7 Textos - Visiones - Del - Mundo PDF
7 Textos - Visiones - Del - Mundo PDF
7 Textos - Visiones - Del - Mundo PDF
y visiones
del mundo
del mundo
Revisión pedagógica
Patricia Gil Chaveznava
ISBN
Impreso en México
Presentación general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Cómo utilizar este material. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Tu plan de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
¿Con qué saberes cuento? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Fuentes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 240
Este libro fue elaborado para ayudarte a estudiar el módulo Textos y visiones del
mundo del plan de estudios de la Preparatoria Abierta que ha establecido la Secre-
taría de Educación Pública (SEP), pero también está diseñado para utilizarse en
otros sistemas educativos de la modalidad no escolarizada y mixta. Sabiendo que
trabajarás de manera independiente la mayor parte del tiempo te brinda orienta-
ciones muy precisas sobre lo que tienes que hacer y te proporciona la información
que requieres para aprender.
Los estudios que iniciarás se sustentan en un enfoque de educación por compe-
tencias; es decir, que adquirirás nuevos conocimientos, habilidades, actitudes y valo-
res; recuperarás otros para transformarlos en capacidad para desempeñarte de forma
eficaz y eficiente en diferentes ámbitos de tu vida personal, profesional y laboral.
Para facilitar tu estudio es importante que tengas muy claro qué implica apren-
der por competencias, cómo se recomienda estudiar en una modalidad no escola-
rizada y cómo utilizar este libro.
1 De acuerdo con el Marco Curricular Común, el estudiante de bachillerato deberá desarrollar tres tipos de com-
petencias: genéricas, disciplinares y profesionales.
Identifica la información
Complementa Mejora el proceso
relevante
Reflexiona y busca
Analiza y comprende ¡Sigue aprendiendo!
relaciones
Como puedes ver, el estudio independiente es una tarea que implica el desarrollo
de muchas habilidades que adquirirás y mejorarás a medida que avances en tus
estudios. El componente principal es que estés comprometido con tu aprendizaje.
Este libro te brinda los elementos fundamentales 2. En la sección ¿Con qué saberes cuento? se pre-
para apoyarte en tu aprendizaje. Lo constituyen di- senta un examen con el que puedes valorar si
versas secciones en las que se te proponen los pasos posees los saberes requeridos para estudiar con
que es recomendable que sigas para estudiar. éxito el módulo. Resuélvelo para identificar des-
de el inicio si necesitas aprender o fortalecer al-
1. Comienza por leer la sección Tu plan de trabajo gún conocimiento o habilidad antes de comenzar.
donde encontrarás el propósito general del mó- 3. Trabaja las unidades en el orden sugerido para su
dulo, las competencias que deberás desarrollar y abordaje. Cada una de ellas contiene actividades
una explicación general de las unidades. Su lec- de aprendizaje e información necesaria para reali-
tura te permitirá definir tu plan personal de tra- zarlas; sin embargo se te sugerirá de manera conti-
bajo. nua que consultes fuentes adicionales a este libro.
variada; hay quienes dedican una buena parte al inicio de cada acto a describir el
ambiente (lugar, tiempo, aspecto de los personajes) en un párrafo, otros dramatur-
21 ¡Ya conoces y sabes identificar los elementos estructurales del texto dramáti- gos encierran entre paréntesis sus indicaciones y algunos otros marcan éstas con
Estás trabajando co! Hasta el momento has sido capaz de reconocerlos en Todos eran mis hijos letras cursivas. Lo fundamental de representar las acotaciones es que se distingan
para reconocer, de Arthur Miller pero, ¿qué tal si lo intentas con la obra a la que te enfrentaste al inicio Las acotaciones es-
del resto del texto de la obra dramática. cénicas suelen presen-
en textos dados, de la unidad?
particularidades, ¿Crees que una obra de teatro pueda hacerse sin entidades que actúen?, ¿qué tarse en letra cursiva y
Vuelve a leer la primera escena de El atentado de Jorge Ibargüengoitia antes de función piensas que tienen Keller y Chris en el texto de Arthur Miller? La presencia entre paréntesis, pero
características y diferencias,
e inferir en estos las visiones acércate a la segunda para analizarlas. Elabora un mapa conceptual donde indiques los de los personajes en un texto dramático es imprescindible, de otra forma ¿quién también pueden hacer-
del mundo planteadas elementos estructurales de un texto dramático y lo ejemplifiques con el análisis de la lo en párrafos indepen-
llevaría a cabo la acción que intenta mostrar el dramaturgo? Los personajes, al dientes.
por los autores. obra. Si lo deseas puedes realizar tu mapa con base en el modelo siguiente: igual que en el texto narrativo, son creación del autor y es a través de ellos que se
manifiestan situaciones y conflictos humanos. El elemento del personaje en el tex-
to dramático tiene la misma naturaleza que en el texto narrativo; es decir, también
se le clasifica por su grado de acción (primario, secundario o incidental) y por su
complejidad (plano o redondo).
La diferencia entre los personajes del texto dramático y del texto narrativo es la
manera en que estos se presentan; mientras que en el texto narrativo es común que
conozcamos a los personajes gracias a la mediación del narrador, en el texto dra-
mático podemos conocerlos a través de las acotaciones, del señalamiento que hace
el dramaturgo de sus nombres (por ejemplo “Keller”), del listado de apariciones
que a veces se dispone al inicio de cada acto, o de la deducción de sus característi-
cas a partir de los diálogos mismos.
Como ya hemos mencionado y como tú te has percatado, las acciones que efec-
túan los personajes del texto dramático se expresan por medio de diálogos. El diá-
logo dramático es generalmente la imitación de un intercambio verbal entre dos o
más personajes.
Por otra parte, el monólogo o soliloquio es como un diálogo sin interlocutor
real, es decir, una conversación unilateral ininterrumpida. Generalmente el perso- Más información en...
naje que pronuncia el monólogo expresa a través de éste sus ideas, emociones y
Si te interesa leer más
pensamientos más íntimos a los espectadores. Pueden darse distintos tipos de co- sobre el texto dramático
municación monológica, por ejemplo un personaje visible que habla con uno que puedes consultar Tras
no está (alguien implorando a un dios, hablando con un muerto, etcétera), entre un la huella de… el teatro
ser animado y uno inanimado o que no puede participar del diálogo (una conver- de Cervantes, C. (2005).
Tu análisis no puede estar completo sin estudiar cuál es la visión del mundo retratada México: Edere.
por el autor. Busca en la obra las pistas que te den información la información cultural sación telefónica, un hombre que habla con su perro), etc. Muchas veces el monó-
logo se inserta en el discurso a través de afirmaciones o preguntas autodirigidas, Plau, A. “Consejos
que su creador brinda y que tú infieres: formas de vivir la vida cotidiana (valores refle- para escribir teatro” en
jados, creencias, maneras de actuar dentro de un ambiente político, etcétera), concep- éstas sirven para dar animación al razonamiento. Dramaturgia I. Disponible
tos de espacio y tiempo para contrastarlos con tu realidad. Sintetiza tu análisis en un Cada intervención de algún personaje por medio del diálogo o del monólogo en: <http:// http://
resumen de mínimo un párrafo y máximo tres sobre lo observado en la obra. da información al lector o al espectador, indica emociones, manifiesta rasgos de la dramaturgia_1.lacoctelera.
identidad de algunos personajes, expresa ideas, etcétera. net/post/2010/04/28/
Por último, otra valiosa herramienta de análisis es recordar la distinción entre alfonso-plou-consejos-
88 escribir-teatro>. [Consulta:
argumento y trama. El primero alude a la narración ordenada y causal de los acon- 04/06/2012]
tecimientos o acciones que se dan en el texto dramático. Mientras que la trama se
87
10
4. Para que puedas corroborar las respuestas de las que tengas los resultados pienses sobre lo que sí
actividades que realices está el Apéndice 1 del te funcionó y lo que no, de las acciones que apli-
libro, no dejes de consultarlo después de haber- caste para aprender en cada tema y de esa forma
las realizado. adoptes mejoras para tu proceso de aprendizaje.
5. También encontrarás una sección de evaluación
final del módulo, denominada ¿Ya estoy prepa Con frecuencia se te recomienda buscar infor-
rado(a)? Su resolución te permitirá valorar si ya mación en Internet, o acceder a algunas páginas
lograste los aprendizajes propuestos y si estás en electrónicas, no te limites a dichas recomendacio-
condiciones de presentar tu examen para acredi- nes, busca otras; en ocasiones, dada la velocidad con
tar el módulo en la SEP. Es muy importante que que se actualiza la información en la red, encontra-
califiques honestamente tus respuestas y una vez rás que algunas ya no están disponibles, por lo que
U1
Es de vital importancia que tengas presente que es frecuente no encontrar los
tipos de contexto de manera diferenciada y explícita en un texto literario. Como
seguramente habrás notado las circunstancias históricas, políticas, temporales,
culturales, sociales, guardan una fuerte relación entre el texto como manifestación creativa y comUnicativa del ser hUmano
ellas. Es por eso que es dif ícil describir el contexto cul Más información en...
tural de algún autor sin mencionar el lugar, tiempo e Encontrarás más información sobre las corrientes literarias en
libros diseñados para la materia de Literatura universal del 4. ¿Después de tu análisis, juzgas que los textos son iguales o estimas que pertenecen a
ideología en el que se desarrollaba. Además no siempre
sistema de la Escuela Nacional Preparatoria de la Universidad distintos tipos? Justifica tu respuesta.
encontrarás indicios claros del contexto, por ejemplo en Nacional Autónoma de México, tales como:
un cuento puede no explicarse el tiempo en que trans Correa Pérez, A. y A. Orozco (2011) Literatura universal.
curre o al investigar los intereses estéticos de un autor Bachillerato. 3ª ed. México: Pearson.
éste puede no estar inmerso en una corriente litera- De Teresa, A. (2010). Literatura universal. 3ª ed.
ria definida. Ante situaciones como la anterior debe México: McGraw Hill.
rás de ser tú quien complete y llene de sentido aquellos Calleja, M. A. Literatura universal. (2010). México: Santillana.
espacios que en el texto estén indeterminados.
Gestión del aprendizaje Si has logrado percatarte de las diferencias entre los textos seguro notaste que aun-
que compartan un tema, la manera en que se construyen es distinta. ¡Exacto!, a
Algunos estudiosos afirman que el proceso de globalización o mundialización propia del inicio del siglo xxi
provoca una mayor universalización de la cultura y las costumbres, es por ello que para estudiar el contex-
través de la comparación te diste cuenta que hay muchas maneras de hablar de un
to de producción de un texto contemporáneo o actual, un lector debe poner mayor atención en los detalles. tema, ¿a qué piensas que se deba esto?, ¿tendrá que ver con la finalidad que persi-
gue el autor? Según tú, ¿cuál sería la intencionalidad comunicativa de un texto lite-
rario?, ¿qué diferencias existen entre decir: “Tus ojos son azules y me gustan” y “Tu
Más información en... pupila es azul y, cuando ríes,/ su claridad suave me re-
Para terminar… por ahora La rima transcrita es la número xiii de Gustavo Adolfo cuerda/ el trémulo fulgor de la mañana que en el mar
Becquer, poeta español que vivió en el siglo xix, clasificado se refleja”?
Para aproximarte a la cosmovisión que transmiten las obras literarias, ahora, al como “romántico tardío”. Sus trabajos más conocidos son las
igual que un detective que está a punto de resolver un crimen, tendrás que tejer rimas y leyendas. Si te gustó la anterior, podrías leer más en
Como seguramente notaste a partir de la pregunta
una red de relaciones entre los textos literarios que has leído a lo largo de la unidad, Rimas, leyendas y narraciones para conocer cómo era concebido anterior lo que hace literario a un texto son varios ele-
los artículos que hablan sobre las vidas de sus creadores, los ensayos que abordan el amor en ese momento histórico. México: Porrúa mentos o factores, por un lado, podemos hablar de la
(Sepan Cuantos no. 17) o en el Centro Virtual Cervantes voluntad estética de un texto, es decir, del afán de
el contexto histórico y espacial —la Guerra Civil Española y la Guerra de Sece (www.cvc.es/bref/rimas/default.htm) manifestar belleza a través del lenguaje; ya que, a dife-
sión—. Tal vez esta labor pueda sonarte complicada pero ya cuentas con las herra
mientas que necesitas para lograrlo. ¡Inténtalo! Completa el cuadro siguiente, cada rencia de textos científicos e informativos, la finalidad
vez que respondas, además de contestar refiere la fuente o fuentes de las que obtu no es práctica sino artística. Es posible que te hayas
viste la información. Asesoría dado cuenta de que el uso del lenguaje en el ejemplo
anterior cambia de un registro coloquial y directo a un
El Centro Virtual Cervantes define el registro como “el uso lingüístico
Contexto de producción
determinado por el contexto inmediato de producción de un discurso. El
uso del lenguaje más complejo.
tipo de contexto el golpe de gracia texto que hayas elegido
registro se considera una variedad lingüística funcional condicionada por El lenguaje con el que nos encontramos en un tex-
Tema del que habla cuatro factores contextuales fundamentalmente: el medio de comuni- to literario cumple una función poética, es decir, que
cación (oral o escrito), el tema abordado, los participantes y la intención hay un proceso creativo en el que el artista manipula el
comunicativa. La forma de expresión lingüística —cuidada o informal, lenguaje para cargarlo de significado a través de la be-
Contexto histórico (Tiempo de general o específica, etc.— que escoge el hablante responde a cada uno
vida y de producción del autor) de estos factores”. Tomado de: Diccionario de términos clave. Disponible lleza y la armonía de construcción. En el texto literario
en: <http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/ las palabras que usamos cotidianamente se organizan
(Continúa...)
diccionario/registro.htm>. [Consulta: 01/06/2012]. de formas distintas y transmiten sensaciones, emocio-
nes y sentimientos. Esto se debe a que en los textos li-
terarios el lenguaje es connotativo, lo que significa
147 glosario que lo expresado puede adquirir distintos significados, debido a que está abierto a
Evocación: acción de traer la evocación y a que el lector puede llenar espacios interpretativos.
algo a la memoria o a la
imaginación.
Por otro lado, el texto literario se caracteriza por su artificialidad, ya que la
escritura es un acto de creación consciente por parte del autor, éste se comporta de
11
saber buscar (navegar) te será muy útil. Si tienes al- Conforme avances, identificarás cuáles de estos
guna duda sobre cómo hacerlo, consulta el Apéndice recursos te resultan más útiles dadas tus capacida-
2 La consulta en fuentes de información en Internet. des para aprender y tu estilo de aprendizaje. ¡Úsalos
A lo largo del texto encontrarás una serie de ele- para sacar el mayor provecho de este libro!
mentos que te ayudarán en la gestión de tu apren
dizaje.
24
Lee con atención el siguiente texto de Salvador Novo.
Acércate a
los mexicanos las prefieren gordas
Es una sección que te invita a conocer a quién escribe un
En pocos países asume la lucha femenina contra la obesidad caracteres más angustiosos, ni tan estéri-
les, como en México. De pocos años a esta parte el cine americano, con su avasalladora fuerza, ha im-
texto y permite a un lector como tú tener una referencia
mínima sobre el emisor de un mensaje y situarlo en un
buido a un público que rumia al contemplarlo cacahuates salados, de una idea de la belleza que
consiste en que sus perfumadas encarnaciones se descarnen hasta pesar los menos kilos posibles. A la
prueba objetiva del cine viene a sumarse, ocasionalmente, la lectura de algún artículo o folleto de
U2
sino precisamente, niñas, para demostraros hasta qué punto es inadecuado combatir la idiosincrasia
latina por adquirir una sajona.
(…)
que irás conformando sobre el tema textos, pero, ¿de qué tipo de circunstancias hablamos? ¡Por supuesto! Nos referi
mos al ambiente histórico, geográfico, social, ideológico y cultural que circunda a
tística o científica. La figu
ra del autor ha sido estu
diada desde tiempo atrás
la obra literaria y al autor.
de textos literarios. por sociólogos e historia
dores, como Michel Fou
cault y Roger Chartier. La
4 Al responder las preguntas en las actividades anteriores identificaste, a través mano del autor o su firma
manifiesta la individuali
del análisis intrínseco de las obras, una línea temática universal. En el caso de
dad creativa y saca a una
Miguel Hernández y Ambrose Bierce esta línea es la guerra; sin embargo, cada uno de obra del anonimato; ade
ellos aborda un acontecimiento histórico distinto y habla sobre la guerra desde el punto más dota a un texto de
de vista en que la vivió. Dedujiste el tema central gracias a la información que te propor- autenticidad. Para cono
cionó la lectura de los textos mismos. Sin embargo, es tiempo de seguir esos indicios y cer al autor se recurre a
su biografía, pero también
realizar una lectura fuera de los textos para enriquecer tu interpretación. Comienza a
a su obra.
relacionar el texto con su contexto de producción.
131
12
El objetivo del módulo Textos y visiones del mundo, al igual que el de los otros mó-
dulos que ya cursaste y de los que cursarás, es que desarrolles una serie de compe-
tencias generales que te lleven a desempeñarte como un(a) mejor ciudadano(a),
crítico(a) y propositivo(a); un mejor ser social que participe en la solución de pro-
blemas comunitarios; y un ser humano preocupado(a) de sí mismo, de los otros y
de su entorno.
Junto con De la información al conocimiento y El lenguaje en la relación del
mundo con el hombre, Textos y visiones del mundo se ubica en el campo de la Co-
municación cuyo fin es que desarrolles tus competencias comunicativas: leer, es-
cribir, hablar y escuchar; de manera específica, este campo del conocimiento busca
que interpretes mensajes y expreses tus ideas por medio de los códigos apropiados
para ello.
Textos y visiones del mundo es uno de los módulos que se cursan en el tercer
nivel del bachillerato en sus modalidades no escolarizada y mixta. Con su estudio
se pretende que consolides tu aprendizaje mediante la aplicación de los principios
del método científico; así como que conozcas con mayor profundidad los elemen-
tos que conforman tu entorno y, en particular, las visiones que otros sujetos tienen
de él para que lo comprendas de una forma más profunda.
Tu objeto de estudio serán los textos literarios, producto de la manifestación
artística de hombres y mujeres cuya manera de expresar su sentir y sus ideas acer-
ca del mundo ha sido la escritura. Para comprender los textos literarios como
productos sociales que son, los analizarás considerando su contexto de produc-
ción y aprenderás a identificar en ellos la diversidad de visiones del mundo que
manifiestan.
Usarás primordialmente la lectura y la escritura así como tus capacidades de
análisis y síntesis. A lo largo del módulo leerás textos de diversos géneros y oríge-
nes para reflexionar sobre lo que dicen y cómo lo dicen; aplicarás estrategias diver-
sas para llegar a su comprensión y expresarás tus juicios sobre un texto para su
confrontación contigo y con tu mundo. Aunque tu trabajo será arduo esperamos
que sea interesante y placentero.
Al módulo lo conforman tres unidades de aprendizaje organizadas en 75 horas
de trabajo. En la primera estudiarás al texto literario, su estructura, sus géneros
(narrativo, lírico, dramático y ensayístico) y la intención de su escritura para inferir
las visiones del mundo de sus autores; en la segunda unidad analizarás al texto lite-
rario desde su contexto de producción para entender la cultura de la cual emana y
en la tercera, trabajarás los textos literarios y ensayísticos desde la recepción, anali
zando tu rol como lector para reflexionar sobre el entorno actual.
El método propuesto en las tres unidades está enfocado a que tú construyas tu
aprendizaje y que éste sea significativo para ti. Te invita a relacionar saberes, a in-
ducir, a reflexionar y a concluir para aplicar lo aprendido; te incita a utilizarlo, a ser
analítico(a), reflexivo(a), crítico(a) y selectivo(a); a trabajar con la información, a
13
darles sentido con base en un objetivo, a valerte de las TIC y a que te adentres en la
Literatura para que comprendas a través de ella las diversas visiones del mundo.
Una interrogante o pregunta genérica será el eje de tu proyecto de aprendizaje.
Intentarás construir su respuesta con la información obtenida y procesada me-
diante tu trabajo de averiguación. Para facilitar tu acercamiento al objeto de tu es-
tudio, cada una de las unidades de aprendizaje se organiza en apartados o secciones
integradas por textos para analizar y explicaciones teóricas. Mediante actividades
irás obteniendo productos parciales; el propósito es que al final seas capaz de arti-
cular estos productos para conformar una respuesta integral que responda satis-
factoriamente las preguntas del inicio. No estás solo(a) en esta tarea, tienes pistas
y asesoría para lograrlo.
Para estar seguro(a) de que vas por buen camino, es recomendable que evalúes
tu desempeño de manera constante, mediante los instrumentos que se te brindan
y por medio de aquellos que te han funcionado en otros módulos para verificar el
alcance de tus logros.
14
I. Lee con atención el siguiente texto. Cuando termines contesta las preguntas
de opción múltiple que encontrarás al final de la lectura. Elije solamente una de
las opciones planteadas.
Consumir azúcar en exceso provoca daños a la salud tan graves que se justificaría
tratarla como sustancia controlada, como sucede con el alcohol y el tabaco, según
una investigación realizada en la Universidad de California, en San Francisco.
El azúcar se considera un producto alimenticio de bajo valor nutritivo (a veces
se dice que aporta “calorías huecas”). Por si fuera poco, hay evidencias médicas que
demuestran que el azúcar en exceso puede alterar el metabolismo, aumentar la pre-
sión arterial, causar desequilibrios hormonales y dañar el hígado: efectos muy pare-
cidos a los que se producen después de beber demasiado alcohol.
Sin embargo, los investigadores opinan que es poco probable que la gente mo-
dere su consumo de alimentos azucarados, ya que estos se han convertido en parte
esencial de la dieta de millones de personas. Por ejemplo, un estadounidense adulto
en promedio consume 22 cucharaditas de azúcar al día, cifra que se eleva a 34 en el
caso de los adolescentes.
Cada vez se encuentran en el mercado más productos elaborados con altas can-
tidades de azúcar: refrescos, helados, una gama increíble de caramelos, donas y
otros pastelitos. Como resultado, el consumo anual mundial de azúcar promedio
por persona pasó de 10 kg a principios del siglo xx a cerca de 50 kg a principios del
siglo xxi.
El aumento en el consumo de azúcar ha propiciado la pandemia de obesidad
que contribuye a las 35 millones de muertes que se producen al año en todo el mun-
do por enfermedades no infecciosas como la diabetes, las enfermedades cardiacas y
el cáncer. Robert Lustig, director del estudio publicado en febrero en la revista Na-
ture, aseguró que existen buenas y malas grasas y buenos y malos carbohidratos,
pero el azúcar en exceso siempre es dañina.
Los investigadores estudiaron también el efecto del azúcar en el cerebro y des-
cubrieron que activa los mismos circuitos de recompensa que drogas como la mor-
fina y la heroína. Su efecto no es igual de intenso, pero esta investigación confirma
lo que ya se sospechaba: que dejar de consumir azúcar produce ansiedad y síndrome
de abstinencia.
Para limitar el consumo mundial de azúcar los investigadores proponen que se
aumenten los impuestos (y por lo tanto los costos) de productos con elevado con-
tenido de azúcar —medida que ya se ha tomado en Francia, Grecia y Dinamarca—
y que se controle su venta a menores de 17 años, como sucede con el tabaco y el
alcohol.
15
1. ¿Cuál es el propósito del autor del artículo? Responde según el orden que ob-
servaste.
a) entretener-persuadir-informar
b) entretener-instruir-persuadir
c) informar-instruir-persuadir
d) persuadir-informar-instruir
2. Elige un título para la lectura que refleje el contenido del texto. Toma en cuen-
ta lo que describe:
4. Según la lectura, ¿por qué el azúcar debe ser tratado como sustancia controlada?
5. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es la MEJOR opción como una de las ideas
específicas que fortalecen a la idea general del texto?
16
a) Texto didáctico.
b) Texto histórico.
c) Texto de divulgación científica.
d) Texto tecnológico.
7. Si tuvieses que elaborar un mapa mental sobre el tema tratado en el texto ante-
rior dos de las palabras que incluirías serían:
a) azúcar y dulce
b) azúcar y refrescos
c) azúcar y salud
d) azúcar y consumo
9. Si fuese necesario ubicar el problema del que habla el texto lo calificarías como:
17
18
Textos literarios Textos narrativos Textos líricos Textos dramáticos Textos ensayísticos
Uso del lenguaje Uso del lenguaje Uso del lenguaje Uso del lenguaje Uso del lenguaje
Efecto de sentido
o identificación
Contexto
20
Todas las fichas deben ser de igual tamaño y tener los siguientes elementos:
• Los datos de identificación en el ángulo superior izquierdo de la tarjeta. Dichos datos son:
el apellido del autor, el título de la obra y las páginas consultadas.
• El tema específico al que se refiere la ficha en el ángulo superior derecho.
• El texto transcrito en el cuerpo de la ficha.
En el fichero del saber se incluyen fichas de trabajo de diversas clases, tales como textuales,
de resumen, de comentario, de reflexión, de paráfrasis, bibliográficas y mixtas.
Al término de ciertos procesos, con base en la información recopilada en tu fichero y
las actividades realizadas, elaborarás mapas conceptuales, cuadros comparativos, comentarios
y resúmenes que te permitirán sintetizar tu aprendizaje y comprobarlo, como ya sabes hacerlo.
Como en los módulos anteriores, no olvides que para cumplir con los procesos y tareas
es recomendable que estudies en sesiones diarias de una hora mínimo.
Un texto literario
¿Cuáles serán los resultados de mi trabajo? puede convertirse en ob
Una vez que hayas trabajado los contenidos podrás evaluar si tu desempeño es el adecuado. Para jeto de estudio cuando
un lector sabe que es
saberlo tendrás que ser capaz de:
susceptible de interpre
• Identificar los elementos estructurales de textos narrativos, líricos, dramáticos y ensayísticos tación y lo investiga.
de diversos textos que leas. Para hacerlo utiliza el mé
• Reconocer, en textos dados, particularidades, características y diferencias, e inferir la intención todo científico, sigue sus
comunicativa y contextos de producción como un primer acercamiento a otras visiones de mundo. cánones o reglas y sus pa
sos básicos: se cuestiona
Al final de esta unidad, y como consecuencia de la realización de las actividades que te llevarán y formula preguntas, ela
de la mano en la exploración detallada de diferentes textos, se espera que escribas un resumen, bora hipótesis o supues
cohesionado y coherente, y que responda cómo se construye un texto literario, por qué y cómo tos, e intenta contestar
un texto literario puede modificar tu visión del mundo. Para llegar a buen fin tendrás que responder y a ellos por medio del aco
plantear más preguntas. El resumen tendrá una extensión aproximada de tres cuartillas. Cuida que pio de información has
ta encontrar respuestas
contenga ejemplos, extraídos de textos literarios de géneros diversos.
y elaborar conclusiones.
¿Estás listo(a) para comenzar?
21
INICIO
El texto literario
Estás trabajando ¿Qué sabes hasta ahora?
para identificar
los elementos ¿Has experimentado alguna vez la sensación de vivir en un mundo acelerado y
estructurales de textos caótico? El mundo que hoy habitamos se rige por la inmediatez y el movimiento;
narrativos, líricos, dramáticos y podemos acceder a enormes cantidades de información con solamente dar un clic
ensayísticos de los diversos en nuestra computadora, las noticias que acontecen en cualquier parte del mundo
textos que leas. llegan a nosotros casi de manera simultánea, somos capaces de comunicarnos con
otras personas sin importar el lugar donde éstas se encuentren. Hemos crecido
glosario
dentro de una sociedad fuertemente vinculada a la tecnología y al ideal de practi-
Practicidad: cualidad de
cidad. Pensamos que marchamos hacia el progreso para hacer nuestra vida más
práctico.
práctica y eficiente, estos cambios se notan en nuestro estilo de vida y en todo lo
que nos rodea. Con frecuencia hacemos las cosas teniendo en mente su utilidad.
Atendemos con emoción a los avances tecnológicos y científicos pues estos inciden
significativamente en nuestro estilo de vida y la mejoran. De esta
manera vemos en la medicina la posibilidad de vivir sana y longeva
mente, en la computación observamos el desarrollo y perfecciona
miento de la tecnología, sabemos que la importancia de las ciencias
sociales radica en el estudio del origen, desarrollo y organización de
los grupos humanos. Conocemos el por qué y para qué de todas es
tas disciplinas pero, ¿te has detenido a reflexionar sobre cuál es la
utilidad del arte?, ¿y por qué en un mundo que vive orientado hacia
el progreso es fundamental el papel del arte?
Es probable que en más de una ocasión hayas escuchado una
canción, leído un poema o un cuento, visto una película, admirado
una pintura o asistido a una obra de teatro en que hayas experimen
tado una sensación de identificación. ¿No te ha pasado que al escu
char la radio subes el volumen y exclamas “¡esta
canción me queda!”? Esto sucede porque contiene un
mensaje que intenta comunicar y expresar un senti
miento; algo parecido pasa con la poesía, los cuentos,
las películas y los libros, entre otras formas de expre
sión. Los seres humanos somos creadores y receptores
de arte porque necesitamos transmitir nuestros senti
mientos, vivencias y formas de percibir el mundo. El
arte es pues, citando a Mario Vargas Llosa, “uno de los
más enriquecedores quehaceres del espíritu, (y) activi
dad irremplazable para la formación del ciudadano”
(“Un mundo sin novelas” en revista Letras Libres no.
22, sección convivio, octubre de 2000).
22
1 Lee los textos que se te presentan en el siguiente cuadro y clasifícalos con base
en lo que ya sabes. Coloca una (T) si es tecnológico, (H) si es histórico, (P) si es
periodístico, (C) si es científico y (N) si no es ninguno de los tipos anteriores. Después
justifica tu respuesta en la columna siguiente, ten presente que para responder debes glosario
prestar atención a la intención comunicativa del texto, cómo está escrito y cómo utiliza Coloquial: propio de una
el lenguaje. Si tienes dudas guíate por el ejemplo. Concluida la actividad no olvides ve- conversación informal y
distendida.
rificar tu respuesta en el Apéndice 1.
Tipo
Texto ¿Por qué?
de texto
Texto 1 P Su intención es informar
Toluca, México. En un partido de muchas opciones de gol en el primer tiempo para Monte- sobre el resultado de un
rrey, éste apenas empató 1-1 con Toluca en partido de la fecha 11 del Torneo Clausura encuentro deportivo.
2012 del futbol mexicano, jugado en el estadio Nemesio Diez. Utiliza un lenguaje simple
o coloquial.
“Toluca y Monterrey empatan 1-1”, El Universal, 18-03-12 en línea <http://www.centraldeportiva.
com/home/detalle/Toluca+y+Monterrey+igualan+1-1-47762> [Consulta: 18/03/2012].
Texto 2
Había perdido en la guerra brazos y piernas. Y allí estaba, colocado dentro de una bolsa
con sólo la cabeza fuera. Los del hospital para veteranos se compadecían mientras él, en
su bolsa, pendía del techo y oscilaba como un péndulo medidor de tragedias. Pidió que lo
declarasen muerto y su familia recibió, un mal día, el telegrama del Army: “Sargento James
Tracy, Vietnam, murió en combate”. La madre lloró amargamente y pensó para sí: “Hubiera
yo preferido parirlo sin brazos ni piernas; así jamás habría tenido que morir en un campo
de batalla.
Veloz M., “El soldado”, Minificciones. Revista latinoamericana de minificción, no.6, [en línea].
Disponible en: <http://www.calarca.net/minificciones/index06.html>
[Consulta 18/03/2012].
Texto 3
El ADN que constituye el genoma humano puede ser subdividido en pedazos de informa-
ción llamados genes. Cada gen contiene información para la producción de una proteína
(Continúa...)
23
(Continuación...)
Tipo
Texto ¿Por qué?
de texto
única la cual realizará una función especializada en la célula. El genoma humano contiene
más de 25,000 genes.
“Transcribe y traduce un gen”, Genetic Science Learning Center [en línea] Disponible en:
<http://learn.genetics.utah.edu/es/units/basics/transcribe/> [Consulta 18/03/2012].
Texto 4
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años
que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir
blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente
mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por
qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre? ¿Temes que se te sequen
los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?
Alonso D., “Insomnio” en Hijos de la ira. Diario íntimo. Madrid: Castalia (1986).
Texto 5
(Salen y sale Bernarda. Se oyen rumores lejanos. Entran Martirio y Adela, que se quedan
escuchando y sin atreverse a dar un paso más de la puerta de salida.)
Texto 6
El 21 de febrero de 1925 Calles intentó crear una iglesia nacional con el apoyo de la Iglesia
Católica Apostólica Mexicana (ICAM), encabezada por el sacerdote renegado, Joaquín
Pérez. Lo que significó una división dentro del catolicismo pues la ICAM proponía seguir
la misma doctrina católica pero sin relación alguna con el Papa, quedando como líder
el mismo Pérez en calidad de Patriarca. La iglesia nacional se apoderó del templo de la
Soledad para poder establecerse; pero fallaron en el intento pues la parroquia fue recupe-
rada el día 23 por el pueblo, hecho que ocasionó que un gran número de católicos se mo-
vilizaran para defender las iglesias.
“La guerra cristera” [en línea]
Disponible en: <http://www.arts-history.mx/sitios/index.php?id_sitio=735655&id_
seccion=3028135&id_subseccion=19032&id_documento=2755> [Consulta: 19/03/2012].
24
2 Lee los siguientes textos y recuerda las modalidades textuales; para hacerlo
guíate con las preguntas que encontrarás al final.
Texto 1
La capa de ozono, que es una capa frágil de gas, protege a la Tierra de la parte nociva de los rayos so-
lares, y por consiguiente, ayuda a preservar la vida en el planeta.
Tomado de: Mensaje del Secretario General en 2011. Día de la preservación de la capa de ozono [en línea].
Disponible en: <http://www.un.org/es/events/ozoneday/> [Consulta: 18/03/2012].
Texto 2
Soñé que un niño me comía. Desperté sobresaltado. Mi madre me estaba lamiendo. El rabo todavía
me tembló durante un rato.
Díez, L. M. “El sueño” en Minificciones. Revista latinoamericana de minicuento, no. 14, [en línea].
Disponible en: <http://www.calarca.net/minificciones/index14.html> [Consulta: 18/03/2012].
Texto 3
A lo largo de todos estos años las principales víctimas del terrorismo de estado han sido, cómo no, los
campesinos. En 1988 las organizaciones sociales de uno de sus departamentos sureños denunciaban
una “campaña de aniquilación total y tierra quemada, al estilo Vietnam,” llevada a cabo del modo más
vil por las fuerzas del ejército, “aniquilando a hombres, mujeres, ancianos y niños. Hogares y cosechas
eran arrasados y los campesinos eran expulsados de sus propias tierras.” También fue en 1998 cuando
el gobierno de Colombia estableciera un nuevo régimen judicial llamando a la “guerra sin cuartel al
enemigo interno,” autorizando la “máxima criminalización de toda suerte de oposición social y política,”
según un informe Europeo-Latino Americano presentado en Bruselas, en el que se examinaba la “con-
solidación del terrorismo de estado en Colombia”.
Chomsky, N. “La cultura del miedo”, (2003). en Biblioteca Virtual Noam Chomsky [en línea].
Disponible en: <http://kamita.com/misc/nc/textos/colom.html> [Consulta: 18/03/2012].
25
Texto 4
París, capital de Francia, cuenta con una superficie de 105 km cuadrados y una población de 2.153.600
de habitantes (2005). Se ubica en el norte de Francia y es considerada una de las ciudades más hermo-
sas y visitadas del mundo. París posee el mayor número de monumentos de todo el mundo.
“París; ciudad de la luz” [en línea]. Disponible en: <http://www.ohparis.info/paris.htm> [Consulta: 18/03/2012].
4. ¿Consideras que el tipo de verbos del texto 4 es parecido a los empleados en el texto 2?,
¿cuál es la diferencia?
5. Compara el texto 2 con el texto 1. ¿Son iguales? Si no es así, ¿qué piensas que cambia?
6. ¿En cuáles de los textos dirías que el autor pretende ser objetivo?, ¿por qué?
26
7. ¿En qué texto el autor refleja su opinión sobre un tema y cómo lo inferiste?
8. ¿En cuál de los textos se enuncian las características de algún objeto, lugar, persona o
situación?
Descripción
Expone razones,
evidencias y/o datos
En la modalidad textual que apoyan los puntos de
en la cual se relata algún Modalidades Argumen
Narración vista del autor acerca del tema
hecho en el que suceden textuales tación que aborda; también valora
diversas acciones juicios a favor o en contra
del tema tratado
Exposición
Consiste en la
presentación
y explicación de un
tema de un modo
claro, ordenado
y coherente
3 Una vez leída la explicación anterior regresa a los textos de la actividad 2 y clasi-
fícalos dentro del siguiente cuadro con base en su modalidad textual. Por ejem-
plo, si consideras que el segundo texto corresponde a la modalidad textual de la narración,
anota el número en la columna que corresponde a “texto” y responde las preguntas.
27
Modalidad textual Texto ¿Qué quiere comunicar? ¿Cómo se estructura? ¿Cómo es el lenguaje que emplea?
Narración
Argumentación
Descripción
Exposición
28
DESARROLLO
4 Para averiguarlo, comienza por leer los textos que se transcriben a continuación
y busca las diferencias y semejanzas entre ellos, usando como guía las pregun-
tas de la misma actividad. Recuerda consultar el Apéndice 1 para verificar las respuestas
de la actividad.
Texto 1
Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
—¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amena- Acércate a
za. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe
encuentra a la Muerte y le pregunta:
—Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
—No fue un gesto de amenaza —le responde— sino un gesto de sorpresa.
Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Is-
pahán.
Jean Cocteau (1889-1963). Poeta, novelista, ensayista
Cocteau, J. “El gesto de la muerte” (1977). en Antología y dramaturgo francés, cuyo trabajo, según los especialistas,
de la literatura fantástica. A. Bioy Casares, J.L. Borges y S. Ocampo (comps.). refleja la influencia del surrealismo, el psicoanálisis, el cubismo
Buenos Aires: Edhasa, p. 75. y la religión católica. Su obra es muy extensa pero uno de sus
textos más conocido es Opio, que escribió hacia 1929.
29
Texto 2
Hay cementerios solos, llega a gritar sin boca, sin lengua, sin
tumbas llenas de huesos sin sonido, garganta.
el corazón pasando un túnel Sin embargo sus pasos suenan
oscuro, oscuro, oscuro, y su vestido suena, callado, como un
como un naufragio hacia adentro nos árbol.
morimos,
como ahogarnos en el corazón, Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas
como irnos cayendo desde la piel veo,
al alma. pero creo que su canto tiene color
de violetas húmedas,
Hay cadáveres, de violetas acostumbradas a la tierra
hay pies de pegajosa losa fría, porque la cara de la muerte es verde,
hay la muerte en los huesos, y la mirada de la muerte es verde,
como un sonido puro, con la aguda humedad de una hoja
como un ladrido sin perro, de violeta
saliendo de ciertas campanas, de y su grave color de invierno
ciertas tumbas, exasperado.
creciendo en la humedad como
el llanto o la lluvia. Pero la muerte va también por
el mundo vestida de escoba,
Yo veo, solo, a veces, lame el suelo buscando difuntos,
ataúdes a vela la muerte está en la escoba,
zarpar con difuntos pálidos, con es la lengua de la muerte buscando
mujeres de trenzas muertas, muertos,
con panaderos blancos como ángeles, es la aguja de la muerte buscando hilo.
Acércate a
con niñas pensativas casadas con
notarios, La muerte está en los catres:
ataúdes subiendo el río vertical de los en los colchones lentos, en las frazadas
muertos, negras
el río morado, vive tendida, y de repente sopla:
hacia arriba, con las velas hinchadas sopla un sonido oscuro que hincha
Pablo Neruda (1904-1973). Uno de los más grandes por el sonido de la muerte, sábanas,
poetas del siglo XX, cuyo nombre verdadero fue hinchadas por el sonido silencioso y hay camas navegando a un puerto
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto. Poeta de la muerte. en donde está esperando, vestida
y ensayista chileno que recibió el Premio Nobel de almirante.
de Literatura en 1971. Sus obras publicadas son
A lo sonoro llega la muerte
numerosas, algunas de las más destacadas
son: Veinte poemas de amor y una canción como un zapato sin pie, como un traje
desesperada (1924), Canto general (1950), Cantos sin hombre, Neruda, P. (2004). "Sólo la muerte”
ceremoniales (1961), Las piedras del cielo (1970), llega a golpear con un anillo sin piedra en Residencia en la tierra. Santiago de Chile:
Confieso que he vivido. Memorias (1974). y sin dedo, Editorial Universitaria, pp.110-111.
30
Acércate a
Texto 3
Acto primero
(…)
Escena V
HAMLET.—¡Oh, si ésta demasiado sólida masa de carne pudiera ablandarse y liqui-
darse disuelta en lluvia de lágrimas o el Todopoderoso no asestara el cañón contra el William Shakespeare (1564-1616). Dramaturgo
homicida de sí mismo! ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Cuán fatigado ya de todo, juzgo moles- y poeta inglés considerado una de las grandes
tos, insípidos y vanos los placeres del mundo! Nada, nada quiero de él: es un campo glorias de la literatura universal. A partir de 1600
inculto y rudo, que sólo abunda en frutos groseros y amargos. ¡Que esto haya llega- publica una gran cantidad de obras de teatro tales
do a suceder a los dos meses que él ha muerto!... No, ni tanto; a uno no a dos meses. como Hamlet, Otelo o Macbeth que se han
Aquel excelente rey que fue, comparado con éste, como con un sátiro, Hiperión; tan convertido en símbolos y han hecho de su autor
amante de mi madre, que ni a los aires celestes permitía llegar atrevidos a su rostro. un clásico sobre el que corren ríos de tinta.
¡Oh cielo y tierra!..., ¿para qué conservo la memoria? Ella, que se le mostraba tan
amorosa como si en la posesión hubieran crecido sus deseos. Y no obstante, en un
mes…, ¡ah!, no quiero pensar en esto. ¡Fragilidad, tú tienes nombre de mujer! En el
corto espacio de un mes, y aun antes de romper los zapatos con que, semejante a
Niobe, bañada en lágrimas, acompañó el cuerpo de mi triste padre… sí, ella, ella
misma… ¡Cielos! Una fiera, incapaz de razón y discurso, hubiera mostrado aflicción
más durable. Se ha casado, en fin, con mi tío, hermano de mi padre, pero no más
parecido a él, que yo lo soy a Hércules. En un mes…, enrojecidos aún los ojos con el
pérfido llanto, se casó. ¡Ah delincuente precipitación, ir a ocupar con tal diligencia un
lecho incestuoso! Ni esto es bueno, ni puede producir bien. Pero hazte pedazos,
corazón mío, que mi lengua debe reprimirse.
Shakespeare, W. (1601). Hamlet, príncipe de Dinamarca. Navarra: Salvat (1969).
(Versión L. Fernández de Moratín/prólogo de Juan Guerrero Zamora).
Acércate a
Texto 4
El doctor llega a verme temprano y de buen humor. Debe haber almorzado con
apetito. A pesar de su edad —me ha dicho que es septuagenario— la vida le sonríe,
por lo menos profesionalmente. Ha visto mis radiografías y tengo la impresión de
que durante la noche consultó varios textos clásicos y leyó algún buen artículo
sobre el mal del que estoy sufriendo. Me examina, más por costumbre que por ver-
dadero interés de reconocerme. Su convicción está hecha y no creo que las auscul- Jaime Torres Bodet (1902-1974). Escritor mexicano
taciones rápidas que practica tengan ahora, a su juicio, mucha importancia. que perteneció, junto con Salvador Novo y Xavier
Lo interrogo... Y, de pronto, sin la menor transición, me revela lo que yo presen- Villaurrutia, al grupo formado en torno a la revista
tía. Mi caso es en extremo serio. Tal vez exista un cáncer en la siliaca. ‘A usted —me Contemporáneos (1928-1931). Fue ferviente lector
dice, con cortesía que no me halaga— sería inútil pretender engañarlo.’ Añade algu- de poetas europeos como André Gide,
nos elogios, que por lo visto no merezco, puesto que su ruda franqueza destruye, Jean Cocteau, Antonio Machado y Juan Ramón
enseguida, la confianza que podría yo conservar en las fuerzas de mi carácter. Di Jiménez. Escribió principalmente poesía
simulo, movido por un postrer sentimiento de orgullo. Y le oigo, con fingida tranqui- y sus poemas están recopilados en obras como
(Continúa...) Fervor, Biombo y Rubén Darío.
31
(Continuación...)
lidad. Quiere explicarme que, acaso, realmente, no se trate todavía de un cáncer; pero que, de todas
maneras, la operación se impone. Lo comprendo perfectamente: aunque no exista el cáncer —cosa
que sólo podrá averiguar durante la intervención o después de ella— ésta implicará peligros incues-
tionables.
Mientras habla, considero el intenso color rosado de sus mejillas. Lo siento tan incrustado en el
mundo de la salud que no sé cómo perdonarle la serenidad con que me desplaza de ese universo con
su diagnóstico... Es cierto, acaba por confortarme. Alude a dos o tres consecuencias de la operación
que me propone. Adivino que, en su fuero interno, tales explicaciones no significan nada muy favora-
ble. Me los ofrece, no tanto por piedad cuanto por respeto a las tradiciones de su oficio, como el gran
glosario
violinista que no vacila en añadir —en calidad de encore— a la intervención de una marcha fúnebre,
Encore: repetición. algún trozo alegre, rápido y melodioso. Un minueto de Mozart, pongo por caso.
Me quedo solo frente a mi angustia. Voy a tener que esconderla a los seres que me rodean. Me
juzgan frío y voluntarioso. Yo mismo no creía conservar tanto amor por la existencia. Y he aquí que la
idea de abandonarla, tal vez muy pronto, me llena de desconcierto. Hasta las expresiones de que me
sirvo delatan mi malestar. ¿Qué significa, en efecto, esa frase: Abandonar la existencia? Cuando muera,
no seré yo, por cierto, quien la abandone, sino ella la que me arrojará de su torbellino.
