La Compania de Jesus y Las Artes. Nuevas
La Compania de Jesus y Las Artes. Nuevas
La Compania de Jesus y Las Artes. Nuevas
ISBN: 978-84-92522-89-7
Depósito legal: Z 1642-2014
Imprime:
Cometa, S.A., Ctra. Castellón, Km. 3,400 – 50013 Zaragoza (España)
ÍNDICE
3
Índice
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Los Jesuitas y las artes.
Nuevas investigaciones, nuevas visiones
1
El Simposio Internacional La Compañía de Jesús y las artes. Nuevas perspectivas de investigación
(días 19 y 20 de diciembre, Zaragoza, Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras) contó con el
apoyo económico del Proyecto I+D Corpus de Arquitectura Jesuítica II (HAR2011-26013), siendo coordi-
nado por los Prof. Dres. María Isabel Álvaro Zamora y Javier Ibáñez Fernández; el Comité Científico
estuvo constituido por los Prof. Dres. Alfonso Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, Alfredo J. Morales
Martínez, Marco Rosario Nobile y Luisa Elena Alcalá Donegani; y la Secretaría Técnica recayó en las
Lcds. Naike Mendoza Maeztu y Marta Gracia Loscos.
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El Proyecto I+D Corpus de Arquitectura Jesuítica II (HAR2011-26013) fue concedido por el
Ministerio de Economía y Competitividad para su desarrollo entre los años 2012 y 2014, teniendo
como Investigadora Principal a la Dra. María Isabel Álvaro Zamora, catedrática de Historia del Arte
de la Universidad de Zaragoza. El equipo de trabajo interuniversitario e internacional está consti-
tuido por los siguientes investigadores: Dr. Javier Ibáñez Fernández, Dra. María José Tarifa Castilla
y la Dra. Rebeca Carretero Calvo, de la Universidad de Zaragoza, así como la Lcda. Naike Mendoza
Maeztu, Becaria de FPI; Dr. Alfonso Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, de la Universidad Autónoma
y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid; Dra. Luisa Elena Alcalá Donegani,
de la Universidad Autónoma de Madrid; Dr. Pascal Julien, de la Universidad de Toulouse le Mirail;
Dr. Alexandre Gady, de la Universidad de París IV-Sorbonne; Dr. Marco Rosario Nobile, Dra. Ema-
nuela Garofalo y Dra. Sofía Di Fede, de la Università degli Studi di Palermo; Dra. Isabella Balestreri,
del Politecnico di Milano; y Dr. Rui Lobo, de la Universidade de Coimbra.
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El Proyecto I+D Corpus de Arquitectura Jesuítica I (FFI2008-05185/FISO) fue concedido por el
Ministerio de Ciencia e Innovación para su desarrollo entre los años 2009 y 2011, teniendo como
Investigadora Principal a la Dra. María Isabel Álvaro Zamora, catedrática de Historia del Arte de la
Universidad de Zaragoza, desde donde se centralizó el proyecto. El equipo de investigación interu-
niversitario e internacional estuvo integrado además por los siguientes investigadores: Dr. Javier
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MARÍA ISABEL ÁLVARO ZAMORA y JAVIER IBÁÑEZ FERNÁNDEZ
Ibáñez Fernández y Dr. Jesús Criado Mainar, de la Universidad de Zaragoza, además de la Lcda.
Naike Mendoza Maeztu, Becaria de FPI adscrita al proyecto en este mismo centro; el Dr. Alfredo
J. Morales Martínez, de la Universidad de Sevilla; el Dr. Pascal Julien y el Dr. Julien Lugand, de la
Universidad de Toulouse le Mirail; el Dr. Alexandre Gady, de la Universidad de París IV-Sorbonne;
y la Dra. Hélène Rosteau-Chambon, por la Universidad de Nantes.
4
Álvaro Zamora, Mª I. e Ibáñez Fernández, J., “Hacia un corpus de arquitectura jesuítica.
Bases actuales y líneas de trabajo futuro”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado
Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica, Actas del Simposio Internacional, Zaragoza, Institución
“Fernando el Católico” (CSIC), 2012, pp. 5-37.
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Los jesuitas y las artes. nuevas investigaciones, nuevas visiones
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El Simposio Internacional La Arquitectura Jesuítica (días 9, 10 y 11 de diciembre de 2010, Zara-
goza, Paraninfo de la Universidad) contó con la subvención del Ministerio de Ciencia e Innovación,
a través de la ayuda concedida en la convocatoria de Acciones Complementarias de 2010 (HAR2010-
10420-E). Tuvo asimismo el apoyo de la Universidad de Zaragoza, a través de los Vicerrectorados de
Investigación y de Proyección Cultural y Social, del Comité Español de Historia del Arte (CEHA),
del Gobierno de Aragón y de la Institución “Fernando el Católico” (CSIC) de la Diputación de Za-
ragoza. Gracias a esta última institución fue posible la publicación de sus Actas. Sus coordinadores
fueron los Prof. Dres. María Isabel Álvaro Zamora, Javier Ibáñez Fernández y Jesús Criado Mainar; el
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Comité Científico estuvo constituido por los Prof. Dres. Alfredo J. Morales Martínez, Marco Rosario
Nobile, Richard Bösel y Alfonso Rodríguez Gutiérrez de Ceballos; y la Secretaría Técnica recayó en
la Lcda. Naike Mendoza Maeztu. Coincidiendo con la celebración de este Simposio, se presentó el
libro: Álvaro Zamora, Mª I., Criado Mainar, J., Ibáñez Fernández, J. y Mendoza Maeztu, N.,
El plano más antiguo de Zaragoza. Descripciones literarias e imágenes dibujadas de la capital aragonesa en la
Edad Moderna (1495-1614), Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 2010, en el que se analiza un
plano de la ciudad, conservado actualmente en el Gabinete de Estampas de la BNF, que fue enviado
a Roma para mostrar la localización del colegio jesuita en su trama urbana.
6
Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coordinadores), La
arquitectura jesuítica…, op. cit.
7
En sus Actas se reúnen los intervinientes y sus respectivas ponencias, con el siguiente índi-
ce: “Hacia un corpus de arquitectura jesuítica. Bases actuales y líneas de trabajo futuras” (Mª Isabel
Álvaro Zamora y Javier Ibáñez Fernández); “La ratio aedificiorum di un’istituzione globale tra autoritá
centrale e infinità del territorio” (Richard Bösel); “ Episodi emergenti dell’architetture gesuitica
in Italia” (Richard Bösel); “La provincia di Sicilia” (Marco Rosario Nobile); “Le architetture della
Compagnia di Gesù in Sardegna (XVI-XVIII secolo)” (Emanuela Garofalo); L’architecture jésuite en
France: état de la question et perspectives de recherches” (Alexandre Gady y Pascal Julien); “Étienne
Martellange: un architecte de la Compagnie de Jésus en France au XVIIe siécle” (Adriana Senard);
“The architecture of the jesuits in the Southernlow Countries. A state of the art” (Joris Snaet y Krista
De Jonge); “Jesuits architecture in Polish-Lithuanian Commonwealth in 1564-1772” (Andrzej Betlej);
“La arquitectura jesuítica en Castilla. Estado de la cuestión” (Alfonso Rodríguez G. de Ceballos);
“La arquitectura jesuítica en Andalucía. Estado de la cuestión”(Alfredo J. Morales); “La arquitectura
jesuítica en Valencia. Estado de la cuestión” (Mercedes Gómez-Ferrer); “La arquitectura jesuítica en
Aragón. Estado de la cuestión” (Javier Ibáñez Fernández y Jesús Criado Mainar); “De historias globales
y locales: una aproximación a la historiografía de la arquitectura de los jesuitas en Hispanoamérica”
(Luisa Elena Alcalá); “Arquitectura de los jesuitas en Portugal y en la regiones de influencia portu-
guesa” (Paulo Varela Gomez y Rui Lobo); “Arquitectura jesuita en Filipinas y China” (Pedro Luengo).
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Los jesuitas y las artes. nuevas investigaciones, nuevas visiones
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Está concluyendo su tesis doctoral, bajo la dirección de los Dres. María Isabel Álvaro Zamora
y Javier Ibáñez Fernández, en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza.
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Entre otras publicaciones, “Hermanos coadjutores albañiles y arquitectos. Tres casos para
la historia constructiva del Colegio de la Compañía de Jesús de Zaragoza”, Artigrama, 27, Zaragoza,
Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, 2012, pp. 439-456.
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Dicha tesis doctoral, defendida en la Universidad de Zaragoza en 2011, sería publicada al
año siguiente: Arte y arquitectura conventual en la Tarazona de los siglos XVII y XVIII, Tarazona, Centro
de Estudios Turiasonenses y Fundación Tarazona Monumental, 2012.
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En especial, destacamos la publicación de su tesis doctoral: Tarifa Castilla, Mª J., La arqui-
tectura religiosa del siglo XVI en la merindad de Tudela, Pamplona, Gobierno de Navarra, Departamento
de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana, 2005.
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Tarifa Castilla, Mª J., “Un debate arquitectónico: tres diseños del siglo XVII para la cons-
trucción del Colegio de la Compañía de Jesús de Tudela (Navarra)”, Artigrama, 28, Departamento
de Historia del Arte, Universidad de Zaragoza, 2013, pp. 349-384.
13
Su tesis doctoral, titulada El Colegio de la Compañía de Jesús de Segovia: espiritualidad, Historia
y Arte (1557-1767), fue codirigida por los Dres. Jesús Cantera Montenegro, Mariano Sanz González
y Cristóbal Marín Tovar, y defendida en la Universidad Complutense de Madrid en marzo de 2014.
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Su tesis doctoral, titulada Estudio y análisis de la Biblioteca del Colegio de la Compañía de Jesús de
Soria en la Edad Moderna, 1575-1767, está siendo dirigida por el Dr. Javier Vergara Ciordia en la UNED.
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Su tesis doctoral, Mundo y trasmundo de la muerte: los ámbitos y recintos funerarios del Barroco
español, fue dirigida por el Dr. Alfonso Rodríguez G. de Ceballos y se leyó en la Universidad Autó-
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noma de Madrid en junio de 2009. La investigación sobre la Casa de administración de Arganda del
Rey parte de su actual trabajo en el Archivo Municipal de esta misma localidad y ha sido igualmente
dirigido por el Dr. A. Rodríguez G. de Ceballos, integrante de este Proyecto I+D.
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portaban su producción hasta los lugares de venta (lo que suponía contar
también con cuantos medios de envasado y transporte se requerían: carros,
galeras, caballerías, pellejos para el vino propios o alquilados), llegando a
tener un acuerdo firmado por el que disfrutaban del monopolio para el
abastecimiento de todas las tabernas de Madrid, que iba asimismo unido al
beneficio de la exención del pago de la barca que cruzaba el río Jarama,
y que era la vía de paso imprescindible para la comercialización de sus
productos en la capital. Una situación esta última de verdadero privilegio
respecto al resto de explotaciones de esta zona, que motivó algunos pleitos
y que determinaría que el rey Carlos III expulsara a los jesuitas de Arganda
en 1764, tres años antes de su definitiva expulsión de nuestro país, pasando
la finca a ser de propiedad real.
Estudios como éste nos permiten en definitiva profundizar en el com-
plejo entramado económico sobre el que se sustentaba un colegio de la
Compañía de Jesús y sus casas.
Isabella Balestreri, profesora del Politecnico de Milán y miembro del
equipo de investigadores del Proyecto I+D, centró su intervención en “La
serie dei disegni della Provincia Mediolanensis Italiae”. Tal y como vendría a
demostrar, los diseños correspondientes a la provincia de Milán recogidos
tanto en la BNF como en el ARSI (un total de 101), permiten plantearse
nuevas cuestiones y vías de investigación.
En primer lugar, plantea si convendría dilucidar si existe una suerte
de modo nostro en la ejecución de todas esas representaciones gráficas, y
si se distinguen de alguna manera de las realizadas fuera del ámbito de
la Compañía. También cabría preguntarse si el método desarrollado por
los jesuitas —en el que el diseño de arquitectura desempeñaba un papel
tan importante— seguía procedimientos propios o privativos, o si, por el
contrario, cabría buscar cierta relación con los utilizados en el contexto de
la archidiócesis de Milán por San Carlos Borromeo, el principal intérprete
de las reformas postridentinas en el ámbito cultural italiano.
Tal y como señala la autora, los diseños vienen a confirmar el interés
de la cuestión “tipológica” para las iglesias y los colegios, pero invitan a
recorrer nuevas líneas de reflexión sobre las cualidades de la arquitectura
de la Compañía que no han sido exploradas hasta el día de hoy, como las
cuestiones relacionadas con la solidez estructural de los edificios o su dota-
ción de instalaciones de carácter “tecnológico”. Asimismo, las planimetrías
de los conjuntos y los edificios preexistentes ofrecen a los investigadores
toda una serie de datos de incuestionable importancia a la hora de aproxi-
marse a realidades hoy muy transformadas —sino desaparecidas— y desde
luego, difícilmente documentables. En cualquier caso, tal y como subraya
Balestreri, los diseños iban acompañados de relaciones o memoriales, que,
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Su tesis doctoral, con el título: De Eleonora de Toledo a Bartolomeo Ammannati 1548-1592: San Gio-
vanni Evangelista, primera sede jesuita en Toscana, fue defendida en la Universidad de Cantabria en 2014.
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Véanse notas 5 y 7.
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lisboeta, con dos cuerpos, tres calles y remate con frontón triangular, sobre
el entablamento interrumpido por un óculo.
Pero, junto a lo expuesto, Rui Lobo aporta a continuación un análisis
pormenorizado de las iglesias de los colegios de Lisboa y Évora comentadas
al principio, por el que llega a la conclusión de que el marcado parentes-
co existente entre ambas fue debido a las intervenciones que sufrió en el
Seiscientos la de São Roque para asemejarla a la del Espírito Santo. De
acuerdo con esto, señala que la iglesia lisboeta no tuvo al principio tribunas
sino aberturas de luz para la nave, ni tampoco capillas laterales en el tramo
anterior de la iglesia, debido probablemente al reaprovechamiento de las
paredes del templo precedente, levantado por los jesuitas en 1555, hecho
que asimismo explicaría la proporción cuadrada de su fachada, adaptada a
su primitiva anchura. Asimismo debió de tener un conjunto de confesona-
rios laterales, a la manera de la iglesia de Évora, no estando claro si tenía
o no coro alto. A lo largo del siglo XVII se sustituirían los confesonarios y
tribunas originales por las capillas, y se incluirían las galerías y claraboyas,
transformando los ventanales iniciales en tribunas altas. Es decir, original-
mente era una “iglesia-caja” o “iglesia-híbrida” con confesonarios y tribunas
en la mitad anterior de la nave y capillas laterales poco profundas en la
mitad posterior, que habría de ejercer una fuerte influencia en otras (sobre
todo su fachada), como la de São Paulo de Braga y los primeros templos
brasileños (Olinda, Rio de Janeiro).
Por su parte, la iglesia de Évora constituyó un modelo arquitectónico
que, especialmente en su espacio interno, habría de ser copiado en otras
muchas iglesias jesuitas posteriores, incluida la de São Roque de Lisboa,
en su remodelación seiscentista. Esta última, ya transformada, influiría a
su vez sobre otras iglesias, como la del Colegio de Santarém.
Finalmente resultan particularmente interesantes las hipótesis que
expone Rui Lobo acerca del uso de los confesonarios, púlpitos y tribunas,
a partir del análisis de las transformaciones sufridas a lo largo del tiempo
por estas dos primeras iglesias portuguesas. La primera hipótesis, que los
confesonarios dejaron de ser en el Seiscientos los elementos litúrgicos y
arquitectónicos tan relevantes que habían sido en los años inmediatamen-
te siguientes al Concilio de Trento. La segunda que, por el contrario, los
púlpitos tuvieron un recorrido inverso, de modo que las iglesias de Lisboa
y Évora no los tuvieron originalmente y se colocaron después. Y, la tercera,
que las tribunas (surgidas en Portugal a la vez que en el Gesú de Roma)
adquirieron en las iglesias portuguesas un papel más importante que en
las iglesias romanas, ocupando una posición intermedia entre las capillas
laterales y los ventanales altos. Se emplearon para asistir desde ellas a los
oficios, siendo usadas al principio preferentemente por los novicios, hipó-
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En la actualidad se encuentra realizando su tesis doctoral, titulada Arquitectura y urbanismo
en las misiones de la Provincia Jesuítica del Paraguay bajo la dirección del Dr. Rafael López Guzmán en
la Universidad de Granada.
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la que salían todas las calles, porque, además de ser el mejor adorno, era
más útil a la hora de administrar el viático a sus parroquianos de manera
rápida y cómoda, o se dio más distancia entre las calles por el riesgo de
incendios.
La plaza fue el centro de la vida cívica y religiosa, siendo esta última
la que dominó cualquier actividad en estas “ciudades” levantadas en plena
selva, que llegarían a alcanzar un extraordinario nivel social, organizativo
y artístico, que se mantuvo gracias al aislamiento de los pueblos.
La estrategia de la Compañía de Jesús para lograr un dominio de un
territorio tan amplio fue la ubicación de núcleos poblacionales separados
entre sí por una distancia de dos a diez leguas y la creación de una red
de comunicaciones que permitiese su interconexión, disponiendo capillas
cada cinco leguas, custodiadas por indios y con aposentos para pernoctar,
las cuales proporcionaban mayor seguridad en los desplazamientos de un
poblado a otro.
Los pueblos se dispusieron junto a los ríos, lo que además les garan-
tizaba el agua y les aseguraba una vía de comunicación, a la vez que se
desarrolló una red de acequias, pozos y represas.
La ganadería fue el pilar básico de la economía misionera (vaquerías
comunitarias, que continuaron después de la expulsión de los jesuitas),
unida a la agricultura (maíz, frutas, mandioca, trigo, de consumo propio, y
algodón, tabaco y hierba mate, para la exportación), siempre condicionada
por la variable meteorología y las plagas.
El declive de las misiones jesuitas del Paraguay llegaría con el Tratado
de Madrid (1750), la Guerra Guaranítica y la expulsión de la Compañía,
cuyo éxito había estado sustentado en la cuidadosa organización de los
recursos, acompañada de la entrega absoluta a la evangelización de los
indios por parte de la Orden.
Pedro Luengo Gutiérrez, investigador de la Universidad de Sevilla, y
participante asimismo en el simposio sobre la arquitectura jesuítica celebra-
do en Zaragoza en diciembre de 2010 (Actas, 2012),19 con una ponencia en
la que trazaba un primer estado de la cuestión sobre la arquitectura desa-
rrollada por la Compañía en Filipinas y China, nos ofrece en este segundo
encuentro internacional un estudio monográfico, dedicado a la “Identidad
y globalización en la fachadas jesuitas de Pekín en el siglo XVIII”.
Plantea una cuestión de gran actualidad, como es el “choque de
civilizaciones” que puede percibirse en las fachadas de las iglesias de la
Orden, levantadas en la capital china en el Setecientos, un tema que has-
ta el momento ha sido abordado como un encuentro entre Occidente y
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Véanse notas 5 y 7.
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Su tesis doctoral, con el título Recepción y usos del tratado ‘Perspectiva para pintores y arquitectos’
de Andrea Pozzo en la arquitectura española de la primera mitad del siglo XVIII está siendo realizada en la
Universidad Complutense de Madrid bajo la dirección de la Dra. Beatriz Blasco Esquivias.
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Su tesis doctoral, con el título Arte, imagen y conventos en el Quito virreinal, siglos XVI-XVIII. El
ciclo litúrgico de Navidad, está siendo realizada en la Universidad Autónoma de Madrid bajo la dirección
de la Dra. Luisa Elena Alcalá Donegani, integrante de este Proyecto I+D.
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La arquitectura jesuítica en Aragón: primeras fundaciones.
Objetivos y metodología de trabajo
* Antigua Becaria de Investigación (FPI) del Departamento de Historia del Arte de la Uni-
versidad de Zaragoza. Investiga sobre arquitectura de la Edad Moderna. Realiza su tesis doctoral
sobre arquitectura jesuítica en Aragón, bajo la dirección de la Dra. María Isabel Álvaro Zamora y el
Dr. Javier Ibáñez Fernández. Esta investigación se enmarca dentro de los proyectos I+D del Minis-
terio de Ciencia e Innovación Corpus de arquitectura jesuítica (FFI2008-05185) y Corpus de arquitectura
jesuítica II (HAR2011-26013), dirigidos por la Dra. María Isabel Álvaro Zamora. Dirección de correo
electrónico: [email protected].
1
Esta ayuda del Subprograma de Formación de Personal Investigador (Ayudas FPI) fue conce-
dida por Resolución de 30 de julio de 2009 del Secretario de Estado de Investigación del Ministerio
de Ciencia e Innovación, permitiendo el desarrollo de esta investigación durante 48 meses, en el
periodo comprendido entre septiembre de 2009 y agosto de 2013.
2
El Proyecto de Investigación I+D Corpus de Arquitectura Jesuítica I (FFI2008-05185/FISO) fue
concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación para su desarrollo entre los años 2009 y 2011,
teniendo como Investigadora Principal a la Dra. María Isabel Álvaro Zamora, catedrática de Historia
del Arte de la Universidad de Zaragoza, desde donde se centralizó el proyecto. El Proyecto I+D Corpus
de Arquitectura Jesuítica II (HAR2011-26013) fue concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación
para su desarrollo entre los años 2012 y 2014, teniendo asimismo como Investigadora Principal a la
Dra. María Isabel Álvaro Zamora, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza,
desde donde se sigue dirigiendo este proyecto que ha incluido en esta ocasión a nuevos investigadores.
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NAIKE MENDOZA MAEZTU
3
Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arquitectura jesuítica en Aragón. Estado de
la cuestión”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.), La arquitec-
tura jesuítica. Actas del Simposio Internacional, Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 2012, pp.
393-472. Nos limitamos a citar aquí algunas de las aportaciones principales a este campo: Ansón, A.
y Boloqui, B., “La renovación artística de la iglesia de los jesuitas en Calatayud, hoy San Juan el Real
(1748-1767)”, en Segundo Encuentro de Estudios Bilbilitanos, Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos,
1989, vol. I, pp. 427-438; Boloqui Larraya, B., “Artistas relacionados con Calatayud según el Archi-
vo General de los Jesuitas en Roma. Datos documentales del siglo XVIII”, en IV Encuentro de Estudios
Bilbilitanos. Calatayud y comarca, Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos, 1997, vol. I, pp. 323-350;
Boloqui Larraya, B., “El colegio de la Compañía de Jesús en Zaragoza en el que vivió Baltasar
Gracián. Apuntes para su historia desde su fundación (1570-1599)”, en Ansón Navarro, A. (comis.),
Zaragoza en la época de Baltasar Gracián, Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza, Área de Cultura, Ac-
ción social y Juventud, Servicio de Cultura, 2001, pp. 61-74; Boloqui Larraya, B., “Escenarios de
la vida de Gracián. Pasado y presente”, en Baltasar Gracián. Tradición y modernidad. Actas del Simposio
Internacional sobre Baltasar Gracián en el IV Centenario de su nacimiento, Calatayud, Universidad Nacional
de Educación a Distancia, 2002, pp. 397-492; Ibáñez Fernández, J., Arquitectura aragonesa del siglo XVI,
Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, Instituto de Estudios Turolenses, 2005, pp. 50-61 y 248;
Ferrer Benimeli, J. A., El colegio de la Compañía de Jesús en Huesca (1605-1905), Huesca, Instituto de
Estudios Altoaragoneses, 2008; Álvaro Zamora, Mª. I., Criado Mainar, J., Ibáñez Fernández, J. y
Mendoza Maeztu, N., El plano más antiguo de Zaragoza. Descripciones literarias e imágenes dibujadas de la
capital aragonesa en la Edad Moderna (1495-1614), Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 2010;
Carretero Calvo, R., Arte y arquitectura conventual en Tarazona en los siglos XVII y XVIII, Tarazona,
Centro de Estudios Turiasonenses, Fundación Tarazona Monumental, 2012, pp. 89-242; Mendoza
Maeztu, N., “Los catálogos del Archivum Romanum Societatis Iesu y su aplicación al estudio de los
artistas jesuitas de la provincia de Aragón (ss. XVI-XVIII)”, Aragonia Sacra, XXII, Zaragoza, Comisión
Regional del Patrimonio Cultural de la Iglesia en Aragón, 2011-2012, pp. 261-272; Mendoza Maeztu,
N., “Hermanos coadjutores albañiles y arquitectos. Tres casos para la historia constructiva del Colegio
de la Compañía de Jesús de Zaragoza”, Artigrama, 27, Zaragoza, Departamento de Historia del Arte
de la Universidad de Zaragoza, 2012, pp. 439-456.
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LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
4
Mendoza Maeztu, N., “La provincia jesuítica aragonesa en la Edad Moderna: un panorama
de su formación y desarrollo”, en Actas II Encuentro de jóvenes investigadores en historia moderna, Madrid,
Fundación Española de Historia Moderna, IULCE-UAM, 1-2 julio 2013 (publicación on-line pendiente).
5
Se trata de las Aulas de Gramática de Zaragoza (1609), la Residencia de Fonz (1635), el
Colegio del Padre Eterno de Zaragoza (1653), el Colegio de Teruel (1699), la Residencia de Caspe
(1740) y el Seminario de Nobles de Calatayud (1752) [Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J.,
“La arquitectura jesuítica...”, op. cit., pp. 396-397].
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NAIKE MENDOZA MAEZTU
6
El colegio fue la institución principal y más difundida por la Compañía de Jesús. Eran centros
que ofrecían, de manera pública y gratuita —de ahí la obligatoriedad de que estos contaran con
rentas fijas— una actividad pedagógica y pastoral, tanto a miembros de la Orden como a estudiantes
externos a ella, según un sistema educativo basado en la regla denominada Ratio studiorum. El edificio
del colegio se conformaba como un bloque autónomo, cuya planta incluía la iglesia y las áreas des-
tinadas a servir de escuela y residencia, organizadas por medio de uno o más patios. Las residencias
eran casas pequeñas de la Compañía, destinadas al trabajo pastoral, que comprendían un edificio
conventual con una iglesia, y solían construirse en ciudades en las que la Orden no consideraba
necesario emplazar un colegio, como es el caso de Alagón [VV. AA., “Casas”, en O’Neill, P. C. y Do-
mínguez, J. M., Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, Roma-Madrid, Institutum Historicum S. I.,
Universidad Pontificia de Comillas, 2001, pp. 678-687; Bösel, R., “La arquitectura de la Compañía de
Jesús en Europa”, en Sale, G. (ed.), Ignacio y el arte de los jesuitas, Bilbao, Mensajero, 2003, pp. 67-70].
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LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
Objetivos
Método de investigación
7
En la Congregación General I (1558) se dictó un decreto que abordaba de manera específica
la construcción de los edificios de la Compañía, en el que por primera vez aparece reflejado en un
documento de la Compañía la expresión modo nostro (también modus noster o modo nuestro de proceder),
empleada para referirse a los rasgos funcionales, económicos y constructivos, más que estilísticos, que
debían caracterizar sus construcciones. Giovanni Tristano, primer consejero de edificios de la Orden,
fue quien trabajó para sentar las bases del modo nostro, desempeñando un papel fundamental en los
orígenes de la arquitectura jesuítica [Rodríguez G. de Ceballos, A., La arquitectura de los jesuitas,
Madrid, Edilupa, 2002, pp. 22-23; Sale, G., “Pauperismo arquitectónico y arquitectura jesuítica”, en
Sale G. (ed.), Ignacio y el arte..., op. cit., p. 42].
41
NAIKE MENDOZA MAEZTU
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LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
Consulta de archivos
Esta tesis doctoral se sustenta sobre una importante labor de archivo.
Creemos que el trabajo con las fuentes archivísticas, que a su vez pueden
dividirse en gráficas y escritas, es una labor ardua, cuyos resultados, sin em-
bargo, aportan el valor requerido por toda investigación. Con las fuentes
documentales el trabajo ha consistido en su estudio directo, transcripción,
lectura y clasificación, generando una importante base documental para la
investigación en curso, tanto por la cantidad de información manejada y re-
copilada como por su diversidad de origen y calidad de contenido. Siendo
todas las fuentes de estudio básicas e indispensables para la investigación,
hemos considerado que son las fuentes de archivo las que mayor interés
merecen en esta ocasión: compartirlas aquí puede contribuir a otras in-
vestigaciones y repercutir así mismo en ésta que estamos desarrollando. Es
por ello que las reservamos para tratarlas específicamente a continuación.
Trabajo de campo
En esta fase de la investigación abordamos el edificio como fuente
documental material, el edificio en sí mismo como fuente primaria de
estudio. Se ha procedido al análisis o estudio in situ de las fábricas, con
la pertinente toma de datos y realización de fotografías, conformando un
apéndice gráfico básico para el estudio y comprensión de estos estable-
cimientos. Se han visitado en repetidas ocasiones las seis fábricas objeto
directo de estudio, así como los principales edificios jesuíticos romanos:
Iglesia del Gesù, Iglesia de San Ignacio y Colegio Romano, Iglesia de San
Andrés del Quirinal y Noviciado, y algunas de las casas más representa-
tivas dentro de la Asistencia Española de la Orden: Santuario de Loyola
(Guipúzcoa), Santuario y Cueva de San Ignacio en Manresa e Iglesia de
Nuestra Señora de Belén (Barcelona), Colegiata de San Isidro (Madrid),
Colegio de Alcalá de Henares (Madrid), Colegiata de Villagarcía de Cam-
pos (Valladolid), etc.
La consulta de archivos
43
NAIKE MENDOZA MAEZTU
Archivos congregacionales
— Archivum Romanum Societatis Iesu [A.R.S.I.], Roma
— Archivo Histórico Societatis Iesu Cataluña [A.H.S.I.C.], Barcelona
— Archivo Histórico de Loyola [A.H.L.], Guipúzcoa
Archivos no congregacionales
—
Biblioteca Nacional de Francia [B.N.F.], París
Archivo Histórico Nacional [A.H.N.], Madrid
—
Archivo General de Simancas [A.G.S.], Valladolid
—
—
Biblioteca Nacional de España [B.N.E.], Madrid
Biblioteca de la Real Academia de la Historia [B.R.A.H.], Madrid
—
—
Biblioteca de la Academia de Bellas Artes de San Fernando
[R.A.B.A.S.F.], Madrid
Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza [A.D.Z.], Zara-
—
goza
Archivo Histórico Provincial de Huesca [A.H.P.H.], Huesca
—
—
Archivos Históricos de Protocolos Notariales (Zaragoza, Calata-
yud, Tarazona)
—
Archivos Municipales
Imprescindibles para el estudio de la arquitectura jesuítica son los ar-
chivos congregacionales, tanto el Archivum Romanum Societatis Iesu [A.R.S.I.],
el Archivo General de la Orden, como el Archivo Histórico Societatis Iesu
Cataluña [A.H.S.I.C.], el Archivo de la Provincia Aragonesa, con sede en
Barcelona, puesto que, dado el carácter centralizador de la Orden, ambos
conservan de manera rigurosa la documentación generada por la misma
a lo largo de su historia. El Archivum Romanum Societatis Iesu se posiciona
como un centro de consulta ineludible.8 Los especialistas en arquitectura
jesuítica así lo atestiguan en sus trabajos, que lo sitúan como principal
referente para el avance de las investigaciones sobre esta materia.9 Así, el
8
El origen de esta institución se remonta a los primeros años tras la fundación de la Orden
por Ignacio de Loyola (1540), puesto que, desde el inicio de la misma, fueron conservados los docu-
mentos de mayor relevancia. Para un conocimiento más profundo del mismo: Lamalle, E., “L’archivio
di un grande Ordine religioso. L’archivio Generale della Compagnia di Gesù”, Archiva Ecclesiae, 25,
1981-1982, pp. 96-100; McCoog, T., A Guide to Jesuit Archives, St. Louis, Roma, The Institute of Jesuit
Sources, Institutum Historicum Societatis Iesu, 2001.
9
La historiografía española ha dedicado una serie de trabajos a explicar la organización de este
archivo y su consulta aplicada a las distintas provincias que conformaban la Asistencia Española: Del
Ser Pérez, F., “La provincia jesuítica de Castilla en el Archivum Romanum Societatis Iesu”, Cuadernos
de Historia Moderna, 20, Madrid, Universidad Complutense, 1998, pp. 167-188; Vázquez Barrado, A.,
“Fuentes romanas para el estudio de la provincia jesuítica de Aragón”, en Ubieto, A. (ed.), II Jornadas
de estudios sobre Aragón en el umbral del siglo XXI, Alcorisa, 17-19 diciembre 1999, Zaragoza, Instituto
de Ciencias de la Educación, Universidad de Zaragoza, 2001, pp. 421-436; Martínez Rojas, F. J., “El
ARSI (Archivum Romanum Societatis Iesu), una fuente documental para la Historia Moderna de
44
LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
Jaén (I)”, Boletín del Instituto de Estudios Gienenses, 108, Jaén, Instituto de Estudios Gienenses, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, 2002, pp. 359-418; Martínez Rojas, F. J., “El ARSI (Archivum
Romanum Societatis Iesu), una fuente documental para la Historia Moderna de Jaén (II)”, Boletín
del Instituto de Estudios Gienenses, 183, Jaén, Instituto de Estudios Gienenses, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, 2003, pp. 435-488.
10
Con el restablecimiento de la Compañía de Jesús por Fernando VII en 1815, los papeles
fueron entregados a la Junta del Restablecimiento. En 1834 fueron depositados en los Ministerios de
Gracia y Justicia o Hacienda, y otros destinos. La Revolución de 1868 provocó una gran dispersión
de los mismos, siendo vendidos a peso, hasta que Francisco Javier Bravo, indiano rico, los adquirió,
pasando después a una serie de centros en los que se conservan en la actualidad (Guglieri Nava-
rro, A., Documentos de la Compañía de Jesús en el Archivo Histórico Nacional, Madrid, Razón y Fe, 1967).
11
Es el caso del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, en el que habría que revisar el fondo
de Casas Nobles, para descubrir los apoyos con los que contaron los jesuitas a la hora de instalarse
en Zaragoza, y el Fondo de la Real Audiencia, para analizar su expulsión en el siglo XVIII, o el de
los Archivos Municipales (Calatayud, Tarazona, Huesca) y Diocesanos (Zaragoza, Tarazona, Huesca).
45
NAIKE MENDOZA MAEZTU
12
Realizado a pluma sobre papel verjurado, este plano fue ejecutado para situar el lugar
donde pretendía levantarse un edificio para casa profesa, un proyecto que finalmente no llegó a
hacerse realidad. Siendo el plano más antiguo de Zaragoza conocido hasta el momento, muestra un
croquis de la ciudad, en el que se señalan, como recoge la leyenda inferior, algunos de los edificios
más representativos de la misma, así como el Colegio de la Inmaculada y el solar elegido para la
sede profesa (B.N.F., Gabinete de Estampas, Hf-4d, 81; Álvaro Zamora, Mª. I., Criado Mainar, J.,
Ibáñez Fernández, J. y Mendoza Maeztu, N., El plano más antiguo..., op. cit., pp. 149-164, fig. 79).
13
Esta traza, realizada a pluma sobre papel verjurado, presenta unas medidas de 39,5 x 47 cm.,
mostrando un interesante diseño de la planta baja del conjunto, con la distribución de la iglesia y el
resto de dependencias del colegio organizadas en torno a un claustro (B.N.F., Gabinete de Estampas,
Hd-4c. 142; Vallery-Radot, J., Le recueil de plans d’édifices de la Compagnie de Jésus conservé à la Bibliothè-
que National de Paris, Roma, Institutum Historicum S. I., 1960, p. 126, nº 464; Ibáñez Fernández, J.,
Arquitectura aragonesa del siglo XVI..., op. cit., pp. 60 y 248; Álvaro Zamora, Mª I., Criado Mainar,
J., Ibáñez Fernández, J. y Mendoza Maeztu, N., El plano más antiguo..., op. cit., pp. 135-136, fig. 71;
Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arquitectura jesuítica en Aragón...”, op. cit., p. 398;
Mendoza Maeztu, N., “Hermanos coadjutores albañiles y arquitectos...”, op. cit., pp. 443 y 449, fig. 1).
14
Se trata de dos diseños realizados por José Arberuela tras la expulsión de la Orden, que nos
dan a conocer la estructura del conjunto que se adosaba al Colegio de la Inmaculada: las aulas que
fueron construidas hacia 1609-1612 y la residencia del Padre Eterno a partir de 1685, ambas destruidas
durante la Guerra de la Independencia (A.G.S., Gracia y Justicia, Legajos 968; Boloqui Larraya, B.,
“Escenarios de la vida de Gracián..., op. cit., pp. 452-470, espec. p. 454, plano nº 2; Álvaro Zamora,
Mª. I., Criado Mainar, J., Ibáñez Fernández, J. y Mendoza Maeztu, N., El plano más antiguo..., op.
46
LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
Fig. 2. Planta del Colegio de Zaragoza (BNF, Gabinete de Estampas, Hd-4c, 142).
Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
47
NAIKE MENDOZA MAEZTU
Fig. 3. Planta del conjunto de Tarazona Fig. 4. Planta del conjunto de Alagón
según el Padre Forcada. Tomado de según el Padre Forcada. Tomado de
Furlong, G., “Algunos planos...”, op. Furlong, G., “Algunos planos...”,
cit., lám. 5. op. cit., lám. 8.
Forcada para las casas de Tarazona [fig. 3], Alagón [fig. 4] y Calatayud [fig.
5] entre los años 1735 y 1745.15 Otra categoría la ocuparían los grabados
y las fotografías antiguas, que nos permiten conocer el aspecto exterior e
interior que poseían los edificios a estudiar en distintos momentos históri-
cit., pp. 150-151, fig. 76; Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arquitectura jesuítica en
Aragón...”, op. cit., pp. 402-404, fig. 6).
15
El Hermano Antonio Forcada, nacido en la localidad zaragozana de Nuez de Ebro a prin-
cipios del siglo XVIII, consta como arquitecto en diversas fundaciones de la provincia aragonesa.
Enviado a las misiones de Paraguay en 1745, donde continuó desarrollando su papel de arquitecto,
llevó consigo hasta allí un conjunto de once diseños, todos pertenecientes a edificios de la provincia
de Aragón —excepto los de los Colegio de Madrid y Cádiz— entre los que se encontraban los men-
cionados arriba. Lamentablemente, estos planos que debían conservarse en el Archivo del Colegio
de la Inmaculada de Santa Fe (Argentina) fueron expoliados, desconociéndose hoy día su paradero,
por lo que únicamente disponemos de las reproducciones publicadas en 1959 por Guillermo Furlong,
quien los había dado a conocer unos años antes (figs. 3-5) [Furlong, G. y Buschiazzo, J., “Arqui-
tectura religiosa colonial. Historia y análisis de unos planos”, Archivum Historicum Societatis Iesu, 1, 2,
Buenos Aires, 1942; Furlong, G., “Algunos planos de iglesias y colegios de la Compañía de Jesús en
España”, Archivum Historicum Societatis Iesu, XXVIII, 55, Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu,
1959, láms. 5, 8 y 9; Boloqui Larraya, B., “Artistas relacionados con Calatayud...”, op. cit., p. 327;
Caraman, P. y McNaspy, C. J., “Forcada, Antonio”, en O’Neill, C. E. y Domínguez, J. M., Diccionario
histórico..., op. cit., pp. 1484-1485; Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arquitectura jesuítica
en Aragón...”, op. cit., pp. 407-408, 412-414 y 421-422, figs. 11, 15 y 22; Levinton, N., Arquitectura de la
Compañía de Jesús en Buenos Aires. La creación y el paso inclemente del tiempo, Buenos Aires, Contratiempo
Ediciones, 2012, pp. 281-282].
48
LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
16
Estos dos grabados pertenecen a la serie Ruinas de Zaragoza, conservada en el Museo Provin-
cial de Zaragoza y formada por treinta y seis estampas al aguafuerte y aguatinta, realizadas por Juan
Gálvez y Fernando Brambila entre 1808 y 1812, por encargo del General Palafox, quien deseaba dejar
constancia de la resistencia de la ciudad. Ambas muestran el estado en que quedaron los edificios
jesuitas tras el Primer Sitio, muy dañados tras la explosión del polvorín principal de la ciudad, ubicado
precisamente en el Colegio [Contento Márquez, R., Las Ruinas de Zaragoza de Gálvez y Brambila,
Zaragoza, Institución “Fernando el Católico” y Real Academia de Bellas artes de San Fernando, 2010,
pp. 300-305, nº E-29 Ruinas del Seminario (I), y pp. 306-311, nº E-30 Ruinas del Seminario (II); Álvaro
Zamora, Mª. I., Criado Mainar, J., Ibáñez Fernández, J. y Mendoza Maeztu, N., El plano más
antiguo..., op. cit., figs. 77 y 78, pp. 150, 153 y 155; Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La
arquitectura jesuítica en Aragón...”, op. cit., pp. 402-404, figs. 7 y 8].
49
NAIKE MENDOZA MAEZTU
Fig. 7. Ruinas del Colegio del Padre Eterno de la Compañía de Jesús. F. Brambila y J. Gálvez.
Foto: José Garrido Lapeña. Museo de Zaragoza.
50
LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
17
La nómina completa de estos artífices puede ser consultada en: Mendoza Maeztu, N., “Los
catálogos del Archivum Romanum Societatis Iesu...”, op. cit.
51
NAIKE MENDOZA MAEZTU
Por otro lado, el catalogus trienalis ofrece una información más desa-
rrollada, al contener los denominados catalogus primus, catalogus secundus y
catalogus tertius. El catalogus primus detalla, generalmente, nombre, lugar y
fecha de nacimiento del jesuita, carácter, fecha de entrada en la Compañía
de Jesús, estudios y oficios o ministerios ejercidos, grado en letras adquirido
así como grado y últimos votos emitidos en la Compañía:
249 [Nomen et Cognomen] H. Michael Bertolin / [Patria] Rubielos in Aragonia
/ [Nativitas. dies, men. annus] 11 Februarii 1646 / [Vires] Integrae / [Societatis dies,
mensis annus] 1 Aprilis 1673 / [Gradus in Societ.] Coadiutor temporal [fig. 9].19
18
Jacobo María, también conocido como Jacobo Milanés, participó en la primera fase cons-
tructiva del Colegio de Zaragoza (A.R.S.I., Catalogo de los padres y hermanos que al presente residen en
este Collegio de Çaragoza a 3 de julio año de 1567, Arag. 15, f. 88 r; Mendoza Maeztu, N., “Hermanos
coadjutores albañiles y arquitectos...”, op. cit., pp. 441-445).
19
Miguel Bertolín, arquitecto aragonés, fue quien ideó la ampliación del edificio zaragozano
hasta el Coso Bajo, realizando la fachada claustral oriental, así como la planta y el diseño de la escalera
principal (A.R.S.I., Catalogus Primus Provincia Aragª 1675. Domus Probationis Tarraconensis, Arag. 11, f.
253 r; Mendoza Maeztu, N., “Hermanos coadjutores albañiles y arquitectos...”, op. cit., pp. 448-451).
20
A.R.S.I., Catalogus 2º Provinciae Aragoniae An. 1675, Arag. 11, f. 270 v.
52
LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
zientos libros. Tiene la torre que es de prouecho como esta dicho y de mucha (…) y bien
acomodada a este edificio.21
• Fondos epistolares
En cuanto a los fondos epistolares, en nuestro caso disponemos para
su consulta tanto de la correspondencia romana dirigida a la provincia de
Aragón como de las epístolas que fueron remitidas desde ésta al General
de la Compañía. Estas cartas nos ofrecen datos acerca del transcurso de
la construcción o de los personajes que intervinieron en ella, tanto de los
Superiores —locales, provinciales o generales—, como de los benefactores
o artífices:
La del Carissimo Hermano de 10 de Junio a tardado tanto en llegar, que no e
podido responder antes a ella. Auisame que el Señor Baylio siente mucho que se mude
la traça del edifiçio, que de aca se embio aprobada. El mesmo Señor Baylio me a escrito
sobre esto, y respondi a su Señoria el mes pasado de modo, que echara de ver el deseo,
que tenemos de seruirle, y darle gusto. La Diuina Magestad guarde al Hermano, y le
eche su santa bendicion [fig. 11].22
• Crónicas históricas
Son de lectura obligada para el estudio de una fundación jesuita, pri-
mero, la historia de la provincia en la que ésta se enmarca, y segundo, la
historia del establecimiento en concreto, de conservarse éste. En nuestro
caso, para la provincia aragonesa contamos con la crónica que el Padre
Gabriel Álvarez redactó en el año 1607, titulada Historia de la Provincia de
Aragón de la Compañía de Jesús.23 El estudio de la casa zaragozana debe com-
pletarse con la lectura de su crónica particular. Sin embargo, de la Historia
del Colegio de la Compañía de Jesús de Zaragoza, que fue finalizada por el Padre
Juan Arbizu en 1725, únicamente conservamos su tercera parte (para el
periodo comprendido entre 1650 y 1700).24 Desconocemos el paradero de
los dos primeros tomos (1550-1600 y 1600-1650), desaparecidos quizás a
raíz de la explosión del polvorín de la Ciudad durante Los Sitios, emplaza-
21
A.R.S.I., Catalogo 3º de la prouincia de Aragon de las casas personas y cosas por Março 97. Collegio
de Çaragoça Arag. 10 I, ff. 129 v-130 r.
22
Se trata de una carta dirigida por Mutio Vitelleschi a Juan de La Faja, arquitecto de origen
francés, que trabajó desde 1627 en las obras del ala principal del colegio de Zaragoza, costeadas por
el Bailío de Caspe Lupercio Xaureche y Arbizu (A.R.S.I., Epístola de Mutio Vitelleschi a Juan de la Faja,
20 enero 1631, Arag. 8 I, Epístolas generales, f. 212 r; Mendoza Maeztu, N., “Hermanos coadjutores
albañiles y arquitectos...”, op. cit., pp. 445-448).
23
Puede consultarse en: A.H.S.I.C, Historia de la Provincia de Aragón de la Compañía de Jesús, B-I,
b-1 y b-2. Una copia de la misma en: A.R.S.I., Arag. 29.
24
Puede consultarse en: A.H.S.I.C., Historia del Colegio de la Compañía de Jesús de Zaragoza. Tercera
Parte, ACOB 087. Una copia en el archivo del Colegio Jesús María-el Salvador de Zaragoza.
53
NAIKE MENDOZA MAEZTU
54
LA ARQUITECTURA JESUÍTICA EN ARAGÓN: PRIMERAS FUNDACIONES. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA...
Fig. 11. Carta del Padre General Mutio Vitelleschi a Juan de La Faja. Roma,
a 20 de enero de 1631 (ARSI, Arag. 8 I, Epístolas generales, f. 212 r).
Foto: Archivum Romanum Societatis Iesu.
25
B.R.A.H.M., Historia del Colegio de Zaragoza en apuntes, 9/7284, s. f. Este documento también
puede consultarse en el A.H.L.
55
NAIKE MENDOZA MAEZTU
se la quita la yglesia que despues se edificó, son frescos en el verano, pero páganlo los
habitadores del invierno, porque son frigidísimos y casi inhabitables, porque jamás ven el
sol, y el frio en aquella ciudad es rigurosísimo; las cámaras contrarias, que mirar al me-
diodia tienen harta luz, y en el estío sobrada y sobrado polvo, a causa de una /557/ calle
principal, que está delante, porque es empedrada y muy trillada de carros y cabalgaduras
que levantan gran polvareda y no menos ruido; y así verdaderamente aquella habitacion
es poco cómoda y no tiene que ver ni con la de Valencia, ni con la de Barcelona (...).26
• Protocolos notariales
Finalmente, nos gustaría señalar un último tipo de fuente documental
escrita: los protocolos notariales. Y es que la consulta de las fuentes congre-
gacionales puede y debe, como hemos comentado, ser completada con el
trabajo con documentación externa a la Orden. La relación de los jesuitas
con la ciudad en la que se establecían queda patente en ellos: sus benefac-
tores, sus donantes, muchas veces dejan constancia de ello en sus disposicio-
nes testamentarias; además, en lo referido a la arquitectura, en ocasiones,
se conservan los contratos establecidos para por ejemplo, el suministro de
materiales para la fábrica, o para la realización de determinados trabajos
con albañiles, pintores, etc. externos. Traemos aquí el caso del testamento
de Miguel Bobil, arquitector habitante en la ciudad de Zaragoza, en el cual,
este personaje —desconocido hasta la consulta de este documento— dejó
establecido su deseo de ser enterrado en la iglesia de la Compañía de la
ciudad y además legó al Colegio toda la herramienta del dicho mi officio y todo
aquello que me restan debiendo de la hechura de unas puertas que labro para la
sacristia de dicha iglesia.27
Con esto, esperamos haber conseguido presentar las principales fuen-
tes documentales que, creemos, deben ser consultadas para el estudio de la
arquitectura jesuítica en Aragón —siendo extrapolables a otras localizacio-
nes— así como plantear el método que se está empleando en el transcurso
de la tesis doctoral La arquitectura jesuítica en Aragón: primeras fundaciones, un
modo de proceder en la investigación que, precisamente como parte de
ella, está sujeto a errores que solventar y mejoras que introducir.
26
Este valioso fragmento recoge la construcción de una parte del Colegio de Zaragoza, en
concreto del llamado cuarto, comenzado por el Rector Pedro Villalba en la década de los sesenta del
siglo XVI. Resulta interesante observar la importancia otorgada a la orientación del edificio, tanto por
la temperatura como por el ruido, denotando ese interés básico de la Compañía por la salubridad
y funcionalidad de sus construcciones, propio del modo nostro (A.H.S.I.C, Historia de la Provincia de
Aragón de la Compañía de Jesús, B-I, b-1 y b-2, pp. 556-557).
27
Testamento fechado el 12 de noviembre de 1601 (A.H.P.N.Z., Juan Martín Sánchez del
Castellar, 1601, ff. 1903 r-1906 r).
56
El colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona (Zaragoza):
metodología de trabajo y fuentes para su estudio*
* El presente estudio ha sido realizado en el marco del Proyecto I+D “Corpus de Arquitectura
jesuítica II” (HAR2011-26013), concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad para
su desarrollo entre los años 2012-2014, del que la autora es miembro del equipo de investigación.
1
Borrás i Feliú, A., “Fundación del Colegio de la Compañía de Jesús de Zaragoza”, en La
ciudad de Zaragoza en la Corona de Aragón. X Congreso de Historia de la Corona de Aragón. Comunicaciones,
Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 1984, pp. 167-187; Álvaro Zamora, Mª I., Criado Mai-
nar, J. F., Ibáñez Fernández, J. y Mendoza Maeztu, N., El plano más antiguo de Zaragoza. Descripciones
literarias e imágenes dibujadas de la capital aragonesa en la Edad Moderna (1495-1614), Zaragoza, Institución
“Fernando el Católico”, 2010, p. 133; Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arquitectura
jesuítica en Aragón. Estado de la cuestión”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado
Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica. Actas del Simposio Internacional, Zaragoza, Institución
“Fernando el Católico”, 2012, pp. 393-404.
