Rosario Por Los Fieles Difuntos
Rosario Por Los Fieles Difuntos
Rosario Por Los Fieles Difuntos
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén
Abre, Señor, nuestros labios y limpia nuestros corazones de impertinentes
pensamientos, ilumina nuestro entendimiento con la Luz del Espíritu
Santo, para que, atenta, digna y devotamente recemos este Santo Rosario;
pidiéndote por el eterno descanso de nuestro
¡Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Santo Rosario!
Fiados en tu bondad nos acercamos a Vos, para honrar tu nombre y consolar
nuestras almas.
Amén.
Pidamos a Dios, una vez más, por el eterno descanso de nuestro hermano
(a) N… y por las necesidades de la Iglesia y el mundo entero.
Por todos nuestros familiares y amigos difuntos, para que Dios limpie
completamente su alma de toda mancha de pecado y les conceda el
descanso eterno.
Por todos los que están por dejar este mundo, para que se arrepientan de
sus pecados y entreguen su vida a Cristo, como ofrenda agradable. · Por
todos los que no conocen a Cristo, para que Dios mueva su corazón y
les conceda la oportunidad de conocerlo y entregarse a Él, sin reservas.
Por todos nosotros, para que estemos siempre preparados para el gran
encuentro con Cristo.
Por los pastores de la Iglesia, para que prediquen con valentía y
autenticidad la Palabra de Dios y así vayan despertando en los feligreses
el sentido verdadero de la vida y de la muerte.
Pidamos por nuestro (a) hermano (a) N… a nuestro Señor Jesucristo, que ha
dicho: Yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en Mí aunque haya
muerto vivirá y el que está vivo y cree en Mí no morirá para siempre.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
Por tu limpia concepción ¡oh! Soberana Princesa, una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
Si por tu Sangre Preciosa, Señor, lo (la) habéis redimido. Que le perdones,
te pido, por tu Pasión dolorosa. Dales, Señor, el descanso eterno Y brille
para ellas (las almas) la luz perpetua.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
Por tu limpia concepción ¡oh! Soberana Princesa, una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
Si por tu Sangre Preciosa, Señor, lo (la) habéis redimido. Que le perdones,
te pido, por tu Pasión dolorosa. Dales, Señor, el descanso eterno Y brille
para ellas (las almas) la luz perpetua.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
Por tu limpia concepción ¡oh! Soberana Princesa, una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
Si por tu Sangre Preciosa, Señor, lo (la) habéis redimido. Que le perdones,
te pido, por tu Pasión dolorosa. Dales, Señor, el descanso eterno Y brille
para ellas (las almas) la luz perpetua.
Por amor a nosotros Jesús cargó con la cruz y subió al Calvario. En lugar
de juzgar y condenar a los demás, tenemos que hacer el esfuerzo por
soportar sus defectos y ayudarlos a superarse. Sólo así imitaremos a
Jesús.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
Por tu limpia concepción ¡oh! Soberana Princesa, una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
Si por tu Sangre Preciosa, Señor, lo (la) habéis redimido. Que le perdones,
te pido, por tu Pasión dolorosa. Dales, Señor, el descanso eterno Y brille
para ellas (las almas) la luz perpetua.
“Lo crucificaron a él y, con él, a otros dos, uno a cada lado y Jesús en
medio. Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre. Jesús, al ver a su Madre
y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a
tu hijo” (cf Jn. 19, 18-30).
No existe amor más grande que éste: dar la vida por los amigos” (Juan
15, 13-15), había dicho Jesús. Y lo prueba sufriendo y muriendo por
nosotros en la cruz. Jesús nos dejó la prueba más grande de su amor.
Ahora depende de nosotros saber aprovechar este amor, renunciando a
nuestra vida de pecado y tratando de empezar una nueva vida.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
Por tu limpia concepción ¡oh! Soberana Princesa, una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
ORACIONES
PADRE NUESTRO
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén.
3 AVES MARÍAS
Cristo óyenos
Cristo escúchanos
Santa María,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Iglesia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virgen
Madre incorrupta,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable,
Virgen laudable,
Virgen poderosa,
Virgen misericordiosa,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Vaso espiritual,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Estrella de la mañana,
Reina de la paz,
escúchanos, Señor.
