Natanson M Introducción

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Natanson M.

(1962), “Introducción” a El problema de la realidad social


de A. Schütz Amorrortu editores, Buenos Aires
Introducción
Maurice Natanson

Según Bergson, un verdadero filósofo no dice sino una cosa durante


toda su vida, puesto que tiene un solo punto de contacto con la
realidad. En su significado exacto, esto implica que por grande que
sea la variación y riqueza de una mente filosófica, por amplios que
sean sus intereses e investigaciones, logra en definitiva una sola per-
cepción fundamental de la realidad, una sola iluminación decisiva
sobre la cual gira todo lo demás, y que es la parte de verdad que se
atribuye al filósofo. En este sentido, se podría decir que la filosofía
de Alfred Schutz articula una sola intuición: el descubrimiento, en
su cabal profundidad, de las presuposiciones, estructura y significación
del mundo del sentido común. Aunque poseía una erudición prodi-
giosa en filosofía, sociología y psicología social, y una honda apre-
ciación de estas disciplinas; aunque sus estudios y escritos abarcaron
una gama verdaderamente notable de problemas en todos estos do-
minios, y aunque había llegado a captar en forma muy profunda la
literatura y las artes (en especial la música), el til conducteur de
su vida intelectual fue su preocupación por la estructura provista de
sentido del mundo de la vida cotidiana, el mundo del ejecutar diario
en que nace cada uno de nosotros, dentro de cuyos límites se des-
envuelve nuestra existencia, y que solo trascendemos completamente
al morir. Ver este mundo en su enorme complejidad, delinear y ex-
plorar sus rasgos esenciales y rastrear sus múltiples relaciones fueron
los diversos aspectos de su tarea central: concretar una filosofía de la
realidad mundana o --dicho en lenguaje más formal- una fenome-
nología de laactitud natural. La comprensión de la realidad eminente
de la vida de sentido común es la clave que permite entender la
obra de AIfred Schutz.
Aunque un individuo responda a otras adhesiones, es, ante todo, un
ciudadano de la república de la vida cotidiana. Cada uno de nos-
otros integra un mundo en curso de asuntos coridianos cuyo ser
esencial se presupone en su mayor parte. Si bien en nuestros diversos
roles tenemos preocupaciones e intereses especiales, arraigamos de
modo permanente en una gama primordial de experiencia de la cual
surgen estas preocupaciones e intereses, ya la cual permanecen vincu-
lados. El mundo cotidiano del vivir y ejecutar es 111 presuposición
que nudea todos los demás estratos de la realidad humana, y fue
este ámbito de la realidad social el que Schutz tomó como punto de
partida para el análisis. La característica central y más sutil del mundo
presupuesto cotidiano es la de ser presupuesto. Como hombres de

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sentido común que vivimos en el mundo cotidiano, damos tácita- mundo social, existen los semejantes, podemos comunicarnos inteligi-
mente por sentado que, desde luego, existe este mundo que todos blernente con otros, hay principios muy vastos y generales que son
compartimos como el dominio público dentro del cual nos comuni- ~. valederos para la vida cotidiana; estos hechos primordiales se entre-
camos, trabajamos y vivimos nuestra vida. Además, presumimos na- tejen en la textura de la actitud natural, y su explicación depende de
turalmente que este mundo tiene una historia, un pasado; que tiene un examen detallado de las condiciones a priori de la posibilidad del
un futuro, y que el tosco presente en el cual nos encontramos nos es mundo del sentido común.
dado epistemológicamente a todos los hombres normales casi de
igual manera. Dicho en los términos más sencillos: todos nacemos
en el mismo mundo, crecemos orientados por nuestros padres y a. Situación biográfica
otros adultos, aprendemos un idioma, entramos en contacto con
otros, recibimos una educación, ingresamos en cierta etapa del oficio Aunque la realidad del sentido común conforma la matriz de toda
de vivir, y recorremos el catálogo infinitamente detallado.de.la acti- acción social, cada individuo se sitúa .en la vida de una manera
vidad humana: jugamos, amamos, creamos, sufrimos y morimos. Pero específica, a la luz de lo que Schutz denominó su «situación biográ-
a través de todos los elementos y formas rutinarios de la existencia, fica». Nacer en el mundo significa, ante todo, nacer de progenitores
nos limitamos a tomar como premisa, a presuponer, 41 dar por sen- que nos son exclusivos, ser criado 'Por adultos que constituyen los
tado, que el mundo cotidiano en el cual tienen lugar todas estas elementos conductores de nuestro fragmento de experiencia. Y como
actividades está allí; solamente en ocasiones especiales, quizá, se nos -en las palabras de Schutz-- los seres humanos son concebidos por
plantean serias dudas en cuanto a la veracidad o significación filosó- madres y no elaborados en retortas, el período formativo de cada
fica de nuestro mundo cotidiano. De tal modo, el fundamento esen- vida transcurre de una manera única. Cada persona, además, sigue
cial de la existencia mundana no es advertido por los hombres de durante toda su vida interpretando lo que encuentra en el mundo
sentido común, cuya vida, sin embargo, está estructurada por la según la perspectiva de sus particulares intereses, motivos, deseos,
matriz de la vida cotidiana y erigida sobre ella. Es privilegio del aspiraciones, compromisos religiosos e ideológicos. De tal modo, la
filósofo hacer de lo presupuesto el objeto de su inspección crítica; así, realidad del sentido común nos es dada en formas culturales e his-
en efecto, procedió Schutz, quien abordó el problema de obtener una tóricas de validez universal, pero el modo en que estas formas se
fundamentación racional de la vida cotidiana mediante un examen expresan en una vida individual depende de la totalidad de la ex-
de sus múltiples tipificaciones, Lo que sigue es un esbozo de los periencia que una persona construye en el curso de su existencia
resultados de su análisis. concreta. Entre las condiciones que, según compruebo, delimitan mi
vida, llego a identificar dos tipos de elementos: los que controlo
o puedo llegar a controlar, y los que están fuera o más allá de mi
11 posibilidad de control. Actuando en el mundo, procuro cambiado
y alterarlo, modificar el escenario de mis actividades. Mi situación
biográfica define mi modo de ubicar el escenario de la acción, inter-
1. El mundo del sentido común pretar sus posíbilidadesy enfrentar sus desafíos. Incluso en 141 de-
terminación de lo que el individuo puede o no modificar influye su
«Mundo del sentido común», «mundo de la vida diaria», «mundo 00- situación exclusiva. La experiencia fundamentada de una vida -10
tidiano», son diversas expresiones que indican el mundo intersubietiza que un fenomenólogo llamaría la estructura «sedimentada» de la
ezperimentado por el hombre dentro de lo que Husserl denomiAa ezperiencia del individuo- condiciona la subsiguiente interpretación
la «actitud natural». Creemos que este mundo existía ya antes de de todo nuevo suceso y actividad. «El» mundo es transpuesto a
nacer nosotros, que trene su historia y que nos es dado de manera «rrn» mundo, de acuerdo con los elementos· significativos de mi si-
organizada. Es primordialmente la escena de nuestras acciones y el tuación biográfica. El individuo, como actor en el mundo social,
locas de resistencia a la acción; no solo actuamos dentro del mundo, define, pues, la realidad que encuentra. Como dice Schutz: «La
sino sobre él. Y nuestro propósito inicial no es tanto interpretarlo .•o situación actual del actor tiene su historia; es la sedimentación de
comprenderlo sino efectuar cambios dentro de él; intentamos domi- todas sus experiencias subjetivas previas, que no son experimenta-
nar antes de procurar comprender. En consecuencia, el mundo del das por el actor como anónimas, sino como exclusiva y subjetivamente
sentido común es la escena de la acción social; en él los hombres dadas a él y solo a él».
entran en mutua relación y tratan de entenderse unos con otros, así
como consigo mismos. Sin embargo, lo típico es que todo esto se
presuponga, lo cual significa que estas estructuras de la vida coti- b. Acervo de conocimiento a mano
diana no son advertidas o evaluadas formalmente por el sentido
común. En lugar de ello, el sentido común ve el mundo, actúa en La situación biográfica se caracteriza fundamentalmente por el 'hedto
y lo interpreta por medio de estas tipificaciones implícitas. Hay un de que el individuo dispone, en cualquier momento de 6U vida, de

