Presas - Guia Contenido 2

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Guía de Contenido

Módulo 2
Módulo II:
Presas de materiales sueltos

1. Introducción. Tipología de presas de materiales sueltos


2. Cimentación de presas de materiales sueltos
2.1 Introducción
2.2 Tratamientos del cimiento
3. Presas homogéneas
3.1 Geometría
3.2 Materiales del cuerpo de presa
3.3 Aspectos de diseño y construcción
4. Presas de núcleo
4.1 Geometría y materiales
4.2 Aspectos de diseño y construcción
5. Presas de pantalla
5.1 Geometría
5.2 Materiales
5.3 Plinto
5.4 Pantalla
6. Filtros, drenes, transiciones y protecciones
6.1 Filtros
6.2 Drenes
6.3 Protecciones de los paramentos
6.4 Transiciones
7. Resguardo, anchura de coronación
7.1 Anchura de coronación
7.2 Resguardo
8. Evaluación de la seguridad de las presas de materiales sueltos
8.1 Acciones
8.2 Situaciones de proyecto
8.3 Coeficientes de seguridad
8.4 Métodos de cálculo


1
1. Introducción. Tipología de presas de materiales sueltos

Las presas de materiales sueltos se han utilizado para el almacenamiento de agua


desde el principio de la civilización, pero no es hasta mediados del siglo XX, con el desarrollo
de la mecánica del suelo, cuando se comienza a analizar desde un punto de vista técnico el
proyecto y construcción de este tipo de estructuras. Por tanto, la técnica de proyecto y
construcción de las presas de materiales sueltos es relativamente reciente.

En este módulo se pretende presentar una introducción a las presas de materiales


sueltos desde el punto de vista de su diseño. Para ello se ha contado, fundamentalmente, con
la experiencia española en el proyecto y construcción de este tipo de presas que, de algún
modo, queda recogida en las Guías Técnicas de Seguridad de Presas editadas por el Colegio
de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y por el Comité Nacional Español de Grandes
Presas.

Por tanto, no se pretende que el contenido sea un tratado detallado de presas de


materiales sueltos sino una exposición de los aspectos que se consideran más relevantes para
el proyecto y construcción de las presas de materiales sueltos, recogiendo referencias para que
el lector, en su caso, pueda profundizar más en alguno de los aspectos contenidos en el
presente documento.

En general, puede decirse que una presa es de materiales sueltos cuando su cuerpo se
encuentra formado por materiales naturales (escollera, gravas, rocas, arenas, limos o arcillas)
que no estén ligados entre sí por conglomerantes hidráulicos1.

Las presas de materiales sueltos pueden clasificarse, fundamentalmente, de dos


maneras: atendiendo a la naturaleza de los materiales que forman la presa o atendiendo a la
ubicación del elemento principal de estanqueidad. En cualquier caso, también puede definirse
la tipología de la presa de materiales sueltos atendiendo a una combinación de los dos
factores antes citados.

Con objeto de simplificar, en el presente documento se presenta una clasificación en


función de la ubicación del elemento impermeable, resultando, de este modo, tres grandes
grupos de presas de materiales sueltos: presas homogéneas (el elemento impermeable es el
propio cuerpo de presa), presas de núcleo (el elemento impermeable se reduce a una zona del
cuerpo de presa) y presas de pantalla (el elemento impermeable queda situado en el
paramento de aguas arriba). En la siguiente figura (tomada de la parte 2, tomo 2 de las Guías
Técnicas de Seguridad de Presas) se presenta un esquema básico de estas tipologías.

1 Definición contenida en la Instrucción para proyecto, construcción y explotación de grandes


presas (1967)
Figura nº 1.- Distintos tipos de presas de materiales sueltos y elementos principales

Dentro de cada tipología de presa existen multitud de variantes (en función de los
materiales que forman el cuerpo de presa y/o los elementos impermeables), sin embargo
todas esas variantes comparten características generales comunes para cada tipología.
2. Cimentación de presas de materiales sueltos

2.1 Introducción

En general, en cualquier tipo de presa, se puede diferenciar entre dos elementos


principales: el cuerpo de presa y su cimiento.

El cuerpo de presa se encuentra formado por materiales de comportamiento más o


menos “conocido”.

En el caso de presas de materiales sueltos, previamente a la puesta en obra de los


materiales que forman el cuerpo de presa, se ha efectuado una investigación de su
comportamiento (ensayos de laboratorio, terraplenes de ensayo, etc.) y, adicionalmente,
puede controlarse su puesta en obra (densidad-humedad) de tal modo que su
comportamiento sea lo más parecido posible al comportamiento teórico estudiado
previamente a la realización de la obra.

Por otra parte, el cimiento normalmente es heterogéneo y presenta discontinuidades y


ha de ser estudiado en cada caso.

De lo comentado hasta ahora puede concluirse que, previamente al inicio del proyecto
y la construcción de una presa se han de realizar investigaciones previas tanto de los materiales
que formarán en cuerpo de presa como de las características del cimiento. El detalle de estas
investigaciones (reconocimientos de campo y ensayos de laboratorio) quedan fuera del
alcance que se quiere dar al presente documento.

Para efectuar el estudio del cimiento, en general, se han de investigar los siguientes
aspectos básicos:

Resistencia: El cimiento ha de ser suficientemente resistente para que la presa sea


estable tanto durante construcción como en servicio para las hipótesis que se
consideren.

Impermeabilidad: El cimiento ha de ser suficientemente impermeable bien de modo


natural bien tras efectuar un tratamiento del mismo para almacenar el agua del
embalse.

Deformabilidad: En presas de materiales sueltos este aspecto no suele ser


condicionante, si bien resulta conveniente conocer la deformabilidad del cimiento ya
que la presa se ha de acomodar (de manera segura) a las deformaciones que se
produzcan en el cimiento y esto, en algunos casos, si puede resultar condicionante.
2.2 Tratamientos del cimiento

En ocasiones es necesario efectuar tratamientos en el cimiento previamente a la


construcción del cuerpo de presa de tal modo que, con la realización de esos tratamientos, el
cimiento resulte adecuado para la construcción de la presa. De modo general, los tratamientos
del cimiento podrían clasificarse como sigue: excavaciones, tratamiento superficial,
tratamientos de consolidación y tratamientos de impermeabilización.

En lo que sigue se describe cada uno de estos tratamientos y su finalidad.

Excavaciones

Las excavaciones se realizan para retirar el material que recubre la parte del cimiento
que se considera aceptable para la cimentación de la presa. En general las
excavaciones necesarias para la construcción de presas de materiales sueltos son
siempre moderadas (excepto en los aliviaderos o estructuras de desagüe).

En presas homogéneas y de núcleo, habitualmente no es necesario efectuar


excavaciones más allá del desbroce o para eliminar alguna zona permeable que no se
quiera impermeabilizar de manera artificial. En general suele efectuarse una
excavación algo mayor en la zona de apoyo del núcleo (o en la zona cercana al eje en
las presas homogéneas, ver Figura nº 1) en cualquier caso, esas excavaciones han de
ser de profundidad moderada. No es conveniente efectuar excavaciones esbeltas en el
cimiento (zanjas o rastrillos) a lo largo del eje de presa para posteriormente rellenarlos
de arcillas ya que puede producirse la fracturación hidráulica en esos elementos (por
falta de compresión vertical en el interior de la zanja o rastrillo) produciendo un fallo en
la presa. Es más conveniente efectuar esas posibles impermeabilizaciones del cimiento
con otras técnicas (pantallas impermeables, inyecciones, …).

En presas de pantalla normalmente no es necesario efectuar excavaciones especiales,


salvo las necesarias para proporcionar una geometría regular para los plintos de apoyo
del contacto de la pantalla con el terreno natural.

Tratamiento superficial

Cuando la cimentación de la presa de materiales sueltos se realiza en roca, puede


resultar necesario efectuar algún tratamiento superficial.

En caso de que el material presente en el cimiento presente riesgo de meteorización


puede resultar necesario efectuar un tratamiento superficial (cubrirlo con hormigón por
ejemplo) o posponer la última parte de la excavación (últimos decímetros) para
efectuar esa última fase lo más cercano en el tiempo posible a la disposición de
materiales que cubran el cimiento evitando su meteorización.

En un cimiento rocoso puede suceder que el fondo de apoyo resulte irregular de tal
modo que impida la correcta compactación de las primeras tongadas de cuerpo de
presa. En este caso, si las irregularidades no pueden evitarse con la excavación,
resultará necesario efectuar un relleno de hormigón para regularizar la superficie.

