TORRES BALBAS - Los Modillones de Rollo o Lobulos PDF

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(r) Dictionnaire raisonné de l'Architecture franr;aise dit au siecle,

Tome quatrieme, París, I875, pp. 307 a 318 (corbeaux) y p. 319 (corniche).
ME:z-J.VlO>RE:No llama a estos modillones «de rizos» en su reciente obra El arte románico español
(Madrid, 1934). .

• Publicado en Archivo Español de Arte y Arqueología, n? 34, enero-abril de 1936.

159
corniches romanes («Bulletin
des invasion barbares a l' époque
1928, pp.
del modillón

¿puede decirse lo
utilizó anteriormente como ménsula de pilastra? ( Art et artis~
mayen age, p. (L'Art hispano-mauresque des origines siecle
pp. II4, 364 y 442-443), el discutido modillón tiene elementos de la ménsula
antiguo al arte del Occidente cristiano y de la ménsula floral, que
más que una transformación de aquélla. Sr. GóMEz-MoRENO,
mozdrabes (Madrid, 1919, de la p. 150), escribe que la hipótesis de
insubsis1:ente y por de
(5) Aceptamos, a falta de otro mejor, el nombre de modillones de lóbulos, ya
VELÁZQUEZ Bosco (Medina Azzahra y Alamiriya, p. II), por estar formado siempre su perfil
por uno o varios arcos de círculo, o curvas convexas, a modo de lóbulos. Los de rizos son una
de las muchas variedades dentro de los lobulados; el nombre de éstos se refiere a su forma
general, y el de rizos responde a la decoración de los costados.

161
L. TORRES BALBÁS

Jvlans.--Notre-Dame du Pré: alero, según Viollet-le-Duc.

(6) El que estos modillones son característicos del románico auverniense, lo había afir-
mado anteriormente ARcrssE DE CAUMONT ( Abécédaire ou rudiment d'Archéologie, Architoc-
htre religieuse, Cinquieme édition, Caen., 1870, p. 184) y, él, numerosos arqueólogos.
Modillón de

(7)
(8) Diccionario de la Academia Española define el modillón los siguientes términos:
«Saliente, con en de ménsula, con que se adorna por la parte inferior el
una cornisa, simulando un verdadero sostén.1> la ménsula: «Miembro de ar1qu1tect111ra
perfilado con diversas molduras, que sobresale de un plano vertical y sirve para recibir o sos-
tener alguna cosa1> (Real Academia Española, Diccionario de la Lengua española, Décima-
quinta edición, Madrid, 1925). Para GóMEZ-MoRENO, el modillón es un «miembro voladizo
sobre que asienta una cornisa, o alero, o bien los extremos de un dintel: como can y canecillo»
(Iglesias mozárabes, p. 406).
Dibuio

Roma.-Te\flplo de Pólux: orden y detalles de la cornisa.


(Cc>mi.en:~os del siglo x.)

165
Dibiijo de

Espalato.-Mausoleo de Diocleciano: detalle del orden 'interior.


(Comienzos del siglo rv.)

167
L. TORRES BALBÁS

const;rucciones
del
de
del

(9) También hay en la. arquitectura romana cornisas de ladrillo con modillones de este
material, de forma análoga a los de piedra, pero simplificada (Véase G. GIOVANNONI, La tec-
nica della costruzione presso i romani, Roma, 1925, pp. 95 y 96 y figs. 22 y 23).

168
de en
nevento (98-n7);
la (inauguradas
truídas por
siglo IV) (IO) .
forma general de los
cornisas de los órdenes corintio y c01rnu1ue:sto
dos es la de S tendida, con la voluta o c;0i.1.u.<:u.
más grande inmediata muro y la más
en el extremo volado, tema decorativo cuyos Dib11fo de E. Ben.
complejos orígenes y evoluciones en épocas remo- Oxford.-Ashmolean Mu-
tas no nos interesa desentrañar ahora. Señale- seuc~~:~~i~~nc~~ti.ro-
mos que aparece ya en el arte
egeo (n), que el griego lo usó con frecuencia, siendo uno de los
repetidos por el etrusco y no ignorándolo el hispánico
Forma de S tendida tienen los elegantísimos modillones, verdade-
(rn) Para las fechas de estos monumentos nos hemos atenido principalmente a las dadas
en las obras de D. S. RoBERTSON, A Handbook' of Greek & Roman Architecture, Cambridge,
1929, y Rome Antique, par EUGENIE STRONG, Paris, 1932. Además, se han tenido en cuenta.
monografías y artículos de publicación reciente.
(n) Hellenic Architecture by EDWARD BELL, London, 1920, pp. 28-29, y British Schoot
at Athens, vol. IX, p. 66. Objeto encontrado en Creta, hoy en el Ashmolean Museum de
Oxford, cuyo pequeño tamaño-; unos 7,6 centímetros de longitud - hace inverosímil que se
trate de un elemento arquitectónico.
(12) Capitel de pilastra, griego-arcaico, de Megara Iblea, de fines del siglo vr; decoracio-
nes del templo de los Sassi Cadutti en Falerii, de los últimos años del siglo VI o principios
del v, en el museo de la Villa Giulia, en Roma; estatua de Apolo en el mismo Museo, proce-
dente del templo de Veyes, etc.
(13) J. CABRÉ, Decoraciones hispánicas (ARCHIVO ESPAÑOL DE ARTE Y ARQUEOLOGÍA,
tomo IV, 1928, pp. 97 a uo). Abunda este motivo de Sen placas de cinturón de bronce, encon-
trándose también en decoraciones de piedra y en una zapata de alabastro que, sobre una
pilastra central, sostenía el techo plano de un sepulcro de Tutugi (Galera, Granada) (Lám.
(CABRÉ, op. cit., p. 106, figs. 14 y 15.) Recientemente ha aparecido otro fragmento de piedra
con decoración de SS en el «Cabecico del Tesoro», junto a la Huerta de Murcia. El análisis
comparativo de los ejemplares de este tema en las artes egea, griega, etrusca e hispánica sería
tal vez muy útil para ir precisando las fuentes del último, problema que no comenzará a estar
en vías de solución hasta no hacer un estudio detenido de sus diversos elementos.

169
L. TORRES BALBÁS

cornisa del
conservado en el museo

Dibujo de Banister·Fletcher.
Atenas.-Erecteo: puerta del pórtico Norte.

(r4) Espérandieu afirma que los modillones de la cornisa de la Maison Carrée de Nimes,
están decorados con hojas de encina (EMILE EsPÉRANDIEU, La Maison Carrée Nimes, Paris,
1929, p. 6).
(15) AuGUSTE CHOISY, Vitriwe, Tome I, Analyse, pp. II9 y 141; Tome II, Texte et traduc-
tion, p. 196 (Paris, 1909). En antiguas ediciones y traducciones francesas de Vitrubio, según
comunica amablemente el Sr. Mar¡;ais, se emplea, en lugar de ancones o parotides, la palabra
prothyrides con el mismo significado, también usada por ÜRTIZ SANZ (Los diez libros de ArQ
chitectura de M. Vitruvio Polion, traducidos dellatín y comentados por ... En Madrid, 1787, p. 98.)
(16) Para algunos arqueólogos se construyó hacia el año 25 (a. C.). Estudios recientes
le suponen aproximadamente un siglo anterior (MARTIN ScHEDE, El templo de Augusto y de
en Ankyra, «Investigación y Progreso», Año 1935, pp. 284-286).
(17) Los ejemplos sirios citados son una pequeña parte de los muchos existentes los
monumentos de esa comarca, aun en los levantados con posterioridad al triunfo de la Iglesia.
Las ménsulas de las puertas de Nimes, Is-sanamen, Kanawat y Espala to, no sostienen el vuelo
de los respectivos guardapolvos, quedando «ociosas y sin oficiOI>, como dice Ortiz y Sauz en su
citada traducción de Vitrubio (p. 98, n. q).

171
L: TORRES BALBÁS
romanos para y decorar la clave de algunos
arcos triunfales y apear el entablamento sitúado encima. El
que conocemos de disposición se ve en
de la de llamada
eran los de los arcos desaparecidos, pero de los que
~n ·•..-v.,..,.......,,.., en un bajorrelieve de fines del
... de Isis
y de Augusto en Roma (18); más tardíamente tienen clave de S el
arco de Tito en Roma (81-96) y los de Trajano en Benevento
y e inelegante el de aquél, ._,. . ,_ .......,,.......... . . .
Se1Jtnn10 Severo (203) y Constantino (alrededor año
ambos en el Foro romano. En todos estos ejemplares la hoja de
acanto está sustituída por una figura: un guerrero en el de
en el de un busto femenino en el de """'Jl.''"v.u.a,
"--'""·ª"'U.A.U.a de Marte en el de Septimio Severo.
Provincial de Bellas Artes de Málaga conserva, desde
una clave semejante, con una de Victoria,
vez resto de un magnífico arco digno de
los derribos de de

(18) atribución no es segura. El relieve, hoy en el museo de Letrán, procede de las


del templo-sepulcro de los Haterii.
(19) Ejemplos: frontones sobre nichos de las exedras de la basílica de Leptis Magna,
la Tripolitania, y sobre las ventanas del edificio llamado templo de la diosa Fortuna en
"'"'""""''"'u (222-235 d. C.), al Sur de Damasco.
(20) tesis orientalista ha sido sostenida, y extremada, con excesiva fortuna, por Strzy-
Ia romanista, por Rivoira, y hoy, con mayor competencia técnica y equilibrio, por Gio-
vannoni. teoría del famoso profesor austriaco, qrie ha negado a Roma casi todo poder crea-
declinando rápidamente, al dilema «Roma u Oriente~ como cuna de la arquitectura im.-·
inicio de las medievales, sustituye el concepto, más amplio, ~Roma y Oriente~.