Hace meses, al redactar mi libro sobre Tolstoi, dediqué en él todo un capítulo a una de sus mejo-
res novelas: La muerte de Iván Ilich. Dije entonces que se vive y se muere solo. La diferencia estriba en
que, mientras vivimos, hay seres que nos odian y que nos aman. Nos envidian o nos desprecian; pero
el que sabe que va a morir está más allá del odio y del amor, de la envidia y hasta del desprecio. ¿Qué
valen, sobre un cadáver, las condecoraciones o los insultos?
Me asalta la amargura de estar viviendo, a mi modo, los días finales de Iván Ilich. Como a él, me
irritan la alegría, la salud y la fuerza de los demás. Todos ellos tienen proyectos. Van a ver a sus amista-
des; llaman por teléfono para averiguar si la hora de esta o aquella cita se ha alterado. Sonreirán de
cosas que ya no comprendo ahora. Hablarán de asuntos que, para siempre, ya no me afectan. Cada
sonrisa que se dibuje en sus labios y cada palabra que digan los alejarán —aunque no lo quieran—
de la pobre inquietud humana en que me debato.
Condenados a muerte, lo estamos todos. Mientras la salud nos engaña, ignoramos lo riguroso de
semejante condena. Vivir constituye un acto magnífico de egoísmo. El temor de morir no es menos
egoísta sin duda, pero carece de toda magnificencia. Nos revela, de un golpe, lo absurdo de haber vi-
vido como vivimos. Y nos demuestra —no con ideas generales, sino con hechos concretos, precisos y
dolorosos— hasta qué punto la vida que, desde lejos, puede parecer afortunada, esconde un irrever-
sible y tremendo error.
Escribo estas líneas en la madrugada de un día nublado. Como no podía dormir, pensé que sería
mejor dar alguna expresión formal de los vagos abismos que abría el insomnio frente a mi alma. Por
las ventanas, empieza a clarear la aurora. Un pájaro, que no identifico, se ha posado en la cima de un
olmo. En agudos gorjeos, como el surtidor de una fuente, derrama el exceso de vida que llena su
cuerpo alado. ¿A quién bendice esa voz sin cólera ni rencor? No es a mí, por supuesto, sino a todo lo
que le ofrece, en la mañana recuperada, el espectáculo de esa solidaridad admirable que representa,
para los vivos, la fe en la vida.
Sin embargo, aunque no cante el pájaro para mí, lo escucho con emoción y agradecimiento. Yo
también saludé a la vida, como ese pájaro. Yo también viví cada hora como si fuera un fragmento de
eternidad.
Que el día que principia a encenderse haya de apagarse, que el pájaro que lo anuncia haya de
enmudecer, y que el hombre que está escuchándolo sepa que sus semanas tendrán un término, ¡qué
poco importa, después de todo! Somos, apenas, gotas de un río inmenso. Si una se pierde, millones y
millones se disponen a remplazarla. Nada acaba con el ente que acaba, sino —a lo sumo— su oscuro
32
estremecimiento. La única ley positiva de la existencia es la de no atar el destino del mundo a la di-
mensión de lo individual.
Torres Bodet, J. (1974). “Reflexión sobre la muerte”. en José Luis Martínez, (2001). El ensayo mexicano moderno.
Tomo II. México: Fondo de Cultura Económica. (Col. Letras Mexicanas no. 40), pp. 45-47.
1. ¿Consideras que los textos que acabas de leer son literarios?, ¿por qué?
2. ¿Crees que los cuatro textos hablan de lo mismo? Si es así, ¿de qué hablan?
3. ¿Si los textos hablan sobre el mismo tema, son iguales?, si no lo son, ¿en qué supones
que radican sus diferencias? Para responder con mayor facilidad las preguntas puedes
realizar un cuadro comparativo como el siguiente:
¿Qué cuenta?
¿Cómo lo cuenta?
¿Qué elementos
distinguen
a los textos?
¿Qué valores,
costumbres, creencias
se retratan?
33
4. ¿Después de tu análisis, juzgas que los textos son iguales o estimas que pertenecen a
distintos tipos? Justifica tu respuesta.
Si has logrado percatarte de las diferencias entre los textos seguro notaste que aun
que compartan un tema, la manera en que se construyen es distinta. ¡Exacto!, a
través de la comparación te diste cuenta que hay muchas maneras de hablar de un
tema, ¿a qué piensas que se deba esto?, ¿tendrá que ver con la finalidad que persi
Más información en... gue el autor? Según tú, ¿cuál sería la intencionalidad
La rima transcrita es la número xiii de Gustavo Adolfo comunicativa de un texto literario?, ¿qué diferencias
Becquer, poeta español que vivió en el siglo xix, clasificado existen entre decir: “Tus ojos son azules y me gustan”
como “romántico tardío”. Sus trabajos más conocidos son las y “Tu pupila es azul y, cuando ríes,/ su claridad suave
rimas y leyendas. Si te gustó la anterior, podrías leer más en me recuerda/ el trémulo fulgor de la mañana que en el
Rimas, leyendas y narraciones para conocer cómo era concebido
el amor en ese momento histórico. México: Porrúa
mar se refleja”?
(Sepan Cuantos no. 17) o en el Centro Virtual Cervantes Como seguramente notaste a partir de la pregunta
(www.cvc.es/bref/rimas/default.htm) anterior lo que hace literario a un texto son varios ele
mentos o factores, por un lado, podemos hablar de la
voluntad estética de un texto, es decir, del afán de
Asesoría manifestar belleza a través del lenguaje; ya que, a dife
rencia de textos científicos e informativos, la finalidad
El Centro Virtual Cervantes define el registro como “el uso lingüístico
determinado por el contexto inmediato de producción de un discurso. El no es práctica sino artística. Es posible que te hayas
registro se considera una variedad lingüística funcional condicionada por dado cuenta de que el uso del lenguaje en el ejemplo
cuatro factores contextuales fundamentalmente: el medio de comuni anterior cambia de un registro coloquial y directo a un
cación (oral o escrito), el tema abordado, los participantes y la intención uso del lenguaje más complejo.
comunicativa. La forma de expresión lingüística —cuidada o informal,
El lenguaje con el que nos encontramos en un tex
general o específica, etc.— que escoge el hablante responde a cada uno
de estos factores”. Tomado de: Diccionario de términos clave. Disponible to literario cumple una función poética, es decir, que
en: <http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/ hay un proceso creativo en el que el artista manipula el
diccionario/registro.htm>. [Consulta: 01/06/2012]. lenguaje para cargarlo de significado a través de la be
lleza y la armonía de construcción. En el texto literario
las palabras que usamos cotidianamente se organizan de formas distintas y trans
glosario miten sensaciones, emociones y sentimientos. Esto se debe a que en los textos lite
Evocación: acción de traer rarios el lenguaje es connotativo, lo que significa que lo expresado puede adquirir
algo a la memoria o a la
distintos significados, debido a que está abierto a la evocación y a que el lector
imaginación.
puede llenar espacios interpretativos.
34
Se dice que el lenguaje tiene distintos fines de acuerdo con el uso social que le damos. Algunos lingüistas,
como K. Bühler, M. A. Halliday y R. Jakobson, denominan a tales fines funciones. Jakobson, por ejemplo,
analiza seis componentes en el proceso de comunicación y explica que a cada uno de ellos le corresponde
una función del lenguaje. Con base en los estudios de Jakobson, hoy se habla de seis funciones: la repre
sentativa, la expresiva, la apelativa, la fáctica, la poética y la metalingüística.
La función del lenguaje es representativa o referencial cuando el emisor de un mensaje pretende trans
mitir información, sin hacer valoraciones.
Se habla de la función expresiva o emotiva del lenguaje cuando el emisor pretende dar cuenta de su
estado físico o anímico.
La función es apelativa o conativa cuando quien manda un mensaje usa el lenguaje para provocar la
reacción de acción en el receptor; es decir, cuando pretende que éste haga algo o que deje de hacerlo.
Usamos el lenguaje en su función fáctica o de contacto para comprobar que el canal sigue abierto, es
decir, que la comunicación es físicamente posible.
La función del lenguaje se convierte en poética en el momento en el que el emisor pretende crear be
lleza por eso es que ésta es la función principal en los textos literarios, como los que ahora abordas.
Se define la función del lenguaje como metalingüística cuando se le usa para hablar de la lengua misma.
Según los especialistas, en el uso del lenguaje estas funciones pueden actuar simultáneamente, aunque
puede haber predominio de una sobre otras en textos y enunciados.
También se equiparan a las funciones del lenguaje con las intenciones de los interlocutores en diversas
situaciones de la relación social.
Por otro lado, el texto literario se caracteriza por su artificialidad, ya que la escri
tura es un acto de creación consciente por parte del autor, éste se comporta de
manera semejante a un escultor que, en lugar de modelar arcilla, modela el lengua
je de tal forma que exprese una sensación, una idea, un suceso, una postura política Gestión del aprendizaje
o una forma de ver y aprehender el mundo. El escritor se vale de distintos recursos
El lector de un texto na
lingüísticos y retóricos para crear su obra, la finalidad del texto además de cuidar el rrativo crea la ilusión de
mensaje se concentra en enriquecer la forma, en llevar el lenguaje al límite de su la aventura, se adentra en
capacidad expresiva. el texto y mantiene sus
La comprensión de un texto literario requiere de un diálogo del autor con el expectativas abiertas a
lector en el cual el segundo es el interlocutor encargado de reconstruir los hechos, todos los rumbos que le
impone su propia imagi
imaginar los mundos representados, experimentar ciertas sensaciones y dotar de
nación.
nuevos significados al texto. Para que autor y lector dialoguen es básico que com
partan el mismo código durante el proceso de comunicación.
Una característica más del texto literario es el efecto de sentido (identifica-
ción-distanciamiento) que construye el autor buscando producir una reacción
determinada en el lector. Los autores de Leer y escribir. Acto de descubrimiento
(Gracida, Y. [coord], 2002: 30) lo explican de la siguiente manera:
El texto literario produce un efecto de identificación, lo cual no significa
que el lector tenga que experimentar los mismos sentimientos que los per
sonajes o establecer una equivalencia precisa entre sus experiencias perso
nales y las situaciones planteadas en el texto. Significa aceptar el mundo
35
36
Texto narrativo
Hasta este momento has recordado qué es un texto, lo Estás trabajando para identificar los elementos
importante que es la intención comunicativa del mis estructurales de textos narrativos, líricos, dramáticos
mo, en qué consisten las modalidades textuales y qué y ensayísticos de los diversos textos que leas.
es un texto literario. Es momento de que descubras
cuáles son las distintas clases de textos literarios y cuá
les las características estructurales e intencionales de
cada uno de ellos. ¡Empecemos!
—¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo
hagan por caridad.
—No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti.
—Haz que te oigan. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile que lo haga por
caridad de Dios.
—No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras. Y yo ya no quiero volver allá.
—Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues.
—No. No tengo ganas de ir. Según eso, yo soy tu hijo. Y, si voy mucho con ellos, acabarán por saber
quién soy y les dará por afusilarme a mí también. Es mejor dejar las cosas de este tamaño.
—Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mí. Nomás eso diles.
Justino apretó los dientes y movió la cabeza diciendo:
—No.
Y siguió sacudiendo la cabeza durante mucho rato.
—Dile al sargento que te deje ver al coronel. Y cuéntale lo viejo que estoy. Lo poco que valgo. ¿Qué
ganancia sacará con matarme? Ninguna ganancia. Al fin y al cabo él debe de tener un alma. Dile que
lo haga por la bendita salvación de su alma.
Justino se levantó de la pila de piedras en que estaba sentado y caminó hasta la puerta del corral.
Luego se dio vuelta para decir:
—Voy, pues. Pero si de perdida me afusilan a mí también, ¿quién cuidará de mi mujer y de los hijos?
—La Providencia, Justino. Ella se encargará de ellos. Ocúpate de ir allá y ver qué cosas haces por mí. Eso
es lo que urge.
Lo habían traído de madrugada. Y ahora era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí, amarra-
do a un horcón, esperando. No se podía estar quieto. Había hecho el intento de dormir un rato para
apaciguarse, pero el sueño se le había ido. También se le había ido el hambre. No tenía ganas de nada.
Sólo de vivir. Ahora que sabía bien a bien que lo iban a matar, le habían entrado unas ganas tan gran-
des de vivir como sólo las puede sentir un recién resucitado.
(Continúa...)
37
(Continuación...)
Quién le iba a decir que volvería aquel asunto tan viejo, tan rancio, tan enterrado como creía que
estaba. Aquel asunto de cuando tuvo que matar a don Lupe. No nada más por nomás, como quisieron
hacerle ver los de Alima, sino porque tuvo sus razones. Él se acordaba:
Don Lupe Terreros, el dueño de la Puerta de Piedra, por más señas su compadre. Al que él, Juven-
cio Nava, tuvo que matar por eso; por ser el dueño de la Puerta de Piedra y que, siendo también su
compadre, le negó el pasto para sus animales.
Primero se aguantó por puro compromiso. Pero después, cuando la sequía, en que vio cómo se
le morían uno tras otro sus animales hostigados por el hambre y que su compadre don Lupe seguía
glosario negándole la yerba de sus potreros, entonces fue cuando se puso a romper la cerca y a arrear la bola
Paraneras: terrenos fér de animales flacos hasta las paraneras para que se hartaran de comer. Y eso no le había gustado a don
tiles. Lupe, que mandó tapar otra vez la cerca, para que él, Juvencio Nava, le volviera a abrir otra vez el agu-
jero. Así, de día se tapaba el agujero y de noche se volvía a abrir, mientras el ganado estaba allí, siempre
pegado a la cerca, siempre esperando; aquel ganado suyo que antes nomás se vivía oliendo el pasto
sin poder probarlo.
Y él y don Lupe alegaban y volvían a alegar sin llegar a ponerse de acuerdo. Hasta que una vez
don Lupe le dijo:
—Mira, Juvencio, otro animal más que metas al potrero y te lo mato.
Y él contestó:
—Mire, don Lupe, yo no tengo la culpa de que los animales busquen su acomodo. Ellos son inocentes.
Ahí se lo haiga si me los mata.
glosario «Y me mató un novillo». Esto pasó hace treinta y cinco años, por marzo, porque ya en abril anda-
Exhorto: despacho que ba yo en el monte, corriendo del exhorto. No me valieron ni las diez vacas que le di al juez, ni el em-
libra un juez a otro de bargo de mi casa para pagarle la salida de la cárcel. Todavía después se pagaron con lo que quedaba
igual categoría para que nomás por no perseguirme, aunque de todos modos me perseguían. Por eso me vine a vivir junto con
mande dar cumplimiento mi hijo a este otro terrenito que yo tenía y que se nombra Palo de Venado. Y mi hijo creció y se casó
a lo que le pide. con la nuera Ignacia y tuvo ya ocho hijos. Así que la cosa ya va para viejo, y según eso debería estar
olvidada. Pero, según eso, no lo está.
«Yo entonces calculé que con unos cien pesos quedaba arreglado todo. El difunto don Lupe era
solo, solamente con su mujer y los dos muchachitos todavía de a gatas. Y la viuda pronto murió tam-
bién dizque de pena. Y a los muchachitos se los llevaron lejos, donde unos parientes. Así que, por
parte de ellos, no había que tener miedo.
«Pero los demás se atuvieron a que yo andaba exhortado y enjuiciado para asustarme y seguir
robándome. Cada vez que llegaba alguien al pueblo me avisaban:
«—Por ahí andan unos fuereños, Juvencio.
«Y yo echaba pal monte, entreverándome entre los madroños y pasándome los días comiendo
sólo verdolagas. A veces tenía que salir a la medianoche, como si me fueran correteando los perros.
Eso duró toda la vida. No fue un año ni dos. Fue toda la vida.»
Y ahora habían ido por él, cuando no esperaba ya a nadie, confiado en el olvido en que lo tenía
la gente; creyendo que al menos sus últimos días los pasaría tranquilos.
«Al menos esto —pensó— conseguiré con estar viejo. Me dejarán en paz.»
Se había dado a esta esperanza por entero. Por eso era que le costaba trabajo imaginar morir así,
de repente, a estas alturas de su vida, después de tanto pelear para librarse de la muerte; de haberse
pasado su mejor tiempo tirando de un lado para otro arrastrado por los sobresaltos y cuando su cuer-
po había acabado por ser un puro pellejo correoso curtido por los malos días en que tuvo que andar
escondiéndose de todos.
Por si acaso, ¿no había dejado hasta que se le fuera su mujer? Aquel día en que amaneció con la
nueva de que su mujer se le había ido, ni siquiera le pasó por la cabeza la intención de salir a buscarla.
38
Dejó que se fuera sin indagar para nada ni con quién ni para dónde, con tal de no bajar al pueblo. Dejó
que se le fuera como se le había ido todo lo demás, sin meter las manos. Ya lo único que le quedaba
para cuidar era la vida, y ésta la conservaría a como diera lugar. No podía dejar que lo mataran. No
podía. Mucho menos ahora.
Pero para eso lo habían traído de allá, de Palo de Venado. No necesitaron amarrarlo para que los
siguiera. Él anduvo solo, únicamente maniatado por el miedo. Ellos se dieron cuenta de que no podía
correr con aquel cuerpo viejo, con aquellas piernas flacas como sicuas secas, acalambradas por el
miedo de morir. Porque a eso iba. A morir. Se lo dijeron.
Desde entonces lo supo. Comenzó a sentir esa comezón en el estómago que le llegaba de pron-
to siempre que veía de cerca la muerte y que le sacaba el ansia por los ojos, y que le hinchaba la boca
con aquellos buches de agua agria que tenía que tragarse sin querer. Y esa cosa que le hacía los pies
pesados mientras su cabeza se le ablandaba y el corazón le pegaba con todas sus fuerzas en las costi-
llas. No, no podía acostumbrarse a la idea de que lo mataran.
Tenía que haber alguna esperanza. En algún lugar podría aún quedar alguna esperanza. Tal vez
ellos se hubieran equivocado. Quizá buscaban a otro Juvencio Nava y no al Juvencio Nava que era él.
Caminó entre aquellos hombres en silencio, con los brazos caídos. La madrugada era oscura, sin
estrellas. El viento soplaba despacio, se llevaba la tierra seca y traía más, llena de ese olor como de
orines que tiene el polvo de los caminos. glosario
Sus ojos, que se habían apeñuscado con los años, venían viendo la tierra, aquí, debajo de sus Apeñuscado: apiñado,
pies, a pesar de la oscuridad. Allí en la tierra estaba toda su vida. Sesenta años de vivir sobre de ella, de apretado de cosas o per
encerrarla entre sus manos, de haberla probado como se prueba el sabor de la carne. Se vino largo sonas oprimiéndose unas
rato desmenuzándola con los ojos, saboreando cada pedazo como si fuera el último, sabiendo casi contra otras.
que sería el último.
Luego, como queriendo decir algo, miraba a los hombres que iban junto a él. Iba a decirles que
lo soltaran, que lo dejaran que se fuera: «Yo no le he hecho daño a nadie, muchachos», iba a decirles,
pero se quedaba callado. «Más adelantito se los diré», pensaba. Y sólo los veía. Podía hasta imaginar
que eran sus amigos; pero no quería hacerlo. No lo eran. No sabía quiénes eran. Los veía a su lado la-
deándose y agachándose de vez en cuando para ver por dónde seguía el camino.
Los había visto por primera vez al pardear de la tarde, en esa hora desteñida en que todo parece
chamuscado. Habían atravesado los surcos pisando la milpa tierna. Y él había bajado a eso: a decirles
que allí estaba comenzando a crecer la milpa. Pero ellos no se detuvieron.
Los había visto con tiempo. Siempre tuvo la suerte de ver con tiempo todo. Pudo haberse escon-
dido, caminar unas cuantas horas por el cerro mientras ellos se iban y después volver a bajar. Al fin y al
cabo la milpa no se lograría de ningún modo. Ya era tiempo de que hubieran venido las aguas y las
aguas no aparecían y la milpa comenzaba a marchitarse. No tardaría en estar seca del todo.
Así que ni valía la pena de haber bajado; haberse metido entre aquellos hombres como en un
agujero, para ya no volver a salir.
Y ahora seguía junto a ellos, aguantándose las ganas de decirles que lo soltaran. No les veía la
cara; sólo veía los bultos que se repegaban o se separaban de él. De manera que cuando se puso a
hablar, no supo si lo habían oído.
Dijo:
—Yo nunca le he hecho daño a nadie —eso dijo. Pero nada cambió. Ninguno de los bultos pareció
darse cuenta. Las caras no se volvieron a verlo. Siguieron igual, como si hubieran venido dormidos.
Entonces pensó que no tenía nada más que decir, que tendría que buscar la esperanza en algún
otro lado. Dejó caer otra vez los brazos y entró en las primeras casas del pueblo en medio de aquellos
cuatro hombres oscurecidos por el color negro de la noche.
—Mi coronel, aquí está el hombre.
(Continúa...)
39
(Continuación...)
Acércate a
Se habían detenido delante del boquete de la puerta. Él, con el sombrero en la
mano, por respeto, esperando ver salir a alguien. Pero sólo salió la voz:
—¿Cuál hombre? —preguntaron.
—El de Palo de Venado, mi coronel. El que usted nos mandó a traer.
—Pregúntale que si ha vivido alguna vez en Alima —volvió a decir la voz de allá
adentro.
—¡Ey, tú! ¿Que si has habitado en Alima? —repitió la pregunta el sargento que esta-
Juan Rulfo (1918-1986). Escritor mexicano, autor de ba frente a él.
El llano en llamas (1953 ) y Pedro Páramo (1955), —Sí. Dile al coronel que de allá mismo soy. Y que allí he vivido hasta hace poco.
considerada una de las mejores obras de la literatura —Pregúntale que si conoció a Guadalupe Terreros.
iberoamericana contemporánea. También escribió
—Que dizque si conociste a Guadalupe Terreros.
guiones cinematográficos como Paloma herida
—¿A don Lupe? Sí. Dile que sí lo conocí. Ya murió.
(1963) y El gallo de oro (1963). En 1970 recibió el
Entonces la voz de allá adentro cambió de tono:
Premio Nacional de Literatura de México y, en
—Ya sé que murió —dijo—. Y siguió hablando como si platicara con alguien allá, al
1983, el Príncipe de Asturias de las Letras.
otro lado de la pared de carrizos.
—Guadalupe Terreros era mi padre. Cuando crecí y lo busqué me dijeron que estaba
muerto. Es algo difícil crecer sabiendo que la cosa de donde podemos agarrarnos
para enraizar está muerta. Con nosotros, eso pasó.
«Luego supe que lo habían matado a machetazos, clavándole después una
pica de buey en el estómago. Me contaron que duró más de dos días perdido y que,
cuando lo encontraron tirado en un arroyo, todavía estaba agonizando y pidiendo
el encargo de que le cuidaran a su familia.
«Esto, con el tiempo, parece olvidarse. Uno trata de olvidarlo. Lo que no se olvi-
da es llegar a saber que el que hizo aquello está aún vivo, alimentando su alma po-
drida con la ilusión de la vida eterna. No podría perdonar a ése, aunque no lo
conozco; pero el hecho de que se haya puesto en el lugar donde yo sé que está, me
da ánimos para acabar con él. No puedo perdonarle que siga viviendo. No debía
haber nacido nunca.»
Desde acá, desde fuera, se oyó bien claro cuando dijo. Después ordenó:
—¡Llévenselo y amárrenlo un rato, para que padezca, y luego fusílenlo!
—¡Mírame, coronel! —pidió él—. Ya no valgo nada. No tardaré en morirme solito,
derrengado de viejo. ¡No me mates…!
—¡Llévenselo! —volvió a decir la voz de adentro.
—...Ya he pagado, coronel. He pagado muchas veces. Todo me lo quitaron. Me cas-
tigaron de muchos modos. Me he pasado cosa de cuarenta años escondido como
un apestado, siempre con el pálpito de que en cualquier rato me matarían. No me-
rezco morir así, coronel. Déjame que, al menos, el Señor me perdone. ¡No me mates!
¡Diles que no me maten!
Estaba allí, como si lo hubieran golpeado, sacudiendo su sombrero contra la
tierra. Gritando.
En seguida la voz de allá adentro dijo:
—Amárrenlo y denle algo de beber hasta que se emborrache para que no le duelan
los tiros.
glosario
Horcón: horca grande de los labradores. Ahora, por fin, se había apaciguado. Estaba allí arrinconado al pie del horcón.
Había venido su hijo Justino y su hijo Justino se había ido y había vuelto y ahora otra
vez venía.
40
Lo echó encima del burro. Lo apretaló bien apretado al aparejo para que no se fuese a caer por el
camino. Le metió su cabeza dentro de un costal para que no diera mala impresión. Y luego le hizo
pelos al burro y se fueron, arrebiatados, de prisa, para llegar a Palo de Venado todavía con tiempo para
arreglar el velorio del difunto.
—Tu nuera y los nietos te extrañarán —iba diciéndole—. Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. En la colección Voz
Se les afigurará que te ha comido el coyote cuando te vean con esa cara tan llena de boquetes por viva de la Universidad
tanto tiro de gracia como te dieron. Nacional Autónoma de
México puedes escu
char el cuento de Juan
Rulfo que acabas de leer.
La forma de acceder a él
es por medio de un CD
o en la página web de
la Dirección de Literatu
ra de dicha Universidad:
Rulfo, J. (1953). “Diles que no me maten” en Pedro Páramo y El llano en llamas. <www.descargacultura.
México: Planeta (Col. Popular), 1993. pp. 175-182. unam.mx>.
Reflexiona:
• ¿Te gustó leer el texto?, ¿sabes de alguien cercano que haya vivido una experiencia
así?
• ¿Podrías identificar qué tipo de texto literario acabas de leer? Si es así, explica cómo
lo dedujiste.
• ¿Con esta lectura podrías decir cuál es el tema del texto?
• ¿Te ubicas en el lugar y el tiempo del relato?
• Si pudieses identificarte con alguno de los personajes, ¿con cuál lo harías y por
qué?
• ¿Cuál supones que es la intención comunicativa del texto?
• ¿Cómo es el lenguaje utilizado?, ¿entendiste el significado de todas las palabras?
• Si tuvieras que descomponer el texto, ¿con qué elementos dirías que cuenta?
Ahora que has reflexionado sobre el texto de Juan Rulfo, lee los siguientes textos
literarios, estos son más breves pero comparten una característica fundamental con el
texto que acabas de leer. Intenta analizar su estructura y contenido para descubrir qué
tienen en común.
Texto 1
Entonces llegué y vi a todos ahí sentados. Voltearon a verme ansiosos y sonrientes, algunas mujeres
lloraban. Yo no supe qué hacer así que caminé en línea recta del brazo de un hombre viejo. Nadie me
dijo que casarse era un asunto tan escabroso.
41
Texto 2
Los textos que aca Había una vez una joven princesa que vivía en Polanco. Un día su papá, el rey, cometió un fraude de
bas de leer son inéditos, millones de dólares y lo metieron a la cárcel. La princesa quería conservar su palacio así que decidió
ello significa que no se poner un anuncio en el periódico solicitando un príncipe que liquidara su deuda. Hoy la princesa
han publicado con ante conserva su código postal y comparte el lecho con un hombre de setenta años.
rioridad; su autora, Pau
lina del Collado L., los
escribió para este libro.
Texto 3
Se conocieron. Tenían prohibido enamorarse. Se enamoraron. Sufrieron. Sufrieron más. Se murieron
por falta de comunicación.
¿Qué sentimientos te provocaron los textos?, ¿notaste elementos en común entre ellos?, ¿si
tuvieras que clasificarlos dentro de un tipo de textos literarios en cuál los situarías?, ¿has es
cuchado alguna vez el término “narrativo”?, ¿conoces las particularidades de un texto denomi
nado así?, ¿alguna vez has leído, escuchado o visto una narración?
42
Necesitamos relatos tanto como necesitamos reír, dormir o respirar si no, Más información en...
¿cómo crees que la humanidad ha podido explicar aspectos como su existencia en Si te interesa saber más
el mundo, el devenir histórico o la construcción de diversas identidades? Claro, sobre el chisme, puedes
acceder a la página web
mediante la creación de mitos, formas de ver el mundo, maneras de selección del
How gossip works y
pasado histórico, etcétera. Todo tiene que ver con una historia que narramos co practicar tu inglés. <http://
lectiva e individualmente a lo largo de nuestras vidas. A diario jugamos a ser emi www.howstuffworks.com/
sores y receptores de historias, contamos a un amigo qué sucedió en la fiesta del fin gossip.htm>.
de semana, referimos a nuestra madre el raro sueño que tuvimos, vamos al cine a
ver la última película de acción sobre tiras cómicas, vemos una serie policíaca en la
televisión, chateamos en las redes sociales, entre otras cuestiones. Todas estas ac
ciones están encaminadas a emitir o recibir relatos que permiten configurarnos
ante el universo (cuando uno cuenta su propia historia o experimenta un suceso
decisivo) y que, por supuesto, hace posible el obtener una visión de lo que nos ro
dea, de nuestro mundo. ¿Crees que la facultad de los glosario
seres humanos para intercambiar experiencias e ideas Mundo: es un término que puede tener muchas sinónimos,
uno de los más comunes es Tierra. Sin embargo, algunos hu
pueda transportarse a un texto?
manistas explican que hay diferencias sustanciales entre am
¿Alguna vez has notado que cuando narramos algo bos términos. Mientras Tierra es un término geográfico preciso,
a alguien tenemos que apegarnos a cierta estructura o mundo es un concepto filosófico complejo. Mundo no se refie
distribución de los elementos para que nuestro inter re solamente a la tierra que pisamos, sino también a lo que los
seres humanos creemos y pensamos, a las costumbres que
locutor pueda entender la historia de la mejor manera compartimos y a los ideales con que soñamos.
posible? Por ejemplo, pensemos en la historia de un
asesinato, no basta con afirmar “lo mató”, ¿o sí?, ¿qué información supones que
falta?, ¿no crees que para aprehender la historia necesitamos jugar a ser detectives
y responder varias preguntas como quién dice que es asesinato, qué ocurrió, quién
participa en las acciones, dónde y cuándo sucedió y por qué? Entonces, para tener
completo el relato, podríamos decir:
una noche fría de invierno en una vieja mansión Fulano y Perengano
cuándo dónde quién participa
peleaban por ver quién se quedaría con la propiedad que perteneciera a sus
por qué
abuelos. Para no entrar en líos de papeles y notarías, Mengano decidió
qué ocurrió
dispararle a Fulano.
6 Recupera las preguntas que planteamos hace un momento —quién narra, qué
ocurrió, quién participa, dónde y cuándo ocurrió la acción y por qué— y las
narraciones breves que leíste después del texto de Juan Rulfo. Estudia las narraciones y
43
Texto 1
Entonces llegué y vi a todos ahí sentados. Voltearon a verme ansiosos y sonrientes, algunas mujeres llora-
ban. Yo no supe qué hacer así que caminé en línea recta del brazo de un hombre viejo. Nadie me dijo que
casarse era un asunto tan escabroso.
¿Quién narra?
¿Qué narra?
¿Quién o quiénes
participan en la
acción?
¿Cuándo y
dónde?
Texto 2
Había una vez una joven princesa que vivía en Polanco. Un día su papá, el rey, cometió un fraude de millo-
nes de dólares y lo metieron a la cárcel. La princesa quería conservar su palacio así que decidió poner un
anuncio en el periódico solicitando un príncipe que liquidara su deuda. Hoy la princesa conserva su códi-
go postal y comparte el lecho con un hombre de setenta años.
¿Quién narra?
¿Qué narra?
¿Quién o quiénes
participan en la
acción?
¿Cuándo y
dónde?
44
Texto 3
Se conocieron. Tenían prohibido enamorarse. Se enamoraron. Sufrieron. Sufrieron más. Se murieron por
falta de comunicación.
¿Quién narra?
¿Qué narra?
¿Quién o quiénes
participan en la
acción?
¿Cuándo y
dónde?
45
Inicio
Introduce Clímax Final
Desarrollo
personajes, Momento de Desenalce,
Muestra el
ambientes y máxima se da la
conflicto de la
circunstancias tensión de la solución al
narración.
que dan origen historia. conflicto.
a un conflicto.
46
Novela, cuento y micro relato son géneros propios miento veloz y desarrollo imprescindible, que a tra
del texto narrativo porque en los tres se cuenta una vés del suspenso conduce a un clímax, y a un des
historia, ya sea imaginaria o aparentemente real. enlace perfecto o satisfactorio. Por su parte, la
Algunos estudiosos diferencian los géneros por su novela es exploración de la vida: refleja y describe
extensión pero otros determinan las particularida el impacto, la complejidad, la fructificación, la ca
des de cada uno mediante el análisis de otra serie tástrofe de las emociones y deseos humanos; por
de factores como la profundidad de la historia y la eso, en la novela los personajes necesitan evolucio
fortaleza de los personajes. Hoy en día es más com nar, estar ubicados en el tiempo sucesivo, en espa
plejo establecer el límite entre la novela y el cuento cios bien establecidos y con lenguajes particulares.
pues comparten elementos de la ficción, su estruc Mientras que el micro relato o micro cuento se ca
tura puede ser sencilla o compleja y su extensión racteriza por ser conciso, es decir, breve y preciso y
muy variable; así se puede hablar de novela corta y de una gran intensidad expresiva, pues es un verda
cuento largo. Sin embargo, cuando hay que precisar dero extracto no en el sentido del resumen, sino en
para definir, podemos concebir al cuento como un el sentido de “esencia”, es decir, solamente contie
relato en el que suceden cosas, incidentes, de movi ne lo más importante, lo central.
7 Continúa tu trabajo con los micro relatos de la actividad anterior. Toma en cuen-
ta que no todos los elementos se enuncian de manera explícita y tú como lec-
tor tienes la tarea de llenar los espacios indeterminados.
Texto 1
Entonces llegué y vi a todos ahí sentados. Voltearon a verme ansiosos y sonrientes, algunas mujeres llora-
ban. Yo no supe qué hacer, así que caminé en línea recta del brazo de un hombre viejo. Nadie me dijo que
casarse era un asunto tan escabroso.
Situación inicial
¿Quiénes son los personajes?
¿Dónde y cuándo se ubica el relato?
Suceso desencadenante
¿Qué situación nueva se presenta?
¿Qué saca a los personajes de su
cotidianidad?
Clímax/Reacción
¿Qué hace el personaje ante
el nuevo panorama?
Situación final
¿Cómo termina o resuelve?
47
Texto 2
Había una vez una joven princesa que vivía en Polanco. Un día su papá el rey cometió un fraude de millo-
nes de dólares y lo metieron a la cárcel. La princesa quería conservar su palacio así que decidió poner un
anuncio en el periódico solicitando un príncipe que liquidara su deuda. Hoy la princesa conserva su códi-
go postal y comparte el lecho con un hombre de setenta años.
Situación inicial
¿Quiénes son los personajes?
¿Dónde y cuándo se ubica el relato?
Suceso desencadenante
¿Qué situación nueva se presenta?
¿Qué saca a los personajes de su
cotidianidad?
Clímax/Reacción
¿Qué hace el personaje ante
el nuevo panorama?
Situación final
¿Cómo termina o resuelve?
Texto 3
Se conocieron. Tenían prohibido enamorarse. Se enamoraron. Sufrieron. Sufrieron más. Se murieron por
falta de comunicación.
Situación inicial
¿Quiénes son los personajes?
¿Dónde y cuándo se ubica el relato?
Suceso desencadenante
¿Qué situación nueva se presenta?
¿Qué saca a los personajes de su
cotidianidad?
Clímax/Reacción
¿Qué hace el personaje ante
el nuevo panorama?
Situación final
¿Cómo termina o resuelve?
48
Hasta este momento, ya eres capaz de identificar un texto narrativo porque sabes
cuáles son sus elementos y cómo es su estructura. Ahora es tiempo de profundizar
sobre los conceptos que ya descubriste.
Texto 1
El discípulo
De raso negro, bordeada de armiño y con gruesos alamares de plata y de ébano, la gorra de Andrés
Salaino es la más hermosa que he visto. El maestro la compró a un mercader veneciano y es realmente
digna de un príncipe. Para no ofenderme, se detuvo al pasar por el Mercado Viejo y eligió este bonete
de fieltro gris. Luego, queriendo celebrar el estreno, nos puso de modelo el uno al otro.
Dominado mi resentimiento, dibujé una cabeza de Salaino, lo mejor que ha salido de mi mano.
Andrés aparece tocado con su hermosa gorra, y con el gesto altanero que pasea por las calles de Flo-
rencia, creyéndose a los dieciocho años un maestro de la pintura. A su vez, Salaino me retrató con
el ridículo bonete y con el aire de un campesino recién llegado de San Sepolcro. El maestro celebró
(Continúa...)
49
(Continuación...)
Acércate a
alegremente nuestra labor, y él mismo sintió ganas de dibujar. Decía: «Salaino sabe
reírse y no ha caído en la trampa». Y luego, dirigiéndose a mí: «Tú sigues creyendo en
la belleza. Muy caro lo pagarás. No falta en tu dibujo una línea, pero sobran muchas.
Traedme un cartón. Os enseñaré cómo se destruye la belleza».
Con un lápiz de carbón trazó el bosquejo de una bella figura: el rostro de un
ángel, tal vez el de una hermosa mujer. Nos dijo: «Mirad, aquí está naciendo la belle-
za. Estos dos huecos oscuros son sus ojos; estas líneas imperceptibles, la boca. El
Juan José Arreola (1918-2001). Figura clave rostro entero carece de contorno. Ésta es la belleza». Y luego, con un guiño: «Acabe-
de las letras mexicanas. De formación autodidacta, mos con ella». Y en poco tiempo, dejando caer unas líneas sobre otras, creando es-
es uno de los escritores más reconocidos en pacios de luz y de sombra, hizo de memoria ante mis ojos maravillados el retrato de
el ámbito nacional e internacional; no solamente por Gioia. Los mismos ojos oscuros, el mismo óvalo del rostro, la misma imperceptible
su peculiar sentido del humor y su habilidad para sonrisa.
borrar las fronteras entre la realidad y la fantasía,
Cuando yo estaba más embelesado, el maestro interrumpió su trabajo y co-
sino también por la precisión de sus metáforas.
menzó a reír de manera extraña. «Hemos acabado con la belleza», dijo. «Ya no queda
Entre sus obras se encuentran La parábola del
sino esta infame caricatura.» Sin comprender, yo seguía contemplando aquel rostro
trueque (1938), Confabulario (1952), La feria
espléndido y sin secretos. De pronto, el maestro rompió en dos el dibujo y arrojó los
(1963), Bestiario (1972), Inventario (1976), Tú y yo
pedazos al fuego de la chimenea. Quedé inmóvil de estupor. Y entonces él hizo algo
somos uno mismo (1988).
que nunca podré olvidar ni perdonar. De ordinario tan silencioso, echó a reír con una
risa odiosa, frenética. «¡Anda, pronto, salva a tu señora del fuego!» Y me tomó la
mano derecha y revolvió con ella las frágiles cenizas de la hoja de cartón. Vi por úl
tima vez sonreír el rostro de Gioia entre las llamas.
Con mi mano escaldada lloré silencioso, mientras Salaino celebraba ruidosa-
mente la pesada broma del maestro.
Y sigo creyendo en la belleza. No seré un gran pintor, y en vano olvidé en San
Sepolcro las herramientas de mi padre. No seré un gran pintor, y Gioia casará con el
hijo de un mercader. Pero sigo creyendo en la belleza.
Trastornado, salgo del taller y vago al azar por las calles. La belleza está en torno
de mí, y llueve oro y azul sobre Florencia. La veo en los ojos oscuros de Gioia, y en el
glosario
porte arrogante de Salaino, tocado con su gorra de abalorios. Y en las orillas del río
Abalorios: objetos pe me detengo a contemplar mis dos manos ineptas.
queños de forma esférica La luz cede poco a poco y el Campanile recorta en el cielo su perfil sombrío. El
con una perforación, que panorama de Florencia se oscurece lentamente, como un dibujo sobre el cual van
se pueden unir para for cayendo demasiadas líneas. Una campana deja caer el comienzo de la noche.
mar collares o brazaletes, Asustado, palpo mi cuerpo y echo a correr temeroso de disolverme en el cre-
o también pegar sobre la púsculo. En las últimas nubes creo distinguir la sonrisa fría y desencantada del maes-
ropa o muebles. tro, que hiela mi corazón. Y vuelvo a caminar lentamente, cabizbajo, por calles cada
vez más sombrías, seguro de que voy a perderme en el olvido de los hombres.
50
Acércate a
Texto 2
El perro que deseaba ser un ser humano
En la casa de un rico mercader de la ciudad de México, rodeado de comodidades y de toda clase de
máquinas, vivía no hace mucho tiempo un Perro al que se le había metido en la cabeza convertirse en
un ser humano, y trabajaba con ahínco en esto.
Al cabo de varios años, y después de persistentes esfuerzos sobre sí mismo, caminaba con facili-
dad en dos patas y a veces sentía que estaba ya a punto de ser un hombre, excepto por el hecho de Augusto Monterroso
que no mordía, movía la cola cuando encontraba a algún conocido, daba tres vueltas antes de acos- (1921-2003). Escritor
guatemalteco considerado uno
tarse, salivaba cuando oía las campanas de la iglesia, y por las noches se subía a una barda a gemir
de los autores latinoamericanos
viendo largamente a la luna.
más reconocidos del siglo XX.
De formación autodidacta, su
producción más representativa
está en los textos breves, como
las fábulas compiladas en títulos
como: El concierto y el eclipse
(1947), Uno de cada tres y El
centenario (1952), La oveja
Monterroso, A. (1969). “El perro que deseaba ser un ser humano” negra y demás fábulas (1969),
en La oveja negra y demás fábulas. México: Era, (2006) p. 71. Animales y hombres (1971),
Lo demás es silencio (1978),
Las ilusiones perdidas
(1985), Esa fauna (1992).
Texto 3
Los conspiradores
Acércate a
No queremos dejarla en paz. Antes de suicidarse, B llamó a sus amigos. No dijo lo
que intentaba ni alcanzamos a imaginarlo. B no había hecho simulacros ni ensayos
generales. Nadie acudió al llamado. El abandono es injustificable. Pero, como es de
suponerse, tenemos paliativos, coartadas. El teléfono suena a medianoche. Hay so-
bresaltos. No somos los que fuimos. Ahora cada uno tiene deberes y necesidad de
levantarse temprano.
El suicidio es una crítica radical a nuestro modo de vida y, en primer término, un José Emilio Pacheco (1939). Poeta, narrador,
asesinato simbólico. Todos sentimos que matamos a B, y ella, en venganza, acabó ensayista y traductor mexicano nacido en la Ciudad
con nosotros. Nos sobrevaloramos al pensar que una palabra nuestra, un gesto soli- de México. Ha recibido una gran cantidad
dario, los consuelos de la filosofía cristiana o estoica, la esperanza de la revolución de premios entre los cuales destaca el Cervantes que
mundial, la memoria de los buenos momentos en compañía, el despliegue de nues- otorga el Ministerio de Cultura de España. Entre
tras propias humillaciones y fracasos, un sarcasmo oportuno y escarnecedor… algo su obra poética destaca: Los elementos de la noche
hubiera bastado para conjurar el suicidio. (1963); Irás y no volverás (1973); Trabajos en el mar
Más que en nuestro íntimo sufrimiento, en estas maniobras se revela el horror (1983). Algunos de sus textos en prosa son: El viento
de estar vivo. Nos sentimos tan culpables que nadie quiere cargar la culpa. distante y otros relatos (1963), El principio del placer
(Continúa...) (1972) y Las batallas en el desierto (1981).
51
(Continuación...)
Entre habladurías y reproches directos, sostenemos una campaña cerrada
para que alguno de nosotros expíe el remordimiento colectivo —y le haga a B en
la muerte la compañía que no supimos hacerle en vida.
¿Recuerdas las preguntas planteadas sobre los elementos del texto narrativo? La
primera se refería a quién narra la historia, y como recuerdas esta entidad es cono
cida como narrador. La voz narrativa es aquella que nos hace llegar la información
sobre algún suceso y dependiendo del punto de vista que asuma y de la cantidad de
información a la que tenga acceso el narrador se clasifica como:
El narrador omnisciente es una voz que narra la historia El narrador protagonista se expresa en primera persona.
desde fuera, es decir, no es un personaje. Se le compara En este tipo de relatos quien habla es el personaje principal
a menudo con la figura de un dios, pues lo sabe y ve todo de la historia. Diferenciamos a este tipo de narrador de un
en las atmósferas, tiene acceso a los sentimientos testigo por que éste se coloca a sí mismo como el eje de la
y pensamientos de los personajes y conoce cómo transcurrirán historia. La finalidad es contar a un lector hipotético algún
las tramas. Este narrador se expresa en tercera persona, esto evento transcurrido que atraviese la vida del personaje.
le da credibilidad y lo habilita para explicar cualquier detalle El narrador protagonista no tiene acceso a mucha información,
que, como lectores, ignoremos. no sabe qué piensan los otros personajes ni qué le espera en
un futuro. Por la misma razón es generalmente subjetivo
Tipos de narradores
El narrador testigo nos refiere los acontecimientos de una Como su nombre lo indica, el narrador en segunda persona
historia que ha presenciado, como su nombre lo indica. se dirige a un “tú”. Suele contar su propia historia, puede hablar
Es frecuente que el narrador testigo sea un personaje menor de forma explícita a alguien que mencione el personaje (como
o secundario en la trama principal. Generalmente se expresan en el género epistolar) o hablar a sí mismo como una especie
en tercera persona y nos refieren sólo lo que ellos saben. de conciencia que por su indeterminación aluda al lector.
9 Regresemos a los textos que leíste para la actividad anterior, en cada uno ha-
bla una voz narrativa distinta. ¿Podrías identificar el tipo de narrador de cada
uno? Inténtalo trabajando tu análisis en un cuadro como el siguiente.
52
Texto 1 El discípulo
Tipo de narrador
¿Por qué?
(Enumera las características
que identificaste para justificar
tu respuesta).
10 Como hiciste con anterioridad, trabaja con los textos de Arreola, Monterroso y
Pacheco para analizar la trama. Vuelve a realizar tu análisis mediante un cua-
dro como el siguiente.
Texto 1 El discípulo
¿Qué cuenta el texto?
¿Cómo lo hace?
(Estructura del texto narrativo:
Situación inicial, suceso
desencadenante, reacción/acción
y situación final).
(Continúa...)
53
(Continuación...)
¿Cómo lo hace?