Por otra parte, en las presas de núcleo arcilloso cimentadas en roca, conviene que, en
caso de haberse efectuado una excavación adicional para la cimentación del núcleo,
los taludes de esta excavación queden selladas con hormigón para evitar la migración
de finos por posibles fisuras en el macizo rocoso, tal como se muestra en la Figura nº
2.

Por último, puede presentarse en el cimiento una zona de falla en la que el material
que rellena la falla se encuentra muy alterado. En esos casos conviene efectuar un
saneo de esa zona procediendo a su posterior relleno con hormigón de regularización.

Figura nº 2.- Tratamiento superficial. Apoyo núcleo. Aguas arriba


Figura nº 3.- Tratamiento superficial. Apoyo núcleo. Aguas abajo

Tratamiento de consolidación

Al efectuar las excavaciones del cimiento se reducen las cargas a las que se encontraba
sometido el plano de apoyo, produciéndose un entumecimiento del cimiento en la
zona de apoyo de la presa que se traduce en un incremento tanto de la
deformabilidad como de la permeabilidad de la parte superior del cimiento.

Por este motivo, bajo el núcleo de las preas de núcleo o bajo el plinto en las presas de
pantalla se efectúa un tratamiento de la zona superior del cimiento denominado
consolidación que persigue, fundamentalmente, reducir la permeabilidad de esa zona
que se encuentra sometido a gradientes elevados y/o a cerrar diaclasas o fisuras que
pudieran existir en la zona somera del cimiento.

El tratamiento de consolidación suele efectuarse inyectando lechada de cemento en


taladros de 5 metros de profundidad repartidos en planta según una malla cuadrada
de 5 metros de lado.

Conviene indicar que, en algunos casos, este tratamiento puede tener gran relevancia
en la seguridad de la presa (evitar la filtración localizada con elevado gradiente a través
del cimiento de la presa). Por tanto se ha asegurar (bien con este tratamiento, bien con
cualquier otro que se considere conveniente) que la base de la presa no es un camino
preferencial del agua.

Tratamiento de impermeabilización

En caso de que el cimiento no sea lo suficientemente impermeable, pueden realizarse


tratamientos en el mismo para reducir su permeabilidad. Adicionalmente estos
tratamientos previenen la erosión del cimiento. Normalmente, estos tratamientos se
dividen en dos grandes tipos: inyecciones de impermeabilización y pantallas
impermeables.

El tratamiento de inyecciones de impermeabilización consiste en inyectar en el


cimiento un producto (normalmente lechada de cemento) de tal modo que el material
inyectado rellena los huecos existentes en el cimiento reduciendo su permeabilidad.

Si bien la técnica de inyección es la más antigua y la más extendida (con gran


bibliografía al respecto), se encuentra en constante evolución, sobre todo en lo que se
refiere a las características del fluido de inyección (penetrabilidad, resistencia,
deformabilidad y durabilidad).

Para el diseño de las inyecciones de impermeabilización se han de definir los


siguientes aspectos:

• Disposición de los taladros (geometría): si se realiza en una única


alineación (es lo habitual) o varias, separación entre taladros, profundidad
de los taladros (normalmente en función de la altura de la presa en cada
punto).

• Secuencia de inyección: fases en las que se realiza la inyección (taladros


primarios, secundarios, etc…). Secuencia de inyección en cada taladro.

• Mezcla o producto a inyectar (normalmente lechada de cemento)

• Presiones y admisiones máximas

• Procedimiento de control.

Tal como se ha comentado, existe abundante bibliografía al respecto y, por tanto no se


profundiza en este tema. En cualquier caso, parece que la tendencia actual es seguir el
método de inyección GIN (Grout Intensity Number, Lombardi)2

2 Grouting of rock masses. 3RD International Conference on Grouting and Grout Treatment.
Invited key note lecture by Giovanni Lombardi Dr. Eng. PhD h.c.
Otro posible tratamiento de impermeabilización del cimiento, que habitualmente es
más eficaz que las inyecciones, consiste en la realización de pantallas continuas
impermeables que pueden realizarse, en general, de dos formas: con sustitución del
material existente en el cimiento o con mezcla del material existente en cimiento con
otros materiales.

Habitualmente las pantallas impermeables se realizan con el método de sustitución y


dentro de este tipo de pantallas, las más empleadas son las pantallas continuas de
paneles “in situ”. Estas pantallas se excavan por módulos de mayor anchura que
espesor (rectangulares) y con la ayuda de lodos tixotrópicos para mantener la
estabilidad de las paredes. Estas excavaciones posteriormente se rellenan con mezclas
de bentonita-cemento con baja dosificación de cemento con objeto de reducir su
rigidez y aproximar su deformabilidad a la del terreno.

Estas pantallas no pueden ejecutarse en todo tipo de terrenos (limitación que no


tienen las inyecciones) y además también presentan la limitación de la profundidad
máxima que pueden alcanzar (en torno a 70 metros).

Por otra parte, pueden efectuarse pantallas impermeables con otro tipo de técnicas
(mezcla del terreno con otro material). De entre estos otros métodos (menos
habituales), quizá el más empleado puede ser la técnica del Jet-Grouting.

El Jet-Grouting consiste en la inyección del suelo por chorro a alta presión (jet) de tal
modo que se forman columnas de terreno consolidado por la mezcla del mismo “in
situ” con la lechada de cemento inyectada. El diámetro de las columnas depende del
tipo de terreno y de los equipos empleados pero, como referencia, oscila entre 30 cm
y 1 metro.

Existen otros tipos de tratamiento del cimiento para la construcción de presas de


materiales sueltos que no son habituales pero que, en cualquier caso, se enumeran a
continuación:

• Precargas o construcción de la presa por fases para consolidar el cimiento


• Compactación dinámica
• Inyecciones de compactación
• Vibrosustitución
• Compactación con explosivos
3. Presas homogéneas

En general se denomina presas homogéneas a aquellas que se encuentran formadas,


en su mayor parte, por un únicamente material relativamente impermeable que cumple las
condiciones de resistencia y permeabilidad requeridas, es decir, no existe en la sección de la
presa un elemento impermeabilizante claramente diferenciado.

3.1 Geometría

Si bien, dentro de este tipo de presas, la geometría de la sección tipo puede ser muy
variada, en la siguiente figura se muestra una sección típica de este tipo de estructuras (figura
tomada de la Guías Técnicas de Seguridad de Presas 3, en adelante GT2).

Figura nº 4.- Sección tipo presa de materiales sueltos homogénea

Tal como se observa en la figura anterior, los elementos principales de las presas de
materiales sueltos homogéneas, además del material del cuerpo de presa son los siguientes:

Filtro y dren

Habitualmente los materiales que forman el cuerpo de la presa de materiales sueltos


homogénea presentan una marcada anisotropía en la permeabilidad (por las
características de los materiales, el proceso constructivo, etc.), resultando que la
permeabilidad horizontal es claramente mayor a la vertical. Esta anisotropía provoca
que, en caso de no introducir en la sección un elemento drenante, las filtraciones que
se producen a través del cuerpo de presa puedan aflorar al talud de aguas abajo,
afectando a la estabilidad del espaldón de aguas abajo.

Con objeto de interceptar estas filtraciones, de tal modo que se reduzcan las presiones
intersticiales en el espaldón de aguas abajo, se ha de disponer de un elemento de

3 Guías Técnicas de Seguridad de Presas. Criterio para proyectos de presas y sus obras anejas.
Tomo 2. Parte 2. Presas de materiales sueltos. Editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales
y Puertos y el Comité Nacional Español de Grandes Presas.
drenaje (filtro y dren chimenea) que alcance, al menos, la cota del nivel máximo normal
del embalse (aunque es recomendable que esta cota sea mayor).

Adicionalmente, este elemento (filtro y dren chimenea) impediría el arrastre de


partículas finas fuera del cuerpo de presa.

Las características que han de cumplir los materiales de filtro y dren se comentan en el
apartado 6 del presente documento.

Repié drenante

Para dar salida al agua que intercepte el filtro y dren chimenea sin que esto afecte a la
estabilidad del espaldón de aguas abajo, se ha de disponer en el pie de aguas abajo
de la presa un repié drenante.

Tras el repié drenante conviene disponer una cuneta que recoja las filtraciones con
objeto de poder efectuar mediciones de las mismas (aforo) y proporcionar una salida
controlada hacia aguas abajo del caudal de filtraciones.