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lo que Schutz denomina un «acervo de conocimiento a mano» (stock que considero marginales lo son con respecto a lo que considero
01 lenotrlcdgc al band ); integrado por tipificaciones del mundo del central, y mi conocimiento del ambiente depende de mi »bicación
sentido común. Cada uno de nosotros acepta este mundo, no solo física en el mundo. Adelante y atrás, al lado, cerca y lejos, encima
como existente, sino como existente antes de nuestro nacimiento; y debajo, aquí y allá: todo esto se hace inteligible merced a mi ubica-
no solo como habitado por semejantes, sino como interpretado por ción en el mundo. Por otra parte, las perspectivas temporales de
ellos de maneras típicas; no solo como poseedor de un futuro, sino ahora y entonces, antes y después, pronto o no tan pronto, se articulan
como poseedor de un futuro que, en el mejor de los casos, solo está sobre mi ubicación temporal. Así, además de las coordenadas de la
parcialmente determinado. Sabemos, además, que nuestro mundo matemática y la ciencia natural, existen las coordenadas de la expe-
incluye tanto seres animados como objetos inertes, seres y objetos riencia personal inmediata, y estas coordenadas personales tienen im-
que desde un primer momento son percibidos típicamente y dentro portancia fundamental para la realidad del sentido común. Afirma
de un horizonte de familiaridad. Pero no hace falta que nadie nos Schutz que «el lugar que mi cuerpo ocupa dentro del mundo, mi Aquí
enseñe que lo común es común, que lo familiar es familiar; la textura actual, es el punto de partida desde el cual me oriento en el espacio.
misma de la vida del sentido común incluye estas tipificaciones, que ha- Es, por así decirlo, el origen de mi sistema de coordenadas ( ... ) y de
cen posible, en verdad, otras aseveraciones. Esta «acumulación» de tipi- modo similar, mi Ahora actual es el origen de todas las perspectivas
ficaciones es endémica en la vida del sentido común. Desde la infancia temporales según las cuales organizo los sucesos dentro del mundo ... ».
el individuo continúa amasando una gran cantidad de «recetas» que Decir, como lo hicimos, que en la experiencia de sentido común «el»
luego utiliza como técnicas para comprender, o al menos controlar, mundo se transpone en «mi» mundo significaría aquí que el espacio
aspectos de su experiencia. Los miles de situaciones problemáticas y tiempo uniformados de la ciencia natural no son la base de las
concretas que se plantean en el curso de los asuntos cotidianos, y tipificaciones de ubicación espacial y temporal u tilizadas por los hom-
que es necesario encarar de alguna manera, son percibidas, e incluso bres en la vida diaria. En verdad, sucede lo contrario: el basamento
inicialmente formuladas, en términos del acervo de conocimiento que primordial de nuestro ser en el mundo reside en el espacio y tiempo
el individuo tiene a mano. El caudal de su experiencia típicamente subjetivos. También en este caso, como en lo referente a la situación
aprehendida e interpretada sirve de base a su acción subsiguiente. biográfica y el acervo de conocimiento a mano, la definición del
Está claro que, para determinados problemas, el acervo de conoci- mundo del individuo surge de su subjetividad, sedimentada y estruc-
miento de una persona es más que suficiente, y que frente a otras rurada de manera exclusiva. Pero la cuestión no termina aquí, como
situaciones tiene que improvisar y extrapolar, pero aun la improvi- diría el doctor Schutz. Aunque el individuo define su mundo desde
sación tiene lugar según linearnienros típicamente posibles y está su propia perspectiva, es, no obstante, un ser social, enraizado en
limitada a las posibilidades imaginativas del sujeto. Estas posibili- una realidad intersubjetiva. «El mundo de la vida diaria en el cual
dades se basan, a su vez, en el acervo de conocimiento a mano. Por nacemos es, desde el primer momento, un mundo intersubjetivo». En
último. las tipificaciones que abarcan el acervo de conocimiento sur- el problema filosófico de la intersubjetividad se halla la clave de la
realidad social.
gen de una estructura social. Aquí, como en todas partes, el conoci-
miento tiene origen social, está socialmente distribuido e informado.
;'\fo obstante, su expresión individualizada depende de la situación
exclusiva que ocupa el individuo en el mundo social.
2. Intersubjetividad

