Informe ONU Trata A HRC 44 45 S
Informe ONU Trata A HRC 44 45 S
Informe ONU Trata A HRC 44 45 S
Resumen
El presente informe de la Relatora Especial sobre la trata de personas, especialmente
mujeres y niños, Maria Grazia Giammarinaro, fue elaborado en cumplimiento de la
resolución 35/5 del Consejo de Derechos Humanos.
En el informe, la Relatora Especial hace un balance de sus investigaciones e
informes anteriores y analiza las lagunas de protección del marco jurídico y normativo para
prevenir y combatir la trata. Es necesario introducir cambios profundos en el enfoque actual
de la lucha contra la trata, que mayormente tiende a dar prioridad a la investigación y el
enjuiciamiento de los tratantes por sobre el apoyo a las víctimas, su empoderamiento y su
inclusión social a largo plazo. Además, las políticas migratorias restrictivas contribuyen a
exacerbar la vulnerabilidad a la trata y a la explotación grave, y obstaculizan la protección
de los derechos de las víctimas de la trata.
La Relatora Especial insta a los Estados a que adopten un enfoque genuinamente
basado en los derechos humanos y ofrece recomendaciones actualizadas, basadas en los
Principios y Directrices Recomendados sobre los Derechos Humanos y la Trata de
Personas.
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I. Introducción
1. Durante los seis años de su mandato, la Relatora Especial ha realizado importantes
investigaciones temáticas con el fin de que efectivamente se aplique un enfoque de la trata
de personas basado en los derechos humanos. Dado que su mandato llegará a su fin en julio
de 2020, el mismo año en que se conmemora el 20º aniversario de la aprobación del
Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres
y Niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia
Organizada Transnacional, la Relatora Especial considera oportuno y pertinente dedicar su
último informe temático al Consejo de Derechos Humanos a una reflexión sobre las
principales lagunas que han surgido a lo largo de las amplias investigaciones realizadas
hasta la fecha, así como sobre el camino a seguir en relación con medidas eficaces para
prevenir y combatir la trata de personas.
2. Según los conocimientos y la experiencia adquiridos durante su mandato, la Relatora
Especial considera que es necesario introducir cambios profundos en el enfoque de las
medidas de lucha contra la trata. Las estimaciones muestran que el trabajo forzoso, entre
otras en el contexto de la trata, es un fenómeno generalizado y masivo que afecta a millones
de personas. Si bien la explotación sexual, que afecta principalmente a mujeres y niñas,
sigue siendo una proporción significativa de todos los casos, la explotación laboral
probablemente represente el porcentaje más alto de los casos de trata de personas. La
magnitud del problema sugiere que la trata debería considerarse ante todo una cuestión de
derechos humanos y justicia social. Lo cierto es que las víctimas de la trata son una enorme
reserva de mano de obra barata (o incluso no remunerada), mal utilizada y victimizada con
ese fin, mientras que el producto de su duro trabajo enriquece no solo a los tratantes, que
muchas veces son delincuentes, sino también a sus explotadores finales, que muy a menudo
son integrantes bien establecidos y respetados de la economía formal.
3. Por ello, los Gobiernos deberían, con carácter prioritario, dirigirse a las empresas
con un enfoque colaborativo, pidiéndoles que aplicaran iniciativas voluntarias en
cumplimiento de las obligaciones de diligencia debida relativas al respeto de los derechos
humanos y, al mismo tiempo, imponiéndoles obligaciones básicas de informar sobre las
medidas que adoptaban, determinar y reducir al mínimo los riesgos, y proporcionar
recursos para las víctimas de la trata en sus operaciones, incluidas sus cadenas de
suministro. Se debería promover y valorar la capacidad de actuar de las personas explotadas
y víctimas de la trata, respetando su libertad de reunión pacífica y de asociación y su
derecho a fundar sindicatos o afiliarse a ellos y proporcionando a los trabajadores que
denunciaban la explotación empleos alternativos viables y regulares, así como un permiso
de residencia, si era necesario.
