Proyecto Traducción de Himnos de Cuaresma
Proyecto Traducción de Himnos de Cuaresma
Proyecto Traducción de Himnos de Cuaresma
Este himno es atribuido a San Gregorio Magno (+604), esboza un programa de vida
para este tiempo litúrgico, mediante la abstinencia de alimentos y la purificación de
nuestros pecados.
IESU QUADRAGENARIAE
(Cuaresma / Vísperas / Ferias)
Oh Trinidad clementísima,
que la creación antera te adore,
mientras nosotros, renovados por la gracia de tu perdón,
entonamos para ti un cántico siempre nuevo.
Amén.
TE LUCIS
(Cuaresma, Completas, semanas I, III y V)
Con este himno de autor desconocido, pero compuesto entre los siglos V y VI, prescrito
ya por Cesáreo de Arlés (s. VI), que lo hacía alternar con el Christe precamur, se nos
exhorta a encontrar en Cristo nuestro descando.
PRECEMUR OMNES
(Cuaresma, Laudes, dominical)
Este himno se atribuye a San Gregorio Magno (+604), es la segunda parte del Ex more docti. En
sus versos se contiene una oración de súplica para implorar a Dios su misericordia.
IAM CHRISTE
(Cuaresma, Laudes, ferial)
Oh Trinidad clementísima,
que la creación entera te adore,
mientras nosotros, renovados por la gracia de tu perdón,
entonamos para ti un cántico siempre nuevo.
Amén.
VEXILLA REGIS
(Semana Santa / Vísperas)
De origen procesional, este espléndido himno, compuesto por Venancio Fortunato (+600) es
una de las joyas más preciosas en la himnodia de la Iglesia latina: compuesto para el
recibimiento de la reliquia de la Cruz santa y vivificante en Poitiers, ha merecido ser
considerado , habitual y popularmente, como uno de los himnos por antonomasia para
glorificar al Crucificado. Se emplea también en las vísperas de la Fiesta de la Exaltación de la
Santa Cruz (14 de septiembre), con el v. 22 ligeramente modificado: in hac triumphi gloria.
Existe otro himno que comienza con el mismo primer verso que este, que se encuentra en los
manuscritos de abadías cistercienses del siglo XVI.
Oh árbol resplandeciente y hermoso, engalanado con la púrpura del Rey, solo tú fuiste elegido
para que tu noble tronco entrara en contacto con Miembros tan santos.
Qué Cruz tan dichosa, aquella de cuyos brazos, como en una balanza, estuvo colgado el Precio
del mundo, que arrebatara al infierno su presa.
¡Salve! Altar, ¡Salve! Víctima gloriosa en la Pasión, donde la Vida sufrió la muerte y con su
muerte nos devolvió la Vida.
¡Salve! Oh Cruz única esperanza: en este tiempo de Pasión, aumenta en los justos la gracia y
borra las culpas de los pecadores.
Oh Trinidad, Fuente de salvación: que te celebren todas nuestras almas: y ampara por los
siglos sin término a quienes has salvado por el misterio de la Cruz.
Amén.
EN ACETUM
(Semana Santa, Laudes)
Este himno de Venancio Fortunato, constituye la segunda parte del Pange lingua… proelium. La
lírica prodigiosa de algunas estrofas eleva notablemente la temperatura espiritual del
conjunto. Los versos alaban a la Cruz, único árbol digno de sostener a la Víctima propiciatoria
para el mundo.
Este himno de autor desconocido compuesto entre los siglos V y VI, prescrito en las Reglas de
San Cesáreo (s. VI) y de San Aureliano de Arlés (s. VI), muy elogiado por San Beda el Venerable,
está constituido por la segunda parte del O Rex aeterne Domine. Antiguamente se cantaba en
los Maitines del domingo y, después, fue empleado como himno pascual. Sus estrofas evocan el
descenso de Cristo a los infiernos como victoria sobre le Demonio.
AD CENAM AGNI
(Domingo de Resurrección y Octava de Pascua)
Este himno muy antiguo algunos lo atribuyen a Nicetas de Remesiana (+474) es un canto
gozoso. Texto rico en figuras (cena, mar, altar, estola, ázimos…) que canta a quienes han
renacido por el Bautismo y revestidos del traje nupcial, han merecido ser invitados al banquete
del Gran Rey.