(Estructura del texto narrativo:
Situación inicial, suceso
desencadenante, reacción/acción
y situación final).
Texto 3 Los conspiradores
¿Qué cuenta el texto?
¿Cómo lo hace?
(Estructura del texto narrativo:
Situación inicial, suceso
desencadenante, reacción/acción
y situación final).
Hasta este punto has profundizado en los elementos de narrador y trama que con
forman el texto narrativo. Ahora es tiempo de responder a la pregunta: ¿Quién o
quiénes participan en la historia? Como ya se explicó, a las entidades que realizan
o sufren las acciones del relato se les conoce como personajes. Estos son seres
ficticios, es decir, que fueron creados por el autor. Los estudiosos del tema han
desarrollado diversas formas de clasificar a los personajes de un texto narrativo;
por ejemplo, por su grado de acción en el relato los personajes pueden ser princi
pales, secundarios o incidentales.
Los personajes principales son los de mayor grado de acción en el relato. Gene
ralmente la trama se desenvuelve en torno a ellos y se les caracteriza con mayor
profundidad.
Los secundarios son personajes con un grado de acción moderado. Apoyan la
actuación del personaje principal, están menos caracterizados y su contribu
ción al desarrollo de la acción es menor que la de los primarios.
Los incidentales son personajes con grado de acción muy bajo. Habitualmente
contribuyen a la ambientación de la historia pero su participación en el desa
rrollo de los sucesos que componen la trama no es relevante.
Otra forma de clasificar a los personajes es por su complejidad ya que a todos
se les concede una serie de características f ísicas y psicológicas que conforman su
identidad dentro de la historia, de esta forma se clasifican en:
Planos: personajes de los que se define solamente un rasgo de su carácter o que
presentan un mismo comportamiento a lo largo del relato, es decir, no cambian
ni evolucionan. Se construyen alrededor de una sola idea o cualidad.
54
Redondos:
se les describe con mayor detenimiento, muestran distintos aspec
tos de sí mismos y su comportamiento se modifica según las situaciones que Más información en...
experimentan dentro del relato. Son muy parecidos a las personas reales, ya Anderson Imbert, E. (2007).
que pueden variar su carácter y sus formas de pensar. Técnica y teoría del cuento.
4ª ed. Madrid: Ariel.
Como seguramente notaste la relación entre personaje y acción es muy estre Kohan, S. A. (2007). La acción
cha, por lo que cada personaje se desarrolla dentro de un esquema o modelo ac- narrativa: claves para
tancial. Dicho modelo describe seis funciones que configuran la actuación del desarrollar escenas, diálogos y
personajes creíbles. Madrid:
personaje de la siguiente forma: Alba Editorial
El sujeto o personaje en la historia, también conocido como personaje prota-
gónico, (¿quién?) busca o desea un objeto (¿qué es lo que quiere?) y para alcanzar Pardo, E. (2006). Escribir
cuento y novela. México:
lo es asistido por un ayudante (¿quién le ayuda a conseguirlo?) o es imposibilitado Paidós Ibérica (Croma).
por un opositor, que bien puede ser un personaje antagónico, (¿quién le impide
Leal, P. et al. (2005). Tras la
alcanzar el objetivo?). Mientras que el conjunto de hechos que se suceden los dis
huella… del cuento.
pone un destinador (¿qué impulsa a actuar al sujeto?) y se dirigen a un destinata- México: Edere.
rio (¿con qué fin lo hace?).
11 Ahora que posees mayor información sobre el elemento del personaje es fácil
que puedas elaborar un mapa mental en el que organices la información sobre
él. Una sugerencia es partir del concepto base “personaje” para después ramificar tu
mapa según los criterios de clasificación explicados. Si es necesario, busca más infor-
mación por medio de Internet o en algún libro en el que se aborden los textos literarios
o se hable de literatura universal. Utiliza este espacio para tu mapa mental.
Ahora que tienes claro el concepto analiza detenidamente a los personajes de El discí-
pulo, de El perro que deseaba ser un ser humano y Los conspiradores. Para ayudarte a
lograrlo puedes guiarte por el siguiente cuadro:
55
Tipo de personaje
por su grado
Tipo de personaje
Personaje(s) de acción Características Características
Texto por su complejidad
(nombre) (protagonista, físicas psicológicas
(plano, redondo)
secundario,
incidental)
Texto 1
El discípulo
Texto 2
El perro que
deseaba ser un
ser un humano
Texto 3
Los
conspiradores
Una vez que hayas completado el cuadro, identifica al personaje principal de cada uno
de los textos narrativos y completa los siguientes esquemas actanciales:
En una ficha de trabajo redacta una síntesis de lo que has comprendido sobre las
características y los elementos del texto narrativo. Consulta tus respuestas en el Apén-
dice 1.
56
Espacio
Físico Psicológico
57
Al leer un texto narrativo el lector tiene que tomar en cuenta que son dos los tiem
pos representados en el relato; estos son el tiempo externo y el tiempo interno.
Texto 1
El discípulo Tiempo del relato: Tiempo interno:
58
59
Cuando el autor crea literatura tiene presente la idea del lector, o sea, sabe que
alguien leerá su texto y por ello busca producir ciertos efectos en esa persona.
Como has visto en otros módulos hay tipos de textos en los que el autor expresa de
forma explícita su intencionalidad, un ejemplo de ello son los científicos, en los que
el autor afirma “el objetivo de x experimento es comprobar que y”. No obstante, en
el caso de los textos literarios encontrar la intencionalidad del autor es tarea del
lector, ya que ésta permanece implícita. Por lo tanto, el lector debe leer con aten-
ción y deducir el sentido del texto.
Es muy importante que tengas en cuenta que llegar a la intencionalidad exacta
del autor al momento de escribir su obra es una tarea imposible. Por más que se
hayan hecho estudios sobre El Quijote que afirman que lo que buscaba Miguel de
Cervantes era hacer una parodia de los libros de caballería medievales, dicha obra
cervantina es tan compleja e innovadora para su época que ha admitido a lo largo de
la historia muchísimas interpretaciones y, evidentemente, es imposible que como
lectores revivamos a un hombre que tiene alrededor de
cuatro siglos muerto para entrevistarlo sobre la inten
ción que tuvo al escribir la novela. Incluso ha sucedido
que autores contemporáneos expresan su sorpresa
ante las interpretaciones que dan los lectores de sus
obras. Basta con detenernos en algunas de las interpre
taciones que se le han dado a El Quijote para darnos
cuenta de que una gran virtud de los textos literarios es
su capacidad de renovarse a la par de sus lectores. Por
ejemplo, durante el siglo XVII se le leyó en clave cómica
y se consideró a Cervantes un gran humorista; la volun
tad científica del siglo XVIII lo interpretó como una crí
tica a la irracionalidad humana, mientras que los
lectores románticos del siglo XIX lo interpretaron como la comprobación de un des
tino trágico ya que el ser idealista entra en conflicto con la crudeza del mundo real.
Como puedes ver por el ejemplo anterior es muy común que el lector perciba
en el texto literario una serie de valores estéticos que se relacionan con su propio
contexto y no con el del autor del texto. Aunque no podamos desligar la obra cer
vantina de los acontecimientos históricos, políticos y sociales del siglo XVII, la
lectura que hacemos de ella está determinada por nuestro aquí y ahora en el siglo
XXI, es decir, que al leer la novela llamarán nuestra atención aquellas situaciones y
valores con las que nos identifiquemos y que nos afectan hoy en en día, por el con
texto en el que vivimos.
13 Con base en tu lectura de El discípulo, El perro que deseaba ser un ser humano
y Los conspiradores responde a los siguientes cuestionamientos.
60
1. Compara la forma en que se utiliza el lenguaje en los textos. ¿Comprendiste todo lo que
dicen los textos?, ¿supones que la forma en que se expresan es difícil de entender? Expli
ca tu respuesta.
2. Si el lenguaje empleado en los tres textos es simple y accesible al lector, ¿qué los distin
gue de la manera en que hablamos?, ¿por qué son literarios?
4. ¿Qué sentimientos y pensamientos te produjo la lectura de Los conspiradores? Más información en...
El artículo “El texto
narrativo” en el sitio l y L
material de lengua y literatura
cuya dirección electrónica
es: www.materialesdelen-
gua.org. En dicho sitio
también encontrarás
5. ¿Podrías asegurar que José Emilio Pacheco buscaba generarte esas sensaciones?
información sobre historia
de la literatura de habla
hispana, teoría literaria y
géneros. Presenta blogs con
6. ¿Piensas que el sentido de El discípulo es solamente el de contar una historia amena so recursos diversos para el
estudio de lengua y
bre un pintor amateur en Italia?, ¿sí/no?, ¿por qué?
literatura; por ejemplo, en
El mundo en verso hay una
selección de poemas
acompañada de videos de
poemas cantados por
artistas varios.
61
3. Elabora un cuadro como el de la actividad 11, donde incluyas a todos los per
sonajes que aparecen en el cuento. Incluye columnas para responder qué tipo
de personajes son por su caracterización y su complejidad, las características
f ísicas y psicológicas.
62
8. ¿Cuál crees que sea el espacio psicológico del cuento? ¿Dónde se ve reflejado?
10. ¿Crees que la intención de Juan Rulfo sea solo una o que el texto puede admi
tir distintas lecturas? Sí/No, ¿por qué?
63
Asesoría
El trabajo de análisis de un texto
11. ¿Cómo es el mundo que retrata “Diles que no me maten”, ¿Es diferente o seme
puede resultar laborioso y difícil,
por eso lo hemos realizado jante al tuyo?
contigo, paso a paso, pero si
tienes dificultad para llevarlo
a cabo puedes acudir con un
asesor del Centro de Servicios
de Preparatoria Abierta más
cercano a tu localidad
o consultar por Internet algún
documento confiable sobre
análisis literario. Continua elaborando tu fichero del saber con conceptos, definiciones
y aprendizajes construidos por ti. Para este momento, en el que ya terminaste de
estudiar el texto narrativo, además de fichas bibliográficas, de resumen y textuales,
integra a tu fichero fichas de comentario. Si lo requieres consulta el Apéndice 1.
A diferencia de la escritura de una ficha textual, la de comentario es libre pues
en ella solamente anotas tus ideas y no las de autor. En este tipo de fichas también
puedes registrar los acuerdos y las discrepancias que tengas con el autor, así como
las incoherencias o contradicciones que encuentres en el texto.
Como en cualquier otro tipo de ficha de trabajo, también se refieren los datos
básicos sobre la obra y el autor.
Si no tienes seguridad sobre tus conocimientos sobre el texto narrativo, trabaja
un cuento que tu elijas y analízalo con base en lo que has estudiado hasta ahora.
Toma como método de análisis el que has realizado hasta ahora en las actividades.
Texto lírico
Comenzaste a construir tu conocimiento sobre el texto literario acercándote a sus
Estás trabajando
para identificar características generales. Ya eres capaz de inferir su intención comunicativa, y ya
los elementos sabes trabajar con uno de los géneros del texto literario, el texto narrativo. Con lo
estructurales de textos que has realizado hasta ahora tal vez puedas construir ya una o más explicaciones
narrativos, líricos, dramáticos de por qué y cómo el texto literario puede modificar la visión del mundo. Sin em
y ensayísticos de bargo, tus suposiciones posiblemente no sean tan certeras como debieran, porque
los diversos textos que leas.
los textos narrativos no son los únicos textos literarios a los que un lector puede
acceder. Para lograr mayor exactitud en tu estudio hay que continuar trabajando
con los demás géneros de los textos literarios. ¿Tienes interés y disposición para
ello? ¿Continuamos?
Después de haber estudiado el texto narrativo eres capaz de identificar sus ele
mentos, analizar su estructura e inferir la intención comunicativa del mismo. ¿Es
tás listo(a) para explorar otra clase de texto literario? ¡Comencemos!
64
Texto 4
¡Si me llamaras, sí…!
¡Si me llamaras, sí;
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
65
Lee por segunda vez el texto anterior, pero ahora presta atención a la intención comu-
nicativa de su autor, el uso del lenguaje y sus elementos estructurales. Responde a las
siguientes preguntas con base en tu lectura.
1. ¿Qué tipo de texto literario acabas de leer? Explica por qué lo dedujiste.
2. Recuerda las características del texto narrativo (estructura y elementos) para decidir si
“¡Si me llamaras, sí…!” puede clasificarse como narrativo y explica por qué.
5. ¿Cuál es el tema del texto que acabas de leer? Si tienes problemas para responder lo
anterior puedes leerlo una vez más.
66
Con seguridad concluiste que el anterior no es un texto narrativo, pues sus carac
terísticas no corresponden a ello y se debe a que “¡Si me llamaras, sí…! ” es un
texto literario pero del género lírico. Vayamos con calma.
15 Lee el siguiente texto lírico del poeta chileno Vicente Huidobro. Redacta en tu
cuaderno de notas un párrafo o dos donde expliques: qué entiendes que afir-
ma el texto sobre la poesía y sobre la labor de los poetas. Puedes empezar tu texto con
67
la siguiente frase: “Según el poema de Vicente Huidobro la poesía es…”. Puedes consul-
tar el Apéndice 1 si requieres verificar las respuestas.
Arte poética
Que el verso sea como una llave Solo para nosotros
Que abra mil puertas. Viven todas las cosas bajo el Sol.
Una hoja cae; algo pasa volando;
El poeta es un pequeño Dios.
Cuanto miren los ojos, creado sea,
Acércate a Y el alma del oyente quede temblando. Disponible en <http://www.
vicentehuidobro.uchile.cl/poema6.htm>.
Inventa mundos nuevos y cuida tu [Consulta: 19/07/2012].
palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Vicente Huidobro (1893-1943). Poeta chileno Como recuerdo, en los museos;
fundador del Creacionismo, movimiento poético Mas no por eso tenemos menos fuerza;
vanguardista. Fue además uno de los impulsores de El vigor verdadero
la poesía de vanguardia en América Latina. Autor Reside en la cabeza. Huidobro, V. (1916). Vicente Huidobro:
de infinidad de poemas, entre los cuales destacan Por qué no cantáis la rosa, ¡oh Poetas! Obra selecta. Caracas: Biblioteca Ayacucho,
Altazor y Temblor de cielo (1931). Hacedla flocerer en el poema; 1989, p. 3.
68
Acércate a
La Pantera
Del deambular de las barras se ha cansado tanto
su mirada, que ya nada retiene.
Es como si hubiera mil barras
y detrás de mil barras ningún mundo hubiese.
Rainer Maria Rilke (1875-1926). Poeta
El suave andar de pasos flexibles y fuertes, austrohúngaro considerado uno de los poetas más
que gira en el más pequeño círculo, importantes de la lengua alemana y la literatura
es como una danza de fuerza en torno un centro universal. Sus obras fundamentales son las Elegías
en el que se yergue una gran voluntad dormida. de Duino y los Sonetos a Orfeo. En prosa destacan
las Cartas a un joven poeta y Los cuadernos
Sólo a veces se abre mudo el velo de Malte Laurids Brigge.
de las pupilas. Entonces las penetra una imagen,
recorre la tensa quietud de sus miembros
y en el corazón su existencia acaba.
R. M. Rilke. Nuevos poemas. París, 5 o 6 de noviembre de 1902.
Traducción del alemán de © Sergio Ismael Cárdenas Tamez.
69
(Continuación...)
Acércate a
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Con seguridad, a lo
largo de tu vida has uti
lizado un sin fin de dic 2. ¿Conoces todas las palabras del texto? Si no es así consulta un diccionario con el fin de
cionarios, de catálogos o mejorar tu comprensión del poema.
colecciones de palabras
definidas o explicadas de
algún modo y dispues
tas en un orden deter
minado. Existen diversos
tipos de diccionarios, 3. ¿Sabes a qué aluden las palabras en negritas? Si no lo sabes te sugerimos que acudas a
uno de ellos es el temá
tico que, como su nom
un diccionario especializado en la materia.
bre lo dice, se especializa
en palabras de un tema.
En este caso, los diccio
narios temáticos que po
drías usar son los que
definen los términos li
terarios.
70
4. Observa la disposición formal del texto lírico anterior, ¿qué lo diferencia del texto narra Más información en...
tivo? Hay una gran variedad de
diccionarios de términos
literarios en librerías,
bibliotecas y en la red. Dos
de ellos, que te pueden
auxiliar en la tarea
de investigación literaria,
son: Beristáin, H. (1992).
5. Lee en voz alta el texto de Lope de Vega. Recuerda respetar los signos de puntuación y Diccionario de retórica
hacer las pausas que te pide el texto. ¿Qué notaste?, ¿suena igual que cuando lees un y poética, México: Porrúa
Barajas, B. (2006).
cuento?
Diccionario de términos
literarios y afines,
México: Edere.
Redacta en una ficha de trabajo lo que hasta este momento has compren-
dido del texto lírico. Ten la ficha a la mano para completarla conforme vayas trabajando
con lo que a continuación harás. Verifica tus respuestas en el Apéndice 1.
Como posiblemente notaste, una particularidad importante del texto lírico reside
en su forma. La manera en que Lope de Vega estructuró el poema que acabas de
leer no es casual, obedece a una serie de reglas de composición que muchos crea
glosario
dores de poesía siguen para escribir sus textos. Cuando investigaste qué era un Métrica: se denomina así
soneto probablemente te encontraste con que es una estructura poética compuesta a la disciplina que estudia
por 14 versos, divididos en dos cuartetos y dos tercetos. ¿La definición que encon las normas de construc
traste te parece suficiente para comprender la manera en que se estructura un tex ción de los versos, las es
to lírico? Probablemente no. ¿Qué te falta? Todavía es necesario que sepas que el trofas y los poemas que
se rigen por principios
vocabulario al que acabas de enfrentarte (soneto, verso, terceto, etcétera) pertene
métricos.
ce al campo de la métrica y ésta es la disciplina que estudia las normas de construc
ción de algunos poemas.
Más información en...
Te sugerimos la consulta de Quilis, A. (2009). Métrica española.
Madrid: Ariel y Navarro Tomás, T. (1991). Métrica
17 Averigua un poco más sobre la métrica en otras española, Barcelona: Editorial Labor.
fuentes. Puedes consultar algún libro que tra- También puedes descargar el material disponible en la
te sobre el tema o alguna página especializada en Inter- siguiente liga: <http://srhernandez.files.word press.
com/2011/10/metrica.pdf> [Consulta: 05/06/2012].
net. Además de ampliar su definición investiga si está
presente en todas las composiciones poéticas y cuál es su
utilidad. También te será útil consultar el Apéndice 1.
71
Gestión del aprendizaje Regresemos al poema de Lope de Vega, ¿qué está haciendo el poeta cuando afirma
“catorce versos dicen que es soneto”? Según apunta el yo o sujeto lírico, es decir,
Tradicionalmente se defi aquel que habla en el poema y que crea el autor, debe de realizar un soneto por
ne como sujeto lírico al
encargo y, en una clase de juego de ingenio, decide componer un soneto sobre la
enunciador del poema,
aquel que expresa sus sen composición de un soneto. De esa manera, Lope de Vega realiza un texto lírico
timientos. También se le metaliterario, lo que significa que hace una reflexión literaria por medio de la lite
denomina hablante poé ratura misma, ¿interesante, no?
tico. Hoy existen estudios Pero, ¿qué información sobre la composición del texto lírico nos proporciona
que explican que el yo Lope de Vega? En la reflexión que hace sobre los elementos que componen su poe
poético o sujeto lírico
es el que tiene la palabra
ma empieza por hablar del verso y, como seguramente encontraste al investigar el
e instaura las marcas de término, éste es la unidad mínima básica que compone a un poema. La función del
identificación, el “aquí y verso es dotar al texto lírico de metro (o de determinada cantidad de sílabas. Del
ahora” del poema. latín versus, verso es el conjunto de palabras que están sujetas a cadencia (un cierto
ritmo) y medida (determinada por la cantidad de sílabas). El verso es la primera
unidad ordenada (línea) de un poema.
Trabajemos el siguiente poema del español Miguel Hernández. Lo primero que
haremos es leerlo y analizar la manera en que se dispone la información y el tema
que está tratando el texto.
Acércate a
Nanas de la cebolla
La cebolla es escarcha que te traigo la luna
cerrada y pobre. cuando es preciso.
Escarcha de tus días
y de mis noches. Alondra de mi casa,
Miguel Hernández (1910-1942). Poeta y dramaturgo Hambre y cebolla, ríete mucho.
español reconocido por su compromiso con la causa hielo negro y escarcha Es tu risa en tus ojos
rebelde durante la Guerra Civil Española. Identificado grande y redonda. la luz del mundo.
con la Generación del 36, Hernández participó Ríete tanto
en revistas literarias, tertulias y recitales a favor En la cuna del hambre que mi alma al oírte,
del frente republicano. Son de su autoría mi niño estaba. bata el espacio.
las compilaciones de poemas Viento del pueblo Con sangre de cebolla
(1937), El hombre acecha (1938) y Cancionero se amamantaba. Tu risa me hace libre,
y romancero de ausencias (1942). Pero tu sangre, me pone alas.
escarchada de azúcar, Soledades me quita,
cebolla y hambre. cárcel me arranca.
Boca que vuela,
Una mujer morena, corazón que en tus labios
resuelta en luna, relampaguea.
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna. Es tu risa la espada
Ríete, niño, más victoriosa,
72
73
Gestión del aprendizaje leemos en voz alta, algunas palabras pierden la mayor o menor elevación del soni
do, la tonicidad. Esperamos que con el siguiente ejemplo te quede más claro:
El verso en español puede
ser de dos tipos según el Nò te derrùmbes
número de sílabas que Nò sèpas lo que pàsa
tiene: si tiene menos de nì lo que ocùrre.
ocho sílabas es llamado
verso de arte menor; si Los acentos invertidos indican en qué vocal se concentra la tonicidad de cada
tiene más de ocho es ver verso. Si cuentas las sílabas en “Nanas de la cebolla” tanto los versos uno como tres
so de arte mayor. tienen no solamente el mismo número de acentos sino que ambos los tienen en la
Por ejemplo:
• “no/ se/ pas/ lo/ que/
primera y cuarta sílaba, lo que crea una regularidad rítmica, mientras que el verso
pa/ sa” es un verso de dos, que es más largo, rompe con esa regularidad pues no únicamente tiene tres
siete sílabas (heptasí acentos sino que no repite el acento de cuarta sílaba y tiene uno en la segunda, lo
labo), por lo tanto es que nos da un ritmo más juguetón. Esta es la razón por la que los poemas tienen
un verso de arte menor. ritmo.
• “yo/ pen/sé/ que/ no/
ha/lla/ra/ con/so/nan/
Como puedes ver, “Nanas de cebolla” es un poema de versos heptasilábicos en
te” es un verso de once combinación con versos pentasilábicos; es decir, versos de siete y cinco sílabas. Las
sílabas (endecasílabo), estrofas son regulares, es decir, la combinación entre heptasilábicos y pentasilá
por lo tanto es un verso bicos es siempre la misma. Las estrofas presentan un esquema de rima: a b c b d a d
de arte mayor. como se señala a continuación:
La cebolla es escarcha a
cerrada y pobre. b
Escarcha de tus días c
y de mis noches. b
Hambre y cebolla, d
hielo negro y escarcha a
grande y redonda. d
Es importante que notes que si las letras se repiten es porque hay rima entre
esos versos, es decir, “pobre” rima con “noches” y “cebolla” con “redonda”. Este tipo
de rima se llama asonante porque se repiten los sonidos de las vocales a final de
verso pero no el de las consonantes.
Este poema utiliza versos de arte menor, es decir, sus versos son menores a las
ocho sílabas, por eso las letras que usamos para marcar la rima son minúsculas; si
nos encontráramos con un poema con versos de arte mayor, estos se señalan con
letras mayúsculas, como este fragmento [vv. 39-46] del Primero sueño de Sor Juana
(1692) publicada en Primero sueño y las soledades (México: FCE, 2009):
Y aquellas que su casa a
campo vieron volver, sus telas yierba, B
a la deidad de Baco inobedientes, C
—ya no historias contando diferentes, C
en forma sí afrentosa transformadas, D
74
75
Más información en... del mundo; es decir, que el poeta aumenta ese brillo para darnos a entender que
Para saber cómo analizar tiene a los ojos de su hijo en gran estima.
un poema desde su forma Ahora trabajemos para analizar el tema del poema; es decir el contenido del
revisa: http://srhernandez.
poema de Hernández, dando respuesta a las siguientes preguntas.
files.wordpress.
com/2011/10/metrica.pdf ¿Con qué términos iguala el poeta a la cebolla? Claro, con la escarcha, la pobre
za, la leche. Elementos que denotan hambre.
Barajas, B. (2001). Tras
la huella de… la poesía.
¿Por qué supones que Hernández elige decir que su hijo se amamanta de san
México: Edere. gre de cebolla en vez de decir leche? Le da un tinte de pobreza y desesperanza, la
leche de la que se amamanta su bebé es producto de que la madre sólo come cebo
Coronado, J. (2007).
Para leerte mejor. Claves para llas porque el poema se enmarca en una atmósfera de pobreza acompañada con
leer poesía. México: Limusa. hambre.
¿De qué color crees que es la sangre del hijo de Hernández en el poema? Ese
Zaid, G. (2009). Leer poesía,
México: Bolsillo. color es importante para el resto del poema, ¿por qué? Es blanca. Ayuda a mante
ner la coherencia con la cebolla, la leche, el azúcar y la luna.
¿Quién es la luna?, ¿qué relación tiene con el hijo de Hernández? Es la esposa
de Hernández, es la madre. El hijo de Hernández es comparado con un ave, ¿Qué
crees que simboliza? La libertad, el niño es libre.
En el poema hay una oposición entre el hijo de Hernández y el poeta y tiene
que ver con lo que simboliza el ave, ¿cuál es? Hay dos respuestas posibles: el niño
sonríe por lo feliz que es, en cambio el poeta está triste porque no está con él. La
respuesta más profunda es que el niño es feliz y sonríe porque es libre, como un
pájaro, en cambio el poeta está triste porque está preso, la oposición entonces sería
libertad contra cautiverio.
76
77
Versos
Asesoría
Recuerda que el trabajo
de análisis de un texto puede Rima
resultar laborioso y difícil, por
eso lo hemos realizado contigo,
paso a paso, pero si tienes Sujeto y objeto líricos
dificultad para llevarlo a cabo
puedes pedir ayuda a un asesor,
un maestro, un estudiante de Figuras retóricas
literatura o consultar por Internet
algún documento confiable
sobre análisis literario. Si tienes Argumento o tema
alguna duda de cómo localizar
información por medio de la red,
tal vez la consulta del Apéndice Intencionalidad del autor
2 del libro te auxilie.
Has finalizado una etapa más sobre el estudio del texto literario. Ojalá tu interés en
conocerlo con mayor profundidad haya aumentado. Esperamos que continúes con
la búsqueda de una respuesta a ¿Cómo se construye un texto literario y por qué
y cómo un texto literario puede modificar tu visión del mundo?, para elaborar
el resumen de esta unidad.
78
El atentado
1
El general Borges, ex presidente de la República, regresa a la capital después de dos años
de estar dedicado, «como Cincinato moderno», a la agricultura.
Proyección: Un ferrocarril entra en la estación. Una multitud lo recibe.
Desaparece la proyección. Entra Borges seguido de Baz, Paz y Raz, periodistas. Se detiene
en el centro.
Baz- Díganos, general, ¿cuál es la razón de su venida a la cuidad de México?
Borges- Vengo a recibir la Medalla del Mérito Agrícola, que me ha concedido la
Cámara de Comercio.
Los periodistas apuntan en sus libretas.
Paz- ¿Vive usted contento lejos de la política?
Borges- Soy un agricultor nato. Mi intervención en la vida revolucionaria del
país fue solo un paréntesis, mi gestión presidencial, un sacrificio. La
revolución ha triunfado, mi labor ha concluido. Ahora soy feliz en el
campo.
Los periodistas apuntan.
Raz- ¿Tiene usted intenciones de regresar a la política, mi general?
Borges- Categóricamente: ningunas.
sufragio efectivo,
no reelección
79
(Continuación...)
un periodo constitucional, el ciudadano que haya desempeñado el puesto, podrá ser
reelecto por una sola vez».
Aplauso estruendoso, bravos, etcétera. Diana por la Sinfónica de México.
Proyección: Un tren sale de la estación.
Proyección: Una multitud.
Entra Borges. Los diputados lo escuchan.
Borges- Estaba yo alejado del bullicio de la gran ciudad, dedicado al cultivo de la tierra que tanto
quiero y de la que tanto me cuesta separarme, cuando llegó hasta mí una comisión de
legisladores para invitarme a regresar a la palestra política. Rechacé su invitación, seño-
res. Aplauso. Más tarde ocurrieron sucesos que me hicieron recapacitar, comprendí que
mi lugar sigue estando en la línea de fuego y que no tengo derecho a negarle a la Patria
mi cooperación cuando la necesita. Aplauso entusiasta. Soy un esclavo del deber. Aplau-
so delirante.
la lucha electoral
Los diputados se quitan los bigotes y se convierten en manifestantes. Borges se ha retirado. Los manifestan-
tes sacan un cartel que dice: «Viva Gámez». Luego otro que dice: «Viva Gómez». Luego otro que dice: «Muera
Borges».
Proyección: Simultáneamente tres fotos; Gámez, Borges y Gómez, diciendo acalorados discursos.
Ruidos: Dos descargas cerradas.
Proyección: Las fotografías de Gámez y Gómez son reemplazadas por las de dos sepelios. La de Borges
continúa.
Se descubre a Borges solo en escena, diciendo un discurso.
Borges- La lucha electoral ha terminado, señores. El pueblo soberano ha expresado su voluntad
y no me queda más remedio que someterme a ella tomando las riendas del poder du-
rante el próximo cuatrienio.
Aplauso delirante.
Oscuro. Se escucha un ruido que va en aumento, hasta terminar en una explosión.
(…)
1. ¿Qué diferencias observas entre este texto y los leídos en los apartados sobre el texto
narrativo y el texto lírico?
80
3. ¿Con lo leído hasta ahora, podrías deducir qué tipo de texto literario es El atentado?
5. A partir de tu lectura describe cómo es el texto e intenta deducir algunas de sus particu
laridades. Toma en cuenta la forma en que está dispuesta la información y los elementos
que ayudan a darle sentido a la obra.
81
escenario y el hecho de que estos personifican ante los espectadores, entre los que
estabas tú, una serie de acciones desencadenadas por conflictos humanos. Para
que se puedan interpretar todas esas acciones, realizar el montaje, preparar a los
actores, diseñar la escenograf ía, etcétera, tiene que existir un texto dramático que
los anteceda.
El texto dramático se expresa estéticamente al igual que el texto narrativo y el
Gestión del aprendizaje
lírico. La particularidad del texto dramático es que no alcanza su objetivo artístico
por sí mismo, pues a diferencia de la novela y de la poesía que son entidades com
Para un acercamiento más pletas, éste está pensado y escrito para la representación en un escenario. Como
profundo al texto dramá podrás imaginarte en el caso del teatro el acto comunicativo se vuelve más comple
tico los estudiosos lo han
jo que en otros textos literarios; si la obra dramática se lee, el dramaturgo es el
clasificado en géneros. Tra
dicionalmente, estos eran emisor, la obra el mensaje y el receptor es el lector individual, pero cuando se le
dos: la comedia y la tra representa, que es el fin que condiciona la validez del texto dramático, los emisores
gedia pero a lo largo del son el dramaturgo, el director y los actores, lo que transcurre en el escenario (la
tiempo surgieron la pieza, acción directa) es el mensaje y el receptor es el espectador colectivo o público. ¿Al
la tragicomedia, la farsa, la guna vez te has enfrentado como lector a un texto dramático? Claro, lo acabas de
obra didáctica y el melo
drama. hacer al leer la primera escena del primer acto de El atentado de Jorge Ibargüen
goitia.
20 Lee el acto segundo de la obra Todos eran mis hijos del dramaturgo y guionista
estadounidense Arthur Miller, presta atención a la forma en que se presenta la
información y ten en mente las características de los otros tipos de textos literarios que
ya has estudiado, para poder establecer comparaciones. Una vez concluida la actividad,
no olvides verificar tu respuesta en el Apéndice 1.
82
to, te ves desplazado en cinco minutos. ¿Qué podía hacer? ¿Permitir que me quitaran esos
cuarenta años, que me quitaran la vida? (Su voz se quiebra). Nunca pensé que llegaran a insta-
lar aquellas piezas. Te lo juro. Supuse que las descartarían antes de que nadie levantara el
vuelo.
Chris. —Entonces, ¿para qué las entregaste?
Keller. —Me dije que, para cuando las descubrieran, tendría de nuevo el proceso en marcha, con lo
que me necesitarían y dejarían seguir las cosas. Pero pasaron varias semanas y nadie nos llamó
al orden. Fue entonces cuando pensé decirles lo que había pasado.
Chris. —¿Y por qué no lo dijiste?
Keller. —Era tarde. Los periódicos… Era toda la primera plana. Veintiún aviones estrellados…Era de-
masiado tarde. Vinieron con esposas al taller…¿Qué podía hacer? (Se sienta en el banco, en el
centro). Chris… Chris, lo hice por ti. Había un riesgo y lo corrí por ti. Tengo sesenta y un años.
¿Cuándo iba a tener la oportunidad de hacer algo por ti? A los sesenta y un años, ya no hay
oportunidades, ¿comprendes?
Chris. —Tú sabías incluso que los aviones tenían que caerse…
Keller. —Yo no he dicho eso…
Chris. —¿No ibas a prevenirles que no los usaran?
Keller. —Pero eso no quiere decir…
Chris. —Quiere decir que tú sabías que se iban a estrellar.
Keller. —No quiere decir eso.
Chris. —Entonces, tú creías que se iban a estrellar.
Keller. —Tal vez temía.
Chris. —¡Tal vez temías! ¡Cielos! ¿Qué clase de persona eres? Los pobres muchachos colgaban en el
aire de esas culatas… ¿No lo sabías?
Keller. —¡Lo hice por ti! ¡Era un negocio para ti!
Chris (con incontenible furia). —¡Para mí! ¿Dónde vives? ¿De dónde vienes? ¡Para mí! Yo me estaba mu-
riendo cada día y tú matabas a mis hombres y… ¿lo hacías para mí? ¿En qué crees que estaba
pensando? ¿En el maldito negocio? ¿Es eso hasta donde puedes ver? ¿Tu negocio? ¿Qué sig-
nifica eso, el negocio? ¿Qué significa eso de que lo hiciste para mí? ¿No tienes una patria? ¿No
vives en el mundo? ¿Qué diablos eres tú? No eres ni siquiera un animal, porque los animales
no matan a los suyos. ¿Qué eres? ¿Qué puedo hacer contigo? Debería arrancarte la lengua
ahora mismo. ¿Qué puedo hacer? (Con un puño, golpea en el hombro de su padre, quien se tam-
balea, cubriéndose el rostro mientras llora) ¿Qué puedo hacer, Cristo, qué puedo hacer?
Keller. —Chris… Mi Chris…
Telón
Miller, A. (1947). Todos eran mis hijos. Buenos Aires: Losada (Biblioteca clásica y contemporánea). 1978, pp. 84-85.
83
4. Enseguida del título y antes de la primera intervención de Keller, ¿qué se nos indica?,
¿sabes por qué se marca lo anterior?
7. Ubica los paréntesis y lee el texto que encierran en cursivas, ¿qué indican?
84
10. ¿Qué situación política, social e histórica crees que estén viviendo los personajes de la
obra?
11. ¿Qué sensaciones te produjo leer “Todos eran mis hijos”?, ¿por qué?
¿Sabes qué lograste en la actividad anterior? Identificar los elementos estructurales Más información en...
de un texto dramático. Al responder las preguntas buscaste información en el texto Para saber cómo leer textos
y determinaste aquellos aspectos que conforman a los textos dramáticos. Ahora lo dramáticos puedes
que prosigue es que te inicies en el conocimiento de los conceptos que acabas de consultar la obra de
Hayman, R. (1998). Cómo
trabajar, para que tengas una mejor comprensión de los mismos e incrementes tu ca leer un texto dramático,
pacidad crítica y analítica durante la lectura de una obra dramática. Continuemos. México: UAM (Molinos de
Como te diste cuenta, todo lo que se dice en el texto dramático se hace a través Viento, 123). También
de diálogos, por lo mismo no es necesaria la intervención de un narrador, ya que puedes buscar Cómo leer
todas las acciones que transcurren en el texto están hechas para ser vistas ante un teatro en el portal de la
educación Educar Chile,
espectador. cuya dirección electrónica
Cuando leíste el acto segundo de la obra Todos eran mis hijos, ¿no llamó tu es www.educar.cl y de
atención la estructura del texto?, ¿la disposición de la información fue distinta a la manera específica el
de otro tipo de textos?, ¿si pasaras rápido los ojos por un texto dramático, conside artículo disponible en:
<www.educarchile.cl/
rarías normal ver el texto dividido en actos y en escenas, las indicaciones sobre el
Portal.Base/Web/VerConte-
aspecto del espacio o de los actores, el constante diálogo entre personajes, etcéte nido.aspx?ID=75735>.
ra? Antes de ahondar en lo anterior es indispensable que tomes en cuenta que todo [Consulta: 04/06/2012].
texto dramático se conforma mediante dos tipos de estructuras, interna y externa.
85
Bien, ¿por qué supones que un dramaturgo divida el texto dramático en actos? Ima
gina que tú eres el autor de un texto de este tipo, ¿cómo le indicarías al espectador
que asiste a tu obra sobre los cambios en el ritmo, por ejemplo la continuidad del
tiempo y el espacio (el paso de los años o los cambios de ambientación), o entre
momentos de tensión de la historia (el planteamiento o el desenlace)? Lo más pro
bable es que la estructures dividiendo tu obra en unidades coherentes dentro de la
trama, es decir, en actos.
En realidad, a lo largo de la historia del teatro ha variado mucho la manera de
dividir la obra dramática; las representaciones clásicas griegas no se dividían en
actos pues el ritmo se marcaba dentro de la obra misma por la aparición de los
coros. En los siglos XVI y XVII en España la obra se dividía en tres actos, como seña
la el prolífico dramaturgo Lope de Vega en El arte nuevo de hacer comedias en este
tiempo, mientras que en otros lugares del mundo, como Francia e Inglaterra, divi
dieron sus obras en cinco actos a la manera del conocido escritor William Shakes
peare. Hoy en día podemos encontrar obras de muchos actos y otras de uno solo.
Sin importar de cuántos actos se componga el texto dramático siempre debe tener
se en cuenta que la finalidad principal de esta división es la de presentar al espec
tador las distintas etapas y atmósferas de la obra.
Por otro lado, una subdivisión de los actos son las escenas. No todas las obras
dramáticas requieren este recurso; la división en escenas es útil para marcar una
progresión dramática, a veces indica diferentes tiempos o espacios con lo que se
hace más compleja la trama o se acentúan los conflictos. Es frecuente que el cam
bio de escena esté marcado por la entrada y salida de los personajes, y que esta
acción provoque alguna modificación en el ritmo de la obra.
Ahora imaginemos que eres el director de una obra de teatro y que serás res
ponsable de llevar el texto dramático a su realización máxima, es decir, al momento
de representación. ¿Por medio de qué elementos sabrías cómo disponer la esceno
graf ía, cómo ambientar la obra, en qué momento entra un personaje y sale otro,
qué movimientos hacen o qué reacciones experimentan los personajes cuando dia
logan? Recuerda en Todos eran mis hijos, ¿cómo se indicaba la manera de moverse
de Keller y Chris?, ¿cómo podemos acceder a las sensaciones que experimentaba
Chris al reclamarle a su padre? ¡Claro! A través de las indicaciones entre paréntesis
y cursivas es que el lector puede ubicarse en un determinado tiempo o espacio (una
calle, una ciudad determinada, una época, etcétera), que puede detallar aspectos
de la personalidad de algún personaje como su apariencia f ísica o su evolución
psicológica, y que puede imaginar las acciones que no se expresan en diálogos. A
estas indicaciones que parece disponer el dramaturgo para la realización de la
puesta en escena se les llama acotaciones.
En sentido estricto una acotación es todo texto señalado por el autor del texto
dramático (no pronunciado por los actores) destinado a la correcta representación
de una obra. La manera en que los dramaturgos presentan sus acotaciones es muy
86
variada; hay quienes dedican una buena parte al inicio de cada acto a describir el
ambiente (lugar, tiempo, aspecto de los personajes) en un párrafo, otros dramatur
gos encierran entre paréntesis sus indicaciones y algunos otros marcan éstas con
letras cursivas. Lo fundamental de representar las acotaciones es que se distingan
Las acotaciones es
del resto del texto de la obra dramática. cénicas suelen presen
¿Crees que una obra de teatro pueda hacerse sin entidades que actúen?, ¿qué tarse en letra cursiva y
función piensas que tienen Keller y Chris en el texto de Arthur Miller? La presencia entre paréntesis, pero
de los personajes en un texto dramático es imprescindible, de otra forma ¿quién también pueden hacer
lo en párrafos indepen
llevaría a cabo la acción que intenta mostrar el dramaturgo? Los personajes, al dientes.
igual que en el texto narrativo, son creación del autor y es a través de ellos que se
manifiestan situaciones y conflictos humanos. El elemento del personaje en el tex
to dramático tiene la misma naturaleza que en el texto narrativo; es decir, también
se le clasifica por su grado de acción (primario, secundario o incidental) y por su
complejidad (plano o redondo).
La diferencia entre los personajes del texto dramático y del texto narrativo es la
manera en que estos se presentan; mientras que en el texto narrativo es común que
conozcamos a los personajes gracias a la mediación del narrador, en el texto dra
mático podemos conocerlos a través de las acotaciones, del señalamiento que hace
el dramaturgo de sus nombres (por ejemplo “Keller”), del listado de apariciones
que a veces se dispone al inicio de cada acto, o de la deducción de sus característi
cas a partir de los diálogos mismos.
Como ya hemos mencionado y como tú te has percatado, las acciones que efec
túan los personajes del texto dramático se expresan por medio de diálogos. El diá
logo dramático es generalmente la imitación de un intercambio verbal entre dos o
más personajes.
Por otra parte, el monólogo o soliloquio es como un diálogo sin interlocutor
real, es decir, una conversación unilateral ininterrumpida. Generalmente el perso Más información en...
naje que pronuncia el monólogo expresa a través de éste sus ideas, emociones y
Si te interesa leer más
pensamientos más íntimos a los espectadores. Pueden darse distintos tipos de co sobre el texto dramático
municación monológica, por ejemplo un personaje visible que habla con uno que puedes consultar Tras
no está (alguien implorando a un dios, hablando con un muerto, etcétera), entre un la huella de… el teatro
ser animado y uno inanimado o que no puede participar del diálogo (una conver de Cervantes, C. (2005).
México: Edere.
sación telefónica, un hombre que habla con su perro), etc. Muchas veces el monó
logo se inserta en el discurso a través de afirmaciones o preguntas autodirigidas, Plau, A. “Consejos
para escribir teatro” en
éstas sirven para dar animación al razonamiento. Dramaturgia I. Disponible
Cada intervención de algún personaje por medio del diálogo o del monólogo en: <http:// http://
da información al lector o al espectador, indica emociones, manifiesta rasgos de la dramaturgia_1.lacoctelera.
identidad de algunos personajes, expresa ideas, etcétera. net/post/2010/04/28/
Por último, otra valiosa herramienta de análisis es recordar la distinción entre alfonso-plou-consejos-
escribir-teatro>. [Consulta:
argumento y trama. El primero alude a la narración ordenada y causal de los acon 04/06/2012]
tecimientos o acciones que se dan en el texto dramático. Mientras que la trama se
87
21 ¡Ya conoces y sabes identificar los elementos estructurales del texto dramáti-
Estás trabajando co! Hasta el momento has sido capaz de reconocerlos en Todos eran mis hijos
para reconocer, en de Arthur Miller pero, ¿qué tal si lo intentas con la obra a la que te enfrentaste al inicio
textos dados, particu- de la unidad?
laridades, características y
Vuelve a leer la primera escena de El atentado de Jorge Ibargüengoitia antes de
diferencias, e inferir en estos
las visiones del mundo plan- acércate a la segunda para analizarlas. Elabora un mapa conceptual donde indiques los
teadas por los autores. elementos estructurales de un texto dramático y lo ejemplifiques con el análisis de la
obra. Si lo deseas puedes realizar tu mapa con base en el modelo siguiente:
Texto dramático:
El atentado
Escenas
Contexto geográfico
Actos
Contexto histórico
Acotaciones
Diálogo
Monólogo
Personajes
Tu análisis no puede estar completo sin estudiar cuál es la visión del mundo retratada
por el autor. Busca en la obra pistas que te den información sobre la situación cultural
que su autor brinda y las que tú infieras: formas de vivir la vida cotidiana (valores refle-
jados, creencias, maneras de actuar dentro de un ambiente político, etcétera), concep-
tos de espacio y tiempo para contrastarlos con tu realidad. Sintetiza tu análisis en un
resumen de mínimo un párrafo y máximo tres sobre lo observado en la obra.
88
El atentado
2
En la inspección de Policía; Suárez y su ayudante estudian unas fotografías.
Ayudante —Esta foto muestra los daños causados por la explosión; esta otra es la de una bomba que
no explotó; éstas son las perforaciones que hay en el techo; estos son los tres detenidos,
que habrá que poner en libertad por falta de méritos.
Suárez —¿Revisó usted el texto de los discursos pronunciados por los diputados en los días ante-
riores al atentado?
Ayudante —Sí, señor.
Suárez —¿Hubo ataques al general Borges?
Ayudante —Alguien dijo que protestaba por alguna cosa, alguien habló de la no reelección, alguien
dijo que las elecciones del domingo pasado no habían sido legales… pero nada especial.
Suárez —Bien. Para la policía todos son sospechosos. Primer sospechoso: el señor Presidente de la
República. Ambos hacen una leve inclinación de cabeza. Segundo: el Presidente Electo. Incli-
nación de cabeza. Tercer sospechoso: el Ministro de Gobernación, Cuarto: el Presidente de
la Cámara. Quinto: los católicos. Sexto: el Ministro de Guerra. Tampoco hay que descartar la
posibilidad de que se trate de una simple rivalidad entre dos partidos que luchan por
conseguir el dominio de la Cámara, o bien, de dos individuos que luchan por conseguir el
amor de una misma mujer. Podría ser también cuestión de celos: profesionales, políticos,
afectivos. En fin, amigo mío, hay tantas personas y tantas razones para hacer volar la Cáma-
ra de Diputados… Quizá, inclusive, no hubo ni siquiera una razón, bien puede tratarse de
una mera equivocación, o de un capricho, o bien de un ensayo, y el verdadero atentado se
producirá en un lugar completamente diferente, en el Toreo, por ejemplo…
Entran los diputados Balgañón, Gavaldón y Malagón, con sombreros texanos y bigotes retorcidos.