ORACIÓN
Vuelve, oh dulce Jesús desde tu excelso trono tus ojos de clemencia hacia
el seno profundo de la cárcel del purgatorio, esposas tuyas son las que allí
están purificándose, ellas están marcadas con el sello de la Trinidad, son
precio de tu Sangre, son tierno objeto de tu amor. Un fuego terrible las
acrisola, una privación temporal de la vista de tu hermosura las aflige
sobremanera y suspiran con ansia por aquel feliz momento en que han de
ir a unirse contigo.
Que se apresure pues, ese instante tan dichoso, que salgan en breve a
gozar de su esposo amado; que tu Sangre preciosa las lleve al refrigerio;
que tu gran misericordia las conduzca al descanso; que en la perpetua paz
brille sobre ellas la eterna luz. Así Señor te lo pedimos, por aquella
amarga hora en que entregaste tu Santo Espíritu en manos de tu Eterno
Padre. Amén.
BENDICIÓN FINAL
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén
¡Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Santo Rosario!
Fiados en tu bondad nos acercamos a Vos, para honrar tu nombre y consolar
nuestras almas.
Amén.
Pidamos a Dios, una vez más, por el eterno descanso de nuestro hermano
(a) N… y por las necesidades de la Iglesia y el mundo entero.
Por todos nuestros familiares y amigos difuntos, para que Dios limpie
completamente su alma de toda mancha de pecado y les conceda el
descanso eterno.
Por todos los que están por dejar este mundo, para que se arrepientan de
sus pecados y entreguen su vida a Cristo, como ofrenda agradable. · Por
todos los que no conocen a Cristo, para que Dios mueva su corazón y
les conceda la oportunidad de conocerlo y entregarse a Él, sin reservas.
Por todos nosotros, para que estemos siempre preparados para el gran
encuentro con Cristo.
Por los pastores de la Iglesia, para que prediquen con valentía y
autenticidad la Palabra de Dios y así vayan despertando en los feligreses
el sentido verdadero de la vida y de la muerte.
Pidamos por nuestro (a) hermano (a) N… a nuestro Señor Jesucristo, que ha
dicho: Yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en Mí aunque haya
muerto vivirá y el que está vivo y cree en Mí no morirá para siempre.
PRIMER MISTERIO:
Lucas 1, 26-38
Así como María aceptó con valor y humildad la invitación a ser la Madre
de Jesús, así también nosotros tenemos que aceptar con sencillez y
decisión el llamado de Dios a ser sus hijos. Acordémonos de que se trata
de un gran compromiso.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Amén.
JACULATORIA.-
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de
parte del Señor!» Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi
espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la
humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me
llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el
Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en
generación a los que le temen.
Lucas 1, 39-56
PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a
nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.
JACULATORIA.-
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que
alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a
los hombres en quienes él se complace.»
Lucas 2,1-20
¡Oh, María, estrella del mar, norte fijo de la Iglesia!, este Misterio te lo
ofrecemos por el gozo que tuviste cuando, naciendo de tu vientre, como de
la aurora, el Sol de Justicia, Cristo, alumbró a los que estaban en
tinieblas; a El suplicamos que nuestro (a) hermano (a) N… y todos
aquellos que están en el purgatorio, merezcan salir de esas tinieblas y
llegar a los resplandores de Su Gloria. Te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.Jesus
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.
JACULATORIA.-
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
Señor, ahora, ya puedes dejar que tu servidor muera ¨ en paz, como le has
dicho. Porque mis ojos han visto a tu Salvador ¨ que tú preparaste para
presentarlo a todas las naciones. Luz para iluminar a todos los pueblos ¨ y
gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban maravillados por
todo lo que decía Simeón del niño. Simeón los felicitó y después dejo a
María, su madre: “Mira, este niño debe ser causa tanto de caída como de
resurrección para la gente de Israel. Será puesto como una señal que
muchos rechazarán, y a ti misma una espada te atravesará el alma. Pero
en eso los hombres mostrarán claramente lo que sienten en sus
corazones.”
Lucas 2, 22-40)
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.
JACULATORIA.-
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al
volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo
su padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de
camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no
encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de
tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros,
escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos
por su inteligencia y sus respuestas.
Lucas 2, 41-52
Para Jesús lo más importante era hacer la voluntad del Padre, por eso se
quedó en el templo de Jerusalén, sin ni siquiera avisar a María y a José.
