Montuno S
Montuno S
Montuno S
Sobre la Autora………........................................................................................................ I
Agradecimientos……………….......................................................................................... II
Introducción...................................................................................................................... VI
Patrones de clave comunes (La clave en 6/8, la clave campesina, la clave de son, la
patrones)................................................................................................ 2
armónica).......................................................................................................................... 8
Brincar la clave................................................................................................................ 15
La trova............................................................................................................................ 20
El son cubano.................................................................................................................. 30
Más variantes.................................................................................................................. 48
El afro.............................................................................................................................. 51
La guajira......................................................................................................................... 51
La guaracha..................................................................................................................... 53
El mambo........................................................................................................................ 54
El cha-cha-cha................................................................................................................. 61
La pachanga.................................................................................................................... 63
El bolero.......................................................................................................................... 65
El feeling.......................................................................................................................... 66
(1960-1980)
¿Salsa o son?.................................................................................................................. 73
La charanga y la pachanga…………………………………………………......................... 75
……………………………………………...................76
El Mozambique neoyorquino…………………………………………….............................. 77
Nace la salsa……………………………………………...................................................... 79
La salsa romántica……………………………………….....................................................
87
El Jazz latino………………………………….................................................................... 89
El sonido occidental......................................................................................................... 96
Cuba................................................................................................................................ 96
97
El Mozambique……………………………………….......................................................... 98
El songo......................................................................................................................... 100
La bachata..................................................................................................................... 119
Puerto Rico
Acompañamiento........................................................................................................... 134
Desalojamientorítmico…………………………………………..........................................136
Bibliografía................................................................................................................... 149
Agradecimientos
Mis gracias más profundas, como siempre, a toda mi querida familia por su cariño
y su apoyo: a mi padre, Isidoro A. Mauleón, por su ayuda en la traducción; a mi querido
esposo Manuel Santana y a nuestro hijo Alejandro, por hacerme la vida completa.
Gracias a Kevin Moore y Chuck Gee por su apoyo técnico. Un agradecimiento muy
especial para un hermano de espíritu, historiador y guardia de la llama musical, Mickey
Hart, por su generosidad, su apoyo, su amistad y su consejo.
Introducción
En el Caribe tanto como en los Estados Unidos y otros países, músicos de todo
rango han contribuido a la música hoy denominada “Salsa”, “Latín Jazz”, o “Música Afro-
Caribeña”. Las fuerzas más contribuyentes incluyen la música de Cuba, Puerto Rico, La
Republica Dominicana, Colombia, Venezuela y, por supuesto la Ciudad de Nueva York.
En sentido general se puede clasificar el tipo o estilo de música como bailable o no
bailable, y dividirse en dos áreas: la “salsa,” que se refiere a la música dirigida al público
bailador y el “Latín Jazz”, que se representa por su audiencia oyente. Realmente, la
palabra “salsa” es una metáfora que se le podría atribuir a una música que se asemeja a
una salsa con varios ingredientes. No obstante, las raíces de esta música se ligan
inexorablemente al legado musical cubano.
Tal vez el asunto más “serio” para el aficionado a esta música es la del ritmo, o
mejor dicho, el concepto de la clave. Uno no puede asumir una formación en la música
afro caribeña sin tener un conocimiento básico de este fenómeno fugaz. Si tiene alguna
duda, siga preguntando e investigando. Lo más importante es que no se creé una
“obsesión” con la clave. Como cualquier otro aspecto o ingrediente esencial en la
música, la clave debe estudiarse y aplicarse de manera subjetiva. Por razones de
clarificación, la primera parte de este libro comienza con un resumen de la clave y su
relación a los patrones rítmicos del piano. También, todos los ejercicios del libro indican
el sentido de la clave. Siempre se recomienda que estos ejercicios se toquen
acompañados por una clave (y sección rítmica) cuando sea posible.
¿SALSA O SON?
La confusión sobre la categorización de música afro caribeña tiene que ver tal vez
más con estrategias de mercado (y asuntos políticos) que diferencias actuales de la
música. Después de la Revolución cubana y el éxodo de muchos músicos cubanos a los
Estados Unidos, ocurrió una obvia separación entre el desarrollo musical de ambos país.
Esta separación causó un extraño debate sobre la terminología que se utilizaba para
describir la música de origen cubano en los Estados Unidos. La palabra “salsa” creó
tanta controversia desde su “invento” en los principios de los 70, que todavía crea
discusiones entre las personas. Muchos cubanos insistían que la salsa no existía, sino
que era sencillamente el son cubano disfrazado para propósitos comerciales. Hasta
canciones se escribieron sobre el fenómeno, y otros pensaron que a lo mejor la salsa se
pasaría de moda. Sin embargo la salsa crearía un impacto que le daría su estatus de
género musical legítimo. Recuerde que la salsa no es un ritmo ni un estilo, pero más
bien un término que sirve para representar la música de origen afrocubano en los
Estados Unidos y Puerco Rico. Uno también debe tener en cuenta que los músicos
puertorriqueños (y otros) tuvieron mucho que ver con la preservación y el desarrollo de
ésta música en los Estados Unidos, y que su interpretación realmente creó algo nuevo y
distinto de lo que se tocaba en Cuba.
