Filosofía Japonesa - Nishida Kitaro
Filosofía Japonesa - Nishida Kitaro
Filosofía Japonesa - Nishida Kitaro
CONTENIDO
I. Introducción. II. Escuela de Kyoto. III. Nishida Kitarô.
III.1. Biografía. III.2. La experiencia pura. III.3. Problemas de la cultura japonesa.
I. INTRODUCCIÓN1
Noda Matao considera que en el mundo hay tres tradiciones filosóficas, que son la
de la India, la de la China y la de Grecia. Desde la época antigua, Japón tuvo el
conocimiento de las dos primeras tradiciones y llegó a tener su filosofía, aun sin
conocer la filosofía griega.
Hacia el año 538 d. C. (año séptimo del Tennô Kimmei) el budismo llegó
formalmente a Japón. Por lo general se considera al Regente Shôtoku como el
primer expositor destacado del budismo. Durante el periodo comprendido por los
años 710-794 (época Nara) llegaron a la isla las primeras seis sectas budistas,
que son las siguientes: la Abhidharma-kosa, la Satyasiddi sâstra, la Mâdhyamika,
la Vinaya, la Yogâchâra o Vijñânavâda y la Avatamsaka.
1
Con Hônen (1133-1212) comienza a solucionarse el problema de la
cosmovisión dualista. Con Shinran (1173-1262) se profundiza la percepción de la
crisis esencial del hombre. Shinran expone lo que puede llamarse propiamente
una “filosofía de la religión”.
Hasta aquí, conviene mencionar que dos son los grandes sistematizadores
filosóficos-religiosos del budismo japonés: Kûkai y Dôgen. En el siglo XV, Ryôan
Keigo (1424-1514) introduce el neo-confucianismo de Wang Yang-ming (1472-
1529), quien hizo una reinterpretación de las enseñanzas de Confucio y expuso su
propia doctrina en la que destaca el pensamiento de la unidad del conocimiento
moral y acción. Pero el primero que enseñó la filosofía de Wang Yang-ming en
Japón fue Nakae Tôju (1608-1648). Aquí se enmarca una nueva época en que
principalmente se estudia el pensamiento ético.
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La obra monumental que ejemplifica la aplicación del pensamiento moral
confuciano es la Historia del Gran Japón que en 1657 comenzó Tokugawa
Mitsukuni (1628-1700), en la cual intervinieron más de 130 sabios, encabezados
por confucianos discípulos de Hayashi Razan, y que fue terminada sólo después
de 250 años, en 1906.
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Entre otros destacados confucianistas de principios del siglo XIX se deben
mencionar a Sakuma Shôzan (1811-1864) y a Yoshida Shôin (1831-1860),
quienes también están considerados entre los pensadores de la crisis: la apertura
del país y la importación de la cultura europea. Los pensadores de la época de
finales del Bakufu Tokugawa, se caracteriza por su reflexión política. Son notables
entre los pensadores de fines del siglo XIX, los samurai “Leales”. Sakuma Shôzan
fue muy notable por su dedicación al estudio y su actividad política. Él fue el
creador del lema “Moralidad oriental, técnica occidental”.
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los contenidos de la filosofía occidental. La tercera generación (1910-1930), a la
que pertenece Nishida Kitarô, se caracteriza por su especialización, ya no sólo en
una escuela específica, sino en un autor determinado. La cuarta generación
(1930-1945) se distingue por su disposición a la crítica no sólo frente a los
maestros occidentales con quien le tocó estudiar, sino también frente a los propios
maestros japoneses. Asimismo, se dedicó al estudio académico de la filosofía y a
presentar un panorama más amplio de la filosofía occidental. La quinta generación
(1946-1970) retoma el método de reflexión sobre la propia cultura y sobre la propia
realidad, sin olvidarse del riguroso entrenamiento en las disciplinas filosóficas. La
sexta generación (1970-1985) se caracteriza por la universalidad de sus intereses,
por estar en busca de nuevos temas o aspectos de la realidad sobre los que
reflexionar, y por su virtuoso manejo de los métodos filosóficos.
2
Arco, Javier del, La escuela filosófica de Kyoto como paradigma para un reflexión intercultural, Arbor, núm.