72
y que su
de los avances técnicos para
el superponer órdenes en
nas de los muros, arrastrando tras de
U.A.\.,VJ!.<L.U SUS

Tingad.-Ménsula del mercado de Sertius. (Comienzos


cios siglo m.)

se

173
L. BALEAS

Espalato.-Palacio de Diocleciano: ménsulas en la puerta Aurea.


(Comienzos del siglo rv.)

y ramajes, pámpanos, cuernos de la abundancia, cráteras y una fi'gura humana,


EspalatQ.-Palacio de Diocleciano: ménsulas en la puerta Aurea. (Comienzos del siglo IV.}

Archivo ·

175
L. TORRES BALBAS

de fines siglo m o comienzos siguiente, con represen-


.,.,.,,... .• A.,.,.,Q,,. de figuras y animales (22).
romana ~HJ.!-J.!.vV prot1asilrrter1te
que es corno la ;:ni.H¡J.u. ...... 'Vc.vv.1.vu.
reducida a un
vaJLV.u.... a. Ntlrnen)sl~;mias son las que PUdl~ffamc>s

todas las que se ven en las partes altas de los


muros de los anfiteatros y teatros, donde servían para sostener
los mástiles a los que iban atadas las cuerdas del velum o velarium
tendido para preservar de los rayos del Sol gradería y la
en los teatros, para soportar también la cubierta de madera de
proscaenium o las decoraciones. ménsulas de
srn1pJl!H~aclo en el coliseo de por
en el anfiteatro de a comienzos
Orange, de hacia el año y en
de Aspendos, en Asia construído en el reinado de
Pío (138-151).
Ménsulas idénticas, lisas y con en la
,...,....,_,.~¿,•.....,del piso bajo del anfiteatro de
de la bóveda de cañón anular
parecen seguir el modeló
'-'1-''~ ..... , .... u.._..._.._,,.._.,.._, citado palacio de (comien-
1v), soportando las c·o.•t,,_r
. . .::."..Y,u'._, '"'... "'·"-''"''"'-•""_.....,,..., de su
en dos de las columnas corintias del ~~,~~·~·~ Pornpeiopólis,
destinadas a sostener estatuas o bustos, y en numerosos
sirios.
frecuente en la
y mencionada por sus (23), es la de
arranque de arcos o bóvedas de ladrillo ménsulas de
de Se conservan varios e1 e:n11J1o:s: en la Villa
LU,'-'LLU,•'--'-\k de
AM.,V'-•U..IC.'L

una escalera
(22), G. T. R1vornA, Le origini delta architettura lombarda, Milano, 1908, p. 143.
(23) GUSTAVO GIOVANNONI, La tecnica della costruzione presso i romani, pp. 32 y 33.
(24) Prof. G. GrnvANNONI, La tecnica delle costruzioni romane a volta, en «Atti della Societa
Italiana per il Progresso delle Scienze, XVIII Riunione1>, Pavia, 1930. Este edificio, situado
colina de la Magnanapoli, que se conocía por un dibujo del siglo conservado
Ja Biblioteca Maciana, ha podido estudiarse cumplidamente después de los recientes trabajos
los foros imperiales.
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

sus
otras formas usó mucho
romana para sus ménsulas y modillones. La más Trnf"'Hl'.>TIT

pues las demás se han de considerar como casos '="''""'A"·-:ir1 1 "•~c


la derivada
los del Asia aumentar
el tamaño de éstos, convirtiéndose en verdaderos modillones. Los
de esta forma en las cornisas: del de en Roma\-'--'"ª,. . . . . "-•'-'-'-'
del Sol), obra de Domiciano (81-96) o de Caracalla
de también en del de en

ménsulas que sostuvieron los malsn1es


del del teatro de las los
coJlunrm:ltalS de las calles de las ciudades de
Bosra y (segunda mitad del
bustos o y las muy voladas
ático del arco de triunfo de
de ~ . . . . . ., . . . . ,..... ,, . .,.... '"'.

(25) Op. cit., fig. ro3, p. IZO.

177
L. TORRES BALBÁS

de límites que

comienza
ción de una
tectura cuyos ele-
~~.~ ... ,~~ volados

manos, conservan-
do la forma de és-
Dibujo de Rela11o.
pero variando
en la técnica de su
Roma.-Basílica de San Martín de los Montes: modillón del
alero. (Mediados del siglo IX.)
de las

a paz
a los descritos
más· decorados (cornisa del
de Santa María in
de Santa .!LJ'<L.JUJ.!..!..!.•:..C,

(26) VIEILLARD, Les origines du titre de Saint-Martin aux Monts a Rome, Rome-
Paris, r931, pp. 75 y 76.

78
a las numerosas
fuente continua de
para los y la utilización
de sus restos en edificios levanta-
dos durante Edad Media.
deben
ración directa de una cornisa roma-
na los modillones sin deco-
pero conservando el
del exterior del de San
de Poitiers (Francia),
tado en
Dib11jo de De Miguel.
análogos
Palma de Mallorca. -Museo diocesano:
capitel bizantino. (¿Siglo vr?)

con antecedentes romanos pues


del mercado de Sertius en

sería la función de las


alta de los muros

179
L. TORRES BALEAS

ménsulas, que hay en los ángulos de la linterna octogonal de Kalat-


debieron servir asimismo para apear las piezas horizonta-
les de su ·hoy desaparecida. Columnas sobre ménsulas
ostentan también las fachadas
de este célebre monasterio de
San Simeón y el exterior de su
ábside central, donde, alternan-
do con modillones, sostienen la
cornisa; modillones apean las
de los ábsides de las iglesias de
Qalb-Louzeh, Arshin (siglo VI)
y Baquza (siglo VI). En la ba-
sílica de Rusafa, la ciudad de
San Sergio, en el desierto de
Siria, entre Armenia y la Alta
Mesopotamia, atribuída al si-
glo VI, se utilizaron las colum-
nillas voladas sobre ménsulas
para sostener las trompas esfé-
ricas que chaflanaban un cuer-
po elevado, linterna cubierta
con armadura
de madera.
Varias de estas ménsulas y
modillones de la arquitectura
siria tienen forma ~~-·~~.~.-.+··~~
de tronco de ~""'""'"~•rln
sin duda de los O.JU•:L.JLVI"' " ' '

de los Santos Mártires:


del pórtico. (Comienzos del siglo vm.)

las fechas de estas iglesias se ha seguido casi siempre la obra de


Manuel d'Art byzantin, ze édition, Tome premier, Paris, 1925.
DE LÓBULOS

cornisa romana de . . . . . ,_,U.A-'-LV' ...... '"'"'·

con el o
Así la vemos: en iglesias de San Bautista y de San
y de Constantinopla, construída esta última a
siglo VI; en la de Santa Sofía, levantada algunos años más
y en la cornisa de la fachada del Santo Sepulcro de Atesti-
gua su persistencia en la segunda edad de oro del arte el
que aparezca como imposta, con los tradicionales modillones, el
interior del mihrab de Córdoba, correspondiente a la de
II (962-965); sin duda la artistas
siendo obra totalmente exótica en Occidente, donde no se conser-
vaba una tradición clásica tan directa. En los modillones de estas
cornisas el elemento subsistente es el vegetal, habiendo
cido la S; su frente y costados aparecen cubiertos de una decora-
ción calada como un encaje; en la superior se dibuja el
del incurvamiento de hoja de que mantiene su
de gorja.
La
elementos sobre ménsulas. Citadas qm~da.n
y muy originales que se utilizaron en el
Espalato, construído a comienzos del siglo IV, edificio que se con-
sidera como una de las de la influencia de
tectura oriental
museo Diocesano de
en Proconeso (28), obra
guiente, muestra en una de sus caras pequeñas . . c..
A ....., ..... " ' ....... .::i

las que se (29). Después de once


reaparece en este '"'ª'-''""'~'"
trono de
sostienen la en
...,¿,.., ..... .., .......ve._, sobre las que apoya un muro, al extremo de un
se ven en el la basí-

(28) Los capiteles de mármol del Proconeso, canteras del mar de Mármara, eran objeto
corriente del comercio mediterráneo en el siglo VI.
(29) Estos capiteles son los precedentes de los cimacios de las columnas de la amplia-
ción de Alhaquem II en la mezquita de Córdoba, que tienen también unas ménsulas salien-
. tes aumentar la sección de los pilares apeados las columnas.

