Trabajoinfantil2011

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el trabajo

infantil en
Honduras
Diagnóstico situacional de algunas de las
peores formas de trabajo infantil en el país

Observatorio de los Derechos de los


niños, niñas y jóvenes en Honduras

Octubre de 2011
El Trabajo Infantil en Honduras
Diagnóstico situacional de algunas de las peores formas de
trabajo infantil en Honduras

Instituto Internacional
de Casa Alianza

Con el agradecimiento a:
ÍNDICE
Presentación del estudio 1

• Capítulo 1. El Trabajo infantil: Descripción de la realidad 2

1.1. El Trabajo Infantil: Definición del concepto 2

1.2. Consecuencias del Trabajo Infantil desde un enfoque de Derechos Humanos 4

1.3. Situación actual del Trabajo Infantil en Honduras 5

1.3.1. Datos estadísticos sobre la población infanto-juvenil del país 5

1.3.2. Causas del Trabajo Infantil en Honduras 5

1.3.3. Algunas de las peores formas de Trabajo Infantil en Honduras 6

• Capítulo 2. Marco jurídico-político en el que se sustentan las actuaciones ante esta problemática 8

2.1. Marco legal 8

2.1.1. Marco legal internacional 8

2.1.2. Marco legal nacional 8

2.2. Compromisos del Estado de Honduras con el Trabajo Infantil 9

• Capítulo 3. Diagnóstico situacional de algunas de las peores formas de trabajo infantil en Honduras 13

3.1. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en las explotaciones mineras en el Municipio de
El Corpus (Departamento de Choluteca) 13

3.2. Diagnóstico situacional del trabajo infantil doméstico en Honduras 16

3.3. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en la producción agroindustrial en la zona de sur
del país (Departamento de Choluteca) 19

3.4. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en las calles de Tegucigalpa (Departamento de
Francisco Morazán) 23

3.5. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en el crematorio municipal de Tegucigalpa


(Departamento de Francisco Morazán) 26

• Capítulo 4. Recomendaciones y propuestas 30

• Anexos 34
El Trabajo Infantil en Honduras •
Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

Presentación del estudio

Diversas investigaciones e informes realizados por organismos como la Organización


Internacional del Trabajo (OIT) o el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),
establecen que el trabajo infantil peligroso afecta a unos 115 millones de niños y niñas en todo
el mundo, identificándose esta realidad como una de las problemáticas más alarmantes en
materia de protección a la infancia a nivel mundial.

Cada minuto del día, en algún lugar del mundo, hay un niño/a trabajador/a
que sufre un accidente, enfermedad o trauma psicológico relacionado con
su trabajo y a pesar de los importantes logros obtenidos en la última
década, continúa siendo demasiado alto el número de niños y niñas que
trabajan y en especial el de aquellos que realizan trabajos peligrosos.
Juan Somavia (Director General de la OIT)

El Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras, en el marco de


la actividad de Casa Alianza Honduras, realiza una labor permanente de monitoreo, incidencia
en políticas públicas y elaboración de propuestas para mejorar las condiciones de respeto a los
derechos de la población infanto-juvenil en el país.

En base a la creciente preocupación por la realidad del trabajo infantil y a los compromisos
establecidos por el Estado de Honduras en la erradicación de esta problemática, Casa Alianza
consideró necesario investigar la situación de algunas de las peores formas de trabajo infantil
identificadas en este contexto.

El objetivo general del presente informe es contribuir a la erradicación del trabajo infantil en
Honduras a través del establecimiento de procesos de análisis y estudio, de denuncia social y de
proposición de buenas prácticas y políticas públicas ante esta realidad. Con este fin, en los
próximos capítulos se desarrollarán los siguientes objetivos específicos de trabajo:

OE1: Describir el concepto de trabajo infantil, sus consecuencias desde un enfoque de Derechos
Humanos y la realidad de esta problemática en Honduras a través las fuentes oficiales de
estadística. (Capítulo 1)

OE2: Analizar el marco jurídico y político sobre trabajo infantil en Honduras, incluyendo la
legislación a nivel nacional e internacional y los compromisos del Estado de Honduras sobre este
tema. (Capítulo 2)

OE3: Realizar un diagnóstico situacional de algunas de las formas de trabajo infantil


identificadas en Honduras, incluyendo la minería, el trabajo doméstico, la producción
agroindustrial, el trabajo desarrollado por niños, niñas y jóvenes sobreviviendo en las calles de
Tegucigalpa y el trabajo infantil en el crematorio municipal de la ciudad. (Capítulo 3)

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El Trabajo Infantil en Honduras •
Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

OE4: Analizar el escenario general hondureño en cuanto a trabajo infantil desarrollando algunas
propuestas, recomendaciones y buenas prácticas que contribuyan a la erradicación del trabajo
infantil y a la restitución de derechos de los niños y niñas trabajadores en Honduras. (Capítulo 4)

La metodología de investigación en el diagnóstico situacional de cada uno de los tipos de


trabajo infantil descritos se expondrá al inicio de cada subapartado del Capítulo 3.

El presente informe, así como las diversas acciones desarrolladas por el Observatorio de los
Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras, son parte del aporte institucional de
Casa Alianza Honduras en la defensa de los derechos de la infancia. Es importante señalar que
esta labor se desarrolla través de una metodología cualitativa de investigación en la que se pone
especial énfasis en las voces y los testimonios de los niños y niñas y que tiene un enfoque
propositivo basado en la corresponsabilidad de los diversos agentes sociales y gubernamentales
de Honduras.

Capítulo 1. El trabajo infantil: descripción de la realidad


1.1. El Trabajo infantil: definición del concepto

Atendiendo a la norma de referencia internacional sobre la niñez, se encuentra la Convención


Internacional de los Derechos del Niño. En el artículo 1 de la Convención se define de forma clara
al niño o niña como aquella persona menor de 18 años.

En la misma norma también nos encontramos que su artículo 32 se refiere al trabajo infantil
como “la participación económica de las personas que aún no han cumplido los 18 años y están
inmersas en ocupaciones laborales en condiciones de explotación económica, en ocupaciones que
pueden ser peligrosas o entorpecer su educación o que sean perjudiciales para la salud física o
mental o para el desarrollo espiritual, mental o social del niño o niña”. (Convención Internacional
de los Derechos del Niño. Art. 33).

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo establece que el concepto de trabajo
infantil no debe restringirse en su definición a todos los tipos de trabajo realizados por niños/as
menores de 18 años de edad. Los estudios realizados a través de esta organización ponen de
manifiesto la existencia de millones de jóvenes que trabajan para dar apoyo a sus familias de
forma legítima, remunerada y adecuada para su edad y grado de madurez. Sin embargo, incluir
esta casuística dentro del concepto de trabajo infantil supondría minimizar la realidad de esta
problemática. De este modo, según establece la OIT, el trabajo infantil que debe ser abolido es
el que se corresponde con alguna de las tres categorías siguientes:

I. Un trabajo realizado por un niño/a que no alcance la edad mínima especificada para el
tipo de trabajo que se trate (según determine la legislación nacional, de acuerdo con las
normas internacionalmente aceptadas) y que por consiguiente impida probablemente la
educación y el pleno desarrollo del niño.

II. Un trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, ya sea por
su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza y por las que se denomina
trabajo peligroso.

III. Las peores formas de trabajo infantil. La adopción del Convenio No. 182 de la OIT ha
contribuido a poner de relieve la urgencia con que han de tomarse medidas para eliminar las
peores formas de trabajo infantil, las cuales se definen como:

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a) Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata
de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo y el trabajo forzoso u obligatorio,
incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.

b) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de


pornografía o actuaciones pornográficas.

c) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas,


en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados
internacionales pertinentes.

d) El trabajo que por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que
dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

Dentro de las peores formas de trabajo infantil pueden distinguirse dos categorías:

I. Las formas incuestionablemente peores de trabajo infantil a las que se hace


referencia en el artículo 3 (a, b y c) del Convenio No. 182 antes mencionado; formas tan
fundamentalmente opuestas a los derechos humanos básicos del niño/a que quedan
absolutamente prohibidas para todas las personas de menos de 18 años de edad.

II. Los trabajos peligrosos tal como los defina la legislación nacional que, aunque pueden
ser realizados en sectores legítimos de la actividad económica, son dañinos para el
niño/a trabajador/a ya que ponen en peligro su desarrollo físico, mental o moral.

En la Recomendación núm. 190 de la OIT que acompaña al Convenio núm. 182 sobre la
prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación, se
ofrecen orientaciones destinadas a los gobiernos sobre ciertas actividades peligrosas del trabajo
infantil que deberían ser prohibidas:

a. Los trabajos en que el niño/a queda expuesto a abusos de orden físico, psicológico o
sexual.

b. Los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios
cerrados.

c. Los trabajos que se realizan con maquinaria, equipos y herramientas peligrosos, o que
conllevan la manipulación o el transporte manual de cargas pesadas.

d. Los trabajos realizados en un medio insalubre en el que los niños/as estén expuestos,
por ejemplo, a sustancias, agentes o procesos peligrosos, o bien a temperaturas o niveles
de ruido o de vibraciones que sean perjudiciales para la salud.

e. Los trabajos que implican condiciones especialmente difíciles, como los horarios
prolongados o nocturnos, o los trabajos que retienen injustificadamente al niño/a en los
locales del empleador.

Es importante tener en cuenta que las peores formas de trabajo infantil no son sólo aquellas que
implican trabajos cualitativamente más perjudiciales o difíciles, sino aquellas que se
encomiendan a los niños/as más vulnerables de una sociedad. Así pues, no siempre es fácil
trazar los límites del trabajo peligroso, especialmente cuando las consecuencias de dicho trabajo
no son perceptibles a corto plazo.

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1.2. Consecuencias del trabajo infantil desde un enfoque de Derechos


Humanos

Es importante comprender que el trabajo infantil es una problemática que atenta directamente
contra los derechos de la infancia, empezando por su derecho a la preservación de la
integridad física y moral. La constitución fisiológica y la madurez psicológica de un niño o niña
no es la misma que la de un adulto, por lo que los riesgos y peligros de un determinado trabajo
no tendrán los mismos efectos o repercusiones en ellos que en las personas adultas.

Las consecuencias del trabajo físico intenso en los menores, como por ejemplo trabajos que
implican el levantamiento de cargas pesadas o la adopción de posturas forzadas, pueden ser
irreversibles para su crecimiento. De igual modo, existen pruebas que corroboran que la
exposición de los niños y niñas a sustancias químicas o radiaciones, afecta con más intensidad a
los menores dado que tienen menos defensas contra las enfermedades. De igual modo, el
desarrollo cognitivo de un niño o niña no es el mismo que el de un adulto. Esto implica que
los riesgos potenciales de un determinado trabajo, tampoco serán igualmente percibidos.

Si bien es importante destacar las consecuencias que determinados trabajos pueden tener sobre
el desarrollo físico de los niños y niñas, qué decir sobre las repercusiones e implicaciones
morales de muchos trabajos que atentan contra su integridad moral y afectiva.

También es importante destacar que el grado de peligrosidad de un trabajo no depende sólo de


las características intrínsecas del mismo sino de las características individuales de las personas
que los desarrollan. En este caso, muchos de los trabajos desarrollados por niños y niñas afectan
a los grupos más vulnerables: los niños más pequeños y las niñas.

En el caso de las niñas, se tiene constancia de que éstas empiezan a trabajar a edades más
tempranas; son menos remuneradas por los trabajos que realizan; quedan recluidas en sectores
caracterizados por largas jornadas de trabajo; trabajan de forma clandestina o no reglamentaria
(lo que incrementa su vulnerabilidad a situaciones de explotación o abuso); desarrollan trabajos
de grave peligro para su salud, seguridad y bienestar; y quedan excluidas de la educación o
sufren la triple carga del trabajo doméstico, la escuela y el trabajo remunerado.

El trabajo infantil dificulta y limita el acceso a la educación que a todo niño/a le corresponde
por derecho y en muchas ocasiones sirve para esclavizar a los menores de tal forma, que se les
priva y aleja de sus propias familias.

De igual modo, el trabajo infantil sume a los niños y niñas en una espiral de pobreza de la que
difícilmente tienen posibilidades de salir. La relación entre trabajo infantil y pobreza no es sólo
unidireccional, donde la pobreza empuja a los niños/as y a sus familias a la incorporación
prematura al trabajo; esta es una relación de causa-efecto donde el trabajo infantil -al limitar el
acceso de los menores a la educación y a los demás derechos que les corresponden como
menores- limita sus posibilidades de futuro. Al incorporarse los niños y niñas al trabajo, en vez
de elegir avanzar en su formación hasta niveles más cualificados, el déficit educativo que se
revela como subyacente al problema de muchos países en la cualificación de los recursos
humanos de la población adulta, no se soluciona. La carga de la pobreza, como efecto del trabajo
infantil, permanece y se hereda de una generación a otra.

Es por ello que los efectos de prevenir la incorporación de los niños y niñas al trabajo infantil y
procurar su permanencia en el estudio provocan una cadena de efectos positivos en los niveles
individual, familiar y en el conjunto de la sociedad.

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1.3. Situación actual del trabajo infantil en Honduras

Para la adecuada comprensión de cualquier problema social, se requiere del conocimiento


descriptivo y analítico del contexto en que éste se ubica. Es por ello que el objetivo de este
apartado es contextualizar la realidad de los niños, niñas y jóvenes en Honduras y describir
brevemente algunas de las peores formas de trabajo infantil que han sido detectadas en el país a
través de diversas investigaciones nacionales e internacionales.

1.3.1. Datos estadísticos sobre la población infanto-juvenil del país

Según los datos proporcionados por la Encuesta de Hogares Múltiples (EHPM) del Instituto
Nacional de Estadística en Honduras, en la que se detallan los indicadores principales de los
hogares y de la población del país, en Septiembre de 2010 se registraron los siguientes
indicadores:

En Honduras se registra un total de 2, 638,421 menores de edades comprendidas entre los 5 y


los 17 años, de los cuales el 51% son varones y el 49% son mujeres. El 15.6% de estos niños,
niñas y jóvenes trabaja (de los cuales, el 42% estudia y trabaja de forma simultánea y el 58%
sólo trabaja); el 70.9% sólo estudia y el 13.4% ni estudia ni trabaja.

El total nacional de casos identificados de trabajo infantil es de 412,122 menores trabajadores


de edades comprendidas entre los 5 y los 17 años, de los cuales el 74.6% son varones y el
25.4% mujeres. El 3.7% de estos niños y jóvenes tienen de 5 a 9 años; el 40.7% de 10 a 14 años y
el 55.6% tienen de 15 a 17 años. El 25.8% de los niños y jóvenes trabajadores se ubica en las
zonas urbanas y el 74.2% en las zonas rurales del país.

Es importante resaltar que el 72.2% de los menores alcanzan únicamente el nivel de primaria
en sus estudios; el 22.5% llegan a la secundaria; el 5% no ha alcanzado ningún nivel y el 0.2%
restante alcanza estudios superiores.

El 97% de los niños y jóvenes trabajadores recibe menos de un salario, identificándose un


48.6% de este total que recibe menos de un salario trabajando igual o más de 36 horas.
Entre las principales actividades desarrolladas por estos jóvenes destacan: la agricultura
silvicultura, caza y pesca; el comercio al por mayor/menor, hoteles y restaurantes; servicios
comunales, sociales y personales; y finalmente, la industria manufacturera.

1.3.2. Causas del trabajo infantil en Honduras

El trabajo infantil en Honduras es un fenómeno social que tiene múltiples y muy complejas
causas; su estudio no puede limitarse a un solo factor determinante. Sin embargo, la causa más
clara y reconocida es la relación que existe entre el trabajo infantil y la situación de
pobreza que atraviesan muchas familias.

La percepción que los niños y niñas trabajadores tienen de las razones por las cuales trabajan,
no difiere en grado significativo de las causas que aducen sus padres. (OIT e INE, datos SIMPOC,
2002). En este registro de razones se perciben dos grandes factores: por un lado, la situación
económica familiar y la necesidad de hacer frente a las necesidades materiales de
subsistencia de la familia; y por otro, el arraigo en el sistema de ideas y la tradición del
trabajo infantil como opción de buena parte de la sociedad hondureña, junto a una
percepción de la educación que no tiene en cuenta las consecuencias futuras que acarrea
sacrificar dicho derecho.

Respecto a las razones por las cuales existe una demanda de trabajo infantil en Honduras como
factor productivo, se debe primero puntualizar que en más de la mitad de las situaciones el
empleador es la propia familia.

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Esto es consistente con la percepción señalada anteriormente sobre la normalización del


trabajo infantil como recurso valioso en la economía familiar y por razones de tradición,
afectando especialmente a la forma más oculta de trabajo infantil y que afecta sobre todo a las
niñas: las labores domésticas en el propio hogar en tal grado que les impide seguir sus estudios.

Respecto a la demanda de trabajo infantil por empleadores distintos a la propia familia, sin duda
estos comparten la percepción general de normalidad del empleo de niños y niñas en
actividades económicas. Su uso como fuerza de trabajo barata, dócil y de baja cualificación
es de nuevo consistente con una estructura económica del país que se sustenta en el trabajo de
baja cualificación y bajo costo salarial, con una consecuente baja productividad en el trabajo.

1.3.3. Algunas de las peores formas de trabajo infantil en Honduras

Según diversas investigaciones realizadas por la OIT-IPEC en el año 2004, algunas de las peores
formas de trabajo infantil detectadas en Honduras han sido:

ESTUDIO UBICACIÓN GEOGRÁFICA

Trabajo infantil peligroso en agricultura


Municipio de Trinidad (Santa Bárbara)
comercial (producción del café)

Trabajo infantil peligroso en agricultura Municipios de Choluteca y Marcovia


comercial (producción del melón) (Choluteca)

Trabajo infantil peligroso en agricultura Municipio de Danlí y Valle de Jamastrán (El


comercial (producción del tabaco) Paraíso)

Municipios de Nueva Arcadia, Veracruz,


Trabajo infantil en coheterías
Trinidad, San Nicolás y San José (Copán)

Trabajo infantil en buceo submarino Municipio de Villena Morales (Gracias a Dios)

Municipio de Tegucigalpa (Francisco Morazán)


Trabajo infantil en botaderos de basura
y San Pedro Sula (Cortés)

Explotación sexual-comercial de personas


Tegucigalpa y San Pedro Sula
menores de edad (ESC)

Trabajo infantil doméstico en hogares de


Tegucigalpa y San Pedro Sula
terceros (TID)

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Ante cada problemática de trabajo infantil se identifican los siguientes factores asociados:

TIPO DE TRABAJO FACTORES ASOCIADOS


Pobreza y falta de oportunidades educativas y sociales

Marginalización de las áreas rurales y falta de infraestructura


y servicios suficientes
Trabajo infantil peligroso en
Mano de obra agrícola insuficiente
agricultura comercial
Flujos migratorios permanentes

Creencias positivas de padres y madres de familia acerca del


trabajo infantil (“trabajar es capacitarse para la vida”)

Pobreza y falta de oportunidades económicas y educativas

Trabajo infantil en coheterías Alta demanda externa de fuegos artificiales

Valoración positiva del trabajo

Pobreza y falta de oportunidades económicas y educativas


Trabajo infantil en buceo submarino
Demanda por el trabajo de varones adolescentes en la
actividad
Pobreza y falta de oportunidades económicas y educativas
Trabajo infantil en botaderos de
basura Existencia de una demanda de intermediarios de material
reciclado
Pobreza y falta de oportunidades económicas y educativas

Migración rural-urbana
Trabajo infantil doméstico en
hogares de terceros (TID)
Nivel de expectativas bajo de las familias
Normas y valores existentes que promueven y refuerzan el
uso de trabajadoras infantiles domésticas
Creencias positivas de padres y madres de familia en relación
al trabajo infantil
Pobreza
Estructura familiar compleja (hogares monoparentales,
ausencia del padre o de la madre)
Violencia doméstica intrafamiliar

Historial de abuso sexual


Explotación sexual-comercial de
personas menores de edad (ESC)
Expulsión del hogar o de la escuela
Demanda de servicios sexuales con preferencia hacia niñas,
niños y adolescentes.
Presión del grupo de pares

Turismo sexual, tolerancia y complicidad de la sociedad.

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Capítulo 2. Marco jurídico-político en el que se sustentan las


actuaciones ante esta problemática.

2.1. Marco legal

2.1.1. Marco legal internacional

- Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (ratificada por
Honduras en 1990). En su artículo No.32 establece textualmente: "Los Estados partes
reconocen el derecho al niño/a a estar protegido contra la explotación económica y
contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su
educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual,
moral o social."

- Convenio No. 29 de la OIT sobre el trabajo forzoso de 1930 (ratificado por Honduras
en el año 1957). Los Estados partes se comprometen a erradicar lo antes posible el
trabajo forzoso u obligatorio en todas sus formas.

- Convenio No. 138 de la OIT (ratificado por Honduras en el año 1980) y


recomendación asociada número 146 donde se vincula directamente el trabajo y la
educación, al comprometerse los Estados signatarios a legislar y actuar para que la edad
mínima de admisión al empleo en ningún caso sea inferior a aquella en la cual cesa la
enseñanza obligatoria; en Honduras esta edad se corresponde con los 14 años.

- Convenio No. 182 de la OIT (ratificado por Honduras en el año 2011) sobre la
prohibición de las peores formas de Trabajo Infantil y la acción inmediata para su
eliminación. Esta normativa compromete a sus signatarios a emprender acciones
inmediatas y eficaces con carácter de urgencia para la erradicación del trabajo infantil.

- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ratificado por


Honduras en el año 1981) adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
el año 1966, en el que se reconocen los derechos económicos, sociales y culturales y se
establecen los mecanismos necesarios para su protección y garantía, incluidos los
derechos laborales y los derechos a la salud, la educación y un nivel de vida adecuado.

2.1.2. Marco legal nacional

El marco normativo principal para la protección de la niñez y la adolescencia en Honduras es la


Constitución de la República de Honduras, que en su artículo No. 124 indica que “todo niño
debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de
ningún tipo de trata. No deberá trabajar antes de una edad mínima adecuada, ni se le permitirá
que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud, educación o impedir su
desarrollo físico, mental o moral. Se prohíbe la utilización de los menores por sus padres y otras
personas para actos de mendicidad. La ley señalará las penas aplicables a quienes incurran en
violación de este precepto”.

También se cuenta con el Código de la Niñez y la Adolescencia que entró en vigencia el 5 de


septiembre de 1996 y que en su Capítulo V sobre la protección de los niños contra la explotación
económica regula las disposiciones generales, la autorización para el trabajo, el contrato de
aprendizaje y la protección contra la explotación económica de los menores. Además enuncia
que es deber del Estado formular políticas y elaborar, promover y ejecutar programas tendientes a
la gradual abolición del trabajo de los niños y niñas. También ordena la creación de programas de

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El Trabajo Infantil en Honduras •
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apoyo a las familias en las que existen niños en situación de riesgo, regula la jornada de trabajo y
determina el contenido del registro que deberá llevar el empleador, prohibiendo a los menores
de 18 años todo trabajo que afecte a su moralidad.

De igual forma, el país dispone del Código de Trabajo que también regula la actividad laboral de
niños, niñas y adolescentes. El artículo 127 señala que: “El trabajo de las mujeres y menores de
edad debe ser adecuado especialmente a su edad, condiciones o estado físico y desarrollo
intelectual y moral”. Por su parte el 128 enuncia que: “Los menores que no hayan cumplido 16
años y las mujeres, no podrán desempeñar labores que este código, el de sanidad y los reglamentos
de higiene y seguridad señalen como insalubres o peligrosos”.

Por otra parte, la instancia responsable de velar porque los niños y niñas no realicen trabajos
peligrosos o que entorpezcan su educación o afecten su salud o desarrollo físico y mental, es la
Secretaría del Trabajo y Seguridad Social. Desde Diciembre del 2001, entró en vigencia el
Reglamento sobre el Trabajo Infantil que se propone desarrollar las sanciones
administrativas aplicables a las infracciones que se cometen por la prestación de servicios de
adolescentes y los aprendices y sus empleadores o formadores. También indica la orientación
que debe dárseles a los adolescentes trabajadores, a sus padres y representantes legales, así
como a los empleadores respecto a los derechos y deberes que la legislación vigente impone.

El Código de la Familia también establece protección para los menores trabajadores; en su


artículo 186 establece que “el hijo/a menor autorizado/a por la ley para trabajar, administrará y
dispondrá, como si fuera mayor de edad, de los bienes que adquiera con su trabajo o empleo
público”.

Por su parte, el Ministerio Público fue creado para velar por la pronta, recta y eficaz
administración de la justicia en el país. Dado que el Código Penal no señala sanciones específicas
para quienes sometan a los niños, niñas y adolescentes trabajadores a condiciones laborales de
alto riesgo, la Fiscalía de la Niñez es el organismo responsable de estos asuntos en el país.

El artículo 16 de la Ley del Ministerio Público menciona entre sus atribuciones la de “presentar
querellas y formalizar acusaciones en representación de menores que habiendo sido sujetos pasivos
de delitos de acción privada, no recibieren la protección de la justicia por negligencia de sus
representantes legales o pobreza de sus padres”.

Debe subrayarse la importancia que tiene para la protección de los niños y niñas ante la
explotación sexual comercial, la aprobación por el Congreso Nacional del decreto 234/2005
de reforma del Código Penal. La prevención y eliminación de esta explotación criminal en
Honduras se aborda mediante el Plan de Acción Nacional contra la Explotación Sexual
Comercial de niñas, niños y adolescentes de 2006.

2.2. Compromisos del Estado de Honduras con el trabajo infantil

En los últimos años, la atención internacional y nacional ha venido enfocándose cada vez más en
la problemática del trabajo infantil. Los motivos del surgimiento de este interés se deben en
parte a las cláusulas sociales contenidas en los convenios de comercio internacional, a las que se
suman las presiones de Europa y América del Norte para que se prohíban las importaciones en
sus países de productos presuntamente fabricados por niños y niñas.

Asimismo, el tema de los derechos de la niñez ha venido cobrando gran actualidad política como
resultado de varios acontecimientos de carácter internacional, entre los que cabría mencionar la
Cumbre Mundial de la Infancia o la Reunión Especial sobre Infancia (realizadas en las sedes de
Naciones Unidas, Nueva York, en 1990 y 2002, respectivamente), en las que se acordaron metas
relacionadas con la erradicación del trabajo infantil explotador y la reducción de la pobreza.

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El Trabajo Infantil en Honduras •
Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

En un documento normativo sobre trabajo infantil, presentado ante el Consejo de


Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Noviembre de 1995, se
reconocen tres tipos fundamentales de acciones gubernamentales:

- La legislación sobre trabajo infantil y los mecanismos correspondientes para hacerla


cumplir.
- Una política nacional sobre el trabajo infantil que establezca prioridades públicas y se
proponga lograr la participación activa de todos los actores importantes de la sociedad.
- Un sistema de educación básica financiado con fondos públicos que garantice una
escolaridad de calidad, física y económicamente accesible a los niños y niñas, incluso de
las familias más pobres.

En Honduras se han venido realizando esfuerzos en torno a estos compromisos, entre los que
sobresalen:

- La Comisión Nacional para la Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo


Infantil, por Decreto Ejecutivo 17-98 del 7de septiembre de 1998.

- La aprobación del Reglamento sobre Trabajo Infantil. Acuerdo Ejecutivo No. STSS-
211-01 del 10 de octubre del 2001. Este reglamento fue reformado en el año 2008 para
introducir el Artículo 8 a través del cual se incorporan los listados de trabajo infantil
peligroso en Honduras (por condiciones y por naturaleza), determinando así las
siguientes actividades peligrosas para las personas menores de dieciocho años en el país:

a. Por condiciones de trabajo:

 Exposición a riesgos físicos de acuerdo a estándares permisibles


 Exposición a riesgos químicos
 Exposición a riesgos biológicos
 Exposición a riesgos mecánicos
 Exposición a riesgos ergonómicos-organizacionales
 Exposición a riesgos psicosociales

b. Por naturaleza del trabajo:

 Silvicultura y explotación forestal, pesca, caza y actividades conexas


 Explotación de minas y canteras
 Industria manufacturera
 Servicios de electricidad y gas
 Construcción
 Comercio al por mayor y menor, hoteles y restaurantes
 Transporte, almacenamiento, comunicaciones
 Servicios comunales, sociales y personales

Tal y como indica el texto de la reforma los listados de trabajo infantil peligroso deberán
examinarse cada tres años para su revisión y actualización.

- La aprobación del Procedimiento para la Atención Integral de la Niñez y la


Adolescencia Trabajadora que se trata de una guía de seguimiento de los mecanismos
de atención integral a los niños, niñas y jóvenes trabajadores.

10 
El Trabajo Infantil en Honduras •
Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

- La formulación y aprobación del II Plan de Acción Nacional para la Erradicación


Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil. Aprobado por la Comisión Nacional para la
Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil en el año 2009.

- Mediante Decreto Ejecutivo PCM- 011- 2011 fue aprobada en tal año como Política
Nacional en materia de trabajo infantil, la Hoja de Ruta para la Prevención y
Erradicación del Trabajo Infantil y sus peores Formas.

- La participación del estado de Honduras en diversas actividades de sensibilización sobre


las implicaciones de trabajo infantil, entre las cuales destacan:

 IV Cumbre de las Américas en Mar de Plata (Argentina) en Noviembre de 2005, los


Jefes de Estado de los países participantes, entre ellos Honduras, acordaron: “proteger a
los niños y las niñas de la explotación económica y de la realización de tareas que puedan
interferir con su educación y desarrollo integral, conforme al principio de abolición efectiva
del trabajo infantil, recogido en la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales en
el Trabajo de la OIT (1998)”. “Aplicar medidas prioritarias y efectivas para prevenir y
erradicar las peores formas de trabajo infantil de acuerdo al Convenio 182 de la OIT (199)”.
De igual modo, se enfatiza la necesidad de avanzar en la mejora de la calidad y completar
la cobertura educativa de la educación básica, como inversión hacia el futuro.

 Plan de Acción Hemisférico: en este plan está la meta más concreta asumida hasta
ahora por el Estado de Honduras frente al problema, comprometiéndose a “erradicar a
más tardar en el 2020 las peores formas de trabajo infantil y disminuir el número de niños
que trabajan en violación a las leyes nacionales. Continuar fortaleciendo las políticas
nacionales que permitan lograr esas metas, además de comprometerse a establecer
puentes entre programas de erradicación de trabajo infantil y otros programas de ayuda
como los de apoyo a los ingresos y/o programas de compensación familiar, actividades
extraescolares y capacitación”.

Otras declaraciones gubernamentales donde se declara el compromiso frente al problema de


trabajo infantil son:

 XIV Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo y Plan de Acción


asociado, donde desde la Organización de Estados Americanos acuerdan “proteger a los
niños y niñas de la explotación económica y la realización de tareas que puedan interferir
con su educación y desarrollo integral conforme al principio de abolición efectiva del
trabajo infantil, recogido en la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales en el
Trabajo de la OIT (1998)”; y deciden “tomar medidas prioritarias y efectivas para prevenir
y erradicar las peores formas de trabajo infantil de acuerdo al convenio 182 de la OIT”.

 VII Conferencia Iberoamericana de Ministros, Ministras y Altos Responsables de


Infancia y Adolescencia, celebrada en España en septiembre de 2005, donde se
resuelve emprender Planes de Acción Nacionales frente al trabajo infantil o incluir su
abordaje en otros planes más integrales.

 De igual modo, por su peso político resaltan las declaraciones de compromiso de los
participantes del foro multisectorial (gobierno, trabajadores, empleadores) celebrado
en Tegucigalpa en junio de 2005, el Foro Tripartito Subregional para el Empleo, en
cuyo Plan de Acción acuerdan:

- Realizar una evaluación de cada país sobre el nivel de correspondencia entre las
legislaciones nacionales y los Convenios 138 y 182 de la OIT, estableciendo las
necesidades de armonización de la legislación. Plantear las recomendaciones

11 
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correspondientes, con orientaciones específicas para la armonización de las


legislaciones y para avanzar en su reglamentación en temas específicos
relacionados, por ejemplo con la definición de las categorías de trabajos
considerados peligrosos.

- Concretar en cada país, según corresponda, un acuerdo tripartito en el seno de las


instancias de diálogo existentes para acompañar activamente la ejecución de los
planes nacionales de acción para la erradicación del trabajo infantil.

- En el seno del Consejo de Ministros de Trabajo de la subregión, elaborar una


propuesta que permita avanzar en la armonización y homogeneización de las
definiciones, criterios e instrumentos de medición del trabajo infantil, que sean
consistentes con la normativa nacional e internacional.

- Poner en marcha las recomendaciones para la armonización de los instrumentos y


criterios de medición del trabajo infantil.

Finalmente, es importante destacar las inequívocas declaraciones públicas de compromiso


suscritas por los representantes de los empleadores y de los trabajadores frente al trabajo
infantil, por medio del COHEP (Consejo Hondureño de la Empresa Privada) y del Comisionado de
los Trabajadores para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (instancia multicentral
en la que participa todo el movimiento de los trabajadores de Honduras: CGT, CNC, COCOCH,
COSIBAH, CTH, CUTH).

12 
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Capítulo 3. Diagnóstico situacional de algunas de las peores


formas de trabajo infantil en Honduras estudiadas por Casa
Alianza en el país.
Tras haber profundizado en el concepto de trabajo infantil, en sus causas e implicaciones para
los menores y la sociedad en general, así como habiendo analizado el marco legal nacional e
internacional y los compromisos del Estado de Honduras por la erradicación de esta
problemática, Casa Alianza ha querido acercarse a la realidad actual de algunos niños y niñas
trabajadores del país.

Son muchas las investigaciones ya realizadas que han demostrado empíricamente la brecha
existente entre lo establecido en las leyes y en los compromisos gubernamentales en pro
de la erradicación del trabajo infantil y la realidad que día a día viven y sufren millones de
niños, niñas y adolescentes en el país. A continuación se describen algunas de las realidades
estudiadas por Casa Alianza en un acercamiento a esta realidad.

3.1. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en explotaciones


mineras en el municipio de El Corpus (Departamento de
Choluteca).

3.1.1. Objetivo
El objetivo principal de este estudio es investigar la existencia de niños, niñas y jóvenes
trabajando en las minas del municipio de El Corpus (Dpto. de Choluteca); analizar las
condiciones laborales de los menores trabajadores de este sector; y evaluar las repercusiones de
esta realidad sobre la población infanto-juvenil de la zona.

3.1.2. Metodología
Casa Alianza Honduras se desplazó al Departamento de Choluteca del 19 al 23 de septiembre de
2011 y se mantuvieron los siguientes encuentros y entrevistas:

a. Entrevistas con autoridades públicas

- A nivel departamental: Comisionado Regional de Derechos Humanos en Choluteca;


Defensoría de la niñez y la juventud en Choluteca; y Área de Inspección de Trabajo,
Seguridad e Higiene en Choluteca.

- A nivel municipal/comunitario: Alcaldía de El Corpus; Oficina Municipal de la niñez y la


juventud en El Corpus.

b. Entrevistas con agentes sociales

- A nivel departamental: Centro de Derechos Laborales de Cáritas en Choluteca.

- A nivel municipal/comunitario: Centro de Salud de El Corpus, escuela de la comunidad


de San Juan Arriba (El Corpus), Instituto Fermín Mayorga de El Corpus y dinamizador
comunitario de Cáritas en El Corpus.

Además de las entrevistas y encuentros con los diversos agentes, el equipo se desplazó a la zona
de explotación minera para realizar un estudio de campo, a través del cual se recogieron varios
testimonios de niños, niñas y jóvenes trabajadores de la zona.

13 
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3.1.3. Descripción de la realidad

I. La minería en El Corpus:

El municipio de El Corpus ha sido históricamente una región de gran explotación minera en


Honduras. En base a la Ley General de Minería de 1998 se concedió la potestad al Estado para la
venta del subsuelo, aumentando así el número de explotaciones mineras a inversionistas
particulares.

En este contexto el municipio de El Corpus no ha sido la excepción, ya que ha basado gran parte
de su economía en la actividad minera. A pesar de que en los últimos años han abandonado la
zona algunas de las empresas extractivas, se sigue ejerciendo la explotación semi-tradicional a
nivel individual como importante fuente de ingresos de las familias de la zona.

Paralelamente a la extracción del material ha habido una gran proliferación de rastras,


(estructuras mecánicas que trituran la broza mezclada con agua y mercurio) necesarias
para realizar la separación del oro y la broza, aunque éstas constituyan un importante riesgo
ambiental en la zona por el vertido de lodos y mercurio en los ríos (utilizado para la extracción
del oro).

De este modo las rastras se han establecido como una nueva forma de generación de empleo, al
igual que la práctica del bateo que tiene por finalidad rescatar y filtrar el oro vertido al río junto
con los demás residuos.

II. El trabajo infantil en la explotación minera de El Corpus:

Tras la diversas entrevistas realizadas con los organismos públicos departamentales


mencionados previamente, ninguno de ellos identificó la existencia de menores trabajando
en las minas de El Corpus. La Inspectoría de trabajo, higiene y seguridad del Ministerio de
Trabajo en Choluteca afirmó que en la última inspección realizada en enero del 2011 no se
habían detectado casos de menores trabajando en las zonas mineras, refiriéndose a la mina de
Clavo Rico. En la reunión con Casa Alianza, la alcaldía de dicho municipio comentó de la
existencia de una ordenanza recientemente elaborada sobre la prohibición de utilización de
mano de obra infantil en dicho sector.