Rip-Rap

En el paramento de aguas arriba se ha de disponer un elemento de protección del


mismo frente a la acción del agua (variaciones del nivel de embalse, olas, etc.) que
normalmente consiste en una capa de escollera. Las características que ha de cumplir
este material se comentan resumidamente en el apartado 6 del presente documento.

Transiciones

Se ha de disponer un elemento de transición entre los materiales que forman el cuerpo


de presa (finos) y el elemento de protección del paramento de aguas arriba (gruesos)
con objeto de evitar la migración de finos del cuerpo de presa hacia los elementos de
protección del paramento.

3.2 Materiales del cuerpo de presa

En general, la mayor parte de los suelos arcillosos (o arcillo-limosos) suelen ser válidos
para la construcción de una presa de materiales sueltos homogénea. En cualquier caso el
material para formar el cuerpo de presa en esta tipología, ha de cumplir los siguientes
requisitos básicos:

• Ser suficientemente impermeable para evitar filtraciones excesivas a través del


cuerpo de presa.
• Las filtraciones a través de este material se han de producir siempre en
condiciones de estabilidad, sin migración de material (autoestabilidad)

• Debe presentar suficiente resistencia al corte tras su puesta en obra y esta


resistencia se ha de mantenerse (o una parte significativa de la misma) durante
la fase de explotación del embalse.

• Debe tratarse de un material cuyas características puedan ser controladas


durante su puesta en obra y que, durante esa puesta en obra pueda conformar
una masa homogénea (exenta de vías preferentes de filtración)

• No debe presentar variaciones volumétricas apreciables bajo condiciones de


saturación.

• Debe ser resistente a solicitaciones dinámicas (sísmicas), en particular frente a


procesos de licuefacción.

3.3 Aspectos de diseño y construcción

Tras el sobrevertido, la principal causa de fallos en las presas de materiales sueltos se


debe a la erosión interna. Estas erosiones internas suelen estar relacionadas con procesos de
fisuración que pueden provocar el desarrollo de filtraciones no controladas y, estas, a su vez,
procesos de erosión interna.

Los procesos de fisuración se producen por el comportamiento tensodeformacional


del cuerpo de presa tras la construcción del cuerpo de presa y su puesta en carga. En el
apartado 4 del presente documento (presas de núcleo) se detalla más este aspecto.

En todo caso, de manera general, se ha de prestar especial atención en el proyecto y


construcción de la presa a los siguientes aspectos:

• Definición cuidadosa de las granulometrías correspondientes a los filtros y a


los drenes.

• Regularización de las laderas en que apoya la presa, evitando zonas en las que
el material apoyado puedan quedar descomprimidos debido a las
deformaciones que experimente la presa.

• En caso de cimiento rocoso, se ha de cuidar que se efectúe el tratamiento del


cimiento correctamente, evitando la existencia de alguna discontinuidad del
macizo rocoso (fisura, fractura, etc.) por la que pueda existir una corriente de
agua cerca del contacto de la presa con el cimiento.
• En caso de cimiento en suelos, se han ha de estudiar si el material del cuerpo
de presa es susceptible de migrar hacia el cimiento, en cuyo caso se habrá de
disponer una transición en la zona de contacto presa- cimiento que evite esas
migraciones.

• En caso de efectuarse zanjas perpendiculares al eje de presa se han de rellenar


posteriormente, en su totalidad con hormigón y hacer una previsión de
inyecciones en el contacto de este hormigón con el terreno.

• Es necesario que se estudie el contacto del cuerpo de presa con cualquier


obra de fábrica de tal modo que se asegure que los movimientos previstos del
cuerpo de presa tiendan a comprimir ese contacto (evitar despegues que
puedan suponer una vía de filtración de agua).

• En caso de efectuarse una pantalla de impermeabilización del cimiento


continua, se ha de detallar la unión (empotramiento) de este elemento con el
cuerpo de presa.

• Se ha de cuidar la compactación del cuerpo de presa durante la ejecución de


las obras ya que una inadecuada compactación puede ser causa de un
proceso de erosión interna.

Por último, cabe comentar que, en esta tipología de presas, la estabilidad de los
espaldones está fundamentalmente condicionada por las presiones intersticiales existentes en
cada momento que, adicionalmente, no es sencilla de determinar para determinadas
situaciones (final de construcción, desembalse rápido) que, habitualmente son las más
condicionantes para la estabilidad. Esto conduce a que, para esta tipología de presas, los
taludes externos hayan de ser tendidos.

Para reducir el volumen del cuerpo de presa (incremento de taludes externos) puede
resultar interesante disponer drenes en el cuerpo de presa tanto en el talud de aguas arriba
como en el de aguas abajo. Normalmente se efectúa un estudio comparativo de las secciones
con y sin drenes y, también habitualmente, suele concluirse que estos drenes no son
convenientes desde un punto de vista económico (los materiales a disponer en esos drenes
(filtro y dren) suelen incrementar el coste ya que, normalmente, en las zonas en las que se
realizan las presas de materiales sueltos homogéneas, no suelen existir materiales granulares
en abundancia).
4. PRESAS DE NÚCLEO

Se denominan presas de núcleo a aquellas presas de materiales sueltos en la que


existe un material impermeable diferenciado del resto del cuerpo de presa. Esta tipología es la
más frecuente dado que normalmente se optimiza el empleo de los materiales situados en las
cercanías de la ubicación de la presa.

4.1 Geometría y materiales

Si bien existen multitud de variantes dentro de esta tipología, lo habitual es situar el


elemento impermeable (núcleo) en la zona central de la sección, utilizando materiales más
permeables y resistentes para formar los espaldones de la presa (elementos estabilizadores).
En la siguiente figura (tomada de la GT2) se presenta una sección típica de este tipo de presas.

Figura nº 5.- Sección de presa de materiales sueltos con núcleo

Tal como se observa en la figura anterior, habitualmente el cuerpo de presa queda


formado por los siguientes materiales: núcleo, espaldones, filtros, drenes, transiciones,
protección de paramentos y, por último, en algunas ocasiones, materiales de zona de sombra.
A continuación, se comentan cada uno de estos materiales y su geometría.

Núcleo
Este elemento de la sección es el encargado de garantizar la impermeabilidad de la
presa. En lo que a su geometría se refiere, normalmente suele efectuarse simétrico con
respecto al eje de presa. La anchura del núcleo ha de ser tal que cumpla dos
condiciones básicas: que el caudal que lo atraviese sea moderado y que esté
suficientemente comprimido para evitar la fracturación hidráulica.

Cuanto más ancho sea el núcleo mejor se cumplirán las condiciones antes citadas, sin
embargo, a mayor anchura de núcleo, mayor volumen del conjunto del cuerpo de
presa. Para decidir la anchura del núcleo se recurre a la relación existente entre la
altura de la presa (H) y la anchura del núcleo en su base (B) (realmente es una medida
del gradiente hidráulico en el núcleo). Si la relación H/B es inferior a 1 se trata de un
núcleo grueso, si esta relación es superior a 3 se considera un núcleo delgado,
quedando la mayoría de las presas construidas con una relación H/B situada entre 1 y
3. En general, la anchura del núcleo dependerá del volumen de material impermeable
disponible. Si existe suficiente disponibilidad de material impermeable, lo habitual es
que la relación H/B sea cercana a 2.

Actualmente, los materiales que se utilizan para formar el núcleo de la presa han de ser
impermeables, sean o no marcadamente cohesivos, las características del filtro y la
anchura del núcleo se adaptarán a las propiedades del material a utilizar en el núcleo.

Las características que se han de exigir al material para formar el núcleo son: baja
permeabilidad, no contener cantidades significativas de materia orgánica ni sales
solubles, resistencia adecuada, que sea no dispersivo (o poco dispersivo) y humedad
natural cercana a la óptima de compactación (preferiblemente algo por debajo de
esta). Adicionalmente, es recomendable que el préstamo (o préstamos) en los que se
obtiene este material sea razonablemente homogéneo

Espaldones

En general, los materiales a utilizar para los espaldones podrían clasificarse por su
granulometría (suelos en general, zahorras o gravas y escolleras). En cualquier caso,
independientemente del tipo de material es conveniente que presenten cierta
homogeneidad, resistencia y estabilidad en el tiempo de sus propiedades.

En el espaldón de aguas arriba, conviene que los materiales presenten una elevada
permeabilidad (para incrementar la seguridad frente a desembalse rápido), sin
embargo, no es una condición estrictamente necesaria.