181
L. TORRES BALBÁS

Aun conservan la forma aunque


S. y la de acanto ha aumen-

de Eski-Imaret-
(Segunda mitad
del siglo xn.)

(30) L'Architecture en Italie du VJe au XJe siecle, par RAPHAEL CATTANEO, Venise,
i890, pp. 83 Y 84, fig. 27; MARIA TERESA Tozzr, Di alcune sculture medioevali della Campania
(«Bollettino d'Arte», Anno XXV, Numero Dicernbre, 1931).
(31) Les Eglises de Constantúzople, par }EAN EBERSOLT, ADOLPHE THIERS, París, 1913,
page I82.
(32) Byzantine Cltitrches in Constantinople by ALEXANDER MILLINGEN, London,
I912, Plate LVIII.
(33) Manuel d'Art byzantin par CHARLES DIEHL, ze édition revue et augmentée, Tome
second, París; 1926. ll!Jonuments d'Arcliitecture byzantine par JEAN EBERSOLT, París, 1934,
pp. 82 y 83.
LOS LÓBULOS

volado
y las que en número crecido se encuentran
del Norte de

entonces en
por las invasiones
los collegia de

y e1e1nenttos ._.,~~~~~~AA~.__,,
entonces y uniformismo
interesantísimo proceso de rioc1-i-1 •<=•rrr·,.,
ha de ser
dentales de Edad
las ménsulas y modi-
llones encontrados en las
numerosas ruinas de tem=
cristianos de
San Ci=

Dibujo
Gubel.-Ménsuia. (¿Siglo v?)

(34) HARNACK, Die Mission und Ausbreitung des Christentums, ed., 2 vols.,
1924, II, p. 901; citado por J. B. FREY Une ancienne necropole chrétienne Tripolitaine
(«Revista di Archeologia cristiana)>, Anuo 1933, I·2, p. u9).

183
L. TORRES BALBÁS

cristianos de Túnez y la
antes de la invasión
bizantina realizada y
desde enton-

me-
diados del siglo VII. Todos estos
santuarios abandona-
dos desde entonces (35), siendo
por ello sus ruinas preciosos
Dibuio ae sazadin. testimonios, de autenticidad
Henchir Gubel.-Ménsulas. (¿Siglo v?) segura, de una época oscurísi-
ma y poco estudiada.
Muchos de los restos de basílicas, capillas y
terios están hoy en desérticos que antes fueron populosas
otros yacen aún soterrados bajo polvo y escombros
no han sido objeto de un estudio .de
que acudir para conocerlos a monografías y
de (36).

(35) Investigaciones modernas y docu-


mentos epigráficos aparecidos recientemen-
te prueban que el Islam no destruyó de mo-
mento el cristianismo en el Africá del Nor-
continuando después de la conquista las
comunidades cristianas con su organización
y disfrutando de sus templos, como ocurrió
España hasta los siglos y xr. Pero no
es creíble que se construyeran en ese perío-
do nuevas iglesias o se hicieran obras de im-
portancia las antiguas. En la misma
Cairuán, ciudad S'!:_nta que. se creía p~ohi­
bida a los infieles, se han encontrado Rencltir-el-Beguer.-Ménsula. (¿Siglo v?)
inscripciones que prueban la existencia de
comunidad cristiana en el siglo XI («Bulletin Archéologique du Comité des Travaux
Historiques et Scientifiques», Années 1930-193r, Paris, 1934, pp. 164 y 165).
(36) Las únicas obras de conjunto son las de STEPHANE GsELL, Les monuments antiques
l'Algerie, Tome second, París, 1901, y de PAUL GAUCKLER, Basiliques c}wétiennes de Tunísie
(1892-1904), París, 1904. Después de publicadas ambas se han encontrado y estudiado gran
monumentos. La segunda es solamente una colección de planos, simples croquis
veces, de algunas ruinas tunecinas, con escaso texto.

184
siendo características que
su inclusión en un grupo casi todas ellas a rn,,,...,,....,,.
avanza el siglo se ve la brusca

Henchir-el-Beguer.-Ménsulas. (¿Siglo v?)

aspecto decorativo, de la tradición las formas greco-romanas


son interpretadas por artistas sin formación tradicional, y
rudos; no comprendiéndolas, las deforman y
dose toda la· orgánica de las ordenaciones clásicas.
La tendencia a emanciparse de tradicional y disci-
helenística aparece ya, en los extremos del mundo romano,
como en en antes del siglo IV. Las ménsu-
del mercado de Sertius en Tingad anuncian desde
""'-'·.._,.._.....,,_.de formas y de decoración, el arte

como son: ruedas

Díb11fo de Saladin •
.Chemtú.-Ménsula encontrada junto la basílica nº 2. (¿Siglo v?)

de
que forman
entonces estuvieron
restringido arte o
ignoradas por nosotros como son las de

185
L. TORRES BALBÁS

en madera. El relieve - fenómeno también general - va perdiendo


m;1s1.1c1.ua.u para hacerse plano, con preferencia por los procedimien-
tos del bisel y del perfilado.
las ruinas de los del Norte de Africa han
aparecido modillones y
ménsulas en
traordinaria.
Los que pertenecen a
edificios de los últimos años
del siglo IV y del v (37),
conservan casi siempre el
recuerdo de las volutas y
de la de acanto
incurvada que decoraba el
Tebessa.-Basílica del monasterio: ménsula, según
Ballu. (¿Siglo v?) frente de los romanos. La S,
motivo fundamental del
clásico, no se presenta en ninguna de estas mén-
sulas de edificios cristianos; las más antiguas y que pudieran colo-
carse, atendiendo a un criterio inmediatamente después
las del mercado de Sertius en conservan únicamente
alto y la superficie curva que de él arranca
a en Túnez (38); las tres ménsulas encon-
ábside de la mayor de las iglesias de cerca

(37) Desconocemos cómo son


la,s ménsulas de las tres grandes
basílicas de Tingad, la antigua
Thamugadi, construídas, según
Monceaux, en el siglo IV (Timgad
chrétien par M. P. MoNCEAUX,
Paris, I9II, pp. 48 y 49). Las
fechas atribuídas por sus edito-
res los edificios que se citan,
casi siempre insuficientemente
estudiados, necesitan compro-
bación:
Tebessa.-Basílica del monasterio: ménsula, según Ballu.
(38) Recherche des antiqm:tés
(¿Siglo v?)
dans le Nord de l'Afrique, Con-
seils archéologues et aux
voyageurs, Paris, 1929, p. 154. Description des antiquités de la Régence de Tunis, Monuments
antérieurs a la conquéie arabe, Fascicule I, Rapport sur la mission faite en 1882-1s'83, par
SALADIN, Extrait des «Archives des Missions scientifiques et littéraires)>, Troisieme
série, Tome treizieme, Paris, 1886, pp. 143 y 144, figs. 251 y 256.

186
LOS LÓBULOS

Tebessa.'-Basílica del monasterio: ménsulas, según Ballu. (¿Siglo v?)

del v, pues parece fué destruída por los vándalos (41)).


también de las más se labraron los dos
pero independientes (ménsulas encontradas cerca de la
de en (42)). Estos recuerdos del modillón romano

(39) Musées et collections archéologiques de l' Algerie et de la Tunisie, Musée d' Alger,
Supplément par R. VUILLEUMIER, Paris, 1928, p. 104 y pl. XV; <(Bulletin Archéologique»,
1901, CCXII; DR. CARTON, Chronique d'archéologie Nord-Africaine (Extrait de la <(Revue
Tunisienne»), Tunis, 1903, p. 39.
(40) A. HÉRON DE VILLEFOSSE, Chapiteaitx a tétes d'animaux trouvés a Damoits-El-Karita
( Carthage), (<(Bulletin Monumental», 1912); J. VAULTRIN, Les basitiques chrétiennes de Cartltage.
(«Revue Africaine», 1932, pp. 230 a 237). '
(41) Notice sur l'Henchir-el-Begueur et résultat des fouilles opérées dans un fort byzantin
englobant une basilique, par M. le Commandant GuENIN (<(Bulletin Archéologique)>, Année 1907,
2e livraison, Paris, 1907, pp. 232-234 y 336-353, Pls. XXXIX, XL y XLI).
(42) Rapport adressé a M. le Ministre de l' Instruction Publique sur la Mission accomplie
en Tunisie en Octobre-Novembre 1885, par M. H. SALADIN, (<(Nouvelles Archives des Missions
scientifiques et littéraires)>, Tome II, 1892, pag. 418, fig. 3I.)