2
Este jesuita ocupó altos cargos en la Compañía donde ingresó en 1560 a los 30 años de
edad. Era familiar del padre Baltasar Gracián como expone Boloqui Larraya, B., “El colegio de
la Compañía de Jesús en Zaragoza en el que vivió Baltasar Gracián. Apuntes para su historia desde
su fundación (1570-1599)”, en Ansón Navarro, A., Ortego Capapé, L. M. y Salvador Zazurca, A.
(coords.), Zaragoza en la época de Baltasar Gracián, Catálogo de la exposición, Zaragoza, Ayuntamiento
de Zaragoza, 2001, p. 66 y nota nº 30, p. 73.
3
Archivum Historicum Societatis Iesu Cataloniae de Barcelona [A.H.S.I.C.], Historia de la Provincia de
Aragón de la Compañía de Jesús del padre Gabriel Álvarez, copia manuscrita, signatura Achi 18.02, p. 266.
4
Ibidem, p. 267.
57
REBECA CARRETERO CALVO
5
Urzay Barrios, J. Á. y Sangüesa Garcés, A., “Rodrigo Zapata y Palafox, fundador del colegio de
la Compañía de Jesús en Calatayud”, en IV Encuentro de Estudios Bilbilitanos. Calatayud y comarca, Calatayud,
Centro de Estudios Bilbilitanos, vol. II, 1997, pp. 293-311; Sangüesa Garcés, A. y Urzay Barrios, J.
Á., “Micer Pedro Santángel Pujadas: su legado a la Compañía de Jesús en Calatayud”, ibidem, pp. 313-
326, e Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arquitectura jesuítica…”, op. cit., pp. 405-410.
6
Fuentes Pascual, F., “La Compañía de Jesús en Tudela (1578-1600)”, Príncipe de Viana, XIV,
Pamplona, 1944, pp. 67-101.
7
Bartolomé Martínez, B., “Un centenario inadvertido: el Colegio y estudios de los jesuitas
de Soria (1576-1767)”, Celtiberia, 152, Soria, 1976, pp. 207-228.
8
Ferrer Benimeli, J. A., El Colegio de la Compañía de Jesús en Huesca (1605-1905), Huesca,
Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2008, p. 14.
9
Martínez Ortiz, J., “Una fundación malograda: el Colegio de los jesuitas de Alcañiz. Un
interesante documento del siglo XVII”, Teruel, 23, Teruel, 1960, pp. 189-197.
10
Ferrer Benimeli, J. A., El Colegio…, op. cit., p. 14.
11
Carretero Calvo, R., “El colegio de la Compañía de Jesús de Borja: otra fundación jesuí-
tica frustrada (1633-1680)”, Cuadernos de Estudios Borjanos, LIV, Borja, 2011, pp. 127-137, y Mendoza
Maeztu, N., “Se comenzó a desesperar la fundación. El final del intento fundacional de un colegio de la
Compañía de Jesús en Borja”, Cuadernos de Estudios Borjanos, LV-LVI, Borja, 2012-2013, pp. 207-224.
58
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
Metodología de trabajo
12
Carretero Calvo, R., Arte y arquitectura conventual en Tarazona en los siglos XVII y XVIII, Tarazo-
na, Centro de Estudios Turiasonenses y Fundación Tarazona Monumental, 2012. El capítulo en el que
abordamos el estudio histórico-artístico del colegio de la Compañía de Jesús se encuentra en pp. 89-242.
13
Argaiz, Fr. G., Teatro Monástico de la Santa Iglesia, ciudad y obispado de Tarazona, vol. VII de
La Soledad Laureada por San Benito, y sus Hijos, en las Iglesias de España, Madrid, imprenta de Antonio
de Zafra, 1675.
14
Sanz Artibucilla, J. Mª, Historia de la Fidelísima y Vencedora ciudad de Tarazona, Madrid,
imprenta de Estanislao Maestre, 2 vols., 1929-1930.
15
Ainaga Andrés, Mª T. y Ainaga Andrés, I., “Fundación del Colegio de San Vicente Mártir
de la Compañía de Jesús en Tarazona”, en Criado Mainar, J. y Lalinde Poyo, L. (comis.), Cuatro Siglos.
IV Centenario de la fundación del Seminario Conciliar de S. Gaudioso, Zaragoza, Diputación de Zaragoza,
Obispado de Tarazona y Ayuntamiento de Tarazona, 1994, pp. 99-138.
16
Calvo Ruata, J. I., Patrimonio cultural de la Diputación de Zaragoza. I. Pintura, escultura, retablos,
Zaragoza, Diputación Provincial de Zaragoza, 1991, pp. 411-439.
59
REBECA CARRETERO CALVO
17
Criado Mainar, J., “El antiguo retablo mayor del Colegio de la Compañía de Jesús de
Zaragoza: una obra identificada”, Artigrama, 22, Zaragoza, 2007, pp. 543-566.
18
Calvo Ruata, J. I. y Criado Mainar, J., “Dos cuadros de San Pedro y San Pablo procedentes
del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona”, Tvriaso, XVII, Tarazona, 2003-2004, pp.
315-336.
19
Arrúe Ugarte, B. (dir.), Inventario artístico de Zaragoza y su provincia. Tomo I. Partido Judicial
de Tarazona, Madrid, Ministerio de Cultura, 1991.
60
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
problema que afectó a la mayoría de los colegios,20 que fue el pago de los
diezmos.
Como no podía ser de otra manera, la consulta del archivo jesuítico
turiasonense es la que nos hubiera aportado un gran número de datos
preciosos e imprescindibles para trazar la historia de la fundación jesuítica
y de su patrimonio. Sin embargo, ante la dispersión y la casi desaparición
del archivo del colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona, es el Archivum
Historicum Societatis Iesu Cataloniae de Barcelona el que alberga, digitalizados,
los fondos más completos relativos a nuestro colegio.
Se trata de documentos generados desde la Provincia de Aragón entre
los que destacan dos clases de testimonios: las cartas annuas y las visitas pe-
riódicas del Provincial. Las cartas annuas eran informes anuales donde se
resaltaban las principales noticias del año corriente acerca de la actividad
de los jesuitas, sobre todo misionera, que se enviaban a la casa provincial
para que un resumen de las mismas se transmitiera a Roma, donde debe-
rían imprimirse y distribuirse. Por su parte, tras las visitas que el Provincial
efectuaba a cada colegio éste redactaba un informe en el que describía
con más o menos minuciosidad las “faltas” que cada colegio debía corregir,
entre las que también se encuentran las relativas a aspectos arquitectónicos
y de su dotación de bienes muebles.
A estos valiosos testimonios tenemos que sumar la exigua documenta-
ción conservada en el Archivum Romanum Societatis Iesu. En él se custodian
una breve serie de documentos alusivos a la fundación del colegio y a
algunas mandas cuyo contenido ya nos era conocido gracias a la documen-
tación local, así como una visita del Padre Provincial —la de 1664— y unos
papeles relativos al intento, finalmente frustrado, de fundación de un cole-
gio jesuítico en la cercana localidad de Borja que afectó económicamente
al de Tarazona.21 Este expediente romano alberga, de modo concreto, la
donación de Juan Antonio Carnicer de todo su patrimonio a favor de la
instauración de un colegio de la Compañía de Jesús en Tarazona en 1584;
un listado con las ocho principales razones que justificaban la fundación
de un colegio ignaciano en Tarazona fechado en 1591 dirigido al Gene-
ral; la entrega de 10.000 escudos efectuada por el obispo Pedro Cerbuna,
fundador del enclave jesuítico turiasonense, de 30 de abril de 1591; el
documento de venta de las casas, huerto y corral de Hernando Cunchillos
a favor del colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona de 6 de abril de
1592; un memorial sobre las escuelas de Gramática de los jesuitas de 1648
20
Este mismo conflicto en el colegio de Huesca ha sido estudiado en Ferrer Benimeli, J. A.,
El Colegio…, op. cit., pp. 31-36.
21
Véase Carretero Calvo, R., “El colegio…”, op.cit., y Mendoza Maeztu, N., “Se comenzó a
desesperar la fundación…”, op.cit.
61
REBECA CARRETERO CALVO
62
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
Fig. 1. Vista del interior de la iglesia del antiguo colegio de la Compañía de Jesús de San Vicente
mártir hacia el altar mayor. Foto: José Latova.
2. Vista del interior del templo tomada desde el crucero hacia los pies. Foto: José Latova.
63
REBECA CARRETERO CALVO
Fig. 3. Planta de la iglesia del antiguo colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona. Elaborada por
el arquitecto Carlos Bressel Echeverría. Diputación Provincial de Zaragoza. Noviembre de 1996.
Fig. 4. Sección norte-sur de la iglesia del antiguo colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona, según
el arquitecto Carlos Bressel Echeverría. Diputación Provincial de Zaragoza. Noviembre de 1996.
64
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
22
Calvo Ruata, J. I., Patrimonio cultural…, op. cit., p. 411.
23
Archivo de la Real Academia de la Historia de Madrid [A.R.A.H.M.], Historia de la fundaçion
y principio que tuvo este collegio de la Compania de Jesus de Taraçona escrita por el padre Pedro Bernal, primer
rector della, año 1594, Leg. 9/7342, nº 16, 35 ff.
24
Tal y como se desprende de la última frase del f. 31.
25
A.R.A.H.M., Historia del Colegio de la Compañia de Jesus de Taraçona, 1600-1628, Leg. 9/7342,
nº 16, 24 ff.
26
A.R.A.H.M., Historia de la fundacion y principio que tuvo el collegio de Taraçona de la Compañia
de Jesus, Leg. 9/7342, nº 17, 25 ff.
65
REBECA CARRETERO CALVO
Fig. 5. Imagen del exterior de la iglesia del antiguo colegio de la Compañía de Jesús
hacia la calle de Tudela en la que se distinguen los restos de los muros de la vivienda
de Hernando Cunchillos. Foto: Rafael Lapuente.
caydas que ocupan toda la testera, de vistosa labor y que adorna mucho a la pintura.
Cerco la pieça de vancos de nogal bien labrados con pedestales torneados de peral.
Abrio una ventana enfrente del sagrario con una fuerte reja y puso una alacena muy
grande, con lo qual la pieça esta muy vistosa. Añadio dos ventanas a los lados del
quadro de San Juan, cuyas puertas son dos quadros de los gloriosos apostoles San
Pedro y San Pablo, y por la parte de la yglesia hazen dos altares colaterales al altar
mayor, traça que ministra un coro abriendo las dos ventanas. Y mas que se pintan
los santos que van saliendo a medida de los dos quadros de los santos apostoles, los
quales se quitan y se ponen y da lugar a que se ponga el quadro nuevo y parece que
todo el altar se ha hecho para aquel dia y fiesta de dicho santo.27
De esta breve descripción deducimos que en la cabecera del templo
se abrió un vano que permitía la comunicación entre el altar mayor y el
Santísimo. Este hueco quedaba clausurado hacia el trasagrario por una
pintura que cumplía la función de puerta con la representación de la Co-
munión de la Virgen María por San Juan evangelista acompañados del resto
de los apóstoles [fig. 6]. Afortunadamente, esta obra se conserva entre los
fondos de la Diputación de Zaragoza. Además, gracias también a la Historia
27
A.R.A.H.M., Historia del Colegio de la…, f. 14 v. Igualmente transcrito en Calvo Ruata, J. I.
y Criado Mainar, J., “Dos cuadros…”, op. cit., p. 322.
66
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
28
Ibidem, p. 323.
29
A.H.S.I.C., Acob 077 Tarazona, Collegio de Taraçona. Sumario de las Constituciones: Regules
Prefecti Biblioteca nº 1.
30
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Mathias Borrull, Provincial, en 4
de julio 1684.
31
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona echa en 15 de febrero 1688 por el padre Diego Ximenez
Royo, Provincial.
67
REBECA CARRETERO CALVO
Fig. 7. San Pedro. Francisco Leonardo de Fig. 8. San Pablo. Francisco Leonardo de
Argensola (atribuido), h. 1624. Colección DPZ Argensola (atribuido), h. 1624. Colección DPZ
(NIG 536). Foto: Cacho & Jaime S. C. (NIG 537). Foto: Cacho & Jaime S. C.
32
Sobre esta obra y su autor puede consultarse Lozano López, J. C., “Noticias artísticas en
una fuente poco conocida: la Historia del Colegio de la Compañía de Jesús de Zaragoza del P. Juan Arbizu
(S. I.)”, Artigrama, 21, Zaragoza, 2001, pp. 403-420.
33
A.H.S.I.C., Acob 077 Tarazona, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Joseph
Vidal, Provincial, a 10 de deziembre de 1694.
34
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona hecha por el padre Manuel Piñeyro, Provincial, en 10
de octubre de 1697.
35
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona hecha por el padre Gabriel Sierra, Provincial, en 20
de octubre de 1700.
36
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Gabriel Sierra, Provincial, en 15
de julio de 1702.
37
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona hecha por el padre Juan Bautista Gormaz, Provincial,
en 12 de febrero 1707.
38
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona hecha por el padre Gregorio Mayor, Viceprovincial, en
18 de julio 1708.
68
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
39
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Gregorio Mayor, Viceprovincial, en
15 de noviembre de 1709.
40
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona echa por el padre Antonio Rius, Viceprovincial, al 1
de junio de 1712.
41
Ibidem, Visita tercera del Colegio de Tarazona echa por el padre Antonio Rius, Viceprovincial, a 28
de junio de 1716.
42
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona echa por el padre Francisco Bru, Provincial, en [en
blanco en el original] de junio de 1718.
43
Ibidem, Visita deste Collegio de Tarazona hecha por el padre Joseph Antonio de Beaumont, Visitador y
Viceprovincial desta Provincia de Aragón, en primero de septiembre 1720.
44
Ibidem, Visita del Colegio de Tarazona hecha por el padre Josef Mathias de Leris, Provincial, en 26
de octubre de 1724.
45
Ibidem, Visita del Colegio de Tarazona hecha por el padre Miguel Geronimo Monreal, Provincial, en
24 de junio de 1726.
46
Ibidem, Visita del Colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona hecha por el padre Pedro Audifre, de
comision del padre Miguel Geronimo Monreal, Viceprovincial, en 12 de abril de 1731.
47
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona echa por el padre Francisco Bono, Provincial, en 30
de mayo de 1733.
48
Ibidem, Visita de el Colegio de la Compañia de Jesus de Tarazona hecha por el padre Josef Andosilla
de comision del padre Francisco Bono, Provincial, en 20 de abril de 1735.
49
Ibidem, Visita de el Colegio de Tarazona hecha por el padre Agustin Berart, Provincial, a 25 de marzo
de 1740.
50
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Agustin Berart, Provincial, a 10
de agosto 1741.
51
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona hecha por el padre Thomas Juste, Provincial, a 8 de
mayo de 1743.
52
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Thomas Juste, Provincial, en 2
de abril de 1745.
53
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona hecha por el padre Gabriel Juan, Provincial, en 1 de
octubre de 1750.
54
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona hecha por el padre Phelipe Musoles, Provincial, en 15
de octubre de 1752.
55
Ibidem, Visita del Colegio de Tarazona hecha por el padre Mathias Urquia de comision del padre Phelipe
Musoles, Provincial de Aragon, en primero de octubre de 1754.
56
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona por el padre Jayme Dou, Provincial, en 4 de setiembre
de 1756.
57
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Jayme Dou, Provincial, en 4 de
octubre de 1758.
69
REBECA CARRETERO CALVO
58
Ibidem, Visita primera del Colegio de Tarazona por el padre Pedro Sancho en [en blanco en el
original] abril de 1760.
59
Ibidem, Visita segunda del Colegio de Tarazona hecha por el padre Pedro Navarro, Provincial, en 8
de diciembre de 1764.
60
A.H.S.I.C., Historia de la Provincia de Aragón de la Compañía de Jesús del padre Gabriel Álvarez,
copia manuscrita, signatura Achi 18.02.
61
Como se deduce de la lectura de la p. 271.
62
A.H.S.I.C., Acob 077 Tarazona, Carta annua de 1595.
63
Serés, G., “El mundo literario de la Compañía”, en Betrán, J. L. (ed.), La Compañía de
Jesús y su proyección mediática en el mundo hispánico durante la Edad Moderna, Madrid, Sílex, 2010, pp.
115-150, espec. pp. 134-136.
70
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
64
Ainaga Andrés, Mª T. y Ainaga Andrés, I., “Fundación del Colegio…”, op. cit., p. 118. El
General Aquaviva se mostró de acuerdo con esta medida debido al escaso número de estudiantes
como se recoge en A.H.S.I.C., Accg 04, Libro de declaraciones y decisiones de los padres Generales desde 1568
hasta 1671, Responsa P. N. G. ad ea quae Congregatio 11ª Aragonae Provincia habita in Collegio Barcinon ano
1587 preposuit, f. 145; e ibidem, Respuestas sacadas de las que nuestro General dio a los memoriales del padre
provincial y de otros padres que llevo el padre Lorenço San Juan, procurador, año 1597, f. 147.
65
A.H.Prov.Z., Caja 44, Real Acuerdo, Autos de extrañamiento y ocupación de temporalida-
des, en virtud del Real Decreto de S. M., de los Padres del Colegio de la Compañía de la ciudad
de Tarazona.
66
Transcrito íntegramente en Carretero Calvo, R., Arte y arquitectura…, op. cit., doc. nº 38,
pp. 797-802 [en CD anexo].
71
REBECA CARRETERO CALVO
Fig. 9. Planta de conjunto del antiguo colegio de la Compañía de Jesús con las distintas fases
constructivas coloreadas. Elaborada por Rebeca Carretero a partir del diseño del arquitecto
Carlos Bressel Echeverría de julio de 1999. Diputación Provincial de Zaragoza.
Fig. 10. Vista aérea del antiguo colegio de la Compañía en la que podemos apreciar las distintas fases
constructivas del edificio, la fábrica del obispo Vilanova y las dimensiones del huerto. H. 1950.
Foto: Archivo Municipal de Tarazona.
72
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE TARAZONA (ZARAGOZA): METODOLOGÍA...
67
Transcrito íntegramente ibidem, doc. nº 39, pp. 803-816 [en CD anexo].
68
No se trata de un número excesivo de libros para la cantidad de veces que los Provinciales
ordenaron en sus visitas, la organización de la librería del colegio y, sobre todo, a la luz de los entre
2.500 y 3.000 tomos, por ejemplo, de que disponía el enclave jesuítico de Huesca (Ferrer Benime-
li, J. A., El Colegio…, op. cit., p. 229). Quizá esto se deba a que en el momento de la redacción del
inventario muchos de ellos ya hubieran sido sustraídos.
69
No sucedió lo mismo con los libros del colegio de la Compañía de Calatayud y del Semi-
nario de Nobles pues el 18 de septiembre de 1772, Xavier Tris y Gregorio, encargado de ejecutar
el traslado a Tarazona, envía una misiva al prelado exponiendo que, como le iba a costar mucho
tiempo y esfuerzo ordenar y evacuar sendas librerías por ser mucho el numero de libros y las havitaciones
de vuestra señoria ilustrisima en este su Palacio limitadas y sin ninguna proporcion para coordinar los estantes,
le sugiere que hallandose vuestra señoria ilustrisima posesionado de la fabrica antigua o quadro del Seminario
y ser este de la extension suficiente y de seguridad, podian alli colocarse a menos trabajo y sin peligro ni temor
de desvio (Archivo Diocesano de Tarazona, Caj. 9, Lig. 3-B, nº 12).
70
Fuente, V. de la, La Santa Iglesia de Tarazona en sus Estados Antiguo y Moderno. Tratado LXXXVII,
vol. XLIX de España Sagrada, Madrid, imprenta de José Rodríguez, 1865, p. 304, y Sanz Artibucilla,
J. Mª, Historia…, op. cit., vol. II, p. 405.
73
REBECA CARRETERO CALVO
71
Borrás i Feliú, A. (S. I.), “El monasterio de Veruela y la Compañía de Jesús”, en Calvo
Ruata, J. I. y Criado Mainar, J. (coords.), Tesoros de Veruela. Legado de un monasterio cisterciense, Catálogo
de la exposición, Zaragoza, Diputación Provincial de Zaragoza, 2006, pp. 319-320.
72
Transcritas en Barrera, F.-Á., El Hogar Doz de Tarazona, Tarazona, Félix-Ángel Barrera, 2006,
pp. 4-19.
73
Vallejo Zamora, J., “Sobre los orígenes del Hogar Doz en Tarazona (III)”, Tarazona. Periódico
municipal, primera quincena del mes de marzo de 2000, p. 6.
74
Calvo Ruata, J. I., Patrimonio cultural…, op. cit., pp. 29-30 y 35.
74
La Compañía de Jesús en Navarra y las artes.
Estado de la cuestión y fuentes para la investigación*
* El presente estudio ha sido realizado en el marco del Proyecto I+D “Corpus de Arquitectura
Jesuítica II” (HAR2011-26013), concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad para
su desarrollo entre los años 2012-2014, del que la autora es miembro del equipo de investigación.
1
Schurhammer, G., Francisco Javier. Su vida y su tiempo, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1992
(4 vols.); Ruiz de Galarreta, J. E., Francisco de Javier: Biografía crítica, Pamplona, 2006.
2
Francisco Jasso Azpilcueta Atondo nació en el seno de una familia noble, cuya madre María
de Azpilcueta ostentaba el título de señora de Javier. Su padre, Juan de Jaso, fue uno de los distin-
guidos miembros del Consejo Real bajo el reinado de Juan III de Albret y Catalina de Foix, últimos
monarcas privativos navarros, a los que esta familia prestó fidelidad en la defensa del reino frente a
la ofensiva dirigida por Fernando el Católico a partir de 1512 y que supuso finalmente la conquista del
territorio y su anexión en 1515 a la corona de Castilla (Fortún Pérez de Ciriza, L. J., Los señores de
Javier, un linaje en torno a un santo, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 2006; Fortún Pérez de
Ciriza, L. J., Castillo de Javier. Historia y Arte, Panorama, 42, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2012;
Fortún Pérez de Ciriza, L. J., El mundo de Javier: una visión del siglo XVI a través de la vida de San
Francisco Javier, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2004).
75
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
3
Fernández Gracia, R., “Iconografía de San Francisco Javier”, en El arte en Navarra, 2. Re-
nacimiento, Barroco y del Neoclasicismo al arte actual, Pamplona, Diario de Navarra, 1994, pp. 497-512;
Iturriaga Elorza, J., “Hechos prodigiosos atribuidos a San Francisco Javier en unos grabados del
siglo XVII”, Príncipe de Viana, 203, Pamplona, 1994, pp. 467-511; VV. AA., San Francisco Javier: encuentro
entre Oriente y Occidente, (Catálogo de exposición), Pamplona, Fundación San Francisco Javier, 1999.
4
Fernández Gracia, R., San Francisco Javier en la memoria colectiva de Navarra. Fiesta, religiosidad
e iconografía en los siglos XVII-XVIII, Biblioteca Javeriana, 4, Pamplona, Fundación Diario de Navarra,
2004; Fernández Gracia, R., San Francisco Javier Patrono de Navarra. Fiesta, religiosidad e iconogra-
fía, Pamplona, Gobierno de Navarra, Institución Príncipe de Viana, 2006; Fernández Gracia, R.
(coord.), San Francisco Javier en las artes. El poder de la imagen, Pamplona, Fundación Caja Navarra,
2006; Fernández Gracia, R., El Fondo iconográfico del P. Schurhammer. La memoria de Javier en imágenes,
Pamplona, Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, 2006; VV. AA., Congreso Internacional Los mundos de
Javier, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2008. En otras publicaciones de temática diversa se recogen
numerosas fichas catalográficas con las distintas iconografías del santo navarro. A modo de ejemplo
citamos Fernández Gracia, R., “San Fermín y San Francisco Javier con la Eucaristía”, en Juan de
Goyeneche y el triunfo de los navarros en la Monarquía Hispánica del siglo XVIII, Pamplona, Fundación
Caja Navarra, 2005, p. 400.
5
Juárez, G., Vida iconológica del Apóstol de las Indias San Francisco Javier (ed. M. G. Torres Olleta),
Biblioteca Javeriana, 1, Pamplona, Fundación Diario de Navarra, 2003; Torres Olleta, M.G., Milagros
y prodigios de San Francisco Javier, Biblioteca Javeriana, 6, Pamplona, Fundación Diario de Navarra, 2005.
6
Véase al respecto el catálogo de la exposición comisariada por Fernández Gracia, R., San
Francisco Javier en las artes…, op. cit., y los artículos recogidos en el mismo de Torres Olleta, M. G.,
“De la hagiografía al arte. Fuentes de la iconografía de San Francisco Javier”, pp. 74-95; Andueza
Unanua, P., “La Vera Effigies de San Francisco Javier: la creación de una imagen postridentina”, pp. 96-
119; Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., “La imagen de San Francisco Javier en el arte europeo”,
pp. 120-153; Fernández Gracia, R., “San Francisco Javier patrono. Imágenes para el taumaturgo de
ambos mundos”, pp. 154-199; Cuadriello, J., “Xavier indiano o los indios sin apóstol”, pp. 200-253.
76
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
7
Un completo estudio al respecto es la publicación de la tesis doctoral de Torres Olleta, M.
G., Redes iconográficas, San Francisco Javier en la cultura visual del Barroco, Madrid, Iberoamericana, 2009.
8
Torres Olleta, M. G., Vita Thesibus et Vita Iconibus. Dos certámenes sobre San Francisco Javier,
Pamplona, Griso, Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, 2005.
9
Torres Olleta, M. G., “Vidas ilustradas de San Francisco Javier”, en Arellano, I., Gonzá-
lez Acosta, A. y Herrera, A. (eds.), San Francisco Javier entre dos continentes, Madrid, Iberoamericana,
2007, pp. 239-257; Torres Olleta, M. G., “La Iconografía de San Francisco Javier y sus fuentes”, en
Arellano, I. (coord.), Sol, Apóstol, Peregrino, San Francisco Javier en su Centenario, Pamplona, Gobierno
de Navarra, 2005, pp. 347-371.
10
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., “Series pintadas de la vida y milagros de San
Francisco Javier en Europa y América”, en Congreso Internacional Los mundos de Javier, op. cit., pp.
187-210, espec. 187-189; Criado Mainar, J., “Contribución de la Compañía de Jesús al campo de la
arquitectura y de las artes plásticas en el ámbito español e iberoamericano”, en Betrán, J. L. (ed.),
La Compañía de Jesús y su proyección mediática en el mundo hispánico durante la Edad Moderna, Madrid,
Sílex, 2010, pp. 288-295.
11
García Gutiérrez, F., San Francisco Javier en el arte de España y Oriente, Sevilla, Guadalquivir
ediciones, 2005, pp. 163-231; Osswald, M. C., “Cultos e iconografía jesuíticas en Goa durante los
siglos XVI y XVII: El culto e iconografía de San Francisco Javier”, en Fernández Gracia, R. (coord.),
San Francisco Javier en las artes…, op. cit., pp. 234-253; Osswald, M. C., “La imagen del santo en Goa
y en Oriente”, en Congreso Internacional Los mundos de Javier, op. cit., pp. 239-259.
12
Morales Solchaga, E., “Causas de la riqueza iconográfica de San Francisco Javier: promo-
ción y mecenazgo”, ibidem, pp. 211-238.
13
Andueza Unanua, P., “San Francisco Javier en las artes suntuarias”, ibidem, pp. 295-325.
14
La figura de San Francisco Javier también ha sido objeto de atención por parte del arte
77
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
78
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
los libros de historia de Navarra escritos por el padre José Moret,20 como
la primera edición de los Anales de Navarra (1684)21 o las Investigaciones
Históricas (1665).22
Frente a este profundo y exhaustivo estudio iconográfico de la figura
de San Francisco Javier en Navarra en los distintos géneros y periodos
artísticos, panorama que también se hace extensivo a las iconografías del
resto de los santos de la Compañía, mucho más pobre y repetitiva, el co-
nocimiento que hasta el momento existe de la arquitectura jesuítica en
20
Martín Duque, A.J., “José de Moret, primer cronista del reino”, Príncipe de Viana, 227,
Pamplona, 2002, pp. 1.045-1.053.
21
Morales Solchaga, E., “Iconografía de San Francisco Javier en la portada del libro barro-
co”, en Fernández Gracia, R. (coord.), San Francisco Javier en las artes…, op. cit., pp. 254-283; Jusué
Simonena, C., “Annales del Reyno de Navarra”, ibidem, pp. 330-331.
22
Jusué Simonena, C., “Investigaciones Históricas de las Antigüedades del Reyno de Navarra”,
ibidem, pp. 328-329.
79
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
23
Véase al respecto el caso del Archivo del Santuario de Loyola en el estudio de Fernández
de Arillaga, I., “El archivo de Loyola en tiempos de la expulsión y las aportaciones de los jesuitas
llegados de Italia (según reseña del P. Pérez Picón)”, Revista de Historia Moderna, Anales de la Univer-
sidad de Alicante, 15, Alicante, 1996, pp. 137-148.
24
Véanse los distintos estudios recogidos en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J.
y Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica. Actas del Simposio Internacional, Zaragoza,
Institución “Fernando el Católico”, 2012: Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., “La arquitectura
jesuítica en Castilla. Estado de la cuestión”, pp. 305-326; Morales, A. J., “La arquitectura jesuítica
en Andalucía. Estado de la cuestión”, pp. 327-354; Gómez-Ferrer, M., “La arquitectura jesuítica en
Valencia. Estado de la cuestión”, pp. 355-392; Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arqui-
tectura jesuítica en Aragón. Estado de la cuestión”, pp. 393-472.
25
Escalada, F., San Francisco Javier y su castillo, Pamplona, Huarte y Coronas, 1917; Recondo, J.
M., “El castillo de Javier”, Temas de Cultura Popular, 84, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1972,
pp. 25-28; Polgár, L., Bibliographie sur l’histoire de la Compagnie de Jésus (1901-1980) vol. 2 -—Les pays.
Europe, Roma, Institutum Historicum S. I., 1983, pp. 164-166; Larumbe Martín, M., El Academicismo
y la arquitectura del siglo XIX en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1990, pp. 572-577; García
Gainza, Mª C., Orbe Sivatte, M. y Domeño Martínez de Morentin, A., Catálogo Monumental de
80
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
Navarra, IV**. Merindad de Sangüesa, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1992, pp. 9-23; Re-
condo, J. M., Castillo de Xavier, Barcelona, Escudo de Oro, D. L., 2002; Fernández Gracia, R., San
Francisco Javier Patrono de Navarra…, op. cit., pp. 91-109; Fortún Pérez de Ciriza, L. J., Castillo de
Javier. Historia y Arte…, op. cit.
26
Fernández Gracia, R., “Religioso camarín y aula de milagros…”, op. cit., pp. 287-323; Fer-
nández Gracia, R., San Francisco Javier Patrono de Navarra…, op. cit. pp. 94-106; Fernández Gracia,
R., San Francisco Javier en la memoria colectiva de Navarra…, op. cit., pp. 260-277.
27
López de Aberasturi, A. y López Simón, F., Javier. El Castillo redescubierto, Pamplona, Go-
bierno de Navarra, 2007.
28
García Velasco, J. I., San Ignacio de Loyola y la provincia jesuítica de Castilla, León, Sal Terrae,
1991, pp. 84-87.
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MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
Fig. 3 San Francisco Javier hace cesar la peste. Fig. 4 Basílica de San Ignacio de Pamplona.
Godefrido de Maes. 1692. Foto: M.J. Tarifa Castilla.
Museo del Castillo de Javier.
82
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
Con objeto de poner al día los conocimientos existentes sobre los dos
centros educativos que los jesuitas fundaron en las principales ciudades
navarras entre fines del siglo XVI y principios XVII, en primer lugar el de
la Anunciada de Pamplona, en la capital del reino, y poco después el de
San Andrés de Tudela, cabeza de merindad de la Ribera, se impone, en
primer lugar, la revisión bibliográfica. Colegios que han sido abordados des-
de distintas áreas temáticas y periodos cronológicos, como el ámbito de la
educación,31 de sus bibliotecas, 32 o el artístico, objeto del presente artículo.
29
Martinena Ruiz, J. J., “Otras iglesias del viejo Pamplona”, Temas de Cultura Popular, 325,
Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1978, pp. 16-19; Martinena Ruiz, J. J., “III Centenario de
la Basílica de San Ignacio de Loyola”, Diario de Navarra, (Pamplona, 9-X-1994). Este mismo texto
es recogido por el autor en su obra Nuevas historias del viejo Pamplona, Pamplona, Ayuntamiento de
Pamplona, 2006, pp. 313-317. García Gainza, Mª C., Orbe Sivatte, M., Domeño Martínez de
Morentin, A. y Azanza López, J. J., Catálogo Monumental de Navarra, V***. Merindad de Pamplona,
Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1997, pp. 387-395; Azanza López, J. J., Arquitectura religiosa
del Barroco en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1998, pp. 399-403.
30
El actual edificio del Colegio de San Francisco Javier dirigido por la Compañía de Jesús
se halla en el lugar que antaño ocupó el convento de Nuestra Señora del Rosario de dominicos. La
primera piedra se puso el 9 de julio de 1887 a cuya construcción se aplicaron los grandes legados
de Josefa de Lecumberri y del Marqués de Fontellas (Fernández Marco, J. I., “Jesuitas en Tudela.
Reseña histórica de cuatro siglos (1578-1990)”, Centenario del Colegio de San Francisco Javier, Tudela,
Gestingraf, 1991, pp. 23-35).
31
Vergara Ciordia J., “Temporalización, ritmos escolares y promoción académica en los
colegios jesuíticos: el Colegio de la Anunciada de Pamplona en los siglos XVII y XVIII”, en Actas
del XI Coloquio Nacional de Historia de la Educación. La acreditación de saberes y competencias. Perspectiva
histórica, Oviedo, Universidad de Oviedo, 2001, pp. 525-537; Vergara Ciordia, J., “Cultura escolar y
movilidad docente en las aulas de Gramática y Latinidad del Colegio de la Anunciada de Pamplona
de los PP. Jesuitas en los siglos XVII y XVIII”, en Vergara Ciordia, J. (coord.), Estudios sobre la Compañía
de Jesús: los jesuitas y su influencia en la cultura moderna (ss. XVI-XVIII), Madrid, UNED, 2003, pp. 82-85;
Vergara Ciordia, J., “Humanidades y profesorado en los jesuitas de Pamplona (siglos XVI-XVIII)”,
en VII Congreso General de Historia de Navarra. Historia Moderna. Historia Contemporánea. Historia de la
Educación. 1512, vol. II, Príncipe de Viana, 254, Pamplona, 2011, pp. 449-463; Sánchez Barea, F., “La
enseñanza en Tudela a la luz de la concordia entre el colegio de los jesuitas y la escuela municipal
en el siglo XVII”, en Sánchez Barea, F., Vergara, J. y Comella, B. (coords.), Ideales de Formación en la
Historia de la Educación, Madrid, Dykinson, 2011, pp. 795-811.
32
Para el caso de la biblioteca del colegio pamplonés véase: Pérez Goyena, A., “La Biblioteca
del antiguo Colegio de Jesuitas de Pamplona”, Revista Internacional de los estudios vascos, 19, 23, San
83
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
Sebastián, 1928, pp. 404-416; Pérez Goyena, A., “Colegio de la Anunciada. La Biblioteca”, en La
Avalancha, 1929, p. 55. Bonnafos Escobar, D., Arte y Cultura en el Colegio de Jesuitas de Pamplona en el
Antiguo Régimen, Tesis de máster dirigida por el profesor Ricardo Fernández Gracia y defendida en la
Universidad de Navarra en 2004; Vergara Ciordia, J., “Inventario de los libros prohibidos del colegio
de los jesuitas de Pamplona en tiempos de la expulsión”, en Actas del VI Congreso de Historia de Navarra,
Memoria e Imagen, vol. II, Pamplona, SEHN, 2006, pp. 323-335; Vergara Ciordia, J., “El proceso de
expropiación de la biblioteca de los Jesuitas de Pamplona (1767-1774)”, Revista de Historia Moderna:
Anales de la Universidad de Alicante, 26, Alicante, 2008, pp. 325-342; García Pómez, M. D., Testigos de la
memoria: los inventarios de las bibliotecas de la Compañía de Jesús en la expulsión de 1767, Alicante, Universidad
de Alicante, 2010, pp. 87-88. Para la biblioteca tudelana consúltese: Sánchez Barea, F., “La biblioteca
del colegio Jesuita de Tudela en la Edad Moderna”, en Vergara Ciordia, J. (coord.), Estudios sobre la
Compañía de Jesús: los jesuitas y su influencia en la cultura moderna (ss. XVI-XVIII), Madrid, UNED, 2003,
pp. 423-517; Sánchez Barea, F., “Los libros en lenguas romances del siglo XVI pertenecientes a la
biblioteca del Colegio Jesuítico de Tudela: estudio temático y biblioteconómico”, en Hernández Palo-
mo, J. y Del Rey Fajardo, J. (coords.), Sevilla y América en la Historia de la Compañía de Jesús, Córdoba,
CajaSur, 2009, pp. 61-77; García Pómez, M. D., Testigos de la memoria…, op. cit., pp. 90-91.
33
Burrieza Sánchez, J., “La antigua Compañía de Jesús (siglos XVI-XVIII)”, en Egido, T.
(coord.), Los jesuitas en España y en el mundo hispánico, Madrid, Fundación Carolina, Centro de Estudios
Hispánicos e Iberoamericanos y Marcial Pons Historia, 2004, pp. 49-70.
34
Orduna Portús, P., “La educación de la nobleza navarra durante la modernidad”, Studia
Historia. Historia moderna, 31, Salamanca, 2009, pp. 201-235.
35
Labrador, C., Martínez Escalera, J. y Díez Escanciano, A., El sistema educativo de la
Compañía de Jesús. La ‘Ratio Studiorum’, Madrid, UPCO, 1992.
36
Aldea Vaquero, Q. (dir.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España. 2, CH-MAN, Madrid,
CSIC, 1973, p. 1.233.
37
Hamy, A., Documents pour servir a l’histoire des domiciles de la Compagnie de Jésus dans le monde
entier de 1540 a 1773, París, Alphonse Picar, (ca. 1900), pp. 9 y 45; García-Villoslada, R., Manual de
Historia de la Compañía de Jesús 1540-1940, Madrid, Compañía Bibliográfica Española, 1954, p. 275. El
autor alude al colegio de Pamplona (1584), incidiendo en las dificultades a las que los jesuitas tuvie-
ron que hacer frente para establecerse en la ciudad ante la prolongada y ruda oposición de ciertos
religiosos y autoridades civiles, mientras que ni siquiera menciona la fundación del colegio de Tudela.
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LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
38
O’Neill, Ch. E. y Domínguez, J. M. (dirs.), Diccionario histórico de la Compañía de Jesús,
Universidad Pontificia de Comillas, 2001, vol. II, p. 1.268.
39
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., La arquitectura de los jesuitas, Madrid, Edilupa
ediciones, 2002; Bösel, R., “La arquitectura de la Compañía de Jesús en Europa”, en Sale, G. (ed.),
Ignacio y el arte de los jesuitas, Bilbao, Ediciones Mensajero, S.A.U., 2003, pp. 65-122.
40
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A. “Los domicilios de la Compañía de Jesús en España
entre 1541 y 1767”, en Hoz Martínez, J. de Dios de la (dir.), La antigua iglesia del Colegio Máximo de la
Compañía de Jesús en Alcalá de Henares, actual parroquia de Santa María, Madrid, Consejería de las Artes
de la Comunidad de Madrid y Obispado de Alcalá de Henares, 2001, p. 44; Rodríguez Gutiérrez
de Ceballos, A., “La arquitectura jesuítica en Castilla…”, op. cit., p 306.
41
Echeverría Goñi, P. L. y Fernández Gracia, R., “Arquitectura religiosa de los siglos XVI
al XVIII en Navarra”, en Ibaiak eta Haranak, Guía del patrimonio histórico-artístico-paisajístico, 8, San
Sebastián, Etor, 1991, pp. 204-205; Azanza López, J. J., “El Barroco conventual”, en El arte en Na-
varra, 2. Renacimiento, Barroco y del Neoclasicismo al arte actual, Pamplona, Diario de Navarra, 1994, p.
389; Aznar Yanguas, M. R., Irisarri Urdangarín, A., Orta Rubio, E. y Alcázar Vinyals Gómez,
M., Guía histórico artística de Tudela: itinerarios por el Renacimiento y el Barroco, Tudela, Centro Cultural
Castel-Ruiz, 1997, pp. 65-66.
85
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
42
Malaxechevarría, J., La Compañía de Jesús por la instrucción del pueblo vasco en los siglos XVII-
XVIII, San Sebastián, Imp. y lib. San Ignacio, 1926, pp. 45-46.
43
Orduna Portús, P., “La educación de la nobleza navarra…”, op. cit., p. 221.
44
Malaxechevarría, J., La Compañía de Jesús…, op. cit., pp. 46-47.
45
Astrain, A., Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España. 3, Mercurian-Aquaviva
(Primera parte) 1573-1615, Madrid, Razón y Fe, 1925, pp. 235-236; Malaxechevarría, J., La Compañía
86
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
de Jesús…, op. cit., pp. 47-48; Arellano, T., Pamplona y los jesuitas. El Colegio, Pamplona, Editorial Leyre,
1946, pp. 11-12. Sobre la dotación artística, véase Tarifa Castilla, M.ª J., “La colección de obras
de arte de Juan Piñeiro, Fundador del colegio de la Compañía de Jesús de Pamplona (1580)”, VIII
Congreso General de Historia de Navarra, Pamplona, SEHN, (en prensa).
46
Malaxechevarría, J., La Compañía de Jesús…, op. cit., pp. 54-55; Arellano, T., Pamplona y
los jesuitas…, op. cit., pp.15-16.
47
Astrain, A., Historia de la Compañía de Jesús…, op .cit., pp. 237-240. Todo el proceso funda-
cional referido anteriormente es asimismo recogido, citando las fuentes bibliográficas mencionadas,
por Jimeno Jurío, J. J., Colegio de la Compañía de Jesús en Pamplona. Datos para un estudio socioeconómico
(1565-1769), Pamplona, Pamiela, 2012, pp. 78-98.
87
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
48
Malaxechevarría, J., La Compañía de Jesús…, op. cit., pp. 51-53; Jimeno Jurío, J. J., Colegio
de la Compañía de Jesús en Pamplona…, op.cit., pp. 144-152, 329-345.
49
Martinena Ruiz, J. J., “Las cinco parroquias del viejo Pamplona”, Temas de Cultura Popular,
318, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1978, pp. 3-5.
50
Tarifa Castilla, Mª J., “La parroquia de San Juan Bautista de la catedral de Pamplona y
su ajuar litúrgico”, en García Gainza, Mª C. y Fernández Gracia, R. (coords.), Cuadernos de la Cátedra
de Patrimonio y Arte Navarro, 1, Estudios sobre la catedral de Pamplona in memoriam Jesús María Omeñaca,
Pamplona, Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, 2006, pp. 375-392.
51
García Gainza, Mª C., Orbbe Sivatte, M., Domeño Martínez de Morentin, A. y Azan-
za López, J. J., Catálogo Monumental de Navarra, V***. Merindad de Pamplona…, op. cit., pp. 211-215.
52
Este modelo de iglesia de tres naves había sido propuesto en 1585 por el provincial de
Castilla Pedro Villalva como el más idóneo para el ejercicio de los ministerios, aconsejando su puesta
en práctica en las iglesias de la casa profesa de Valladolid y de los colegios de Palencia y Segovia
(Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., “Juan de Herrera y los jesuitas Villalpando, Valeriani, Ruiz,
Tolosa”, Archivum Historicum Societatis Iesu, 35, Roma, 1966, pp. 285-321, espec. p. 309 nota nº 81).
88
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
Fig. 6 Interior de la iglesia del antiguo colegio Fig. 7 Fachada exterior de la iglesia del antiguo
de la Anunciada de Pamplona, actual albergue colegio de la Anunciada de Pamplona.
de peregrinos. Foto: M.J. Tarifa Castilla. Foto: M.J. Tarifa Castilla.
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Fig. 8 Fachada exterior del antiguo colegio de la Anunciada de Pamplona. Foto: M.J. Tarifa Castilla.
capitel toscano sobre las que corre una imposta moldurada a lo largo de
todo el perímetro del edificio, estableciéndose la separación de las naves
mediante ocho pilares prismáticos culminados a modo de capitel por
fragmentos de entablamento con arquitrabe, friso y cornisa. El edificio se
cubre con bóvedas de arista ornamentadas con triangulaciones, separadas
por fajones de medio punto casetonados, mientras que el espacio central
del crucero recibe una cúpula, sin tambor ni linterna, dispuesta sobre
pechinas que lucen los emblemas IHS y MA en relación con la titularidad
primitiva de la iglesia [fig. 6].
Del exterior del templo sólo es visible la fachada [fig. 7], que corres-
ponde al muro hastial que da a la calle Compañía, muy sencilla, con un
primer cuerpo de piedra al que se superponen dos de ladrillo, en cuya parte
central se abre la puerta de acceso al interior que describe un arco de me-
dio punto pétreo. En 2000 el Arzobispado cedió la iglesia al ayuntamiento
a cambio de la construcción de una parroquia en el barrio pamplonés de
San Jorge, abriendo nuevamente sus puertas en 2007 como albergue de
peregrinos. La adecuación de las naves laterales como zonas de dormitorios
con literas dificulta cualquier intento de aproximación al análisis de sus
estructuras arquitectónicas interiores, así como del análisis espacial.
Por su parte, el edificio del antiguo colegio de jesuitas, adosado al
templo y asimismo levantado en ladrillo sobre un basamento de piedra,
90
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
53
Martinena, J. J., Diario de Navarra, (Pamplona, 8-V-2005), p. 64.
54
Malaxechevarría, J., La Compañía de Jesús…, op. cit., pp. 81-86; Fuentes Pascual, F., “La
Compañía de Jesús en Tudela (1578-1600)”, Príncipe de Viana, 14, Pamplona, 1944, pp. 67-101; Fuentes
Pascual, F., Bocetos de Historia Tudelana, Gráficas Muskaria, 1958, pp. 109-118; Castro Álava, J. R.,
Miscelánea Tudelana, Tudela, Caja de Ahorros de Navarra, 1972, pp. 210-221; Fernández Marco, J.
I., “Jesuitas en Tudela…”, op. cit., pp. 7-9; Fernández Marco, J. I., Notas históricas del antiguo colegio
jesuítico de Tudela, Bilbao, Ediciones Mensajero, 2010, pp. 7-16.
55
Sánchez Barea, F., “Historia económica del colegio de jesuitas de Tudela (1600-1767)”,
en VII Congreso General de Historia de Navarra, Príncipe de Viana, 254, Pamplona, 2011, pp. 225-229.
56
Fuentes Pascual, F., “La Compañía de Jesús en Tudela…”, op. cit., pp. 78-79.
57
Fernández, J. A., Memorias y antigüedades de la ciudad de Tudela, 1771, f. 73. (Biblioteca
Municipal Yangüas y Miranda de Tudela).
91
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
58
Fernández Marco, J. I., “Jesuitas en Tudela…”, op. cit., p. 11; Fernández Marco, J. I., Notas
históricas del antiguo…, op. cit., pp. 25 y 28.
59
Segura Miranda, J., Tudela, historia, leyenda y arte, Tudela, Imprenta Delgado, 1964, p. 141;
García Gainza, Mª C., Heredia Moreno, Mª C., Rivas Carmona, J. y Orbe Sivatte, M., Catálo-
go Monumental de Navarra. Merindad de Tudela. I, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1980,
pp. 314-315; Azanza López, J. J., Arquitectura religiosa…, op. cit., p. 304; Fernández Marco, J. I.,
“Jesuitas en Tudela…”, op. cit., p. 11; Fernández Marco, J. I., Notas históricas del antiguo…, op. cit.,
pp. 30-33.
60
Tarifa Castilla, Mª J., “Un debate arquitectónico: tres diseños del siglo XVII para la
construcción del Colegio de la Compañía de Jesús de Tudela (Navarra)”, Artigrama, 28, Zaragoza,
2013, pp. 349-384.
61
Criado Mainar, J., El palacio de la familia Guaras en Tarazona, Tarazona, Centro de Estudios
Turiasonenses y Fundación Tarazona Monumental, 2009, pp. 105-106.
92
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
62
Azanza López, J. J., Arquitectura religiosa…, op. cit., p. 304; Rodríguez Gutiérrez de Ceba-
llos, A., Estudios del barroco salmantino. El Colegio Real de la Compañía de Jesús de Salamanca, Salamanca,
Centro de Estudios Salmantinos, 1969, p. 69.
63
Fernández Marco, J. I., Notas históricas del antiguo…, op. cit., pp. 112-113.
64
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., Bartolomé de Bustamante y los orígenes de la arquitectura
jesuítica en España, Roma, Instituto Histórico de la Compañía de Jesús, 1967, pp. 254-269, espec. 268.
65
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., La arquitectura de los jesuitas…, op. cit., pp. 95-114;
Bösel, R., “La arquitectura de la Compañía de Jesús…”, op. cit., pp. 76-77 y 92-93; Marías, F., “El
primer proyecto de Juan Gómez de Mora para el Colegio de La Clerecía de Salamanca”, Tiempo,
espacio y arte, Homenaje al profesor Antonio Bonet Correa, Madrid, Editorial Complutense, 1994, vol. I,
pp. 469-480; Criado Mainar, J., “Contribución de la Compañía de Jesús…”, op. cit., pp. 255-274;
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., “La arquitectura jesuítica en Castilla…”, op. cit. pp. 309-318.
66
Ibañez Fernández, J. y Criado Mainar, J., “La arquitectura jesuítica en Aragón…”, op.
cit., 454-455; Carretero Calvo, R., Arte y arquitectura conventual en Tarazona en los siglos XVII y XVIII,
Tarazona, Centro de Estudios Turiasonenses, Fundación Tarazona Monumental, 2012, pp. 170-173.
67
Echeverría Goñi, P. L. y Fernández Gracia, R., “Arquitectura religiosa…”, op. cit., p. 204.
93
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
94
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
ejecutadas por los hermanos Antonio y José del Río, retablistas y tallistas
de Tudela68 y autores de dicho retablo mayor69 [fig. 10].
Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 la iglesia siguió teniendo
una función cultual como sede de la nueva parroquia de San Jorge el
Real, lo que supuso una serie de intervenciones en su fábrica, como la
construcción a partir de 1771 del coro alto a los pies,70 o la colocación
en la fachada exterior de ladrillo sobre la portada pétrea barroca, que
Azanza fecha hacia 1680,71 del escudo del monarca Carlos III, indicando
la propiedad real del inmueble. Una fachada de ladrillo sobre basamento
de sillería, muy sobria, ya que únicamente introduce como elementos
plásticos las pilastras que estructuran los dos cuerpos en altura y la cornisa
que los separa, los cuáles apenas si sobrelasen del plano [fig. 11].
Adosado al templo se desarrolla el edificio originario del colegio
[fig. 12], sobre basamento de piedra y fachada de ladrillo, de tres pisos
de altura, organizado en torno al claustro interior de ladrillo, casi cua-
drilátero, articulado por vanos de iluminación enmarcados por arcos de
medio punto [fig. 13]. Los espacios configurados a raíz de su construcción
a partir de mediados del siglo XVII son irreconocibles en la actualidad,
como consecuencia de las continuas reformas llevadas a cabo en el mis-
mo tras la salida de los jesuitas con el fin de adaptarlos a usos totalmente
diferentes, desde aulas y habitaciones de maestros de primeras letras,
latinidad y retórica,72 lugar de reunión de la Real Sociedad Económica
de Amigos del País y centro del Instituto de Enseñanza Media de Tudela
(1839 y 1884), entre otros.73
El erudito tudelano Juan Antonio Fernández (1752-1814) realizó tras
la expulsión de la Compañía un esquemático dibujo del colegio en su
manuscrito Notas del Anticuario [fig. 14],74 en colección particular, que ya
68
García Gainza, Mª C., Heredia Moreno, Mª C., Rivas Carmona, J. y Orbe Sivatte, M.,
Catálogo Monumental de Navarra. Merindad de Tudela. I…, op. cit., pp. 315-316; Rivas Carmona, J.,
“Las yeserías del barroco tudelano en relación con el arte aragonés contemporáneo”, Seminario de
Arte Aragonés, 33, Zaragoza, 1981, p. 303; Azanza López, J. J., Arquitectura religiosa…, op. cit., pp. 304-
305. A los hermanos del Río corresponde el opulento conjunto de yeserías que reviste los muros y
cubiertas de la capilla del Espíritu Santo de la catedral de Tudela (Fernández Gracia, R. y Roldán
Marrodán, F. J., La capilla del Espíritu Santo de la Catedral de Tudela, Pamplona, Gobierno de Navarra,
2007, pp. 59-61).
69
Fernández Gracia, R., El retablo barroco en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2003,
pp. 421-423; Fernández Marco, J. I., Notas históricas del antiguo…, pp. 149-152.
70
Segura Miranda, J., Tudela…, op. cit., p. 140; García Gainza, Mª C., Heredia Moreno,
Mª C., Rivas Carmona, J. y Orbe Sivatte, M., Catálogo Monumental de Navarra. Merindad de Tudela.
I…, op. cit., p. 315.
71
Azanza López, J. J., Arquitectura religiosa…, op. cit., p. 305.
72
Sáinz Pérez de Laborda, M., Apuntes tudelanos, IV, Tudela, Gráficas Mar, 1969, p. 443.
73
Orta Rubio, E., Tudela, Panorama, 41, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2009, pp. 55-56
y 68-70.
74
Fernández, J. A., Notas del Anticuario, s.f., p. 135.
95
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
identificó como San Jorge, por tanto posterior a 1767, en el que todavía
son apreciables algunos de los espacios originarios, como el refectorio y
bodegas en el ala este. Desde 1979, previa restauración del edificio, es
la sede del Centro Cultural Castel Ruiz que utiliza las dependencias del
antiguo colegio para salas de exposiciones, conciertos, conferencias y
conservatorio de música.
75
Pizarro Alcalde, F., “Una fuente para profundizar en el estudio de la Compañía de Jesús: las
historias de los Colegios”, Tiempos modernos, Revista Electrónica de Historia Moderna, 6, 17, 2008, pp. 1-26.
76
Archivo Histórico de la Provincia de Castilla, Leg. 1314, citado en Recondo, J. M., “Proyec-
tos Fundacionales en Javier en los siglos XVII y XVIII”, Razón y fe, 151, Madrid, 1955, pp. 507-518;
Fernández Gracia, R., San Francisco Javier Patrono de Navarra…, op. cit., p. 70.
96
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
Fig. 12 Fachada del antiguo colegio de la Compañía de Jesús de Tudela a la calle del Mercadal.
Foto: M.J. Tarifa Castilla.
97
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Fig. 13 Claustro del antiguo colegio de la Compañía de Jesús de Tudela. Foto: M.J. Tarifa Castilla.
98
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
77
Del Ser Pérez, F., “La provincia jesuítica de Castilla en el Archivum Romanum Societatis Iesu”,
Cuadernos de Historia Moderna, 20, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1998, pp. 180-181.
78
Del Ser Pérez, F. y Arranz Roa, I., “Aproximación a las fuentes para el estudio de la
provincia jesuítica de Castilla (ss. XVI-XVIII)”, en Actas del Primer Congreso de Historia de la Iglesia y el
Mundo Hispánico, Hispania Sacra, 52, 105, Madrid, 2000, pp. 73-98; Rodríguez del Coro, F., “Fuentes
y bibliografía para el estudio de la Compañía de Jesús durante el Sexsenio democrático en el País
Vasco-Navarro (1868-1874)”, Archivos, Bibliotecas y Museos, Décimo Congreso de Estudios Vascos, Pamplona,
1987, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 1998, pp. 537-542; Del Ser Pérez, F., “La provincia jesuítica
de Castilla…”, op. cit., pp. 167-188; Pinedo, I., “Jesuitas en el País Vasco/Navarra”, en Historia de los
religiosos en el País Vasco/Navarra, Actas del Primer Congreso de Historia de las Familias e Institutos Religiosos en
el País Vasco/Navarra, Arantzazu, 24-28 de junio de 2002, Oñati, Arantzazu, 2004, pp. 569-584; Vergara
Ciordia, J. y Sánchez Barea, F., “Marco documental para el estudio de los colegios y bibliotecas
jesuíticas en la España moderna”, Anuario de Historia de la Iglesia, 20, Pamplona, 2011, pp. 373-391.
79
Sales Tirapu, J. L. y Ursúa Irigoyen, I., Catálogo del Archivo Diocesano de Pamplona, Pam-
plona, Gobierno de Navarra, 1988-2012, (35 vols.).
80
Vergara Ciordia, J., “El proceso de inventario y expropiación de la biblioteca de los jesuitas
de Pamplona en tiempos de la expulsión (1767)”, en Hernández Palomo, J. y Del Rey Fajardo, J.
(coords.), Sevilla y América en la Historia de la Compañía de Jesús, Córdoba, CajaSur, 2009, pp. 375-394.
81
Martinena Ruiz, J. J., Guía del Archivo General de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra,
1997.
99
MARÍA JOSEFA TARIFA CASTILLA
82
Idoate Ezquieta, C. y Segura Moneo, J., Inventario del Archivo Histórico de Protocolos Notariales
de Navarra, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1985.
83
Fuentes Pascual, F., Catálogo del Archivo Municipal de Tudela, Pamplona, Institución Príncipe
de Viana, 1947.
84
Véase Fuentes Pascual, F., “La Compañía de Jesús en Tudela…”, op. cit., pp. 67-101.
85
Véase Malaxechevarría, J., La Compañía de Jesús…, op. cit., pp. 43-55.
86
Guglieri Navarro, A., Documentos de la Compañía de Jesús en el Archivo Histórico Nacional, Ma-
drid, Razón y Fe, 1967, pp. 211-218 y 273-275 para los colegios de Pamplona y Tudela respectivamente.
87
Entre sus fondos documentales se encuentra el registro de los volúmenes que componían
la biblioteca del colegio de la Anunciada de Pamplona. Biblioteca la Real Academia de la Historia
(Índice de los libros del Colegio de la Anunciada de Pamplona, Jesuitas, 9/7212, citado en García Pómez,
M. D., Testigos de la memoria…, op. cit., p. 302).
100
LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN NAVARRA Y LAS ARTES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y FUENTES...
88
Del Ser Pérez, F., “La provincia jesuítica de Castilla…”, op. cit., pp. 167-188.
101
El Colegio de la Compañía de Jesús de Segovia.
Fuentes y metodología de estudio
Introducción
1
Martín González, J. J., “Primeras iglesias jesuíticas en Castilla la Vieja”, en España en las
crisis del Arte europeo, Coloquios celebrados en conmemoración de los XXV años de la Fundación
del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, CSIC, 1968, pp. 149-158, espec. p. 154.
2
Braun, J., Spaniens alte Jesuitenkirchen, Freiburg, Herder, 1913.
3
De hecho no lo mencionan Cáceres, F. I. de y Toharía, M., Segovia, ciudad patrimonio de la
Humanidad de España, Segovia, Unesco y Editorial Artec, 1997. No recibió la consideración de Bien
de Interés Cultural (BIC) hasta 1999 [BOE. nº 184. Martes, 3 de agosto de 1999, p. 28933. Decreto
152/2000, de 29 de junio por el que se declara la parte histórica del Seminario Diocesano, en Segovia,
BIC con categoría de monumento. Revisado el 26 de marzo de 2007, BOCyL 10 de mayo de 2007].
103
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
4
Conceditur Societati facultas aedificandi, & recipiendi, Collegia, Domos, Eccleia, & Oratoria in qui-
buscumque mundi partibus: & inhibetur ac mandatur omnibus & singulis Archiepiscopis, Episcopis, aliisque
Eclesiarum Praelati, & locorum Ordinariis, ac quibusvi aliis Potestatibus Ecclesiastici, & saecularibus, nè nos,
aut nostras Domos, Ecclesia, aut Collegia aedificare volentes, quoquo modo in hujusmodi constructionibus impe-
diant, perturbent, aut molestent (Institutum Societatis Jesu ex Decreto Congregationis Generalis decimae quartae,
I. Collegio Societatis Jesu, Praga, 1705, Compendium Privilegiorum. p. 136).
5
Kolvenbach, P. H., “La Compañía de Jesús y los inicios del Humanismo Moderno”, en Ami-
go Fernández de Arroyabe, Mª L., (coord.), Humanismo para el siglo XXI, Universidad de Deusto,
2003, pp. 27-34. La cuestión fue planteada y abordada desde diversos puntos de vista en el Congreso
internacional celebrado en la Universidad Complutense en 1991. Destacar, como síntesis de ellas
Batllori, M., “Ignacio de Loyola ¿medieval o renacentista?”, en Aldea Vaquero, Q. (ed.), Ignacio
de Loyola en la gran crisis del siglo XVI, Congreso Internacional de Historia, Bilbao-Santander, Editorial
Mensajero y Sal Terrae, 1993, pp. 201-203.
6
Plazaola Artola, J., “Prólogo”, en Sale, G. (ed.), Ignacio y el arte de los jesuitas, Bilbao,
Mensajero, 2003, 2003, p. 11.
7
L’atteggiamento guerresco della Compagnia di Gesù e la sua lotta por il Regno di Cristo, fomentata
dello spirito degli Esercizi, siano poco opportuni per il culto dell’arte: inter arma silent musæ (Kirschbaum,
E., La Compagnia di Gesù è l’arte, Milano, Pubblicazioni dell’Università del Sacro Cuore, 1941, p. 3).
Véase Marcos, B., “San Ignacio y su proyección en el campo de las letras y de la Cultura españolas”,
Letras de Deusto, 21, 50, 1991, pp. 111-149.
8
Ese es casi el título de la obra editada por Sale, G., (ed.), Ignacio y el arte…, op. cit.; Véase
Sebastián, S., op. cit., p. 62. Ignatius himself controlled building projects closely in the last years of his life
(Levy, E. A., op. cit., p. 78). Véase Ortiz Isla, A. y Hanhausen Cole, M., “De soldado a santo: San
Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y su relación con las artes”, en Ad maiorem
dei gloriam. La Compañía de Jesús promotora del Arte, México, Universidad Iberoamericana, 2003, p. 32;
García Mateo, R., Ignacio de Loyola. Su espiritualidad y su mundo cultural, Bilbao, Mensajero, 2000.
9
Décima Parte Principal. De cómo se conservará y aumentará todo este cuerpo en su buen ser (VV. AA.,
Constituciones de la Compañía de Jesús: introducción y notas para su lectura, Bilbao-Santander, Mensajero-Sal
Terrae, 1993, p. 349). Lucas, T. M., “Saint, Site, and Sacred Strategy: Ignatius, Rome and the Jesuit urban
misión”, en Catálogo de la exposición, Vaticano, Biblioteca Apostólica Vaticana, 1990. p. 30; Sale, G.,
“Pauperismo arquitectónico y Arquitectura jesuítica”, en Sale, G. (ed.), Ignacio y el arte…, op. cit., p. 37.
10
Vallery-Radot, J., Le recueil de plans d’édifices de la Compagnie de Jésus conservé à la Bibliothèque
National de Paris, Roma, Institutum Historicum S. I., 1960, p. 6. En la primera Congregación General
104
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
105
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
16
Martín González, J. J., “Primeras iglesias jesuíticas…”, op. cit., pp. 155-156.
17
Bösel, R., “Tipologie e tradizioni architettoniche nell’edilizia della Compagnia di Gesù”, en
Patteta, L. y Della Torre, S. (eds.), L’architettura della Compagnia di Gesù in Italia XVI-XVIII secolo, Atti
del convegno, Milano, Centro Culturale S. Fedele, 24-27 ottobre, 1990, Genova, Casa Editrice Marietti,
1992, pp. 13-26, espec. p. 14.
18
Sale, G., “Pauperismo arquitectónico…”, op. cit., p. 41.
19
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., Bartolomé de Bustamante…, op. cit., p. 320; Bösel,
R., “La ratio aedificiorum…”, op. cit., p. 42.
20
Vallery-Radot, J., Le recueil de plans…, op. cit., p. 6; Bösel, R., “La ratio aedificiorum…”, op.
cit., p. 42, nota nº 7; Levy, E. A., op. cit., pp. 78-79.
21
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., Bartolomé de Bustamante…, op. cit., pp. 321-322.
22
Se envían a través de los Procuradores las plantas tipo comunes que aquí han sido elaboradas de los
edificios de nuestra Compañía a las Provincia, con el fin de que por ellas tengamos instrucción y luce sobre la
forma que aquí se ha juzgado debemos tener comúnmente en nuestros edificios [Vázquez Barrado, A., “Teoría
106
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
107
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
te.29 Y por supuesto, veremos mezcla de estilos allí donde se produjo esa
dualidad cultural.30
De hecho, España es un ejemplo del debate vivido entre lo moderno
y lo antiguo, del que participó la Compañía de Jesús, como es patente en
las plantas barajadas por el Padre Braun en su estudio sobre la arquitec-
tura jesuítica española, del que dejó fuera un edificio emblemático como
el edificio del Colegio de Medina del Campo (Valladolid), y también el
de Segovia.31
Igualmente se vivió ese debate en Portugal a raíz de la construcción
de la Casa Profesa de São Roque en Lisboa (1566), dudándose si elegir
una planta de tres naves o una planta de una única nave.32 Sobre los
motivos de este cambio, se han apuntado varios: el ahorro de costes,33
o el criterio del comitente —en este caso el Cardenal-Rey don Henrique
junto al arquitecto regio Afonso Álvares—, apoyados por el General de
los jesuitas.34 En realidad, este cambio fue más complejo, y en ella tuvo
un papel destacado el aragonés Padre Miguel de Torres.35 El resultado,
finalmente de una sola nave, fue una tipología típica portuguesa,36 y más
diría, al ver su repercusión en la iglesia de San Giovannino degli Scolopi en
Florencia.37 Pero no obstante, y a pesar de su éxito, a la hora de cons-
29
Podrían traerse aquí los ejemplos españoles, portugueses, los belgas y americanos, e incluso
los orientales. Véase el caso de la desaparecida iglesia de la Asunción de Kyoto (1576). En Japón muchas
iglesias tenían fuentes para la abluciones, pequeños estanques con peces y jardines en estilo local (Bailey, G.
A., Between renaissance and Baroque…, op. cit., pp. 289-290). Muñoz Vidal, A., “Percepciones del arte
chino en las cartas edificantes y curiosas”, BAEO, 34, 1998, pp. 185-202.
30
Vallery-Radot, J., Le recueil de plans…, op. cit., láms. XVII-XXII; Braun, J., Die belgischen
jesuitenkirchen, Freiburg, 1907, pp. 9-10.; Murray, P., Arquitectura del renacimiento, Madrid, Aguilar, 1972,
p. 352; Mesa, J. de, y Gisbert, T., “Planos de Iglesias jesuíticas en el virreinato peruano”, Archivo
Español de Arte, 44, 173, 1971, pp. 65-101, espec. pp. 67-68.
31
Braun, J., Spaniens…, op. cit.
32
Véanse Costa Lima, J. da, São Roque e os seus artistas, Lisboa, 1953; Kubler, G., Portuguese
plain architecture: between spices and diamonds, 1521-1706, Wesleyan University Press, 1972, p. 61; Ma-
deira Rodrigues, Mª J., A Igreja de São Roque, Lisboa, 1980; Lopes, A., Roteiro Histórico dos jesuitas
em Lisboa, Braga, 1985. pp. 25-29; Baptista Pereira, F. A., “Cuatro notas sobre el arte en Portugal
en el tiempo de los Felipes”, en Las sociedades ibéricas y el mar a finales del siglo XVI, Lisboa, 1998, pp.
50-55; Varela Gomes, P. y Lobo, R., “Arquitectura de los jesuitas en Portugal y en las regiones de
influencia portuguesa”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.),
La arquitectura jesuítica…, op. cit., p. 499, nota nº 4.
33
Lino d’Assumpção, T., (coord.), Historia Geral dos jesuitas, desde a sua fundação até nossos
dias, Lisboa, 1901, p. 436.
34
Chueca Goitia, F., “El estilo herreriano y la arquitectura portuguesa”, en El Escorial 1563-
1963, Madrid, Patrimonio Nacional, 1963, II, p. 245.
35
Santos, P. F., “Contribuição ao estudo da arquitectura da Companhía de Jesús em Portugal
e no Brasil”, en Colóquio Internacional de Estudos luso-brasileiros, Coimbra, 1963, pp. 515-569; Pereira,
P., “A Arquitectura Jesuíta. Primeiras Fundações”, Oceanos, 12, 1992, pp. 104-111. Quiero agradecer al
Profesor Arquitecto Rui Lobo su generosidad y amabilidad para hacerme llegar toda la información
recogida en estos trabajos.
36
Varela Gomes, P. y Lobo, R., “Arquitectura de los jesuitas en Portugal…”, op. cit., p. 499.
37
Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati e i Gesuiti”, Archivum Historicum Societatis
Iesu, 12, 1943, pp. 5-7; Bailey, G. A., “Le style jésuite n’existe pas…”, op. cit., pp. 65-67; Chueca Goitia,
108
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
F., “El estilo herreriano...”, op. cit., p. 247; Bencivenni, M., L’architettura della Compagnia di Gesù in
Toscana, Firenze, Alinea, 1996, p. 29; Kirkbam, V., Laura Battiferra and her literary circle: an anthology,
The University of Chicago Press, 2006, p. 30; Hurx, M., “Bartolomeo Ammannati and the college of
San Giovannino in Florence: adapting architecture to Jesuit needs”, Journal of the Society of Architectural
Historians, 68, 3, 2009, pp. 338-357.
38
Varela Gomes, P. y Lobo, R., “Arquitectura de los jesuitas en Portugal…”, op. cit., p. 502.
39
Osswald Trinidade Guerreiro, Mª C., Jesuit art in Goa between 1542 and 1655: from ‘Modo
Nostro’ to ‘Modo Goano’, Florencia, European University Institute, 2003.
40
Pfeiffer, H., “Intorno al disegno architettonico della chiesa del SS. Nome di Gesú in Roma”,
en Colloqui del Sodalizio tra Studiosi dell’arte, Roma, De Luca Editore, 1975-1976, p. 63
41
Ibidem, pp. 63-64.
42
Colmenares, D. de, op. cit., II. pp. 380-381.
43
Ibidem. p. 351.
109
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
Fig. 1. Segovia, fachada del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús, hoy Seminario diocesano.
44
Un ejemplo lo vemos en Jara, A., “Impresiones de una visita a Segovia”, Boletín de la So-
ciedad Española de Excursiones, VIII, 85, 1990, pp. 49-54, en el que hace un repaso de la iglesias más
importantes de la ciudad omitiendo la del Seminario. Véase Cortón de las Heras, Mª T., “Viajeros
extranjeros en la ciudad de Segovia”, en mariño, F. M., (coord.), El viaje en la literatura occidental,
Universidad de Valladolid, 2004, pp. 97-114.
45
Bosarte, I., Viaje artístico a varios pueblos de España: con juicio de las obras de las tres nobles artes
que en ellos existen y épocas a que pertenecen, Madrid, 1804, I, p. 73.
46
Madoz, P., Diccionario geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar,
Madrid, 1849, XIV, p. 118.
47
Losañez, J., El Alcázar de Segovia, Segovia, Imprenta Pedro Ondero, 1861, pp. 246-247.
110
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
48
Quadrado, J. Mª, Recuerdos y bellezas de España: Segovia. Obra destinada a dar a conocer sus
monumentos y antigüedades, Barcelona, Daniel Cortezo, 1884 (reedición facsimilar, Valladolid, Maxtor,
2007), pp. 664-665; Valverde y Álvarez, E., Guía del antiguo Reino de Castilla, provincias de Burgos,
Santander, Logroño, Soria, Ávila y Segovia: viaje geográfico, artístico y pintoresco, Madrid, 1886, p. 325.
49
Hernández Useros, P., Apuntes para una Guía de Segovia y su Provincia, Segovia, Imprenta
Provincial, 1889, p. 219.
50
García Hernando, J., El Seminario Conciliar de Segovia. Antecedentes históricos, Segovia, IDC,
1958, pp. 32-33. La errónea interpretación del símil arquitectónico que otorga al Padre Francisco
de Borja la colocación de la primera piedra del Colegio de Segovia ha dado lugar a interpretaciones
peregrinas sobre su presencia en la consagración del templo que conocemos, celebrada en 1606; 34
años después de su muerte. Este autor ya trató de corregirlo, pero es algo a lo que se sigue recu-
rriendo a la hora de presentar la importancia de la iglesia, dejándolo en el aire.
51
Gila y Fidalgo, F., Guía y plano de Segovia, Segovia, 1906, p. 147.
52
Colorado y Laca, E., Segovia: ensayo de una crítica artística de sus monumentos, con un compendio
de su historia y algunas noticias curiosas y útiles para el viajero, Segovia, 1908, p. 213.
53
Rodríguez Fernández, I., Compendio histórico de Segovia: recuerdo monumental de esta ciudad,
Segovia, Imprenta Carlos Martín, 1929, II., p. 277.
54
Cabello y Dodero, F. J., Guía de Segovia, Segovia, Junta Provincial del Turismo, 1949, p. 57;
Cabello y Dodero, F. J., La provincia de Segovia: notas para una guía arqueológica y artística, Segovia,
1928, p. 128.
55
Contreras y López de Ayala, J., Segovia, Barcelona, Editorial Noguer, 1957. p. 34.
56
Brasas Egido, J. C., Guía de Segovia, Nebrija, 1980, p. 96.
57
Parrado del Olmo, J. Mª, Castilla y León, León, Lancia, 1990, p. 131.
111
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
58
Rivera Vázquez, E., “Crónica general de la Provincia de Castilla”, en García Velasco, J. I.,
(coord.), San Ignacio de Loyola y la Provincia jesuítica de Castilla, Santander, Provincia de Castilla, Sal
Terrae, 1991, pp. 129-390, espec. p. 219.
59
Martín Crespo, C., Guía de Segovia, Segovia, 1934, p. 50.
60
VV. AA., Historia del Arte de Castilla y León, V. Renacimiento y Clasicismo, Valladolid, Ámbito,
1994, p. 140.
61
Sureda, J. (dir.), Los siglos del Barroco. Arte y estética, Madrid, Akal, 1997, p. 66. En este gru-
po se engloban: San Antonio de los Portugueses (Madrid), las Góngoras (Alcalá de Henares), San
Plácido (Madrid), las Clarisas de Valdemoro y Portería de Ávila.
62
Chaves Martín, M. A., Catálogo-guía de arquitectura en Segovia, Obra Social Caja Segovia,
1998, pp. 23 y 82.
63
Chaves Martín, M. A., Segovia, Guía de Arquitectura, COACYLE, 2006, pp. 130-132.
64
Se trata de un estudio realizado por un grupo de alumnos del IES Francisco Giner de
los Ríos de Segovia [VV. AA., Segoviensis ecclesia & Collegium Societatis Iesu. La iglesia y el Colegio de la
Compañía de Jesús en Segovia (1577-1641). Una obra desconocida de Giuseppe Valeriani y Juan de Herrera,
Segovia, 2009. p. 4].
65
Ibidem., p. 26.
66
Ruiz Hernando, J. A., Historia del urbanismo en la ciudad de Segovia del siglo XII al XIX, Ma-
drid, 1982, I, p. 153.
67
Pirri, P., Giuseppe Valeriano S. I. Architetto e pittore 1542-1596, Roma, Institutum Historicum S.
I., 1970, p. 28; Rodríguez G. de Ceballos, A., “Juan de Herrera y los jesuitas…”, op. cit., pp. 1-37;
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., La arquitectura de los Jesuitas, Madrid, Edilupa, 2002, p. 67.;
Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, A., “La arquitectura jesuítica en Castilla. Estado de la cuestión”,
en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica…,
112
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
el prototipo que se difundirá por toda la Meseta Norte, entre finales del siglo
XVI y comienzos del siglo XVII, antes de que se configurase el modelo
herreriano de la Catedral de Valladolid.68 En eso mismo incidía la reso-
lución de 8 de julio de 1999 de la Dirección General de Patrimonio y
Promoción Cultural de la Consejería de Educación y Cultura de Castilla
y León, por la que se incoaba el expediente de declaración de la parte
histórica del edificio segoviano como Bien de Interés Cultural, destacando
como valor principal precisamente su similitud con la iglesia de Villagarcía
de Campos.69
Igualmente se ha comparado el claustro con el de la Clerecía de
Salamanca, por lo que en mi caso, intenté llamar la atención sobre la
disparidad de fechas, y que en tal caso, sería un antecedente y no una
copia inspirada en menor escala.70
Incluso varios autores compararon el edificio de Segovia con el del
Colegio de Monforte de Lemos, basándose en que en ambos casos se
impulsaron directrices estéticas similares, en continua referencia al orden
corintio según el tratado de Vignola.71 Tiene sentido esta comparación,
como se apuntara ya en 1958,72 puesto que entre Segovia y Monforte
existieron ciertos lazos históricos, como la presencia del Hermano An-
drés Ruiz en ambas obras, pero en ningún caso porque se repitiera en la
fachada de Segovia el esquema simplificado de Monforte, sino al revés,
puesto que antes de involucrarse en las obras de El Escorial de Galicia, el
hermano coadjutor había asumido las obras de Segovia. Por eso mismo
es importante destacar, que Guerra Pestonit en su tesis doctoral ha he-
op. cit., pp. 305-325, espec. pp. 309-313; Alonso Ruiz, Mª B., “El Seminario de Segovia. Diego Gómez
de Sisniega y su aparejador Francisco de Isla (1603-1604)”, en Actas del VIII Congreso Nacional de Historia
del Arte CEHA, Universidad de Extremadura, 1990, Mérida, 1992, I, p. 167; Fernández Redondo, J.
E., La arquitectura del Renacimiento en la Provincia de Segovia. (1550-1650), Tesis Doctoral, UCM, 1990,
I, p. 367; Losada Varea, C., La arquitectura en el otoño del Renacimiento: Juan de Naveda, 1590-1638,
Santander, Servicio de publicaciones de la Universidad de Cantabria, 2007, p. 129; Criado Mainar,
J., “Contribución de la Compañía de Jesús al campo de la arquitectura y de las artes plásticas”, en
Betrán, J. L. (ed.), La Compañía de Jesús y su proyección mediática en el mundo hispánico durante la Edad
Moderna, Madrid, Sílex, 2010, p. 259, nota nº 29.
68
Bustamante García, A., La arquitectura clasicista del foco vallisoletano. 1561-1641, Valladolid,
Institución Cultural Simancas, 1983, p. 53; Heras García, F., Arquitectura religiosa en el siglo XVI en la
antigua Diócesis de Valladolid, Valladolid, Diputación Provincial de Valladolid, 1975, p. 43.
69
BOE., nº 184 (Madrid, 2-VIII-1999), pp. 28.933-28.934.
70
Ibidem; García Oviedo, C., El Escorial en Segovia y Segovia en el Escorial. Las relaciones de Felipe
II y Juan de Herrera con la ciudad de Segovia, Segovia, Caja Segovia, 2002, pp. 68-74.
71
Cotarelo Valledor, A., El Cardenal don Rodrigo de Castro y su fundación en Monforte de
Lemos, Editorial Magisterio Español, 1946, I, p. 305; Bonet Correa, A., La arquitectura en Galicia
durante el siglo XVII, Madrid, CSIC, 1984, pp. 177-188; Losada Varea, C., La arquitectura en el otoño del
Renacimiento…, op. cit., p. 130; Pena Buján, C., “¿Decoro, decoración o mera evocación? El sentido
de los órdenes arquitectónicos gallegos del Renacimiento y el Barroco”, SEMATA. Ciencias Sociais e
Humanidades, 14, 2002, pp. 410-411.
72
Alcolea, S., Segovia y su provincia, Barcelona, Editorial Aries, 1958, p. 104.
113
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
73
Guerra Pestonit, R. A., Bóvedas y contrarresto del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua de
Monforte de Lemos. Geometría, construcción y mecánica, Tesis doctoral, Escuela Técnica Superior de Ar-
quitectura, Universidad de Santiago de Compostela, 2012, pp. 20-21, nota nº 5.
74
Micozzi, P. L., “Una intriduzione al Modo Nostro”, en La chiesa del SS. nome di Gesù:. gli
ultimi restauri, Viterbo, Luciana Gaydenzi, 1996, pp. 1-9.
75
Fuentetaja Arranz, L. M., (coord.), Segovia y provincia.com, Segovia, Caja Segovia, Obra
Social y Cultural, 2006, p. 62.
76
Sanz Aragón, A. y Postigo Escribano, V., Segovia Renacentista. Rutas por la Segovia del siglo
XVI, Segovia, Caja Segovia, Obra social, 2009, p. 72.
77
VV. AA., Segoviensis ecclesia & Collegium Societatis Iesu..., op. cit., 2009, p. 4.
78
Vera, J. de, “El enterramiento del Obispo Tello Maldonado, en la Catedral”, Estudios
Segovianos, 2, 4, 1950, p. 152; Cortón de las Heras, Mª T., La construcción de la catedral de Segovia
(1525-1607). Tesis Doctoral, UCM, 1990, I, p. 618, y II, pp. 663-668.
79
Fernández Redondo, J. E., La arquitectura del Renacimiento…, op. cit., I, p. 367.
80
Losada Varea, C., La arquitectura en el otoño del Renacimiento…, op. cit., p. 134.
114
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
81
Ibidem, pp. 130-131.
82
Villalpando, M., Artistas en Segovia en los siglos XVI-XVII, Segovia, Caja de Ahorros y Monte
de Piedad de Segovia, 1985; Villalpando, M., Índice de testamentos de los siglos XVI-XVII, Segovia, Caja
de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia, 1989; Villalpando, M., “El Archivo Histórico de Segovia”,
Estudios Segovianos, 71-72, 1972, pp. 199-208.
83
Vera, J., Piedras de Segovia. Apuntes para un itinerario heráldico y epigráfico de la ciudad, Madrid,
Instituto Diego de Colmenares, Patronato José María Quadrado, CSIC, 1950, pp. 37-38.
84
Fernández Redondo, J. E., La arquitectura del Renacimiento…, op. cit., I, pp. 360-369.
85
Cortón de las Heras, Mª T., La construcción de la catedral de Segovia…, op. cit. Principal-
mente vols. II y III.
86
García Hernando, J., El Seminario Conciliar de Segovia…, op. cit., p. 31, publicado con el
mismo título en Estudios Segovianos, 11, 31-32, 1959, pp. 5-240.
87
Rodríguez G. de Ceballos, A., “Juan de Herrera y los jesuitas…”, op. cit., pp. 285-321.
88
Pirri, P., Giuseppe Valeriano..., op. cit.
115
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
Proceso de investigación
89
Bustamante García, A., La arquitectura clasicista…, op. cit., p. 82.
90
Martín González, J. J., “Primeras iglesias jesuíticas…”, op. cit., p. 154.
91
Bustamante García, A., La arquitectura clasicista…, op. cit., p. 228.
92
Alonso Ruiz, Mª B., “El Seminario de Segovia…”, op. cit., pp. 167-169.
93
Losada Varea, C., La arquitectura en el otoño del Renacimiento…, op. cit., pp.127-134.
94
Agradezco a la Profesora María Begoña Alonso Ruiz que me aclarase este punto, puesto
que en ambos casos se refiere al Archivo Histórico de Protocolos de Cantabria.
95
Redondo Cantera, Mª J., “Los arquitectos y canteros del entorno de Rodrigo Gil de Hon-
tañón en Castilla y León: la herencia paterna”, en El arte de la cantería, Actas del Congreso V Centenario
del Nacimiento de Rodrigo Gil de Hontañón, Santander, Centro de Estudios Montañeses, 2003, pp. 15-76.
96
Véase Casaseca Casaseca, A., Rodrigo Gil de Hontañón. (Rascafría, 1500-Segovia, 1577), Sala-
manca, Junta de Castilla y León, 1988.
116
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
97
http://www.sjweb.info/arsi/documents/Collegia.pdf, (fecha de consulta: 25-X-2013).
117
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
98
Historia de la Provincia de Castilla (ARSI, Hisp. 152, ff. 179-186 v).
99
Historia de la Provincia de Castilla la Vieja de la Compañía de Jesús [ARSI, Cast. 35 (II), ff.
329-336 v].
100
ARSI, Hisp. 152, f. 185.
101
Carta al Padre Luis de Santander. Roma, 20 de agosto de 1582 (ARSI, Cast. 3, f. 62 v).
102
Gasto Año 1582 (AHN, Clero-Jesuitas, Libro 539, f. 55).
118
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
porque sólo están nombrados por su nombre de pila: Luis, Antonio, etc.,
salvo en el caso del cantero San Juan de Gogorza.103 Aún así, había un
Hermano coadjutor dirigiendo los trabajos, llamado Pedro del Hierro,104
trabajos que afectaron también al edificio de las escuelas. Así consta en el
cargo del gasto: el mismo sábado 7 [de julio 1582] a un carpintero que había
trabajado 3 días en acomodar la clase de medianos y hacer la calle a 4 reales cada
día monta 408 maravedís.105
Para saber quién fue este Pedro del Hierro es obligatorio acudir a
las informaciones de los catálogos de los Colegios, y una vez más, repasar
la bibliografía. Así, gracias al Padre Ceballos, se localizó a este mismo
Pedro del Hierro en Villagarcía de Campos en 1576, nada menos que en
calidad de sobrestante de la obra de la Iglesia, en el mismo documento
en el que aparecía Giuseppe Valeriano muy destacado, como eminente en
pintura y arquitectura.106 ¿Se demostraba así la dependencia artística de Se-
govia con respecto a Villagarcía? En absoluto, porque más allá del posible
enfrentamiento o discordancias entre del Hierro y Valeriano, que puedan
hacer dudar de la valía o capacidad del primero para dar trazas,107 doña
Magdalena de Ulloa no se contentaba con que un solo sujeto de la Com-
pañía tuviera la superintendencia de la obra, y que a veces echaba mano
de uno, y ya solicitaba su cuidado otros.108 Además, y esto creo que es funda-
mental, lo que sabemos de Pedro del Hierro como arquitecto (tracista y
director de obras), lo demostró en la iglesia del Colegio de Soria,109 una
obra que no se ha conservado, pero que podemos juzgar por medio de
la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Fuentepinilla (Soria) [figs.
2 y 3], donde se impuso que en la medida de lo posible fuese como la iglesia
de los teatinos de Soria.110
103
Ibidem, f. 56.
104
Ibidem, ff. 3 v-4 v.
105
Ibidem, f. 55 v.
106
Rodríguez G. de Ceballos, A., “Juan de Herrera y los jesuitas…”, op. cit., p. 71.
107
De hecho el Padre Pirri cree que es a Pedro del Hierro a quien se refería Valeriano en un
escrito crítico sobre las construcciones de la Compañía, realizado en torno a los años 1593 y 1594.
Desde luego, en las cartas escritas por Valeriano, mostró su disconformidad por lo que consideraba
fallos en los edificios de la iglesia y Colegio que causaron graves daños y gastos innecesarios de más
10.000 escudos a la fundadora, culpando directamente a los jesuitas que lo construyeron, y que pusie-
ron al frente un sartore, aclarando que Pedro del Hierro antes de entrar en la Compañía había sido
sastre, y después que entró mucho tiempo ha ayudado a la Compañía en el mismo oficio (Pirri, P., Giuseppe
Valeriano..., op. cit., p. 390).
108
Villafañe, J., La limosnera de Dios, Salamanca, Imprenta Francisco García Onorato, 1723,
p. 158.
109
ARSI, Hisp. 151, f. 215.
110
Martínez Frías, J. Mª, “La parroquial de Fuentepinilla (Soria) y su posible relación artística
con la primitiva iglesia del Colegio de la Compañía de Jesús de Soria”, Celtiberia, 72, 1986, p. 305.
También lo menciona Alonso Ruiz, B., Arquitectura tardogótica en Castilla: los Rasines, Santander, Ser-
vicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, 2003, p. 344. Agradezco a don Fernando del
Ser Pérez el conocimiento de este dato sobre Fuentepinilla, francamente fundamental en mi estudio.
119
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
111
Santos, P. F., “Contribuição ao estudo da arquitectura da Companhía de Jesús…”, op. cit.,
pp. 517-518, nota nº 1.
112
ARSI, Hisp. 151, f. 159 r-v.
113
Carta del Padre Pedro Villalba, en Salamanca, 4 de mayo de 1585 (ARSI, Hisp. 130, f. 93).
114
ARSI, Cast. 32 (I), f. 20 v.
115
Carta del Padre Pedro Villalba, en Segovia, 24 de agosto de 1585 (ARSI, Hisp. 130, f. 284 r-v).
120
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
El valor de la hipótesis
116
AHN, Clero-Jesuitas, Libro 539, f. 5; ARSI, Hisp. 151, f. 186 v; Rodríguez G. de Ceballos,
A., “Juan de Herrera y los jesuitas…”, op. cit., p. 301.
121
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
Provincial después de muchas consultas (…) que fuesen las paredes gruesas para
bóvedas y para más firmeza fuese con Capillas y no con naves.117. En la misma
línea, la Litterae Annuae de ese año menciona diversas limosnas, gracias
a las cuales se pudieron activar las obras hasta sacarla de cimientos,118 lo que
refuerza la idea de que hasta entonces todo habían sido entretenimientos.
Esto no menoscaba la veracidad de las fuentes documentales expuestas
por el Padre Ceballos, pues una voz tan solvente como la del Padre An-
tonio Marcén tras su paso por Segovia en 1585 dejó escrito el relato de
lo que había pasado: la siempre presente falta de recursos económicos
junto a la desidia del Rector habían impedido cualquier avance. Dice algo
más este Padre, siempre importante para cuestiones arquitectónicas de la
Provincia de Castilla: cuando sea tiempo tengo señalado un Hermano inteligente
que asistirá a la obra.119 Aunque no lo dice, ese Hermano inteligente era
Andrés Ruiz. Se descartaba, por tanto, la continuación del Hermano Pe-
dro del Hierro, quien moriría en Villagarcía de Campos antes de finalizar
ese año de 1585, noticia dada a conocer junto con la de la muerte del
también Hermano coadjutor Francisco Hernández, natural de Villadiego
(Burgos),120 y residente en Segovia.121 Es evidente que entre Pedro del
Hierro y Andrés Ruiz había dos modos distintos de entender la arquitec-
tura, y que el presente era Ruiz.
Por lo tanto, debemos considerar que el General italiano Claudio
Acquaviva frenó el desarrollo de más iglesias de planta de tres naves, pues-
to que ni en Palencia, ni en Segovia, ni en la Casa Profesa de Valladolid
se emplearon finalmente.
Más aún, en el caso concreto de Segovia, hizo enviar un nuevo proyec-
to, que se encargaría al Hermano Ruiz sacar adelante. No obstante, antes
de terminarse ese año crucial de 1585 sucedió algo de suma importancia,
dado a conocer igualmente por el Padre Ceballos, como fue el hecho
de que apareciera en la obra Juan de Herrera.122 Según el testimonio
117
ARSI, Hisp. 151, f. 186 v.
118
Año 1585 (ARSI, Cast. 32, f. 18 v).
119
Carta del Padre Antonio Marcén, 9 de febrero de 1585 (ARSI, Hisp. 129, ff. 327 y 328).
120
Catálogo del Colegio de Segovia, Año 1584 (ARSI, Cast. 14, f. 14).
121
Carta del Padre Pedro Villalba, en Villagarcía de Campos, 30 de junio de 1585 (ARSI, Hisp.
130, f. 201).
122
Estando para enviar un Hermano que es arquitecto y tenía la obra de Salamanca a que consultase
juntamente con un Padre con Juan de Herrera sobre lo de aquella fábrica (Salamanca) entendí que estaba el
dicho Juan de Herrera en Segovia donde había venido para convalecer de una enfermedad. Envié a visitar y a
suplicar me hiciese caridad de venirse cuando estuviese para ello a casa a comer, y que juntamente nos haría
merced de ver una obra de la iglesia que allí se había comenzado. Él hizo sus cumplimientos y mostró tener amor
a la Compañía pero mucho sentimiento de que de algunas partes le pedían los nuestros pareceres y nunca los
seguían y no mostró quererse encargar de resolver más dificultades. Al fin después de haber pasado algunos cuantos
días parecióme que fuesen a visitarle el Padre Rector y el Padre Solier a los cuales recibió de muy buena gana y
se ofreció a ayudarnos en todo lo que pudiese y así he dejado allí orden al Hermano Andrés Ruiz que es el que
122
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
tenía el cuidado de la obra y la entiende muy bien juntamente con el Padre Rector que consulten las dificultades
de aquel edificio y me envíen su parecer firmado para que según él se proceda y se cumpla con lo que V. P. me
ordena [Carta del Padre Pedro Villalba al padre Claudio Acquiaviva, ARSI, Hisp. 130, ff. 313-316 v];
Rodríguez G. de Ceballos, A., “Juan de Herrera y los jesuitas…”, op. cit., p. 319.
123
La planta y estructura general de la iglesia de San Vicente obedece a la concepción más en boga por
aquel tiempo, la que impuso Vignola con la Iglesia del Gesù en Roma (Chueca Goitia, F., “El estilo herre-
riano...”, op. cit., p. 237).
124
Pessoa, F., Lisboa: lo que el turista debe ver, México, Verdehalago, 2006. pp. 43-44.
125
Suárez Quevedo, D., “El monasterio de El Escorial y sus artífices según una fuente docu-
mental coetánea. Datos y juicios del Historiador Luis Cabrera de Córdoba”, en Aramburu-Zabala, M.
Á. (dir.) y Gómez Martínez, J. (coord.), Juan de Herrera y su influencia, Actas del Simposio, Camargo,
14-17 julio 1992, Santander, Fundación Obra Pía Juan de Herrera, Universidad de Cantabria, 1993,
pp. 49-50.
Concretamente en 1582 el propio Herrera escribía: llegué a esta villa de Madrid martes primero
de mayo, después de haber visitado Segovia, la casa real del Bosque (Valsaín) y la de la Fonfrida (Fuenfría) y
San Lorenzo el Real (El Escorial), y ya con propósito de me partir luego para ese reyno (Portugal) [Archivo
del Instituto de Valencia de Don Juan, envío 99, n 101. De Madrid, 5 de mayo de 1582, Íñiguez
123
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
Almech, F., “El manuscrito de Juan Gómez de Mora”, en Casas Reales y Jardines de Felipe II. EEHAR.
Cuadernos de trabajo, 6, 1, 1952, pp. 17-275, p. 210-211].
126
Ayres de Carvalho, D. João V e a arte do seu tempo: Arquitector de el-rei D. Pedro II e D. João V,
Documentos inéditos. Igrejas e palácios. Mafra e a Patriarcal, Lisboa, 1962, II, p. 27.
127
Nos parece más verosímil la fecha de 1585 que la de 1580 (Chueca Goitia, F., La Catedral de
Valladolid, Madrid, Instituto Juan de Herrera, ETSA., 1999, p. 40).
128
Chueca Goitia, F., “Un espacio ideal para el Monasterio”, en VV.AA., Estudios inéditos en el
IV Centenario de la terminación de las obras, Madrid, CSIC, 1987, p. 41.
129
Lino d’Assumpção, T., (coord.), Historia Geral dos jesuitas…, op. cit., p. 392; Diego Jiménez
por comisión del Padre Jerónimo Nadal, Comisario General para España. Alcalá de Henares, 23 de
febrero de 1562 (MHSI, Nadal, I., p. 642); MHSI. Epp. Mixt., I., p. 176, nota nº 2.
130
Linze, R., A la traslación de los padres de la sagrada religión de la Compañía de Jesús de Salaman-
ca, en tiempo de 40 horas, a su nuevo colegio real del Espíritu santo, fundado por los católicos y piadosos reyes
d. Felipe II y Doña Margarita de Austria, Sermón del P. Ricardo Linze S.I. Salamanca, Antonio Cossio
impresor de la Universidad, 1665, p. 10.
131
Ibidem, pp. 12-13.
132
AHPS, Prot. 1790, ff. 719-723, ante Mateo López (Vera, J. de, José Vallejo Vivanco, autor del Re-
tablo del Colegio de la Compañía, Estudios Segovianos, XVIII, 52, 1966, Segovia, IDC, 1966, p. 6, nota nº 4).
124
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
Fig. 4. Lisboa, Monasterio de São Vicente de Fora. Centro Cultural del Patriarcado de Lisboa,
cortesía de don Alexandre Salgueiro.
125
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
de las pinturas del retablo, encomendadas al pintor Diego Díez Ferreras, 133
adaptándose en cada una de ellas a la propia historia del Colegio [fig. 6].
En el primer piso están representados San Luis Gonzaga (lado del
Evangelio) y San Estanislao de Kostka (lado de la Epístola); ambos santos
jóvenes jesuitas, de los que se ensalza el momento en el que tomaron la
decisión de entrar en la Compañía de Jesús, lo que sería un excelente
ejemplo para los estudiantes.
En el cuerpo central ambas pinturas representan episodios de la vida
de dos santos jesuitas de nombre Francisco, como debía ser para conme-
morar al fallecido fundador del Colegio, el Arcipreste Francisco Monroy
y Solier, que de este modo, enlazaría con San Francisco Javier y con San
Francisco de Borja, representados en alusión a la imagen del perfecto
sacerdote jesuita. Se aúna acción y misticismo; y mientras el navarro ejem-
plariza la acción al predicar la Doctrina, por su parte, San Francisco de
Borja se nos muestra orante ante los símbolos de la Eucaristía.
Sobre estas pinturas se disponen otras de menor tamaño, que tienen
en común la alusión a la muerte, vista como inicio de una nueva vida, lo
que encajaría con la función de Capilla funeraria del Arcipreste segoviano.
La correspondiente a San Francisco Javier nos muestra una resucitación
milagrosa, —recordemos que en la iglesia de San Miguel de Munich se
recuerdan 25 resucitaciones milagrosas que obró el santo, si bien en su
proceso de canonización sólo se reconocieron cuatro134—, y por lo que
respecta al episodio de la vida de Borja, se trata del mítico episodio ante
el féretro de la Emperatriz Isabel de Portugal [figs. 6 y 7].
Mayor controversia suscita el cuadro del ático que corona el retablo.
Ciertos trabajos han indicado que se trata de una representación de los
Mártires del Japón.135 En mi opinión, es una representación de los marti-
rios de San Felipe y Santiago, los santos Apóstoles a los que estaba dedi-
cado el Colegio. Si realmente se hubiese tratado de una representación
de los Mártires del Japón, tendrían que aparecer los tres santos jesuitas:
Paulo Miki, Diego Kisai, y Juan de Goto, que junto con otros 23 religiosos
franciscanos fueron crucificados en la colina Nishizaka, Urakami (Naga-
saki) el 5 de febrero de 1597. Sin embargo, lo que se ve en el ático son
133
Valdivieso González indica que todos los cuadros pertenecen al mismo autor, y que los
inferiores están firmados por Diego Díez Ferreras en Valladolid en 1679 (Valdivieso González, E., La
pintura en Valladolid en el siglo XVII, Valladolid, Diputación Provincial de Valladolid, 1971, p. 271);
Pérez Sánchez, A. E., Pintura barroca en España 1600-1750, Madrid, Cátedra, 1992, p. 346.
134
Osswald Trinidade Guerreiro, Mª C., “Die Entstehung einer Ikonographie des Franz
Xaver im Kostext seiner kultischen Verehrung in den Jahren von 1552 bis 1640”, en Haub, R. y
Oswals, J., Franz Xaver. Patron der Missionen. Festschrift zum 450, Todestag, Ed. Schenell + Steiner,
Regensburg, 2002, p. 64.
135
BOE., nº 184, martes, 3 de agosto de 1999, pp. 28933-28934. 16828.
126
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SEGOVIA. FUENTES Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO
Figs. 6 y 7. Segovia, vista general y detalle del retablo mayor de la antigua iglesia
de la Compañía de Jesús.
127
CRISTINA GARCÍA OVIEDO
sólo dos mártires: uno crucificado y otro a punto de ser degollado, como
tradicionalmente se ha venido apuntando sobre los respectivos martirios
de San Felipe y Santiago.136
Concluyo ya, esperando haber sabido resumir y reorganizar los pasos
dados a lo largo de mi investigación, y haber destacado la importancia
de las diferentes fuentes bibliográficas y documentales, y sobre todo, la
necesidad de colaboración entre los investigadores, puesto que nadie
sabe dónde se podrá encontrar la próxima pista que aporte luz a nuestra
investigación local.
136
Véanse los discursos del Papa Benedicto XVI en Audiencia General de los días 6 de septiem-
bre de 2006, sobre San Felipe, y el 28 de junio de 2006 sobre Santiago el menor. Librería Editrice
Vaticana, 2006.
128
El colegio de la Compañía de Jesús de Soria.
Fuentes y metodología
Introducción
1
Prólogo de la Profesora Marion Reder Gadow, en el libro de Soto Artuñedo, W., La
fundación del Colegio de San Sebastián. Primera institución de los Jesuitas en Málaga, Málaga, Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2003, p. 15.
2
Martínez Rosales, A., El gran teatro de un pequeño mundo. El Carmen de San Luis Potosí, 1732-
1859, México, El Colegio de México, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 1985.
