Articulo Hugo Rodolfo Ramirez Sobre Valdivia

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Revista de Geografía Norte Grande, 19: 121-125 (1992)

GALERIA GEOGRAFICA DE CHILE

Don Pedro de Valdivia, Alonso de Ercilla,

Alonso de Góngora Marmolejo

y Pedro Mariño de Lobera y sus obras

descriptivas del Territorio del Reyno

de Chile 1540-1590

HUGO RODOLFO RAMIREZ RIVERA*

RESUMEN

El presente estudio tiene por objeto revisar el concepto de territorio que tuvieron los cronistas del siglo XVI respecto a Chile.

ABSTRACT
The main object of this actual study is lo review the concept of the national territory that the primitive historian had about Chile.

I. INTRODUCCION XVI una literatura particular de características cas­


trense -geográficas, representada por la Cránica, la
Al celebrarse este año el Quinto Centenario del cual, aunque está destinada principalmente a relatar
Descubrimiento y Evangelización de América hemos los hechos de los castellanos en estas tierras, por los
dedicado nuestra sección a recordar de qué manera detalles que contiene, con el transcurso del tiempo
los primeros cronistas describieron el territorio del ha pasado a convertirse en fuente de información
Reyno de Chile. Las crónicas del descubrimiento y histórica de primerísima importancia. De estos an­
conquista del país tenidas generalmente sólo como tecedentes que aporta, muchos de ellos pueden ser
fuente histórica de estos lustros, contienen en sus aprovechados con criterio geopolítico, aprehen­
páginas numerosos y curiosos datos de interés geo­ diéndose valiosos datos de interés nacional: la Nue­
gráfico, en vista de lo cual deben ser tomadas en va Extremadura o Provincias de Chile no se sustrajo
consideración para cualquier investigación seria so­ a esto .
bre la territoriedad, paisaje y fenómenos geográficos Quien primero se preocupara de hacer relación
nacionales, del país chileno fue el Capitán Pedro de Valdivia,
En esta ocasión nos referiremos al fundador del hidalgo natural del pueblo de Cascuera, en Villanueva
país y a tres soldados de aquellos tiempos que nos de La Serena, Extremadura, el cual después de dis­
dejaron importantes escritos de gran trascendencia tinguirse en varios campos de batalla de Europa se
histórica y científica. trasladó a Indias viviendo algún tiempo en Venezue­
la, de donde más tarde viajó al Perú, ocupándose en
su conquista, hasta que en 1540 emprendió la de
II. LOS AUTORES Y SUS OBRAS: Chile. Convertido en Gobernador de esta última re­
DESCRIPCIONES DEL REYNO gión fundó ciudades, organizó las instituciones ad­
DE CHILE ministrativas necesarias para su mantención, inició
la civilización de los aborígenes y tras duros com­
Con el proceso del descubrimiento y conquista de bates halló la muerte en Tucapel, el 26 de diciembre
América surge en el nuevo continente en el siglo de 1553.1

* Premio de Historia "Jaime Eyzaguirre" de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

1 De la amplia bibliografía sobre este personaje, véase especialmente Bibar, Gerónimo de: Cr ánica y Relacián Copiosa y

Yerdadera de los Reynos de Chile . Edición facsimilar a plana y renglón del Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio

Medina. Santiago de Chile , MCMLXVI.