Esto nos quiere enseñar que primero está Dios. Por lo tanto, nadie, por
obedecer a los hombres, ponga a un lado la obediencia hacia Dios.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.
JACULATORIA.-
Oh Jesús mío perdona sus pecados líbralo (a) del fuego del infierno lleva a
todas las almas al cielo especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia. Así sea.
ORACIONES
PADRE NUESTRO
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén.
3 AVES MARÍAS
Cristo óyenos
Cristo escúchanos
Santa María,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Iglesia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virgen
Madre incorrupta,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable,
Virgen laudable,
Virgen poderosa,
Virgen misericordiosa,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Vaso espiritual,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Estrella de la mañana,
Reina de la paz,
escúchanos, Señor.
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa,
en la cual fue envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la
cruz: concédenos, piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y
por los dolores y angustias de tu Santísima Madre María, Señora nuestra, sea
llevada a descansar el alma de tu siervo (a) N… y todos los que están en el
purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre
en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén
Vuelve, oh dulce Jesús desde tu excelso trono tus ojos de clemencia hacia
el seno profundo de la cárcel del purgatorio, esposas tuyas son las que allí
están purificándose, ellas están marcadas con el sello de la Trinidad, son
precio de tu Sangre, son tierno objeto de tu amor. Un fuego terrible las
acrisola, una privación temporal de la vista de tu hermosura las aflige
sobremanera y suspiran con ansia por aquel feliz momento en que han de
ir a unirse contigo.
Que se apresure pues, ese instante tan dichoso, que salgan en breve a
gozar de su esposo amado; que tu Sangre preciosa las lleve al refrigerio;
que tu gran misericordia las conduzca al descanso; que en la perpetua paz
brille sobre ellas la eterna luz. Así Señor te lo pedimos, por aquella
amarga hora en que entregaste tu Santo Espíritu en manos de tu Eterno
Padre. Amén.
BENDICIÓN FINAL
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Santo Rosario!
Fiados en tu bondad nos acercamos a Vos, para honrar tu nombre y consolar
nuestras almas.
Amén.
Oremos: Señor, concede a tus hijos gozar siempre de completa salud de alma
y cuerpo y por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen María, líbranos de
las tristezas de esta vida y concédenos disfrutar de las alegrías eternas, por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Pidamos a Dios, una vez más, por el eterno descanso de nuestro hermano (a)
N… y por las necesidades de la Iglesia y el mundo entero.
Por todos nuestros familiares y amigos difuntos, para que Dios limpie
completamente su alma de toda mancha de pecado y les conceda el
descanso eterno.
Por todos los que están por dejar este mundo, para que se arrepientan de
sus pecados y entreguen su vida a Cristo, como ofrenda agradable. · Por
todos los que no conocen a Cristo, para que Dios mueva su corazón y
les conceda la oportunidad de conocerlo y entregarse a Él, sin reservas.
Por todos nosotros, para que estemos siempre preparados para el gran
encuentro con Cristo.
Por los pastores de la Iglesia, para que prediquen con valentía y
autenticidad la Palabra de Dios y así vayan despertando en los feligreses
el sentido verdadero de la vida y de la muerte.
Pidamos por nuestro (a) hermano (a) N… a nuestro Señor Jesucristo, que ha
dicho: Yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en Mí aunque haya
muerto vivirá y el que está vivo y cree en Mí no morirá para siempre.
Así como Jesús, cada uno de nosotros y nuestro hermano(a) N. hemos sido
bautizados. El bautismo nos ha hecho Hijos de Dios, y por lo tanto,
herederos de su casa y de su amor. Al morir creemos que volvemos a la
casa del Padre para vivir en plenitud nuestra vida de Hijos suyos.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
Jesucristo, Luz y Vida del nuevo milenio. Sea la Eucaristía mi alimento
para el camino.