No existen, por tanto especificaciones que determinen si un material es válido o no


para formar los espaldones de la presa, en cualquier caso, las características de los
materiales con los que se formen los espaldones (tras su puesta en obra) han de ser
suficientemente conocidas (resistencia, deformabilidad, densidad, etc..).
Filtros, drenes, transiciones y protección de paramentos

Las características que han de cumplir estos materiales quedan recogidas en el


apartado 6 del presente documento.

Materiales adicionales (zona de sombra)

Existen determinadas zonas en la sección tipo de la presa en las que se pueden


disponer materiales con características geotécnicas menos adecuadas que las del resto
del cuerpo de presa ya que no se afecta al comportamiento general del cuerpo de
presa. A estas zonas se les suele denominar zonas de sombra.

Estas zonas quedan ubicadas en las partes bajas de los espaldones más cercanas al
núcleo. En cualquier caso, si se utilizan materiales con peores características (que, en
cualquier caso, han de ser conocidas) en esas zonas se debe efectuar una
comprobación (cálculo) de la ubicación precisa de la zona de sombra en la sección,
certificando que no se afecta al comportamiento de la presa o que esta afección es
mínima.

4.2 Aspectos de diseño y construcción

De manera general, los principales problemas que pueden producirse en una presa de
materiales sueltos con núcleo se deben a la posible fisuración y a la “fracturación hidráulica”.

En la presa pueden producirse fisuras tanto longitudinales (paralelas al eje de presa)


como transversales (perpendiculares al eje de presa). Estas fisuras pueden producirse por una
deformación postconstructiva de los espaldones (colapso por llenado), por la deformabilidad
del cimiento (cimiento muy deformable o con una deformabilidad heterogénea a lo largo del
apoyo), por la geometría de la cerrada (zona de estribos muy inclinada).

Por otra parte se le dice que se produce “fracturación hidráulica” cuando la presión
intersticial en alguna zona del cuerpo de presa es superior a la presión total en alguna
dirección del espacio. Esto hace que la presión efectiva entre partículas sea nula, provocando
una fisuración o la apertura de trayectorias de fácil acceso al agua y a procesos de erosión
interna.

Esta “fracturación hidráulica” puede producirse en presas con núcleo delgado o en los
contactos entre el núcleo y el contorno (laderas u obras de fábrica). En estas zonas de contacto
se producen movimientos relativos entre el núcleo y los contornos. Estos movimientos (que
pueden ser elevados) inducen deformaciones angulares importantes y, por tanto, “roturas” en
el material del núcleo en bandas relativamente estrechas adosadas y paralelas al contacto.
Adicionalmente, la distinta deformabilidad del núcleo con respecto a los espaldones (más
deformable el núcleo) hace que, habitualmente el núcleo se “cuelgue” de los espaldones,
reduciéndose las presiones en el núcleo, facilitando el proceso de “fracturación hidráulica”.
Estos aspectos (fisuración y posibilidad de “fracturación hidráulica”) han de ser objeto
de un estudio detallado en el proyecto de la presa (estudio tenso-deformacional del cuerpo de
presa para distintas situaciones de proyecto).

Adicionalmente se ha de procurar lo siguiente durante la construcción de la presa:

• Se ha de regularizar, en lo posible, la superficie de apoyo de la presa (sobre


todo en la zona del núcleo) evitando la presencia de discontinuidades
geométricas.

• Ha de estudiarse el proceso constructivo y el proceso de puesta en carga de la


presa (puede resultar conveniente o necesario construir el cuerpo de presa en
varias etapas y efectuar el llenado en varias fases)

• Se ha de procurar una correcta compactación de los espaldones (a mayor


compactación menor magnitud de los posibles asientos postconstructivos)

• Puede resultar conveniente (en función de lo que resulte en los estudios)


efectuar la presa en planta con una ligera curvatura hacia aguas arriba con
objeto de que la puesta en carga produzca una cierta compresión transversal.

• Puede resultar conveniente realizar un núcleo de mayor anchura en la zona de


estribos

• En función de los materiales utilizados para la construcción del núcleo, puede


convenir utilizar materiales de elevada plasticidad en las zonas de contacto del
núcleo con el contorno (incluso incrementar la plasticidad artificialmente
añadiendo bentonita al material con el que se forma el núcleo de la presa).

• Las zanjas suponen una singularidad en el cimiento. En caso de efectuar zanjas


en el cimiento, estas deben ser posteriormente rellenadas con hormigón y
prever una inyección del contacto entre la zanja y el terreno. Si esto no fuese
posible, las zanjas han de ser suficientemente anchas para que, posteriormente
puedan realizarse los rellenos con medios de compactación enérgicos. Este
aspecto (posibles zanjas o galerías en el cimiento de la presa) ha de ser objeto
de especial atención por parte del proyectista.
5. Presas de pantalla

Las presas de pantalla son aquellas en las que el elemento impermeable queda
situado sobre el paramento de aguas arriba. Este elemento puede ser una losa de hormigón,
una pantalla asfáltica o materiales geosintéticos o geomembranas. En el presente documento
se comentarán únicamente las pantallas de hormigón, que, posiblemente, sean las más
usuales.

Esta tipología de presa puede construirse en avance e independientemente del


elemento impermeable, lo que puede suponer una ventaja significativa sobre otras tipologías,
adicionalmente, esta tipología, en general, suele ser más ventajosas desde el punto de vista
económico y no resulta necesaria la presencia de materiales finos para formar el núcleo o el
propio cuerpo de presa.

Sin embargo, existen algunos aspectos que pueden provocar el descarte de esta
tipología de presa: el plinto (elemento en el que apoya la pantalla) es un elemento delicado y
cuya cimentación puede resultar complicada, exigiendo excavaciones importantes, además,
tanto el cimiento como el cuerpo de presa han de presentar cierta calidad para que los
movimientos postconstructivos sean reducidos (la pantalla se ha de adaptar a las
deformaciones del cuerpo de presa y su cimiento).

Esta tipología de presa queda recogida con detalle en el boletín 1414 del ICOLD. En lo
que sigue se resumen los aspectos más importantes contenidos tanto en ese boletín como en
las GT.

5.1 Geometría

La sección tipo de este tipo de presas es la que se presenta en la Figura nº 6.

Lo habitual es que los taludes de la presa (con alturas menores a 100 metros) sean del
orden de 1,3H:1V (ejecutadas con escolleras de buena calidad). Para alturas superiores los
taludes son algo más tendidos (una o dos décimas).

4Concrete fase rockfill dams: Concepts for design and construction. Bulletin
141. ICOLD 2010.
Figura nº 6.- Sección tipo de una presa de pantalla de hormigón
(Figura tomada de la GT)

En cualquier caso, los taludes dependerán de la resistencia de los materiales


empleados para la construcción.

5.2 Materiales

Tal como se observa en la Figura nº 6, se distinguen, de manera general, 4 zonas para


los materiales. Las características generales de estas zonas y los materiales que las forman
habitualmente son las siguientes:
Zona 1A

El objeto del material colocado en esta zona es la protección la junta perimetral losa-
zócalo en las zonas de mayor altura. En caso de que se produzca un fallo en la junta
esto materiales producirían un sellado del camino natural de las filtraciones. Por tanto,
en esta zona se ha de colocar un material de naturaleza no cohesiva

Zona 1B

Los materiales colocados en esta zona sirven de protección a los materiales colocados
en la zona 1A, por lo que estará formada por materiales de mayor tamaño

Zona 2A

En esta zona es donde se une la pantalla al plinto y debe estar formada por un
material filtro-dren que puede ser una zahorra con granulometría similar a la utilizada
para los áridos del hormigón.

Zona 2B

Esta es la capa de apoyo de la pantalla. El material a utilizar en esta capa ha de ser


cuidadosamente seleccionada. Según se indica en el boletín 141 de ICOLD, la
granulometría recomendada es la que se presenta en la Tabla I.

Tabla I.- Granulometría recomendada para el material 2B (Boletín 141 ICOLD)

Zona 3C

En la zona 3C se colocan los materiales (escolleras o gravas) en capas compactadas de


hasta 1,5 o 2,0 metros de espesor.
Zona 3B

En la zona 3C se colocan los materiales (escolleras o gravas) en capas compactadas de


1,0 metro de espesor

Zona 3A

Esta sería una zona de transición entre la zona 3B y la zona 2. Realmente es el mismo
material que la zona 3B pero seleccionado, de tamaño menor y en tongadas de hasta
40 cm de espesor.

