El Comportamiento Ondulatorio de La Materia
El Comportamiento Ondulatorio de La Materia
El Comportamiento Ondulatorio de La Materia
En los años que siguieron al desarrollo del modelo de Bohr para el átomo de hidrógeno, la naturaleza dual de la
energía radiante se volvió un concepto conocido. Según las circunstancias experimentales, la radiación parece
tener tanto carácter ondulatorio como de partícula (fotón). Louis de Broglie (1892-1987), quien trabajando en
su tesis doctoral en física en la Sorbona de París, amplió esta idea de una manera audaz. Si la energía radiante
pudiera, en condiciones adecuadas, comportarse como si fuera un flujo de partículas, la materia, en condiciones
adecuadas, ¿podría presentar las propiedades de una onda? Suponga que el electrón que órbita alrededor del
núcleo de un átomo de hidrógeno pudiera considerarse como una onda, con una longitud de onda característica,
en lugar de considerarse como una partícula. De Broglie sugirió que cuando el electrón se mueve alrededor del
núcleo, está asociado con una longitud de onda particular. Propuso que la longitud de onda característica del
electrón, o de cualquier otra partícula, depende de su masa, m, y de su velocidad, v (donde h es la constante de
Planck):
La cantidad mv de cualquier objeto se conoce como su momento. De Broglie utilizó el término ondas de
materia para describir las características ondulatorias de partículas de material.
Debido a que la hipótesis de De Broglie es aplicable para toda la materia, cualquier objeto de masa m y
velocidad v daría origen a una onda de materia característica. Sin embargo, la ecuación anterior indica que la
longitud de onda asociada con un objeto de tamaño común, como una pelota de golf, es tan pequeñita que
saldría completamente del alcance de cualquier posible observación. Esto no sucede con un electrón, ya que su
masa es demasiado pequeña.
Años después de que De Broglie publicó su teoría, las propiedades ondulatorias del electrón se demostraron de
manera experimental. Cuando se pasaron electrones a través de un cristal, fueron difractados por el cristal, tal
como los rayos X se difractan. Por lo tanto, un flujo de electrones en movimiento presenta el mismo tipo de
comportamiento ondulatorio que la radiación electromagnética.
La técnica de difracción de electrones se ha desarrollado mucho. Por ejemplo, en el microscopio electrónico se
utilizan las características ondulatorias de los electrones para obtener imágenes en la escala atómica. Este
microscopio es una herramienta importante para estudiar fenómenos superficiales con muy altas
magnificaciones.
Los microscopios electrónicos puede magnificar objetos 3,000,000 veces (x), bastante más de lo que se puede
hacer con la luz visible (lOOOx), ya que la longitud de onda de los electrones es demasiado pequeña
comparada con la de la luz visible. La figura 6.15 ► es una fotografía de una imagen tomada con un
microscopio electrónico.
EL PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE
El descubrimiento de las propiedades ondulatorias de la materia dio lugar a nuevas e interesantes preguntas
sobre física clásica. Por ejemplo, considere una pelota que baja rodando por una rampa. Por medio de las
ecuaciones de física clásica podemos calcular la posición, la dirección del movimiento y la velocidad de la
pelota en cualquier momento y con gran exactitud. ¿Podemos hacer lo mismo con un electrón, el cual presenta
propiedades ondulatorias? Una onda se extiende en el espacio, y por lo tanto su posición no está exactamente
definida. Entonces podríamos anticipar que resulta imposible determinar con exactitud en dónde se ubica un
electrón en un momento específico.
El físico alemán Wemer Heisenberg propuso que la naturaleza dual de la materia presenta una limitación
fundamental sobre cómo saber con certeza tanto la posición como el momento de cualquier objeto. La
limitación se vuelve importante sólo cuando tratamos con materia en el nivel subatómico (es decir, con masas
tan pequeñas como la de un electrón). El principio de Heisenberg se conoce como el principio de
incertidumbre. Cuando se aplica a los electrones de un átomo, este principio establece que es inherentemente
imposible conocer de manera simultánea tanto el momento exacto del electrón como su posición exacta en el
espacio. Heisenberg relacionó matemáticamente la incertidumbre de la posición (Δx) y la incertidumbre del
momento Δ(mv) con una cantidad que involucra a la constante de Planck:
En 1926, el físico austríaco Erwin Schrödinger (1887-1961) propuso una ecuación, ahora conocida como
ecuación de onda de Schrödinger, la cual incorpora tanto el comportamiento ondulatorio como el de partícula
del electrón. Este trabajo abrió una forma nueva para tratar con las partículas subatómicas, conocido como
mecánica cuántica o mecánica ondulatoria. La aplicación de la ecuación de Schrödinger requiere cálculos
avanzados, y no nos ocuparemos de los detalles de este enfoque.
Sin embargo, consideraremos de manera cualitativa los resultados que él obtuvo, ya que nos proporciona una
forma nueva y poderosa de visualizar la estructura electrónica. Comencemos analizando la estructura
electrónica del átomo más sencillo, el hidrógeno.
De la misma forma en que al pulsar la cuerda de una guitarra ésta vibra como una onda estacionaria,
Schrödinger trató al electrón como una onda circular estacionaria alrededor del núcleo. Así como al pulsar la
cuerda de la guitarra se produce una frecuencia fundamental y sobretonos más altos (armónicos), para un
electrón de un átomo existe una onda estacionaria de menor energía, y otras con mayor energía. Resolver la
ecuación de Schrödinger da lugar a una serie de funciones matemáticas llamadas funciones de onda las cuales
describen al electrón en un átomo. Estas funciones de onda por lo general se representan con el símbolo Ψ
(la letra minúscula griega psi). Aunque la función de onda por sí misma no tiene un significado físico directo, el
cuadrado de la función de onda, Ψ2, proporciona información sobre la posición de un electrón cuando éste se
encuentra en un estado de energía permitido.
En el caso del átomo de hidrógeno, las energías permitidas son las mismas que predice el modelo de Bohr. Sin
embargo, el modelo de Bohr asume que el electrón se encuentra en una órbita circular de cierto radio específico
alrededor del núcleo.
En el modelo de la mecánica cuántica, la posición del electrón no puede describirse de manera tan simple. De
acuerdo con el principio de incertidumbre, si sabemos el momento del electrón con gran exactitud, nuestro
conocimiento simultáneo de su posición es muy incierto. Por lo tanto, no podemos pretender especificar la
posición exacta de un electrón individual alrededor del núcleo. En cambio, debemos conformamos con cierto
conocimiento estadístico. Por lo tanto, en el modelo de la mecánica cuántica hablamos de la probabilidad de
que el electrón se encuentre en cierta región del espacio en un instante dado. Como resultado, el cuadrado de la
función de onda, Ψ, en un punto dado del espacio representa la probabilidad de que el electrón se encuentre en
dicha posición. Por esta razón, Ψ 2, se conoce como la densidad de probabilidad o la densidad electrónica.
Una forma de representar la probabilidad de encontrar al electrón en varias regiones de un átomo aparece en la
figura 6.17 ►. En esta figura, la densidad de los puntos representa la probabilidad de encontrar al electrón. Las
regiones con una gran densidad de puntos corresponde a valores relativamente grandes de Ψ 2 y, por lo tanto,
son regiones donde existe una gran probabilidad de encontrar al electrón.