c. Coordenadas de la matriz social La vida diaria se caracteriza por d hecho de que el interrogante filo-
sófico de cómo es posible conocer otras mentes nunca se plantee
La descripción de una zona geográfica hecha por un cartógrafo sería como problema formal para los hombres del sentido común. En cam-
muy distinta de mi conciencia o recuerdo personal de esa misma bio, se presupone la intersubjetividad como una cualidad obvia de
región. Las coordenadas que aquel debe utilizar para delinear el nuestro mundo: nuestro mundo es la tipificación subyacente del
terreno son objetivamente necesarias para su tarea profesional, pero, sen ti do común. Es inevitable, sin embargo, que una filosofía de lo
sin duda alguna, distan mucho de mis preocupaciones. En primer que presupone el sentido común plantee y aborde la cuestión de
lugar, el cartógrafo traza su mapa en términos de un sistema univer- ;<' ;'ltersunjetividad, para poder asimilar los rasgos formativos subya-
salmente reconocido de longitudes y latitudes; es preciso que su centes en la expcriencin humana. Aunque advertimos que un r,lsgo
posición geográfica en el momento de trazar el mapa carezca de impor- decisivo de la vida cotidiana es que el problema de la inrersubjerivids.l
tancia. De modo similar, la posición que ocupa el lector del mapa no se plantee como cuestión formal, podemos decir que la tarea de
carece de importancia para comprender lo que él incluye, aunque la filosofía consiste, en parte, en explicar esta situación y pasar a
pll'~da serio para otros fines. Pero cuando observo determinado pai- elaborar los principios metodológicos que cst.ín en 1,1 base de las
snje, el [actor primordial es precisamente mi posición espacial y relaciones entre las personas. La primer,l pregunta que surge aqui
temporal. L(l5 elementos de la escena se hallan ante mí, los aspectos es: ¿cr.Jmo es posihle conocer otros si-rnisrnos > Dejando de l.rclo las
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consideraciones de fenomenología trascendental que interesaban tan sea el pasado inmediato. Como observa Schutz, esto implica que «el
profundamente al doctor Schutz, su enfoque de la índole de la inter- presente en su totalidad ( ... ) así como el presente vívido de nuestro
subjetividad es algo así como un análisis descriptivo de las tipifica- sí-mismo, es inaccesible para la actitud reflexiva. Solamente podemos
cienes del mundo del sentido común. considerar el fluir de nuestro pensamiento como si hubiera cesado
con la última experiencia captada. En otras palabras, la autoconciencia
no puede ser captada sino modo praeterito , en tiempo pasado». En
a. El Aquí y Allí del ego cambio, nuestro conocimiento del otro es posible en un presente in-
mediato. «Captamos el pensamiento del otro en su presencia vívida
Tomando mi cuerpo como origen de las coordenadas que delimitan y no modo praeterito , o sea que lo captamos como un "Ahora" y no
mi mundo, puedo decir que la posición de mi cuerpo constituye mi como un "Recién". El hablar del otro y nuestro escuchar son experi-
Aquí, con relación al cual el cuerpo de un semejante se encuentra mentados como una simultaneidad vívida». Esta simultaneidad es la
Allí. Compruebo que es posible modificar mi situación y trasladarme esencia de la intersubjetividad, pues significa que capto la subjetividad
de Aquí hasta Allí. Habiéndome trasladado, el Allí se convierte en- del alterego al mismo tiempo que vivo en mi propio flujo de con-
tonces en un Aquí. Pero el cuerpo de mi semejante sigue estando ciencia. En estos términos, se puede definir al alterego como «el
para mí Allí, que para él sigue siendo un Aquí. Aunque, en realidad, flujo subjetivo de pensamiento que puede ser experimentado en su
no puedo situarrne directamente en la perspectiva del Aquí del otro, presente vívido». Y esta captación en simultaneidad del otro, así
puedo atribuirle hipotéticamente una reciprocidad de perspectivas. como su captación recíproca de mí, hacen posible nuestro ser conjunto
De tal modo, los objetos y sucesos del mundo son comunes a ambos, en el mundo.
porque desde Allí puedo percibir las mismas cosas que percibo desde
Aquí, a pesar del cambio de perspectiva. Dentro del mundo del
sentido común, se presupone simplemente que rige la reciprocidad c. Predecesores, contemporáneos, asociados y sucesores
de perspectivas, que los objetos y sucesos de la experiencia humana
están intersubjetivamente disponibles y son más o menos los mismos La designación «semejantes» abarca, en realidad, una amplia gama de
para todos los perceptores «normales», Se podría sugerir que el con- alteregos poseedores de estratos de diferentes características. Mi serne-
cepto mismo de «normalidad» deriva de las prernisas implícitas del jante puede ser un' predecesor -que vivió antes de mi época y a
sentido común respecto de la estructura de la percepción sensorial. La quien conozco solamente a través de los informes de otros-; un
ir.tercambiabilidad del Aquí y el Allí entre egos es la condición nece- contemporáneo --que vive ahora y con quien comparto una realidad
saria para una realidad compartida; pero el problema llega mucho temporal (ambos vivimos en la misma época )-; un asociado -un
más lejos, ya que, además de las coordenadas espaciales, existen las contemporáneo con quien comparto, además, una relación cara a cara
relaciones temporales basadas en el punto cero de mi Ahora. Una (vivimos en el mismo fragmento espacial del mundo )-, o un suce-
reciprocidad de perspectivas temporales constituye algo análogo a sor, que vivirá después de mi muerte y que durante mi vida sigue
la dialéctica del Aquí y Allí. siendo necesariamente anónimo. También difieren de modo radical
las estructuras sociales correspondientes a todos estos tipos. El cono-
cimiento que poseo de mis predecesores está siempre en tiempo
b. El «alterego» pasado; aunque su vida e ideas influyan en mis actos, quedan fuera
de los límites de mi influencia. Influyen, pero no pueden ser influidos.
Entre los elementos de mi experiencia del mundo exterior no solo Y, por supuesto, puedo no tener conocimiento de ellos sino solo
hay objetos físicos, sino semejantes, «alteregos». El encuentro con acerca de ellos, en diversos grados de claridad y detalle. Los suce-
el cuerpo de otro ser humano difiere cualitativamente de la expe- sores ocupan una perspectiva más fantasmal. Si bien puedo orientar
riencia de cuerpos inertes, cuerpos como cosas. El cuerpo de un hacia ellos mis acciones, son en principio inconocibles. La mayor parte
semejante es experimentado, ante todo, como parte de una unidad de mi intercambio social tiene lugar con contemporáneos y asociados,
psicoíísica; esto quiere decir que el reconocimiento del cuerpo es con- a quienes, también en este caso, conozco mediante las tipificaciones
temporáneo de la conciencia y apreciación del ego, que posee, además del mundo del sentido común. La relación «cara' a cara» es' funda-
de un cuerpo, un mundo de conciencia cognitiva y conativa que se mental para todas las demás estructuras de relacionabilidad social.
asemeja, en general, al mío. Este ego es, en verdad, un alterego, un Cuando me encuentro cara a cara con asociados, comparto una comu-
ser para quien hay un mundo. Aunque conozco infinitamente más nidad de espacio a nuestro alcance en la cual interpreto los actos
sobre mí mismo que sobre el otro, hay un aspecto decisivo en el del otro, pero también una comunidad temporal. Los asociados toman
cual el conocimiento que poseo acerca del otro trasciende el que parte en un fluir temporal continuo, demarcado por límites espaciales
tengo de mí. En la reflexión, solo puedo captarme en mis actos pa- comunes. De tal modo, según Schutz, «cada copartícipe toma parte
sados. El mismo acto de reflexionar es posible únicamente si el obje- en el proceso vital del otro, puede captar en un presente vívido los
to sobre el cual se reflexiona forma parte del pasado, aunque este pens.unienros del otro a medida que son construidos paso a paso.