Sin embargo, tras el trabajo de campo desarrollado por Casa Alianza se identificó la
existencia de niños y jóvenes trabajando en el sector minero, tanto en minas de El Corpus
como en las rastras y ríos colindantes.

En la visita de campo efectuada, se constató la presencia de menores trabajando en la mina de


San Juan Arriba (municipio de El Corpus). Casa Alianza pudo conversar con varios de ellos
comprobando las condiciones laborales en las que trabajan. Además, según el testimonio de
varias personas entrevistadas, cuando se tiene constancia de la llegada de algún inspector de
trabajo, los menores suelen ser escondidos por los responsables de las instalaciones,
llegando incluso a falsificarse documentos para justificar su mayoría de edad.

La presencia de menores en las minas de la zona es habitual, especialmente en aquellas que son
utilizadas por arrendatarios que pagan un alquiler por la explotación de la mina. Según el
testimonio de uno de estos arrendatarios, existen más de 30 menores trabajando en la mina
alquilada por él, muchos de ellos desarrollando su labor en el turno de noche (de ocho de la
noche a cuatro de la mañana). La posibilidad de obtener ingresos económicos de forma
relativamente sencilla hace que muchas familias envíen a sus hijos a trabajar a estas
explotaciones mineras. Las jornadas de los menores son de lunes a sábado de 7:00 a 14:00 por
100 lempiras; cuando hacen horas extras (de 14:00 a 16:00) ganan 120 lempiras por la jornada.

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Otra forma de trabajo relacionada con la minería en la que se detecta una alta existencia de casos
de trabajo infantil es el transporte de los sacos de material desde la mina hasta los
camiones y de estos a las rastras, a un precio de 120 lempiras por cada 35 sacos (6 dólares).

En cuanto a las rastras, la presencia de menores es mucho más


evidente. Se comprobó la participación de niños y jóvenes
trabajando en ellas, incluyendo turnos nocturnos en los que su
salario es de 200 lempiras por noche (10.5 dólares). La labor de
los menores en las rastras suele ser transportar el material
desde los camiones a la rastra, mantener los niveles de
mercurio adecuados y vigilar el funcionamiento de la
instalación. La utilización de mercurio en el proceso de
extracción del oro constituye un alto riesgo para la salud de los
menores.

Los turnos diarios en las rastras suelen desarrollarse de seis de la


mañana hasta el mediodía. Los salarios varían en función del
mineral extraído a una media de 35 lempiras por decigramo de
oro (2 dólares), identificándose un promedio de extracción de
cinco decigramos diarios (175 lempiras por día, lo que equivale a
9 dólares).

El trabajo en los ríos buscando restos de oro arrojados al


agua junto a los lodos provenientes de las rastras está menos
estructurado que en el resto de actividades. Esta práctica se
constituye como un trabajo informal e individual en el que cada
particular gana en función del material conseguido. En la visita de
campo se pudo conversar con una menor que aseguró estar en el
río desde las cuatro de la mañana y, siendo las cinco de la tarde,
había recopilado un decigramo de oro.

La relativa facilidad para la obtención de ingresos, así como la


amplia oferta laboral en el sector minero, provocan que muchos
menores trabajen de forma continuada varias horas,
constatándose turnos que superan las doce horas continuadas en
una misma rastra o llegando a superarse las 24 horas seguidas a
través de la sucesión de actividades (extracción de mineral,
transporte, rastras, etc.)

Entre las principales problemáticas de salud en la zona destacan las infecciones respiratorias
agudas, parasitismo intestinal, dermatitis y cáncer de piel, todas con posibles vinculaciones a la
actividad minera y la contaminación que ésta genera. Del mismo modo, existe una prevalencia de
casos de epilepsia que podría estar vinculada a la contaminación por mercurio.

En cuanto a la educación, los docentes de la zona confirman la presencia de menores en


actividades relacionadas con la minería, lo que afecta negativamente en el rendimiento escolar y
en el nivel de estudios alcanzado.

Ante esta situación, en comunidades como Cañaniní y San Judas se han desarrollado programas
como “Triunfando en la escuela secundaria” que tiene por objetivo recuperar a aquellos alumnos
que abandonaron la escuela debido a su temprana incorporación al trabajo o a la falta de
recursos de sus familias.

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3.1.4. Conclusiones

- Se constata la existencia de menores trabajando en la mina de San Juan Arriba de El


Corpus, así como también la existencia de menores trabajando en las actividades
generadas a partir de la extracción del recurso minero (esto incluye la extracción del
material de la mina, su carga hasta los camiones que lo transportan, el trabajo en las
rastras y el proceso de filtrado en los ríos).

- El trabajo en este sector se ha consolidado como la principal fuente de ingresos para


muchas familias de la zona.

- Las condiciones laborales en las que trabajan estos menores son de total irregularidad y
peligrosidad: manipulación de cargas pesadas, utilización de herramientas peligrosas,
trabajos en medios perjudiciales para la salud por la exposición a elementos tóxicos y
condiciones laborales especialmente difíciles, como por ejemplo la utilización de
menores para la realización de los turnos nocturnos.

- Como consecuencia de toda la actividad derivada de las minas, los menores de algunas
comunidades han dejado de acudir a la escuela, o en algunos casos acuden a programas
educativos de fin de semana. Sin embargo, el estado de cansancio en los jóvenes derivado
de toda la actividad física de la semana, dificulta su rendimiento académico y motivación
para estudiar.

3.2. Diagnóstico situacional del trabajo doméstico infantil en


Honduras.

3.2.1. Objetivo
Profundizar en el conocimiento de la realidad de las niñas y las jóvenes trabajadoras domésticas
en el país y visibilizar algunas iniciativas dirigidas a la restitución de derechos de este colectivo.

3.2.2. Metodología
Debido al carácter privado e intrafamiliar del trabajo doméstico, la investigación de esta forma
de trabajo infantil se realizó a través del contacto con una de las organizaciones que trabaja con
niñas y jóvenes trabajadoras domésticas en Honduras: El Proyecto Reyes Irene Valenzuela
Honduras. Casa Alianza se reunió con el equipo responsable de dicho proyecto y a través de la
técnica de grupos focales se obtuvieron algunos datos descriptivos de la población de menores
trabajadoras domésticas en el país.

3.2.3. Descripción de la realidad

El trabajo infantil doméstico ha sido identificado como una de las peores formas de trabajo
infantil en Honduras ya que puede incluir formas de servidumbre extremas que atentan
directamente contra los derechos más fundamentales de la infancia.

Esta realidad afecta especialmente a la población infantil femenina, que tradicionalmente ha sido
vinculada a este tipo de trabajos por su género. Según diversas encuestas realizadas por el
Instituto Nacional de Estadística, las personas que generalmente realizan los quehaceres del
hogar a cambio de un salario en efectivo y/o en especie son las mujeres, identificándose como
algunas de sus principales labores: ser amas de llaves, cocineras, encargadas de la limpieza,
lavanderas a domicilio, niñeras o jardineras.

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Debido al carácter privado y poco expuesto al público del trabajo infantil doméstico, las niñas y
jóvenes que trabajan en este sector son uno de los colectivos más invisibilizados ante la sociedad
y los organismos competentes en materia de protección a la infancia. El carácter privado de este
tipo de actividades dificulta la detección de los casos de trabajo infantil, la denuncia de estas
realidades y el trabajo de restitución de sus derechos. Además, el déficit en la educación de estas
menores es alarmante ya que la gran mayoría comienzan a trabajar a los doce años y abandonan
sus estudios para dedicarse a este tipo de labores.

En una entrevista mantenida con el equipo responsable del proyecto Reyes Irene Valenzuela de
Honduras (ejecutado a través del apoyo de Kinder Not Hilfe, KNH) que tiene como principal
objetivo promover la restitución de derechos de las niñas y adolescentes trabajadoras en casas
particulares y activas en el sector informal de la economía, se describió el siguiente perfil de
estas menores:

La mayoría provienen de zonas rurales, de lugares como El Paraíso, Intibucá, Lempira,


Olancho, Choluteca y Francisco Morazán. Las jóvenes de Tegucigalpa, provienen de las zonas
más pobres de la ciudad: Colonia Villanueva, Los Pinos, Nueva Suyapa, Mary Flores y El Carrizal.

Los contextos familiares de los que provienen son hogares desintegrados, de padres que han
emigrado a Estados Unidos mientras ellas se han quedado con algún familiar (tío o abuelo);
también provienen de hogares monoparentales (madres solteras que habitualmente también
han trabajado como trabajadoras domésticas durante toda su vida). También se identifica un
porcentaje minoritario de menores huérfanas que se quedan a cargo de un familiar indirecto.
El promedio de ingresos familiares en los hogares de estas menores oscila entre los 500 y
6.000 lempiras mensuales (de un mínimo de 26 dólares a un máximo de 317 dólares al
mes).

En cuanto a las jornadas de trabajo, la mayoría trabaja desde las cinco de la mañana hasta las
nueve de la noche, de lunes a sábado (6 días a la semana); es decir un promedio de 96 horas
semanales. Sin embargo, algunas trabajan jornadas de 20 horas completas cada día.

El salario promedio de una menor entre los 13 y los 15 años puede oscilar entre los 700 y los
1.500 lempiras mensuales (de un mínimo de 37 dólares a un máximo de 79 dólares al
mes); dinero que la mayoría destina de forma íntegra a sus familias.

Entre las principales actividades que realizan se encuentran: cocinar (desayunos, almuerzos y
cenas), lavado y planchado de ropa, jardinería, mantenimiento de la casa, cuidado de los niños o
niñas pequeños, ancianos y/o discapacitados, realización de mandados y todas aquellas
actividades relativas al mantenimiento rutinario de una casa. En la mayoría de los casos las
menores trabajan para familias compuestas por un número de integrantes promedio de 2 a 9
personas.

Las condiciones laborales son totalmente precarias: no tienen contrato; no tienen vacaciones
(las menores que son del interior del país sólo pueden ver a sus familias dos veces al año y en
muchas ocasiones no tienen permitido recibir visitas); si se quedan embarazadas trabajan hasta
cierto mes y luego son despedidas; no tienen seguro social; tienen que trabajar incluso cuando
están enfermas; viven en la casa de sus patronos pero duermen en bodegas o habitaciones
compartidas con algún otro miembro de la familia; no tienen permitido comer los mismos
alimentos que sus empleadores y reciben sólo algunos alimentos (en algunos casos, sólo arroz o
frijoles toda la semana). En muchos casos las jóvenes denuncian haber sido maltratadas física o
emocionalmente, abusadas sexualmente, violadas y víctimas de incesto o de continuos
hostigamientos por parte de sus empleadores.

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Entre los principales problemas de salud de las menores se identifican las enfermedades
respiratorias (fruto de las condiciones ambientales de humedad y polvo en las que viven),
enfermedades de la piel, parasitismo, anemias, epilepsias, asma, problemas de sobrepeso
(malnutrición por exceso de peso) y distensiones musculares, escoliosis, trastornos
ergonómicos y/o trastornos ortopédicos fruto del trabajo físico intenso. También se
identifican algunos casos de trastorno bipolar (ansioso-depresivo).

Las principales quejas de las menores en cuanto a su trabajo se centran en las largas jornadas de
trabajo que desarrollan, los bajos salarios que reciben por ellas y el hecho de no poder parar de
trabajar cuando enferman. Se sienten incomprendidas, solas y con la creencia de estar perdiendo
la oportunidad para formarse y estudiar. No les gusta su trabajo pero igualmente creen que
no estarían capacitadas para otro tipo de ocupación.

3.2.4. Conclusiones

- El trabajo infantil doméstico es una realidad que permanece invisibilizada socialmente;


los derechos de estas menores son violentados diariamente en relaciones de
servidumbre que contribuyen a mantener y a reproducir la discriminación de género.

- La falta de alternativas educativas para estas niñas y jóvenes, los problemas y


dificultades económicas de sus familias, así como la prevalencia de valores y costumbres
que promueven el trabajo infantil a edades muy tempranas, marcan la ruta crítica hacia
el trabajo infantil doméstico.

- De igual modo, el incumplimiento del marco legal en materia de trabajo infantil y la


incapacidad del Estado para brindar a estas menores la protección necesaria, también
son factores que promueven el mantenimiento de este tipo de actividades.

- Se constata una normalización social del trabajo infantil doméstico como actividad
naturalmente destinada a las mujeres y sin embargo, el valor de este trabajo no aparece
en las cuentas nacionales.

- Puede afirmarse que el trabajo infantil doméstico en Honduras es una de las peores
formas de trabajo infantil que representa una vulneración de los derechos de estas
menores y que incide negativamente sobre su educación y sus oportunidades de vida.

- El impacto social de programas como el Reyes Irene Valenzuela de Honduras, en el que


cada año unas 40 jóvenes consiguen salir del trabajo infantil doméstico, pone en
evidencia que lo que realmente necesitan estas menores es simplemente una
oportunidad y alguien que las ayude a formarse y a estudiar.

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3.3. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en la producción


agroindustrial en la zona sur del país (Departamento de
Choluteca).

3.3.1. Objetivo

Constatar la presencia de niños, niñas y jóvenes trabajadores del sector de la agroindustria en el


sur de Honduras; analizar las condiciones laborales de los menores trabajadores de este sector;
y evaluar las repercusiones de esta realidad sobre la población infanto-juvenil de la zona.

3.3.2. Metodología
Casa Alianza se desplazó al Departamento de Choluteca del 19 al 23 de septiembre de 2011 y se
mantuvieron los siguientes encuentros y entrevistas:

a. Entrevistas con autoridades públicas

- A nivel departamental: Comisionado Regional de Derechos Humanos en Choluteca;


Defensoría de la niñez y la juventud en Choluteca; y Área de Inspección de Trabajo,
Seguridad e Higiene en Choluteca.

- A nivel municipal/comunitario: Vicealcaldía de Marcovia, Unidad de Medioambiente de


la Alcaldía de Marcovia, Defensoría de la Niñez de la Alcaldía de Marcovia.

b. Entrevistas con agentes sociales

- A nivel departamental: Centro de Derechos Laborales de Cáritas en Choluteca.

- A nivel municipal/comunitario: diversos agentes comunitarios.

3.3.3. Descripción de la realidad

I. La producción agroindustrial en el sur de Honduras:

En Honduras, al igual que en la mayoría de países centroamericanos, destaca como principal


fuente de actividad económica la agricultura. Es por ello que un sector importante de la
población hondureña se dedica a la producción agroindustrial, destinada a la exportación. Uno
de los departamentos de Honduras que tiene una mayor productividad a este nivel es Choluteca,
que cuenta con una gran variedad de recursos agrícolas, ganaderos, pesqueros y maderables que
ha derivado en la creciente proliferación de empresas dedicadas a la producción de tales
recursos. Destaca fundamentalmente el trabajo en la siembra de granos básicos, algodón, caña
de azúcar, melón, sandía, marañón y camarón.

Esta actividad ha generado que el trabajo de campo en el sector agroindustrial sea la fuente de
ingresos de más de 27.000 familias entre el municipio de Choluteca y Marcovia. Sin embargo, la
falta de recursos y las precarias condiciones laborales en las que se desarrollan los trabajos de
campo, han potenciado la incorporación de los menores a este tipo de trabajos; en algunos casos
para ayudar a sus padres mientras estos trabajan y en otros, como un trabajador más.

19 
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II. El trabajo infantil en la agroindustria:

En un encuentro mantenido con la Inspectoría de Trabajo, Seguridad e Higiene del Ministerio de


Trabajo en Choluteca se estableció que en diversas inspecciones realizadas en el año 2010 se ha
detectado la presencia de menores trabajadores en la producción de caña, salineras, meloneras,
camaroneras y en el proceso de siembra de marañón; en la inspección más reciente se identificó
una muestra de:

- Diez menores (varones) de 12 a 16 años trabajando en una producción cañera en


labores de corte y carga de caña, sin contrato y junto a sus padres, los cuales estaban
obligados a alcanzar una producción mínima.
- Cinco jóvenes (varones y mujeres) de 16 años trabajando en el empaque de la sal.
- Seis menores (varones) de 16 a 17 años trabajando en el volteo del melón en una
explotación agroindustrial.
- Cincuenta menores (varones y mujeres) nicaragüenses trabajando en una melonera
en la zona de la frontera con Honduras.
- Diez niñas entre 16 y 17 años trabajando en el proceso de descabezado de los
camarones.
- Tres niñas en la comunidad de Namasigue de 12 a 16 años trabajando en el proceso
de la siembra del marañón.

El inspector aseguró que ninguno de estos menores había terminado su proceso escolar debido a
su condición laboral.

Es importante matizar que ante la solicitud de Casa Alianza de los documentos acreditativos de
las diferentes inspecciones de trabajo mencionadas, el responsable de las mismas aseguró que
eran confidenciales y que por política de protección a las empresas, no podían ser facilitadas. Es
por ello que los datos expuestos forman parte de la entrevista mantenida con el inspector pero
no se fundamentan en documentos oficiales.

Por otro lado, en diversos encuentros con agentes comunitarios se manifiesta que los menores
trabajan en algunas de las tareas más duras de los procesos agrícolas, haciéndolo al
mismo nivel que los adultos.

En el caso de las cañeras, esta equiparación también se traduce a los salarios ya que ambos
(menores y adultos), reciben una remuneración determinada por el número de surcos
trabajados. Esta situación lleva a que una forma de trabajo bastante extendida sea la del menor
ayudante que no recibe el salario sino que realiza el trabajo para un adulto (en muchos
casos un familiar) que recibe la remuneración conseguida por el trabajo realizado en conjunto.
En el caso de las plantaciones cañeras la retribución es de 40 lempiras por metro trabajado (2
dólares). En dichas plantaciones se han detectado casos de niños trabajando a partir de los diez
años.

Debido a esta relación entre salario y trabajo realizado, las jornadas laborales pueden
extenderse a todo el día, situación agravada por las largas distancias entre las comunidades y los
campos de cultivo (hasta dos horas de recorrido).En otras explotaciones agroindustriales, los
menores suelen cobrar la mitad que un adulto por jornada de trabajo (30 a 40 lempiras por
jornada, lo cual equivale a 1.5 o 2 dólares por jornada) desde las seis de la mañana hasta la una
de la tarde.

Diversas organizaciones en la zona están trabajando en la sensibilización de las familias sobre el


trabajo infantil. Del mismo modo, la incidencia hacia empresas agroindustriales ha conseguido
que algunas de éstas aumenten el control para evitar el trabajo de menores.

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III. Los riesgos laborales para los menores en la agroindustria. Caso real de un
niño accidentado mientras trabaja en una plantación cañera.

T.E. es un menor trabajador de una plantación cañera, accidentado mientras ejercía su


jornada laboral en una situación de trabajo irregular (sin contrato, en turno de noche y sin
equipamiento). Su caso está siendo estudiado pero aún no ha recibido ninguna solución a su
situación.

Soy un niño de 16 años. No voy a la escuela. Trabajo desde los diez años. Comencé a trabajar
cuidando ganado y posteriormente en la milpa. Me gusta trabajar y por eso lo hago, aunque
sobre todo para ayudar a mi familia. Cuando trabajo estoy yo sólo, aunque tengo la autorización
de mis padres para hacerlo.

Mi jornada de trabajo es desde las seis de la tarde hasta la seis de la mañana (12 horas) y, en
ocasiones de seis de la tarde a doce de la mañana (18 horas). Trabajo de lunes a domingo en una
azucarera. Viajo en camión hasta el lugar de trabajo todos los días y el dinero que gano se lo doy
casi todo a mi familia, aunque guardo una pequeña parte para mí.

Mi salario va desde 1.400 lempiras por semana (74 dólares) cuando trabajo en el turno de
mañana, a 1.600 lempiras a la semana (84 dólares) cuando trabajo en el turno de noche. Creo
que me pagan lo mismo que a los adultos pero no tengo contrato, así que no lo sé. Tengo que
trabajar bajo presión, sin descansar y sin hora para almorzar. En mi tiempo libre me dedico a
dormir, comer y ver la televisión.

El acuerdo de trabajo fue verbal, para la recogida de caña. A los tres meses de haber empezado a
trabajar, una semana antes de terminar lo acordado, tuve un accidente mientras trabajaba, a la
una de la mañana. Como estaba al lado de la carretera sin ninguna luz o señal, el camión con el
que llevábamos la caña no me vio y me atropelló mientras daba marcha atrás. El conductor se
fue. Yo me quedé inconsciente y no vinieron por mí hasta las cuatro de la mañana, cuando me
llevaron a la clínica, donde me pusieron una inyección y me mandaron a mi casa. Me dijeron que
tenía sangre en el estómago y una fractura en las costillas, la cadera y el pie.

Días después me operaron y me


diagnosticaron daños en el pulmón. No tengo
medicamentos y me duele mucho la pierna
por las fracturas.

Necesito atar mi pie con un lazo elástico


porque de lo contrario mi pie se
desprendería y también necesito utilizar un
bastón para poder andar.

En el mismo lugar en el que yo trabajaba


había otros siete u ocho niños de 16 a 17
años, uno de ellos también ha tenido otro
accidente al caerse de la cargadora que nos
lleva de lote en lote.

El empresario dueño de la cañera donde trabajaba dice que se desentiende porque yo estaba en
un lote ajeno pero la caña que yo cargaba (para llevarla al camión) era de la azucarera de la que
él es dueño. No he recibido ninguna indemnización y ahora no puedo seguir trabajando.

21 
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3.3.4. Conclusiones

- Los niños, niñas y jóvenes del departamento de Choluteca participan en las explotaciones
agroindustriales, especialmente en la producción del melón, la sandía y la caña de
azúcar. También se registran casos de trabajo infantil en el sector de las salineras,
camaroneras y en la proceso de siembra del marañón.

- Se constata que los niños y jóvenes que participan en estos procesos, no acuden a las
escuelas. Sin embargo, algunos aprovechan las vacaciones escolares de navidad para
dedicar ese tiempo al trabajo de campo, especialmente en el ciclo de plantación del
melón y la sandía.

- La mayor parte de los menores que trabajan en la producción agroindustrial provienen


de entornos rurales. En estos contextos, la necesidad económica de las familias es una de
las razones principales por las cuales se facilita el acceso de los menores al trabajo.

- También se identifican otros factores asociados, como la falta de oportunidades


laborales de los padres y madres de familia; los salarios reducidos que inducen a
necesitar la participación de un menor ayudante en el trabajo; y a la normalización del
trabajo infantil como algo positivo para el futuro de los menores.

- Los riesgos asociados a este tipo de trabajo infantil no están siendo debidamente
valorados y un buen ejemplo de ello es el caso del menor T.E., quien ha visto truncada su
infancia y su futuro por estar inmerso en esta dinámica de trabajo. Este caso también
sirve para demostrar la situación de irregularidad laboral en la que trabajan los menores
en algunas de las empresas de esta zona.

22 
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3.4. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en las calles de


Tegucigalpa (Departamento de Francisco Morazán).

Vivir o trabajar en la calle es para muchos niños y niñas la única opción de vida. Desprotegidos,
rechazados e inmersos en un ambiente de violencia, estos menores aprenden cada día a luchar
con el objetivo de llegar al siguiente. Son muchos y muy complejos los elementos que
intervienen y explican esta dura realidad. A continuación se exponen los objetivos, metodología
y resultados de la investigación desarrollada por Casa Alianza en el acercamiento a esta
problemática.

3.4.1. Objetivo

Profundizar en el conocimiento de la realidad de los niños, niñas y jóvenes trabajadores en las


calles de Tegucigalpa (Dpto. de Francisco Morazán); analizar las condiciones laborales en que
desarrollan sus actividades y evaluar las repercusiones de esta realidad sobre la población
infanto-juvenil de la zona.

3.4.2. Metodología

Para abordar el estudio de los niños, niñas y jóvenes trabajadores en las calles, se solicitó la
colaboración de nuestro equipo de apoyo legal y calle de Casa Alianza Honduras. Este programa
constituye uno de los ejes centrales de la institución en la medida en que representa el contacto
más directo y real con la infancia de la calle.

Mediante el abordaje lúdico, el acercamiento y la empatía con los menores, se consigue


establecer una relación de confianza y respeto que permite iniciar un proceso de restitución de
derechos a través de los diferentes programas y espacios de los que dispone la institución, en
aquellos casos que voluntariamente quieran acceder a los mismos. El radio de acción de este
equipo se centra en aquellos niños, niñas y jóvenes de Tegucigalpa y Comayagüela.

Si bien esta muestra no es equiparable a la totalidad de los cientos de niños, niñas y jóvenes que
sobreviven en las calles de Honduras, no obstante creemos que su análisis puede servir para la
reflexión y el acercamiento a esta realidad.

Mediante la técnica de grupos focales se desarrolló una entrevista exploratoria grupal con el
equipo de calle y apoyo legal para profundizar en esta problemática y reflexionar sobre sus
implicaciones para la infancia del país.

3.4.3. Descripción de la realidad

I. Los niños y niñas en las calles de Tegucigalpa

Entre los meses de Febrero a Septiembre de 2011 nuestro equipo de Casa Alianza identificó y
estableció una relación de confianza con un total de 217 niños, niñas y jóvenes de
Tegucigalpa y Comayagüela. Como ya se especificó en el apartado de la metodología, ésta es
una muestra identificada por Casa Alianza, pero no abarca la totalidad de los menores que
sobreviven en las calles en el país.

En el análisis de esta muestra se identificó que las edades de los menores oscilan entre los 6 y
los 18 años. Se identifica un total de 13 niños y niñas menores de 12 años; 133 casos de edades
comprendidas entre los 12 y los 15 años; y 71 casos de 16 a 18 años. Se registra un 24 % de
mujeres (n=53 niñas) y un 76% de varones (n=164 niños)

23 
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Del total de la muestra identificada se identifican 23 casos de niños y niñas que viven
permanentemente en las calles (11%) y 194 casos de niños y niñas que están en las calles pero
que mantienen un relativo contacto con sus familias (89%).

Los principales problemas identificados en estos menores son la adicción a las drogas y a los
inhalantes, el maltrato físico intrafamiliar, así como también verse inmersos en la
problemática del trabajo infantil ocupando labores como pepenadores, vendedores o en redes
de explotación sexual-comercial.

Una de las realidades más visibles en torno a la problemática del trabajo infantil en calle, es la de
los cientos de niños y niñas que trabajan en los mercados de todo el país. Algunos de los más
destacados en Tegucigalpa son el de San Isidro, Colón, Las Américas, Álvarez, Jacaleapa,
Mamachepa, Juan Pablo, San Miguel, Zonal Belén o el mercado de la Feria Agropecuaria (éste
último sólo está abierto los viernes y los sábados).

En estos mercados se encuentran niños y niñas de todas las edades, generalmente solos o en
algunos casos acompañados de sus familias, quienes tienen algún puesto de venta en el mercado.
Desarrollan diferentes tipos de actividades: son vendedores (de agua, frutas, caramelos, chicles,
palomitas, etc.); encargados de tirar los desperdicios; de cargar verduras; de repartir comida de
unos puestos a otros; del narcomenudeo; niños y niñas mendigando y pidiendo; y menores
obligados por adultos a prostituirse.

Otra de las realidades de trabajo infantil en


las calles se identifica en los basureros. En
Tegucigalpa destacan especialmente los
basureros de la Rampla, Villanueva, Colonia
Hato de En medio, La cancha de la Kennedy y
el Campo Motagua. En el basurero de La
Rampla hay niños y niñas de 4 y 5 años
trabajando. Sin embargo, en los demás son
mayoritariamente varones a partir de los 9
años. Entre sus principales ocupaciones
destacan: recolectar basura y reciclarla
(latas, botellas de plástico, desechables,
papel, cartón, etc.); empujar las carretas que transportan la basura; así como recolectar cobre.
Actualmente, están siendo utilizados para vender cada libra de cobre a 30 o 40 lempiras (1.5 o 2
dólares) para lo cual tienen que quemar el material, dejarlo enfriar, aplastarlo y luego extraer el
metal. En base a este tipo de actividades están desapareciendo redes de instalación eléctrica,
alcantarillados e incluso algunas piezas de diversos puentes en la ciudad.

Las jornadas de trabajo en los basureros son siempre de más de


ocho horas diarias y los menores trabajan todos los días de la
semana (de lunes a domingo). El salario máximo que pueden
conseguir cuando hay mucha basura es de 200 o 250 lempiras
diarios (10.5 o 13 dólares). Sin embargo, el salario más bajo
obtenido cuando la actividad es menor, es de 100 o 150 lempiras
diarios (5 u 8 dólares). Las cantidades fluctúan en función de la
cantidad de basura y por este motivo, el salario varía cada semana.
La mayoría de estos menores no acude a la escuela, aunque algunos
compatibilizan su actividad en el basurero con la escuela (si van
por la mañana al basurero, acuden por la tarde a la escuela y
viceversa).

24 
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Las estaciones y las terminales de los autobuses son otro punto focal de identificación de
menores trabajadores. La actividad principal que estos desarrollan es vender productos de todo
tipo, tanto en las zonas céntricas como en las zonas periféricas. En este tipo de actividades se
identifican mayoritariamente niñas de 7 años en adelante.

De igual modo, en los hospitales, aeropuertos y locales de comida rápida se han detectado
menores de 9 años en adelante vendedores y encargados del lavado y cuidado de los carros.

Por su parte, los parques y plazas son un punto crítico de venta e intercambio de droga y de
explotación sexual de menores (especialmente homosexuales). Los menores encargados de
narcomenudeo, actividad mayoritariamente promovida por narcotraficantes que tienen su
campo de acción en las zonas mencionadas, suelen ser varones y mujeres de 16 años en
adelante, y los niños y niñas que son explotados sexualmente tienen por lo general más de 12
años. Otras de las zonas en la que se identifican menores vendedores es en el estadio nacional
cuando se desarrollan los encuentros futbolísticos o en los semáforos donde los jóvenes
realizan también actividades lúdicas (malabares, lanzallamas, animación, etc.), venden o limpian
los cristales de los carros.

3.4.4. Conclusiones

- Muchos niños, niñas y jóvenes de Honduras se ven abocados a hacer de la calle su


espacio cotidiano, a vivir en la marginalidad y a convertir los mercados, basureros,
semáforos o parques, en oportunidades para sobrevivir. A pesar de ser una realidad
visible ante todos, la indiferencia social e institucional, así como la falta de respuestas y
soluciones para su erradicación, son un hecho constatable.

- Diariamente los hondureños se ven ante la situación de tener que decidir si deben o no
aceptar los servicios de un menor que limpie los cristales de su carro, vaya a recoger su
basura o le venda agua o periódicos. Mientras continúe faltando un criterio o ética estatal
que establezca las debidas pautas en la protección a la infancia y la erradicación del
trabajo infantil o la pobreza, permanecerá el dilema.

- Dado el carácter marginal de las actividades desarrolladas por los menores trabajadores
de la calle, estos niños, niñas y jóvenes se ven expuestos a situaciones diarias de riesgo
extremo para su salud, educación, integridad física y desarrollo moral y afectivo.

- Es de hacer notar que esta problemática de callejización de niños y niñas no es exclusiva


de Tegucigalpa y Comayagüela. En los últimos cinco años se ha notado un aumento de
jóvenes desarrollando actividades de sobrevivencia en ciudades como Danlí, La Ceiba, El
Progreso, San Pedro Sula, entre otros. Suele tratarse de regiones donde existe mayor
actividad comercial e industrial y donde se identifican la mayor parte de las redes
criminales que tienden a involucrar a los menores en actividades ilícitas.

25 
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3.5. Diagnóstico situacional del trabajo infantil en el Crematorio


Municipal de Tegucigalpa (Departamento de Francisco Morazán) .

3.5.1. Objetivo

Constatar la presencia de niños, niñas y jóvenes trabajadores en el crematorio municipal de


Tegucigalpa; analizar las condiciones laborales de los menores trabajadores de este sector;
evaluar las repercusiones de esta realidad sobre la población infanto-juvenil de la zona; y
ejemplificar la realidad de los niños y niñas del basurero a través de un testimonio real de esta
problemática.

3.5.2. Metodología
La proliferación de bandas organizadas y redes vinculadas a la distribución de drogas en el
crematorio municipal de Tegucigalpa, han elevado en los últimos años los niveles de violencia en
esta zona. Esta situación unida a algunas malas experiencias precedentes con diversas
organizaciones sociales, han provocado el recelo de los habitantes y trabajadores del crematorio
hacia la entrada de personas desconocidas en el mismo.

Debido a esta peligrosidad y riesgo, Casa Alianza no pudo visitar en terreno la realidad de los
niños, niñas y jóvenes trabajadores del crematorio municipal. Los datos incluidos en el presente
informe han sido obtenidos a partir de diversas entrevistas mantenidas con agentes sociales y
líderes/lideresas locales con una larga trayectoria de trabajo en el crematorio; habiendo sido
contratados los datos de las diferentes entrevistas con el fin de ofrecer la visión más cercana
posible a la realidad de esta zona.

Es importante matizar que para el presente informe se ha escogido el crematorio municipal de


Tegucigalpa como ejemplo concreto para visibilizar la realidad y la problemática del trabajo
infantil en este sector. Sin embargo, en Honduras se tiene constancia de la presencia de menores
trabajando en diversos basureros y crematorios de diferentes zonas del país, destacando
especialmente el botadero de San Pedro Sula.

3.5.3. Descripción de la realidad

I. Los niños y niñas en el crematorio municipal de Tegucigalpa.

Actualmente, se identifican en el crematorio municipal de Tegucigalpa una población


aproximada de 123 menores que viven permanentemente en los alrededores del basurero
y que trabajan diariamente en él; además de cerca de 150 menores que cada día se
desplazan hasta él para trabajar pero que provienen de lugares como Villa Franca, Villa Unión,
Nueva Capital, San Martín, Campo Cielo, Suyapa, Talanga, Comayagua o Las Flores.

Las edades de los niños, niñas y jóvenes que


trabajan en el crematorio oscilan entre los 7 y
los 18 años (aunque hay niños que ya
comienzan a ir a la basura a los 4 años) y
predominan los varones por encima del
número de mujeres.

Los menores comienzan a trabajar en el


basurero a las seis de la mañana y pueden
continuar trabajando en él hasta las ocho de
la noche. Entre sus principales actividades
destacan la recogida de latas, papel, cartón,

26 
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aluminio, botellas de plástico y cobre. Buscan verduras o alimentos para poder comer o vender y
también transportan sacos cargados con todo el material recogido de la basura.

En muchas ocasiones piden jalón a los autobuses o carros de la zona para poder llevar los sacos
a los mercados o puntos de venta. Esto ha provocado varios accidentes en los últimos años
(dieciocho menores han fallecido por esta razón) ya que las pesadas cargas de los sacos y la
velocidad de los autobuses o carros que los transportan, hacen que los menores no se puedan
agarrar bien y así, muchos de ellos caen.

Los niños, niñas y jóvenes trabajadores en el crematorio sufren la explotación laboral, bien de
sus propias familias o bien de personas intermediarias.

En el caso de la explotación laboral perpetrada por la propia familia, generalmente se envía


al menor a la basura con el objetivo de conseguir dinero para poder comprar droga y luego
venderla o bien para consumirla ellos mismos. El consumo de drogas ha incrementado la
violencia y las problemáticas en el crematorio y se ha insertado de tal manera en la realidad de
estas familias que muchos padres y madres incitan a sus propios hijos al consumo.

De este modo, los niños y niñas que comienzan a consumir a edades muy tempranas, presentan
graves problemas de drogodependencias cuando llegan a la adolescencia.

Los menores también pueden ser explotados por personas intermediarias de la venta que les
utilizan para desarrollar actividades ilícitas como por ejemplo intercambios de drogas o ventas
trampeadas. Estos intermediarios llegan cada día al botadero para comprar lo que los menores
han recolectado y en muchas ocasiones les obligan a seguir vendiendo hasta las ocho de la
noche, hora en la cual ya está muy oscuro y se ven expuestos a violaciones o malostratos de
desconocidos.

El salario promedio de un niño/a de una edad


comprendida entre los 6 y los 10 años en el
crematorio es de 30 o 60 lempiras diarios (2 o
3 dólares diarios). Los jóvenes de 11 años en
adelante pueden llegar a ganar hasta 150 o
200 lempiras diarios (8 u 11 dólares diarios).
Los adultos pueden ganar un total de 300 a
700 lempiras cada dos días de trabajo (16 o 37
dólares). Los niños y niñas más pequeños son
los que menos ganan dado que recolectan
menos volúmenes de basura, productos de
menor valor y además, tienen menor
capacidad de negociación con los
comerciantes.

En líneas generales casi todos los menores destinan el dinero que ganan para apoyar en la
economía familiar, para ahorrar algo de dinero, para comprar algo de comida o para comprar
droga.

Actualmente, en el crematorio hay una escuela a la que acuden 120 niños y niñas, desde Kinder
hasta sexto curso. Se ha identificado un total de 14 niños y niñas que han logrado salir del
basurero y acuden todas las mañanas a la escuela. De estos 14 niños y niñas, 6 de ellos ya no
acuden a trabajar al crematorio en todo el día.