187
L. TORRES BALBÁS

ro-
mano queda limita-
do por su parte su-
por molduras
-0 recuadros hori-
que
nas veces se prolon-
gan verticalmente
por los costados,
disposición aun con-
servada en la ma-
yoría de estas mén-
sulas africanas del
siglo IV al VI (Hen-
chir Gubel, Chemtú,
Morsott, Henchir-
el-Beguer, Lecurbe
(Lám. VIII), Tebes-
Tebessa.-Basílica del monasterio: reconstitución del orden sa, Feriana, y tal
último de la nave central, según Ballu. (¿Siglo v?)
vez en las de Sbiba).
En las decoraciones de las caras al lado de ornatos vege-
tales de tradición romana (ménsulas de las basílicas de Tebessa, en Ar-
de íines del siglo v como fecha más tardía (43), y de Henchir-
Gubel), y de racimos de uvas y hojas de vid, aparecen otros elementos
al arle clásico. Tales son: la rueda de hélice (Henchir-el-
basílica mayor de Feriana (Thelepte), en Túnez, de mediados
del siglo v, y en algunos otros edificios religiosos del mismo lugar (44));

(43) Le monastere byzantin de Tébessa par ALBERT BALLU, París, 1897; R. DE LASTEYRIE,
L'Architecture religíeuse en France a l'époque romane, seconde édition, París, 1929, p. 30.
(44) GAUCKLER, op. cit., pl. XXI; ST. GsELL, Edi/ices chrétiens de Thélepte et d'Ammae-
dara, I, Edifices chrétiens de Thélepte («Revue Tunisienne», ¡er trimestre, 1932); Descriptíon
des antíquités de la Régence de Timis, par HENRI SALADIN, pp. 120 y r2r.

188
es de acanto espinoso,
con el violín o
trepano, a modo orien-
(47).
En época más avan-
zada, de influjo bi-
zantino _el siglo VI y la Sbiba.-Ménsulas aprovechadas en la mezquita de Sic;Ii-
Okba, según Gauckler. (¿Siglos v o v1?)
primera mitad VII-,
la· evolución de las ménsulas continúa en el sentido de
sus formas, cada vez más toscas y lejanas de
rias. si en de (48))
en el frente un pequeño en su parte superior y una tos-
ca hoja plana debajo, o sólo la rudimentaria
guet-es-Sdid (49)).

(45) GAUCKLER, Op. cit., pl. IX.


(46) VUILLEUMIER, op. cit., pp. IOO y IOI, Pl. XV.
(47) Hemos de prescindir del análisis de otras muchas ménsulas atribuidas a este pri"
mer período, de las que no conocemos reproducción gráfica. Entre ellas están: las de la basí-
lica n. º r de Ammaedara en Túnez, edificio de fines del siglo IV o comienzos del v (ST. GSELL,
Edifices chrétiennes de Thélepte et d' A mmaedara, II, Edifices chrétiennes d' Ammaedara
(«Revue Tunisienne)>, ge et 4e Trimestre 1932, p. 278), y las de la capilla bautismal y del ábside
de la iglesia del obispo Bellator en Sufetula, en Túnez, de la segunda mitad del siglo v ( Forum
et églises de Sufetula par ALFRED MERLIN, París, 1912).
(48) Description des antiquités de la Régence de Tunis par HENRI SALADIN, p. 140, fig. 246.
(49) Id., p. n5, fig. 203; Recherche des antiquités dans le Nord de l'Afrique, p. 157·

189
L. TORRES BALEAS

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__.,_~~~~-"'~~--~_. V

Fertana.-Basílica mayor: ménsulas, según Gauckler. (¿Siglo v?)

de ménsulas citadas
· en la de Annuna se

(50) Hltamissa, Mdaourouclt, Announa, Fouilles exécutées par le Service des Monuments
Historiques de l'Algérie, Troisieme partie, Announa, Texte explicatif par STEPHANE GsELL,
Plans et vues par CHARLES ALBERT JoLY, Alger, París, 1918, p. 95.
(sr) Etude sur les ruines romaines de Tigzirt, par PIERRE GAVAULT, Paris, 1897, pági-
rr8-r20, fig. 2I.
(52) «Bulletin Archéologique.. du Comité)>, Année 1924, 2e livraison, Paris, 1924, pa-
ge CCXVIII.
(53) GAUCKLER, Op. cit. PI. Evolución análoga podría seguirse en el capitel jónico,
cuyas volutas van simplificándose y deformándose cada vez más hasta llegar al siglo VII. Otras
ménsulas hay, de las que no cónocemos reproducciones: en la basílica n. 0 III de Ammaedara,

190
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Feriana.-Basílica mayor: ménsulas, Gauckler. (¿Siglo vr)

fe a restauración de Ballu estuvieron


una sobre escalonados sus encima
del tercer orden de columnas arrimadas a los
sirviendo apear los maderos de la

del segundo tercio del si-


glo vI (GsELL, , Edifices
chrétiennes de Thélepte et
d'Ammaedara, II, pp. 289
a 291); en la basílica
de Bir-knissia en Cartago
(VAULTRIN, Op. cit., pági-
na 3rn); en la iglesia de
Asabaa en Tripolitania, Dibujo de Saladin.
atribuída al siglo vr (RE- Henchir Mzira.-Ménsula. (¿Siglo vr?)
NATO BARTOCCINI, Scavi e
rinvenimenti in Tripolitania negli anni r926-r927, «Africa Italiana», Volume II, Núm.
Ann9 VII, Marzo r929, pp. 88 a 92); en una encontrada en Duga en 1902, decorada con
hoja de palma en su frente y con una rosácea en cada cara lateral (Les fouilles de Dougga
en 1902, par M. A. MERLIN, en «Nouvelles Archives des Missions Scientifiques et Littérai~
res», Tome XI, Paris, 1903, p. 14), etc., etc.
(54) BALLU, Op. cit., pp. 2I, 22 y 23.

Archivo núm. XXXIV.-3.

191
L. TORRES BALBAS

Gsell (55) ha supuesto función las de


basílica mayor de F eriana apeando un segundo cuerpo
y encima de éstas sostenían los extremos de los

Henchir Khanguet-es-Sdid.-'-Mén- Henchir Gussa.-Basílica: ménsu-


sula. (¿Siglo v1?) la, según Gauckler. (¿Siglo v1?)

En la también una ordenación


los capiteles de la de
como las de Tebessa y de cimacio o
........... ...,,._,_,)<,.._h, son las de otra basílica de

(55) GsELL, Edifi-


ces chrétiens de Thélepte
etd'Ammaedara,I,p. 17.
Es curiosa esta disposi-
\
ción de las arquerías
divisorias de las naves V
de algunas iglesias afri-
canas, consistente en su-
perponer dos o tres ór-
denes de columnas sos- Dibujo de ]oly.
teniendo, las más eleva- Annuna. -Cimacio-imposta sobre un capitel del ábside de la
das, ménsulas que apean iglesia. (¿Siglos VI o vn?)
las vigas o tirantes de
la armadura (Tebessa, Feriana). Puede explicarse por el gran número de pequeñas colum-
nas existentes en los edificios romanos en ruinas, que obligaban, para su aprovechamiento, a
superponer dos órdenes, si se quería conseguir edificios no excesivamente bajos. Podían
haberse construído muros en su sustitución, pero la columna era todavía el elemento arqui-
tectónico más monumental y decorativo y por ello obligado en santuarios de alguna im-
portancia. A idénticas razones, estéticas y de aprovechamiento de pequeñas columnas,
responde la superposición de dos órdenes de columnas sosteniendo un arco, que se ve en la
cripta de San Lorenzo de Grenoble (Francia), obra del siglo VI al VII. De clara tradición ro-
mana-mercado de Sertius en Tingad-es el empleo de columnas voladas y ménsulas, para
el mismo fin, empleado en las iglesias sirias, y el último también en algunas africanas.

192
Cartago.-Basílica de San Cipriano: ménsulas, según Vaultrin. (¿Siglos VI o vn?)

U..!.J'ª"' o arcos;
'-'V.U.U•. la vez se para establecer
común en edificios levantados con columnas de diferente
como procedentes de otras construcciones (57). -'-'-'-'-'J.J.>JUl>Jl.<JC.J vJLAA¡...•V\.,U.-'ALU.>J

en la parte alta de los muros apearían las vigas de las cubiertas


las iglesias de (58), de Guesseria y de la basílica
de Cipriano de Cartago (59). Ménsulas con sus
normales, sobre cuatro columnas, formando como un
debieron de asiento a dinteles de madera en Feriana
lepte) (60). En otras ocasiones, en función más bien
(56) Disposición frecuente en iglesias africanas de época bizantina.
(57) GAVAULT, Op. cit., p. 27.
(58) GUENIN, Op. cit., p. 345·
(59) VAULTRIN, op. cit., p. 282 y n. (2).
(60) Description des antiquités de la Régence de Tunis, par HENRI SALADIN, pp. 120 y 121;
GAUCLKER, op. cit., pl. XXII.

193
L. TORRES BALBÁS

utilizaron las ménsulas para apoyar el arranque de un arco,


el extremo de los de separación de las naves (6r).
ménsulas de en el museo de supone
v.u.u,._, ...... '-"'"" de arranque los nervios
nichos (62).

