Libro - Cultura de Cumplimiento PDF
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Cumplimiento
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Cultura de compliance
Contenido
1.INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................................3
2.2. Francia................................................................................................................................................8
2.3. Alemania..........................................................................................................................................11
2.4. Australia...........................................................................................................................................12
2.5.Italia...................................................................................................................................................13
2.7. España..............................................................................................................................................16
2.8. Latinoamérica..................................................................................................................................17
2.8.1. Chile...........................................................................................................................................17
2.8.2. Brasil..........................................................................................................................................20
2.8.3. Perú...........................................................................................................................................23
2.8.4. Ecuador.....................................................................................................................................24
2.8.5. Colombia....................................................................................................................................25
2.8.7. Guatemala..................................................................................................................................29
2.8.8. Honduras...................................................................................................................................29
2.8.9. México.......................................................................................................................................29
Bibliografía....................................................................................................................................................32
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1. INTRODUCCIÓN
Concepto
El término compliance podría traducirse como cumplimiento de dife-
rentes bloques normativos como de aquellas normas voluntariamente
asumidas.
Las compañías, como principal agente económico de la sociedad, operan con un afán de expansión
y de crecimiento económico. Esto ha dado lugar a la creación del escenario ideal para la comisión de
delitos o “criminalidad empresarial”, y la consiguiente responsabilidad penal de la organización y sus
directivos. Debido a la imposibilidad de los Estado de regular esta situación, surge la obligación de las
empresas de autorregularse para frenar la criminalidad empresarial.
Figura 1: Ejemplo
En los últimos tiempos se observa una dualidad de sistemas, que no solo radica en si la responsabilidad
de las personas jurídicas será penal o administrativa, sino también en modelos antagónicos.
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Por un lado, existe una concepción que considera que las personas jurídicas van a ser penalmente
responsables por las personas físicas que actúan en su nombre y beneficio, que de alguna manera le
transfieren a la persona jurídica su propia responsabilidad penal. Este es el “Modelo Vicarial”. Por otro
lado, existe una segunda posibilidad, representada por el “Modelo de Autorresponsabilidad”, el cual se
centra en la propia responsabilidad penal de la persona jurídica, que se desprende de la existencia o
ausencia de instrumentos adecuados y eficaces para prevenir la comisión de conductas delictivas en
su seno.
Por este motivo, a continuación se tratarán los principales aspectos de la responsabilidad penal en
Estados Unidos, en algunos países europeos e iberoamericanos con el fin de comprender no solo el
tratamiento dado por estos países desde un punto de vista histórico, sino también saber la aplicación
de los distintos ordenamientos jurídicos en el caso de grupos de empresas que operan de manera
trasnacional, lo que obliga a conocer las conductas de riesgo en cada una de las jurisdicciones donde
las entidades operan.
La Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero –Foreign Corrupt Practices Act o FCPA- aprobada en
1977 castiga a las compañías y personas radicadas en EEUU –incluso a las empresas que cotizan en
la Bolsa de Estados Unidos- como también a las filiales asentadas en otros países, que sobornen a un
funcionario en el extranjero, aun en el caso de una filial.
Por ello, en materia de corrupción, tanto las organizaciones norteamericanas que operen en otros
países como aquellas que desembarquen en EEUU deben analizar en profundidad la legislación esta-
dounidense, que en los últimos años se ha convertido en el arma perfecta para sancionar escándalos
relacionados con sobornos, ya que cuenta con más de veinte años de plena ejecución.
Es más, la ley alcanza a las transacciones de compra-venta, ya que establece que el incumplimiento
que la empresa adquirida haya cometido y sus consecuencias pueden ser trasladadas a la empresa
adquirente, si no se realiza una revisión adecuada.
La FCPA surge como consecuencia del regeneracionismo de la vida política y económica de los Esta-
dos Unidos. En 1972 el escándalo Watergate termina con la presidencia de Nixon evidenciando una
serie de prácticas corruptas que involucraban a la clase política y empresarial, unas cuatrocientas orga-
nizaciones, que destinaron cientos de millones de dólares al pago de sobornos a oficiales extranjeros
para asegurarse negocios fuera de Estados Unidos. Unos años después, en febrero de 1976, Estados
Unidos conmovió a la opinión pública al revelar los primeros resultados de un Comité del Senado sobre
sobornos de más de veintidós millones de dólares en la venta de aviones, principalmente militares, de
la compañía Lockheed Corporation en diversos países, para obtener contratos de sus Administracio-
nes Públicas.
Todo ello sustanció la necesidad de contar con una ley federal que se ocupara de la persecución extra-
territorial de casos de corrupción cometidos por empresas o ciudadanos norteamericanos. La FCPA es
un cuerpo normativo de carácter federal que comprende dos secciones. Por un lado, una sección an-
tisoborno, prohibiendo la entrega de dinero, cosas de valor pecuniario o cualquier beneficio o ventaja,
tenga o no valor pecuniario, a funcionarios públicos extranjeros a fin de conseguir que ellos hagan o
dejen de hacer algo en el ejercicio de sus funciones, o bien influyan en otro funcionario. Por otro lado,
una sección de tipo contable que obliga solo a los emisores de valores en mercados estadounidenses a
llevar “en razonable detalle y con exactitud y equidad, las transacciones y disposiciones de los activos”,
lo cual incluye el establecimiento de un sistema de control contable interno. Requiere que los emisores
tengan libros, registros y cuentas (books and records) y desarrollen sistemas de controles de contabili-
dad suficientes (internal controls).
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El objetivo era fijar reglas para que los empresarios actúen de forma ética en la licitación de contratos
en el extranjero, asegurando la transparencia en los flujos monetarios, pero, paralelamente, exigiendo
un control exhaustivo de los libros contables de las compañías.
Sin embargo, esta medida perjudicó a las organizaciones norteamericanas que competían con des-
ventajas en comparación con empresas extranjeras que pagaban sobornos rutinariamente, ya que
su legislación interna no se lo prohibía. Debido a que el Gobierno de Estados Unidos no consiguió
obtener apoyos de textos de soft law en los organismos internacionales, en 1988, ante exigencias de
multinacionales, modificó la FCPA mediante la Onmibus Trade and Competitiveness Act restringiendo
el ámbito de aplicación al castigo sólo de conductas dolosas y ampliando los supuestos en los que la
entrega de un soborno está permitida.
Según Abraham Castro Moreno y Pilar Otero González (2016), hasta que en 1997, la OCDE marca
un antes y un después en su lucha contra la corrupción, aprobando la “Convención para combatir el
cohecho de servidores públicos extranjeros en transacciones comerciales internacionales”, que EEUU
ratificó en 1998, mediante la International Anti-Bribery and Fair Competition Act que amplió la defini-
ción de funcionario público dando lugar a funcionarios de organizaciones internacionales e incluyó el
pago de sobornos para obtener “ventajas indebidas”.
En 2001, Estados Unidos vuelve a crear un documento con marcado sello anticorrupción, aprobando
la Ley Sarbanes-Oxley –conocida como las abreviaturas en inglés SAROX- aprobada por el Senado. La
SAROX exige a las empresas que cotizan la Bolsa americana, entre otras medidas, la creación de una
Comisión encargada de supervisar las auditorías de estas compañías garantizando la veracidad de las
evaluaciones de sus controles internos en los informes financieros, los cuales deben estar certificados
por parte del comité ejecutivo y financiero de la organización.
Se exige que cuenten con un Comité de Auditoría, con consejeros completamente independientes,
que supervisen la relación entre la empresa y sus auditores externos, garantizando, así, la transparen-
cia de la información de acciones y opciones que puedan tener los directivos, ejecutivos y empleados
claves de la compañía y consorcios, en el caso de que posean más de un 10 % de acciones de la orga-
nización, además de prohibir préstamos personales a directores y ejecutivos.
En 2011 se aprueban las “Federal Sentencing Guidelines for Organizations” 1 en cuyo Capítulo 8 se regula
cómo deben actuar los jueces norteamericanos a la hora de dictar sentencia cuando el acusado es
una persona jurídica, especificando las características que debe tener un programa de cumplimiento
efectivo y enfocando el análisis de riesgos en operaciones vinculadas a negocios internacionales, con
especial incidencia en países con índices de corrupción elevados y la correlativa existencia de contro-
les, tales como políticas anticorrupción. Las Guidelines ofrecen incentivos a las personas jurídicas para
prevenir, detectar y castigar conductas delictivas mediante un Programa de Compliance efectivo.
Tanto el Departamento de Justicia como la Comisión de Bolsa y Valores -Securities Exchange Com-
mission o SEC por sus siglas en inglés- comparten la responsabilidad de investigar y sancionar las
violaciones.
A principios de 2017, la Sección de Fraudes del Departamento de Justicia de los Estados Unidos publi-
có un documento de orientación titulado: “Evaluación de los Programas de Cumplimiento Corporativo”,2
el cual contiene una lista de interrogantes para valorar la calidad de los programa de cumplimiento .
1
https://www.ussc.gov/
2
U.S. Department of Justice Criminal Division Fraud Section Evaluation of Corporate Compliance
Programs. 2017.
5
el cual contiene una lista de interrogantes para valorar la calidad de los programa de cumplimiento .
No son taxativas, y pueden tener mayor o menor impacto según qué caso, abarcando desde análisis
de riesgos anteriores al incumplimiento; conducta y compromiso de las personas que ocupan medios
o altos mandos; relevancia que la empresa dio al Programa de Compliance; diseño y disponibilidad de
las políticas y procedimientos; controles que fallaron; manejo de los riesgos relacionados con terce-
ros; entrenamientos; comunicación; mecanismos de denuncia e investigaciones internas, entre otros
aspectos.
En el tercer supuesto, los funcionarios o entidades extranjeras no emisoras o que no son consideradas
“Domestic Concerns” que directa o indirectamente, a través de un intermediario o agente, están involu-
cradas en cualquier tipo de pago corrupto o en la oferta, promesa o autorización para pagar mientras
actúen en el territorio de los EEUU y, finalmente, terceros intermediarios (distribuidores, contratistas,
subcontratistas, proveedores, consultoras, etc.) y agentes comerciales que actúen en representación
de cualquiera de las tres categorías anteriores tienen el mismo grado de responsabilidad que las en-
tidades a las cuales representan, independientemente de si las acciones se toman mientras están en
territorio de los EEUU, siempre que se realice el pago a sabiendas de que se dedicará, en todo o en
parte, a pagar sobornos a cualquiera de las personas anteriormente mencionadas.