Mientras el ambiente musical latino en Nueva York (y otros sitios) durante los
años 60 siguió más o menos la tradición de la época pre-revolucionaria en Cuba (con
ritmos como el mambo, la guaracha y el cha-cha-chá), los músicos cubanos en la isla
experimentaban con los nuevos sonidos y estilos que provenían de los Estados Unidos,
y mezclaron los elementos del jazz, la fusión y el rock con la música popular bailable,
además de alejarse de las limitaciones de siempre para servir a un público bailador. Ya
para los años 70, el invento de la palabra “salsa” en la costa del este de los EEUU llegó
en el momento cuando ésta música vivía un período de enorme popularidad tanto como
un crecimiento dentro de la industria de grabación. Cambios actuales en los estilos
musicales fueron mucho más variados en Cuba; desafortunadamente, los
norteamericanos no tendrían mucho acceso a la música que salía de Cuba.
LA CHARANGA Y LA PACHANGA
EL LÁTIN BOOGALOO
(O LÁTIN SOUL)
EL MOZAMBIQUE NEOYORQUINO
Una vez más, no ocurrieron cambios estructurales para el piano, sino fue la
sección de percusión que destacaba el nuevo estilo, y es éste estilo que aún se
mantiene a pesar de la versión cubana original. La persona a quien se le atribuye mucho
del desarrollo del Mozambique durante esta época es el percusionista Manny Oquendo,
quien era miembro del grupo de Palmieri. Esta versión realmente extrajo patrones de las
campanas que se tocaban en la conga cubana, y simplificó las figuras rítmicas de los
tambores (normalmente tocadas por varios percusionistas) para que se podrían tocar
por dos o tres personas.
NACE LA SALSA
Tal vez la polémica más grande tiene que ver con el asunto de la palabra “salsa.”
Creada a fines de los 60 o comienzos de los 70, esta palabra era una manera muy
atractiva de describir una música extraordinariamente popular. Se atribuye esta
popularidad a la disquera de Fania Records, fundada en 1964 for Johnny Pacheco. Es
innegable la legitimidad del sonido neoyorquino tanto como la de la salsa puertorriqueña,
y las contribuciones de los músicos que lo crearon, entre ellos los Fania All Stars, Willie
Colón, Hector Lavoe, Ismael Miranda, Rubén Blades, Johnny Pacheco, la Típica 73, Ray
Barretto, Eddie Palmieri y muchísimos más. A pesar de la insistencia de muchos
músicos cubanos que la salsa era simplemente el son cubano con diferente nombre,
muchos sí se pusieron de acuerdo en que era un nuevo género musical legítimo.
Irónicamente, muchos grupos cubanos en los años 90 han adoptado el término para
describir su música bailable denominada “salsa cubana.”
MONTUNOS DEL ESTILO DE LA SALSA
Otros ejemplos de extensiones armónicas son los acordes 6/9 (en mayor y
menor). En la siguiente transcripción del arreglo de la canción “Te vas de mí” por Papo
Lucca, nótese el uso de los acordes 6/9 menores y séptima dominantes alteradas (con la
quinta sostenida y la novena bemol). También fíjese en el interesante diseño rítmico de
este montuno, el cual enfatiza el contratiempo (Ex. 46):
Ahora miremos de nuevo a los montunos de acordes dominantes (o modo
mixolidio) como se habló en la Segunda Parte. Teniendo en cuenta el concepto de tocar
la progresión II-V sobre un pedal V en el bajo, miremos varias maneras de tocar sobre el
acorde séptima dominante, añadiendo algunas extensiones armónicas a las voces
normales tanto como variaciones rítmicas, tonos secundarios y arpegios. Nótese que el
secreto de tocar los montunos de manera sólida es de buscar un sentido de balance y
fraseo; en otras palabras, repite una idea antes de proceder con otra variación, y haga
sus cambios de frase en frase de manera sutil para no “distraer” del elemento principal
de la canción. Aunque aquí se presentan varias ideas, no intente hacerlas todas a la
hora de tocar! El siguiente ejemplo se presenta con el acompañamiento de una sección
rítmica en el CD. (Ex. 47):
Todos los ejemplos (desde el 42 al 47) han sido de tiempo o aire mediano a
rápido, al estilo de la guaracha. El próximo ejemplo será de un aire más lento al estilo
del cha-cha-chá. Pero antes de proceder, veamos la estructura estándar de un acorde
dominante 13na en voces de cuartas. Las seis notas, de la grave a la aguda, son: 7ma,
3ra, l3na, 9na, 5ta y raíz:
LA SALSA ROMÁNTICA
Para fines de los años 80, el mundo de la salsa experimentó mucha competición
del merengue dominicano (del cual hablaremos en la Cuarta Parte), particularmente por
la complejidad de la síncopa y del baile en la música afrocubana.
El desafío tiene que ver con el tocar los montunos y tumbaos sobre estos
acordes, el cual resulta muchas veces en tocar arpegios tanto como usar teclados y
sintetizadores adicionales para añadir acordes (“colchones”) o líneas melódicas
contrapúntales (como suele ocurrir en la música pop).
No necesariamente relacionado al género romántico, existe un desarrollo rítmico
que ocurrió alrededor de los 80 que es un patrón exclusivamente en orientación de tres-
dos de la clave. Como el ejemplo no. 45, este patrón mantiene el fraseo sincopado en el
compás de tres de la clave, pero cambia el ritmo del compás de dos con la presencia de
tres golpes fuertes consecutivos (Ex. 51):
Aunque aparezca más conservador, se crea una síncopa más interesante entre el
piano y el bajo.