129
FERNANDO DEL SER PÉREZ
El Colegio de la Compa-
ñía de Jesús de Soria, “Cole-
Fig. 1. Fachada principal del Colegio de la Compañía
de Jesús en Soria (actualmente Instituto de Enseñanza
gio del Espíritu Santo”, era
Secundaria “Antonio Machado”). una entidad religiosa perte-
neciente a la Compañía de
Jesús, inserta en la Provincia
Jesuítica de Castilla, y a su vez perteneciente a la Asistencia de España.
Igualmente estaba incluida dentro del territorio del obispado de Osma
[fig. 2],3 que en el período del Antiguo Régimen, formaba parte de la
Provincia Eclesiástica de Toledo.
Desde el punto de vista civil se incluye dentro de la jurisdicción de la
Ciudad de Soria, y también de la de la Universidad de la Tierra de Soria,
en la Provincia de Soria (un territorio más extenso que el actual que iba
desde el río Ebro hasta casi el río Tajo), dentro del Reino de Castilla [fig.
3
Para una historia del Obispado de Osma, véase Loperráez Corvalán, J., Descripción histórica
del obispado de Osma, 3 vols., Madrid, Imprenta Real, 1788. Existe una reproducción de la edición
de 1788, en Madrid, Turner, 1978. Una visión global más reciente: Diago Hernando, M., “Soria y
su Tierra en el Obispado de Osma durante los siglos XV y XVI. Organización eclesiástica y práctica
religiosa”, en VV. AA., XIV Centenario de la Diócesis de Osma-Soria. Premios de Investigación, Soria, Dipu-
tación Provincial de Soria, 2000, pp. 425-573.
130
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
4
Díez Sanz, E. La Universidad de la Tierra de Soria en tiempos de Felipe II: análisis de una decadencia,
Barcelona, Universidad de Barcelona, 1993; Díez Sanz, E., La Tierra de Soria: un universo campesino en la
Castilla oriental, Madrid, Siglo XXI de España, 1995; Díez Sanz, E. y Martín de Marco, J. A., Historia
y patrimonio: la Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria, Soria, Diputación Provincial, 1998.
5
Nomenclator ó Diccionario de las ciudades, villas, lugares, aldeas, granjas, cotos redondos, cortijos y
despoblados de España, y sus islas adyacentes: con expresión de la provincia partido y término á que pertenecen,
y la clase de justicias que hay en ellas: formado por las relaciones originales de los intendentes de las provincias
del Reyno, á quienes se pidieron de orden de su Magestad por el Excelentísimo señor conde de Floridablanca, y su
Ministerio de Estado, en 22 de marzo de 1785. De orden superior, Madrid, en la Imprenta Real, 1789, p. 675.
6
El P. José Antonio Butrón y Mújica nació en Calatayud en 1657. Entró en la Provincia de
Castilla en 1676 e hizo profesión de los cuatro votos de la Compañía de Jesús en 1694. Ejerció por
más de treinta años el ministerio de la predicación, empleando el tiempo que le quedaba libre en el
cultivo de la poesía, a la que era muy aficionado, y que le produjo bastantes disgustos a causa de su
131
FERNANDO DEL SER PÉREZ
Dezimas.
1
La Grande, la excelsa, la
ciudad Piganton por alta
que quando la cajera salta
encima el Norte esta:
Soria es esta, bueno va,
la siempre empinada Soria,
que según dize su Historia,
tiene el Cielo en sus Zancajos
porque siempre los trabajos
están cerca de la gloria
2
Ciudad terror de Romanos
que Scipion al pelear,
nunca la quiso tomar
por no ensuciarse las manos:
de Phenix, o de gusanos
fabricaron tumba honrada;
la Vega se vió abrasada,
el Pueblo quedó encendido;
porque Soria siempre ha sido
famosa para quemada.7
humor satírico. Murió en el Colegio de Segovia en 1734. Además de Soria y Segovia, también estuvo
de profesor en el Colegio de Orense. A esta ciudad, como en el caso de Soria, les dedicó unos versos
que motivaron que finalmente tuviera que salir de ellas. Una edición de sus poesías, en Cristóbal
Hornillos, R., La sátira mordaz de Butrón y Mújica: edición de la poesía y el teatro de un poeta bilbilitano
en el ostracismo, Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos, Institución “Fernando El Católico”, 2010.
7
Versos jocosos del P. Butrón y Múgica contra Soria [British Library (BL), Londres, Additional
17.704, ff. 53 r a 59 r]. Copias del mismo texto existen igualmente en la Biblioteca de la Universidad
de Zaragoza y en la Biblioteca Nacional de Madrid (Mss/12942/16).
132
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
De lo particular a lo general
Toponimia urbana
El edificio del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús en Soria,
“Colegio del Espíritu Santo”, y que ahora es el Instituto de Enseñanza
Secundaria “Antonio Machado”8 se localiza en el solar delimitado por la
calle Estudios,9 la actual Plaza de Bernardo Robles, denominada antigua-
mente Plaza de Teatinos, y anterior ubicación de la desaparecida iglesia
de San Miguel de Montenegro, la Plaza del Vergel (donde iba a estar
ubicada la nueva iglesia barroca de la Compañía que nunca llegó a ser),
Calle Aduana Vieja, la Calle Instituto, y la Travesía de Teatinos [figs. 4, 5
y 6].10 Precisamente a fines del siglo XIX, Lorenzo Aguirre, describe de
la siguiente manera, la Calle Aduana Vieja y su entorno:
Otra de las calles que demuestran la importancia de Soria, es la deno-
minada de la Aduana Vieja, en la cual se levantaban, el edificio que se dice
ocupó la Inquisición; cinco palacios ocupados por sus dueños; varias notables
casas solariegas; el extenso edificio destinado a convento (sic) de Jesuitas, que
hoy ocupan el Instituto provincial de segunda enseñanza y la escuela normal
de maestros, edificio no terminado por la Compañía, puesto que su iglesia
que debió ocupar la plaza del Bergel, quedó comenzada bajo un grandioso
plan, de que son muestra los arranques de la que sin duda hubieran sido sus
magníficas arcadas.11
8
Sobre la historia del Instituto de Enseñanza Secundaria de Soria, véase Jimeno Martínez, C.,
El Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Soria, 1841-1874, Soria, Diputación Provincial de Soria,
2011. Últimamente, el profesor del mismo Instituto Antonio de Miguel Hernando, junto con un
grupo de alumnos han publicado, con fines divulgativos, una recopilación de fuentes documentales
y textos sobre la historia de la institución: De Miguel Hernando, A., El Instituto y su historia. I.E.S.
“Antonio Machado”, Soria, Asociación de Madres y Padres del Instituto “Antonio Machado”, 2013.
9
Hace mención a la existencia en esta parte de la calle, ocupada por la sección del Colegio
de jesuitas de Soria, dedicada a los Estudios y Aulas de Gramática.
10
A los jesuitas se les denominaba popularmente “teatinos”, si bien es cierto que lleva a con-
fusión porque realmente los teatinos son otra congregación religiosa. La explicación se encuentra
en el siguiente texto: a los veinte y siete de Setiembre deste año de 1540, confirmó Paulo III, Sumo Pontífice,
la Religión, Instituto y manera de gouierno de los Padres de la Compañía de Iesus, que con error el vulgo llama
Teatinos, siendo muy diferente Religión vna de otra, porque la de los Teatinos tuvo principio de vnos Clérigos, a
quien fauoreció mucho Iuan Pedro Garrafa, o Carrafa, que después fue Papa Paulo Quarto, y antes Arçobispo
de Chiete, y dexando el Arçobispado, se acompañó con Gaetano de Vincencia, y Bonifacio Piamontes, y Paulo
Romano, hombres nobles, y de buena vida, y del Arçobispo de Chiete (que en Latin se dice Teatino) les quedó a
estos virtuosos varones, y a los que los siguieron el nombre de Teatinos, que el vulgo ignorante desto aplica a los
de la Compañía de Iesvs [Sandoval, P. de, La Historia de Carlos V, máximo fortísimo, rey de las Españas
(33 libros), 1675, libro XXIV, XII y XIII, p. 337].
11
Aguirre, L., “Soria, un paseo por sus calles”, Recuerdo de Soria, Soria, 1890, p. 58.
133
FERNANDO DEL SER PÉREZ
Archivísticas
— Archivo Municipal de So-
ria. Se debe consultar el
fondo de Actas municipa-
les, así como el fondo de
Documentos destacados.
— Archivo Histórico Pro-
Fig. 6. Calle Estudios.
vincial de Soria. Se debe
consultar el fondo de Pro-
tocolos Notariales, así como el de la Universidad de la Tierra.
— Archivo Diocesano y Catedralicio de El Burgo de Osma. El pri-
mero con documentación de Temporalidades y el Segundo en su
fondo de Actas Capitulares, datos interesantes sobre los primeros
momentos del Colegio de Soria.
Bibliográficas
Varios autores, recogen noticias sobre la historia del Colegio de la
Compañía de Jesús en Soria, Tutor y Malo,12 Loperráez Corvalán,13 Nicolás
Rabal14 y en tiempos más próximos Bernabé Bartolomé Martínez.15
¿Cuándo se producen los primeros contactos de los primeros jesuitas
con la provincia de Soria? Veámoslo.
Cinco años antes que la Compañía de Jesús, fuera aprobada como tal
por el Papa Paulo III, en 1540, mediante la bula Regimini militantis Eccle-
12
Tutor y Malo, P., Compendio historial de las dos Numancias: sus grandezas y trofeos reducidos
a concordia; y vida y muerte del inclyto anacoreta S. Saturio patron de la segunda Numancia, Alcalá, en la
oficina de Francisco García, 1690.
13
Loperráez Corvalán, J., Descripción histórica del Obispado de Osma, Madrid, 1788, vol. II, pp.
136-137.
14
Rabal, N., Soria, Soria, 1958, pp. 282-84.
15
Bartolomé Martínez, B., “Un centenario inadvertido: el Colegio y Estudios de los Jesuitas
de Soria (1576-1767)”, Celtiberia, número 52, 1976, pp. 207-220.
134
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
16
Monumenta Ignatiana, vol. 1, Madrid, 1903, p. 118, nota 2.
17
García Villoslada, R., Manual de Historia de la Compañía de Jesús, Madrid, Compañía Bi-
bliográfica Española, 1940, p. 115.
18
Alcázar, B., Chrono-Historia de la Provincia de Toledo de la Compañía de Jesús, vol. 1, p. 4,
Década I, Año I, Cap. I, §.II.
135
FERNANDO DEL SER PÉREZ
19
ARSI, Castel., t. 35-II, f. 396 r.
20
Polanco, J. A., Monumenta Historica Societatis Jesu. Vita Ignatii Loiolae et rerum Societatis, tomo
3º (1553-1554), Madrid, 1895, p. 71.
21
Archivo Histórico de Alcalá de Henares de la Compañía de Jesús (situado en el Colegio de
S. Ignacio de la Compañía de Jesús, en Alcalá de Henares), Fondo P. Astrain, Caja XIII, Subcarpeta 1ª,
Legs. 38 y 39. Sobre este mismo asunto véase Peña, M., “Los jesuitas, Ágreda y Francisco Coronel”,
Campo Soriano, (Soria, 21-IX-1967), p. 2.
22
Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca / Biblioteca Universitaria de Salamanca
[AHUSA / BUS], Mss. 472, f. 121 r.
136
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
23
Pavone, S., I gesuiti dalle origini alla soppressione, 1540-1773, Roma, Laterza, 2009, p. 15.
24
Soto Artuñedo, W., La fundación del Colegio de San Sebastián…, op. cit., p. 197.
137
FERNANDO DEL SER PÉREZ
25
Higes, V., “Una historia numantina desconocida y otros tres manuscritos sobre Soria del
siglo XVI”, Celtiberia, 18, Soria, Centro de Estudios Sorianos, 1959, pp. 261-266; Archivo Histórico
Provincial de Soria [AHPSo], Protocolos Notariales de Soria, Caja 146, Protocolos de Francisco de Bar-
nuevo, (Soria, 15-I-1583), s.f.
26
Datos biográficos, de García de Güemes (tanto padre como hijo) tomados de González-
Echegaray, Mª C., Aramburu-Zabala Higuera, M. Á., Alonso Ruiz, B. y Polo Sánchez, J. J.,
Artistas cántabros de la Edad Moderna. Diccionario biográfico-artístico, Santander, Institución Mazarrasa,
Universidad de Cantabria, 1991, p. 282.
27
Martínez Frías, J. M., El Gótico en Soria. Arquitectura y escultura monumental, Salamanca,
1980, p. 284.
28
Ibidem, p. 340.
29
Saltillo, Marqués del, Artistas y artífices sorianos de los siglos XVI y XVII (1509-1699), Ma-
drid, 1948, p. 186.
30
Redondo Cantera, Mª J., El patrimonio monumental palentino. Baltanás. Iglesia de San Millán,
Palencia, Diputación de Palencia, 1991.
31
Ara Gil, C. J. y Parrado del Olmo, J. Mª, Catálogo monumental de la provincia de Valladolid,
vol. XI, Valladolid, 1980, pp. 320-321.
32
AHPSo, Protocolos Notariales de Soria, Caja 146 [Protocolos de Francisco de Barnuevo] (Soria,
4-VI-1584), s.f.
138
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
33
García Chico, E., Catálogo monumental de la provincia de Valladolid, t. II, Valladolid, 1979,
pp. 53-54.
34
Según del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (DRAE), un cuartón es
un madero que resulta de aserrar longitudinalmente en cruz una pieza enteriza. En Madrid suele tener 16 pies
de largo, 9 dedos de tabla y 7 de canto.
35
AHPSo, Protocolos Notariales de Soria, Caja 146 [Protocolos Notariales de Francisco de Bar-
nuevo] (Soria, 27-I-1583), s.f.
36
AHPSo, Protocolos Notariales de Soria, Caja 146, Protocolos de Francisco de Barnuevo, (Soria,
12-VI-1583), s.f. Documento citado igualmente en Higes, V., “Una historia numantina…”, op. cit.
37
Inicióse su hundimiento en 1581, siendo poco después anexionada a la Iglesia Colegial de San Pedro.
El Cabildo de San Pedro de Soria, en 15 de junio de 1598, pide autorización al nuevo prelado (de Osma) para
139
FERNANDO DEL SER PÉREZ
derribar esta iglesia, a fin de emplear su piedra para la construcción de la torre de San Pedro y hacer lo mismo con
otras iglesias que no juzgaba necesarias; el nuevo obispo debió concederle tal autorización, puesto que a finales de
aquel mismo año, se mandaba tasar las piedras por personas peritas, acordando en febrero siguiente su venta en
pública subasta, haciéndose posturas por Jesuitas y Dominicos que por entonces hacían las obras de sus respectivos
conventos, ofreciendo 400 ducados; adjudicándoseles a los Jesuitas por ser los primeros que la pidieron [Higes, V.,
“EL Censo de Alfonso X y las parroquias sorianas (2ª parte)”, Celtiberia, 20, Soria, Centro de Estudios
Sorianos, 1960, p. 241]. Según se recoge en el Acta del Cabildo de San Pedro de Soria, de fecha 23 de
marzo de 1599, se decretó que para lo que abía suplicado a sus mercedes se juntasen hera para que entre sus
mercedes traten y comuniquen y determinen si un auto ordenado y decretado por el Cabildo en raçón de que a la
Compañía de Jesús se diese la maniobra de la iglesia de San Miguel de Montenegro por el tanto que otro diese por
ella, y abiéndose tratado si se abia de rebocar o no y abiéndose tratado y comunicado y echo por la mayor parte del
Cabildo se resumieron que por agora el dicho auto se esté en su fuerça y no se reboque asta que se bea el discurso
deste negocio= El Chantre de Soria= Por ante mi Juan Blasco, secretario= [Archivo de la Concatedral de San
Pedro de Soria, (ACSPSo), Actas Capitulares, Libro: 1588-1600, Acta del 23-III-1599, s.f.].
38
Tutor y Malo, P., Compendio historial de las dos Numancias…, op. cit.
39
Manrique Mayor, M. A., Las Artes en Soria durante el siglo XVII, estudio documental y artístico,
Tesis Doctoral, Zaragoza, 1987. Un resumen de esta tesis se publicó en Artigrama, 4, Zaragoza, Uni-
versidad de Zaragoza, 1987, pp. 348-353.
40
Según escritura del 12 de noviembre de 1646 remató las obras de los puentes y calzadas
sobre el rio Duero en Soria (puente de San Juan de Duero de Soria, Riotuerto y Garray, con trazas
de Martín de Solano). Trabajarían con él Francisco la Calle, Domingo del Campo y Juan García de
la Hondal, de Liendo. Salen como fiadores, Melchor de Bueras, de Padiérniga; Juan de La Incera
de la Sierra, de Adal; Pedro Díez de Alvear, de San Miguel de Aras (todos maestros de cantería); y
el ensamblador Pedro Cizarte y el carpintero Diego de Cortés, ambos de Soria [Saltillo, Marqués
del, Artistas y artífices., op. cit., pp. 294-298].
41
En este ayuntamiento se bolvió a leer un memorial dado a la çiudad por el Colexio de la Compañía de
Jesús, en diez y ocho de junio pasado deste año (1664), que su thenor a la letra y decreto a él dado es el siguiente:
El Colexio de la Compañía y el retor en su nombre haçe suplica a Vuestras Señorías se sirva darle licencia
140
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
para que pueda executarsse la portada de su yglesia según la perfección que pide la traza y se reduce lo que no es
de su facultad sin el beneplácito de Vuestras Señorías a que salgan a la calle los pedestales de las columnas y las
gradas de la puerta principal poco menos de dos baras. Y que salgan, así mismo, los pedestales de las pilastras
del cuerpo del ebanxelio en la misma proporción que se les den los del cuerpo de la epístola, con sus gradas en
medio. Más suplica a Vuestras Señorías se sirva de darle, en la misma calle, espacio para un atrio de tres baras
de ancho y del largo de la portada que servirá de adorno a la calle, de comodidad a la entrada y de ningún
embaraço por quedar por aquella parte la calle con bastante anchura y desaogo. Esto suplica a Vuestras Señorías
con el debido rendimiento, fiado de las (…) que Vuestras Señorías siempre le haçe. Besa su manos de Vuestras
Señorías su mayor servidor y humilde cappellán Anttonio de Losada.
En 18 de junio de mill y seiscientos y sesenta y quatro los señores Don Juan Zapatta y Don Diego Gutiérrez
lo vean y informen a la ciudad.
Y hallándose presentes en este ayuntamiento los dichos señores comisarios Don Juan Zapatta y Don Diego
Gutiérrez informaron a la ciudad diciendo an bisto la obra y portada de la yglesia de la Compañía que contiene
el dicho memorial y que de hacerse en la forma que refiere no resulta perjuicio alguno por quedar la calle con
bastante anchura y combenir para el adorno de dicha yglesia el hacerse la obra en la forma conthenida en dicho
memorial y que siendo servido la ciudad puede sin escrúpulo dar licencia para ello. Y entendido por la ciudad
dicho informe dijo se cumpla y guarde y el colexio de la Compañía pueda proseguir y prosiga la obra y fábrica en
la forma que por su memorial lo pide y refiere, atento por el informe de dichos señores caballeros comisarios parece
no se dé perjuicio alguno y que se haga notorio al Padre retor de dicho colexio para que sin embaraço prosiga
dicha obra y así lo acordó, mandó y firmó como acostumbra de que yo el escribano doy fe [Archivo Municipal
de Soria (AMSo), Actas de Ayuntamiento (Soria, 18-VI-1664).
42
AHPSo, Protocolos Notariales de Soria, Caja 888, Protocolos Notariales de Fernando Zapata,
(Soria, 3-II-1691), s.f.
141
FERNANDO DEL SER PÉREZ
43
Manrique Mayor, A., Las Artes en Soria…, vol. IV, pp. 145-152, doc. 327.
142
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
Iglesia de Fuentepinilla
La iglesia parroquial de
Fuentepinilla [fig. 8],44 tiene
la cualidad de que cuando
en el siglo XVI se renueva
el antiguo templo románico
del siglo XII, se concibe con
tres naves, con pilares com-
puestos, y presumiblemen-
te con bóvedas de crucería.
Muy poco después de 1540
se paralizan las obras de esta
primera fase de renovación
Fig. 8. Planta de la Iglesia de Fuentepinilla (Soria).
del edificio. Sólo se habían
levantado las paredes hasta
la altura de las ventanas y los soportes de la iglesia, pero sin sus corres-
pondientes remates. Hay que esperar a 1595 para que la fábrica recibiera
un segundo y definitivo impulso constructivo. Dejando bien claro que el
abovedamiento del templo no debería ser de cantería sino de albañilería
y carpintería. Igualmente se precisa, que por acuerdo del Ayuntamiento
de la villa, la traza de la obra debía ser por buenos oficiales para que, en la
medida de lo posible, fuese como la yglesia de los Teatinos de Soria, porque esta
yglesia tiene los mismos pilares y traza en quanto al fundamento de la obra (…).45
Por tanto, la iglesia de los Jesuitas de Soria sería un edificio de estructura
análoga a la de la iglesia de Fuentepinilla, con tres naves y con el mismo
tipo de soportes. Esta semejanza debió sin duda ser factor determinante
para que a la hora de proceder a abovedar el templo de la villa se exigiese
una traza similar a la cubierta existente en la cubierta de la iglesia de la
Compañía de Jesús. Con todo ello (documentación de archivo que hemos
expuesto, más el modelo de Fuentepinilla) podemos hacernos una idea
de cómo era la iglesia de la Compañía, no tanto por lo que respecta al
edificio del mismo Colegio. Iglesia en cuya fábrica, la madera tenía un
componente específico muy importante. Y como veremos a continuación,
tanto la iglesia del siglo XVI como parte del colegio desaparecerán en un
suceso ocurrido en el siglo XVIII.
44
Véase al respecto Martínez Frías, J. Mª, “La Parroquial de Fuentepinilla (Soria) y su posible
relación artística con la primitiva iglesia del Colegio de la Compañía de Jesús de Soria”, Celtiberia, 72,
Soria, Centro de Estudios Sorianos, 1986, pp. 301-313.
45
AHPSo, Protocolos Notariales de Soria, Protocolos del Escribano Bartolomé de Espinosa, 1595,
f. 280.
143
FERNANDO DEL SER PÉREZ
46
ARSI,Castel. 35 I y II; P. Guzmán, Historia Colleg. 1545-1600, vol. 35 II, f. 418 r.
47
Ibidem, f. 418 r.
48
ARSI, Castel. 16-II, Cat. Trien., f. 29 r.
49
Dos hermanos coadjutores Pedro del Hierro y Francisco Hernández murieron en el mes de mayo, el
primero residía aquí, el segundo en Segovia. Vuestra Paternidad los mande encomendar a Nuestro Señor por
la Compañía [Carta del padre Pedro Villalba (Provincial de Castilla), (Villagarcía de Campos, 30-VI-
1585), ARSI, Hisp. 130, f. 201].
50
Carta del Padre Pedro Villalba, (Segovia, 24-VIII-1585), ARSI. Hisp. 130, f. 284 r-v. Agradezco
a Cristina García Oviedo el aporte tanto de este dato como el expresado en la nota anterior (nota 49).
144
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
Incendio de 1740
51
Rabal, N., Soria. Sus Monumentos y Artes. Su Naturaleza e Historia, Soria, Macondo ediciones,
1980 (Reimpresión de la edición de 1889), pp. 282-284.
52
AHPSo, Protocolos Notariales de Soria, Caja n.º 1052, Protocolos notariales de Diego Antonio
Díez de Isla, (Soria, 9-VI-1748), s.f.
53
En relación con el comercio de lanas finas y el derecho de sacones, en Soria, véase Diago
Hernando, M., “Los mercaderes franceses en la exportación de lanas finas castellanas durante los
siglos XVI y XVII. Una primera aproximación desde el escenario soriano”, Hispania, LXXII, 240,
2012, pp. 35-66.
145
FERNANDO DEL SER PÉREZ
Fig. 9. San Ignacio de Loyola - Siglo XVIII. Fig. 10. San Francisco Javier - Siglo XVIII.
Anónima. Concatedral de San Pedro de Soria. Anónima. Concatedral de San Pedro de Soria.
Procedente del Colegio de la Compañía de Jesús Procedente del Colegio de la Compañía de Jesús
de Soria. de Soria.
Del antiguo retablo mayor o altares dela iglesia del Colegio de Soria,
sólo se han conservado las siguientes imágenes referentes a San Ignacio de
Loyola y a San Francisco Javier y que actualmente están en la Concatedral
de San Pedro de Soria [figs. 9 y 10].
Como novedad, presentamos en esta comunicación un plano inédito
del Colegio de Soria, del siglo XVIII, seguramente realizado tras la expul-
sión de los jesuitas en 1767, ya que acompañaba al documento que aparece
en el apéndice documental, en el que se pide refundar la Colegiata de
San Pedro de Soria en el edificio del antiguo Colegio de Jesuitas [fig. 11].
Este plano bien puede plantear la situación del edificio en 1768, o
bien expresa la propuesta de uso del espacio por parte de los canónigos
54
AHPSo, Universidad de la Tierra, Libro 3.470, (Soria, 25-XI-1740), ff. 36 v-37 r.
146
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
55
“Carta Circular, en Madrid, a fecha 31 de Julio de 1768, avisando a los Comisionados ha-
ber declarado devueltos a la Real Corona los bienes ocupados a los Regulares de la Compañía del
nombre de Jesús, y en consequencia de esto, se les manda borren las Armas de la Compañía en sus
Casas y Colegios, poniendo en su lugar los Escudos Reales”, Colección General de las Providencia hasta
aquí tomadas por el Gobierno sobre el Extrañamiento y ocupación de las temporalidades de los regulares de la
Compañía [de Jesús], que existian en los Dominios de S. M. de España, Indias, e Islas Filipinas, a consequencia
del Real Decreto de 27 de Febrero, y Pragmática-Sanción de 2 de Abril de este año, Parte Segunda, Madrid,
Imprenta Real de la Gazeta, 1769, p. 50. Véase también, Martín de Marco, J. A., “La Soria de Carlos
III”, Celtiberia, 81-82, Soria, Centro de Estudios Sorianos, 1991, pp. 237-367.
56
Escritura realizada en Soria el 10-VIII-1663, ante Martín de Esparza, escribano del número
de Soria, en que se especifica el contrato entre el Rector del Colegio de la Compañía de Jesús de
Soria, Padre Antonio de Losada y Juan Antonio Pérez de Villabiad, maestro de cantería, residente en
la ciudad de Soria, para hacer la obra del pórtico y delantera de la Iglesia y torre de dicha Iglesia.
Coste de la obra: 300 ducados. Pago: 100 ducados luego de contado; 100 ducados a media obra; 50
ducados antes de que esté acabada; 50 ducados una vez acabada. Testigos: Martín González, pintor,
vecino de Soria. Jerónimo González, vecino de Soria. Pedro Gutiérrez, vecino del Valle de Liendo
[AHPSo, Protocolos Notariales de Soria, Protocolos Notariales de Martín de Esparza, (Soria, 10-VIII-1663),
s.f.]. En este mismo texto, véase la nota a pie de página nº 41.
147
FERNANDO DEL SER PÉREZ
Fig. 11. Plano de situación del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús de Soria, en ¿1768?
(Archivo de la Concatedral de San Pedro de Soria, Legajos, Caja nº 13). Referencias al Plano:
1.- Puerta Principal de Poniente, 2.- Puerta del Claustro, 3.- Entrada del claustro a la Yglesia, 4.-
Sachristia y Puerta, 5.- Coro y Puerta, 6.- Entrada del claustro a la Yglesia, 7.- Yglesia, 8.- Altar
Mayor, 9.- Altares, 10.- Lienzos del Claustro, 11.- Jardin y entrada, 12.- Puerta del Oriente, 13.-
Entrada al claustro, 14.- Aula de Moral y oficinas.
De lo general a lo particular
57
Sobre los catálogos, Lukacs, L. S.J., “Le Catalogue-modele du Pere Lainez”, Archivum His-
toricum Societatis Iesu, 26, Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu, 1957, pp. 57-66; Lamalle, E.,
S.J., “Les catalogues des provinces et des domiciles de la Compagnie de Jesus”, Archivum Historicum
Societatis Iesu, 13, Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu, 1944, pp. 77-101.
148
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
58
Noticia de la institución de las Cartas Annuas: Alcázar, B., Chrono-Historia de la Compañía
de Jesús en la Provincia de Toledo, Década V, Año I, de 1581.
59
Orlandini, N., Historiae Societatis Iesu pars prima sive Ignatius, Antuerpiae, apud Filios Martini
Nutii, 1620.
149
FERNANDO DEL SER PÉREZ
60
ARSI, Hispania, 94, Assist. Hisp. 9, Libri (1540-1610).
61
ARSI, Castellana, 35, t. 1-2 (1545-1600), Memoria fundatio collegia usque ad a. 1706.
62
ARSI, Hispania, nº 151-152. En esta signatura se recoge la historia de la Compañía, colegio
por colegio —unos 30 folios por colegio— encargada por el Padre General a Valdivia.
63
Alcázar, B. de, Chrono-historia de la Compañia de Jesus en la provincia de Toledo, 2 vol., Madrid,
Juan Garcia Infançon, 1710. Existe una reproducción de la edición de 1710, realizada en A Coruña,
Órbigo, 2008.
64
Soto Artuñedo, W., La fundación del Colegio de San Sebastián…, op. cit., p. 28.
65
Historia del Colegio de San Pablo. Granada (1554-1765), edición del manuscrito 773 del Fondo Jesuitas
del Archivo Histórico Nacional [Madrid]. Transcripción de Joaquín de Béthencourt, revisión y notas de
Estanislao Olivares, Granada, Facultad de Teología de Granada, Granada, 1991.
66
Vergara Ciordia, J. y Sánchez Barea, F., “Marco documental para el estudio de los co-
legios y bibliotecas jesuíticas en la España Moderna”, Anuario de Historia de la Iglesia, 20, Pamplona,
Universidad de Navarra, 2011, p. 374.
67
Finalmente no serán consideradas como tales, sino que este título de fundador del Colegio
de Soria lo detentará el Prior de la Iglesia Catedral de Burgo de Osma, Fernando de Padilla, tras
un pacto entre éste y aquellas, al aportar éste mayor cantidad de dinero a la fundación de Soria.
68
[Nota marginal: 1575]
69
ARSI, Castel., t. 35 II, f. 402 r.
150
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
Archivos y bibliotecas
En España
— Archivo Histórico Nacional de Madrid. Ver el fondo Clero, Jesui-
tas, y el de Consejos Suprimidos. Igualmente se debe consultar el
fondo de Inquisición.
— Archivo General de Simancas. En él se puede encontrar tanto
documentación económica de los diferentes Colegios, así como
una muy interesante documentación sobre los listados nomi-
nativos de embarque de jesuitas en el proceso de expulsión de
España, existentes en la sección de Marina.
— Archivo de la Chancillería de Valladolid. La consulta de este
archivo es fundamental para analizar los pleitos judiciales plan-
teados o sufridos por los Colegios y Casas de la Compañía de
Jesús.
— Biblioteca de la Real Academia de la Historia. En el fondo deno-
minado Papeles de Jesuitas se encuentra un conjunto documental
proveniente de los archivos y bibliotecas incautados a los jesuitas
tras su expulsión en 1767. La colección esta dividida en tres
secciones: Tomos, Legajos y la Biblioteca de Cortes.70
— Biblioteca Nacional. Madrid. Sala Cervantes, colección de Ma-
nuscritos.
— Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Madrid. Es interesante consultar el Fondo de la Embajada [de
España] cerca de la Santa Sede,71 de Roma. Allí se encuentran los
expedientes de las rentas que se pagaban a los jesuitas expulsos,
sus actividades en Italia, etc.
— Archivos de la Compañía de Jesús de Alcalá de Henares y de
Loyola (Azpeitia, Guipuzcoa). En el Archivo de Alcalá de He-
nares está el Archivo Histórico de la Provincia de Toledo. Y
durante mucho tiempo el Archivo de la Provincia jesuítica de
Castilla estuvo radicado en la Casa-Santuario de Loyola. Entre
otros documentos en el de Loyola se haya el Libro de Entradas
en el Noviciado de San Luis de Villagarcía de Campos, ss. XVI-XVII,
70
Sobre la Biblioteca de Cortes: Procede del antiguo Colegio Imperial de Madrid y de otras
casas y colegios de la Compañía de Jesús. Tras la expulsión de los jesuitas sus fondos pasaron a la
Biblioteca de las Cortes (hoy Congreso de los Diputados), de la que recibe el nombre, y de allí a la
Real Academia de la Historia. Son 1.257 libros y legajos. Signatura: 9/2157 a 9/3414.
71
Pou y Marti, J., «Los Archivos de la Embajada de España cerca de la Santa Sede», Misce-
llanea Archivistica Angelo Mercati, (tomo 165 de la colección Studi e Testi), Città del Vaticano, 1952,
pp. 297--311.
151
FERNANDO DEL SER PÉREZ
Fuera de España
— Archivum Romanum Societatis Iesu (ARSI).72 Es el Archivo
del Prepósito General de la Compañía de Jesús en Roma, o
archivo central de la Orden. Allí se pueden consultar dentro
del fondo de Castilla, los catálogos anuales y trienales que pau-
latinamente van recogiendo los datos del Colegio de Soria, así
como los datos de la correspondiente Historia Domus a través
de los relatos de los Padres Ribadeneira, Guzmán y Valdivia,
ya citados ut supra.
— Colección de Jesuitas del Archivo Nacional de Santiago de Chile.73
72
Del Ser Pérez, F., “La provincia jesuítica de Castilla en el Archivum Romanum Societatis Iesu”,
Cuadernos de Historia Moderna, 20, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1998, pp. 167-188.
73
Guglieri Navarro, A., Documentos de la Compañía de Jesús en el Archivo Histórico Nacional,
Madrid, Editorial Razón y Fe, 1967, pp. LXVII-LXXI.
152
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
Conclusiones
74
Thayer Ojeda, T., “La Sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Chile”’, recogido
en The Hispanic American Historical Review, vol. IV, n.º 1, febrero 1921, p. 170.
75
Catálogo de los manuscritos relativos a los antiguos jesuitas de Chile que se encuentran en la Biblioteca
Nacional, Santiago de Chile, 1891, 543 pp.
153
FERNANDO DEL SER PÉREZ
Apéndice documental
/f. r/
154
EL COLEGIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS DE SORIA. FUENTES Y METODOLOGÍA
Regulares, y sacada de cimientos su Iglesia; y para baxar á la Colegial hay una larga
distancia cuesta abaxo, de mal piso, y despeñada; por lo que, como aquel clima es
el más frio, y destemplado de todo el Reyno, y posseido frequentemente de copiosas
nieves, hielos, y ayres penetrantes, y tienen todo el descubierto, soplan, è impelen las
zelliscas sobre los gruessos hielos, que hacen eminente, proximamente el peligro en la
caìda, y salud de los Individuos, sin que estos daños se corten con las providencias de
picarlos: por cuyas razones se vè tan probre de Ministros, y Fieles, que en muchos dias
se verifica celebrar el Santo Sacrificio de la Missa Popular uno solo de los primeros, y
sin asistencia de alguno de los segundos; respecto de que como tienen sus Casas tan
distantes, por no exponerse, gozan de los fueros que les promete el derecho natural.
Las funciones públicas, y Procesiones, en que se incluye la del dia del Corpus,
salen de dicha Colegial, baxando à ella el cuerpo de la Ciudad, que suele ser tan
pobre de Capitulares, que causa lástima verlas salir tan poco acompañadas, y las mas
veces no assiste por los impedimentos expuestos; y como hay Concordia, aprobada
por vuestro Consejo, de no salir el Cabildo, sin que aquella baxe, dexan comúnmente
de celebrarse; y si esto sucede en Processiones de tabla, quánto mas vivo será el do-
lor, en las que no lo son, /f. v/ y dias ordinarios? pues aunque los Vecinos de dicha
Ciudad son propensos á actos devotos, y Santos Oficios, no obstante que la Colegial
es la mas numerosa Parroquia, la dexan abandonada los Fieles, y se contentan con
recurrir à las otras, regidas por un solo Cura, que se hallan en mejor situacion; siendo
assi, que en la del Suplicante se hacen las funciones con obstentacion, y pompa en
el modo posible, assistencia de Musica, copia de cinco Dignidades, ocho Canonigos,
seis Racioneros, y algunos Capellanes, quando el tiempo lo permite.
Los diez Confessores que tiene la Colegial, se hallan todos los dias ociosos por
falta de Fieles, y la Viña del Señor sin el cultivo mysterioso: El Cura Vicario ponese
à explicar la Doctrina Evangelica todos los dias festivos, y no tiene quien le oyga mas
que los Infantes del Coro: El Canonigo Lectoral sin Discipulos en la Theologia Moral,
que debe explicar; pues antes quieren salir à estudiar fuera, que llevar las incomodi-
dades, è inclemencias de acudir à la Iglesia, arriesgando sus vidas, lo que cessarìa si
dicha Colegial se trasladasse á el Colegio, è Iglesia, que fue de los Regulares.
Los Individuos de la citada Colegial solo tienen los Canonigos la renta como de
tres mil reales, y los Racioneros la mitad: Su Fábrica es muy pobre, sin fondos algu-
nos, para poder construir nueva Iglesia, y esta podrá elevarse sobre los cimientos de
la de los Regulares con muy pocos costo; pues con los despojos de la actual, y otras
iglesias rurales, y sin algún uso, sobran materiales dentro de la misma Ciudad, para la
Fábrica cumplida de ella: Los pechos generosos de los Vecinos son inclinados á toda
piedad, y no se duda se esforzarán muchos por sus per/f. r/sonas, y otros con sus
caudales á obra tan del agrado de Dios; y en el interin puede el Exponente celebrar
los Santos Oficios en la Escuela de Maria Santissima, que tiene bastante capacidad,
como lo executaban los Regulares.
Puede dexarse parte de dicho Colegio (si V. M. se sirve destinarle) para la
Gramatica, y primeras letras, que en él enseñaban los Regulares, con cómodas habi-
taciones para los Maestros, y lo restante con los Claustros servir de Salas Capitulares,
y demàs Oficinas de que necessita una Colegial.
Las Casas inmediatas á la Iglesia, que se intenta fabricar con vuestra Real
deliberación, sobre ser de corto valor, están amenazando ruina, y es necessaria su
demolicion, para hacer Atrio, ò Cementerio respecto de que por el Oriente, y Po-
niente dá á calles públicas, y por el Sur á casas habitables, y la inmediata ocupada
por vuestro Intendente.
155
FERNANDO DEL SER PÉREZ
/f. r/ [Blanco]
156
La Casa de Administración del Colegio Imperial de Jesuitas
en Arganda del Rey (Madrid)
1
Page, C., “Reglamentos para el funcionamiento de las hacienda jesuíticas en la antigua
provincia del Paraguay”, Revista Dieciocho XVIII, 32, 2008, pp. 283-303; Lindley, R., Las haciendas y el
desarrollo económico, México, Fondo de Cultura Económica, 1987.
2
Barros Campos, J., “El Colegio Imperial, fundador de una Cátedra en Arganda”, Anales del
Instituto de Estudios Madrileños, 34, Madrid, 1994, pp. 319-336.
157
RAQUEL NOVERO PLAZA
3
Torre Briceño, J. A., de la, Una historia rescatada: La Casa Grande. Los Austrias y la Compañía
de Jesús (S. XVI-S.XX), Madrid, La Casa Grande, 2000, pp. 47-76.
4
Rodríguez Zurdo, S., “Producción agrícola y estructura de la propiedad en Arganda en
el siglo XVIII”, en Al encuentro de Arganda. Estudios de Arganda, Madrid, Ayuntamiento de Arganda
del Rey, 1991, pp. 39-55.
5
Barros Campos, J., “El Colegio Imperial…”, op. cit., pp. 320-322.
158
LA CASA DE ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO IMPERIAL DE JESUITAS EN ARGANDA DEL REY (MADRID)
Fig. 2. Vista aérea de la Casa de Arganda del Rey. Paisajes españoles. Año 1961.
159
RAQUEL NOVERO PLAZA
Fig. 3. Vista aérea del municipio de Arganda del Rey. Año 1967.
160
LA CASA DE ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO IMPERIAL DE JESUITAS EN ARGANDA DEL REY (MADRID)
6
Torre Briceño, J. A., de la, “La producción agrícola en Arganda en el siglo XVIII, y su
relación con Alcalá de Henares a través del Catastro de Ensenada”,Anales Complutenses, 4-5, Madrid,
1992, pp. 207-239.
7
Catastro del Marqués de Ensenada (A.M.A.R., Fondo General, Año 1752, Sig. 012200010001);
A.H.P.T., Propiedades eclesiásticas, H-75.
8
Torre Briceño, J. A., de la, “La Compañía de Jesús en Arganda (1602-1764)”, en La Casa
del Rey. Cuatro siglos de historia, Madrid, Ayuntamiento de Arganda del Rey, 1997, pp. 151-200.
9
A.M.A.R., Fondo Notarial, Año 1634, Sig. 003400020001, ff. 63 v-65 r, y Sig. 002800010001,
f. 331 v.
161
RAQUEL NOVERO PLAZA
10
Cerdá Díaz, J., “La Casa del Rey. Un sueño del Renacimiento”, Recortable de la Casa del Rey,
Madrid, Ayuntamiento de Arganda del Rey, 1991.
11
Ibidem.
162
LA CASA DE ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO IMPERIAL DE JESUITAS EN ARGANDA DEL REY (MADRID)
Fig. 6. Retrato del Embajador Hans Fig. 7. Mapa topográfico. Año 1878.
Khevenhüller con su casa de Arganda. Detalle de la casa de la Compañía de Jesús.
Castillo de Hochosterwitz, Austria.
renovación del oratorio para el que encargaron una talla de San Miguel
y un nuevo retablo de madera dorada que estaba presidido por una pin-
tura de la Virgen con el niño en brazos. También reformaron el lagar, la
cuadra, varias cámaras, la cocina, el harinero, la quesería y el refectorio.
Para la zona de la cuadra y las cámaras se encargaron 12 columnas con sus
basas y zapatas de piedra labradas que costaron 140 reales cada una. Para
la biblioteca, situada en la torre de la izquierda se fabricó una estantería
de madera que sirvió para colocar los libros. La obra más importante de
las acometidas por los jesuitas en 1750 fue la ampliación de la casa, con la
creación de un segundo piso como así lo indican los libros de cuentas en
los que se especifica la construcción de un cuarto nuevo, refiriéndose con
cuarto nuevo a una nueva galería de habitaciones en la segunda planta
del edificio sobre la fachada principal. Las obras fueron dirigidas por un
maestro de Madrid a quien se agasajó por el buen trabajo realizado. En
las obras se utilizaron 5800 baldosas, yesos para los paramentos, tejas,
ladrillos, madera… 12 álamos negros para los umbrales de 5 puertas de
aposento con molduras Cardenal pintadas de blanco y 15 ventanas pin-
tadas con barniz verde, todas con sus vidrieras y bastidores. Además, se
compuso un reloj y un farol para el tránsito. Las habitaciones, destinadas
163
RAQUEL NOVERO PLAZA
12
A.H.N., Clero, Sección Jesuitas, Año1750, Libro 103, ff. 239 r-247 v.
13
Torre Briceño, J. A. de la, “La Casa de los Regulares de la Compañía de Jesús”, en La
Casa del Rey. Cuatro siglos de historia, Madrid, Ayuntamiento de Arganda del Rey, 1997, pp. 203-221.
14
A.H.N., Clero, Sección Jesuitas, Año 1767, Leg. 754.
164
LA CASA DE ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO IMPERIAL DE JESUITAS EN ARGANDA DEL REY (MADRID)
capacidad para unos 8.000 litros, cantidad considerable que con su venta
suponía una buena fuente de ingresos para el Colegio.15
Hasta la construcción de la bodega real que Carlos III erigió en Aran-
juez en el año 1782, la bodega de la casa de Arganda fue la más importante
de Madrid, tanto por sus dimensiones como por la producción vinícola. Se
componía de tres estancias: lagar, cocedero y cueva organizadas de manera
escalonada aprovechando el desnivel del terreno porque de esta manera
resultaba más fácil el trasiego del vino. En la parte más alta se encontraba
el lagar, que en este caso y a diferencia de cualquier otra casa argandeña,
era el único que contaba con dos prensas de viga para el estrujado de la
uva, además de otras prensas manuales. También en la casa de Torrejón
había dos prensas que se conservan en la actualidad. La prensa de viga
funcionaba por el antiguo sistema de palanca romano. El sistema funcio-
naba cuando varios hombres comenzaban a mover a la vez las palancas
que hacían girar el husillo, y que producía que el contrapeso de piedra
de varias toneladas colocado sobre la larga viga de madera, ejerciera una
fuerte presión sobre la tapa del cubeto de prensado, consiguiendo que
15
Torre Briceño, J. A., de la, “La Casa de los Regulares…”, op. cit., p. 224.
165
RAQUEL NOVERO PLAZA
por las ranuras de la jaula saliera sólo el líquido de la uva, que por unos
conductos que había en el suelo, salía directamente hasta las tinajas del
cocedero, situado en un nivel inferior. En la puerta de entrada al lagar
había una reja grande de hierro [fig. 9].
El proceso del vino comenzaba con la vendimia en septiembre, mes
en el que la casa se llenaba de trabajadores que venían de distintos pue-
blos para participar en la recogida de la uva y en la elaboración del vino.
Recogida la uva en cestos de madera y mimbre era transportada hasta el
lagar en carros. Una vez allí, comenzaba el pisado de la uva para romper
el hollejo y facilitar así el prensado. El mosto obtenido del estrujado en
la prensa pasaba mediante unos canalones que había en el suelo del lagar
hasta el cocedero que se encontraba en un nivel inferior.
La casa de Arganda contaba con dos cocederos, uno para vino blanco
y otro para tinto. En la época de los jesuitas era frecuente la utilización de
cubas de madera en el cocedero que oscilaban entre las 500 y 1000 @.16 No
fue hasta mediados del siglo XVIII cuando empezó a generalizarse el uso de
tinajas de barro para la fermentación del vino en los cocederos, tal y cómo
se han conservado en la actualidad.17 En la bodega de Arganda había 15
cubas. La capacidad de 1 cuba de 500 @ era de 8000 litros pues 1 @ son
16 litros. La producción total de vino oscilaba entre los 180.000 y 200.000
litros anuales. Según el inventario de 1768 en la entrada de la bodega se
encontraba el cocedero de vino blanco con varias cubas cuya capacidad
oscilaba entre las 1000 y las 500 @, y tinajas de barro de menor capacidad.
A continuación, se situaba el cocedero de vino tinto que ocupaba la estancia
abovedada que antaño había sido la bodega del Embajador Khevenhüller.
En ese momento, tenía 17 tinajas de barro empotradas, 1 de ellas en el
suelo, 5 tinillos para trasegar, 20 pares de cestos para la vendimia y 1 cuba
de 600 @. Atendiendo a los datos podemos concluir que la hacienda jesuita
producía mayor cantidad de vino blanco que de vino tinto [fig. 10].
En los meses de invierno se transportaba el vino a las tinajas de la cue-
va mediante mangueras aprovechando la caída del terreno o con pellejos
para las situadas más al fondo. La cueva era una estancia subterránea cuya
función era servir de almacén y reposo al vino hasta su comercialización.
La cueva primitiva, la que construyó Khevenhüller a fines del siglo XVI,
era una bóveda de cañón que se conserva en la actualidad [fig. 11]. Los
16
Escritura entre Pedro y Juan Matienzo con Bartolomé Ruiz de Alcalá para realizar cubas de
vino (A.M.A.R., Fondo Notarial, Año 1676, Sig. 007700010001, f. 250).
17
Pucche Riart, O. y Mazadiego Martínez, L. F., “Industria cerámica madrileña: los hornos
históricos para cocer tinajas de Colmenar de Oreja”, Boletín Geológico y Minero, 110-2, 1999, pp. 95-101;
Torre Briceño, J. A., de la, “La fabricación de tinajas en Colmenar de Oreja (Madrid)”, en XVI
Jornadas de Viticultura y Enología de Tierra de Barros, Almendralejo, 1994, pp. 821-837.
166
LA CASA DE ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO IMPERIAL DE JESUITAS EN ARGANDA DEL REY (MADRID)
Fig. 10. Cocedero y entrada a la cueva de la bodega del Colegio de Santo Tomás. Año 1910.
167
RAQUEL NOVERO PLAZA
18
A.H.N., Clero, Sección Jesuitas, Año 1767, Leg. 754, ff. 41 v-45 r.
19
A.H.N., Clero, Sección Jesuitas, Año 1675-1767, Leg. 589.
20
A.H.N., Clero, Sección Jesuitas, Año 1735-1767, Libro 107.
168
LA CASA DE ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO IMPERIAL DE JESUITAS EN ARGANDA DEL REY (MADRID)
169
RAQUEL NOVERO PLAZA
La casa de administración de
Arganda producía para su propio
consumo y para su comercializa-
ción: aceite, vinagre, aguardiente,
arrope, pan, miel, cera, palomina,
lana, queso, harina, uva, aceitunas,
trigo, cebada, centeno, leche, ce-
bollas, judías, cáñamo, cal, paja,
huesos de aceitunas y vinos blanco
y tinto. Además de estos productos
y frutos, tenían ganado principal-
mente ovejas, vacas, cerdos, caba-
llos y mulas, éstas últimas utilizadas
para el transporte de todos estos
productos hasta la capital.21
Destaca la producción viní-
cola sobre todo cuando se daba
una buena temporada y se recogía
abundantes frutos. En el caso de lle-
nar todas las tinajas de la cueva po-
Fig. 13. Interior de la cueva, caño principal. dían llegar a producir unos 200.000
litros de vino anuales. El Colegio
Imperial tenía un acuerdo con las tabernas de Madrid para abastecer todos
los establecimientos con el vino producido en sus casas de administración.
Así, el vino que se consumía en la capital era el producido por los jesuitas,
el mismo vino, que tanto elogiaron escritores como Quevedo o como los
viajeros de la época, quienes en sus diarios y escritos ensalzaban la calidad
de los caldos madrileños. En los años de las temporalidades en los que la
hacienda perteneció a la Corona, ésta siguió funcionado prácticamente
igual que en tiempos de los jesuitas. Se continuó con el comercio y abas-
tecimiento de los productos a los mismos comerciantes y, sobre todo, con
el suministro de vino a las tabernas de Madrid.22
La mayor dificultad que a diario debían superar los jesuitas era el
transporte de la mercancía de Arganda hasta Madrid. Hasta 1818 que se
construye el primer puente sobre el río Jarama para unir el Camino Real
de Valencia, cortado entre el término municipal de Rivas Vaciamadrid y
Arganda del Rey, el paso se hacía en barca. Existía una barcaza denomi-
nada “barca de Arganda” que cruzaba el río de un extremo a otro y era
21
A.H.N., Clero, Sección Jesuitas, Año 1723-1729, Libro 89.