5.3 Plinto

El plinto es el elemento en el que apoya la pantalla. Este elemento ha de cimentarse


en el terreno y es el elemento que da continuidad, en la parte inferior, a la estanqueidad de la
pantalla.

Desde el inicio de la construcción de esta tipología de presas se han diseñado varios


tipos de plinto (en zanja, con galería, etc.) pero el de uso generalizado actualmente es el
denominado plinto plano, que básicamente, presenta la geometría presentada en la Figura nº
7 (tomada del boletín 141 de ICOLD).

Figura nº 7.- Esquema de plinto plano

La anchura del plinto (en base a la experiencia existente) depende del gradiente
hidráulico y de las características del cimiento en que apoya, esta anchura queda definida en la
Tabla II.- Anchura recomendable para plintos planos (ICOLD, boletín 141)

Si bien, la geometría del plinto plano es bastante estable, es necesario estudiar la


estabilidad del mismo. Este cálculo puede realizarse mediante procedimientos convencionales,
definiendo las cargas que actúan en el mismo (presión hidrostática, peso propio, subpresión y
empuje de la escollera). El esquema de las cargas se presenta en la Figura nº 8 (tomada de la
GT)
Figura nº 8.- Esquema de acciones sobre el plinto plano

En la figura se muestran anclajes en el plinto. La misión fundamental de estos anclajes


es el poder realizar las inyecciones de consolidación y/o impermeabilización, si bien
adicionalmente, tienen un efecto positivo en la estabilidad del plinto.

5.4 Pantalla

El elemento que garantiza la impermeabilidad en esta tipología de presas es la


pantalla situada en el paramento de aguas arriba. Esta pantalla puede ser, tal como se ha
comentado de hormigón, asfáltica o formada por geosintéticos. En lo que sigue se comentan
las pantallas de hormigón, que quizá sea la tipología más empleada.

A continuación se comentan las características geométricas y de materiales que han de


cumplir, de manera general, las pantallas ejecutadas con hormigón.

Espesor

En el boletín 141 de ICOLD se recomiendan, en base a la experiencia, adoptar el


espesor para la pantalla, en función de la carga de agua, que se presenta en la Tabla
III.
Tabla III.- Espesor de pantalla (ICOLD, boletín 141)

Hormigón

Es necesario disponer un hormigón que garantice la impermeabilidad y que sea


durable. Normalmente se emplean hormigones con 25 MPa de resistencia
característica.

La cuantía de acero recomendada para el hormigón (armadura única en ambas


direcciones colocada en el eje de la pantalla) queda situada entre el 0,3 y el 04,% de la
sección.

La anchura de las losas no es un valor establecido, depende de cada presa, en


cualquier caso, normalmente se utilizan anchuras de 15 metros (aunque la anchura
puede ser variable en la propia presa).

Juntas de la pantalla

En la pantalla pueden existir dos tipos de junta: juntas de tracción (en las zonas de los
estribos) y juntas de compresión (estas juntas normalmente se encuentran comprimidas
con tensiones superiores a la carga de agua, por lo que estas juntas son relativamente
sencillas de definir).

Junta perimetral

Esta junta es la presente entre la pantalla y el plinto y es la que mayor estudio requiere
y, posiblemente uno de los elementos mas importantes en esta tipología de presa.
Esta junta suele experimentar movimientos importantes y se ha de asegurar que,
asumiendo esos movimientos, siga presentando suficiente impermeabilidad,
flexibilidad y durabilidad a largo plazo.

Normalmente estas juntas suelen presentar los siguientes elementos

• En la parte inferior, sobre una base de mortero de arena y asfalto, se coloca


una lámina de cobre de unos 20-25 cm de anchura con un pliegue central en
forma de u que puede insertarse en el espacio existente entre la pantalla y el
plinto y en cuyo interior se dispone un cilindro de neopreno.

• Uno o dos Water-Stop en la zona central

• En la parte superior una banda de PVC (o Hypalon o banda metálica) anclada


tanto al plinto como a la pantalla. Esta banda ha sido previamente rellenada
con cenizas o material tipo filler.

En cualquier caso, existen multitud de diseños para esta junta y habrá de elegirse en la
fase de proyecto la que se considere más adecuada a las circunstancias de cada obra.
6. Filtros, drenes, transiciones y protecciones

En este apartado se comentan las características de los materiales comunes a las


distintas tipologías de presas de materiales sueltos: los filtros, drenes, transiciones y
protecciones de los paramentos.

6.1 Filtros

La misión fundamental de los filtros consiste en retener los posibles arrastres sólidos
(suelos) en suspensión en el agua que puedan producirse por una eventual vía de filtración.

En general, el arrastre por el agua de una partícula entre los huecos del suelo
depende, fundamentalmente, del gradiente existente y de la relación entre las granulometrías
del suelo arrastrado (suelo base) y del material del filtro que debe retener esas partículas (suelo
filtro).

Con respecto a estos aspectos (gradiente y relación entre granulometría del suelo base
y del filtro) existen multitud de estudios y criterios para la definición de los filtros5.

En el presente documento, se resume el procedimiento recomendado para establecer


la granulometría de un filtro en las Guías Técnicas de Seguridad de Presas (documento antes
citado).

Para establecer la granulometría del material de filtro, en primer lugar se ha de


conocer la granulometría del material base (material en el que pueden producirse arrastres).
Conociendo esa granulometría, en caso de presentar un tamaño máximo superior a 5 mm, se
habrá de “modificar” la curva granulométrica suponiendo que los tamaños superiores a 5 mm
no existen, esto puede efectuarse aplicando la siguiente expresión para obtener la nueva curva
granulométrica:

P(D)
P*(D) = x100
P(5 m m)

Donde P(D) es el porcentaje de material de diámetro D, P*(D) es el porcentaje


modificado de material de diámetro (D) y P(5mm) el porcentaje de material de 5 mm de
diámetro.

Disponiendo de la curva granulométrica modificada (o la original si el tamaño máximo


es inferior a 5 mm de diámetro) se puede establecer el valor d85, que es el diámetro que deja
pasar al 85% del material base.

5 En referencias. Terzaghi, Sherard (1980), Uriel (1980), USDA(1994)


Con ese valor (d85) y el contenido en finos del material base (pasante por el tamiz 0,08
UNE) se puede determinar el máximo valor para el D15 (diámetro para el que pasa el 15% del
material de filtro, que es la condición esencial de filtro) utilizando la Tabla IV.

% Finos Máximo valor


Grupo Tipo de suelo
(#0,08 UNE) de D15

1 Limos finos y arcillas > 85 6 d85 (>0,2 mm)

Arenas, limos, arcillas y


2 40 a 85 0,5 mm
arenas limo-arcillosas

Arenas y gravas arcillosas y variable de


3 15 a 39
limosas 0,5 mm a 4 d85

4 Arenas y gravas < 15 4 d85

Tabla IV. Determinación de D15,max

Además de esta condición granulométrica fundamental, el material de filtro ha de


cumplir estos otros requisitos:

• Estar formado por fragmentos de roca suficientemente resistente y durable.


Como referencia, la resistencia a compresión simple de la roca original debe
ser superior a 20 MPa. La durabilidad puede evaluarse con un ensayo de ciclos
de Sequedad-Humedad-Desmoronamiento6 en el que se obtenga un índice
superior al 90% en dos ciclos

• El contenido en finos (pasante por tamiz 0,08 UNE) del material de filtro ha de
ser, una vez puesto en obra, inferior al 5% siendo, además, estos finos no
plásticos (límites de Atterberg 7)

• Los filtros no deben tener cohesión ni desarrollarla a largo plazo. En caso de


duda se han de realizar ensayos específicos de envejecimiento acelerado para
comprobar, mediante ensayos de corte que no presenta cohesión.

• El material no debe ser fácilmente segregable durante la puesta en obra. Para


cumplir esta condición se recomienda que el coeficiente de uniformidad (Cu)
sea igual o inferior a 10. Se recomienda también, en este sentido, que el
tamaño D85 del material de filtro cumpla la siguiente condición D85<15·D15.

En ocasiones, la capa de filtro se utiliza también como dren (soluciones monocapa).


Para ello el filtro ha de ser suficientemente fino para retener los suelos del material base y los
suficientemente grueso como para evacuar caudales de agua importantes sin que ello genere

6 NLT-251/91

7 Ensayo según norma ASTM D 4318-05


gradientes importantes. Este tipo de soluciones (monocapa) no se recomiendan para presa de
núcleo u homogéneas ya que no se puede predecir con garantías en la fase de diseño el
caudal que puede acceder al filtro y las presiones intersticiales correspondientes
(incertidumbres a la hora de definir la granulometría del filtro-dren monocapa).