Balgañón —General Suárez, en nombre del Congreso de la Unión…
Gavaldón —De los compañeros ferrocarrileros…
Malagón —Y de los electores del distrito de Celaya…
Balgañón —Y compenetrados como estamos de nuestros deberes para con la Nación.
Gavaldón —Venimos a ponernos a las órdenes de la policía…
Malagón —A su digno cargo…
Balgañón —Y a rendir declaración…
Gavaldón —Con objeto de dilucidar en lo posible la identidad del culpable del atentado de que fue
objeto la Cámara de Diputados.
Balgañón —Balgañón. Estrecha la mano de Suárez.
Gavaldón —Gavaldón. Idem.
Malagón —Malagón. Idem.
Suárez —Señores, los felicito por el sentido de responsabilidad que los trae aquí y les suplico que
empiecen con su declaración.
Balgañón —A Gavaldón. Empiece usted compañero.
Gavaldón —De ninguna manera, compañero. Empiece usted. A Malagón. O usted.
Malagón —Usted primero, compañero. O en todo caso, el compañero Balgañón.
Balgañón —Yo soy de la opinión que empiece el compañero Gavaldón. Esto es, si el general Suárez
no tiene inconveniente.
(Continúa...)
89
(Continuación...)
Gavaldón —Sin embargo, yo considero que usted es el más indicado, compañero.
Suárez —A Balgañón. Empiece usted.
Balgañón —¿Yo? Bien, puesto que usted me lo pide. Se aclara la garganta. La tarde en que ocurrió el
atentado, la sesión de la Cámara terminó a las seis y treinta y cinco. Antes de salir de la sala
estuve hablando dos o tres minutos con el diputado José Juan Sánchez. Luego, tomé el
portafolio que acostumbro llevar a las sesiones y con él bajo el brazo, me dirigí al lugar
donde se encuentran instalados los servicios sanitarios del edificio, pues hacía ya rato tenía
la intención de hacer uso de uno de ellos. Penetré en el recinto donde se encuentran los
servicios que mencioné, fui hasta la puerta de uno de los gabinetes y traté de abrirla…
todo fue inútil. Estaba cerrada herméticamente. Me alejé unos pasos y noté que por deba-
jo asomaban unos zapatos cafés. Comprendí entonces que había una persona haciendo
uso del aparato en cuestión; pero después descubrí que lo mismo ocurría en el de junto,
así que llegué al tercer gabinete, que es el que colinda con la pared sureste del edificio de
la Cámara, lo abrí, entré en él, dejé el portafolio en el piso, me despojé del saco y de la
corbata, prendas que colgué en un perchero, y me instalé. En los momentos que trans
currieron después pude darme cuenta de que había un diálogo entre las personas que
ocupaban los otros gabinetes. Puse atención y me pareció que lo que se decía era en
apariencia inocente y hasta baladí, cuando terminé de hacer uso de sanitario y después de
tomar las medidas higiénicas que consideré necesarias, me puse la corbata, luego el saco,
recogí el portafolio y salí a los lavabos en donde me lavé las manos convenientemente. En
esos momentos se abrió la puerta del gabinete central y apareció el diputado Gavaldón
aquí presente.
Gavaldón —Sí, señor, estoy de acuerdo con la declaración.
Balgañón —Me despedí de él y ya me retiraba por el pasillo, en dirección a la salida, cuando com-
prendí que había olvidado tirar de la cadena que pone en libertad el agua del depósito del
sanitario. Durante unos momentos estuve indeciso entre si regresar y tirar de la cadena, o
si bien dejar ese trabajo a la siguiente persona que hiciera uso del sanitario antes mencio-
nado. Tomando una decisión, volví sobre mis pasos, cruzándome en el camino con el di-
putado Gavaldón que iba hacia la salida; al llegar a los lavabos encontré al diputado
Malagón, aquí presente, quien según me confesó después, era la persona cuyos zapatos
cafés había yo visto, que había estado ocupando el primer gabinete.
Malagón —Estoy de acuerdo.
Suárez —Prosiga usted, diputado.
Balgañón —Pues bien: saludé al compañero, caminé unos pasos, entré en el gabinete, tiré de la ca-
dena, y en ese mismo instante se produjo una explosión tremenda, que me hizo perder el
sentido.
Suárez —Muchas gracias, diputado Balgañón, lo felicito por la sinceridad con que se ha expresa-
do y espero que los datos que nos aporta sirvan para establecer la identidad del autor o
autores del atentado.
Gavaldón —Mi general, quiero hacer una aclaración.
Suárez —Hágala, diputado.
Gavaldón —Es nada más en el sentido de que yo tiré de la cadena a su debido tiempo y que no
ocurrió ninguna explosión.
Suárez —Según el informe pericial, diputado, en el gabinete central que era el que usted ocupa-
ba, no había instalada ninguna bomba. Sin embargo, le agradezco mucho su aclaración y
me parece un dato interesante.
Malagón —Pido la palabra.
90
91
(Continuación...)
El ayudante sale.
Suárez —Señores, quiero felicitarlos por la exactitud de los datos que nos han proporcionado y
por la valiosa ayuda prestada por ustedes en el esclarecimiento de este misterio.
Gavaldón —A Malagón, abriendo los brazos. Un abrazo, compañero.
Los diputados se abrazan unos a otros, mientras se produce el
Oscuro
(…)
Ibargüengoitia, J. (1963). El atentado. Los relámpagos de agosto.
(ed. de Juan Villoro y Víctor Díaz). México: CONACULTA/FCE, 2002.
Hasta ahora has centrado tu lectura y análisis en escenas de dos obras de tea-
tro El atentado y Todos eran mis hijos, para familiarizarte con los elementos
92
93
elementos de un texto literario. Numera los pasos e intenta seguirlos para no per
derte en las acciones por realizar. Si tienes dudas de cómo hacerlo, consulta el
Apéndice 1.
Has llevado a cabo un arduo trabajo con los textos dramáticos, es impor
tante que reflexiones sobre lo que has aprendido. Una forma de hacerlo es recapi
tular sobre tus nuevos conocimientos y complementarlos con la búsqueda de los
datos necesarios para ello. Tal vez te puedan auxiliar títulos como los sugeridos en
las cápsulas Más información en…
Para este momento, tu fichero del saber tendrá un buen número de fichas de
resumen, textuales, de paráfrasis y comentarios sobre los textos narrativos, los líri
cos y los dramáticos. Ahora, lo puedes complementar con fichas mixtas o combi-
nadas. Los estudiosos, como tú, utilizan este tipo de fichas para comparar datos
extraídos de dos o más textos de un mismo género o de géneros diferentes. Las fi
chas mixtas más comunes son textuales-comentario y textuales-resumen.
94
Texto ensayístico
A lo largo de varias sesiones te has enfrentado al texto literario para construir tu
Estás trabajando
propio conocimiento sobre él. Comenzaste por analizar sus características buscan para identificar
do sus particularidades con respecto a otros tipos de texto como el científico, el los elementos
histórico y el periodístico. Recordaste los modos discursivos para establecer una estructurales de
relación con el texto literario y te adentraste hasta ahora a tres de sus tipos: el na textos narrativos, líricos,
dramáticos y ensayísticos de
rrativo, el lírico y el dramático. Para concluir su estudio como manifestación crea
los diversos textos que leas.
tiva y comunicativa, ahora te acercarás al texto ensayístico. Estás pues por concluir
para poder responder: ¿Cómo se construye un texto literario y por qué y cómo
un texto literario puede modificar tu visión del mundo?
Al igual que en el acercamiento al texto narrativo, al lírico y al dramático, te
invitamos a comenzar por leer para distinguir las características del ensayo.
Anota en las siguientes líneas, según tú, cuál es el factor más importante para
que una comunidad, un pueblo o una nación progrese.
La imaginación y el progreso
Escribe Luis Araquistáin que “el espíritu conservador, en su forma más desinteresada, cuando no
nace de un bajo egoísmo, sino del temor a lo desconocido e incierto, es en el fondo falta de imagi
nación”. (Continúa...)
95
(Continuación...)
Acércate a
Ser revolucionario o renovador es, desde este punto de vista, una consecuencia de ser más o
menos imaginativo. El conservador rechaza toda idea de cambio por una especie de incapacidad
mental para concebirla y para aceptarla. Este caso es, naturalmente, el del conservador puro, porque
la actitud del conservador práctico, que acomoda su ideario a su utilidad y a su comodidad, tiene, sin
duda, una génesis diferente.
El tradicionalismo, el conservatismo, quedan así definidos como una simple limitación espiritual.
El tradicionalista no tiene aptitud sino para imaginar la vida como fue. El conservador no tiene aptitud
sino para imaginarla como es. El progreso de la humanidad, por consiguiente, se cumple malgrado al
tradicionalismo y a pesar del conservadurismo.
Hace varios años que Oscar Wilde, en su original ensayo El alma humana bajo el socialismo, dijo
que “progresar es realizar utopías”. Pensando análogamente a Wilde, Luis Araquistáin agrega que “sin
José Carlos Mariátegui imaginación no hay progreso de ninguna especie”. Y en verdad, el progreso no sería posible si la ima-
(1894-1930). Ensayista ginación humana sufriera de repente un colapso. La historia les da siempre la razón a los hombres
peruano. Uno de los pensadores imaginativos.
más influyentes en el ámbito de En la América del Sur, por ejemplo, acabamos de conmemorar la figura y la obra de los animado-
la reflexión sobre la cultura y res y conductores de la Revolución de la Independencia. Estos hombres nos parecen, fundadamente,
sociedad de su país. Destacado geniales. ¿Pero cuál es la primera condición de la genialidad? Es, sin duda, una poderosa facultad de
activista político, fue además imaginación. Los libertadores fueron grandes porque fueron, ante todo, imaginativos. Insurgieron
el fundador del Partido Socialista contra la realidad limitada, contra la realidad imperfecta de su tiempo. Trabajaron por crear una reali-
Marxista Peruano. Siete ensayos dad nueva. Bolívar tuvo sueños futuristas. Pensó en una confederación de estados indo-españoles. Sin
de interpretación de la realidad este ideal, es probable que Bolívar no hubiese venido a combatir por nuestra independencia. La suer-
peruana, escrita en 1928, es su te de la independencia del Perú ha dependido, por ende, en gran parte, de la aptitud imaginativa del
obra más relevante pues en ella Libertador. Al celebrar el centenario de una victoria de Ayacucho se celebra, realmente, el centenario
presenta, a través de ensayos, de una victoria de la imaginación. La realidad sensible, la realidad evidente, en los tiempos de la Revo-
su propuesta de cambio para lución de la Independencia, no era, por cierto, republicana ni nacionalista. La benemerancia de los li-
la sociedad peruana. bertadores consiste en haber visto una realidad potencial, una realidad superior, una realidad
imaginaria.
Esta es la historia de todos los grandes acontecimientos humanos. El progreso ha sido realizado
siempre por los imaginativos. La posteridad ha aceptado, invariablemente, su obra. El conservatismo
de una época, en una época posterior, no tiene nunca más defensores o prosélitos que unos cuantos
románticos y unos cuantos extravagantes. La humanidad, con raras excepciones, estima y estudia a los
hombres de la revolución francesa mucho más que a los de la monarquía y la feudalidad entonces
abatida. Luis XVI y María Antonieta le parecen a mucha gente, sobre todo, desgraciados. A nadie le
parecen grandes.
De otro lado, la imaginación, generalmente, es menos libre y menos arbitraria de lo que se supo-
ne. La pobre ha sido muy difamada y muy deformada. Algunos la creen más o menos loca; otros la
juzgan ilimitada y hasta infinita. En realidad, la imaginación es asaz modesta. Como todas las cosas
humanas, la imaginación tiene también sus confines. En todos los hombres, en los más geniales como
[sic] se utiliza en en los más idiotas, se encuentra condicionada por circunstancias de tiempo y de espacio. El espíritu
los textos para marcar humano reacciona contra la realidad contingente. Pero precisamente cuando reacciona contra la
que lo que dice ahí, esté realidad es cuando tal vez depende más de ella. Pugna por modificar lo que vé [sic] y lo que siente; no
como esté, así es. Gene
ralmente, los escritores glosario
96
lo que ignora. Luego, solo son válidas aquellas utopías que se podrían llamar realistas. Aquellas utopías
que nacen de la entraña misma de la realidad. Jorge Simmel escribía una vez que una sociedad colec-
tivista se mueve hacia ideales individualistas y que, inversamente, una sociedad individualista se mue-
ve hacia ideales socialistas. La filosofía hegeliana explica la fuerza creadora del ideal como una
consecuencia, al mismo tiempo, de la resistencia y del estímulo que éste encuentra en la realidad.
Podría decirse que el hombre no prevé ni imagina sino lo que ya está germinando, madurando,
en la entraña obscura de la historia. Los idealistas necesitan apoyarse sobre el interés concreto de una
extensa y consciente capa social. El ideal no prospera sino cuando representa un vasto interés. Cuando
adquiere, en suma, caracteres de utilidad y de comodidad. Cuando una clase social se convierte en
instrumento de su realización.
En nuestra época, en nuestra civilización, no ha habido nunca utopías demasiado audaces. El glosario
hombre moderno ha conseguido casi predecir el progreso. Hasta la fantasía de los novelistas ha resul- Utopía:
tado, muchas veces, superada por la realidad en un plazo breve. La ciencia occidental ha ido más de
prisa de lo que soñó Julio Verne. Otro tanto ha acontecido en la política. Anatole France vaticinó la
revolución rusa para fines de este siglo, pocos años antes de que esta revolución inaugurase un capí-
tulo nuevo en la historia del mundo.
Y justamente en la novela de Anatole France, que, intentando predecir el porvenir, formula estos Tramontar:
agüeros —Sur la Pierre Blance—, se constata cómo la cultura y la sabiduría no confieren ningún poder
privilegiado a la imaginación. Galión, el personaje de un episodio de la decadencia romana evocado
por Anatole France, era un ejemplar máximo de hombre culto y sabio de su época. Sin embargo, este
hombre no percibía absolutamente la decadencia de su civilización. El cristianismo se le antojaba una
secta absurda y estúpida. La civilización romana a su juicio no podía tramontar, no podía perecer.
Galión concebía el futuro como una mera prolongación del presente. Nos aparece por esto, en sus
discursos, lamentable y ridículamente falto de inspiración. Era un hombre muy inteligente, muy erudi-
to, muy refinado; pero tenía la inmensa desgracia de no ser un hombre imaginativo. De ahí que su
actitud ante la vida fuese mediocre y conservadora.
Esta tesis sobre la imaginación, el conservatismo y el progreso, podría conducirnos a conclusio-
nes muy interesantes y originales. A conclusiones que nos moverían, por ejemplo, a no clasificar más
a los hombres como revolucionarios y conservadores sino como imaginativos y sin imaginación. Dis-
tinguiéndolos así, cometeríamos tal vez la injusticia de halagar demasiado la vanidad de los revolucio-
narios y de ofender un poco la vanidad, al fin y al cabo respetable, de los conservadores. Además, a las
inteligencias universitarias y metódicas, la nueva clasificación les parecería bastante arbitraria, bastan-
te insólita. Pero, evidentemente, resulta muy monótono clasificar y calificar siempre a los hombres de
la misma manera. Y, sobre todo, si la humanidad no les ha encontrado todavía un nuevo nombre a los
conservadores y a los revolucionarios, es también, indudablemente, por falta de imaginación.
97
98
99
Ahora que ya has leído una parte de “Los mexicanos las prefieren gordas” realizarás un
ejercicio distinto. Sigue las indicaciones y responde a las preguntas que se te formulan.
1. Numera los párrafos del texto, con números arábigos.
2. Explica según tú, cuál es la idea global del texto.
3. Ahora indica cuál piensas que sea la idea principal de cada párrafo.
4. Si tuvieras que dividir el texto en secciones temáticas, ¿cómo lo harías y por qué?
El ensayo y su estructura
Como seguramente notaste a través de la lectura de los textos de Mariátegui y de
Novo, el ensayo es un texto donde la presencia de la voz autoral es esencial para su
desarrollo. A diferencia de los otros tipos de texto literarios que ya has estudiado,
en el ensayo las convicciones del autor con respecto al mundo que lo rodea deter
minan su posición frente a algún conflicto o tema de su interés. El autor de un en
sayo escribe sus ideas y argumenta sus puntos de vista sin necesidad de crear voces
distintas a la suya, lo anterior lo hace protagonista de sus propios escritos. Como
recordarás, sucede de forma distinta con el texto narrativo ya que éste es mediado
por un narrador, con el texto lírico en donde habla un yo poético o sujeto lírico y
con el texto dramático que llega a nosotros a través de acciones representadas por
personajes actuados. ¿Piensas que a través de la lectura de “La imaginación y el
progreso” y “Los mexicanos las prefieren gordas” sea posible conocer algo sobre la
personalidad de sus autores?
Además de reflejar la ideología de su autor, es característica elemental del en
sayo su naturaleza crítica. Lo anterior significa que el escritor o autor de un ensayo
busca expresar su contenido de manera clara y bien fundamentada a pesar de ser
subjetivo. Esto se debe a que su objetivo no sólo es comunicar las ideas de su emi
sor sino que busca, a través de la argumentación, persuadir al lector a tomar la
misma postura que él.
100
Ahora que hemos estudiado la estructura del ensayo es tiempo de reflexionar sobre
el lenguaje con el que se expresa. Intenta recordar cómo era el lenguaje que utiliza
ban los textos narrativos, líricos y dramáticos; ahora ‘echa un vistazo’ a los ensayos
que has leído y observa la manera en que sus autores se expresan. No olvides aten
der a las modalidades discursivas que predominan en cada tipo de texto.
¿Qué notaste?, ¿piensas que hay diferencias entre el lenguaje empleado por
Miguel Hernández y Salvador Novo?, ¿por qué piensas que es importante que en
un texto narrativo como “Diles que no me maten” predomine la modalidad narra
tiva mientras que en “La imaginación y el progreso” predomine la argumentativa?
Reflexiona qué buscan los autores de los textos que has leído y cuál es su intención
comunicativa.
101
Estás trabajando para reconocer en un texto dado, Para terminar… por ahora
particularidades, características y diferencias e inferir la
intención comunicativa y el contexto de producción como un Ahora que cuentas con más elementos para enfrentar
primer acercamiento a otras visiones de mundo. te al texto ensayístico regresa al ensayo de Mariátegui
102
para leerlo de una manera más analítica. Esta vez trabajarás sobre el texto que leís
te al inicio del apartado siguiendo los pasos que se proponen a continuación. Te
recomendamos que para trabajar de una manera clara y eficiente te ayudes con
distintos colores ya que tendrás que reconocer las características y elementos del
ensayo.
1. Lee el título del ensayo y anota a un lado los conceptos que consideres clave y
que piensas se repetirán a lo largo del texto.
2. Numera los párrafos del texto.
3. Marca con llaves en azul, los elementos estructurales del texto: introducción,
desarrollo y conclusión.
4. Una vez identificada la introducción, marca con rojo el tema principal del en
sayo.
5. Dentro de la introducción localiza la hipótesis o idea directriz que plantea Ma
riátegui. Subráyala con color café.
6. Ahora ubícate en el desarrollo y ordena usando letras los argumentos que da
Mariátegui a lo largo del texto.
7. Toma uno por uno los argumentos que acabas de enumerar y señala:
a) con color morado los elementos que contribuyen a respaldar la tesis de Ma
riátegui (ejemplos, comparaciones, hechos concretos, opiniones o citas de
otras personas, etcétera).
b) con color verde los fragmentos donde el autor exprese una conclusión per
sonal sobre la idea que plantea previamente. Puedes identificar lo anterior
a través de juicios. Por ejemplo, “es genial”, “esa conducta es reprobable”, “la
violencia que experimenta el país es lamentable”.
c) con rosa aquellos fragmentos en que plantee una duda o pregunta; por
ejemplo:
Párrafo 5
En la América del Sur, por ejemplo, acabamos de conmemorar la
figura y la obra de los animadores y conductores de la Revolución
de la Independencia. Estos hombres nos parecen, fundadamente,
geniales. ¿Pero cuál es la primera condición de la genialidad? Es,
sin duda, una poderosa facultad de imaginación. Los libertadores
fueron grandes porque fueron, ante todo, imaginativos. Insurgie
ron contra la realidad limitada, contra la realidad imperfecta de su
tiempo. Trabajaron por crear una realidad nueva. Bolívar tuvo sue
ño futuristas. Pensó en una confederación de estados indo-españo
les. Sin este ideal, es probable que Bolívar no hubiese venido a
combatir por nuestra independencia. La suerte de la independencia
del Perú ha dependido, por ende, en gran parte, de la aptitud ima
ginativa del Libertador. Al celebrar el centenario de una victoria de
103
CIERRE
104
Para cerrar tu trabajo con esta unidad, evalúa tu desempeño. Marca con una
cruz en el paréntesis correspondiente los niveles de dominio de tus competencias
en la siguiente matriz o rúbrica de evaluación. Suma la puntuación obtenida y de
cide si estás preparado(a) para continuar con el estudio de la unidad 2.
105
El texto y la visión
del mundo
El texto y su contexto
de producción
En esta unidad leerás textos para construir, de manera paulatina, el conocimiento. Como en la unidad
anterior, primero te invitamos a leer para después analizar el texto y entender sus elementos y
estructura. Pero tu trabajo no terminará ahí, en una lectura más buscarás los elementos que
relacionen al texto con la cultura de la cual emana para comprender la visión del mundo que ofrece
y en la cual fue creado. Llevarás a cabo acciones como las siguientes:
• Identificar el momento histórico que retrata el texto y en el cual su creador lo produjo.
• Reconocer el lugar donde se llevan a cabo las acciones de la obra y de creación del autor.
108
• Inferir la sociedad a la cual refiere el autor en el texto y relacionar la sociedad en la que se creó.
• Inferir las ideas del creador.
Tus herramientas son las mismas que las de la unidad anterior. Es esencial que seas
ordenado(a) en la búsqueda y recopilación de información y creativo(a) para solucionar los problemas
que se te presenten durante tu estudio. Continuarás conformando el fichero del saber, utilizando los
libros e Internet para buscar información y la computadora para auxiliarte en tus trabajos de escritura.
A partir de esta unidad tú elaborarás el glosario, tomando en cuenta que tu glosario será un
catálogo con la definición de las palabras que no comprendas de los textos leídos, y en el cual puedes
incluir los términos propios de la literatura pues, aunque ésta no es una ciencia, para abordar el texto
como objeto de estudio ha creado su propia terminología.
Recuerda que para cumplir con los procesos deberás dedicar a tu estudio por lo menos una hora
diaria. Sin embargo, es importante que intentes no dejar actividades incompletas.
109
• Reconocer el espacio geográfico y la atmósfera en que tienen lugar las acciones de la obra.
• Identificar situaciones sociales relacionadas en el contexto del texto; inferir a otras visiones
de mundo.
• Inferir las ideas políticas que permean las obras leídas y distinguir su vínculo con las propias
de la cultura en el seno de la cual ésta se desarrolla.
• Ubicar a los autores en su contexto histórico para comprender la visión del mundo que
expresan.
• Redactar una reseña que refleje tu valoración de las obras.
Al final de esta unidad, y como consecuencia de la realización de las actividades que te llevarán
de la mano en la exploración del contexto de producción del texto, se espera que elabores una reseña
en la que describas una de las obras trabajadas en la unidad, con la cual invites a la lectura a otras
personas y cuya extensión aproximada sea de tres cuartillas como máximo; de preferencia utiliza el
procesador de palabras en su elaboración, pero recuerda que lo importante es que le des orden o
estructura a tu escrito y que lo dotes de coherencia y cohesión para que su compresión sea fácil.
Si te sientes satisfecho de la reseña que escribas podrías publicarla en un blog literario o darla a
conocer por medio de las redes sociales.
¿Empezamos?
INICIO
Texto y contexto
Estás trabajando ¿Alguna vez has ido al cine a ver una película que hable de épocas, lugares, costum
para leer en forma bres o formas de pensar muy distintas de las tuyas?, ¿has experimentado la enorme
analítica. curiosidad que produce ver un filme sobre algún hecho, personaje o lugar que des
conoces?, ¿te ha pasado que en cuanto acaba la película sientes la necesidad de in
vestigar más sobre lo que acabas de ver? En cierta medida a todos nosotros nos ha
pasado alguna vez y es una sensación muy agradable, ¿no crees?
El cine, conocido también como el séptimo arte, tiene la extraordinaria capaci
dad de transportarnos, a través de sonidos e imágenes, a todo tipo de mundos.
Nosotros, como espectadores, determinamos qué tanto nos interesamos e involu
cramos con lo que vemos representado. Por ejemplo, podemos ver una película que
se desarrolle durante la Segunda Guerra Mundial, que hable sobre las víctimas del
Holocausto y retrate el maltrato y la violencia que sufrieron personas inocentes e
incluso podría aparecer algún personaje que formó parte de dicha guerra, como
Adolfo Hitler o Winston Churchill. No obstante todas las relaciones que la película
establece con el mundo real, sabemos que lo que vemos es una perspectiva de lo
que pasó, somos conscientes de que el Hitler de la pantalla no es el personaje his
tórico real y que los actos de violencia que vemos fueron creados artificialmente
110
111
Texto 1
El pargo rojo
Magdalena Santiago vive —sigue viviendo— de comprar, limpiar y desescamar pescados a la orilla del
mar. Se levanta con los primeros ardores del alba y se va al puerto a esperar el retorno de los pescado-
res. Allí canta, invariablemente, todos los días a idéntica hora, la misma canción; una tonadilla de alien-
to africano cuya letra, ella lo ignora, tiene origen en el romancero español: Rey que sabe/leer y contar/
dime cuántas olas/manda la mar. Acaso aquella liturgia es, además de una orden de su porción de
sangre negada, la expresión del sueño incumplido de ser alfabeta. Porque, por el contrario del rey del
estribillo, Magdalena ni sabe leer ni sabe contar. Pero tiene un don especial: cuando ha cantado, sin
contarlas, diez veces el estribillo, señala en el horizonte las primeras canoas. Magdalena nada sabe de
números o letras, pero el cantar le otorga un acertado manejo del tiempo.
No es el único don que posee. También carga claro en la cabeza que, comprando los pescados al
precio del puerto y vendiéndolos de puerta en puerta pueblo adentro, el dinero sobra en casa. Mag-
dalena llama “el milagro de la vida” a aquella elemental abstracción, como de impuros logaritmos. Pese
a asistir día a día a ese milagro, dice no entender nada pero lo entiende todo. Por ejemplo: es madre de
seis hijos de tres padres diferentes; y no sabiendo al cabo de los años adónde han ido a parar los padres
luego del abandono, se llama a sí misma “viuda triple de muertos vivos”. Sus hijos, ya crecidos, trabajan
allí en Tolú o en otros pueblos del Caribe en forma marginal: cargando bultos o vendiendo baratijas a
Acércate a los turistas de la playa, hoy; cocinando en una casa de familia, mañana; y después, tal vez…
Magdalena, sin embargo, se dice feliz; aunque desde los días en que el cinematógrafo llegó a Tolú,
a ratos ni ella misma lo cree. La noche en que fue a ver por primera vez una película, recuerda, empezó
a sospechar —sin que lograra volver razones las sospechas— que el meridiano de la felicidad pasaba
por lo cotidiano. Entonces, “Muy fácil —dice con frecuencia—: dejé de ir al cine y ya está, volví a vivir
contenta”. Además, ¿qué otra cosa quiere? —se pregunta en sus noches de hamaca. Conoce un oficio,
produce con qué comer, guarda plácidos recuerdos de cada marido en cada cama —del segundo,
sobre una mesa—, es amada por sus hijos y estimada por los pescadores y la gente del barrio. Y lo más
importante: ninguna de sus hijas le ha salido vagabunda, y ninguno de sus hijos ha estado en la cárcel.
“Son muy unidos”, comenta: “Cada uno es capaz de quitarse el pan de la boca para dárselo al otro”. Y no
se queda en la superficie, pues agrega: “Ojalá nunca sean ricos; porque poco dinero, evita preocupa-
ciones; mucho dinero, las trae”. Y remata: “Dios quiera que nunca vayan al cine”.
David Sánchez Juliao Magdalena vive —continúa viviendo allí, aun después del incidente— en una calle a la que la
(1945-2011). Escritor, periodista gente bautizó como “Bocagrande”. Su nombre oficial tiene que ver con un héroe de la Independencia,
y cuentista colombiano, que Francisco de Paula Santander. Pero los desocupados de la plaza lo han cambiado por aquel más sono-
representó a su país en calidad ro, debido a que en esa calle las vecinas riñen a diario en insultos que se vociferan de acera a acera, con
de embajador en varios países, frases cargadas de dobles sentidos e imprecaciones.
como India y Egipto. En varias En la misma calle de “Bocagrande”, puerta seguida a la casa de Magdalena, vivió una vez una
ocasiones, recibió premios mujer adinerada que odiaba a los pescadores y a las revendedoras. No es extraño que estas cosas su-
nacionales por los cuentos que cedan en la América Hispana, puesto que en sus pequeños pueblos conviven príncipes y mendigos,
escribió tanto para niños como ricos y pobres en una misma calle, en una constante ebullición de la vida que ante todo los ricos nie-
para adultos. Su novela Pero gan disfrutar. En estos poblados, los modernos barrios residenciales jamás tuvieron futuro, pues no
sigo siendo el rey recibió tardaron en convertirse, de tan tediosos, en una antesala de la muerte.
premios diversos y fue adaptada Aquella vecina —la del incidente— odiaba a Magdalena, en razón tal vez de lo que el profesor
al cine. Vida y obras del autor socialista de la escuela pública llamaba “marxismo al revés”; es decir, el desprecio de los de arriba por
pueden ser consultadas en su los de abajo. La vecina, sin embargo, amaba la lúdica del humilde vecindario, pero siempre deseó que
página web oficial.
112
su torrente de vida bullera, no allí sino en el barrio residencial de las afueras al que un día se mudó,
hasta que se aburrió… por falta de vida. Cuando regresó a vivir al antiguo vecindario, continuó hacién-
dole la vida imposible a Magdalena: le corría la cerca del jardín, ordenaba a las sirvientas que desagua-
ran la cocina hacia el patio vecino, y sacaba en voz al sol ciertos trapos sucios que Magdalena prefería
lavar en casa; como aquello de la triple viudez de muertos vivos, los seis hijos de tres maridos diferen-
tes; y la pobreza y el mal vestir, cosas que Magdalena sobrellevaba con inadvertida dignidad.
La vecina insolente es viuda de verdad, y tiene tres hijos casados cuyas mujeres le desean la
muerte para heredarle la hacienda que ha comprado en las mejores tierras del Sinú. Hoy, en los tiem-
pos posteriores al incidente, la hacienda es manejada a distancia, mediante despachos de correo y
llamadas telefónicas. Porque la que fue vecina de Magdalena, es ahora una mujer muy rica; y ya no vive
en la calle de “Bocagrande” de Tolú, sino a muchas leguas de distancia, en un sector del mismo nombre
que es parte de la hermosa Cartagena de Indias. Aun así, viviendo lejos, dos de las tres nueras han
tratado de envenenarla, tres de sus hijos varones no la visitan, dos de ellos no le dirigen la palabra —ni
siquiera por teléfono— y el tercero, el menor, no le permite ver a los nietos los domingos.
Y todo, por culpa de Magdalena; al menos, eso comenta la gente. Magdalena es en extremo
cuidadosa al respecto; jamás ha dicho que aquello es cierto, pero tampoco lo ha negado. Se limita, eso
sí, a contar la historia tocada de un airecillo de satisfacción:
La historia es esta. Un día, mientras desescamaba pescados en las escalinatas del puerto, Magda-
lena vio que algo brillaba entre el espeso amarillo de las hueveras de un pargo rojo. Se trataba de un
brillo poco común, como de estrella en el cielo, emitido por una piedrecilla de aristas pulidas con es-
mero. Magdalena jamás había visto uno en su vida, pero por lo que siempre escuchó, estuvo segura
de que la piedrecilla no era tal… sino un diamante. Pensó de inmediato en sus hijos yendo al cine, en
sus nueras tratando de envenenarla, en sus maridos regresando a buscarla uno a uno o los tres al
tiempo, pero con la misma cara de arrepentimiento; pensó en ella misma, liviana y desafirmada, vi-
viendo la muerte de un barrio residencial y comprando pescados en la puerta a sus compañeras de
trabajo; y pensó, lo más grave, en no poder ver a sus nietos los domingos. En ese instante tomó la
decisión de regalar el pargo rojo con todo y el diamante que el pez llevaba oculto en su vientre.
Alguien, cuenta ella, se ofreció a comprarlo en el puerto.
—No está para la venta —dice Magdalena que dijo—. Lo tengo reservado para alguien muy es-
pecial.
Irrumpió en la casa de la vecina en el momento en que la mujer discutía con las tres nueras sobre
qué cosa preparar para el almuerzo.
—Perdonen si interrumpo —dice Magdalena que entró diciendo—, pero la pesca de hoy ha sido
excelente y me he acordado con cariño de todas ustedes. Les he traído este hermoso pargo rojo para
que lo disfruten en la santa paz de la familia.
113
Texto 2
Zerafina
Zí zeñora, zoy la nueva muchacha… Ya lo zé que zon laz nueve y que tenía que ha-
ber venío a laz trez, pero ez que m’he perdío un poquiyo y cuando me creía que ya
había yegao un zenó mú bien veztío m’ha dicho que estaba en Zants. M’ha explicao
por dónde tenía que pazá pá venir a Zant Gervazio y, preguntando, preguntando,
entre ezte y el otro m’han mandao al Parque. He vizto toaz laz fieraz: loz tigrez, loz
elefantez, laz cotorraz y loz monoz. Dezpuéz he zalío a laz Ramblaz y m’he pazeao
entre laz florez y loz zeñoritoz que pazaban me dezían cozaz. Uno que yevaba un
baztón m’ha invitao a tomarme una zerveza. No lo conozía, pero en zeguía noz he-
moz conozío. M’ha dicho que era mú rico y que tenía ganaz de cazarze… No
z’azuzte, que no m’ha pazáo ná. ¿Uzté vive zola? Puez zí, zi me dezcuido vaya zuzto
que l’hubiera dao… Zi uzté zupieze el rato que haze que m’eztoy pazeando por ezta
caye… Iba dándole vueltaz a la caza y he vizto entrá zeñorez, y cada vez que corría
pá podé entrá con elloz, llegaba tarde. He eztao a punto de zaltarme la tapia por
detraz, pero no eztaba zegura de que fueze la paré de zu jardín… ¿Qué por qué no
he llamao al timbre? Porque cuando iba a tocarlo me daba un calambrazo. Cuando
me pongo nervioza, tó lo que toco me da calambre como zi eztuviera llena de elec-
trizidá… No, no traígo maletaz, no tengo, tó lo traigo en ezte jatiyo… No, no eztoy
canzá ni pizca; pueo hazer diez viajez como ezte zin canzarme, pero, ya que inzizte,
me zentaré en ezta butaquita. ¿Ve uzté? Me creía que ná máz yegá tendría que po-
nerme a lavá loz platoz. Zi me toma uzté, en verano le arreglaré el jardín, y en la paré
del fondo, pá que no ze vea tan zoza, plantaré campanillaz y una calabaza. ¿A uzté le
guzta comerze una buena zopa de calabaza? A mí me dizloca, pero luego ze me
repite… ¿Qué qué vida yevaba en el pueblo? Zí, verá uzté, era baztante pezao. Echar
cuenta de la caza y de laz gayinaz y ayudar a mi madre a criar a miz ziete hermani-
toz… Y cuando eztuvieron criaoz, mi madre dijo que mejor me fuera a zervir, pá
ezpavilarme un poquiyo y podé enviarle dinero… Zí zeñora, he zervío en doz cazaz;
me pareze que ya ze lo decía el zeñor cura en la carta que le puzo… En la primera
no eztuve máz que quinze díaz porque el zeñorito era mú malo. Cuando noz quedá-
Acércate a bamoz soloz me llamaba: “¡Zerafina!”. El primer día fui corriendo. Me puzo derecha en
medio del pazillo, como una tabla, ze fue p’atraz, cogió carreriya y me pego una coz
en el culo que zin queré zalí corriendo como zinco metroz, hazta lo criztalez de la
galería. Y gritó “¡Gol!”. Y ezto me lo eztuvo haziendo toa la zanta tarde. Yo no m’ atrevía
a dezí que no, porque aunque era un chiquillo de catorze añoz era el hijo de loz ze-
ñoritoz y yo zólo era la muchacha. En la zegunda caza, al prinzipio, eztuve mejó, pero
el zeñortio y la zeñorita eran mú viejezitoz y no ze yevaban bien y la zeñorita, que
Mercè Rodoreda (1909-1983). Escritora española ziempre eztaba delicá y ze pazaba loz díaz tendía en la cama, tenía miedo de que zu
en lengua catalana. Miembro de la generación marío le puzieze veneno en la medizina de las gotaz y yo laz tenía que contar delan-
literaria forjada en el exilio republicano, su novelística te zuya. Loz doz ze enzelaron conmigo y cuando uno me dejaba tranquila iba el otro
se considera una de las más destacadas de la y me agarraba. Y los doz, cá uno por zu lao, me preguntaban: “¿Verdá que a mí me
posguerra en el ámbito de su lengua. Es la autora quierez máz, Zerafina?”… Cuando el zeñorito me piyaba por su cuenta me dezía que
de una de las novelas en catalán más aclamadas de era un dezgraciao, que ze había cazao con una loca y que aunque la zeñorita zabía
todos los tiempos, La plaça del Diamant (1962), que que tenía el eztómago delicao le hazía laz comidaz bien picantez pá ver zi ze le agu-
actualmente puede leerse en más de veinte idiomas. jereaba. Y eztaba zeguro de que ponía azufre en laz zalzaz. Cuando ya me eztaba
114
acoztumbrando a la caza empezé a zentirme mal y dezpuéz de unoz cuantoz díaz me puze a penzá
que a lo mejó me ponían algo malo en la leche y m’entró tanto mieo que por laz nochez no dormía y
al día ziguiente de no habé dormío, cuando pazaba el plumero por loz mueblez, me parezía eztá vo-
lando… ¿Qué zi tengo novio? No, ahora no tengo, pero he tenío doz. El primero ze llamaba Miguelín.
Era rubio rubio como laz ezpigaz y ze murió en el África. Lo conozí junto a la fuente. Yo me pazeaba
por debajo de laz acazíaz y oigo que me dizen: “¡Vaya merengue!”. Me doy la vuelta y veo a unoz cuan-
toz muchachoz que eztaban de guaza. Cuando ya eztaba a punto de pegarlez una pedrá ze
m’azercaron y me dijeron, tóoz a la vez, que era mú guapa, pero que eztaba un poco despeiná, y el que
había dicho que parezía un merengue yevaba una hojita en la mano pá jugá, y me la puzo en el pelo.
Dezpuéz ziempre noz veíamoz y pazeábamos por la carretera y una noche que noz metimoz por laz
viñaz, me metió en una cazita de madera, me dijo que me quitara el veztío y me dijo que me tendieze
en el zuelo. Él ze tendió a mi lao, enzendió un zigarriyo y me iba tirando la zeniza en el ombligo. Y
cuando ze terminó de fumar el zigarriyo, empezó a eztirarme de loz peloz del zobaco, con tanta furia
que a mí ze me zaltaban laz lágrimaz de loz ojoz. Y un día que eztaba yoviendo, también noz metimoz
en la cazita de madera, y el agua corría a chorroz por el zuelo y cuando hubo terminao yo tenía toa la
ezpalda yena de tierra y de fango y noz reíamoz mucho. A mí todo ezo no me guztaba mucho porque
me da repeluco el que me toquen. Cuando era chica, una vez una niña que iba a la ezcuela conmigo
me pegó loz piojoz y cuando mi madre me loz quitaba, toaz laz mañanaz, no me guztaba ni pizca que
me tocaze la cabeza. Pazaron unoz cuantoz mezez y me tuve que í del pueblo, aunque la barriga no
ze me notaba ná porque mi madre tóoz loz díaz me la fajaba bien fuerte. Fui a caza de una tía que vive
mú lejoz de mi caza y ayí tuve a la niña. Azí que vino al mundo ze murió porque no tenía huezoz. Mi-
guelín ya estaba en el África… El día que ze fue me dijo que lo embarcaban pá laz cabilaz y que ayí lo
matarían a golpez de zable y que no noz veríamoz máz, y me dijo que zi lo mataban, mientraz ze ez-
tuviera muriendo eztaría penzando en mí… Depuéz de lo de la niña empezó a venir detráz mía el hijo
de don Cozme, el boticario. Azí como Miguelín era rubio, ézte parezía un gitano. Pero era máz zimpá-
tico. Por laz nochez ze zaltaba por la ventana y ze metía en la cama, y me dezía unaz cozaz mú boni-
taz… Antez de zalí el zol ze levantaba, ze ponía l’americana y zalía corriendo. Yo me quedaba
mirándolo por la ventana y le tiraba un bezo con la mano, y un verano no volvió porque dezían que
ze había echao novia en Barzelona. Y zi me guzta habé venío a zerví a Barzelona es porque a lo mejó
me lo encuentro y podré eztirarle del flequiyo que le caía zobre la frente y que era una coza que a él
le gustaba mucho que le hizieze. Bueno, ahora ya lo zabe uzté tó. Me pareze que en el trabajo no
tendrá uzté queja: zoy mú limpia y como a puñaítoz, como loz pajaritoz. Y nunca me pongo mala. Lo
que me paza ez que en invierno zi no me tapo bien me resfrío. Zólo tengo la dezgrazia de zer un poco
pava. ¿Me toma uzté, verdá?
Rodoreda, M. “Zerafina” en Todos los cuentos. Antología universal del relato breve. Del Realismo al siglo xx,
(Presentación de Ramón Menéndez Pidal y Francisco Rico),
Barcelona: Planeta (2002) pp. 1143-1145. Edición original: (1982), Mi Cristina y otros cuentos,
Madrid: Alianza Editorial.
115
Texto 3
Romance de la bella mal maridada
−La bella mal maridada,
de las lindas que yo ví, Nunca besé a este hombre,
véote tan triste, enojada. ni este hombre me besó a mí;
−La verdad dila tú a mí. las penas que él merecía,
−Que a tu marido, señora, señor, dádmelas a mí;
con otras dueñas lo vi, con riendas de tu caballo,
besando y retozando, señor, azótame a mí;
mucho mal dice de ti. con cordones de oro y seda
Juraba y perjuraba viva me ahorques a mí.
que te había de herir. En la huerta de los naranjos
Allí habló la señora, viva me entierres tú a mí,
¿Sabías que los ro allí habló, y dijo así: en sepultura de oro
mances se originaron en —Sácame tú, caballero, y labrada de marfil;
la España medieval co tú sácame de aquí; y pongas encima un mote,
mo piezas populares des por las tierras donde fueres señor, que diga así:
tinadas al canto? Estas bien te habré yo de servir: «Aquí está la flor de las flores,
composiciones se trans yo te haría bien la cama por amores murió aquí;
mitían de manera oral y en que hayamos de dormir, cualquier que muere de amores
tenían un carácter na yo te guisaré la cena mándese enterrar aquí.»
rrativo, es decir, conta como a caballero gentil, Que así hice yo, mezquina,
ban una historia. de gallinas y capones que por amar me perdí.
y otras cosas más de mil;
que a este mi marido
Más información en... ya no le puedo sufrir,
que me da muy mala vida
Si te interesa saber más cual vos podéis oír.
sobre el tema puedes Ellos en aquesto estando
consultar <http://www. su marido helo aquí:
rinconcastellano.com/ —¿Qué hacéis, mala traidora?
edadmedia/romancero. ¡Hoy tendrás que morir!
html> o el estudio de Díaz Anónimo. “Romance de la bella mal maridada” en
—¿Y por qué, señor? ¿Por qué?, Romancero viejo. (ed. y pról. de María de los Hitos
Más, P. (1994). Romancero,
que nunca lo merecí. Hurtado). Madrid: Edaf, 1997, p. 173.
Barcelona: Crítica.
Texto 4
El pavo real
—Un día un enorme pavo real se montó encima de mi —dijo Hashiba, animándose de repente—. Te
aseguro que lo recuerdo como si fuera ayer.
116
117
(Continuación...)
—¿Cómo vas a morir bebiendo sake?
—¿Es que tú te lo tomas todo demasiado en serio, Tokiko? —me reprochó.
—No pensabais suicidaros solo os emborrachasteis —insistí, molesta por aquel comentario.
—No te creas, la vida es más compleja. No te lo tomes todo tan a pecho y vamos a beber.
—Eso es lo que querías desde le principio.
Después de esta conversación. Hashiba y yo acabamos bebiendo sake barato. Como consecuen-
cia natural, yo me emborraché antes que él, que “ aguantaba bastante bien el alcohol”. Una vez más, la
noche terminó sin que pudiera intimar más con Hashiba. No porque yo no quiera, sino porque él no
me lo permite. Aunque estemos a punto, siempre se escabulle con cualquier excusa.
—¿Qué ruido hacen los pavos reales?
—No lo sé. El que se puso encima de mi no gritaba. Solo hacía un ruido gutural que sonaba como
un gorgorito.
—¿Qué sentiste mientras lo tenías encima?
La conversación siguió por estos derroteros.