EL JAZZ LATINO
Desde la época del Ragtime ha habido una relación apasionada entre la el jazz
norteamericano y la música caribeña, y siguiendo la tradición del Cu Bop, ha habido
muchos artistas que han cruzado las fronteras de la categorización musical a territorios
más creativos. Desde los pioneros del jazz afrocubano antes mencionados (como
Machito, Bauzá, O’Farrill, etc), a otros artistas reconocidos como George Shearing, Cal
Tjader, Mongo Santamaría, Willie Bobo, Clare Fischer, Francisco Aguabella y muchos
más, el género denominado Latin Jazz representa la mezcla maravillosa de la música
caribeña y norteamericana Aunque algo eclipsado por la salsa durante los 70, el jazz
latino siempre se ha mantenido presente, y ha resurgido a niveles de alta popularidad en
los últimos años. Las barreras que antes dividían la salsa y el jazz latino entre “música
bailable” versus “música para escuchar” se han rápidamente desgastado, y audiencias a
través del mundo han reconocido y apreciado ambos géneros aún mucho más.
Acercamientos armónicos
Ahora añadiros algunas extensiones a una progresión menor de II-V, para crear
un acorde de Arn9b5 seguida por D7b9+5:
Ahora apliquemos estas extensiones a un montuno en una progresión menor de
1I-V-I- IV sobre un estilo de jazz latino en cha-chachá. Después del ejemplo inicial, la
grabación continúa con una serie de variantes que incluyen arpegios, tonos secundarios
y voces expandidas (Ex. 52):
Acercamientos rítmicos
Tal vez una de las ocurrencias más comunes dentro del género del jazz latino es
la “latinización” de canciones reconocidas de jazz, lo cual quiere decir que se le adapta
algún ritmo afro caribeño a la canción de jazz. Los elementos rítmicos se transforman
frecuentemente al.’enderezar” la línea melódica para que no haya sentido de swing (por
ejemplo en las corcheas), y, en el sentido más importante, se ajusta la melodía para que
caiga bien con la clave. A veces la melodía original se puede mantener tal como está,
sin cambiar su diseño rítmico, sobre todo si contiene una gran mayoría de corcheas.
Mientras tanto, el desafío para el pianista es tocar los montunos sobre una gama
mucho más amplía de cipos de acordes, y aún más importante, cómo hacer transiciones
fluidas entre progresiones rápidas de acordes. Como regla general, el acercamiento del
jazz latino tiende a liberar al pianista de un papel más estricto y rítmico de tocar patrones
de montunos constantes.
Entonces, uno se puede sentir algo más libre al tocar usando un concepto que
combina los patrones rítmicos con un tipo de acompañamiento más ligero. Es también
muy importante el poder crear cambios de voces fluidos para que los cambios de
acordes no suenen tan bruscos. Antes de pensar en tocar cualquier patrón o tocar
acordes en bloques, antes que nada analice el movimiento armónico a través de los
cambios de acordes para que haya poco movimiento y pocos saltos entre los acordes.
(Por supuesto, esta tarea se debe guardar para el ensayo, ¡y no para un concierto en
vivo!) También recuerde que, aun si sólo está tocando acordes en forma de bloques,
debe anticipar o acentuar los acordes en términos de la clave. En otras palabras, se
trata de tocar los acordes en el golpe anticipado del cuarto golpe del compás (4+), o de
delinear la clave de alguna manera. En el siguiente ejemplo, combinemos estos
acercamientos a través de una serie rápida de cambios de acordes, teniendo en cuenta
todos nuestros métodos: la alternación entre patrones y acordes de bloque, la
anticipación de los acordes y la delineación de la clave (Ex. 53):
Tocar en 6/8
Como antes mencionarnos, el género del jazz latino suele abarcar los estilos en
una variedad de tiempos, con un énfasis en el 6 por 8 (debido a la influencia del folclor
de origen africano). Distinto a las canciones de jazz en 4/4, que a veces no se adaptan
tan fácilmente a la clave con la melodía, las canciones de jazz suelen adaptarse mucho
más fácilmente al 6/8, debido a que el sentido del swing se combina perfectamente con
los tresillos de corcheas:
El guaguancó
El sonido occidental
Como la época del “cool” en el jazz, la costa occidental de los Estados Unidos, y
primordialmente California, se asocia con el sonido más “tranquilo” de la música afro
caribeña. Mientras el género de la salsa se representa más por la industria desarrollada
en Nueva York, el sonido del jazz latino ha sido nutrida por músicos y sellos
discográficos independientes en el oeste. La costa del oeste siempre ha sido una meta
para los artistas e innovadores más corrientes, y se conoce por sus comunidades
íntimas de jazz latino y música afro caribeña.
También, los artistas tanto como los auditorios californianos tal vez han sido más
abiertos y receptivos de los nuevos sonidos de Cuba. A pesar de todas estas
generalizaciones, se sobreentiende que siempre se asociarán géneros específicos con
artistas específicos en zonas geográficas particulares.
El género del rock latino es un híbrido que también se cultivó en la parte
occidental del país, más notablemente por Carlos Santana, quien colaboró con varios
percusionistas cubanos y otros latinos desde los años 60 para crear un nuevo sonido
poderoso en el ambiente comercial del rock norteamericano.