Durante los últimos años del y en el VII se desarrolla


en nuestra Península un arte, que visigodo, cuya fuente
es el bizantino. Insuficientemente estudiado aún, desco-
nocemos la que en su a una

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1
1
1

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Sevilla.-Museo Arqueológico: ménsula que estuvo en la Giralda. (¿Siglos VI o vu?)

directa de Oriente y la transmitida por intermedio del del


Norte y de Italia. Cabe pensar, y de ello
que el mediodía de la Península estaría en esa
contacto con la tan rica y
el gobierno de los Flavios y Antoninos y que aun bajo
tiniano un efímero momento de A acentuar esa influen-
bizantina el dominio que los
gran del Levante y en las costas de
desde el año hasta el reinado de (621-631). No
olvidarse que a la formación del arte han contribuído
las formas romanas,
con desconocimiento de su y elementos

(61) GsELL, Les monuments antiques de l'Algérie, Tome premiere, p. 126.


(62) GsELL, Les monimzents antiques de l'Atgérie, Tome second, p. 233.

194
1
1
1
1
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Mérida.-Ménsula utilizada en los muros del Conventual. (¿Siglos VI o vn?)

1
1
1
v

M érida.--Ménsu1a utilizada los muros del Conventual. (¿Siglos VI vn?)

(63) La parte superior del arco está rehecha, sin duda para aumentar su altura objeto
de mejorar la visualidad del altar mayor desde las naves; pero los cimacios-impostas los
arranques del arco sobre éstos, parecen conservar su disposición primitiva.

195
L. TORRES BALBÁS

volada se forma por un grueso


entre
....drrvr-nr...-.ü~rorir.c•e> moldura convexa.
en la cara
señalando el centro común

Barcelona,-San Pablo del Campo: imposta-cimacio en la puerta de entrada (¿Siglo vr?)

semejante a éstas de es una ménsula de 'YV't,,, .......",.,.n


u.1..1..uLJau.a como imposta en una ventanas gemelas del frente
oriental de la de Sevilla y que hoy se conserva en el museo
Arqueológico de esa ciudad (n.º 467). Su forma es la consabida de su-
r-.ó•·n'"'·"=' cilíndrica o baquetón, con una faja central saliente en sufren-
te. En los costados, dentro de la circunferencia, labróse un anillo so-
verticales con decoraciones de muy poco
re1)re:se11t2mcto hojas o flores de cuatro pétalos y una cruz r,,,,.,....,..-i:-,..... ,,,
Tiene esta una mortaja en su cara inferior, hecha sin duda en la
musulmana para como quicialera
En el Conventual de Mérida (Badajoz) se conservan,

Barcelona.-San Pablo del Campo; imposta-cimacio en la puerta de entrada. (¿Siglo vr?)

das en un muro como fragmentos dos ménsulas cuyo


un arco de círculo rebasando el plano horizontal de
costado de una de ellas se decoró con una rosa de múl-
1-'" .,..,, ...v"'. el de la con una hélice (64).
(64) Monumentos arquitectónicos de España, Provincia de Badajoz, Estilo latino-bizantino,
Fragmentos decorativos del Conventual de Mérida, Lámina VII.

196
con ornamen -
tos vegetales y otros te-
mas, intraducibles en su
La ménsula-
cimacio de la derecha
muestra en su frente
volado dos baquetones
y entre
mcur-
vada, con su extremo
roto, acusados re~mE~ct:L­
vamente en el costado
por círculos y una
Cairuán.-Mezquita mayor: capitel y arranque de pilar,
hoja rudimentaria. La según Saladin. (Siglo IX.)
imitación del modillón
romano de S, hecha por un cantero bárbaro, no ser en este
más clara: los dos baquetones sus volutas extremas y
moldura entre ellos el incurvamiento de la de acanto.
El vuelo de la de la se forma
por una serie de cilíndricas lisas que dibujan
de varios lóbulos convexos. La evolución en este
más avanzada que en el habiendo ~~~~'-"'"'''-'
extrema simplificación. Si no fuera por los ornatos
visto, podría pasar por un modillón románico. He aquí un claro
ejemplo de cómo muchas veces las formas elementales no son
primeras, sino las últimas, en el proceso evolutivo

197
L. TORRES BALEAS

quien piensa que estas piezas de San Pablo del Campo pudieran ser del siglo
por no constar la existencia del monasterio antes del último. Pero su semejanza
forma, y verosímilmente de función, con otras africanas descritas, de los siglos VI
asegurar su mayor antigüedad. los siglos la técnica del relieve
de los elementos decorativos nos cor1du.ciría a la misma conclusión.

198
LOS MODILLONES LÓBULOS

éstos que

Cairudn.-Mezquita mayor: ménsulas de las fajas verticales entre los arcos del patio,
según Saladin. (¿Siglo rx?)

El sistema consistió en ir volando elementos sucesivos,


cedentes bizantinos: el cimacio, en forma de tronco de
el y sirve de asiento a un recrecido a
en sus cuatro por ménsulas
rollos o con de cuarto de dos de
de las naves. se con-
madera
cimacios.
En las dos de la "YY'l,,,,,.n, -i-.-.11

de y la llamada Báb-el- que está a


la nave central desde el patio, construída entre

(66) En este último frente sólo hay ménsulas en el arranque de las fajas verticales del alfíz.

199
L. TORRES BALBÁS

ma ..., ....... .,,...............


'U'

aumentar
ción de la y r1tc•m1in1nr
cubrir por ésta. Los arcos del
. . . . .. _, . . "' . . . . "'•"' son, de
avanzada.
En la mezquita
truída en 850,
las de arranque en las fajas
arcos de las galerías del patio.
ladin (67) dibujo de una, en la que aun
reconocerse los del mo-
dillón clásico.
Susa.-Mezquita mayor: mén- ménsulas sirven de arranque a
sula del recuadro de una la arquivolta del nicho del mihrab de la
puerta. (¿Siglo ix?) mezquita funeraria de la Sa1yda, en Mo-
nastir, obra de hacia el año rooo; su forma recuerda la originaria.
De nuevo volvemos a encontrar verdaderos modillones en la corni-
sa de piedra de la fachada de la de las Tres de
construída en el año 866 y desmontada y armada en I4IO (68)
Son todos
en ellos las espi-
rales extremas de la S se
han unido por una cur-
va cóncava, en lugar de
la convexa de los roma-
nos, y el extremo incur-
vado de la hoja de acanto
se ha transformado en
una alargada y
saliente antes

(67) HENRI SALADIN, La Mos-


quée de Sidi Okba a Kairouan,
Paris, 1899.
(68) MAR<;AIS, Op. cit., I, Dibujo de G. Mar~ais.
pp. 38 y 67. Cairuán.-Mezquita mayor: ménsula de madera. (Siglo xr.)
en los museos de L,oJtlstantm.a ,.,..,.,..,,.,..,...,...r,,,,~ ... ,...,..

los Beni y de Bu-


gia (70). indicó su deriva-
ción de los modillones romanos,
señalando cómo, cuando son de
1...1.1..._,.._... ... •CL· se inscriben en un

buscando facilidades de
decorándose sus caras con
elementos lineales, de acuerdo con
el genio decorativo musulmán.

En la mezquita de Córdo-
ba, cuyas obras y sucesivas am-
Dibuio de G. Mar¡;ais.
pliaciones se escalo;nan desde la
Bugia.-Ménsula de piedra, en el museo.
mitad del siglo (¿Siglo xr?)
hasta fines del x, se se-
guir la evolución de las ménsulas y modillones lobulados, a
de formas y visigodas, hasta
las que, más arte románico .
. El primitivo santuario, que ocupa el ángulo NW. del vasto
ficio actual, fué construido bajo Abderrahman en 785-786. En las
arquerías de de sus de Norte a
se siguió una estructural, repetida en
sucesivas ampliaciones. Consistió en voltear, sobre los cimacios de
las columnas y en el sentido de naves, arcos de m1en-
(69) MAR<;AIS, op. cit., I, p. I6o; Coupole et plafonds de la Grande Mosquée de Kairouan,
Tunis, Paris, 1925, pp. 39 y 40, fig. I5, Pl. XIII, XV y XVI.
(70) MARyAIS, op. cit., I, pp. 160-161, figs. 87-88.

201
L. TORRES BALBÁS

tras que en los ·otros dos fren-


tes de esos cimacios unas mén-
sulas aumentan la sección del
en
recrecida aún más a cierta al-
tura por una
de la que arranca una segun-
. da serie de arcos de medio
así
con . holgada altura interior,
a pesar de haberse aprove-
chado para sus naves colum-
nas no muy al mismo
que bien arriostrados
con los dobles ar-
cos, y con suficiente sección los
Dibitio de FernJndez Huidobro. muros sobre éstos para servir
C6rdoba.-Mezquita: ménsula en el santuario de asiento a la techu.mbre y al-
de Abderrahman I (785-786).
bergar en su centro una canal
rec:og1es~e las aguas de las cubiertas a dos vertientes de las naves.
ménsulas que sobre los cimacios sirven para aumentar la
sección de los son de rollos o baquetones horizontales (tres y
de otro, cuatro y cuatro y medio), tangentes y en escalón,
se acusan en
costados por
círculos o por
sin que parezca pre-
,-.¡,..,,.,.,,...,,.,,_,.,,.,... un tema so-
y dándo-
se el caso de ménsu-
ambos

rollos
Dibujo de Ferná11dez Huídobro.
C6rdoba.-Mezquita: ménsula en la ampliación de Abde-
rrahman II (833-848).