Entre los principales problemas de salud identificados en los menores trabajadores de la basura,
se registran las cortaduras (por pincharse con clavos, jeringuillas, entre otros objetos
punzantes), envenenamientos (por consumo de alimentos en mal estado), diarreas,
desnutrición, mareos o vómitos y problemas de picazón en la piel y alergias.

27 
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II. Una vida en el basurero: testimonio real de una mujer que pasó casi toda
su infancia en el crematorio y actualmente continua trabajando en él con
sus hijos.

Ella era una niña de cuatro años. Sus papás la mandaban a recoger verduras entre la basura del
mercado para poder dar de comer a sus ocho hermanos. Cuando ella tenía seis años, sus papás
empezaron a llevarla al crematorio municipal para rebuscar en la basura con el fin de encontrar
algún alimento. Sólo pudo ir a la escuela durante un año. Sus papás no tenían suficientes recursos
así que pronto la dejó. Casi no sabe leer ni escribir.

Todos los días acompañaba a su padre al basurero a buscar cobijas, que luego lavaban y vendían en
el mercado. Ella aprendió que con eso conseguían dinero así que a los nueve años se convirtió en
una trabajadora más del basurero. Aquel lugar le daba mucho miedo porque había hombres
mayores que le decían cosas que ella no comprendía. En cualquier caso necesitaban pagar el
alquiler del cuartito que arrendaban. Su papá bebía mucho y les había quemado la casa.

Un día, a la edad de once años y mientras recogía basura, cinco hombres la golpearon, la cortaron y
la violaron. Después de aquello tenía tanto miedo que estuvo un tiempo sin acercarse al basurero,
durante el cual se dedicó a la venta. Nunca le contó eso a su madre para evitar problemas. A los
catorce años, una vez más, regresó al crematorio.

Un día, una amiga la invitó a dar un paso por el centro con la excusa de que no era normal que una
niña estuviera todo el día entre basura. Fue entonces cuando ocurrió lo más horrible de toda su
vida. La señora la vendió por cinco mil lempiras a un prostíbulo de Comayagua y allí la mantuvieron
encerrada durante cinco años. La obligaban a acostarse con diez hombres al día para saldar sus
deudas. Cuando no quería hacerlo, los dueños la golpeaban con cables y la ataban. No podía salir a
la calle, estuvo encerrada hasta los 19 años.

Cuando consiguió salir, regresó al lugar al que siempre creyó poder volver: el crematorio. En ese
momento ya había llegado el negocio de las latas así que ganaba algo de dinero con ello.
Nuevamente, fue violada en diversas ocasiones, golpeada y maltratada. Tuvo varios hijos (nueve en
total) a quienes dio a luz entre cartones y basura. Casi todos sus hijos han trabajado siempre en el
basurero, aunque los dos más pequeños (con quienes vive ahora) ya tienen posibilidades de ir al a
escuela que se ha construido en la zona.

Actualmente ella lucha por sacar a los niños y niñas, cuyas familias se han ido asentando en los
alrededores del crematorio, del trabajo de la basura. Pero las condiciones de vida son cada vez más
duras. La droga, la violencia y la marginalidad cada vez son mayores. La esperanza se esconde
demasiado bien entre la basura.

3.5.4. Conclusiones

- Los resultados de la investigación nos permiten constatar que la actividad desarrollada


por los niños, niñas y jóvenes del crematorio municipal pertenece a la categoría de
trabajo infantil peligroso establecida por el Convenio 182 de la OIT, dado el escenario
donde realizan el trabajo los menores pepenadores, en el cual prevalecen condiciones de
insalubridad, riesgos laborales y exclusión social.

28 
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- Los niños, niñas y jóvenes trabajadores del basurero están diariamente expuestos a
graves riesgos para su salud debido al contacto permanente con residuos tóxicos u
objetos cortantes, además de la falta de equipos de protección para trabajar entre la
basura. Esto se traduce en una alta incidencia de enfermedades relacionadas con el
hecho de estar a diario entre residuos, así como el hecho de verse expuestos a
situaciones de grave riesgo y peligro para su integridad moral y física.

- Los menores están permanentemente expuestos a la contaminación ambiental,


accidentes o enfermedades propias o ajenas, malostratos físicos o verbales por parte de
los adultos, asaltos, incitación al consumo de drogas, abusos sexuales y muerte.

- La participación de los menores que trabajan en el crematorio en el sistema educativo es


mínima, por lo que estos niños, niñas y jóvenes están siendo obligados a perder su
derecho a recibir una educación adecuada y de calidad.

- Los líderes y lideresas comunitarios del crematorio consideran innecesarios los


programas proporcionados por el estado para capacitar a los adultos en actividades
como la repostería, la mecánica o la albañilería, ya que aseguran que la mayor parte de
los adultos que trabajan en el crematorio tienen una larga trayectoria de vida y trabajo
en el mismo, por lo que difícilmente se ven capacitados para desarrollar otro tipo de
actividades.

- Estos líderes y lideresas son conscientes de la problemática del trabajo infantil y


manifiestan su preocupación por esta situación pero las dificultades para poner en
marcha acciones encaminadas a erradicar el trabajo infantil en la zona, son un hecho. En
la medida en que la violencia, la droga y la necesidad permanezcan entre los adultos y
trabajadores del crematorio, permanecerá también la explotación y el trabajo infantil, ya
que los patrones y los roles de trabajo se transmiten de generación en generación.

29 
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Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

Capítulo 4. Recomendaciones
Si bien la información descrita a través de las investigaciones presentadas no es generalizable a
la realidad de todos los niños, niñas y jóvenes trabajadores en Honduras, Casa Alianza considera
que se trata de información valiosa en el acercamiento a la realidad actual de algunas de las
formas de trabajo infantil vigentes en el país.

Es por ello que a partir de la información proporcionada pueden establecerse algunas


consideraciones y recomendaciones finales. Este apartado se organizará en torno a dos
dimensiones: (I) recomendaciones en base a cada una de las formas de trabajo infantil
investigadas y (II) recomendaciones generales que pueden ser aplicables a todas las formas de
trabajo infantil del estudio.

I. Recomendaciones sobre cada una de las formas de trabajo infantil investigadas


en el presente estudio:

En los resultados sobre la situación de trabajo infantil en las explotaciones mineras de El


Corpus (departamento de Choluteca) se constata la necesidad de acciones inmediatas de la
Inspectoría del área de trabajo, higiene y seguridad del Ministerio de Trabajo en el
departamento, en las cuales se detenga la incorporación de menores al trabajo en las minas del
municipio de El Corpus, asegurándoles el debido cumplimiento de sus derechos como menores.
Tales inspectorías deberían dar el debido seguimiento a la actividad de las empresas mineras y a
la de los particulares que trabajan en la explotación minera, regulando de forma muy exhaustiva
el cumplimiento de la prohibición de contratación de menores para desarrollar este tipo de
actividades.

Parte de la solución definitiva de esta realidad provendrá de la capacidad de este tipo de


organismos gubernamentales, en colaboración con las comunidades y agentes sociales, para
ofrecer soluciones y alternativas a las familias de estas zonas. En particular, se necesitan
políticas de desarrollo sostenibles que impulsen la economía y el bienestar de las
comunidades de la zona a largo plazo.

Además, se necesitan programas que promuevan alternativas de generación de ingresos


familiares complementarias a la actividad minera, permitiendo un mayor aprovechamiento
de los ingresos mineros en el desarrollo de economías locales menos vulnerables o dependientes
de este sector de trabajo.

En lo relativo a la situación de trabajo infantil doméstico se detecta la necesidad de crear y


fortalecer políticas estatales que permitan detectar y atender a las niñas y jóvenes
trabajadoras domésticas y promover acciones y oportunidades alternativas que sirvan tanto
para prevenir esta problemática, como para dotar de los recursos necesarios a las niñas y
jóvenes que se ven inmersas en este tipo de trabajos. En el marco del Plan de Acción Nacional
para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil deberían tener cabida este tipo de
actividades y seguimientos.

También es necesario impulsar campañas de comunicación y programas de capacitación


que dignifiquen y revaloricen el trabajo doméstico, así como promover un cambio en los
valores y las prácticas culturales que discriminan a las mujeres, jóvenes y niñas y que
sostienen la explotación del trabajo doméstico femenino.

En la lucha por la erradicación de esta forma de trabajo infantil, se necesitan más programas
como el Reyes Irene Valenzuela o políticas gubernamentales que apoyen este tipo de
proyectos, que ofrecen oportunidades educativas y formativas a las niñas y jóvenes que viven
inmersas en esta problemática, ofreciéndoles soluciones prácticas en su día a día y que
contribuyen a luchar porque todas ellas tengan un futuro mejor.

30 
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Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

Los resultados de la investigación realizada sobre el trabajo infantil en el sector


agroindustrial pone nuevamente de relieve la necesidad de que el área de inspección de trabajo
del departamento de Choluteca, establezca el debido seguimiento a aquellas empresas del
sector agroindustrial para que cumplan las normativas establecidas en cuanto a la
prohibición de contratación de mano de obra infantil. Dado que la municipalidad quizás no
cuenta con todos los recursos o con la capacidad técnica necesaria, se podría promover la
implementación de programas intergubernamentales e interinstitucionales que
fortalecieran la capacidad de seguimiento y control hacia las empresas.

También sería necesario promover la cualificación y capacitación de las personas adultas


de las comunidades para que mejoren sus condiciones laborales y sus ingresos, de esta forma
no sería tan necesario recurrir a la incorporación temprana de niños, niñas y jóvenes a este tipo
de trabajos con el objetivo de obtener los ingresos mínimos.

En cuanto al trabajo infantil de los niños, niñas y jóvenes que sobreviven en las calles de
Tegucigalpa, es necesario abrir los ojos ante la realidad que cada día nos rodea y comprender
que los mercados, los basureros, los semáforos, los parques o las terminales de autobuses, no
son lugares en los que, bajo ningún concepto, deba trabajar un menor. Tal vez entonces se
comenzarían a buscar soluciones y alternativas bajo una política de estado que luche por la
debida protección de su infancia y juventud, promoviendo políticas municipales y locales que
luchen por la reducción de la pobreza y la erradicación del trabajo infantil.

Finalmente, la situación de trabajo infantil en el crematorio municipal de Tegucigalpa


necesita de políticas y estrategias para la erradicación del trabajo infantil, las cuales
deberían ir dirigidas hacia padres y madres de familia, trabajadores adultos del basurero,
autoridades municipales, líderes y lideresas de la zona y organismos gubernamentales o agentes
sociales implicados.

Se necesitan identificar alternativas y oportunidades diferentes de trabajo para los


habitantes y trabajadores del crematorio, que ofrezcan mejores condiciones y mayores
ingresos a los padres y madres de familia; teniendo en cuenta que las personas que trabajan o
viven en el basurero tienen largas trayectorias de vida y asentamiento en el lugar, por lo que
serán necesarias políticas de reinserción prácticas y reales.

Apremia la realización de un seguimiento y control exhaustivo de lo que sucede en los


hogares familiares para prevenir y frenar la incorporación de menores al trabajo del basurero
y promover políticas que permitan la (re)inserción de estos menores en el sistema
educativo, compensando de algún modo los ingresos que dejará de percibir la familia al
retirarse los niños, niñas y jóvenes del trabajo en la basura.

Es necesario promover la regulación del trabajo en el basurero a través de reglamentos


técnico-operativos que permitan garantizar la adecuada gestión de la basura y que esto a su vez
sirva para regular el cumplimiento de prohibición de niños o niñas trabajando en el basurero.
Con este objetivo ya han surgido cooperativas locales dirigidas por líderes y lideresas
comunitarios que ponen sus esfuerzos en ello. Se necesita apoyar este tipo de acciones para, a
través de las mismas, poder garantizar la erradicación del trabajo infantil en la zona.

La situación del crematorio municipal de Tegucigalpa es más compleja y alarmante cada año que
pasa. Casa Alianza Honduras se pregunta ¿Cuáles son los valores o parámetros de una sociedad
que permite que cientos de niños, niñas y jóvenes peleen por conseguir algún alimento entre los
restos de la basura? ¿Que sean violados, explotados e inducidos al consumo de drogas? La
basura no debería ser bajo ningún concepto el hogar de ningún niño o niña, y sin embargo
así sucede.

31 
El Trabajo Infantil en Honduras •
Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

II. Recomendaciones generales comunes a todas las formas de trabajo infantil


estudiadas:

La precariedad económica y los niveles de pobreza de los grupos familiares estudiados son
uno de los factores más importantes para explicar la realidad del trabajo infantil. Sin embargo,
establecer que ésta es la única causa generadora de trabajo infantil sería minimizar esta
realidad. Lo cierto es que en todas las formas de trabajo infantil estudiadas se constata una
actitud permisiva y una normalización del fenómeno por parte de los diferentes agentes
institucionales de gobierno, organismos sociales y civiles.

La existencia de una actitud normalizadora ante el trabajo infantil por parte de muchas familias,
permite que muchos niños, niñas y jóvenes trabajen como ayudantes de sus padres o familiares
directos, lo cual suele traducirse en una pérdida de derechos laborales para estos menores,
promoviéndose un trabajo en condiciones laborales de total irregularidad.

En algunas de las realidades estudiadas (como por ejemplo el trabajo infantil en la minería o en
la agroindustria) se da el agravante de que muchas de las actividades desarrolladas por los
menores reciben una compensación económica elevada en comparación con lo que podría
ingresar dicha familia dedicándose a otro tipo de actividades. Esto unido a la situación de
pobreza y necesidad de las familias, hace que se generen actitudes de permisividad y
normalización ante la incorporación de niños y jóvenes a este tipo de trabajos.

Por todo ello, trabajar por cambiar estas actitudes y valores de normalización y permisividad
debería ser una de las prioridades en la lucha por la erradicación del trabajo infantil en
Honduras.

En todas las formas de trabajo infantil estudiadas, se constata una correlación negativa entre
el trabajo infantil y la asistencia a la escuela, así como también se aprecia cómo la
incorporación al trabajo en edades tempranas incide de manera negativa sobre el rendimiento y
el aprendizaje escolar de estos menores. De igual modo, la integridad física y moral de los
niños, niñas y jóvenes del estudio está siendo vulnerada, viéndose expuestos a diario ante
situaciones que dificultan el desarrollo normalizado de un menor. Situaciones de abuso, malos
tratos, violencia intrafamiliar, drogodependencias, explotación sexual-comercial, explotación
laboral; o situaciones que ponen en peligro su salud física: ambientes insalubres, trabajos en
alturas peligrosas, contacto con sustancias tóxicas, turnos nocturnos, exposición a ambientes
contaminados, entre otros.

Es por ello que se puede establecer que las condiciones en las que trabajan los niños, niñas y
jóvenes en la agricultura, la minería, la recolección de basura, la calle o en el trabajo doméstico
son de explotación y riesgo extremo y que vulneran los derechos más fundamentales de los
menores y condicionan y limitan sus posibilidades de futuro.

Es por ello necesario fortalecer la administración de la justicia para hacer efectiva la


aplicación de la ley por explotación económica infantil, mediante la sensibilización y
capacitación de los operadores de justicia sobre el marco legal, especialmente el Código de la
Niñez y el Reglamento de Trabajo Infantil, así como los demás instrumentos jurídicos
internacionales correspondientes.

32 
El Trabajo Infantil en Honduras •
Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

Los datos expuestos a través de las cinco investigaciones realizadas pretenden contribuir a la
ruptura entre la investigación y la acción social, trasladando las percepciones y las voces de
todos los niños, niñas y jóvenes que han participado en este estudio a quienes corresponda
ahora tomar las medidas adecuadas para promover y garantizar la definitiva erradicación de
estas formas de trabajo infantil en el país.

El niño es el padre del hombre


William Wordsworth

33 
El Trabajo Infantil en Honduras •
Observatorio de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes en Honduras

ANEXOS

Casa Alianza Honduras desea resaltar los resultados de algunas de las investigaciones en las que
sustenta parte de la información expuesta a través del presente informe. Especialmente, nos
gustaría destacar el estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT-IPEC)
en el año 2004 en el marco de proyectos por la prevención y eliminación de las peores formas
de trabajo infantil doméstico en América Central y República Dominicana. Dado que la
situación del país no ha cambiado desde entonces, la vigencia de estos datos sigue siendo válida
y creemos importante dar a conocer este tipo de trabajos. De igual modo, también nos gustaría
resaltar el estudio de línea base sobre el trabajo infantil en Honduras, también desarrollado
por la OIT-IPEC en el año 2004, a través del cual se investigan en profundidad algunas de las
formas de trabajo infantil que no han tenido cabida en el presente informe (trabajo infantil en
coheterías, en la producción del café, en la producción del tabaco o en pesca y buceo
submarino).

A continuación se anexan ambos documentos.

34 
Estudio de la legislación sobre trabajo infantil doméstico en Honduras. Análisis de la Legislación Nacional e Internacional.
El Proyecto Prevención y eliminación
de las peores formas de trabajo
Edición infantil doméstico en América
Central y República Dominicana de
Coordinación general por parte de la la OIT-IPEC, plantea una acción integral en
OIT-IPEC: los niveles políticos, sociales, económicos y
culturales:
Rigoberto Astorga, Coordinador del
Proyecto Prevención y Eliminación
de las Peores Formas de Trabajo
Estudio de la legislación Investigación: identificar las
características, magnitud y consecuencias del
Infantil Doméstico en América
Central y República Dominicana sobre trabajo infantil trabajo infantil y adolescente doméstico.

Concientización y divulgación:

Supervisión y revisión por parte de


doméstico en Honduras. informar, sensibilizar y movilizar a diferentes
sectores sobre la problemática del trabajo
OIT-IPEC: infantil doméstico.

Rosa Corea Creación de redes: crear redes para


Paulino Isidoro atender la problemática y garantizar los
Análisis de la Legislación derechos de las trabajadoras infantiles
domésticas.
Apoyo Técnico y revisión:
Programa para la Erradicación
Nacional e Internacional.
Formulación de estrategias
Gradual y Progresiva del nacionales: diseñar estrategias para
Trabajo Infantil. atender la problemática tanto en el nivel
Secretaría del Trabajo y nacional como subregional.
Seguridad Social
Normativa legal: revisar la normativa
Rosibel Garay
jurídica del país tomando en cuneta los
derechos de niñas, niños y adolescentes y la
dimensión de género del problema, así
Autora: como la legislación internaconal relevante.
Karla Cueva
Atención directa: propuestas de
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AGENCIA CANADIENSE
DE DESARROLLO
INTERNACIONAL
1

Estudio de la legislación
sobre trabajo infantil
doméstico en Honduras.
Análisis de Legislación
Nacional e Internacional
2

Copyright © Organización Internacional del Trabajo 2004


Primera edición, 2004

Las publicaciones de la Oficina Internacional del Trabajo gozan de la protección de los derechos
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OIT – IPEC
Estudio de la legislación sobre trabajo infantil doméstico en Honduras. Análisis de la Legislación
Nacional e Internacional en materia de trabajo infantil doméstico y propuesta de reformas legales
San José, Costa Rica, Oficina Internacional del Trabajo, 2004.

Trabajo de menores, Trabajador doméstico, Legislación, Honduras

N° de faceta: 14.02.2

ISBN: 92-2-316425-7 versión impresa


92-2-316426-5 versión web Datos de catalogación de la OIT-IPEC

Autora: Karla Cueva

Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones


Unidas, y la forma en que aparecen presentados los datos en las publicaciones de la OIT no
implican juicio alguno por parte de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición
jurídica de ninguno de los países, zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto
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Proyecto desarrollado con el apoyo del gobierno de Canadá

Impreso en Honduras.
Tabla de Contenido 3

TABLA DE CONTENIDO
Presentación ......................................................................................... 5

Introducción ......................................................................................... 9

1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras ......... 13

1.1 Antecedentes Normativos ............................................. 15


1.2 Características del Trabajo Doméstico
en Honduras ..................................................................... 23

2. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras .................. 31

2.1 Trabajo Doméstico: Derechos Protegidos...


Derechos Vulnerados ..................................................... 33
2.2 Características del Trabajo Infantil Doméstico
en hogares de terceros en Honduras ......................... 38
2.3 Modalidades del Trabajo Infantil Doméstico .......... 45

3. La Normativa Internacional y Nacional


sobre Trabajo Infantil ............................................................. 47

3.1 Legislación existente: de la Teoría a la Práctica ..... 49

3.1.1 El MarcoJurídico Internacional .................. 50

3.1.1.1 La Convención sobre los Derechos


del Niño ........................................................... 50
3.1.1.2 El Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos ........................................... 52
3.1.1.3 El Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales ........... 53
3.1.1.4 La Convención sobre la Eliminación de
todas las formas de Discriminación
contra la Mujer .............................................. 54
3.1.1.5 La Convención Americana sobre
Derechos Humanos ...................................... 55
4

3.1.1.6 Los Convenios y Recomendaciones


de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) ........................................... 56

3.1.2 El Marco Jurídico Nacional ......................... 66

3.1.2.1 La Constitución de la República ............... 66


3.1.2.2 El Código de la Niñez y la Adolescencia .. 71
3.1.2.3 El Código de Familia .................................... 79
3.1.2.4 El Código de Trabajo .................................... 80
3.1.2.5 El Reglamento sobre Trabajo Infantil ....... 82
3.1.2.6 La Ley del Seguro Social ............................. 86

4. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales


Nacionales .................................................................................. 89

4.1 Instituciones para la Atención y Protección


de la Niñez ........................................................................ 91

4.1.1 El Instituto Hondureño de la Niñez


y la Familia (IHNFA) .......................................... 92
4.1.2 La Secretaría de Estado en el Despacho
de Trabajo y Seguridad Social (STSS) .......... 95
4.1.3 Los Juzgados de Letras de Trabajo ............. 109
4.1.4 Los Juzgados de Letras de la Niñez ............ 110
4.1.5 El Ministerio Público ...................................... 113
4.1.6 El Comisionado Nacional de los
Derechos Humanos ........................................ 116
4.1.7 La Comisión Nacional para la
Erradicación Gradual y Progresiva
del Trabajo Infantil .......................................... 118

Conclusiones ............................................................................ 125

Recomendaciones .................................................................. 129

Bibliografía ............................................................................... 141


Presentación 5

PRESENTACION

El trabajo infantil y adolescente doméstico en hogares de


terceros, es considerado una de las forma de explotación
mas generalizada, pero a la vez menos difundida y conocida,
por esta razón, todo esfuerzo que permite evidenciar el
trabajo infantil y promover su erradicación debe tener la
máxima divulgación posible, a fin de alertar a las autoridades
competentes, movilizar opiniones e impulsar acciones de
quienes puedan colaborar, directa o indirectamente, en la
prevención y eliminación de este flagelo en nuestra sociedad.

En este contexto, la Oficina Subregional de la OIT para


Centroamérica, Haití, Panamá y Republica Dominicana se
complace en presentar el estudio “Estudio de la legislación
sobre trabajo infantil doméstico en Honduras: análisis
de la Legislación Nacional e Internacional en materia de
trabajo infantil doméstico y propuesta de reformas
legales”, en el que recoge un razonamiento exhaustivo de
la legislación nacional e internacional frente a esta actividad.

Al igual que en el resto de países de la región, el trabajo


infantil doméstico en Honduras tiene una relación directa
con la pobreza, principalmente en las áreas rurales y
marginales, situación que es utilizada para legitimar la
incorporación de niñas y niños a muy corta edad en esta
actividad laboral, en condiciones desventajosas y muchas
veces indignas; pero no dejan de ser menos importante el
papel que juegan los factores culturales que toleran y
perpetúan esta actividad; la falta de alternativas educativas
que no garantiza el acceso y permanencia en el sistema
educativo de las mayorías más vulnerables; y la
discriminación contra las mujeres.
6

El trabajo doméstico, suele ser el enganche de altos


porcentajes de la población infantil femenina para migrar
del campo a la ciudad, o de un centro urbano menor a las
grandes ciudades, fomentado esto, en muchos casos por la
propia familia de origen como una alternativa de
sostenibilidad para las niñas y de generación de ingresos
para la familia. A menudo la actividad se presenta como
una oferta de futuras oportunidades de educación,
capacitación laboral o acceso a mejores empleos que
difícilmente se concretan. El techo y la comida, muchas
veces son atractivos suficientes para que familias pobres
coloquen a sus hijas en hogares de terceros, ante la
imposibilidad para poder satisfacer las necesidades básicas
más elementales.

Sin embargo, los estudios, investigaciones, que parten de


las experiencias y vivencias de la propia población inmersa
en este trabajo, señalan que las niñas, niños y adolescentes
que se dedican a las labores domésticas en casa de su
empleador, en su mayoría son víctimas de condiciones de
explotación, abuso, maltrato, discriminación, falta de pago,
largas jornadas de trabajo, limitadas oportunidades
educativas, aislamiento de sus familias, exposición a
productos y utensilios peligrosos, violencia física, psicológica
y sexual; entre otras que caracterizan esta labor, siendo
obligadas(os) a asumir cargas laborales iguales o superiores
a las de los adultos; lo que les separa de sus sueños de
infantes y les ubica dentro de una población altamente
vulnerable, limitándoles en su crecimiento y desarrollo.

En el marco legal, el trabajo doméstico es uno de los más


desprovistos de normativa; los y las empleadas domésticas
no cuentan con los beneficios sociales y regulaciones que
gozan otro tipo de trabajadores; esta situación se agrava
con las personas menores de edad ya que la actividad, al
darse en el marco del ámbito privado, propicia la violación
sistemática de derechos. Este escenario nos debe llamar a la
reflexión y sobre todo a tomar medidas inmediatas que
permitan garantizar su bien superior.
Presentación 7

En Honduras, se ha avanzado en la puesta en práctica de


acciones nacionales para la eliminaron del trabajo infantil,
así como la adopción de marcos legales nacionales e
internacionales. Pero, todavía el trabajo infantil doméstico,
no ocupa el lugar relevante que debería tener en la agenda
social, lamentablemente aún se mantiene una percepción
favorable ante esta actividad. Por esta razón, el Programa
Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el apoyo
del Gobierno de Canadá y en el marco del Proyecto
Subregional “Prevención y Eliminación de las Peores Formas
de Trabajo Infantil Doméstico en América Central y
Republica Dominicana”, a impulsado estudios sobre el tema,
particularmente de los aspectos jurídicos, que han
evidenciado contradicciones, limitaciones y vacíos en las
legislaciones nacionales.

Así, el documento que ahora se presenta sienta las bases


para avanzar en el análisis del régimen jurídico que regula,
en el país, a las personas menores de edad, tomando en
consideración la distancia existente entre la norma y la
realidad, en relación con el trabajo infantil y adolescente
doméstico. Este estudio ofrece, al mismo tiempo, diferentes
recomendaciones para ser sometidas a las distintas instancias
vinculadas al trabajo infantil y adolescente doméstico en
Honduras.

Esperamos que el presente estudio brinde nuevos elementos


para avanzar en la prevención y erradicación de las peores
formas de trabajo infantil en el país y en la región.

Guillermo Dema
Oficina Internacional del Trabajo
Coordinación Subregional del Programa Internacional
para la Erradicación del Trabajo Infantil para América
Central, Panamá, República Dominicana, Haití y México.
8
Introducción 9

INTRODUCCION

En el presente “Estudio de la Legislación Nacional e


Internacional sobre Trabajo Infantil Doméstico en Honduras”
se analiza con profundidad la normativa interna e
internacional sobre esta modalidad de trabajo, considerada
por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como
una de las peores formas de trabajo infantil.

En las páginas siguientes, se procura determinar los vacíos y


contradicciones en las leyes vigentes sobre la materia, e
identificar las necesidades de reformas legales
correspondientes a estos vacíos y contradicciones. De esta
manera, se alcanza breve y paulatinamente el conocimiento
de los mecanismos de protección y sanción en los diferentes
niveles del problema objeto de estudio.

Para el logro de los objetivos propuestos, esta investigación


ha sido dirigida a la recopilación y revisión de los
instrumentos internacionales suscritos por el Estado de
Honduras en materia de derechos humanos, derechos de
la niñez y laborales, así como de la Constitución y las Leyes
secundarias del país, en particular de aquellas que abordan
la problemática del trabajo doméstico en general, y
específicamente, las peores formas de trabajo infantil.

En el transcurso de su elaboración hemos logrado conocer


más a fondo las condiciones de trabajo de las Trabajadoras
Infantiles y Adolescentes Domésticas. Nos hemos acercado
a ellas y hemos ganado su confianza para conocer sus
testimonios. Se trata de historias de vidas sin niñez y madurez
ganada a golpes, fuerza y añoranza.

Hemos conocido a mujeres y hombres que intentan


corresponder, desde organizaciones e instituciones, a las
10

necesidades de niños y niñas de nuestro país, enseñándonos


que aun falta mucho por hacer para lograr esa protección
efectiva de los derechos de la que tanto hablan los teóricos
y los expertos en la materia. En fin, del largo camino por
recorrer para erradicar de nuestro territorio lo que podría
considerarse una de las peores formas de trabajo infantil, al
tenor del contenido del artículo 3 inciso “d” del Convenio
182 de la Organización Internacional del Trabajo.

Para elaborar este trabajo se realizaron una serie de


entrevistas con trabajadoras domésticas infantiles,
adolescentes y adultas También se sostuvieron reuniones
con funcionarios, autoridades gubernamentales,
representantes de organizaciones no gubernamentales y
especialistas en derechos del trabajo y de la niñez. Los
testimonios y opiniones de expertos/as fueron completados
con un análisis de la legislación internacional suscrita y
ratificada por el Estado de Honduras y de la legislación
nacional vigente en materia de trabajo, derechos humanos
y derechos de la niñez.

El trabajo se ha dividido en cuatro capítulos.

El Capítulo 1 nos aproxima al Trabajo Doméstico en


Honduras, a través de un breve antecedente legal y una
caracterización que parte del análisis del régimen de Trabajo
Doméstico comprendido en las leyes laborales vigentes.

El Capítulo 2 nos habla del contraste entre los derechos


reconocidos y los derechos que se ejercen en la realidad en
nuestro país, cuado se trata del Trabajo Infantil Doméstico.
Se profundiza en la caracterización de este tipo de trabajo,
se muestran las condiciones a las que se ven sometidas las
niñas y adolescentes trabajadoras domésticas y cómo algunos
de sus derechos fundamentales (supuestamente protegidos
por la legislación) son violentados cotidianamente en el
trabajo.
Introducción 11

El Capítulo 3 nos introduce al análisis de la legislación vigente,


lo que dicen los textos y como se aplican en la práctica. En
este apartado profundizamos en el estudio de instrumentos
internacionales y leyes internas hondureñas vigentes, para
llegar al conocimiento de los vacíos y contradicciones
existentes, así como de las necesidades de revisión, con el
propósito de prevenir y erradicar el Trabajo Infantil
Doméstico, al cual consideramos una de las peores forma
de trabajo infantil.

El Capítulo 4 se refiere a la institucionalidad. Se enumeran


cuáles son las instancias administrativas y jurisdiccionales
del país encargadas de las políticas y acciones en materia
de niñez y trabajo, y se conoce su desempeño. Se aprecia
cómo operan los mecanismos de control y sanción que las
leyes han creado e implementan para lograr la efectiva
protección de los derechos de la niñez, y específicamente,
de las Trabajadoras Infantiles y Adolescentes Domésticas.

Para finalizar, se ofrecen las Conclusiones y


Recomendaciones de este análisis, estas últimas con
redacción al estilo de propuestas, con miras a que permitan
alcanzar el objetivo de visibilización del trabajo infantil y
adolescente doméstico, para someterlo a revisión y reformar
la normativa que lo gobierna, e intentar, de este modo,
incidir en el accionar de las autoridades encargadas de velar
por la protección integral de este segmento de nuestra
población.
12
13

1. CONOCIENDO EL TRABAJO
DOMÉSTICO EN HONDURAS
14
15

1.1 ANTECEDENTES NORMATIVOS

El trabajo doméstico en Honduras ha sido objeto de estudio


interdisciplinario profundo en los últimos años, sin embargo,
su regulación normativa data del siglo XIX.

El Código Civil del gobierno de reforma liberal de Marco


Aurelio Soto y Ramón Rosa (1880) fue el primer cuerpo de
leyes de la Honduras independiente que incluyó
disposiciones sobre las relaciones de trabajo, entre ellas el
trabajo doméstico. En su título XXVI y a partir del artículo
1923, la nueva codificación civil incorporó normas que
regulaban el llamado “arrendamiento de criados
domésticos”.

Sobre éste, explica José A. Sarmiento en su “Breve Historia


del Derecho del Trabajo”: “...se legisla que en el
arrendamiento de criados domésticos una de las partes,
promete prestar a la otra, mediante un salario, ciertos servicios
determinados por el contrato o por la costumbre del país. El
contrato podrá hacerse por tiempo indeterminado, pero no
durará más de un año a menos que conste la estipulación
por escrito; aún con este requisito no será el criado obligado
a permanecer en el servicio por más de cinco años. Si no se
hubiere estipulado tiempo, podrá hacerse el servicio a
voluntad de cualquiera de las partes. Con todo, si el criado
no pudiera retirarse inopinadamente sin gran incomodidad
y perjuicio en el año, será obligado a permanecer en el servicio
el tiempo necesario hasta que pueda ser reemplazado”.1

Continúa Sarmiento: “El criado que sin causa justa


contraviniera esta disposición pagará al año una cantidad
equivalente al salario de dos semanas.- La mujer que se
contrata como nodriza mientras dure la lactancia y no pueda

1
Sarmiento, José A. Breve Historia del Derecho del Trabajo.
Colección Cuadernos Universitario No.42. Editorial Universitaria.
UNAH. Tegucigalpa. 1984. p. 24
16

ser reemplazada sin perjuicio de la salud del niño, será


obligada a permanecer forzosamente en el servicio mientras
dure dicha lactancia. Si el criado contratado por cierto tiempo
se retirase sin causa grave, antes de cumplirlo, pagará al año
por vía de indemnización igual suma, además, de la que
corresponde al servicio prestado. Será causa justa para
terminar el contrato, cuando el criado cometa actos de
infidelidad o insubordinación o tenga un vicio habitual que
perjudique el servicio del orden doméstico o una enfermedad
contagiosa”. 2

Este Código Civil, inspirado en el napoleónico, derogó las


leyes de la Colonia que todavía, con pequeñas
modificaciones, continuaban regulando las relaciones
patrimoniales y de familia.

En 1898 y bajo el gobierno de Policarpo Bonilla, se emitió


un nuevo Código Civil (revolucionario y de efímera
existencia), que equiparó el servicio prestado por los criados
al de los demás trabajadores asalariados y remitió la
regulación de las relaciones entre amos y sirvientes a lo que
determinaran “leyes y reglamentos especiales” (art.1666). 3

El artículo 1664 de este Código prescribía la existencia de


tres modalidades de prestación de servicio, a saber: “sin
tiempo fijo, por cierto tiempo, ó (sic) para una obra
determinada” y declaraba como nulo el arrendamiento
hecho por toda la vida. 4

Un aspecto que resulta interesante es que, de acuerdo con


este Código y a diferencia del anterior de 1880, el llamado
“criado doméstico”, gozaba del derecho a ser indemnizado
si era despedido por su amo sin mediar justa causa. Sobre

2
Idem.
3
Código Civil de la República de Honduras (1898), p. 307.
4
Ibidem, p, 306.
1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras 17

ello, reza así el artículo 1665: “El criado doméstico destinado


al servicio personal de su amo, ó de la familia de éste, por
tiempo determinado, puede despedirse y ser despedido
antes de expirar el término; pero si el amo despide al criado
sin justa causa, debe indemnizarle pagándole el salario
devengado y el de quince días más”.

Sobre el salario, la parte final del artículo 1665 indicaba: “El


amo será creído, salvo prueba en contrario: 1º Sobre el tanto
del salario del sirviente doméstico. 2º Sobre el pago de los
salarios devengados en el año corriente” (el Código anterior
tampoco se pronunciaba sobre este tema).

Desdichadamente, ocho años después, se promulgó


nuevamente un Código Civil, que no hizo sino reestablecer
las disposiciones contenidas en el Código de 1880. El
llamado “Código Civil de 1906” retorna al concepto de
“Arrendamiento de Criados Domésticos”, y restablece en
su artículo 1753 su caracterización de contrato de
arrendamiento (entendido como aquél por el cual una de
las partes prometía prestar a otra cierto servicio, mediante
un salario determinado por el contrato o por la costumbre
del país). 5 Llama la atención, que el objeto del contrato era
el ”arrendamiento de criados domésticos”, lo que sin duda
reflejaba la percepción prevaleciente en la época sobre el
carácter de las personas que desempeñaban labores
domésticas, el tratamiento de que eran objeto y el valor
social de las actividades desempeñadas (en ese sentido, el
Código de 1898 era más avanzado pues se refería al
arrendamiento de servicios).