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En sus célebres Cartas que tratan del Descubri­ que el Adelantado Diego de Almagro no había perse ­
miento y Conquista de Chile2, presenta la más anti­ verado en la suya, "habiendo gastado él y los que en
gua descripción del país de sus afanes, la que, aun­ su compañía vinieron más de quinientos mill pesos
que idealizada con el deliberado propósito de atraer de oro; y el fructo que hizo fué poner doblado ánimo
hasta sus playas futuros contingentes de pobladores, a estos indios; (pero como yo) vi el servicio que a
encierra la preocupación de Pedro de Valdivia por V.M. se hacía en acreditársela, poblándola y susten­
estructurar la Nueva Extremadura como Estado, esti­ tándola, para descobrir por ella hasta el Estrecho de
mulando la civilización y la vida citadina. Por esta Magallanes y Mar del Norte, procure me dar buena
razón, en su epístola fechada en La Serena el 4 de maña, y busque prestado entre mercaderes, y con lo
septiembre de 1545 escribe al Emperador Don Car ­ que yo tenia y con amigos que me favorecieron, hice
los V diciéndole que "haga saber a los mercaderes y hasta ciento y cincuenta hombres de pie y caballo,
gentes que se quisieren venir a avecindar, que ven­ con que vine a esta tierra , pasando en el camino todo
gan, porque esta tierra es tal, que para poder vivir en grandes trabajos de hambres, guerras con indios, y
ella y perpetuarse no la hay mejor en el mundo; otras malas venturas que en estas partes ha habido
dígolo porque es muy llana, sanísima, de mucho hasta el día de hoy en abundancia' 4 .
contento; tiene cuatro meses de invierno no más, que y aparte de asegurar lo fértil y rico que es el país,
en ellos, si no es cuando hace cuarto la luna, que reitera su decisión inquebrantable por mantener la
llueve un día o dos, todos los demás hacen tan lindos soberanía de Su Majestad Católica, señalando que él
soles, que no hay para qué llegarse al fuego. El y sus compañeros han puesto en peligro sus propias
verano es tan templado y corren tan deleitosos aires, vidas, a fin de "tener las espaldas seguras cuando me
que todo el día se puede el hombre andar al sol, que vaya a meter de hecho adonde pueda poblar y perpe­
no le es importuno. Es la más abundante de pastos y tuarse lo poblado' 5. Indicando que la Ciudad de
sementeras, y para darse todo género de ganado y Santiago, fundada el 12 de febrero de 1541, es sólo
plantas que se puede pintar; mucha y muy linda "el primer escalón para armar sobre él lo demás y ir
madera para hacer casas, infinidad otra de leña para poblando por ellos toda esta tierra a V.M. hasta el
el servicio dellas, y las minas riquísimas de oro, y Estrecho de Magallanes y Mar del Norte' 6 .
toda la tierra está llena de ello, y donde quiera que Pero su idea de extender la conquista y por ende
quisieren sacarlo allí hallarán en qué sembrar y con el límite austral de Chile no es algo de momento,
qué edificar yagua, leña y yerba para sus ganados, puesto que esta voluntad la expresa también Valdivia
que parece la crió Dios a posta para poder tenerlo al Supremo Consejo de las Indias , en carta de Los
todo a la mano; ...y para que diga a todos los gentiles Reyes de Lima, de fecha 15 de junio de 1548, a
hombres y súbditos de V.M. que no tienen allá de quienes dice: "Cuando envie a descubrir la costa,
comer que vengan, si lo desean tener acá... tengo por como a nuestro Monarca escribí, y a tomar la posesión
mí, los caminos y voluntades de los hombres se de la tierra en nombre de V. Alteza, llegó el navío
abrirán y vendrán a esta tierra muchos sin dineros a que envíe cerca del Estrecho de Magallanes, y si V.
tenerlos en ella, y cuando no, quien ha gastado lo de Alteza es servido que el Estrecho se navegue, me lo
hasta aquí, y espera gastar lo de ahora, lo pagará y envie a mandar, porque no esta en más navegarse,
gastará otro tanto por acabar de acreditar la tierra y mediante la voluntad de Dios, de ser V. Alteza dello
perpetuarla a V.M.; y el que está como yo al pie de la servido ... (y para ello me habré de) empeñar en mas
obra, ha gastado y espera gastar lo que digo y pasado de lo empeñado, por mas servir a V. Alteza .¿" 7 •
los trabajos: vea V.M. que puede hacer el que viniere Como lo han sugerido Miguel Luis Amunátegui
por el Estrecho (de Magallanes) con gente nueva"3, Aldunate y otros investigadores del pasado de Chile,
Así, también, en esta misma misiva encuéntrase debe tenerse muy en cuenta esta persistencia del
el comprobante de su pensamiento político de lo que Fundador de la Nación por llegar al Estrecho de
territorialrnente constituía el país, de acuerdo con el Magallanes y el Mar del Norte o Atlántico teniendo
cual esta Gobernación que tenía en Copiapó su lími­ en el Estrecho una vía que lo conectase directamente
te septentrional se extendía naturalmente hasta la con España, ya que indica que Pedro de Valdivia con
Patagonia con sus costas que miran al Mar del Norte nítida visión había concebido de que dicha situación
y del Sur, y el Estrecho de Magallanes incluido. le permitiría consolidar la entera independencia de
Ciertamente, después de mencionar las bondades de su Gobernación frente al Perú, bajo cuya autoridad
la tierra chilena, refiriéndose al cometido de su em­ realizara su expedición a Chile como Teniente del
presa de conquista, le señala al Emperador que aun- Marqués Francisco Pizarro, de quien, como se dijo,