Otros grupos que seguirían el camino incluyen Azteca y Malo, pero sería el
“sonido de Santana que se convertiría en la fuerza dominante del rock latino.
CUBA
Aunque ya era una fuerza dominante de la música popular cubana desde los años
40, el género del feeling experimentó un tipo de renacimiento a comienzos de los 60. El
sonido que combinó la tradición trovadoresca con las influencias modernas de la música
norteamericana siempre mantuvo su popularidad, aunque los temas anteriores no eran
tan significativas como las del movimiento de la nueva trova. Muchos artistas cubanos
habían sentido las influencias de los músicos de rock y folclóricos norteamericanos tanto
como ingleses como Bob Dylan, Elvis Presley y los Beatles.
EL PILON
Como muchos estilos rítmicos, el pilón destaca un patrón específico para los
percusionistas del conjunto musical, el cual lo distingue de los ritmos más comunes de la
guaracha, el mambo, el son-montuno y el chacha-chá. Creado en los años 60 por el
cantante y director de orquesta Pacho Alonso, el pilón también tuvo su propia manera de
bailar, pero no tuvo ningún patrón específico para el piano. Como muchos de los ritmos
“creados” durante esta época, como el pacá, el coyunte y otros, A veces se percibieron
más bien como elaboraciones en vez de innovaciones actuales dentro de la música
popular cubana.
EL MOZAMBIQUE
Para fines de los 60, la música cubana sintió los efectos de la “invasión” del rock
(lícito o no). Desde los Beatles y Elvis Presley a los bailes populares a nivel mundial
(como el twist y el monkey), el impacto de este sonido nuevo se uniría a una multitud de
estilos cubanos para continuar la evolución de la música postrevolucionaria. Si se enfoca
los varios puntos claves de la historia de la música popular cubana que señalaron una
nueva era, no sólo en estilo sino también en formatos de instrumentación, no se puede
hablar sobre los años 70 sin hablar de Juan Formell. Compositor, bajista y director de
orquesta, Formell fundó uno de los grupos de música bailable cubana mis importantes
de la historia, Los Van Van, y es pionero de varios cambios estructurales canto
instrumentales dentro del formato de la charanga. Mientras fue miembro de la Orquesta
Revé, Formell introdujo elementos de la música pop y rock norteamericana durante fines
de los 60, tanto como guitarras y teclados eléctricos al formato normalmente acústico. Al
fundar Los Van Van en el 1970, continuó estas innovaciones al unirse con el
percusionista Blas Egües, y luego, José Luís Quintana, mejor conocido como Changuito,
para desarrollar su idea de un estilo rítmico nuevo que aportaría codas las influencias
del rock moderno.
Llamó a este estilo nuevo el songo, género que evolucionaría para ser más que
una elaboración de estilos previos cubanos. El mismo songo se convirtió en una serie de
patrones desarrollados a través de mis de tres décadas, y redefinió los estándares de la
interpretación de la música popular cubana.
Desde la época temprana del songo, es evidente que los sonidos del rock inglés y
norteamericano fueron influencias primordiales, junto con el son, la trova, el feeling y
otros géneros cubanos. Entre las primeras grabaciones de Los Van Van están varios
temas que destacan los teclados y las guitarras eléctricas en un estilo recordativo del
grupo de los Monkees, y que consistían en patrones muy pegados al pop (Ex. 57):
Pupi menciona que muchas veces tuvo que adaptar sus patrones no sólo para
ajustarlos a la canción, sino también por el hecho de la calidad inferior de los
instrumentos, los cuales no sonaban tan atrayentes cuando sobre-tocados. Otra
encarnación del género del songo para el teclado fue el uso de corcheas o negras
repetidas sobre una figura de bajo sincopada, sobre todo para canciones de aire
mediano. Este patrón evitaba acordes largos y sostenidos en los teclados, y añadía un
tipo de contraste al ambiente sincopado (Ex. 58):
Otro desarrollo en la trayectoria del songo fue la adaptación de patrones rítmicos
de los toques sagrados del batá para el piano o teclado, una vez más hecha para
canciones específicas y no para la cuestión de la innovación rítmica (Ex. 59):
Uno de los papeles más comunes para el piano en muchos estilos del songo, y
aun popular hoy en día, consiste mayormente en patrones sincopados de un solo
compás con arpegios, como los antes demostrados (en los ejemplos de son-montuno).
Lo que los hace sonar más complejos es la mayor cantidad de síncopa entre el bajo y la
percusión (Ex. 60):
Otro estilo del songo extrae muchos de los acentos del patrón de montuno original
de dos compases y enfatiza la síncopa tanto como la armonización (Ex. 61):
Otro grupo popular, la Orquesta Ritmo Oriental, también influyó en la música
bailable contemporánea cubana con su estilo conocido como el areito. Semejante al
género del songo, combina elementos de varios estilos cubanos, y se ha mantenido más
bien dentro del formato de la charanga. La Ritmo Oriental se conoce por sus atrevidos
cambios de tiempo o aire en sus canciones (o cierres por el conjunto entero), y también
por sus montunos altamente sincopados, como en el siguiente fragmento de la canción
“Que rico bailo yo” (Fig. F):
Durante los 80, muy pocos músicos norteamericanos conocían estos estilos
nuevos cubanos o a los grupos que los crearon. Pero hubo un grupo importante que
ayudaría a introducir el nuevo sonido cubano al publicó internacional: el grupo
Batacumbele de Puerto Rico. Su grabación de los 80, Con un poco de songo, ayudó en
difundir los ritmos sofisticados caribeños. Su versión del songo, aunque distinta al de
Los Van Van, atrajo un público más variado a este sonido moderno tropical que fundía
los elementos del rock, el jazz, el funk y la música afrocubana y puertorriqueña.