4. Sin embargo, en la lucha contra la trata de personas sigue prevaleciendo el enfoque
de aplicación de la ley. La trata se pasa por alto, especialmente cuando está vinculada a la
migración, y no se identifica a las víctimas como tales cuando son objeto de trata durante
sus peligrosos viajes, debido a la falta de procedimientos específicos en los lugares de
primera llegada destinados a identificar las vulnerabilidades, incluida la vulnerabilidad a la
trata. De resultas de ello, en la práctica se hace caso omiso de la trata en el contexto de las
corrientes migratorias mixtas. Teniendo en cuenta el claro vínculo entre la trata y la
migración (aunque la trata también puede tener lugar dentro de un país), esta falta de
protección de los migrantes vulnerables en una etapa temprana produce una especie de
marginación de la acción contra la trata, que sigue limitada a una esfera normativa
específica, restringida a los casos en que la explotación ya ha ocurrido y la persona en
cuestión ha sido encontrada en esa situación por la policía.
5. Además, cuando se identifica a una persona de esa manera, se le pide que informe y
preste testimonio, con la consecuencia de que su condición de residente y, por lo tanto, su
posibilidad de acceder a asistencia y reparación quedan condicionados a la cualificación
jurídica del delito, el inicio y continuación de las actuaciones penales y, a veces, incluso el
hecho de que su contribución conduzca a la detención o condena de los autores. Es evidente
que un modelo de este tipo no respeta los derechos humanos y no es eficaz. La Relatora
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los niños y las niñas, que son los que tienen menos probabilidades de recibir una
indemnización, no se deben pasar por alto sus derechos como resultado de los prejuicios, el
estigma o la discriminación.
11. En cuarto lugar, las medidas de asistencia y apoyo deberían tener por objeto lograr
la plena inclusión social de los supervivientes, que los Estados Miembros deben reconocer
como obligación de diligencia debida y deberían integrarse en la realización del derecho de
las víctimas a una reparación efectiva, incluida una indemnización. Además, esta
perspectiva a largo plazo debería inspirar todas las medidas de asistencia y apoyo de
manera transformadora, basándose en la adquisición de competencias, la educación formal,
la formación profesional, la creación de empleo, la tutoría prolongada y los microcréditos.
Ningún sobreviviente debería ser devuelto o mantenido en la misma situación de
vulnerabilidad social que había causado su victimización.
12. En el presente informe, la Relatora Especial hace un balance de las amplias
investigaciones realizadas durante los seis años de su mandato, con objeto de promover
enfoques innovadores. En particular, contribuyó a concienciar a la comunidad internacional
sobre las formas en que los conflictos exacerbaban la trata de personas 1. Realizó
investigaciones amplias sobre la cuestión de la trata de niños junto con la Relatora Especial
sobre la venta y la explotación sexual de niños, incluidos la prostitución infantil, la
utilización de niños en la pornografía y demás material que muestre abusos sexuales de
niños2. Reflexionó sobre la dimensión de género de la trata de personas en situaciones de
conflicto y posteriores a conflictos y abogó por la integración de un enfoque de la trata de
personas basado en los derechos humanos en la agenda del Consejo de Seguridad sobre las
mujeres y la paz y la seguridad3. La Relatora Especial fue invitada a participar en varios
debates abiertos del Consejo de Seguridad en Nueva York para presentar sus opiniones
sobre la trata de personas y el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Contribuyó a revelar los vínculos entre la trata y la migración, lo que culminó con la
presentación de un informe sobre la pronta identificación, remisión y protección de las
víctimas y posibles víctimas de la trata en las corrientes migratorias mixtas 4. Consciente de
que la protección no terminaba con la identificación y la remisión a los servicios
apropiados, sino que debía traducirse en la inclusión social profunda de los supervivientes
en las sociedades, la Relatora Especial también dedicó un informe temático a los modelos
innovadores y transformadores de la inclusión de los supervivientes de la trata5. Destacó la
importancia de combatir la trata de personas a fin de reducir la explotación laboral en las
operaciones comerciales y las cadenas de suministro. A ese respecto, dirigió un proyecto de
tres años de duración sobre el fortalecimiento de las iniciativas de múltiples interesados
contra la trata de personas, el trabajo forzoso y las formas graves de explotación laboral.