Al día siguiente tenía una reseca tan fuerte que la cabeza me daba vueltas aunque estuviera
sentada. Cada vez que me sentía mareada, pensaba en el pavo real. Tenía la sensación de que, en un
pasado muy lejano, un pavo real también se había sentado encima de mi. Su cuerpo era cálido, húme-
do y pesado. ¿Cómo sería estar bajo el cuerpo de Hashiba? Seguro que pesaría mucho y desprendería
más calor que un pavo real. Dentro de mi cerebro embotado, el pavo real y Hashiba se mezclaron y
formaron una extraña combinación que me provocó una sensación placentera y desagradable a par-
tes iguales. Me pregunté cómo me sentiría si, en vez de estar bajo el cuerpo de Hashiba, me pusiera
encima de él como el pavo real. Me gustaría quedarme quieta sentada en su pecho, arrullando. Nota-
ría el olor a tierra húmeda del jardín, y oiría de lejos los cánticos y las voces alegres procedentes del
comedor, y los espíritus de los antepasados se acercarían a las hogueras encendidas en su honor, y las
llamas que los iluminarían al fondo del jardín oscilarían ligeramente. Me gustaría ser un pavo real para
poder poseer a Hashiba. Pero él no se dejaría forzar fácilmente. Era muy cabezón, así que no me que-
daría otra que imitar al pavo real, acurrucarme encima de él y quedarme quieta, fingiendo que dormía.
Poco después me aplastó una especie de pavo real enorme. Un hombre al que conocía más bien
poco me forzó. Quizá fue porque había querido poseer a Hashiba. El caso es que aquel hombre y yo
nos quedamos a solas, y en cuanto tuve el presentimiento de que algo iba mal, me violó. Pronto me
quedé sin fuerzas para seguir defendiéndome, así que tuve que dejar que continuara, y todo terminó
antes de lo que me había imaginado. Luego me quedé callada y él me miró.
—Esto es porque me gustas —me dijo.
—Te odio —le respondí.
El me miró un momento, levantó la mano, vaciló un poco y al final bajó el brazo sin tocarme. En
vez de pegarme, se fue mascullando amenazas.
—Si se lo hubieras dicho antes, a lo mejor si te habría pegado —me dijo Hashiba. Su voz tranqui-
glosario la fue como un bálsamo. Lo había dicho en tono de broma, y precisamente por eso consiguió hacer-
Ocras: tipo de verdura, me sentir mejor.
parecida a un pimiento Nos habíamos emborrachado, me fui de la lengua y al final se lo conté todo. Probablemente sólo
alargado, en las Antillas había intentado convencerme a mí misma de que, si era capaz de explicárselo a alguien, era porque la
se le conoce como “espá- cosa no había sido tan grave. No sabía si era una buena idea contárselo precisamente a Hashiba, con
rrago del pobre”. Es utili- quien intentaba tener una relación más íntima, pero su forma de ser te empuja a explicárselo todo. Es
zado comúnmente en las fácil bajar la guardia cuando estás con él.
cocinas africana y asiática, —¿Te apetece un plato de ocras? —me preguntó como si nada hubiera pasado, y lo pidió sin
así como en la cocina crio- esperar mi respuesta. Pronto nos trajeron una ocras con la punta cortada, acompañadas de nabo
lla americana. ralladas.
118
—Están deliciosas, ya lo verás. Pruébalas con un poco de vinagre —me aconsejó, mientras aliña-
ba el plato con un buen chorro de vinagre.
—¿No serán demasiado ácidas?
—El vinagre es muy bueno para la salud. Seguro que cuando eras peque te explicaban la historia
de los niños de circo a los que obligaban a beber vinagre para que fueran más flexibles.
—Pues dudo mucho que fuera bueno para su salud…
—Claro que lo era. Por cierto, hablando de circos, me encantan los trapecios.
Hashiba siempre era así, incoherente y escurridizo. Como no encontraba la forma de poseerlo,
me dejé violar por un hombre que no me gustaba. Aquella reflexión me hizo saltar las lágrimas.
—¿Estás llorando? —me preguntó.
—No —mentí, mientras las lágrimas resbalaban por mis mejillas. Apenas me salía la voz, sólo un
llanto incontenible.
—No llores.
—Quiero llorar.
—Las lágrimas no te hacen muy atractiva.
—A ti nunca te he parecido atractiva.
—No es verdad, en cierto modo lo eres.
—¿Qué significa en cierto modo?
—Pues eso, en cierto modo.
—A mis cuarenta años no tengo muchas oportunidades de que me digan que soy atractiva, así
que haz el favor de explicarte.
—No es la edad lo que te resta oportunidades; sino tu forma de ser —rió él, escurriendo el bulto
de nuevo, como siempre.
Hashiba sorbía su sake poco a poco. Yo comía las ocras, que eran pegajosas. Se me habían agota-
do las lágrimas. Había dejado de llorar porque todo era demasiado incoherente. ¿Cómo era posible
que, a mis cuarenta años, no estuviera segura de si me habían violado o no? No era la edad lo que me
avergonzaba, sino mi estupidez, impropia de mi edad. Me sentía estúpida e imprudente por no haber
logrado que me violaran.
—No estoy segura —dije, mientras ambos alargábamos la mano y cogíamos una ocra a la vez.
—¿De qué?
—A lo mejor lo hicimos de mutuo acuerdo.
—Eso suena terrible —susurró Hashiba. Su tono de voz era completamente distinto del que ha-
bía utilizado hacía un momento, cuando se había vuelto, había llamado al camarero y le había hecho
un nuevo pedido. Aquellos cambios de voz eran muy típicos en él.
Yo también sorbí un poco de sake. Ya no recuerdo con nitidez el momento de la violación, era
como si sólo pudiera entrever vagamente mis reacciones a través de una capa de niebla.
—La expresión “de mutuo acuerdo” es demasiado formal.
—¿En serio?
—Sí.
—Creo que no te sigo.
Hashiba me miró directamente a los ojos.
—Para hacer algo de mutuo acuerdo, dos personas deben tener una especie de “objetivo mutuo”.
—Nunca había oído eso.
—Ya lo sé, me lo acabo de inventar.
—Suena raro.
—Sí, ¿verdad? Es raro que cuando dos personas están juntas necesiten un objetivo mutuo.
—Tienes razón.
(Continúa...)
119
(Continuación...)
—Es mucho mejor dejar que las cosas sigan su curso, de forma natural.
Si esperaba que las cosas siguieran su curso, nunca conseguiría que mi relación con Hashiba
diera un paso más.
(…)
120
121
Lee los textos del poeta español Miguel Hernández y del narrador estadouni
2 dense Ambrose Bierce. Guía tu lectura mediante las siguientes preguntas: ¿cuál
de los dos textos te interesó más, “Canción del esposo soldado” o “El golpe de
gracia”?, ¿qué sentimientos te generó la lectura de tu obra preferida?
122
El golpe de gracia
La batalla había sido violenta y continuada; todos los sentidos lo confirmaban. El sabor mismo del
combate estaba en el aire. Ahora todo había acabado; solo quedaba socorrer a los heridos y enterrar a
(Continúa...)
123
(Continuación...)
los muertos “asearlos un poco”, como dijo el bromista de un pelotón de enterramiento. Hacía falta una
buena cantidad de “aseo”. Hasta donde alcanzaba la vista, entre los bosques y bajo los árboles astilla-
dos, se extendían restos de hombres y caballos. Por entre ellos se movían los camilleros recogiendo y
llevándose a los pocos que mostraban señales de vida. La mayoría de los heridos habían muerto por
abandono mientras se discutía su derecho a ser asistidos. Las reglas del ejército establecen que los
heridos deben esperar: la mejor manera de atenderlos es ganar la batalla. Hay que reconocer que la
victoria es una importante ventaja para un hombre que necesita cuidados, pero muchos no viven lo
bastante para sacarle provecho.
Los muertos se recogieron en grupos de doce o veinte y se situaron uno junto a otro en hileras,
mientras se cavaban las fosas que iban a recibirlos. Algunos, encontrados a demasiada distancia de los
puntos de recogida, se enterraban allí donde yacían. No se hacían muchos intentos de identificarlos,
pero en la mayoría de los casos, como los pelotones de enterramiento estaban destacados para rasu-
rar el mismo terreno que habían ayudado a sembrar, los nombres de los victoriosos muertos se cono-
cían y se relacionaban en la lista. Los caídos enemigos tenían que contentarse con cifras. Pero de estos
tuvieron bastantes: muchos fueron contados varias veces y el recuento total, como se señaló más
adelante en el informe oficial del comandante victorioso, semejaba más una esperanza que un resul-
tado.
A poca distancia del lugar donde uno de los pelotones de enterramiento había establecido su
“vivaque de la muerte”, un hombre con el uniforme de oficial del ejército federal se apoyaba, de pie,
contra un árbol. De los pies a la barbilla, su actitud revelaba un cansancio agotador; pero volvía la ca-
beza de un lado a otro con inquietud; al parecer, su mente no descansaba. Quizá dudaba sobre qué
dirección tomar; seguramente no permanecería mucho más donde se encontraba, pues ya los rayos
horizontales del sol poniente se esparcían, rojizos, por las aberturas del bosque y los fatigados solda-
dos empezaban a abandonar sus tareas del día. Por supuesto no iba a hacer noche allí, solo, entre los
muertos. Nueve de los diez hombres que uno se encuentra tras una batalla pregunta por el camino
que ha tomado determinada fracción del ejército; como si todos lo supieran. Sin duda, aquel oficial se
encontraba perdido. Después de darse un momento de reposo, seguiría presumiblemente a alguno
de los pelotones de enterramiento en retirada.
Sin embargo, cuando todos hubieron marchado, se dirigió directamente al interior del bosque,
hacia el oeste purpúreo, cuya luz le coloreaba el rostro como sangre. Andaba a zancadas, con un aire
de seguridad que indicaba que se hallaba en un terreno familiar; había recuperado la orientación. No
miraba a los muertos que encontraba a su paso, a derecha e izquierda. Tampoco prestaba atención a
los gemidos sordos de algún herido grave a quien no habían llegado los camilleros y que pasaría una
noche penosa bajo las estrellas acompañado solo de su sed. ¿Qué podía hacer, en realidad, el oficial,
que no era médico y tampoco llevaba agua?
En la punta de un barranco poco profundo, una mera depresión del suelo, yacían unos cadáveres
agrupados. Los vio, se desvió súbitamente de su travesía, caminó rápidamente hacia ellos. Examinó a
cada uno con atención a medida que pasaba y se detuvo por último junto a uno que yacía a una dis-
tancia de los otros, cerca de un grupo de árboles bajos. Le observó intensamente. Parecía moverse. Se
agachó y le puso la mano en la cara. El hombre gritó.
El oficial era el capitán Downing Madwell, del Regimiento de Infantería de Massachusetts, un
valeroso e inteligente soldado y un hombre honorable. Al regimiento pertenecían también dos her-
manos apellidados Halcrow: Caffal y Creede Halcrow. Caffal Halcrow era sargento de la compañía del
capitán Madwell y los dos hombres, el sargento y el capitán, eran incondicionales amigos. En la medi-
da en que la desigualdad de rango y la diferencia en los deberes y consideraciones de la disciplina
militar lo permitían, solían estar siempre juntos. En verdad, se habían criado juntos desde la primera
infancia. Y una costumbre de cariño no se rompe fácilmente. Caffal Halcrow no experimentaba ningún
124
gusto ni disposición hacia lo militar; pero la idea de la separación de su amigo le resultaba extremada-
mente penosa; se alistó en la compañía en la que Madwell era subteniente. Ambos ascendieron dos
veces de rango, pero entre el subalterno de más alta graduación y el oficial de más baja media un
abismo profundo y amplio, y la antigua relación se mantuvo con dificultades y en un aspecto diferente.
Creede Halcrow, el hermano de Caffal, era el mayor del regimiento, un hombre cínico y taciturno
entre el cual y el capitán Madwell existía una natural antipatía, que las circunstancias habían alimenta-
do y aumentado hasta una franca animosidad. De no ser por la influencia disuasoria que su mutua
relación con Caffal les imponía, cada uno de estos dos patriotas hubiera, sin duda, puesto todo su
empeño en privar a su país de los servicios del otro.
Al inicio del combate de aquella mañana, el regimiento cumplía su función en un puesto de
avanzada, a un kilómetro de distancia del grueso del ejército. El piquete fue atacado y prácticamen-
te sitiado en el bosque, pero se mantuvo tenazmente en sus posiciones. Durante una tregua en la
lucha, el mayor Halcrow se acercó al capitán Madwell. Tras intercambiar un saludo reglamentario, el
mayor dijo:
—Capitán, el coronel ordena que conduzca usted a su compañía hasta la cabeza de ese barranco
y mantenga allí su posición hasta nueva orden. No hace falta que le informe del peligro que implica
esta maniobra, pero si lo desea, supongo que puede usted delegar el mando de su compañía en su
teniente. No he recibido ninguna orden que autorice esta situación; es una mera sugerencia mía de
carácter no oficial.
Ante este moral insulto, el capitán Madwell replicó con frialdad:
—Señor; le invito a acompañarnos en la maniobra. Un oficial a caballo constituiría un excelente
blanco, y desde hace largo tiempo mantengo la opinión de que sería una gran ventaja que se hallara
usted muerto.
El arte de la réplica se cultivaba en los círculos militares ya en la temprana fecha de 1862.
Media hora más tarde, la compañía del capitán Madwell fue echada de su posición en la cabeza
del barranco, tras haber perdido a un tercio de sus hombres. Entre los caídos figuraba el sargento
Halcrow. El regimiento fue poco después obligado a retroceder hasta la primera línea de batalla y, al
final del combate, se encontraba a kilómetros de distancia. Ahora, de pie, el capitán estaba al lado de
su subordinado y amigo.
El sargento Halcrow había sido herido mortalmente. Su uniforme desarreglado parecía haber
sido rasgado violentamente y dejaba ver el vientre al aire. Algunos botones de la chaqueta habían sido
arrancados y estaban en el suelo, a su lado, junto a otros jirones de sus ropas desparramados por todas
partes. El cinturón de cuero estaba roto y parecía haber sido arrastrado por debajo de su cuerpo, una
vez caído. No había habido mucha efusión de sangre. La única herida visible era un agujero ancho e
irregular en el vientre. Estaba sucio de tierra y hojas secas. De él sobresalía un pedazo del intestino
delgado. El capitán Madwell no había visto nunca una herida así en toda su experiencia de la guerra.
No conseguía imaginar cómo había sido hecha ni tampoco explicar las otras circunstancias concu-
rrentes: el extraño desgarro del uniforme, el cinturón partido, la piel blanca manchada con la tierra. Se
arrodilló y lo examinó más cuidadosamente. Cuando se incorporó, volvió los ojos en diferentes direc-
ciones como si buscara un enemigo. A cincuenta metros, en la cima de la colina baja cubierta por unos
pocos árboles, observó varias formas oscuras moviéndose por entre los cadáveres: era una piara de
cerdos salvajes. Uno estaba de espaldas, con el lomo muy alzado. Tenía las patas delanteras sobre un
cuerpo humano y la cabeza, inclinada, era invisible. El borde cerdoso del espinazo se recortaba negro
sobre el poniente rojo. El capitán Madwell apartó los ojos y los fijó nuevamente sobre la cosa que antes
había sido su amigo.
El hombre que había padecido aquellas monstruosas mutilaciones se encontraba vivo. A interva-
los movía las piernas; gemía en cada respiración. Miraba fijamente sin expresión el rostro de su amigo
(Continúa...)
125
(Continuación...)
126
sostuvo en línea recta delante de él como para probar sus nervios. No hubo ningún
temblor en la hoja de la espada; reflejaba un rayo de luz desolada firme y certero. Se
inclinó y arrancó con la mano izquierda la camisa del agonizante. Se levantó y colo-
có la punta de la espada exactamente sobre su corazón. Esta vez no apartó los ojos.
Agarró la empuñadura de la espada con las dos manos y la empujó hacia dentro con La figura de Ambrose Bierce inspi
toda su fuerza y todo su peso. La hoja se hundió en el cuerpo del hombre y después ró a Carlos Fuentes para escribir su no
en la tierra a través de su cuerpo. El capitán Madwell estuvo a punto de caer hacia vela Gringo viejo en la cual narra la etapa
delante, sobre el propio trabajo que acababa de hacer. El moribundo alzó las rodillas, final de la vida de este autor quien decide
se llevó el brazo derecho al pecho y aferró el acero tan fuertemente que le blan- unirse a las tropas de Francisco Villa y
quearon los nudillos de la mano. La herida se ensanchó por el violento pero inútil desaparece en forma misteriosa. Dicha
esfuerzo de arrancar la espada y un riachuelo de sangre brotó y corrió sinuosamen- novela abrió las puertas de Estados Uni
te, deslizándose sobre las ropas desordenadas. En aquel momento, tres hombres dos a Fuentes y se convirtió en el primer
avanzaron en silencio desde detrás del grupo de árboles bajos que habían ocultado best seller mexicano en Nueva York. El
su llegada. Dos eran enfermeros y llevaban una camilla. éxito fue tal que se adaptó al cine a fina
El tercero era el mayor Creede Halcrow. les de la década de 1980. La película
mantuvo el título de la novela y en inglés
se denominó Old Gringo, fue dirigida
por Luis Puenzo y actuada por Gregory
Peck y Jane Fonda.
Bierce, A. Cuentos de soldados y civiles (1892). Madrid: El Mundo/La Revista Unidad Editorial.
(Biblioteca El Mundo, 16), (1998), pp. 52-59.
127
3. Si tuvieras que expresar en una palabra o frase cuál es el tema de ambos textos, ¿qué
dirías?, ¿por qué?
4. ¿Qué elementos intrínsecos, o sea, aquellos que hallaste en las obras, te ayudaron a de-
ducir su temática? Para responder esta pregunta guíate con las siguientes claves: el voca-
bulario encontrado, las atmósferas construidas, los personajes y las situaciones descritas
en el poema y en el cuento.
Obra literaria: Canción del esposo soldado
Vocabulario
Atmósfera
Personajes
Situaciones
Vocabulario
Atmósfera
Personajes
Situaciones
7. ¿En qué situación se encuentra el yo lírico del poema de la “Canción del esposo soldado”?
128
9. ¿Cómo es el escenario que reflejan los dos textos?, ¿con qué adjetivos lo calificarías?
10. ¿Qué tiempo verbal sobresale en cada obra?, ¿cuál podría ser la intención del autor al
usarlo?
11. ¿Cómo te figuras que viven el conflicto bélico el yo lírico de la “Canción del esposo solda-
do” y el protagonista de “El golpe de gracia”?
¡Bien hecho! Acabas de realizar un trabajo de análisis comparativo entre dos obras
literarias. ¿Piensas que esta metodología enriqueció tu manera de acercarte a los
textos literarios y de comprenderlos?, ¿no lo sabes?, ¿por qué no comenzamos a
reflexionar sobre lo leído y la manera en que lo analizaste?
129
130
131
132
bles de la ola de sangre que inunda España, en primer lugar Franco y Acércate a
Queipo de Llano. La edición fue destruida por los nacionales al tomar la
ciudad, pero por suerte el original estaba a salvo.
Hernández está en Madrid cuando se produce el golpe de Casado.
Algunos amigos le aconsejan que huya del país, para ponerse a resguar-
do tanto de los anticomunistas como, si triunfan, de los fascistas. Pero la
única e ingenua preocupación del poeta es volver al lado de su mujer y
su hijo, allí en Alicante. Y así lo hace.
El resto se puede contar en pocas palabras. La huida a Portugal,
donde, detenido por la policía, es devuelto en la frontera, donde le
muelen a palos. La conmuta de la pena de muerte por la de treinta años
(Franco no quería otro Lorca). Los terribles tres años en distintas cárce- Ian Gibson. Hispanista de origen
les, sin una sola visita de su padre. La tuberculosis no tratada que se lo irlandés, nacido en 1939 y
lleva el 28 de marzo de 1942. nacionalizado español en 1984.
Miguel Hernández Es conocido por sus trabajos
Fue uno de los grandes de la lírica
hablando en la emisora biográficos sobre Federico
española contemporánea. Y un estoico de
del 5 Regimiento, el García Lorca, Salvador Dalí
extraordinaria entereza que, para conse-
4 de diciembre de 1936. y Antonio Machado. También se
guir su liberación, se negó tercamente a
entonar la palinodia. Estamos en vísperas del centenario de su naci- ha especializado en el estudio
miento. Como poeta y como ser humano es hora ya de honrarle como de la España contemporánea,
se merece. y su tema base es la Guerra
Civil Española de 1936.
133
(Continuación...)
Acércate a
ba los ánimos de guerra, él escribía sobre asuntos militares con una claridad que nunca olvidaba el
resultado final: la sangre esparcida y los cuerpos mutilados. Pero casi nadie recuerda esto.
Escribió poemas, a menudo contrarreloj, y entrenó a una generación de poetas (se volvió una
El periódico The Bulletin, diario especie de líder de culto). Pero esto es una cuestión para los profesores de inglés.
publicado en la ciudad de San Era muy peculiar en sus visiones políticas, siempre adverso tanto a la demagogia como a la des-
Francisco a fines del siglo XIX y igualdad. No tenía fe en que un hombre común pudiera gobernar ni en que un hombre rico pudiera
principios del XX, y que superar su propia ambición. Si uno concilia las diferencias entre George Orwell y Herbert Spencer
desapareció por acusaciones de podría quizás aproximarse a las ideas de este escritor, que influyó a millones a través del periódico
falsedad en su línea editorial. Hearst. Pero esto a casi nadie le interesa.
Aunque no se comprobó que así De esta manera, Ambrose Bierce solamente es famoso porque nadie sabe qué le ocurrió. Se arro-
haya sido, la debilidad del
jó al tornado de la Revolución mexicana en diciembre de 1913, y no se supo más de él. Era bueno es-
periódico provocó su cierre.
cribiendo historias tétricas, y solo cuatro o cinco han alcanzado la fama.
134
4. Según los textos, ¿en qué época participaron Miguel Hernández y Ambrose Bierce en una
guerra?
5. ¿Qué dicen los textos sobre las convicciones políticas e ideológicas de los autores?, ¿por
qué y para qué bando peleaban?, ¿contra qué se manifestaron?, ¿qué ideas o quiénes los
influyeron?
6. Describe las intervenciones del poeta español y del narrador estadounidense durante la
guerra. ¿Qué hicieron activamente para contribuir en su lucha a través de la literatura?
El contexto de producción
En el caso de los textos de Bierce y Hernández es fácil emparentar las preocupacio
nes plasmadas en su obra con el contexto que los rodeaba. No obstante, es impor
tante hacer una distinción entre el contexto de producción de un texto literario y
el contexto anecdótico de la obra. El primero alude al conjunto de circunstancias
que competen al autor en el momento en que crea su texto. Mientras que el segun
do se refiere al mundo que recrea la obra literaria (el espacio elegido, el tiempo en
que transcurre, las costumbres retratadas, etcétera).
Como ya hemos visto, es importante conocer el contexto de producción de un
texto literario, ya que los artistas se ven constantemente influidos por las circuns
tancias que los rodean. De esta manera es mucho más probable que entendamos
mejor su obra si hacemos caso del contexto en que se encuentran, porque si no lo
135
Los estudiosos de la Literatura la abordan desde diversos puntos y la analizan dando cierto orden a su es-
tudio. Al hacerlo clasifican utilizando diversas categorías de análisis: histórico o temporal, espacial, por
semejanza. Por ejemplo, es común que se haga referencia a las obras literarias del tal siglo o de alguna
época y precisar aún más agregando el lugar de producción; así, se puede uno referir a la novela española
del siglo xix. Cuando se clasifica por semejanzas se refieren a géneros, a corrientes o escuelas y a movimien-
tos literarios; novela de ciencia ficción, cuento policiaco, poesía amorosa son ejemplos de género mientras
la referencia a novela costumbrista, poesía dadaísta o cuento del romanticismo lo hace a corrientes. La
referencia a los movimientos se da cuando un grupo de autores comparten algunos rasgos socioculturales
e históricos compartiendo una visión del mundo. Eso provoca que sus creaciones presenten características
similares.
(Véase el Apéndice 5, Las corrientes literarias.)
136
5 Continúa buscando información para concluir si es posible que los textos lite
rarios puedan ser vehículos que nos acerquen a conocer y comprender di
ferentes visiones del mundo. Lee una vez más. Identifica en ambos textos la información
que te dé pistas para acercarte a los contextos de producción del texto y su creador.
Guía tu análisis con las interrogantes planteadas al final.
137
(Continuación...)
Acércate a
situación internacional tan favorable a sus intereses. Las dictaduras dominadas por gobiernos autori-
tarios de un solo hombre y de un único partido estaban sustituyendo entonces a las democracias en
muchos países europeos y, si se exceptúa el caso ruso, todas esas dictaduras salían de las ideas del
orden y de la autoridad de la extrema derecha. Seis de las democracias más sólidas del continente
fueron invadidas por los nazis al año siguiente de acabar la Guerra Civil. España no era, en consecuen-
cia, una excepción ni el único país donde el discurso del orden y del nacionalismo extremo se imponía
al de la democracia y la revolución.
Pero eso nunca debería ser una excusa, un argumento tranquilizador para descargar las respon-
sabilidades de amplios sectores de la población española, los grupos más cultos, las clases propieta-
rias, los dirigentes políticos y sindicales, militares y eclesiásticos, que poco hicieron por desarrollar una
Julián Casanova es catedrático
cultura cívica, de respeto a la ley, a los resultados electorales, de defensa de las libertades de expresión
de Historia Contemporánea de
y asociación y de los derechos civiles.
la Universidad de Zaragoza,
Muchos españoles vieron la guerra desde el principio como un horror, otros sentían que estaban
especialista en la Guerra Civil
en la zona equivocada y trataban de escapar. Hubo personajes ilustres de la República que no tuvieron
Española y articulista del
participación alguna en la guerra y estaba también la llamada “tercera España”, algunos intelectuales
periódico El país desde hace
que pudieron “abstenerse de la guerra”, como decía de sí mismo Salvador de Madariaga. Pero la guerra
más de siete años. Sus artículos
atrapó a la mayoría de la población española, a millones de ciudadanos, les hizo tomar partido, aun-
de opinión versan sobre
acontecimientos de la historia que algunos se mancharan más que otros, e inauguró un periodo de violencia sin precedentes en la
actual. historia de España, por mucho que todavía haya versiones que vean esa guerra como una consecuen-
cia lógica de la tendencia ancestral de los españoles a matarse.
No hay, por tanto, una respuesta simple a la pregunta de por qué del clima de euforia y de espe-
ranza de 1931 se pasó a la guerra cruel y de exterminio de 1936. España comenzó los años treinta con
una República y acabó la década sumida en una dictadura derechista y autoritaria. Por mucho que se
hable de la violencia que precedió a la Guerra Civil, para tratar de justificar su estallido, está claro que
en la historia del siglo XX español hubo un antes y un después del golpe de Estado de julio de 1936.
Además, tras el final de la Guerra Civil en 1939, durante al menos dos décadas no hubo ninguna re-
construcción positiva, tal y como ocurrió en los países de Europa occidental después de 1945.
Los bandos que se enfrentaron en España tenían ideas tan distintas sobre cómo organizar el Es-
tado y la sociedad y estaban tan comprometidos con los objetivos por los que tomaron las armas, que
era difícil alcanzar un acuerdo. Y el panorama internacional, de nuevo, tampoco dejó espacio para las
negociaciones. De esa forma, la guerra acabó con la aplastante victoria de un bando sobre otro, una
victoria asociada desde ese momento con todo tipo de atrocidades y abusos de los derechos huma-
nos. Las dictaduras que emergieron en Europa en los años treinta, en Alemania, Austria, o España, tu-
vieron que enfrentarse a movimientos de oposición de masas y para controlarlos necesitaron poner
en marcha nuevos instrumentos de terror. Ya no bastaba con la prohibición de partidos políticos, la
censura o la negación de los derechos individuales. Un grupo de criminales se hizo con el poder. Y
la brutal realidad que salió de sus decisiones fueron los asesinatos, la tortura y los campos de concen-
tración.
La victoria de Franco fue también una victoria de Hitler y de Mussolini. Y la derrota de la Repúbli-
ca fue asimismo una derrota para las democracias. Setenta años después de que las armas se impusie-
ran a las palabras, tenemos que enseñarles a los jóvenes y adolescentes, a quienes vienen detrás de
nosotros, que la violencia y la intransigencia es el legado más pernicioso de ese pasado. Solo el diálo-
go, el debate político, la democracia y la libertad pueden curar las heridas, superarlas y construir un
presente mejor.
Casanova, J. (2006) “Una guerra poco civil”, El País. Madrid; 15 de julio del 2006 [en línea].
Disponible en: <http://elpais.com/diario/2006/07/15/opinion/1152914413_850215.html>
[Consulta: 15/04/2012].
138
139
(Continuación...)
exaltaban, recurrían a estos principios como guía para la resolución de sus problemas. Por desgracia,
los puntos de desacuerdo más importantes entre el Norte y el Sur en 1861 podían considerarse prin-
cipios; tanto la indivisibilidad de la república y su poder soberano como los derechos de los estados
estaban ligados a las pasiones de la época dorada de la república, y, si la supervivencia de ésta se veía
amenazada, podían ser invocados nuevamente. A lo largo de las luchas políticas en las décadas ante-
riores del siglo, habían sido invocadas una y otra vez por dos figuras dotadas de gran sinceridad y
elocuencia, Henry Clay y John Calhoun. Fue una auténtica mala suerte que los Estados Unidos produ-
jese líderes de opinión tan formidablemente persuasivos. Para desgracia del Sur, que había dominado
el debate durante la primera mitad del siglo, precisamente en el punto en que la cuestión de los prin-
cipios dejó de ser un torneo verbal y amenazó con convertirse en una llamada a la acción, el Norte
produjo un líder que hablaba mejor y con más energía que cualquiera de los campeones del Sur por
aquel entonces.
La guerra debía de estar a flor de piel en el debate en 1861, pues el Sur, en cuanto comenzó a
organizarse para la secesión, no solo designó a su propio presidente de la confederación, sino también
a un secretario de guerra, así como a secretarios de estado, del tesoro y del interior. Tan pronto como
asumió el cargo, el presidente Lincoln convocó a las milicias de los estados norteños al servicio federal
y reclutó a decenas de miles de voluntarios. En pocas semanas, uno de los políticos más pacíficos del
mundo civilizado se puso al mando de multitudes que, aunque no tuvieran armas, las reclamaban, se
instruían en su manejo y convocaban marchas. Las armas tardaron en aparecer. Pero esta demora no
aplaco la agitación social, pues aquel ataque contra la integridad, y autoridad de la república, había
despertado profundas pasiones populares. Se había convertido en un asunto preocupante para los
pueblos del Viejo Mundo, a raíz de las luchas de liberación nacional, tanto en la parte hispanohablante
del continente americano como en la angloparlante. Las dos Norteaméricas de 1861, la del Norte y la
del Sur, llegaron a la conclusión de que las cuestiones de principios y las discrepancias generadas por
la elección de Abraham Lincoln eran lo bastante graves como para pelear por ellas. Esta decisión con-
firió al inminente conflicto un designio fatal. Se convirtió en una guerra entre pueblos, y los de cada
bando, que hasta entonces se veían como uno solo, comenzaron en adelante a percibir sus diferencias
y a considerarlas más importantes que aquellos valores que habían venido aceptando como perma-
nentes y vinculados desde 1781. La inaplazable guerra sería por lo tanto una guerra de secesión, y así
fue rápidamente llamada y reconocida. Entre tanto, los líderes del Norte y del Sur analizaban qué for-
ma adoptaría el conflicto en caso de que llegara hasta sus pueblos. La cuestión, para el Sur, era sencilla:
defendería sus fronteras y repelería a cualquier invasor que apareciera. Para el Norte las cosas no eran
tan simples. Toda guerra sería una rebelión, un desafío a su autoridad que debía ser derrotado; pero
¿cómo y —lo que era más crucial- dónde infligir esa derrota? El Sur constituía la mitad del territorio
nacional, un área inmensa que solo colindaba con las regiones organizadas del Norte en unos pocos
puntos muy distantes entre sí. Había contacto entre el Sur y la región de las grandes ciudades del
Norte en el corredor de la costa atlántica de Maryland y Pensilvania, una región con abundantes ferro-
carriles; había otras conexiones más indirectas entre el Norte y el Sur en el valle de Mississippi, donde
existían bastantes rutas fluviales, pero pocas ciudades y escasa población. En consecuencia, al estallar
la guerra en abril de 1861, ésta comenzó de manera irregular, improvisada, y en buena medida sin
dirección, con ejércitos embrionarios que se atacaban dondequiera que se encontraban. Los primeros
encuentros fueron combates sin menor importancia que se produjeron en lo que el Times de Londres
llamó desdeñosamente “campos sin batalla”, allí donde más tarde se fundó el estado de Virginia Occi-
dental. Fue una gran ventaja para el Sur que la primera gran batalla importante de la Guerra, la llamada
primera batalla de Manassas, o primera batalla de Bull Run, concluyera con una victoria sudista, si bien
sus consecuencias fueron lamentables para Estados Unidos. Esta victoria inesperada desanimó al Nor-
te y persuadió al Sur de que la victoria definitiva era alcanzable. Si la batalla hubiese tenido otro resul-
140
tado, como fácilmente hubiera podido suceder, acaso la guerra hubiese concluido más pronto y a un
costo mucho menor para el Norte y para el Sur.
Después de Bull Run, la guerra hubo de ser encarnada como una empresa de grandes proporcio-
nes y exigió a ambas partes un dispendio ilimitado de recursos. Sin embargo, Bull Run no indicó al
Norte ni al Sur el camino a seguir. El Sur continuó a la defensiva, y Lincoln y sus generales siguieron sin
saber cómo emprender una ofensiva exitosa. El vilipendiado general George Mc Clellan, un organiza-
dor genial, pero poco ardoroso como estratega y guerrero, concibió el plan de sacar al Ejército del
Potomac de los alrededores de Washington y trasladarlo por agua, entrando por la bahía de Ches-
apeake, hasta las inmediaciones de Richmond. Era una idea conveniente y bien razonada, ya que se
evitaban una serie de disputados cruces de ríos en el norte de Virginia durante la marcha desde una
capital a la otra. Todo lo que esta maniobra evitó al ejército de la Unión quedó demostrado por la
Campaña Terrestre de Grant en 1864, cuando éste tuvo que pelear a cada paso sangrientas batallas,
entre ellas la de Spotsylvania y Cold Harbor. La Campaña Penínsular, como fue llamada la empresa de
McClellan, mereció rendir grandes frutos, pero la timidez de su creador provocó que no tuviera conse-
cuencias, y obligó al Ejército del Potomac a volver a librar infructuosas batallas frontales alrededor de
Washington. El fracaso de la Campaña Peninsular promovió también la aparición del general Robert
Lee, quien frustraría todos los esfuerzos ofensivos del ejército del Potomac durante tres años, y llevaría
a cabo sus propias incursiones en el territorio de la Unión.
Una estrategia de la Unión, exitosa aunque muy discutida, surgió finalmente de modo accidental,
cuando la victoria del general U. S. Grant contra los fuertes Henry y Donelson condujo a la primera
incursión federal seria en el territorio confederado a través del río Tennessee. Grant inauguró así la
“campaña del Oeste”, en realidad el centro-sur de Estados Unidos. Grant iniciaría otras dos estrategias:
la de alimentarse del campo y la de infligir bajas. La tarea de hacer que el Sur pagara con sangre por su
rebelión desagradaba a importantes líderes de la Unión, entre ellos Winfield Scott, el general en jefe, y
a su sucesor, George McClellan, quienes creían que el tiempo y un modo menos encarnizado de lu-
char incluirían un ánimo de paz y reconciliación en el Sur, donde se pensaba que había un gran nú-
mero de federalistas encubiertos. Grant no adopto ninguna de estas tibias posiciones. Aunque no era
un hombre sanguinario, creía que únicamente con golpes feroces podría ponerse fin a la guerra y, si
bien deploraba la “efusión de sangre”, siempre peleó para ganar. Después de los fuertes Henry y Donel-
son, su primera gran batalla, Shiloh, fue una espantosa orgía de sangre que puso ante los ojos de la
nación la naturaleza del conflicto que se había iniciado. Fue una advertencia saludable, pues de ahí en
adelante las listas de bajas se elevaron inexorablemente. La Guerra de Secesión llegó a ser involunta-
riamente una guerra con recuentos de bajas, así como llegaría a serlo la posterior guerra de Estados
Unidos en Vietnam. En la década de 1960, el populoso Vietnam del Norte fue capaz de sostener una
guerra de este tipo, sacrificando a cincuenta mil jóvenes cada año a manos del Ejército de Estados
Unidos y de sus aliados, y remplazándolos al año siguiente sin mermar en su desempeño bélico. El sur
estadounidense no podía soportar semejante costo. En 1861-1864 parecía capaz de, sin debilitarse,
remplazar a los que morían en combate o por enfermedades generadas por la guerra, pero esta apa-
rente invulnerabilidad era engañosa. La guerra fue desangrando mortalmente al Sur, mientras que el
Norte, más populosos, lograba reponer sus enormes pérdidas y seguir peleando. A medida que el
Norte devoraba las reservas de combatientes del Sur, también se iba abriendo paso por su territorio
Sur. La campaña de Shiloh inició la bisección del Sur a manos de Grant, e infligió además pérdidas muy
graves. Tras la bisección vino la fragmentación, primero cuando Grant tomó un atajo por el sur de
Tennessee para llegar hasta el sur de Georgia, dividiendo luego los estados meridionales y los estados
fronterizos. De ahí en adelante Grant fue reduciendo el Sur a fragmentos cada vez más pequeños, in-
fligiendo pérdidas constantes.
El Sur, o en particular el Ejército de Virginia del Norte, a las órdenes de Lee, no fue capaz de infligir
daños similares en el Norte. Las invasiones de Lee en Pensilvania y Maryland fueron poco más que
(Continúa...)
141
(Continuación...)
Asesoría incursiones a gran escala. Ninguna de ella logró conquistar un espacio permanente, y si bien Lee logró
Se conoce con el término infligir cuantiosas bajas, particularmente en Antietam y Fredericksburg, sus batallas le costaban muy
prólogo a aquel escrito breve caro. Tras el fracaso de sus invasiones, Lee no contaba con una estrategia en el Este. No podía hacer
que se encontrará siempre al otra cosa que mantener una fuerte defensa, y ver cómo el Norte desarrollaba una estrategia cada vez
comienzo de una obra escrita; más eficaz en el Oeste.
por lo general, el autor lo utiliza La Guerra de Secesión es una de las grandes guerras más misteriosas en la historia; misteriosa por
para explicarle a los lectores las inesperada, pero también por la intensidad con que estalló. Gran parte del misterio consiste en el he-
motivaciones que lo llevaron a cho de que una guerra civil estallase en un país que desde sus inicios se había dedicado a la paz entre
escribir la obra o bien para los hombres, a la hermandad entre sus habitantes, como proclamara Filadelfia, su mayor ciudad, al
destacar algunos aspectos que iniciarse la Guerra de Secesión. Resulta además un misterio por su geografía humana: al principio pa-
considera determinantes y recía arraigada en la vecindad de las dos capitales, Washington y Richmond, pero luego, como la inva-
relevantes en su lectura. Es por sión exótica de una flora tropical, estalló a gran distancia de los campos de batalla de Virginia, de
eso que el prólogo sirve al lector Tennessee, Misouri y Lousiana, a menudo sin que hubiese una fecundación cruzada aparente. Abra-
para orientarse. Con frecuencia ham Lincoln, el nuevo presidente de 1861, dijo que la “guerra en cierto sentido tenía que ver con la
los prólogos son escritos por un esclavitud”; pero en 1862 y 1863 sus enormes y agresivos retoños brotaron en zonas donde la esclavi-
especialista en el tema y ofrecen tud era un componente muy secundario de la vida económica y social. De hecho, como ahora sabe-
al lector claves para la mos, muchos sureños no tenían ningún vínculo personal con la esclavitud, ni como dueños de
interpretación de la obra. En esclavos ni como empleadores de su fuerza de trabajo. Cierto que quienes no poseían esclavos a me-
pocas palabras, con la lectura nudo guardaban rencor a sus vecinos esclavistas, pero eso no impidió que se incorporasen por miles
del prólogo el lector puede al nuevo ejército confederado y luchasen con aterradora ferocidad y admirable destreza en las batallas
obtener información confiable. que éste libró contra el ejército de la Unión. Había otro misterio en esta guerra: ¿por qué hombres sin
ningún interés racional en la guerra luchaban tan ferozmente contra los norteños, quienes, por aquel
entonces, a menudo no se distinguían de sus pobres adversarios sureños? En el Sur, esta ausencia de
motivación personal directa solía presentarse como una paradoja: “Una guerra de ricos pero una pelea
de pobres”, subrayando el hecho innegable de que, si bien los grandes propietarios de esclavos y sus
hijos militaron en las filas sureñas, éstas estaban conformadas por una inmensa mayoría de granjeros
pobres y a menudo por hombres que no poseían nada en absoluto.
La comparación de la riqueza del Norte y la del Sur añade otra dimensión misteriosa a la guerra.
Un simple balance económico hubiera develado que el Sur no era lo bastante rico para sostener una
campaña seria contra el Norte. La riqueza per cápita del Sur era mayor que la del Norte, pero solo de-
bido al valor comercial de los esclavos y de los cultivos comerciales que producían, una riqueza que
Acércate a estaba en manos privadas. El capital y el valor de los ingresos de la economía norteña eran inmensa-
mente superiores a los del Sur, pues producía materias primas esenciales —hierro, acero, metales no
ferrosos, carbón, productos químicos- en grandes cantidades, y tenía acceso a terminales de transpor-
te de las que el Sur carecía. La producción de bienes manufacturados del Sur era más deficiente aún.
Ya en 1861, el Norte exportaba por su cuenta carbón y acero; en 1900 su producción de materiales
esenciales para la guerra sobrepasó la del Reino Unido. Esta inversión de las circunstancias económi-
cas ya se preveía al comienzo de la Guerra de Secesión.
La capacidad de un enemigo sobrepasado económica y numéricamente, como era el caso del
Sur con respecto al Norte, para sostener la lucha a tan gran escala, no hace sino ahondar el misterio de
esta guerra.
John Keegan (1934). Historiador
británico cuyo tema de estudio
es la guerra y su obra más
representativa es El rostro de
la batalla, publicado en español
por editorial Océano en 1990. Keegan, J. “Prólogo” (2001). Secesión: la guerra civil americana. Madrid: Turner, pp. 15-21.
142
Cuestiona los textos para relacionarlos con las obras de Miguel Hernández y Am
broce Bierce:
1. ¿Qué tipos de textos acabas de leer y cuáles fueron tus pistas para clasificarlos?
2. ¿Sobre qué acontecimiento habla el texto de Casanova?, ¿qué visión te brinda sobre el
suceso?, ¿cuál consideras que sea su intención?
3. ¿Sobre qué acontecimiento habla el texto de John Keegan?, ¿qué visión te brinda sobre
el acontecimiento que aborda en su texto?, ¿cuál supones que fue su intención al escribir
este prólogo?
4. ¿Cuál es la hipótesis o idea directriz de “Una guerra poco civil” y del prólogo de Secesión:
la guerra civil americana?, ¿en qué párrafo y con qué pistas las identificaste?
6. Localiza tres causas de la guerra civil y tres de la Guerra de Secesión y subráyalas en los
textos respectivos para transcribirlas.
143
7. ¿Qué dicen Casanova y Keegan sobre la atmósfera que se vivía en el mundo (cómo era la
situación global y qué pasaba) y qué afirman sobre la atmósfera local (cómo era la situa-
ción en España y Estados Unidos, respectivamente, y qué pasaba en ese momento)?
8. ¿A qué conclusiones llega John Keegan?, ¿consideras que su visión de la guerra civil es-
tadounidense es objetiva?, ¿por qué?
9. ¿Cuáles son las conclusiones a las que llega Casanova?, ¿qué opinas de su visión sobre
la Guerra Civil Española?
Ahora que has leído algunos textos que te proporcionan grandes pistas para re
construir el contexto de producción del poema de Miguel Hernández y del cuento
de Ambrose Bierce es tiempo de analizar cada una de ellas con la finalidad de am
pliar nuestra percepción del panorama contextual, es decir, histórico, geográfico,
social, ideológico y cultural del que emanan estas obras.
¿A qué te imaginas que alude el contexto históri
Asesoría co? Ya lo has identificado en la actividad anterior. En el
Para analizar el contexto histórico y espacial de una obra puedes consultar caso de Miguel Hernández ubicaste su participación
artículos de especialistas en el estudio del autor u otro tipo de fuentes en la Guerra Civil Española y en el caso de Bierce en la
más generales como libros y documentos de historia universal Guerra de Secesión norteamericana. Dichos aconteci
o de la época histórica específica. También puedes recurrir a libros sobre mientos tuvieron un lugar específico en la historia de
historia de la literatura en los cuales encontrarás con facilidad alguna
explicación general del tiempo histórico y el movimiento al cual puede
la humanidad y se desarrollaron en un lapso de tiempo
haber pertenecido el escritor. concreto. Esto permite que podamos estudiarlos de
forma particularizada.
144
145
los une una serie de intereses en común. Por ejemplo, Miguel Hernández pertene
ció a la sociedad española de la primera mitad del siglo XX, aquí el rasgo comparti
do es el de la nacionalidad. Dicha sociedad, aunque no presentaba una estructura
monolítica, en términos generales se caracterizó por una fuerte desigualdad social.
Hay un grupo de personas que se benefician con la industrialización, por lo que se
engrosa la clase alta; las clases medias también experimentan un aumento signifi
cativo y aparecen las agrupaciones de obreros que comparten el escenario con los
campesinos. En aquel momento, el país vivió una inmigración constante del campo
a las ciudades, pero a pesar de la industrialización, y comparada con Gran Bretaña,
Francia y Alemania, España estaba calificado como un país agrario. Durante la dé
cada de 1920 el país vivió cierto auge económico pero también una crisis que llevó
a la sociedad a una división social más profunda, a una polarización ideológica y al
enfrentamiento por medio de las armas. Dentro del conflicto armado se formaron
grupos o bandos que defendían intereses determinados; Miguel Hernández per
teneció al bando republicano que defendía la idea de una república democrática
basada en ideas socialistas. A su vez este bando se dividió en varias tendencias,
trotskistas, estalinistas y anarquistas.
