Soledad para Cuatro 2014
Soledad para Cuatro 2014
Soledad para Cuatro 2014
"Soledad
para Cuatro"
DE RICARDO HALAC
DIRECCION Y PUESTA EN
ESCENA:
PATRICIO LOPEZ TOBARES
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B U E N O S A I R E S, 1 9 6 1
LUIS: ¿Te parece? (Sale con la escoba. Regresa Luis con dos
vasos). Así empezamos en lo del colorado la última vez.
(Descorcha y sirve dos dedos en cada vaso).
LUIS: Él, trajo una. Dos traje yo... Y la cuarta iba a caer
sola, invitada por el colorado. Pero ésta no apareció.
LUIS: ¡El colorado estaba tan borracho que veía doble! Se pasó
la noche jorobando a la piba del "silencioso". ¡Como son
amigos, tuvieron que repartírsela en todo! ¿Viste? ¡Al
final todo se arregla! (Pausa. Roberto recibe un vaso de
Luis. Levanta el vaso, Roberto lo imita). ¡Salud...! Y
que todo salga bien. (Le guiña un ojo. Terminan de beber
y colocan los vasos sobre la mesa). Raro que nosotros
dos no nos conocimos antes.
LUIS: Lo que son las cosas... Fijate que es una barra macanuda
la nuestra. De lejos, parecen tipos peligrosos, ¿viste?
Pero si sos amigo, son formidables... Ahí tenés al
"silencioso" por ejemplo. Cuando está en vena te hace
matar de risa. ¡La de locuras que habremos hecho juntos!
Una vez trajimos una a casa. Eramos cinco. Ella, de puro
desconfiada, le cobraba a cada uno al pasar. El
"silencioso" entró último. Al salir... ¡le había sacado
la cartera! Se puso como loca. Hacía cualquier cosa
porque le devolviéramos la plata. ¡Bailó un rock,
desnuda, y le hicimos dar la vuelta por la pieza en
cuatro patas!
ROBERTO: ¿Y al final?
ROBERTO: (Firme). Porque las que aceptan una cita por teléfono,
así nomás, nunca valen nada. Ni la molestia de ir a
verlas.
ROBERTO: No; pero me molesta que me tomen por estúpido. Pagar una
botella de Cubana Brandy, vaya y pase. Pero de ahí a que
yo cargue con la piba que a vos no te gusta...
ROBERTO: Acá pasa una cosa muy sencilla. Vos conociste una piba
que es fea, pasable o tonta. No me importa cómo ni
dónde. A vos no te gustó. Pero no la dejaste correr.
Como sos un gran tipo, te acordaste de mí.
La tensión decae.
II
MABEL: ¿En esos departamentos nuevos, tan bonitos, que con toda
seguridad cuestan una fortuna? Usted debe cruzar la
plaza para ir a cualquier lado. ¡De ahí lo conozco!
LUIS: Mamá...
ROBERTO: Sí.
ANTONIO: Es así...
ANTONIO: ¿...Mario?
MABEL: Mire qué bien. (Pausa. Suspira). Sí; soy actriz... ¡Si
supiera usted la tragedia de la mujer consagrada al
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MABEL: ¿Conseguiste?
ROBERTO: De su arte.
MABEL: ¿Pero qué tiene este hombre que está tan insoportable?
MABEL: ¡...Roberto!
MABEL: Permiso...
III
LUIS: ¡Dale, vos...! Corré para el mismo lado que ella. Un día
de éstos van a terminar en la cárcel, o en un manicomio.
ANTONIO: Tratala con más consideración. ¿No ves que está enferma?
MABEL: ¡Oí a este miserable! ¿Señor, por qué mi hijo tiene que
ser mi mayor tormento?
ANTONIO: Te hablo así porque tengo algunos años más que vos, que
me tocó vivirlos apurado y no en un café de barrio.
ANTONIO: ¿Qué...?
LUIS: Sí; qué ganaste? ¿Tenés plata? No. Sos alguien? Tampoco.
¡Y ni siquiera le sacás el jugo a la vida porque sos un
amargo!
LUIS: ¡Muy bien! ¡Muy bien! ¿Por qué no te ponés un cartel así
todo el mundo te da la mano?
LUIS: ¡Lo que pasa es que sos un dejado y un inútil! Nunca vas
a llegar a nada. Y mejor agarrate fuerte de ella, porque
el día menos menos pensado te caés al pozo. (Se dirige a
la ventana). Ya no están más. ¿Qué hago ahora?
LUIS: ¡No, que le hacen mal! Hay que darle unas gotas. Son
especiales para estos ataques.
IV
LUIS: El mismo.
NORMA: ¡El responsable de todo! (Lo mira fijo; luego ríe. Sale
a buscar a Inés y vuelve con ella). Miralos, Inés; uno
apoyado contra la pared; y el otro...
NORMA: ¿Si quieren? ¿Por qué, ustedes qué tenían pensado hacer?
INÉS: ¡Norma...!
ROBERTO: Al cine.
NORMA: O a bailar...
INÉS: ¡Norma...!
Norma
con vos.
LUIS: (En voz alta, para que escuchen todos). ¡Pero cómo se
van a ir...! ¿Qué va a pensar mi mamá, que apenas llegan
ya se van? (Las chicas vuelven. Luis sonríe y se dirige
al dormitorio). ¡Mamá! ¡Mamá! ¿Querés conocer a las
chicas? ¡Acaban de llegar...!
INÉS: Nosotras...
INÉS: Sí.
INÉS: Yo no quiero.
NORMA: Yo sí.
MABEL: Gracias...
MABEL: ... también hay quien dice que las mujeres de ayer
comprendemos el mundo menos que las de hoy.