705, 2004.
3
A. Segura (ed.), Historia universal del pensamiento filosófico (Vol. 6), Liber Distribuciones Educativas,
Bizkaia: 2007. Pág. 16.
4
Arco, Javier del, op. cit., pág. 229.
5
Imperial de Kyoto en los años 30. Aunque Nishida publica su primer libro en 1911,
Ensayo sobre el bien, esto es, casi dos décadas antes.
III.1. BIOGRAFÍA
5
Arco, J. del, op. cit.
6
Ibid., pág. 243.
7
Zavala, Agustín J., Textos de la filosofía japonesa moderna. Antología (Vol. I). Pág. 49.
6
Como resultado de esto8 y al principio como notas de clase, empezó la
creación de un libro que ya para 1911 se publicaría con el título Ensayo sobre el
bien (Zen no kenkyû). En esta obra ocupa un lugar importante la exposición de su
teoría sobre la experiencia pura, allí, dice: “la experiencia pura que es ‘conocer la
realidad tal como es… sin adición de construcción mental alguna’,” y su punto de
vista (tomado de filósofos alemanes) de “antes de la separación entre sujeto y
objeto”. Antes de todo esto, había estado nueve meses como profesor en la
Universidad Gakushuin. Luego fue invitado para ser conferencista en la
Universidad de Kioto, lugar donde se quedaría hasta su retiro.
8
Ibid., pág. 50.
9
Zavala, Agustín J., op. cit., pág. 51.
7
retiro de la Universidad. Al año siguiente es nombrado profesor emérito de la
Universidad Imperial de Tokio. Sigue dictando conferencias y cursos en la
Universidad, y sobre todo escribiendo. Luego cambia su lugar de residencia a
Kamakura por razones de salud.
10
Ibidem.
11
Zavala, Agustín J., op. cit., pag. 51.
12
Falero, A., op. cit., pp. 17-18.
8
crear un pensamiento fundamental independiente de Europa y que se convierta en
un reto al dualismo de la tradición filosófica racionalista europea. Nishida
encuentra la solución en la síntesis de filosofía (Europa) y espiritualidad (Asia). Se
trata en suma de un tipo de filosofía trascendentalista que se apoya en la fuerza
de la intuición y sólo después en la reflexión.
Nishida escribe sobre la experiencia pura derivado de su práctica del budismo Zen
que llevaba a cabo desde sus años como estudiante de Filosofía; de su
preocupación no solamente de carácter religioso acerca de la inmersión en la
vivencia de la iluminación (satori), sino también filosófica, es decir, reflexión
raciocinante sobre esa vivencia; así como por su preocupación de encontrar un
sentido metafísico al concepto de “experiencia pura”. En el primer capítulo de su
libro Indagación del bien, desarrolla este concepto, lo que vendría a hacer un
parteaguas en la historia de la filosofía japonesa; se le considera como el paso de
la mera introducción a la filosofía occidental, a la aparición de una filosofía con
contenidos propios de la cultura japonesa.15
13
Ibid., pág. 18.
14
Zavala, Agustín J., Textos de la filosofía japonesa moderna. Antología (Vol. I). Págs. 67-74.
15
Ibíd., pág. 53.
9
En la formulación del concepto de experiencia pura se esconden varios
problemas, entre ellos: la relación que existe entre la consciencia presente del
hecho tal cual y su significación; la tendencia a explicar toda la realidad mediante
un estado de consciencia que de alguna manera es transindividual; y la relación
que existe entre experiencia pura y el satori (kenshô o ilumaninación) del budismo
Zen. Ueda Shizuteru ha señalado tres momentos de la experiencia pura: a) como
vivencia en la que desaparece la separación sujeto-objeto, b) como la única
realidad y c) como principio fundamental de explicación de la realidad. La
experiencia pura es objeto de reflexión filosófica, mediante ella se explica la
realidad y en ella lo que es ya de por sí, es verdad.16
16
Ibídem.
17
Ibíd., pág. 67.