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Puede ( ... ) compartir las anticipaciones del otro con respecto al interpretan, en la vida diaria, su propia conducta y la de los demás.
futuro, como planes, esperanzas o ansiedades. En suma, los asociados En términos más estrictos: la interpretación subjetiva del sentido,
envejecen juntos; viven en lo que podemos denominar una relación así como todo el problema de la comprensión interpretativa (V er-
Nosotros pura». La identidad individual, la singularidad de la perso- steben¡ entrana tres cuestiones conexas pero diferentes: «Versteben
na, solo puede ser captada en la vida de los asociados. Sin embargo, como 1) la forma experiencia! del conocimiento de sentido común de
también en este caso se trata de una mera faceta de la comprensión los asuntos humanos; 2) un problema episternológico, y 3) un método
de! otro. Como ocurre en todas las relaciones sociales, los predece- específico de las ciencias sociales». Como forma experiencial de! cono-
sores, contemporáneos, asociados y sucesores son situados e interpre- cimiento de sentido común, la Verstehen significa, simplemente, que
tados, de diversas maneras, por medio de las tipificaciones de la vida en la vida diaria los hombres interpretan su mundo, desde un primer
del sentido común. momento, como dotado de sentido. Además de comprender e! cuerpo
del otro como parte integral de una unidad psicofísica, sus actos son
tratados similarmente como el comportamiento de un ser dotado
de propósitos. Los motivos y objetivos forman parte de la conduc-
3. Accion ta del otro de modo tan ineluctable como de la nuestra. Cuando en-
cuentro a un hombre que actúa en el mundo social, sé que debo
El doctor Schutz define la «acción» como la conducta humana pro- comprenderlo como ser humano, lo cual significa que sus acciones
yectada por el actor de manera autoconsciente. Por otro lado, el tér- significan algo para él tan to como para mí; se relacionan con su
mino «acto» designa la acción ya realizada. La diferencia entre acción mundo tanto como con el mío, y en definitiva están arraigadas en el
y mero [antaseo reside en que la primera implica un fíat voluntario esquema interpretativo que ha creado para vivir su vida. Pero este
que establece la acción como dotada de propósito. La acción es mani- conocimiento, a su vez, es presupuesto por mí tanto como por él; en
fiesta o latente. Por definición, toda acción manifiesta es, al mismo el hecho de que sea presupuesto por nosotros reside, precisamente,
tiempo, proyectada y dotada de propósito. Un fantaseo dotado de la tipificación que hace posible la intersubjetividad. Sin embargo, el
propósito sería denominado, no acción, sino «efectuación» (perfor- problema filosófico que esto implica trasciende los alcances del mundo
mance). Pero la acción manifiesta no es más que una parte del com- del sentido común y consti tuyc el segundo significado de Verstehen,
plejo total de la acción. Abstenerse de actuar -lo que se podría como cuestión epistemológica. Schutz aduce aquí que la Verstehen se
llamar acción negativa-- es también un tipo de acción; un fenómeno, basa, en este sentido, en lo que Husserl denomina e! Lebensioelt, el
en verdad, de especia! interés e importancia. En consecuencia, el con- mundo de la vida, que abarca la rica totalidad de la experiencia de
cepto de acción «latente» abarca todas las formas de decisión negativa sentido común vivida por el individuo en su existencia concreta. Y
en las cuales e! actor decide, con un propósito determinado, abste- también el Lebeusioclt es la base para comprender e! significado de
nerse de llevar a cabo determinada conducta manifiesta. Ejemplos de la Verstehen en el tercer sentido, como método específico de las
acciones latentes son la decisión del cirujano de no operar, la decisión ciencias sociales. Los objetos investigados mediante los métodos de
del estadista de no transar, la decisión de! comerciante de no vender, las ciencias naturales son construcciones de primer grado; cualquiera
la decisión de! político de no presentar su candidatura. Pero esta que sea su complejidad, no son sino objetos dentro de! mundo del
lista podría ser ampliada radicalmente incluyendo la infinita gama de observador. El investigador social, en cambio, enfrenta una situación
situaciones que los hombres, en la vida diaria, encaran y definen a cualitativarnenre distinta. Sus objetos no solo son objetos para su
su modo, con frecuencia por medio de una acción negativa. En cada observación sino seres que tienen su propio mundo preinterpretado,
caso, el rasgo fundamental de la acción es el hecho de ser proyectado que llevan a cabo su propia observación; son semejantes insertos en
y estar dotado de propósito. La acción se origina en la conciencia del la realidad social. En consecuencia, estos «objetos» son construcciones
actor. de segundo grado, y en las ciencias sociales se emplea e! método de
la Verstehen para asimilar la plena realidad subjetiva de los seres
humanos que dichas construcciones procuran comprender.
a. Interpretación subjetiva del sentido

Tomando como punto de partida el postulado de Max Weber refe- b. Dcírnicián de la situación
rente a la interpretación subjetiva del sentido, el doctor Schutz se
interesa sobre todo por la comprensión de la acción social como el Si la preocupación primordial del investigador social debe ser el
sentido que e! actor asigna a su acción, es decir, el sentido que su sentido que el actor asigna a su propio acto, de esto se deduce que
acción tiene para él. En lugar de tratar el postulado weberiano como el actor es responsable de definir dicho sentido, así como la situación
un procedimiento metodológico formal, Schutz piensa en la interpre- de la cual este forma parte. La situación del actor es primordialmente
tación subjetiva del sentido, en primer lugar, como una tipificación problema suyo, no del observador científico. Además, In manera en
del mundo del sentido común, la manera concreta en que los hombres que el actor lIbica e inrcrpreru tina situación dada es función de su

