Criticas Al Contrato de Permuta
Criticas Al Contrato de Permuta
Criticas Al Contrato de Permuta
1. Definición
2. Elementos esenciales
3. Caracteres propios
A) OBLIGATORIO
A este respecto, lete del rio nos dice que el contrato de permuta:
“es meramente obligatorio, pues sólo produce obligaciones entre las
partes. Por sí misma, no transmite la propiedad; es decir, es sólo un
título, que requiere de la entrega o tradición para que haya legar a la
adquisición del dominio (...). Pero es un título que obliga a transmitir
la propiedad (...)”.9
p. 168.
8 arias-sChereiBer (1984) p. 162.
9 lete del río (1990) p. 56.
10 Wayar (1984) p. 624.
por su parte, Vidal raMírez en la exposición de motivos y
comentarios del artículo 1602 del Código explica que: “La norma
que no tiene antecedente en el Código Civil de 1936, atendiendo al
criterio adoptado por el Código, establece una noción de la permuta
y, en consonancia con la idea elemental de todo contrato, la
presenta, obviamente, como una fuente de obligaciones, siendo un
contrato con prestaciones recíprocas y oneroso, que puede ser
conmutativo o aleatorio. Los permutantes como recíprocos
acreedores y deudores se obligan a entregarse, con traslación del
dominio, un bien uno al otro”.11
tal como lo establece el artículo 1603 del Código Civil, según el cual:
“la permuta se rige por las disposiciones sobre compraventa, en lo
que le sean aplicables”, la permuta también sería un contrato
obligatorio como la compraventa de cuyo análisis se deducen las
siguientes ideas.
Así el artículo 1529 de nuestro Código Civil establece: “Por la
compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un
bien al comprador y éste a pagar su precio en dinero”.
Acerca de este tema, interpreta torres Méndez que: “el Código Civil
peruano ha optado por el sistema legislativo de la unidad del
Contrato en la modalidad de Yuxtaposición de los Principios de la
unidad y la tradición (título y modo), ello significa entonces que la
compraventa no transfiere derecho alguno, sino obliga a transferir
un derecho. es decir, la compraventa se limita a crear una relación
jurídica obligatoria que no produce efectos reales, simplemente crea
la obligación de transferir, pero no transfiere”.12
b) BILATERAL
C) ONEROSO
sostiene lete del río que el contrato de permuta “es oneroso, porque la
obligación de cada una de las partes tiene su equivalencia en la de
la otra”.25
Badenes gasset señala que: “La permuta es una forma jurídica del
cambio directo o de cosa a cosa y el antecedente histórico de la
compraventa (...). Al no haber precio en la permuta, no pueden
distinguirse en ella las cualidades del comprador y el vendedor (en
realidad cada uno de los permutantes ha de ser considerado como
vendedor frente al otro”.34
Así, por ejemplo, conforme a troPlong “cada una de las partes (en
la permuta) reúne las dos condiciones (de comprador y vendedor); y
cada una de las cosas cambiadas constituye el precio de la que es
dada en contraprestación”.41
.
3 La permuta como un Contrato Autónomo
sólo valía usD 6.000. No obstante, a los pocos días se reúne con un viejo amigo
coleccionista de autos quien le ofrece pagar por dicho auto la cantidad de usD 60.000
dólares, argumentando que el mencionado vehículo es un modelo descontinuado
ideal para su colección. Como puede desprenderse del análisis de este caso, el
vendedor ahora pensará que ha perdido en vez de haber ganado, por ello decimos
que dicha apreciación es absolutamente subjetiva.