El acercamiento de Batacumbele al songo fue también inspirado por otro de los
grupos cubanos más importantes e innovadores, el Grupo Irakere, del cual hablaremos
en breve. Mientras tanto, miremos otro ejemplo de patrón de songo para el piano que es
recordativo de los 80 (Ex. 62):
Aun con todos los patrones de songo ya mencionados, es importante decir que no
existe un patrón específico o preciso que define el estilo. Si no, el songo debe
considerarse como una serie de estilos desarrollados según las eras específicas, donde
las canciones individuales influyeron en la manera de tocar las partes instrumentales.
Sucede lo mismo también para rodos los otros instrumentos de la sección rítmica.
EL JAZZ CUBANO
Otro pionero del jazz cubano moderno fue el difunto pianista y compositor
Emiliano Salvador, cuyas obras conservaron una identidad y calidad única a pesar de la
época representada por tanta imitación. El mismo se consideraba una combinación de
Thelonious Monk y Pérez Prado, pero para muchos su música siempre reinará por su
exploración armónica y su versatilidad rítmica.
Como los artistas del jazz cubano no tuvieron que limitarse a las necesidades del
público bailador, hubo una enorme cantidad de libertad en términos de los estilos
rítmicos que se utilizaban. Valdés, tanto como Emiliano y otros, exploraron las
posibilidades de tiempos nones, puesto que la idea de crear patrones de montunos en
tiempos nones es bastante demandante. Los siguientes ejemplos se asemejan a los
patrones de estos pianistas en tiempo de 5/4 y 7/8 (Ex. 63 y 64):
He aquí un fragmento de un solo de piano por Emiliano de su composición
intitulada “Nueva visión” (de la grabación del mismo título del 1979, ahora disponible en
el sello QBADISC). Nótese el efecto del desalojamiento rítmico de la figura de la mano
derecha en los compases 5 a 7. Más sobre este concepto, tanto corno otros estilos
contemporáneos de montunos, se explorarán en la Quinta Parte.
Bibliografía:
14
Salazar, Max. “Salsa Hitmen”, profile on Hector Rivera, Latin Beat Magazine, Vol. 1 no.
10, 1991. Many thanks to Max for his photos and his very personal knowledge of the
East Coast Latin music scene. Also, un-published interview with Orestes Vilató, premiere
percussionist with most of New Yorks’ top Latin bands, and band leader himself. Orestes
is a true master of the timbales who helped define the instrument’s technique, and is a
specialist in the art of charanga style playing.
15
More on the history and legacy of the Salsa era can be found o Peter Manuel’s
Caribbean Currents (Temple University Press, 1995), as well as other sources listed in
the bibliography.
16
Please refer to the bibliography for recommended works by Dr. Fernando Ortiz. While
out of print, some of his works are available al a number of university libraries or on
microfilm.
17
Mauleón, Rebeca. Unpublished interview with musicologist María Elena Vinueza,
1993.
18
Refer to Part ll.
19
Linares, María Teresa. La música y el pueblo, p. 169.
20
It was through the efforts of Valdés and other members of the Modern Music Orchestra
that the Cuban government’s “prohibition” o American Jazz would be loosened. Many
Cuban artists expressed frustration at the lack of access to Jazz—once considered to be
the “music of the imperialists”—as an important and influential art form. However, many
musicians continued to struggle in their search or Jazz recordings and sheet music, and
most could only listen to Jazz via short wave radio or impossible to find recordings.
CUARTA PARTE
La música afro caribeña podría compararse a un potaje; por más que se le añada,
¡mejor sabe! Mientras Cuba tienda ser el punto de enfoque en términos del vocabulario
de estilos que sirven como fundamento de la música, otros países caribeños han
contribuido enormemente a las familias de la salsa, el jazz latino, etc...
SANTO DOMINGO
Para los años 30, el merengue fue reconocido como símbolo y estilo musical
nacional, y a través de su modernización, eventualmente influyó en el ambiente musical
latino con su enorme popularidad. Del merengue de salón (tocado por bandas grandes)
al estilo más folclórico del perico ripiao, es evidente que ocurrió una síntesis de estos
estilos diversos, la cual creó una forma estándar que se unió a las influencias
apropiadas de su competidor principal: la salsa. Las figuras importantes en la evolución
del merengue incluyen a Johnny Ventura, cuyo grupo destacaba un alto nivel de
presentación, vestuario y coreografía, tanto como un bombo tocando los golpes fuertes
seguidos (al estilo de “disco”), y una campaña masiva de promoción que, según Manuel,
reinventó el merengue como una música que combinaba lo mejor de lo local e
internacional, lo tradicional y lo moderno.
Entonces, podría decirse que la salsa es más bien un término general donde
también se puede incluir el merengue. De todas maneras, el merengue se ha convertido
en una fuerza poderosa dentro de las industrias latinas de entretenimiento y grabación, y
experimentó un enorme “boom” durante los 80 y los 90 que lo llevó al estatus ultra
popular y comercial.