202
LOS MODILLONE~ DE LÓBULOS

temano y luego
a las diferentes
las columnas y cim.acios
Algunas de estas ménsulas, labra-
das en piedra en la misma que
el arranque del pilar, tienen en los
costados hojas de acanto, arrollados
sus extremos semejando rizos y
ladas sobre un plano de fondo de
escaso rehundido, que estuvo
de rojo. Probablemente todas tendrían
esta decoración vegetal,
al relabrar posteriormente algunas, o
. Dibujo de Fernández H11idobro.
quedando oculta en otras tras un
C6rdoba.-Mezquita: modillón en la revestido (JI)·
puerta de San Esteban (855). Las dos naves extremas de las once
que hasta ahora se han tenido como de la
primitiva mezquita, se agregaron por Abderrahman en 833, según
afirman documentos descubiertos por el Sr. Lévi-Provenc;al (72).
Para hacer esta ampliación debieron sustituirse los muros exteriores
de saliente y de poniente por
filas de arcos y columnas, idén-
ticos a los anteriores, pero con
ménsulas diferentes. Como en
exploraciones realizadas recien-
temente no se ha encontrado
(71) Se debe el hallazgo de esta deco..:
ración de hojas al arquitecto D. Félix Her-
nández, quien. la encontró raspando los
costados de algunas ménsulas, habiéndonos
llamado la atención sobre ella. En la mez-
quita de Cairuán hay impostas lisas de cua-
tro· rollos en algunos arcos cercanos al
mihrab (Historia del Arte Labor, Arte del
Islam, por HEINRICH GLÜCK y ERNST Drnz,
Barcelona, 1932, p. 361).
(72) ELIAS LAMBERT, Las ampliaciones
de la mezquita de C6rdoba en el siglo IX,
en la «Crónica Arqueológica de la Espa-
ña Musulman.al>, III («Al-Andalusl>, 1935, Dibujo de Fernández Huidobro.
pp. 391-392). El Sr. Lévi-Proven9al no C6rdoba.-Mezquita: modillón en la fachada
ha publicado aún los referidos documentos. al patio de los Naranjos (958).

203
L. TORRES BALBÁS

cimentación corrida de muro en donde debieran estar los extremos


de la supuesta mezquita de nueve naves, y atendiendo, además,
a algunas otras razones, es muy dudosa la verosimilitud de esos
datos, o equivocada su inter-
pretación. El hecho cierto es
que las ménsulas de las ar-
querías extremas, que se su-
ponen posteriores a las nue-
ve intermedias, son diferen-
tes de las de éstas, idénticas
unas, y otras muy semejantes
a las empleadas sistemática-
mente en la ampliación hacia
Sur de Abderrahman II (73).
En la arquería de saliente
tienen, en los dos frentes
del pilar, un sencillo perfil de
baquetón o cuarto de círculo,
como el de algunas ménsulas
visigodas, repetido en las dos
primeras columnas de la ar-
quería occidental y en uno
de los frentes de la tercera, a
Dibujo de Fernández Huidobro. contar del patio. Las restan-
C6rdoba.-Mezquita: ménsula en la ampliación tes de esta fila son de dos ti-
de Alhaquem II (961-966).
pos: en unas se marca con un
rehundido horizontal la separación entre el pilar y la ménsula;
en las otras hay un pequeño filete en la parte inferior de ésta (74).
En una segunda etapa de obras emprendidas por el mis-
mo soberano en y terminada después de su muerte por
su hijo Mohamed (75), se agregaron ocho tramos a Sur, re-
la misma disposición de columnas y arcos y siguiendo

(73) Es posible que las obras hechas en 833 en las naves extremas del anterior santua- .
rio fueran sólo de reconstrucción, impuesta por su mal estado, del que nos queda testimonio
en la parte más antigua de la puerta de San Vicente.
(74) Prescindimos de las ménsulas que, a juzgar por su forma y decoración, fueron rela-
bradas en época cristiana.
(75) Se sigue también para esta cronología de las obras de Abderrahrnan II las fechas
de los documentos hallados recientemente por el Sr. Lévi-Proven9al.

204
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

el sencillo de bocel o cuarto de círculo para las ménsulas


el gobierno del emir Mohamed I, en tiene
reparación de puerta de San según dice
ción de. su arquivolta. En el alero o guardapolvo se

íl

íl
Dibujo de Fernández Huidobro.
Córdoba.-Mezquita: ménsula en la ampliación de Alhaquem II
(961-966).

(76) La diferencia de las formas de las ménsulas de las dos filas extremas de colum~
nas y de las de las arquerías intermedias, sagazmente observada por el Sr. Lambert antes
de que el Sr. Lévi-Provern;:al encontrara los mencionados datos, sugirió a aquél la hipótesis
(ELIAS LAMBERT, Las tres primeras etapas constructivas de la Mezquita de Córdoba, en la «Crónica
Arqueológica de la España Musulmana)>, II, «Al-Andalus)>, 1935, pp. 139 a 143, y De quelques
incertitudes dans l'histoire de la construction de la Grande J'vlosquée de Cordoue, en los «Annales
de l'InstitUt d'Etudes Orientales», I, 1934-35, pp. 176-188) de que la estructura de los dobles
arcos fuese obra de la ampliación de Abderrahman II, y entonces, o poco después, reinando
Mohamed I, se aumentase la altura del santuario primitivo, igualándola con la de la amplia-
ción, comenzando por las naves extremas y prosiguiendo por las intermedias, que tienen
ya ménsulas de varios lóbulos convexos, como las de las obras de Alhaquen II y Almanzor.
La hipótesis del distinguido profesor francés suponía que la forma más sencilla de las mén-
sulas - la de baquetón - era la más antigua, siguiendo el principio, contradicho con fre-
cuencia por la historia artística, de que las formas elementales son anteriores cronológica-
mente a las más complejas. Otras razones derivadas del examen del monumento hacen tam-
bién poco verosímil esa hipótesis, definitivamente desechada con el hallazgo de los nuevos
datos respecto a las obras de Abderrahman II en la mezquita.

205
L. TORRES BALBÁS

vez que sepamos, en función de modillones, las ménsulas


de lóbulos convexos. Están formados por varios cilindros o baque-
tones lisos y horizontales, pero con la
novedad de presentar una faja o nervio
central de poco saliente (77).
En esta misma puerta de San Esteban
quedan restos, a ambos lados del arco de
entrada, de una decoración anterior al
alero, muy desgastada por la mala cali-
dad de la piedra en la que se labró. Trátase
de un tema vegetal de tallos y hojas que
se arrollan dibujando un perfil lobulado;
nt:buio de Fernández mlidobro. su progenie parece bizantina, a través
Córdoba.-Mezquita: ménsula en tal vez del arte de Siria (78). Tales restos,
la ampliación de Alhaquem II 1
(9 61- 9 66). que se sospechó si pertenecerían a a igle-
sia visigoda y hoy se tienen por de la
es decir, de aceptando como cier-
tos los datos hallados recientemente habría que fecharlos en el
lo que es poco verosímil (79).
en reinando Abderrahman al estar
sm duda por el insuficiente contrarresto de las arquerías
en su extremo la fachada al patio de los Naranjos, se le adosó
rematada en lo alto en un alero
de modillones, algunos de los cuales
fueron restaurados posteriormente a

(77) Estando bastante desgastados estos mo-


dillones de piedra, no se percibe claramente el di-
bujo de sus costados. Unos parece que son de rizos;
en otros se acusan lateralmente los baquetones por
círculos, con un punto rehundido en el centro. En
el dibujo publicado por el Sr. VELÁZQUEZ (Medina
Azahra y Alamiriya, fig. I.u, p. 6), aparecen
todos como de rizos, lo que no es exacto.
(78) · L'Art hispano-mauresque des origines
ait XIJJe siecle, par HENRI TERRASSE, Paris,
1932, pp. 67-68.
(79) Resulta extraño que tan sólo 22 años des- de la concha
pués de su construcción en 833, es decir, en el 855,
hubiera que rehacer casi totalmente la puerta, Dibujo de Fernández Huidobro.
siendo este un argumento más para dudar de la ve- Córdoba.-Mezquita: ménsula en la nave
racidad de esos datos documentales que el monu- central de la ampliación de Alhaquem II
mento, supremo testigo, no confirma totalmente. (961-966).