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subjetividad y corresponde a elementos de su situación biográfica. El que lo hice antes para producir una situación típicamente similar».
mundo social está constituido por una multiplicidad de factores, cada La tipificación básica que esto entraña sustenta la estructura de mi
uno de los cuales define ese mundo de maneras conexas, aunque indi- situación biográfica y, al mismo tiempo, mi acervo de conocimiento
vidualizadas. Ya sea que el actor defina o no su situación de un modo a mano. Y como la acción presupone la situación del actor, la consti-
que corresponda en general a 10 que denominamos hechos «objeri- tución inicial de «mi» mundo se basa en la tipicidad con que puedo
vos», su acción tiene sentido y es muy significativa para el investigador manipular los datos de mi experiencia. Pero incluso la idealización
social. En cualquier forma que defina su situación un actor, su acción del «puedo volver a hacerla» tiene sus conexiones; es el correlato
es un dato para la indagación. El hecho de que haya no solo multipli- subjetivo de la idealización de 10 que Husserl denomina «y así suce-
cidad, sino relatividad en la definición que hacen de una situación sivamente», es decir, el horizonte abierto de determinabilidad que
diferentes actores, o incluso el mismo actor en distintos momentos, acompaña a toda predicación. Estas construcciones se reflejan, a su
forma parte de la estructura esencial de la vida diaria. Comprender vez, en la situación epistémica del actor. Las coordenadas de la matriz
el mundo social quiere decir comprender el modo en que los hombres social, el Aquí y Ahora del ego, 'implican la posibilidad de retomar o
definen su situación. Schutz recurre aquí a la sociología de W. 1. Tho- recobrar perspectivas que antes se poseían pero que fueron posterior-
mas, como complemento norteamericano y más reciente de la inter- mente abandonadas. La dialéctica del Aquí y Allí se hace posible por
pretación subjetiva del sentido por parte de Weber. Dice Thomas: las idealizaciones, únicas que permiten aplicada dentro del mundo
«Si los hombres definen las situaciones como reales, estas lo son en social. Las formas y modalidades de la acción presuponen estos hori-
sus consecuencias». Si defino una situación como agradable, peli- zontes esenciales.
grosa, aburrida, estimulante o fantástica, mi manera de definida esta-
blece la posición que ella ocupa dentro de mi mundo, al menos por
el momento. Sugiere Schutz que el investigador social, en lugar de
tratar esa definición como una «respuesta» o «reacción» ante ciertos 4. Proyectos y roles
estados de cosas objetivos, debe percatarse de que definir significa
actuar, y que interpretar el mundo es un modo primordial de actuar Dice el doctor Schutz: «Todo proyectar consiste en una anticipación
en él. El hecho de que yo pueda definir la «misma» situación de del comportamiento futuro por medio del fantaseo». Al fantasear,
manera radicalmente distinta que mi semejante conduce, desde el visualizo por anticipado el acto que estoy proyectando, como si ya
punto de vista filosófico, al problema de la realidad. No hay que hubiera sido efectuado, completado. Recordando la distinción entre
confundir la insistencia con que el sentido común, al ser cuestionado, «acción» y «acto», podemos decir que proyectar es fantasear actos.
afirma que hay una realidad objetiva que es la «misma» para todos Evidentemente, la estructura temporal del proyecto tiene capital im-
los observadores normales, con la demostración de que en efecto es portancia. Al proyectar, anticipo el acto como si ya hubiera sido cum-
aSÍ; tampoco hay que confundida con la comprensión de lo que tal plido; me sitúo imaginariamente en el tiempo futuro perfecto; pero
afirmación implica. Al vivir en la realidad eminente de la vida coti- la posibilidad de hacer esto se basa en ciertos elementos esenciales
diana, los hombres se ven incorporados a determinadas si tuaciones del presente. Mi situación biográfica y mi acervo de conocimiento a
tal como ellos las definen en el contexto de su vida. Es inútil que mano condicionan mi proyección al futuro «como-si». La anticipación
el observador neutral indique a los actores comprometidos la situación presente y el acto cumplido están separados por el «intermedio» tem-
«objetiva». Como lo expresó Sartre: para los romanos, Cartago fue poral que debo transponer a fin de llevar a cabo mi proyecto. La
conquistada; para los cartagineses, en cambio, Cartago fue esclavizada. concreción de mis planes presupone mi envejecer en un mundo de
«intermedios» necesarios. Claro está que no todos los proyectos se
cumplen, e incluso los que se concretan no suelen ser llevados a cabo
c. Horizontes de acción en la forma pura en que se los proyectó. La vida diaria se caracteriza
tanto por la desilusión como por el éxito; aunque sea de manera
La acción nunca está aislada, desvinculada de otra acción, divorciada intuitíva, sabemos que el «Yo» que fantasea no será idéntico al «Yo»
del mundo. Manifiesta o latente, toda acción tiene sus horizontes de que más tarde reflexiona sobre su acto cumplido. Y la misma noción
relacionalidad con la realidad social. Dice el doctor Schutz: «Ningún de un fantaseo «puro» es ambigua, pues el «Yo» que fantasea es, en
objeto es percibido como un objeto aislado, sino, desde un primer realidad, un ego complejo y cambiante, cuyo conocimiento del mundo
momento, como un "objeto dentro de su horizonte", un horizonte y de los demás es tan fragmentario como su conocimiento de sí
de típica familiaridad y trato directo previo». Lo mismo ocurre con mismo. Estas consideraciones resultan decisivas para cualquier teoría
toda acción. Efectuar o reefectuar la «misma» acción presupone una de los roles sociales.
tipificación profundamente arraig.idn en la vida del sentido común, lo
que IIusserl denomina b i.lcalizacrón del «puedo volver a hacerla», o
sea, como dice Schutz, «1.1 premisa según la cual puedo, en circuns-
tancias típicamente sirnilarcs. actuar del modo típicamente sirnilur en

