Letanías Al Espiritu Santo
Letanías Al Espiritu Santo
Letanías Al Espiritu Santo
«Oh tú, quienquiera que seas, que sabes que estás expuesto a los
peligros del tempestuoso mar de este mundo más que lo que gozas
de la seguridad de la tierra firme, no alejes tus ojos del esplendor
de esta Estrella, de María Estrella del Mar, a menos que desees ser
devorado por la tempestad.
Ella es bendita entre todas las mujeres porque ella sola ha quitado
la maldición de Adán, ha traído bendiciones a la humanidad, y ha
abierto las puertas del Paraíso. Por eso es llamada María, nombre
que significa “Estrella del Mar”, pues así como marineros conducen
sus naves a puerto mirando las estrellas, así los Cristianos son
llevados a la gloria por la intercesión de María».
Gloria a ti, Triunfadora sobre las fuerzas del mal; sé nuestra piadosa guía por
los senderos del evangelio.
Regocíjate, Virgen María. ¡Regocíjate mil veces!
Gloria al Padre, y al Hijo...
3.- CORONA DE BONDAD
Padre nuestro.
Dios te salve, María....
Gloria a ti, Refugio de los pecadores; intercede por nosotros ante el Señor.
Regocíjate, Virgen María. ¡Regocíjate mil veces!
Dios te salve, María....
Gloria a ti, Madre de los hombres; enséñanos a vivir como hijos de Dios.
Regocíjate, Virgen María. ¡Regocíjate mil veces!
Dios te salve, María....
Gloria a ti, Alegría de los justos; condúcenos contigo a las alegrías del cielo.
Regocíjate, Virgen María. ¡Regocíjate mil veces!
Dios te salve, María....
Gloria a ti, prestísima ayuda nuestra en la vida y la muerte: llévanos contigo
al reino de los cielos.
Regocíjate, Virgen María. ¡Regocíjate mil veces!
Gloria al Padre, y al Hijo...
ORACIÓN
Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del
Espíritu Santo, Templo augusto de la Santísima Trinidad.
Dios te salve, María, Señora mía, mi tesoro, mi belleza, Reina de mi corazón,
Madre, vida, dulzura y esperanza mía queridísima, – más aún – mi corazón y
mi alma.
Soy todo tuyo, oh Virgen benditísima, y todo lo mío es tuyo. More en mí tu
alma para engrandecer al Señor. More en mí tu espíritu
para regocijarme en Dios.
Oh Virgen fidelísima: ponte como un sello sobre mi corazón, para que en ti y
por ti permanezca fiel al Señor.
Concédeme, por tu bondad, la gracia de contarme en el número de los que
amas, enseñas, diriges, nutres y proteges como a hijos.
Haz que, despreciando por tu amor todos los consuelos terrenos, aspire
continuamente a los bienes celestiales, hasta que por medio del Espíritu
Santo, tu Esposo fidelísimo, y de ti, Esposa suya fidelísima, sea formado en mí
Jesucristo, tu Hijo, para gloria del Padre Celestial.
R/. Amén.