En aras de aclarar conceptos, la FCPA define al funcionario extranjero como “cualquier funcionario o
empleado de un gobierno extranjero o de algún departamento, dependencia o instrumento del mis-
mo, o de una organización internacional pública, o de alguna persona que actúe a título oficial para
dicho gobierno, departamento, dependencia o instrumento, o en nombre del mismo o para dicha
organización pública o en nombre de la misma”3.
La aplicación de la FCPA tiene lugar ante la mera intención de pagar un soborno (puede consistir en
una cantidad dineraria o en cualquier otra cosa de valor) a funcionario público extranjero, con el propó-
sito de inducir a éste, a actuar en contra de su deber legal o inducirle a que utilice su influencia en una
decisión gubernamental, tenga o no éxito en su propósito. La oferta o promesa de un pago corrupto
ya constituye un delito. Pero, además, ese acto debe generar una ventaja comercial u otro beneficio,
que de otro modo no habría sido posible conseguir, tales como el inicio de relaciones comerciales, la
adjudicación de un contrato frente a los competidores pese a no ofrecer el mejor precio o calidad, elu-
dir normas de importación de productos, obtener información privilegiada no pública de una licitación
o exenciones a obligaciones o regulaciones, así como evitar la rescisión de un contrato o asegurar su
renovación.
Sin embargo, el gran debate se ha generado con la regulación de los gastos exceptuados, entre los que
cabe mencionar a los gastos de promoción que se paguen a un funcionario, por ejemplo, viajes para
conocer la planta de producción de la empresa y exhibir el producto, para acelerar o facilitar algún trá-
mite rutinario, tales como obtener permisos y licencias, tramitar documentos gubernamentales
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FCPA, Título 15, capítulo 2B, Sección 78dd-1, f), 1), A), o dependiendo del destinatario de la prohibición, Sección 78dd-2,
h), 2), A) y Sección 78dd-3, f), 2), A). Debido a que el contenido de tales definiciones es prácticamente el mismo en las tres
secciones, en adelante se optará por citar sólo una de éstas a modo de ejemplo.
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como visas u órdenes de trabajo, proporcionar protección policial, proporcionar servicios de teléfono,
energía y agua o acciones de índole similar, pero no cuando el trámite fuera decisivo para la obtención
del negocio tal como adjudicación o mantenimiento de negocios, supuesto en que constituirá delito.
Pero siempre y en todo que caso, que no sean excesivos.
Muchas han sido las exigencias de multinacionales demandando claridad en la definición de estos “ac-
tos gubernamentales de rutina”, a las que se han unido las críticas del Grupo de Trabajo sobre soborno
de la OCDE recomendando que la excepción se refiera a una cuantía. Aunque estos pagos están ex-
cluidos de la normativa, las empresas estadounidenses deben tener en cuenta que son considerados
delitos en muchos países, como ocurre en Reino Unido.
Las sanciones ascienden hasta los dos millones de dólares de multa para las personas jurídicas y hasta
cien mil dólares y prisión de hasta cinco años para las personas físicas. En el caso de que la compañía
se encuentre obligada a presentar declaraciones o documentos, y éstos sean falsos o engañosos, la
sanción máxima será de veinticinco millones de dólares en las personas jurídicas y de cinco millones de
dólares con penas de prisión de máximo veinte años, en caso de personas físicas.
Los criterios que habilitan la competencia extraterritorial de la FCPA son amplios, incluso una cone-
xión muy débil con Estados Unidos puede habilitar la jurisdicción del DOP o de la SEC para perseguir
a compañías e individuos. Por ejemplo, se entiende por “oficial extranjero” a oficiales nacionales o
extranjeros del gobierno y a representantes de organismos controlados por el Estado. También el solo
hecho de remitir dinero desde una cuenta bancaria en los Estados Unidos, celebrar reuniones, mandar
un mensaje de texto, hacer una llamada desde los Estados Unidos, o enviar un correo electrónico
desde un servidor ubicado en este país es punto de conexión suficiente para que intervenga la FCPA.
Para eximir de responsabilidad a la empresa no están siendo determinantes los Compliance Programs,
pese a que las Sentencing Guidelins les otorgan valor eximente, sino que, en la inmensa mayoría, está
atribuido a otra vía. Cuando se abre una investigación contra una persona jurídica, esta acaba llegando
a acuerdos con la fiscalía a través de los Deffered Prosecution Agreements, mediante los cuales la
organización abona una sanción pecuniaria, renuncia a la acción e prescripción, coopera activamente
con el gobierno admitiendo y aportando información, evitando así el coste de un proceso y una con-
dena penal.
Bajo estos acuerdos, si bien el DOJ mantiene el derecho de continuar la acción en contra de la compa-
ñía, se difiere la persecución de la acción a fin de permitirle a la misma que demuestre que tiene buena
conducta durante el tiempo que dure el acuerdo.
Ha sido muy criticada porque estos acuerdos impiden sancionar a las personas físicas que integran
la organización, lo que ha generado un replanteo sobre la conveniencia de focalizar la sanción en el
individuo, originado en la crítica constante del Departamento de Justicia quien defiende la sanción al
individuo como único sujeto sancionado. Esta fue la tesis adoptada en 2015 por la Circular del Depar-
tamento de Justicia remitida a los fiscales como a los cuerpos de policía.
Según Eulalia Puig Fusté y Beatriz Goena Vives (2017), en el país donde nace la responsabilidad pe-
nal de las personas jurídicas, la tendencia es antagónica al resto de ordenamientos, exigiendo mayor
esfuerzo para identificar a los responsables individuales de los delitos corporativos. Sin embargo, las
nuevas líneas de actuación de la fiscalía no están teniendo los resultados esperados, ya que la gran
mayoría de los procedimientos más graves seguidos en Estados Unidos contra empresas se han cerra-
do antes de juicio.
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2.2. Francia
El principio de responsabilidad penal de las personas jurídicas fue adoptado por el Código Penal fran-
cés que entró en vigor en 19944, en cuyo artículo 121-2 1º precisaba que: “Las personas jurídicas, a
excepción del Estado, serán penalmente responsables (…) de las infracciones cometidas, por su cuenta,
por sus órganos o representantes”, pero sólo se podía reconocer, en un primer tiempo, dentro de los
casos expresamente previstos por la ley o el reglamento.
Sin embargo, la jurisprudencia no fue unánime. Por un lado, había jueces que aplicaban de manera
estricta esta exigencia, mientras que otros adoptaban una interpretación extensiva para reconocer
esta misma responsabilidad. Hasta que la Cour de Cassation, Chambre Criminelle, el 18 de abril 2000
reconoce la responsabilidad penal de la SNCF, empresa estatal francesa que se encarga de la explota-
ción de los ferrocarriles, en base a los artículos 221-6 y 221-7 del Código penal, bajo la incriminación
de homicidio involuntario, delito excluido del numerus clausus de infracciones que atribuían respon-
sabilidad penal.
Para remediar esta situación de inseguridad jurídica, se aprobó la ley Nº 204-2004 de 9 de marzo de
2004, la cual establece la responsabilidad de las personas jurídicas por toda infracción, excepto cuando
la ley lo excluya expresamente.
La responsabilidad de la persona jurídica en Francia abarca a todas las personas de derecho privado
con personalidad jurídica, tengan como objetivo la búsqueda o no de lucro, sean sociedades civiles y
comerciales, hasta agrupamientos de interés económico, asociaciones, sindicatos, fundaciones y par-
tidos políticos, siempre que la infracción sea cometida por un órgano o representante de la persona
jurídica y por su cuenta.
En lo que respecta a las penas, los artículos 131-37 a 131-4º del Código Penal establecen un régimen
especial de penas criminales y correccionales, siendo la multa la pena principal pero no la única, ya que
también se contempla la disolución –no aplicable en las personas jurídicas de derecho público, par-
tidos políticos y sindicatos-, también cierre de uno o varios establecimientos, exclusión de mercados
públicos a título definitivo, prohibición a título definitivo o provisional de hacer captaciones públicas
de inversores, así como la confiscación de los instrumentos y efectos del delito, entre otras medidas.
La versión francesa de la FCPA norteamericana de 1977 o de la Ley de Soborno del Reino Unido de
2010, supone un texto amplio y cubre diversas materias concernientes a la lucha contra la corrupción.
Sanciona a las empresas por delitos tales como corrupción, tráfico de influencias, desvío de fondos
públicos, favoritismo, entre otros.
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Código Penal de Francia. Libro Primero, aprobado por Ley 92-683, de 22 de julio de 1992, titulado DISPOSICIONES GENE-
RALES.
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De esta manera, Francia vuelve a poner énfasis en la transparencia de sus compañías. Pero en esta
ocasión intenta ir más allá, estableciendo la obligatoriedad de un programa de Compliance contra la
corrupción, no sólo a las organizaciones radicadas en Francia, sino también a las filiales de grupos
empresariales situadas en el extranjero, por la repercusión que los delitos cometidos por estas tienen
para la matriz. Asimismo, comprende a los establecimientos públicos de carácter industrial o comercial
(conocidos como EPIC) que cumplan determinados parámetros. La lista de EPIC en Francia abarca
múltiples agencias y empresas estatales en ámbitos diversos como la gestión de los ferrocarriles, vías
navegables, energía, correos, meteorología, etc.
Recuerda
El incumplimiento de esta medida supone sanciones penales y econó-
micas de hasta un millón de euros, que podrán aplicarse a la compañía
o incluso a los miembros de los directorios, quienes, en caso de incum-
plimiento, serán personalmente responsables.
En lo que a Programas de Compliance se refiere, las empresas tienen la obligación de prevenir la corrup-
ción mediante un programa de Corporate Compliance, siempre que reúnan los siguientes requisitos:
b) un canal de denuncias o Whistleblower Channel y, por consiguiente, uno de los marcos de protec-
ción más fuertes. La ley expresamente exige que los denunciantes sean “personas desinteresadas
y de buena fe” y que tengan conocimiento de primera mano de los hechos. Se garantiza su anoni-
mato castigando con penas de multa y prisión a los divulgadores. La Ley Sapin II apoya financiera-
mente, pero sin incentivo, a los denunciantes en una cantidad determinada por la autoridad inde-
pendiente. Sin embargo, exige que el denunciante agote la vía interna, comunicando los hechos en
primer lugar a la empresa, permitiendo que esta reaccione rápidamente ante las acusaciones. Una
vez agotada esta instancia, tendrá abierta la posibilidad de comunicarlo a la Agencia.