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r a. Motivos «porque» y motivos «para» presente puede convertirse en el «mí» sobre el cual se reflexiona en
una fase posterior del comportamiento. Sin embargo, y aparte de la
La dificultad de definir la acción como «conducta motivada» reside teoría de la génesis social del sí-mismo elaborada por Mead, el pro-
en el equívoco implícito en el término «motivo». El doctor Sohutz blema de los aspectos «yo» y «mí» del sí-mismo conduce a una
prefiere distinguir dos tipos diferentes de conceptos, que con dema- concepción de la fragmentación del ego. Tal como lo explicó Simmel,
siada frecuencia son clasificados bajo un mismo rubro. Los motivos cada uno de nosotros es, no solo un fragmento de la colectividad
que implican fines a lograr, objetivos que se procura alcanzar, son social, sino apenas un fragmento de sus propias posibilidades. El
denominados motivos «para»; los motivos a los que se explica sobre individuo se presenta ante la sociedad, ante sus semejantes, con di-
la base de los antecedentes, ambiente o predisposición psíquica del versos lados o aspectos de su naturaleza, concretados en la forma de
actor son denominados motivos «porque». La estructura temporal roles sociales; pero también queda en relación problemática consigo
de ambos tipos difiere. Los motivos «para» están dominados por el mismo, ya que se ve de modo parcial y comprende únicamente una
tiempo futuro; los motivos «porque», por el pasado. Cuando ahora parte de su ser. Todos los proyectos y roles está impregnados por
proyecto mi acción,soy consciente de mis motivos «para»; en verdad, la imperfección básica del autoconocimiento y del conocimiento de
precisamente estos motivos instigan mi acción; pero los motivos otros sí-mismos. Cada uno de nosotros está destinado a desempeñar,
«porque» que podrían explicar ciertos aspectos de mi proyectar, sus en el mundo cotidiano, una multitud de roles; sin embargo, el sentido
condiciones causales, permanecen ocultos y marginales para mi con- pleno de estos roles queda latente en la experiencia. En la formulación
ciencia. Estas diferencias temporales conducen a una diferenciación de Simmel, tal como la reproduce Schutz, «el hombre ( ... ) ingresa
más amplia: los motivos «para» forman una categoría subjetiva; los en cualquier relación social apenas con una parte de su sí-mismo, y
motivos «porque», una categoría objetiva. El actor comprometido en siempre se halla, al mismo tiempo, dentro y fuera de tal relación».
su acción, comprendido como parte del proceso en CUl'SO del proyectar, La fragmentación del sí-mismo es una constante metafísica de la
define e interpreta el sentido de su acción en términos de motivos condición humana.
«para». Referirse a estos motivos como categoría subjetiva es com-
patible con el significado del postulado weberiano referente a la inter-
pretación subjetiva del sentido y con la teoría de Thomas sobre la c. Significatividad
definición de la situación. Aquí, «subjetiva» se refiere a la relación
que guarda la acción con la conciencia del actor, y nada tiene que ver Si el mundo del sentido común es, desde un primer momento, un
con las nociones de introspección, condiciones psicológicas o actitudes mundo preinterpretado; si todos los elementos de este mundo tienen
privadas. Al explorar la subjetividad del actor, en consecuencia, el sus horizontes de tipicidad, y si las nociones de la situación biográfi-
doctor Schutz se interesa por los aspectos de la conciencia que son camente determinada, el acervo de conocimiento a mano y la defini-
accesibles a la inspección y descripción fenomenológica. El análisis de ción de la situación son guías seguras para interpretar la realidad
las condiciones objetivas subyacentes en los motivos «porque» es una social, debe existir algún principio subyacente de selección que ex-
cuestión causal, abierta a los métodos de indagación de las ciencias plique las elecciones, actitudes, decisiones y adhesiones que el indi-
naturales. De la relación problemática entre los dos tipos de motivos viduo expresa y realiza. La «significatividad» (relevance) es el rubro
surge el problema metafísico del libre albedrío y el determinismo. bajo el cual Schutz incluye los tipos y formas de acción emprendida
por el individuo. Decido un curso de acción en un sentido y no en
otro, a la luz de 10 que considero significativo con respecto a mis más
b. Fragmentaci6n profundas convicciones e intereses. Aunque comparto con la mayoría
de mis semejantes determinados sistemas generales de significativi-
El ego no puede ser considerado como un simple «Yo». En primer dades, advierto que a menudo los comparto por razones algo dife-
lugar, todo acto de reflexión involucra una distancia entre el que refle- rentes, que solo pueden ser explicadas en términos de mi esquema
xiona y aquello sobre lo cual reflexiona, ya descripta con respecto al de preocupaciones fundamentales. De modo similar, sé que lo que me
problema del alterego. Cuando reflexiono sobre mí mismo, no puedo interesa puede aburrir a otro; que 10 que para mí es sagrado puede
captarme tal como soy en el ahora inmediato; sólo puedo ocuparme ser risible para él; que 10 que yo valoro puede dejado indiferente. En
de mí como objeto para la reflexión, lo cual significa que siempre todos estos desacuerdos subyace la diferencia primordial de sistemas
capto una fase anterior de mí. En este caso, como 10 hace notar de significatividades diversos e incluso contradictorios. Tal como las
Schutz, es muy pertinente la distinción establecida por Mead entre coordenadas de la matriz social determinan la manera en que se me
los aspectos «yo» y «mí» del sí-mismo. Para Mead, el «yo» es siempre presenta el mundo, así también hay una especie de AqUÍ y Ahora de
el sujeto de cualquier acción; el «mí», el objeto. La relación entre la estructura de significatividades de mi vida, un punto de origen
esos dos aspectos es sumamente dialéctica, ya que el sí-mismo toma ubicado en el centro mismo de mi existencia axiológica, según el
parte continuamente en una acción en la cual aparecen ambos. Esa cual adquiere significación y dirección toda predicación evaluativa.
dialéctica es también temporal; el «yo» como sujeto de una acción El basamento último del sistema de significatividades que guía la