2 Edición facsimilar dispuesta y anotada por José Toribio 4 Cartas citadas, pág. 13.
Medina. Establecimiento Tipográfico de Carmona, 5 Cartas citadas, pág. 40.
Velásquez, Sevilla, TI MCMXXIX. Hay segunda edición . 6 Cartas citadas, págs. 43-44.
3 Cartas citadas, págs. 42-43. 7 Cartas citadas, pág. 83.
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se había zafado de cierta manera en 1541 al conse ­ mas esles impedido el allegarse;
guir que el Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de por esta parte al fin la tierra hienden
la Ciudad de Santiago lo designase Gobernador y y pueden por aquí comunicarse:
Capitán General de la Nueva Extremadura. En vista, Magallanes, señor, fue el primer hombre
pues, de estos presupuestos y para contar con una que, abriendo este camino le dio nombre ...
avanzada más para llevar a cabo sus planes, en abril Digo que norte sur corre la tierra,
de 1552 procede a fundar la Ciudad de Villarrica, y baña la del oeste la marina;
para el 8 de septiembre de 1553 encargar al Capitán a la banda de leste va una sierra
Francisco de DUoa el reconocimiento desde Chile que el mismo rumbo mil leguas camina..: lO•
del Golfo de Ancud y el Estrecho de MagaJlanes,
cosa que, aunque se logra, no provoca resultados Del análisis de los precitados versos resulta que,
inmediatos como consecuencia de haber muerto en­ de acuerdo con Ercilla, el país que describe posee
tre tanto su ilustre gestor. plena soberanía sobre el Océano Pacífico, al cual
La desaparición de Pedro de Valdivia , que llenó designa para mayor precisión con el nombre de mar
de múltiples trastornos el acontecer del país, movió Océano y Chileno . Por otra parte señala, de acuerdo
al Virrey del Perú a nombrar para que lo sucediera a con sus mediciones, que el límite territorial austral
García Hurtado de Mendoza, quien , en 1557, acom­ comprende hasta más adelante del Estrecho de
pañado de una lucida hueste, marchó desde la Ciudad Magallanes y el Océano Atlántico inclusive, insi­
de los Reyes de Lima a hacer se cargo de los asuntos nuando también la proyección de Chile sobre la
de la convulsionada Gobernación acéfala . Entre los Antártica. Cabe señalar al respecto que estos datos
que entonces formaron parte de su séquito se encono son del mayor valor no sólo por la antigüedad de su
tr ó Alonso de Ercilla y Zúñiga, hidalgo natural de la data, sino porque fueron dados a conocer en una obra
ciudad de Madrid, Castilla, de importante figuración de gran fama y divulgación en Europa y otros puntos
en la Corte, quien, cansado de la vida galante , que ­ del orbe.
riendo correr suerte en América, había pasado a Perú. Empero , éste no fue el único que nos dejara sus
Enrolado entre los compañeros de Hurtado de Men­ recuerdos, y entre los conquistadores le sigue el Ca­
doza , alcanzó a estar sólo año y medio en Chile, pitán Alonso de Góngora Marmolejo, hidalgo natu­
participando en todas las acciones guerreras que en ral de Carmona, Andalucía, que a partir de 1549, en
ese entonces se emprendiesen, hasta que un desafor­ que pasó a Chile desde el Perú entre los mílites que
tunado lance con su jefe , que casi le cuesta la vida, le Pedro de Valdivia trajera desde ahí para reforzar su
obligó a abandonar el territorio y retomar a España . hueste hispánica, fue testigo presencial de las haza­
Falleció en Madrid el 29 de noviembre de 15948 • ñas de esos tiempos. En mérito a su desempeño obtuvo
Autor de la obra que intituló La Araucana9, dice distinguidos empleos, falleciendo en Santiago hacia
sobre la tierra que tuviese que dejar, lo siguiente, enero de 1575.
avalando la tesis valdiviana: En los últimos años de su vida escribió una His­
toria de todas las cosas que han acaecido en el
Reyno de Chile y de los que lo han gobernado. Vicios
"Chile, fértil provincia y señalada
y virtudes que han tenido desde el año de 1536 que
en la región antártica famosa,
lo descubriá el Adelantado Don Diego de Almagro
de remotas naciones respetada
hasta el año 1575 que lo gobierna el Doctor Saravia ll ,
por fuerte , principal y poderosa ...
trabajo en el cual, al referirse a las características del
Es Chile norte sur de gran longura,
país que le ha tocado en suerte recorrer, registra la
costa del nuevo mar, del Sur llamado;
idea del primer icono de su configuración lineal de
tendrá de leste a oeste de angostura
que haya mención en la historiografía nacional , al
cien millas , por lo más ancho tomado;
afirmarque: "Es el Reynode Chile y la tierra de la manera
bajo el polo antártico en altura
de una vaina de espada, angosta y larga. Tiene por la una
de veinte y siete grados prolongado
parte la Mar del Sur, y por la otra la Cordillera Nevada
hasta do el mar oceano y chileno
que lo va prolongando todo él; y habrá en esta dis­
mezclan sus aguas por angosto seno.
tancia de la mar a la cordillera, por unas partes diez y
I estos dos anchos mares, que pretenden, seis leguas, y por otras diez y ocho, y veinte por 10
pasando de sus términos, juntarse, más largo y ansí poco más o menos ... Hay desde el
baten las rocas y sus olas tienden , valle de Copiapó hasta la Ciudad de Castro trecien­