22
A.H.N., Clero, Sección Jesuitas, Año 1769, Leg. 630, nº 30, f. 27 v, y nº 23, f. 235 r.
170
LA CASA DE ADMINISTRACIÓN DEL COLEGIO IMPERIAL DE JESUITAS EN ARGANDA DEL REY (MADRID)
171
RAQUEL NOVERO PLAZA
23
Corella Suárez, P., “Arquitectura, infraestructura y economía del territorio madrileño:
proyecto para la construcción del Puente de Arganda”, Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 32,
Madrid, 1992, pp. 51-80; Corella Suárez, P., “Barcas de río en la geografía madrileña de los siglos
XVI a XIX”, Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 38, Madrid, 1998, pp. 221-260.
24
Cerdá Díaz, J., “Un símbolo centenario. El puente de Arganda cumple 100 años”, Revista
Peña Taurina El Barranco, Madrid, 2009, p. 10.
25
Rodríguez-Martín Chacón, M., Arganda del Rey. Apuntes para su historia, Madrid, Herman-
dad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de la Soledad de Arganda del Rey, 1980, pp. 421-435.
26
Memorias de la Sociedad Económica, Madrid,Antonio de Sancha Impresor de la Real Sociedad,
vol. III, 1787, p. 29.
172
La serie dei disegni della Provincia Mediolanensis Italiae
Temi e problemi
173
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
4
La bibliografia su questi temi è molto vasta; per un inquadramento generale si vedano i vo-
lumi della collana Studia Borromaica pubblicati dall’Accademia Ambrosiana, Bulzoni, Roma, 1987-2013.
5
Borromei, C., Instructionum Fabricae et supellectilis ecclesiasticae Libri II, Città del Vaticano,
Libreria Editrice Vaticana-Axios Group, 2000.
174
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
6
Su questi temi chi scrive sta conducendo ricerche, alcuni esiti sono in via di pubblicazione
in Balestreri, I., “Il disegno della Diocesi fra conformità e «negletto» dell’architettura”, in Pagani,
F. e Pisoni, A., «Norma del clero, speranza del gregge». L’opera riformatrice di San Carlo tra centro e periferia
della diocesi, Atti del convegno, Milano, Archivio Storico Diocesi, maggio 2010.
7
Scotti, A., “Il Collegio degli Architetti, Ingegneri ed Agrimensori tra XVI e XVIII secolo”,
in Castellano A. e Selvafolta O. (ed.), Costruire in Lombardia. Aspetti e problemi di storia edilizia, Milano,
Electa, 1983, pp. 92-108. Alcuni disegni per fabbriche gesuitiche si trovano in raccolte derivate dagli
archivi degli architetti Collegiati, si veda Balestreri, I. (ed.), La Raccolta Bianconi. Disegni per Milano
dal Manierismo al Barocco, Milano, Guerini e associati, 1995.
8
Per la sistematica analisi delle vicende delle sedi si veda Bösel, R. e Karner, H., Jesuitenarchi-
tektur in Italien (1540-1773). Die Baudenkmäler der mailändischen Ordensprovinz, Osterreichische Akademie
der Wissenschaften, Wien, 2007. Per la schedatura dei disegni si fa riferimento a Vallery-Radot, J.,
Le recueil de plans…, op. cit., disegni dal 366 al 437 e in App. II dal 158 al 173. Chi scrive sta curando
la nuova schedatura nell’ambito del Proyecto I+D Corpus de Arquitectura Jesuitica; rispetto al lavoro di
Vallery Radot, grazie ad attribuzioni o disconoscimenti, il numero di disegni è leggermente cambiato.
9
Si tratta di 15 collegi, 2 noviziati, 2 case professe, 2 case di campagna.
175
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
10
Si tratta delle chiese dei collegi di Ajaccio e Pinerolo e del rilievo della chiesa di Santo
Stefano a Sanremo, preesistente alla fondazione gesuitica.
11
Si vedano ad esempio i disegni per il Collegio in Strada Balbi a Genova VR 390 bis e VR
158, App. II, con annotazioni come: qui si comincia a salire e qui si vede il mare.
12
Si vedano ad esempio i disegni VR 418* per il collegio di Nizza e VR 391 e VR 392 per il
Collegio di Genova.
13
Si veda ad esempio il disegno VR 160, App. II che documenta di una contesa fra gesuiti e fran-
cescani durante la costruzione del Collegio in Strada Balbi a Genova. Per le indicazioni sull’ubicazione
delle chiese nelle Instructiones si veda Borromei, C., Instructionum Fabricae..., op. cit…, I, 1, pp. 8-9.
14
Alcuni disegni inseriscono anche i nomi dei venti; ad esempio la pianta VR 372 per il
collegio di Bastia reca tramontana e greco, levante e silocho, mezogiorno, ponente e lebecio. Rose dei venti
particolarmente evidenti sono nelle planimetrie per il collegio di Genova VR 392, VR 160, App. II,
e nelle piante per quello di Brera a Milano VR 163/164, App. II.
15
Si veda ad esempio il caso della pianta del collegio di Cremona VR 396.
176
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
Fig. 1. Veduta tridimensionale della città di Nizza con indicazioni sui lotti disponibili
per l’insediamento del collegio, 1607 circa, p. A de Angelis. BNF, Hd-4b, 66 (VR 418*).
Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
Fig. 2. Veduta assonometrica della chiesa e del Fig. 3. Planimetria del sito del Collegio
monastero di San Girolamo del Roso sul luogo di Genova in Strada Balbi, 1635. BNF,
dell’edificazione del Collegio di Genova in Strada Balbi, Hd-4b, 54 bis (VR 392). Foto: Proyecto
1650/1652. ARSI, F.G. 418, f. 394 (VR 160 App. II). Corpus de arquitectura jesuítica.
Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
177
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
16
Si vedano ad esempio: la pianta per la casa di Albaro VR 402; quella per il collegio di Nizza
VR 420 che reca: “strada pubblica”, “casa de’ secolari”; il progetto per il collegio di Ajaccio VR 367.
17
I nomi dei proprietari confinanti sono ad esempio nella pianta del collegio di Brera VR
163, App. II.
18
VR 166, App. II.
178
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
Fig. 4. Pianta di una villa per il Noviziato di Milano (?), località Castelletto (?), post 1669. ARSI,
Med. 87, f. 247 v – f. 247 a (VR 166 App. II). Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
Fig. 5. Pianta dei piani terreno e primo del collegio di Ponte in Valtellina (SO), post 1630. BNF
Hd-4d, 154 (VR 422/423). Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
179
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
19
Si veda ad esempio la pianta del noviziato di Paverano VR 399, attribuita a Giuseppe Va-
leriano.
20
Si veda il disegno VR 161, App. II che denomina lo scalimetro verga in palmi genovesi.
21
Per lo scalimetro con doppia unità di misura si vedano ad esempio le piante VR 163/164
App. II per il collegio di Brera, con approvazione. In qualche caso lo scalimetro sembra aggiunto
da mano diversa ma questo potrebbe legarsi a consuetudini da ‘bottega’.
180
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
essere fuori luogo capire se questo avvenisse anche per le chiese destinate
ai collegi. Ma potrebbe essere altrettanto interessante capire se la pratica e
la serialità dei progetti non avesse determinato dimensioni e proporzioni
standard per aule, dormitori, refettori o “corridori” di case e collegi.22
Passando dalle cifre alle parole, si può rilevare come la maggior
parte dei disegni sia corredata da note esplicative; solo il 10% è ‘muto’
o reca una semplice titolazione e non si può escludere che questo sia
l’esito di operazioni di ritaglio a posteriori, legate alla storia archivistica
dei documenti. La metà della serie vede un legame molto variabile fra
rappresentazione grafica e uso della calligrafia; senza il riferimento a
convenzioni prescrittive e omogenee, note di tipo diverso si inseriscono
e si stratificano come didascalie, appunti, relazioni, memoriali.23 Le in-
formazioni riguardano sempre le destinazioni d’uso degli ambienti degli
edifici, spesso lo stato di conservazione e la successione temporale degli
interventi, in qualche caso la descrizione di dettagli. Il restante 40 %
dei disegni invece è caratterizzato dalle “dichiarationi”, cioè da legende
separate rispetto alla descrizione grafica, alla quale si mettono in relazio-
ne tramite rimandi a cifre e/o lettere (capitali o minuscole) [fig. 6]. In
alcuni casi le “dichiarationi” sono aggiunte con scritture diverse rispetto
alle note, sia in modo intenzionale, per sfruttare calligrafie più chiare o
più eleganti, sia per apposizione posteriore, forse su richiesta di revisori.24
Quasi sempre sono parte integrante dell’impaginazione delle tavole e
sembra persino di leggere una sorta di ricerca espressiva intorno a regole
e criteri compositivi, come se si trattasse di illustrazioni di testi a stampa
di carattere scientifico oppure di ‘guide’: un tratto tipico della serie, forse
davvero vicino ad un ragionevole modo nostro di comunicare.25
Mettendo in relazione la serie dei disegni con la schedatura avviata
per il Corpus de Arquitectura Jesuitica, si nota come le tavole oggi attribuite
22
Per lo standard diocesano si veda Borromei, C., Instructionum Fabricae..., op. cit., I, 4, p.
131; per l’attenzione al dimensionamento si veda il disegno VR 165, App. II con un memoriale del
padre Menocchio e la critica alla larghezza di 8 braccia della libreria, ritenuta insufficiente per l’uso.
Sul rapporto fra progetti e ambizioni dei committenti si veda il disegno VR 385 con il progetto per
il noviziato di Chieri, reso monumentale dall’intervento del cardinal principe Maurizio di Savoia.
23
Obbligatorio anche il riferimento ai documenti non custoditi con i disegni: si veda Iappelli,
F., “Una nuova fonte di documenti: I 311 manoscriti del volume 156 della National Library di Malta”,
en Patetta, L. e Della Torre, S. (eds.), L’architettura della Compagnia di Gesù in Italia..., op. cit., pp. 35-40.
24
Nel caso del progetto di Ponte in Valtellina, ad esempio, esistono lettere che giudicano
“imperfetto” il disegno VR 422 proprio perché “senza dichiaratione”, si veda Bösel, R. e Karner,
H., Jesuitenarchitektur in Italien..., op. cit., p. 320.
25
Fra gli esempi di accurata impaginazione si vedano i progetti per i collegi di Castelnuovo
Scrivia VR 379/384, di Ajaccio VR 367 e Nizza VR 420. Un confronto con i disegni coevi provenienti
dagli archivi degli ingegneri collegiati o da quelli diocesani non restituisce la stessa percentuale di
disegni con legende; l’uso sembra più diffuso in disegni allegati a pratiche legali o in disegni per
progetti destinati ad altri ordini maschili.
181
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
Fig. 6. Pianta del piano terreno del collegio di Nizza, 1670, p. C.F. Visconti. BNF Hd-4c,
130 (VR 420). Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
182
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
26
Si fa notare che solo tre disegni recano l’autografo dell’autore. Si tratta di tre fogli di F.
M. Richini, si veda a proposito Patetta, L., “Autografia ricchiniana”, Il disegno di architettura, 5 1992,
pp. 58-62.
27
Fra i disegni con “dichiaratione” di padri o fratelli laici si segnalano quelli per: Castelnuovo
e Nizza (p. C.F. Visconti); Genova (p. F.D. Sereno); Paverano (f. E. Meriziano); Nizza (p. A. de Ange-
lis); Torino (p. M.A.Robbio); Ajaccio (p. Bernabò). Alcuni disegni sono stati ritagliati, quindi non è
possibile risalire all’impaginazione originale. In altri casi la “dichiaratione” è custodita separatamente
negli archivi della Compagnia.
28
Bösel, R., Orazio Grassi architetto e matematico gesuita. Un album conservato nell’Archivio della
Pontificia Università Gregoriana a Roma, Roma, Argos, 2004.
29
Su questi temi si veda Scotti Tosini, A. (ed.), Aspetti dell’abitare in Italia tra XV e XVI secolo.
Distribuzione, funzioni, impianti, Edizioni Unicopli, Milano, 2000.
183
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
Fig. 7. Pianta del piano interrato del Noviziato di Paverano (GE), 1602, fr. E. Meriziano.
BNF Hd-4b, 57 (VR 398 recto). Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
30
Esemplare il progetto per il noviziato di Paverano di fratel Meriziano, VR 396/398 verso.
31
Si vedano ad esempio i progetti per Palazzo Durini e per il Seminario Maggiore custoditi
nei tomi della Raccolta Bianconi, Balestreri, I. (ed.), La Raccolta Bianconi..., op. cit., I, p. 34 v; III, p.
19. Per i Barnabiti nella stessa Raccolta si vedano i disegni per il collegio di S. Alessandro, VII, p.1.
184
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
volti nella gestione dei cantieri anche per prevenire o risolvere problemi
legati a esondazioni, esalazioni o stillicidi, spesso occasioni di contese con
progettisti, costruttori o confinanti.
A proposito di convenzioni in uso nella pratica professionale della
provincia milanese fra metà del XVI e metà del XVII secolo, va notato
come nella serie di disegni schedati da Vallery Radot siano in numero
esiguo le tavole che, con colori, tratteggi o note scritte, segnalano lo
stato d’avanzamento di lavori o la stratificazione di diverse campagne di
costruzione. In contrasto con quanto documentano altre raccolte di coe-
vi disegni lombardi, sono solo una decina quelle che mettono in chiara
evidenza il “fatto” e il “da farsi” degli edifici.32 Per i progetti di collegi, ad
esempio, non di rado viene indicato il sito della chiesa “già fabbricata” e
talvolta nelle didascalie si usa l’espressione “da conservarsi” (per cisterne,
cantine, o strutture interrate) ma in entrambi i casi l’allusione all’esistente
implica proprio l’elusione degli stessi oggetti dalla rappresentazione.33
Scarse sono anche le tracce che parlano del percorso di disegni all’interno
delle strutture burocratiche della Compagnia. Contrariamente a quanto
le norme approvate dalle Congregazioni generali farebbero supporre, i
disegni che recano la formula d’approvazione sul margine dei progetti
sono davvero in numero molto esiguo. La parafa del generale Gian Paolo
Oliva compare solo in un disegno per la concessione di spazi della chiesa
di San Gerolamo e Saverio a un esponente della famiglia Balbi (VR 161,
App. II); una formula che registra la data dell’avvenuta approvazione è
rintracciabile in due piante per il collegio milanese di Brera (VR 163, VR
164, App. II) [fig. 8] e le note approvato da Nostro Padre, o solo approvato,
sono poste su altre due tavole, rispettivamente per il collegio di Ajaccio
(VR 370) e la residenza di Albaro (VR 402).34 Scritte che riguardano
l’approvazione o la disapprovazione (es. “questo non è buono”; “nuovo,
riformato, approbato”35) si possono ritrovare tuttalpiù rintracciare sul verso
di almeno 8 disegni ma non è escluso che siano posteriori o che si riferi-
scano a tempi e modi di archiviazione delle pratiche o a fasi intermedie
di valutazione dei progetti in sede provinciale.36
D’altronde in pochissimi casi i disegni recano autografi di commit-
tenti, architetti, ingegneri, padri o fratelli laici. Restano ad esempio: i
32
Ad esempio si vedano i disegni VR 379/384 e 420 per Castelnuovo Scrivia e Nizza, tutti di
padre C.F. Visconti; ma anche il disegno VR 385 per il noviziato di Chieri e il VR 173, App. II per
il collegio di Vercelli.
33
Si vedano i disegni per il collegio di Cremona VR 386/389 con l’area della chiesa; per la
formula “da conservarsi” VR 420, collegio di Nizza.
34
Su questi temi si veda Bösel, R., “La ratio aedificiorum...”, op. cit., p. 42-43.
35
Si vedano i disegni VR 369 e VR 376.
36
L’espressione “nostro padre” non necessariamente fa riferimento al padre generale.
185
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
Fig. 8. Pianta del piano terreno del Collegio di Brera, con approvazione e scalimetro
a doppia unità di misura, Milano, 1670-1679. ARSI, Med. 87, f. 208 (VR 163 App. II).
Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuítica.
37
Sono i disegni VR 167, App. II; VR 386/387; VR 412/415 rispettivamente per Monza, Cre-
mona e la Casa Professa di Milano. Non tutti recano firma olografa.
186
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
Almeno sino alla metà del XVII, alle parole molto più che alle immagini è
probabile che si affidasse la completa trasmissibilità delle idee sui progetti
di trasformazione.38 Questo per cultura e forma mentis di padri e commit-
tenti, ma anche per la complessità dei tempi e dei modi del processo di
modernizzazione della professione dell’architetto che si dovette svolgere
a cavallo fra XVI e XVII secolo.
Da questo punto di vista, la serie di disegni della provincia mediola-
nensis, in quanto testimonianza di un analogo processo che intrecciava
comunicazione, diffusione, controllo e conferma delle idee sull’architet-
tura, ha un davvero ruolo molto importante. Come avverte Richard Bo-
sel, i fondi schedati da Vallery Radot sono solo una parte dell’originario
archivio romano delle piante (…) che doveva in verità essere infinitamente più
ricco e quindi ogni valutazione di tipo quantitativo può risultare labile.39
Detto ciò, va notato come solo il 10 % dei disegni risalga al XVI secolo;
come un’altra identica percentuale si attesti al primo decennio del XVII,
cioè ad un periodo immediatamente precedente il decreto che imponeva
la consegna di una doppia copia dei progetti alla sede centrale romana,
e come la maggior parte dei disegni sia invece relativa ai decenni fra il
1613 e gli anni ’90 dello stesso secolo (il 50 % del totale si colloca fra
1613 e 1650; il rimanente 30 % fra 1650 e 1680). Nel gruppo di disegni
più antichi si trovano i progetti per la casa professa di Genova e il collegio
di Torino e forse alcuni disegni di padre Valeriano: anche volendo evitare
chiavi di lettura di tipo evoluzionistico va notato come, di fatto, si tratta
di documenti che vedono nel ductus grafico degli autori il carattere pre-
dominante, così come nella maggior parte dei disegni coevi.40 Nonostante
la varietà, va riconosciuto che invece i fogli stesi nel Seicento sembrano
più legati alla prassi interna alla Compagnia e ad una sua maggiore dif-
fusione sul territorio.
In particolare, è il caso di soffermarsi sull’analisi di un gruppo di
quattro disegni per la Casa Professa di San Fedele a Milano, datati 29
maggio 1655 che narrano di una controversia interna alla sede milanese,
fra preposito della casa e prefetto della fabbrica della chiesa, originata dalla
richiesta di alcune modifiche distributive e strutturali sul limite dei due
edifici [fig. 9a, fig. 9b]. Si tratta di quattro sezioni trasversali del tutto
complementari: due rappresentano lo stato di fatto e due il progetto
38
Oltre alle relazioni in qualche caso dovevano essere presentati anche dei modelli tridimen-
sionali.
39
Bösel, R., “La ratio aedificiorum...”, op. cit., p. 43.
40
Fra i progetti del XVI secolo, la letteratura inserisce anche dei disegni per il Collegio di
Torino che sulla base della sola analisi ‘stilistica’ sembrerebbero peraltro più tardi. Si tratta dei di-
segni in VR 430/432; si veda a proposito Bösel, R. e Karner, H., Jesuitenarchitektur in Italien..., op.
cit., pp. 365-386.
187
ISABELLA CARLA RACHELE BALESTRERI
Fig. 9a. Sezione trasversale di un “corridore” Fig. 9b. Sezione trasversale di un “corridore”
della casa professa di Milano, stato di fatto, della casa professa di Milano, progetto di
29 maggio 1655, Francesco Maria Richini adeguamento, 29 maggio 1655, Francesco
Ingegnere Regio Camerale. BNF Hd-4b, 87 Maria Richini Ingegnere Regio Camerale,
(VR 412). Foto: Proyecto Corpus de arquitectura con note in latino aggiunte da p. A. de Albertis.
jesuítica. BNF Hd-4b, 85. (VR 415). Foto: Proyecto
Corpus de arquitectura jesuítica.
188
LA SERIE DEI DISEGNI DELLA PROVINCIA MEDIOLANENSIS ITALIAE
41
Scotti, A., “Lo Stato di Milano”, in Scotti Tosini, A. (ed.), Storia dell’architettura italiana. Il
Seicento, Milano, Electa, 2003, p. 443.
42
Ibidem, p. 431.
189
Bartolomeo Ammannati, arquitecto y benefactor
de la primera sede jesuítica en Toscana:
San Giovanni Evangelista (1572-1592)
* Este artículo concentra los resultados y conclusiones derivados de la Tesis Doctoral realizada
en cotutela entre la Università degli Studi di Firenze y la Universidad de Cantabria, bajo el título De
Eleonora de Toledo a Bartolomeo Ammannati 1548-1592: San Giovanni Evangelista, primera sede jesuita en
Toscana, dirigida por los profesores Amadeo Belluzzi y Begoña Alonso Ruiz.
1
(...) a distinzione della vicina di S. Gio. Batista, e per essere di quella assai minore, fu poi vulgarmente
chiamata S. Giovannino [Baldinucci, F., Notizie dei professori del disegno da Cimabue in qua, vol. II, V.
Batelli e Compagni, Firenze, 1846, p. 368].
2
Del Migliore, F. L., Firenze Città Nobilissima illustrata, Firenze, Stampazione della Stella, 1684,
p. 188. Véase también Angelelli, A., l’Antico Manoscritto delle spese fatte dai GORI per l’edificazione della
chiesa di S. Giovanni Evangelista in Firenze negli anni 1349-50-51, Firenze, 1890.
3
Baldinucci, F., Firenze Città Nobilissima illustrata…, op. cit., pp. 383-387. El autor, transcribe
el Codice delle Spese, un libro de gastos donde se reflejaban los movimientos económicos derivados
de la edificación de la iglesia y que fue escrito por Cambio Nucci y Domenico Ciampelli, ejecutores
testamentarios del fundador de la iglesia y que refleja el conflicto con los canónigos de la Basílica
de San Lorenzo.
191
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
4
Benedetucci, F. (ed.), Il libro di Antonio Billi, Roma, De Rubeis, 1991; Preyer, B., “La Ar-
chitettura del Palazzo Mediceo”, en Il Palazzo Medici Riccardi, Firenze, Giunti Gruppo Editoriale, 1990,
pp. 58-71; Vasari, G., Le vite de’ più ecellenti pittori scultori e architettori nelle redazioni del 1550 e 1568,
Firenze, Sansoni Editore, 1971; Elam, C., “Il palazzo nel contesto della città: strategie urbanistiche
dei Medici nel Gonfalone del Leon d’Oro, 1415-1430”, en AA. VV., Il palazzo Medici Riccardi, Firenze,
Giunti Gruppo Editoriale, 1990, pp. 44-57; Hyman, I., “Notes and Speculations on S. Lorenzo, Palazzo
Medici, and an Urban project by Brunelleschi”, Journal of the Society of Architectural Historians, XXXIV,
2, 1975, pp. 98-120, espec. p. 108.
5
Landucci, L., Diario Fiorentino dal 1450 al 1516, Firenze, Studio Biblos, 1969.
6
Pedretti, C., A Chronology of Leonardo da Vinci’s. Architectural studies after 1500, Genève,
Librerie E. Droz, 1962.
7
Argan, G. C. e Contardi, B., Michelangelo Architetto, Milano, Electa, 1990; Barocchi, P.
e Ristori, R., Il Carteggio di Michelangelo, vol. III, Firenze, Sansoni editore, 1973; Ruschi, P., “La
Sagrestia Nuova, metaforfosi di uno spazio”, en Ruschi, P. (ed.), Michelangelo architetto a San Lorenzo.
Quattro problemi aperti, Firenze, Mandragora, Pietro, 2007. pp. 15-49.
192
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
8
Tacchi Venturi, P., Storia della Compagnia di Gesù in Italia, vol. II, Roma, Edizioni “La Civiltà
Cattolica, 1950; Scadutto, M., Storia della Compagnia di Gesù in Italia. L’epoca di Giacomo Laínez. Il
governo 1556-1565, vol. III, Roma, Edizioni La Civiltà Cattolica, 1964.
9
Franceschini, C., “Los scholares son cosa de su excelencia, como lo es toda la Compañía:
Eleonora di Toledo and the Jesuits”, en Eisenbichler, K. (ed.), The Cultural World of Eleonora di Toledo,
Duchess of Florence and Siena, Aldershot, Ashgate Publishing Limited, 2004. pp.181-206.
10
Gómez León, T. J., “San Giovannino e la cappella di San Bartolomeo”, Acidini, C. y Pirazzoli,
G. (ed.), Ammannati e Vasari per la città dei Medici, Firenze, Polistampa, 2011, pp. 232-233.
11
Scadutto, M., Storia della Compagnia di Gesù in Italia. L’epoca di Giacomo Laínez 1556-1565.
L’azione, vol. IV, Roma, Edizioni La Civiltà Cattolica, 1974.
193
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
12
ARSI, Ital. 69, f. 75 v, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati e i Gesuiti”,
Archivium Historicum Societatis Jesu, XXII, Roma 1943, p. 6.
13
Ippoliti, A., “La Storia della Costruzione del Collegio Romano in epoca moderna e con-
temporanea”, en Ippoliti, A. y Vetere, B. (eds.), Il Collegio Romano Storia della Construzione, Roma,
Gangemi, 2003, p. 46.
14
ARSI, Ital. 69, f. 78, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 7.
15
Fossi, M., Bartolomeo Ammannati Architetto, Napoli, Morano, 1967.
194
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
16
ARSI, Ital. 69, f. 80 v, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 7.
17
Ibidem, p. 10.
18
Ibidem, p. 2.
195
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
ch’ella facesse, pregandola a abbraciare questa opera etc. et sperarei che negotiandola
bene la ferebbe bonissimo efetto. Et questo mediesimo parve al Amannato et a me
quando egli fu a Roma l’anno passato.19 Corbinelli, introduce dos palabras
clave: la città, y negotiandola, que pudieron recordar al cuarto general de la
Orden, Everardo Mercuriano, la idea de San Ignacio de Loyola de consti-
tuir un colegio digno de la cuna del Renacimiento, y que Florencia a través
de su colegio, abrazase la Orden de la Compañía de Jesús. A este cambio
de idea del prepósito de la Orden, no debe desconsiderarse tampoco la
perseverancia del arquitecto que, al final, va causando efecto.
En septiembre de 1577 el secretario de la Orden, el padre Antonio
Possevino, regresó a Florencia; allí y junto a Ammannati, emprendió una
campaña para recoger fondos destinados a promover la causa del cole-
gio jesuita entre los cortesanos y los nobles florentinos, siendo Giacomo
Salviati, uno de los promotores más destacados.
Esta iniciativa fue recogida y documentada en dos folios sin fechar,
que se conservan en el Archivio di Stato di Firenze (ASFi). En ellos se ha re-
gistrado una relación de nombres de nobles ciudadanos florentinos, junto
a gentiles españoles, que procuraron donativos a favor de los padres de
la iglesia de San Giovannino del Giesu. Una de las listas viene encabezada
por Pier Francesco Rinuccini y Antonio Suarez de Vittoria, mientras en
la otra aparecen los nombres de Giovanni Mannelli, y de quien ocupaba
en aquel momento el cargo de cónsul de la nazione spagnola en Florencia,
Lesmes de Astrudillo, junto a un alto número de personas que participa-
ron en la colecta. Las ayudas económicas para la construcción, primero
del colegio y de la iglesia después, será una constante en el transcurrir
de la fábrica [fig. 2].20
Los padres jesuitas seguían sin estar cómodos en el solar de San
Giovannino, se quejaban de la insalubridad del lugar, y de los molestos
y ruidosos talleres que rodeaban las aulas y la iglesia, como se puede
observar en la planta de Bounsignori de 1582. La compra de talleres
y casas del área fue lenta y costosa, por eso los padres jesuitas en cuyo
ánimo y esfuerzo, estaba el de mejorar la situación del colegio para sus
alumnos y la ciudad, volvieron a plantearse más activamente el traslado a
otra sede más apropiada. Por ello, los padres hicieron llegar la angustia y
los problemas que vivían en San Giovannino, al gran duque Francesco I,
en una instancia inédita que se conserva en el Archivium Romanum Socie-
tatis Iesu (ARSI).21 El escrito sin fecha precisa, podría abarcar la década
19
Ibidem, p. 43.
20
ASFi, Compagnie Religiose Soppresse Da Pietro Leopoldo, 1064, fasc. 335, f. 34, y ASFi, Compagnie
Religiose Soppresse Da Pietro Leopoldo, 1064, fasc. 335, f. 33.
21
ARSI, Rom. 121, ff. 176 r-177.
196
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
Fig. 2. Lista de limosnas encabezada por Giovanni Mannelli y Lesmes de Astrudillo. ASFi.
Compagnie Religiose Soppresse da Pietro Leopoldo, 1064, fasc. 335, f.33.
197
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
22
ARSI, Ital. 155, f. 285, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit.,
p. 12.
23
ARSI, Rom. 121, f. 178.
198
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
24
ARSI, Ital. 155, f. 304, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit.,
p. 12.
199
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
Ms. Bartolomeo dice: lui farà la chiesa et io il collegio, et spenderò da dieci mila
scudi, col tempo, et la faremo presto; et lui ne parlerà a quel gentilhuomo.25 Pero
pronto volvió el desánimo cuando Giacomo Salviati abandonó el proyecto.
En una carta del padre general Everardo Mercuriano a De Notariis, el
15 de enero de 1578, comenta que (...) Ammannati si truova inclinato che’l
collegio si resti dove si trouva al presente, podendosi havere dal signor Gran Duca
una stradetta per aggrandire il sito.26 Sin duda para el arquitecto existieron
razones evidentes tanto de tiempo, como económicas, que le llevaron a
insistir en su propuesta de permanecer en San Giovannino, por su inme-
jorable situación en el centro de Florencia, a pocos metros del duomo, del
baptisterio, y de la basílica de San Lorenzo. Otro argumento importante
de Ammannati para quedarse en San Giovannino, fue que la mitad del
solar estaba ya ocupado por la iglesia y el colegio, lo cual representaba un
considerable ahorro de tiempo, materiales y dinero. Como se desprende
de la correspondencia del padre general Everardo Mercuriano, fue esen-
cial conseguir la cesión por parte del gran duque, de la calleja de’Biffi,
para ampliar el colegio.27
Mientras tanto en marzo de 1578, el padre general, advertido por el
rector de San Giovannino, el padre Della Torre, de la escasez económica
del momento, y habiendo perdido la esperanza de la contribución de
Giacomo Salviati al colegio, solicitó al arquitecto que interrumpiese los
proyectos esperando tiempos mejores, abbiamo fatto matura considerazione,
che sopr’il disegno, che detto padre (il rettore Della Torre) ci rappresenta, ancorché
ci piaccia assai, nondimeno oltre ad altre difficoltà, che ci troviamo in tratarlo
adesso, quella ci pare molto importante, degli assegnamenti co’quali pensano metter
mano all’opera, che son molto deboli, però teniamo per certo che sia molto meglio
differirlo ad altro più opportuno tempo, (...) e assicurandomi della benvolenza di
Vs. Che anch’essa concorrerà in questo parere ed iniseme conserverà i buoni desidej
suoi d’aiutarci, per quendo ci s’offerirà miglior occasione [fig. 3].28
A través de esta misiva, se puede atribuir el croquis conservado en el
ARSI, con la signatura Rom. 126, f. 240v-241, al padre rector de San Gio-
vannino, Della Torre, y por tanto, datarlo en marzo de 1578. El boceto que
25
Ibidem.
26
ARSI, Rom. 12, f. 53 v.
27
(...) poichè l’Amannati giudica essere meglio che si retenga il luogo che si ha adesso per il collegio,
ancor a noi pare bene; et se pensano che la dimanda della stradella al Signor Gran Duca habbia ad havere buon
effetto, crediamo che non sia se non bene il tentarlo per quei migliori mezi che sarà possibile, et non dubitiamo
che l’Amannati sia per fare ogni sforzo per haverla [Carta del padre general Everardo Mercuriano, en
respuesta al rector de San Giovannino, padre Della Torre, fechada en Roma el 17 de enero de 1578,
(ARSI, Rom. 12, f. 54, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., pp. 13-14)].
28
Baldinucci, F., Firenze Città Nobilissima illustrata…, op. cit., pp. 390-391. Carta del Padre
General Mercuriano a Ammannati, el 20 de marzo de 1578.
200
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
29
Boccia, V. F., “La chiesa di San Giovannino Evangelista a Firenze”, en Rocchi Coopmans
de Yoldi, G., Architettura della Compagnia Ignaziana nei centri antichi italiani, Firenze, Alinea Editrice,
1999, pp. 105-110. En la figura 4, se observa en amarillo claro la dimensión de la iglesia medieval.
En amarillo oscuro la iglesia de Ammannati, y en color naranja se marca la intervención en 1656
de Alfonso Parigi, que consistió en sustituir la cubierta plana de madera, por una bóveda de piedra
con lunetos, que elevó tres metros y medio.
30
ASFi, Compagnie Religiose Soppresse da Pietro Leopoldo, 1064, fasc. 335.
31
(...) mi è stato caro intendere il buono stato di cotesto collegio in utroque homine et il buon animo che
il signor Ammannati a V.R. mostra di promuovere le cose nostre [Carta del general Everardo Mercuriano,
201
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
Fig. 3. Croquis del padre rector Della Torre. ARSI, Rom. 126, ff.240v -241.
Fig. 4. Detalle del área de San Giovannino Fig. 5. Cubierta del quaderno di
en la planta del Buonsignori. muraglia di San Giovannino. ASFi.
Compagnie Religiose Soppresse da
Pietro Leopoldo, 1064, fasc. 335.
202
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
al nuevo rector del colegio florentino padre Pietro Blanca el 17 de junio de 1580, (ARSI, Rom. 12,
f. 82 v, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 20)].
32
(...) Quanto al mettersi all’impresa di fabrica della chiesa, con questa buona dispositione di Ms. Bar-
tolomeo, è parso bene al P. Vicario et tutti noi che si facci et così potrà V.R. comminciare nel nome del Signore
[ARSI, Rom. 13, f. 35 v, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 16].
33
Testamento comentado en Kirkhan, V., “Laura Battiferra degli Ammannati Benefatrice
dei Gesuiti Fiorentini”, Quaderni Storici, 104, 2000, pp. 331-391. En los testamentos redactados
por Ammannati y su esposa, son nombrados herederos universales i Gesuiti di San Giovannino
di Firenze. En este mismo testamento, Laura Battiferra estipula que a la muerte de Bartolomeo
Ammannati, sus bienes deben pasar al venerabile Collegio della Società dei padri Gesuiti nella chiesa di
San Giovannino situata vicino al Palazzo Mediceo nella città di Firenze. Laura nombra a Ammannati
usufructuario de sus bienes, dándole plena libertad para disponer de ellos y prohíbe al colegio
jesuita, a sus padres y a los herederos de estos transferir nunca y de ningún modo sus bienes,
pues es deseo de la pareja que éstos permanezcan siempre en el colegio, en la iglesia de San
Giovannino y con sus padres. En el caso de que los jesuitas contravinieran las últimas voluntades
de la testamentaria trasferendo la sua eredità in qualche altra parte del mondo, essa dichiara nullo ogni
loro tentativo di separare la sua donazione dalla loro chiesa e dispone che il lascito debba passare invece alla
Società di San Martino di Firenze.
34
(...) Nostro Padre si è consolado del buon progresso che si va facendo della chiesa, e como di tutto
questo è autore il signor Bartolomeo, così V.R. per parte di Nostro Padre gli farà intendere, che si haverà memoria
appresso al Signore dei molto che, et per questo, et molti altri rispetti, la Compagnia deve a Sua Signoria: anzi
quanto più crescono li oblighi della Compagnia, tanto più si sforzerà di mostrarsi più grata [ARSI, Rom. 13,
f. 57, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 17].
203
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
35
ASFi, Compagnie Religiose Soppresse da Pietro Leopoldo, 1063, fasc. 332, f. 14. Encontramos en
Archivio di Stato di Firenze, algunos documentos hasta ahora inéditos, que hablan sobre esta problemá-
tica; en concreto, una súplica dirigida por los padres jesuitas al gran duque Francesco, fechada en
enero de 1579, para que los precios de venta de las casas y talleres se ajusten al mercado real. Los
jesuitas querían adquirir una herrería situada en la calle de’Gori cuyo propietario, aprovechando la
especulación, se niega a la venta. I Padri della Compagnia di Giesù, habitanti à San Giovannino di Firenze,
forzati dalla stretteza della loro habitatione et chiesa et confidati nel’ favore et aiuto di V.Alt:Sma per potersi
dilatare in una chiesa chapace al’molto concorso che tengono alle loro predicationj et aministrationj di sacramenti,
et per potere in sieme fabricare le schuole conforme alla qualità della città hanno incominciato à conprare li siti
delle botteghe et case convicine di questa isoletta et già ne hanno compre tre et harebbono finito di comprare il
resto se i Padronj si fossero posti à i prezzi ragionevoli da stimarsi dai periti secondo vuole la giustitia della quale
volendosi hora avalere con il beneplacito e buona gratia di V.A.S.mª la suplicano per amor di Dio resti servita
comettere alli Mag.ci signori conservatori di Legge, essendo li malischalchj et lj Padri poverj che dovendo eglino
servirsi delle botteghe de manischalchj et di un forno vicino de Ginorj per la loro habitatione e chiesa, siano
consigniate per quei prezzi e stime ragionevoli secondo vogliono le leggi, et perche la qualità et necessità del fatto
per trovarsi la muraglia cominciata non patisce dilatione potendosi la cosa brevemente spedire con rimetterla à
periti stimatori, desiderano che vista la verità del fatto sensa lite cavillatione et appellationi alcuna loro sia fatta
sumaria giustitia, restando sempre prontissimi et obligatissimi à pregare Dio per l’agumento di ogni
sua felicità. A esta súplica el gran duque se pronuncia el 16 de abril de 1580, ni a favor ni en contra
sino que non intende che nessuno sia forzato à vendere il suo, et massime di cose de fidei conmessi. La situación
de la herrería se confirma con el plano de 1580 de una colección privada que verá más adelante.
36
Li padri della compagnia di Giesù humilmente fanno intendere à V.A.S. qualmente alla tribuna della
loro chiesa sono cogionte due botteguccie del venerabile capitolo di san lorenzo, le quali impediscono grandisime
il culto divino, simperoche in una ni è un fabro, che col continuo battere no solo turba li sacerdoti che celebrano
nell’altare maggiore, ma anco impedisce la divotione di chi asolta la messa. Nell’altra vi è un barbiero il cui
caldaio sta si vicino à detto altare, ch’il camino riesce dentro la chiesa sopra lo istesso ciborio, onde risulta grande
irreverenza al smo sacramento. Per tanto humilmente ricorreno à V.A.S. supplicandola resti servita per rispetto
del comune Signore à cui honore tal gratia se dimanda ordinare che li reverendi cononnici siano contenti di
accomodarli di dette due botteguccie. Et li Padri si obligano non solo à dare loro conveniente ricompesa na anco
fare, che ne resulti ornamento alla Piazza di san lorenzo. Il che si riceverà à benefitio singolare, et aumenterà li
oblighi che hanno di pregare per V.A.S. et suoi stati [ASFi, Compagnie Religiose Soppresse da Pietro Leopoldo,
1064, fasc. 337, f. 23]. Esta súplica guarda relación con la instancia enviada a Francesco I hacia 1577
catalogada con la signatura ARSI, Rom. 121, f. 176 r-177 y con el plano de la colección privada, que
corrobora los emplazamientos de estos talleres.
204
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
37
(...) A V.s poi non dirò altro intorno a non voler più ricevere limosine per la fabrica, perché mi persuado
di ella si farebbe maggior scrupolo d’essere cagione d’impedir quel bene cooperando alla buon opera, verrà più
tosto a meritare, che farsi danno [ARSI, Rom. 12, f. 103, citada en Baldinucci, F., Firenze Città Nobilissima
illustrata…, op. cit., pp. 392-394].
38
(...) l’abiamo visto con molta soddifazione, e ci pare che il tutto sia molto ben inteso e ordinato e
che riuscirà opera degna della sua fatica [ARSI, Rom. 12, f. 103, citada en Baldinucci, F., Firenze Città
Nobilissima illustrata…, op. cit., pp. 392-394].
39
Bösel, R., Jeusitenarchitektur in Italien 1540-1773, Wien, Verlag der Österreichischen Akademie
der Wissenschaften, 1985; Carmagnini, C. y Matracchi, P., “Il Collegio di San Giovannino in Firenze:
rilievo architettonico e interpretazione delle vicende costruttive dal progetto di Bartolomeo Amman-
nati ad oggi”, Ricerche. Bollettino Quadrimestrale degli Scolopi Italiani, 18, Firenze, 1986, pp. 299-347.
40
Hurx, M., “Bartolomeo Ammannati and the College of San Giovannino in Florence.
Adapting Architecture to Jesuit Needs”, Journal of the Society of Architecture Historians, 63, University of
California Press, 2009, p. 341.
41
Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 20. Sobre este proyecto, el 4
de agosto de 1590 el general de la Orden Acquaviva escribe al rector Torsellino, (...) habbiamo visto il
disegno della facciata del collegio verso Sto. Lorenzo, il quale è assai bello, ma per essere fabrica della Compagnia
si potria moderare que Hiesù di rilievo, et quella colonnata di balaustri, facendoli più semplicemente. È necesario
però, come V.R, già si è accorta, andar con Mr. Bartolomeo con molta prudenza e destrezza.
205
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
privada, fechada en 1580 [fig. 7].42 Este diseño inédito, describe el origi-
nario proyecto de Ammannati, que guarda concordancia con la tipología
de algunas iglesias jesuitas que se habían construido y/o se estaban cons-
truyendo. El dibujo muestra donde se situaban los talleres propiedad o
no de la Orden; y cuales faltaban por adquirir, lo que explica la extraña
forma de la actual tribuna y corrobora además, la súplica de los padres
jesuitas al gran duque Francesco I, para que intervenga sobre el abuso
en la especulación de los precios de las edificaciones en el área de San
Giovannino. A través de esta planta se comprende la razón por la que
Ammannati, no pudo construir la fachada principal de la iglesia, que no
fue otra que las casas de los padres, que ocupaban una tercera parte del
lienzo. Al igual que el croquis del padre Della Torre (ARSI, Rom. 126,
f. 240 v-241), la planta, tuvo con toda seguridad entre otras, la función
de informar gráficamente a Roma de la situación que se encontraba San
42
Agradezco al Profesor Richard Bösel su generosidad al entregarme para su estudio este
plano inédito.
206
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
207
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
43
Bösel, R., “La ratio aedificiorum di un’istituzione globale tra autorità centrale e infinità del
territorio”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura
jesuítica. Actas del Simposio Internacional, Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 2012, pp. 54-69.
44
(...) la nostra chiesa è del tutto finita et con alegrezza universale si disse la prima messa il giorno
dell’Assuntione pontificalmente dal Vescovo Milanese, con musica solenne [ARSI, Rom. 126 B, f. 326, citada
en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 20]. Y confirmada en otras fuentes
como Ital. 157, f. 345; Rom. 51, f. 301, citada en Kiene, M., “Bartolomeo Ammannati e i Gesuiti”, en
Del Turco, N. y Salvi, F. (eds.), Bartolomeo Ammannati Scultore e Architetto 1511-1592, Firenze, Alinea
Editrice, 1995, pp. 187-194. El autor recoge de Ristori la noticia de que al año siguiente de que se
abriera la parte anterior de San Giovannino, Carlo Borromeo, archivescovo di Milano e fondatore
del collegio gesuitico di Brera, sostò a Firenze durante un viaggio a Roma e il 16 ottobre disse messa
in San Giovannino. Véase nota nº 23; Ristori, G. B., “San Carlo a Firenze”, Illustratore Fiorentino, 7,
1910, pp. 118-199.
45
Bösel, R., “La ratio aedificiorum…”, nota nº 13. Entre los artistas jesuitas se mencionan al
entallador y ebanista Bartolomeo Tronchi, al también pintor Giovan Battista Fiammeri, Antonio de
Sanctis, ebanista y Rutilio Clemente pintor y decorador, p. 79.
208
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
Giugni en piazza della Annunziata, en las casas del Arte della Lana, y en el
palazzo Orazio Rucellai en Florencia.46
A la hora de abordar el espacio interno de San Giovannino, Amman-
nati, tendrá en cuenta, por sus distintas estancias en Roma, los modelos
que desde la urbe, los jesuitas estaban desarrollando y divulgando, en
relación a los ministerios impartidos sobre todo los de la Eucaristía, la
predicación y la confesión.47 La idea principal para la construcción interna
de la iglesia, giraba alrededor de una versión del Gesù de Roma, cuyo
esquema vendría definido por una amplia y alargada nave de aula, capillas
laterales, transepto y coro, pero que en San Giovannino se vio reducido,
casi comprimido, hasta el aspecto de una sala rectangular de techos pla-
nos. Ammannati ordenó el espacio interior en torno a una nave de aula
46
Fossi, M., Bartolomeo Ammannati Architetto..., op. cit., p. 149; Fossi, M., “Bartolomeo Amman-
nati e la prima sede dei gesuiti a Firenze”, Arte Antica e Moderna, 26, 1964, pp. 200-210; Fossi, M.,
Bartolomeo Ammannati, la città. Appunti per un trattato, Roma, 1970.
47
Sale, G., “Pauperismo arquitectónico y Arquitectura jesuítica”, en Sale, G. (ed.), Ignacio y
el Arte de los Jesuitas, Bilbao, Ediciones Mensajero, 2003, pp. 31-49.
209
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
48
Boccia, V. F., “La chiesa di San Giovannino...”, op. cit., p. 106. En la planta del ASR se
observa se ha marcado en la zona destinada a las escaleras de la tribuna y también en la zona de la
sacristía las aperturas de los coretti de la siguiente manera: Coretti per sentire messa.
49
Ibidem.
50
(...) tutto questo è autore il signor Bartolomeo, così V.R. per parte di Nostro Padre li farà intendere,
che si haverà memoria appresso al Signore del molto che, et per questo, et molti altri rispetti, la Compagnia
deve a Sua Signoria: anzi più crescono li oblighi della Compagnia, tanto più si sforzerà di mostrarsi più grata
[Acquaviva al rector del San Giovannino, 3 de marzo de 1581, (ARSI, Rom. 13, f. 57, citada en Pirri,
P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 17)]. Véase nota nº 34.
210
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
51
Baldinucci, F., Firenze Città Nobilissima illustrata…, op. cit., pp. 396-404. Destacan cinco
párrafos: (...) il quale mio, in vero errore e difetto, non potend’io in altra guisa ammendare e correggere,essendo
che è impossibile di stornare le mie figure, o vero dire a chiunque le vede o vedrá,ch’io mi dolgo d’averle così fatte;
lo voglio pubblicamente scrivere, confessare, e far, giusta mia possa, noto ad ognuno quant’io facessi male, (...).
Il far dunque statue ignude, satiri, fauni e cose simili, scoprendo quelle parti che si deono ricoprire e che veder
non posono se non con vergogna, e che ragione et arte ricoprir c’insegna, è grandissimo e gravissimo errore. (...)
che tali opere son testimoni contra la vita di chi le ha fatte. Confesso adunque di avere in ciò molto offeso la
grandissima maestà di Dio. (...) fratelli accademici miei carissimi, siavi grato questo avvertimento, ch’io con tutto
l’affetto dell’animo mio vi porgo, di non far mai opera vostra in alcun luogo disonesta o lasciva, parlo figure
ignude del tutto, nè cosa altra, che possa muovere uomo o donna, di che età si voglia, a cattivi pensieri, essendo
che pur troppo questa nostra corrotta natura sia pronta per se stessa al movimento, senza ch’altri l’inviti (...).
che mai nessuno padrone e signore che io servessi, non mi disse, che in tali figure nè in cotal modo fatte io far
dovessi, ma la cattiva usanza, e più la mia vana mente, in tale e così fatto errore m’hanno cadere.
52
ARSI, Rom. 51, f. 225 v, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op.
cit., p. 20.
211
TERESA J. GÓMEZ LEÓN
leer (…) é tenuto per dotto et per homo di cervello et d’animo grande, et che non
ci bisognava manco in questa impresa della chiesa al termine che sta. Ms. Bar-
tolomeo Ammannati et Madonna Laura sua moglie, nostri benefattori et futuri
fondatori della chiesa et collegio, ne restano sodisfatti di tutto et particolarmente
del rettore, et lo reveriscono et amano.53
En reconocimiento de su acción benefactora, se les concede la capilla
del lado del Evangelio consagrada al apóstol Bartolomé en honor al ar-
quitecto. Sobre el altar de la capilla, se encuentra en la actualidad la tabla
53
ARSI, Rom. 51, f. 300 v, ibidem, p. 31.
212
BARTOLOMEO AMMANNATI, ARQUITECTO Y BENEFACTOR DE LA PRIMERA SEDE JESUÍTICA...
54
Baldinucci, F., Firenze Città Nobilissima illustrata…, op. cit., p. 379; Lecchini Giovannoni,
S., Alessandro Allori, Torino, Casa di Risparmio di Firenze, 1991, citado en Kirkhan, V., “Laura Bat-
tiferra...”, op. cit., p. 346.
55
(...) e di mettere una pietra per Madonna Laura sotto la predela del suo altare, ci pare viene si dia
ogni soddisfazione a Ms. Bartolomeo [ARSI, Rom. 13, ff. 315, 318, citada en Pirri, P., “L’architetto Bar-
tolomeo Ammannati...”, op. cit., p. 39].
56
Baldinucci, F., Firenze Città Nobilissima illustrata…, op. cit., pp. 347-348; Kirkhan, V., “Laura
Battiferra...”, op. cit., pp. 347-348.
57
ARSI, Hist. Soc. 42, f. 131, citada en Pirri, P., “L’architetto Bartolomeo Ammannati...”, op.
cit., p. 41.
213
Progetto e revisione. Il modo nostro nelle vicende
del collegio dei Gesuiti di Iglesias
Emanuela Garofalo*
Università degli Studi di Palermo
215
EMANUELA GAROFALO
Premessa
5
Bibliotheque Nationale de France, Hd-4c, 147 e 148; nn. 492 e 493 del catalogo di Vallery-
Radot (Vallery-Radot, J., Le recueil de plans d’édifices de la Compagnie de Jésus conservé a la Bibliothèque
Nationale de Paris, Roma, Institutum Historicum S. J., 1960, p. 139).
6
National Library of Malta, Libr. MS 156, doc. 166, cc. 285 r-286 v.
7
Per un quadro di sintesi e un complessivo stato degli studi sul tema si veda Garofalo, E.,
“Le architetture della Compagnia di Gesù in Sardegna”, in Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández,
J.e Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica..., op. cit., pp. 141-192.