A diferencia del Código anterior, no se distinguen las


modalidades de la prestación del servicio a ser desempeñado
por el criado y se retoman las disposiciones que le colocan

5
Código Civil de la República de Honduras (1906), Talleres
Tipolitográficos Aristón. Tegucipalpa. 1949. p. 251.
18

en desventaja frente al amo, por ejemplo, la indemnización


por despido injustificado desaparece, pero se incorpora la
del criado respecto del amo (eliminada en el de 1898);
incluso, debe destacarse el carácter forzoso del trabajo de
las nodrizas, aspecto que el Código derogado se cuidó muy
bien de no establecer. 6

El mismo año de la emisión del Código Civil, los legisladores


emitieron una Ley de Policía que incorporó medidas
coercitivas adicionales (arts. 139 al 144) para los sirvientes
domésticos (incluyendo a las nodrizas) como ser la obligación
a prestar servicios de manera forzosa a quienes abandonaran
o desertaran del servicio, antes de cumplirse el tiempo para
el cual se hubieran comprometido, o si les provocasen
perjuicio con su salida, en caso de no estar establecida fecha
cierta. Curiosamente, si sus amos no los deseaban más
trabajando para ellos (aún forzosamente), los sirvientes se
hacían merecedores de penas de multa y prisión (hasta por
ocho días). 7

Respecto del amo que despidiera al criado sin justo motivo,


contraviniendo el compromiso contraído con él, podía ser
objeto de una multa de cinco a diez pesos (posteriormente
Lempiras). 8

Las relaciones entre “amos” y “criados o sirvientes” fueron


reguladas por la legislación civil durante las siguientes cuatro
décadas hasta que, en 1952, el Congreso Nacional emitió
la “Ley de Trabajo de Menores y Mujeres” (Decreto Número
44). Esta Ley sin duda alguna se inspiró en la “Carta
Internacional Americana de Garantías Sociales” o

6
Ibidem, p.p. 250 a 252.
7
Ley de Policía (1906) p. 152.
8
Resulta paradójico que las autoridades de Policía pudieran multar
al amo, pero que la legislación civil no prescribiera indemnización
alguna para el sirviente despedido injustamente.
1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras 19

“Declaración de los Derechos Sociales del Trabajador”, la


cual fue proclamada en la IX Conferencia Internacional
Americana de Bogotá de 1948 y aprobada por el Congreso
Nacional el 14 de marzo de 1949. 9 Esta Ley contenía,
entre otras disposiciones relacionadas con el trabajo de los
menores, las mujeres y el trabajo doméstico, las siguientes:

a) Prohibición de la ocupación de los menores de 12


años en cualquier clase de trabajo por cuenta ajena,
incluyendo los trabajos rurales.
b) Prohibición de emplear a mayores de edad que no
hubiesen cursado la Educación Primaria, con la
salvedad de que se podía autorizar a éstos a trabajar
cuando fuese indispensable para su propia
subsistencia, de sus padres o hermanos, siempre que
hubieren cursado los tres primeros grados de la
escuela primaria o que acreditaran su concurrencia
a las llamadas escuelas complementarias.
c) Establecimiento de una jornada laboral máxima de
36 horas para los trabajadores menores de dieciséis
años.
d) Prohibición de ocupación de los menores de 16 años
y las mujeres en trabajo nocturno. Esta disposición
no era aplicable a las mujeres empleadas en los
servicios de higiene doméstica, 10 a las que ocupasen
cargos de dirección o responsabilidad ni a las mujeres
mayores de 18 años empleadas en empresas de
espectáculos públicos.
e) Otorgamiento de licencia remunerada a las mujeres
en estado de embarazo que laborasen en oficinas o
empresas de carácter oficial o particular.

Desafortunadamente, la Ley de Trabajo de Menores y


Mujeres modificó o excluyó algunas de las medidas de

9
Decreto legislativo 129 de 14 de marzo de 1949.
10
El subrayado es nuestro.
20

protección a los menores y las mujeres que se encontraban


en la Carta Internacional Americana de Garantías Sociales,
particularmente las referidas a la edad mínima de empleo,
jornada laboral de los menores y al trabajo doméstico. Para
el caso, la Carta establecía la edad mínima de empleo en
14 años (art. 16 Carta) 11 y la Ley hondureña la redujo a 12
años (art. 1º, Ley); la Carta establecía una jornada máxima
de trabajo de 6 horas diarias, 36 horas semanales, en
cualquier clase de trabajo 12 para los menores de 16 años,
mientras que la Ley mantuvo la misma jornada máxima,
pero eliminando la parte que indicaba que eso sería así sin
importar el trabajo de que se tratara.

Respecto del trabajo doméstico la Carta prescribía en su


artículo 22 que “los trabajadores domésticos tienen derecho
a que la ley les asegure protección en materia de salario,
jornada de trabajo, descanso, vacaciones, indemnización
por despido y en general prestaciones sociales cuya extensión
y naturaleza serán determinadas de acuerdo con las
condiciones y peculiaridades de su trabajo”, mientras que
la Ley no incluye una disposición similar y mas bien excluye
expresamente a las mujeres empleadas en servicios de
higiene doméstica de los alcances de la prohibición de
ocupación en trabajos nocturnos a menores de 16 años y
mujeres (art. 4º, Ley).

Después del movimiento huelguístico de 1954, se emitieron


diversas Leyes reguladoras de la actividad laboral en todas
sus modalidades. La “Ley de Contratación Individual de
Trabajo” (Decreto-Ley No.224 de 20 de abril de 1956),
precursora del Código del Trabajo vigente, incluía en el

11
Sin embargo, siempre se hacía la salvedad de poder obtener
autorizar su ocupación cuando se considerara indispensable para
su misma subsistencia, de sus padres o hermanos, sin que por
esto se impidiese cumplir con el mínimo de instrucción obligatoria
(art. 16 de la Carta).
12
El subrayado es nuestro.
1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras 21

Capítulo II del Título III, disposiciones sobre los que considera


“Contratos Especiales de Trabajo”, uno de los cuales era,
precisamente, el que se contraía por la prestación de servicios
domésticos. 13

En los nueve artículos incluidos en esta nueva Ley se definía


como “Trabajadores domésticos” (art. 107) a “…los que se
dedican en forma habitual y continua a labores de aseo,
asistencia y demás, propios de un hogar o de otro sitio de
residencia o habitación particular, que no importen lucro o
negocio para el empleador. No se considerarán como
trabajadores domésticos aquéllos que además de las labores
de que habla el párrafo anterior, desempeñen otras propias
de la industria o comercio a que se dedique el empleador”.

Se destaca en la Ley, el que se considerara comprendido,


salvo prueba en contrario, “el suministro de alimentos de
calidad corriente” dentro de la retribución por su servicio;
el estar excluidos del goce de días de descanso, feriados o
fiestas nacionales, el establecimiento de un régimen de
descanso diferente (cuyo máximo horario excedía las ocho
horas), algunas reglas para el período de prueba (de 30 días)
y para la terminación de la relación laboral, como ser
preavisos, indemnización; asimismo, la obligación del
patrono de trasladar por su cuenta al trabajador enfermo a
un hospital. 14

13
Al decir de Olvin Rodríguez, la aparición del nuevo término “contrato
de trabajo”, “...representa más que un cambio meramente
terminológico pues subraya la decadencia de una concepción
materialista y civilista del arrendamiento de servicios como contrato
patrimonial de intercambio, que desconoce la persona del
asalariado. Por ello la legislación laboral habla de asalariado, de
trabajador o de obrero, por un lado, y de empleador, dador de
trabajo, patrono o empresario por otro”. Véase Rodríguez, Olvin.
Estudios de Derecho Laboral. Colección Docencia No.47. Editorial
Universitaria. Tegucigalpa. 1988. p.218.
14
Ley de Contratación Individual de Trabajo. Talleres Tipo litográficos
Aristón. 1956. Arts. 108 al 115.
22

En 1959, el Congreso Nacional emitió el Decreto 189,


contentivo del Código del Trabajo, que habría de ser el
instrumento legal encaminado a regular las relaciones entre
capital y trabajo y a garantizar a los trabajadores las
condiciones para su desenvolvimiento normal y el goce de
una justicia social. Si se hace una comparación entre las
disposiciones contenidas en el nuevo Código y la anterior
Ley de Contratación Individual, es notorio que prácticamente
son las mismas, a diferencia que el nuevo Código define lo
que debe entenderse como “servicio doméstico” e incluye
un listado de las labores que deben considerarse como tal;
asimismo, incorpora la posibilidad de que el patrono exija
un certificado de buena salud como requisito esencial del
contrato, el derecho del trabajador doméstico a que el
patrono le brinde la oportunidad de asistir a la escuela
nocturna y una serie de reglas a aplicarse en caso de
enfermedad y fallecimiento del trabajador. Sin embargo,
redujo el período de prueba de 30 a 15 días y reincorporó
al texto (de manera ampliada) el artículo 1760 del Código
Civil, (tácitamente derogado por la Ley de Contratación
Individual): la subsistencia del contrato con los parientes
del patrono fallecido, si aquellos vivían antes de su muerte
en casa de éste y continuaran viviendo en ella después del
fallecimiento del patrono.

Aunque la Carta Internacional Americana de Garantías


Sociales de 1948, las Constituciones de la República
posteriores al Código de Trabajo (1965 y 1982) y los
instrumentos internacionales de derechos humanos suscritos
por el Estado de Honduras garantizan la igualdad de
protección laboral a todos los trabajadores, sin discriminación
fundada en sexo u otras consideraciones, lo cierto es que el
trabajo doméstico recibe un trato legal particular y
diferenciado bastante revelador del valor que todavía se da
en Honduras a este tipo de actividades y a quienes se
dedican a ellas.
1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras 23

1.2 CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJO DOMÉSTICO


EN HONDURAS

Con la entrada en vigencia del Código de Trabajo (publicado


en el Diario Oficial La Gaceta en números consecutivos en
el mes de julio de 1959) 15, se establecen las condiciones
que deben reunir las labores de cualquier persona para ser
consideradas “servicio doméstico”. El llamado “trabajo
doméstico” es regulado en el Título III Capítulo II (“Del
Trabajo Sujeto a Regímenes Especiales”) del Código, donde
encontramos el artículo 149 que establece que “Servicio
Doméstico es el que se presta mediante remuneración a
una persona que no persigue fin de lucro y sólo se
propone aprovechar en su morada, los servicios continuos
del trabajador para sí solo o su familia, sea que el
doméstico se albergue en su casa o fuera de ella”

De allí que: “servidores domésticos son aquellos que se


dedican en forma habitual y continua a labores de aseo,
asistencia y demás propias de un hogar o de otro sitio de
residencia o habitación particular” (Artículo 150)

Conforme el artículo 151: “El servicio doméstico


comprende las labores de amas de llaves, nodrizas,
cocineras, ayas, chóferes particulares, sirvientes, niñeras,
lavanderas y los de otros oficios de esta misma índole.”

De conformidad al Código del Trabajo, específicamente en


sus artículos 149 y 150, una relación laboral debe reunir
ciertas condiciones para ser considerada como servicio
doméstico:

1) Que se preste a una persona que no persiga fin de


lucro, es decir, prestar el servicio en la morada u
hogar del patrono, mediante labores continuas

15
Diario La Gaceta del 15 al 23 de julio de 1959.
24

caracterizadas “por la personalidad y familiaridad del


servicio”, en las que el trabajador satisface
precisamente necesidades personales y familiares del
patrono y su núcleo familiar; también se extiende la
condición a los servicios que se prestan por medio
de trabajadores que pertenecen a esta categoría. 16

2) Que se realice de forma habitual y continua: las


actividades han de ser constantes y permanentes. Para
el caso, existen personas que se dedican al lavado y
planchado de “ropa ajena” (como usualmente se le
conoce), que aun siendo afines a las de servicio
doméstico, no cumplen con las características de
habitualidad y continuidad propias de éste. 17

3) Labores de aseo, asistencia y demás propias de un


hogar o de otro sitio de residencia o habitación
particular.

En la vida real, las características anteriores pueden


encontrarse con ciertas particularidades. Por ejemplo,
el Código habla de “labores propias de un hogar”, lo
cual puede abarcar una serie casi interminable de
labores, que eventualmente pueden conducir a una
serie de abusos por parte del empleador en cuanto a
los servicios que el trabajador(a) debe prestar.

Sin duda alguna, el lugar de trabajo determina en gran


medida la naturaleza del trabajo a realizar y si este se tratará
o no como “servicio doméstico”, ya que las mismas labores
que se llevan a cabo en un hogar, pueden ser efectuadas en

16
Véase Rodríguez, Olvin. Op.cit p. 420.
17
Tampoco podrían ser considerados como “trabajadores a
domicilio”, ya que el Código del Trabajo se refiere a éstos como
“los que elaboran artículos en su hogar u otro sitio elegido por
ellos, sin la vigilancia o la dirección inmediata del patrono o del
representante de este” (Artículo 166)
1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras 25

una oficina, un hospital o un hotel. En casos como estos,


dichos servidores entran en la categoría de “empleados
manuales” y el Código de Trabajo regula estos en su artículo
152, y estarán sujetos a las normas generales de dicho
instrumento jurídico.

Tal y como se ha dicho, el Trabajo Doméstico en Honduras


se considera un “Trabajo sujeto a régimen especial”, y como
tal está sujeto a ciertas regulaciones que hacen diferencias
con el régimen general del resto de los trabajadores.

Entre estas disposiciones pueden mencionarse las siguientes:

a) Al trabajo doméstico no se aplican las disposiciones


sobre días de descanso, feriados o de fiesta nacional;

b) Quienes realizan trabajos domésticos gozarán de un


descanso absoluto de diez (10) horas diarias, de las
cuales por lo menos ocho (8) han de ser nocturnas y
continuas y dos (2) deben destinarse a las comidas. 18

c) El trabajador doméstico tiene derecho a que su


patrono le dé oportunidad para asistir a la escuela
nocturna.

d) Los trabajadores domésticos también tienen derecho


a vacaciones remuneradas, como todos los
trabajadores;

e) El patrono podrá exigir como requisito esencial del


contrato, antes de formalizarlo, un certificado de
buena salud expedido dentro de los treinta (30) días
anteriores por médicos al servicio del Instituto
Hondureño de Seguridad Social, de la Dirección
General de Sanidad y sus dependencias o por

18
Artículo 154, Código de Trabajo.
26

cualquier médico que desempeñe un cargo


remunerado por el Estado o sus instituciones, quienes
lo deberán extender gratuitamente.

f) El Código de Trabajo, reconoce la existencia de los


contratos y su finalización, períodos de prueba (que
para los trabajadores domésticos serán de quince (15)
días), así como el preaviso, para ponerle fin a dicho
período de prueba mediante un aviso verbal de
veinticuatro horas.

La mayoría de los contratos de servicio doméstico


son verbales, y como tales están regulados en el
Código del Trabajo:

“Artículo 39: El contrato podrá ser verbal, cuando se


refiera:
a) Al servicio doméstico
b) ...”

En estos casos, el patrono y trabajador habrán de


ponerse de acuerdo en ciertos aspectos del contrato:

“Artículo 40: Cuando el contrato sea verbal, el patrono


y el trabajador deben ponerse de acuerdo, al menos
acerca de los siguientes puntos:
1) La índole del trabajo y el sitio en donde ha de
realizarse.
2) La cuantía y la forma de la remuneración, ya sea
por unidad de tiempo, por obra ejecutada, por
tarea, a destajo u otra cualquiera y los períodos
que regulen su pago.
3) La duración del contrato.”

Para ponerle fin, el Código del Trabajo establece que


el patrono puede dar por terminado el contrato sin
previo aviso, pagándole al trabajador doméstico
solamente los días servidos, en los casos de abandono,
1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras 27

falta de probidad, honradez y moralidad, en los casos


de falta de respeto o maltrato a las personas de la casa
y en los de desidia en el cumplimiento de sus deberes
y en los demás que autorizan al patrono para dar por
terminado el contrato de trabajo. (Artículo 159)

g) En lo referente al salario el Código establece en su


artículo 153 que “salvo prueba en contrario, se
presume que la retribución de los domésticos
comprende, además del pago en dinero, el suministro
de alimentos de calidad corriente y de habitación”.

Respecto de las anteriores disposiciones, cabe hacer las


siguientes observaciones:

En relación con las horas de descanso: de acuerdo a


las entrevistas realizadas a jóvenes que realizan trabajos
domésticos en el transcurso de esta investigación, es muy
frecuente que los horarios de descanso no sean
respetados, debido a la utilización de la empleada en
jornadas ilimitadas. Desgraciadamente, el mismo Código
deja abierta la posibilidad de abuso por parte de los
empleadores, al establecer una jornada de trabajo de
hasta catorce horas diarias.

Sobre este aspecto, es importante mencionar que el


artículo 325 del Código del Trabajo, establece que los
trabajadores domésticos, ya sea que se trate de labores
en los centros urbanos como en el campo, quedan
excluidos de la regulación sobre la jornada máxima legal
de trabajo.

Con relación a las facilidades para el estudio: es uno


de las pocos derechos que suelen ejercer las personas
que se dedican a labores domésticas, no obstante, la
imposición de jornadas ilimitadas de trabajo dificulta su
práctica.
28

Con relación a la presentación de un certificado de


buena salud y el derecho de asistencia a servicios de
salud y seguridad social: resulta paradójico que el
Código de Trabajo faculte al patrono para exigir
certificados de salud expedidos por el Instituto
Hondureño de Seguridad Social, cuando dicha
institución todavía no ha incorporado plenamente bajo
su protección a los trabajadores domésticos.

Esto es lo que establece el artículo 4 de La Ley del IHSS:


“Artículo 4: Estarán sujetas a regímenes especiales y a
afiliación progresiva, cuando los estudios actuariales y
de factibilidad lo permitan, los segmentos poblacionales
que se encuentren comprendidos en las categorías que
se enuncian a continuación:
a) …
b) Los trabajadores domésticos...
c) …

Los estudios actuariales y de factibilidad a que se refiere el


párrafo primero de este Artículo se elaborarán gradualmente
para cada categoría de las enumeradas anteriormente en
base a las prioridades que establezca la Junta Directiva, en
un plazo no mayor de diez (10) años a partir de la fecha de
entrada en vigencia de la presente Ley.” 19

La protección de la trabajadora doméstica por el


régimen del IHSS que ya establece el artículo 50 de la
“Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer”
(Decreto No. 34- 2000) 20, todavía no se ha cumplido y

19
Reformado mediante Decreto 80-2001.
20
Artículo 50, Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer: “ Las
mujeres que trabajan para el servicio doméstico y que no se
comprende en empresas comerciales , sociales y demás
equiparables, estarán protegidas por el instituto Hondureño de
Seguridad Social (I.H.S.S.) y sujetas a un régimen especial, el
cual será reglamentado por la Secretaría de Trabajo y Seguridad
Social, en el término de seis meses a partir de la vigencia de la
presente ley”
1. Conociendo el Trabajo Doméstico en Honduras 29

la reglamentación al artículo no se ha llevado a cabo


todavía. Según funcionarias del Instituto Nacional de la
Mujer, en la actualidad se está trabajando en un conjunto
de reformas legales a esta Ley, previo a la reglamentación
prevista en la misma ley. 21

Aunque el Código de Trabajo reconoce en el artículo


164 la obligación del patrono de costear los gastos de
las trabajadoras domésticas en los casos de emergencia,
la exclusión del régimen de seguridad social deja a las
trabajadoras domésticas desprotegidas de los servicios
que el IHSS provee al sector trabajador y las hace
depender de los servicios de salud de la Secretaría de
Salud. Esta exclusión del régimen del IHSS plantea la
duda respecto a los derechos de maternidad de la
trabajadora y sobre la protección que puede o no darse
a los dependientes de esa trabajadora.

En ausencia de disposiciones mandatorias, la decisión


de afiliar o no al IHSS a una trabajadora doméstica queda
entonces a la voluntad del patrono. Esto, sin embargo,
no deja de presentar ciertos inconvenientes, tal y como
explicaba un patrono durante una entrevista para
justificar su reticencia de inscribir por su cuenta a una
trabajadora doméstica a su servicio. Decía el patrono:
”¿de qué me sirve tener a una empleada a quien tengo a
prueba durante cierto tiempo, hago los trámites para
afiliarla al Seguro y se me va a ir a los pocos días?. Además,
tendría que darle su período prenatal y postnatal como
un derecho a estar cubierta por maternidad, entonces, si
son aproximadamente tres (3) meses de descanso, ¿yo
qué hago durante ese tiempo? ¿Prescindo de la empleada
o contrato a otra mientras tanto? Tendría que pagar a la
empleada que goza de la maternidad y a la sustituta”.

21
Entrevista a la Licenciada María Martha Fernández. Instituto
Nacional de la Mujer. 18 de septiembre de 2003.
30

No está de más decir, que prevalece una percepción


equivocada entre muchas personas (la mayoría de ellas
contratantes de servicios domésticos), que consideran que
“los trabajadores y trabajadoras domésticas” están en una
“mejor situación”, ya que “cuentan con alojamiento gratis
(cuando tienen “dormida adentro”), realizan labores menos
agotadoras, descansan, tienen tiempo de ver las telenovelas
en la televisión y reciben sus tres “tiempos” de comida, sin
necesidad de gastar”. Esta opinión está, sin duda alguna,
bastante prejuiciada y refleja solamente el desconocimiento
y falta de conciencia respecto de la vulneración de derechos
a los que diariamente se ven sometidas las personas que
desempeñan estas labores.
31

II. EL TRABAJO INFANTIL


DOMESTICO EN HONDURAS
32
1I. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras 33

2.1 TRABAJO INFANTIL DOMESTICO: DERECHOS


PROTEGIDOS... DERECHOS VULNERADOS

Hablar del Trabajo Infantil doméstico en nuestro país, es


hablar de una triste realidad aceptada por nuestra sociedad
y de un fenómeno cuyas características eran, hasta hace poco,
casi invisibles. No obstante, el velo que mantenía oculto sus
detalles ha venido cayendo a raíz del surgimiento de nuevos
paradigmas en el campo de los derechos humanos, en
particular de los niños y niñas, el surgimiento de nuevas
fuentes internacionales para su protección y garantía, y las
investigaciones que se han realizado en los últimos años.

Diversos sectores consultados en el país coinciden en señalar


que entre los factores determinantes para que exista el
trabajo infantil doméstico hay que considerar la agudización
de la pobreza y su impacto diferencial por sexo y edad, el
estancamiento en el desarrollo humano, la persistencia de
la brecha de género y el incremento de la participación de
la niñez en la población económicamente activa. 22

La aprobación de instrumentos legales de protección a la niñez


inspirados en la doctrina de la protección integral de niños y
niñas y el hito histórico marcado por la suscripción de la
Convención sobre los Derechos del Niño, si bien fueron hechos
relevantes, no significaron por sí mismos un cambio en las
condiciones prevalecientes en el trabajo infantil doméstico.

Para comprender un poco más los cambios surgidos en el


país con la aprobación de instrumentos internacionales
encaminados a la concepción del niño y la niña como sujetos
de derechos y la restitución de estos derechos hacia los
mismos, deberemos tomar en cuenta la práctica de la
doctrina de la situación irregular hacia la niñez hasta antes
de 1989, en la que se consideraba a la infancia como objeto

22
Informe Trabajo Infantil Doméstico en Honduras, A Puerta
Cerrada...OIT/IPEC.2003. p. 17.
34

de protección, y se negaba a esta explícita y sistemáticamente


los principios básicos y elementales del Derecho, incluso
aquellos contemplados en la propia Constitución Nacional
como derechos de todos los habitantes. 23

Con la adopción por unanimidad de la Convención sobre


los Derechos del Niño por la Asamblea General de Naciones
Unidas el 20 de noviembre de 1989, se parte de una nueva
visión del niño y la niña como sujetos de derechos y surge
el paradigma de la protección integral, el cual puede ser
definido como “el conjunto de medidas encaminadas a
proteger a los niños individualmente considerados y los
derechos resultantes de las relaciones que mantengan entre
sí y con los adultos”, 24 el cual se basa además en el principio
del interés superior del niño que ya había considerado la
Declaración de los Derechos del Niño de 1959.

Sin duda alguna, la suscripción de la Convención sobre los


Derechos del Niño (Ley de la República de Honduras desde el
10 de octubre de 1990), la promulgación del Código de la Niñez
y de la Adolescencia (Decreto 73-96) y la firma de Convenios
internacionales como el Convenio 138 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) sobre la Edad Mínima de
Admisión al Empleo (1980) y el Convenio 182 sobre las Peores
Formas de Trabajo Infantil , han fortalecido en nuestro país la
protección normativa de la niñez en materia de trabajo infantil.

No obstante, las cifras de niños que trabajan son


preocupantes. De acuerdo a los datos arrojados por la
Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples
de septiembre de 2002, elaborada por el Instituto Nacional
de Estadísticas (INE), del total de la población

23
Véase García Méndez, Emilio. Legislaciones Infanto Juveniles en
América Latina: Modelos y Tendencias. Texto Curso Especialistas
en Derechos de la Niñez. Instituto Interamericano de Derechos
Humanos.
24
Código de la Niñez y la Adolescencia Comentado. Serie Derechos
Fundamentales Volumen 4. CIPRODEH. Tegucigalpa, 1996. p.25.
1I. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras 35

económicamente activa (PEA) que asciende a 2,444,807


personas, el 15.7% son menores de 18 años (384,098), y de
ellos/as, casi el 30% son niños y niñas con 14 años de edad
o menos (112,766 personas, siendo un 4.5% personas
menores de 12 años, es decir, 17,090). 25

Del total de personas menores de 18 años que son


económicamente activas, casi 24% son del sexo femenino
(91,078 personas). De estas, el 29% (26,497) son niñas de
14 años o menos (un 4.9% con menos de 12 años).

En la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 1999, se


revelaba ya que de la Población Económicamente Activa (PEA)
Infantil ocupada, 20,764 niños entre (10 y 17 años) lo hacían
en trabajo doméstico en hogares de terceros. De dicho total,
19,575 eran niñas y 1,189 niños 26, con lo que se evidenciaba
la evidente feminización del trabajo doméstico en nuestro país.

OIT/IPEC ha elaborado una definición general de Trabajo


Infantil que agrupa en ella “todas las actividades que implican
la participación de las niñas y los niños en la producción y
comercialización familiar de bienes o en la prestación de
servicios a personas naturales o jurídicas, que les impiden el
acceso, rendimiento y permanencia en la educación o que
se realice en ambientes peligrosos, que produzcan efectos
negativos inmediatos o futuros o que se lleven a cabo en
condiciones que afectan el desarrollo psicológico, físico,
moral o social de los niños y niñas” 27

25
Estos datos de la realidad, contradicen abiertamente lo que “debería
ser” conforme a la normativa aplicable, que establece la edad
mínima de empleo en 16 años y solo excepcionalmente en 14 años.
Curiosamente, las estadísticas incluyen en los cuadros de Población
en Edad de Trabajar (PET), a las personas menores de 14 años
(total: 928,397). Cuadro No.1 Población en edad de trabajar,
población económicamente activa…
26
Estos datos los arroja la Encuesta de Hogares de Propósitos
Múltiples de 1999. Citada por “Trabajo Infantil Doméstico: A puerta
cerrada...” op.cit. p. 24.
26
“Trabajo Infantil Doméstico: A puerta cerrada...”, op.cit. p.p. 22 y 23.
27
Idem, p.p. 22 y 23.
36

Una de esas actividades en las que los niños y niñas prestan


servicios a personas naturales es el llamado “trabajo
doméstico”. En nuestro país se considera “Trabajadores
domésticos” a “las personas que realizan los quehaceres del
hogar a cambio de un salario en efectivo y/o en especie. En
esta categoría se agrupan los mayordomos, amas de llaves,
cocineras, encargadas de la limpieza, lavanderas (a
domicilio), niñeras, jardineras, motoristas, siempre que
trabajen para un hogar en particular” 28

UNICEF considera trabajadores infantiles domésticos a los


niños y niñas menores de 18 años que trabajan en hogares
de otras personas realizando entre otras cosas, tareas
domésticas, ocupándose de niños y haciendo recados. 29

Para OIT/IPEC el trabajo infantil doméstico se define “como


aquel que realizan niños y niñas en hogares de terceros a
cambio de un salario o retribución no monetaria”,
entendiéndose incluida en la niñez a toda la población
menor de 18 años. 30

28
Programa de Encuesta de Hogares. Vigésima Sexta Encuesta
Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. Tegucigalpa.
Septiembre 2002.
29
Innocenti Digest. Centro Internacional para el Desarrollo del Niño-
UNICEF. Vol. 5. p. 2.
30
“Trabajo Infantil Doméstico: A puerta cerrada...”, op.cit. p.p. 13. Un
estudio similar de IPEC/OIT llevado a cabo en Guatemala, señala
que el Trabajo Infantil Doméstico es “el trabajo doméstico realizado
por personas menores de 18 años fuera de sus hogares, en su
mayoría niñas y adolescentes mujeres pobres…incluye actividades,
tales como: limpiar, cocinar, cuidado de personas y hacer
mandados”. Sobre el particular, este estudio agrega que las niñas
que se dedican al trabajo infantil doméstico “…constituyen una de
las poblaciones más difíciles de proteger, ya que hacen el trabajo
en casas de particulares y su labor generalmente no se considera
trabajo, sino una extensión de las obligaciones que tienen en sus
hogares, por lo que suele identificárseles como niñas de casa, niñas
de crianza, sirvientas, criadas; eufemismos utilizados para no
reconocer las tareas que desarrollan y justificar las condiciones de
explotación….”. Véase ¿Qué es el trabajo infantil doméstico? http:/
/www.ipec.oit.or.cr/ipec/region/areas/tid/#A1
1I. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras 37

Tradicionalmente, esta forma de trabajo infantil ha sido una


ocupación que ha permanecido oculta y socialmente
invisibilizada detrás de las puertas cerradas de la vida cotidiana,
en la que las trabajadoras infantiles domésticas se han visto
expuestas a relaciones de servidumbre y donde la explotación
económica y la violación sistemática de sus derechos, solo
han contribuido a reproducir y sostener la discriminación de
género hacia las niñas y adultas de las clases pobres. 31

Destaca en ello la invisibilización de la problemática en el


caso de las niñas, ya que, culturalmente, son las encargadas
de hacer las labores domésticas en su propio hogar. Esta
práctica comienza a edad muy temprana y se les exige seguir
cumpliendo con tales labores, aun y cuando asistan a la
escuela; posteriormente, el empleo como domésticas en un
hogar de terceros es vista como la extensión de las labores
que hacían en su hogar (lo cual explica porqué ellas no
perciben una diferencia entre una y otra actividad). 32

Respecto de la feminización de este tipo de trabajo, de


acuerdo a un Informe publicado por la OIT en 1996, se
establecía que “las niñas suelen trabajar mas horas que los
varones, puesto que se aplica a las niñas que trabajan en el
servicio doméstico, un tipo de empleo que se caracteriza
por unos horarios de trabajo muy prolongados, pero se aplica
también al caso de las niñas que trabajan en otro tipo de
empleo, en la medida que estas, además de su actividad
laboral, tienen que trabajar en las labores domésticas del
domicilio de sus padres”. 33

31
Cfr. “Trabajo Infantil Doméstico: A puerta cerrada...”op.cit.
32
En marzo de 1999, se estimaba en 336,136 niños y niñas la PEA
ocupada y en 140,391 el total adicional que (sin estar incluidos en
la PEA ocupada) realizaban quehaceres del hogar sin estudiar. Para
conocer mayores detalles sobre las características y datos del
trabajo infantil en Honduras se sugiere consultar el Diagnóstico
General de la Situación del Trabajo Infantil en Honduras. Comisión
Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil et al. Noviembre
2001. p.p 17 y s.s.
33
Trabajo. Publicación Número 16. OIT. 1996.
38

En relación con esto, resulta muy revelador el siguiente


testimonio, ofrecido por una Trabajadora Doméstica, mayor
de 18 años, quien al ser entrevistada expresó lo siguiente:

“Cuando tenía 15 años, me tocaba levantarme en la


madrugada a preparar el desayuno de mis hermanos y
mi papá, antes de irme al corte de melón en Choluteca.
Trabajaba todo el día bajo el sol, y cuando regresaba a
la casa, todavía tenía que ir a hacer la cena, a lavar la
ropa que había y todo el quehacer que había quedado
pendiente, para levantarme temprano al día siguiente y
hacer lo mismo otra vez.” Sara, 19 años.

Llama mucho la atención que algunas de las Trabajadoras


Infantiles Domésticas entrevistadas expresaron que, siendo
aún muy pequeñas, fueron dadas en calidad de “préstamo”
a su empleador por sus padres, para “ayudar” en la casa,.
Esta práctica solo corrobora que prevalece la idea de
considerar al niño o la niña como un objeto de transacción,
y no como un sujeto de derechos.

2.2 CARACTERISTICAS DEL TRABAJO INFANTIL


DOMESTICO EN HOGARES DE TERCEROS EN
HONDURAS

Para hacernos una idea de lo que ha sido el trabajo infantil


doméstico a través de los años, y de la permanencia de sus
características con el correr del tiempo, prácticamente con
ninguno o pocos cambios, ofrecemos el siguiente relato:

“ Yo nací en 1920, hija de una madre soltera, campesina y


un señor viudo a quien nunca conocí, pues murió cuando
mi mamá estaba embarazada. A la edad de 12 años, un señor,
que me dijeron era mi hermano mayor, casado con una
señora de buena familia me llegó a buscar a la aldea donde
vivía con mi mamá, para llevarme con ellos y prometiéndole
a mi mamá que no me iba a faltar nada, me iban a poner a la
1I. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras 39

escuela, comprarme ropa y sería como una hija para ellos,


pues la diferencia de edades con mi medio hermano era
mucha. Yo me fui con la ilusión de vivir en el pueblo y asistir
a la escuela. Me pusieron en tercer grado, y cuando terminó
el año con buenas calificaciones, la señora de la casa, la
esposa de mi hermano, me dijo que hasta ahí llegaba mi
educación, pues yo estaba destinada a los oficios domésticos.
Desde que me llevaron de la aldea, me había convertido en
una más de sus sirvientas, y las labores consistían en
levantarme al amanecer, encender el fogón, hacer el
desayuno, no solo para los patrones sino para todos los
mozos que trabajaban para ellos. Durante el día, desgranaba
el maíz, barría la casa y los patios, daba de comer a los
animales, preparaba el almuerzo y al final, debía tener lista
la cena. Una de las cosas que más recuerdo era que me
tocaba sacar agua de un pozo que estaba enmedio del patio
y que tenía un muro muy bajito, y yo tenía que inclinarme
peligrosamente para alcanzar la cubeta. Una vez recuerdo
que me dio viruela y la patrona lo que hizo fue llamar a mi
mamá para que me llevara de regreso a la aldea y regresara
hasta que me hubiera sanado. Mucha gente murió ese año a
causa de la epidemia, y solo Dios pudo hacer que me sanara.
Volví a la casa de mi hermano y mientras, su esposa iba
teniendo sus hijos, pero cuando decidía dejar de amamantar
al más pequeño, lo pasaban a mi cuarto para que, después
de hacer todo el trabajo doméstico, lo cuidara por las noches,
lo que significaba horas de llanto del niño y desvelo para
mí. Esta situación duró hasta que cumplí los 21 años, cuando
me salí de ahí para casarme”. ROSITA (83 años).

La historia que incluimos, ocurrida en el primer cuarto del


siglo XX, no se diferencia mucho de las que conocimos a través
de las entrevistas que hicimos a niñas trabajadoras domésticas
en el 2003. Aún y cuando Honduras ha incorporado a su
legislación interna la normativa internacional de protección
de derechos de la niñez, tanto en las leyes laborales como en
aquellas relacionadas con los derechos de la niñez y la
adolescencia y los derechos de la mujer, no se observan
40

cambios sustanciales en el abordaje del problema, aun menos


en la visibilización del mismo, sobre todo en el ámbito infantil.

La investigación de campo y las entrevistas realizadas a


trabajadoras domésticas adultas y trabajadoras infantiles
domésticas, nos permitieron conocer las razones por las que
muchas de ellas se dedicaron a esta actividad, entre las cuales
identificamos principalmente las siguientes:

a) Quienes provienen del área rural se han hecho cargo


desde tempranas edades de su niñez a labores como el
cuidado de sus hermanos/as menores, el lavado de ropa
de los hombres de la familia, la preparación de
alimentos (usualmente en fogones de leña), corte de
leña, el transporte de alimentos a los hombres mientras
estos trabajan, y otras actividades afines al hogar.
Debido a las brechas de género existentes en la sociedad
rural, el desempeño de estas labores por parte de las
niñas no es concebido como un trabajo propiamente
dicho, sino como una obligación o “ayuda”, sin
remuneración económica, la cual se considera un
ensayo o preparación para su desempeño futuro como
compañeras de un hombre y madre de sus hijos. Como
consecuencia importante de lo anterior, se suele
impedir el acceso de las niñas y jóvenes a un nivel
educativo formal, lo que limita sus posibilidades futuras
de llevar a cabo labores diferentes a las domésticas.

b) Algunas han vivido la experiencia de haber sido


entregadas a una persona o pareja (con la que hay o
no parentesco), que vive en otra ciudad o zona del
país, bajo la promesa de ser consideradas “hijas de casa”
en el seno de su familia. Con este eufemismo se suele
disfrazar el trabajo doméstico de niñas o adolescentes,
que puede llegar incluso a tener características de una
verdadera servidumbre. Esta práctica es muy común
en las áreas rurales, en donde las niñas son “entregadas”
a personas conocidas de los padres, bajo la promesa
1I. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras 41

de que se les proveerá de alimentación, educación,


vivienda y futuras oportunidades de trabajo que no
están al alcance en sus propias localidades. Una vez
que están ubicadas en la ciudad, las “hijas de casa”
deben dedicarse casi de forma exclusiva a las labores
propias del hogar. Generalmente no existe
remuneración económica, los patronos no brindan la
oportunidad de educación ofrecida y mas bien
consideran el trabajo desempeñado como retribución
a la “ayuda” que ellos/ellas brindan a la niña.

c) Otras se han desempeñado como trabajadoras desde


que eran niñas y adolescentes, situación particular
que les hace especialmente vulnerables a la práctica
de jornadas ilimitadas de trabajo, salarios muy por
debajo del promedio actual, sin acceso a un proceso
educativo continuo, poca o ninguna comunicación
con familiares y conocidos, exposición a riesgos,
malos tratos y accidentes de trabajo (muy comunes
si existe poca experiencia con aparatos y utensilios
del hogar). Una buena parte de las niñas utilizadas
para este tipo de trabajo, comienzan a laborar cuando
todavía no han cumplido la edad mínima establecida
por la ley para poder hacerlo.