206
tienen una decoración más
con adornos bisel
d1s:po:s1c1lón es la tradicional de cilindros
mando una trenza en los costados, al enlazarse las
motivos semejantes y otros muy estilizados decoran la
de escaso y
alta de su frente.
Una nueva
de hecha de
a 966, en el reinado de
Alhaquem la enriqueció
con algunas obras de una
y de un lujo
extraordinarios, como son
las bóvedas sobre arcos
entrecruzados y la decora-
ción del mihrab. Al repe-
tirse una vez más la acerta-
da disposición de las arque-
rías primitivas, hubo de
continuar el sistema de
ménsulas (con cinco rollos
y medio, casi todas) sobre
los cimacios para aumentar
Ja sección de los pilares. moiívo5 cenlre\c;, dtvmo~
Aparecen muy distintas va- Dibujo de Ferná11dez Huidobro.
riedades de aquéllas dentro Córdoba.-Mezquita: ménsula en la ampliación de
Almanzor (987-990).
del tipo consagrado: una,
formada por varias superficies cilíndricas, horizontales y tangen-
tes, con los costados lisos; otras, pero acusándose los
consabidos rizos. Todos tienen faja saliente central, siguiendo la
curvatura de los baquetones, adornada con estrías, sogueado, rizos,
inscripciones, etc. Las novedades de mayor monta consisten en que
algunas de las ménsulas son dobles, es decir, están emparejadas,
y en que se adorna el frente de varias inmediatas a la nave cen-
tral con una hoja incurvada, que parece una concha. Todos los cima-
cios de columnas exentas de esta ampliación, en vez de ser cuadra-
dos, como los de las partes anteriores, son cruciformes, con dos
salientes para el arranque de los arcos y otros dos para los
Archivo español de arte y arqueología, núm. XXXIV.-4.

207
L. TORRES BALEAS

las ménsulas descritas descansan, pues, en un vuelo del cimacio.


En el frente del arco del mihrab, que corresponde también,
se ha dicho, a la de Alhaquem hay otras mén-
suJ.as--1rr.Lpo1st;:1s "'" ..."'"'''"º a las descritas. Forman de los mag-
níficos cubiertos de finísima decoración de atau-
que ·constituyen el zócalo del frente de ese arco. Son como
unas pequeñas ménsulas, de muy
escaso saliente, que aparentan apear
la arquivolta del arco del mihrab y la
faja vertical del alfíz que le recuadra
(Lám. En ellas se repite el per-
fil de lóbulos convexos o rollos, pero
un artista selecto le ha quitado el as-
pecto seco y esquemático que había
tomado en algunos de los ejempla-
res analizados y, volviendo al tema
tal como aparece en la puerta de
San Esteban, lo reintegró a sus orí-
genes vegetales (80). Los lóbulos o
rizos son aquí hojas incurvadas, y
un tallo la faja central, del que sale,
completando la forma cuadrangular,
una hoja grande arrollada que llena
la parte inferior. Que este elemento
es de tradición cordobesa, lo prueba
Dibujo de Fernández Huidobro.
su semejanza con las ménsulas de
Córdoba.-Mezquita: ménsula en la am-
pliación de Almanzor (987-990).
la de San Esteban, por lo que
nos inclinamos más bien a ver en
ella una creación autóctona del arte musulmán español, que
son otras muchas formas de las

..u. ... del arco del mihrab se repite en


\.,J.h:JU.-'-OLw

en la única conservada de la fachada oriental de la


de Alhaquem tosquedad lejana de la elegancia
del modelo (Lam.
En la última ampliación del santuario cordobés, realizada por

(80) M. MAR<:;AIS escribe que el perfil de estas ménsulas-impostas se inspiró en las ménsu-
las de lóbulos de la mezquita («Manuel d'Art musulman, L' Architecture», I, n. r de la p. 264))>.
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

y sencillas
baquetones; faja central saliente
cos, vegetales, inscripciones, etc.; costados lisos o con
rizos invertidos todos, o sólo el en numerosos casos. Conser~
J1v kbror

_¡. ¡. ________ -
'"
.•• 80 •• - - •• - - ........ ,).
COSTADO

-PLANTA

Dibuio de E. Segarra.
Córdoba.-Museo arqueológico: quicialera árabe en un dintel visigodo.

van huellas de rojo, color del que estuvieron los


(Láms. XIII y
Las fajas o aletas centrales de los modillones de la fachada del
patio de los Naranjos y de los pilares de las de
quem y de son de yeso, lo que
desaparecido en no pocos de los y que en
ran en época cristiana (81).
El tema de las .U.l\..d.i0u.1.a.0,

(81) En la ampliación última y en la anterior de Alhaquem II hay pilares que arrancan


en curva de nacela; sin duda en época cristiana se relabraría su parte inferior, tal vez por
estar deteriorada la ménsula, convirtiendo el arranque convexo en cóncavo. En la amplia-
ción de Almanzor las ménsulas con mayor número de baquetones son las de las arquerías
más orientales.

209
L. TORRES BALBÁS

fachada oriental, correspondientes a la ampliación de Almanzor.


Los arcos ciegos gemelos que decoran los paños situados a ·ambos
lados de las puertas descansan sobre columnas apeadas en ménsu-
las de yeso, cuyo perfil está formado por pequeñas hojas incurvadas, a
manera de rizos: dos de costado, bajo las columnitas extremas, dibu-
jando su perfil una curva en nacela; otra, más pequeña y de frente,

~e' 'f •
<
(
__!_( (

Dibu¡o de A. Roca.
C6rdoba.-Museo arqueológico: quicialera. (Siglos x u xr.)

bajo la columna central. Las ménsulas extremas se decoraron con


tallos ondulados y hojas (82). Las centrales, de forma cuadrangular,
derivan de las del arco del mihrab (Lám. XVI).
La forma de baquetones tangentes y escalonados se empleó
también para el vuelo de las gárgolas. Una muy carcomida queda
en la fachada septentrional, correspondiente al patio de los N aran-
jos, formada por una pareja de ménsulas lobuladas de piedra, sobre
las que descansa una losa (83). Confirma su atribución a la época
califal, el que en las excavaciones de Medina Azahra haya apare-

(82) Estas puertas fueron restauradas por D. Ricardo Velázquez, pero quedan tres mén-
sulas sin rehacer, aunque muy destrozadas; de una de ellas hay vaciado en la casa de la Obra.
(83) Una gárgola o canal de mármol blanco, decorados sus costados con tallos formando
espirales, se conserva en el museo de Mérida. Es pieza no estudiada, tal vez obra del siglo rv al v.

210
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

cido otra semejante, aunque más pequeña, labrada en el mismo


material (Lám. XVII). También en ese palacio de leyenda, comenzado
a construir por Abderrahman III en las faldas de la sierra de Córdo-
ba el año 936, saqueado y destruido definitivamente por los berbe-
riscos en roro, se han encontrado, entre infinidad de fragmentos

De La ornamentación mudéjar toledana, de Gómez-Moreno.


M adrid.-Museo Arqueológico nacional: quicialera de caliza procedente de Toledo
(restauración) (siglo XI).

decorativos, gran número de placas-' de piedra, casi idénticas a las


de la puerta oriental de Alhaquem II de la mezquita de Córdoba,
que han de atribuirse a las construcciones allí levantadas por este
monarca (84). Servirían de impostas de arcos decorativos, como las
anteriormente descritas (Lám. XVII).
Comprueba el que la ménsula de rizos (85) era tema frecuente
en la arquitectura de la segunda mitad del siglo x, utilizada como
imposta o cimacio - pieza de transición entre un pilar o una column3:
y un arco - , el verla representada, sirviendo de arranque a arcos
trilobulados, en uno de los frentes de la pila de mármol mandada
hacer por Almanzor el año 377 de la Hegira (987-988) y que, proce-
dente de Sevilla, se conserva en el museo Arqueológico Nacional.

(84) De otro tipo de modillón de piedra, de dimensiones reducidas y desprovisto de


decoración, se ha encontrado recientemente un ejemplar en las excavaciones de Medina Azahra:
tiene perfil de nacela y una, fina y saliente aleta central que parece terminaba en perfil convexo.
(85) El motivo de rizos se empleó también en arcos, arquivoltas, tableros decorativos, etc.