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Recuerda
Casi dos mil compañías quedan afectadas por la Ley Sapin II, siempre
que reúnan los siguientes requisitos: tener más de 500 trabajadores o
formar parte de un grupo de empresas cuya matriz esté en Francia y
emplee al menos a 500 trabajadores, y un volumen de negocios bruto
superior a 100 millones de euros conforme los tres últimos ejercicios.
La ley obliga también a las personas físicas, es decir, directores y ejecu-
tivos, ya que, en caso de incumplimientos, serán responsables perso-
nalmente.
Si bien en Francia la regla es la territorialidad, las posibilidades de aplicación extraterritorial son muy
amplias, ya que la ley se aplica a los delitos cometidos fuera del territorio francés cuando la víctima
sea de nacionalidad francesa, cuando el autor del delito fuera de nacionalidad francesa, siempre que
el delito estuviera también previsto en la jurisdicción extranjera y, por último, cuando la acción haya
sido iniciada de oficio a instancia del Ministerio Público francés.
Sin embargo, con la Ley Sapin II, el principio de extraterritorialidad permite a los fiscales intervenir
en casos de corrupción de empresas francesas en el extranjero, pero también en casos de empresas
extranjeras en Francia. El requisito de la doble incriminación, esto es, que el delito lo sea en Francia
como en el país donde se ha llevado a cabo, ha desaparecido por completo.
También introduce la posibilidad de que sólo las personas jurídicas puedan llegar a acuerdos de en-
juiciamiento diferido (Convention Judiciare de Interêt Public o CJIP) o su homólogo norteamericano De-
ferred Prosecution Agreement, celebrados entre la empresa y el Ministerio Público, a instancia de este,
antes de iniciar la persecución por un delito. El acuerdo de los mismos está condicionado a que las
organizaciones implementen un adecuado programa de prevención de la corrupción monitoreado por
la Agencia Anticorrupción por un período máximo de tres años; el pago de una multa proporcional
a los beneficios obtenidos, abonada a la tesorería francesa pero limitada al treinta por ciento de la
facturación anual de la empresa teniendo en cuenta los tres últimos ejercicios y, en algunos casos, a la
compensación adicional a las víctimas.
El acuerdo debe ser validado por el Tribunal superior, luego de ser sometido a audiencia y debate. No
implica admisibilidad de culpa y no se inscribe en el registro de antecedentes penales, lo que permi-
te a las empresas no ser excluidas automáticamente de los procesos de contratación pública. Estos
acuerdos alinean aún más a Francia con los Estados Unidos y el Reino Unido al permitir dar una solu-
ción más rápida para las compañías sin recurrir a procedimientos penales de larga duración y excesiva
exposición.
Se encuentra presidida por un juez designado por decreto presidencial, aunque se pretendía estar bajo
la plena autoridad judicial, la Asamblea Nacional se resistió en todo momento. La Agencia tiene fun-
ciones de apoyo y difusión, así como recomendaciones a las empresas en lo que respecta a corrupción,
tráfico de influencias, extorsión, malversación y favoritismo. Además, supervisa los planes de preven-
ción y realiza inspecciones in situ. Para ello, cuenta con un Comité de Sanciones que impone sanciones
administrativas, aunque carece del poder sancionador en lo que respecta al programa de Compliance.
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Asimismo, prevé la creación de un directorio digital de representantes de grupos de interés. En 2013,
Francia obligó a los grupos de interés (lobbies) a inscribirse en un registro nacional para poder interve-
nir en la Asamblea Nacional y el Senado. También se exigía a los legisladores indicar en sus informes
los nombres de todos los grupos de interés a los que habían prestado audiencia. Sin embargo, con
la nueva ley esta obligación de inscripción ya no se restringirá al plano legislativo, y se ampliará a las
administraciones públicas, tanto central como local.
2.3. Alemania
Por su parte, Alemania ha implementado un modelo de responsabilidad de las personas jurídicas sujeta
a infracciones administrativas, y a considerables multas en relación a otros países. En efecto, la respon-
sabilidad de las sociedades responde a un sistema estructurado a modo de parte general en la Gesetz
Über Ordnungswidrigkeiten o Código Contravencional Federal -OWiG- de 1975.
Las sanciones administrativas consisten en la prohibición de ejercer una industria u oficio y la disolu-
ción forzada y la eliminación del Registro de Comercio de una sociedad. Pero, además, conforme al
§ 30 I OWiG se puede imponer una multa contravencional para determinadas asociaciones, cuando
ciertas personas han cometido un delito o una contravención, a través de los cuales se han infringido
deberes propios de la asociación o gracias a los cuales esta se ha enriquecido o ha debido enriquecerse.
Existen tres vías. Por regla general la autoridad administrativa impone simultáneamente, en un único
procedimiento, una multa contravencional tanto al autor del hecho de conexión como a la asociación.
Para ello, la autoridad dicta una única resolución de condena contra el autor del hecho de conexión
como responsable principal, en la cual se contiene además la imposición de la multa a la asociación
como copartícipe. Pero, en segundo lugar, si el hecho de conexión es un delito, la multa para la asocia-
ción es impuesta por el tribunal y no por la autoridad administrativa.
Según Beatriz Goena Vives (2017), a raíz del resonante caso de corrupción en que se vio involucrada la
empresa alemana Siemens, el papel de los programas de Compliance ha asumido un rol fundamental
en el ordenamiento alemán. Una de las aportaciones de la tradición germana que más ha enriquecido
la temática ha sido la concepción del “deber de vigilancia” recogido en el § 130 OWiG. Para la doctrina,
la infracción consiste en no impedir dolosa o imprudentemente que los empleados o subordinados
delinquen, mediante medidas de control, entre las que cabe mencionar a personas encargadas del
control, y sobre ella ejercer las medidas de selección y vigilancia necesarias.
Dr. Jürgen Louis y Dr. Martin Paul Wassmer. Revista Penal. Sistemas penales comparados.
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2.4. Australia
Australia sigue el sistema anglosajón. Su Código Penal de 1995, y sus varias reformas, prevén en su
Capítulo 2ª Parte 2ª División 12ª la responsabilidad penal de las personas jurídicas señalando: “que
se aplicará a las personas jurídicas de la misma manera como se aplica a los individuos. Se aplica así
con las modificaciones que se establecen en la presente parte, y con esas otras modificaciones que
resulten necesarias por el hecho de que la responsabilidad penal se impone a las personas jurídicas en
lugar de los individuos”.
Los elementos que se conocen como ´intención, conocimiento o negligencia´ “debe ser atribuido a una
persona jurídica que expresamente, tácitamente o implícitamente autorizó o permitió la comisión del
delito, y siempre y cuando se pueda demostrar que el Consejo Directivo de la entidad intencionalmen-
te, a sabiendas o imprudentemente, llevó a cabo el acto correspondiente expresamente, tácitamente o
implícitamente o autorizó o permitió la comisión del delito, demostrando que un alto gerente directivo
de la persona jurídica intencionalmente, a sabiendas o imprudentemente participó en la conducta
relevante, o expresamente, tácitamente o implícitamente autorizó o permitió la comisión del delito”.
El articulo siguiente indica que la persona jurídica será responsable del delito “probando que existía
una cultura corporativa dentro de la organización que dirige, fomenta, tolera o lleva al no cumplimien-
to de la disposición pertinente, o que demuestre que la persona jurídica no puede crear y mantener
una cultura corporativa que requería cumplimiento con la disposición pertinente”.
Australia cuenta con un importante estándar genérico de Compliance, que incorpora directrices y bue-
nas prácticas de utilidad para estructurar una función de Compliance transversal que coordine distin-
tos bloques de cumplimiento. Es más, el Australian Stándards, conocido como AS 3806-2006, fue el
punto de partida de la ISO 19600 sobre Compliance Management Systems (CMS).
Asimismo, el Instituto de Auditores Públicos alemán, el IDW, lo reconoció en 2011 como un marco de
referencia genérico en materia de CMS. Allens Arthur Robinson señalaba en 2008 al estándar austra-
liano como el modelo avanzado en responsabilidad organizativa.
Australian Standards AS 3806-2006 es una reputada organización independiente sin ánimo de lucro
reconocida por el Gobierno de Australia e integrante de ISO, que emite estándares locales. El Comité
QR-014 elaboró un estándar sobre programas de cumplimiento que fue aprobado por el Consejo de
la organización en enero de 2006, sustituyendo la antigua norma de 1998.
Recuerda
El objetivo es propiciar principios para desarrollar y mantener pro-
gramas de cumplimiento efectivo, tanto para organizaciones públicas
como privadas, ayudando a identificar y remediar deficiencias en los
ámbitos del cumplimiento de las leyes, regulaciones y códigos. Fija los
doce principios que soportan un programa de cumplimiento, que, a su
vez, se agrupan en cuatro categorías: compromiso, desarrollo, monito-
reo y mejora continua.
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2.5. Italia
La responsabilidad penal de las personas jurídicas autónoma e independiente del derecho francés, por
ejemplo, es contraria a la contemplada por Alemania (artículo 30 de la Gesetz Über Ordnungswidrigkei-
ten o Código Contravencional Federal -OWiG- de 1975) e Italia (Decreto Legislativo Nº 231 de junio
de 2001), para quienes la responsabilidad penal es personal y requiere en todo momento la interacción
de una persona física.
Italia adhiere a un modelo denominado híbrido, según el cual la persona jurídica imputada por un
delito participa en un proceso penal, pero le son aplicables sanciones administrativas, con la particu-
laridad de que estas son acordadas por el Juez Penal.
El Decreto Legislativo se aplica en el sector privado a las empresas, asociaciones y entidades con
personalidad jurídica, mientras que en el sector público solo a los entes públicos económicos (con la
exclusión explícita del Estado, entes públicos territoriales, entes públicos no económicos y entes que
cumplen funciones de relevancia constitucional).