A las ideas políticas y estéticas que circundan el momento de creación artística
Edgar Allan Poe se les denomina contexto ideológico y cultural. Toda creación emana de otras
(1809-1849) fue un es
critor, poeta, crítico y
obras e ideas. Los autores se nutren del diálogo con otros autores y pensadores
periodista romántico es contemporáneos y pasados; leen, conversan y se refugian en la lectura de los de
tadounidense, general más. Así es común explicar la obra creativa de alguien buscando “las influencias
mente reconocido como de…”. Si recuerdas en los textos “Miguel Hernández en guerra” y “Sobre Ambroce
uno de los maestros uni Bierce” hay referencias a otros autores e intelectuales; Rafael Alberti y Pablo Neru
versales del relato corto,
da son dos poetas marxistas con los que tiene contacto Miguel Hernández, quien
del cual fue uno de los
primeros practicantes también conoce a Federico García Lorca y otros miembros de la llamada Genera
en su país. Es recordado ción del 27. Algunos estudiosos de la literatura estadounidense hablan de Ambroce
especialmente por sus Bierce como “el heredero de Edgar Allan Poe”, cuentista considerado como uno de
cuentos de terror. Consi los maestros del relato corto, ¿has tenido oportunidad de leer alguno de sus cuen
derado el inventor del
tos? “El pozo y el péndulo”, “El asesinato en la calle Morgue”, “La caída de la casa
relato detectivesco.
Usher” son algunos de una gran cantidad de ellos.
La literatura de un periodo o etapa histórica es un buen referente para descubrir las características de una
época. Así como un grupo de personas, que vive en un mismo contexto, comparte algunos rasgos sociocultu-
rales e históricos, varios escritores que viven más o menos en la misma época comparten una visión de mun-
do y, más específicamente, del arte y la literatura. Ello provoca que sus creaciones presenten características
similares y que, debido a ello, los estudiosos de la literatura se refieran a estos como un “movimiento o co-
rriente literaria”. Conocer acerca de estos movimientos, por lo tanto, es importante para comprender mejor la
obra de un autor o los diferentes textos literarios de una misma época, detectando las características que se
repiten en todos ellos, así como sus diferencias. Si quieres conocer más acerca de algunos movimientos, pue-
des consultar los sitios Historia y movimientos de la Literatura Española, El poder de la palabra y Arte Historia.
146
Algunos estudiosos afirman que el proceso de globalización o mundialización propia del inicio del siglo xxi
provoca una mayor universalización de la cultura y las costumbres, es por ello que para estudiar el contex-
to de producción de un texto contemporáneo o actual, un lector debe poner mayor atención en los detalles.
(Continúa...)
147
(Continuación...)
Contexto de producción
Tipo de contexto El golpe de gracia Texto que hayas elegido
Contexto geográfico
(Espacio y atmósfera en la que
tienen lugar las acciones de la
obra)/(Lugares de residencia
del autor)
Contexto ideológico/cultural
(Principales influencias de
pensamiento e ideas políticas)
Contexto social
(Sociedad a la que retrata
o a la que pertenece, los
Estados Unidos finiseculares)
CIERRE
1 Este apartado se desarrollo con base en el libro Español dos de Olga Méndez (inédito).
148
un disco y quieres comprarlo?, ¿te recomiendan algo y te interesa al grado que vas
y lo buscas?
7 Como ya sabes, los textos presentan siempre una estructura o forma que los
ordena y contribuye a su cohesión y coherencia; te acordarás, por ejemplo que
a los textos de corte argumentativo los estructuran tres partes: introducción, desarrollo
y conclusión o cierre. Lee el siguiente texto e intenta identificar las partes que lo es
tructuran.
Buck, P. S. Viento del Este, viento del Oeste. Madrid: Debolsillo (2005).
Pearl S. Buck, escritora estadounidense nacida en 1892, logró con su obra Viento del este, viento del
oeste (1930) expresar un conmovedor relato con tono intimista y de una forma sabia y enriquecedora
acercar el mundo oriental y sus costumbres, gracias a que la propia novelista pasó años de su vida en
China.
En Viento del este, viento del oeste, Buck cuenta la historia de Kwei-Lan, una joven de familia noble,
a la que casan con un rico que inicialmente la rechaza, puesto que él ha sido educado bajo la influen-
cia occidental y niega cualquier tipo de norma de corte ancestral. La escondida rabia que le corre por
dentro, al principio, la hace luchar desesperadamente por la conquista de su marido, enfrentándose a
todo lo establecido desde que era niña y rompiendo moldes con los aforismos y las experiencias por
parte de su familia.
La mayor virtud del libro consiste en la forma pausada y serena con que está narrado. Como si la
narradora confiase plenamente en el lector, parece contarle, cara a cara, todos sus sentimientos duran-
te y tras los sucesos acontecidos en su matrimonio. Acompañado de una ambientación exquisitamen-
te cuidada a lo largo de la China de principios del siglo xx, el personaje de Kwei-Lan resulta fascinante
por su realismo y humanidad en un escenario radicalmente diferente al que estamos acostumbrados
a ver. La forma en la que la protagonista es sometida a convertirse en una mujer occidental, es relata-
da elegantemente, con discreción y sutileza, como si la educación que inunda a los personajes salpi-
cara a la narración.
Pearl S. Buck consigue, sin que se le noten mayores esfuerzos, trazar una historia perfecta y emo-
tiva, con pasajes realmente esplendorosos. Con un gran inicio, se desinfla un poco mediado el relato,
con un nudo un tanto alargado y falto de ritmo, en el que las sucesivas anécdotas, en principio asom-
brosas, se tornan monótonas y recurrentes. Aún así, es digna de halago su maravillosa propuesta, con
la que construye, sin duda alguna, una de las mejores novelas para entender los principios que seguía
la China antigua, hasta su adaptación a la emergente sociedad occidental, en algunos aspectos noto-
riamente positiva y en otros decadente y escasa de moral.
También es una historia de sufrimiento en silencio, de una chica que querría rebelarse ante todo
lo establecido, pero no sabe por qué ni cómo hacerlo. Ni siquiera es consciente de ello. Por eso, es
previsible su relajado pero firme camino hacia la adaptación al universo de su marido, que se halla
(Continúa...)
149
(Continuación...)
Lo que leíste fue una reseña, un escrito cuyo propósito principal es dejar saber a
quien la lee, si vale la pena la lectura de una obra, para lo cual la opinión de quien
escribe se justifica con hechos o incidentes específicos de la obra en cuestión y de
su conocimiento sobre su creador(a) y su contexto.
150
José Joaquín Fernández de Lizardi, “El pensador mexicano”, es autor de El Periquillo Sarniento, la novela
que hemos seleccionado para recomendar.
Considerada como la obra cumbre de este autor nacido en la Ciudad de México el 15 de noviem-
bre de 1776, apareció por primera vez en 1816, durante la Guerra de Independencia de México.
Por ese entonces, el relato se daba a conocer por entregas, pero recién se pudo disfrutar del
texto completo después de 1830, ya que antes, el cuarto número había sido censurado por criticar la
esclavitud. Con el tiempo, la obra adquirió importancia a nivel internacional y se convirtió en un clási-
co de la literatura mexicana.
El Periquillo Sarniento tiene como protagonista a Pedro Sarmiento, un pintoresco personaje que,
tras ser un niño mimado y malcriado por su familia, se encuentra huérfano de forma repentina y sin
recursos que lo ayuden a sobrevivir. A partir de entonces, este ingenioso muchacho experimentará
(Continúa...)
151
(Continuación...)
diferentes modos de vida y no tardará en encontrar la manera de subsistir. A medida que la historia
avanza, el lector va siendo testigo de las desdichas, las travesuras, los amores y las alegrías de este
personaje al que apodaban el Periquillo Sarniento, quien tenía como mejor amigo a Don Martín.
Con este libro se consigue generar el interés en miles de lectores jóvenes mexicanos y aún alre-
dedor del mundo. Es posible conocer, gracias a la descripción que hace el autor sobre las vivencias de
este astuto joven, cómo era el México del siglo XVIII y descubrir el folklore y las costumbres mexicanas.
El Periquillo Sarniento es una opción literaria que debería tener en cuenta todo aquel que quiera
disfrutar de una historia entretenida que, además de dar a conocer datos biográficos de un personaje
interesante, promueve reflexiones y deja sabias enseñanzas.
152
153
Vargas Llosa narrando los últimos días del dictador Rafael Leónidas Trujillo nos da una visión general
de su dictadura. Ésta vista a través de tres perspectivas diferentes. La primera nos la da una mujer que
arrastra un terrible dolor, Urania Cabral, hija de Agustín “Cerebrito” Cabral, presidente del senado du-
rante la dictadura, colaborador y cortesano del dictador. A través de ella conocemos un grupo de
personas, del que su padre es el prototipo, muy importante en la dictadura, los burócratas civiles. Este
grupo descrito como: “preparados, cabezas del país,… sensibles, cultos” (p.75), eran escogidos y utili-
zados por el dictador para diversos fines, tales como administrar sus bienes (p. 151) o legitimar las
necesidades del régimen (p.150). Ellos tenían una lealtad y una devoción por Trujillo que llegaban a
extremos absurdos. Competían y conspiraban entre sí (p.232) para estar más cerca de él. Lo veían
como el amo de sus vidas, un rey divino que les hacía un gran favor al permitirles estar a su lado. Por
él eran capaces de cualquier sacrificio incluso ofrecerle lo más querido como ofrenda, sus esposas
(p.74). El ejemplo más extremo lo ofrece la misma Urania, quien nos narra a través de la obra cómo su
padre caído en desgracia ante los ojos del dictador, no vacila en ofrecer a su hija a cambio de volver a
estar en los círculos íntimos de éste. Es como un Abraham bíblico que ofrece lo más valioso: su única
hija en sacrificio a su Dios. De esta forma Vargas Llosa hace patente una idea; la divinización de Trujillo.
A este, desde los sectores más cercanos al régimen hasta los pobres lo perciben como un padre, un ser
divino, un mesías mandado por Dios, un elegido. La idea Dios y Trujillo (p.293) está presente en toda la
obra. Otro detalle importante de los burócratas civiles es la habilidad que tuvieron muchos de ellos
para sobrevivir al tirano y adaptarse al nuevo sistema democrático (p. 72).
La segunda perspectiva nos la ofrecen los conspiradores que desesperados esperan a que pase
el dictador para darle muerte. Estos hombres, Antonio de la Masa, Antonio “Tony” Imbert, Amado
“Amadito” García Guerrero, Salvador “el Turco” Estrella Sadhalá, Pedro “Negro” Livio Cedeño, Huáscar
Tejada Pimentel y Roberto Pastoriza Neret, tenían varias cosas en común. Eran hombres de acción,
pertenecían o estaban vinculados, de alguna forma, al ejército. Por supuesto eran trujillistas o mejor
dicho eran miembros de la dictadura (este dato es importante, porque un grupo que no estuviera
vinculado a la dictadura se le hubiera hecho mucho más difícil lograr un atentado con éxito contra
Trujillo). Y lo más importante es que por alguna desgracia personal estaban profundamente decepcio-
nados y resentidos contra el dictador.
Tomemos por ejemplo el caso de de la Maza, el hermano de Tavito, piloto y trujillista acérrimo.
Participante en el escándalo de Jesús Galíndez, era crítico de la dictadura por lo que fue secuestrado
en Nueva York y asesinado en Santo Domingo (p.111). Ante el ruego y la advertencia de Antonio para
que pidiera asilo, Tavito le responde: “Aquí no pasará nada. Aquí el jefe manda… ¿Por qué no confiar
en el jefe?” (p.114). Debido a la presión internacional el régimen asesina a Tavito y a los demás testigos
(p.115). Este suceso aparte de darnos la razón por las que de la Maza odia a Trujillo también nos ense-
ña dos aspectos de la dictadura. El primero, como mencionamos con anterioridad, es la total devoción
de los miembros del régimen al dictador. El segundo, la capacidad del dictador para eliminar a sus
colaboradores más fíeles cuando su seguridad está en juego. Así como de la Maza, el resto del grupo
están convencidos de que la única forma de lograr un cambio es matando al dictador.
154
La tercera perspectiva, y para mí la más fascinante, es la que nos da el propio Trujillo de su gobier-
no y de él mismo. Vargas Llosa entra en la psiquis del dictador para humanizarlo un poco, a la vez que
intenta entender su dictadura. Por eso, nos presenta a un Trujillo orgulloso de su físico y de ser un
“marine” (p. 24), obsesionado por la limpieza y la imagen (p.38 y79); hijo fiel y atento (p.366), decepcio-
nado por el rechazo de Estados Unidos, a quien le había guardado absoluta fidelidad (p.25); furioso
con su ingrato país que no le agradecía el haberío llevado al progreso durante 30 años (p.35), pero
convencido de que todo lo que hace es por el bien de su nación (p. 227). También lo vemos decepcio-
nado con su familia (p. 231), en especial con sus hijos (p.33). Agobiado por las presiones de los estado-
unidenses y de la Organización de Estados Americanos (p.25), la iglesia católica que después de tantos
años de amistad se va en su contra (p.33) y las conspiraciones del grupo 14 de Junio (p.89), pero nun-
ca dispuesto a rendirse (p.96). Despreciando a otros dictadores que huyeron como Batista, Rojas Pini-
llas y Pérez Jiménez (p.96) y a los líderes demócratas del Caribe que atentan contra él, tal y como lo
expresa en el siguiente párrafo: “… ni Betancourt, la rata del palacio de Mira Flores, ni Muñoz Marín, el
narcómano de Puerto Rico, ni el pistolero costarricense de Figueres lo inquietaban” (p.34).
Otros aspectos más siniestros que lo acechan son su racismo y su complejo de ser descendiente
de haitianos a quienes odia (p.38 y 367), su falta de remordimiento ante sus crímenes como la masacre
haitiana (p.215), la muerte de las hermanas Mirabal, los asesinatos de Galíndez, de José Almoida y Ra-
món Marrero Aristy, la represión de la oposición a quienes llama “ratas, sapos, hienas y serpientes”
(pp.35 y36).
Aparte de la imagen divina de Trujillo, Vargas Llosa nos brinda otras. Por supuesto la del título “el
Chivo”, el carácter sexual de Trujillo, su imagen de padrote, por eso es su dolor ante la impotencia, su
problema más preocupante: “Éste no era un enemigo que pudiera derrotar como a esos miles que
había derrotado a lo largo de sus años. Vivía dentro de él, sangre de su sangre. Lo estaba destruyendo
ahora que necesitaba más fuerza” (p.26). Otra imagen más importante es la de seductor, hipnotizador,
su mirada que es imposible de soportar (pp. 47 y 106) que sedujo y hechizó a todo el país.
Casi al final de la historia Vargas Llosa nos dice: “poco a poco, la gente iba perdiendo el miedo, o,
más bien, rompiéndose el encantamiento que había tenido a tantos dominicanos entregados en
cuerpo y alma a Trujillo” (p.490). Un detalle interesante es la visión que se tiene de Trujillo hoy día, la
enfermera del senador Cabral nos dice: “Sería un dictador y lo que digan, pero parece que entonces se
vivía mejor. Todos tenían trabajo y no se cometían tantos crímenes.” (p. 128). Y como los haitianos vol-
vieron a entrar al país:” la duda acaso es si el país entero se llenó de haitianos” (p.15).
Los personajes secundarios nos refuerzan esos puntos de vista. Así vemos a un senador Henry
Chirinos “el Constitucionalista Beodo” un ejemplo de los burócratas civiles que sobrevivieron al régi-
men y se acomodaron al nuevo sistema. Vemos la figura patética del general José Rene “Pupo” Román
paralizado por la noticia de la muerte de Trujillo e incapaz de realizar la tarea asignada en la conspira-
ción, dirigir un golpe de estado. Otra figura patética la ofrece Ramfis Trujillo, el hijo del dictador, inca-
paz de seguir los pasos de su padre, pero sangriento y despiadado deseoso de venganza. La figura
siniestra de Johnny Abbes, el jefe del servicio secreto de la dictadura, está siempre presente. Frío y
calculador, desconfiando de todos, pero con una lealtad absoluta a su amo Trujillo. Él mismo le dice a
su amo: “Yo vivo por usted para usted. Si me permite yo soy el perro guardián de usted.” (p.95).
Un personaje que adquiere importancia casi al final de la obra es Balaguer. Es interesante como
lo presenta Vargas Llosa. Primero como lo percibe Trujillo y lo trata con respeto: “afable y diligente
poeta y jurista” (p. 284), “falto de ambiciones” (p. 287); “es el único de mis colaboradores que nunca he
tuteado” (p. 288). Se atreve a llevarle la contraria al dictador (p. 304). Para Abbes es una persona digna
de desconfianza (p. 99). A la muerte del dictador Balaguer adquiere una presencia heroica. Lo vemos
astuto con su trato a los familiares del dictador y quitándole la delantera a Johnny Abbes en la jugada
(Continúa...)
155
(Continuación...)
por el poder (p. 450, 455). Tomando su rol de presidente legal (p. 453). Valiente enfrentando a Ramfis
(p. 459) y a los hermanos del dictador (p. 479). Profundamente dolido con la muerte de los conspira-
dores y los guardias que se supone los custodiaran (p. 479). Y profundamente alegre cuando supo de
la supervivencia de algunos de ellos (p. 479). A mi entender esa forma de Vargas Llosa presenta a Bala-
guer un tanto valiente y sabio es porque simpatiza con él. No hay que olvidar que tanto Vargas Llosa
como Balaguer son tendencias centro-derechistas.
A mi juicio, Vargas Llosa deja inconclusos dos temas en su obra: El primero es que no dice cómo
fue que “Cerebrito” Cabral cae en desgracia y si Chirinos tuvo que ver en eso o quién fue la mano ami-
ga que evitó que Trujillo viera el memorando sobre la salida de Urania del país (p. 283). El segundo es
que no nos explica cómo Trujillo hechizaba a todo el país. Además, solamente da detalles fugaces
sobre sus orígenes y en ese sentido falla en su intento de entender a la dictadura.
Méndez Hernández, M. ¿Qué es una reseña literaria? Universidad de Puerto Rico. Recinto de Río Piedras
Disponible en: <http://comunidadvirtual.ucn.edu.co>. [Consulta: 01/04/2012].
Referencia bibliográfica:
Contenido y estructura:
Género literario
Tema
156
Protagonista y personajes
secundarios
Ambiente
Época y lugar
Recomendación:
Una vez que hayas comprobado que tienes la información necesaria para elaborar
la reseña, procede a su redacción. Antes de hacerlo verifica que has seguido los
pasos que se llevan a cabo en el proceso de escritura, y que ya conoces; si puedes,
auxíliate con un procesador de palabras para facilitar tu trabajo y no olvides dotar
a tu texto de cohesión y coherencia para que su lectura sea ágil.
Para terminar, comprueba su comprensión pidiendo a alguien cercano a ti que
lo lea y te retroalimente. Puedes entregarle a tu revisor el escrito con la siguiente
lista de cotejo para que marque en ella los elementos susceptibles de corrección.
Dicha lista también puede serte útil para verificar el trabajo antes de entregarlo para
su lectura.
RESEÑA
Instrucciones: Anota ✓ o ✗ en los recuadros que se encuentran a la derecha.
Criterios ✓ ✗
La reseña incluye un párrafo con la sinopsis o resumen de la novela.
La sinopsis contiene los personajes principales y secundarios, el tema y el ambiente en el que se desarrolla la historia.
Se incluye una opinión o comentario que se fundamenta en argumentos válidos e informados.
Se mencionan los datos más relevantes sobre el autor y su obra para contextualizar la novela reseñada.
Se emplean estrategias para despertar la curiosidad del lector: anécdotas, datos impresionantes, tragedias humanas, valores,
entrelazamiento de historias, no cuenta el final, etcétera.
Los aspectos seleccionados de contenido y estructura de la novela son relevantes para despertar el interés o provocar
la reacción en otros lectores.
(Continúa...)
157
(Continuación...)
Criterios ✓ ✗
La recomendación de la lectura de la novela incluye puntos de vista a favor o en contra de la lectura del libro.
La reseña contiene la referencia bibliográfica completa del libro.
La puntuación y la ortografía son impecables.
Comentarios y puntos susceptibles de mejora:
Reconocer
Reconocer Ubicar a
Distinguir Identificar Inferir las ideas y ubica los
el espacio los autores en
en qué epoca situaciones políticas que valores que Redactar
geográfico su contexto
Leer textos se desarrolla sociales permean en el autor una reseña
y la atmósfera histórico para
en forma el tema y el relacionadas las obras destaca en que refleje
en que tienen comprender
analítica. argumento en el leídas y su obra, y su la valoración
lugar las la visión del
de las obras contenido distinguen su relación con de las obras.
acciones. mundo que
dadas. del texto. vínculo. los propios de
expresa.
su cultura.
Si lo requieres, repasa los aspectos en los que consideras no estás al nivel adecuado
o recurre a asesoría en el Centro de Servicios de Preparatoria Abierta. Si ya estás
preparado continúa el estudio de la unidad 3 del módulo.
158
Condiciones El ensayo: un
de recepción género reflexivo
160
Es importante que no pierdas de vista que para cumplir con los procesos y tareas es recomendable
que estudies en sesiones diarias de una hora mínimo.
INICIO
¿Te gustan las películas?, ¿tienes algún género favorito?, ¿lo ves con frecuencia? El
cine, también reconocido como el séptimo arte, es un medio de entretenimiento
muy difundido entre las y los moradores del siglo xxi. Es frecuente que los filmes
sean tema de conversación y, algunas veces, de desacuerdo entre amigos, herma
nos y hasta parejas, ¿o no es así? ¿No has oído expresiones como “pues a mí si me
gustó”, “pero cómo si eso es una porquería”, “no estoy de acuerdo” o “estás mal, esa
no es la interpretación correcta”? Emitir juicios sobre situaciones polémicas y
obras artísticas es muy común y tener discrepancias sobre su recepción y percep
ción también lo es. Pero, ¿es esa situación igual en todas las artes o solamente en el
cine?, ¿sucede lo mismo con la lectura de textos literarios?, ¿es esta situación co
mún en cualquier lugar o solamente en México? Si es así, ¿a qué se debe?
¿Has oído hablar de las encuestas? Con seguridad has escuchado sobre ellas
0 en los medios de comunicación y sobre todo en las épocas de elecciones. Lo
más seguro es que sepas que una encuesta es un estudio mediante el cual se
busca recabar datos o información, por medio de un cuestionario, con el fin de conocer
comportamientos, estados de opinión, características o hechos específicos. También es
probable que hayas leído que en México se realizan encuestas sobre el consumo cultu-
ral con el fin de analizar el comportamiento de la población con respecto a la cultura.
Claro, en tales estudios es donde se concluye que leemos un poco menos de tres libros
al año, que se asiste al cine con más frecuencia que a un museo y que los mexica-
nos buscamos mayor entretenimiento en los medios de comunicación masiva como la
televisión y la radio que en la lectura. También se explica que hoy existen formas más
161
diversas de leer que antaño. ¿Por casualidad has participado en una encuesta así? Si
participaras en ella, qué responderías a las siguientes preguntas:
1. ¿Has visitado algún museo?, ¿recuerdas cuál era la temática de la exposición que se ofre-
cía o qué fue lo que viste?
2. ¿Acudes al teatro con frecuencia?, ¿qué impresión te causó la última obra que viste?
3. Entre el cine y la danza, ¿qué prefieres?, ¿a qué crees que se deba?
4. ¿Con qué expresión artística te sientes más identificado: la pintura, la escultura, la música,
la literatura, la danza, el teatro, el cine. ¿Por qué?
5. ¿Piensas que el contacto con el arte es necesario o que es prescindible para ti? ¿Tu vida
sería la misma sin el cine, sin la música y sin la literatura?
Analiza la forma como los textos pueden influir en el entorno de un lector. Lee
1 el siguiente texto del escritor argentino Alberto Manguel para valorar las rela-
ciones que se pueden establecer entre la lectura y el contexto personal. Utiliza
la estrategia que más te ha funcionado para leer un texto con fines de estudio (subrayar,
marcar fragmentos del texto, hacer anotaciones al margen, etcétera).
162
Acércate a
La última página
A los cuatro años descubrí que sabía leer. Había visto, innumerables veces, las letras
que, según sabía (porque me lo habían explicado), eran los nombres de las ilustra-
ciones bajo las que estaban colocadas.
A los seis años, un día, a un lado de la carretera, desde la ventanilla de un coche
(no recuerdo ya el destino de aquel viaje), vi un cartel. La visión no pudo haber du- Allberto Manguel (1948). Escritor, traductor y editor
rado mucho tiempo; tal vez el automóvil se detuvo un instante, quizás sólo redujo la argentino-canadiense que escribe generalmente en
velocidad lo suficiente para que yo viera, de gran tamaño y semejantes a una apari- inglés, aunque a veces lo hace también en español.
ción, formas similares a las de mi libro, pero formas que no había visto nunca antes. Ha sido merecedor de varios premios y distinciones
Supe, sin embargo, de repente, lo que eran; las oí en mi cabeza; se metamorfosea- tanto por su labor como editor como sus
ron, dejaron de ser líneas negras y espacios blancos para convertirse en una realidad traducciones. El regreso (2005) y Conversaciones
sólida, sonora, plena de significado. Todo aquello lo había hecho yo solo. Nadie ha- con un amigo (2011), publicadas en Buenos Aires,
bía realizado por mí aquel acto de prestidigitación. El haber podido transformar son dos de sus producciones novelísticas. Si te
unas simples líneas en realidad viva, me había hecho omnipotente. Sabía leer. interesa tener mayor información sobre Manguel
Ignoro qué palabra fue la que leí en aquel cartel de hace tantos años (vaga- puedes consultar su página oficial
mente me parece recordar que tenía varias Aes), pero la sensación repentina de <http://www.alberto.manguel.com>.
entender lo que antes sólo podía contemplar es aún tan intensa como debió de ser-
lo entonces. Fue como adquirir un sentido nuevo, de manera que ciertas cosas ya no
eran únicamente lo que mis ojos veían, mis oídos oían, mi lengua saboreaba, mi
nariz olía y mis dedos tocaban, sino que eran, además, lo que mi cuerpo entero
descifraba, traducía, expresaba, leía.
Una vez que aprendí a leer las letras, lo leía todo: libros, carteles, anuncios, la
letra pequeña en el revés de los billetes del tranvía, cartas tiradas a la basura, perió-
dicos deteriorados por la intemperie que encontraba debajo de los bancos del par-
que, portadas y contracubiertas de revistas que otros viajeros leían en el autobús.
La lectura me proporcionaba una excusa para aislarme ya que, durante toda mi
temprana infancia había vivido aparte del resto de mi familia, al cuidado de una ni-
ñera en una habitación separada de la casa. Por entonces mi sitio preferido para
entregarme a la lectura era el suelo de mi habitación, boca abajo, los pies engancha-
dos en los travesaños de una silla. Más adelante, la cama, entrada ya la noche, se
convirtió en el sitio más seguro y más apartado, en la nebulosa región entre la
vigilia y el sueño. No recuerdo que me sintiera nunca solo; de hecho, en las raras
ocasiones en que me reunía con otros niños, sus juegos y sus conversaciones me
parecían mucho menos interesantes que las aventuras y los diálogos de mis libros.
Más adelante, entre los doce y trece años, adolescente ya, descubrí que nadie
podía entrar en el espacio de mi lectura, que nadie estaba en condiciones de descu-
brir lo que, lúbricamente, el libro que tenía entre mis manos me estaba contando
y que nada, excepto mi propia voluntad, permitiría que otros se enterasen. Disfruté
la intimidad no sólo para leer, sino para decidir lo que leía, a la hora de elegir mis
lecturas en librerías.
Yo quería vivir entre libros. A los dieciséis años, encontré un trabajo para des-
pués de mis clases, en Pygmalion, una de las tres librerías angloalemanas de Buenos
Aires. La propietaria, la señorita Lebach, me adjudicó la tarea diaria de pasarle el
plumero a todos los libros de la tienda. Muchos de los libros despertaban en mí la
(Continúa...)
163
(Continuación...)
tentación de hacer con ellos algo más que limpiarlos; me exigían que los tomara, los abriera y los ins-
peccionara y, en ocasiones, ni siquiera bastaba con eso.
Cierta tarde entró a la librería Jorge Luis Borges, acompañado por su madre, de ochenta y ocho
Jorge Luis Borges años. Borges ya era famoso y estaba ya casi completamente ciego. Se volvió y me pidió varios libros.
(1899-1986) fue un es Encontré algunos y tomé nota de los demás; y cuando ya se disponía a marcharse, me preguntó si
critor argentino, uno de estaba ocupado por las noches, ya que necesitaba (lo explicó excusándose mucho) alguien que le
los autores más destaca leyera, puesto que su madre se cansaba enseguida. Le dije que estaba libre. Durante los dos siguientes
dos de la literatura del años leí para él.
siglo xx. Publicó ensa Antes de conocerlo, o bien había leído en silencio o alguien me había leído en voz alta un libro
yos breves, cuentos y elegido por mí. Leer en voz alta a aquel escritor ciego entrado en años era una experiencia curiosa,
poemas. Su obra, funda porque si bien yo me sentía, no sin esfuerzo, en control del tono y del ritmo de la lectura, era sin em-
mental en la literatura y bargo Borges, el oyente, quien se convertía en amo del texto. Yo era el conductor, pero el paisaje, el
en el pensamiento uni espacio exterior pertenecía al conducido. Leer en voz alta para Borges textos que yo había leído ya por
versales y que ha sido mi cuenta modificaba esas anteriores lecturas solitarias, ampliando y transformando mis recuerdos,
objeto de minuciosos haciendo que percibiera lo que no había advertido entonces pero que ahora me parecía recordar.
análisis y de múltiples Pronto aprendí que la lectura es acumulativa y que procede por progresión geométrica: cada
interpretaciones, tras nueva lectura edifica sobre lo que el lector ha leído previamente. Empecé adoptando una postura
ciende cualquier clasifi crítica ante los relatos que Borges escogía para mí, pero muy pronto los prejuicios dejaron paso a la
cación y excluye todo experiencia, y el descubrimiento de un relato hacía que tuviera deseos de leer otro, el cual a su vez, se
tipo de dogmatismo. enriquecía con el recuerdo tanto de las reacciones de Borges como de las mías. El progreso de mis
lecturas nunca siguió la secuencia convencional del tiempo.
glosario
Manguel, A. (1998). Una historia de la lectura. Madrid: Alianza Editorial/
Fundación Germán Sánchez Ruipérez. pp. 17-39.
164
Reflexiona sobre tu propia experiencia lectora. Elabora una línea de tiempo con los
acontecimientos que recuerdes te convirtieron en lector.
En una cuartilla, redacta tu biografía como lector; guíate con la línea de vida que
acabas de hacer. Tu escrito será muy útil para que comiences a reflexionar sobre tus
propias circunstancias y puedas escribir sobre ello al término de la unidad. Si necesitas
algunas claves más para llevar a cabo esta actividad, consulta el Apéndice 1.
DESARROLLO
165
Lee el siguiente texto del escritor mexicano Juan Villoro y estudia la manera
2 como la lectura de textos literarios influyó en la visión de su entorno. Como lo
has hecho en ocasiones anteriores, para comprender de forma total lo que
lees busca la definición de las palabras cuya definición no sea conocida para ti. Marca-
mos algunas en color pues consideramos que la búsqueda de su significado podría
auxiliarte.
Hombre en la inicial
Hace unos años los libros fueron custodios de la fe y la ciencia. El cine y la televisión ya se habían
apoderado del gran público, pero la reserva del saber seguía en las bibliotecas (las computadoras aún
eran aparatos imprácticos, del tamaño de un Aula Magna). Ahora, la cibernética se ha apoderado del
último bastión de la letra impresa. Es cierto que cada comunidad religiosa conserva un libro, pero en
calidad de talismán.
La infancia debería ser el terreno del encuentro con la lectura: sin embargo, al ver a Chepo y Yeyo,
eminentes yuppies de 8 años, jugar a las tortugas ninja, cuesta trabajo concebir la alteración mental
para que lleguen, ya no digamos al Quijote, sino a Asterix el Galo. ¿Qué prodigio hará que esos ávidos
succionadores de Pepsilindros apaguen el Nintendo y abran un libro?
Mi Itinerario no fue menos arduo. Pasé una infancia sin otras ambiciones que ser centro delantero
del Necaxa o requinto de un grupo de rock. Los libros me resultaban tan amenazantes como la Biblia,
la Constitución y otros tratados de castigos y recompensas que esperaba no conocer nunca.
En sexto de primaria tuve que debutar ante la literatura. La señorita Muñiz decidió que ya estába-
mos en edad de merecer un clásico. Casi todos eligieron el La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortu-
Acércate a nas y adversidades por ser el más breve, y el matado de la clase volvió a caernos en el hígado al escoger
un tedio de muchas páginas y título insondable: La Eneida. Unos días antes de este rito de iniciación
había visto el Cid, la película con Charlton Heston y Sophia Loren. Las hazañas del Campeador me
entusiasmaron tanto que le pedí a mi abuela que me hiciera un traje de cruzado. En esa época los ni-
ños de Mixcoac mostraban su vocación épica disfrazándose de indios o vaqueros; a veces, algún des-
esperado se vestía de Superman. No necesito decir que mi aparición en la calle de Santander fue atroz:
la cruz destinada a amedrentar moros y la cota de malla hecha con un mosquitero me dejaron en ridí-
culo. Aun así, Rodrigo Díaz de Vivar siguió siendo mi héroe secreto y ante la oferta de la señorita Muñiz
no vacilé en escoger el Cantar de Mío Cid. El encontronazo con los clásicos me dejó pasmado: era in-
creíble que una película excelente se hubiera hecho de un guión tan malo.
Como tantos maestros, la señorita Muñiz pensaba que debíamos ingresar a la literatura por la
puerta gótica. Hubiera sido más sensato empezar por Mark Twain, J. D. Salinger o algún crimen apro-
Juan Villoro (1956). Escritor piadamente sangriento, y avanzar poco a poco hasta descubrir que también el Cantar de Mío Cid era
y periodista mexicano gran materia viva. Como esto no ocurrió, pasé los siguientes años evitando todo contacto con la literatura.
aficionado al rock y al futbol. Salí de la secundaria con un récord de dos libros en mi haber. Uno en contra, otro a favor. Me sometí a
Ganó el Premio Herralde la tiranía sentimental de Corazón, diario de un niño; me enjugaba las lágrimas, preguntándome si al-
en 2004 por su novela guien leería eso por gusto (yo al menos estaba llorando para pasar Español). El segundo libro me
El testigo. Es autor de ensayos, cautivó como un sueño oscuro; durante semanas sólo pensé en el capitán Hatteras y su arrebatado
cuentos y novelas y colaborador viaje al polo norte. La novela de Julio Verne era una inmejorable invitación a la literatura, pero algo me
de suplementos y revistas detuvo; la epopeya en el hielo se impuso en mi imaginación como un cataclismo excesivo; salí del
culturales. libro como quien sobrevive a un huracán.
166
Los momentos que cambian el curso de una vida son difíciles de rastrear. Muchos años después,
ante el pelotón de fusilamiento o en el diván del psicoanalista, tratamos de otorgarle una lógica a los
actos que no obedecieron sino a un profundo azar. Yo también he olvidado el nombre de la niña ma-
ravillosa que en quince minutos de un recreo me describió la belleza del mundo y me embarró su
gelatina en la cara. Sin embargo, como un raro privilegio de la memoria, recuerdo la tarde en que mi
vida cobró forma en las páginas de un extraño autor sin apellido. José Agustín logró el rapto predilec-
to de los escritores; ganar a alguien para la literatura: el lector ideal es el que hasta ese momento no ha
leído un libro por gusto.
El verano de 1972 me encontró en las vacaciones entre la secundaria y la preparatoria, en un
planeta miserable donde los Beatles se habían separado y el mejor equipo que jamás saltó a la cancha
se convertía en el Atlético Español. Un infierno de tardes eternas, muchachas inalcanzables, calles que
conocía en todas sus cuarteaduras. En aquel marasmo, ocurrió el milagro: sonó el timbre y Jorge Mon-
dragón, cuyo nombre de guerra era El Chinchilín, entró a mi casa ¡con un libro! Los ojos le brillaban
como si contemplara la legendaria jugada de pizarrón entre el Yuca Peniche y el Morocho Dante Juá-
rez. El ideal de Mallarmé se consumó en la recámara: para Jorge, el mundo se había convertido en li-
bro: De perfil, de José Agustín. No le hubiera hecho caso de no ser porque habló con un morbo
fascinante. Se quedó viendo la foto del autor y dijo:
—Francamente no sé cómo le hizo para ligarse a Queta Johnson.
De inmediato quise saber cómo le hizo.
Jorge y yo ignorábamos que se pudiera escribir ficción en primera persona, leímos De perfil como
trozo de vida. Con la enorme vanidad de la adolescencia, la novela me gustó tanto como si yo la hu-
biera escrito. ¿Cómo había hecho el autor para conocer hasta mis tribulaciones más íntimas? El pro-
tagonista no tenía nombre porque José Agustín quería evitarme el quemón de que me reconocieran
en la calle. La novela transcurría en las vacaciones entre la secundaria y la preparatoria y era demasiado
semejante a mis días sin brújula. Hasta ese momento decisivo yo creía que un romance era “literario” si
el beso lo daba un griego; los escenarios novelescos estaban tan lejos que se necesitaba un barco y un
capitán desquiciado para llegar a ellos. De perfil ejercía la fascinación de la territorialidad: detalles coti-
dianos, fugitivos, se ordenaban en una realidad que superaba a su modelo: no estábamos en la colonia
Narvarte sino en una utopía que también se llamaba Narvarte. La gozosa reinvención de lo conocido
proseguía en el lenguaje: la lingua franca de Agustín era tan eficaz que seguramente estaba prohibi-
da en las escuelas; un lenguaje de primera intención, hecho con el presuroso código del patio y de los
baños, nunca del salón de clase. Mientras los pizarrones se llenan con letras muertas, De perfil se abría
con un rumor de estadio, un estruendo con reflectores encendidos, donde un corredor frenético se
robaba todas las bases. No podía ser de otro modo con un novelista que fue el primer bateador en
conectar un jonrón en la Maya Pony League.
Durante esas vacaciones no hice más que leer De perfil. Fuera de sus páginas todo me parecía
ficción. Desde la ventana del departamento veía las azoteas, los pájaros que volaban de unas antenas
de televisión a otras, y me preguntaba qué estarían escribiendo en las casas de enfrente; de golpe
percibía mi colonia como una colmena de escritores, resultaba inconcebible que alguien se dedicara
a otra cosa, la realidad se había vuelto un enorme pretexto para escribir novelas.
En 23 años no he vuelto a leer el libro que decidió mi vocación, pero no he perdido un detalle de
su copioso mundo: el dedo gordo flaco de Queta Johnson, la mano de Violeta que se retira cuando su
marido trata de tocarla, el nacimiento del protagonista en el capítulo final. Casi todas las expresiones
artísticas circulan en la orilla de la memoria; sólo la literatura se hunde de lleno en el tiempo perdido:
un libro nos puede gustar más o menos al cabo de los años sin necesidad de releerlo. La música trae
recuerdos mientras la escuchamos, pero los libros gravitan sin cesar en nosotros, trabajan por los días
(Continúa...)
167
(Continuación...)
fugados, y acaso ésta sea la razón por la que, aun en la era de la imagen y sus ingenierías, no podamos
prescindir de ellos.
“Detrás de la gran piedra y el pasto, está el mundo en que habito”, comienza el libro de José Agus-
tín. Muchos años después, mientras escribo estas palabras, alguien que nunca ha leído un libro por
gusto apaga la televisión y se encierra en su cuarto. El mes de mayo ha sido nefasto, una sudorosa
soledad entre exámenes que no llevan a ninguna parte; ya todo parece posible, incluso leer una no-
vela. ¿Realmente se puede caer tan bajo, estar ahí, ante un libro que no sirve para pasar materias? ¡Y
todo porque su mejor amigo, que hasta hace poco era un espíritu confiable, sin otra pretensión cultu-
ral que ver El vengador tóxico por octava vez, le dijo que De perfil lo había transformado! La palabra
“transformación” siempre suena a sospechosa —en los sesenta tenía que ver con los telépatas del Tí-
bet, en los noventa con los mutantes bajo un cielo químico—; sin embargo, más allá de las esoterías y
la ciencia ficción, las transformaciones ocurren, como lo comprueba el lector en ciernes al ver a su
amigo francamente alterado. No se tiene otro remedio que leer el libro. Un acoso total, como ir per-
diendo en la parte baja de la séptima entrada, con dos outs y dos strikes en la pizarra.
Abre De perfil con recelo y lee las primeras páginas. La pelota está en el aire. Un segundo des-
pués gritan los cronistas: “¡Hombre en la inicial!”. Otro lector ha llegado a primera base, la fabulosa
zona que ya corresponde al resto de su vida. Desde ahí contempla las bases que le quedan por robar.
¿Quién lo impulsará a segunda, el próximo bateador, que se prepara abanicando el aire? ¿Cómo pa-
samos de un libro a otro, quién tiene el mapa de todo el archipiélago, las bases dispersas que forman
nuestro juego?
De perfil o la fuerza iniciática, la insólita capacidad de patentar lectores. Si José Agustín recibiera
las regalías de todos los libros que leímos gracias a él, estaría nadando en la alberca de Elvis Presley. De
cualquier forma, ninguna recompensa iguala a la magia del primer encuentro: “¡Hombre en la inicial!”
El juego continúa.
¿Qué te ha parecido el texto de Juan Villoro? Interesante y divertido, ¿no? Las obras
de arte tienen un modo inesperado de llegar a nuestras vidas, de alguna forma apa
recen cuando menos las esperamos y más las necesita
mos. Así como Juan Villoro se encontró con los textos
literarios por mera curiosidad o “morbo” en el ocio de
unas vacaciones, muchos de nosotros nos hemos en
José Agustín (1944) es un escritor y guionista mexica contrado con canciones, fotograf ías, poemas, novelas,
no. Su obra es extensa y ha recibido varios reconocimien películas, obras de teatro, muestras de danza, etcétera,
tos por ella. La tumba (1964) y De perfil (1966) son dos de que van mucho más allá del aprendizaje y el entreteni
sus novelas más populares, consideradas por los estudiosos miento. ¿Te ha sucedido?, ¿recuerdas qué rama artísti
de la literatura mexicana como representativas del llamado
movimiento “literatura de la onda”, caracterizado por el
ca “te marcó”?
uso del lenguaje coloquial, el abordaje de temas como el Ese momento en que contemplamos la primer
rock, el alcohol, las drogas, el sexo y los conflictos familia obra de arte con la que sentimos una identificación
res, y por la narración de personajes jóvenes que expresa fuerte es inolvidable. Lo que nosotros vemos o escu
ron el espíritu rebelde juvenil de la época de los sesenta en chamos deja de ser simplemente un cuadro, una can
la Ciudad de México.
ción o una pieza dramática para volverse algo que nos
168
dice mucho sobre nosotros mismos, algo que nos ha traspasado y que ha tocado
una fibra en nuestro interior, casi como si nos entendiera. ¿Alguna vez te has en
contrado afirmando cosas como “esa canción me queda”, “esa imagen me recordó
tal cosa” o “esa película prácticamente trata sobre mi vida”? Cuando aseveramos lo
anterior lo que hemos hecho es pasar por un proceso de apropiación de la obra de
arte pero, ¿qué es eso? Vuelve a leer el siguiente párrafo de “Hombre en la inicial”:
¿Qué hizo Juan Villoro para que De perfil fuera la obra que lo iniciara en la Li
teratura?, ¿qué piensas que quiso decir con “leímos De perfil como trozo de vida”?
Claro, lo que produjo la lectura del libro de José Agustín en el Villoro adolescente
fue una identificación profunda, por eso afirma que mientras leía sentía que de
entre las páginas emanaba la historia de su vida, que él era el personaje principal
de la narración.
Ahora pensemos, ¿por qué piensas que Villoro se haya sentido identificado con
la obra? Sin duda lo que José Agustín vació en su novela fueron las preocupaciones
y percepciones del mundo que él consideraba que vivían los adolescentes de la
época. Como lo estudiaste en la unidad anterior, el contexto de producción de una
obra influye en gran medida en la manera en que un autor trata determinado tema.
No obstante, consideras que José Agustín escribió De perfil exclusivamente para
que el Villoro joven que no tenía nada mejor que hacer pudiera iniciarse en el mun
do literario? Esa posibilidad es muy poco probable, así como Miguel de Cervantes
169
¿Al escribir tu relato tomaste conciencia de por qué te sentiste involucrado con el
personaje, el autor(a) o la obra de arte? No eres el único al que le pasa, todos hemos
experimentado algo así. ¿Te has preguntado por qué? Vayamos poco a poco y aden
trémonos en el tema.
170
171
El dinosaurio
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
172
¿Entendiste la historia?
¿Qué sucedió?
Otra visión es la de Antonio García que apunta en “Doce versiones del dino
saurio”, en Arcadia Libros, No. 5 (abril de 2006) p. 6:
El cuento más corto del mundo, y el mejor, lo escribió Augusto Monterroso en 1959:
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.” Siete palabras que bastan para
producir una atmósfera, una trama e incontables ramificaciones. Estas siete pala
bras recibieron elogios de Ítalo Calvino y Jorge Luis Borges, y en cierta forma termi
naron convirtiéndose para Monterroso en un eclipse del resto de su obra, al punto
que solía decir “Me ha hecho más daño que bien, aunque todavía me llevo muy bien
con el dinosaurio”. En todo caso, quienes cultivan y admiran la minificción saben
que “El dinosaurio” se la tomó por asalto.
¿A qué atribuir que “El dinosaurio” sea un texto tan polémico? Probablemente
una de las razones sea que el mensaje, el código que dispuso Monterroso en el texto,
no resulte tan transparente ni fácil de decodificar para sus lectores. Resulta muy
173
174
Trabaja para valorar las relaciones que se crean entre un texto y el contexto
6 personal a partir de la lectura de una obra e identificar las características pro-
pias de tu vida.
La siguiente es la lista de los textos literarios que has leído en las dos unidades an-
teriores. Examínala y reflexiona sobre tu experiencia al leer cada uno; escribe, en la se-
gunda columna de la tabla, qué opinas de la obra, justificando tu parecer. Al terminar de
analizar tu relación con las obras leídas, elige aquella con la cual te identifiques o te
sientas más cercano(a). Reflexiona si tu sentir se relaciona con tus circunstancias genera
les de vida o con lo que estás experimentando en este momento. Si lo requieres puedes
encontrar algunas claves para facilitar tu tarea en el Apéndice 1.