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vida del individuo se halla en un tema existencial explorado por del ejecutar, el mundo de la vida diaria del adulto alerta. Insertarse
Schutz dentro del marco de su teoría de las realidades múltiples. en el mundo significa también comunicarse en él; y como comunica-
ción presupone intersubjetividad, y esta las tipificaciones que sus-
tentan toda relacionalidad social, el individuo nace en la realidad
eminente en la cual --como ha procurado demostrar Sohutz- se
5. Las realidades múltiples basan todas las tipificaciones. Esta realidad es la que el individuo
presupone, y en la cual vive crédula mente dentro de la actitud natu-
Siguiendo las huellas de William james, Schutz aborda el problema ral. Lo que Husserl denomina «tesis general de la actitud natural»
de la realidad en términos de los órdenes de realidad que J ames -la creencia dóxica en el ser mismo del mundo-- halla su expresión
denomina «subuniversos»: el mundo de las cosas físicas, de la ciencia, primaria en el mundo del sentido común. En consecuencia, debe
de la religión, e incluso de la «pura demencia y desvarío». Aunque tenerse en cuenta que toda modlficación de esta tesis enraiza en la
los hombres del sentido común tienden a concebir estos mundos de vida diaria, así como todo movimiento desde un ámbito finito de
modo más o menos inconexo, [ames sostiene que «cada mundo, sentido a otro presupone la s6lida base del sentido común. ¿Cómo
mientras se atiende a él, es real a su manera; al caducar la atención, puede, entonces, tener lugar esa circulación entre los diversos mun-
caduca la realidad». Ahora el problema es determinar la índole de las dos? O bien, apuntando desde otra perspectiva al mismo problema,
conexiones o puentes que vinculan entre sí estos mundos, y ver cómo ¿cómo se protege contra los invasores las fronteras de la realidad
puede el individuo habitar uno cualquiera o todos ellos durante su eminente? Estos interrogantes generan, en definitiva, el problema fe-
existencia. Schutz aborda esta cuestión dejando de lado los funda- nomenol6gico de cómo es posible una filosofía de la actitud natural.
mentos y orientación psicologistas de la teoría elaborada por James.
Se refiere, en consecuencia, no a «subuniversos», sino a «ámbitos fini-
tos de sentido». Dice Schutz: «Hablamos de ámbitos de sentido, y b. La «epojé» de la actitud natural
no de subuniversos, porque la realidad está constituida por el sentido
de nuestras experiencias y no por la estructura ontológica de los Una de las ideas más importantes que aporta Schutz en su teoría de
objetos». Son descriptos los rasgos esenciales de todos los ámbitos las realidades múltiples es su noción de la «epojé de la actitud natu-
finitos de sentido. Cada ámbito posee su propio estilo cognitívo, ral». Vale la pena transcribir una cita extensa al respecto: «La feno-
respecto del cual las experiencias dentro de cada mundo son compa- menología nos ha enseñado el concepto de la epoié fenomenológica,
tibles entre sí. Y cada ámbito finito de sentido puede recibir el «acen- la suspensión de nuestra creencia en la realidad del mundo como
to de realidad», puede ser atendido como real. Pero ninguna f6rmula mecanismo destinado a superar la actitud natural, radicalizando el
de transformación permite pasar sin dificultades de un ámbito a otro; método cartesiano de la duda filosófica. Se puede aventurar la suge-
ese tránsito sólo es posible mediante el «salto» kierkegaardiano. Por rencia de que el hombre, en la actitud natural, utiliza también una
último, es necesario condicionar estas consideraciones: aunque se epojé específica. que no es, por supuesto, la misma utilizada por el
extienden al mundo de la vida diaria, lo hacen con una diferencia, ya fenomenólogo. No suspende la creencia en el mundo exterior y sus
que, según el doctor Schutz, «el mundo del ejecutar cotidiano es el objetos, sino que, por el contrario, suspende la duda en su existencia.
arquetipo de nuestra experiencia de la realidad. Todos los demás Lo que pone entre paréntesis es la duda de que el mundo y sus obje-
ámbitos de sentido pueden considerarse como modificaciones suyas». tos puedan no ser como se le aparecen. Sugerimos llamar a esto la
"epojé" de la actitud natural». Nuestra creencia natural en el mun-
do, en su realidad, su estar allí, su tener un pasado y un probable
a. La realidad eminente futuro, y el sernos dado a todos de manera muy semejante, constituye
el cimiento filosófico del mundo del sentido común. La realidad emi-
Se toma como realidad eminente al mundo del ejecutar; o, dicho en nente se basa en la verdad aparente de la actitud natural. La idea del
otro lenguaje, al mundo del sentido común y de la vida diaria. Dentro doctor Schutz acerca de una epoié de la actitud natural tiene impor-
de él se sitúa el individuo como cuerpo, como algo que opera físi- tantes consecuencias. Sugiere, esencialmente, que la actitud natural es
camente en el mundo y encuentra resistencia tanto en sus semejantes en sí una adquisición basada en una suspensión previa de la duda. Es
como en las cosas. Según la terminología del doctor Schutz, ejecutar claro que este proceso no esautoconsciente, como tampoco se cons-
significa insertarse en el mundo exterior, lo cual significa, a su vez, truye de modo autoconsciente la propia actitud natural. La suspen-
que como actor en el mundo del sentido común sé que mi acción sión de la duda puede ser considerada ahora como una pista para
ocasionará cambios que influirán en otras situaciones y serán adver- el concepto mismo de tipificación, de las idealizaciones presupuestas
tidos por otros hombres. Al examinar mis actos, advierto tanto su que estructuran la vida diaria. Si una fundamentación racional implí-
carácter causal como su valor productivo. Al anticipar actos en la cita sustenta la epoié de la actitud natural y explica por qué se la
proyección propia del fantaseo, imagino sus consecuencias y efectos. practica, hay que buscar las razones subyacentes en los temas existen-
Finalmente, la comunicación tiene su locus primordial en el mundo ciales que constituyen la culminación filosófica de .111 formulación