Son dos los criterios de atribución. En primer lugar, se castiga a quien ostentando una posición jerár-
quica o no (por ejemplo, el subordinado al que no se ha vigilado) delinque en interés de la empresa. Por
otro lado, requiere que la compañía no haya implementado un programa de organización y gestión .
Se ha establecido un amplio abanico de delitos que generan responsabilidad, entre los que cabe men-
cionar delitos contra la Administración Pública; delitos contra la Fe Pública; delitos contra la industria y
el comercio; delitos empresariales; delitos en materia de terrorismo o subversión del orden democráti-
co; delitos sobre las prácticas de mutilación genital femenina; delitos contra la personalidad individual;
abusos de mercado; delitos de homicidio culposo y lesiones culposas graves o gravísimas; delitos de
receptación, blanqueo y empleo de dinero, bienes o ganancias de procedencia ilegal así como auto-
blanqueo; delitos en materia de violación del derecho de autor; delitos informáticos; delitos de crimen
organizado; delitos transaccionales; delito consistente en hacer declaraciones falsas a la autoridad
judicial; delitos medioambientales; delito de empleo de nacionales de terceros países con residencia
ilegal; delito de corrupción entre particulares.
Recuerda
El sistema italiano tiene tres elementos en torno a los cuales gira
el Compliance: la existencia de un programa de gestión, la desig-
nación de un Compliance Officer y un sistema disciplinario interno.
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2.6. Reino Unido
La UK Bribery Act o UKBA, como se la conoce, es una ley antisoborno dictada por el Parlamento del
Reino Unido en 2010, calificada como una de las normativas más duras a nivel mundial.
La normativa inglesa solo se aplica para casos de sobornos, excluyendo supuestos de fraude, robo,
piratería, lavado de activos y competencia. Es exclusivamente una normativa anticorrupción que se
aplica ante una situación de hecho sancionada por la UKBA, cometida por una organización comercial
o persona vinculada a ésta y relacionada de algún modo con el Reino Unido.
d) y, finalmente, la novedad de la ley, contempla que la empresa no cuente con procedimientos ade-
cuados (en sentido amplio abarca no tenerlos como tenerlos de manera defectuosa o inadecua-
da) para evitar la corrupción, siempre que una persona asociada a la misma actúe en su nombre
o en su provecho, cometiendo los actos ilícitos enumerados antes para conseguir o conservar un
negocio de las empresas.
En virtud de ello, se admite la posibilidad de que una empresa sea responsable por fallar en la preven-
ción de que un representante de dicha organización incurra en fraudes, sobornos
Este supuesto, contemplado en el artículo 7, supone un nuevo delito, que castiga no sólo la comisión
de un delito de soborno en el seno de la compañía, sino también no contar con un programa eficiente
para prevenir delitos.
La UKBA se aparta de la FCPA. Por un lado, considera que los pagos por hospitalidad constituyen
prácticas nobles o buenos gestos de cordialidad con personas vinculadas a la empresa, por ello, no los
prohíbe y, por tanto, considera lícita toda acción promocional y de buena fe en tal sentido, por ejemplo,
tickets para eventos deportivos y gastos en cenas o regalos que reflejen las buenas relaciones en los
negocios. El problema surge cuando un acto de hospitalidad es la “anteasala” del soborno, y pueden
disfrazarse como gastos de negocios legítimos. Por ello, los tribunales tienen facultades discrecionales,
en virtud de la ley, para determinar cuándo dichos pagos dejan de ser de buena fe.
En lo que respecta a los pagos de facilitación, es decir, los pagos que inducen a un funcionario público a
realizar funciones rutinarias que ellos están de igual modo obligados a ejecutar, son sancionados por la
UKBA, que castiga la intención de influir de algún modo al funcionario en el ejercicio de sus funciones.
Para establecer esa intención, tiene que haber una conexión suficiente entre el incentivo y la intención
de influenciar o asegurar un negocio o ventaja comercial.
14
En 2011, se publicó la “Guía sobre la prevención de sobornos por parte de las organizaciones comer-
ciales”, a la que hacía alusión la UKBA en el artículo 9. Su finalidad no es solo ayudar a interpretar la
ley, sino establecer líneas y principios de los procedimientos que se considerarían adecuados para su
prevención en el ámbito de las empresas. Entre los principios fundamentales, cabe mencionar:
1. Proporcionalidad a los riesgos a los que la compañía está expuesta. De esta manera, se parte de
la idea de que no hay una talla única que sirva para todo tipo de organizaciones, sino proporcio-
nal al riesgo: sector, tamaño de la empresa, número de socios, diferentes jurisdicciones. Deberán
tenerse en cuenta las relaciones de negocio, controles financieros desplegados, auditorías lleva-
das a cabo, etc.
2. Compromiso de la alta dirección en asegurar que sus organizaciones lleven a cabo su actividad
sin incurrir en corrupción manteniendo una “cultura corporativa”.
3. Evaluación del Riesgo (Risk Assessment) de corrupción a los que se puede enfrentar, debiendo
ser regularmente actualizado y mejorado. Hay que tomar en consideración factores como el
país en el que se opera, el sector (siendo de mayor riesgo la minería, petróleo, gas, infraestructu-
ra, telecomunicaciones, ferrocarriles), naturaleza de las transacciones (esto es si son caritativas,
políticas, concesión de licencias y permisos o contratación pública), oportunidad (si se trata de
transacciones puntuales, extraordinarias o intervienen multiplicidad de empresas o interme-
diarios), el importe y duración del proyecto específico y las personas o compañías que serán
necesarias para llevar a cabo la actividad. A la vez, hay que tener en cuenta los factores internos:
deficiencias en la formación, cultura de bonificaciones, falta de controles financieros, ausencia
de políticas contra el soborno, etc.
4. Diligencia debida (Due Diligence) o procedimientos para saber con quién se hacen negocios, de-
biendo operar únicamente con personas que merecen su plena confianza. Podrían considerarse
tanto una forma de evaluación como de reducción de riesgos de soborno.
Recientemente, el 30 de setiembre de 2017, entró en vigor en Reino Unido la Criminal Finances Act
2017 que introduce un nuevo tipo penal consistente en la falta de prevención por parte de la persona
jurídica de que uno de sus miembros favorezca la evasión fiscal de un tercero, tanto a nivel nacional
como extranjero.
La Hacienda Pública británica (HM Revenue & Costums) elaboró una Guía en la cual se contemplan
los principios fundamentales anteriormente expuestos como referencia al contenido que deben tener
los denominados “procedimientos razonables de prevención” para eximir de responsabilidad criminal.
En síntesis, la nueva normativa no modifica el contenido de la evasión fiscal en Reino Unido, sino que
incorpora un nuevo delito, que en lugar de castigar a la persona jurídica por los delitos de sujetos que
actúen en su nombre, castiga la conducta omisiva, es decir, la falta de prevención en el ámbito fiscal.
15
2.7. España
La Ley Orgánica 5/2010 de 22 de junio, de reforma del Código Penal, que entró en vigor el 23 de
diciembre de 2010, introdujo en la legislación penal española una de las modificaciones más importan-
tes desde la aprobación del Código Penal de 1995, al establecer que las personas jurídicas son sujetos
inmediatos del Derecho Penal susceptibles de cometer delitos, al margen de las concretas personas
físicas que las integren y, por ello, son susceptibles de ser sancionadas con auténticas penas.
Existió un vacío legal sobre cómo evitar esta responsabilidad penal durante casi cinco años hasta que
se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que
se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, introduciendo el artículo
31 bis del Código Penal.
No sólo introdujo los Programas de Compliance, sino también importantes reformas. Establece que
las personas jurídicas podrán ser penalmente responsables de los delitos cometidos en nombre o por
cuenta de las mismas, y en su beneficio directo o indirecto, en dos supuestos concretos: por un lado,
cuando fuere cometido por los representantes legales o por aquellos que, actuando individualmente
o como integrantes de un órgano de la persona jurídica, están autorizados para tomar decisiones en
nombre de la persona jurídica u ostentan facultades de organización y control dentro de la misma y,
por otro lado, cometidos por las personas físicas sometidas a las autoridades de los anteriores, que
incumplan gravemente los deberes de supervisión, vigilancia y control.
Al año siguiente, el Tribunal Supremo dicta la sentencia 154/2016 de fecha 29/02/2016 siendo el po-
nente el fallecido Sr. José Manuel Maza Martín Maza, luego Fiscal General del Estado y gran impulsor
de la temática en el mundo jurídico español. En dicha ocasión, el máximo Tribunal señaló: “El núcleo de
la responsabilidad de la persona jurídica, no es otro que la ausencia de las medidas de control adecua-
das para la evitación de la comisión de delitos(...)”.
Ese mismo año, la Fiscalía General del Estado emite la Circular 1/2016 destinada a dar instrucciones
claras a los fiscales en la cual establece, entre otras cosas: “El objeto de los modelos de organización y
gestión no es solo evitar la sanción penal de la empresa, sino promover una cultura ética corporativa,
de tal modo que su verdadera eficacia reside en la importancia que tales modelos tienen en la toma
de decisiones de los dirigentes y empleados y en qué medida constituyen una verdadera expresión de
su cultura de cumplimiento”.
En España, la responsabilidad abarca veintitrés grupos de delitos entre los que se contemplan: Tráfico
de Órganos; Trata de seres humanos; Prostitución, explotación sexual y corrupción de menores; De-
litos contra la intimidad y allanamiento informático; Estafas; Frustración de la ejecución; Insolvencias
punibles; Daños informáticos; Propiedad industrial e intelectual; Mercado de consumidores; Corrup-
ción en los negocios; Blanqueo de capital; Financiación ilegal de partidos políticos, contra la Hacienda
Pública y la Seguridad Social, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros; Edificación y urba-
nización ilegal, contra los recursos naturales y el medio ambiente; Radiaciones ionizantes; Riegos por
explosivos; Delitos contra la salud pública; Falsificación de moneda; Falsificación de tarjetas y cheques
de viaje; Cohecho y Tráfico de influencias; Incitación al odio y la violencia; Financiación del terrorismo
y, finalmente, Contrabando, contemplados todos en el Código Penal, con excepción de éste último,
incorporado en la Ley Orgánica 12/1995.