En caso de que se dispongan dos materiales diferenciados (filtro y dren), por motivos
prácticos de fabricación, puesta en obra y definición del material de dren, se recomienda
limitar la granulometría del filtro utilizando, a modo orientativo, los criterios expuestos en la
Figura nº 6 (tomada de la Guía Técnica de Seguridad de Presas).

En cualquier caso, dada la importancia de este elemento de la presa, conviene


comprobar la eficacia del dren (que es capaz de retener al suelo base) en laboratorio mediante
la realización de ensayos tipo “Pin Hole”8 .

8 USSCS “no erosion” filter test. Sherard y Dunningan, 1985, ASCE


Figura nº 9.- Husos granulométricos recomendables para material de filtro
6.2 Drenes

En caso de apertura de una vía de filtración, tal como se ha comentado anteriormente,


el filtro evitaría la migración de finos del núcleo (o del cuerpo de presa). Sin embargo, el
caudal de agua, una vez filtrado, puede ser tan elevado como para saturar el filtro y ponerlo en
carga (generación de presiones intersticiales). Este eventual problema se evita colocando otro
material aguas abajo del filtro que resulte más permeable evitando, de este modo, que el filtro
se ponga en carga.

Para que este elemento sea eficaz, además de ser suficientemente permeable, ha de
cumplir las condiciones de filtro con respecto al material del filtro al que protegen (ver Tabla I).

Conviene que el tamaño D15 del dren sea del orden de 5 veces superior al D15 del
filtro.

Adicionalmente, es conveniente que este material cumpla los requisitos de calidad de


la roca, ausencia de cohesión y uniformidad antes indicados para el material de filtro, siendo
su contenido en finos prácticamente nulo (<1%) tras su puesta en obra.

6.3 Protecciones de los paramentos

Los paramentos externos de las presas de materiales sueltos (a excepción del


paramento de aguas arriba de las presas pantalla) han de protegerse contra la erosión.

Aguas abajo

El paramento de aguas abajo suele protegerse frente a la erosión bien mediante la


realización de una hidrosiembra, si el espaldón de aguas abajo está formado por suelos o
rocas blandas (evolutivas), bien mediante la colocación de escollera en la capa externa del
paramento si el espaldón de aguas abajo está formado por escolleras.

En presas pequeñas se ha de evitar la vegetación arbórea (incluso arbustos) ya que sus


raíces pueden afectar a la estanqueidad del cuerpo de presa.

Una zona de especial importancia en el espaldón de aguas abajo es la zona del pie. En
esa zona se ha de disponer, preferiblemente, un repié drenante y una cuneta que recoja las
filtraciones. Este repié mejora la resistencia a la erosión, incrementa la resistencia al corte en
esta zona (en laque existe una concentración de tensiones) y, en caso de presas homogéneas
de suelos, constituye un elemento de confinamiento para las primeras tongadas de presa, lo
cual facilita su compactación.

En caso de disponer una protección de escollera, las características deben ser similares
a las que se comentarán a continuación para la protección del espaldón de aguas arriba.
Aguas arriba

Si bien no es el único procedimiento de protección, lo más habitual es efectuar la


protección del paramento de aguas arriba empleando escolleras. A esta protección se le suele
denominar “rip-rap”.

Esta protección consiste en una escollera con granulometría continua colocada de tal
modo que los elementos más gruesos queden en la zona externa del espaldón.

La granulometría de esta protección ha de perdurar en el tiempo (ha de presentar


suficiente durabilidad), para ello ha de cumplir, de modo orientativo, las siguientes
especificaciones (puede que con valores inferiores a los indicados también puedan resultar un
buen material, habría que efectuar estudios específicos):

Densidad seca superior a 2,5 kN/m3

Absorción inferior al 5%

Resistencia a compresión simple superior a 30 MPa

Desgaste Los Ángeles inferior al 30%

Ciclos sequedad-humedad-desmoronamiento superior al 95% (2 ciclos)

La granulometría que ha de presentar la escollera de protección es función de varios


parámetros (altura de ola significante, inclinación del paramento, densidad de la roca, forma
de la escollera) y existen varias metodologías propuestas para su determinación.

En la GT se recomienda utilizar la siguiente expresión para determinar la granulometría


de la escollera de protección, que sería válida para altura de ola significante inferior a 1,5
metros y forma regular de los bloques de escollera:

Donde D50 es el tamaño que deja pasar la mitad del material, Hs es la altura de ola
significante (ver apartado 7) y α es la inclinación del talud. Para el resto de tamaños se
presenta la siguiente tabla:
Tabla V.- Granulometría escollera de protección (orientativa)

En cuanto al espesor de la capa de protección ha de ser superior al valor mayor de


estos dos: tamaño máximo de la escollera a emplear y 1,5 veces el tamaño D50 de la escollera
a emplear.

6.4 Transiciones

Cuando en la sección de la presa se colocan adyacentes dos materiales de muy


distinta granulometría, resulta necesario disponer una transición granular (filtro no crítico) entre
ambos para evitar que los materiales finos migren hacia los materiales gruesos.

En general hay dos lugares donde esta transición suele resultar necesaria en las presas
de materiales sueltos: entre la protección de rip-rap y el material que forma el espaldón de
aguas arriba y entre la cara de aguas arriba del núcleo y el espaldón de aguas arriba de la
presa.

Figura nº 10.- Ubicaciones típicas de las transiciones

Transición (filtro) aguas arriba del núcleo

La zona de aguas arriba del núcleo no se encuentra sometido a una filtración continua
(hacia aguas arriba) y, además, cuando esta se produce, se trata de una filtración con
gradientes bajos. Estos aspectos hacen que pueda diseñarse una transición con menos
requerimientos que el filtro situado aguas abajo del núcleo.
Para presas en las que se produzcan desembalses con ritmos de varios metros en horas
en ciclos diarios (por ejemplo en presas que sirven de depósito) es recomendable que la
transición de aguas arriba cumpla las condiciones establecidas para el filtro de aguas abajo del
núcleo.

En el resto de los casos, esta transición puede efectuarse con criterios menos
exigentes que el filtro, teniendo en cuenta varios aspectos: que el tamaño máximo no
conviene que sea superior a 80 mm, que no sean fácilmente segregables y que no presenten
un porcentaje de finos superior al 5%, siendo estos finos no plásticos.

Transiciones bajo el rip-rap

El material que forma esta transición ha de cumplir dos requisitos fundamentales: que
sea suficientemente grueso como para que no se introduzca en el rip-rap y que sea
suficientemente fino para prevenir la erosión del material que forma el cuerpo de presa.

En función de la granulometría del rip-rap y del material que forma el cuerpo de presa,
puede resultar necesario el establecer la transición en dos capas de material para cumplir las
condiciones antes descritas (aplicando los criterios de filtro antes descritas).

En cualquier caso, esta transición conviene que cumpla los criterios de filtro entre
materiales definidas previamente en este documento.

En este sentido se pueden utilizar los siguientes criterios para definir la granulometría
de esta transición:

Para la transición al rip-rap se ha de cumplir que el D85 de la transición ha de ser mayor


que 1/5 DRmin, siendo el DRmin el tamaño mínimo de la granulometría del rip-rap.
Adicionalmente, para evitar la posible segregación, sería apropiado que el coeficiente de
uniformidad (Cu) sea inferior a 6.

Para la transición hacia el espaldón, si el d85 del material que forma el espaldón de
aguas arriba es mayor a una novena parte (1/9) del D15 del material de transición al rip-rap
(definido en el párrafo anterior), no resultaría necesaria una segunda capa de transición. En
caso contrario la segunda capa ha de cumplir que su D15 sea menor a nueve veces (9) el d85
del material que forma el espaldón. Adicionalmente, conviene que el coeficiente de
uniformidad (Cu) sea inferior a 10 para evitar segregación durante la puesta en obra.

En la Figura nº 8 se muestra un ejemplo de transición en el caso particular de un


espaldón limoso con protección de rip-rap con un tamaño mínimo de 40 cm.
Figura nº 11.- Ejemplo de transición entre espaldón y rip-rap
7. Resguardo, anchura de coronación

En las presas de materiales sueltos, en general, hay un parámetro que resultan


fundamental para su diseño: el resguardo que ha de adoptarse. En este apartado se resumen
las recomendaciones contenidas en las Guías Técnicas de Seguridad de Presas editadas por el
Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y por el Comité Nacional Español de
Grandes Presas para la determinación del resguardo.

