos y de comprensión de sus relación, cada usuario tiene una concreta situación
existencial, una sensibilidad particularmente condicionada, determinada cultura, gustos,
propensiones, prejuicios personales, de modo que la comprensión de la forma originaria se lleva a
cabo según una perspectiva individual. En el fondo, la forma es estéticamente válida en la medida en
que puede ser vista y comprendida según múltiples perspectivas, manifestando una riqueza de
aspectos y resonancias sin dejar de ser ella misma. En tal sentido, pues, una obra de arte, forma
completa y cerrada en su perfección de organismo perfectamente calibrado, es asimismo abierta,
posibilidad de ser interpretada de mil modos diversos sin que su irreproducible singularidad resulte
por ello alterada. Todo goce es así una interpretación y una ejecución, puesto que en todo goce la
obra revive en una perspectiva original.
La obra tiene infinitos aspectos que no son sólo partes o fragmentos porque cada uno de ellos
contiene la obra entera y la revela en determinada perspectiva. La variedad de las ejecuciones tiene
su fundamento en la compleja naturaleza, tanto del intérprete como de la obra. Los infinitos puntos
de vista de los intérpretes y los infinitos aspectos de la obra se responden y se aclaran recíprocamente
de tal modo que determinado punto de vista logra revelar la obra entera solo si la toma en ese
determinado aspecto. Todas las interpretaciones son definitivas en el sentido de que cada una de ellas
es, para el intérprete, la obra misma, y provisionales en el sentido de que cada intérprete sabe que
debe siempre profundizar la propia

2) Apertura en una obra de arte contemporánea


Se considera una obra que en 2005 fue
sido instalada en el Central Park de
Nueva York. Los artistas Christo y
Jeanne Claude pensaron un proyecto
efímero, a presentarse durante 16 días.
"The Gates" ("Las Puertas"), consiste
en 7500 arcos de distanciados unas de
otras por tres metros. Las "puertas" son
arcos de vinilo y acero que miden 4,85
metros de altura y varían en ancho entre
1,68 y 5,48 metros, repartidos a lo largo
de 37 kilómetros en los senderos del
Central Park. De su parte superior
cuelgan libremente las telas
tornasoladas de color azafrán que se elevan a unos dos metros del piso, permitiendo a la gente pasar
por debajo. La tela cambia de color según la luz que se refleja en ella: a veces es roja, a veces dorada
y recorre los senderos del parque.
"Las puertas" se reconstruye y modifica continuamente según la luz, y forman parte ella aquellos que
atraviesan las puertas. Con lo cual hablamos de diferentes ejecuciones. Infinitas, diferentes puntos de
vista. A su vez, el intérprete se hace parte de la obra, la integra, más que él intérprete, los intérpretes,
con lo cual cada ejecución, por cada intérprete realiza la obra , pero todas son complementarias entre
si. Cada ejecución nos da la obra de un modo completo y satisfactorio, pero al mismo tiempo nos la
da incompleta, puesto que nos da en conjunto todos los demás resultados en los que la obra podría

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identificarse. "Vayan y recorran el parque, pasen por debajo de las puertas, cada uno tendrá una
experiencia distinta, cada una válida", pedía Christo antes de abrirse la obra al público”1
Christo y Jeanne Claude juegan con la libertad interpretativa, intentando, en términos de Eco,
promover actos de libertad conciente. Cabe aquí hablar de indeterminación de los resultados,
discontinua imprevisión de las selecciones sustraídas a la necesidad. “pero esta posibilidad a la que se
abre la obra es tal en el ámbito de un campo de relaciones. No hay una única experiencia privilegiada
pero no se deduce el caos de las relaciones, sino la regla que permite la organización de las
relaciones. Hay incluso senderos, recorrido. La misma naturaleza puede interferir cambiando los
colores acorde al momento del día, pero son actos a percibir que son promovidos por los autores.
Pensamos que cabe entenderla como obra en movimiento, en suma, es posibilidad de una
multiplicidad, de intervenciones personales, pero no una invitación amorfa a la intervención
indiscriminada, es la invitación no necesaria ni unívoca a la intervención orientada, a insertarnos
libremente en un mundo que, sin embargo, es siempre el deseado por el autor. En palabras de
Christo: "Esperamos que la gente venga a ver ‘Las Puertas’ en diversos días, con sol, lluvia, nieve,
cuando haga frío o esté más templado. Será distinto cada vez, las telas se comportarán de manera
diferente según el viento y el clima. Es una experiencia muy íntima y privada" En términos de Eco,
los autores ofrecen a los intérpretes una obra por acabar, se proponen posibilidades sin saber de qué
modo lo harán, pero sabiendo que la obra levada a término será, no obstante, siempre su obra, no
otra,, aunque esté organizada por otro de un modo que él no podría prever.

1
En “El Central Park se vistió de color azafrán” http://www.lanacion.com.ar/679327

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