La regulación de las penas que se pueden imponer a una empresa, resulta del apartado 7 del artículo
33 del Código Penal, siendo la pena de multa la única que se expondrá en todos los casos, mientras
que el resto de penas son facultativas para el Juez, y que pueden consistir tanto en la suspensión de
las actividades, clausura de locales y establecimientos, prohibición de realizar en el futuro actividades
en cuyo ejercicio se haya cometido, favorecido o encubierto el delito, inhabilitación para obtener sub-
venciones y ayudas públicas y contratar con el sector público, intervención judicial para salvaguardar
los intereses de los empleados y de acreedores, así como la disolución de la persona jurídica prevista
para los casos más graves.
16
Conforme el artículo 31 quáter del Código Penal, sólo pueden apreciarse como circunstancias ate-
nuantes de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, las siguientes: a) Haber procedido, antes
de conocer que el procedimiento judicial se dirige contra ella, a confesar la infracción a las autoridades;
b) Haber colaborado en la investigación del hecho aportando pruebas, en cualquier momento del pro-
ceso, que fueran nuevas y decisivas para esclarecer las responsabilidades penales dimanantes de los
hechos; c) Haber procedido en cualquier momento del procedimiento y con anterioridad al juicio oral
a reparar o disminuir el daño causado por el delito y, finalmente, d) Haber establecido, antes del co-
mienzo del juicio oral, medidas eficaces para prevenir y descubrir los delitos que en el futuro pudieran
cometerse con los medios o bajo la cobertura de la persona jurídica.
Sin embargo, el elemento clarificador lo aporta el artículo 31 bis. 5 al establecer que los modelos de
organización y gestión deberán cumplir los siguientes requisitos: 1.º Identificar las actividades en cuyo
ámbito puedan ser cometidos los delitos que deben ser prevenidos; 2.º Establecer los protocolos o
procedimientos que concreten el proceso de formación de la voluntad de la persona jurídica, de adop-
ción de decisiones y de ejecución de las mismas con relación a aquellos; 3.º Disponer de modelos de
gestión de los recursos financieros adecuados para impedir la comisión de los delitos que deben ser
prevenidos; 4.º Imponer la obligación de informar sobre posibles riesgos e incumplimientos al organis-
mo encargado de vigilar el funcionamiento y observancia del modelo de prevención; 5.º Establecer un
sistema disciplinario que sancione adecuadamente el incumplimiento de las medidas que establezca el
modelo y, por último, 6.º Realizar una verificación periódica del modelo y de su eventual modificación
cuando se pongan de manifiesto infracciones relevantes de sus disposiciones o cuando se produzcan
cambios en la organización, en la estructura de control o en la actividad desarrollada que los hagan
necesarios.
2.8. Latinoamérica
2.8.1. Chile
17
Unidas contra la Corrupción, entre otras. Es miembro del Grupo de Acción Financiera de Sudamérica
(GAFISUD), hoy denominado Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT), adhiriendo a
las cuarenta recomendaciones GAFI por haber suscripto el Memorándum de Constitución.
En diciembre de 1997, Chile suscribió la “Convención para Combatir el Cohecho a los Funcionarios
Públicos Extranjeros en las Transacciones Internacionales” de la OCDE, aprobada por el Congreso
Nacional mediante decreto supremo Nº 496 de 2001 del Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero la
consecuencia más significativa en materia penal, que demuestra los esfuerzos de Chile por incorpo-
rarse a la OCDE, ha sido la introducción de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, a través
de la Ley Nº 20.393, de 2 de diciembre de 2009, abandonando de manera radical el dogma tradicional
“societas delinquere non potest”, siguiendo el modelo de regulación propuesto por el profesor Nieto
Martín, y la regulación italiana.
El ámbito de aplicación de la ley alcanza a todas las personas jurídicas de derecho privado y a las em-
presas del Estado (artículo 2 de la Ley Nº 20.393) sin distinción de tamaño siempre que se encuentren
constituidas legalmente bajo las normas del país7.
Se consagra un catálogo cerrado de tipos penales: Lavado de dinero (artículo 27 de la Ley Nº 19.913,
ley que crea la Unidad de Análisis Financiero); Financiamiento del terrorismo (artículo 8 de la Ley Nº
18.314, ley sobre conductas terroristas) y Cohecho activo tanto de empleados públicos nacionales
(artículo 250 del Código Penal) como de funcionario público extranjero (artículo 251 bis Código Penal).
La ley chilena ha optado precisamente por un modelo atenuado de responsabilidad derivada, que, ade-
más de la conexión entre persona física y persona jurídica requiere que esta haya contribuido al hecho,
favoreciendo o en todo caso no impidiendo la realización de ese tipo de hechos, esto es la llamada
responsabilidad por “defecto de organización”.
Conforme al artículo 3 de la ley, los requisitos de la responsabilidad penal por los delitos previstos en
el artículo 1 son los siguientes:
a) Que el delito haya sido cometido por personas pertenecientes a un determinado círculo que la
propia ley define, a saber, los dueños, controladores, responsables, ejecutivos principales, repre-
sentantes de la empresa o quienes realicen actividades de administración y supervisión en ella, o
bien por otras personas naturales que estén bajo la dirección o supervisión directa de alguno de
dichos sujetos.
b) Que los delitos se hayan cometido directa e inmediatamente en interés de la persona jurídica
o para su provecho, lo que viene reiterado luego cuando se señala que las entidades “no serán
responsables en los casos que las personas naturales indicadas en los incisos anteriores, hubieren
cometido el delito exclusivamente en ventaja propia o a favor de un tercero”.
c) Siempre que la comisión del delito sea consecuencia del incumplimiento, por parte de la entidad,
de sus deberes de dirección y supervisión, lo que requiere la previa adopción e implementación de
un modelo de organización, administración y supervisión para prevenir delito, esto es, más sintéti-
camente, de un modelo de prevención de delitos.
7
Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 57 y ss.
18
Las personas jurídicas podrán adoptar modelos de prevención de delitos que deberán contener, al
menos:
1. Un encargado de prevención, que deberá ser designado por la máxima autoridad administrativa
de la persona jurídica. Deberá durar en su cargo tres años, pudiendo ser prorrogado y contar con
autonomía respecto de la administración de la persona jurídica, de sus dueños, socios, accionistas
o controladores;
2. recursos y facultades para que el encargo de prevención cumpla sus funciones, adecuados al ta-
maño y capacidad económica de la persona jurídica;
a. Protocolos, reglas y procedimientos específicos que permitan a las personas programar y ejecu-
tar sus funciones previniendo la comisión de ilícitos;
El encargado de cumplimiento deberá establecer métodos para la aplicación efectiva del modelo de
prevención de delitos y su supervisión destinadas a detectar y corregir fallas.
Las penas principales previstas en el artículo 8 van desde la disolución de la persona jurídica o can-
celación de la personalidad jurídica, la prohibición temporal o perpetua de celebrar actos y contratos
con los organismos del Estado, así como la pérdida parcial o total de beneficios fiscales o prohibición
absoluta de recepción de los mismos por un período determinado y la multa a beneficio fiscal. Sin
embargo, el artículo 13 prevé, también, como penas accesorias la publicación de un extracto de la
sentencia a costa de la persona jurídica condenada, el comiso del producto “y demás bienes, efectos,
objetos, documentos e instrumentos” del delito y, cuando el delito suponga la inversión de recursos de
la persona jurídica superiores a los que ella genera, el entero en arcas fiscales de una cantidad equiva-
lente a la inversión realizada.
El artículo 4 de la ley indica que el encargado de la prevención de delitos llevará a cabo tareas de
monitoreo y supervisión para comprobar el adecuado funcionamiento de las actividades de control.
Como parte de la supervisión, el encargado de prevención podrá ordenar la realización de auditorías.
Las personas jurídicas podrán obtener la certificación de la adoptación e implementación de su mo-
delo de prevención de delitos. El certificado deberá indicar que dicho modelo contempla todos los
requisitos exigidos en relación al tamaño, giro, nivel de ingresos y complejidad de la persona jurídica,
haciendo fundamental hincapié en la proporcionalidad de la compañía.
La certificación deberá ser llevada a cabo por una entidad registrada y autorizada por la Superinten-
dencia de Valores y Seguros de Chile para cumplir con esta labor. Dicho registro deberá dar cum-
plimiento a la norma de carácter general 302, la cual establece las normas que deberá acatar estas
entidades para cumplir con la tarea de certificación de los modelos.
La certificación no la exime de responsabilidad penal a la persona jurídica, que podrá ser imputada si se
demuestra la deficiencia del modelo o el incumplimiento de los requisitos mínimos indicados en la ley.
Conscientes de que la responsabilidad de la persona jurídica no es una circunstancia estática, en junio
de 2016, Chile amplía la responsabilidad penal de las personas jurídicas al publicar la Ley Nº 20.931
conocida como la ley de Agenda Corta Antidelincuencia. Entre las modificaciones, introduce en el
catálogo de delitos, el delito de receptación, que sanciona a quien conociendo su origen o no pudien-
do menos que conocerlo, tenga en su poder, transporte, compre, venda, transforme o comercialice
19
especies que provengan de hurto, robo, receptación, apropiación indebida y/o hurto de animales. Asi-
mismo, el delito de receptación sanciona las conductas negligentes de quienes adquieren o poseen
dichos bienes.
La reforma también introduce sanciones tales como la prohibición de celebrar actos y contratos con
organismos del Estado, pérdida de beneficios fiscales o prohibición absoluta de recepción de los mis-
mos de dos a tres años o multas de hasta 20.000 UTM hasta la disolución siempre y cuando esta haya
sido condenada, dentro de los cinco años anteriores, por el mismo delito.
En 2018, se aprueba la Ley 21.121 denominada “Ley Anticorrupción” que incorpora cuatro delitos,
entre los que cabe destacar:
- administración desleal,
- apropiación indebida,
- negociaciones incompatibles.
Al año siguiente, Chile vuelve a ampliar los delitos que generan responsabilidad penal en la persona
jurídica, aprobando la Ley 21.132 que introduce una nueva modificación a la Ley de Responsabilidad
Penal de las Personas Jurídicas, agregando 4 nuevos delitos:
- Contaminación de aguas,
2.8.2. Brasil
Actualmente Brasil es signatario de tres diferentes tratados internacionales, que tratan el tema de la
corrupción: Convención de Lucha contra la Corrupción de Agentes Públicos Extranjeros en las Tran-
sacciones Comerciales Internacionales; Convención Interamericana contra la Corrupción y Conven-
ción de las Naciones Unidas contra la Corrupción adoptada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 31 de octubre de 2003.