PATRONES DE MERENGUE PARA EL PIANO
Ahora miremos algunas otras variantes armónicas y rítmicas para este patrón
sencillo para el piano, incluyendo algunos tonos secundarios y arpegios. Nótese que el
bajo puede alternar entre un patrón de blancas (como está demostrado) y el tumbao
sincopado (Ex. 68):
El próximo ejemplo destaca el uso te más arpegios. En este punto es importante
explicar que la manera de tocar el piano tiende a enfatizar los arpegios de corcheas, y
que es importante desarrollar esta técnica lo más lento y parejo posible, antes de
intentar hacerlo rápidamente. Recuerde que la mano derecha debe usar una octava
exterior de voz, y esto puede causar bastante fatiga si no está lo suficientemente
calentado. He aquí una versión con arpegios de la progresión V-V--I en ambos sentidos
de la clave. Nótese la anticipación de los golpes en el compás de tres de la clave; esto
representa la misma relación como en el caso del son cubano, en que el compás de tres
destaca los golpes anticipados, mientras el compás de dos destaca el tiempo fuerte (Ex.
69 y 70):
Otro estilo rítmico de tocar los merengues combina el énfasis del compás de tres
de la clave con un arpegio en el compás de dos, y es el ejemplo más sincopado. Se toca
comúnmente en sentido tres-dos (Ex. 73):
PUERTO RICO
Pequeña pero poderosa, la isla de Puerto Rico tiene una larga y rica historia
musical que es paralela en muchas formas a la de sus hermanas cubanas y
dominicanas. Una combinación de raíces principalmente españolas y africanas con
rasgos de elementos indígenas, la música puertorriqueña ha hecho nacer una variedad
de estilos que han impactado el mundo afro caribeño.
LA MUSICA JIBARA
LA PLENA Y LA BOMBA
Un estilo informal que emergió durante los comienzos de los 1900 es la plena, un
estilo representativo del pueblo trabajador que se toca generalmente como música de
protesta, tanto como para fiestas y procesiones. Los temas de la letra suelen enfocar el
chisme tanto como las noticias del día, y su instrumentación destaca los instrumentos
percusivos llamados panderetas, que son tambores de mano parecidas a los panderos
europeos, pero sin los pequeños címbalos. Otros instrumentos incluyen el acordeón, la
guitarra, el güiro, etc.
Una vez más, las características definitivas tienen que ver más con los
instrumentos. Es más, muchas versiones modernas de estos estilos asumieron los
elementos de géneros de origen cubano, e incorporan aspectos de la clave cubana en
términos de su estructura y arreglo musical. A la vez que una bomba o una plena se le
arregla “en clave”, se le atribuye las mismas características que afectan el fraseo binario
como en la música cubana, como las de la anticipación rítmica en el compás de tres y el
tiempo fuerte en el compás de dos. Entonces, todos los siguientes patrones se anotaran
siempre en una orientación específica de la clave.
COLOMBIA Y VENEZUELA
Además de la enorme popularidad de la salsa en su país, Colombia también ha
contribuido a la familia de estilos y géneros de la música afrocaribeña con sus estilos del
vallenato y la cumbia. Un país de una rica y variada tradición regional y Folclórica,
Colombia tiene una gran cantidad de influencias africanas, primordialmente en sus
costas atlánticas. EL género conocido como el paso o el son vallenato emergió como
una mezcla de culturas negras y blancas (con poca influencia indígena) en la región de
Valle de Upar, mejor conocido como Valledupar. Su característica principal es el uso del
acordeón y la trompeta tanto como un acompañamiento bastante sincopado del bajo. La
cumbia tradicional tiene poco que ver con las versiones contemporáneas y comerciales
sudamericanas, y proviene del género de bailes cantados, que son estilos de
agrupaciones de canto y percusión. Al difundirse por Latinoamérica, la cumbia se diluía y
se simplificaba para propósitos comerciales. Pero su adaptación al género de la salsa a
veces se manifestaba como una sección añadida aún arreglo musical, o como una
versión estilística ejecutada por una agrupación que incorporaba elementos del estilo del
Vallenato, utilizando la trompeta y el acordeón con una orquesta de charanga.
Esto fue el fracaso de la canción popular “El caballo viejo”, grabada por Roberto
Torres en los 80. Los músicos colombianos siempre habían incorporado los estilos
cubanos como el son a sus repertorios, y es evidente que la influencia de la música
cubana haría nacer varios géneros e híbridos que también formarían parte de la familia
de la salsa. Entre los exponentes colombianos del género de la salsa moderna está el
grupo Niche y Joe Arroyo.
ESTRUCTURAS SUPERIORES
ARMONIA DE CUARTAS
Uno de los desafíos más grandes de tocar montunos modernos tiene que ver
con los acordes suspendidos y politonales. Muchas veces suena extraño tratar de tocar
un patrón regular en esta situación. Entonces, un método lógico es el tocar ligeramente
a través de los cambios de acordes, como si estuviera acompañando, y regresar a los
patrones en los acordes más “estables.” Miremos un ejemplo de una progresión que gira
entre dos acordes politonales, en este caso, C/D y Eb/F sobre el estilo de la bomba.