8 De la amplia bibliografía sobre este personaje, véase es­


pecialmente Medina Zabala, José Toribio, La Araucana.
Edición del Centenario. Imprenta Elzeviriana , Santiago lO La Araucana citada, Primera Parte, Canto Primero.
de Chile, 1910-1918, cinco volúmenes. 11 Real Academia Española. Biblioteca de Autores Españo ­
9 Edición facsimilar de la Princeps de 1569. Madrid, 1869. les. Madrid,1960, Tomo 131.
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Fue aquel autor de una Chrónica del Reyno de


Chile15, que desgraciadamente en su afán de colocar­
la en nuevo método y estilo, el Padre Bartolomé de
Escobar, de la Compañía de Jesús, modificó sustan­
cialmente introduciéndole no pocos errores . Con todo,
en cuanto a lo que se refiere al país chileno, conserva
el interés de su original señalando al respecto que:
"En las Indias Oceidentales, con razón llamadas nuevo
orbe, así por la grande longitud de su distrito como
por estar tan remotas de las tres regiones conocidas
de los antiguos, está un reyno llamado Chile en la
parte última desta nueva región llamada Amér ica, de
que tratamos, el cual, aunque no está en mayor altura
que de veinte y cinco a cuarenta y dos grados, que
tiene este reyno de longitud yendo de Norte a Sur,