Antes de la entrada en vigor de dicha ley, no había una ley específica en Brasil, sino más bien varias
leyes que pretendían la probidad de la Administración Pública. Por ejemplo, el Código Penal considera
delito la solicitud de una ventaja indebida por parte de un funcionario público como el ofrecimiento
de un particular de una ventaja indebida al funcionario público a cambio de su ejecución, omisión o
retardo.
20
La Ley de Licitaciones Nº 8666/93, la Ley Suplementaria Nº 135/10 que establece casos de inha-
bilidad y la Ley Nº 8429/92 que prevé sanciones en caso de enriquecimiento ilícito aplicables a los
funcionarios públicos mientras estén directa o indirectamente en el ejercicio del cargo o mandato.
La normativa brasilera fue la primera ley en Sudamérica en prever la existencia de mecanismos y pro-
cedimientos internos de integridad, auditoría e incentivo para denunciar irregularidades. Además, fo-
mentó la aplicación efectiva de los códigos de ética y de conducta dentro de la persona jurídica8.
Hasta ese momento, la responsabilidad por actos de corrupción activa involucraba exclusivamente a
personas físicas (Art. 333 del CP), pero el contexto político y social estaba revuelto. Tuvieron lugar una
serie de escándalos de corrupción en el que se vieron involucradas empresas nacionales y extranjeras,
así como la Administración Pública (tales como el caso Mensalao, Siemens, Alsto). Paralelamente a ello,
el Senado Federal votó a favor de calificar la corrupción como un crimen atroz, impidiendo que los
acusados queden liberados después del pago de fianzas y aumentando la pena mínima cuando exista
un desvío de recursos públicos.
Según Álvaro Alarcón Dávalos (2014), lo relevante es que esta normativa afecta a cualquier tipo de
sociedad, independientemente de la forma societaria que adopte y de los individuos involucrados.
Constituyen objeto de esta ley, además de las empresas, las fundaciones, asociaciones o compañías
extranjeras que tengan sede, sucursal o simplemente representación en Brasil a pesar de que única-
mente se encuentren en alguno de los siguientes supuestos: sea un departamento comercial en Brasil,
forme una tienda al por menor en el país, se trate de operaciones mediante representantes, constituir
inversiones en Brasil sin ser el principal accionista, e incluso cualquier operación temporal como la
Copa del Mundo o Juegos Olímpicos, por ejemplo.
En cuanto a los delitos por los cuales las personas jurídicas son responsables, no se limitó a tratar
únicamente la corrupción del funcionario extranjero, ya que atribuyó responsabilidad objetiva a las
personas jurídicas por practicar actos lesivos a la Administración Pública, sea nacional o extranjera.
Se trata de una normativa pura y exclusivamente anticorrupción, donde la conducta prohibida es pro-
meter, ofrecer o dar ventaja indebida a un agente público, así como financiar, costear o patrocinar la
práctica de actos ilícitos y utilizar persona interpuesta para ocultar o disimular actos ilícitos. También
se pena utilizar expedientes ilícitos ante la administración pública, de modo que frustre procesos de
licitación pública y compromisos contractuales, así como dificultar la actividad de investigación o fis-
calización por órganos o entidades públicas.
Por ende, las compañías extranjeras que contraten con el Estado brasileño tendrán en cuenta que no
sólo se condena el pago de sobornos a funcionarios locales como a extranjeros, sino también com-
portamientos ilícitos vinculados con la participación en licitaciones públicas o contrataciones con el
Estado.
Las multas, directamente relacionadas con los ingresos, oscilan entre el 0,1% y el 20% de la facturación
bruta de la empresa en el ejercicio anterior al de la instauración del proceso administrativo y, ante la
imposibilidad de aplicar este criterio, multas de 6.000 a 60 millones de reales. La multa nunca debe ser
inferior a la ventaja obtenida por la condenada y las consorciadas integrantes de un mismo contrato
administrativo. Otra sanción prevista es la publicación extraordinaria de la sentencia condenatoria en
un medio de comunicación de amplia difusión.
Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 39 y ss.
8
21
Llama la atención la valoración dada a las iniciativas adoptadas por las empresas para prevenir prácti-
cas de fraude y corrupción, en el sentido que, controles internos, canales de denuncia y la aplicación
efectiva de Códigos de Conducta debe ser tenida en cuenta en la aplicación de las sanciones allí pre-
vistas. La nueva ley anticorrupción incentiva la aplicación efectiva de códigos de ética e incentiva
denunciar irregularidades. Asimismo, fomenta la adopción de Programas de Compliance con el fin de
que las organizaciones reduzcan la pena ante la comisión de un ilícito.
Los programas de compliance serán evaluados, en cuanto a su existencia y aplicación, según los si-
guientes parámetros:
− entrenamientos periódicos;
La Controlaría General de la Unión (CGU) emitió dos ordenanzas y el Tribunal de Cuentas dos instruc-
ciones normativas, que vienen a completar el Decreto 8.420/2015. Por un lado, la Ordenanza Nº 910
fija los criterios para la celebración de los Acuerdos de Indulgencia y, por el otro, la Ordenanza Nº 909
establece pautas que permiten valorar los Programas de Integridad, rechazando los modelos formales
y absolutamente ineficaces.
En lo que respecta a las Instrucciones, la Instrucción Normativa 1/2015 define qué debe entenderse
por facturación bruta para el cálculo de la multa establecida por la normativa de fondo, teniendo en
cuenta el perfil tributario de la compañía, mientras que la Instrucción Normativa 2/2015 regula el
registro en el Catastro Nacional de Empresas Inidóneas y Suspensas, así como el Registro Nacional de
Empresas Sancionadas.
En el ámbito del Poder Ejecutivo, a nivel federal, existe el Controlar General de la Nación, que tiene
jurisdicción concurrente.
22
2.8.3. Perú
En abril de 2016, se aprueba la Ley N° 30.424 denominada “Ley que regula la responsabilidad adminis-
trativa de las personas jurídicas por el delito de cohecho activo transnacional”, lo que permitió a Perú
acceder a la condición de miembro de la OCDE. Si bien establece la “responsabilidad administrativa”,
esto ha sido calificado como un “fraude de etiqueta”, ya que la determinación de dicha responsabilidad
no se llevará a cabo en sede administrativa, sino en sede penal, por un juez penal, en el marco y con
las garantías de un proceso penal, aplicándose las disposiciones pertinentes del Código penal y del
Código procesal penal. Sin embargo, para eludir el tratamiento de la culpabilidad de la persona jurídica,
se ha optado por el régimen administrativo.
Tienen responsabilidad administrativa tanto las entidades de derecho privado como las asociaciones,
fundaciones y comités no inscritos, las sociedades irregulares, los entes que administran un patrimo-
nio autónomo y las empresas del Estado peruano o sociedades de economía mixta, pero únicamente
por un delito de cohecho activo trasnacional, es decir, soborno a un funcionario público de otro Estado
u organismo internacional.
Pero antes de que se produjera la entrada en vigor de la ley, esto es el 1 de julio de 2017, se publicó
en enero de 2017 el Decreto Legislativo N° 1352, que amplía la responsabilidad administrativa de las
personas jurídicas, y que entró en vigor un año después, esto es, en enero de 2018, por lo que solo será
aplicable para hechos que ocurran a partir de esa fecha, cuestión que no ha estado exenta de debate,
fundamentalmente porque la reforma se hace vía decreto legislativo y antes de que haya entrado en
vigor. Contempla que las personas jurídicas que tengan la calidad de matrices serán responsables y
sancionadas siempre que las personas naturales de sus filiales o subsidiarias, que incurran en cualquie-
ra de las conductas señaladas al final de este párrafo, hayan actuado bajo sus órdenes, autorización o
con su consentimiento. Y por otro, dentro del concepto de persona jurídica suma a las organizaciones
no gubernamentales y aumenta los delitos por los cuales las personas jurídicas responden incorporan-
do el delito de cohecho activo; financiamiento al terrorismo y lavado de activos.
En lo que respecta a las penas, el artículo 5 de la Ley Nº 30424, modificada por el Decreto Legislativo
n° 1352, puede aplicársele a la persona jurídica cualquiera de las siguientes medidas, entre las que
cabe mencionar: multa no menor al doble ni mayor al séxtuplo del beneficio obtenido o que se espera
obtener con la comisión del delito, salvo cuando no se pueda determinar el monto del beneficio obte-
nido o del que se espera obtener con la comisión del delito, donde se aplicará la multa de acuerdo al
ingreso anual de la persona jurídica; inhabilitación, en cualquiera de las siguientes modalidades ya sea
suspensión de sus actividades sociales por un plazo no menor de seis meses ni mayor de dos años o
prohibición de llevar a cabo en el futuro actividades de la misma clase o naturaleza de aquellas en cuya
realización se haya cometido, favorecido o encubierto el delito; cancelación de licencias, concesiones,
derechos y otras autorizaciones administrativas o municipales para contratar con el estado con carác-
ter definitivo; clausura de sus locales o establecimientos, con carácter temporal o definitivo.
En lo que respecta al Programa de Cumplimiento Normativo, el artículo 17° de la Ley establece que
los requisitos mínimos son los siguientes: 1) Un encargado de prevención (oficial de cumplimiento),
designado por el máximo órgano de administración de la persona jurídica y que ejerza sus funciones
con autonomía; 2) la identificación, evaluación y mitigación de riesgos para prevenir la comisión de
delitos a través de la persona jurídica; 3) implementación de procedimientos de denuncia; 4) difusión
y capacitación periódica del modelo de prevención y, finalmente, 5) evaluación y monitoreo continuo
del modelo de prevención. En el caso de que la persona jurídica no pueda acreditar el cumplimiento
de estos elementos mínimos, sino de modo parcial, la Ley prevé la posibilidad de atenuar la sanción.