Con este fin, la Relatora Especial colaboró ampliamente con una amplia gama de agentes,
incluidos algunos no tradicionales, como las empresas del sector privado, las coaliciones
industriales y las iniciativas de múltiples interesados, así como los sindicatos. Además de la
publicación de dos informes sobre este tema, a saber, el relativo al fortalecimiento de las
normas voluntarias para las empresas sobre prevenir y combatir la trata de personas y la
explotación laboral, especialmente en las cadenas de suministro 6, y, más recientemente, el
relativo al acceso a reparación para las víctimas de la trata de personas por abusos
cometidos por las empresas y sus proveedores7, en 2019 facilitó una plataforma de diálogo
entre las iniciativas de múltiples interesados y los sindicatos, reuniendo en un marco del
enfoque de derechos humanos a una serie de agentes que tradicionalmente desconfiaban
unos de otros.
13. La Relatora Especial espera que las recomendaciones formuladas en el presente
informe, basadas en esas investigaciones y consultas amplias, puedan orientar no solo las
políticas de los Estados, sino también las del sector privado, las organizaciones de la
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8 Véase, en general, A/70/260. Véase también Principios y Directrices Recomendados sobre los
Derechos Humanos y la Trata de Personas (E/2002/68/Add.1).
9 Véase, en general, A/70/260.
10 Ibid., párr. 7.
11 Véase A/HRC/17/31, anexo. Véanse, por ejemplo, los principios 15 b) y 17 a 21.
12 A/HRC/70/260, párr. 16. Respecto de la extraterritorialidad, véanse, por ejemplo, Comité de
Derechos Humanos, observación general núm. 31 (2004), relativa a la índole de la obligación jurídica
general impuesta a los Estados partes en el Pacto, párr. 10; Comité contra la Tortura, observación
general núm. 2 (2007), relativa a la aplicación del artículo 2, párrs. 7 y 16; Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, recomendación general núm. 28 (2010), relativa a
las obligaciones básicas de los Estados partes de conformidad con el artículo 2 de la Convención,
párr. 12, y recomendación general núm. 30 (2013), sobre las mujeres en la prevención de conflictos y
en situaciones de conflicto y posteriores a conflictos, párrs. 8 a 12 y 15; y Armed Activities on the
Territory of the Congo (Democratic Republic of the Congo v. Uganda), Judgement, I.C.J. Reports
2005, pág. 168, párr. 216.
13 A/HRC/23/49, párr. 72.
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identificadas sino también a las que corrieran mayor riesgo de ser víctimas de la trata de
personas14. En el contexto de los enfoques de los Estados respecto de la trata de personas, la
diligencia debida ha sido principalmente a posteriori. Sin embargo, la diligencia debida
también requiere que se preste atención a la prevención, lo que significa que los Estados
tienen la responsabilidad sistemática15 de abordar las causas fundamentales16. En virtud del
derecho internacional, el hecho de no ejercer la diligencia debida tiene consecuencias, pues
los Estados que no la han ejercido con respecto a los agentes privados incurren en
responsabilidad internacional que luego les exige proporcionar una reparación efectiva a las
víctimas de la trata de personas17, lo que es esencial para su inclusión social. En la
prestación de asistencia especializada a las víctimas individuales18, la diligencia debida
individual requiere que los Estados actúen con flexibilidad para garantizar que las medidas
se adapten a las circunstancias personales19.
18. Como se indica en los Principios Recomendados sobre los Derechos Humanos y la
Trata de Personas, la no identificación de una víctima de la trata probablemente conlleve la
ulterior denegación de sus derechos20. Sin embargo, a lo largo de su investigación, la
Relatora Especial ha observado una falta generalizada de procedimientos específicos para
identificar y proteger con prontitud y de manera proactiva a las víctimas y posibles víctimas
de la trata, especialmente en las corrientes migratorias mixtas y con respecto a la
explotación laboral. Ha expresado ampliamente su preocupación por la creciente tendencia
a enmarcar la migración en el paradigma de aplicación de la ley y a presentar medidas
restrictivas relacionadas con la migración como parte de la lucha contra la delincuencia
organizada, incluida la trata de personas, prestando poca atención a las repercusiones de
esas políticas en los derechos humanos de los migrantes y las víctimas de la trata.