En el transcurso de la investigación, las entrevistas a las niñas


y adolescentes revelaron también algunos rasgos comunes
en las condiciones de trabajo a que estas eran sometidas.
Varias de ellas concuerdan con algunas que la OIT considera
características del Trabajo Infantil Doméstico, visto como
una de las “peores formas de Trabajo Infantil”. 34

34
En el Diagnóstico General de la Situación del Trabajo Infantil en
Honduras de 2001, se señaló que las características de las peores
formas del trabajo infantil, (y en particular, del Trabajo Infantil y
Adolescente Doméstico) son la explotación, los riesgos a su salud
física, mental y desarrollo psicológico lo que desemboca en
maternidad precoz, exposición a abuso sexual, maltratos e inclu-
sive el aborto. Véase DIAGNÓSTICO GENERAL DE LA SITUACIÓN
DEL TRABAJO INFANTIL EN HONDURAS. Op. Cit. p.p. 21 y s.s.
42

a) Jornadas ilimitadas de trabajo: La gran mayoría de


las niñas entrevistadas reveló que se levantaban desde
muy tempranas horas de la mañana (antes de las 6.00
a.m.) para trabajar de corrido hasta cerca de las 11 p.m.,
o como dijo una de ellas “cuando mis patrones me dicen
que puedo irme a acostar, y cuando ellos tienen fiestas o
reuniones, tengo que quedarme despierta a veces para
asear la loza y recoger lo que se ha ensuciado”

b) Exposición a riesgos laborales: Fue notorio que


muchas de las niñas entrevistadas contaron haber estado
expuestas a la manipulación de utensilios de cocina
(herramientas de trabajo) que pueden ser consideradas
peligrosas, si se utilizan sin protección alguna o
careciendo de entrenamiento previo: ollas de presión,
objetos cortopunzantes, aparatos a gas, hornos, cuchillos
eléctricos, procesadores de alimentos, planchas, etc..

c) Negación de acceso a la salud y a la seguridad


social: El 100% de las trabajadoras domésticas
entrevistadas dijo no haber tenido acceso a atención
médica durante el tiempo laborando como Trabajadoras
Infantiles Domésticas, aun y cuando varias confiaron
haber sufrido accidentes de trabajo por el uso de
utensilios de cocina peligrosos.

d) Negación de acceso a la educación: La gran mayoría


de las Trabajadores Infantiles Domésticas entrevistadas
expresó que una de las mayores motivaciones que
tuvieron para ingresar a trabajar fueron las promesas de
los empleadores de permitirles seguir estudiando. Sin
embargo, las pocas que pudieron hacerlo, solamente
tienen esta oportunidad un día a la semana, asistiendo
principalmente a educación vocacional, sin seguir un
proceso de educación formal que les permita asistencia
continua a un centro educativo. Un dato muy importante
es que todas manifestaron sus esperanzas de salir
adelante y en su gran mayoría expresaron su sueño de
1I. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras 43

ser maestras, enfermeras y profesionales universitarias:


abogadas, doctoras, etc.

e) Exposición a abusos psicológicos, físicos y sexuales:


Una gran parte de las niñas trabajadoras que fueron
entrevistadas revelaron haber sido objeto de
humillaciones y malos tratos de palabra por parte de
sus empleadores; algunas refirieron haber soportado
amenazas e intimidaciones: “En el trabajo que tenía
antes, el hijo de la señora esperaba que la mamá no
estuviera y me empezaba a tocar o me espiaba cuando
me estaba bañando y el esposo de la señora una vez
se fue a acostar a mi cama. Esa noche yo la pasé en el
baño. Y en la mañana que le dije a la patrona, ella me
dijo que era yo la que estaba mintiendo. En otro
trabajo que tuve, los niños de la casa me pegaban de
trompadas, me empujaban y yo tenía que quedarme
quedito, porque la señora decía que era jugando que
hacían esto. Ellos en ese tiempo eran mayores que
yo. En el trabajo que estoy ahora, me toca asistir a un
señor solo con sus tres hijos. Una vez, a uno de los
hijos no le gustó la comida y me tiró la comida al
piso, me gritó en la cara y me amenazó con una
pistola, y el otro hijo hace poco estaba buscando un
papel en un escritorio que yo le había arreglado, pero
como no lo encontraba, estrelló un cuadro en una
pared frente a mí, daba puñetazos en la pared y me
encerró. Yo ya no me siento segura en ese trabajo, y
porque tengo una hija de 3 años, no me he ido, pero
estoy pensando hacerlo cuanto antes” Digna, 22 años
(Trabajadora Infantil Doméstica desde los 8 años de
edad).

f) Incomunicación con familiares y amigos: La mayoría


de las Trabajadoras Infantiles Domésticas procede de
municipios del interior del país, lo cual tiene como
consecuencia que al llegar a ciudades grandes como
Tegucigalpa y San Pedro Sula se encuentren totalmente
44

incomunicadas, debido principalmente a que durante


la semana laboral no se les permite salir (por la agotadora
e interminable jornada de trabajo), o porque al llegar su
día libre no conocen la ciudad y, por lo tanto, no tienen
a donde ir. Debido a la incomunicación y aislamiento a
los que están sometidas, usualmente no tienen tiempo
de establecer relaciones de amistad con personas de su
misma edad. Asimismo, un gran número de ellas no
tienen la oportunidad de mantener relación con sus
parientes y preservar el vínculo familiar, porque se les
prohíbe el uso del teléfono o la recepción de llamadas
telefónicas, así como las visitas al lugar de trabajo.

g) Desvalorización del trabajo y desigualdad en el


pago de salarios: Tal y como lo indica el Estudio
“Trabajo Infantil Doméstico en Honduras: A puerta
cerrada....” 35 las Trabajadoras Infantiles Domésticas
reciben salarios bajos, se les paga menos de lo
usualmente convenido al momento de ser contratadas,
con promesas de aumentos en los meses siguientes
(promesas que nunca se cumplen). Una Trabajadora
Doméstica mayor de edad en Tegucigalpa contó lo
siguiente: “Cuando entré a trabajar en la casa en al que
estoy ahora, me prometieron que me iban a pagar
1,900.00 lempiras, pero como me aceptaron con mi
hija, me iban a cobrar 500 lempiras por lo que ella come,
o sea que al final salen 1400. Desde el mes de julio me
prometieron un aumento y que me iban a quitar la
planchada de la ropa, pero hasta hoy, septiembre, ni
aumento ni descarga de trabajo” Digna, 22 años
(Trabajadora Infantil Doméstica desde los 8 años de
edad).

Los salarios recibidos por las Trabajadoras Infantiles


Domésticas son precarios. A esto debe aunarse que un

35
“Trabajo Infantil Doméstico: A puerta cerrada...”op.cit.p. 84.
1I. El Trabajo Infantil Doméstico en Honduras 45

buen número de ellas son una fuente primaria de dinero


para la subsistencia de sus propias familias, al grado de
que muchísimas de ellas son las encargadas de suplir la
alimentación del núcleo familiar. Debido a esto, la
mayoría de ellas se privan de una buena cantidad del
ínfimo salario que reciben para cumplir con esa
obligación.

2.3 MODALIDADES DEL TRABAJO INFANTIL


DOMESTICO

Legalmente, en el país pueden identificarse diferentes


modalidades de trabajo infantil doméstico los cuales deben
ser objeto, según sea el caso, de prohibición, sanción, y en
su caso, de supervisión y vigilancia:

a) El trabajo infantil doméstico realizado por niñas/os


que tienen menos de 14 años de edad: este está
prohibido por el Código de la Niñez y de la
Adolescencia (art. 120) y por la Convención sobre
los Derechos del Niño (art. 32).

b) El trabajo infantil doméstico realizado por niños/as


de 14 años hasta antes de cumplir 16 años: este puede
llevarse a cabo, siempre y cuando sea autorizado por
la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social, a solicitud
de los padres del niño o su representante legal,
siempre y cuando no sufra perjuicio aparente físico,
moral o educativo, según el Código de la Niñez y de
la Adolescencia (art.119); 36

c) El trabajo infantil doméstico desarrollado por niños


de 16 años y hasta antes de cumplir 18 años, quienes
aún y cuando tengan libertad de contratar en materia

36
Acuerdo Ejecutivo Nº STSS-211-01, de 10 de octubre de 2001.
46

laboral, siempre se encuentran protegidos por el


Código de la Niñez y de la Adolescencia, en vista del
carácter especial de esta normativa (art. 1º ) y deben
obtener habilitación legal para el trabajo, previa
autorización de la STSS (art. 1 del Reglamento sobre
Trabajo Infantil en Honduras). 37

Las modalidades de TIAD expuestas en b y c deben


garantizar el derecho a la educación, salud, integridad física
y el respeto a la jornada legal y salario justo, por lo que es
necesario que sean objeto de la inspección, supervisión y
control periódico de las autoridades para garantizar la
protección integral de las niñas trabajadoras. Si se diera la
restricción, supresión o violación de los derechos de
educación, salud, derecho a una familia y el régimen de
una jornada laboral y remuneración justa y equitativa,
estaríamos frente a una modalidad de trabajo que puede
encuadrarse dentro de las peores formas de trabajo infantil,
en razón de lo cual debería ser objeto de proscripción y de
severas sanciones administrativas y penales.

37
Idem.
47

3. LA NORMATIVA
INTERNACIONAL Y NACIONAL
SOBRE TRABAJO INFANTIL
48
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 49

3.1 LEGISLACIÓN EXISTENTE: DE LA TEORÍA A LA


PRÁCTICA

En Honduras, el marco regulador del Trabajo Infantil, y


específicamente del Trabajo Infantil doméstico, ha sido
relativamente escaso, salvo por algunas disposiciones
contenidas en los instrumentos internacionales suscritos por
el Estado de Honduras y las leyes internas relacionadas con
el respeto y protección de los derechos humanos de la niñez.

Honduras ha sido suscriptor de una serie de instrumentos


internacionales que reconocen a los niños como personas
que gozan de derechos humanos, al igual que los adultos.
Esto no es más que una consecuencia lógica del
cumplimiento del contenido del párrafo primero del artículo
15 de la Constitución de la República de Honduras 38 que
prescribe que: “Honduras hace suyos los principios y
prácticas del Derecho Internacional que propenden a la
solidaridad humana, al respeto de la autodeterminación
de los pueblos, a la no intervención y al afianzamiento
de la paz y de la democracia universales”.

En el caso particular de la materia de derechos humanos,


los propios tratados atribuyen responsabilidades a los órganos
públicos del derecho interno; de ahí la trascendental
importancia del examen y desarrollo de la aplicación del
derecho internacional de los derechos humanos en el ámbito
de la jurisdicción interna de los Estados. 39

En las próximas páginas se hace mención de los principales


instrumentos internacionales vinculados con el tema del

38
Decreto Número 131 del 11 de enero de 1982.
39
Cançado Trindade, Antonio A. La aplicación del Derecho
Internacional en la jurisdicción interna en materia de derechos
humanos. Guía sobre aplicación del Derecho Internacional en la
Jurisdicción Interna. Instituto Interamericano de Derechos
Humanos.1996. p. 7.
50

trabajo infantil que se encuentran incorporados a su derecho


interno, así como de la normativa nacional vigente.

3.1.1 EL MARCO JURIDICO INTERNACIONAL

Desde 1924, con la Declaración de Ginebra, se constituye


la primera formulación de los derechos del niño en un plano
internacional. Esta fue la primera Declaración adoptada por
la desaparecida Sociedad de Naciones, la cual fundamentaba
la importancia de la protección especial de la infancia. Estos
principios fueron retomados como una necesidad por la
Declaración de los Derechos del Niño, adoptada por la
Asamblea de Naciones Unidas en 1959, la cual incluía la
debida protección legal antes del nacimiento.

Estos principios fundamentales fueron recogidos previamente


por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de
1948, que proclamaba que toda persona tiene todos los
derechos y libertades que en ella se enuncian, sin distinción
de raza, color, sexo, idioma, opinión política o de cualquiera
otra índole, origen nacional o social, posición económica ,
nacimiento o cualquier otra condición.

Este reconocimiento de la protección especial de la infancia y


su no discriminación ha sido plasmado en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, del cual Honduras es parte, y
que integra su derecho interno desde la publicación del mismo
en el Diario Oficial La Gaceta el 24 de junio de 1987.

3.1.1.1 La Convención sobre los Derechos del Niño 40

Todos estos avances en el reconocimiento de los derechos


fundamentales de la niñez, desembocaron en un
instrumento clave para hacerlos efectivos: la Convención

40
Decreto Número 75 –90.La Gaceta 26259 de 10 de octubre de 1990.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 51

sobre los Derechos del Niño (que entró en vigor el 2 de


septiembre de 1990).

La Convención ofrece un marco de trabajo de normas


mínimas necesarias (acordadas internacionalmente) para el
bienestar de la niñez y a las cuales todas las niñas y niños
tienen derecho. 41 Cabe mencionar, que este instrumento
ha sido ratificado por la casi totalidad de los países miembros
de Naciones Unidas.

En vista del carácter vinculante de la Convención de los


Derechos del Niño, Honduras adquirió el compromiso de
incorporar a su derecho interno una legislación especial en
materia de niñez, la cual debía desarrollar la doctrina de la
protección integral y el amplio catálogo de derechos que
por primera vez eran reconocidos a las niñas y niños.

La Convención incluye una gama de derechos


fundamentales de niños y niñas, tanto los civiles y políticos,
como los económicos, sociales y culturales, ya enunciados
en otras Declaraciones e incluidos en diversos instrumentos
de derechos humanos suscritos por el país.

Para el caso, la Convención establece la obligación de los


Estados Partes de respetar los derechos en ella enunciados,
sin distinción o discriminación alguna. Esta disposición
amplía por sí misma la gama de derechos de niños y niñas
que habían sido reconocidos por la Constitución de 1982,
así como los contenidos en las anteriores Declaraciones de
1924 (Ginebra) y 1959.

41
Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño. Manual de
Capacitación de la Alianza Internacional Save the Children para
hacer realidad los derechos de los niños y las niñas en todo el
mundo. México, mayo 1998. Citado por Aplícano Cubero, Alejandro.
“El Código de la Niñez y de la Adolescencia. Derechos, deberes y
libertades de los niños”. Manual de Derecho de la Niñez y de la
Adolescencia. Honduras. Corte Suprema de Justicia-Programa de
Modernización de la Administración de Justicia (BID). 2000. p. 41.
52

Con respecto al trabajo infantil, la Convención establece en su


artículo 32 el deber de los Estados de proteger al niño contra
la explotación económica y contra el desempeño de cualquier
actividad peligrosa o que pueda entorpecer su educación o
nocivo para su salud o desarrollo físico, mental, espiritual, moral
o social. Asimismo, establece el compromiso de los Estados de
adoptar las medidas legislativas y administrativas, sociales y
educacionales necesarias para que este enunciado sea
cumplido. Para lograr este cometido, los Estados deberán:

1) Fijar una edad o edades mínimas para trabajar;

2) Disponer la reglamentación apropiada de los horarios


y condiciones de trabajo;

3) Estipular penalidades u otras sanciones apropiadas


para asegurar la aplicación de este artículo.

Para conocer más a fondo si los enunciados de la Convención


realmente han sido respetados y cumplidos en el orden
interno, analizaremos más adelante las disposiciones del
Código de la Niñez y la Adolescencia, instrumento que surge
como producto de la readecuacion de la legislación interna
de Honduras en relación con la Convención sobre los
Derechos del Niño y que desarrolla el nuevo paradigma de
la protección integral de la niñez.

3.1.1.2 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos

Adoptado y abierto a firma, ratificación y adhesión por la


Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución
2200 (XXI) de 16 de diciembre de 1966. Ya hemos
mencionado que este instrumento legal fue incorporado a
nuestra legislación, una vez que fue publicado en el Diario
Oficial La Gaceta del 24 de junio de 1987.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 53

En relación con el tema que nos ocupa, encontramos en


que uno de los literales de su artículo 8 se establece que
nadie estará sometido a servidumbre. Tal y como hemos
señalado anteriormente, una de las características del Trabajo
Infantil Doméstico es que implica una forma velada de
servidumbre, tal y como se colige por la frecuente retención
de las Trabajadoras Infantiles Domésticas en sus lugares de
trabajo, así como la prolongación ilimitada de sus jornadas
de trabajo, y la costu mbre, arraigada todavía en algunas
zonas del país, de ceder a las niñas y adolescentes en calidad
de “préstamo” para realizar trabajos en hogares de terceros.

Debe prestarse atención al artículo 24 del Pacto, que impone


obligaciones específicas al Estado al establecer el derecho del
niño a gozar, sin discriminación de ningún tipo, de la protección
que el Estado, la familia y la sociedad puedan brindarle.

3.1.1.3 El Pacto Internacional de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales 42

Adoptado y abierto a firma, ratificación y adhesión por la


Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución
2200 A (XXI) de 16 de diciembre de 1966. Incorporado al
Derecho interno de Honduras el 30 de julio de 1980, este
instrumento hace referencia en su artículo 7 al
reconocimiento del derecho a condiciones equitativas de
trabajo, específicamente, en el caso de la mujer, en donde
se procura asegurarle un salario equitativo, sin distinciones
de ninguna especie. Además de esto, el mismo artículo refiere
el derecho de las personas, sin discriminación alguna, al
descanso, el disfrute del tiempo libre, la limitación razonable
de las jornadas de trabajo y las vacaciones periódicas pagadas,
así como la remuneración de los días festivos.

42
Decreto Número 961, publicado en el Diario Oficial La Gaceta el 30
de julio de 1980.
54

Algunas de estas garantías de orden jurídico laboral no se


cumplen en el caso de los trabajadores domésticos,
especialmente respecto de la regulación o establecimiento
de las jornadas de trabajo, así como el derecho al descanso.

En cuanto a los derechos de niños y niñas, el Pacto establece


la obligación de protegerles contra todo tipo de explotación
económica y social, así como de empleos nocivos para la
moral y la salud o en los que corra peligro su vida o corra el
riesgo de perjudicar su desarrollo normal, lo cual debe ser
sancionado por la ley. El Pacto también se refiere a la
necesidad de establecer límites de edad por debajo de los
cuales quede prohibido y sancionado por la ley el empleo a
mano de obra infantil (artículo 10, numeral 3).

3.1.1.4 La Convención sobre la Eliminación de todas las


formas de Discriminación contra la Mujer

También conocida como CEDAW (por sus siglas en inglés),


fue adoptada y abierta a firma y ratificación por la Asamblea
General de Naciones Unidas en su resolución 34/180 del
18 de diciembre de 1979. Honduras la suscribió el 11 de
junio de 1980 y fue ratificada el 3 de marzo de 1982.

Este fue el primer instrumento que consignó de manera


específica el derecho a la igualdad de la mujer, lo que se
considera un gran paso en el reconocimiento de la mujer
como sujeto de derechos en el país.

Dicha Convención toma como base el hecho de que la


discriminación contra la mujer es uno de los factores que
más influyen y violan los derechos de igualdad y el respeto
a la dignidad humana, dificultando la participación de la
mujer en la vida política, social, económica y cultural de los
pueblos, obstaculizándose con esto el desarrollo de la familia
y de la misma sociedad.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 55

En este sentido, la Convención, en su artículo 1 establece


que: “A los efectos de la presente Convención, la expresión
“Discriminación contra la Mujer” denotará toda distinción,
exclusión o restricción basada en el sexo que tenga como objeto
o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio por la mujer, independiente de su estado civil, sobre
la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en las esferas política,
económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.

COMENTARIO: Han transcurrido largos años para ver


fructificar el esfuerzo por conceder la igualdad de derechos
a la mujer, y dar así cumplimiento al compromiso adquirido
por el Estado de Honduras al ratificar la Convención. La Ley
de Igualdad de Oportunidades para la Mujer fue promulgada
recién en el año 2000, con posterioridad a la creación de la
Ley del Instituto Nacional de la Mujer (INAM) en 1998. 43

En relación a la Convención sobre todas las Formas de


Discriminación contra la Mujer, debe decirse que a más de
20 años de haber sido ratificada por el Estado de Honduras,
no se ha ratificado su Protocolo Facultativo, aun cuando es
el instrumento necesario para desarrollar de forma efectiva
y dinámica los enunciados de la Convención.

3.1.1.5 La Convención Americana sobre Derechos


Humanos

Suscrita en San José, Costa Rica el 22 de noviembre de 1969


en la Conferencia Especializada Interamericana sobre
Derechos Humanos. Entró en vigor el 18 de julio de 1978 y
en nuestro país fue publicada en el Diario Oficial La Gaceta
el 1 de septiembre de 1977, bajo Decreto número 523.

43
Decreto 232-98. Publicado en el Diario Oficial La Gaceta del 11 de
febrero de 1999.
56

Dicho instrumento incorpora dentro de su articulado


protección específica de niños y niñas al afirmar en su artículo
19 que “todo niño tiene derecho a las medidas de protección
que su condición de menor requiere por parte de su familia,
la sociedad y el Estado”.

La Constitución de Honduras, promulgada con posterioridad


a la Convención, incorpora en su articulado la casi totalidad
de su contenido, por lo que puede afirmarse que no hay
contradicciones entre ellas.

No obstante, Honduras no ha ratificado el Protocolo


Adicional a la Convención Americana en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (“Protocolo de
San Salvador”) del 17 de noviembre de 1988, el cual
contiene importantes disposiciones que garantizan el goce
de condiciones, justas, equitativas y satisfactorias de trabajo
en su artículo 7. Respecto de la niñez trabajadora, el artículo
7, en su literal f), impone prohibiciones al trabajo nocturno
o en labores insalubres de los menores de 18 años, en
particular aquellos que puedan poner en peligro su salud,
seguridad o moral. Para los menores de 16 años que trabajan,
establecen disposiciones precisas sobre la subordinación del
trabajo a la educación obligatoria a la que aquellos tienen
derecho preferente.

El artículo 16 impone a los Estados la obligación de adoptar


medidas específicas de protección a la niñez.

3.1.1.6 Los Convenios y Recomendaciones de la


Organización Internacional del Trabajo (OIT)

a) El Convenio 138 sobre la Edad Mínima de Admisión


al Empleo

Este instrumento legal fue ratificado por el Estado de


Honduras en mayo de 1980, mediante Decreto
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 57

número 852, y fue publicado en el Diario Oficial La


Gaceta el 7 de agosto de ese mismo año.

El Convenio se aplica a cualquier trabajo o empleo,


asalariado o no. No se trata solamente de establecer
una edad mínima de admisión al empleo, y por
consiguiente de prohibir el trabajo asalariado a los
niños menores de una edad determinada, sino de
definir y aplicar una política que permita abolir el
trabajo infantil y elevar progresivamente la edad de
admisión al empleo. 44

Tal y como lo establecen sus consideraciones, este


instrumento legal fue adoptado con posterioridad a
una serie de disposiciones sobre la edad mínima de
admisión a empleos específicos, tales como la
industria, trabajo marítimo, agricultura, trabajos no
industriales etc. con el objeto de disponer de un
instrumento general que reemplazara dichos
Convenios (ya existentes hasta antes de 1973), que
estuviera encaminado a lograr la total abolición del
trabajo infantil en cualquier tipo de empleo y no solo
a sectores económicos limitados.

El Convenio (innovador en esa época) incluye entre


sus disposiciones lo siguiente:

a) El compromiso de los Estados Parte para el


establecimiento y seguimiento de una política
nacional que asegure la abolición efectiva del
trabajo infantil para elevar, posteriormente y en
forma progresiva, la edad mínima de admisión al
empleo, a un nivel que procure el más completo
desarrollo físico de los menores;

44
Piccard, Löic. Convenio 138 sobre la Edad Mínima de Admisión al
Empleo. P.3 (http://www.pj.gov.py/menores/html/tomo_2/
tomo2_A10html)
58

b) La edad mínima que fija el Convenio no deberá


ser inferior a la edad en que cesa la obligación
escolar, o en todo caso, a (15) quince años.

En este sentido, el mismo Convenio establece una


excepción al expresar que no obstante se habla
de quince años como la edad mínima (regla
general) los Miembros adscritos al Convenio, cuya
economía y medios de educación estén
insuficientemente desarrollados, puede especificar
inicialmente una edad mínima de catorce (14)
años, tal y como ha sido el caso de Honduras.

c) Ahora bien, el Convenio también establece que


la edad mínima para la admisión al empleo que
pudiese considerarse peligroso no será inferior a
los dieciocho (18) años.

La OIT ya establece los términos para considerar


un empleo como peligroso al afirmar que “es aquel
que por su naturaleza o condiciones en las que se
realiza puede resultar peligroso para la salud, la
integridad o la moralidad de los menores”

Pero también se hace una excepción en este


sentido: tanto la legislación nacional como la
autoridad competente de cada Miembro puede,
previa consulta con las organizaciones de
trabajadores y empleadores autorizar el empleo
en este tipo de trabajo a niños(as) de dieciséis (16)
años siempre que queden garantizadas su salud,
seguridad y moralidad y hayan recibido la
instrucción profesional adecuada (estas edades y
criterios han sido desarrollados en nuestra
legislación interna por el Código de la Niñez y la
Adolescencia, que estudiaremos más adelante).
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 59

d) La autoridad competente deberá prever todas las


medidas necesarias, (incluso el establecimiento de
las sanciones apropiadas) para asegurar la
aplicación efectiva de las disposiciones del
Convenio, así como la identificación de los
responsables de la aplicación de estas sanciones.

COMENTARIO: Honduras ha establecido sanciones de tipo


administrativo, así como la determinación de los
responsables de su aplicación al haber aprobado el
Reglamento sobre Trabajo Infantil, cuyas disposiciones son
aplicables a los niños mayores de catorce (14) años y menores
de dieciocho (18), el cual abordaremos a profundidad
cuando analicemos la legislación interna hondureña.

b) La Recomendación 146 sobre la Edad Mínima de


Admisión al Empleo de 1973. 45

La Recomendación complementa el Convenio 138


y aporta disposiciones para desarrollarlo de manera
efectiva, entre las cuales están:

1) En primer lugar, la creación de una política y planes


nacionales de desarrollo para asegurar a los
menores las mejores condiciones para su desarrollo
físico y mental;
2) La fijación de una edad mínima y la elevación
progresiva a dieciséis (16) años, cuando esta edad
mínima sea inferior a los quince años;
3) En cuanto a las condiciones de trabajo de los
menores de trece a quince años que desempeñen
trabajos ligeros 46, la Recomendación es muy clara
al afirmar:

45
Piccard, Löic. Convenio 138 sobre la Edad Mínima de Admisión al
Empleo. P.3 (http://www.pj.gov.py/menores/html/tomo_2/
tomo2_A10html)
46
Disposición 13, Recomendación 146.
60

3.1: “La fijación de una remuneración equitativa,


acorde al principio “salario igual por trabajo
de igual valor”;
3.2: La limitación de las jornadas de trabajo y la
prohibición de las horas extraordinarias, de
modo que el niño(a) cuente con el tiempo
suficiente para sus actividades educativas, el
descanso y la recreación;
3.3: El disfrute sin posibilidad de excepción (salvo
caso de urgencia) de un período mínimo de
doce (12) horas de descanso nocturno y los
días habituales de descanso semanal;
3.4: La concesión de vacaciones anuales pagadas
de por lo menos cuatro semanas:
3.5: La protección por los planes de seguridad
social, incluidos los regímenes de prestaciones
en caso de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales, la asistencia
médica y prestaciones de enfermedad,
cualesquiera que sean las condiciones de
trabajo o de empleo;
3.6: La existencia de normas satisfactorias de
seguridad e higiene y de instrucción y
vigilancia adecuadas.

4) En cuanto a la importancia de la educación, este


instrumento hace la recomendación de impedir
el empleo o trabajo de niños durante las horas en
que se dispensa la enseñanza.

COMENTARIO: El mismo Convenio 138 ya establece lo


que es considerado como Trabajo Ligero: aquel que no es
susceptible de perjudicar la salud o el desarrollo y que no es
de naturaleza tal que pueda perjudicar la asistencia a la
escuela o formación profesional o el aprovechamiento de
la enseñanza.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 61

Al analizar la Recomendación y el Convenio, podemos


afirmar que ciertas modalidades del Trabajo Infantil
Doméstico, especialmente aquellos en los que se
desempeñan actividades peligrosas para la salud, la
seguridad o moralidad de niños y niñas, podrían entrar en
la categoría de “trabajos peligrosos”, siendo la edad mínima
para acceder a este tipo de empleo los dieciocho (18) años.

c) El Convenio 182 de la Organización Internacional


del Trabajo OIT sobre las Peores Formas de
Trabajo Infantil

Este instrumento fue ratificado por el Estado de


Honduras en el mes de junio de 2001, y al hacerlo el
Estado contrajo el compromiso de encaminar acciones
dentro de la legislación interna para contrarrestar las
violaciones a los derechos humanos de niños y niñas,
a través de medidas inmediatas y eficaces para lograr
la prohibición y eliminación de las peores formas de
trabajo infantil, con carácter de urgencia.

El artículo 3 del Convenio establece entre las peores


formas de trabajo infantil, aquellas prácticas análogas
a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la
servidumbre por deudas y la condición de siervo,
entre otros. Otro elemento importante que establece
este artículo es el que se refiere a los trabajos que
por su naturaleza o por las condiciones en que se
llevan a cabo, probablemente dañen la salud, la
seguridad o moralidad de los niños que los realizan.

Entre algunos de los compromisos asumidos por el


Estado de Honduras al ratificar el Convenio 182,
podemos mencionar:

• La elaboración de Programas de Acción para


eliminar, como medida prioritaria, las peores formas
de trabajo infantil.
62

• La adopción de las medidas necesarias para


garantizar la aplicación y cumplimiento efectivo de
las disposiciones del Convenio, incluyendo el
establecimiento de sanciones penales (cuando
proceda) o de otra índole. 47
• El reconocimiento de la importancia de la
educación en la prevención y para la eliminación
de las peores formas, a través de medidas efectivas
para impedir la ocupación de niños y niñas dentro
de estas formas de trabajo, asegurar la asistencia
directa a estos niños, identificar a quienes están
expuestos a estos riesgos, y un punto muy
importante que puede contribuir a visibilizar la
problemática es que el Convenio habla de tener
en cuenta la situación particular de las niñas, puesto
que las mismas son mas vulnerables a estas
condiciones por su participación en situaciones
laborales ocultas y no reglamentadas, como es el
caso del trabajo infantil doméstico.

COMENTARIO: Vistas las características que enumeramos al


inicio de este documento y que fueron producto del testimonio
de Trabajadoras Infantiles Domésticas, como ser las ilimitadas
jornadas laborales, incomunicación y aislamiento, negación
del acceso a la educación y graves riesgos a la salud e integridad
física, etc., podríamos afirmar que ciertas modalidades de
trabajo doméstico podrían ser incluidas dentro de las “peores
formas de trabajo infantil”.

El Estado se ha comprometido a que los tipos de trabajo


que por su naturaleza o condiciones en que se lleven a
cabo, puedan dañar la salud, la seguridad o moralidad
de los niños, deberán ser determinados por la legislación
nacional o por la autoridad competente.

47
A diferencia del Convenio 138 (vid. supra) que solamente
contemplaba el establecimiento de sanciones administrativas.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 63

Hasta la fecha, el único instrumento legal interno que


hace referencia a algunas de las actividades laborales
consideradas entre las “peores formas de trabajo infantil”
es el Reglamento sobre Trabajo Infantil. 48 Sin embargo,
falta incorporar ciertas modalidades del Trabajo Infantil
Doméstico entre las peores formas de trabajo infantil
de manera expresa. El Código de la Niñez y la
Adolescencia (1996) promulgado cuando el Convenio
182 no había sido adoptado por la Conferencia General
de la OIT, únicamente se refiere a la protección de los
niños contra la explotación económica 49 y al abordar
los trabajos insalubres y peligrosos, no incluye entre ellos
al Trabajo Infantil Doméstico.

d) La Recomendación 190 sobre las Peores Formas


de Trabajo Infantil. 50

La Recomendación 190 sirve como instrumento de


apoyo y complemento al Convenio 182 sobre las
Peores Formas de Trabajo Infantil, por lo que sus
disposiciones deberían ser aplicadas conjuntamente
con éste, para lograr resultados óptimos en la
consecución de sus objetivos, entre los cuales
podemos mencionar:

a) El establecimiento de programas de acción directa


para los niños los cuales deberán estar
encaminados a:

• Identificar y denunciar las peores formas de


trabajo infantil;
• Impedir la participación de los niños en estas
peores formas, o librarlos de ellas;
• Prestar especial atención a: los niños mas

48
Decreto Ejecutivo Número STSS-211-01 de 10 de octubre de 2001.
49
Artículos 114 al 118 Código de la Niñez y la Adolescencia.
50
Adoptada el 17 de junio de 1999.
64

pequeños, a las niñas, al problema del trabajo


oculto, en el que las niñas están particularmente
expuestas a riesgos (podemos colocar en esta
categoría al trabajo infantil doméstico) y a otros
grupos de niños particularmente vulnerables.

b) Para determinar y localizar el trabajo peligroso, se


debe tomar en consideración:

• Los trabajos en que el/la niña queda expuesto


(a) a abusos de orden físico, psicológico o sexual
( en el caso del trabajo infantil doméstico);
• Los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo el
agua, en alturas peligrosas o espacios cerrados;
• Los trabajos que se realizan en un medio insalubre;
• Los trabajos que implican condiciones
especialmente difíciles, como los horarios
prolongados o nocturnos, o los trabajos que
retienen injustificadamente a la niña(o) en los
locales del empleador. 51

c) Otro punto vital abordado por la Recomendación


es la tipificación como delitos dentro de la
legislación nacional de las siguientes formas de
trabajo infantil:

• Todas las formas de esclavitud y prácticas


análogas a la esclavitud, como la venta y tráfico
de niños, la servidumbre por deudas y la
condición de siervo, y el trabajo forzoso u
obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso
u obligatorio de niños para utilizarlos en
conflictos armados;

51
También esta disposición puede aplicarse a ciertas modalidades
de trabajo infantil doméstico, el cual no está catalogado como
trabajo peligroso dentro de la legislación nacional hondureña. De
ahí la necesidad de adaptar nuestra legislación a las disposiciones
del Convenio 182 y la Recomendación 190 de la OIT.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 65

• La utilización, el reclutamiento o la oferta de


niños para la prostitución, producción de
pornografía o actuaciones pornográficas. En
este apartado nos detendremos un poco, ya
que es necesario conocer las acciones que el
Estado está realizando en este sentido.
• La utilización, el reclutamiento o la oferta de
niños para la realización de actividades ilícitas,
en particular para la producción y tráfico de
estupefacientes, o para la realización de
actividades que supongan el porte o uso de
armas de fuego u otras armas. 52

COMENTARIO: Se puede señalar que ninguno de ambos


documentos (ni el Convenio 182 ni la Recomendación 190)
se refieren específicamente al “Trabajo Infantil Doméstico”
como una de las peores formas de trabajo infantil, (a
diferencia de otras modalidades de trabajo) lo cual deja
abierta la posibilidad de que los Estados lo consideren o no
como un trabajo peligroso, dependiendo de la amplitud o
restricción en su interpretación. En el transcurso de la
elaboración de este estudio resultó evidente que ciertas
prácticas en esta actividad laboral, tienen características que
justifican sea considerada como tal (jornadas ilimitadas de
trabajo, exposición a riesgos laborales, negación de acceso
a educación, a la salud y a la seguridad social, exposición a

52
Nota: Desde la ratificación del Convenio 182 en mayo de 2002,
diversas instituciones públicas y organizaciones no
gubernamentales han venido trabajando en la elaboración del “Plan
Nacional contra la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y
Adolescentes”. Asimismo, se ha elaborado un estudio a instancias
de ECPAT International, Save the Children (UK) y OIT/IPEC, en el
que se han identificado los vacíos legales en este tema,
acompañado de una propuesta de reforma a los artículos del
Código Penal que tipifican los “Delitos contra la Libertad Sexual y
la Honestidad” (Capítulos I y II del Título II), con miras a castigar la
explotación sexual comercial en todas sus manifestaciones. Vale
aclarar que OIT-IPEC es uno de los actores claves en todo este
proceso de reformas.
66

abusos físicos, psíquicos y sexuales, incomunicación con


familiares y amigos, desvalorización de trabajo y desigualdad
en el pago de salarios), 53 sin que resulte exagerado decir
que llevadas a sus extremos pueden constituir una forma
moderna y velada de esclavitud.