23
El pasado mes de junio de 2018, la Comisión Permanente del Congreso peruano aprobó en segunda
votación el Proyecto de Ley 1102, que propone modificar la denominación y el artículo 1 de la Ley
30424. Incorpora la responsabilidad administrativa de las personas jurídicas por los delitos de colusión
(384°) y tráfico de influencias (400°) del Código Penal, en el Decreto Legislativo 1106 de lucha eficaz
contra el lavado de activos y otros delitos relativos a la minería ilegal y el crimen organizado.
La propuesta recibió la opinión favorable de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio de Justicia y De-
rechos Humanos y la Superintendencia de Banca y Seguros-SBS. Los parlamentarios se pronunciaron a
favor de esta iniciativa, que quedó expedita para ser enviada al Poder Ejecutivo para su promulgación.
El Gobierno aprobó el reglamento de la Ley 30424, con el fin de establecer los requisitos mínimos
de los modelos de compliance que las organizaciones pueden implementar para prevenir delitos de
soborno o de lavado de activos.
Esto es así, ya que, en enero de 2017, el gobierno publicó el Decreto Legislativo 1352, que amplió la
cobertura de la ley 30424 para sancionar ahora también por los delitos de “cohecho activo genérico,
cohecho activo específico, delitos de lavado de activos y otros delitos relacionados a la minería ilegal y
crimen organizado; así como delitos relacionados con el financiamiento del terrorismo”. Sin embargo,
dicho decreto eximía a las personas jurídicas que incorporaran voluntariamente un modelo de com-
pliance adecuado a sus necesidades, el mismo que ha sido reglamentado a comienzos de año.
Así, para efectos del modelo de prevención, el reglamento clasifica a las personas jurídicas según el
nivel de ventas anuales (Gran empresa: más de 23.000 UIT; mediana empresa: entre 1.700 UIT y 2.300
UIT; pequeña empresa: entre 150 UIT y 1.700 UIT; y micro empresa: menos de 150 UIT). En el caso
de los entes sin fines de lucro, se considerará el número de trabajadores (gran empresa: más de 250
trabajadores; mediana empresa: entre 51 y 250 trabajadores; pequeña empresa: entre 11 y 50 traba-
jadores; y micro empresa: máximo 10 trabajadores).
Cabe destacar que, en un plazo menor a 60 días, el Ministerio de la Producción deberá aprobar los
formatos de Modelo de Prevención que pueden ser aplicados por las micro, pequeña y mediana com-
pañía en el ámbito de aplicación del reglamento.
El reglamento establece los principios para el diseño e implementación del modelo de prevención, así
como las fases estratégicas para la gestión de riesgos, el modelo de prevención de riesgo, y la imple-
mentación del modelo de prevención específica en las micro, pequeñas y medianas organizaciones.
2.8.4. Ecuador
En Ecuador, las políticas de Compliance han tenido un importante crecimiento en los últimos diez
años. Se han promulgado leyes, reglamentos, resoluciones y suscrito convenios internacionales que
han tenido como principal objetivo prevenir, regular y sancionar temas de corrupción, soborno, lavado
de activos y financiación del terrorismo.
En 2009 se publicó la Ley Orgánica del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que regu-
la los principios, atribuciones y deberes de esta institución. En 2013, esta institución publicó la Resolu-
ción Nº 5 “Reglamento para Trámite de Denuncias y Pedidos del CPC”, el cual tiene por objeto regular
el procedimiento de atención de las denuncias y pedidos que presente la ciudadanía, organizaciones
sociales, comunidades, etc. Por otra parte, entró en vigor en 2004 la Ley Orgánica de Transparencia y
Acceso a la Información Pública que regula lo relacionado con la publicidad, transparencia y rendición
de cuentas a las que están sometidas las instituciones del Estado que conforman el sector público, así
como las personas jurídicas privadas que presten servicios públicos o sean financiadas con recursos
públicos.
24
Están fuertemente obligados al cumplimiento de la normativa, además de las instituciones estatales,
las personas jurídicas del sector privado que manejen fondos públicos o desarrollen actividades de
interés público. Pero se espera que la normativa alcance, además, a aquellas independientemente de
si la actividad ha sido parcialmente financiada con recursos públicos o prestan un servicio público9
2.8.5. Colombia
Existe un fuerte interés del gobierno de materializar una nueva cultura empresarial de prevención y
concientización sobre la importancia de erradicar y gestionar de manera efectiva la problemática de la
corrupción y el lavado de activos y financiación del terrorismo. Colombia ha ratificado la Convención
Interamericana en Contra de la Corrupción; Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción,
y la Convención de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Las principales normas son el Código Penal (Ley Número 599 de 2000) y el Código de Procedimiento
Penal (Ley Número 906 de 2004). Asimismo, mediante la Ley Número 1474 de 2011 se aprobó el
“Estatuto Anticorrupción”.
Las principales obligaciones derivadas de la legislación local, desde una perspectiva penal, consiste en
que los sujetos, tanto públicos como privados, se abstenga de incurrir en actos que pudiesen encua-
drar en un delito de cohecho.
Sin embargo, en lo que respecta a las personas jurídicas, como regla general, en el ordenamiento co-
lombiano solo las personas naturales pueden ser penalmente responsables. Pero el artículo 91 del
Código de Procedimiento Penal establece la posibilidad de que un juez de control de garantías ordene
la suspensión de la personería jurídica o el cierre temporal de los locales o establecimientos abiertos
al público, cuando existan motivos fundados que permitan inferir que se ha dedicado total o parcial-
mente al desarrollo de actividades delictivas, medidas que se podrán disponer con carácter definitivo
en la sentencia condenatoria.
El artículo 34 del Estatuto Anticorrupción, dispone que estas medidas se podrán imponer a la persona
jurídica que se haya beneficiado de la comisión del delito contra la Administración Pública, o de cual-
quier delito relacionado con el patrimonio público.
9
Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 137 y ss.
10 Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 91 y ss
25
El 2 de febrero de 2016 fue sancionada por el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, la Ley
1778, por la cual se dictan normas sobre la responsabilidad de las personas jurídicas por actos de co-
rrupción transnacional y se dictan otras disposiciones en materia de lucha contra la corrupción.
El artículo 2 de la Ley 1778 establece: “Responsabilidad administrativa de las personas jurídicas. Las
personas jurídicas que por medio de uno o varios: empleados, (ii) contratistas, (iii) administradores, o
(iv) asociados, propios o de cualquier persona jurídica subordinada: (i) den, (ii) ofrezcan, o (iii) prometan,
a un servidor público extranjero, directa o indirectamente: (i) sumas de dinero, (ii) cualquier objeto de
valor pecuniario u (iii) otro beneficio o utilidad, a cambio de que el servidor público extranjero; (i) rea-
lice, (ii) omita, (iii) o retarde, cualquier acto relacionado con el ejercicio de sus funciones y en relación
con un negocio o transacción internacional.
Dichas personas serán sancionadas administrativamente en los términos establecidos por esta ley.
Las entidades que tengan la calidad de matrices, conforme al régimen previsto en la Ley 222 de 1995
o la norma que la modifique o sustituya, serán responsables y serán sancionadas, en el evento de que
una de sus subordinadas incurra en alguna de las conductas enunciadas en el inciso primero de este
artículo, con el consentimiento o la tolerancia de la matriz.
Parágrafo 1. Para los efectos de lo dispuesto en el presente artículo, se considera servidor público
extranjero toda persona que tenga un cargo legislativo, administrativo o judicial en un Estado, sus
subdivisiones políticas o autoridades locales, o una jurisdicción extranjera, sin importar si el indivi-
duo hubiera sido nombrado o elegido. También se considera servidor público extranjero toda persona
que ejerza una función pública para un Estado, sus subdivisiones políticas o autoridades locales, o en
una jurisdicción extranjera, sea dentro de un organismo público, o de una empresa del Estado o una
entidad cuyo poder de decisión se encuentre sometido a la voluntad del Estado, sus subdivisiones
políticas o autoridades locales, o de una jurisdicción extranjera. También se entenderá que ostenta la
referida calidad cualquier funcionario o agente de una organización pública internacional.
Parágrafo 2. Lo previsto en esta ley para las personas jurídicas se extenderá a las sucursales de socie-
dades que operen en el exterior, así como a las empresas industriales y comerciales del Estado, socie-
dades en las que el Estado tenga participación y sociedades de economía mixta.”
- Multa de hasta doscientos mil (200.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes.
- Inhabilidad para contratar con el Estado colombiano por un término de hasta veinte (20) años. La
inhabilidad para contratar con el Estado iniciará a partir de la fecha en que la resolución sanciona-
toria se encuentre ejecutoriada. Esta inhabilidad será impuesta a las personas jurídicas, de acuerdo
con lo previsto en el artículo 8° de la Ley 80 de 1993.
26
- Publicación en medios de amplia circulación y en la página web de la persona jurídica sancionada
de un extracto de la decisión administrativa sancionatoria por un tiempo máximo de un (1) año. La
persona jurídica sancionada asumirá los costos de esa publicación.
- Prohibición de recibir cualquier tipo de incentivo o subsidios del Gobierno, en un plazo de 5 años.”
El valor de la máxima multa vigente para 2016 es de $137.891.000.000,00 (200.000 SMMLV por
$689.455,00 salario mínimo vigente para 2016), que la hace muy onerosa para cualquier compañía
que viole la ley, (aunque existe un criterio de graduación para las sanciones establecido en el artículo
7) y que de antemano sabe a qué se expone en caso de cometer un delito de soborno en Colombia.
La normativa hace expresa mención a los Programas de Compliance o Programas de ética empresarial.
Así el artículo 23 de la Ley 1778 establece: “La Superintendencia de Sociedades promoverá en las per-
sonas jurídicas sujetas a su vigilancia la adopción de programas de transparencia y ética empresarial,
de mecanismos internos anticorrupción, de mecanismos y normas internas de auditoría, promoción
de la transparencia y de mecanismos de prevención de las conductas señaladas en el artículo 2° de la
presente ley. La Superintendencia determinará las personas jurídicas sujetas a este régimen, teniendo
en cuenta criterios tales como el monto de sus activos, sus ingresos, el número de empleados y objeto
social.”.
Estos programas de ética empresarial deben abarcar verdaderas políticas verificables contra el fraude,
la corrupción y el soborno, con el fin de garantizar la transparencia en la forma de hacer negocios de las
compañías. Las organizaciones deberían establecer un enfoque basado en riesgo y aplicar las mejores
prácticas utilizadas a nivel internacional basadas en normas ISOS, y fundamentalmente en el estándar
ISO 31000 Gestión de Riesgo.