Debe tenerse en cuenta que el énfasis en el cuarto golpe del compás es una opción, y
que se puede tocar una tríada basada en la nota del bajo para “aliviar” un poco la
tensión armónica. Para que suene moderno, utilizaremos los acordes de la famosa
canción de jazz por Miles Davis intitulada “So What” y ligar estos acordes politonales en
un movimiento paralelo (Ex. 88):
EXPLORACIÓN RÍTMICA
USO DE ARPEGIOS
Uno de los acercamientos más comunes es el uso de los arpegios, y uno de los
pianistas más reconocidos por esta técnica es César “Pupí” Pedroso de Los Van Van.
Miremos uno de sus patrones raros de la canción “¿Que tiene Van Van?” Nòtese que el
patrón empieza con una anacruza, y destaca el intervalo de una quinta entre ambas
manos (por supuesto con la distancia de dos octavas), tanto como un progresión atípica
que destaca un acorde diminuído (Fig. H):
Ahora apliquemos esta idea a otra progresión, y enfaticemos el compás de tres
de la clave. Nótese que el patrón comienza en la anticipación antes del tiempo fuerte, y
que está en sentido tres-dos (Ex. 89):
He aquí otro ejemplo con la misma progresión en sentido dos-tres (Ex. 90):
ACOMPAÑAMI ENTO
Como en el jazz, el acompañamiento sólido dentro de la música afrocaribeña
tiene que ver con el balance de la estabilidad y la fluidez; esto le libera de la necesidad
de tocar patrones regulares o repetitivos, pero a la misma vez requiere un concepto de
fraseo.
DESLOJAMIENTO RITMICO
¡La autora recomienda que el lector tenga un buen conocimiento de los otros
patrones de este libro antes de intentar tocar éstos!
MONTUNOS CONTEMPORÁNEOS
Los cinco restantes de los 101 montunos le darán una pequeña idea de los
tratamientos contemporáneos en la ejecución moderna de montunos, con las técnicas
básicamente desarrolladas durante la década de los 90 en Cuba. El grupo más
representativo de esta nueva dirección de aplicar los elementos del jazz, el funk y hasta
el hip hop y el rap a la música popular bailable es NG La Banda, fundada por José Luis
Cortés (también conocido como El Tosco). Anteriormente el flautista de los dos
legendarios grupos de Los Van Van y Grupo Irakere, Cortés inició lo que se convertiría
en la nueva encarnación de la música popular bailable cubana, ahora denominada
“salsa cubana” que representa la mezcla de las armonías del Be-Bop con el toque de
batería a lo “funky” y un estilo vocal agresivo.
Miremos algunos patrones para dos teclados del comienzo de esta época.
Tenga en cuenta que el teclado segundo frecuentemente alterna entre un sonido más
parecido al tres u otro sonido de cuerdas, y un sonido más sintetizado (como relleno o
“colchón”). El primer ejemplo es un fragmento de la canción “Se la aplicaron todas” por
J.L. Cortés, y destaca un montuno de piano sincopado con frases semejantes a los del
tres en el teclado segundo. Nótese que el patrón empieza con una anacruza (Fig. 1):
Ahora miremos un fragmento de Los Van Van. Aunque no es un ejemplo de un
patrón de dos teclados, éste ocurre durante una sección del arreglo más libre (llamado
“breakdown” en el vocabulario de la música popular afroamericana), y demuestra un
acercamiento armónico y rítmico bastante moderno por Luna (Fig. J):
También note que Los Van Van añaden un tercer teclado que muchas veces
dobla la línea del bajo, tocado por el trombonista Hugo Morejón. He aquí otro ejemplo de
un patrón para dos teclados, otra vez de NG La Banda, en el que el teclado segundo
dobla la línea del bajo (tocada con ambas manos) mientras el piano toca un patrón
intrincado con algunas voces raras (Fig. K):
Ahora concluyamos esta sección con cinco ejemplos de un acercamiento
moderno para dos teclados. Nótese el pequeño desalojamiento rítmico de los primeros
dos compases de la parte del piano en el ejemplo no. 101 (Ex. 97 al 101):
101 montunos, y sólo hemos visto un poco de las muchas posibilidades.
Recuerde que el arte de tocar los montunos de manera sólida tiene que ver con el
balance de la estabilidad y la variación. Hágalo de manera interesante sin distraer del
elemento principal (como la melodía o la voz), y piense en hacer frases. No intente tocar
todas sus variaciones en una sola canción; repita una idea antes de seguir con otra, y
sobre todo, ¡disfrute de lo que hace! Recuerde que esta música es primordialmente para
bailar, y aun si está sentado, no resista el impulso de mover el cuerpo. También se
recomienda que el aficionado de la música afrocaribeña tome algunas clases básicas de
percusión; el tocar un tambor o un par de claves le ayudará a desarrollar algunos
conceptos rítmicos básicos, los cuales son cruciales para comprender esta música de
manera profunda.
Discografía Citada:
Apéndice A
Ejercicios para la independencia
Antología, Gloria. Cuba: Dos Siglos de Música. Havana, Cuba: Editorial Letras
Cubanas, 1984.
______ La Troya Tradicional Cubana, Havana, Cuba: Editorial Letras Cubanas, 1992.
Chase, Gilbert. The Music of Spain. Second Revised Edition. New York: Dover
Pub. Inc., 1959.
Diaz Ayala, Cristóbal. Música Cubana: Del Areyto a la Nueva Troya. 2nd Ed.
San Juan, Puerto Rico: Editorial Cubanacán, 1981.
______ Popular Musics of the Non-Western World. New York: Oxford University Press,
1988.