3.1.2 EL MARCO JURIDICO NACIONAL

3.1.2.1 La Constitución de la República

Aprobada mediante Decreto Legislativo 131 del 11 de enero


de 1982, entró en vigencia el 20 de enero de ese mismo
año, una vez que fue publicada en el Diario Oficial La Gaceta.

En relación con los instrumentos internacionales a los que


ya hemos hecho referencia anteriormente, es importante
destacar que el texto constitucional establece en su artículo
16 lo siguiente: “Todos los tratados internacionales deben
ser aprobados por el Congreso Nacional antes de su
ratificación por el Poder Ejecutivo. Los tratados internacionales
celebrados por Honduras con otros estados, una vez que
entran en vigor, forman parte del derecho interno”

Por su parte, el artículo 18 prescribe que “en caso de conflicto


entre el tratado o convención y la ley, prevalecerá el primero”.

Una de las características más importantes de la Constitución


es que en su parte dogmática, contiene un amplio catálogo
de derechos económicos, sociales y culturales, 54 además
de incluir derechos de grupos de población específicos.

53
Vid supra, p. 16 y s.s.
54
Moncada Silva, Efraín. Temas Constitucionales. Serie: Estudios de
Derecho Público Hondureño. p 47
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 67

En ese sentido, y en relación con los derechos del niño, su


artículo 119 establece que “El Estado tiene la obligación de
proteger la infancia. Los niños gozarán de la protección
prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus
derechos. Las leyes de protección a la infancia son de orden
público y los establecimientos oficiales destinados a dicho
fin tienen carácter de centros de asistencia social”.

La redacción de este artículo no deja duda alguna del


compromiso adquirido por el Estado hondureño de hacer
valer y respetar los tratados y acuerdos internacionales en
materia de niñez, así como del carácter de orden público y
prioritario que tienen estas disposiciones legales, por lo que
no pueden ni deben ser alterados por individuos ni
instituciones en virtud de que protegen bienes e intereses
sociales considerados superiores. 55

En relación con el tema del trabajo infantil, la Constitución


destina un artículo para la protección especial de la niñez
contra toda forma de explotación.
“Artículo 124. Todo niño debe ser protegido contra toda forma
de abandono, crueldad o explotación. No será objeto de
ningún tipo de trata. No deberá trabajar antes de una edad
mínima adecuada, ni se le permitirá que se dedique a ocupación
o empleo alguno que pueda perjudicar su salud, educación o
impedir su desarrollo físico, mental o moral. Se prohíbe la
utilización de los menores por sus padres y otras personas
para actos de mendicidad. La Ley señalará las penas aplicables
a quienes incurran en la violación de este precepto”. 56

Una lectura cuidadosa nos permite reconocer en esta


disposición normativa el espíritu del Convenio 138 sobre
la Edad Mínima, el cual ya había sido ratificado por el país

55
Véase Código de la Niñez y la Adolescencia Comentado.
CIPRODEH., p.23.
56
El subrayado es nuestro.
68

en agosto de 1980, dos años antes de la entrada en vigencia


de la Constitución. Es particularmente interesante la
prohibición del empleo de niños en trabajos perjudiciales
a su salud, educación y en su desarrollo físico, mental o
moral, en vista de que hace un enfoque integral de la
problemática, tal y como lo hace el Convenio 138 al catalogar
este tipo de empleos como “trabajos peligrosos”. 57

En cuanto al trabajo doméstico, la Constitución se refiere a


éste en su artículo 131 de la siguiente manera: “Los
trabajadores domésticos serán amparados por la legislación
nacional. Quienes presten servicios de carácter doméstico
en empresas industriales, comerciales, sociales o demás
equiparables, serán considerados como trabajadores
manuales y tendrán los derechos reconocidos a éstos”.

No obstante, la situación real que viven los y las trabajadoras


domésticas en el país dista mucho de adecuarse a lo prescrito
por la Constitución o la legislación secundaria (Código del
Trabajo). Por ejemplo, la Constitución dice que “A ningún
trabajador se podrá exigir el desempeño de labores que se

57
Cabe mencionar que el Código del Trabajo hondureño establecía
la edad mínima para contratar en 16 años y, excepcionalmente en
14 años, cuando fuera indispensable para su subsistencia o de
personas dependiente de ellos (arts. 31 y 32); asimismo, sometía
a reglas especiales su empleo en ciertas actividades a partir del
artículo 127 y subsiguientes. Estas disposiciones fueron objeto de
derogación completa y parcial por el Código de la Niñez y de la
Adolescencia (1996), que ha establecido la edad mínima para la
autorización al trabajo en 14 años (art.120), prohíbe a los menores
de 18 años todo trabajo que afecte su moralidad (art.123), o que
sean insalubres o peligrosos (art. 122), (en concordancia con el
contenido del Convenio 138). No obstante, en el caso de los trabajos
insalubres y peligrosos enlistados en el artículo 122 de este Código,
el mismo cuerpo legal contempla la posibilidad de autorizar su
desempeño a los niños mayores de 16 años y menores de 18 años,
siempre y cuando se pruebe que han concluido estudios técnicos
adecuados y se verifique que los cargos puedan ser desempeñados
sin peligro para la salud o seguridad del niño (art. 122, último
párrafo). El Reglamento sobre Trabajo Infantil (2001) mucho más
reciente y específico, incluye disposiciones bien precisas sobre
trabajos considerados prohibidos por su peligrosidad.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 69

extiendan a más de doce horas en cada período de


veinticuatro horas sucesivas, salvo los casos calificados por
la ley” (Artículo 128, numeral 2). En consonancia con lo
anterior, el Código del Trabajo establece en su artículo 325:
“Quedan excluidos de la regulación sobre jornada máxima
legal de trabajo los siguientes trabajadores:

a) Los que desempeñen cargos de dirección, de confianza


o de manejo
b) Los del servicio doméstico, ya se trate de labores en
los centros urbanos o en el campo.
(…)
Sin embargo, tales personas no estarán obligadas a
permanecer más de doce (12) horas diarias en su trabajo
y tendrán derecho dentro de la jornada a un descanso
mínimo de hora y media (11/2) que puede ser fraccionado
en períodos no menores de 30 minutos”.

En la práctica esto no se cumple, pues las jornadas de trabajo


doméstico suelen ser ilimitadas y superan el margen máximo
del que habla el Código de Trabajo. Esta realidad es
“fomentada” de alguna manera por el mismo Código ya
que este establece diferencias notables entre el régimen de
protección de los trabajadores domésticos en relación con
el del resto de trabajadores.

En relación con el salario mínimo, la Constitución establece


en el artículo 128, numeral 5 que “Todo trabajador tiene
derecho a devengar un salario mínimo, fijado periódicamente
con intervención del Estado, de los patronos y los trabajadores,
suficiente para cubrir las necesidades normales de su hogar
en el orden material y cultural, atendiendo a las modalidades
de cada trabajo, a las particulares condiciones de cada región
y de cada labor, al costo de la vida, a la aptitud relativa de los
trabajadores y los sistemas de remuneración de las empresas”.

Sin embargo, en el caso de las trabajadoras domésticas, y


en particular de las niñas y niños que desempeñan este tipo
70

de labor, usualmente no gozan este derecho, pues es una


costumbre generalizada de los empleadores hacer una cierta
“compensación” del salario, con la provisión de diversos
“beneficios”., tal y como explicaba una patrona que
entrevistamos. Esta persona decía: “mas bien les hacemos
un favor, ya que aparte de que les pagamos, les damos la
comida, la ropa, un lugar donde dormir”. Por esta razón, los
salarios suelen estar muy por debajo de lo que podría
considerarse un salario justo.

Casi todas las Trabajadoras Infantiles Domésticas


entrevistadas en el transcurso de la elaboración de este
análisis, afirmaron estar devengando un promedio de entre
600 a 800 lempiras mensuales, muy por debajo del salario
mínimo promedio actual que asciende a los Lps.1803.00
mensuales para las actividades más afines.

Actualmente, el trabajo doméstico se encuentra excluido


de las regulaciones al salario mínimo en el país. 58 Las niñas
sufren más estos abusos pues las adultas por su experiencia
utilizan sus propios rangos o estándares para negociar su
paga, lo que no hacen las niñas, en vista de su corta edad y
desconocimiento total de sus derechos. 59

Con relación a la edad mínima de admisión al empleo, el


artículo 128, numeral 7 de la Constitución establece que:
“Los menores de dieciséis años y los que hayan cumplido
esa edad y sigan sometidos a la enseñanza en virtud de la
legislación nacional no podrán ser ocupados en trabajo
alguno. 60 No obstante, las autoridades de trabajo podrán
autorizar su ocupación cuando lo consideren indispensable
para la subsistencia de los mismos, de sus padres o sus
hermanos, siempre que ello no le impida cumplir con la
educación obligatoria”.

58
Acuerdo Ejecutivo No. STSS-012-04.
59
Entrevista Abogada Ivonne Zelaya, Directora General del Trabajo.
Secretaría de Trabajo y Seguridad Social. 14 de agosto de 2003.
60
El subrayado es nuestro.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 71

A través del Decreto 952 de 29 de mayo de 1980, la Junta


Militar de Gobierno en Consejo de Ministros, en el ejercicio
de las funciones que le confería el Decreto No. 1 de 6 de
diciembre de 1972, acordó que era procedente mantener
en catorce (14) años la edad mínima de admisión al empleo,
de acuerdo a lo previsto en el Código de Trabajo,
estableciendo el que la posibilidad de reforma de esta
disposición se sometería a consultas periódicas tripartitas.
La justificación para hacerlo era que Honduras no disponía
de una economía y medios de educación suficientemente
desarrollados, tal y como se establece en el artículo 2, párrafo
4 del Convenio 138.

Por su parte, el Reglamento sobre Trabajo Infantil establece


que la edad legal para el trabajo adolescente se inicia a
partir de que el niño cumple los 14 años, aunque siempre
requiriendo de la habilitación legal, previa autorización de
la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social.

Infortunadamente, la pretensión constitucional original de


establecer los 16 años de edad como la edad mínima de
empleo, ha tropezado con una realidad social y económica
que ha obligado a convertir en una regla, la supuesta
excepcionalidad del empleo de personas menores de esa
edad, previa autorización administrativa.

Las entrevistas realizadas a Trabajadoras Infantiles Domésticas


revelaron que en la totalidad de los casos, ninguna de las
niñas que comenzó a trabajar antes de los 16 años, fue
autorizada previamente por la Secretaría de Trabajo y
Seguridad Social ni continuó con sus estudios obligatorios.

3.1.2.2 El Código de la Niñez y la Adolescencia

El Código fue emitido mediante Decreto número 73-96 y


se encuentra vigente desde el 5 de septiembre de 1996.
72

El Código de la Niñez y la Adolescencia se diferencia de la


anterior Ley de Jurisdicción de Menores (de índole tutelar)
por el hecho de estar inspirado en la Doctrina de la
Protección Integral, la cual no se limita solamente al niño
sino que también abarca a la sociedad de la cual es parte,
por lo que aquél no se encuentra fuera de los fines generales
de las leyes vigentes. 61

El Código de la Niñez y la Adolescencia establece en su


artículo 3 sus fuentes originarias, a saber:

1) La Constitución de la República;
2) La Convención sobre los Derechos del Niño y demás
tratados o convenios de los que Honduras forme parte
que contengan disposiciones relacionadas con
aquéllos;
3) El Código de la Niñez y la Adolescencia;
4) El Código de Familia; y las leyes generales y especiales
vinculadas con los niños;

Este instrumento legal contiene un amplio catálogo de


derechos de los niños y niñas (en el mismo espíritu de la
Convención sobre los Derechos del Niño), los cuales se
enumeran en extensión en su artículo 11: “Artículo 11. Los
niños tienen derecho a la vida, a la salud, a la seguridad
social, a la dignidad, a la libertad personal, a la de expresar
sus opiniones, a la nacionalidad, a la identidad, al nombre y
a la propia imagen, a la educación, a la cultura, al deporte, a
la recreación y al tiempo libre, al medio ambiente y los
recursos naturales, a la familia, y a los demás que señale la
Convención sobre los Derechos del Niño, el presente Código
y demás leyes generales y especiales”.

El Código aborda la temática del trabajo infantil en el


Capítulo V (“De la protección de los niños contra la

61
Código de la Niñez y la Adolescencia Comentado. CIPRODEH.
Honduras. P.25.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 73

explotación económica”), del Título I, (“De la protección


preventiva de los niños”), del Libro II que se refiere a la
Protección de los Niños.

Conforme al Código, todo patrono que ocupe los servicios


de niños, debe llevar un registro en el que conste:

a) El nombre, apellidos, edad, dirección y domicilio del


niño (a)
b) El nombre, apellidos, dirección y domicilio de los
padres o representantes legales;
c) La clase de trabajo que el niño(a) realiza, las horas
diarias y semanales que trabaja, con indicación de
los períodos de descanso;
d) La forma o monto de la retribución o salario;
e) La fecha de ingreso al trabajo.

A este registro deben agregarse: la Constancia que se cumplen


o han cumplido las obligaciones escolares; la autorización
escrita de sus padres o representantes legales, con el visto
bueno de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social. 62

Dentro del articulado podemos destacar el artículo 14 que


establece el deber del Estado de formular las políticas y
programas tendentes a la gradual abolición del trabajo de
los niños.

El artículo 115 hace referencia a la adecuación del trabajo


de los niños a sus condiciones físicas y desarrollo intelectual
y moral y otorga a la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social
la obligación de evitar la explotación económica de los niños,
velar porque estos no realicen trabajos peligrosos o que
entorpezcan su educación o afecten su salud, o su desarrollo

62
Este registro estaba contemplado originalmente en el artículo 133
del Código de Trabajo. Fue derogado por el Código de la Niñez y
la Adolescencia, pero su contenido fue incorporado en el artículo
126 del Código de la Niñez y la Adolescencia.
74

físico y mental. Sin embargo, el trabajo infantil doméstico


no está expresamente regulado como tal en el Código.

Es de suma importancia comentar el contenido del párrafo


tercero del artículo 115. “Los niños que ingresen a la fuerza
laboral tendrán derecho al salario, prestaciones sociales y demás
garantías que la ley y los contratos individuales o colectivos le
conceden a los trabajadores mayores de dieciocho (18) años y
a los especiales que por razón de su edad y desarrollo le son
reconocidos por el Código de Trabajo y por el presente. El salario
del niño trabajador será proporcional a las horas trabajadas”.

Este párrafo, si bien reconoce derechos a los niños


trabajadores, suelen ser negado de manera muy especial a
las niñas trabajadoras domésticas, bajo el argumento de que
deben ser consideradas bajo un régimen “especial”. 63

El Código de la Niñez y de la Adolescencia también otorga


protección especial a las niñas y adolescentes trabajadoras
en el caso de gravidez o de lactancia materna (artículo 116)).
Sin embargo, en la práctica se observa la total desprotección
a la salud de las niñas, pues suele negárseles totalmente el
derecho a la seguridad social y el acceso a los servicios médicos,
dado que el Código de Trabajo impone esta obligación al
patrono, únicamente en los casos en que la trabajadora
requiera hospitalización o aislamiento, y en casos de
emergencia, dejando por fuera la maternidad y la lactancia.

El Código exige en sus artículos 117 y 118 que el Trabajo


Infantil tenga, además de su carácter retributivo,
características educativas y orientadoras; tampoco, deberá
ser una limitante para su superación.

63
Es nuestra opinión que en atención al principio del interés superior
del niño, disposiciones de este Código como la del tercer párrafo
del artículo 115 (inspiradas por la Convención sobre los Derechos
del Niño), deberían aplicarse de forma preferente a las del Código
del Trabajo.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 75

Hemos mencionado anteriormente, que consideramos al


Trabajo Infantil Doméstico como una de las peores formas
de trabajo infantil. Una de las razones es por la
inaccesibilidad de las trabajadoras a la educación y
formación, especialmente a las niñas, lo cual está en abierta
contradicción con las disposiciones legales antes señaladas.

Antes que un niño pueda trabajar, requiere de una


autorización. Del artículo 119 al 128, el Código establece las
reglas relativas a la autorización del niño para trabajar, la cual
es necesaria para el empleo de niños en cualquier actividad
retribuida,. Esta autorización deberá ser extendida por la
Secretaría de Trabajo y Seguridad Social, a solicitud de padres,
hermanos o representante legal del niño(a). En ningún caso
se emitirá dicho documento a los menores de 14 años. 64

La edad mínima de incorporación al trabajo que se establece


en la legislación hondureña es un límite bajo, y aún así, está
muy lejos de la realidad. Las estadísticas nacionales registran
población trabajadora a partir de los diez años, y la Encuesta
de Hogares de Propósitos Múltiples, incluye en las
estadísticas de trabajo infantil a niñas y niños cuya edad
mínima son los 5 años de edad. 65

El artículo 122 del Código de la Niñez y la Adolescencia


enumera las labores insalubres o peligrosas que pueden llegar
a causar graves daños a la salud y a la integridad física de
niños y niñas. Entre estas se encuentran las que se desarrollan
en sitios peligrosos como minas, buques, fábricas, empresas
siderúrgicas etc.. El listado no incluye el trabajo doméstico,
en ninguna de sus formas (aún y cuando algunas de sus

64
A partir de la emisión del Reglamento sobre Trabajo Infantil (Acuerdo
Ejecutivo Nº STSS-211-01) ,el trámite de autorización para el trabajo
de adolescentes se realiza conforme al artículo 13 de dicho
Reglamento.
65
Trabajo Infantil Doméstico en Honduras: A puerta cerrada...op.cit
p.50.
76

modalidades incluyan características que pudieran justificar


el apelativo de insalubre o peligroso).

El Código hace referencia a la situación de niños y niñas


vendedores de la calle al señalar la exposición al tráfico
vehicular, pero no se indican situaciones que puedan
aplicarse al trabajo infantil doméstico, como la
responsabilidad en el cuidado de personas menores o
enfermas, el enclaustramiento, el riesgo de servidumbre, y
sobre todo, la restricción del derecho al estudio, todas estas
situaciones a las que están expuestas las niñas y niños que
trabajan en hogares de terceros. Ninguno de los riesgos y
peligros que enumera el Código se relaciona con las
situaciones que suelen encontrarse en el Trabajo Infantil
Doméstico. 66

El artículo 123 prohíbe a los menores de 18 años tomar


parte en trabajos que dañen su moralidad. Este artículo
establece expresamente algunos lugares en que se
desarrollan este tipo de trabajos como las casas de lenocinio
y lugares de diversión en donde se consuman bebidas
alcohólicas, y la contratación y utilización de los niños para
la reproducción de escenas pornográficas, muertes violentas,
apología del delito. El artículo 124 otorga a la Secretaría de
Trabajo la potestad de la aplicación de los correctivos o
sanciones a que haya lugar.

En cuanto a la duración de las jornadas de trabajo, el Código


de la Niñez ya establece los límites, tomando como punto
de partida la edad mínima legal, es decir, los 14 años. El
Artículo 125 reza así:

“La duración máxima de la jornada de trabajo de los niños


estará sujeta a las reglas siguientes:

66
Ibidem, p. 44
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 77

a) El mayor de catorce (14) años y menor de dieciséis


(16) sólo podrá realizar trabajos en jornadas que no
excedan de cuatro (4) horas diarias;

b) El mayor de dieciséis (16) y menor de dieciocho (18)


sólo podrá trabajar en jornadas que no excedan de
seis (6) horas diarias;

c) Queda prohibido el trabajo nocturno para los niños


trabajadores. No obstante, los mayores de dieciséis
(16) y menores de dieciocho (18) podrán ser
autorizados para trabajar hasta las ocho (8) de la noche
siempre que con ello no se afecte su asistencia regular
a un centro docente ni se cause perjuicio a su salud
física y moral.

Este artículo ha de relacionarse con el artículo 134 del mismo


Código, que establece sanciones penales para el “delito de
explotación económica”. El texto del artículo 134 es el siguiente:

“Incurrirán en el delito de explotación económica y serán


sancionados con reclusión de tres (3) a cinco (5) años:

a) Quien haga trabajar a un niño durante jornadas


extraordinarias o durante jornadas nocturnas;

b) Quien obligue a un niño a trabajar por un salario


inferior al mínimo;

c) Quien promueva, incite o haga que un niño realice


actividades deshonestas tales como la prostitución,
la pornografía, la obscenidad y la inmoralidad;

ch) Quien incite a un niño a realizar actividades ilícitas;

d) Quien con motivo de trabajos familiares o domésticos


infrinja los derechos de los niños establecidos en el
78

presente Código. En este caso la sanción sólo se


aplicará si habiéndose requerido al responsable
persiste en la violación de lo dispuesto en este inciso”.

Las condiciones en que labora la gran mayoría de las


Trabajadoras Infantiles Domésticas (como pudimos constatar
mediante entrevistas), ciertamente concuerdan con las
descripciones típicas contenidas en los incisos a, b y d. La
privacidad de la relación laboral doméstica y la inclusión de
ésta dentro de las modalidades de “trabajos sujetos a régimen
especial” permiten soslayar el grave problema de constante
explotación económica y la violación de derechos de que
son objeto las Trabajadoras Infantiles Domésticas.

Tal y como establece el artículo 137, las sanciones


administrativas a las infracciones cometidas por explotación
económica serán aplicadas por la Secretaría de Trabajo y
Seguridad Social, sin perjuicio de la deducción de las
responsabilidades civiles y penales que pudieran
corresponder.

Debe recordarse que las disposiciones sobre edad mínima


de admisión al empleo (que el Código del Trabajo establecía
en dieciséis (16) años), fueron derogadas expresamente por
el artículo 284 del Código de la Niñez y la Adolescencia,
asimismo, algunas disposiciones sobre el trabajo de los
menores (considerado como sujeto a regímenes especiales)
y a la capacidad de los niños para contratar (cuando sean
mayores de 14 años).

Puede decirse a guisa de conclusión, que el Código de la


Niñez y de la Adolescencia no hace referencia directa ni
específica a las peores formas de trabajo infantil (tal y como
lo establece el Convenio 182). Esto se debe principalmente
a que el Código entró en vigencia en 1996 y el Convenio
182 sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil recién fue
ratificado por Honduras el 2001.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 79

3.1.2.3 El Código de Familia

Este cuerpo normativo fue aprobado mediante Decreto 76-


84, derogándose con su promulgación todo el Libro Primero
del Código Civil de 1906, relativo a las Personas. El Código
de Familia fue concebido como el instrumento destinado a
regular las instituciones relacionadas con la familia y
relaciones jurídicas entre personas unidas por vínculos de
parentesco, teniendo como una de sus principales
características la garantía de igualdad jurídica entre los
cónyuges y de los hijos entre sí.

Con relación al trabajo infantil, son pocas sus disposiciones.


Tan solo incluye las disposiciones que regulan la libre
administración de bienes por parte del niño autorizado por
la Ley para trabajar. Al respecto, el artículo 186 párrafo cuarto
dispone que “ El hijo menor autorizado por la ley para trabajar
administrará y dispondrá, como si fuera mayor de edad, de
los bienes que adquiera con su trabajo o empleo público”.
En cuanto a las Trabajadoras Infantiles Domésticas, esto dista
mucho de la realidad que ellas viven. En la práctica, éstas se
han convertido en una importante fuente de ingresos para
sus familias, las que generalmente viven en situaciones de
pobreza o precariedad en el área rural.

La mayoría de las Trabajadoras entrevistadas, relataron que


ellas son las encargadas de suplir las necesidades de su
familia, pues han asumido el deber de proveer con una
cantidad mensual de dinero o con la provisión periódica de
alimentos. Ellas expresaron que sus familias suelen suponer
que ellas no incurren en mayores gastos, por estar viviendo
en una casa en donde se les brinda habitación y comida.

Si a esto se suman los reducidos salarios con los que son


retribuidas, resulta sencillo entender porque es tan difícil
para ellas costearse sus estudios regulares en el sistema
educativo formal o técnico.
80

3.1.2.4 El Código de Trabajo

En vista que ya en capítulos anteriores hemos hecho


referencia a este instrumento jurídico para caracterizar el
Trabajo Doméstico en general, y a que también hemos
hecho un paralelo con respecto a otras leyes vigentes en el
país, nos referiremos en este apartado a lo que este Código
establece sobre el Trabajo de las Mujeres y Menores de Edad.

Estos se regulan en el Capítulo I del Título III (“Del Trabajo


Sujeto a Regímenes Especiales”). En estas disposiciones
podemos constatar que el “Trabajo Infantil Doméstico”, es
doblemente especial: Primero, porque se trata de trabajo
de menores, lo cual ha sido reconocido de esta manera para
establecer mecanismos de protección hacia ellos y hacia las
mujeres. Segundo, porque el trabajo doméstico es una
categoría especial, con características y exclusiones ya
analizadas en otros capítulos.

El Código de la Niñez y de la Adolescencia derogó


expresamente en su artículo 284, algunas de las disposiciones
contenidas en este capítulo. Entre ellas, se encontraba, por
ejemplo, la que establecía la prohibición del trabajo nocturno
y la jornada extraordinaria de los menores de dieciséis años.
Sin embargo, hay algunas de importancia para el tema objeto
de análisis, cuya vigencia subsiste. Estas son:
• El trabajo de las mujeres y menores de edad debe
ser adecuado especialmente a su edad, condiciones
o estado físico y desarrollo intelectual o moral
(Artículo 127).
• Dentro de la jornada ordinaria de trabajo, las mujeres
y los menores gozarán de un descanso intermedio
de dos (2) horas (Artículo 130).
• En las escuelas vocacionales e instituciones de previsión
y asistencia sociales, el trabajo debe ser proporcionado
a las fuerzas físicas y mentales de los alumnos y a sus
aptitudes y se realizará con fines de entrenamiento
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 81

vocacional y no de explotación. En ningún caso se


descuidará la enseñanza académica primaria a que
tiene derecho todo niño (Artículo 132). 67
• La infracción de las disposiciones protectoras del
trabajo de mujeres y menores contenidas en este
Código y sus reglamentos, podrá ser denunciada por
cualquier ciudadano (Artículo 148).

COMENTARIO: Aún y cuando el Código establece que el


trabajo de las mujeres y niños debe ser adecuado a su edad,
condiciones o estado físico y desarrollo intelectual o moral,
ya hemos comentado como en el caso de las trabajadoras
infantiles domésticas, se les suele asignar deberes que no
corresponden al contenido protector antes mencionado, Lo
mismo ocurre con el descanso que manda el artículo 130 y
el acceso a la educación primaria que ordena el 132, cuyas
disposiciones suelen no ser cumplidas cuando se trata de
las trabajadoras infantiles domésticas La ausencia de
mecanismos de control y vigilancia adecuados que
prevengan y verifiquen estas situaciones anómalas, favorece
su habitualidad.

• Toda trabajadora en estado de gravidez tiene derecho


a un descanso forzoso retribuido con el período de
cuatro (4) semanas precedentes al parto y las seis (6)
que le sigan (Artículo 135).
• Asimismo, el Código de Trabajo en su artículo 144
prescribe que ninguna trabajadora puede ser
despedida por motivo de embarazo o lactancia.

COMENTARIO: Estas últimas dos disposiciones son


frecuentemente ignoradas cuando se trata de las trabajadoras
domésticas, sean éstas adultas o niñas. Se argumenta para
ello que la “especialidad” de este trabajo, las mantiene fuera
del régimen del Seguro Social, y por consiguiente no gozan

67
El subrayado es nuestro.
82

de los derechos de maternidad que otorga el Código, los cuales


si se otorgan de manera general el en el caso del régimen
propio del “Trabajo de las Mujeres”, pero no cuando se trata
del “Régimen Especial” de las Trabajadoras Domésticas.

Lamentablemente, tal y como expresaron Trabajadoras


Domésticas y funcionarios consultados, una de las causales
de despido más frecuente de muchas trabajadoras
domésticas es el encontrarse en “estado de embarazo”
(además de la supuesta comisión de delitos).

Es frecuente que a la Trabajadora Doméstica no se les


faciliten las condiciones para dedicar cuidados a sus hijos
recién nacidos (si es que se les permite quedarse con su
hijo/a), debido a lo cual optan por llevarlos a sus lugares de
origen, donde permanecen mientras ellas trabajan. Ellas
viven separadas de sus hijos (os) y se conforman con enviar
dinero para su manutención. 68

3.1.2.5 El Reglamento sobre Trabajo Infantil

Aprobado mediante Decreto Ejecutivo Número STSS-211-


01 de 10 de octubre de 2001. Su emisión es consecuencia
del cumplimiento de los compromisos adquiridos por el
Estado al suscribir y ratificar la Convención sobre los
Derechos del Niño, y los Convenios 138 y 182 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El artículo 133 del Código de la Niñez y la Adolescencia


ordena a la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social a emitir
disposiciones reglamentarias sobre las sanciones
administrativas que serán aplicables a las infracciones que
se cometan contra los aprendices y niños y niñas trabajadoras;
sobre las orientaciones que debe darse a los niños

68
Trabajo Infantil Doméstico en Honduras: A puerta cerrada...op.cit. p.80
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 83

trabajadores y a sus padres o representantes legales, y a sus


patronos en relación con los derechos y deberes de los niños
trabajadores y todo lo concerniente a horarios de trabajo,
permisos, prestaciones y medidas sobre salud ocupacional;
así como la forma en que se hará la inspección del trabajo
de los niños y los demás asuntos relacionados con su trabajo.

En atención al mandato del Código, se emitió este


Reglamento, cuyas disposiciones son aplicables a los(las)
adolescentes trabajadores(as) y aprendices mayores de
catorce (14) años y menores de dieciocho(18), así como
también a los patronos o empleadores y formadores.

El Reglamento establece, en concordancia con el Código


de la Niñez y de la Adolescencia, la edad mínima o legal
para el trabajo infantil o adolescente: (artículo 1) “Toda
persona mayor de catorce (14) años hasta los dieciocho (18)
años, quienes deben obtener habilitación legal para el trabajo,
previa autorización de la Secretaría de Estado en los
Despachos de Trabajo y Seguridad Social”.

Entre algunas de las características más importantes de este


Reglamento se pueden destacar:

• Establece un amplio catálogo de los trabajos


considerados como peligrosos o insalubres, que es
absolutamente prohibido realice cualquier niño. Al
igual que el Código de la Niñez y la Adolescencia en
su artículo 122, esta lista se refiere básicamente a
labores en empresas industriales, fábricas, trabajo
marítimo etc. (artículo 8)

• Elimina la posibilidad de realizar ciertas actividades


al considerarlas entre las peores formas de trabajo
infantil (con lo cual impide que pueda solicitarse
autorización alguna para poder llevarlas a cabo), a
saber: (artículo 9):
84

a) Todas las formas de esclavitud o formas análogas a


la esclavitud ;
b) La utilización, el reclutamiento o la oferta de
adolescentes para la prostitución, producción de
pornografía o actuaciones pornográficas;
c) La utilización, el reclutamiento y la oferta de
adolescentes para la realización de actividades
ilícitas, en particular la producción y el tráfico de
estupefacientes;
d) El trabajo que por su naturaleza o por las
condiciones en que se lleva a cabo, es probable
que dañe la salud, la seguridad o la moral de los
(las) adolescentes. 69

• Faculta tanto a las autoridades de trabajo como a las


autoridades policiales, militares y de salud para actuar
contra todo empleador que utilice adolescentes en
el desempeño de las peores formas de trabajo infantil
y en labores consideradas insalubres o peligrosas.
• Establece el trámite a seguir para obtener la
autorización de trabajo de los adolescentes mayores
de 14 años (que es una función de la Secretaría de
Trabajo y Seguridad a través de la Dirección de
Previsión Social y el Programa de Erradicación
Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil). Ya el Código
de la Niñez y la Adolescencia establece en el artículo
119 y subsiguientes, los requisitos que debe reunir
esta autorización.
• Refiere (en su artículo 53) que todos los y las
adolescentes trabajadores/as tienen derecho a recibir
atención integral en forma “inmediata, expedita y
efectiva” en todas las dependencias de la Secretaría
de Trabajo y Seguridad Social (STSS), del Instituto
Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y de los

69
Véase artículo 3 del Convenio 182 sobre las Peores Formas de
Trabajo Infantil.
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 85

centros de salud dependientes de la Secretaría de


Salud.
• Establece un catálogo de sanciones administrativas y
multas a los empleadores, de acuerdo a la violación
de las disposiciones establecidas tanto en el Convenio
182, el Código de la Niñez y la Adolescencia, las
normas relativas a la edad mínima de admisión al
empleo, a la seguridad social, a la educación (el
procedimiento administrativo a seguir en la Secretaría
de Trabajo y Seguridad Social se analiza más adelante).

COMENTARIO: Aunque el artículo 9 enumera las peores


formas de trabajo infantil, no hace mención específica del
trabajo infantil y adolescente doméstico, ni del tipo de
labores que entraña. Esto es ilógico si tomamos en cuenta
que el desempeño de ciertas actividades domésticas implica
riesgos hacia la salud, hacia la moral y hacia la integridad
física, o si consideramos que las jornadas ilimitadas de trabajo
y la incomunicación de las niñas y niños trabajadores
(obligados a permanecer en hogares de terceros la mayor
parte del tiempo) constituyen formas veladas de servidumbre
y restricciones graves de sus derechos fundamentales.

De conformidad al artículo 4 del Convenio 182, los trabajos


que por su naturaleza o por las condiciones en que se llevan
a cabo, posiblemente dañen la salud, la seguridad o
moralidad de los niños (dentro de los que podrían caber
ciertas modalidades de trabajo infantil doméstico), deberán
ser determinados por la legislación nacional. En este sentido,
sería conveniente establecer también un catálogo de labores
más específico y detallado, que permita implementar
acciones de protección más directas y efectivas.

Con relación a la atención integral en forma “inmediata,


expedita y efectiva” en todas las dependencias de la Secretaría
de Trabajo y Seguridad Social (STSS), del Instituto Hondureño
de Seguridad Social (IHSS) y de los centros de salud
86

dependientes de la Secretaría de Salud, que se contempla


en el artículo 53 del Reglamento, hasta ahora no se han
tomado las decisiones ni llevado a cabo las acciones necesarias
para extender el régimen de seguridad social a las trabajadoras
domésticas adultas, muchos menos a las infantiles.

3.1.2.6 La Ley del Seguro Social

En relación al derecho de los niños y niñas a la seguridad


social, el Código de la Niñez y la Adolescencia establece en
su artículo 23:

“Los servicios de asistencia y previsión social recibirán y


atenderán prioritariamente a los niños en la recepción de
primeros auxilios y en cualquier otra circunstancia en que
requieran protección y socorro de parte de los mismos.

La cobertura de la seguridad social se ampliará en forma


gradual y progresiva para beneficiar con ella a la niñez"

En relación a lo anterior, la Ley del Seguro Social (Decreto


140-1959), establece en su artículo 81 reformado (Decreto
Legislativo 80-2001) lo siguiente:

“Los asegurados menores de edad serán considerados como


personas mayores en todo lo relacionado a la afiliación del
Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y sus
prestaciones”.

Es decir, que toda persona menor de 21 años que trabaje y


esté afiliado al IHSS, recibirá atención en casos de
enfermedad, accidentes, pensiones por orfandad, y otras,
prestadas por el Instituto.

El artículo 3 de la Ley del Seguro Social establece qué


trabajadores están sujetos a Seguro Social obligatorio:
1II. La Normativa Internacional y Nacional sobre Trabajo Infantil 87

“a)Los trabajadores particulares que prestan sus servicios


a una persona natural o jurídica, sea cual fuere el tipo
de relación laboral que los vincule y la forma de
remuneración.
b) Los trabajadores públicos, los de las entidades
autónomas y semi-autónomas y los de las entidades
descentralizadas del Estado”.

Por ende, cualquier adolescente que trabaje en estos sectores


de la Economía, estará sujeto a las prestaciones del Seguro
Social. No obstante, es frecuente que los patronos incumplan
con la obligatoriedad de afiliación de sus trabajadores al
este régimen.

Tratándose de niños y niñas que trabajen, la obligación de


los patronos de afiliarlos sería mucho mayor en atención al
principio del interés superior del niño; en consecuencia, el
incumplimiento al deber de afiliación obligatoria del niño o
niña autorizado para trabajar por las autoridades, constituiría
“maltrato por supresión”, conforme al artículo 167 del
Código de la Niñez y de la Adolescencia.

Cabe destacar que la ampliación de cobertura de la


seguridad social de los niños que manda el artículo 23
segundo párrafo, del Código de la Niñez y de la
Adolescencia, se ha visto reflejada en la reforma del artículo
36 (Decreto Legislativo 80-2001) de la Ley del Seguro Social,
pues tratándose de hijos/as de un asegurado, esta cobertura
alcanza ahora hasta los once (11) años (en contraste con la
edad máxima de dos años que existía antes de dicha
reforma):

“El cónyuge y los hijos del asegurado hasta los once (11)
años que estén debidamente acreditados dentro de la edad
que para estos últimos fije el Reglamento, tendrán derecho a
la asistencia médica que otorga el Instituto; si alguno de ellos
requiere servicios de emergencia y no estuviese acreditado,
88

el Instituto proporcionará los servicios sujetos a la inscripción


del beneficio dentro de las cuarenta y ocho (48) horas
siguientes al ingreso”.