19. Lo cierto es que, a pesar de que en los instrumentos internacionales vinculantes hay
una clara distinción jurídica entre el contrabando y la trata, las diferencias entre los dos
delitos se difuminan cada vez más en las corrientes migratorias mixtas, ya que las personas
no inician necesariamente su proceso migratorio como víctimas de la trata, sino que podrían
convertirse en víctimas durante su viaje o al llegar a un país de tránsito o de destino. La
Relatora Especial también ha condenado enérgicamente todo intento de criminalizar a las
organizaciones de la sociedad civil y a los particulares que participan en acciones
humanitarias destinadas a rescatar vidas y a actuar en solidaridad con los migrantes, ya que
esas acciones nunca deberían tratarse como promoción de la migración irregular.
20. En todo el mundo, las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel
fundamental para salvar vidas y proteger a las personas de la trata durante las operaciones
de búsqueda y rescate y a la llegada a los países de tránsito y de destino, en particular en
14 Véase, por ejemplo, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Jessica Lenahan (Gonzales) y
otros c. los Estados Unidos, fondo, 21 de julio de 2011, caso 12.626. informe núm. 80/11, párr. 127
15 A/HRC/23/49, párr. 70, en el que la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y
consecuencias afirma que es necesario crear un marco de debate sobre la responsabilidad de los
Estados para actuar con la diligencia debida, separando la norma de la diligencia debida en dos
categorías: diligencia debida individual y diligencia debida sistemática.
16 Ibid., párr. 20.
17 A/70/260, párr. 7. Véanse también Comité de Derechos Humanos, observación general núm. 31,
párr. 8; Comité contra la Tortura, observación general núm. 2, párr. 18, y observación general núm. 3
(2012), relativa a la aplicación del artículo 14, párr. 7.
18 Véase E/CN.4/2006/61.
19 A/HRC/23/49, párr. 70, en el que la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y
consecuencias afirma que la debida diligencia individual requiere flexibilidad, ya que los
procedimientos adoptados en estos casos deben reflejar las necesidades y preferencias de los
individuos afectados.
20 Véase la directriz 2. Véase también Principios Básicos sobre el Derecho de las Víctimas de la Trata
de Personas a una Reparación Efectiva (A/69/269, anexo), párr. 7 b).
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relación con la identificación en las grandes corrientes migratorias mixtas. Sin embargo, a
pesar de los esfuerzos realizados, no se da prioridad al apoyo temprano a las víctimas o
posibles víctimas de la trata ni a la detección de los indicadores de vulnerabilidad, en
particular durante una gran afluencia de migrantes. En consecuencia, se incrementa la
revictimización y la exposición a diferentes formas de explotación en los países de tránsito
y de destino.
21. Además, en los países de origen, de tránsito y de destino todavía se considera en
gran medida que las prácticas comerciales de los intermediarios de la contratación,
mayoritariamente informales o no regulados, como el cobro de comisiones a los
trabajadores migrantes o la concertación de acuerdos de trabajo confusos e informales, son
condiciones de trabajo comunes y no se consideran abusivas. Como resultado, los
migrantes suelen terminar en situaciones de explotación extrema con condiciones de trabajo
y de vida inhumanas.
22. Las políticas de migración restrictivas, dirigidas principalmente a la devolución de
los migrantes a sus países de origen, dificultan la identificación de los migrantes
indocumentados, incluidas las víctimas de la trata y las personas en riesgo de ser objeto de
trata, ya que a menudo prefieren permanecer en una situación de explotación a ser
deportados a su país de origen, donde se enfrentarían a la estigmatización y la
discriminación por el fracaso de su proyecto de migración o por haber participado en la
prostitución o el trabajo sexual, y donde lo más probable es que volvieran a caer en el ciclo
de la pobreza y corrieran el riesgo de ser víctimas de la trata nuevamente.