NORMA: (Un poco fuera de lugar). ¿Usted ve mal, señora, que dos
chicas vayan a bailar a casa de un muchacho?
INÉS: Norma...
MABEL: Pero no, querida, por favor.. Como digo en la obra que
hacemos ahora, "para mí, nada tan bello como la juventud
reunida..."
ANTONIO: Y cómo...
ANTONIO: En el dormitorio.
NORMA: Adiós...
MABEL: Luis...
INÉS: ¡Tonta!
ROBERTO: ¿Bailamos?
ROBERTO: Decime, ¿te creés que soy un caído del catre, o qué?
ROBERTO: Mirá Luis: andate con Norma por tu lado y dejame tran-
quilo con Inés.
LUIS: Tranquilizate...
V
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INÉS: Sí.
INÉS: Sí.
INÉS: No.
INÉS: En un parque.
INÉS: ¡Andá...!
INÉS: Salía con un muchacho hasta hace poco. Pero eso ya pasó.
LUIS: Poné la botella boca abajo. En una de ésas cae una gota.
ROBERTO: ¿Por qué no traés esa botella que guardás para las
visitas selectas?
INÉS: Fijate sin embargo que Norma tiene un gran corazón. Pero
ella no lo sabe... y se cree que no vale nada.
INÉS: ¿Qué...?
LUIS: Adiviná.
ROBERTO: Es vermouth.
Todos beben.
NORMA: ¿A mí me lo preguntás?
NORMA: ¡Bah!
NORMA: ¡Estúpido!
de fútbol?
LUIS: (La levanta lentamente). ¿Te dijeron alguna vez que sos
muy simpática?
INÉS: Hum... Depende, depende. ¿De qué signo del zodíaco sos?
LUIS: De Tauro.
INÉS: Yo también.
LUIS: ¿Qué hice? Dije que Inés tiene cintura redondita. ¡Es la
verdad! Ahora, si aquél todavía no lo descubrió... (A
Inés, que da vuelta la cabeza disgustada). Si yo sé que
a vos te gusta que te lo diga.
LUIS: ¿Y si no quiero...?
LUIS: ¡...Bueno, aquí están las chicas! ¿Por qué no les contás
que tiramos la monedita al aire, antes que llegaran,
para jugar a cara o seca quién se quedaba con la mejor
de las dos?
INÉS: ¡Basta...!
LUIS: ¡Payaso...!
LUIS: Te adoro...
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VI
ROBERTO: ¿Qué? ¿Me vas a decir que vos sos una santita? ¡Nunca
estuviste con un tipo!
ROBERTO: ¿se puede saber qué hago yo acá? Esta vida me tiene
podrido. Tiene que haber un lugar en el mundo, lejos,
donde la gente no sea así... Pero ¿dónde? (Silencio.
Inés está como ausente). ¡Puff! Voy a servirme un trago.
INÉS: No.
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ROBERTO: No, eso no sirve. Es poco... Tiene que ser algo más
gordo. (Llena un vaso. Toma. Después se para delante de
ella y la mira fijo).
INÉS: Roberto...
ROBERTO: ¿Qué?
ROBERTO: ¡Es que me cuesta decírtelo! ¿Qué tengo que hacer para
que me creas? ¡vamos a tirar la casa por la ventana!...
¡Es la mejor manera de divertirse! (Abre la ventana).
¿Por dónde empezamos? ¡Ja,ja,ja! Andá, pone la victrola
a todo lo que da. Vamos a bailar sobre la mesa. (La
enciende él mismo MUSICA, comienza a mover los muebles,
a tirar las cosas, hace un espacio para pista de baile).
¡Dale! ¡No pongas cara de velorio ahora que empecé a
entonarme!
ROBERTO: Tonta ¿por qué te contenés? ¡Desatate por una vez! ¡Vas
a ver qué lindo!
INÉS: No sabés.
INÉS: A mí también.
ROBERTO: Dicen que eso ayuda. (La mira. Sonríe). ¿Te parezco
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loco?
ROBERTO: Es lo mismo.
INÉS: ¿Qué?
VII
ANTONIO: Cuidado que podés patear una botella ¡Cada vez que tu
hijo trae un programa, la casa queda hecha un chiquero!
(Mabel, sumamente agitada, se saca el tapado y lo tira
sobre el sofá). ¡Cómo le gusta darse la buena vida! Dos
muchachas, bebida, música... Chupa, pone un disco, saca
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ANTONIO: Mabel...
MABEL: Ay... siento una puntada acá... No, acá... Sentí, poné
la mano...
MABEL: Tonio, esto no puede quedar así. Tonio, vos sin mí...
MABEL: ¡No hagas señales con los brazos que acá no se ahoga
nadie!
alaridos de tu hijo!
LUIS: Parece mentira que tuvieras más años más que yo.
ANTONIO: Pero...
VIII
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INÉS: ¡Soltalo!
IX
NORMA: No me levanto.
LUIS: ¿Cómo...?
INÉS: Dejame.
ROBERTO: Por más rara que seas yo te comprendo, Inés. Es por esta
noche, nada más. Vas a ver cómo mañana va a ser
distinto. Vas a ver cómo nos llevamos bien. (Le besa la
cara, el cuello). Vamos a ir afuera seguido. Sí; vamos a
pasar días enteros juntos...
INÉS: (asiente)
ROBERTO: Tiene que ser pronto. Inés, ¿no te das cuenta? Necesita-
mos sellar lo que hay entre nosotros. ¿Y de qué otra
manera lo haríamos... si no así?
INÉS: No, Roberto... Así no. Así no podés sacar nada mí.
INÉS: ...Vemos.
INÉS: Me voy.