______ Salsa Guidebook for Piano and Ensemble, Petaluma, California: Sher Music Co.,
1993.
Nketia, J. H. Kwabena. The Music of Africa. New York: W.W. Norton & Co.,
1974.
Orovio, Helio. Diccionario de la Música Cubana, 2nd Ed.. Havana, Cuba:
Editorial Letras Cubanas, 1992.
______ Los Instrumentos de la Música Afrocubana. Vols. 1-5. Havana, Cuba: Ministerio
de Educación, 1952-55.
Roberts, John Storm. Black Music of Two Worlds. New York: Original Music,
1972.
______ The Latin Tinge (2nd Ed.), New York: Original Music, 1985.
Salazar, Rafael. “La Salsa: Voz Del Tiempo,” Música y Folklore Venezuela, Vol.
5, BS 49, ca. 1988.
Westrup,J A. and F Ll. Harrison. The New Encyclopedia of Music. New York:
W.W. Norton & Co., 1960.
CD #1
Track - ExampIe
1. Ex. 1 - El Panameño (short song)
2. Ex. 2 - Almendra excerpt
3. Ex. 3 - Angoa excerpt
4. Ex. 4 - Angoa variations
5. Ex.5-Son
6. Ex. 6a and 6b - One-measure patterns
7. Ex. 7 - Son variations
8. Summary (Son)
9. Ex. 8- I-IV-V-IV
10. Ex.9-W/arpeggío
11. Ex. 10-Four-bar-phrase
12. Ex. 11 - l-II-V-1V
13. Ex.12-W/arpeggio
14. Summary (Major Son-Montuno)
15. Ex. 13 - Minor l-IV-V-IV w/ arpeggio
16. Ex. 14 - I-II-V-IV
17. Ex. 15- I-II-V-II
18. Ex.16-W/arpeggio
19. Summary (Minor Son-Montuno)
20. Ex.17 I-V-V-I
21. Ex. 18 - Minor I-V-V-I
22. Ex. 19 - I-V w/ passing tones
23. Ex. 20- I-V w/ bass variation
24. Ex. 21 - II-V
25. Ex. 22- II-V w/ 9th voice
26. Ex. 23 - II-Vs w/ one chord per measure
27. Ex. 24a - Chromatic II-Vs
28. Ex. 24b - Wholetone II-Vs
29. Ex. 24c - Wholetone II-Vs up halfstep
30. Ex. 25 - II-V Modulating progression
31. Ex. 26 - I-IV-V-IV w/ harmonization
32. Ex. 27 - V-IV-I-II in 3-2 Clave
33. Ex. 28 - I-IV-V-1V w/ harmonization & contrary motion
34. Ex. 29- Afro
35. Ex. 30 - Guajira #1
36. Ex. 31 - Guajira #2 w/ pick-up
37. Ex. 32 – “Four-and” pattem w/ pick-up
38. Ex. 33 – “Mambo” (bass and piano patterns)
39. Ex. 34- Early mambo pattem
40. Ex. 35 - Cha-cha-cha (basic)
41. Ex. 36 - Cha-cha-cha (with variation)
42. Ex. 37 - Cha-cha-cha (w/ syncopated variation)
Track — Example
CD #2
Track — Example
1. Ex. 65 - Merengue pattem I-V-V-I
2. Ex. 66 - Merengue pattem V-V-I-I
3. Ex. 67 - W/ harmonic variations
4. Ex. 68 - Simple pattem variations
5. Ex. 69 - Arpeggio pattem in 2-3 Clave
6. Ex. 70 - Arpeggio pattem in 3-2 Clave
7. Ex. 71 - II-V variation w/ arpeggios
8. Ex. 72 - Constant arpeggios
9. Ex. 73 - Syncopated pattem
10. Ex. 74 - Breakdown pattem
11. Ex. 75 - Merengation (short song)
12. Ex. 76- Plena in 2-3 Clave
13. Ex. 77 - Plena in 3-2 Clave
14. Ex. 78 - Bomba pattem
15. Ex. 79 - Guaracha in 2-3 Clave
16. Ex. 80 - Guaracha in 3-2 Clave
17. Ex.81 -W/ contrary motion
18. Ex. 82 - W/ harmonized upper structure
19. Ex. 83 - Cha-cha w/ harmonized upper structure
20. Ex. 84 - Modem 6/8 comping
21. Ex. 85 - Dorian fourths w/ comping pattem
22. Ex. 86- Batá rhythm pattem
23. Ex. 87 - Dominant 13th cha-cha w/ contrary motion
24. Ex. 88 – “So What” chords oven bomba feel
25. Ex. 89 - Arpeggiated pattem in 3-2 Clave
26. Ex. 90 - Same in 2-3 Clave
27. Ex. 91 - Comping w/ accents
28. Ex. 92 - Syncopated comping
29. Ex. 93 - Cha-cha comping pattem
30. Ex. 94 - Beat dispiacement pattem #1
31. Ex. 95- Beat displacement pattem #2
32. Ex. 96 - Comping w/ beat displacement
33. Ex. 97 - Two-Keyboard pattem #1
34. Ex. 98 - Two-Keyboard pattem #2
35. Ex. 99- Two-Keyboard pattem #3
36. Ex. 100 - Two-Keyboard pattem #4
37. Ex. 101 - Two-Keyboard pattem #5
38. Bonus Track - Short song based on example 1011