Colegio 24 Hs - Filosofia - Socrates PDF
Colegio 24 Hs - Filosofia - Socrates PDF
Colegio 24 Hs - Filosofia - Socrates PDF
Filosofía
Sócrates
3
ÍNDICE
4
SÓCRATES: SU MÉTODO Y SU
PENSAMIENTO
5
La aplicación del método se realiza también
en un contexto de exhortación. Sócrates toma la
máxima “Conócete a ti mismo”, pero ya no en el
sentido de la tradición griega, que era reconocerse
mortal y no pensar en cosas divinas. El sentido,
para Sócrates, es que el hombre debe saber que
tiene un alma y que su principal virtud es la sabi-
duría, que lleva al hombre a actuar correctamente.
Es célebre la frase socrática: “Una vida sin exa-
men no merece ser vivida”. Quiere decir con esto
que no es digno del hombre transcurrir su vida sin
examinarse a sí mismo, advirtiendo la propia ig-
norancia y buscando la verdad.
6
Este primer momento es purificador, porque,
al liberar de la ignorancia (y la mayor ignorancia es
creer saber lo que no se sabe o, también, no
haberse interrogado siquiera), prepara el terreno
para acceder al conocimiento. En esta labor, Só-
crates se compara a sí mismo con un tábano mo-
lesto, que perturba sin descanso a sus conciuda-
danos, a los que compara con un caballo grande y
noble, aunque perezoso (Apología 30e). En el diá-
logo Menón, de Platón, donde Sócrates aparece
7
como personaje, se lo compara también con un
pez torpedo, que produce un efecto paralizante en
aquellos que se le acercan. Así, dice el personaje
Menón:
8
En los diálogos platónicos donde se muestra a
Sócrates aplicando el método mayéutico, si bien
lo que se intenta es dar una definición (por ejem-
plo, de la valentía, de la virtud, de la amistad, de la
justicia), nunca se llega al establecimiento definiti-
vo de una acerca de ninguna cosa. Esta situación
da a entender que la búsqueda de la verdad es una
tarea que necesariamente debe quedar inacabada
para el hombre.
El mismo Sócrates compara su arte con el
de las parteras (aludiendo al oficio de su madre).
Así, leemos en el diálogo Teeteto de Platón:
9
causa: el dios me impone el deber de ayudar a parir a los
otros, pero a mí me lo impide. No soy sabio, pues, ni tengo
descubrimientos que mi alma haya dado a luz, sino que los
que están conmigo parecen ignorantes, pero después... hacen
un progreso admirable. Sin embargo, es claro que nada
aprendieron de mí, sino que son ellos quienes por sí mismos
hallaron muchas y bellas cosas que ya poseían.”
Platón, Teeteto, ,México, Editorial Porrúa, 1984,
10
“Sócrates discutía solamente acerca de las cosas morales
y no se interesaba en absoluto en la naturaleza; y en las cosas
morales buscaba lo universal, pues fue el primero que tomó
como objeto de su pensamiento las definiciones.”
Aristóteles, Metafísica, Buenos Aires, Editorial Su-
damericana, 1986, Libro I, 987a
11
Este filósofo ateniense
vive en el último tercio
del siglo V a.C., período
denominado Siglo de
Pericles.
La gran importancia que
para él tiene el diálogo, la
relación cara a cara con un interlocutor, se evi-
dencia en el hecho de que no puso su pensamien-
to por escrito.
Esta situación ha dado lugar a lo que se cono-
ce con el nombre de “cuestión socrática”, que
consiste en el problema de llegar a establecer con
la mayor precisión posible qué pensó, en efecto,
Sócrates.
12
La fuente más autorizada para rastrear lo que
pudo haber sido la filosofía de Sócrates es Platón,
dada la proximidad histórica entre ambos y el
talento filosófico del discípulo. Sin embargo, mu-
cho de lo que Platón, en sus diálogos, pone en
boca del personaje Sócrates no pertenece al Só-
crates histórico sino al propio Platón. La tarea es,
entonces, diferenciar, en la obra de Platón, lo que
pertenece a él mismo y lo que puede correspon-
der al Sócrates histórico. Al respecto, los estudio-
sos de la filosofía antigua sostienen opiniones
diversas.
13
nuevas; y también es culpable de corromper a los jóvenes.
Propuesta de pena: muerte.”
Mondolfo, R., Sócrates, Buenos Aires, Eudeba,
1988
14
escultor –Sócrates también lo fue durante un
tiempo-, y de Fenareta, una partera. Sócrates
compara el método que él aplica en la búsqueda
de la verdad con el arte que ejerce su madre. En
consecuencia, el método socrático se conoce con
el nombre de mayéutica (del griego maieutiké, que
significa, precisamente, arte de ayudar a dar a luz).
15
dan a comprender el papel que para él tiene el
conocimiento como fundamento del comporta-
miento ético del hombre. Otra afirmación que se
atribuye a Sócrates es: “Conócete a ti mismo”.
Esta máxima, si bien está en consonancia con su
pensamiento, en realidad, forma parte de la sabi-
duría tradicional griega, plasmada en una serie de
sentencias, y estaba escrita en un templo de Del-
fos ya algunos siglos antes de Sócrates.
16
vemos al texto de la acusación, vemos que los
cargos en su contra son: no creer en los dioses en
que la ciudad cree, introducir otras cosas demo-
níacas nuevas y corromper a los jóvenes (está
sugerido que esto último lo hace, precisamente, a
través de la prédica de falsos dioses).
17
estaba de acuerdo, por ejemplo, con el sorteo de
las magistraturas o con la atribución de facultades
políticas a todos los ciudadanos, pero su crítica no
apuntaba a destruir la democracia, sino a perfec-
cionarla. Sócrates pide a los políticos que sean tan
conocedores e idóneos como cualquier otro espe-
cialista (por ejemplo, un médico o un piloto) y
exhorta a todos sus conciudadanos a ocuparse, en
primer lugar, de sus almas y sólo entonces de los
asuntos de la ciudad♦
18
LOS SOFISTAS
19
también los filósofos jónicos) a las cuestiones
antropológicas. En efecto, los problemas que
abordaron Sócrates, los sofistas y también Platón
eran claramente de índole ética y política, para
decirlo ampliamente, humana.
20
palabra “sofista” comenzó a adquirir un tinte ne-
gativo.
21
posición nos va a permitir entender mejor las
diferencias entre los sofistas y Sócrates.
22
incorrecto de una acción) o bien puede entender-
se como referida al hombre genéricamente. De
todas maneras, lo que plantea es una nueva pers-
pectiva desde donde analizar las cuestiones
humanas: la del hombre mismo. Pero, si se acepta
que la realidad es como a cada cual le parece, no
es posible la objetividad. De ahí que la postura de
los sofistas pueda derivar en subjetivismo.
23
dría conocer. Si se pudiera conocer, no se podría
comunicar”. Platón, en sus obras República y Gor-
gias, pone como personajes a sofistas que procu-
ran defender este principio: “La Justicia es lo que
le conviene al más fuerte” ♦
24