Adicionalmente se comenta la definición de la anchura que debe adoptarse para la


coronación.

7.1 Anchura de coronación

La anchura de la coronación de la presa tiene poca influencia en la estabilidad de la


presa y, normalmente se define la anchura de la coronación en función de parámetros de tipo
funcional y/o constructivos.

En cualquier caso, en la GT se establece una expresión que relaciona la anchura de la


coronación con la altura de la presa:

Siendo C el ancho de coronación y H la altura de la presa (ambas variables en metros).

Tal como se observa en la expresión anterior, se recomienda una anchura mínima de 3


metros ya que se considera que es la anchura mínima que permite el tránsito de vehículos por
la coronación.

Adicionalmente, en zonas de sismicidad media o elevada se recomienda incrementar


la anchura de la presa entre un 10% y un 40% en función de la importancia de la presa y del
grado de sismicidad de la zona de implantación de la presa.

7.2 Resguardo

La principal causa de rotura de las presas de materiales sueltos es el desbordamiento.


Estos desbordamientos, en la mayor parte de las ocasiones se ha debido a la ausencia de un
resguardo (distancia vertical entre el agua en el embalse hasta la coronación de la presa)
suficiente.

Por tanto, para evitar sobrevertidos, es necesario proyectar un resguardo suficiente


que prevea las sobreelevaciones del embalse para las distintas causas que puedan provocar un
incremento en el nivel del agua en el embalse: avenidas, viento, sismo, asientos anómalos y
posible deslizamiento de laderas en el embalse.

En la instrucción española9 se indica que:

“El resguardo será, como mínimo, de vez y media la altura de la máxima ola posible
originada por el viento. En zonas de media y alta sismicidad, este resguardo no será inferior a
1 metro más la altura de ola sísmica, que queda definida por (K/2p)·T(g·h)1/2. Siendo K la
aceleración sísmica horizontal máxima previsible en la zona multiplicada por el coeficiente del
terreno; T, el periodo en la zona multiplicada por el coeficiente del terreno y h la altura máxima
del embalse.

En las presas heterogéneas, se define como resguardo interno la diferencia de cota


entre el máximo nivel de crecida y el borde superior del elemento impermeable. El resguardo
interno será establecido de igual forma que dispone la norma 55.6 (párrafo previo)”.

En las GT se exponen otras metodologías para determinar la posible sobreelevación


del nivel de agua en el embalse y, de este modo, determinar el resguardo mínimo. Los agentes
que han de tenerse en cuenta para establecer el resguardo son los siguientes:

Sobreelevación del nivel de embalse provocada por el viento

Esta sobreelevación únicamente tiene cierta importancia en presas con poco calado y
respondería a la siguiente expresión:

Siendo F el fetch en kilómetros, v la velocidad del viento en m/s y D el calado medio


del embalse expresado en metros.

Altura de ola por viento y remonte

Para determinar la altura de ola significante en el embalse (zona central) se utiliza la


siguiente expresión:

Donde F es el fetch en kilómetros y v la velocidad del viento en m/s.

9 Instrucción para el proyecto, construcción y explotación de grandes presas.


1967
Cerca del paramento de la presa el oleaje se peralta y, eventualmente se rompen las
olas, remontando por el talud hasta una altura que depende de la rugosidad y de la
permeabilidad de la protección del paramento y de las características del oleaje.

Se define como altura de remonte (R) a la diferencia de cotas entre la máxima altura
alcanzada por el agua en su remonte por el paramento y la cota del agua del embalse
sin agitación, y responde a la siguiente expresión:

Donde H es la altura de ola, L la longitud de onda del oleaje y α el ángulo que forma
el talud de aguas arriba de la presa con la horizontal.

Para el cálculo del remonte, la altura de ola a considerar (H) debe ser 1,67 veces la
altura de ola significante (antes comentada).

Si la protección del paramento de aguas arriba es lisa (como ocurre en las presas
pantalla) el remonte de la ola es mayor, por lo que, en esos casos, se ha de multiplicar
el remonte obtenido mediante la expresión anterior por un factor de hasta 1,5,
dependiendo de la suavidad del paramento.

Resguardo sísmico

Para estimar la altura de ola que puede generar un sismo, puede utilizarse la siguiente
expresión:

Donde K es el coeficiente sísmico, ac es la aceleración de cálculo, g es la aceleración


de la gravedad, T es el periodo predominante del terremoto y He es la profundidad
máxima del embalse.

Por otra parte, en caso de sismo, se produciría un asiento de la coronación que podría
responder a las siguientes expresiones:
Siendo HP la altura de presa sobre cimientos, ac la aceleración de cálculo y g la
aceleración de la gravedad.

Asientos anómalos

Se han de estimar los asientos postconstructivos. El proyecto de construcción han de


preverse disponiendo una contraflecha tal que se evite una pérdida de resguardo por
este motivo (asientos postconstructivos).

En cualquier caso, pueden existir otras causas que produzcan asientos en la coronación
(cierto colapso por llenado por ejemplo). Para cubrir estos posibles asientos anómalos,
conviene disponer un resguardo adicional que, a falta de mejor estimación, puede ser
del 1% de la altura de la presa.

Deslizamiento de laderas

Las laderas de los embalses suelen ser estables. En caso de duda se requerirá que se
dispongan en proyecto medidas de contención que garanticen la estabilidad.

Si se produjese una inestabilidad en las laderas del embalse se puede generar una ola
importante siempre que la velocidad sea suficientemente elevada (mayor a 1 m/s). En
el proyecto se ha de estudiar esta posible problemática (para evitar que se produzca) y,
en su caso, definir un resguardo adicional para este efecto.

Para establecer el resguardo (y con ello la cota de coronación de la presa) en la GT se


definen tres tipos de resguardo: máximo, mínimo e intermedio.

El resguardo máximo se calcula suponiendo el embalse a su nivel máximo normal y la


acción independiente y no simultánea del viento extremo, asientos anómalos, eventuales
deslizamientos de ladera y sismo extremo.

El resguardo mínimo se determina con el nivel de avenida extrema y la acción del


viento moderado normal o frecuente.

Por último, el resguardo intermedio se determina considerando el nivel de avenida de


proyecto y la acción del sismo de proyecto.
Una vez determinado el resguardo a aplicar (aquel resguardo en el que resulte la cota
de coronación de presa mayor) se le añadirá una cantidad adicional para contemplar las
imprecisiones inherentes al proceso de estudio. Este resguardo adicional sería de 0,5 m para
presas de categoría C, 0,75 m para presas de categoría B y 1,0 m para presas de categoría A10.

Cabe comentar que, a efectos de resguardo, se considera que la coronación coincide


con la zona en la que se interrumpe la impermeabilidad del cuerpo de presa (coronación del
núcleo en caso de presas zonificadas).

10 Clasificación según las Guías Técnicas de Seguridad de Presas


8. EVALUACIÓN DE LA SEGURIDAD DE LAS PRESAS DE MATERIALES
SUELTOS

Es necesario efectuar un estudio de estabilidad frente a la rotura de la presa por


deslizamiento.

Para efectuar este estudio es necesario establecer las acciones a las que se verá
sometida la presa, las situaciones de proyecto que pueden darse (combinación de acciones) y
los coeficientes de seguridad que pueden resultar razonables para cada una de las situaciones
de proyecto consideradas.

A continuación se comentan cada uno de estos aspectos añadiendo un apartado final


en el que se comentan los posibles métodos de cálculo que pueden emplearse.

8.1 Acciones

Las acciones que se han de considerar para verificar la seguridad de las presas de
materiales sueltos son el peso propio, el empuje del agua del embalse, acciones provocadas
por el viento y acciones provocadas por el sismo.

Peso propio

Se debe conocer el peso específico de cada material que forma el cuerpo de presa y
su cimiento (si este queda involucrado en el proceso de evaluación de la seguridad)

Empuje del agua

Para el empuje del agua se deben considerar tres situaciones: embalse a nivel máximo
normal, embalse con avenida de proyecto (en torno a 1000 años de periodo de
retorno) y embalse con avenida extrema (en torno a 5000 años de periodo de retorno).
Si la rotura de la presa no provoca daños graves aguas abajo, pueden reducirse los
periodos de retorno de las avenidas de proyecto y extrema.

Efecto del viento

El viento produce dos posibles solicitaciones en la presa: una sobreelevación del nivel
de embalse (ver apartado 7) y una acción dinámica debida al impacto de las olas sobre
el paramento.