10
Desde la perspectiva de la experiencia pura todo es diferenciable y en cada
caso, es simple y creativo. Si consideramos la experiencia pura actual desde el
punto de vista de que es algo que ha sido construido por experiencias pasadas
podremos considerarla compleja. Pero sin importar cuán compleja la experiencia
pura, en ese instancia, es siempre un hecho simple. Aun cuando sea la
representación de una consciencia pasada, se unifica dentro la consciencia
presente. El presente de la experiencia pura, no es aquel presente del
pensamiento en el que cuando se piensa sobre el presente ya no se trata del
presente. El foco de la consciencia siempre viene a ser el presente. Por eso, el
ámbito de la experiencia pura viene por sí a coincidir con el ámbito de la atención.
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experiencia representacional, sin importar cuán unificada sea, debido a que
pertenece a la actividad subjetiva, parece que no se puede llamar experiencia
pura. Sin embargo, incluso en este caso, su unidad es necesaria y se unifica de
por sí y debemos considerarla experiencia pura. En la experiencia no hay
diferencia entre dentro y fuera y lo que la hace pura está en su unidad. También la
representación, cuando está estrictamente unida a la sensación, es directamente
una sola experiencia. Sólo cuando este representación se aparta de la unidad del
presente y se relaciona con la consciencia, ya no es experiencia del presente y se
convierte en significado.
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unificación, es siempre experiencia pura, es decir, es simplemente un hecho.
Cuando esa unidad se rompe, cuando entra en relación con otra unidad, entonces
se originan el significado y el juicio, que son una condición de desunión. La
consciencia en un aspecto tiene unidad y, en otro, diferenciación y desarrollo.
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ambiente. La vida y el ambiente se oponen. Además, debe haber autoidentidad de
lo contradictorio. Decir que la vida está en relación de autoidentidad de lo
contradictorio con el ambiente y que va de lo hecho a lo que hace, se puede
pensar como el hecho de que el individuo sea formado a partir de la célula. Hasta
allí la vida biológica y la histórica son semejantes. Generalmente el hombre y los
animales difieren de manera extraordinaria; aunque la historia es la característica
de la vida del hombre.
Lo que ha sido hecho se separa de lo que [lo] hace. En el caso de los seres
vivos lo que ha sido hecho no puede separarse de lo que lo hace. Lo hecho tiene
un significado objetivo, universal. La diferencia entre la vida histórica y la vida
biológica radica en que los seres vivos hacen cosas maravillosas por el instinto,
pero no se trata de una acción creativa, sino teleológica.
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una nueva cultura mundial. Ahí, Nishida cree que debe hacerse un nuevo
pensamiento, una nueva manera de pensar más fundamental acerca de este
nuevo histórico; que debe hacerse una nueva filosofía de la historia. Para él, el
mundo de la historia es lo más concreto y los mundos de la materia y de la vida
han sido abstraídos de aquél. También considera que al mundo de forma
dialéctica. Lo uno es múltiple y lo múltiple es uno. En el budismo también hay
dialéctica.
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que los indios llaman Nirvana significa entrar en la Nada. Por otro lado, dice, si
decimos que la cultura china es temporal, será difícil de comprender. La cultura
china no es intelectual, sino emotiva. En la base de la cultura china sin duda está
la Nada. El pensamiento de la Nada en Lao Tsé y Chwang-tsé tiene puntos de
contacto con el budismo. Allí podemos decir que la cultura china es una cultura
que espacializó al tiempo y le dio forma. En China, aunque se hable del rito se
trata de la moral.
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eso hasta ahora ha adoptado diversas culturas extranjeras. Si tuviera una cultura
solidificada, o bien haría suya a la otra cultura, o bien sería destruida por ésta. Sin
embargo, su peculiaridad es que va adaptando una cultura extranjera tras otra tal
cual son, las cambia y las integra. Allí reside la razón sobresaliente de la cultura
japonesa: su flexibilidad. Al mismo tiempo, tiene un punto débil de no tener algo
que le sea propio. Por eso, dice Nishida, la cultura japonesa se torna histórico-
universal al ir reuniendo a todas las culturas e ir haciendo una sola y nueva cultura
integral.
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Bibliografía
Arco, J. d. (2004). La escuela filosófica de Kyoto como paradigma para una reflexión intercultura.
(705).
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