23. En este contexto, la Relatora Especial ha recomendado en su informe sobre la pronta
identificación, remisión y protección de las víctimas y posibles víctimas de la trata de
personas en las corrientes migratorias mixtas que se adopte un enfoque innovador, basado
en los indicadores de vulnerabilidad a la trata y la garantía de un apoyo temprano 21.
21 Véase A/HRC/38/45.
22 Véase, por ejemplo, Principios y Directrices Básicos sobre el Derecho de las Víctimas de Violaciones
Manifiestas de las Normas Internacionales de Derechos Humanos y de Violaciones Graves del
Derecho Internacional Humanitario a Interponer Recursos y Obtener Reparaciones (resolución 60/147
de la Asamblea General, anexo), párrs. 11 a).
23 Directiva 2012/29/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, por la que se
establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección de las víctimas de delitos, y
por la que se sustituye la Decisión marco 2001/220/JAI del Consejo, art 10; Declaración sobre los
Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder (resolución
40/34 de la Asamblea General, anexo), párr. 6 b).
24 Directiva del Consejo 2012/29/UE, art. 4.
25 Principios Básicos sobre el Derecho de las Víctimas de la Trata de Personas a una Reparación
Efectiva, párr. 7 c) y e). Véanse también Principios y Directrices Recomendados sobre los Derechos
Humanos y la Trata de Personas, directrices 4 8) y 9 2); Principios y Directrices Básicos sobre el
Derecho de las Víctimas de Violaciones Manifiestas de las Normas Internacionales de Derechos
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25. Como componente esencial del derecho a reparación, los Estados también tienen que
garantizar el acceso en condiciones de igualdad y sin discriminación a este derecho, entre
otras cosas velando por que todas las investigaciones, los enjuiciamientos y otros
mecanismos sean sensibles a las cuestiones de la infancia y el género y no causen traumas,
revictimización y estigmatización26. Si bien la no discriminación es un aspecto esencial del
derecho a reparación, muchos Estados no establecen medidas que aborden la
discriminación de género y las formas interseccionales de discriminación.
26. Las víctimas también tienen derecho a recibir asistencia jurídica y de otro tipo en
relación con cualquier acción penal, civil o de otra índole contra los tratantes 27. El derecho a
acceder a la asistencia, el apoyo y la protección no debería condicionarse a la capacidad o la
voluntad de la víctima de la trata de cooperar en las actuaciones judiciales 28. El derecho a
recibir información, por ejemplo sobre los derechos, incluido su derecho a tener acceso a
reparación, debería incluir “información, asesoramiento y apoyo adecuados en relación con
los derechos de las víctimas, también sobre cómo acceder a los sistemas nacionales de
indemnización por los daños y perjuicios de índole penal”29. La información debería
proporcionarse a todas las víctimas en un idioma que entiendan30.
27. El derecho a la protección incluye garantizar la seguridad de las víctimas y de sus
familias frente a los daños, la intimidación y las represalias, así como la protección frente a
la victimización secundaria y repetida31 durante el proceso de investigación, las actuaciones
penales y el período subsiguiente. El derecho a la intimidad está inextricablemente
vinculado a las obligaciones de los Estados de proteger a las víctimas de daños mayores 32.
28. Se debe prestar especial atención a los niños víctimas de la trata: su interés superior
debe considerarse primordial en todo momento, incluso en las actuaciones penales 33. Las
medidas para proteger a los niños víctimas durante estas pueden consistir en grabar sus
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47 Anne T. Gallagher, The International Law of Human Trafficking (Cambridge (Reino Unido),
Cambridge University Press, 2010), pág. 285.
48 Art. 10 1).
49 Directriz 4 5).
50 Véanse, por ejemplo, las resoluciones de la Asamblea General 63/156, párr. 12, y 64/293, párr. 27.
51 Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, “Guidelines on the Protection of Child Victims of
Trafficking” (Nueva York, 2006), pág. 10 (cita los artículos 37 y 40 de la Convención sobre los
Derechos del Niño).
52 Convenio del Consejo de Europa sobre la Lucha contra la Trata de Seres Humanos, art. 26.
53 Directiva 2011/36/UE, art. 8.
54 Convención de la ASEAN, art. 14 7).
55 Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, “Policy and legislative
recommendations”, párr. 12.