175
“El soldado”
(Mario Veloz)
“Insomnio”
(Dámaso Alonso)
“El sueño”
(Luis Mateo Díez)
“Sólo la muerte”
(Pablo Neruda)
Hamlet
(William Shakespeare)
“El discípulo”
(Juan José Arreola)
“Los conspiradores”
(José Emilio Pacheco)
“Arte poética”
(Vicente Huidobro)
176
“Poema”
(Lope de Vega)
“Nanas de la cebolla”
(Miguel Hernández)
El atentado
(Jorge Ibargüengoitia)
“Zerafina”
(Mercè Rodoreda)
“Romance de la bella
maridada”
(Anónimo)
177
178
Las vanguardias, serie de movimientos artísticos que se generaron a principios del siglo xx en Europa, de
donde emigraron a América. Su fin era la búsqueda de la innovación o renovación de las artes: música,
pintura, escultura, literatura, arquitectura, danza y cine. En el momento de su creación se vivía una fuerte
crisis humana generada por la guerra mundial. Futurismo, dadaísmo, cubismo, constructivismo, ultraísmo,
surrealismo son algunas de las vanguardias más reconocidas. Si te interesa leer más sobre ellas puedes
encontrar mayor información en los títulos sobre literatura universal recomendados con anterioridad. Tam-
bién puedes consultar el libro de la Torre (2001). Historia de las literaturas de vanguardia. España: Visor.
El título del siguiente texto es “Un regalo para Julia”, con base en él, ¿qué temas
7 esperas que trate Francisco Massiani? Anótalos a continuación.
179
(Continuación...)
Acércate a
Uno dice: le regalo un libro. Uno dice: le regalo cualquier cosa. Pero uno no podía regalarle cual-
quier cosa. ¿Con qué cara? Ayer, anteayer estaba con la cochinada de Carlos, que por cierto: fuaaa,
fuaaa, y lo peor es que no tose y a mí en cambio se me salen las tripas. Fuaaa, botaba el humo, y fuaaa
estiraba su pata y mataba una hormiga. Se comía un moco. Se estripaba un barro en la nariz, fuaaa, se
rascaba la oreja, y después escupía el humo por los ojos, por la nariz, por la boca, por todos lados.
Porque lo hace. Juro que sabe fumar. Es verdad. Fuma mejor que nadie. Y entonces te mira y dice: si
llego a ser novio de Julia. Pero lo juré. Dije: por Dios santo que no se lo digo, y eso, ¿no?, así que nada.
No puedo decirlo. Pero en todo caso cuento que Carlos me dijo que si Julia llegaba a ser su novia, la
metía en la bañera, la llenaba de jabón y le hacía esa porquería que juré que no se lo decía a nadie. Lo
peor es que yo vengo y salgo y voy a casa de Julia, porque algo tenía que hacer, ¿no?, y llega Julia y me
dice así mismito:
Francisco Massiani es un —¿Qué vienes a hacer aquí?
novelista, cuentista y dibujante Quedé tieso. Después me dice:
venezolano, nacido en Caracas —Pasa.
en 1944. Autor de dos novelas, Y pasé. Y después de que pasé me senté y ella puso un disco. Siempre que alguien llega a su casa
Piedra de mar (1968) y Los tres pone un disco. Después te saluda, te mira, da tres pasos de última moda y después se echa en el sillón,
mandamientos de Misterdoc tipo bandida de cine mexicano. Cine mexicano, cine mexicano... ajá:
Fonegal (1976), y de las —Oye —le digo—. Oye Julia, ¿qué tal te cae Carlos?
colecciones de cuentos Las —¿Carlos?
primeras hojas de la noche —Sí, Carlos.
(1970) y El llanero solitario tiene —¿Por qué?— cogió una revista de mujeres y modas y eso. Yo me puse a darle tambor a la mesa.
la cabeza pelada como un Creo que pasamos como un minuto así. Me dijo:
cepillo de dientes (1975), en la —¿Quieres Coca cola?
cual se encuentra el texto que Yo no le respondí. Seguí tocando tambor en la mesa. No le respondí porque me molestó que se
leerás a continuación. olvidara que le había hablado de Carlos, que se hiciera la loca con la pregunta que muy bien sabía que
yo se la hacía por un montón de cosas que ella sabía muy bien que yo sabía. O sea eso. O sea nada,
supongo que se entiende, ¿no? Bueno. Me vuelve a preguntar:
—¿Quieres Coca cola?
Y yo:
—Te pregunté por Carlos.
—No me acuerdo— dijo.
—Yo sí— le dije—. Y muy bien.
—Bueno. ¿Qué cosa?— dijo.
—Eso que tú sabes— le dije.
—Yo no sé nada, Juan— me dijo. Y cuando la miré estaba viendo la revista.
—Bueno, Julia.— Yo tenía que hacer algo. Sabía que tenía que hacer algo—. Oye: imagínate que
Carlos te regala el disco que estamos oyendo.
—¿Qué cosa?
—El disco
—¿Qué disco?
—Nada— le dije.
Nunca lo entienden a uno. Yo seguí tocando el tambor y ella se levantó del sofá, dio un brinquito,
se pasó la mano por el pelo y me preguntó:
—¿Qué dijiste de Carlos?
Nunca. Nunca entiende. Yo le dije que nada, que se sentara, y ella me sonrió y se sentó. Cuando
se sentó, me sonrió. Cuando eso pasa, cuando me sonríe, entonces yo aprovecho para verle la boqui-
ta, esos dos gajitos de naranja, porque es así: tiene dos gajitos de naranja, y sé por ejemplo que el labio
180
de arriba, cuando se separa del de abajo, parece que le diera miedo dejarlo solo, y entonces tiembla
un poquito, no mucho, un poquito solamente y entonces se le acerca y lo acompaña un poco y en-
tonces entre los dos gajitos sale como un juguito que le mancha un poco las arruguitas de los labios
y entonces yo siento un mareo y algo como un chicle entre las muelas y ella se me queda mirando y
me dice:
—¿Qué te pasa?
Y despierto. Sé que nunca sería capaz de agarrarle la mano, nunca. Pero sabía, estaba convencido,
como nunca, que tenía que hacer algo. Así que seguí tocando tambor a ver si me venía algo a la cabe-
za. Nada. Seguía tocando tambor. Nada. Seguía tocando y tambor y tambor y ella y tambor y nada. De
repente ella me dice:
—Tengo un vestido para mañana que es una maravilla.
Yo digo:
—Qué bueno.
Y ella dice:
—Es algo que te deja desmayado.
Y yo sigo:
—Qué bueno.
Y ella:
—Lo ves y te mueres. Es de locura.
Y yo seguía con el tambor. Eso lo cuento para que vean. Bueno. En eso pasó la hermana, después
una de las sirvientas de las diez sirvientas que tienen en su casa y después, un rato después, vengo y
le digo:
—Julia— ni sabía lo que iba a decir—, dime una cosa: si yo te regalara ese disco y Carlos el otro,
¿cuál pondrías más en el día?
Se me quedó mirando con mirada matemática de raíz cuadrada, y me dijo:
—Éste. El que estamos oyendo.
Yo entonces estiré las piernas, la miré, le eché una sonrisita y seguí tocando tambor, pero palabra
que me costaba tocar tambor, porque lo que provocaba era salir gritando y llamar al cochinada de
Carlos y decirle: mira Carlos, pendejo, nunca vas a hacerle esa cochinada porque Julia y yo, ¿no?, pero
justo cuando se estaba acabando el disco me dijo:
—¿Qué fue lo que me preguntaste?
Palabra que no es mentira. Se lo repetí y ella me sonrió. Y me dijo:
—Qué salvaje eres.
Nunca la he entendido. Me imaginé que debía sonreírme y me sonreí. Después me dijo:
—Lo pondría todos los días si me gustaba.
—¿Qué cosa?— Yo comenzaba a olvidar todo el plan, todo lo que tenía en la cabeza se me re-
ventó, ya nada, juro que yo no entendía a nadie, que estaba loco, tan loco que dije:
—Julia. Quiero que mañana vayas a la fuente de soda de la esquina porque quiero darte un rega-
lo especial.
Ella preguntando cosas hasta que por fin aceptó y a las tres y media era la cosa. O sea que a las
tres y media nos íbamos a encontrar en la fuente de soda. Así fue que salió lo del regalo. Por eso lo
conté.
Total que hoy vengo y cogí lo que me dio mamá y salí a la calle. Me metí en todos lados. Vi todas
las vitrinas. Entré en todas las tiendas y ni sabía qué podía regalarle. Pero no soy tan imbécil: si le dije
que el regalo era especial por nada del mundo le doy cualquier cosa. Eso era lo que pensaba cuando
estaba mirando el conejo. Porque en una de esas vi un conejo. Ustedes lo han visto. Está por ahí, en
una de esas tiendas de Sabana Grande, y es un conejo blanco. Es un conejo más grande que un caba-
(Continúa...)
181
(Continuación...)
llo y mueve las orejas y tiene los ojos rojos. Por cierto que me acordé del profesor Jaime, porque el
profesor Jaime tenía siempre los ojos rojos. Por cierto que el profesor Jaime era un gran tipo, y cada vez
que me acuerdo de él tengo una vaina con Carlos. Porque sé que Carlos es el cochinada típico que le
pone tachuelas a profesores como el señor Jaime. Cuando estaba mirando el conejo, me juré que si
alguna vez Carlos tocaba el oso de mi hermanita, que también tiene los ojos rojos, lo agarraba por las
patas, lo batía contra el árbol y lo volvía una cochinada. Porque es lo que merece. Juro que si alguna
vez Carlos se burla del oso, lo machaco, lo aplasto, le martillo los dedos y lo reviento. Eso es lo que
merece. Total que estaba viendo el conejo y ¡ah! Nada: un pollo, Dios mío, ¿cómo no se me había ocu-
rrido? Un pollito, chiquito, metido en una caja, y ella mirando el pollo, y jugando con su pollo todos los
días, y dándole de comer, y así tú puedes preguntarle por el pollo y tienes algo de qué hablar y es algo
especial, es un regalo único, anda, apúrate, y salí disparado a Canilandia. Creo que se llama así: Canilan-
dia. Y está en una callecita que se mete de Sabana Grande a la avenida Casanova. Bueno. Y entré y el
señor me regaló el pollo. Ni siquiera aceptó que yo se lo comprara. Bueno. Me fui a la fuente de soda.
Cuando llegué pedí una merengada. Eso fue lo que pedí. Y ahí estuve. ¡Ajo! Estaba cansado. Hay que
ver, corriendo, el sol, el pollo, y lo peor es que no podía correr mucho. Pero ahí estaba. Bueno. Pedí una
merengada de chocolate. Ya van a ver. Pido la merengada. Es para quedarse en casa. Francamente:
pido la merengada y el imbécil del mozo viene y se queda mirando a la caja. Claro que la caja se movía,
¿no?, pero por eso no tenía que poner cara de imbécil y quedarse mirando y mirando y decirme, por-
que me lo dijo:
—¿Y eso?
Tuve que decírselo:
—Un regalo.
—¿Un regalo?— se sonreía con los dientes puercamente llenos de oro.
—Un regalo.
—¿Y por qué se mueve?
—Porque adentro hay un pollo —digo.
—Ah, ¿sí? ¿Un pollo?
—Sí. Eso. Un pollo.
—Qué bien— dijo el tipo. Que si qué bien. Qué tipo, francamente. Bueno. La verdad es que no sé
por qué cuento lo del mozo. Lo que sí es que ya estaba poniéndome nervioso porque Julia no llegaba
y eran más de las tres y media. Ya como a las cuatro, dejé la caja con la copa encima y llamé a casa de
Julia. Como estaba pendiente de la caja, o sea, pensando en que a lo mejor el pollo se ponía histérico
y pateaba y se armaba el relajo, estuve como media hora sin responderle a la mamá. La mamá:
—¿Aló? ¿aló? ¿aló? ¿aló?
Bueno. Por fin le pregunté por Julia.
—No está, Juan —me dijo—. ¿Eres tú, no?
—Sí. Soy yo, señora.
—Ayer vi a tu mamá. ¿Cómo estás?
—Ah, bueno...
—Me dijo que no estudiabas casi nada.
—Un poco.
—Tienes que estudiar.
—Sí, señora— palabra que eso era lo que me decía. No miento. Siguió así:
—...y portarte muy bien, mira que ya eres un hombrecito.
—Sí, señora.
—Bueno. Tú vienes al cumpleaños, ¿no?
—Sí, señora.
182
—Julia está como loca... ya no sabe qué hacer. Bueno, Juan. Saludos por tu casa.
—Gracias, señora.
—Adiós.
—Adiós, señora.
¿Ven? Y la caja y la copa y el mozo y Julia no llega y la vieja: es para volverse loco. Palabra. Estuve
a punto de tirar el teléfono. Y lo peor es que no he terminado: apenas me siento se me acerca de nue-
vo el mozo. ¡Qué tipo más imbécil! Me dice:
—¿Y para quién es el regalo?
Juré que si me seguía haciendo preguntas que a ti no te importan te tiro la copa desgraciado. Eso
es lo que pensaba. Y dale con el regalo. Menos mal que alguien lo llamó. Ya yo estaba realmente harto.
Dale con la caja, el pollo, la vieja. “Ayer vi a tu mamá en el mercado” y que si “tienes que estudiar porque
eres un hombrecito, Julia está como loca”. Francamente. Y nada que llegaba la desgraciada. ¿Por qué la
gente tiene que preguntar tanto? En serio: ¿para qué vienen y te preguntan que por qué tu mamá usa
anteojos? ¿Ah? Palabrita que si alguien pregunta que por qué mi mamá usa anteojos le nombro la
madre. Palabrita. Sinceramente le digo a sí mismo: mire desgraciado, señor, ¿qué pasa? ¿Qué le pica?
¿Nunca ha visto un pollo? ¿Nunca ha visto una señora con anteojos? ¿Ah? Dígame esa gente que viene
y te dice: ¿Qué hay? O te dicen: ¿Qué has hecho? ¿Pero qué carajo les importa? ¿Ah?
Bueno. Por fin Julia llegó. Era tardísimo. La vi bajarse de su impresionante Buick negro, con su
vestido de pepas, y meneándose, para todos los tipos que estaban en la fuente de soda. Julia no pue-
de dejar de menearse y mirar a todos los tipos. Por mí que se iría con el primer tipo que le dijera: “Oye
tú, mira...”. Seguro. Lo único que le importa a esa carajita es menearse y poder menearle los ojos a todos
los degenerados que la miran. A veces comprendo un poco por qué a la cochinada de Carlos se le
ocurrió eso que me dijo y que yo no puedo contar porque juré por Dios santo que no se lo decía a
nadie. Pero bueno. Llega, se sienta, se monta el vestido hasta las pantaletas, se bota el pelo para atrás,
se pasa la mano por el cuello, y después que me volvió porquería, se quedó mirando la caja vacía y me
dijo:
—Ajjj Dios mío, me estoy muriendo de sed.
Se me olvidó decir que justo en el momento en que la vi salir de su maldito Buick, justo en ese
momento, me dio una vaina y en un segundo abrí la caja, agarré al pobre pollo, y lo escondí en el
bolsillo de la chaqueta.
Me salió con que si:
—¿Llevas mucho tiempo aquí?
—No. Acabo de llegar —le dije.
—¿Qué calor, verdad?
—Sí, espantoso —dije.
—No lo aguanto —dijo ella— Puf, me muero.
Y para colmo me di cuenta que el tipo de la corbatica negra nos estaba espiando. Apenas llegó
Julia me di cuenta que paró las orejas y hacía lo posible por acercarse y vamos a ver qué oímos y qué
pasará con el pollo. Francamente. Deben volverse imbéciles. Que si la mesa uno un perro caliente, la
mesa cuatro una hamburguesa sin tomate y otra con tomate, la mesa ocho una merengada de cho-
colate y una Coca cola, y la mesa dos un café negro y otro marroncito pero sin mucho café y la mesa
tres un helado de mantequilla y la mesa nueve... Claro: nosotros ahí, así se divertía. No sé si se han dado
cuenta la cara de loquitos tristes que tienen todos. Y además de la tristeza de loquitos llevan una cor-
batica de lazo. Pobrecitos. No le metía la nariz en las piernas de Julia porque no podía, y claro, porque
Julia, justo cuando el pobre desgraciado la miraba, cerraba un poco las rodillas, la maldita botaba el
aire, se sobaba la rodilla, y después te miraba como para que no te pusieras a llorar ahí mismo. Después
que se subió más de lo que tenía subido el vestido, vino, y con su vocecita de pito, levantó un dedito
(Continúa...)
183
(Continuación...)
y llamó al mozo. Inmediatamente pensé que el pendejo del mozo llegaba y le contaba lo del pollo. Y
lo peor es que con lo del pollo, tenía que mantener el brazo en una sola posición, así, con la mano en
el bolsillo, sin dejar que el pollo chillara, tapándole la jeta con los dedos, y ya sentía el brazo calambrea-
do. Además estaba comenzando a sudar por todas partes. Era horrible. No exagero. Bueno.
El mozo llega y se para delante de Julia:
—¿Desea algo, señorita?
—Sí. Por favor...
—Dígame.
—¿Tiene Coca cola?
El tipo le dice:
—Pepsi cola —y aprovecha para mirarle todo.
—¿Pepsi cola?
—Pepsi cola —se hizo el loco y le miró las rodillas. Julia seguía con el dedo en el aire y se soplaba
un mechón de pelo que le caía sobre la nariz. Por fin parece que Julia se dio cuenta que estaba pidién-
dole algo al mozo y le dijo:
—¿Tiene Orange?
—No. No hay.
—¿Qué tienen?
El mozo como que ya estaba arrecho:
—Colita, Pepsi cola, Hit, Sevenup y Grin.
—¿Tienen Grin?
—Sí.
—Bueno. Entonces una merengada de chocolate.
—¿De chocolate?
—No. Bueno. Tráigame una Grin.
El mozo estaba loco:
—¿Entonces Grin?
—Perdone —dijo Julia y se rio mirándome—, tráigame un helado de chocolate.
El mozo ni siquiera la miró. Salió disparado. Pobrecito. Y a todas éstas al maldito pollo como que
le dio taquicardia porque comenzó a temblar y patalear y no sé qué diablos tenía. De golpe le abrí la
jeta y el desgraciado chilló. Julia me miró y me dijo:
—¿Oíste?
—No —dije.
—Como un pito.
—Un niñito —dije.
—Fue raro —siguió Julia.
—Sí. A veces pasa.
—Mamá dice que oye todo el día una avispa en la oreja.
—Qué raro.
—Sí.
Por fin miró la caja, que estaba vacía, y me preguntó:
—¿Ese es el regalo?
Yo estaba esperando desde el principio la pregunta. Por fin. Sí, pero no sabía qué diablos podía
decirle, ¿no? ¿Qué se puede decir si a uno le pasa una cosa de ésas? ¿Qué dice uno? Uno no sabe qué
decir. Y yo dije que no. Que ése no era el regalo.
—¿Dónde está?
“¿Dónde está? ¿Dónde está?” ¡Qué pregunta!
184
185
(Continuación...)
186
tan tranquilo que comencé a sentir algo espantoso. Entonces me dio frío y todo asustado lo dejé caer
en el suelo.
¿Confirmaste tus supuestos?, ¿el tema del cuento es similar a lo que pensaste?, ¿te iden
tificas con lo que relata su autor?
Trabaja con él y analízalo. Una vez que concluyas, consulta el Apéndice 1 y compara
tus contestaciones con las propuestas para tal actividad.
Estructura
Planteamiento de la obra
Desarrollo
Clímax
Desenlace
Relaciones espaciales
(contexto geográfico y atmósfera)
Relaciones temporales
(tiempo de la historia
y tiempo del relato)
187
Personajes
Protagonista (nombre, personali-
dad, estrato social, oficio o activi-
dad que desempeña)
Tema/Argumento
(acciones nudo, integradoras e
indicios)
Lenguaje
(Bivalencias del lenguaje literario)
Ahora tendrás que reflexionar sobre cómo es que el contexto de producción y la historia
personal de Massiani afectan su obra. Para responder el cuadro anterior deberás re
currir a diversas fuentes de información. Recuerda que puedes realizar una búsqueda
en internet y consultar páginas confiables (el sitio oficial del autor, la página de alguna
institución reconocida, una revista en línea, una enciclopedia electrónica, etcétera) o
puedes acudir a una biblioteca.
Obras representativas de su
autoría
188
Ya has hecho un análisis estructural de “Un regalo para Julia” y has investigado sobre el
contexto de producción que rodeó a Massiani cuando escribió este cuento. Ha llegado
el momento de concentrarnos en la última instancia del proceso de lectura. ¿Recuerdas
cuál es? Claro, tú, el lector(a).
¿Disfrutaste la lectura de “Un regalo para Julia"? Si es así ¿Por qué piensas que su
lectura haya resultado placentera?, ¿reíste?, ¿qué cosas te causaron risa? ¿Compartes
algunos de los referentes que se mencionan en el texto?, ¿bebes Coca-cola o pagas las
cosas en bolívares?, ¿te expresas de la misma forma que los personajes de la historia?,
¿te ha gustado alguien?, ¿has experimentado los nervios que la presencia de esa perso-
na genera?, ¿crees que Massiani logró representar dicha situación?
Hemos planteado las preguntas anteriores con el fin de que pongas en relación tu
experiencia de vida con la del cuento de Massiani. Para ahondar en este ejercicio de
comparación elabora un cuadro con base en los contextos de “Un regalo para Julia” y el
tuyo propio.
189
Lista de cotejo
Criterios de evaluación y
Sí No Observaciones
retroalimentación de un trabajo escrito
Estructura
El escrito presenta una estructura lógica
que permite a su lector su fácil desplaza-
miento por él
190
Lista de cotejo
Criterios de evaluación y
Sí No Observaciones
retroalimentación de un trabajo escrito
En el cuerpo del texto, el escritor explica o
desarrolla sus ideas acerca del tema
Lenguaje
Hay repetición de palabras
Se usan sinónimos
191
Lista de cotejo
Asesoría
Criterios de evaluación y
Sí No Observaciones
Puedes consultar cualquier retroalimentación de un trabajo escrito
manual de ortografía para El creador del comentario usa palabras
auxiliarte en la tarea de escritura comodín
y, siempre, tener a la mano un
diccionario que tenga un anexo
o apéndice gramatical y
Ortografía
ortográfico. Espasa-Calpe, sello
de la editorial española Planeta, Uso correcto de signos de puntuación
tiene un diccionario con tales básicos (coma, punto y coma, punto y
características, como también lo seguido, punto y aparte)
tiene SM, cuyos diccionarios
están clasificados en Básico, Uso correcto de acentos en palabras agu-
Intermedio y Avanzado, según el das, graves, esdrújulas y sobresdrújulas
desarrollo del hablante.
192
contexto, el ensayo es el género idóneo para hacerlo. ¿Por qué afirmar tal cues
Estás trabajando
tión?, ¿qué características lo dotan de tal cualidad? Veamos. para plantear
propósitos y metas de
vida o propuestas de solución
Características del ensayo como género discursivo a problemáticas de su
académico y político entorno, considerando las
visiones del mundo conocidas
Como estudiaste en la unidad 1, una particularidad del texto ensayístico es su mo a través de los textos aborda-
dalidad argumentativa pues, tal y como lo recordarás, la intención de quien lo es dos en la unidad.
cribe es demostrar, convencer o persuadir al lector de que su opinión o parecer es
cierta o verdadera. Como también te acordarás, un ensayo mantiene un orden es
tructural claro pues en él se plantea una tesis o proposición sobre un tema o asun
to cuyo creador intenta demostrar por medio de argumentos o razonamientos y en
el cual, usando tales argumentos, plantea una conclusión.
La importancia del ensayo, entonces, no radica solamente en expresar una opinión Gestión del aprendizaje
personal sino en la coherencia de sus argumentos y en la unión de ellos en la con
clusión. M. Bassols y A. Torrent, estudiosas de los modos textuales, explican: La argumentación, expli-
ca Misael Mateos en su
libro Lógica para inexper-
… para demostrar o refutar una conclusión, partimos de un conjunto de premisas y
tos 2a. ed. (México: Edere,
demostramos que no podemos admitir tal conjunto sin aceptar también tal o cual 2007, p. 99) “es la expre-
conclusión. … Para pasar de las premisas a las conclusiones, utilizamos diversas sión del razonamiento y
marcas argumentativas que ayudan a ligar y hacer progresar el discurso. (1997, se define como el conjun-
p. 32) to de proposiciones rela-
cionadas de tal manera
que una de ellas (conse-
Las estructuras ensayísticas anteriores no solamente se detectan en textos es cuente) se infiere de otra
critos, también lo hacen en aquellos leídos en voz alta como conferencias, entrevis u otras (antecedente)”.
tas o debates, ya que los participantes buscan expresar su opinión acerca de un
determinado tema, pero para validar su punto de vista, aportan argumentos que la
sustentan. Al igual que en un ensayo escrito, los textos orales deben presentar una
secuencia lógica que se construye, poco a poco, dentro del texto mismo y si el autor
es eficiente, su conclusión va a parecer evidente. En ese momento el receptor del
texto o de la argumentación, opera lo siguiente: si el expositor ha demostrado
plenamente lo que pretendía, sería ilógico no estar de acuerdo con él. Todos he
mos experimentado esa sensación de duda frente a temas problemáticos; el ensayo
193
glosario pretende llamar la atención al pronunciar que va a tratar un tema, despertar esa
Disertación: efecto y ac- duda con la disertación y proponer una solución con la conclusión, por lo que el
ción de disertar. Razonar,
autor de un ensayo se propone convencernos de su propia opinión, y dado que la
discurrir detenida y me-
tódicamente sobre algu- sensación de duda es molesta, el espectador es sensible de concordar con las opi
na materia. niones y argumentos vertidos.
Las razones que mueven a las personas para convencer a otras de su punto de
vista son muchas y de la misma forma, son poderosas, ¿no es así? Claro, con segu
ridad has presenciado cómo alguien trata de convencer a otra persona de votar por
algún partido político, de pertenecer a alguna práctica religiosa o de aceptar o re
chazar algunas posturas morales, ¿no? Un ejemplo de ello puede ser el debate en
glosario
torno al tema de la eutanasia, en el que se enfrentan varios puntos de vista. Te
Eutanasia: acción de
provocar la muerte a un proporcionamos dos ejemplos:
enfermo incurable para Mientras la sociedad escocesa a favor de la eutanasia esgrime argumentos como
evitarle sufrimiento físico. los siguientes acerca del tema, otros grupos expresan su contraposición al respecto.
Veamos primero las posturas de la sociedad:
Nos apoyamos en el derecho de escoger. Cada ser humano tiene un interés legítimo
en su propia muerte y su manera de morir. Creemos que debemos ofrecerle al indi
viduo opciones para arreglar ese período tan personal. Para algunos, esa opción será
aceptar todos los tratamientos posibles que la tecnología moderna pueda ofrecer;
para otros, proteger la calidad de vida antes que la longitud puede ser el elemento
más importante; para otros, podría ser morir en una manera que refleje su vida y
retener algún control sobre el proceso agonizante y la hora y circunstancias de la
muerte y, aun cuando nunca se usa, llevar uno mismo la llave de la puerta llamada
“Salida”.
Tomado de: http://www.euthanasia.cc/sp_vess.html
Como puedes ver, son puntos de vista contrapuestos, emitidos por entes auto
rizados o especialistas en el tema o problema abordado. Si los estudiamos con
atención, podemos extraer las ideas principales. Surgen conceptos importantes
194
como calidad de vida y dignidad de la vida. Desde el punto de vista que defiende
el derecho a la eutanasia, la dignidad de la vida disminuye de manera simultánea,
o como consecuencia de una disminución en la calidad de vida; debe existir la li-
bertad de escoger dejar de vivir una vida que es indigna de ser vivida. Desde el otro
punto de vista la dignidad de la vida no depende en absoluto de la calidad de la
vida, pues la dignidad es algo dado y que acompaña la vida del ser humano en cual-
quier circunstancia.
glosario
Empero, los problemas no terminan ahí. Estas posturas tienen detrás una ideo-
Ideología: Conjunto de
logía, una serie de preceptos que sustentan su pensamiento. Como ya observaste ideas fundamentadas
en el ejemplo, algunos grupos se pronuncian en contra de la eutanasia, mien- que caracterizan el pen-
tras que algunos grupos llamados progresistas están a favor. Esto se convierte en samiento de una perso-
algo que atañe a una sociedad en el momento en que se empieza a discutir si se na, colectividad o época.
debe legislar la eutanasia y en qué sentido: si debe ser permitida o prohibida. Es en
esta circunstancia en la cual las opiniones intentan incidir en la realidad de la so-
ciedad y a menudo lo logran. Después de un constante cuestionamiento acerca de
las distintas posturas, las sociedades deciden modificar su código legal por medio
de sus representantes, o bien deciden preservarlo.
Una vez más, valora las relaciones entre un texto y tu contexto como receptor.
8 Lee el siguiente texto sobre el tema de la eutanasia. Para analizarla recuerda el
ejercicio que realizaste en la unidad 1 con el texto de José Carlos Mariátegui,
“La imaginación y el progreso”. Lee el título del ensayo y anota el tema del cuál crees que
tratará el ensayo. Numera los párrafos del texto y, a manera de glosa o sea a un lado del
texto, anota la idea principal de cada uno de ellos. Divide la introducción, el desarrollo y
la conclusión con una línea horizontal. Asegúrate de identificar la idea directriz y los
argumentos que la apoyan. Una vez que concluyas, no olvides verificar tu respuesta en
el Apéndice 1.
Tu muerte no es tuya
195
(Continuación...)
Está claro que aquel que es soldado tiene más o menos claro
dónde se mete. Sabe que su vida corre cierto peligro, los pluses de
peligrosidad se ven compensados con una cantidad de dinero, poca
en mi consideración. Pero eso no justifica que el gobierno, estado o
poder, como queramos llamarlo, administre la muerte según su con-
veniencia.
196
pensar en función de una tesis y del esfuerzo de probarla. El ensayo no aspira a eso Más información en...
y ni siquiera lo intenta; no es que se quede corto y más tarde el autor pueda volver a Si te interesa leer el
enmendarse la plana: lo que busca el ensayista es pensar las cosas por sí mismo y artículo completo, lo
llegar, si es que llega a algún lado, a una conclusión personal. puedes encontrar en la
revista Letras Libres no. 158,
¿Qué opinas de lo expresado por Amara? ¿Es consistente con lo que hasta aquí febrero de 2012
has aprendido? En realidad, Amara dice con otras palabras lo mismo que has Disponible en http://www.
aprendido: el ensayo se desplaza por los temas con subjetividad y gracia, con ánimo letraslibres.com/revista/
tentativo, pero eso no está peleado con que esté estructurado de manera lógica, convivio?mes
=February&ano=2012
con argumentos bien dispuestos. En cuanto a la conclusión del ensayo, Amara afir [Consulta: 30/05/2012].
ma que se puede llegar a una conclusión personal, pero esa no es otra que la con
clusión misma del ensayo, pues en él se vierte, como en muchos textos literarios, la
subjetividad del autor.
Hay quienes hablan de tipos de ensayos y por lo tanto los clasifican; hablan de
ensayos científicos o académicos y ensayos políticos, por ejemplo. Aunque todos
estos modelos mantienen las características esenciales del género discursivo, tam Consulta el si
bién presentan particularidades; quienes escriben ensayo académico o científico guiente link donde se
siguen en su escrito los cánones propios de cualquier trabajo característico del puede ver una respuesta
discurso y método científico; su emisor o creador maneja un lenguaje formal y en a la posición de Luigi
Amara. http://akantila
tercera persona para “mantener” la neutralidad. Sustenta la rigurosidad de los jui
do.wordpress.com/?s=
cios mediante respaldos de autoridad o mención de argumentos o razonamientos polemica+sobre+el+en
de fuentes diversas, pero reconocidas en el medio académico. sayo [Consulta: 30/05/
Mientras el ensayo científico tiene la intención de demostrar objetivamente, el 2012]
ensayo político la tiene de persuadir; es decir, de modificar voluntades y actitudes
de los enunciatarios mediante la palabra. Por lo general, la estrategia básica de
quien se expresa por medio de un ensayo político consiste en defender las propues
tas del grupo político con el que concuerda y descalificar aquellas con las que no
coincide. La estructura argumental del ensayo político se caracteriza por presentar
dos campos opuestos: razonamientos positivos sobre las ideas con las que con
cuerda el ensayista y argumentos negativos sobre aquello en lo que diverge. En un
ensayo político se esquematiza la realidad y se le presenta mediante marcas lingüís
ticas personales, con pronombres y verbos en primera persona del singular y plu
ral, para convencer desde el “yo opino”, “yo considero”, “yo creo” pero involucrando
al lector mediante el “nosotros”.
Queremos hacer hincapié en el hecho de que un ensayo no necesariamente es
solamente político, científico, sociológico, académico o literario. Como has visto
clasificamos los textos para poder estudiarlos y aproximarnos a ellos con más faci
lidad, pero muchas veces se disuelve la línea que divide los géneros y las categorías.
Frecuentemente pueden mezclarse estos puntos de partida, por ejemplo, podemos
leer un ensayo político que se sostenga en un estilo literario ¿Ya has leído un ensayo
así? ¿Recuerdas cuál fue? Exacto, “La imaginación y el progreso” de José Carlos
Mariátegui es un ejemplo claro.
197
Inventores y víctimas
Nuestra edad, la edad de los mecanismos, redujo a los ilustres e impenetrables magos –con retortas,
bestias disecadas y todo– a la ingenua calidad de inventores. La sabiduría hermética de transformacio-
nes, conjuros y hechicerías se degradó a mero sistema de engranajes y resortes, a cosa de juguetería.
El inventor está espantosamente asociado a la comodidad, es un perverso obsesivo compulsivo, un
ocurrente con partículas de bobería, y, sin embargo, su imagen no es abominable, más bien mueve a
simpatía. Mientras se vivía en la irresponsable creencia de que los inventores eran inofensivos maniá-
ticos que moraban en la luna de sus combinaciones y descubrimientos, estos jugueteros cubrieron el
mundo con mecanismos sometiéndonos a la caja de herramientas. Pero no todo ha de ser desgracias
en esta vieja y conocida historia. La figura del inventor está en función de algo que puede ser, aunque
198
199
(Continuación...)
vorino: Arquitas de Tarento, a la vez filósofo y mecánico, construyó una paloma de madera que volaba.
Pero cuando paraba, ya no volaba más, el mecanismo se detenía allí”. Hay un tono no solo de incredu-
lidad, sino casi de desprecio por ese Arquitas que nació cuando no debía; al infeliz que los griegos
veían como a un carpintero industrioso y extravagante, en nuestros tiempos le habrían levantado una
estatua. Sea como sea, la paloma de madera es un hermoso artefacto, a mi me habría gustado verla
volar.
El inventor está insatisfecho: quiere darle su manita de gato al mundo, anhela el toque final de un
nuevo artefacto, de otra criatura más. Es astuto e inventa el sombrero de copa con un mecanismo
oculto que actúa como salvavidas en caso de naufragio o la rata mecánica de bolsillo que sirve a los
mismos propósitos. En algún momento propone que el famoso fútbol se juegue con cuatro balones
y luego (falsamente) se desdice. Más tarde dirá que dispone de un cerdo de bronce que monda man-
zanas o de un cuchillo para partir espárragos o una manita guardada en un anillo que acaricia perros
finos. No está contento con nada y en todo se meterá, aun con cosas de status dudoso como el lápiz
de labios que peina los bigotes o los peinados adhesivos que atrapan las arqueadas cejas del curioso.
Nada le es ajeno en su incansable discurrir, ni la serpiente que traga la ceniza de los puros ni la casa
habitación que mastica a moradores y visitantes.
Todo está en los mecanismos, desde la baraja viviente que se metamorfosea como una rana
hasta los espejos de insospechada plata donde leemos sin inversiones nuestros propios nombres. La
bandera políglota y tremolante o la caja de música que reproduce las partidas de ajedrez que tiene
embebidas no tienen nada de raro. Las estatuas que se toman su descanso y comen sardinas, el cara-
col que gira y se echa a volar, los caramelos que nos lamen hasta hacernos desaparecer, cosa serán de
todos los días. Y, puesto que nada podemos hacer, escuchemos con resignación el origen de tantos
desastres: “se me acaba de ocurrir que si juntamos…”.
200
3. En el texto se hace una diferencia entre culturas a partir de algo tan común como el tene-
dor, ¿crees que los inventos de los que se vale cada sociedad le otorgan algún tipo de
identidad? Explica por qué.
4. ¿Quiénes son las víctimas?, ¿crees que el autor lo diga con el sentido real de la palabra?
5. Al principio del texto, el autor iguala a los inventores con los magos, pues se dice que son
descendientes directos de ellos, ¿a qué crees que se deba?
201
CIERRE
202
Conclusión:
Es la recapitulación breve de las ideas que el autor expuso en la
introducción y el desarrollo. Es la presentación de lo que el autor espera de sus
aportaciones. Puede no ser del todo concluyente y dejar el tema abierto a otras
interpretaciones para que el lector reflexione su propio punto de vista.
¡Ya estás preparado(a)! Has visto que el ensayo surge como un intento de responder
a diversas interrogantes y ¡ahora es tu turno de ensayar! A partir de los textos de
Mariátegui e Hiriat y de la información que tú hayas encontrado sobre el tema que
discuten, elige una de las siguientes interrogantes como punto de partida para ela
borar tu ensayo: ¿Cómo ayuda la imaginación al progreso?, ¿Es la tecnología un
factor determinante para tu desarrollo personal en el futuro?, ¿Por qué puede con
vertirse el desarrollo científico en motor de progreso de una comunidad como la
tuya?
Es tiempo de que escribas un ensayo final, cuya extensión sea de dos cuartillas
mínimo. En él conjuntarás los conocimientos que has obtenido a lo largo de la uni
dad y la lectura de los textos que has hecho, y aunque en principio debes tomar en
cuenta La imaginación y el progreso e Inventores y víctimas, también puedes recor
dar las posiciones ante los problemas de otros autores, como la de Jorge Ibargüen
goitia que no tiene una posición definida y pone de manifiesto las debilidades de
los bandos que en su obra El atentado se encuentran.
Escribe un ensayo en el que detectes un problema de tu sociedad y propongas
una solución. Tu solución será tu “invento” para lograr que el problema detectado
sea superado, para progresar en ese ámbito. Te guiaremos a lo largo de la redacción
de tu ensayo.
203
Lista de cotejo
Criterios de evaluación y retroalimentación
Sí No Observaciones
de un trabajo escrito
Estructura
El escrito presenta una estructura lógica que
permite a su lector su fácil desplazamiento
por él
Lenguaje
Hay repetición de palabras
204
Lista de cotejo
Criterios de evaluación y retroalimentación
Sí No Observaciones
de un trabajo escrito
Se usan sinónimos
Ortografía
Uso correcto de signos de puntuación básicos
(coma, punto y coma, punto y seguido, punto
y aparte)
Otros errores
Esa es la estructura, tú debes llenarla de argumentos que tengan una secuencia ló
gica y que reflejen a tu sociedad.
205
206
I. Lee con atención el siguiente texto y elige una de las opciones planteadas a con
tinuación.
Cuando el cazador abrió, como puerta, las fauces del lobo, salieron vivas la abuela y Caperucita. El
enorme lobo escapó.
Escapó corriendo por el bosque, y después de mucho andar, como sentía vacío el estómago,
se puso a mordisquear la hierba. —Sabe mal—, pero, a falta de otra cosa, después de tan ridícula
aventura…
Por temor a los cazadores, el lobo se alimentó, desde ese día, con hierbas. Convertido en ve-
getariano, se sentía tranquilo y despreocupado.
Un día inesperadamente, halló entre las hojas un trozo de cordero que había soltado un águi-
la, y el lobo permaneció ante aquella carne, azorado, sin atreverse a tocarla.
207
208
después de todo
usté es el palo
mayor de un barco
que se va a pique
seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe.
Benedetti, M. (1973).
Letras de emergencia (1969-1973).
México: Nueva Imagen, 1977, pp. 43-45.
209
210
embargo, sigue siendo limitado para las mujeres en general, y para las que hablamos español en
particular.
El entorno social ha cambiado debido al impacto de internet, y como lo planteó en su mo-
mento el Manifiesto Cluetrain1 y recientemente Jeff Jarvis,2 cualquier persona puede ser escucha-
da en cualquier parte del mundo y su opinión tiene un enorme impacto en las instituciones. Los
mercados hoy son “conversaciones”, y en este caso hago referencia a los mercados de todo tipo:
sociales, financieros, políticos, económicos, culturales, inclusive educativos. De la interacción ver-
tical estamos transitando, y conviviendo, con la horizontal. Las palabras de todas y todos tienen
peso, aunque se emitan desde el anonimato y desde el antiguo espacio privado.
Ahora internet nos permite hablar al mundo, organizarnos a nosotros mismos, encontrar y
difundir información, desafiar la vieja manera de hacer las cosas, retomar el control.3 Esto no es
una utopía, es una realidad. Pensemos en el impacto que tuvo Natalia Morari,4 periodista y acti-
vista de Moldavia en el 2009, cuando haciendo uso de Twitter motivó y participó en el movi-
miento político y social que contribuyó al derrocamiento del comunismo en su país.
Es un hecho que “la gran fuerza transformadora que ha traído internet tiene poco que ver
con la tecnología, los medios e incluso los negocios. El verdadero cambio viene de las personas
y su nueva capacidad de conectarse y vincularse. La clave son ahora las relaciones”.5
Ser mujer y hablar español en internet
¿Por qué hacer énfasis en “las mujeres que hablamos español”? Veamos unos datos que nos per
miten poner esta realidad en perspectiva y visualizar su impacto de largo plazo.
De acuerdo con cifras del Internet World Stats,6 son 411,631,985 las personas que hablan
español en el mundo y representan un 6.1% de la población total. De éstas, 136,524,380 son las
que usan internet, es decir, un 33.2% de los hispanoparlantes, que representan a un 7.9% de los
usuarios del planeta.
El español es el tercer idioma más utilizado en internet, precedido por el inglés (27.6%) y el
chino (22.1%).7
Las cifras de uso de internet por país de habla hispana resultan muy reveladoras:
País Población total Millones de usuarios Nivel de penetración
de internet en la población
España 40,525,002 29,093,984 71.8%
México* 111,211,789 2,600,000 24.8%
Argentina 40,913,584 20,000,000 48.9%
Colombia 43,677,372 19,792,718 45.3%
Chile 16,601,707 8,369,036 50.4%
* Los datos de México han variado. De acuerdo con la última encuesta de AMIPCI, el universo de usua-
rios de internet en México es de 30 millones. Los datos se han dejado en el cuadro con la información
de Internet World Stats para tener un parámetro homólogo de los mismos.
1
http://www.cluetrain.com
2
Jeff Jarvis, Y Google ¿Cómo lo haría? Hagas lo que hagas Google lo acabará haciendo mejor que tú, y gratis,
Grupo Planeta/Libros PAF, Barcelona, 2010.
3
Ibidem, p. 17.
4
http://www.robertamsterdam.com/2009/04/natalia_morari_on_moldova_1.htm y http://www.wradio.
com.mx/blog.aspx?id=901028
5
Jeff Jarvis, op. cit, p. 32
6
http://www.internetworldstats.com/stats13.htm. Las cifras señaladas son de 2009.
7
http://www.internetworldstats.com/languages.htm (Continúa...)
211
(Continuación...)
En otras palabras, el inglés sigue siendo el idioma preponderante en el mundo de internet. El
español es el tercer idioma más hablado, y aún así, su uso sigue siendo marginal con relación a
la población total. En casi todos los países de habla hispana las mujeres representan a la mitad
de la población, y la cifra de uso de internet por mujer es más reducida aún. En México, por citar
un caso, las cifras de la última encuesta de AMIPCI 2010 (que habla de los datos 2009), revelan
que un 45% de los usuarios son mujeres, es decir, aproximadamente 13 millones y medio de
personas.
Estas estadísticas y cifras expresan una realidad política y social que denota una margina-
ción real del uso de internet por parte de los usuarios que hablan español y, de manera específi-
ca y más aguda, por parte de las mujeres.8
Podemos decir, sin lugar a dudas, que ser mujer, hablar español y no usar internet represen-
ta un nuevo tipo de marginación en la realidad global de nuestro tiempo.
(…)
8
No vamos a entrar a cuestiones técnicas como la disponibilidad de banda ancha. Este tema en sí es un
indicador significativo de las posibilidades, o carencia de las mismas, en países de América Latina. México,
por ejemplo, tiene uno de los costos más altos de la región, con indicadores que le colocan a un cuarto
del promedio de los países de la OCDE en términos de utilización y con el mercado en un 95% por Tel-
mex. Las restricciones legales y la falta de inversión que esto genera, son algunos de los factores que
habría que considerar como causas suficientes de esta realidad y con un efecto negativo en la brecha
digital entre hombres y mujeres. (Datos tomados de http://www.budde.com.au/Research/Latin-Ameri-
can-Broadband-and-Internet-Market.html?r=51.)
212
Clave de respuestas
A continuación te presentamos las respuestas a las actividades que lo ameritan de
las tres unidades que componen este material. Es importante comentarte que en
algunos casos solamente te presentamos un ejemplo para que con base en él resuel
vas tú las actividades semejantes.
213
Unidad 1
Actividad 1
Texto Tipo de texto ¿Por qué?
Texto 1 P Su intención es informar sobre el resultado de un encuentro
deportivo. Utiliza un lenguaje simple.
Texto 2 N No intenta informar sobre un hecho empírico, histórico o cientí-
fico al lector sino que relata lo sucedido con el sargento James
Tracy en la guerra de Vietnam.
Texto 3 C Explica a un lector hipotético qué es el genoma humano y da
información empírica y especializada sobre el tema.
Actividad 2
1. El primer texto describe, el segundo narra, el tercero argumenta y el último ex
pone o explica.
2. La capa de ozono y París.
3. Verbos en presente, intransitivos, tercera persona.
4. No, cambia la persona del verbo.
5. No, los textos son diferentes; en el 2 cambia el tema pues es autorreferencial,
cambia la forma, pues se narra.
214
Actividad 3
Modalidad textual Texto ¿Qué quiere comunicar? ¿Cómo se estructura? ¿Cómo es el lenguaje que emplea?