GOVERNADOR PEDRO DE VALDIVIA

Grabado de Antonio Tempesta para la Histórica del


Reyno de Chile, Roma, 1646.

tas leguas , todo poblado de naturales, y en esta lon­


gitud diez ciudades pobladas de espa ñoles."12
Es, como se ve, muy curioso comprobar ya por
estos años que este Reyno al que reputa Góngora
como muy rico en minas de oro y otros metales, en
trigo y demás mantenimientos, así como con aborí­
genes "grandes enemigos de españoles y de toda
gente extrangera"13, ser visualizado con las caracte­
rísticas de la morfología territorial que ostenta hoy
día, después de los desmembramientos a que ha esta­
do sometida en los siglos posteriores al dominio
hispano .
Otro de los soldados escritores es el Capitán Pe­
dro Mariño de Lobera, natural de Pontevedra, Galicia , dlb. al/Illl
quien , después de ejercitarse en las armas en la con­
Croquis del territorio de la Gobernación de Chile, antes de las
quista del Caribe, pasó al Pení de donde se trasladó a mercedes otorgadas por la Corona de España por medio de
Chile en 1552. Personaje de renombre, sirvió empleos Don Gerónimo de Alderete .
militares y administrativos. Cansado de tantos tra­
bajos después de cerca de un cuarto de siglo en la
Nueva Extremadura, en fecha indeterminada retornó
a la patria de los Ink:as, falleciendo en Los Reyes de Sobre este personaje consúltese Barros Arana, Diego: "Los
Lima en 1594 14 • Antiguos Cronistas de Chile". En: La Lectura. Santiago de
Chile, 1884, Tomo I, págs. 49-53. Hállense aquí intere ­
santes datos de Alonso de Góngora Marmolejo, compañe­
ro de hazañas de Pedro Mariño de Lobera .
12 Historia de las cosas, citada, Capítulo Primero, pág. 79. Real Academia Española. Biblioteca de Autores Españoles,
13 Historia de las cosas. citada. Capítul o Primero, pág. 79. citada, Tomo 131.
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con todo eso es el más llegado al polo Antártico, descubrimiento de este Reyno de Chile fué inmedia­
llamado medio dia, que hay en toda la América, tamente hecho después que el Perú fué descubierto y
porque la tierra que va más adelante acercándose al por los mismos conquistadores.. ,"16,
dicho polo austral, o es despoblada, o por descubrir; Según se aprecia de la descripción reproducida, a
la cual se va prolongando por el largo estrecho de juicio de Mariño, Chile limita al norte no con el
Magallanes, cuyos moradores apenas se sabe cuáles Desierto de Atacama, sino con el Perú, haciéndolo,
sean; y así hablando de la tierra conquistada por los pues, extenderse en su parte septentrional a través de
españoles, es la deste Reyno de Chile la más próxima las regiones entonces despobladas de españoles de
al Sur y la de mayor altura que hay en su región . Por Atacama, Antofagasta y Tarapacá, hasta alcanzar el
la otra parte, que se va apartando del medio día, sur del Virreynato. Entretanto que, teniéndose en
confina con el Perú, aunque tiene en medio tantos cuenta estas mismas regiones geográficas y atrave­
despoblados y provincias casi desamparadas e incul­ sando la Cordillera de los Andes, se conecta sobre
tas, que hay más de quinientas leguas deste Reyno de las pampas argentinas con el Tucumán, que pertene­
Chile a lo que propiamente se llama Perú, mayor­ cía a su jurisdicción administrativa. Empero, sin duda,
mente si se toma el lindero por la parte marítima, el aspecto en que más pone énfasis el cronista es en
porque tomándole por la tierra más alta, que está en subrayar que Chile se prolonga en su extremo sur
la otra parte de la cordillera, confina este reyno con hasta el Polo Antártico, cuestión a la que se refiere
el de Tucumán, que está inmediato al Perú; y así el en varias oportunidades en la cita.

16 Chrónica, citada, Libro Primero . Capítulo Primero, pág.


234.

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