56 Véase el art. 3 b). Obsérvese que los medios definidos en el artículo 3 a) incluyen la amenaza o el uso
de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, el fraude, el engaño, el abuso de poder o de una
situación de vulnerabilidad o la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra.
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38. Se requiere un cambio cultural para ver a las víctimas de la trata no solo como
víctimas sino también como agentes de su propio proyecto de vida. Cuando reciben el
apoyo adecuado en la fase de recuperación y están correctamente informadas, las personas
objeto de trata pueden recuperar el control de sus vidas y tomar decisiones basadas en sus
propios intereses y proyectos de vida. En lo que respecta a la trata con fines de explotación
laboral, esos casos a menudo se descubren como consecuencia de la sindicalización u otras
formas de solidaridad y acción concertada de los trabajadores. Muchas mujeres y niñas
sometidas a explotación sexual, cuando se las ha ayudado a recuperar el control de sus
cuerpos y sus vidas, a menudo por medio de relaciones significativas con otras mujeres, han
emprendido un proceso satisfactorio que ha conducido a su inclusión social.
39. La Relatora Especial ha investigado específicamente la capacidad de actuar de las
víctimas de la trata a lo largo de sus investigaciones sobre la trata en situaciones de
conflicto y posteriores a conflictos, destacando en particular el importante papel de las
mujeres, incluidas las supervivientes de la trata, en la prevención, la protección, la
participación y el socorro y la recuperación, que son también los cuatro pilares principales
de la agenda del Consejo de Seguridad sobre la mujer y la paz y la seguridad. La Relatora
Especial ha constatado que la trata no está vinculada a los conflictos solo ocasionalmente,
sino que es una consecuencia sistemática de estos. Las personas, incluidos los niños,
secuestrados o reclutados para ser niños soldados, sirvientes o esclavos sexuales, las
personas desplazadas, las personas que huyen de los conflictos o las personas en situación
de indigencia son especialmente vulnerables a la explotación durante los conflictos y
después de estos. La dimensión de género de la trata debe tenerse en cuenta, ya que las
mujeres y las niñas se ven desproporcionadamente afectadas en los entornos de conflicto y
posteriores a conflictos, debido a la marginación y la dependencia económica preexistentes
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44. Otra forma del derecho a reparación particularmente importante para las víctimas de
la trata es la atención física y psicológica, entre otras cosas como forma de rehabilitación y
recuperación, especialmente teniendo en cuenta que la trata de personas expone a las
víctimas a una serie de problemas de salud 58, incluidos efectos psicológicos y físicos
graves, duraderos y difíciles de detectar59. Un elemento adicional de la restitución es el
restablecimiento del empleo60 y los daños y perjuicios por las oportunidades perdidas en
relación con el empleo, la educación y las prestaciones sociales, entre otras 61. Ese acceso a
una reparación relacionada con el empleo es muy pertinente en el contexto de la trata 62. La
garantía de no repetición, que tiene por objeto combatir la impunidad y prevenir futuras
violaciones y que puede adoptar la forma de enjuiciamientos penales, protección de las
víctimas y lucha contra las causas fundamentales de la trata63, es también un elemento
esencial del derecho a reparación.
45. El estigma asociado a la trata se ha identificado como un obstáculo importante para
la inclusión social. La Relatora Especial ha puesto de relieve la importancia de colaborar
directamente con los supervivientes, mediante un proceso inclusivo y participativo, en las
fases de diseño, aplicación y evaluación. Garantizar la seguridad y la estabilidad de las
víctimas de la trata también incluye proporcionarles acceso al asilo o la condición de
residente, garantizarles el derecho a la reunificación familiar si así lo desean, asegurarles el
acceso a servicios médicos a largo plazo y a un alojamiento seguro y asequible e incluirlas
en actividades recreativas. El apoyo al empoderamiento económico de los supervivientes
promoviendo la adquisición de competencias, en particular mediante la educación formal y
la formación profesional y vocacional, y facilitando su acceso al mercado de trabajo y al
microcrédito, también es fundamental para garantizar su inclusión social a largo plazo y
prevenir la trata reiterada.