2 El paso del sobresalto a la Dos momentos secuenciados, Familiar, en primera persona, verbos en
Narración tranquilidad mediante el unidos por un personaje. pasado porque relatan algo ya
paso del sueño a la vigilia. ocurrido.
3 La violencia ejercida sobre Exposición del problema, El autor proporciona su punto de vista
los campesinos a partir del argumentos que apoyan lo terrible a través de un lenguaje expositivo y
Argumentación
terrorismo. de la situación y ejemplos. concreto que busca involucrar al lector
en la problemática.
4 Las características del Enumeración de rasgos distintivos Desde una visión objetiva se enlistan
Descripción territorio francés. como superficie, población y características haciendo uso de un
ubicación geográfica. lenguaje expositivo y concreto.
1 La función y utilidad de la Presenta el objeto del discurso, y Desde una visión objetiva informa al
Exposición capa de ozono. describe sus cualidad y funciones. lector con un lenguaje especializado.
Concluye con una valoración.
Actividad 4
1. Sí, por la forma en que el lenguaje está utilizado. Además, es posible que lo que
relatan sea verídico o no, pero no importa, a diferencia de otro tipo de discur
sos en que el pacto de verdad es operativo e indispensable.
2. Sí, la muerte.
3. Damos un ejemplo, para que te guíes y resuelvas la actividad analizando los
textos 2, 3 y 4
Características Texto 1
¿Qué cuenta? La historia de un jardinero que va a morir.
¿Cómo lo cuenta? Por medio de diálogos acotados por una voz narrativa omnisciente.
¿Con qué lenguaje lo cuenta? Discurso directo, un trato cordial y familiar.
¿Qué elementos distinguen
a los textos?
¿Qué valores, costumbres, creencias se retratan? Se retrata una creencia persa sobre la muerte.
4. La clave para responder a la pregunta está en los recursos de los que se vale cada
texto: el diálogo, el verso, la forma de ordenar las ideas, etcétera.
Actividad 5
Los textos anteriores cuentan hechos o sucesos que provocan reacciones diversas
al lector. Por lo que sé los puedo clasificar dentro de la modalidad narrativa. De tal
215
modalidad, tal vez lo que más cercano sea para ti son los cuentos que leíste en la
primaria u oíste al poner atención en las anéctodas que cuenta la gente mayor.
Actividad 6
Texto 1
Entonces llegué y vi a todos ahí sentados. Voltearon a verme ansiosos y sonrientes, algunas mujeres llora-
ban. Yo no supe qué hacer así que caminé en línea recta del brazo de un hombre viejo. Nadie me dijo que
casarse era un asunto tan escabroso.
¿Quién narra? Un narrador en primera persona.
¿Qué narra? El día de su boda.
¿Quién o quiénes participan en la acción? Un personaje que habla en primera persona
y los invitados a su boda.
¿Cuándo y dónde? Suponemos que en un templo, justo en
el momento en que entra al recinto.
Texto 2
¿Quién narra? Narrador omnisciente en tercera persona.
¿Qué narra? La historia de una princesa de Polanco.
¿Quién o quiénes participan en la acción? La princesa, su padre y su viejo marido.
¿Cuándo y dónde? El tiempo es indefinido, y dónde es en Polanco.
Texto 3
¿Quién narra? Narrador omnisciente en tercera persona.
¿Qué narra? Una historia de amor.
¿Quién o quiénes participan en la acción? Los amantes.
¿Cuándo y dónde? No se especifica.
Actividad 7
Guíate con estas respuestas si lo necesitas para completar el cuadro.
Texto 1
Entonces llegué y vi a todos ahí sentados. Voltearon a verme ansiosos y sonrientes, algunas mujeres llora-
ban. Yo no supe qué hacer, así que caminé en línea recta del brazo de un hombre viejo. Nadie me dijo que
casarse era un asunto tan escabroso.
Situación inicial
¿Quiénes son los personajes? Una persona que se casa y los invitados a su boda.
¿Dónde y cuándo se ubica el relato? En un templo, justo cuando entra.
Suceso desencadenante
¿Qué situación nueva se presenta? La presencia de los invitados a la boda.
¿Qué saca a los personajes de su cotidianidad? Entrar a la iglesia.
Clímax/Reacción
¿Qué hace el personaje ante Sorprenderse.
el nuevo panorama?
Situación final
¿Cómo termina o resuelve? Con el reconocimiento de la sorpresa misma.
216
Texto 2
Situación inicial
¿Quiénes son los personajes? El papá, la princesa y el hombre de setenta años.
¿Dónde y cuándo se ubica el relato? En Polanco, el tiempo no se especifica.
Suceso desencadenante
¿Qué situación nueva se presenta? El padre de la princesa comete fraude.
¿Qué saca a los personajes de su cotidianidad? El encarcelamiento del padre.
Clímax/Reacción
¿Qué hace el personaje ante el nuevo panorama? La princesa publica un anuncio en el periódico.
Situación final
¿Cómo termina o resuelve? Logra su objetivo y vive con un viejo para conservar
su casa.
Texto 3
Situación inicial
¿Quiénes son los personajes? Dos amantes.
¿Dónde y cuándo se ubica el relato? No se especifica.
Suceso desencadenante
¿Qué situación nueva se presenta? Se conocen.
¿Qué saca a los personajes de su cotidianidad? Se enamoran.
Clímax/Reacción
¿Qué hace el personaje ante el nuevo panorama? Sufren porque tenían prohibido enamorarse.
Situación final
¿Cómo termina o resuelve? Se mueren por falta de comunicación.
Actividad 9
Texto 1
El discípulo
Tipo de narrador Un narrador en primera persona. La voz narrativa está en boca de un
ente masculino.
¿Por qué? Verbos conjugados en primera persona o algunos con la partícula
(Enumera las características reflexiva “-me” que es propia de la primera persona. Adjetivos en
que identificaste para justificar concordancia con el género masculino.
tu respuesta).
Texto 2
El perro que deseaba ser un ser humano
Tipo de narrador Narrador omnisciente en tercera persona.
¿Por qué? Hay verbos conjugados en tercera persona del singular (vivía, había
metido, trabajaba) y es omnisciente porque tiene toda la información
acerca de la narración como el lugar, la situación del perro y el
desenlace exacto.
Texto 3
Los conspiradores
Tipo de narrador Narrador en primera persona del plural (nosotros) porque habla un
grupo de gente. Ejemplos: queremos, alcanzamos, somos, fuimos.
¿Por qué? Hay verbos conjugados en primera persona y se habla del plural porque
no es una sino varias personas las que refieren lo sucedido.
217
Actividad 10
Texto 1
El discípulo
¿Qué cuenta el texto? El relato de un aprendiz de artista que cree en la belleza y por ello su
maestro lo desestima. El personaje al final se hunde en el olvido.
¿Cómo lo hace? SI: Dibujé una cabeza de Salaino, lo mejor que ha salido de mi mano.
(Estructura del texto narrativo: SD: Tú sigues creyendo en la belleza. Muy caro lo pagarás
Situación inicial, suceso SF: Trastornado, salgo del taller y vago al azar por las calles
desencadenante, reacción/
acción y situación final).
Texto 2
El perro que deseaba ser un ser humano
¿Qué cuenta el texto? La historia de un perro que quería ser un humano pero no podía evitar
las conductas típicas de su condición canina.
¿Cómo lo hace? SI: Hay un perro.
(Estructura del texto narrativo: SD: Desea ser humano.
Situación inicial, suceso R: Decide comportarse como humano.
desencadenante, reacción/ SF: A pesar de sus esfuerzos no puede negar su naturaleza.
acción y situación final).
Texto 3
Los conspiradores
¿Qué cuenta el texto? Lo que piensan algunos personajes acerca del suicidio de una amiga.
¿Cómo lo hace? SI: B. llama a sus amigos y nadie acude.
(Estructura del texto narrativo: SD: B. se suicida.
Situación inicial, suceso R: Se revela el horror de estar vivo.
desencadenante, reacción/ SF: Todos viven en el remordimiento y la culpa.
acción y situación final).
Actividad 11
Tipo de personaje
por su grado
Tipo de personaje
de acción Características Características
Texto Personaje por su complejidad
(protagonista, físicas psicológicas
(plano, redondo)
secundario,
incidental)
Voz narrativa Protagonista Mano quemada Resentido, cabizbajo, Redondo.
idealista.
Texto 1 Maestro Secundario N/D Desilusionador, Plano.
El discípulo burlón, realista.
Salaino Incidental Gesto altanero Burlón, Plano.
desilusionado.
218
Actividad 12
¿Cómo se presenta el orden
¿Cómo se representa el tiempo?
Texto de los acontecimientos?
(Tiempo externo, tiempo interno)
(Tiempo de la historia/tiempo del relato)
Actividad 13
Para contestar estas preguntas toma en cuenta tus primeras impresiones después
de leer los textos, después relee cuantas veces consideres necesario, toma en cuen
ta los datos que han arrojado los ejercicios anteriores. Recuerda que si bien el texto
literario genera identificación, no necesariamente produce lo mismo en todos los
lectores.
1. La forma en que se expresan los textos es fácil de entender porque el lenguaje
utilizado es coloquial. No obstante, el texto de "El discípulo" de Juan José
Arreola tiene más dificultades pues utiliza palabras que no son muy comunes
y emplea frases más elaboradas que las que aparecen en los textos de Monte
rroso y Pacheco.
2. Aunque sea fácil de entender el lenguaje empleado en los tres textos se distin
gue de nuestra habla por muchas razones; la primera es que los textos se sos
tienen en una plataforma escrita. esto implica que deben estar ordenados
intencionalmente por el autor. Los textos son literarios porque Monterroso,
Pacheco y Arreola los elaboraron con una intención estética (crean ambientes,
personajes, tiempos, suscitan sensaciones pensando en su lector) y porque
plantean situaciones ficticias.
219
Actividad 14
1. Es un poema, está dividido en versos, tiene un ritmo más notable que la prosa.
2. No hay narración porque no hay una situación que cambie a otra, el sujeto per
manece igual.
3. Descripción.
4. Los versos.
5. El poder del amor ilícito que existe entre los amantes.
Actividad 15
Para redactar tu explicación, toma en cuenta lo que acabas de leer, piensa en qué
significa tanto la “llave” como las “mil puertas” del poema. ¿De qué se vale el poeta
para que el alma del oyente “quede temblando”? ¿Qué significa la “rosa”? ¿Por qué
al final le da carácter divino al poeta?
Actividad 16
1. Es una reflexión en torno al soneto donde el autor hace explícita su estructura
y composción.
3. Tal vez no conozcas las palabras pues son propias de los textos líricos, especí
ficamente de la métrica.
• Un soneto es una composición poética que consta de catorce versos ende
casílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos. En cada uno de los
cuartetos riman, por regla general, el primer verso con el cuarto y el segun
do con el tercero, y en ambos deben ser unas mismas las consonancias. En
los tercetos pueden ir éstas ordenadas de distintas maneras.
220
Actividad 17
Con la finalidad de acercarte un poco más al análisis métrico de un texto lírico te
sugerimos que compares lo que has investigado con el siguiente análisis del soneto
“Un soneto me manda hacer Violante”, de Lope de Vega.
Al momento de hacer un análisis métrico como el que se presenta a continua
ción recuerda que cuando la última palabra del verso es aguda (acento en la última
sílaba) se suma una sílaba al verso; cuando ésta es grave (acento en la penúltima),
no se suma ni se resta nada y cuando es esdrújula (acento en la antepenúltima) se
resta una sílaba al conteo.
Recuerda que el ritmo lo marca la tonicidad de las palabras. Por lo tanto toma
en cuenta que al elaborar el análisis métrico de un texto lírico deberás identificar la
sílaba tónica de cada palabra. En el siguiente ejemplo éstas se marcan con rojo.
221
Actividad 18
1. Catorce sílabas. Este verso recibe el nombre de alejandrino.
2. Un soneto tradicional.
3. Arte mayor porque superan las 10 sílabas.
4. Plantel nevado de azucenas, largo sueño, barca rosa de su vivir.
Actividad 19
1. Está organizado en diálogos e instrucciones de escena que reciben el nombre
de acotaciones.
2. Un asesinato o acto vandálico.
3. Una obra de teatro.
4. La presencia de diálogos y de acotaciones, la ausencia de voz narrativa y la au
sencia de versos.
5. En el texto siempre están interactuando mediante el diálogo. Las descripciones
se relacionan a parte del texto mismo y se diferencian al estar escritas en cursi
vas. No hay versos, tonicidad ni ritmo. Al leerlo uno se imagina lo que lee sien
do representado en un escenario.
Actividad 20
1. Un padre realiza un negocio fraudulento que afecta a otras personas, unos avio
nes se caen, en lo que piensa que es el mejor interés de su hijo, pero éste lo
desestima.
222
Actividad 22
Para resolver esta actividad regresa a las preguntas que respondiste sobre la obra
de Arthur Miller, repasa las definiciones de: estructura interna, actos, acotaciones,
diálogo, personajes, escenas, monólogo y no tendrás problema. Recuerda que el
contexto histórico y geográfico son parte de la atmósfera, concepto que conociste
cuando hablábamos de texto narrativo. Elabora tu mapa tomando en cuenta estas
indicaciones.
Actividad 23
Recuerda que para elaborar tu respuesta debes de tomar en cuenta tu experiencia
personal, cómo se vive en tu país, qué problemáticas son comunes en tu entorno y
qué solución les darías.
1. Las palabras se definen de la siguiente manera:
• prosélito: persona incorporada a una religión.
• azas: bastante, harto, muy.
• contingente: que puede suceder o no.
• utopía: plan, proyecto o doctrina optimista que parece irrealizable en el
momento de su formulación.
• tramontar: disponer que alguien se escape o huya de una amenaza.
2. No, porque no presenta características de una narración, un poema o una obra
de teatro.
3. No hay elementos estructurales ni de narración, ni de texto lírico o dramático.
No hay un narrador ni un orden secuencial; no hay un yo lírico, una estructura
223
Actividad 24
2. La idea principal es el modo en que los mexicanos se han apropiado de una
forma de vida norteamericana, haciendo menos lo propio.
3. Primer párrafo: Habla de la adopción del ideal de belleza norteamericano a
través del cine y los medios en la cultura mexicana.
Segundo párrafo: Cuestiona la efectividad de la forma de vida norteamericana.
Tercer párrafo: Pone en duda que lo que funciona para un país pueda funcionar
para otro.
Unidad 2
Actividad 1
El siguiente es un ejemplo de análisis y el texto trabajado es "El pargo rojo".
224
Tema
central: La creencia de que la felicidad está en el dinero no siempre es
cierta.
Argumento: Sánchez Julio cuenta la historia de Magdalena Santiago, una mu
jer trabajadora que vive una vida humilde y digna. Un día mientras trabajaba
Magdalena encuentra un diamante, al imaginar lo infeliz que sería su vida con
el dinero decide regalarlo a su vecina.
Situación inicial: Magdalena Santiago trabaja limpiando y vendiendo y lavan
do pescado.
Siceso desencadenante: Un día mientras trabajaba Magdalena encontró un
diamante dentro de uno de los pescados que limpiaba.
Reacción: La protagonista imagina su vida llena de opulencia y concluye que
"el dinero sólo genera preocupaciones" por lo que decide regalarlo a su vecina.
Solución final: Magdalena vive feliz y dignamente con poco dinero; mientras
que, paradójicamente su vecina, ahora muy adinerada, es totalmente miserable.
Tipo de narrador: Narrador en tercera persona. Omnisciente porque tiene
acceso a mucha información como los pensamientos de la protagonista.
Personajes: El personaje principal es Magdalena. Su vecina es un personaje se
cundario. Personajes incidentales son los hijos, los maridos y la gente del puer
to que apenas es mencionada como parte de la ambientación de la historia.
Espacio: el cuento se desarrolla en el puerto que visita Magdalena cada mañana
y en la calle de Bocagrande, donde viven la protaginista y su vecina.
Tiempo: la narración parte de un momento presente, donde Magdalena es fe
liz con su vida y su vecina es rica e infeliz. Esta situación se explica por medio
de un salto al pasado, donde el narrador refiere el incidente del pargo rojo.
El cuento posiblemente transcurre en años; desde el incidente hasta el punto
de partida de la historia.
El autor ubica su historia en una época contemporánea ya que describe estilos
de vida de consumo muy similares a los que hoy en día aspiramos.
Como te habrás fijado, la base del análisis fueron los elementos estructurales del
tipo de texto. Toma como base para tu análisis los elementos del texto elegido.
Actividad 2
2. Ambos textos tienen en común el tema que abordan.
3. La guerra
4. Obra literaria: Canción del esposo soldado
surco, soldado, balas, plomo, ataúdes, muertos, fosa, campos de combate, lucha,
Vocabulario
trinchera, fusil
• …te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Atmósfera • …sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero…
• …te quiero cercado por la balas, ansiado por el plomo.
(Continúa...)
225
(Continuación...)
Obra literaria: Canción del esposo soldado
Personajes • Esposo soldado
• Escríbeme en la lucha, siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo…
Situaciones
• Cuando junto a los combates te piensa mi frente…
Obra literaria: El golpe de gracia
Vocabulario batalla, combate, heridos, muertos, ejército, fosas, pelotones, comandante
• …hacia el oeste purpúreo, cuya luz le coloreaba el rostro como sangre.
Atmósfera
• …yacían unos cadáveres agrupados.
• capitán Downing Madwell
Personajes • sargento Caffal Halcrow
• mayor Creede Halcrow
• El capitán Madwell, después de terminar una batalla, ya agotado y ante un escenario de hombres heridos y cadáveres,
decide adentrase en el bosque para buscar a su amigo.
• Cuando el capitán Madwell encuentra a su amigo, el sargento Halcrow; se da cuenta que ha sido herido mortalmente.
Situaciones • El capitán Madwell, después de ver a su amigo en tan mal estado, sufre porque no puede ayudarle. Por lo que
decide terminar con la vida de este gran amigo.
• Una vez de acabar con el sufrimiento de su amigo, de repente aparecen dos enfermeros y el hermano del sargento
Halcrow.
226
Actividad 3
1. Se muestra un ejemplo de cómo puede quedar el análisis con dos textos.
2. De los textos: “El pargo rojo” y “Zerafina” tienen en común que ambos tratan la
forma de vida de dos mujeres humildes, pero que tienen muy claro quiénes son
y qué quieren.
3. En una frase, el tema es: la vida cotidiana.
4. Obra literaria: El pargo rojo
Vocabulario Vive, se levanta, canta invariablemente todos los días, vecina
• Magdalena
Personajes • Sus hijos
• La vecina insolente
Caye, caza, jardín, timbre, lavá, platoz, pueblo, gayinaz, muchacha, dormío, plumero,
Vocabulario
novio, tía, trabajo
• Zerafina
Personajes • Miguelín
• madre de Zerafina
• Zerafina va a Barcelona para trabajar como muchacha en una casa. Para convencer
a la señora de la casa que la contrataría, le cuenta cómo era su vida en el pueblo
Situaciones de donde viene, si trabajó, si tiene novio y que cómo murió su hija.
• Termina diciendo que es muy limpia, trabajadora, muy sana y que además de venir
a Barcelona a conseguir trabajo, lo hizo para ver si encontraba a su último novio.
227
Actividad 4
2. El autor se refiere a Miguel Hernández como un hombre valiente, de bien y de
ejemplo moral. De auténtica heroicidad. Fiel a la guerra. Agitador y animador.
Un estoico de extraordinaria entereza.
Estos juicios sí se ven reflejados en el poema “Canción del esposo soldado”,
porque se habla de un hombre que ante el compromiso de proteger a su pueblo
en el frente, también tiene presente a su familia y su bienestar “…siénteme en la
trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo… “ y “Para el hijo será la paz
que estoy forjando”.
3. El autor se refiere a Ambrose Bierce como un soldado valiente. Enemigo de la
demagogia y de la desigualdad.
En “El golpe de gracia” sí es posible ver en los personajes los rasgos de per
sonalidad del cuentista. En el capitán Downing Madwell, se refleja un hombre
valeroso, inteligente soldado y honorable.
4. Miguel Hernández participó en la Guerra Civil Española. Mientras que Am
brose Bierce participa en la Guerra de Secesión en Estados Unidos.
5. Miguel Hernández era partidario del comunismo, por la influencia de Rafael
Alberti, María Teresa León, Raúl González Tuñón, Pablo Neruda y Dela Carril.
Se manifiesta contra los faltos de austeridad que pretenden establecer una nue
va burguesía, viciar y deshonrar con preferencias y halagos la moral sencillez
que impone el comunismo. Ambrose Bierce pertenecía al bando de las fuerzas
de los estados del Norte. Sus ideas políticas eran en contra de la demagogia
y de la desigualdad. No creía en que un hombre común pudiera gobernar ni en
que un hombre rico pudiera superar su propia ambición.
6. Miguel Hernández contribuyó con su literatura con escritos como:
– Para ganar la guerra
– Viento del pueblo
– Poesía en la guerra
– El hombre acecha
Ambrose Bierce, se convirtió en un columnista muy prestigioso. Contribu
yó escribiendo la primera ficción que hiciera inclusión del terror y matizara la
gloria de la Guerra Civil. También escribió poemas y entrenó a una generación
de poetas.
228
Actividad 5
1. Son textos argumentativos, pues los autores dan su visión y perspectiva sobre
el tema, pero fundamentando sus ideas.
2. El texto de Casanova aborda el tema de la Guerra Civil Española. El autor se
refiere a este acontecimiento como de una total deshumanización, una guerra
cruel, violencia y exterminio. Con este texto Casanova busca enseñar a los jó
venes que la violencia e intransigencia es la peor herencia que se dejó de ese
pasado. Que el diálogo, el debate, la democracia y la libertad son alternativas
para sanar las heridas y construir un mejor presente.
3. El texto de John Keegan trata sobre la Guerra de Secesión de Estados Unidos.
Sin estar a favor o en contra del Norte o del Sur, simplemente pretende cuestio
nar cuáles fueron las razones para que se presentara y su misterio, partiendo de
que el Norte superaba económicamente al Sur como para que este último sos
tuviera una campaña seria contra el Norte.
4. La hipótesis de “Una guerra poco civil” es que la Guerra Civil Española es re
cordada por la deshumanización del contrario, por la violencia que generó.
Simbolizada en las “sacas”, “paseos” y asesinatos masivos, sirvió en los dos ban
dos en lucha para eliminar a sus respectivos enemigos, naturales o imprevistos.
La hipótesis en el prólogo de Secesión: la guerra civil norteamericana, es que la
guerra fue necesaria y pudo evitarse si se hubieran considerado variables polí
ticas y sociales que llevaran a una solución pacífica.
5. En la atmósfera social, son visibles las víctimas mortales, la represión y la vio
lencia. La guerra de clases, una guerra de ideas y credos. La atmósfera política
en ambas guerras está marcada por la presencia de dos bandos, en el caso de la
Guerra Civil Española el poder democrático que intenta a toda costa apaciguar
a los fascismos. En la Guerra de Secesión de Estados Unidos, los bandos están
marcados por la zona Norte que quiere industrializar el país y la zona Sur que
quiere continuar con la producción campesina.
6. En el texto “Una guerra poco civil”:
– La lucha de poderes, democráticos y fascistas.
– No desarrollar una cultura cívica, de respeto a la ley, a los resultados elec
torales, a la libertad de expresión y asociación.
– Política de exterminio inaugurada por los militares.
En el texto “prólogo de secesión: la guerra civil norteamericana”:
– Esclavitud.
– Si la industrialización no hubiese alimentado tanto la confianza del Norte
frente al Sur.
– La influencia del militarismo diletante.
229
Actividad 8
Buck, P. S. Viento del Este, viento del Oeste. Madrid: Debolsillo. 2005.
Referencia bibliográfica
Pearl S. Buck logró con Viento del este, viento del oeste (1930) expresar un conmovedor relato con tono Datos biográficos
intimista y de una forma sabia y enriquecedora acercar el mundo oriental y sus costumbres, gracias a que del autor
la propia novelista pasó años de su vida en China.
Se cuenta la historia de Kwei-Lan, una joven de familia noble, a la que casan con un rico que inicial-
mente la rechaza, puesto que él ha sido educado bajo el flujo occidental y niega cualquier tipo de norma
de corte ancestral. La escondida rabia que la corre por dentro al principio, la hace luchar desesperada-
Sinopsis o resumen
mente por la conquista de su marido, enfrentándose a todo lo establecido desde que era niña y rompien-
do moldes con los aforismos y experiencias por parte de su familia.
230
La mayor virtud del libro consiste en la forma pausada y serena con que está narrado. Como si la
narradora confiase plenamente en el lector, parece contarle, cara a cara, todos sus sentimientos durante y
tras los sucesos acontecidos en su matrimonio. Acompañado de una ambientación exquisitamente cui-
dada a lo largo de la China de principios del siglo xx, el personaje de Kwei-Lan resulta fascinante por su
realismo y humanidad en un escenario radicalmente diferente al que estamos acostumbrados a ver. La
forma en la que la protagonista es sometida a occidentalizarse, es relatada elegantemente, con discreción
y sutileza, como si la educación que inunda a los personajes salpicara a la narración.
Pearl S. Buck consigue, sin que se le noten mayores esfuerzos, trazar una historia perfecta y emotiva,
con pasajes realmente esplendorosos. Con un gran inicio, se desinfla un poco mediado el relato, con un
nudo un tanto alargado y falto de ritmo, en el que las sucesivas anécdotas, en principio asombrosas, se
tornan monótonas y recurrentes. Aún así, es digna de halago su maravillosa propuesta, con la que cons-
truye, sin duda alguna, una de las mejores novelas para entender los principios que seguía la China anti-
gua, hasta su adaptación a la emergente sociedad occidental, en algunos aspectos notoriamente positiva
y en otros decadente y escasa de moral. Comentario u opinión
También es una historia de sufrimiento en silencio, de una chica que querría rebelarse ante todo lo
establecido, pero no sabe por qué ni cómo hacerlo. Ni siquiera es consciente de ello. Por eso, es previsible
su relajado pero firme camino hacia la adaptación al universo de su marido, que se halla demasiado con-
fiado en que su cultura y su educación es la que debe prevalecer. Un efectista camino hacia la libertad y
en pro de los derechos de las mujeres.
El hecho de que el libro esté narrado por la propia Kwei-Lan es un importante acierto en todos los
sentidos, ya que muestra al lector la fina sensibilidad de la muchacha, en una sociedad educada para
apreciar el más mínimo detalle, la belleza intrínseca de todo lo que nos rodea, y la incertidumbre omni-
presente en la joven cuando ha de cambiar para satisfacer a su marido se refleja con talento por medio de
tranquilos pero inseguros monólogos interiores, llenos de preguntas y reflexiones, acerca del choque de
culturas, qué está bien y qué está mal. La asunción del cambio inminente, y sus consecuencias directas.
Una novela infravalorada en su momento, no fue sino hasta el premio Nobel conseguido por su au-
tora en 1938, cuando se empezaron a apreciar las muchas virtudes de Viento del este, viento del oeste,
que representa un estilo de novela perfecta: sencilla, emotiva y llena de humanidad.
Actividad 10
El autor de la reseña sobre La fiesta del chivo utiliza diversas estrategias discursivas.
Explica qué se dice al mencionar al personaje principal, el tema y la trama. Tam
bién recurre a la estrategia de atrapar la atención del lector al hablar sobre algunos
personajes primarios y secundarios y sus sentimientos hacia el personaje central.
Menciona cómo se enlaza la historia a través de tres perspectivas sobre quién
es el dictador. Hace creíble su reseña al mencionar de forma precisa las partes y los
párrafos que soportan sus explicaciones y llama la atención del lector dando su
opinión de la obra en el último párrafo.
Unidad 3
Actividad 1
Clave para contestar la actividad: Para elaborar tu biograf ía como lector puedes
ayudarte de los acontecimientos que ya has registrado en tu línea del tiempo. Re
cuerda que el texto que deberás redactar debe tener cohesión, es decir, que sus
231
partes estén unidas y dispuestas de manera clara, y debe ser coherente, o sea que lo
que expreses sea claro y tenga sentido para un supuesto lector(a). Con el fin de
realizar una buena autobiograf ía puedes ayudarte de conectores de tiempo y co
nectores causales. Recuerda que los de tiempo marcan un punto en una cronología
(primero, antes, después, finalmente), y que los conectores causales son los que
explican ciertos acontecimientos (porque, ya que, como consecuencia, entonces).
En su texto, Manguel enumera varios hechos que lo convierten en lector: cuan
do comenzó a leer; el momento en que leyó un cartel y otros textos a los seis años.
Cuando siendo adolescente se descubrió como lector y poco después, descubrió su
identidad como el lector de otros, en especial de Jorge Luis Borges. Aprendió que
la lectura era parte fundamental de su vida y con los hechos descritos construyó su
biograf ía. Al igual que él, construye la tuya.
Actividad 3
Clave para contestar la actividad: Esta actividad, como algunas anteriores, también
se basa en tu experiencia propia. En este caso se te pide que recuerdes con cuál
expresión artística te has llegado a identificar tanto que modifica tu forma de ver
las cosas. Te recomendamos que para hacer un texto claro primero recuerdes qué
fue, quién era su autor, dónde lo viste, por qué llamó tu atención. Después intenta
darle estructura a tus pensamientos y redacta.
Actividad 4
Clave para contestar la actividad: Si entendiste la historia puedes responder las dos
preguntas posteriores: ¿Qué sucedió? y ¿Si el texto es claro o ambiguo y se puede
comprender de maneras distintas?
Para Lauro Zavala, por ejemplo, el texto es claro y, según él, el dinosaurio que
describe Monterroso es un personaje político, indiferente y calculador.
Actividad 5
Clave para contestar la actividad: Para redactar el texto final te recomendamos di
vidir tu proceso creativo en dos etapas. La primera etapa la dedicarás a reflexionar
sobre tu contexto. Puedes elaborar una lista que incluya contexto geográfico, histó
rico, político, social y cultural e ir haciendo notas sobre cada uno de ellos. En la se
gunda etapa integrarás la información que hayas reunido sobre tu contexto; recuerda
que puedes hablar de una problemática que atañe específicamente al lugar, tiempo
o sociedad en la que vives y no olvides dar tu opinión sobre la misma.
Actividad 6
Clave para contestar la actividad: Te recomendamos que no vuelvas a leer todos los
textos, ya que lo que se te pide no es un resumen o datos concretos sino una opinión.
232
233
(Continuación...)
Clave para contestar la actividad: Ayúdate con el cuadro que respondiste sobre el
cuento de Massiani y sobre la vida de éste, y con la composición que realizaste so
bre “Los ojos con que veo mi mundo”.
Actividad 8
El título da la idea
Tu muerte no es tuya de un texto que habla
sobre la muerte.
1. Una de las cosas más difícil de elegir es nuestro destino, aparte de que ver el futuro es una tarea difícil.
Existe una serie de trabas a nuestro alrededor que siempre nos dirigen o al menos nos tutelan hacia
situaciones o decisiones que no son al 100% las que nosotros buscábamos. Esto es algo obvio.
2. El tema surge al enterarme como en Italia, concretamente en Roma, una jueza impide la decisión por
parte de Piergiogio Welby de acabar con su vida, el cual está afectado por una enfermedad que le
Introducción
mantiene postrado en la cama inmóvil, solo puede mover sus ojos. Si no fuera por la asistencia artificial,
moriría, asistencia que él quiere eliminar, pero los poderes superiores le impiden tomar el rumbo de su
vida. Le impiden morir como él decida. Le impiden elegir. Su destino no es suyo, es del gobierno.
3. En cambio al gobierno no le tembló el pulso para enviar soldados a la guerra de Irak en su etapa con
Berlusconi. El gobierno soberano decidió que no había inconveniente en enviar tropas a un lugar don-
de posiblemente, como así ocurrió, morirían soldados, ya que esas futuras muertes el estado las veía
útiles o necesarias, no había ningún problema en que unos cuantos soldados cayeran en esa contien-
da. No elige el individuo elige el poder.
4. El estado tiene potestad sobre nuestras vidas. Elegir nuestro fin, al cual todos llegamos, no es decisión
nuestra, es o del azar o del poder que nos gobierne. Para mí es curioso, pero a la vez muy injusto. Hasta
Desarrollo
hace bien poco aquellos que hicieron la “mili” (Servicio Militar Obligatorio), yo me escape por suerte, la
acababan con una carta blanca que les obligaba a ir a filas si en algún mo mento sus gobernantes lo
veían oportuno. Morir por la patria era una obligación, morir por decisión propia está prohibido.
5. Está claro que aquel que es soldado tiene más o menos claro dónde se mete. Sabe que su vida corre
cierto peligro, los pluses de peligrosidad se ven compensados con una cantidad de dinero, poca en mi
consideración. Pero eso no justifica que el gobierno, estado o poder, como queramos llamarlo, adminis-
tre la muerte según su conveniencia.
234
6. La eutanasia es un derecho del individuo, y en los casos puntuales, que pueden ser estudiados
individualmente por gente calificada para comprobar que la decisión se toma en posesión de
plenas facultades deberían ser contempladas en nuestras leyes. De lo contrario el individuo pierde Conclusión
su estatus y automáticamente la libertad. La muerte es inevitable, que al menos nos dejen decidir-
la cuando podemos.
Cabrera, M. A. Disponible en: Sin ánimo de lucro. <http://sinanimodelucro.wordpress.com/page/11/?archives-
list&archives-type=tags> [Consulta: 08/06/2012].
Actividad 9
La introducción del texto se desarrolla en el primer párrafo. El desarrollo lo hace
Hiriart desde el segundo hasta el antepenúltimo. La conclusión la desarrolla en los
dos últimos párrafos.
1. El autor caracteriza a los inventores como magos y sabios. También como per
sonas obsesivas compulsivas pero simpáticas y que viven con comodidad.
2. El autor refiere inventos menores porque le interesa más la figura del inventor
como innovador en objetos cotidianos.
3. Es muy probable que los inventos menores como el tenedor doten a las civili
zaciones de identidad. Ésta se caracteriza por definir cómo es una civilización
por sus costumbres y formas de vida.
4. Utiliza la palabra como sinónimo de beneficiarios por lo que no es el sentido
real de la misma. Las víctimas somos todos aquellos a quienes los inventos nos
facilitan la vida.
5. Hiriart iguala a los inventores con los magos por ambos crean objetos increí
bles, fuera de la común.
235
Características El texto habla del desarrollo cultural, También puede aplicarse a temas de Los contextos son bastante próximos,
notables ya que aborda la necesidad que ha desarrollo cultural. Hiriart habla con ya que Hiriart también escribe desde
tenido el hombre, desde la antigüe- cierta nostalgia de la figura del inven- el siglo XXI donde la innovación tec-
dad, de crear artefactos. tor, no obstante, en nuestro contexto nológica diaria ha desplazado, de
actual se inventan tantas cosas a dia- cierta manera, la esencia esporádica
rio que ya no prestamos atención a de la invención.
esas innovaciones que, queramos o no,
van modificando nuestra forma de vida.
Influencias El autor del texto muchas veces se Habitamos un mundo globalizado, Como los contextos son similares pue-
ideológicas remite a la cultura occidental, como hablar de la invención desde una cul- de decirse que el contexto de recep-
predominantes cuando menciona inventores de la tura determinada cada vez se hace ción, éste de un mundo globalizado
antigua Grecia, o ejemplifica con el más difícil. Estamos tan acostumbra- que ha perdido la capacidad de asom-
cuadro de Van Gogh. Hiriart habla dos a encontrarnos con nuevos arte- bro es el que motiva al autor desde un
desde occidente, donde se le ha dado factos que ya no cuestionamos sus contexto de producción muy parecido,
una importancia especial a la innova- mecanismos, ni nos maravillamos ante a responder ante nuestra situación
ción a lo largo de la historia. su construcción. presente con una evocación del pasado.
Argumentos La premisa base de Hiriart es con la Explicamos nuestra realidad siguiendo El texto apunta, de cierta forma, hacia
presentes para que comienza su ensayo: modelos de vida de consumo. En Oc- la idea de que podemos voltear al
la explicación “Nuestra edad, la edad de los meca- cidente nos han enseñado a pensar pasado para aprender algunas cosas.
de la realidad nismos, redujo a los ilustres e impene- que el progreso es la clave para el No critica abiertamente el estilo de
trables magos —con retortas, bestias desarrollo humano, y todo el tiempo vida de nuestro presente pero elogia
disecadas y todo— a la ingenua cali- estamos ideando formas aceleradas el del pasado.
dad de inventores”. de alcanzarlo.
Hace una crítica a nuestra realidad,
al presente que ha hecho del inventor
una figura casi mitológica.
¿Qué aspectos El autor, consciente de hacerlo, habla Es criticable la cultura de consumo No es suficiente tomar modelos pasa-
y características de una posición ante la invención que que impide que valoremos el surgi- dos para resolver problemas presen-
consideras son hoy en día en su aplicación sería im- miento de nuevos artefactos y que tes. Aunque estos sirvan de guías,
criticables? posible. reconozcamos a sus inventores. conforme el hombre ha trazado la
historia se han generado necesidades
nuevas que requieren de creatividad e
invención en sus soluciones.
236
(...)
Hoy por hoy, internet y las nuevas tecnologías de la comunicación, plantean una inmensa gama
de posibilidades para el desarrollo, crecimiento y empoderamiento de las mujeres. El acceso, sin
embargo, sigue siendo limitado para las mujeres en general, y para las que hablamos español en
particular.
(...)
Ahora internet nos permite hablar al mundo, organizarnos a nosotros mismos, encontrar y
difundir información, desafiar la vieja manera de hacer las cosas, retomar el control.3 Esto no es
una utopía, es una realidad. Pensemos en el impacto que tuvo Natalia Morari,4 periodista y acti-
vista de Moldavia en el 2009, cuando haciendo uso de Twitter motivó y participó en el movimien-
to político y social que contribuyó al derrocamiento del comunismo en su país.
(...)
De acuerdo con cifras del Internet World Stats,6 son 411,631,985 las personas que hablan es-
pañol en el mundo y representan un 6.1% de la población total. De éstas, 136,524,380 son las que
usan internet, es decir, un 33.2% de los hispanoparlantes, que representan a un 7.9% de los usua-
rios del planeta.
El español es el tercer idioma más utilizado en internet, precedido por el inglés (27.6%) y el
chino (22.1%).7
(...)
Podemos decir, sin lugar a dudas, que ser mujer, hablar español y no usar internet represen-
ta un nuevo tipo de marginación en la realidad global de nuestro tiempo.
237
238
son diccionarios, enciclopedias, las lecturas sugeridas en los libros de texto, las
páginas de Internet “oficiales” (aquellas del gobierno, de las organizaciones im
portantes (como la ONU, la UNICEF), páginas de universidades de prestigio
(como la UNAM, el IPN). Estas páginas “oficiales” tienen CONTROL sobre sus
contenidos por lo que la información encontrada, aunque puede ser subjetiva
(que depende de un punto de vista), es la “oficialmente correcta”.
Es muy importante que pongas MUCHA ATENCIÓN en tus primeras lec
turas. Debes encontrar información correcta. Para ello es necesario que com
pares los datos obtenidos entre sí.
7. Busca y consulta la información utilizando un buscador (el que te va a encon
trar dónde, de todo el Internet, está tu tema).
Algunos buscadores son:
• mx.yahoo.com
• www.google.com.mx
• mx.altavista.com
Si quieres noticias probablemente las encuentres en:
• www.bbc.co.uk/mundo/index.shtml
• mx.reuters.com
• mx.news.yahoo.com
Si buscas libros los puedes encontrar (además de en una librería) en:
• books.google.es
• www.booksfactory.com/indice.html
• www.ucm.es/BUCM/atencion/25403.php
Si lo que deseas son diccionarios:
• rae.es/rae.html
• www.diccionarios.com
• www.elmundo.es/diccionarios
¿Qué opciones del buscador me conviene utilizar?
Los buscadores presentan algunas opciones tales como:
• Opciones de Búsqueda: Incluye “buscar videos”, “buscar imágenes”, “buscar
noticias”, “búsqueda en español”, “búsqueda en México” etc. Lo que hacen
es especificar tu búsqueda.
• Dentro de “búsqueda avanzada” podrás elegir cómo preferirías que te ayu
dara a buscar. Utilizando las opciones de: “buscar con las palabras” y “que
no contenga las palabras” puedes hacer tu búsqueda aún más pequeña y te
será más fácil encontrar lo que quieres.
8. Una vez obtenida la información: analiza. Los puntos más importantes ahora
son: ¿es lo que necesito?, ¿qué tan bueno es el contenido?, ¿qué tan confiable es
el autor?, ¿cuáles son algunos lugares de donde viene la información?
Rodrigo Zepeda Tello. “Guía básica para el manejo de Internet”, en Liliana Almeida et al.
(2011). Ciencia Contemporánea ¿Para qué? México: Edere/Esfinge, pp. 142-148.
239
240
Bibliográfica (libro)
Autor: se inicia con el apellido y una coma que lo separe del nombre.
Título: subrayado o en cursivas.
Editorial: lugar de edición (se refiere a la ciudad donde se editó).
Año.
Hemerográfica (revista)
Autor: se inicia con el apellido y una coma que lo separe del nombre.
Título: entre comillas y unido por la preposición en, el nombre de la revista subrayado.
Número, año, tomo o volumen.
Institución que la publica (solamente en el caso de que ésta sea educativa, cultural o
gubernamental; de otra forma se cita el nombre de la revista).
Lugar y fecha de publicación (entre paréntesis).
Páginas consultadas.
Hemerográfica (periódico)
Autor: se inicia con el apellido y una coma que lo separe del nombre.
Título: entre comillas y unido por la preposición en, el nombre del periódico subra-
yado.
Lugar y fecha de publicación (entre paréntesis).
Número, año y tomo o volumen.
Sección y página o páginas consultadas.
241
242
es Juan Rulfo, a quien muchos lo han situado como un miembro del boom latino
americano, aunque sea muy anterior. Existen otro tipo de grupos de autores, como
lo son las generaciones o grupos poéticos, como es el caso de Pedro Salinas y Lorca
con la generación del 27, que es un grupo muy pequeño y cerrado de poetas.
Te proponemos que cuando estudies textos literarios, particularmente a partir
del siglo XX, atiendas más al contexto cultural y social que rodeaba a los autores que
a su pertenencia a alguna corriente. Definitivamente es importante conocer quié
nes influyeron su escritura y quienes eran sus contemporáneos literarios, pero no
con el fin de encerrarlo en una corriente, sino para entender mejor sus textos.
243
Sugeridas
S/A (2005). Antología de poesías breves. México: Época.
Arroyo, G. (2010). Antología de cuento breve, serial, estaciones. México: Benma.
Barajas, B. (2001). Tras la huella de… la poesía. México: Edere.
Bernal Pinilla, L. (2011). La Literatura y la competencia lectora. 3ª ed. México: ECOE edi
ciones.
Cayuela, R. (2011). Literatura 2. México: Castillo/MacMillan.
Cervantes, C. (2005). Tras la huella de… el teatro. México: Edere.
Correa, A. y A. Orozco (2011). Literatura universal para bachillerato. 3ª ed. México: Pear
son.
De Teresa, A. (2011). Literatura I y II. Competencias aprendizaje vida. México: Prentice
Hall.
Real Academia de la Lengua (2005). Diccionario del estudiante. Madrid: Real Academia de
la Lengua/Santillana.
Gracida, Y., (coord.) (2002). Leer y escribir. Acto de descubrimiento. México, Edere .
_____, A. Galindo y G. Martínez (coord.) (2004). La argumentación. Acto de persuasión,
convencimiento o demostración. México: Edere.
_____, y A. Galindo (coord.) (2003). Comprensión y producción de textos. Un acto comuni-
cativo. México, Edere.
Jiménez, M. A. (2011). Sociología y literatura. Imaginar nuestra sociedad. México: UNAM/
Juan Pablos
Leal, P. et al. (2005). Tras la huella de… el cuento. México: Edere.
Manguel, A. (2010). Sol jaguar. Antología de cuentos sobre México. México: FCE.
Mateos, M. (2007). Lógica para inexpertos. 2a. ed. México: Edere.
Méndez, O. (2002). Lenguaje y expresión I y II. México: Edere.
Mercenario, M. (2004). Tras la huella de… la novela. México: Edere.
Patán, F. (2002). La novela y sus caminos. Mexico: SEP/Santillana.
Río del, A. (2010). Literatura I. Enfoque por competencias. México: McGraw HIll.
Ruiz García, T. (2009). Literatura universal. El espejo del mundo. 2ª ed. México: Esfinge.
Serafini, T. (2006). Cómo se estudia. La organización del trabajo intelectual. México: Paidós
(Instrumentos Paidós).
_____ (2007). Cómo se escribe. Barcelona: Paidós.
Seymour, M. (2010). El cuento hispanoamericano. Antología crítico-histórica. México: FCE.
Consultadas
Bassols, M. y A. Torrent (2003). Modelos textuales. Teoría y práctica. Barcelona: Octaedro.
Björk, L. e I. Blomstrand (2003). La escritura en la enseñanza secundaria. Barcelona: Graó.
Camps, A. (coord.) (2003). Secuencias didácticas para aprender a escribir. Barcelona: Graó.
Cassany, D., “10 claves para enseñar a interpretar” en Con firma 2010. Leer para apren-
der. Leer en la era digital. Disponible en: Leer.es. Centro Virtual del Ministerio de Educa
ción (leer.es) {docentes.leer.es/.../ep_eso_prof_10clavesparaensenarainterpretar.pdf }
[Consulta: 02/02/2012].
Eaglton, T. (2007). Una introducción a la teoría literaria. México: FCE.
244
Kaufman, A.M. y M.E. Rodríguez (2004). La escuela y los textos. México: SEP/Santillana.
Kohan, S. A. (2004). Los secretos de la creatividad. Barcelona: Alba Editorial.
Leibrandt, I. (2006). “El aprendizaje intercultural a través de la literatura” en Revista Es
péculo no. 32, año XI, Madrid: Universidad Complutense de Madrid, junio 2006. Dispo
nible en: www.ucm.es/info/especulo/numero32/aprendiz.html. [Consulta: 13/04/2012].
Lomas, C. (coord.) (2008). Textos literarios y contextos escolares. La escuela en la literatura
y la literatura en la escuela. Barcelona: Graó (Biblioteca de Textos 249).
245