Paradójicamente, los niños y niñas que son hijos e hijas de


asegurados gozan del derecho a la seguridad social, no así
muchos de los niños y niñas que trabajan por su propia cuenta
o los hijos de la mayoría de la población que se encuentran
fuera de los sectores de la Economía sujetos de afiliación y
protección obligatoria. Este último caso es el de una buena
parte de la masa laboral del país, particularmente aquella que
se dedica a la agricultura en las áreas rurales, los trabajadores
temporales y los trabajadores en el sector informal (entre otros).

Mucho más preocupante es la situación de las trabajadoras


domésticas adultas, quienes se encuentran excluidas
expresamente de la protección de la Ley del Seguro Social
por su artículo 4, ya que éste dispone que su afiliación estará
sujeta a los estudios actuariales y de factibilidad que en su
oportunidad se realicen, con lo que la desprotección en
que viven se hace extensiva hacia sus hijos e hijas.

COMENTARIO: No obstante que el Código de la Niñez y


de la Adolescencia establece la ampliación gradual y
progresiva de la seguridad social para la protección de la
niñez, observamos que las Trabajadoras Infantiles y
Adolescentes Domésticas se encuentran doblemente
excluidas de la seguridad social, ya que se trata de un trabajo
sujeto a régimen especial, tanto en el Código de Trabajo
como en la Ley del Seguro Social. En esta última, incluso se
hace depender su posible afiliación de futuros estudios
actuariales y de factibilidad, sin embargo, en la práctica no
solo no se han llevado a cabo dichos estudios, sino que es
poco probable que se hagan en el corto y mediano plazo
(aun y cuando el artículo 50 de la Ley de Igualdad de
oportunidades lo establecía como prioritario desde su
emisión en el año 2000).
89

4. LAS INSTANCIAS
ADMINISTRATIVAS Y
JURISDICCIONALES NACIONALES
90
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 91

4.1 INSTITUCIONES PARA LA ATENCION Y


PROTECCION DE LA NIÑEZ

A partir de la ratificación por parte del Estado de Honduras


de instrumentos internacionales como la Convención sobre
los Derechos del Niño y otros relacionados con la temática
del trabajo infantil, se crearon y organizaron en el país varias
instituciones cuyo propósito era ejecutar y llevar a la práctica
lo prescrito en tales instrumentos, así como lo establecido
en la normativa interna ya vigente.

El cambio de un sistema basado en la doctrina de la situación


irregular por uno bajo el nuevo paradigma de la doctrina de
la protección integral, implicó el inicio de un proceso de
readecuación de la legislación interna a los nuevos
postulados en derechos de la niñez.

Este proceso tuvo que superar la existencia de pocas


referencias jurídicas en la materia, conocimientos no muy
profundos y experiencias parciales, integrando aportes de
todos los sectores nacionales, de entidades internacionales
dedicadas al campo, e incluso de Derecho comparado con
la legislación y proyectos de ley de casi toda América. 70

Como producto del proceso (que incluyó una amplia


concertación nacional entre distintos sectores), surgió el
Código de la Niñez y la Adolescencia, el cual además de
reunir el amplio catálogo de derechos de niños y niñas que
desarrollaba la Convención sobre los Derechos del Niño,
logró su reconocimiento por primera vez en nuestro país.

Hacemos esta breve referencia al Código de la Niñez y la


Adolescencia ya que entre sus objetivos primordiales figuraban:

70
Aplícano Cubero, Alejandro. “El Código de la Niñez y de la
Adolescencia. Derechos, deberes y libertades de los niños”. Manual
de Derecho de la Niñez y de la Adolescencia. Honduras...op.cit.
p.46.
92

a) La protección integral de los niños tal como lo


establece nuestra Constitución y la Convención sobre
los Derechos del Niño a través de la modernización
e integración del ordenamiento jurídico de la
República en esa materia;
b) Consagra los derechos y libertades fundamentales de
los niños;
c) Establece y regula el régimen de prevención y
protección garantizado por el Estado para asegurar
el desarrollo integral de niños y niñas;
d) Crea los organismos y procedimientos necesarios para
ofrecer a niños y niñas la protección que necesitan;
e) Facilita y garantiza su acceso a la justicia y define los
principios que deberán orientar las políticas
nacionales relacionadas con la niñez.

El Código dedica un Capítulo entero y único del Título I


(“De las cuestiones institucionales”), del Libro III (“Aspectos
institucionales y disposiciones finales y transitorias”), a los
Órganos Administrativos y Jurisdiccionales que se dedican a
la atención prioritaria de los casos de la infancia (artículos
269 a 279): la antigua Junta Nacional de Bienestar Social (en
la actualidad sustituida por el Instituto Hondureño de la Niñez
y de la Familia, IHNFA) y los Juzgados de Letras de la Niñez.

No obstante, en relación con la temática de las Trabajadores


Infantiles Domésticas se analizarán todas las instituciones
que de una u otra manera están (o deberían estar) vinculadas
con su atención y protección.

4.1.1 El Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia


(IHNFA)

El Código designa a la Junta Nacional de Bienestar Social


(JNBS) como el órgano encargado de coordinar a los sectores
públicos y privados para el estudio, promoción, ejecución y
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 93

fiscalización de las políticas generales de prevención y


protección integral a la niñez.

Sin embargo, a raíz de la revisión realizada por el Poder


Ejecutivo a los organismos estatales del área social, se
determinó que el Estado de Honduras requería de la creación
de un organismo estatal especializado, con autonomía y alto
nivel técnico profesional para afrontar los retos que
conllevaban el desarrollo de la protección integral de la niñez
y el aseguramiento de su interés superior.

Con base en lo anterior, mediante Decreto 199-97, 71 se


sustituyó la JNBS por una nueva institución autónoma
denominada “Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia”
(IHNFA), cuyo objetivo fundamental sería la protección
integral de la niñez y la plena integración de la familia.

El IHNFA es la principal autoridad técnica del Estado en


materia de niñez y es el encargado de formular y ejecutar
sus políticas en esta área, la de adolescencia y la de familia.
Entre algunas de sus atribuciones podemos destacar:

• Formular, promover, ejecutar y fiscalizar en


coordinación con el sector público y privado las
políticas de prevención y protección integral de la niñez;
• Diseñar y ejecutar programas, en coordinación con
el Instituto Nacional de Formación Profesional para
los niños que tengan bajo su cuidado y para los
adolescentes trabajadores

Para el desarrollo de sus atribuciones y el cumplimiento de


sus objetivos, cuenta con tres programas principales, a saber;

a) Programa de Intervención Social: encaminado a la


atención de niños y niñas con problemática de riesgo

71
Publicado en el Diario Oficial La Gaceta de 29 de enero de 1998.
94

social. La labor está dirigida principalmente a proveer


a estos niños la satisfacción de sus necesidades básicas
a través de los sub-programas “Familia Solidaria” y
los “Hogares” o “Centros de Atención”, que son
medidas alternativas al internamiento en los Centros
del IHNFA, en tanto se define su situación de riesgo
social, posteriormente a las investigaciones
socioeconómicas y en su caso, las acciones judiciales
correspondientes.

b) Programa de Reeducación Social: está dirigido a la


atención de la niñez infractora, a través de las medidas
alternativas al internamiento, para su reeducación y
reinserción. Atiende además los Centros de
Internamiento para Menores en conflicto con la Ley.

c) Programa de Bienestar Familiar y Desarrollo


Comunitario: implementa acciones dirigidas hacia
las comunidades, principalmente con la difusión del
Código de la Niñez y la Adolescencia, y la creación
de la Consejerías de Familia, localizadas en las
comunidades en las que el IHNFA tiene oficinas
regionales. Se ha implementado a través de los
gobiernos y autoridades locales.

En el tema de trabajo infantil doméstico, las acciones realizadas


por el IHNFA son nulas. Esta institución cuenta únicamente
en la actualidad con un Proyecto de Niñez en Calle, en
Tegucigalpa y dependiente del Programa de Intervención y
Protección Social. Este Proyecto está dirigido a niños y niñas
trabajadoras en diferentes áreas de la ciudad, cuyas principales
problemáticas son la mendicidad y la vagancia para su
intervención e incorporación a la educación escolar. 72

72
Entrevista Licenciada Leda Navarro, Coordinadora Proyecto “Niñez
en Calle” IHNFA. 2 de septiembre de 2003.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 95

Este es el único componente en trabajo infantil con que


cuenta el IHNFA. Por consiguiente, la problemática de las
trabajadoras infantiles domésticas no es objeto de atención,
aunque en algunas ocasiones este tipo de trabajo revista
características propias de situaciones de riesgo social, como
las que establece el Código de la Niñez: el ser objeto de
maltratos y corrupción y el carecer de la atención suficiente
para la satisfacción de necesidades básicas.

4.1.2 La Secretaría de Estado en los Despachos de Trabajo


y Seguridad Social (STSS)

Esta Secretaría forma parte del Poder Ejecutivo y tiene entre


sus atribuciones las de autorizar, cumplir y hacer cumplir
las leyes y reglamentos en materia de trabajo, así como el
mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de
los obreros, junto a la vigilancia e inspección respecto al
debido cumplimiento de las disposiciones legales relativas
a las relaciones obrero-patronales.

La Secretaría está organizada de la siguiente manera:

a) La Dirección General del Trabajo;


b) La Dirección General de Previsión Social;
c) La Inspección General del Trabajo;
d) La Procuraduría de Trabajo;
e) El Instituto Nacional de Investigaciones y Estudios
Sociales;
f) Las demás dependencias que determinen el
reglamento o las leyes que posteriormente se dicten.

Como parte de esta investigación y tomando en cuenta el


abordaje del trabajo infantil doméstico, pudimos conocer
el trabajo que al interior de dicha Secretaría realizan las
siguientes instancias:
96

a) La Dirección General del Trabajo

De acuerdo al mandato del Código de Trabajo, tiene


funciones meramente administrativas, como ser el registro
de las organizaciones sociales, registro de los contratos y
convenciones de trabajo que se celebren en el país, servicios
de estadísticas y colocaciones y otras que el mismo Código
le atribuya.

En cuanto al trabajo doméstico en particular, éste entra dentro


de la categoría de “servicios comunales, sociales y personales”,
por lo que ingresa como un conflicto individual más; como
tal, es competencia de la Oficina de Conflictos Individuales,
la cual depende de la Dirección General del Trabajo.

Por las características que reúne el trabajo doméstico en


nuestro país, es muy difícil el conocimiento de estos casos
ante la Secretaría, ya que en dicha Dirección, --y
especialmente en la Oficina de Conflictos Individuales--, la
intervención se logra inicialmente a través del contrato formal
del/la trabajadora con el empleador. Esto genera una
dificultad en el caso del trabajo doméstico, pues la costumbre
del país es emplear a las trabajadoras domésticas mediante
contratos verbales.

En este sentido, si se tratase del caso de una Trabajadora


Infantil Doméstica, la misma Oficina de Conflictos
Individuales remite el caso al Programa de Menor Trabajador,
dependiente de la Dirección de Previsión Social.

b) La Dirección General de Previsión Social

Entre los mandatos de la Dirección General de Previsión


Social, se encuentra el de desarrollar sus funciones a través
de una serie de dependencias, entre los que se mencionan la
“Oficina Investigadora de la Mujer y Menores trabajadores”.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 97

Como consecuencia de la suscripción de Convenios en


materia de trabajo infantil, se creó al interior de la Dirección
de Previsión Social, el “Programa de Erradicación Gradual y
Progresiva del Trabajo Infantil”.

• El Programa de Erradicación Gradual y Progresiva del


Trabajo Infantil

Este Programa es el responsable de extender las


autorizaciones para trabajar a los niños y niñas
mayores de 14 años, de conformidad con los
requisitos establecidos en el Código de la Niñez y la
Adolescencia y en el Reglamento sobre Trabajo
Infantil, específicamente los artículos del 14 al 19.

En casos de Trabajo Infantil Doméstico, no existe un


procedimiento especial, sino que se le da el
tratamiento que se brinda a la generalidad de los casos
de trabajo doméstico. Esta atención se da conforme
a las regulaciones que establece el Código de Trabajo,
ya que el Código de la Niñez no lo hace.

En cuanto al manejo de estadísticas al interior de este


Programa, existe actualmente un sistema de registro
de casos de niños trabajadores en general, que han
sido atendidos o están siendo atendidos por el
Programa de Erradicación Gradual y Progresiva del
Trabajo Infantil. Sin embargo, los casos registrados
de Trabajadoras Infantiles Domésticas son muy pocos,
ello en vista que de que no se acostumbra solicitar
una autorización a la Secretaría de Trabajo para el
desempeño del Trabajo Infantil Doméstico.

Este contacto prácticamente nulo de las niñas


trabajadoras domésticas con las autoridades del
Trabajo, así como el desconocimiento de sus
derechos, puede deberse a la desvalorización que
98

este trabajo tiene entre la sociedad, lo cual conduce


a creer que ellas no son sujetas de derechos como
cualquier otra persona o trabajador, genera su bajo
nivel educativo y el desconocimiento de la misma
ciudad en donde trabajan.

Una de las mayores dificultades que enfrenta el


Programa de Niñez Trabajadora es que el ámbito en
que se desarrolla el trabajo doméstico infantil es
eminentemente privado. Aunque el Programa cuenta
con Inspectores Especiales del Trabajo Infantil
(dependientes directamente de la Inspección General
del Trabajo), las acciones de la Secretaría son
puramente administrativas, y no cuentan con el apoyo
de una orden de autoridad competente, en este caso,
con la coordinación entre la Fiscalía y los Juzgados
de la Niñez. 73

Iguales dificultades encuentran las autoridades del Trabajo


con relación al control de la jornada laboral de las
trabajadoras infantiles domésticas, ya que partiendo del
hecho de que ni siquiera solicitan autorización para trabajar,
su problemática está prácticamente invisibilizada ante los
ojos de las autoridades. No se cuenta en la actualidad, con
un registro exhaustivo de las niñas dedicadas al trabajo
doméstico, ni en Tegucigalpa ni en San Pedro Sula, mucho
menos en los municipios pequeños del país.

Debido a esta insuficiencia de información, la Secretaría se


ve impedida de dar seguimiento adecuado a los casos.
Aunque se pudiesen hacer inspecciones de oficio (tal y como
lo establece el Reglamento sobre Trabajo Infantil, y como lo
hacen ocasionalmente miembros del equipo técnico del
Programa de Niñez Trabajadora), hasta la fecha no se ha

73
Entrevista María Fernanda Pineda, Inspectora Especial de Trabajo
Infantil. Programa del Menor Trabajador, Secretaría del Trabajo y
Seguridad Social. 12 de septiembre de 2003.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 99

realizado ninguna de este tipo en casas particulares, puesto


que esto implicaría inspeccionar miles de hogares que
cuentan con trabajadoras infantiles domésticas.

Uno de los fenómenos que el Programa ha detectado es


que, aún y cuando la finalidad del Programa está
encaminado a la erradicación gradual y progresiva del trabajo
infantil en general, la afluencia de niños y niñas en busca de
la autorización para trabajar ha aumentado dramáticamente,
lo que puede atribuirse a la situación de pobreza que
actualmente se vive en el país.

Como dato interesante se revela que el aumento de afluencia


de niños ocurre en el período que corresponde a las
vacaciones escolares. Esto indica que el trabajo reúne
características de temporalidad, y por lo tanto no interfiere
con el proceso educativo de estos niños y adolescentes.

El Programa tiene un componente de monitoreo y


seguimiento, aun en los casos en los que ha sido denegada
la autorización por la Secretaría Administrativa de la
Dirección de Previsión Social, que es la autoridad encargada
de extender las autorizaciones.

Para extender la autorización para trabajar, es necesario que


se cumplan ciertos requisitos:

1) El niño(a) o adolescente debe ser informado de sus


derechos y obligaciones, el riesgo que implica su
trabajo y las medidas de protección y seguridad que
deben acatar;
2) Se debe recibir una charla informativa sobre los
instrumentos internacionales en materia de niñez y
derechos humanos, así como las principales leyes
laborales del país. En esta charla deben participar
además los padres, hermanos mayores o
representantes legales del niño o niña.
100

3) Una vez recibida la charla informativa, se extiende


una constancia de haber llenado este requisito. Los
padres, representantes legales o tutores, acompañarán
a esta constancia la solicitud de autorización para
trabajar, junto con los documentos personales del niño
(a), los que deben incluir certificación de estudios,
fotografías y una constancia de Oferta de Trabajo.
Esta oferta de trabajo deberá ser extendida por la
empresa o empleador que desee contratar los servicios
del niño(a), con la fijación del salario a devengar, su
jornada laboral así como la descripción de las labores
a realizar por el niño(a) en dicho lugar de trabajo;
4) Una vez admitida la solicitud de autorización, los
Inspectores Especiales de Trabajo y de Higiene y
Seguridad, adscritos al Programa de Niñez
Trabajadora, deben llevar a cabo una investigación y
evaluación del caso particular, sobre las que
posteriormente se remite informe, con el resultado
de la evaluación de ese puesto de trabajo;
5) Se realiza una visita domiciliaria al hogar del niño(a),
para rendir el respectivo informe;
6) Una vez evacuadas las anteriores investigaciones, se
remite al niño(a) a la Oficina de Medicina
Ocupacional de la Secretaría de Trabajo para
someterlo a exámenes clínicos y psicológicos (en caso
que lo amerite) para poder extender la Constancia
Médica de Aptitud Laboral;
7) Todo este expediente, ya completo, es remitido por
la Coordinadora del Programa Niñez Trabajadora a
la Dirección General de Previsión Social, para que
en su oportunidad otorgue la autorización, o la
deniegue, según proceda.

En los casos especiales de denegación de autorización, se


ofrecen alternativas viables para el niño o niña, mediante la
Bolsa de Empleo de la misma Secretaría de Trabajo, con
actividades que no sean reñidas con las prohibiciones que ya
establece la ley. Esto se hace porque existen casos particulares,
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 101

como el de las adolescentes que ya son madres, cuya precaria


situación económica las obliga a buscar un empleo.

De acuerdo a un Trabajador Social del Programa de


Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil, uno
de los mayores obstáculos que enfrentan actualmente es
“el desconocimiento de parte de los empleadores del
Reglamento sobre Trabajo Infantil, las jornadas extensivas
de trabajo y el bajo salario que actualmente están recibiendo
los niños y niñas trabajadoras”. 74

En los casos de violación a los derechos de los niños, las


acciones judiciales se emprenden una vez agotada la etapa
administrativa. Para ello el Programa se auxilia de la
Procuraduría General del Trabajo, que se constituye en
representante del niño ante los Juzgados del Trabajo.

Podemos concluir, una vez conocido el interior del trabajo


de dicho Programa, que aún no se han sentado precedentes
importantes en el tema de Trabajo Doméstico Infantil.
Prueba de ello es que la mayoría de casos de niñez
trabajadora que recurren a dicho Programa, lo hacen en
busca de su autorización para trabajar, y son provenientes
de los siguientes sectores:

a) El sector formal de la economía;

b) El sector informal, en el que se incluyen las trabajadoras


domésticas, y las niñas en particular. Sin embargo, es
notorio que estas no recurren a las autoridades del
trabajo, para solicitar su autorización, y mucho menos
cuando sus derechos han sido violentados.

74
Entrevista Alexis Cerrato. Trabajador Social, Programa de
Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil. Secretaría
de Trabajo y Seguridad Social. 14 de agosto de 2003.
102

c) La Inspectoría General del Trabajo

De acuerdo a lo establecido por el Código de Trabajo, esta


Dirección de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social
debe velar porque patronos y trabajadores cumplan y
respeten las disposiciones legales relativas al trabajo y
previsión social.

A través de los Inspectores de Trabajo, se controla


ejecutivamente la aplicación de las leyes laborales, ya que
estos se personan en los centros de trabajo con miras a
desarrollar (entre otras) las siguientes funciones (en materia
de Trabajo Infantil en particular):

• Vigilar que se cumpla la prohibición sobre trabajo


nocturno para menores, poniendo en conocimiento
de quien corresponda, las faltas que anoten para que
sean castigados (Artículo 617, literal h));

Ahora bien, en relación con el Trabajo Infantil, y tal como lo


establece el respectivo Reglamento de la materia, ha sido
creada al interior de la misma Inspectoría General del Trabajo
la figura del “Inspector de Trabajo Infantil”, para el logro de
los propósitos y objetivos del Código de la Niñez y la
Adolescencia y los Convenios Internacionales en la materia
ratificados por Honduras.

El Inspector de Trabajo infantil actúa:

a) De oficio;
b) Por orden superior;
c) Por denuncia de parte;
d) Por denuncia de cualquier otra persona.

Tiene a su cargo las funciones siguientes, de acuerdo al


Reglamento sobre Trabajo Infantil:
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 103

• Velar porque los contratos de trabajo en los que el


niño o adolescente sea parte, estén acorde a las
disposiciones del Código de la Niñez y la Adolescencia
y las disposiciones legales internacionales ratificadas
por Honduras en la materia;
• Vigilar porque las actividades a desarrollar por los
niños y adolescentes trabajadores no incidan
negativamente en su salud y desarrollo físico y mental;
• Proporcionar el asesoramiento legal adecuado a los
niños(as) y adolescentes, en el caso de ser despedidos;
• Vigilar que se cumpla el debido proceso en aquellos
procedimientos en que sea parte un niño(a) trabajador;
• Visitar, sin previo aviso, los centros de trabajo para
constatar si laboran niños(as) y adolescentes y si se
están cumpliendo las condiciones. En el caso de
encontrar anomalías, hacérselas saber al empleador
y a la autoridad competente;
• Estudiar las actas de inspección para proponer las
medidas procedentes;
• Llevar a cabo reinspecciones a fin de constatar si se
han subsanado las infracciones encontradas;
• Formular informes con los resultados de las
inspecciones, proponiendo medidas de protección
a la niñez trabajadora;
• Practicar investigaciones sobre medidas de
protección, de higiene y seguridad ocupacional que
deben adoptar las empresas empleadoras;
• Investigar accidentes de trabajo, así como su origen
o la causa de las mismas;
• Otras atribuciones que le asignen las autoridades
competentes.

Asimismo, el Inspector de Trabajo Infantil está facultado para


vigilar que los niños(as) y adolescentes no realicen las labores
nocturnas no permitidas, actividades peligrosas y otras
prohibidas.
104

Sin embargo, tal y como hemos explicado antes, al Inspector


de Trabajo Infantil se le hace muy difícil efectuar su trabajo
de vigilancia debido al ámbito de privacidad en que se
desenvuelve el trabajo doméstico. Para ejercer este control,
la Inspectoría actúa conforme a una denuncia y realiza
acciones puramente administrativas y no jurisdiccionales. Es
a través de la denuncia que el Inspector inicia la investigación,
levanta las respectivas actas y, en caso de resultar positivos
los abusos denunciados, da parte a la autoridad competente
para que se tomen otro tipo de acciones. La dificultad que
se presenta es que el ámbito domiciliario es prácticamente
imposible investigarlo, a menos que hubiese una orden
judicial librada, con los fundamentos legales y los hechos
suficientes, para acreditar que se están violentando los
derechos de una niña trabajadora infantil doméstica. 75

Actualmente, además de realizar labores de inspección, los


Inspectores de Trabajo Infantil realizan otro tipo de
actividades, como ser la evaluación de los puestos de trabajo

75
Sobre este tema resulta interesante la discusión (que ya se ha
suscitado en otros países) respecto de la justificación legal que
habilite la inspección administrativa en el ámbito domiciliario.
Conforme al Código de la Niñez y de la Adolescencia, las
disposiciones de protección de los derechos de la niñez, además
de ser de orden público, tienen carácter prioritario y preferente en
su aplicación respecto de otras normas del Derecho interno, de allí
que en procura del interés superior del niño, podría facultarse a la
autoridad policial a hacer cesar de inmediato la violación a un
derecho fundamental de una Trabajadora Infantil Doméstica (acción
que constituye delito conforme a la legislación penal vigente), de
la misma forma en que se ha habilitado su intervención en un
domicilio en situaciones de violencia doméstica. Otra posibilidad
puede ser la de considerar toda casa en que se emplee una
Trabajadora Infantil Doméstica como un “centro de trabajo”, y como
tal sujeta a inspecciones por parte de la autoridad administrativa
laboral (Inspectores) para constatar violaciones a la legislación
laboral y de protección a la niñez trabajadora. Una tercera opción
podría ser la imposibilidad absoluta de acceder al espacio privado
que representa una casa de habitación, como una medida de
garantía del derecho de inviolabilidad del domicilio. Un debate de
esta naturaleza será necesario, una vez que se establezcan medidas
para garantizar la aplicación de nuevas normativas para la
protección de las Trabajadoras Infantiles Domésticas.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 105

a los que aspira el niño(a) y adolescente, y la participación


en charlas informativas hacia estos. Esto provoca una
dispersión de funciones y la acumulación de trabajo.

Casi no se han conocido casos de trabajo infantil doméstico,


que hayan sido tratados en esta Inspectoría. Esto puede ser
porque las niñas no acuden a solicitar la autorización para
trabajar, y en consecuencia, no hay facultades para evaluar
las condiciones de ese puesto de trabajo e investigar las
condiciones en que se realiza dicha labor.

El único caso del que se han registrado acciones, es el de


una niña que solicitó su autorización para trabajar en una
empresa, la que le fue concedida. Con el tiempo fue
despedida y le pagaron todas sus prestaciones laborales.
Posteriormente ingresó como trabajadora infantil doméstica
a un hogar de terceros, para lo cual no solicitó autorización,
sin embargo, acudió al cabo de un año al Programa de Niñez
Trabajadora para que se le hicieran efectivos sus derechos.

Esto ocurrió así, por el conocimiento de las autoridades y su


previa información en cuanto a sus derechos y obligaciones
al solicitar su autorización para trabajar en el sector formal. 76

En cuanto al seguimiento de los casos de niños y niñas


trabajadoras a quienes se les han violentado sus derechos
laborales, el procedimiento a seguir es el siguiente:

a) El niño o niña, o sus representantes legales interpone


la denuncia ante las autoridades de trabajo (en la
mayoría de los casos, por despido injustificado o por
violación de derechos).

b) Las autoridades de Trabajo (en este caso un Inspector


de Trabajo), en lugar de presentarse al centro de

76
Información brindada por María Fernanda Pineda. Inspectora de
Trabajo Infantil. 14 de agosto de 2003.
106

trabajo (si se diese el caso de ser una trabajadora


infantil o adolescente doméstica) envían una citación
al patrono o empleador para que comparezca ante
la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social.

Antes de la celebración de esta audiencia, se ha


elaborado al trabajador o trabajadora su cálculo de
derechos laborales. Para lograr el pago de los mismos,
de existir conciliación (en el caso de las trabajadoras
domésticas, el cálculo se hace en base a preaviso,
vacaciones y salario) . Si en alguna ocasión se le ha
pagado el aguinaldo y décimo cuarto mes, también
este debe ser incluido en el cálculo (aunque en la
práctica, las trabajadoras domésticas están exentas
de este derecho).

c) Si el empleador no atiende la cita, se hace una segunda


cita y hasta una tercera, hasta que comparezca. De no
comparecer, se remite el caso a la Oficina de Conflictos
Individuales, en donde se elabora una nueva cita para
el denunciado (con un máximo de 2 citaciones).

d) Si el empleador no comparece a las citas, el caso pasa


automáticamente a la Procuraduría de Trabajo, para la
interposición de acciones ante los Tribunales de Trabajo.

Este procedimiento es el que se sigue actualmente


en el “Programa de Mujer Trabajadora” de la
Secretaría de Trabajo. En este sí se han presentado
casos de trabajadoras domésticas mayores de 18
años; sin embargo, de existir casos de niñas y
adolescentes trabajadoras domésticas, el trámite
administrativo lo seguiría “el Programa de la Mujer
Trabajadora”, ante la ausencia de Procurador en el
Programa de Niñez Trabajadora. 77

77
Entrevista Licenciada Mercedes Molina. Secretaria Administrativa.
Dirección de Previsión Social. Secretaría de Trabajo y Seguridad
Social. 14 de agosto de 2003.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 107

Actualmente, hay demandas de trabajadoras


domésticas adultas interpuestas ante los Juzgados de
Trabajo, pero aun no se han sentado precedentes en
los casos de niñas y adolescentes, siendo muy raros
los casos de trabajadoras domésticas que llegan ante
los tribunales. Esto sucede en muchas ocasiones en
que las denunciantes no le dan continuidad a sus
pretensiones en sede administrativa, o llegan a un
acuerdo con sus empleadores en la etapa de
conciliación, para no hacer más largo el trámite. 78

Esto es comprensible en el caso de las trabajadoras


domésticas, quienes en un buen número son
originarias de la zona rural. Estas, al encontrarse en
una ciudad como Tegucigalpa o San Pedro Sula,
solamente tienen la opción urgente de buscar otro
trabajo, o de volver a sus lugares de origen; muchas
veces las muchachas sólo han vivido en un hogar
particular (cuando permanecen a tiempo completo
en la casa de sus empleadores) y en el caso de un
despido, no tienen otro sitio donde acudir.

En este apartado dedicado a analizar el papel de la Secretaría


de Trabajo en el tema del trabajo infantil doméstico, se hace
necesario hacer un alto y conocer las alternativas legales
que pueden iniciar el proceso de redefinición de las
facultades y atribuciones de los Inspectores de Trabajo.

Honduras ratificó el 6 de mayo de 1983 el Convenio 81 de


la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativo a la
Inspección del Trabajo 79, el cual está dirigido expresamente
a la acción de los inspectores del trabajo en la industria y el
comercio.

78
Entrevista Sonia Solís. Inspectora del Trabajo. Programa de Mujer
Trabajadora. Secretaría de Trabajo y Seguridad Social. 3 de octubre
de 2003.
79
Adoptado por la Conferencia General el 11 de julio de 1947.
108

Dicho instrumento establece la necesidad de que la inspección


del trabajo vele por el cumplimiento de las disposiciones
legales en relación a las condiciones de trabajo y la protección
de los trabajadores en materia de jornadas laborales, salarios,
higiene y seguridad y el empleo de los menores de edad.

Sin embargo, únicamente pueden ser objeto de control y


supervisión por las autoridades de trabajo los
establecimientos comerciales e industriales (como en efecto
lo hace la Inspectoría de Trabajo en la actualidad).

Además del Convenio 81, la OIT adoptó el Convenio 129


de 1969 sobre la inspección del trabajo en las empresas
agrícolas comerciales o no comerciales, y el Convenio 155
de 1981 sobre Seguridad y Salud de los Trabajadores en
todos los sectores de la actividad económica, incluido el
sector público. Honduras no ha ratificado estos Convenios.

La Conferencia Internacional del Trabajo viendo la necesidad


de tomar en cuenta los riesgos a los que se ven expuestos
los trabajadores del sector de los servicios no comerciales,
así como la urgente necesidad de que dicho sector de la
actividad laboral esté sometida a la inspección del trabajo,
emitió el Protocolo 81 80 relativo al Convenio sobre la
Inspección del Trabajo de 1947.

Dicho instrumento establece que los países miembros que


ratifiquen el Protocolo 81 aplicarán las disposiciones sobre
la inspección de trabajo que ya desarrolla el Convenio de
1947 en las actividades de los servicios no comerciales,
designando como tales a las labores llevadas a cabo en todas
las clases de lugares de trabajo que no se consideren
industriales o comerciales a efecto del Convenio 81, siendo
de aplicación a todos los lugares de trabajo que no se
encuentren ya cubiertos por el mismo. El mismo Protocolo

80
Adoptado por la Conferencia General el 6 de junio de 1995.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 109

establece que pueden excluirse únicamente del campo de


aplicación:

a) La administración nacional;
b) Las Fuerzas Armadas (personal civil o militar);
c) La policía y otros servicios de seguridad pública;
d) Los servicios penitenciarios.

COMENTARIO: Sería conveniente que Honduras ratificara


el Protocolo 81 relativo al Convenio sobre la Inspección del
Trabajo de 1947, en virtud de la cada vez más creciente
incorporación de niños y niñas al trabajo, sobre todo en el
ámbito privado. Dado que se hace difícil y prácticamente
imposible la labor de supervisión y control de las autoridades
de trabajo en este ámbito, ello contribuye a la práctica de
abusos, explotación y violación de los derechos de las niñas
trabajadoras domésticas y las trabajadoras domésticas en
general por parte de los patronos.

La ratificación del Protocolo facilitaría las reformas legales


necesarias en el Código de Trabajo, para una redefinición
de las labores de la Inspectoría del Trabajo, y contribuiría
con la coordinación interinstitucional para el control del
trabajo infantil doméstico.

4.1.3 Los Juzgados de Letras del Trabajo

De acuerdo a lo establecido por el artículo 665 del Código


de Trabajo, los Juzgados de Trabajo han sido instituidos para
decidir los conflictos jurídicos que se originen directa o
indirectamente del contrato de trabajo. También conocen
de la ejecución de obligaciones emanadas de la relación de
trabajo, asuntos sobre fueros sindicales; de los permisos a
menores para ejercitar acciones, etc.

Durante el transcurso de la investigación y en entrevistas


realizadas a las autoridades judiciales del trabajo, notamos
110

la ausencia de acciones laborales en el caso de trabajadoras


infantiles domésticas incoadas ante los Juzgados de Letras
del Trabajo, lo cual puede enlazarse al hecho de la casi nula
afluencia de estos casos ante la Secretaría de Trabajo.

Esto lo afirmamos basándonos en el hecho de que la primera


autoridad en conocer la problemática sería la Secretaría de
Estado, la cual daría seguimiento al trámite administrativo,
ya sea logrando las pretensiones de la trabajadora, o de otra
manera. Si no hay solución alguna, se remite el caso a los
Juzgados de Letras del Trabajo; sin embargo, casos de este
tipo no trascienden al ámbito jurisdiccional, puesto que las
trabajadoras infantiles domésticas no acuden a la Secretaría,
ni para solicitar autorización de empleo, mucho menos a
defender sus derechos laborales.

En opinión de la Jueza de Letras Primero del Trabajo de


Tegucigalpa 81 , en el caso de un niño (a) trabajador, el
procedimiento a seguir sería el establecido en el Título III
del Código de Trabajo (“Del Trabajo de las Mujeres y
Menores de Edad”), así como las disposiciones establecidas
por el Código de la Niñez y la Adolescencia y los convenios
internacionales sobre la materia.

4.1.4 Los Juzgados de Letras de la Niñez

Estos organismos son los encargados de conocer todos los


asuntos relacionados con los niños infractores, así como de
los casos en que sea necesario restituirle a un niño sus
derechos conculcados. 82

La única referencia al Trabajo Infantil Doméstico en el


Código de la Niñez y de la Adolescencia se encuentra en el

81
Entrevista Abogada Bárbara Guadalupe López, Jueza de Letras
Primero del Trabajo, Francisco Morazán. 10 de septimebre de 2003.
82
Artículo 277, Código de la Niñez y la Adolescencia.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 111

artículo 134, el cual está más enfocado a la explotación


económica y a las sanciones que se establecen para castigar
esta conducta tipificada como delito.

Para las autoridades judiciales entrevistadas, la problemática


de las trabajadoras domésticas infantiles puede ser considerada
como una típica situación de riesgo social, tal y como lo
establece el Código de la Niñez y Adolescencia en su artículo
139, si consideramos que está en peligro la integridad de la
niña/o y pudiera ser objeto de malos tratos o corrupción. 83

En la práctica jurisdiccional en materia de niñez, se ha


conocido un gran número de casos de riesgo social,
específicamente por explotación económica. Por ejemplo,
de niños y niñas en trabajos informales como la limpieza de
vidrios de automóviles, niños vendedores ambulantes, niños
en mendicidad etc.. Sin embargo, al igual que en las otras
instancias, la violación de derechos a las trabajadoras infantiles
domésticas está invisibilizada. Según pudimos conocer, desde
la creación de los Juzgados de la Niñez y la Adolescencia en
1996, y a partir de la vigencia del Código, ningún caso sobre
esta problemática ha sido conocido por los tribunales.

Respecto de las situaciones de riesgo social, al ser decretadas


por el Juzgado de la Niñez, el procedimiento a seguir es
dictar las medidas de protecciones correspondientes,
establecidas en el artículo 150 del Código de la Niñez y la
Adolescencia:
a) Prevención o amonestación a los padres o
representantes legales;
b) Atribución de su custodia o cuidado personal al
pariente por consanguinidad más próximo que se
encuentre en condiciones de ejercerlos;
c) Colocación de hogar de guarda. Esta medida será
siempre provisional y excepcional;

83
Entrevista al Abogado Rubén Rivera, Juez de Letras Primero de la
Niñez, Francisco Morazán. 23 de octubre de 2003.
112

ch) 84 Colocación en familia sustituta;


d) Su depósito en un centro de protección privado
debidamente autorizado por el Instituto Hondureño
de la Niñez y la Familia;
e) La iniciación de los trámites de adopción;
f) Cualquier otra medida cuya finalidad sea la de
asegurar el cuidado personal del niño(a), atender sus
necesidades básicas o poner fin a los peligros que
amenacen su salud, su dignidad o su formación moral.