8
A.R.S.I., Epistulae Externorum 24, cc. 18-19 v; segnalato in Turtas, R, La Casa dell’Università. La
politica edilizia della Compagnia di Gesù nei decenni di formazione dell’Ateneo sassarese (1562-1632), Sassari,
Edizioni Gallizzi, 1986, p. 59, nota 112.
9
Sull’architetto Giovan Maria Bernardoni si veda: Pirri, P., Giovanni Tristano e i primordi della
architettura gesuitica, Roma, Institutum Historicum S. J., 1955, pp. 195-199 e 258-263; Graciotti, S. e
Kowalczyk, J. (eds.), L’architetto Gian Maria Bernardoni sj tra l’Italia e le terre dell’Europa centro-orientale,
Roma, Il Calamo, 1999; e da ultimo, limitatamente all’attività svolta come architetto della Compagnia
in Sardegna, Garofalo, E., “Le architetture della Compagnia…”, op. cit.
10
A.R.S.I., Sardinia 15, cc. 219 r-v; doc. trascritto in Pirri, P., Giovanni Tristano…, op. cit., pp.
258-260.
216
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
11
Ancora nella lettera citata alla nota 11, per introdurre il progetto elaborato per il collegio
di Cagliari —che inviava contestualmente— Bernardoni utilizza analogamente parametri quantitativi
riferirti alla dimensione del sito.
12
Vedi nota 11.
13
A.R.S.I., Fondo Gesuitico, Collegia, 1445-3, c. 1r.
14
Ivi, c. 8 v. All’acquisto di una casa si accenna nell’atto di donazione di seicento libre annue
in perpetuo da parte della città di Iglesias alla Compagnia a sostegno dell’erigendo collegio.
15
Le indicazioni relative alla favorevole posizione, alla presenza del giardino e di un diretto
approvvigionamento d’acqua fanno pensare che si possa trattare proprio del sito già visitato e des-
critto da Bernardoni nel 1579.
16
A.R.S.I., Sardinia Historia 10 I, c. 135 r.
217
EMANUELA GAROFALO
17
Ivi, c. 138 r.
18
Si ricorda a tal proposito che l’iter di costruzione delle chiese delle prime fondazioni ge-
suitiche nelle principali città dell’Isola, durò rispettivamente dal 1578 al 1609 per la chiesa di Gesù
e Maria a Sassari e dagli anni ottanta del Cinquecento al 1661 per quella di S. Croce a Cagliari. Per
un inquadramento generale delle due vicende si veda Garofalo, E., “Le architetture della Compag-
nia…”, op. cit., pp. 151-159 e 167-170, e relativa bibliografia.
19
Ivi, c. 193 r. Nel documento, nella parte relativa al Collegium vallecclesiense, si legge: (...)
nihil ut ardenties expetant, quam ibi Societatis collegium extruatur, atque ad eam rem, libentissimam omnia se
delaturos promiserunt frequenter (...).
20
A.R.S.I., Sardinia Historia 10 II, c. 394 v, doc. XLIII. Facendo riferimento a lavori effettuati
nei due anni precedenti, si afferma: (...) amplificatae angusti pristini domicilij angustiae his [...] duobus
annis copiosa cuiusdam fratris nostri largitione cubiculorum numero (...).
21
Ivi, c. 517 v, doc. LIV (Litterae annuae 1641).
22
Ivi, c. 505 r. Nelle Litterae annuae del 1644 si legge infatti: hes collegii hoc anno, possessiones
adhibita administrantium cura augetur in dies. Perpulchrum aedificium ad cubicolo praevium initiatum, offi-
cinarum ordine digesto, mira cuiusdam nostri arte fabrefactum, constructum extat.
23
Ivi, c. 466 v, doc. XLVIII. Ancora nelle Litterae annuae del 1641 in proposito si legge: Precipui
altariis presbiterium lautius, et auctius, et ita ornatum, et expolitum ut nullum in hac civitate appareat sibi
simile quod omne magna externorum aedificatione, et eorum qui pio devotionis effectu ad tale opus efficiendum
conspirarunt placitis benevolentiae signis respostum residet animis et mente.
218
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
nuebo en el Collegio de Yglesias escalera comun, y comprar casas (...) asta al primo
di henero de 1653 han gastazo treze mil seysientos sincuentotto (libras).24 Ulte-
riori ma più generiche indicazioni di spesa per la fabbrica del collegio si
rintracciano infine ancora nel 1663.25
Progetto e revisione
24
A.R.S.I., Fondo gesuitico, Collegia, 1445-3, c. 17 r.
25
Ivi, 20 r, (31 maggio 1663).
26
Vallery-Radot, J., Le recueil de plans …, op. cit., p. 139, nn. 492 e 493; sul verso dei due fogli
si legge, rispettivamente: Planta del Collegio de Iglesias e Primera Planta del Collegio de Yglesias.
219
EMANUELA GAROFALO
Fig. 1. Progetto per il collegio di Iglesias. Bibliotèque Nationale de France, Hd-4c, 147.
Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica.
Fig. 2. Seconda versione del progetto per il collegio di Iglesias. Bibliotèque Nationale de France,
Hd-4c, 148. Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica.
220
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
27
Per i relativi riferimenti archivistici si rimanda alle note 20 e 21.
221
EMANUELA GAROFALO
Fig. 3. Particolare del progetto per il collegio di Iglesias, relativo all’area intorno al presbiterio della
chiesa. Bibliotèque Nationale de France, Hd-4c, 147. Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica.
28
Il primo e più incisivo tentativo di interpretazione dei due disegni, in relazione allo specifico
contesto sardo e al contempo alla prassi messa a punto dalla Compagnia nella gestione dei propri
affari architettonici, è stato compiuto da Renata Serra e alla sua lettura rimanda anche la storiografia
successiva che, per la verità, non ha riservato grandi attenzioni al collegio di Iglesias [Serra, R., “Il
‘modo nostro’ gesuitico e le architetture della Compagnia di Gesù in Sardegna”, in Kirova, T. (ed.),
Arte e cultura del ‘600 e del ‘700 in Sardegna, Napoli, Edizioni Scientifiche Italiane, 1984, pp. 173-183].
222
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
223
EMANUELA GAROFALO
Fig. 5. Particolare della seconda versione Fig. 6. Particolare della seconda versione del
del progetto per il collegio di Iglesias, relativo progetto per il collegio di Iglesias, relativo
all’area intorno al presbiterio della chiesa. all’ala delle officine e alla legenda. Bibliotèque
Bibliotèque Nationale de France, Hd-4c, 148. Nationale de France, Hd-4c, 148. Foto: Proyecto
Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica. Corpus de arquitectura jesuitica.
224
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
29
Sull’argomento si rimanda in particolare al recente contributo di Richard Bösel, e relativa
bibliografia: Bösel, R., “La ratio aedificiorum…”, op. cit, spec. alle pp. 42-43.
30
Riportiamo di seguito due passaggi del documento dai quali emerge quanto commentato
sopra: (...) 4° es defecto o, alo/ menos lo parece dal ante refidorio, cozina, dispensa, y bodega sus puestas/ al
claustro donde entran seculares estudiantes (...) digo que lo parece, porque si por/ estar el sitio por essa parte mas
alto estan en el 2° corredor, y queda el claustro/ abaxo sin ellos no es defecto, y lo parece porque no se declara si
es assi o, no: y si/ no es por razon de la maior altura de sitio y suelo por razon de la qual todo/ esse lado queda
enterrado, y las officinas despues lo jgual del suelo, bien se/ hecha de ver quan grande defecto o jnconveniente
es tener las puertas/ de essas officinas, al claustro principal (...).
Adviertense pero dos cosas. la primera que si las officinas de la cozina, dispensa essas estan en/ el 2°
corredor se podran dexar como se estavan en el primer desiñio pues seria maior/ hermosura del refitorio no tener
225
EMANUELA GAROFALO
Fig. 8. Particolari delle legende dei due progetti per il collegio di Iglesias
(Bibliotèque Nationale de France, Hd-4c, 148. Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica)
e del documento 166 NLM, Libr. MS 156.
226
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
con le due porte in testata, accenna inoltre al fatto che si tratta di una
soluzione diffusa in Italia. Se questi due indizi si accorderebbero con una
provenienza romana del documento, l’utilizzo della lingua spagnola nella
stesura della relazione appare invece irrituale. Lo stesso valga anche per
l’annotazione apposta, da meno diversa da quella del revisore, sul verso
dell’ultimo foglio all’atto dell’archiviazione del documento: Advertencias
cerca de la planta del edificio del collegio de iglesias sj. Archivo [fig. 9].
È possibile quindi che non siamo di fronte al parere del consiliarius
eadificiorum, ma che si tratti piuttosto di una prima revisione effettuata
all’interno della Provincia?
Del resto, allargando lo sguardo ad altre Province dell’Ordine, com-
prese quelle ricadenti all’interno dell’Assistenza d’Italia, più prossime
alla sede centrale romana, si osserva in diversi casi un deciso intervento
del Padre Provinciale nelle scelte progettuali per una nuova sede. Ciò è
talvolta dovuto alle competenze architettoniche dello stesso, come accade
ad esempio nella tormentata vicenda del collegio di Bormio, che vede
lo stesso Padre Fabrizio Banfo coinvolto in due momenti diversi della
storia, dapprima come architetto e successivamente in veste di Padre
Provinciale.31 Ancora più dirimente appare il caso del collegio di Chieti.
Alcune lettere custodite all’A.R.S.I. e nuovamente un documento del vo-
lume maltese, hanno infatti consentito di individuare in una sequenza di
disegni presenti nella raccolta parigina un progetto dell’architetto Agatio
Stoia per la sede abruzzese in questione, sottoposto in prima istanza alla
valutazione dei superiori della Provincia Neapolitana —tra 1639 e 1640—,
e solo successivamente inviato a Roma per essere sottoposto al consiliarius
aedificiorum32 [figg. 10 e 11].
Tornando alla relazione sul progetto per il collegio di Iglesias, po-
trebbe trattarsi, infine, anche del giudizio espresso da un confratello più
esperto prescelto come proprio mentore. In proposito, segnaliamo ad
esempio, che per i progetti delle prime sedi sarde, Giovan Maria Bernar-
doni aveva inviato i propri disegni a maestro Lorenzo, già identificato
la puerta en el testero, pero si estubieran baxo/ sera ser caso se siga esta segunda disposicion, y anque se dexassen
las officinas co/mo se estaban la escalera en todo caso se baxe hasta al suelo jgual al patio, y se le/ de aquel
corredor o transito señalado.
La 2a que si a caso en la parte del quarto austral no tuviera todos los 240 palmos/ de largo se podra
quitar una escuela, y apretar con proporcion las otras segun fuera/ necesario (...).
31
Ringrazio la collega Isabella Balestreri per la segnalazione e rimando per approfondimenti
al suo contributo: Balestreri, I., “La chiesa di Sant’Ignazio a Bormio 1638-1674”, in Patetta, L., e
Della Torre, S. (eds.), L’architettura della Compagnia di Gesù…, op. cit., pp. 279-282.
32
Ghisetti Giavarina, A., “L’architettura della Campagia di Gesù in Abruzzo: chiese e collegi
di Chieti, Atri, Sulmona”, in Iappelli, F., e Parente, U. (eds.), Alle origini dell’Università dell’Aquila. Cultu-
ra, Università, collegi gesuitici all’inizio dell’età moderna in Italia meridionale, Atti del convegno internazionale di
studi, L’Aquila, 8-11 novembre 1995, Roma, Institutum Historicum S.I., 2000, pp. 725-753, alla p. 743.
227
EMANUELA GAROFALO
Fig. 10. Agazio Stoia. Progetto per il collegio di Chieti, prospetto principale. Bibliotèque Nationale
de France, Hd-4c, 184. Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica.
da Padre Pirri con Lorenzo Tristano33 —fratello del più noto Giovanni
Tristano— chiamato dallo stesso Bernardoni a svolgere un ruolo da inter-
mediario tra l’architetto e il consiliarius eadificiorum, anche nei successivi
sviluppi della vicenda.34
Relativamente ai contenuti della revisione si fa rilevare che, nell’insie-
me, osservazioni e suggerimenti si concentrano sull’edificio del collegio e
sul corretto innesto del corpo della chiesa, piuttosto che sulla definizione
planimetrica di quest’ultima. Nessun riferimento è fatto a questioni formali,
di linguaggio o simboliche, dimostrando invece un interesse precipuo per
questioni distributive, funzionali e di decoro. In due passaggi si accenna
alla decencia e all’indecencia di alcune soluzioni distributive o relativamente
al sistema degli accessi e della circolazione di uomini e merci all’interno
del complesso. I termini opposti fealdad e hermosura sono le uniche conno-
tazioni estetiche, utilizzate, tuttavia, con riferimento a difetti compositivi
(l’ingombro causato in due corsie opposte del chiostro, rispettivamente
dalla sporgenza del braccio del transetto e dalla presenza di una scala) o a
proposte distributive. Grande attenzione è riservata infine al sistema degli
33
Pirri, P., Giovanni Tristano…, op. cit., p. 197.
34
Garofalo, E., “Le architetture della Compagnia…”, op. cit., alle pp. 150-152.
228
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
Fig. 11. Agazio Stoia. Progetto per il collegio di Chieti, pianta del Piano dell’officine, scuole e chiesa.
Bibliotèque Nationale de France, Hd-4c, 185. Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica.
229
EMANUELA GAROFALO
Fig. 13. Progetto per il collegio di Tropea, pianta del piano terra. Bibliotèque Nationale
de France, Hd-4a, 22. Foto: Proyecto Corpus de arquitectura jesuitica.
Fig. 14. progetto per la chiesa del collegio Fig. 15. Iglesias. Chiesa del collegio,
di Iglesias datato 1693 (copia?). A.R.S.I., facciata. Foto dell’autore.
Fondo Gesuitico, Collegia, 1445-3, c. 29
r. Foto: Proyecto Corpus de arquitectura
jesuitica.
230
PROGETTO E REVISIONE. IL MODO NOSTRO NELLE VICENDE DEL COLLEGIO DEI GESUITI DI IGLESIAS
A mo’ di epilogo
36
A.R.S.I., Fondo Gesuitico, Collegia, 1445-3; Vallery-Radot, J., Le recueil de plans…, op. cit., p.
462, n. 189.
231
EMANUELA GAROFALO
Fig. 16. Iglesias. Chiesa del collegio, veduta Fig. 17. Iglesias. Chiesa del collegio, particolare
dell’interno verso il presbiterio. Foto dell’autore. di un pilastro dell’arco che immette nel
presbiterio. Foto dell’autore.
Fig. 18. Iglesias. Chiesa del collegio, particolare della decorazione nell’intradosso dell’arco
che immette nel presbiterio. Foto dell’autore.
232
A arquitectura das primeiras igrejas jesuítas em Portugal:
São Roque de Lisboa e Espírito Santo de Évora.
Confessionários, púlpitos e tribunas
Rui Lobo
Universidade de Coimbra / CES
Introdução
1
Varela Gomes, P., Lobo, R., “Arquitectura de los jesuítas en Portugal y en las regiones de
influencia portuguesa”, em Álvaro Zamora, M. I., Ibáñez Fernández, J., Criado Mainar, J. (coords.),
La arquitectura jesuítica. Actas del Simposio Internacional, Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”,
2012, pp. 497-521. Nesse texto defendemos a ideia da existência de duas áreas de influência arqui-
tectónica e estilística, claramente distintas: a área Atlântica, constituída por Portugal, ilhas adjacentes
e o Brasil, mais centrada numa produção “portuguesa” original; e a área do Índico, e da Índia, mais
aberta às influências de Roma, flamengas e, sobretudo, das civilizações autóctones.
2
Osswald, C., Written in Stone. Jesuit buildings in Goa and their artistic and architectural features,
Goa, Goa 1556, 2013, pp. 46-53.
233
RUI LOBO
3
Santos, P. F. “Contribuição ao estudo da arquitectura da Companhia de Jesus em Portugal e
no Brasil”, em Actas do V Colóquio Internacional de Estudos Luso-Brasileiros (Coimbra, 1963), Coimbra, vol.
IV, 1966, pp. 515-569. Veja-se também a revisitação a este tema feita em Pereira, P., “A Arquitectura
Jesuíta. Primeiras fundações”, Oceanos, 12, Lisboa, CNCDP, 1992, pp. 104-111.
4
Ainda que um autor como George Kubler não se tenha referido especificamente a uma
tipologia jesuíta portuguesa e fizesse a destrinça entre o sub-tipo da igreja de Évora (nave coberta de
abóbada rodeada de séries de capelas sob tribunas) e o sub-tipo da igreja de São Roque (nave tratada como
uma sala de planta quase quadrada, sob um tecto plano com pintura ilusionista) [Kubler, G., A Arquitectura
Portuguesa Chã. Entre as especiarias e os diamantes 1521-1706, Lisboa, Vega, 1988, pp.173-174].
5
Sobre a igreja de Il Gesù e o processo da sua elaboração veja-se, entre outros, Ackerman, J.
S., “La chiesa del Gesù alla luce dell’archittetura religiosa contemporânea”, in Wittkower, R., Jaffe,
I. B., Architettura e arte dei gesuiti, Milano, Electa, 1992, pp. 20-29.
6
Santos, P. F., “Contribuição…”, op. cit., pp. 515, 517, 530. Sobre o processo de elaboração do
projecto de Il Gesù, o autor segue Fokker, T. H., The Roman Baroque Art, Oxford University Press, 2
vols., 1938; Pecchiai, P., Il Gesù di Roma, Roma, Società Grafica Romana, 1952; e Pirri, P., Giovanni
Tristano e i primordi della Archittetura Gesuitica, Roma, Institutum Historicum S. J., 1955.
234
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
7
A primitiva igreja jesuíta de Valladolid, de três naves, foi construída c. de 1551, e era da in-
vocação de Santo António. Terá dado lugar a uma nova igreja, construída a partir de 1579, a actual
igreja de San Miguel y San Julián. Recorde-se que o tipo de igreja de três naves abobadadas à mesma
altura (hallenkirchen) teve grande sucesso em Portugal a meados do século XVI. É o caso das novas
sés joaninas de Leiria, Portalegre e Miranda, onde se articulam pilares clássicos com sistemas de
abobadamento derivados do gótico (ainda que com uma estética actualizada). Recorde-se ainda que
o partido de três naves teve alguma aceitação, numa primeira fase, junto dos jesuítas portugueses.
Refira-se novamente a já desparecida igreja de São Paulo, primeira igreja jesuíta em Goa (vide supra
nota 2), ou a igreja provisória de Santo Antão-o-Novo que funcionou nos baixos daquele colégio.
Refira-se, por fim, a implantação que aquele partido teve em Espanha, particularmente em Castela,
patente na desaparecida igreja de Valladolid e, ainda, na de Segovia (veja-se, a este propósito, o texto
de Maria Cristina Oviedo nestas actas).
8
Paulo Santos refere-se várias vezes ao início da construção em 1565 (Santos, P. F., “Con-
tribuição…”, op. cit., pp. 515, 517, 529, 531) de acordo com o primeiro projecto de uma nave. No
entanto, Balthazar Telles, na sua crónica, refere explicitamente que a construção começou de acor-
do com o partido de três naves em 1566: finalmente no anno de 1566 se tomou a ultima resolução, de se
haver de fazer uma Igreja mais capás, pera poder receber a gente, que nos demandava: abriramse os alicerces ao
principio, com desenho de a fezer de três naves, como antigamente de ordinário se usava (Telles, B., Chronica
da Companhia de Iesu na Provincia de Portugal, 2 vols., Lisboa, Paulo Craesbeeck, 1645-47, espec. vol.
II, pp. 108-109).
9
Carta do Provincial Padre Miguel de Torres ao Geral Padre Francisco de Borja, de 9 de
Fevereiro de 1568, citada por Santos, P. F., “Contribuição…”, op. cit., pp. 517-518.
10
Ibidem, p. 528. O autor não refere donde retirou esta informação que não vimos mencionada
na documentação epistolar nem nas crónicas jesuítas.
11
Para o efeito mandaram-se vir a vigas principais (os “mastros”) desde a Prússia [Telles, B.,
Chronica…, op. cit., vol. II, p. 110].
12
Santos, P. F., “Contribuição…”, op. cit., pp. 528-529.
235
RUI LOBO
13
Existem ainda duas pequenas janelas, uma a cada lado, sobre as portas laterais.
14
Painel que pertenceu ao Paço dos Condes de Tentúgal e que se guarda agora no Museu do
Azulejo, em Lisboa. Pode consultar-se a imagem da igreja de São Roque em Henriques, P., Lisboa
antes do Terramoto. Grande vista da cidade entre 1700 & 1725, Algés, Gótica, 2004, p. 111.
15
A ermida de São Roque fora erguida entre 1506 e 1515. Passou à posse da companhia em
1553, por iniciativa régia e mediante um acordo entre os jesuítas e a irmandade que administrava
a ermida. Com cabeceira a nascente, foi ela própria transformada em transepto de uma nova igreja
(com cabeceira a norte), igreja que seria depois demolida para dar lugar ao templo actual. Veja-se
Telles, B. , Chronica…, op. cit., pp. 104-106.
16
A servintia, que leva a estas varandas, ao tecto, & ao telhado, sam duas fermosas escadas, cada huma
correspondente à outra, junto aos dous cunhaes do cruzeiro, as quaes nam sam cocleadas, como ordinariamente
costumam ser, mas tem seus taboleyros a seus postos, suas voltas com degraos, de dous em dous, & de quatro em
quatro; tudo de pedraria, muy forte, larga, & bem escodada; &, em fim obra grandiosa, & muy parecida com
o Padre Doutor Pedro da Fonseca, que a mandou fazer (ibidem, vol. II, p. 112). O padre Pedro da Fonseca
foi prepósito da Casa Professa de São Roque a partir de 1580.
17
Fezse tambem, pera mayor segurança, & ornato da obra, à roda do templo, pela parte de fora, outra
cornija de pedra, com hum largo passadiço, pelo qual vay aberto hum cano, também de pedraria, por onde de-
cem as agoas, que escorrem do telhado: à roda desta cornija vay huma varanda com seus pilares, tudo também
obra de mármore, & que serva nam menos pera ornato do edifício, que pera segurança das pessoas, que por elle
andarem (ibidem, vol. II, p. 112).
236
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
237
RUI LOBO
para a nave são todos idênticos. Sobre cada capela existem hoje tribunas
com balaustres, com acesso a partir de galerias altas [fig. 3]. Existe ain-
da um tramo inicial que não dispõe de capelas laterais, nem tribunas, e
que ostenta um coro alto, reconstruído em 1893-94.18 A meio da nave,
dispõem-se dois púlpitos, um a cada lado, cujas escadas e corredor de
acesso se inserem (ou se inseriam) nas paredes divisórias entre a segunda
e terceira capelas de cada lado.19 A cabeceira é muito pouco profunda.
Constitui-se de uma capela-mor enquadrada por arco de pedra, escavada
na parede de fundo da nave, onde se insere o altar-mor. A capela-mor é
acompanhada por dois altares mais pequenos, um a cada lado.
José Eduardo Horta Correia realçou a composição dos alçados inter-
nos que conferem à nave um certo ar de arquitectura civil delimitando um
espaço totalmente unificado, como se fosse uma ‘praça’ ou ‘espaço público coberto’
de desejada vivência comunitária associado a um sentido litúrgico profundamente
marcado pela pregação.20
18
Aí se colocou o órgão que pertenceu à vizinha igreja do convento de São Pedro de Alcân-
tara e que esteve instalado, entre 1844 e 1893, na quarta capela do lado da epístola da igreja de São
Roque (Mena Junior, A. C., Memoria justificativa e descriptiva das obras executadas na Egreja de S. Roque
de Lisboa, Lisboa, Santa Casa da Misericórdia, 1894, pp. 3-13).
19
Na realidade, não existem actualmente escadas de acesso ao púlpito do lado do evangelho,
pelo que este apenas serve como elemento compositivo.
20
Horta Correia, J. E., “A arquitectura-maneirismo e «estilo chão»”, in AA. VV., Historia da
Arte em Portugal, Lisboa, Alfa, 1986, vol. VII, pp. 93-135, espec. p. 112.
21
Telles, B. , Chronica…, op. cit., vol. II, p. 367. A cerimónia da primeira pedra terá ocorrido
a 4 de Outubro do ano seguinte (Sanches Martins, F., A Arquitectura dos primeiros colégios jesuítas em
Portugal, 1542-1579, Porto, tese de doutoramento apresentada à FLUP, 1994, vol. I, p. 225).
22
(...) & assim nos consta, que seus primeyros intentos (do Cardeal) foram edificar hum templo, que
igoalasse na grandeza a Igreja do mosteyro dos Padres de San Francisco da cidade de Évora (...) [Telles, B. ,
Chronica…, op. cit., p. 366]. Ainda que Balthazar Telles nos refira, logo de seguida, que nossos mesmos
Padres o dessuadiram de tam grandiosos pensamentos, são evidentes as referências da nova igreja à arqui-
tectura da igreja de São Francisco.
23
Carta do padre Leão Henriques a Francicso de Borja, novo Geral da Companhia, de 4 de
Fevereiro de 1566: ha concedido (o Cardeal D. Henrique) se haga una yglesia en el Collegio de Évora de
238
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
Fig. 3. Igreja de São Roque, Lisboa. Plantas do piso térreo, do piso alto e corte
transversal (desenhos do levantamento da Santa Casa da Misericórdia de Lisboa);
Corte longitudinal (desenho de Tânia Oliveira).
239
RUI LOBO
una nave que tiene de ancho cinquo braças, y de largo XV. Sin lo que ocupan diez capillas que se hazen de
una parte y otra esta hecho el deseño, y luego manda dar 250$000 cada mes para la obra de la Iglegia, y para
se continuar el quarto se haze al Architecto del Rey que haze estes desseños (…) [Sanches Martins, F., A
Arquitectura…, op. cit., vol. I, p. 223, e vol. II, p. 50].
24
Ibidem, vol. I, pp. 223-224; Ruão, C., ‘O Eupalinos Moderno’. Teoria e Prática da Arquitectura Reli-
giosa em Portugal, 1550-1640, Coimbra, tese de doutoramento apresentada à FLUC, 2006, vol. II, p. 91.
25
Outro personagem que esteve associado à obra foi Manuel Pires, que sucedeu a Torralva
no cargo de Mestre d’Obras da Comarca do Alentejo. A Manuel Pires, no entanto, tem-se associado um
papel mais de “prático” do que de projectista. Afonso Álvares acabaria por terminar a obra, após o
falecimento de Pires (em 1570).
240
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
241
RUI LOBO
26
Importa aqui referir que as galerias, ou as passagens, passam, de um lado e do outro, por
detrás dos braços do falso transepto que tem altura total, como se disse, não existindo, pois, tribuna,
no módulo correspondente.
27
Lobo, R., Os Colégios de Jesus, das Artes e de S. Jerónimo. Evolução e transformação no espaço urbano,
Coimbra, Edarq, 1999, p. 13, p. 30.
28
Planta VR 445 (Hd-4a, 141) inventariada em Vallery-Radot, J., Le recueil des plans d’édifices
de la Compagnie de Jésus conservé a la Bibliothèque Nationale de Paris, Roma, Institutum Historicum, 1960,
p. 117, publicada por Sanches Martins, F., A Arquitectura…, op. cit., pp. 18-19.
29
Lobo, R., Os Colégios..., op. cit., p. 37.
242
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
Fig. 6. Igreja do Espírito Santo, Évora. Plantas do piso térreo, do piso alto;
Cortes transversal e longitudinal da igreja (desenhos do levantamento coordenado
pela Arquitecta Estela Cameirão, Diocese de Évora).
30
As plantas da igreja mostram que não podia prever-se uma abóbada pesada, de pedra. Não
obstante, a capacidade técnica de construção de grandes abóbadas em tijolo, que existia em Évora,
não existiria em Coimbra. Talvez por essa razão o projecto não avançou.
243
RUI LOBO
Fig. 7. Projecto para a igreja dos jesuítas, Coimbra. Plantas do piso térreo e do piso alto
(desenhos do autor).
31
Veja-se as fotografias da maqueta e os desenhos da proposta de reconstituição do projecto
da igreja realizada, muito recentemente, por uma orientanda nossa, Tânia Oliveira (Oliveira, T.,
244
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
O projecto não construido da Igreja do Colégio de Jesus de Coimbra. Análise e reconstituição, dissertação de
mestrado em Arquitectura, Universidade de Coimbra, 2014).
32
Série relativamente estrita de que fariam parte as igrejas do colégio de Santo Antão-o-Novo
de Lisboa (desaparecida, iniciada em 1613) e do colégio de São Lourenço do Porto (começada em
1614) actual igreja dos Grilos, ambas mais pequenas que a igreja conimbricense.
33
Veja-se Sanches Martins, F., A Arquitectura…, op. cit., vol. I, pp. 88-89, 107-111.
34
Sobre a igreja de São Paulo, vejam-se os dados recolhidos em ibidem, vol. I, pp. 489-583. As datas
de início e conclusão da igreja podem retirar-se dos documentos citados nas pp.500-501 e pp.529-530,
respectivamente. Importa referir que as obras estiveram paradas entre o final de 1569 (p. 504) e 1579
(p. 515), altura em que se deu avanço à edificação do colégio, e que o próprio projecto da igreja foi
sendo alterado. Em Junho de 1567 o visitador padre Miguel de Torres estabeleceu novas medidas para
a igreja (130 palmos de comprimento; 60 de largura; capela-mor quadrada com 40 palmos de lado),
mandando vir de Lisboa o irmão Silvestre Jorge para dirigir os trabalhos (p. 502). Com o recomeço
das obras, em 1579, acrescentou-se um “cruzeiro” de 30 palmos (p. 522). O comprimento actual da
nave corresponde a 165 palmos (36,3 metros), ligeiramente mais que a soma das medidas referidas.
35
Uma disposição que se aproxima da fachada de San Sebastiano de Mantua, de Alberti (inicia-
da c.1460), sendo que nesta igreja o frontão é interrompido por uma janela rectangular sobreposta
por um arco cego.
245
RUI LOBO
36
Embora na igreja de Braga é possível que se tivesse pensado originalmente numa cobertura
de meia volta (de madeira), o que é sugerido pela altimetria particular do óculo do frontão da fa-
chada, pois foi necessário criar um nicho no tecto de modo a que este não interrompesse, a meio,
o referido óculo.
37
Actualmente, cinco do lado da epístola, quatro do lado do evangelho.
246
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
38
Sanches Martins, F., A Arquitectura…, op. cit., vol. I, p. 531. Importa notar que o “coro alto”
original seria porventura mais curto pois o documento citado por Fausto Sanches Martins refere
apenas “dous pedestais” das colunas do coro, quando actualmente existem quatro (2+2).
39
Exteriormente, podem notar-se sequências de sete pilastras dóricas ao longo dos flancos da
igreja, que suportam um entablamento superior da mesma. Estranhamente, a métrica de espaça-
mento das referidas pilastras é variável. Mais estranhamente ainda, a terceira pilastra de cada lado
encontra-se suspensa no ar, uma vez que é interrompida por uma das caixas de iluminação da igreja.
247
RUI LOBO
40
Agradecemos à Arquitecta Estela Cameirão, do Gabinete de Património e Arquitectura da
Diocese de Évora, a cedência de desenhos de levantamento recente da igreja do Espírito Santo.
41
Telles, B. , Chronica…, op. cit., p.113.
248
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
sustentar abobeda; que pòde ser alguma hora se intente fazer nesta Igreja porque como
o tecto todo conforme dissemos, he de madeira, por mais forte que seja ordinariamente
nam he de muita dura, & assim quando se vier acabar, pelos anos vindouros, já se
poderá bem seguramente fazer abobeda.42
Foi Maria João Madeira Rodrigues quem chamou a atenção (em dois
textos já com alguns anos43) para a importante modificação da igreja, rela-
tada por Balthazar Telles. No primeiro desses artigos fez, inclusivamente,
uma reconstituição esquemática da planta original da igreja de São Roque,
que aqui reproduzimos [fig. 10].44 É muito provável que a inexistência
das capelas laterais no troço anterior da igreja se devesse ao simples rea-
proveitamento das paredes da igreja “provisória” que antecedeu a que até
agora temos vindo a chamar de igreja “original”, igreja provisória que os
jesuítas levantaram em 1555.45 A inexistência de capelas laterais no sector
dianteiro da igreja é a razão por detrás da actual proporção quadrada da
fachada da igreja.
Da nossa parte, apresentamos um desenho à mão livre com uma inter-
pretação possível do espaço interno do templo original de São Roque [fig.
11], de acordo com a passagem textual acima transcrita. A parte anterior
da igreja ostentava, pois, um conjunto de confessionários (função hoje
ausente) a cada lado da nave.46 Estes corriam debaixo de um conjunto de
duas ou três tribunas dispostas “ao baixo” (“por sima dos confissionarios
corriam tribunas, com janelas muy largas pera a igreja”) à maneira, justa-
mente, das da igreja do Espírito Santo de Évora. Pensamos que as tribunas
estariam num nível intermédio (mais baixas que as de Évora) como se vê
42
Reforça-se neste excerto, com o relato da intervenção realizada na igreja, a ideia de uma
aproximação ao espaço da igreja de Évora. É curioso notar, ao contrário do que vaticinava o cronista,
como a estrutura de madeira foi o garante da sobrevivência da igreja com a ocorrência do calamitoso
terramoto de 1755. Qualquer abóbada teria seguramente cedido perante a amplitude da nave e a
violência do abalo.
43
Madeira Rodrigues, M. J., “A Igreja de São Roque de Lisboa. Proposta de interpretação”,
Boletim Cultural, 73-74, Lisboa, Junta Distrital de Lisboa, 1970, pp. 5-25, e Madeira Rodrigues, M.
J., A Igreja de S. Roque, Lisboa, Santa Casa da Misericórdia, 1980.
44
Madeira Rodrigues, M. J., “A Igreja de São Roque…”, op.cit., p.19.
45
Conforme esta humildade, trataram logo de dar ordem pera terem algum modo de Igreja, em que pudessem
agasalhar os grandes auditórios, que nos vinham demandar: o que por entam se remediou desta maneira: estava
a ermida de S. Roque lançada de Oriente a Poente (como era costume nas Igrejas antigas) tinha de comprimento
oitenta palmos, ordenaram os Padres que esta ermida com sua capella mor ficasse servindo de cruzeiro, & que
de Norte a Sul se acrescentassem em comprimento outros oitenta palmos, que corriam do meyo da Igreja, d’onde
hoje está o púlpito, até aonde se abre a porta principal, que hoje nos serve. Com esta pequena Igreja, feita destes
remendos, lhes parecia aos Padres, que ficariam satisfeitos; porq como tam pobres, eram muito bons de contentar;
& assim d’aly a quasi dous anos se deo principio a essa sua obra, lançando-se a primeira pedra no anno de 1555
com grãde solemnidade, pelo Padre Dõ Ioam Nunes Barreto, da nossa Companhia, que já estava sagrado Patriar-
cha da Ehiopia sobre o Egypto (como adiate veremos). A invocaçam da Igreja, cõforme o contrato celebrado, foy de
Sam Roque, segunda ainda hoje dura [Telles, B. , Chronica…, op. cit., pp. 105-106]. Vide supra nota 15.
46
A crónica de Balthazar Telles confirma, noutras passagens, a importância da confissão no
espaço da igreja de São Roque. Veja-se o zelo particular dado a este sacramento por parte do padre
João Lobo (ibidem, p. 212).
249
RUI LOBO
47
Como se sabe, os jesuítas não faziam uso de coro na eucaristia, conforme vem disposto nas
Constituições da Companhia. Não obstante, existem elementos arquitectónicos semelhantes a coros
altos, sobre a entrada, em muitas igrejas jesuítas portuguesas.
48
De qualquer modo, este hipotético primeiro coro terá sido substituído na intervenção de
inícios de Seiscentos referida por Balthazar Telles. O novo coro foi depois refeito no final do século
XIX, para a colocação do órgão, como mencionámos anteriormente (Vide supra nota 18).
49
Vide supra nota 45.
50
A de São Francisco Xavier, segunda capela do lado da epístola (Madeira Rodrigues, M.
J., A Igreja…, p. 23).
250
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
Fig. 11. Igreja de São Roque, Lisboa. Reconstituição hipotética da nave original (desenho do autor).
51
A autoria do pintor da Companhia formado em Madrid, Domingos da Cunha, “o Cabrinha”,
datados de cerca de 1635 (Serrao, V., “Sentido artistico da Igreja de São Roque, colégio da Com-
panhia de Jesus, património ímpar da ciudade”, em AA.VV., Património Arquitectonico – Santa Casa da
Misericórdia de Lisboa, vol. I, Lisboa, SCML, 2006, pp. 88-97.
251
RUI LOBO
52
De acordo com o antigo inventário da Secção XIII-Manuscritos da Biblioteca Nacional de
Lisboa, de 1896, citado por Pires de Lima, D. (ed.), História dos Mosteiros, Conventos e Casas Religiosas
de Lisboa, Lisboa, Câmara Municipal, 2 tomos, 1950-53, espec. tomo I, p. IX.
53
Ibidem, tomo I, p. 229.
54
Vide supra nota 46.
55
Fausto Sanches Martins revela que logo em 1567 o visitador padre Miguel de Torres mandou
colocar oito confessionários, quatro de cada lado (Sanches Martins, F., A Arquitectura…, op. cit., p. 502).
252
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
56
Uma interessante excepção, não concretizada, é o projecto para a igreja do colégio de
Portalegre, de Mateus do Couto (sobrinho), datado de 1678, e que retoma a colocação embutida
dos confessionários (três de cada parte) nas paredes intermédias das capelas laterais. Deste projecto
conhecem-se dois desenhos (uma planta e um corte longitudinal pela nave) que se guardam na
secção de estampas da Biblioteca Nacional de Portugal (cotas d119a e d167v). Para um caso de con-
fessionários embutidos fora de Portugal veja-se a igreja italiana de Stª Lucia de Bolonha (Girolamo
Rainaldi, 1623) mencionada por Richard Bösel nas actas do encontro de 2010 [Bösel, R., “La Ratio
Aedificiorum di un’istituzione globale tra autorità centrale e infinità del território”, em Álvaro Zamora,
M. I, Ibáñez Fernández, J., Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica…, op. cit., 2012, pp.
39-69, espec. p. 67, fig. 25].
57
Não é totalmente claro quando se introduziram os púlpitos: se são do plano original de 1566
ou se foram apenas colocados com a reformulação da primeira metade do século XVII.
58
Conforme se trate de igrejas que seguem o modelo de llGesù ou das “igrejas-caixa” do século
XVII.
59
Ackerman, J. S., “La chiesa del Gesù…”, op.cit., p. 26.
253
RUI LOBO
60
O noviciado foi levantado entre 1564 e 1568, no período de tempo que antecedeu ime-
diatamente a construção da igreja (Lobo, R., O Colégio-Universidade do Espírito Santo de Évora, Évora,
CHAIA, 2009, pp.39-40).
254
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
Conclusões
61
No anno de mil seiscentos & dezanove cessou assim o Noviciado de Coimbra, como o de Evora, & se
ajuntaram todos os Noviços da Provincia na caza do Monte Olivete de Lisboa, que então começou a ser habitada.
(…) Porem no anno de mil seiscentos, & trinta, sendo o Provincial o P. Diogo Monteiro, no mez de Abril se
mandaram pera os dous Collegios alguns Noviços, por quanto se lhes restituíram outra vez os seus Noviciados
[Franco, A., Imagem da virtude em o noviciado da Companhia de Jesus no Real Collegio de Jesus de Coimbra
em Portugal, Évora, Universidade, 1719, pp. 5-6].
62
Como referimos a primeira pedra foi lançada em 1598, a nave foi aberta ao culto em 1539,
concluindo-se o transepto e a capela-mor em 1698. Vide supra, nota 32.
63
Rodrigues, F., História da Companhia de Jesus na Assistência de Portugal, Porto, Apostolado da
Imprensa, 4 tomos em 7 volumes, 1931-1950, espec. tomo I , vol. I, 1931, pp. 495-496.
64
Veja-se a planta do pavimento superior em Janeira, A. L., Sistemas epistémicos e ciências. Do
Noviciado da Cotovia à Faculdade de Ciências de Lisboa, Lisboa, Imprensa Nacional-Casa da Moeda,
1987, p. 23.
255
RUI LOBO
65
Santos, P. F., “Contribuição…”, op. cit., p. 568.
256
A ARQUITECTURA DAS PRIMEIRAS IGLEJAS JESUÍTAS EM PORTUGAL: SÃO ROQUE DE LISBOA...
66
Ibidem, p. 562 —aqui com o surgimento de uma torre sineira justaposta de um dos lados
da fachada.
67
Ibidem, pp. 551-558.
68
A data de 1672 vem referida no site “SIPA-Sistema de Informação para o Património Ar-
quitectónico”: 7 de Maio — lançamento da primeira pedra, abençoada pelo prior da igreja de Santo Estevão,
Dr. Francisco Lobo. A data de 1676 está inscrita na fachada e deverá referir-se à conclusão da mesma
fachada. Inaugurou-se a igreja a 9 de Fevereiro de 1687— Rodrigues, F., História da Companhia…,
op. cit., tomo III, vol. I, 1944, p. 15.
69
Em Santarém surgem pilastras a separar as capelas/tramos da nave, pilastras que não existem
nos alçados laterais da nave de São Roque.
70
Poder-se-ia também referir, neste contexto, a ampla igreja de Salvador da Baía, levantada um
pouco antes (entre 1657 e 1672) e que tem quatro capelas a cada lado — também sobrepostas de
tribunas servidas por galerias — mais um falso transepto. O tecto é também de madeira (decorada
e trabalhada), mas em forma de uma abóbada de meia volta.
257
Ciudad y territorio en las misiones jesuíticas de indios guaraníes
*
Departamento de Historia del Arte, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Granada.
Dirección de correo electrónico: [email protected].
259
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
260
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
1
Maeder, E. y Gutiérrez, R., Atlas territorial y urbano de las misiones jesuíticas de guaraníes:
Argentina, Paraguay y Brasil, Sevilla, Junta de Andalucía, 2009, p. 23.
2
Viñuales, G., “Misiones jesuíticas de guaraníes (Argentina, Paraguay, Brasil)”, Apuntes, 20,
1, Bogotá, ICAC, 2004, pp. 108-125, espec. p. 115.
261
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
3
Peramás, J., La República de Platón y los guaraníes, Buenos Aires, Emecé, 1946.
4
Gutiérrez, R., Pueblos de indios: otro urbanismo en la región andina, Quito, Abya-Yala, 1993, p.
42. El autor menciona las extraordinarias colecciones de libros que poseían los misioneros.
262
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
5
Palacios, S., Gloria y tragedia de las misiones guaraníes: Historia de las reducciones jesuíticas durante
los siglos XVII y XVIII en el Río de la Plata, Bilbao, Mensajero, 1991, pp. 38-39.
6
Ibidem, p. 39.
7
Gutiérrez, R., “Estructura urbana de las misiones jesuíticas del Paraguay”, en Hardoy, J. y
Schaedel P., Asentamientos urbanos y organización socioproductiva en la historia de América Latina, Buenos
Aires, SIAP, 1977, pp. 129-153.
8
Echánove, A., “Origen y evolución de la idea jesuítica de reducciones en las misiones del
Virreinato del Perú: La residencia de Juli, patrón y esquema de las reducciones”, Missionalia Hispánica,
39, Madrid, Instituto de Historia, CSIC, 1956, pp. 497-540.
263
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
9
Gutiérrez, R., Evolución urbanística y arquitectónica del Paraguay 1537-1911, Chaco, Univer-
sidad Nacional del Nordeste, 1977, p. 125.
10
Gutiérrez, R., “Estructura urbana…”, op. cit., p. 118.
11
Gutiérrez, R., Evolución urbanística…, op. cit., p. 123.
12
Furlong, G., Misiones y sus pueblos de guaraníes, Posadas, Lumicop y Cía, 1978, p. 197.
13
Hoffmann, W., Continuación de las labores apostólicas. Edición crítica de las obras del padre Antonio
Sepp S. J., Buenos Aires, EUDEBA, 1973, p. 223.
264
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
Fig. 4. Vista general de la antigua doctrina de Juli (Perú). Fuente: Alcalá, L.,
Fundaciones jesuíticas…, op. cit., p. 134.
Fig. 5. Plano del pueblo de San Juan Bautista. Archivo General de Simancas.
Fuente: Luiz Antônio Custódio: Ordenamientos urbanos y arquitectónicos en el sistema
reduccional jesuítico guaraní de la Paracuaria. Universidad Pablo de Olavide,
Sevilla 2010. Originalmente en AGS, Estado 7381-71.
265
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
14
Ibidem, pp. 223-234.
15
Busaniche, H., La arquitectura en las misiones jesuíticas guaraníes, Santa Fe, Litoral, 1955, p.33.
16
Véase nota nº 15.
17
Gutiérrez, R., “Historia urbana de las reducciones jesuítica sudamericanas: continuidad,
rupturas y cambios (siglos XVIII-XX)”, en Gallego, J., Tres grandes cuestiones de la historia de Iberoamérica,
Madrid, Fundación Ignacio Larramendi, 2011, CD-ROM, p. 30.
266
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
Fig. 6. Pueblo de San Juan Bautista (Brasil). Vestigios del muro lateral del templo. Pablo Ruiz, 2013.
Fig. 7. San Miguel (Brasil). Ruinas de la iglesia, colegio y cementerio vistos desde la plaza.
Pablo Ruiz, 2012.
267
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
18
Furlong, G., Antonio Sepp, S.J. y su ‘Gobierno temporal’ (1732), Buenos Aires, Theoria, 1962,
p. 195.
19
Ibidem, pp. 204-207.
20
Levinton, N., La arquitectura jesuítico-guaraní: una experiencia de interacción cultural, Buenos
Aires, SB, 2008, p. 163.
21
Gutiérrez, R., “La planificación alternativa en la colonia. Tipologías urbanas de las misio-
nes jesuíticas”, en Bonet, A., Urbanismo e historia urbana en el mundo hispánico, Madrid, Universidad
Complutense, 1985, pp. 627-649, espec. p. 637.
22
Ibidem, pp. 627-628.
268
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
23
Furlong, G., Misiones y sus pueblos…, op. cit., pp. 292-293.
24
Ibidem, p. 188.
269
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
Fig. 10. Jesús (Paraguay). Vista trasera del núcleo principal con la huerta en primer término.
Pablo Ruiz, 2012.
270
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
piso y por su extraordinaria fertilidad [figs. 9 y 10]. Las mismas habían sido
pobladas desde hacía mucho tiempo por parcialidades guaraníes, pero
antes de iniciar el proceso de reducción los misioneros Fields y Ortega
recorrieron dichos parajes, comunicando a sus superiores la idoneidad
de la región.25 Estas expediciones de reconocimiento del terreno fueron
habituales entre los padres de la Compañía y contribuyeron a un mejor
conocimiento cartográfico, ya fuera a través de descripciones de sus pro-
vincias o por medio de cartas geográficas más extensas.26
La estrategia seguida para lograr el dominio de un territorio tan
dilatado fue la ubicación de núcleos poblacionales separados entre sí por
una distancia que iría de dos a diez leguas dependiendo de los casos,
según lo explica Cardiel,27 y creando una red de comunicaciones que
permitiera su interconexión.
La descripción de Cardiel hace referencia a las conexiones terrestres
apuntando la existencia de capillas cada cinco leguas que normalmente
estaban custodiadas por una o dos casas de indios, y contaban además
con aposentos para pernoctar en caso de que fuera necesario.28 No de-
bemos olvidar que pese al relativo aislamiento de las misiones, la región
era atravesada por una importante vía comercial coincidente con los
pueblos situados al oeste del Paraná, y que al mismo tiempo ejercía por
el este de espacio fronterizo con los problemáticos vecinos portugueses.
Así pues, la presencia de estas capillas otorgaría una mayor seguridad en
los desplazamientos.
Entre los requisitos que Diego de Torres estableciera en sus Instruc-
ciones resultaba vital la disposición de agua y en efecto la gran mayoría de
los pueblos surgieron en torno a los ríos Paraná, Uruguay y Tebicuary, o
en alguno de sus afluentes. Según los casos, se levantarían en la misma
orilla (Yapeyú, San Javier, La Cruz o Candelaria), o a escasos kilómetros
de ella (San Ignacio Miní o Loreto). La disposición de acequias, pozos
y represas hizo posible que el agua llegase a cualquier espacio, constitu-
yendo otra muestra del desarrollo alcanzado por los misioneros en estas
tierras29 [fig. 11].
La situación de los dos grandes cursos fluviales, Uruguay y Paraná,
era muy disímil en cuanto a las posibilidades de empleo por parte de los
jesuitas e indígenas. Por un lado, el Uruguay, debido a accidentes geográ-
25
Ibidem, p. 29.
26
Alcalá, L., Fundaciones jesuíticas en Iberoamérica, Madrid, El Viso, 2002, p. 57.
27
Furlong, G., Misiones y sus pueblos…, op. cit., p. 188.
28
Véase nota nº 27.
29
Sánchez Negrete, A. y Valenzuela, M., “La incidencia del agua en la experiencia misio-
nal jesuítica guaraní”, en AA. VV., Actas de las XIV Jornadas Internacionales sobre Misiones Jesuíticas, San
Ignacio de Velasco (Bolivia), 2012, CD-ROM, p. 6.
271
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
Fig. 11. La fuente misionera, situada en las afueras de San Miguel (Brasil),
refleja las cualidades escultóricas de los guaraníes. Pablo Ruiz, 2012.
Fig. 12. Río Uruguay. Cruce entre los municipios de San Javier (Argentina),
antiguo poblado jesuítico, y Porto Xavier (Brasil). Pablo Ruiz, 2013.
272
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
30
Ibidem, pp. 5-8.
31
Hoffmann, W., Relación de viaje a las misiones jesuíticas. Edición crítica de las obras del padre
Antonio Sepp S. J., Buenos Aires, EUDEBA, 1973, pp. 168-169.
32
Ibidem, p. 180.
273
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
33
Furlong, G., Misiones y sus pueblos…, op. cit., p. 402.
34
Ibidem, p. 403.
35
Ibidem, pp. 403-406.
36
Maeder, E. y Gutiérrez, R., Atlas territorial…, op. cit., p. 25.
37
Maeder, E., Aproximación a las misiones guaraníticas, Buenos Aires, Universidad Católica
Argentina, 1996, p. 78.
274
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
Fig. 13. Mapa en el que se aprecia la ubicación Fig. 14. Las estancias misioneras ocuparon
de las vaquerías misioneras. Fuente: Maeder, E. una extensión excepcional, especialmente en la
y Gutiérrez, R., Atlas territorial…, op. cit., región oriental del Uruguay. Fuente: Maeder,
p. 24. E. y Gutiérrez, R., Atlas territorial…, op. cit.,
p. 26.