27
La expedición de esta ley supone un compromiso de todos los actores para generar transparencia en
los negocios. Las empresas al cumplir con esta normativa, no solo deben emitir políticas, programas,
manuales y procedimientos, sino comprometerse a cumplirla desde los altos cargos directivos hasta la
última incorporación, asimismo, comprometer a todos sus aliados estratégicos (clientes, proveedores,
accionistas, subcontratistas, terceros relacionados, etc.) a cumplir con los mismos estándares éticos
mediante un continuo monitoreo y seguimiento para prevenir esos delitos.
Las empresas deben crear un programa de cumplimiento eficaz, eficiente y transparente que garantice
la investigación, detección y prevención de estos delitos, y efectuar actividades de control, así como un
monitoreo y seguimiento a dicho sistema. Practicar activamente el tone from the top liderando y dando
el ejemplo a sus empleados y contrapartes en el cumplimiento de las políticas establecidas, capacitan-
do a todos sus empleados y terceros relacionados en la prevención del fraude, corrupción y soborno y
establecer líneas de denuncias eficientes que garanticen que no haya represalias contra aquellos que
denuncien alguna anomalía en el interior de la organización11.
Ante los elevados índices de corrupción en la región, surge la necesidad de promulgar normativas y
dotar de recursos a los órganos encargados de la persecución de los delitos relacionados con ésta
conducta. Más aún, cuando en el sector privado el conocimiento es escaso y exige una mayor concien-
tización, mediante la implementación de más y mejores prácticas dentro de las empresas.
Es esencial que se continúe con la implementación de nuevas leyes que lo faculten para cumplir con
los requisitos procedentes del Convenio de la OCDE sobre la Lucha contra la Corrupción.
En tal sentido, en el año 2004 fue promulgada la Ley contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito
en la Función Pública, introduciendo una serie de limitaciones, prohibiciones, sanciones y mecanismos
de control como respuesta a los convenios internacionales suscriptos por el país sobre la materia.
No existe obligación para los privados de tener programas de anticorrupción en ningún sector regula-
dor. Los agentes de cumplimiento en materia de anticorrupción tampoco son requeridos.
La normativa indicada está enfocada especialmente en los funcionarios públicos, no obstante, la legis-
lación penal también comprende tipos penales dirigidos a las personas jurídicas privada que ofrezcan
u otorguen dádivas u objetos de valor a un funcionario público.
Cabe destacar que, para que la conducta tenga relevancia penal, en los actos de corrupción deben
participar los funcionarios públicos, por lo que no son punibles los actos de corrupción en los que solo
participen sujetos privados.
En lo que respecta a las personas jurídicas, en Costa Rica no se pueden perseguir penalmente12.
11
René M Castro V. Escritor, conferencista y consultor internacional. Certificate on Corporate Compliance and Ethics, New York
University. Vice-Presidente & Socio RICS Management. Obtenido de: www.delitosfinancieros.org
12
Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 119 y ss.
28
2.8.7. Guatemala
En Guatemala existe una normativa dispersa que regula temas de anticorrupción, lavado de activos y
financiación del terrorismo, así como protección de la competencia, en su mayoría de carácter penal,
estableciendo penas de multa.
En materia de corrupción, no cuenta con una normativa autónoma que desarrolle los tipos penales
y procedimientos específicos de corrupción. A través de la Ley Contra la Corrupción se logró la apro-
bación de reformas importantes al Código Penal, Ley contra la Delincuencia Organizada y la Ley de
Extinción de Dominio. Cabe destacar que esta ley establece agravantes específicos, amplía la respon-
sabilidad penal de las personas jurídicas y realiza reformas a tipos penales ya existentes13
2.8.8. Honduras
La regulación específica sobre Compliance en Honduras actualmente está concentrada en los secto-
res financieros, bursátil y asegurador, además, el país cuenta con una normativa general de prácticas
anticorrupción, pero sin ser una normativa específica.
Comprende el Código Penal, el Código de Conducta Ética de los Servidores Públicos y la Ley de Trans-
parencia y Acceso a la Información Pública. Los principales sujetos obligados al cumplimiento de la
normativa son los funcionarios públicos, sin perjuicio de toda persona natural o física, sujeta a las
prohibiciones de la normativa anteriormente indicada14.
2.8.9. México
El país cuenta con un marco normativo aplicable a temas de Compliance, motivada fundamental-
mente por el carácter extra territorial de la legislación extranjera como la FCPA de los Estados Unidos
y la UKBA del Reino Unido, legislaciones que han replicado en la mayoría de los ordenamientos lati-
noamericanos y de los que México no ha sido la excepción. Por ello, las personas físicas y jurídicas en
México, nacionales y extranjeras, deben observar el marco regulatorio aplicable, a fin de cumplir con
las normas establecidas.
Por su parte, el país ha sancionado la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Ser-
vidores Públicos, la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la Ley Federal Anticorrupción en
Contrataciones Públicas y el Código Penal Federal, entre otros.
13
Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 173 y ss.
14
Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 191 y ss.
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La Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas es aplicable a personas físicas y jurídicas,
mexicanas o extranjeras, que participen en contrataciones públicas de carácter federal, como tam-
bién a invitados, proveedores, adjudicados, contratistas, permisionarios, concesionarios, entre otros.
También aplica a personas físicas o jurídicas que participen, directa o indirectamente, en transacciones
comerciales internacionales en los términos de la ley15.
Después de más de dos años de haber sido creado, el pasado 19 de julio –con algunas asignaturas
pendientes por resolver- entró en operaciones el Sistema Nacional Anticorrupción en México, como
un mecanismo de coordinación interinstitucional con amplia participación ciudadana para enfrentar
de manera conjunta el problema de la corrupción que aqueja al país.
El Sistema fue creado a partir de la reforma constitucional del 27 de mayo de 2015 que facultó al Con-
greso Federal a emitir, reformar y abrogar diversos ordenamientos jurídicos para darle vida al mismo
Sistema. El primero de esos ordenamientos, todos publicados el 18 de julio de 2016, es la Ley General
del Sistema Nacional Anticorrupción. Esta Ley establece los principios y bases generales del Sistema,
así como las políticas públicas y procedimientos para la coordinación entre las autoridades de todos
los órdenes de gobierno para la prevención, detección y sanción de los actos de corrupción, así como
para la fiscalización y control de los recursos públicos.
Para el funcionamiento del Sistema, la Ley establece un Comité Coordinador como responsable de vin-
cular las acciones de las seis instituciones públicas que integran al Sistema. Se trata de la Secretaría de
la Función Pública con facultades de investigación de presuntos actos de corrupción y responsable del
control interno de la administración pública y la legalidad del servicio público, la Auditoría Superior de
la Federación responsable de la fiscalización de los recursos públicos federales, la Fiscalía Especializada
Anticorrupción, el Consejo de la Judicatura Federal, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a
la Información Pública y Protección de Datos Personales y el nuevo Tribunal de Justicia Administrativa
con su sala especializada en actos de corrupción.
A estas seis instituciones se suma la figura del Comité de Participación Ciudadana, un cuerpo colegia-
do, integrado por cinco ciudadanos de probidad y prestigio, destacados por su contribución a la trans-
parencia, a la rendición de cuentas y el combate a la corrupción. El Comité Coordinador del Sistema
Nacional es entonces la instancia responsable de establecer los mecanismos de coordinación entre los
integrantes del Sistema16.
La responsabilidad penal de las personas jurídicas en México (o “personas morales”) está regulada por
diferentes fuentes normativas: el Código Nacional de Procedimiento Penal (en adelante CNPP), el
Código Penal Federal y dos códigos locales: el Código Penal del Distrito Federal y el Código Penal del
Estado del Yucatán. Durante los meses de junio y julio de 2016, el ordenamiento jurídico mexicano ha
sido objeto de importantes reformas en relación con la responsabilidad penal de las personas jurídicas
y la lucha contra la corrupción.
Los principales temas que abarcan dichas reformas son los siguientes: El Código Nacional de Proce-
dimiento Penal. El CNPP, publicado el 05 de marzo de 2014 y en vigor desde el 17 de junio de 2016,
regula la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Esta norma se aplica de manera unitaria en
toda la República mexicana, a diferencia del Código Penal Federal que solo se aplica en todo el territo-
rio para determinadas materias.
15
Práctica de Compliance en Latinoamérica. Estado actual de la legislación anticorrupción y otras. Ed. 2015. Página 215 y ss.
16
Compliance review. (Recuperado el 8 de julio de 2018). Obtenido de: http://compliancereview.com.br
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Las personas jurídicas serán penalmente responsables por los delitos cometidos: En su nombre, por su
cuenta, en su beneficio o a través de los medios que ellas proporcionen. Cuando se haya determinado
que la comisión del delito ha sido facilitada por la inobservancia del debido control en su organización.
Además, esta responsabilidad penal será independiente de la responsabilidad penal de las personas
físicas y subsistirá sin perjuicio de los cambios relacionados con su estructura y funcionamiento (trans-
formación, fusión, disolución, etc.). Las cláusulas de exclusión o de extinción de la pena, que se pudie-
ran atribuir a las personas físicas que han cometido el delito, no serán aplicables a la persona jurídica.
Los delitos por los que la persona jurídica será penalmente responsable se establecerán en el Código
Penal Federal y en los códigos penales de cada uno de los Estados federales mexicanos.
Las sanciones establecidas en el CNPP, según el art. 422, son: sanción pecuniaria o multa, decomiso
de instrumentos, publicación de la sentencia y disolución.
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Bibliografía
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puede ser la implicación para empresas españolas? LegalToday.
Castro Moreno, A.; Otero González, P. (2016). Prevención y tratamiento punitivo de la corrupción en la con-
tratación pública y privada. Madrid: Editorial Dykinson. Pág.122.
Goena Vives, B. (2017). Responsabilidad penal y atenuantes en la persona jurídica. Marcial Pons. Pág. 336
a 337.
Puig Fusté, E.; Goena Vives, B. ¿Son eficaces los modelos de prevención de delitos? Perspectivas a partir de
la práctica española y comparada. Revista Aranzadi. Doctrinal núm. 1/2017.
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