Efectos sísmicos

Los terremotos provocan acciones en la presa que habrán de considerarse. En este


sentido, en la GT se recomienda considerar dos valores para la acción sísmica: una
denominada de proyecto (con un periodo de retorno de 1000 años) y otra
denominada extrema (con periodo de retorno de entre 3000 y 10000 años en función
de la sismicidad de la zona en la que se ubica la presa y la “importancia” de la presa).

Otras solicitaciones

En ocasiones puede resultar necesario tener en cuenta otras acciones (variaciones


térmicas, existencia de sedimentos en el pie de aguas arriba, presencia de hielo en el
embalse, etc..)

8.2 Situaciones de proyecto

En las GT se indica que se llama situación de proyecto a una definición concreta de la


presa y de su entorno (condiciones de contorno) susceptible de ser evaluada.

Las distintas situaciones de proyecto se clasifican en tres grupos teniendo en cuenta su


probabilidad de ocurrencia: situaciones normales (probabilidad anual de excedencia mayor del
2%), situaciones accidentales (probabilidad anual de ocurrencia del 0,2%) y situaciones
extremas (probabilidad de ocurrencia anual de 10-4).

En general el proyectista deberá determinar que situaciones de proyecto se han de


contemplar. En cualquier caso, a continuación se describen las situaciones de proyecto para las
que se cree conveniente, en la GT, evaluar la seguridad de las presas. En estas situaciones el
signo + se refiere a una combinación de acciones. Se han eliminado, con respecto a la GT,
aquellas situaciones que, normalmente no son relevantes.

Situaciones normales

1. Situación de final de construcción

2. Embalse lleno a nivel normal

Situaciones accidentales

3. Etapas durante la construcción de duración limitada

4. Final de construcción + sismo de proyecto

5. Situación de avenida de proyecto

6. Embalse lleno + sismo de proyecto

7. Desembalse rápido
Situaciones extremas

8. Situación de avenida extrema

9. Embalse a nivel normal + sismo extremo

10. Etapas durante la construcción + sismo de proyecto

11. Desembalse rápido + sismo de proyecto

Normalmente, las situaciones que resultan más condicionantes para la estabilidad son
las 1,2 y 7, salvo en zonas de elevada sismicidad en las que alguna de las hipótesis que
contemple el sismo puede resultar ser la más limitativa.

8.3 Coeficientes de seguridad

Para cada tipo de situación de proyecto se ha de exigir un coeficiente de seguridad


mínimo a cumplir. Evidentemente, cuanto menor sea la probabilidad de ocurrencia de la
situación de proyecto, menor será el coeficiente de seguridad a exigir.

En la GT se exige un coeficiente de seguridad mínimo de 1,4 para las situaciones de


proyecto normales, de 1,3 para situaciones de proyecto accidentales y superior a 1,0 para
situaciones de proyecto extremas.

Si la rotura de la presa no presenta afecciones graves aguas abajo, los coeficientes de


seguridad para las situaciones normales y accidentales pueden ser algo menores.

8.4 Métodos de cálculo

En general, para evaluar la seguridad de una presa de materiales sueltos se ha de


conocer (o establecer hipótesis razonables sobre estos aspectos) lo siguiente: geometría de la
presa y su cimiento, características de los materiales que intervienen en la estabilidad de la
presa y estado de presiones intersticiales en la presa y su cimiento.

Geometría

Normalmente el estudio de estabilidad se realiza utilizando secciones transversales


representativas de la presa y, por tanto, los cálculos se realizan en dos dimensiones.
Únicamente en casos excepcionales puede requerirse el efectuar los cálculos en tres
dimensiones.
Características de los materiales

Si bien en función del procedimiento de cálculo (modelo de comportamiento de los


materiales) pueden requerirse distintos parámetros, habitualmente, para la evaluación
de la seguridad, se utiliza el criterio de rotura de Mohr-Coulomb y, por tanto, es
necesario contar con los parámetros de resistencia al corte (cohesión y rozamiento
interno) de los materiales que intervienen en la estabilidad.

Adicionalmente se ha de conocer el peso específico de los materiales que forman el


cuerpo de presa (y, en su caso, el cimiento).

Presiones intersticiales

En las presas de materiales sueltos, para evaluar su estabilidad, es fundamental


conocer las presiones intersticiales en el cuerpo de presa y su cimiento para cada
situación de proyecto que se considere.

Si existen materiales que forman el cuerpo de presa con baja permeabilidad (núcleo
de presa o cuerpo de presa en presas homogéneas) pueden producirse presiones
intersticiales durante la construcción que habrán de ser evaluadas.

Del mismo modo, tanto para las situaciones de embalse lleno y desembalse rápido, se
habrán de estimar las presiones intersticiales en el cuerpo de presa para poder evaluar
la seguridad al deslizamiento de la presa.

Una vez que se ha establecido la situación de proyecto que quiere evaluarse y se


conocen los aspectos antes comentados (geometría, materiales y presiones intersticiales)
puede efectuarse el cálculo de estabilidad. Los cálculos de estabilidad, de manera general,
pueden dividirse en dos grandes grupos: cálculos estáticos y cálculos dinámicos

Cálculos estáticos

Para efectuar los cálculos estáticos, la práctica más extendida es utilizar el método del
equilibrio límite de fuerzas y momentos (denominado también de “rebanadas”). Los
coeficientes de seguridad mínimos exigidos (antes descritos) están basados en el uso
de este método.

En cualquier caso, existe (de modo genérico), otra metodología: la basada en modelos
numéricos (elementos finitos, diferencias finitas) que presentan bastantes ventajas con
respecto al método del equilibrio límite y resultan más precisos.

Normalmente ambos métodos proporcionan valores de coeficientes de seguridad


similares, sin embargo, para situaciones especiales, pueden resultar coeficientes de
seguridad menores por lo que se recomienda efectuar una doble verificación, esto es,
efectuar los cálculos utilizando ambas metodologías.
Cálculos dinámicos

Cuando se presentan acciones dinámicas puede recurrirse a varios procedimientos de


análisis:

Cálculo pseudoestático

En este tipo de cálculo se “transforma” la acción dinámica en una fuerza estática


equivalente (fuerzas inerciales) cuyas componentes vertical y horizontal son
proporcionales al peso de la masa deslizante.

FH=±Kh·W FV=±Kv·W (donde W es el peso de la masa deslizante)

Los coeficientes de proporcionalidad son, a su vez, proporcionales a la aceleración de


cálculo considerada (ac).

Kh=α·ac/g Kv=r·Kv

En cualquier caso, esta proporcionalidad (α y r) no es sencilla de determinar (depende


de factores complejos) y, actualmente sigue siendo objeto de estudio. En cualquier
caso, se recomienda que los coeficientes sean α=0,5 y r=0,5.

Teniendo en cuenta estas fuerzas, puede utilizarse el método del equilibrio límite de
fuerzas y momentos para evaluar la seguridad al deslizamiento de la presa.

Este método no sería aplicable si existe posibilidad de licuefacción en el cuerpo de


presa o en el cimiento.

Cálculo con método tipo Newmark

En este método se calcula, de manera simplificada, el movimiento de la coronación de


la pesa. Este método se basa en considerar que cuando la aceleración sobrepasa
cierto umbral durante cierto tiempo, se produce una rotura local y un desplazamiento
de cierta masa deslizante. Integrando estos movimientos se obtiene el valor del
desplazamiento máximo en coronación.

Al igual que en el caso anterior, este método no sería aplicable si existe posibilidad de
licuefacción en el cuerpo de presa o en el cimiento.

Cálculo con modelos numéricos

Actualmente es posible efectuar un cálculo dinámico completo (introduciendo el


acelerograma de cálculo en el modelo) empleando modelos numéricos. Con este
procedimiento se puede representar con suficiente garantía el comportamiento real de
la presa durante un eventual sismo (movimientos, tensiones, presiones intersticiales).

El empleo de esta metodología presenta, sin embargo, ciertas dificultades, ya que es


necesario conocer las características dinámicas de cada material que forma el cuerpo
de presa (y, en su caso, el cimiento) y adoptar un modelo de comportamiento para
simular la generación de presiones intersticiales y la variación en la resistencia y
deformabilidad de los materiales.

Si bien el empleo de esta metodología es complicado, es recomendable efectuar los


cálculos completos con un modelo numérico adecuado en el caso de presas de cierta
importancia ubicadas en zonas de sismicidad elevada.

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