38
Furlong, G., Misiones y sus pueblos…, op. cit., p. 410.
39
Gutiérrez, R., Evolución urbanística…, op. cit., p. 117.
40
Ibidem, p. 119.
275
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
Fig. 15. Plano de San Juan Bautista del Archivo General de Simancas.
Detalle de la huerta principal.
41
Ibidem, p. 128.
42
Hoffmann, W., Relación de viaje…, op. cit., p. 132.
276
CIUDAD Y TERRITORIO EN LAS MISIONES JESUÍTICAS DE INDIOS GUARANÍES
Fig. 16. Planta de yerba mate. Trinidad (Paraguay). Pablo Ruiz, 2012.
Fig. 17. Templo de Jesús (Paraguay). A esta reducción le sorprendió el extrañamiento de la Compañía
inmersa en el proceso de traslado a un nuevo emplazamiento. La iglesia, como el resto del pueblo,
quedaron inconclusos. Pablo Ruiz, 2012.
277
PABLO RUIZ MARTÍNEZ-CAÑAVATE
43
Furlong, G., Misiones y sus pueblos…, op. cit., pp. 415-416.
44
Existían dos tipos de yerba: la caaminí, de mayor calidad, y la de palos, que presentaba un
valor inferior en el mercado.
45
Gutiérrez, R., Evolución urbanística…, op. cit., p. 118.
46
Furlong, G., Misiones y sus pueblos…, op. cit., p. 419.
278
Identidad y globalización en las fachadas jesuitas de Pekín
en el siglo XVIII
Pedro Luengo*
Universidad de Sevilla
279
PEDRO LUENGO
3
Cranmer-Byng, J. L. y Wills, J. E. Jr., “Trade and Diplomacy with Maritime Europe, 1644-c.
1800”, en Wills, J. E. Jr (ed.), China and Maritime Europe, 1500-1800: Trade, Settlement, Diplomacy, and
Missions, Nueva York, Cambridge University Press, 2011, pp. 183-254.
280
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
281
PEDRO LUENGO
4
El Tratado de Zaragoza (1529) hizo con Asia lo que el de Tordesillas (1479) había hecho
con América. Mientras el segundo se vio cumplido en gran medida, el primero tuvo que lidiar con
interpretaciones cartográficas. Así, las Filipinas o Formosa, que quedarían de lado portugués, fueron
españolas. Solo así puede justificarse la presencia española en el Fujian 福建, recientemente estudiado
en sus aspectos religiosos en Menegon, E., Ancestors, Virgins, and friars. Christianity as a local religion
in Late Imperial China, Cambridge, Harvard University Press, 2009.
5
Santos Hernández, Á., Jesuitas y obispados. Los jesuitas Obispos Misioneros y los Obispos Jesuitas
de la Extinción, vol. II, Madrid, Universidad Pontificia de Comillas, 2000, pp. 137-138.
6
El Breve Illis quae ad felicem con fecha de 16 de marzo de 1682 fue conocido en China mu-
cho más tarde, creando nueve provincias chinas: Guangdong, Guangxi, Yunnan, Sichuan, Guizhou,
Fujian, Jiangxi, Huguang y Zhejiang.
7
En este contexto deben entenderse las futuras críticas a la falta de apoyo de Clemente
XII (1730-1740). Tutti li mo/narchi devono cooperare p(er) la / propagazione della fede / evangelica, ma
sa’tutto il / mondo, che il re d(on) Giovanni /88 v/ Quinto di Portogallo è solo / quello, che levo’ fuori
l’im/pegno p(er) il vantaggio della / Chiesa cattolica. Lo ha’spe/rimentato bene l’imperatore / della China
[Biblioteca Casatanense Miscellanea di scritti vari, Mss. 2882, 88 r-90 r. Apéndice documental,
documento nº 3].
282
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
8
“Carta del padre Bouvet al padre de la Chaiza, confesor del rey. Pekín, 30 de noviembre de
1699”, en Cartas edificantes y curiosas, vol. II, Madrid, 1753, pp. 81-82. Citada por Muñoz Vidal, A.,
“Pintores jesuitas en la Corte china (siglos XVII y XVIII)”, Revista Española del Pacífico, 7, 1997, pp. 85-98.
9
Corsi, E., “Pozzo’s Treatise as a Workshop for the Construction of a Sacred Catholic Space
in Beijing”, en Bösel, R. y Salviucci Insolera, L., Artifizi della Metafora. Saggi su Andrea Pozzo, Roma,
Artemide Edizioni, 2011, p. 241.
10
Así lo afirma Francisco da Fonseca en una carta a la Duquesa de Aveiro [Wang, L. y Fangji,
M., “I disegni architettonici di una chiesa gesuita del diciottesimo secolo a Pechino (Nantang-Chiesa
del Sud): Analisi e ricostruzione”, p. 4, documento de trabajo colgado en http://archiv.ub.uni-
heidelberg.de/artdok/volltexte/2012/2023].
11
Li due canpaniletti laterali alla facciata non sono hancora in opra / per che nel tempo che si fabri-
cava la medesima facciata mancharano/ materiali e argento, e succesicamente restarono a dietro per dar luo/go
ad altre cose stimate piu necesarie (Carta de Fernando Buonaventura Moggi, ARSI, Jap-Sin., 184, f. 41 r-v.
Apéndice documental, documento nº 1).
283
PEDRO LUENGO
12
P(er) la redificazione / di questa Chiesa del Coll(egio) possa sr. Servirsi p(er) / la medesima opera,
d’alcun denaro pertenente a / queste residenze, e coll(egii) piu abbondanti, visto, che / di presente non hanno
soggetti p(er) sostentare, e la / necesittá esser tale [Carta de Castiglione, ARSI, Jap-Sin., 184, f. 135 r. Apén-
dice documental, documento nº 2].
13
Corsi, E., “Pozzo’s Treatise...”, op. cit., p. 240. Véase también Wang, L. y Fangji, M., “I
disegni architettonici...”, op. cit., p. 5.
14
Dehergne, J., Repertoire des Jesuites de Chine de 1552 a 1800, Roma, Institutum historicum
S. I., 1973.
15
Golvers, N., The Astronomia Europaea of Ferdinand Verbiest, S. J. (Dillingen, 1687): Text, trans-
lation, notes and commentaries, Nettetal, Steyler Verlag, 1993, fig. 43. Citado en Corsi, E., “Pozzo’s
Treatise...”, op. cit., p. 243.
16
Église du Beitang en vue plongeante, avec personnages en procession dans les jardins du Palais impérial
(Bibliothèque Nationale de France, département Estampes et photographie, Reserve Musee Tab-11).
284
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
17
Para un reciente estudio sobre Martellange, véase Sénard, A., “Étienne Martellange: Un
architecte de la Compagnie de Jésus en France au XVIIe siècle”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez
Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica. Actas del Simposio Internacional,
Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 2012, pp. 213-237.
285
PEDRO LUENGO
18
Aunque el diseñador del templo fue un italiano, Giovanni Gherardini, llegado a Pekín en
torno a 1699, con anterioridad había trabajado en Paris. Por fortuna se ha localizado una de sus
obras conservadas en la ciudad. Se trata del techo de una caja de escalera donde se representa una
“Apoteosis de San Luis”, formando parte de la actual iglesia de San Pablo y San Luis. Para más infor-
mación véase Schnapper, A., “Colonna et la “Quadratura”, en France à l’époque de Louis XIV, Bulletin
de la Societé de l’Histoire de l’Art Français, Paris, 1967. Otros pintores fueron enviador por el rey francés
a China para la construcción de Beitang.
19
Lafont, J.-M., Chita: cities and monuments of eighteenth-century India from French archives, Oxford,
Oxford University Press, 2001.
20
Luengo, P., “Arquitectura jesuita en Filipinas y China”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez
Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica…, op. cit., pp. 523-540.
21
Zou, H., A Jesuit Garden in Beijing and Early Modern Chinese Culture, West Lafayette, Purdue
University Press, 2011.
286
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
22
Esta idea está apuntada por un estudio precedente que pone en relación Nantang con la
iglesia lisboeta de São Vicente de Fora, así como otras iglesias portuguesas en la India, en referencia
a la planta. Durante esta investigación se presentará el tema más fundamentado en ejemplos más
cercanos cronológicamente al caso pekinés (Wang, L. y Fangji, M., “I disegni architettonici...”, op.
cit., p. 5).
23
La documentación gráfica sobre la iglesia de Nantang, formada por una planta, una vista
exterior y una interior, se conserva actualmente en el Arquivo Histórico Ultramarino do Instituto
de Investigaçao Científica Tropical. La publicación y primer análisis de estas vistas fue realizada por
Corsi, E., “La fortuna del Trattato oltre i confini dell’ Europa”, en Bösel, R. y Salviucci Insolera, L.
(eds.), Mirabili disinganni. Andrea Pozzo (Trento, 1642-Vienna, 1709). Pittore e architetto gesuita, Roma,
Artemide, 2010, pp. 93-102. Allí debió llegar, tras diferentes ubicaciones, como parte de la documen-
tación enviada desde China al rey portugués. A pesar de la relativa unidad entre las tres obras, se
han podido encontrar incongruencias que las recientes reconstrucciones virtuales no han solventado
ni señalado. Véase Wang, L. y Fangji, M., “I disegni architettonici...”, op. cit.
24
Quiero agradecer al Profesor Rui Lobo sus consideraciones sobre la arquitectura portuguesa
que se recogen en este estudio.
287
PEDRO LUENGO
288
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
pekinesa.25 Las dos torres se habían reservado durante el siglo XVII a las
catedrales, pero ya en la India venían abordándose cambios en este sen-
tido.26 Algo similar a las torres puede decirse del remate central. Aunque
no se ha encontrado un modelo cercano en construcciones contempo-
ráneas portuguesas, parece claro que se trata de una reinterpretación de
los remates habituales en Bahía, que también existen en Portugal en este
momento.27 Lo que se plantea en Pekín es una reinterpretación a partir
de elementos clásicos, tales como las ménsulas invertidas que flanquean
el escudo de la Compañía.
En el interior los rasgos lusos vuelven a resultar llamativos. En pri-
mer lugar se trata de una iglesia de nave única con capillas laterales poco
profundas, como casi todas las iglesias jesuíticas portuguesas.28 Se trata de
una articulación espacial establecida ya en Portugal desde mediados del
siglo XVII con ejemplos como Portalegre, Faro o Angra (Azores). Como
es habitual en muchas iglesias jesuitas, estas capillas estaban comunicadas
entre sí, obligando a posicionar los altares perpendicularmente al altar
mayor.29 Pero esta ubicación tradicional impide la colocación de grandes
vanos en este muro, como muestra el alzado, ya que no permitiría desa-
rrollar un retablo siguiendo la tradición jesuita y portuguesa. Esto llevaría
a construir capillas muy luminosas, pero completamente alejadas de la tra-
dición europea en general y portuguesa en particular. Sobre estas capillas
podrían haberse incorporado unas tribunas, pero se prefirió insistir en la
necesidad de vanos de iluminación. En segundo lugar, en el tramo previo al
presbiterio se abren en los laterales dos grandes arcos que dan paso a dos
capillas más espaciosas. Estas capillas del transepto, donde puede verse una
adaptación portuguesa de la articulación del Gesù, tienen la misma altura
que la capilla mayor, lo cual ocurre en casos como Portimão. Más extraña
es la renuncia a colocar retablos flanqueando la capilla mayor, como era
común en Portugal. Por último, la capilla mayor es muy profunda, en
línea con lo que se plantea en la arquitectura portuguesa del momento.
25
Varela Gomes, P. y Lobo, R., “Arquitectura de los jesuitas en Portugal y en las regiones de
influencia portuguesa”, en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.),
La arquitectura jesuítica…, op. cit., pp. 497-522. Otras obras importantes sobre la producción en Goa
son Pereira, J., Baroque Goa, Nueva Delhi, Books and Books, 1995; o Varela Gomes, P., Whitewash,
Red Stone. A History of Church Architecture in Goa, Nueva Delhi, Yoda Press, 2011.
26
Varela Gomes, P. y Lobo, R., “Arquitectura de los jesuitas en Portugal…”, op. cit., p. 516.
27
En estos casos se trata de remates en forma triangular con perfiles mixtilíneos. Se desarrollan
siempre en un único plano, a diferencia del caso chino.
28
Varela Gomes, P. y Lobo, R., “Arquitectura de los jesuitas en Portugal…”, op. cit., p. 513.
29
Así aparecen en la planta del proyecto. Para el problema de las capillas conectadas véase
Bösel, R., “La ratio aedificiorum di un’istituzione globale tra autorità centrale e infinità del territorio”,
en Álvaro Zamora, Mª I., Ibáñez Fernández, J. y Criado Mainar, J. (coords.), La arquitectura jesuítica…,
op. cit., pp. 39-69.
289
PEDRO LUENGO
30
Corsi, E., “Pozzo’s Treatise...”, op. cit.
31
Il / P(adre) Domenico Pinheiro superior di questa residenza, mi suggeri come li pa/reva molto von-
veneude che hancora si mandassino li disegni della medema / Chiesa al serenísimo re di Portogallo [Carta de
Fernando Buonaventura Moggi, ARSI, Jap-Sin., 184, f. 41 r. Apéndice documental, documento nº 1].
32
Mientras que Francia, Holanda o España sometieron a un significativo control de sus cons-
trucciones en sus asentamientos asiáticos, esto no ha podido comprobarse de la misma manera en el
caso portugués. Los archivos lusos, menguados y aún por descubrir en gran parte, parecen ofrecer
pocos fondos de proyectos arquitectónicos en comparación con los tres países citados.
33
Ritter, J., Vida y virtudes de la serenísima señora Doña María Ana, Madrid, Antonio Marín,
1757, pp. 223-224.
290
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
34
Carta de Fernando Buonaventura Moggi, ARSI, Jap-Sin., 184, f. 41 r-v. Apéndice documental,
documento nº 1.
35
De hecho Giovanni Gherardini, tras sus trabajos en Pekín, es el primer pintor cuadraturista
llegado a Brasil, aunque por desgracia no se conservan obras suyas documentadas en el país ameri-
cano. En Pondicherry, tomada por los franceses en 1674, las obras más suntuosas renunciaron a la
introducción de este tipo de efectos. Un estudio reciente sobre este tipo de pintura en América lo
ofrece Mello, M., A pintura de tetos em perspectiva no Portugal de D. Joao V, Lisboa, Editorial Estampa,
291
PEDRO LUENGO
1998. Para el caso brasileño pueden consultarse otras obras coordinadas por este autor como Mello,
M., A Arquitetura do Engano. Perspectiva e percepçao visual no tempo do barroco entre a Europa e o Brasil,
Belo Horizonte, Fino Traço, 2013.
36
Zou, H., A Jesuit Garden..., op. cit., pp. 86-87.
37
Bösel, R., “La ratio aedificiorum…”, op. cit., pp. 39-69. Sobre esta discusión véase también
Levy, E., Propaganda and the Jesuit Baroque, Berkeley, University of California Press, 2004.
38
Bailey, G. A., “Le style jésuite n’existe pas: Jesuit corporate culture and the visual arts”, en
O’Malley, J. W., Bailey, G. A., Harris, S. J. y Kennedy, T. F. (eds.), The Jesuits. Cultures, sciences and the
arts 1540-1773, Toronto, Buffalo, London, University of Toronto Press, 1999, pp. 38-89.
39
Per / esere il detto altare quanto al tutto insieme, simile a quello della cap/pella del nostro s(anto)
Luigi Gonzaga, non pareve che fosse per fare / mancanza nulla di meno se il tempo non mi havese tradito, non
pote/vo in modo alcuno scusarmi dal lavoro, per far vedere alla pv. / le mutanze che furono fatte nel medesimo
altare per accomo/darlo al luogo, e al paese [Carta de Fernando Buonaventura Moggi, ARSI, Jap-Sin., 184, f.
41 r. Apéndice documental, documento nº 1].
292
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
40
Moggi resalta que no se trata de una copia fiel del modelo romano, justificándose en el
espíritu chino.
41
Wang, L. y Fangji, M., “I disegni architettonici...”, op. cit., p. 3.
42
El uso de este tipo de fuentes por parte de Moggi en su trabajo junto a la población local
queda demostrado en su carta: le fabriche che noi chiami/amo gravi e solide, loro le stimano ordinarisime, si
come io / medesimo o sperimentato con mostrarli stampe di chiese e di / altre fabriche, e cosa certo che molte volte
mi causo ammirazione [Carta de Fernando Buonaventura Moggi, ARSI, Jap-Sin., 184, f. 41 r-v. Apéndice
documental, documento nº 1].
43
El remate resulta similar a la Lámina XXXI de Vignola (Prospetto della porte della Vigna Sermone-
ta a Roma), siendo esta más compleja en su diseño y en la incorporación escultórica. Por otro lado la
incorporación de pirámides con bolas parece más cercana a la producción española que a la italiana.
293
PEDRO LUENGO
44
Tal y como señala Smorzhevskii en su visita a Pekín, los jesuitas abrieron las iglesias cris-
tianas durante la celebración del Año Nuevo para que todo el mundo pudiera ver sus famosas iglesias,
pinturas y decoración (Widenor Maggs, B., “The Jesuits in China: Views of an Eighteenth-Century
Russian Observer”, Eighteenth Century Studies, 8, 2, Baltimore, Mariland, John Hopkins University
Press, 1974-1975, p. 143).
45
Curtis, E. B., “A Plan of the Emperor’s Glassworks”, Arts asiatiques, 56, 2001, pp. 81-90.
46
Corsi, E., “Constructores de Fe. Imágenes y Arquitectura Sagrada de los Jesuitas en el
Beijing Imperial Tardío”, Historia y grafía, 26, 2006, pp. 141-170.
294
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
plir además con una función religiosa, debía resultar estimulante para
la población local. Uno de los aspectos más destacables de esta nueva
arquitectura es el uso de la luz.47 Los interiores de los templos budistas
son muy oscuros, incitando a la reflexión, mientras que las iglesias ca-
tólicas ofrecen interiores más luminosos. Siendo esto así, los interiores
ibéricos de este momento, cargados de retablos barrocos insistían en la
línea contraria. Quizás por ello sean aún más destacables proyectos para
las comunidades chinas, entre los que se podrían citar este de Nantang,
o también el de Santa Rosa de Lima de Manila.48
Pero además de la luz hay otros aspectos destacables como la altura,
y sus consecuencias en el diseño de las fachadas, o del propio espacio
interior. Moggi en su carta es explícito al informar sobre el cambio en
las proporciones que habrían sido deseables en Europa.49 Pero esta so-
lución, que provoca templos marcadamente horizontales, está ya en Pe-
kín en la iglesia de Beitang, donde la estilizada fachada parisina ha sido
reconvertida en algo más similar a un pabellón chino. La altura general
del edificio, que alcanzaba los 13,13 metros aparece aquí documentada
como un caso de adaptación estética al gusto local, en contra del propio
europeo. Aunque se trata de una altura superior a la media en Filipinas,
es inferior a la que se encuentra en Goa, lo que puede interpretarse como
una menor cesión europea en la adaptación al gusto oriental.50 Pero, la
altura de las fachadas de estas iglesias puede analizarse desde un punto
de vista más. El horizonte de una ciudad como Pekín en este momento
no debía superar los dos pisos en altura. Cualquier edificio superior do-
minaría su entorno, especialmente si mantenía su tamaño en la fachada
a la calle. Quizás por ello, tanto Beitang como Nantang retranquean los
edificios tras un gran atrio, lo que debía dificultar su visibilidad desde la
calle y potenciar su impacto tras acceder al recinto. Esta solución se puede
encontrar ya en potencia en el colegio de Ricci, un edificio chino adap-
tado como colegio. Beitang, la primera en finalizarse en este momento,
mantiene esta solución con una estructura claramente china en el patio,
con edificaciones en los flancos. Nantang, por el contrario, hace del patio
47
Habría que valorar si los jesuitas tomaron el concepto de religión de la luz propuesto en la
Estela Nestoriana.
48
Un estudio monográfico sobre este convento fue publicado por Manchado López, M. Mª,
“El proyecto de convento para mestizas de Santa Rosa de Lima, en Filipinas”, Anuario de Estudios
Americanos, LVI, 2, 1999, pp. 485-512.
49
Tutti meidisamemnte la notano di molto / alta, esendo certo che a proporzione delle belle chiese europee
/ il maggiore difetto che tiene, considerato il tutto insieme, e essere / al quanto tozza (Carta de Fernando Buo-
naventura Moggi, ARSI, Jap-Sin., 184, f. 41 r-v. Apéndice documental, documento nº 1).
50
Para el caso filipino véase Luengo, P., “Notas sobre Arquitectura y retablos en las Iglesias de
los arrabales de Manila en 1782”, Congreso Internacional de la FEIAP, Zaragoza, FEIAP, 2010, pp. 265-278.
295
PEDRO LUENGO
51
Los estudios más desarrollados sobre este particular se han centrado en la realidad no-
vohispana, que puede seguirse en fundaciones filipinas. Menor incidencia tuvo en las fundaciones
portuguesas en la India a la luz de las investigaciones citadas con anterioridad.
52
Li cadeglie/ri delli altari sono al modo romano e furono lavorati in Cantone / veramente con ecce-
llenza (Carta de Fernando Buonaventura Moggi, ARSI, Jap-Sin., 184, f. 41 r-v. Apéndice documental,
documento nº 1).
53
Toussaint, M., La Catedral de México y el sagrario metropolitano: su historia, su tesoro, su arte,
México, Porrúa, 1973, p. 107 y ss.
54
Luengo, P., Intramuros. Arquitectura en Manila, 1739-1762, Madrid, FUESP, 2012, p. 209.
55
Sobre el control de la producción arquitectónica en la catedral de México desde esta pers-
pectiva véase Gruzinski, S., Las cuatro partes del mundo. Historia de una mundialización, México, Fondo
de Cultura Económica, 2010, pp. 367-368.
296
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
Anexo documental
8 Nov. 1729. Pekini. Moggi. / Molto R[everendo Padre] Nostro in Cristo/ Con
tutta l’humiltà e sommisione del mio spirito vengo a i pieddi / vp. Per significarle
come in vigore della promessa fattare alla pv stavo / predendo le misure e facendo
altre preparazioni necesarie per la delinea/zione di questa Chiesa di S[an] Juseppe
per trasmetterla a VP, quando il / P[adre] Domenico Pinheiro superior di questa
residenza, mi suggeri come li pa/reva molto vonveneude che hancora si mandassino
li disegni della medema / Chiesa al serenísimo re di Portogallo, quando cio succese
gia il tempo / era breve per fare raddopiati esemplari di disegni in prespettiva come
/ havevo pensato di fare, e per questo veddi non havere altro rimedio che / far
puramente disegni geometrici, e se bene questi non possono mos/trare giustamen-
te l’effetto che fa l’opera reale il buon gusto di vp sa/prá inmaginarsi quello che
mancha a i disegni i quali vengono / rimessi a vp. Dal p[adre] superior, che quando
li consegnai i disegni per / mandare a sua maesta, mi richiese hancora quelli per la
pv, la qua/lis enza alcuna replica glieli detti súbito sagrificando alla mortifi/cazio-
ne la consolazione che haverei tenuto in rimetterli io medesimo / a vp. Ascrivo il
suceso allí miei demeriti, e mi consolo che per mi/glicri manid elle mie giungano
all pv. Il tempo poi non mi per/messe di fare due esemplari dell’altare maggiore,
del quale l’unico / che feci fu insieme con quelli diretti a s[ua] maesta, vero e che
per / esere il detto altare quanto al tutto insieme, simile a quello della cap/pella
del nostro s[anto] Luigi Gonzaga, non pareve che fosse per fare / mancanza nulla
di meno se il tempo non mi havese tradito, non pote/vo in modo alcuno scusarmi
dal lavoro, per far vedere alla pv. / le mutanze che furono fatte nel medesimo altare
per accomo/darlo al luogo, e al paese; questo medesimo hancora si puole di/re di
tutta la Chiesa, la quale in quello che disere dal gusto archi/tettonico di Europa, e
in grande parte disimulato per accomodari/ al genio cinese, che gusta di multiplicitá
di colonne multiplicita / di lavori e in somma tutto in copia, e le fabriche che noi
chiami/amo gravi e solide, loro le stimano ordinarisime, si come io / medesimo o
sperimentato con mostrarli stampe di chiese e di / altre fabriche, e cosa certo che
molte volte mi causo ammirazione / il vedere l’uniformita del gusto cinese, perche
mostrandosegli al/cuna stampa di quelle che gia dissi, quello che noto il primo che
56
Sobre esta traslación de los modelos europeos dentro de la globalización visual véase ibidem,
p. 370.
297
PEDRO LUENGO
la / vedde lo notano ancora li altri come se uno lo havesse detto all’al/tro cosa affato
incredibile, e che in Europa e rara a succedere, e mi / ricordo che quando la stavo
a quanti soggetti mostravo una //41v. cosa, tanti erano i pareri tra se inconbinabili,
dal detto voglio / inferiré che qua piu che in Europa, importa l’accomdarsi al genio
/ del paese e de i paesani, che si nel lodare, come nel biasimare sono / a maraviglia
uniformi. Tutti i cinesi siano grandi o picoli che / vengono a vedere questa Chiesa non
si saziano di lodarla tutti come / si suol dire a una boccha, e tutti meidisamemnte la
notano di molto / alta, esendo certo che a proporzione delle belle chiese europee /
il maggiore difetto che tiene, considerato il tutto insieme, e essere / al quanto tozza,
in somma il genio di questo clima e tanto di/ferente da quello di Europa che lungo
sarebbe explicarlo. Per / dire alcuna cosa di quelle che non si possono esprimere
nei disegni di/co che tutto l’interiore della Chiesa fa la medesima vista che se fosse
di / bellisimi marmi misti e bronzi dorati, e per benefizio delle vernici del / paese
e perizia de i cinesi in preparare i fondi lisci, hancora tocando/le con mano paiono
vere pietre per esere tute dipinte al naturale. Le / volte sono tutte dipiinte dal Fratello
Giuseppe Castiglioni con molta va/gezza ma sopra tutto la cupola che dipinte in un
telaro piano, la pu/alc fa il suo efetto di alzare in su, e insieme e molto luminosa,
esendo / tanto bene contra posti li chiari e scuri che riusci a maraviglia. Sopra / la
porta maggiore di dentro sta un castellone nel quale e scrito il se/guente Societas
Jesu posuit an 1728 che fu l’anno che si apri./ Li due canpaniletti laterali alla facciata
non sono hancora in opra / per che nel tempo che si fabricava la medesima facciata
mancharano/ materiali e argento, e succesicamente restarono a dietro per dar luo/go
ad altre cose stimate piu necesarie. Nelli quatro angoli interiori / che forma la croce
della Chiesa devono esere sospese quatro lampare/ e gia ne li due angoli comunic-
canti con la cappella maggio[re] sono poste / due di disegno europeo, alla moderna
e fano bella vista. Li cadeglie/ri delli altari sono al modo romano e furono lavorati in
cantone / veramente con eccellenza. Il conpreso neli disegni, e quel poccho / che
in particolare ne scrivo vp. Lo potra tutto vedere posto in / disegni particolare che
il fratello Giuseppe Castiglione tiene intenzi/one che si pongano nel fine del libro
de quel scrisse alla pv se / pero si degni di aprobarlo S.Dª Mª e il glorioso patriarch
S. / Giuseppe al quale e dedicata la Chiesa, voglia concederé pace a qu/esta misione
della quale e prottettore e per questo spero nella sua / esperimentata benignita che
non si lasciera vincere di cortesía / e se la Compagnia procuro con tutto lo sforzo
di conserare al suo ma/ggior culto con la bella Chiesa che li fece, il glorioso santo
ci inter/cedera la grazia tanto desiderata della restaurazione e aumento / di questa
christianitá. Nelli santi sacrifici di vp. Molti anni / raccomando e le chieggo la sua san-
ta paternale benedizione / di pekino 8 novembre 1729. Ferdinando Moggi [rúbrica].
298
IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN EN LAS FACHADAS JESUITAS DE PEKÍN EN EL SIGLO XVIII
299
La adopción del manual de Perspectiva de Andrea Pozzo
en la docencia jesuítica española
Introducción
1
Sanz Ayán, C., “Causas y consecuencias económicas de la guerra de sucesión española”,
Boletín de la Real Academia de la Historia, 210, 2, Madrid, Real Academia de la Historia, 2013, pp.
187-226; González Blasco, P., López Piñero, J. M. y Jiménez Blanco, J., Historia y sociología de la
ciencia en España, Madrid, Alianza Editorial, 1979; Navarro Brotons, V., “Los jesuitas y la renovación
científica en la España del siglo XVII”, Studia Historica. Historia Moderna, 14, Salamanca, Universidad
de Salamanca, 1996, p. 15-44.
2
Así lo hicieron los arquitectos Vicente Acero (1675/1680-1739) y Jaime Bort († 1754).
Véase Fuentes Lázaro, S., “L’uso del linguaggio pozzesco nel primo settecento spagnolo: la terza
via dell’architettura barroca”, en Pancheri, R., Andrea e Giuseppe Pozzo, Venecia, Marcianum Press,
2012, pp. 2-20.
301
SARA FUENTES LÁzArO
3
Fuentes Lázaro, S., “La práctica de la cuadratura en España: el caso de Lucas Valdés (1661-
1725)”, Anales de Historia del Arte, 19, Madrid, Departamento de Historia del Arte II (Moderno) de
la Universidad Complutense, 2009, pp. 195-210.
4
Fuentes Lázaro, S., “Invenciones de arquitectura / entes de razón. El dibujo quimérico
según Andrea Pozzo y Antonio Palomino”, en XVIII Congreso Nacional del Comité Español Historia del
Arte Mirando a Clío, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago, 2011, pp. 1792-1807.
5
Navarro Brotons, V., “Los jesuitas y la renovación científica en la España del siglo XVII”,
Studia Historica. Historia Moderna, 14, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1996, p. 15-44.
6
Fuentes Lázaro, S., “’Un Dios en tramoya’. Elementos con valor escenográfico en la ar-
quitectura del Colegio Imperial de Madrid”, Anales de Historia del Arte, 21, Madrid, Departamento de
Historia del Arte II (Moderno) de la Universidad Complutense, 2011, pp. 169-184.
7
Sobre Rizzi y Palomino en la Corte en el entorno de Mariana de Austria y las Casas Jesuitas,
véase Pérez Sánchez, A. E., Carreño, Rizzi, Herrera y la pintura madrileña de su tiempo 1650-1700, Madrid,
Museo del Prado, 1985, pp. 60 y ss.; Fuentes Lázaro, S., “’El pintor se hace científico’. Un approccio
alla scuola quadraturista cortigiana spagnola (ca. 1670-1725)”, en Dubourg Glatigny, P., La pittura di
quadrature: storia, teoria e tecniche, Berlin, Deutscher Kunstverlag, 2011, pp. 97-109.
302
LA ADOPCIÓN DEL MANUAL DE PERSPECTIVA DE ANDREA POZZO EN LA DOCTRINA JESUÍTICA ESPAÑOLA
Fig. 1. Pozzo, A., Perspectiva Pictorum et Architectorum, vol II, Roma, Antonii Rubeis,
1700, fig. 117.
303
SARA FUENTES LÁzArO
8
Fuentes Lázaro, S., “La práctica de la cuadratura en España: el caso de Lucas Valdés (1661-
1725)”, Anales de Historia del Arte, 19, Madrid, Departamento de Historia del Arte II (Moderno) de
la Universidad Complutense, 2009, pp. 195-210.
9
Astrain, A., Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Desde los orígenes de la
orden hasta principios del siglo XVIII, Madrid, Razón y Fe, 1920, vol. 5, pp. 152-153, y vol. 6, pp., 429-430.
10
Valverde, N., Un mundo en equilibrio. Jorge Juan (1713-1773), Madrid, Marcial Pons Historia,
2012, pp. 23-27. Según Navarro Brotons, la decadencia en su conjunto de la enseñanza universitaria quedaba
bien reflejada en el hecho de que disciplinas como la cirugía, las matemáticas y la astronomía se incluían en las
siete cátedras llamadas ‘raras’, casi nunca cubiertas por resultar difícil encontrar profesores con una mínima
preparación y por la falta de interés del alumnado (Navarro Brotons, V., “Los jesuitas y la renovación
científica en la España del siglo XVII”, Studia Historica. Historia Moderna, 14, Salamanca, Universidad
de Salamanca, 1996, p. 15).
304
LA ADOPCIÓN DEL MANUAL DE PERSPECTIVA DE ANDREA POZZO EN LA DOCTRINA JESUÍTICA ESPAÑOLA
Fig. 2. Andrea Pozzo, fresco arquitectónico con deformaciones anamórficas en la antesala de las
habitaciones de San Ignacio. Roma ca. 1682.
305
SARA FUENTES LÁzArO
11
Incluso como profesores, o el caso de Valdés (Valverde, N., Un mundo en equilibrio. Jorge
Juan (1713-1773), Madrid, Marcial Pons Historia, 2012, p. 27).
12
Según Dou, también se enseñaban matemáticas en el Real Colegio de Santa María i Sant
Jaume (Cordelles) de Barcelona, en el de Nobles de Calatayud y en el de Bilbao. Y según añadió el
Prof. Rodríguez G. de Ceballos en las sesiones del Simposio, también en Mallorca y Valencia, hubo
cátedras de Matemáticas, a cargo del P. Izquierdo; así como en el Seminario de Nobles de Madrid
y Barcelona [Dou, A., “Las matemáticas en la España de los Austrias”, en Español González, L., Es-
tudios sobre Julio Rey Pastori (1888-1962), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1990, pp.151-172].
13
Como apuntaba el Dr. Rui Lobo en las discusiones del Simposio, en el colegio de Santo
Antão o Novo de Lisboa también hubo un aula de Esfera, ordenada desde Roma, para formar mi-
sioneros dirigidos a la China portuguesa.
14
Como próxima cuestión de estudio queda señalada por el Prof. Rodríguez G. de Ceballos
en las sesiones del Simposio, que en el importante colegio de Salamanca se reunía una espectacular
biblioteca de temas científicos, pero no había en el centro jesuita aula de Matemáticas.
15
Ravina Martín, M., “Notas sobre la enseñanza de las matemáticas en Cádiz a fines del siglo
XVII”, Gades, 18, Cádiz, Diputación Provincial de Cádiz, 1988, pp. 47-64, espec. pp. 50 y ss.
306
LA ADOPCIÓN DEL MANUAL DE PERSPECTIVA DE ANDREA POZZO EN LA DOCTRINA JESUÍTICA ESPAÑOLA
16
Miguel Alonso, A., La biblioteca de los Reales Estudios de San Isidro de Madrid: su historia hasta
la integración en la Universidad Central, Tesis Doctoral, 2002, p. 120. (En línea]) E-Prints Complu-
tense, fecha de consulta 15/01/2014, disponible en: http://eprints.ucm.es/tesis/19911996/H/0/
H0011501.pdf
307
SARA FUENTES LÁzArO
1699 y 1702; allí tuvo trato con el humanista Vicente Victoria y el mate-
mático Juan Bautista Corachán amigo y colaborador de Vicente Tosca,
todos intelectuales asociados al grupo novator,17 que además tuvieron
conocimiento de Perspectiva Pictorum Architectorum, como se desprende
de su implicación en los documentos de resolución del concurso para la
Portada de los Hierros (Valencia).18 La experiencia de Palomino como
17
La palabra fue usada ya en 1714 por Francisco Palanco, filósofo tomista-aristotélico (Mestre
Sanchís, A., “Los novatores como etapa histórica”, Studia Historica. Historia Moderna, 14, Salamanca,
Universidad de Salamanca, 1996, pp. 11-13). Otros científicos pertenecientes tradicionalmente a este
grupo fueron el matemático e astrónomo jesuita José Zaragoza ( 1679) y el matemático Baltasar Íñigo,
comentarista de C. F. Milliet Dechales.
18
El informe para la resolución del concurso para la ejecución de la Portada de los Hierros
en la catedral de Valencia venía firmado por Corachán junto con los matemáticos Vicente Tosca y
Felix Falcó de Belaochaga, y en la documentación adjunta, se mencionaba el tratado del fratel Pozzo
como cosa conocida. Cfr. Archivo Catedral Valencia, Explicación del modelo que ha hecho Juan Pérez
Castiel, maestro de obras del muy ilustre Cabildo: hecha y firmada por su hijo Monsen Juan Pérez, Presbítero, de
la fachada de la puerta principal de la iglesia, signatura 656:1A apud Pingarrón-Esaín, F., “La fachada
barroca de la Catedral de Valencia. Los contratos originales y otras noticias de la obra, en torno al
308
LA ADOPCIÓN DEL MANUAL DE PERSPECTIVA DE ANDREA POZZO EN LA DOCTRINA JESUÍTICA ESPAÑOLA
año 1703”, Archivo de arte valenciano, 67, Valencia, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, 1986,
pp. 52-64, espec. p. 56, n. 21.
19
Las ilustraciones estaban situadas al final de cada volumen y no intercaladas en paralelo
con el texto de referencia. Para trazar sus láminas arquitectónicas, el tratadista cordobés acudió a
dos fuentes principales, al tratado de Vredeman de Vries y al de Andrea Pozzo. Las arquitecturas
tomadas del holandés fueron reelaboradas por Palomino, escogiendo fragmentos y detalles, más que
copiándolas directamente. La lámina nº 9 del Museo Pictórico, por ejemplo, sigue muy de cerca al
grabado nº 13 de la segunda parte del tratado Perspectiva (La Haya-Leiden, 1604-1605), reutilizando
un fragmento e inspirándose en la composición general, pero no utilizando la imagen literal como
si haría en el caso de los grabados de Andrea Pozzo.
20
Barozzi, Iacomo; Danti, E., Le due regole della prospettiva pratica de ... Matematico dello Studio
di Bologna, Roma, Francesco Zanetti, 1583. Palomino copia la ilustración de una cruz en perspectiva
del capítulo XI.
21
Antonio Palomino nació en Bujalance (Córdoba) en 1655 en el seno de una familia acomo-
dada. Siendo niño se trasladó con su familia a Córdoba, donde estudió gramática, filosofía, derecho,
teología y cánones, además de recibir lecciones de pintura de Juan de Valdés Leal, que vivió allí en
1672, y luego de Juan de Alfaro y Gámez (1675). Después de ordenarse subdiácono marchó a Madrid
en 1678 bajo la protección de Alfaro.
309
SARA FUENTES LÁzArO
Junto con el uso que Palomino hizo en los Estudios Reales de los vo-
lúmenes de Pozzo, contamos con otro testimonio directo de la recepción
del tratado. La revisión de ejemplares de Perspectiva localizados en España
ha arrojado interesantes informaciones sobre el uso que recibieron sus
láminas; fueron copiadas con retícula, medidas y trasladadas a compás,
calcadas y explicadas con anotaciones al margen… aunque los textos de
Pozzo fueron también fueron leídos y difundidos, lo que indica que no
fue aprovechado sólo como repertorio arquitectónico. Para la docencia
en los colegios fue fundamental el uso de las explicaciones del autor, que
tuvieron un papel asimilable al de otros tratados de Geometría escritos
por matemáticos dedicados a la perspectiva.
En la Colección de Cortes de la Real Academia de la Historia de
Madrid, el fondo documental procedente de la librería de los Estudios
Reales, hemos localizado una traducción encuadernada en pergamino, un
volumen de 118 páginas de papel verjurado con varias marcas de agua
diferentes, titulado en el exterior de la portada: Mathematica. En ella apa-
rece también el número asignado, escrito junto al nombre de la persona
responsable de su aprobación, seguramente un jesuita bibliotecario o el
encargado de la docencia de las Matemáticas en el colegio de origen, pero
el nombre no se puede leer de forma inequívoca. En la primera página y
en el lomo figura su signatura Est[-anteria, -ante] 13 gr[-ada] 4ª nº[úmero]
613 que correspondía a la colocación en la librería de los Estudios Reales.
De acuerdo con otros materiales consultados, esta estantería habría sido
la destinada a albergar los fondos de las ciencias aplicadas, por lo menos,
perspectiva y geometría.22
El encuadernado que analizamos contiene una variedad de elemen-
tos, encabezados por la traducción al español de la segunda edición
(Roma 170223) del primer volumen de Perspectiva Pictorum et Architectorum
22
El manuscrito de la traducción de Pozzo ocupaba la posición Est. 13 nº 613, mientras que
otro tratado conservado ocupaba la Est.13 nº 649. También la signatura 671, un manuscrito de mate-
riales heterogéneos de Matemáticas, estaba en la misma estantería 13, por nombrar sólo tres ejemplos.
23
Coincide morfológicamente con los detalles de la segunda edición del primer volumen
del tratado, aparecida en 1702 (Pozzo, A., Perspectiva Pictorum et Architectorum, vol. I, Roma, Antonii
Rubeis, 1702). La edición de 1693 (Pozzo, A., Perspectiva Pictorum et Architectorum, vol. I, Roma, Joannis
Jacobi Komarek, 1693) se realizó mientras la bóveda de San Ignacio estaba en marcha, lo cual afecta
a la composición del volumen. Por ello, las figuras finales en 1693 son sobre el proyecto técnico de
la bóveda, con la cuadrícula. No tienen el dibujo completo de la bóveda terminada que si tiene las
310
LA ADOPCIÓN DEL MANUAL DE PERSPECTIVA DE ANDREA POZZO EN LA DOCTRINA JESUÍTICA ESPAÑOLA
ediciones de 1702. En 1693 la bóveda sin terminar estaba siendo duramente criticada, por lo que
se añadió al final una defensa y explicación de su visión perspectiva. En 1702 la bóveda finalmente
desvelada ha terminado por triunfar, y ya no es necesario defender su corrección, la 2º edición quita
esta protesta. En 1693 se añaden puntualizaciones para las primeras 12 tablas al final del volumen;
Quizás Pozzo contrastó sus textos en la Academia del Collegio Romano y vio que los estudiantes no
le seguían, pues los nuevos textos son más sencillos y cortos, menos prolijos. En 1702 estas adendas
ya estaban en el lugar de los viejos textos junto a las imágenes. La tabla titulada ordini d’architettura a
presi dal Palladio e dallo Scamozzi que aparecía sin numeración, en 1702 ya no está en medio y suelta,
sino como “Figura última” número 102.
24
Escribe orizonte por horizonte, spacio por espacio y utiliza la acentuación como un italiano.
25
Traduce pulito por pulido.
26
La ordenación de los fondos de tema científico de esta biblioteca están en proceso de
estudio siguiendo los principios enunciados en Vergara Ciordia, J. y Sánchez Barea, F., “Marco
documental para el estudio de los colegios y bibliotecas jesuíticas en la España moderna”, Anuario de
Historia de la Iglesia, 20, Pamplona, Universidad de Navarra: Instituto de Historia de la Iglesia, 2011,
pp. 373-391, espec. pp. 387-388.
27
Pérez de Moya, J., Tratado de Geometría practica y speculatiua, Alcalá, Juan Gracián, 1573.
28
Hemos localizado ejemplares de este tratado en el Fondo de la Biblioteca Histórica de la
Universidad Complutense, con Ex libris de la Biblioteca Complutense Ildefonsina y Ex libris del Colegio
de la Compañía de Jesús de la Universidad de Alcalá, parcialmente mutilado y con marcas de uso.
311
SARA FUENTES LÁzArO
utilizado por extenso en los colegios jesuitas. Después de estas notas sobre
la definición de varias unidades de medida, encontramos en el cuaderno
una gran variedad de ejercicios de diseño, similares a los propuestos por
Pérez de Moya en las páginas de su tratado, referidos a trazado de figuras
geométricas y manejo del compás [fig. 4].
Repartidos a continuación, a página completa, encontramos varios
fragmentos decorativos consistentes en ornamentos esbozados a lápiz,
uno en forma de corona y otro, medio marco de formas vegetales estili-
zadas, volutas y putti; un repertorio que se completa con varios esbozos
trazados con lápiz como ligeros apuntes de dos cabezas de perro, una
de caballo y varios niños. Parcialmente repasado a tinta encontramos
también un esquema a mano alzada, rápido pero bastante acabado,
que representa un altar dedicado a la advocación mariana de Nuestra
Señora de Murta, asociada al monasterio jerónimo de Alcira; el esbozo,
totalmente frontal y sin profundidad, muestra una composición para un
altar dedicado a la Virgen con el Niño en sus brazos, ambos coronados y
sostenidos por dos ángeles. En la mano derecha María lleva una vara de
mirto, que junto con una inscripción en otra página, atribuye el altar a
la devoción valenciana de La Murta. Estos fragmentos figurativos parecen
conducir a un decorador profesional que usaba la técnica de trabajar
por mitades los ornamentos simétricos, pero no un artista de primera
fila, como parece corresponder a la política artística de este santuario
en el siglo XVIII.29
Dispersos, dejando páginas en blanco y sin aparente orden, el ma-
nuscrito presenta numerosos dibujos arquitectónicos y geométricos que
ocupan la mayoría del encuadernado, mayoritariamente: patrones en-
trelazados, geometría de elipses y proporciones de figuras geométricas,
despiece de plementerías y bóvedas góticas estrelladas de terceletes. Las
bóvedas son particularmente ricas, muy cercanas a modelos caracterís-
ticos de la Corona de Aragón. En cuanto a las numerosas plementerías
que alternan con las tracerías, aparecen dibujadas por un procedimiento
gráfico que usa un sistema basado en los arcos, del modo que aparece
en el Compendio Mathematico (Valencia 1707-1715) de Vicente Tosca, como
un apoyo para trazar el despiece de plementos y bóvedas ajustándose al
perímetro y perfil del espacio que cubren [fig. 5]. Los tratados del ora-
toriano fueron de amplísimo uso en los colegios de la Compañía, como
también se sitúan en la órbita ignaciana las tipologías de las plantas de
29
Una vez desaparecido el patrocinio del Cardenal Vich [Lopez-Yarto Elizalde, A., Gomez, I.
y Ruiz Hernando, J., A., “El monasterio jerónimo de Santa María de la Murta (Valencia)”, Ars longa:
cuadernos de arte, 6, Valencia, Universitat de València: Departament d’Història de l’Art, 1995, pp. 17-23].
312
LA ADOPCIÓN DEL MANUAL DE PERSPECTIVA DE ANDREA POZZO EN LA DOCTRINA JESUÍTICA ESPAÑOLA
A modo de conclusión
30
Fuentes Lázaro, S., “Invenciones de arquitectura…”, op. cit., pp. 1.792-1.807.
313
Reconsideración de la iglesia del noviciado de San Luis,
de Sevilla, a la luz del tratado del jesuita Andrea Pozzo
1
Rodríguez G. de Ceballos, A., “Arquitectura y arquitectos en la provincia Jesuítica de
Andalucía”, en El arte de la Compañía de Jesús en Andalucía, (1554-2004), Córdoba, Caja Sur, 2002,
pp. 105-111.
2
Refiero la bibliografía más útil y reciente: Camacho Martínez, R., “La iglesia de San Luis de
los Franceses en Sevilla, imagen polivalente”, Cuadernos de Arte e Iconografía, II, 3, Madrid, Fundación
Universitaria Española, 1989, pp. 202-213; Lleó Cañal, V., “Barroco y retórica: el edificio elocuente”,
en Andalucía Barroca. Teatro de Grandeza, Sevilla, Junta de Andalucía, 2008, pp. 24-41; Ravé Prieto,
J. L., San Luis de los Franceses, Sevilla, Diputación Provincial, 2010.
315
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
316
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
3
Higuera Meléndez, J. M., Leonardo de Figueroa: orígenes, aprendizaje y comienzos del maestro
del barroco sevillano, estudio que se publicará en el próximo número de la revista Academia. Boletín de
la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Esta importante contribución completa de manera
decisiva las noticias publicadas por Herrera, F. J. y Quiles, F., “Nuevos datos sobre la vida y la obra
de Leonardo Figueroa”, Archivo Español de Arte, 259-260, 1992, pp. 335-349.
4
Téngase en cuenta que el primer edificio importante en Sevilla que hasta ahora se le venía
atribuyendo con seguridad era el Hospital de los Venerables Sacerdotes en 1676, si bien algunos
estudiosos atisbaban ya una contribución importante de Leonardo Figueroa en las obras de la Iglesia
y el Hospital de la Caridad (Rivas Carmona, J., Leonardo de Figueroa: una nueva visión de un viejo
maestro, Sevilla, Diputación Provincial, 1984, pp. 54-56).
317
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
5
Sancho Corbacho, A., Arquitectura sevillana del siglo XVIII, Madrid, Instituto Diego Veláz-
quez, CSIC, 1952, pp. 85-94.
6
Wittkower, R., “Carlo Rainaldi and the Architecture of High Baroque in Rome”, en Studies
in the Italian Baroque, Londres, Thames and Hudson, 1975, pp. 9-52; Blunt, A., Borromini, Madrid,
Alianza, 1985, pp. 265-169; Borsi, F., Borromini, Milán, Electa, 1990, pp. 173-175; Bösel, R. y Frommel,
Ch. L., Borromini e l’universo barocco.Catálogo, Milán, Electa, 2000, pp. 184-191.
7
Edición latina realizada por la famosa estampería de Giovanni Iacopo de Rubeis, láminas
18,19 y 20, ejemplar de la Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
318
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
8
Rosenthal, E., The Cathedral of Granada..., Princeton, University Press, 1961, pp.71-77.
9
Rodríguez G. de Ceballos, A., “El arquitecto Hermano Pedro Sánchez”, Archivo Español
de Arte, 168, 1970, pp. 51-81. Este arquitecto diferenciaba muy bien y dominaba los distintos modos
de cubrición de las iglesias de la Compañía de Jesús que diseñó y construyó, tanto el de bóveda
de platillo sobre pechinas, aunque varias veces le advirtieron desde la curia de Roma el peligro de
derrumbamiento de las cúpulas, como el de la cúpulas con tambor y calotta a imitación de la de El
Escorial; pero sabía perfectamente que las más seguras eran la bóvedas de las iglesias centralizadas,
bien circulares, bien elípticas. Figueroa conoció sin duda la iglesia de planta elíptica que realizó
Pedro Sánchez en Sevilla para el colegio de San Hermenegildo, que todavía se conserva, incluso la
impresionante Sala Capitular de la catedral, de forma igualmente oval.
319
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
Fig. 5. Planta de la iglesia del Fig. 6. Sección longitudinal de la iglesia del Noviciado
Noviciado de San Luis. de San Luis.
10
Martín Pradas, A. y Carrasco Gómez, I., “La iglesia del colegio de San Teodomiro de la
Compañía de Jesús en la ciudad de Carmona (1619-1754)”, Laboratorio de Arte, Homenaje al profesor D.
José Hernández Diáz, 11, 1998, pp. 525-538.