En los casos de trabajo infantil con características de explotación


económica, el Juzgado de la Niñez decreta la situación de
riesgo del niño o niña, dicta la medida de protección y hace
de conocimiento de la Fiscalía Especial de la Niñez del
Ministerio Público, la existencia del delito de explotación
económica, para que esta institución proceda criminalmente
contra los responsables de la comisión del ilícito.

Si se recibiera una denuncia por explotación económica de


una trabajadora infantil doméstica en hogar de terceros
(ámbito privado), el Juzgado deberá admitirla para proceder
a lo siguiente:

1) Citación a los padres de la niña (si los hubiera)


2) Realización de investigación socio-económica;
3) Citación al empleador para verificación de las
condiciones de trabajo y la existencia o no de
requisitos legales (si media autorización de la
Secretaría de Trabajo);
4) Si se verifica la violación de derechos hacia la niña,
y se constata la comisión del delito, se procederá a
recuperarla y a dictarle una medida de protección;
5) Remisión del caso al Ministerio Público, para que
proceda criminalmente ante los responsables de la
comisión del delito de explotación económica.

84
Sic.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 113

En relación con denuncias por explotación económica de


Trabajadoras Infantiles Domésticas, pudimos comprobar que
la situación es similar a la encontrada en los Juzgados del
Trabajo: aún no se han sentado precedentes en este sentido
ante los Juzgados de la Niñez.

4.1.5 El Ministerio Público

Esta institución fue creada por el Decreto Legislativo 228-


93 de diciembre de 1993, y tiene a su cargo la representación
de los intereses generales de la sociedad, su defensa y
protección, velando por el respeto y cumplimiento de los
derechos y garantías constitucionales y por el imperio mismo
de la Constitución y de las leyes, a través del ejercicio de la
acción penal pública.

En materia de defensa y protección de los derechos humanos


de niños, niñas y adolescentes, el Ministerio Público cuenta
con una dependencia denominada “Fiscalía Especial de la
Niñez y el Discapacitado”, que es la encargada de incoar las
acciones establecidas por la Ley, tanto en los casos de niñez
en riesgo social como de niños en conflicto con la Ley.

En lo que respecta al trabajo infantil, el Ministerio Público forma


parte de la “Comisión Nacional para la Erradicación Gradual y
Progresiva del Trabajo Infantil”, y de “la Comisión para la
Erradicación de la Explotación Sexual Comercial de la Niñez”.
En cuanto a la temática del trabajo infantil doméstico, la
Fiscalía Especial de la Niñez no ha registrado casos sobre la
problemática de las niñas trabajadoras, aún y cuando estas
situaciones pueden revestir características de “niñez en riesgo
social”, conforme al artículo 139 del Código de la Niñez y
de la Adolescencia, e incluso, llenar los presupuestos para
ser considerado como “delito de explotación económica”,
en los términos del artículo 134 del Código de la Niñez, el
cual es de orden público y por tanto perseguible de oficio.
114

La Fiscalía Especial de la Niñez tiene antecedentes de


denuncias registradas y acciones incoadas ante los tribunales
competentes por casos de explotación económica, con
diferentes características y por diversas problemáticas tales
como niños utilizados para la mendicidad, niños vendedores
de la calle, etc., en los que se ha comprobado la vulneración
de sus derechos, sin embargo, no han sido presentados ante
esta instancia casos de trabajo infantil doméstico. 85

Cuando se presenta el caso de un niño o niña en supuesto


riesgo social, es necesario determinar previamente si
efectivamente reúne los requisitos establecidos en el artículo
139 del Código de la Niñez y la Adolescencia, como ser:

a) Que se encuentre en situación de abandono o de peligro;

b) Que carezca de la atención suficiente para la


satisfacción de sus necesidades básicas;

c) Que su patrimonio se encuentre amenazado por


quienes lo administran;

d) Que carezca de representante legal;

e) Que sea objeto de maltratos (sic) o de corrupción;

f) Que se encuentre en una situación especial que atente


contra sus derechos o su integridad;

g) Que sea adicto a sustancias que produzcan dependencia


o se encuentre expuesto a caer en la adicción.

Ya hemos visto que el trabajo infantil doméstico puede llegar


a reunir ciertas características, que permiten considerarlo

85
Entrevista Licenciada Patricia González, Coordinadora Interina,
Fiscalía Especial de la Niñez y la Adolescencia, Ministerio Público.
27 de octubre de 2003.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 115

como una situación de riesgo social para una niña o niño.


Este puede ser el caso cuando encontramos situaciones
extremas como las descritas por las Trabajadoras Infantiles
Domésticas entrevistadas, tales como la exposición a abusos
físicos, la negación del derecho a la educación y la salud, el
sometimiento a largas e ilimitadas jornadas laborales y la
incomunicación con sus parientes o familiares.

Una vez que ha sido interpuesta una denuncia por riesgo social
o por explotación económica, el caso es asignado a un Fiscal
de la Niñez, quien lo analiza y lo remite (si amerita) a la Unidad
Especial del Menor de la Dirección General de Investigación
Criminal. Una vez finalizada la investigación, y si se reúnen
elementos suficientes que comprueben las situaciones arriba
mencionadas, es presentado el Requerimiento Fiscal ante los
Tribunales de lo Penal (si se trata del delito de explotación
económica), o la denuncia ante los Tribunales de la Niñez (si
fuera una situación de riesgo social).

La ausencia de casos sobre Trabajadoras Infantiles


Domésticas que presenten características de riesgo social o
de explotación económica cometidas en su contra en los
registros de la Fiscalía de la Niñez, puede explicarse por la
ausencia de control y supervisión sobre las condiciones en
que se presta el trabajo doméstico. Este podría ejercerse
mediante la extensión de las autorizaciones para el trabajo
en la Secretaría del Trabajo y Seguridad Social, pero como
hemos mencionado en esta investigación, las niñas no
acuden a sus oficinas para solicitar la respectiva autorización.

La falta de contacto con las autoridades encargadas de velar


por la protección de sus derechos, y el desconocimiento
total de los mismos por las Trabajadoras Infantiles Domésticas
ha hecho más difícil la visibilización de su problemática, y
por ende, la protección institucional ante los abusos
cometidos en su contra.
116

86
4.1.6 El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos

Institución de carácter nacional creada para garantizar la


vigencia de los derechos y libertades reconocidas en la
Constitución de la República y los Tratados y Convenios
Internacionales suscritos por Honduras.

Entre algunas de las atribuciones del Comisionado Nacional


de los Derechos Humanos (CONADEH), en relación con
los derechos de la niñez podemos mencionar:

1) Velar por el cumplimiento de los derechos y garantías


establecidos en la Constitución de la República y la
Ley de dicha institución, la Declaración Universal de
los Derechos Humanos y demás Tratados y Convenios
ratificados por Honduras;
2) Prestar atención inmediata y dar seguimiento a
cualquier denuncia sobre violación los Derechos
Humanos;
3) Velar porque los actos y resoluciones de la
Administración Pública sean acordes con el contenido
de los Tratados, Convenios y Acuerdos internacionales
en materia de Derechos Humanos ratificados por
Honduras;
4) Presentar ante las autoridades nacionales que fuere
necesario, las observaciones, recomendaciones y
sugerencias que estime del caso para el cumplimiento
del ordenamiento jurídico;
5) Coordinar, cuando sea necesario, con las instancias y
organismos nacionales e internacionales, y con la
colaboración de organismos no gubernamentales, las
medidas relacionadas con la protección de los Derechos
Humanos en su más amplio concepto, incluyendo la

86
Despacho creado por Decreto Ejecutivo 26-92 del 08 de junio de
1992, reformado por Decreto Ejecutivo 51-92 del 08 de septiembre
de 1992. Se le otorgó rango Constitucional por Decreto No. 2-95
de fecha 7 de febrero de 1995.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 117

seguridad alimentaria de las clases desposeídas y los


niños desprotegidos, así como el respeto a la dignidad
e imagen de la persona humana. 87

En materia de derechos de niños y niñas, el CONADEH


creó en el mes de agosto del presente año el Programa
Especial de Derechos de la Niñez, el cual concentrará su
trabajo en las siguientes áreas:

a) Peores formas de trabajo infantil;


b) Explotación Sexual Comercial de la Niñez;
c) Niñez viviendo con VIH Sida;
d) Ejecuciones Sumarias de niños, niñas y adolescentes.

El procedimiento que sigue el Comisionado Nacional en los


casos de violación a los derechos humanos, se inicia con un
proceso de investigación de los hechos que impliquen
ejercicio ilegítimo o arbitrario de parte de la administración
pública y entidades privadas que presten servicios públicos,
del mismo modo en lo referente a violaciones a los Derechos
Humanos en su más amplio concepto.

En los casos de violación de los derechos de niños y niñas


que conozca, de oficio o a petición de parte, el CONADEH
debe denunciarlo ante las autoridades competentes, si
considera que el hecho constituye delito.

En los casos de Trabajo Infantil Doméstico, debido a las


características de privacidad que revisten, y siendo que las
supuestas vulneraciones a los derechos de los niños y niñas
las cometen personas particulares (y no autoridades), el
CONADEH debe remitir la información sobre estos, a la
autoridad competente para su respectiva investigación, que
sería la Fiscalía Especial de la Niñez del Ministerio Público,

87
Artículo 9, numerales 1, 2, 4, 4 y 8 de la Ley Orgánica del Comisionado
Nacional de los Derechos Humanos (Decreto 153-95).
118

sea que se trate de hechos que constituyen delitos


(explotación económica, abusos, malos tratos, etc.) o de
casos de riesgo social.

El CONADEH está organizado administrativamente en


Delegaciones Regionales y Departamentales, por lo que los
casos de violaciones a los derechos de niños y niñas que
provienen de distintas regiones del país son remitidos a esas
oficinas, para que éstas inicien los procesos de investigación
respectivos, con el monitoreo y seguimiento de la
Coordinación del Programa de Derechos de la Niñez. 88

No se han presentado al Programa casos específicos de


Trabajo Infantil Doméstico, pero se espera que el enfoque
de éste orientado en una de sus áreas hacia las Peores Formas
de Trabajo Infantil, pueda repercutir en la labor de
concienciación a la población sobre el tema, a través del
componente de Promoción y Capacitación del Programa.

4.1.7 La Comisión Nacional para la Erradicación Gradual


y Progresiva del Trabajo Infantil

Esta Comisión fue creada en 1998, como consecuencia del


cumplimiento del deber del Estado de formular políticas,
elaborar, promover y ejecutar programas tendentes a la
gradual abolición del trabajo de los niños. 89

Integrada por instituciones del Estado, sociedad civil y


organizaciones no gubernamentales involucradas en el tema
de derechos de la niñez, organizaciones de trabajadores y
organizaciones de empleadores, entre sus principales
responsabilidades figura la concertación de esfuerzos entre

88
Entrevista Licenciado Evelio Sánchez. Coordinador Programa de
Derechos de la Niñez. Comisionado Nacional de los Derechos
Humanos. 26 de septiembre de 2003.
89
Artículo 114, Código de la Niñez y la Adolescencia.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 119

el Estado, trabajadores, empleadores y la sociedad civil con


el objeto de definir acciones a fin de luchar contra las peores
formas de trabajo infantil.

Uno de los grandes frutos del trabajo de la Comisión Nacional


ha sido la formulación del Plan de Acción Nacional para la
Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil, después
de un largo proceso de consulta a través del “Diagnóstico
General de la Situación del Trabajo Infantil en Honduras”.

Entre los puntos a destacar en el Plan de Acción Nacional


figuran:

a) La existencia de tres grandes grupos de niños y niñas


trabajadoras:

• Niños y niñas trabajando en las peores formas de


trabajo infantil (esclavitud o prácticas análogas, léase
servicio doméstico; explotación sexual comercial
y no comercial infantil, utilización de niños en
actividades ilícitas, como el tráfico de drogas)
• Niños y niñas trabajando en actividades
consideradas como las más peligrosas;
• Otros trabajos peligrosos. 90

b) El establecimiento de las políticas de Estado para


enfrentar la problemática del trabajo infantil, entre
las que se destacan:

• Erradicación de las peores formas de trabajo infantil


• Erradicación del trabajo infantil de los niños y niñas
en edad escolar (6-13 años)

90
Cfr. Plan de Acción Nacional para la Erradicación Gradual y
Progresiva del Trabajo Infantil en Honduras Comisión Nacional para
la Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil et al.
Diciembre 2001. p. 19.
120

• Dar especial atención a los niños trabajadores que


no están enmarcados dentro de las peores formas,
pero su trabajo les impide asistir a la escuela, no
son remunerados o si lo son , los honorarios son
muy debajo de los fijados por la Ley, y trabajan a
edades muy prematuras. En este sentido, puede
ser aplicada esta política a las características que
reúne el trabajo infantil doméstico en el país.
• Intervenciones que tomen en cuenta las
diferencias en el trabajo realizado por niños, el
que hacen las niñas y el que realizan los niños
rurales y urbanos y niños de los pueblos étnicos.
• La excepcionalidad del trabajo de niños y niñas
procurando, en los casos que legalmente se
permite., la sensibilización del sector público y
privado en el respeto y promoción de derechos,
garantía de derechos laborales y la generación de
alternativas para promover su máximo desarrollo.
• Ejecutar una estrategia de combate a la pobreza y
desarrollo humano, articulada a los esfuerzos en
materia de trabajo infantil.

c) La existencia de tres ejes transversales en el Plan, para


la ejecución de todas las actividades y proyectos a
desarrollar;

• Derechos de niños y niñas;


• Combate a la pobreza y búsqueda de desarrollo;
• Equidad de género: considerando las diferentes
actividades en que se encuentran ocupados niños
y niñas, así como los riesgos e impacto que tiene
el trabajo en las niñas trabajadoras. También la
existencia de desigualdades en condiciones
laborales entre niños y niñas que reproduce las
diferencias de género tan marcadas en nuestra
sociedad.
1V. Las Instancias Administrativas y Jurisdiccionales Nacionales 121

Actualmente y para el logro de los objetivos del Plan de


Acción Nacional, se ha creado la siguiente estructura a partir
de la Comisión Nacional:

1) La Comisión Nacional para la Erradicación Gradual


y Progresiva del Trabajo Infantil, cuyas instituciones
integrantes asumen actividades de acuerdo a su área
de intervención.
2) El Consejo Técnico: asume responsabilidades de
monitoreo y control;
3) Los Sub Consejos Técnicos Regionales encargados de
la ejecución de acciones a nivel regional;
4) Otras instituciones no integrantes de la Comisión
Nacional con un grado de responsabilidad asignado;
5) La Unidad de Ejecución y Coordinación, encargada
de darle unidad al Plan de Acción Nacional.

Es importante destacar que el Trabajo Infantil Doméstico


ha sido contemplado dentro de los componentes del Plan
de Acción Nacional (por ejemplo, el 8.2 sobre Protección)
como un trabajo que por sus características puede ubicarse
dentro de las peores formas de trabajo infantil,
particularmente por asemejarse a formas de servidumbre y
esclavitud encubiertas.

El Plan también revela que esta actividad ocupa el sexto


lugar en importancia entre las peores formas de trabajo
infantil debido al volumen de trabajadoras que incorpora
(más de 20,000). 91 Asimismo, se reconoce la importancia
que se le da en el Plan a la equidad de género, al colocarla
como uno de sus tres ejes principales.

Aunque ya el trabajo doméstico figura en la Política Nacional


de la Mujer, aun no se han impulsado reformas legales serias

91
Trabajo Infantil Doméstico en Honduras: A puerta cerrada...op.cit.
54.
122

para cambiar la situación de estas trabajadoras. De parte de


los grupos de mujeres organizadas, únicamente figuran los
esfuerzos y el apoyo que el Colectivo de Mujeres contra la
Violencia le está dando a la reglamentación a la Ley de
Igualdad de Oportunidades para la Mujer 92 Incluso, ningún
proyecto de reforma al Código de Trabajo u otra Ley Especial
ha sido presentada al seno del Congreso Nacional, ni en el
tema de trabajo infantil, menos aún en el tema de trabajo
infantil doméstico. 93

Actualmente, esta Ley está en un proceso de revisión para


proponer posteriormente reformas y la reglamentación a su
artículo 50, que se refiere al acceso de las trabajadoras
domésticas al régimen de seguridad social.

92
Entrevista Licenciada Mirta Kennedy. Centro de Estudios de la Mujer
Honduras. 3 de septiembre de 2003.
93
Entrevista Licenciada Ana Cruz de Lanza. Secretaría Adjunta
Congreso Nacional.
123

CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
124
Conclusiones y Recomendaciones 125

CONCLUSIONES

1) El servicio o trabajo doméstico se encuentra presente


en la legislación hondureña desde el siglo XIX, no obstante
ha gozado de protección jurídica insuficiente debido a
la baja valoración que se da a en nuestra sociedad a la
actividad en sí, como a quienes la desempeñan. Ello
resulta evidente del análisis del contenido y alcances de
las normas, primero civilistas (Derecho Privado) y luego
laborales (Derecho Público), que se han establecido a lo
largo de los años para su regulación.

2) Con base en la investigación realizada para el presente


estudio, se puede determinar la práctica y total
invisibilización del tema del trabajo infantil doméstico,
tanto en el ámbito legal interno, como en el mandato
de las instituciones encargadas de la protección y tutela
de los derechos de niños y niñas en el país.

3) De acuerdo a las condiciones en que se realiza, el


trabajo infantil doméstico contribuye a la vulneración
de derechos fundamentales de niños y especialmente
niñas a saber: derecho a la salud, a la educación, a la
vida familiar, a la recreación, a la protección contra el
maltrato y la explotación económica, a una vida digna,
al tiempo libre, a la recreación, a la seguridad social, a
la libertad personal, a la integridad física, psíquica y
moral, etc.

4) Legalmente, existen al menos tres modalidades de


Trabajo Infantil Doméstico: a) el trabajo de niños/as
menores que no han cumplido los 14 años de edad,
prohibido por la legislación nacional e internacional de
126

protección de derechos de la niñez; b) el trabajo de


niños/as entre 14 años y los 16 años (sin cumplir), que
se puede realizar previa autorización de la Secretaría
de Trabajo y Seguridad Social, y a solicitud de los padres
del/la niño/a o su representante legal, siempre que éste
no sufra perjuicio físico, moral o educativo; y, c) el
trabajo de los niños entre 16 años cumplidos y 18 años
(sin cumplir), quienes aún y cuando tienen libertad de
contratar, se encuentran siempre bajo la protección del
Código de la Niñez y de la Adolescencia y deben ser
habilitados por la Secretaría de Trabajo y Seguridad . Si
en alguna de las dos modalidades permitidas por la Ley
se restringen, suprimen o violan derechos fundamentales
como el de educación, salud, garantías laborales, entre
otras, dicho trabajo estará incluido dentro de las peores
formas de trabajo infantil

5) En la práctica, es concebido el trabajo infantil doméstico


como un régimen especial y por esta razón recibe el
mismo tratamiento que se dispensa a las trabajadoras
domésticas adultas. Siendo niñas, las Trabajadoras
Infantiles Domésticas son doblemente afectadas por esta
percepción: se les considera trabajadoras especiales, con
la mayoría de sus derechos sociales restringidos, y en
segundo lugar, se les considera objetos de transacción y
no sujetas de derechos, bajo los designios de personas
adultas que toman las decisiones por ellas.

6) Aunque en Honduras existen disposiciones legales


referentes a la edad mínima de admisión al empleo (14
años), de acuerdo a las estadísticas más recientes, se
continúa empleando a niños y niñas menores de esa
edad para realizar labores peligrosas y otras cuyas
características permiten catalogarlas entre las peores
formas de trabajo infantil, una de las cuales es el Trabajo
Infantil Doméstico.
Conclusiones y Recomendaciones 127

7) La gran mayoría de Trabajadoras Infantiles y


Adolescentes Domésticas, por no hablar de la
generalidad, carecen de la autorización legal para
trabajar que debe extender la Secretaría de Trabajo y
Seguridad Social. Esta omisión las aparta de los
mecanismos legales y administrativos de protección y
supervisión, lo cual agrava la invisibilización de su
problemática frente a las autoridades y funcionarios
estatales, como de la sociedad en general.

8) La ratificación de tratados y convenios internacionales


por el Estado de Honduras ha significado un importante
avance en materia de derechos de la niñez y de su
protección laboral. No obstante, todavía falta mucho
camino por recorrer, pues no se han adecuado las leyes
internas a las normas internacionales, sobre todo en la
descripción e inclusión de ciertas modalidades del
trabajo infantil doméstico (especialmente aquellas que
reúnen características restrictivas o violatorias de
derechos fundamentales, o que constituyan prácticas
análogas a la servidumbre o a la esclavitud) como una
de las peores formas de trabajo infantil en el Código de
la Niñez y la Adolescencia, ni en el establecimiento de
mecanismos de protección a los niños y niñas, y de
sanción a los responsables de su utilización en este tipo
de trabajos.

9) Los intentos por equiparar y establecer condiciones de


igualdad del trabajo doméstico con las de otras
actividades laborales han sido casi nulas e insuficientes.
Hasta la fecha, no existen propuestas de reformas legales
ante el Congreso Nacional, por parte de la sociedad o
de las organizaciones de trabajadores, orientadas a este
propósito.

10) El Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia


(IHNFA)siendo la institución encargada de velar por la
128

protección integral de la niñez de Honduras y de


promover el respeto a sus derechos, no está abordando
de una forma permanente y efectiva el tema del trabajo
infantil. En la actualidad carece de mecanismos para la
prevención del Trabajo Infantil Doméstico, aún y cuando
este ya supera la cifra de 20,000 niñas trabajando a nivel
nacional.

11) La situación de las Trabajadoras Infantiles y Adolescentes


Domésticas no ha cambiado en el transcurso de los años,
incluso después de la suscripción de instrumentos
internacionales, al grado que las condiciones en que se
mantienen son similares a las de las TID del siglo pasado:
jornadas ilimitadas de trabajo, exposición a abusos y
maltratos, exposición a riesgos laborales, denegación de
su derecho a la educación, a la salud, a la familia, y los
bajos salarios devengados, muy por debajo del salario
mínimo establecido para los trabajadores en general.

12) La problemática del Trabajo Infantil Doméstico no está


siendo atendida adecuadamente por las diversas
instituciones estatales del país ni existe conciencia de la
dimensión del problema. Los esfuerzos que se hacen
en las pocas instituciones que abordan el tema es
reciente e insuficiente, aunque alentador.
Conclusiones y Recomendaciones 129

RECOMENDACIONES

1. Se recomienda una revisión del marco jurídico nacional


para adaptar su contenido al Convenio 182 de la OIT y
al de otros Convenios suscritos por el Estado de
Honduras. Como parte de esta revisión se proponen,
como mínimo, las siguientes acciones:

1.1 En la Constitución de la República:

Promover una reforma constitucional en el artículo


124 (Título III, Capítulo IV “De los Derechos del
Niño”) para que se establezca de manera precisa la
edad mínima de 14 años, tal y como nuestro país lo
aceptó al ratificar el Convenio 138 en 1980,
incluyendo en el texto una declaración que prohíba
expresamente el trabajo a niños y niñas menores de
esa edad.

1.2 En el Código de la Niñez y la Adolescencia:

a) Incorporar en el Capítulo V, del Título I, de su


Libro II, la descripción de las peores formas de
trabajo infantil consignadas en dicho Convenio,
incluyendo además entre ellas las modalidades
de Trabajo Infantil Doméstico que reúnen
características restrictivas o violatorias de
derechos fundamentales, o que constituyan
prácticas análogas a la servidumbre o a la
esclavitud.
130

b) También sería conveniente reformar el artículo


122, agregando a su listado, otras descripciones
de labores insalubres o peligrosas, con miras a
evitarlas y erradicarlas definitivamente.

c) Proscribir el empleo de personas menores de


14 años en Trabajos Domésticos de cualquier
naturaleza, so pena de incurrir en el delito de
explotación económica. Esto implica la reforma
del artículo 134 de este Código para incluir la
descripción de ésta como una conducta típica.

1.3 En el Código del Trabajo:

Reformar las disposiciones que regulan el trabajo


doméstico en el Código de Trabajo en el Título III,
capítulo II, Artículos del 149 al 165 , utilizando como
fundamento las contradicciones de la normativa
actual con el contenido de los diversos instrumentos
internacionales de derechos humanos y Convenios
de la OIT suscritos y ratificados por el país,
particularmente los que establecen la igualdad de
todas las personas y trabajadores ante la Ley y la
prohibición de todo trato discriminatorio. Bajo esta
lógica debería asegurarse el goce de un mínimo de
prestaciones laborales a las personas que se dedican
al trabajo doméstico, en consideración a la
multiplicidad de actividades que estas realizan y las
jornadas extendidas de trabajo a las que se ven
expuestas.

En los mismos términos, debe incluirse en el Capítulo


sobre el Trabajo de los Menores, un subcapítulo o
apartado que agregue todas aquellas disposiciones
que describen las peores formas de Trabajo Infantil,
en el que además se incluya un listado de las
modalidades de trabajo infantil doméstico que
Conclusiones y Recomendaciones 131

reúnen características restrictivas o violatorias de


derechos fundamentales o que constituyan prácticas
análogas a la servidumbre o a la esclavitud.

1.4 En el Reglamento sobre Trabajo Infantil:

Incluir en el Capítulo III del Reglamento sobre


Trabajo Infantil, las modalidades de Trabajo Infantil
Doméstico que reúnen características restrictivas o
violatorias de derechos fundamentales, y que por
tanto, pueden ser consideradas como peores formas
de trabajo infantil.

1.5 Ley del Salario Mínimo

Estudiar la viabilidad del establecimiento de un


salario mínimo base para el trabajo doméstico, que
sea de naturaleza obligatoria y en el que puedan
distinguirse las diversas modalidades lícitas que este
presenta en nuestro país.

1.6 Código Penal

Incorporar el delito de explotación económica en


el proyecto de nuevo Código Penal, actualmente
en preparación, siguiendo los parámetros del
Convenio 182 y de la normativa laboral nacional.

1.7 Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer

Reglamentar el artículo 50 de la Ley de Igualdad de


Oportunidades para la Mujer, para garantizar
positivamente el derecho a la Seguridad Social de
las trabajadoras domésticas en general y para dar
cumplimiento al mandato de este artículo que
establece un plazo de seis (6) meses desde la vigencia
de la Ley en 2000 para su reglamentación.
132

2. Medidas de control y supervisión

2.1 En vista que el Código de la Niñez y de la


Adolescencia manda que la autorización de trabajo
para una persona entre 14 y 16 años debe ser
extendida por la Secretaría de Trabajo y Seguridad
Social, sería recomendable establecer en esta misma
Secretaría un control especial de las autorizaciones
y registro de toda persona menor de 16 años y mayor
de 14 años que se dedique a actividades de trabajo
doméstico. Esta medida facilitaría la detección de
las modalidades de este trabajo que reúnen
características restrictivas o violatorias de derechos
fundamentales. Para garantizar su cumplimiento la
medida debería ser incluida no solo en el Código
del Trabajo, sino en el Reglamento sobre Trabajo
Infantil y en el Código de la Niñez y de la
Adolescencia, bajo advertencia de incurrir en
sanciones administrativas pecuniarias.

La autorización y registro debería hacerse cada vez


que se suscriba un contrato o se cambie de
empleador. La STSS deberá elaborar un formato de
documento de autorización y registro para ser
entregado a la trabajadora y su(s) patrono(s), con
copias para un expediente interno de control
administrativo. Este procedimiento facilitaría la
supervisión y control de las condiciones de trabajo
por parte de las autoridades y el cumplimiento de
la obligación de garantizar el acceso a la educación
por parte de los patronos.

Para la autorización y registro pueden establecerse


como requisitos mínimos:

a) Realizar una investigación socio-económica y


comprobar el estado de salud de la niña/o, una
Conclusiones y Recomendaciones 133

vez que se ha acreditado con la partida de


nacimiento que la niña/o no es menor de 14
años;

b) Constatar que la actividad a desarrollar no


causará perjuicio en el aspecto moral, físico o
educativo a la niña. Para efectos legales debería
solicitarse al empleador una constancia en la que
se indiquen los trabajos a desarrollar por la niña,
la jornada diaria y el horario que la trabajadora
destinará a sus estudios o asistencia a un centro
escolar;

c) La comparecencia obligatoria del empleador y


de la niña/o ante las oficinas administrativas del
STSS al momento de la autorización y registro.

2.2 Deberían fortalecerse las estructuras de supervisión,


control y prevención de la Secretaría de Trabajo y
Seguridad Social, tales como la Inspectoría del
Trabajo Infantil (o del Menor), y la Inspectoría
General del Trabajo. Para ello habrá que redefinir
la competencia de la Inspectoría de Trabajo, ya que
el artículo 617 del Código de Trabajo establece que
los Inspectores de Trabajo son los encargados de
velar por el cumplimiento de la prohibición de
jornadas nocturnas para menores de edad (entre
algunas de sus facultades).

Para facilitar las actividades de supervisión de las


condiciones de trabajo de las Trabajadoras Infantiles
Domésticas en el ámbito privado (hogares de
terceros), sin que haya riesgo de incurrir en el delito
de allanamiento de morada, deben analizarse varias
posibilidades:
134

a) En el acto de la extensión de la autorización o


el registro de cambio de empleador, este último
deberá autorizar por escrito el acceso periódico
(cada 3 ó 6 meses) de los trabajadores sociales
del Programa de Niñez Trabajadora junto al
Inspector Especial de la Niñez, para que estos
constaten las condiciones de trabajo de la niña/
o y eviten su explotación económica, la
realización de trabajos peligrosos o que
entorpezcan su educación, afecten su salud o
su desarrollo físico y moral.

Para ello se recomienda la adopción del


Protocolo 81 de 1995 relativo al Convenio sobre
la Inspección del Trabajo de 1947. Este
instrumento internacional puede servir como
fundamento legal para la investigación,
inspección y control del trabajo infantil
doméstico, en vista de que establece que las
disposiciones del Convenio de 1947 sobre el
campo de aplicación de la Inspectoría de
Trabajo, son extensivas a las actividades de los
servicios no comerciales.

El Protocolo 81 considera actividades de


servicios no comerciales a aquellas “…llevadas
a cabo en todas las clases de lugares de trabajo
que no se consideren industriales o comerciales
a los efectos del Convenio”. Esta descripción
permitiría incluir a las casas de habitación como
lugares de trabajo, y por lo tanto, estarían sujetas
a la Inspección y Control de las autoridades de
trabajo nacionales.

Para ello se sugiere impulsar la ratificación del


Protocolo 81 desde la Comisión Nacional para
la Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo
Conclusiones y Recomendaciones 135

Infantil, dada su importancia e incidencia en la


temática de la erradicación del trabajo infantil
doméstico.

b) Otra opción es que se legisle para que ciertos casos


calificados constituyen delito (por ejemplo, la
prestación de labores de una Trabajadora Infantil
Doméstica sin autorización, o la violación de sus
derechos fundamentales, aún teniendo dicha
autorización). Esto permitiría que la sola denuncia
faculte a las autoridades policiales y a los Fiscales
de la Niñez para hacer inspecciones o solicitar
autorización judicial para el allanamiento, con
miras a constatar la violación o hacerla cesar, todo
ello con respeto del debido proceso.

En todo caso, cualquier medida que se adopte


debe ser previamente analizada por las
implicaciones que tiene en cuanto a la restricción
del derecho a la inviolabilidad del domicilio.

2.3 Se recomienda dotar de un Procurador del Trabajo


permanente a la Oficina del Menor Trabajador de
la STSS. Aunque esta dependencia cuenta con
suficientes recursos humanos de otras disciplinas,
requiere los conocimientos y formación en derecho
laboral y derechos de la niñez del funcionario
mencionado.

3. Otras medidas de protección de derechos

3.1 El Estado de Honduras debería ratificar el Protocolo


Facultativo de la Convención para la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer, para la eliminación de las brechas de género
y la prevención y protección contra la discriminación
de la mujer y de las niñas.
136

4. Medidas institucionales

4.1 El Programa de Erradicación Gradual y Progresiva


del Trabajo Infantil debe descentralizarse y extender
su presencia a las oficinas regionales de la Secretaría
de Trabajo y Seguridad Social, para apoyar a los Sub
Consejos Técnicos de apoyo a la Erradicación
Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil.

4.2 Es recomendable fortalecer y buscar la sostenibilidad


de la labor conjunta del Estado y sociedad civil para
la visibilización y atención de la problemática del
trabajo infantil doméstico. La Comisión para la
Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil
debe asumir como una de sus tareas principales la
erradicación y prevención de ciertas modalidades
del Trabajo Infantil Doméstico, en vista del elevado
número de niñas (y en menor escala niños) que se
dedican a este tipo de tareas y que por lo tanto se
mantienen expuestos a riesgos y vulneraciones graves
de sus derechos.

4.3 El Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia


(IHNFA) debería adoptar dentro de sus políticas,
planes de acción y programas, el combate de las
peores formas de trabajo infantil, especialmente el
de ciertas modalidades del Trabajo Infantil Doméstico.
Se deben destinar los recursos económicos y humanos
adecuados para atender a este sector de la población
infantil en constante crecimiento.

4.4 Debería promoverse la discusión de la problemática


del Trabajo Infantil Doméstico en el seno de las
Comisiones Legislativas de Niñez, Familia y Mujer
del Congreso Nacional, ya que es a través de estas
Comisiones que se puede iniciar su visibilización entre
los legisladores y legisladoras, responsables finalmente
de aprobar las reformas legales que se necesitan.
Conclusiones y Recomendaciones 137

5. Medidas de divulgación y promoción

5.1 Se recomienda desarrollar al corto plazo y con


carácter permanente, jornadas masivas de
sensibilización a las comunidades de las áreas urbanas
y rurales sobre los derechos de las Trabajadoras
Infantiles y Adolescentes y los deberes de los
empleadores, para prevenir violaciones graves a los
derechos de la niñez y de los trabajadores en general.

Se recomienda que la campaña de sensibilización


también sea dirigida a las mismas TIAD, y a sus
familiares (principalmente padres y madres),
especialmente en las áreas rurales y urbanas
marginales, ya que estas son consideradas por los
estudios llevados a cabo sobre la problemática como
los principales expulsores de la mano de obra infantil
para trabajos domésticos.

Estas jornadas masivas de educación en derechos


deberían hacerse a través de los medios de
comunicación más adecuados a la población meta,
por ejemplo, cuñas radiales o programas de
educación popular en radioemisoras locales, con
lenguaje sencillo y claro, dado el bajo nivel de
escolaridad de las TIAD y de sus padres y madres.
Deben seleccionarse aquellos medios de
comunicación electrónica que han permanecido en
el aire por períodos prolongados de tiempo y que
ya cuentan con un auditorio.

5.2 Se sugiere aprovechar medios alternos de educación


en derechos de niños y niñas, así como de los
deberes de sus padres. Pueden ser de gran apoyo
en los procesos de sensibilización ciertos sectores o
grupos organizados de las comunidades,
principalmente aquellos que ejercen una influencia
positiva y directa entre la población, o sus líderes
138

(por ejemplo, los celebradores de la palabra en la


Iglesia Católica, y los Pastores y celebrantes en las
Iglesias Evangélicas y de otras denominaciones, entre
otros).

5.3 Sería recomendable establecer un convenio con la


Secretaría de Salud, para que ésta colabore en las
campañas de sensibilización por medio del personal
que labora en los centros de salud urbanos y rurales;
este personal puede participar como facilitador de
procesos de educación informal a los usuarios de
los servicios de salud: a una gran mayoría de las
trabajadoras domésticas en general, y a las niñas en
particular, los empleadores les exigen como requisito
la presentación de la denominada “tarjeta de salud”,
que extienden las autoridades sanitarias.

5.4 Se debe solicitar la colaboración de la Secretaría de


Educación para la educación en derechos a los niños
y niñas trabajadoras. Es muy importante que se dé
cobertura en las escuelas primarias urbanas y en las
escuelas nocturnas, ya que suelen ser estas a las que
asisten los niños, niñas y adolescentes que
desempeñan estos trabajos.

5.5 Se recomienda que, tanto las campañas de


promoción como los contenidos educativos, hagan
énfasis en el desarrollo de ciertos conceptos:

a. Los Derechos de los niños y niñas trabajadoras;

b. Qué trabajos están prohibidos por la Ley;

c. Quién puede obtener autorización para trabajar


y quién no;
Conclusiones y Recomendaciones 139

d. Cuáles son los requisitos para obtener la


autorización;

e. Cuáles son los deberes de los patronos:

f. A qué lugares se puede acudir por ayuda;

g. Cuáles son las autoridades que pueden ayudar


a un niño o niña trabajadora que se considera
afectado y cómo pueden ayudarlo/a;

h. Cómo pedir la ayuda.


140
Bibliografía 141

BIBLIOGRAFIA

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Publicado en el Diario Oficial La Gaceta número 23167 de 30 de
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Recomendación 190 sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil

Carta Internacional Americana de Garantías Sociales. Decreto 129


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