Jesús se nos revela en las bodas de Caná, como el que siempre está
dispuesto a escuchar a su madre y a socorrer nuestras necesidades. Jesús
y María nunca nos dejan solos, aun en los momentos de dolor y necesidad
reconocemos su presencia entre nosotros, presencia siempre amorosa y
llena de ternura por los que más sufren.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
Jesús, mientras estuvo con nosotros, nos anunció la llegada del Reino de
Dios que no es otra cosa más que la vida que Dios quiere para todos sus
hijos; pero para recibir esta vida era necesario convertirnos, es decir,
abrir nuestro corazón a Dios. Hoy, Él sigue invitándonos a abrir las
puertas de nuestro corazón y de nuestras familias para que esa vida que
Él quiere para todos nosotros, la podamos disfrutar ya desde ahora.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a
nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
te ofrecemos por que gozas que Cristo se hace nuestro alimento con su
Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, entregando su
amor por la humanidad hasta el extremo; por El te suplicamos que el
alma de nuestro hermano N, y las demás del purgatorio, tengan por tus
ruegos el alivio de sus penas mirando a Jesús en el templo de su gloria.
Amen Jesús.
PADRENUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
GLORIA.-
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA.-
ORACIONES
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén.
3 Aves Maria
Cristo óyenos
Cristo escúchanos
Santa María,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Iglesia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virgen
Madre incorrupta,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable,
Virgen laudable,
Virgen poderosa,
Virgen misericordiosa,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Vaso espiritual,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Estrella de la mañana,
Reina de la paz,
escúchanos, Señor.
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa,
en la cual fue envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la
cruz: concédenos, piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y
por los dolores y angustias de tu Santísima Madre María, Señora nuestra, sea
llevada a descansar el alma de tu siervo (a) N… y todos los que están en el
purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre
en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén
Vuelve, oh dulce Jesús desde tu excelso trono tus ojos de clemencia hacia
el seno profundo de la cárcel del purgatorio, esposas tuyas son las que allí
están purificándose, ellas están marcadas con el sello de la Trinidad, son
precio de tu Sangre, son tierno objeto de tu amor. Un fuego terrible las
acrisola, una privación temporal de la vista de tu hermosura las aflige
sobremanera y suspiran con ansia por aquel feliz momento en que han de
ir a unirse contigo.
Que se apresure pues, ese instante tan dichoso, que salgan en breve a
gozar de su esposo amado; que tu Sangre preciosa las lleve al refrigerio;
que tu gran misericordia las conduzca al descanso; que en la perpetua paz
brille sobre ellas la eterna luz. Así Señor te lo pedimos, por aquella
amarga hora en que entregaste tu Santo Espíritu en manos de tu Eterno
Padre. Amén.
BENDICIÓN FINAL
MISTERIOS GLORIOSOS
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Santo Rosario!
Fiados en tu bondad nos acercamos a Vos, para honrar tu nombre y consolar
nuestras almas.
Amén.
Oremos: Señor, concede a tus hijos gozar siempre de completa salud de alma
y cuerpo y por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen María, líbranos de
las tristezas de esta vida y concédenos disfrutar de las alegrías eternas, por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Pidamos a Dios, una vez más, por el eterno descanso de nuestro hermano (a)
N… y por las necesidades de la Iglesia y el mundo entero.
Por todos nuestros familiares y amigos difuntos, para que Dios limpie
completamente su alma de toda mancha de pecado y les conceda el
descanso eterno.
Por todos los que están por dejar este mundo, para que se arrepientan de
sus pecados y entreguen su vida a Cristo, como ofrenda agradable. · Por
todos los que no conocen a Cristo, para que Dios mueva su corazón y
les conceda la oportunidad de conocerlo y entregarse a Él, sin reservas.
Por todos nosotros, para que estemos siempre preparados para el gran
encuentro con Cristo.
Por los pastores de la Iglesia, para que prediquen con valentía y
autenticidad la Palabra de Dios y así vayan despertando en los feligreses
el sentido verdadero de la vida y de la muerte.
Pidamos por nuestro (a) hermano (a) N… a nuestro Señor Jesucristo, que ha
dicho: Yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en Mí aunque haya
muerto vivirá y el que está vivo y cree en Mí no morirá para siempre.
“¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí.
Resucitó.” (Lc 24,6).
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén Jesús
GLORIA.-
JACULATORIA.-
“En la casa de mi Padre hay muchas mansiones… Después que yo haya ido
a prepararles un lugar, volveré a buscarlos para que donde yo estoy, estén
también ustedes.” (Jn 14,2-3)
Subiendo al cielo, Jesús nos enseña que allá tenemos nuestra patria
verdadera. Por lo tanto, nuestra única preocupación tiene que ser la de
superarnos y progresar, según las enseñanzas y los ejemplos de Cristo
para alcanzar la gloria del cielo.
PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a
nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
GLORIA.-
JACULATORIA.-
Pidamos por nosotros para que sepamos oír hoy el mensaje del Señor y
por nuestro (a) hermano (a) N.N. para que el Señor misericordioso, lo
(a) juzgue con bondad.
Diez días después de subir al cielo, Jesús envió a los apóstoles el regalo del
Espíritu Santo, que transformó toda su vida. Por fin lograron entender su
mensaje y tuvieron la fuerza para vivirlo y anunciarlo con valentía.
También nosotros, si queremos ser verdaderos cristianos,necesitamos la
fuerza del Espíritu Santo. Pidamos a la Virgen que interceda por nosotros
y nos consiga este gran regalo.
¡Oh, María, dulce esposa del Espíritu Santo!, este Misterio te lo ofrecemos
por el gozo que tuviste cuando bajó el Divino Espíritu sobre ti y sobre
todos los apóstoles, para que al ausentarse Jesús no quedáramos
huérfanos, suplicamos tu intercesión para que el Espíritu de Cristo
resucite a nuestro (a) hermano (a) N… y a todos los que están purificando
su pecado en el purgatorio. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Te ofrecemos al gozo que tuviste cuando bajó el divino Espíritu sobre Ti y
sobre todos los Apóstoles, para que con la ausencia de Jesús no quedaseis
huérfanos: por El te suplicamos que el alma de nuestro hermano N, y las
demás del purgatorio, salgan a gozar de los abrazos de su Esposo Jesús en
la gloria. Amén. Jesús.
PADRE NUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestros ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
GLORIA.-
JACULATORIA.-
“El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá y el que vive y cree en mí, no
morirá para siempre.” (Jn 11,25)
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
GLORIA.-
JACULATORIA.-
“Los atletas se imponen una disciplina muy estricta, por una corona de
laureles que se marchita. ¡Cuánto más nosotros, por una corona que no se
marchita!” (1 Cor 9, 25).
Pidamos, unidos a la Virgen María, por nuestro (a) hermano (a) N.N.,
para que alcance el gozo y la gloria que María ya posee.
En este mundo nadie tuvo el privilegio de estar tan cerca de Jesús como
María, su Madre, también ahora en el cielo, nadie está tan cerca de Jesús
como ella. Siendo la Madre de Jesús, goza de un gran poder de
intercesión: todo lo que pide a Jesús en nuestro favor, siempre se lo
concede. Esto es lo que estamos haciendo al rezar este santo rosario. Por
eso, acudimos a María con toda confianza, sabiendo que es nuestra Reina
y es también nuestra Madre.
PADRE NUESTRO.-
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal. Amén
10 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
GLORIA.-
JACULATORIA.-
PADRE NUESTRO
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en
la tentación y líbranos del mal. Amén.
3 AVES MARÍAS
SALVE
Cristo óyenos
Cristo escúchanos
Santa María,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Iglesia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virgen
Madre incorrupta,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable,
Virgen laudable,
Virgen poderosa,
Virgen misericordiosa,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Vaso espiritual,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Estrella de la mañana,
Reina de la paz,
perdónanos, Señor.
escúchanos, Señor.
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa,
en la cual fue envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la
cruz: concédenos, piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y
por los dolores y angustias de tu Santísima Madre María, Señora nuestra, sea
llevada a descansar el alma de tu siervo (a) N… y todos los que están en el
purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre
en la unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén
Vuelve, oh dulce Jesús desde tu excelso trono tus ojos de clemencia hacia el
seno profundo de la cárcel del purgatorio, esposas tuyas son las que allí están
purificándose, ellas están marcadas con el sello de la Trinidad, son precio de
tu Sangre, son tierno objeto de tu amor. Un fuego terrible las acrisola, una
privación temporal de la vista de tu hermosura las aflige sobremanera y
suspiran con ansia por aquel feliz momento en que han de ir a unirse contigo.
Que se apresure pues, ese instante tan dichoso, que salgan en breve a gozar de
su esposo amado; que tu Sangre preciosa las lleve al refrigerio; que tu gran
misericordia las conduzca al descanso; que en la perpetua paz brille sobre ellas
la eterna luz. Así Señor te lo pedimos, por aquella amarga hora en que
entregaste tu Santo Espíritu en manos de tu Eterno Padre. Amén.
BENDICIÓN FINAL