11
Archivo de la provincia de Toledo de la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares, caja 7, nº
17. Ravé Prieto comenta ampliamente este documento (Ravé Prieto, J. L., San Luis de los Franceses,
op.cit., pp. 59-61).
320
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
Fig. 7. Aspecto del interior de San Luis Fig. 8. Grabado de F. Heylan de la rotonda
hacia la cúpula. de la Catedral de Granada.
significados, explicaría que los antipendios del altar mayor y del resto de
las capillas de San Luis y, a veces, hasta los retablos respectivos, estén cua-
jados de reliquias. En otros templos de la Compañía era habitual dedicar
una capilla a relicario, pero únicamente en el Noviciado sevillano toda la
iglesia se ha convertido en relicario [fig. 9].12
Antes de pasar adelante desearía insistir en adjudicar la plena auto-
ría del proyecto arquitectónico a Leonardo de Figueroa quien, fallecido
en abril de 1731, fue continuado hasta su conclusión por su hijo Matías
José. Se ha especulado recientemente sobre la intervención de algunos
jesuitas en el proyecto, como los padres Gabriel de Aranda y Jerónimo de
Ariza, quienes eran eruditos diletantes que pudieron dictar su programa
simbólico e iconográfico, pero nada más. El desencuentro de los jesuitas
con Leonardo en 1725 y luego con Matías José en 1749 no fue ocasiona-
12
Véase al respecto Gómez Piñol, E., “Los retablos de la iglesia sevillana de San Luis de los
Franceses”, en El arte de la Compañía de Jesús en Andalucía, op.cit., pp. 184-195. En el retablo mayor
anterior a la primera inauguración de la iglesia en 1731, se incrustaron ya las muchas reliquias rega-
ladas por don Francisco Lelio Lepanto, arcediano de Niebla y buen amigo de la Compañía, quien
vivió en el Noviciado al cual donó gran parte de su fortuna cuando falleció en 1736 (Herrera Gar-
cía, F. J., El retablo sevillano en la primera mitad del siglo XVIII, Sevilla, Diputación, 2001, pp. 402-403).
321
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
13
Los informes alarmantes emitidos por Leonardo y luego por Matías José sobre la inminente
ruina de la iglesia de la Casa Profesa, fueron mencionados por mí en Bartolomé de Bustamante y las
comienzos de la arquitectura jesuítica en España, Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu, 1967, pp.
145-146, recogiéndolos del manuscrito del P. Antonio de Solís, Los dos espejos. Historia de la Casa Profesa
de la Casa Profesa de Sevilla durante sus dos primeros siglos, hoy publicado en edición y transcripción y
notas por Leonardo Molina García, Sevilla, Fundación Focus Abengoa, 2010, p. 420.
14
Un breve perfil biográfico de este hermano arquitecto puede verse en “Arquitectura y
arquitectos…”, op. cit.
322
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
15
Vicente Acero contestó a estos informes desfavorables en el escrito titulado: Probocado de Don
Vicente Acero de los dictamenes que le dieron el R.P. Franciso Jose de Silva, D.Pedro Ribera y D. Francisco Ruiz,
maestros de Arquitectura de la Villa y Corte de Madrid, el P.Francisco Gómez de la Compañìa de Jesús y Don
Leonardo de Figueroa assimismo, maestros de la ciudad de Sevilla, responde a los papeles que han contradicho
el plano y alzado dispuesto por Don Vicete Azero para la nueva Catedral de Cádiz cuyta fábrica está a su cargo
como Maestro Mayor de la obvra del dicho templo (Rodríguez Ruiz, D., “ Tradición e innovación en la
arquitectura de Vicente Acero”, Anales de Arquitectura, 4, Valladolid, Escuela T. S. de Arquitectura,
1992, pp. 37-50; Alonso de la Sierra, L. y Herrera, F. J., “Observaciones sobre la formación, ideas
y obra del arquitecto Vicente Acero”, Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, XVI, Madrid,
Universidad Autónoma de Madrid, 2004, pp. 113-127). Curiosamente Acero tenía entre sus libros los
dos tomos de A. Pozzo, según consta en el inventario de sus bienes otorgado en 1739 (Alonso de
la Sierra, L. y Herrera, F. J., “’Del estudio en la teórica y del trabajo en la práctica’: observaciones
sobre la formación, ideas y obra del arquitecto Vicente Acero, ‘Addenda’ documental”, Anuario del
Departamento de Historia y Teoría del Arte, XVII, 2005, pp. 90-91; Marías, F., “La Catedral de Cádiz,
de Vicente Acero: la provocación de los textos”, Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte,
XX, 2008, pp. 53-81 donde publica el texto íntegro del Probocado de Acero editado en Cádiz por
Jerónimo Peralta en 1728 y, en él la respuesta ,de dicho arquitecto a las objeciones presentadas por
el Hermano Franciso Gómez y Leonardo de Figueroa (pp. 60-65).
16
Bösel, R., “L’impegno diddatico. L’accademia di Andrea Pozzo al Collegio Romano”, en Mi-
rabili disinganni. Andrea Pozzo (1642-1709), pittore e architetto gesuita, Roma, Artemide, 2010, pp. 201-205.
323
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
17
He utilizado para ello la consulta a los dos tomos del tratado de Pozzo que se conservan en
la biblioteca de la Real Academia de San Fernando, edición en latín y en italiano de 1723 realizada
por el conocido impresor de Roma Antonio de Rosis.
18
He utilizado uno de los dos ejemplares de la edición latino-italiana del tratado de Pozzo
en la edición realizada por el conocido editor romano Antonio de Rosis de 1723, existente en la
Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. A ellos se refieren los números de
las figuras que cito a continuación.
19
Pozzo nunca denomina a estas columnas como “salomónicas”, sino espirales o torsas, pues
ya para la fecha en que pubicó su tratado se dudaba de que efectivamente hubiesen sido traidas por
Vespasiano y Tito del templo de Jerusalen, como indicaba la tradición, prefiriéndose ver su origen
en prototipos helenísticos del Asia Menor (Tuzi, S., Le Colonne e il Tempio di Salomone. La storia, la
leggenda, la fortuna, Roma, Gangemi Editore, s.a., 2002, pp. 75-94).
20
Véase al respecto Filippi, B., “L’ íllusione prospettica di Andrea Pozzo e la scena teatrale
dei Gesuiti”, en Bösel, R. y Salviucci Insolera, L., Artifizi della Metafora. Saggi su Andrea Pozzo, Roma,
Artemide Edizioni, 2011, pp. 213-220.
324
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
Fig. 10. Columna torsa según el tratado Fig. 11. A. Pozzo: Proyecto alternativo para el altar de
de Andrea Pozzo. San Luis en la Iglesia de San Ignacio de Roma.
A cada una de las ocho columnas exentas de San Luis con su trans-
pilastra hay que sumar otras ocho, pero no ya exentas sino semicolumnas
entregas que, de perfil, flanquean las aberturas de los brazos de la cruz
griega destinadas a albergar las capillas principales y el coro: en total 16
entre columnas y semicolumnas salomónicas. Aún hay más: pienso que la
idea de emplear esta enorme corona de columnas para circundar el pri-
mer cuerpo del templo le vino también a Figueroa tras la contemplación
de otra lámina del tratado de Pozzo: la 73 del segundo tomo, en la que
presenta un segundo proyecto para sistematizar el ábside y altar mayor
de la iglesia del Gesù de Roma recubriendo su ábside semicircular de
columnas en espiral [fig. 13].
Estas columnas salomónicas tuvieron que estar ya colocadas entre
1615-1619, fecha en que fue encomendada la pintura al fresco de la
bóveda de la cúpula a Lucas Valdés, antes de que éste se trasladara a
Cádiz donde fue profesor de matemáticas en la Escuela de Náutica.21
Este pintor recibió formación de los jesuitas en el colegio sevillano de
San Hermenegildo, trabajó en el taller de su padre Juan de Valdés Leal,
quien ya mostró un inusitado interés por la proyección en perspectiva del
21
Fernández López, J., Lucas Valdés, 1661-1724, Sevilla, Diputación Provincial, 2003, p. 82.
325
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
22
De Perspectiva han escrito (...) Juan Bruquel, de la Compañía de Jesús, tres tomos en francés (…)
cosa única, como lo son los dos modernos de Andrea Pozzo, también jesuita, con la explicación en latín y en
toscano, de los más peregrino que en la práctica se ha visto [Palomino y Velasco, A., El Museo Pictórico
y Escala Óptica, Madrid, 1724, ed. de M. Aguilar, Madrid, 1947, p. 257]. Sobre las láminas con que
Palomino ilustra los capítulos dedicados a la perspectiva práctica sin citar su fuente, véase Bonet
Correa, A., “Láminas de El Museo Pictórico y Escala Óptica, de Palomino”, Archivo Español de Arte, 182,
1973, pp. 131-142.
23
García Cueto, D., La estancia española de los pintores boloñeses Agostino Mittelli y Angelo Michele
Colonna, 1568-1662, Granada, Universidad, 2005.
326
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
24
Martínez Ripoll, A., “El taller de Villalpando”, en Ramírez, J. A. (ed.), Dios arquitecto, Ma-
drid, Ediciones Siruela, 1991, pp. 245-284. Cuatro de estos utensilios litúrgicos fueron reproducidos
por Juan Caramuel, Arquitectura Recta y Oblicua, Vigevano, 1675, parte I, láminas B, C, D y E, ed.
facsímil, Madrid, Turner, 1984, 3 vols.
25
La lectura de todas las imágenes, símbolos e inscripciones que integran la totalidad del
significado simbólico de la iglesia ha sido realizada con minuciosidad en Camacho Martínez, R.,
“La iglesia de San Luis de los Franceses en Sevilla…”, op. cit.
327
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
Fig. 14. Lucas Valdés: Pintura al fresco de la bóveda de la iglesia de San Luis.
328
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
Fig. 16. J.B. Villalpando: Dibujo del altar Fig. 17. Hastial de ingreso a la iglesia
de los holocaustos del Templo de Salomón. del Noviciado de San Luis.
26
Ravé Prieto, J. L., San Luis de los Franceses, op.cit., pp. 47-48, párrafo tomado de la Breve
noticia de la vida, muerte y virtudes del Padre Gerónimo de Hariza..., escrita por el P. Domingo García,
Sevilla, circa 1750.
329
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
Fig. 18. Fachada de la iglesia de San Luis. Fig. 19. C. Rainaldi: Fachada de la iglesia
de Santa Inés, Roma.
330
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
son un modismo de Sebastiano Serlio que los introduce a cada paso sobre
los dinteles de los vanos laterales de sus llamadas “serlianas”, tanto en
edificios civiles como eclesiásticos. Nada, pues, que ver con los oculos de
la portada de Santa Inés que no forma precisamente una serliana, como
la utilizada por Figueroa en la portada de San Luis [fig. 18]. El propio
Pozzo empleó estos óculos sobre los dinteles de las puertas laterales de la
portada del segundo proyecto para la construcción de la fachada de San
Juan de Letrán en Roma (vol. II, lám. 84). Las columnas salomónicas que
emplea Figueroa para flanquear el balcón central del segundo piso y en
la linterna de la cúpula son también de cuatro espiras y las del cupulino
descansan sobre pedestal redondo, como en el interior de la iglesia. En
cambio en las columnas entregas que utiliza para flanquear el arco central
de la serliana de ingreso, el arquitecto sevillano parece haber querido re-
flejar el conocimiento de las columnas caprichosas del tratado manierista
del nórdico Wendel Dietterlin, conocimiento que se refleja también en
otras obras suyas.27 Por otro lado los campanarios disienten totalmente de
los realizados finalmente en Santa Inés de Roma por Carlo Rainaldi y no
digamos nada de los que proyectó originariamente Borromini [fig. 19].
En cambio han sido relacionados acertadamente con el “Tabernaculum
octangulare” de la lámina 61 del tomo primero de Pozzo, atribuida ahora
su construcción a Matías de Figueroa, hijo Leonardo, a quien sucedió en
la dirección de la fábrica de San Luis [fig. 20].28
Hay todavía otros préstamos de Andrea Pozzo, pero en este caso en
relación con el programa iconográfico-decorativo de la iglesia del Novi-
ciado en su última fase, durante el segundo rectorado del P, Jerónimo de
Ariza entre 1736-1742, según lo expresa una inscripción a la entrada del
templo: Con toda seriedad y claridad se empezó esta obra a cinco de abril, siendo
discurrida la idea y pensamiento de toda ella por el sutil y nunca bien alabado
ingenio del M.R.P. Jerónimo Hariza, exprovincial de esta provincia de Andaluzía
y rector dos veces de esta casa, y siendo dirigida su execución por el insigne Artífice
Dn. Domingo Martínes. Fechada en Sevilla en seis de agosto de 1743.29 Por tanto
27
Herrera, F. J. y Quiles, F., “Nuevos datos…”, op.cit., en nota nº 3.
28
Ravé Prieto, J. L., San Luis de los Franceses, op.cit., p. 87 y lámina 5.
29
La inscripción se encuentra extrañamente en una suerte de fingido pergamino cuyo título
es el de la Bula Pastoralis Oficii, firmada en 31 de Julio de 1548 por Paulo III mediante la cual éste
aprobó canónicamente la fundación de la Compañía de Jesús. El comienzo de la inscripción suena
a tono burlesco: Cuando esto se escrivió se estavan cantando las Letanías, siendo Portero Cualificado, Sacris-
tán, suenen estos pinceles y aiuda, por vida del Pistomo, la sorana, pirolo, y el criado de S. Juan, era aprendiz
de Jesuita. Si el propio Domingo Martínez pintó esta inscripción demostró un jocoso sentido del
humor poco habitual, cuanto más que firmó el conjunto de la inscripción con el nombre del Papa:
Paulus, Servus sevorum. Probablemente el propio Martínez se califica en ella como portero cualificado
y sacristán de la iglesia, por cuanto el conjunto de las pinturas las realizó a la entrada de ella y la
inscripción se encuentra a la derecha de la puerta. En cuanto a que lo escrito se realizó mientras se
331
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
la decoración tanto del cascarón del ábside de entrada como las pinturas
al fresco que flanquean por dentro la puerta fue encargada a Domingo
Martínez quien la realizó en cuatro meses, desde el 5 de abril hasta el
6 de agosto [fig. 21]. En ella materializó las ideas programáticas del P.
Jerónimo de Ariza. Así, en el cascarón del ábside de ingreso, por encima
de la tribuna del coro, pintó al fresco y en perspectiva de “sotto in su”
una especie de arco triunfal, cuyos contornos convergen hacia su punto
de fuga. No cabe duda de que Martínez se inspiró, interpretándola a su
manera, en la figura 55 del tomo segundo de A.Pozzo, titulada “Un pezzo
di architettura di soto in su per linee curve” [fig. 22]. Pero también tuvo
en cuenta la lámina ya comentada que se titula “Tabernacolo octangula-
re”, que así mismo sirvió a Matías José Figueroa de remoto referente para
diseñar los campanarios de la fachada.
El arco de triunfo cobija a una danza de angelitos que exhiben en
triunfo el libro abierto de los Ejercicios Espirituales y sobre su cima está la
imagen del autor del libro, San Ignacio de Loyola, rodeándolo por detrás
una filacteria con la inscripción “Estote sapientes” (Sed sabios), que se
completa con otra que porta un angelito a su lado “Domus Sapientiae
sapidae Scientiae” (Casa de la Sabiduría sazonada por la Ciencia). Es decir
la iglesia del Noviciado es casa de la Sabiduría, en el sentido bíblico de
Sapiencia o Prudencia, con que ésta sazona a la Ciencia o Conocimiento,
casa donde los novicios se ejercitan en el conocimiento de Dios y de sí
mismos que se adquiere en la escuela de los Ejercicios Espirituales igna-
cianos.30 A los flancos del arco de triunfo figuran las imágenes de San
Carlos Borromeo, a su derecha, y de San Francisco de Sales a su izquierda,
grandes devotos y admiradores de San Ignacio y del libro de sus Ejercicios
Espirituales, bajo las cuales parece inscripciones tomadas propio P. Ariza
del Salmo 76, 13, alusivas al ejercicio continuo de la meditación que re-
comienda el fundador de la Compañía de Jesús.31
Todavía cabe hacer un breve comentario a otra de las pinturas de
Domingo Martínez, la que se encuentra abajo, al lado izquierdo de la
puerta de ingreso a la iglesia y que hace “pendant” con la comentada
arriba sobre la bula fundacional de la Compañía por Paulo III. Se trata
de la alegoría referente a otro papa, Alejandro VII, como defensor de las
artes. Y es muy importante subrayar esta alegoría del romano pontífice
cantaban las letanías es posible que se refiera al ciclo de pinturas sobre las invocaciones de la Letanía
Lauretana que el propio Martínez realizaba ese año en la bóveda de la capilla interior del Noviciado.
30
El resto de las inscripciones que completan el significado alegórico de esta pintura al fresco
están recogidas en el trabajo de Rosario Camacho Martínez, op.cit., pp.210-.211
31
Soro Cañas, S., Domingo Martínez, Sevilla, Diputación Provincial, 1982, p. 106; Fernández
López, J., “La pintura mural de Domingo Martínez”, en Domingo Martínez en la estela de Murillo, Ca-
talogo de la Exposición, Sevilla, Fundación El Monte, 2004, pp. 57-64.
332
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
Fig. 21. D. Martínez: Pintura del cascarón del hastial de ingreso a San Luis.
333
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
32
Véase a este propósito el admirable ensayo de Krautheimer, R., The Rome of Alexander VII,
1655-1667, Princeton-New Jersey, University Press, 1985.
33
Sin embargo en el ya citado elogio del P. Ariza, realizado después de su muerte por el P.
Domingo García, se dice: pero Dios le dilató la vida para promover más y mayores glorias de su Divino Culto;
ya en la nueva iglesia con seis retablos de talla, pinturas y cristales correspondiente al mayor y con las demás
preciosidades que son maravillas del arte y embeleso de los ojos, Según este testimonio sólo el retablo mayor
estaba terminado durante el rectorado del P. Arana, correspondiendo la hechura de los demás seis
retablos al segundo rectorado del P. Ariza una vez inaugurada la iglesia.
34
Los retablos, su estilo, autores e iconografía han sido estudiados extensamente por Taylor,
R., El entallador e imaginero sevillano Pedro Duque Cornejo (1678-1757), Madrid, Instituto de España, 1982,
pp. 44-48; De la Banda, A., La iglesia sevillana de San Luis de los Franceses, Sevilla, 1977, pp. 111-145,
Herrera García, F. J., El retablo sevillano…, op.cit., pp. 400-408, y Ravé Prieto, J. L., San Luis de los
Franceses, op.cit., pp. 125-145.
334
RECONSIDERACIÓN DE LA IGLESIA DEL NOVICIADO DE SAN LUIS, DE SEVILLA, A LA LUZ...
35
El retablo es semejante al que se hizo para San Luis Gonzaga, imputable al estilo de Duque
Cornejo, pero la estatua parece del taller. En todo caso no se realizaron, como se ha supesto, con
motivo de la beatificación de Francisco de Regis en 1719, pues a los beatificados por la Iglesia no
se les podía rendir culto público, sino sólo privado, y por ello pienso que altar, retablo, imagen y
pinturas debieron realizarse en 1737. Las pinturas laterales son de Domingo Martínez, con lo que
se confería una suerte de homogeneidad a todos los retablos y altares de la iglesia.
335
ALFONSO RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS
36
Haskell, F., “The role of patrons: baroque style changes”, en Wittkower, R. y Jaffe, I. B.
(eds.), Baroque art: the Jesuit contribution, New York, Fordham University Press, 1972, pp. 51-62, espec.
apéndice, p. 62.
336
Tan verdadero Dios, como verdadero hombre:
Cristo vestido de Jesuita
* [email protected].
1
Urrea Fernández, J. y Valdivieso González, E., “Aportaciones a la historia de la pintura
vallisoletana”, Boletín del Seminario de Arte y Arqueología de Valladolid, 37, Valladolid, Universidad de Va-
lladolid, 1971, 353-384, y Valdivieso González, E., La pintura en Valladolid en el siglo XVII, Valladolid,
Excma. Diputación Provincial de Valladolid. Servicio de Publicaciones, 1971.
2
De La Puente, L., Vida maravillosa de la Venerable Virgen Doña Marina de Escobar, natural de
Valladolid, sacada de lo que ella misma efcribiò de orden de fus Padres Efpirituales, Parte primera, Madrid,
Imprenta de Joachim Ibarra, 1766, introducción.
337
ÁNGEL PEÑA MARTÍN
y encima de ella uno como manteo del mifmo color, menos largo que la loba, y fin
cuello, prefo en los hombros, y por allí muy ancho, defcubriendofe por el cuello,
y bocas de las mangas algo como de lienzo muy blanco: el cabello largo hafta los
hombros, partido por medio, y en la cabeza una como diadema de oro finifsimo,
y en todoi efto reprefentaba tanta autoridad, y mageftad, que moftraba bien fer
tan verdadero Dios, como verdadero hombre; y efpecialmente en fu divino roftro
refplandecian unos rayos de fu divinidad, y de fu poder, y grandezas infinitas.3
Siguiendo el relato de esa visión, el pintor Diego Valentín Díaz4
(1586-1660) creó una imagen de Cristo vestido de jesuita, que sería muy
difundida en la pintura vallisoletana del siglo XVII, pintando él mismo
varias imágenes de Cristo vestido de sacerdote, como son el Cristo vestido
de jesuita5 (c. 1615) del crucero de la Iglesia de San Miguel y San Julián de
Valladolid [fig. 1], el Cristo vestido de sacerdote6 (S. XVII) del baptisterio de
la Iglesia de San Ildefonso de Valladolid y el Cristo vestido de sacerdote7 (S.
XVII) de la Iglesia Museo de San Antolín de Tordesillas (Valladolid). En
todos estos lienzos Diego Valentín Díaz representó al Salvador de pie, con
su cara ligeramente ladeada hacia la izquierda y sus manos juntas sobre
el pecho, apoyando siempre la derecha sobre la izquierda. El pintor mos-
traba en estas obras la doble naturaleza de Cristo, es decir, su condición
humana, al vestirlo con el hábito jesuita, y la divina, al coronarlo con una
aureola formada por cabezas de querubines, en referencia a los rayos de
fu divinidad, y de fu poder [fig. 2].8
El Salvador es adorado por dos ángeles de rodillas, que visten según
los espíritus celestes que también se aparecían a Marina de Escobar, su
veftido era una túnica hafta los pies, de color azul, y encima otra, al modo de
dalmatica, con fus mangas, que llegaban hafta las rodillas: sobre éfta un modo de
manto, que ponian debajo del brazo, por la una parte revuelto.9 Indumentaria
que, por otro lado, no deja de ser la habitual en el modo de representar
a los ángeles durante el siglo XVII.
3
De La Puente, L., Vida maravillosa…, op. cit., libro I, cap. III, p. 14.
4
Acerca de este pintor véase Urrea Fernández, J., Diego Valentín Díaz (1586-1660), Vallado-
lid, Caja de Ahorros Popular de Valladolid, 1986; Urrea Fernández, J. y Valdivieso González, E.,
“Aportaciones…”, op. cit., pp. 353-384, y Valdivieso González, E., La pintura…, op. cit., pp. 111-129,
y pp. 256-266.
5
Martín González, J. J. y Urrea Fernández, J., Catálogo monumental de la provincia de Va-
lladolid. Tomo XIV. Parte primera. Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Catedral, parroquias,
cofradías y santuarios), Valladolid, Diputación Provincial de Valladolid, Institución Cultural “Simancas”,
1985, 116, lám. 147, y Urrea Fernández, J. y Valdivieso González, E., “Aportaciones…”, op. cit.,
pp. 353-384, lám. I, fig. 2.
6
Martín González, J. J. y Urrea Fernández, J., Catálogo…, op. cit., tomo XIV, parte primera,
69, lám. 105.
7
Urrea Fernández, J. y Valdivieso González, E., “Aportaciones…”, op. cit., pp. 353-384.
8
De La Puente, L., Vida maravillosa…, op. cit., libro I, cap. III, p. 14.
9
Ibidem, p. 18.
338
TAN VERDADERO DIOS, COMO VERDADERO HOMBRE: CRISTO VESTIDO DE JESUITA
Fig. 1. Diego Valentín Díaz. Cristo vestido de Fig. 2. Diego Valentín Díaz. Cristo vestido de
sacerdote. S. XVII. Óleo sobre lienzo. sacerdote (detalle). S. XVII. Óleo sobre lienzo.
Valladolid, Iglesia de San Miguel y San Julián. Valladolid, Iglesia de San Miguel y San Julián.
Fotografía: Ángel Peña Martín. Fotografía: Ángel Peña Martín.
10
Acerca de este pintor véase Urrea Fernández, J. y Valdivieso González, E., “Aportacio-
nes…”, op. cit., pp. 353-384, y Valdivieso González, E., La pintura…, op. cit., pp. 139-146 y 273-278.
11
Acerca de este pintor véase Urrea Fernández, J. y Valdivieso González, E., “Aportaciones…”,
op. cit., pp. 353-384, y Valdivieso González, E., La pintura…, op. cit., pp. 168-173, y pp. 269-273.
12
Acerca de estos pintores, hijos de Felipe Gil de Mena, véase ibidem, pp. 177-180, y pp. 278-280.
13
Fernández Gracia, R., Arte, Devoción y Política. La promoción de las artes en torno a Sor María
de Ágreda, Soria, Excma. Diputación Provincial de Soria, 2002, pp. 155-157.
14
Urrea Fernández, J. y Valdivieso González, E., “Aportaciones…”, op. cit., pp. 353-384.
15
Martín González, J. J. y Urrea Fernández, J., Catálogo monumental de la provincia de Valla-
dolid. Tomo XIV. Parte segunda Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid (Conventos y Seminarios),
339
ÁNGEL PEÑA MARTÍN
Fig. 3. Diego Valentín Díaz. Cristo vestido de sacerdote (detalle). S. XVII. Óleo sobre lienzo.
Valladolid, Iglesia de San Miguel y San Julián. Fotografía: Ángel Peña Martín.
Valladolid, Diputación Provincial de Valladolid. Institución Cultural “Simancas”, 1985, p. 16, lám. 23,
y Valdivieso González, E., La pintura…, op. cit., p. 178, lám. LIII.
16
Ibidem, p. 178.
17
Ibidem, pp. 177 y 178, lám. LII.
18
Protector noster aspice Devs et respice in faciem christi tui. Psalm. 83.
19
García Gainza, Mª C. (dir.), Catálogo monumental de Navarra. Tomo II. Merindad de Estella.
Abaigar-Eulate, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1982, p. 282.
340
TAN VERDADERO DIOS, COMO VERDADERO HOMBRE: CRISTO VESTIDO DE JESUITA
por sus ovejas20 y el sacerdote es el pastor que cuida del rebaño de Dios,
nuevamente volvemos a tener reflejada su doble condición de persona
divina y humana.
Modelo que también se seguiría en el lienzo anónimo Cristo vestido
de sacerdote con el Padre La Puente y doña Marina de Escobar21 (S. XVII)
del Convento de Sancti Spiritus de Valladolid, en el que Cristo viste
el hábito jesuita, aunque ya sin el halo de querubines, y los ángeles
adoradores han sido sustituidos por el Padre La Puente y Marina de
Escobar [fig. 4].
20
Jn 10, 11-16, y Lc 15, 3-7.
21
Martín González, J. J. y Urrea Fernández, J., Catálogo…, op. cit., tomo XIV, parte segunda,
p. 209, lám. 811.
22
De La Puente, L., Vida maravillosa…, op. cit., introducción.
23
Martín González, J. J. y Urrea Fernández, J., Catálogo…, op. cit., tomo XIV, parte primera,
p. 125, lám. 181.
24
Martín González, J. J. y Urrea Fernández, J., Catálogo..., op. cit., tomo XIV, parte segunda,
p. 43, lám. 111, y Martín González, J. J. y De la Plaza, F. J., El arte en las clausuras de los conventos de
monjas de Valladolid, Valladolid, Ministerio de Cultura, Dirección General de Bellas Artes y Archivos,
Subdirección General de Museos, 1983, p. 49.
25
Agüera Ros, J. C., “La pintura española foránea del XVII en Navarra: notas para un balance
y estado de la cuestión”, Príncipe de Viana, 198, Navarra, Gobierno de Navarra, 1993, pp. 29-50, y
García Gainza, Mª C. (dir.), Catálogo monumental de Navarra. Tomo I. Merindad de Tudela, Pamplona,
Institución Príncipe de Viana, 1980, p. 328.
341
ÁNGEL PEÑA MARTÍN
Teresa del Niño Jesús, del Convento de Santa Brígida de Valladolid, inspi-
rándose en el cuadro del mismo asunto existente en su propio convento,
pintó el lienzo Cristo dictando a Doña Marina de Escobar26 (1689) [fig. 6]. En
todos estos cuadros, el Salvador, que sigue el mismo esquema formal que
en sus representaciones individuales, aparece dictando a Marina de Escobar,
quien cumple el mandato divino de escribir todos los sucesos acontecidos
a lo largo de su maravillosa vida. Si bien es cierto, se aprecia un cambio
en la gestualidad de Cristo, ya que su mano derecha se dispone sobre su
pecho, en actitud de bendecir, mientras que la izquierda señala el libro en
el que la Venerable Virgen ha de escribir sus revelaciones [fig. 7].
26
Martín González, J. J. y Urrea Fernández, J., Catálogo…, op. cit., tomo XIV, parte segunda,
p. 39, lám. 96.
27
Véase Arbeteta Mira, L., Vida y Arte en las clausuras madrileñas. El ciclo de la Navidad, Madrid,
Ayuntamiento de Madrid. Museos Municipales, 1996, pp. 72-77; Arbeteta Mira, L., Navidad Oculta
II. Los Niños Jesús de las Clausuras Toledanas, Toledo, Antonio Pareja Editor, 2002, p. 28; Espanca, T.,
Exposição iconográfica e artística do Menino Jesus, Évora, Comissâo Municipal de Turismo, 1973; García
Sanz, A., El Niño Jesús en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, Madrid, Prosegur y Patrimonio
Nacional, 2010, pp. 394-401; Gonçalves, F., “O vestuario mundano de algumas imagens do Menino
Jesús”, Revista de Etnografía, IX, 1967, pp. 5-34; Henares Paque, V., “La iconografía de la imagen
exenta del Niño Jesús en el arte colonial hispanoamericano. Apuntes para su clasificación”, Boletín
AFEHC, 35, 2008, http://afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=1875, y
Schenone, H. S., Iconografía del arte colonial. Jesucristo, Buenos Aires, Fundación Tarea y Editorial de
la Universidad Católica Argentina, 1998, p. 120.
28
Vestido como Papa o Sumo Pontífice encontramos, entre otras, las imágenes de El Papa
del Convento de San Ildefonso de Madrid, el Sumo Pontífice del Hospital del Pozo Santo de Sevilla y
el lienzo del Cristo Niño con los atributos de San Pedro de la Ermita de San Jorge de Borja. Para estas
imágenes véase, respectivamente, Arbeteta Mira, L., “Nº 85. Niño Jesús ‘Esposo’”, “El Papa””, Vida
y Arte…, op. cit., p. 192, y p. 193; Henares Paque, V., “Los Niños de Sevilla”, Boletín de las Cofradías
de Sevilla, 575, Sevilla, 2007, pp. 48-53, y Pardos Baluz, E., El Santuario de Misericordia y Hospital de
Sancti Spiritus de Borja, Soria, Elisardo Pardos Bauluz, 1978, p. 203.
29
Como Cardenal, entre otros, El Cardenalito del Monasterio de Santa María de Jesús de Sevilla,
El Cardenal del Monasterio de San José de Toledo y el Divino Infante del Monasterio del Corpus Christi
de Madrid. Para estas imágenes véase, respectivamente, Centeno Carnero, G., Monasterio de Santa
María de Jesús, Sevilla, Guadalquivir Ediciones, 1996, p. 113; Arbeteta Mira, L., Navidad Oculta II.
342
TAN VERDADERO DIOS, COMO VERDADERO HOMBRE: CRISTO VESTIDO DE JESUITA
Fig. 5. Diego Valentín Díaz. Aparición Fig. 6. Sor Teresa del Niño Jesús. Cristo dictando a
de Cristo vestido de sacerdote a Doña Marina de Escobar. 1689. Óleo sobre lienzo.
Doña Marina de Escobar. S. XVII. Valladolid, Convento de Santa Brígida. Fotografía:
Óleo sobre lienzo. Valladolid, Iglesia de Catálogo monumental de la provincia de Valladolid.
San Miguel y San Julián. Fotografía: Tomo XIV. Parte segunda, lám. 96.
Ángel Peña Martín.
Los Niños Jesús de las Clausuras Toledanas, Toledo, Antonio Pareja Editor, 2002, p. 148, y Arbeteta
Mira, L., “Nº 70. Niño ‘Divino Infante’”, Vida y Arte…, op. cit., p. 172.
30
Como El canónigo del Monasterio de la Encarnación de Madrid. Recogido en García Sanz, A.,
El Niño Jesús…, op. cit., p. 398.
31
Son las representaciones más numerosas de este género, como El Curita del Convento de Santa
Inés de Écija, el Niño Jesús Sacerdote del Convento de San José de Antequera y El Divino Sacerdote del
Convento de San Leandro de Sevilla. Acerca de estas imágenes, véase respectivamente Bernales Ba-
llesteros, J., Écija. Imágenes del Niño Jesús, Catálogo de la exposición, Écija, Caja Rural de Sevilla, 1992,
p. 96, y p. 97; Romero Benítez, J., El Museo Conventual de las Descalzas de Antequera, Antequera, Excmo.
Ayuntamiento de Antequera, Centro Municipal de Patrimonio Histórico, 2008, p. 100, y Muñoz San
Román, J. “Los Niños de las monjitas”, Blanco y negro, 1850, Madrid, Prensa Española, 1926, sin paginar.
32
Como el Niño vestido de diácono del Monasterio de San Antonio el Real de Segovia, recogido
en Santamaría, J. M., “Imágenes del Niño Jesús para la adoración y para la devoción”, Navidad en
Caja Segovia. Capriccio Veneziano. Belén Barroco, Segovia, Caja Segovia, 2009, pp. 15-20.
33
A este respecto véase Fraile Gil, J. M., “Las vestiduras sagradas, un tema seriado”, Revista
de folklore, 22, Caja España, 1982, pp. 134-138.
343
ÁNGEL PEÑA MARTÍN
34
Henares Paque, V., “Apuntes sobre las hermandades sacramentales en Andalucía y su culto
a Jesús Niño”, en Minerva. Liturgia, fiesta y fraternidad en el barroco español. Actas del I Congreso Nacional
de Historia de las Cofradías Sacramentales, Segovia, Cofradía del Corpus de Sepúlveda, 2008, pp. 477-483.
35
Acerca de la pérdida de sacralidad de la imagen religiosa véase Martínez-Burgos García, P.,
“La creación de imágenes. Propaganda y modelos devocionales en la España del Siglo de Oro”, en
Vizuete Mendoza, J. C. y Martínez-Burgos García, P., Religiosidad popular y modelos de identidad en España
y América, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2000, pp. 215-239.
36
Atendiendo al fanto Concilio de Trento a la honeftidad, y decencia con que fe deuen pintar, efculpir,
y veftir las Imágenes fagradas de Chrifto N. Señor, y de la Virgen Maria fu Madre; y de los Apoftoles, y demás
Santos, encargò mucho a los Obifpos, q cuydaffen mucho, de que en las Imágenes fagradas no huuieffe cofa, q
en fu veftido, ni ornato parecieffe lafciba, ni profana; y porque en efto no fe tenia el cuidado que fe deuia, N.
M. S. Padre Vrbano Octauo, por breue efpecial, fu data en 25. de Março de 1642. renouó efte fanto Decreto de
el Concilio, mandando eftrechamente, que ninguna de las dichas fagradas Imágenes de chrifto N. Señor, ni de fu
Madre, fe pinte, efculpa, ni vifta, no folo con habito profano, y menos honefto, fino tampoco con el de ninguna
Religion, fino conforme al vfo antiguo de la Iglefia (Constitvciones sinodales del obispado de Sigvenza hechas
por el illvstrissimo, y rever.mo Señor D. Bartholomé Santos de Rifoba, Obifpo de dicho Obifpado. Y recopiladas
por el mifmo las de fus Predeceffores, Alcalá de Henares, Obra y Fábrica de la Santa Iglesia Catedral de
Sigüenza, 1660, título XXIII, cap. 1, p. 94, y p. 95).
37
Rodríguez G. de Ceballos, A., “Iconografía y Contrarreforma: a propósito de algunas
pinturas de Zurbarán”, Cuadernos de Arte e Iconografía, 4, Madrid, Fundación Universitaria Española.
344
TAN VERDADERO DIOS, COMO VERDADERO HOMBRE: CRISTO VESTIDO DE JESUITA
Seminario de Arte Marqués de Lozoya, 1989, pp. 97-105; Rodríguez Nóbrega, J., “Ajuares festivos:
lujo y profanidad en las imágenes procesionales barrocas”, en IV Encuentro Internacional sobre Barroco.
La fiesta, La Paz, Unión Latina, 2007, pp. 69-76, y Suárez Quevedo, D., “De la imagen y reliquias
sacras. Su regulación en las constituciones sinodales postridentinas del arzobispado de Toledo”, Anales
de Historia del Arte, 8, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1998, pp. 257-290.
38
(…) fo pena de excomunnion mayor, y de dos mil marauedis a qualquiera que contrauiniere en todo,
ò en parte a todo lo fufodicho, y de q daremos por perdidas las tales imagenes, y todos los veftidos, y alinos q
tuuieren, y las aplicaremos a las fabricas de las Iglefias, ò de otros lugares pios; y fo las mifmas penas mandamos
a los Curas, que cuyden, que todo lo fufodicho tẽga deuido cũplimiento: con apercibimiento, que fi no lo hizierẽ
les caftigaremos en las vifitas con rigor [Constitvciones sinodales…, op. cit., p. 94, y p. 95].
39
Ibidem.
40
Recogido en Gonçalves, F., “O vestuario…”, op. cit., pp. 5-34.
345
ÁNGEL PEÑA MARTÍN
eran muy habituales, al menos, ya desde la primera mitad del siglo XVII,
tales como las imágenes vestidas de Peregrino41 o Soberano.42 Lo que
nos posibilita reafirmar que esas indumentarias y ajuares,43 actualmente
mal entendidos o incluso perdidos, al considerarlos de poca importancia,
en absoluto fueron producto de un delirio imaginativo44 de los conventos
femeninos ni constituyen un disfraz.45
Sin embargo, estas imágenes, por lo general, aún hoy son presen-
tadas como algo meramente anecdótico, cuando no sentimental, pese a
que tuvieron unos usos y funciones cultuales que las dotaron de pleno
significado, obviando los escritos (que) revelan la espiritualidad a la que esas
imágenes servían.46 Muchos historiadores han presentado su existencia
en la clausura como un simple juego o divertimento específicamente
femenino, convirtiendo las imágenes del Niño Jesús en meras muñecas o
muñecos, a los que las monjas darían sus cuidados a manera de materni-
dad espiritual, simbólica o sublimada.47 Llegando a presentarse, incluso,
41
Acerca de la representación del Niño Jesús vestido de Peregrino véase Peña Martín, Á., “El
peregrino del cielo: la devoción al Niño Jesús peregrino en las clausuras femeninas”, en Campos y
Fernández de Sevilla, F. J. (dir.), La clausura femenina en el Mundo Hispánico: una fidelidad secular, vol.
1, San Lorenzo del Escorial, Estudios Superiores del Escorial, Instituto Escurialense de Investigaciones
Históricas y Artísticas, 2011, pp. 31-48, así como la bibliografía referida en el mismo.
42
Acerca de la representación del Niño Jesús Soberano, vestido con el traje vaquero, véase Peña
Martín, Á., “El verme así no te asombre. El Niño Jesús Soberano del Monasterio de Comendadoras
de San Juan de Jerusalén de Zamora”, en López-Yarto Elizalde, A. y Rincón García, W. (coords.), Arte
y patrimonio de las órdenes militares de Jerusalén en España: hacia un estado de la cuestión, Zaragoza-Madrid,
Centro de Estudios de la Orden del Santo Sepulcro. Asamblea Española de la Soberana Orden de
Malta y Lugartenencias Españolas de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, 2010,
pp. 113-128, así como la bibliografía referida en el mismo.
43
La musealización de estas imágenes ha provocado su descontextualización, exhibiéndose,
por lo general, únicamente desde un punto de vista histórico artístico y no antropológico, por lo
que las imágenes son presentadas desnudas, despojándolas de sus ajuares, al valorar únicamente la
calidad escultórica de las mismas. Este hecho ha provocado que muchas imágenes hayan perdido su
sentido, su auténtica razón de ser, y otras hayan sido desechadas, a pesar de su interés antropológico,
por no reunir las cualidades artísticas requeridas en los discursos históricos. Como afirma Arbeteta
Mira, en tiempos pasados, el aderezo de las figuras con su ajuar formaba parte de la imagen que proyectaban a
la sociedad y, de hecho, hasta hace muy poco ha sido difícil ver los Niños Jesús conservados en los conventos sin
sus ropajes y más aún fotografiarlos desnudos (Arbeteta Mira, L., El Niño Jesús de la Navidad. Imágenes
en la Colección Lambra, Jerez de la Frontera, Editorial AE, 2012, p. 107).
44
Aroca Lara, A., “Iconografía de la imagen exenta del Niño Jesús en la escultura barroca
andaluza”, Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, 114, Córdoba,
Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, 1988, pp. 43-66.
45
García Sanz, A., El Niño Jesús…, op. cit., pp. 389-451.
46
Triviño, Mª V., “Navidad en las clarisas: sermones, iconografía y representaciones”, en La
Natividad: arte, religiosidad y tradiciones populares, San Lorenzo de El Escorial, Estudios Superiores del
Escorial, Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas, 2009, pp. 97-122.
47
Teorías defendidas y recogidas en Aroca Lara, A., “Iconografía…”, op. cit., pp. 43-66; Evan-
gelisti, S., Nuns. A History of Convent Life 1450-1700, New York, Oxford University Press, 2007, p.
156; Fragozo González, Mª E., Espiritualidad y vida conventual femenina siglo XVII. Usos y funciones de
la imagen. Trabajo de grado, Salamanca, Universidad de Salamanca, Facultad de Geografía e Historia,
Departamento de Historia del Arte-Bellas Artes, 2011, pp. 154-179; Klapisch-Zuber, C., Women, family
and ritual in Renaissance Italy, Chicago, University of Chicago, 1987, pp. 310-329; León Coloma, M. Á.,
346
TAN VERDADERO DIOS, COMO VERDADERO HOMBRE: CRISTO VESTIDO DE JESUITA
“Escultura devocional en la intimidad de la clausura”, en Granada tolle, lege, Granada, Provincia Santo
Tomás de Villanueva, Agustinos Recoletos, 2009, 349-372; Portela Sandoval, F. J., “La escultura
religiosa en los conventos de Madrid”, en Clausuras. Tesoros artísticos en los conventos y monasterios ma-
drileños, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 2007, pp. 18-27, y Vianello, G.,
“El Niño de las monjas”, FMR (edición española), 12, 1991, pp. 19-32.
48
Sanfuentes, O., “Propuesta para una interpretación de la colección de niños de fanal en el
Museo de La Merced de Santiago de Chile”, en Arte quiteño más allá de Quito. Memorias del Seminario
Internacional, Quito, Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural del Distrito Metropolitano de
Quito, 2010, pp. 167-181.
49
Atenciones que, en realidad, no solo requieren las imágenes del Niño Jesús, sino cualquier
talla vestidera o de bastidor, sin que haya el mínimo atisbo de cuidados maternales, cuyos vestidos
debían cuidarse, contando para ello con prendas de uso diario y otras reservadas para las festivida-
des. Según Cea Gutiérrez podrían establecerse cuatro familias entre las imágenes vestideras: las de
las Vírgenes, la de los Crucificados y Cristos en general, la de los Niños, Jesús sobre todo, y la de los
santos. Acerca del ajuar de las imágenes vestideras, de sus ropas y joyas, véase Cea Gutiérrez, A.,
Religiosidad Popular. Imágenes Vestideras, Zamora, Caja España, Obra Cultural, 1992, pp. 37-46.
50
López, Mª P., “El oratorio: espacio doméstico en la casa urbana en Santa Fe durante los siglos
XVII y XVIII”, Ensayos. Historia y teoría del Arte, 8, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2006,
pp. 157-226, y Rey Márquez, J. R., “Colección de objetos testimoniales. Imágenes de la Pasión en
dos cofradías neogranadinas. I El Niño de la Pasión”, Cuadernos de Curadoría del Museo Nacional de Co-
lombia, 3, Bogotá, Museo Nacional de Colombia, 2006 (www.museonacional.gov.co/cuadernos.html).
51
Sobre la funcionalidad social de los conventos femeninos, véase Pérez Morera, J., “Renun-
ciar al siglo: del claustro familiar al doméstico. La funcionalidad social de los conventos femeninos”,
Revista de historia canaria, 187, La Laguna, Universidad de La Laguna, 2005, pp. 159-188.
347
ÁNGEL PEÑA MARTÍN
52
Llompart, G., “Imágenes mallorquinas exentas del Niño Jesús”, Boletín del Seminario de
Estudios de Arte y Arqueología de la Universidad de Valladolid, 46, Valladolid, Universidad de Valladolid,
1980, pp. 363-374.
53
Vega Giménez, Mª T., Imágenes exentas del Niño Jesús. Historia, iconografía y evolución (Catálogo
de la provincia de Valladolid), Valladolid, Caja de Ahorros Provincial de Valladolid, 1984, p. 47.
54
Una de las razones del porqué las clausuras femeninas se poblaron de pinturas y, sobre todo,
de esculturas de Jesús niño, radica en el paralelismo establecido por algunos autores, como Jean
Blanlo en L’infance chrètienne, entre las virtudes de la infancia de Cristo y los carismas y las formas de
la vida contemplativa: su divina Infancia, donde nosotros encontramos el modelo acabado de todas las virtudes
cristianas, la humildad, la simplicidad, la pobreza, la paciencia, la condescendencia, la afabilidad, la docilidad,
la dulzura, la inocencia, la pureza, la modestia, el silencio, la oración, el abandono a Dios y la perfecta caridad
(Blanlo, J., L’enfance chrètienne. Considérations pratiques et meditations pour honorer le Saint Enfant Jésus,
París, P. Lethielleux, 1905, p. 118, y p. 119). Como tal ejemplo ético, su imagen se convertía en un
recordatorio de las virtudes a practicar en la vida contemplativa, al recordar que Dios se hizo niño;
el Omnipotente, débil; el Eterno, mortal; el Impasible, paciente; el Rico, pobre y el Señor, siervo.
Además, la identificación de las monjas con el Cristo Niño les permitía alcanzar la humildad y sim-
plicidad precisas para acceder al estado dichoso de la infancia espiritual propuesto por Cristo: si no
os volvieréis y os hicieréis como niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mt 18, 3). En este contexto, hay
que presentar las imágenes del Niño Jesús vestidas con el hábito de las distintas órdenes religiosas.
55
Como El Salvador con hábito trinitario del Convento de MM. Trinitarias de San Clemente.
En Ibáñez Martínez, P. M., “El Salvador Eucarístico con hábito trinitario”, en Celosías. Arte y piedad
en los Conventos de Castilla-La Mancha, Albacete, Empresa Pública “Don Quijote de La Mancha 2005,
S.A.”, 2006, p. 166, e Ibáñez Martínez, P. M., “El Salvador con hábito trinitario”, en Callada Belleza.
Arte en las clausuras de Cuenca, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2008, p.
314, y p. 315.
56
Caso del Niño Jesús Carmelita del Convento de San José de Córdoba y el Niño Jesús Carmelita
del Convento de San José de Antequera. Véase, respectivamente, Dobado Férnandez, J. o.c.d, “22.
Niño Jesús Carmelita”, en La Navidad en Clausura. Imágenes del Niño Jesús en el Carmelo, Córdoba, Co-
misión de la Coronación del Carmen de San Cayetano, 2010, p. 76, y p. 77, y Romero Benítez, J.,
El Museo Conventual de las Descalzas de Antequera, Antequera, Excmo. Ayuntamiento de Antequera.
Centro Municipal de Patrimonio Histórico, 2008, p. 103.
57
Como el Niño Consuelito vestido de Cisterciense del Monasterio de Santo Domingo El Antiguo
de Toledo. Recogido en Arbeteta Mira, L., Navidad Oculta II…, op. cit., p. 46.
348
TAN VERDADERO DIOS, COMO VERDADERO HOMBRE: CRISTO VESTIDO DE JESUITA
Fig. 9. Anónimo. El Salvador con hábito trinitario. Figura 10. Anónimo. Niño Jesús con
S. XVII. Óleo sobre lienzo. San Clemente, Convento de hábito trinitario. S. XVIII. Madera
MM. Trinitarias. Fotografía: Callada Belleza. Arte tallada y policromada. San Clemente,
en las clausuras de Cuenca, 315. Convento de MM. Trinitarias.
Fotografía: Callada Belleza. Arte en
las clausuras de Cuenca, 113.
58
Caso del Niño Jesús vestido de San Francisco del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid
y el Niño vestido de franciscano del Monasterio de San Antonio el Real de Segovia. Véase respectiva-
mente García Sanz, A., El Niño Jesús…, op. cit., pp. 262, 394 y 395, y Santamaría, J. M., “Imágenes
del Niño Jesús...”, op. cit., pp. 15-20.
59
Como el Niño Jesús con hábito trinitario del Convento de MM. Trinitarias de San Clemente y
el Niño Jesús “Manolito” del Convento de San Ildefonso de Madrid. Véase Jiménez Monteseirín, M.,
“2.20 Niño Jesús con hábito trinitario”, en Callada Belleza…, op. cit., pp. 110-115, y Arbeteta Mira. L.,
“Nº 63. Niño Jesús ‘Manolito’”, en Vida y Arte…, op. cit., p. 163, y p. 164.
60
Aunque muy tardío, el Villancico Al Niño carmelita de la Ronda de villancicos de la fiesta del Dulce
Nombre de Jesús de las Carmelitas Descalzas de Araceli de Corella, compuesto por la Madre María Teresa
de la Sagrada Familia en 1887, viene a reafirmar esta idea: De Carmelita / te hallas vestido, / Niño querido
/ a mi imitación. / Por eso, amantes, / hoy te rogamos, / siempre sigamos / tu Religión [Fernández Gracia, R.,
¡A Belén pastores! Belenes históricos en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, Departamento de
Cultura y Turismo-Institución Príncipe de Viana, 2006, p. 65].
349
ÁNGEL PEÑA MARTÍN
Conclusiones
61
Smith, S. (ed.), El convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid y la vida de Sor Marcela,
Madrid, Real Academia Española, 2001, pp. 18-19.
350