48 Merino (1978) pp. 39 y 40.
encontrar en la doctrina jurídica la tendencia a limitar la autonomía
privada de las partes contratantes en función al valor de mercado,
como si éste fuera un parámetro real que pueda servir para
determinar el valor de los bienes que se intercambian en todas y
cada una de las transacciones, incluso se ha llegado a asimilar el
valor de mercado con el valor real, como si se tratara de un valor
objetivo que escapa a los intereses y circunstancias propias de cada
negociación contractual, lo que obviamente es contrario a la
realidad, ya que es claro que no todos los agentes del mercado
realizan intercambios al precio de mercado, siendo lo normal que
acuerden precios distintos conforme a la apreciación subjetiva y
particular de cada una de las partes contratantes. Como es natural,
esto también sucederá en la permuta, por lo que no es cierto
entonces que los copermutantes centren su atención
exclusivamente en los bienes que intercambian sin importar el valor
de los mismos, pues aunque este intercambio no se realice en una
economía de mercado, siempre habrá la posibilidad que los
copermutantes puedan utilizar un tercer bien a fin de ser utilizado
como unidad de valor o cuenta para calcular el beneficio o la pérdida
que conforme a su apreciación subjetiva trajo consigo tal
transacción. Además, como veremos más adelante con mayor
detenimiento, las partes sólo realizarán un intercambio si consideran
que obtendrán un beneficio como resultado, que aun siendo
subjetivo será el motivo para efectuarlo.
tal vez ésta sea una de las razones del por qué el sector jurídico
mayoritario ha procedido a asimilar la permuta a una doble venta
con precios compensados y que, en el caso del precio mixto, haya
primado el criterio objetivo, es decir se haya diferenciado a los
contratos de compraventa y permuta según el mayor valor del dinero
o del bien, respectivamente, tal como veremos más adelante. Ante
tales contradicciones se hace evidente el alejamiento de la doctrina
jurídica de la comprensión de la teoría del valor y las notorias
confusiones que han ocurrido en su aplicación a los contratos de
compraventa y permuta.
Nosotros pensamos que la permuta es un contrato que ha sido
incomprendido durante cientos de años, lo que ha provocado sea
definido de distintas maneras. La permuta tiene una serie de
variantes que han sido poco estudiadas, lo que ha ocasionado sean
mal interpretadas por muchos juristas obviando características
importantes que las distinguen entre sí.
49 Diario el Peruano, diciembre de 1989, pp. 4 y 5, exposición de Motivos del Código Civil.
50 riPert (1971) p. 183.
primer párrafo, estamos frente a un caso particular de transmisión
de bienes, en que la posibilidad de elegir entre un contrato de
permuta o de compraventa dependerá en primera instancia de la
manifiesta intención de las partes, al margen de la denominación
que le hayan dado al negocio; es decir, la configuración del contrato
debe ser de tal manera que no exista duda acerca del tipo
contractual que ellas han elegido pues, de lo contrario, la calificación
que ellas le otorguen no tendrá mayor significado ni trascendencia
jurídica que la de un simple título.
58 Así, por ejemplo, si una persona nos pregunta cuánto cuesta ir al cine, no podríamos
darle una respuesta completa, pues en primer lugar, el coste no es tanto la x cantidad
de dinero que tenemos que pagar por la entrada al cine, sino las otras cosas que
podríamos comprar con dicha cantidad. por otra parte nuestro tiempo es un recurso
escaso que debe figurar
59 degni (1957) p. 150.
Igualmente, de ruggiero, pese a equiparar la permuta a la
compraventa señala que: “La inaplicabilidad de la rescisión por
lesión a este contrato resulta clara si se tiene en cuenta que en la
permuta no hay una cosa estimada en un cierto precio y sí dos
cosas que, aunque tengan económicamente un valor distinto son
consideradas subjetivamente por las partes como equivalentes”.60
CONCLUSIONES
m) tal vez ésta sea una de las razones del por qué el
sector jurídico mayoritario ha procedido a asimilar la permuta a
una doble venta con precios compensados y que, en el caso
del precio mixto, haya primado el criterio objetivo, es decir se
haya diferenciado a los contratos de compraventa y permuta
según el mayor valor del dinero o del bien, respectivamente, tal
como veremos más adelante. Ante tales contradicciones se
hace evidente el alejamiento de la doctrina jurídica de la
comprensión de la teoría del valor y las notorias confusiones
que han ocurrido en su aplicación a los contratos de
compraventa y permuta.