46. La Relatora Especial también ha analizado ampliamente la cuestión del acceso a
reparación para las víctimas de la trata por los abusos cometidos por las empresas y sus
proveedores, en particular reflexionando sobre el concepto de una serie de formas de
explotación de los trabajadores vulnerables en la economía actual. En este contexto, la trata,
como expresión de una de las violaciones más atroces en el lugar de trabajo, está en uno de
los extremos de la serie de abusos laborales, como el retraso en el pago de los salarios, las
horas extraordinarias excesivas, las vacaciones no pagadas o el pago de honorarios de
contratación a intermediarios. Sin embargo, el recurso a procedimientos de denuncia, ya sea
basados en el Estado o no, suele dar lugar a la pérdida de empleos para los trabajadores y a
resultados inciertos en lo que respecta a la recuperación de los salarios y otros pagos
adeudados.
47. La Relatora Especial también ha estudiado la importancia de recurrir a una
reparación alternativa, distinta de las actuaciones penales, por ejemplo, a través de los
tribunales civiles y laborales, que suelen ser la única forma que tienen las víctimas de la
trata con fines de explotación laboral en las operaciones comerciales y las cadenas de
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A. Conclusiones
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B. Recomendaciones
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Inclusión social de las víctimas y los supervivientes de la trata, entre otras cosas
mediante reparación judicial y no judicial
77. Los Estados deberían:
a) Ejercer la diligencia debida para promover la inclusión social de las
víctimas de la trata como parte integrante de sus obligaciones de diligencia debida y
del derecho de las víctimas a una reparación efectiva;
b) Aprobar, revisar y aplicar leyes y políticas a fin de garantizar que el
derecho de los supervivientes a reparación, incluido el derecho a una indemnización,
no esté supeditado a la cooperación de las víctimas en las actuaciones penales, al inicio
o el resultado de actuaciones penales, ni a la posesión de un permiso de residencia,
prestando especial atención a los niños víctimas de la trata;
c) Erradicar el estigma, la discriminación de género, la xenofobia y el
racismo, velar por que la inclusión social no se viera obstaculizada por las políticas
migratorias restrictivas y por que no se adoptara una decisión de retorno o
repatriación sin evaluar previamente el nivel de integración de la persona en el país y
el riesgo de trata reiterada en caso de retorno o repatriación, en consonancia con el
Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular;
d) Revisar toda ley o política que dificultara la inclusión social, incluidas las
políticas que vinculaban a los trabajadores a un único empleador o que impedían un
acceso igualitario a medidas de empoderamiento a largo plazo, y aprobar políticas
adecuadas para asegurar la inscripción de los niños nacidos de una violación como
consecuencia de la trata;
e) Garantizar el acceso de las víctimas de la trata a servicios médicos a
largo plazo, incluidos los servicios psicológicos y psiquiátricos, y su derecho a la
reunificación familiar, si así lo deseaban, y proporcionarles acceso a un alojamiento
independiente seguro y asequible, así como a opciones viables distintas de las
condiciones de explotación, facilitándoles el acceso a un empleo alternativo en el que
no se los explotara, en cooperación con el sector privado, a fin de impedir que
siguieran siendo explotadas y volvieran a ser objeto de trata;
f) Promulgar medidas para conceder a las víctimas de la trata acceso a la
información sobre la reparación judicial y no judicial disponible, facilitar su acceso a
actuaciones civiles y laborales, entre otras cosas eliminando los gastos de los
demandantes y estableciendo un fondo de asistencia jurídica y financiera para las
víctimas de la trata, y velar por que las indemnizaciones se pagaran siempre por
adelantado, independientemente del resultado de las actuaciones, cuando se
demostrara la explotación;
g) Poner en práctica medidas para facilitar el acceso para las víctimas de la
trata a mecanismos no judiciales, como los procedimientos establecidos por las
inspecciones del trabajo, las instituciones nacionales de derechos humanos y los
defensores del pueblo, los sindicatos y otros mecanismos de mediación laboral.
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