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de Schutz sobre las realidades múltiples. Aquí hallaremos, además, de la obra que presentamos reside en la perspectiva metodológica en
las raíces constitutivas de su teoría de la significatividad. cuyos términos es abordado el tema central y se desarrolla el análisis.
Tenemos aquí una indagación fenomenológica de la índole de la rea-
lidad social, primera descripción plenamente concebida y sistemática-
c. La ansiedad fundamental mente efectuada de la estructura eidética del Lebenstoelt. Pero sería
tanto o más erróneo sostener que la obra de Schutz no es sino una
Afirma Schutz: «Todo el sistema de significatividades que nos gobier- extensión del pensamiento husserlíano, o una mera aplicación del
na en la actitud natural se basa en la experiencia básica de cada método fenomenológico a los problemas de las ciencias sociales. Aun-
uiio de nosotros: sé que moriré y temo morir. Sugerimos llamar a que hondamente inmerso en la fenomenología, Schutz fue también un
esta experiencia básica ansiedad fundamental. Es la anticipación pri- filósofo independiente, para quien la fenomenología fue una guía, no
mordial en la que se originan todas las demás. De la ansiedad funda- un amo. Poseyó el raro privilegio de poder captar de manera global
mental surgen los muchos sistemas interrelacionados de esperanzas y los problemas concretos de la sociología, la psicología social, la eco-
temores, de necesidades y satisfacciones, de oportunidades y riesgos nomía, la historia, la teoría política y la jurisprudencia, así como el
que incitan al hombre de la actitud natural a tratar de dominar el mecanismo filosófico capaz de manipularlos. La fenomenología le
mundo, superar obstáculos, esbozar proyectos y llevarlos a cabo». El sirvió como instrumento para ordenar estos problemas en una unidad
temor a la muerte es aquí el temor a mi muerte; y se podría sugerir coherente, y nunca como un molde metodológico al cual esas disci-
-aunque Schutz no desarrolle esta idea- que la epojé de la actitud plinas tuvieran que adaptarse a priori. Por consiguiente, su originali-
natural abarca en sus paréntesis la conciencia de que moriré. No dad se expresó en la unión de una filosofía fenomenológica con una
obstante, sería erróneo considerar la ansiedad fundamental como una ubicación singular del concepto mismo de realidad social. El resultado
versión de la concepción heideggeriana de la muerte, interpretación de ello implica un reexamen radical del punto de partida de la filo-
hacia la cual Schutz mostró mucha comprensión pero escasa simpa- sofía.
tía. Tampoco sería correcto ver en la ansiedad fundamental un tema Tradicionalmente,se ha considerado la percepción como la cuestión
existenciaI, en el sentido más limitado de un tópico elaborado en decisiva para la orientación y evaluación. filosóficas. Toda la gravita-
el complejo movimiento al cual se conoce simplemente como «exis- ción de la obra de Schutz conduce a negar la validez de este punto
tencialismo». También en este caso, Schutz captó en profundidad los de partida para cualquier filosofía referida a la realidad social. El tema
problemas de la filosofía existencial, pero guardó reservas igualmente predominante pasa a ser, en cambio, la acción. Esta transformación
profundas respecto de sus conclusiones. Consideremos en cambio la tiene vastas consecuencias para la epistemología, pero aquí nos intere-
ansiedad fundamental como un tema existencial explotado, no solo san de modo más inmediato sus efectos sobre la metodología de las
por los existencialistas, sino por cada mente metafísica en toda la ciencias sociales. La premisa fundamental de las filosofías positivistas y
gama de la filosofía. En estos términos, el temor a la muerte es un naturalistas de la ciencia ha sido que, como la percepción, o, en gene-
dato primordial de la existencia humana, tan ineludible en su rele- ral, la sensación, es el punto de partida paradigmático para una meto-
vancia filosófica como en sus implicaciones para cualquier teoría de dología de las ciencias naturales, debe ocupar necesariamente el
la realidad social. La realidad eminente de la vida diaria se basa mismo lugar en una metodología de las ciencias sociales. Según esta
en la secreta captación que tiene cada hombre de su propia morta- premisa, el ideal de las ciencias sociales sería una ciencia de la socie-
lidad. Cualquiera que sea su modo de definir su conciencia de la dad moldeada, por supuesto, de acuerdo con los eficacísimos modelos
muerte, no puede evitar su efecto conceptual y emotivo. La condición de la física y la matemática. En este contexto, cuestionar el lugar
soberana de la existencia humana es que la realidad eminente nos que ocupa la percepción equivale a cuestionar la premisa en que se
trasciende a todos. basa gran parte de la metodología contemporánea. El doctor Sohutz
llega al extremo de sugerir que «los procedimientos metodológicos
específicos elaborados por las ciencias sociales para captar la realidad
social son más adecuados que los de las ciencias naturales para con-
III ducir al descubrimiento de los principios generales que gobiernan
todo conocimiento humano». De este enfoque surge una concepción
Sería falaz sugerir que la originalidad del interés de Schutz por la particular de la metodología, pero también un modo de abordar la
estructura de la vida del sentido común y del estudio que llevó a teoría del hombre.
cabo sobre sus formas esenciales se debió a que otros filósofos igno- Subrayar la acción como punto de partida para una metodología de
raron, en cierto modo, este estrato de la experiencia. La existencia las ciencias sociales no equivale a reclamar un nuevo tipo de cono-
mundana ha sido un tema de antiguo y persistente tratamiento filo- cimiento, sino a insistir en la diferencia cualitativa entre los tipos
sófico, y Sohutz manifiesta su deuda histórica al estudiar con respeto de realidad investigados por los especialistas en ciencias naturales y
a pensadores tales como Leibniz, Bergson, Whitehead y, sobre todo, en ciencias sociales. Es un alegara para que se repare en que los
Husserl. Deberíamos decir, en cambio, que la notable originalidad hombres son, no solo elementos del campo de observación del hom-

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bre de ciencia, sino preintérpretes de su propio campo de acción; que Primera parte. Sobre la metodología
su comportamiento manifiesto no es sinoun fragmento de su con-
ducta total; que el primer desafío planteado a quienes procuran com-
de las ciencias sociales
prender la realidad social es asimilar la subjetividad del actor cap-
tando el sentido que un acto tiene para él, eje del mundo social. Por
último, al subrayar la acción, .Schutz nos conduce de nuevo a su idea
capital: su análisis de las tipificaciones del mundo del sentido común.
El investigador social tiene por tarea reconstruir el modo en que los
hombres interpretan, en la vida diaria, su propio mundo. Este es el
punto bergsoniano de contacto con lo real que adopta Schutz. Sin
embargo, admitió que una elaboración definitiva de su postura reque-
riría estructurar una antropología filosófica, una teoría del hombre.
En toda su obra se hallan alusiones a esa teoría, que ahora resultan
fragmentos primigenio s de una realización extraordinaria. Aunque
evaluar críticamente dicha realización excede de nuestros propósitos
actuales, permítasenos, como último privilegio, atestiguar su esplen-
dor. Aunque modesto en sus afirmaciones, Schutz confiaba plena-
mente en la validez de su empeño. Por eso dijo en una ocasión: «No
estoy tan seguro de mis resultados; tal vez otros logren más éxito
que yo. Pero de una cosa estoy profundamente convencido: aquí
residen los problemas de las ciencias sociales».

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