211
L. TbRR~S BALBAS

Aun hay otro elemento volado para el que, lógicamente, se uti-


lizó el perfil de lóbulos. Aludimos a las quicialeras o gorroneras (86),
piezas empotradas en un muro, con una caja cilíndrica en la que gira
el eje vertical de la hoja de una puerta, siguiendo disposiciones
clásicas (87). Las que
conocemos de época ca-
lifal están labradas en
mármol o piedra, pero
(86) En el Diccionario de-
la Academia Española (Décima-
q uinta edición, Madrid, 1925)
se supone idéntico el significa-
do de la palabra «quicialera» a
la de «quicial», definiendo éste
como «madero que asegura y
afirma las puertas y ventanas
por medio de pernios o bisagras,
para que revolviéndose se abran
y cierrem; el «quicio» es la «par-
te de las puertas o ventanas en
que entra el espigón del quicial,
y en que se mueve y revuelve»;
el <(gorróm, la <(espiga en que ter-
mina el extremo inferior de un
árbol vertical u otra pieza aná-
loga, para servirle de apoyo y fa-
cilitar su rotacióm. Por tanto, en
las hojas de puertas y ventanas
que se abren por medio del giro
del quicial, el gorrón será el ex-
tremo inferior de éste, que entra
Zaragoza.-Museo Arqueológico: ménsula procedente de en el suelo, en una caja; pero el
- la Aljafería; frente y costado (¿1050-1083?). citado Diccionario oficial no dice
cómo debe llamarse el superior,
que será otra caja cilíndrica, abierta en unos casos en el plano horizontal del dintel, y en otros,
cuando las hojas de la puerta cerrada quedan adosadas al muro, y no en el espesor de éste, en
una pieza volada, empotrada en el muro. A estas dos piezas en las que encajan los gorrones de
los quiciales, parece lógico llamarlas qµicialeras o, mejor, gorroneras; el primer nombre, ya
hemos dicho cómo el Diccionario lo identifica con quicial; el segundo no aparece en él. En cam-
bio, admite la palabra <(tejuelo»: «pieza donde se apoya el gorrón de un árbol».
(87) En el interior de la puerta de uno de los templos romanos de Sbeltla (Suffetula) en
Túnez, vió Saladin en alto dos piedras .con perfil de gorja o pecho de paloma y agujeros
para que encajasen en ellos los vástagos de giro de las hojas. Las quicialeras árabes parecen,
pues, repetir formas clásicas. (Description des antiquités de la Régence de Tunis, Monuments
antérieurs ti la conquéte árabe, Fascicule I, Rapport sur la Mission faite en 1882-1883, par
HBNRI SALADIN, Extrait des <(Archives des Missions Scientifiques et Littéraires», Troisieme
Série, Tome treizieme, Paris, 1886, p. 76.)

212
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

debieron ser numerosas las de madera, cuya tradición perdura en


varias del siglo XIV conservadas in situ en la Alhambra, en el alcá-
zar de Sevilla y en el convento de Santa Isabel la Real, de Toledo.
Para dos existentes en los museos Arqueológicos de Sevilla y Cór-
doba se aprovecharon piezas visigodas.
La del museo de Sevilla se describió al hablar de las ménsulas
visigodas; la del de Córdoba (88) parece un dintel, ricamente deco-
rado con tres círculos tangentes y una cruz bizantina con el a. y ()), en.
el central, símbolos cristianos que es curioso no borraran los musul-
manes. Para utilizarla recortaron parcialmente una de las circunfe-
rencias extremas, dejando un perfil de baquetón, y ahuecaron en
su parte inferior la correspondiente caja para el quicial o vástago
de la hoja, tallando en él un sencillo ornato. Es grande la seme-
janza de esta pieza aprovechada con los modillones mozárabes.
Aun hay otras quicialeras árabes en el museo de Córdóba, pero
éstas ya se labraron expresamente con tal destino. Casi todas son de
un solo cilindro o baquetón; una, de mármol blanco con decoración
vegetal a bisel en los costados, se ha de atribuir a la época de Abde-
rrahman III (89); otra tiene inscripción cúfica (90). Hay una con
dos lóbulos, costados lisos y una faja central, plana, en su frente (91).
Pero las piezas capitales, por su bella y profusa decoración, son dos
gorroneras rotas, de caliza fina, conservadas en los museos Arqueoló-
gicos de Madrid y Toledo, aparecidas en el convento de Comenda-
doras de Santiago de la última ciudad, que dió a conocer el Sr. Gómez-
Moreno (92), quien las atribuye al siglo XI. Sus lóbulos o rizos se for-
man por tallos incurvados y hojas que cubren el resto de los cos-
tados; tienen faja central resaltada, con decoración en su frente (93).
En tierras septentrionales, lejos de Córdoba, en el castillo de

(88) N. 0 393.
(89) N.o 5.939: 0,63 mts. de longitud, 0,16 de ancho, 0,14 de altura. N. 0 z-.791, también
de mármol, como la n.º 4.083, procedente esta última de la casa n. 0 ro de la calle de Sevilla,
en Córdoba: longitud, 0,65; o,zo de ancho y o,u de altura.
(90) N.º 518; de mármol gris. Longitud, 0,75; ancho, o,z7; altura, o,zo. En la inscripción
se repiten las palabras «La felicidad». Se halló en el convento de los Santos mártires Acisclo
y Victoria; la reprodujo D. PASCUAL GAYANGOS en el t. VI, pp. 3u y 315, del Memorial His-
t6rico Español. (Inscripciones árabes de Córdoba, por D. RODRIGO AMADOR DE LOS Ríos,
Madrid, 1879.)
(91) N.o 766. Longitud, o,68; ancho, o,z6; altura, o,1z.
(9z) La ornamentación mudéjar toledana, por MANUEL GóMEZ-MoRENO, p. 4 Y fig. 3·
(93) Ancho, o,z9; altura, o,z3.

213
L. TORRES BALEAS

Gormaz (Soria), fortaleza sobre el Duero, hay otras 'ménsulas o


modillones pertenecientes a la serie reseñada. Se cita el nombre de
esa fortaleza musulmana en las campañas de los últimos años del

Dibujos de Gana y Hoyos y Hofel'.


Segovia.-·San Millán: reconstitución de una parte de la armadura de la
nave central. (Siglo XII.)

siglo. x y a éste· debe pertenecer gran parte de su fábrica, con la


puerta principal, de traza bien cordobesa (94).
Las ménsulas o modillones, que hoy coronan un muro de mam-
postería, utilizadas en un matacán probablemente del siglo XIV,
tal vez estuvieron antes sobre ese monumental ingreso. Son de
piedra, y tienen los consabidos roleos o rizos dibujando una curva
cóncava, y, siguiendo la misma curvatura, dos órdenes de SS de

(94) Debemos el conocimiento de estos modillones al arquitecto D v


Iñíguez.

214
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

. menor grueso en su frente, lo que produce un perfil casi cuadrado


para la parte volada del modillón (Lám. XVII).
Del tipo de ménsulas de lóbulos convexos con una hoja incurvada,
del que hemos señalado ejemplares en las ampliaciones de Alha-
quem II y de Almanzor de la mezquita cordobesa, y en Medina
Azhara, derivan los dos modelos de ménsulas y de canecillos emplea-
dos, después del Califato, por el arte musulmán de Occidente, y que
de éste pasaron al mudéjar, repitiéndose en infinidad de ejempla-
res repartidos por toda España hasta fecha avanzada del siglo XVI.
Uno de estos tipos, feliz hallazgo del arte de los siglos x al XI, es el
de remate acogollado con apariencia de proa de un barco o de una
concha; el otro, el del consabido perfil de los lóbulos convexos.
En los modelos originarios, ya analizados, se encuentran unidos
ambos elementos decorativos: en las impostas del arco del mihrab
es una gran hoja digitada e incurvada, sin duda de palma, la que
da origen al modillón de proa, no siendo los surcos de éste más
que el recuerdo de las digitaciones de la hoja (95).
La curiosa separación de los dos tipos comienza a realizarse en
el tercer cuarto del siglo XI, cuando, en el reinado de Almoctádir
(1050 a 1083), se construye la Aljafería de Zaragoza. Hubo en este
desaparecido palacio, con el que se han ensañado tantas generacio-
nes y al que no le ha llegado aún, para vergüenza de la actual, la
hora de su rescate y reparación, una bóveda de nervios o arcos
entrecruzados sobre ménsulas de yeso compuestas de varias piezas,
unas con forma de proa y otras con hojas arrolladas, que se conser-
van en los museos Arqueológico Nacional y de Zaragoza. Los tallos
que ordenan su decoración vegetal terminan incurvándose, con
apariencia de lóbulos atrofiados, perfilando las superficies cilíndri-
cas que aparecen en los frentes.
Tal vez sean algo anteriores - de mediados del siglo XI - las
ménsulas de madera aparecidas recientemente en los «Cuartos de
Granada», de la alcazaba de Milaga, en forma de proa también su
extremo, y con decoración vegetal tallada en los costados. Debieron
servir para apear vigas o tirantes de una techumbre plana, en unión
de otros fragmentos encontrados en el mismo lugar. Representan,
en cambio, la otra forma, los magníficos modillones de yeso encon-

(95) La pretendida concha de algunas de las ménsulas de la ampliación de Alhaquem II


en la mezquita de Córdoba, no es más que una hoja incurvada.

215
L. TORRES BALBÁS

trados en el solar de la mezquita Mayor de Almería, de tipo muy


puro de los de rollos, con faja central decorada, de escaso saliente,
y adornos de ataurique en los costados (Lám. XVIII). Se desconoce
el lugar de su emplazamiento; por la decoración han de fecharse
en la primera mitad del siglo XII (antes de n47).
Pertenecen al tipo de proa las ménsulas que apean los tirantes

Dibujo de G. Mar¡;ais.
Cairo.-Mezquita de Ibn Tulún.: modillones en el paso situado entre
el santuario y el minarete.

de la mezquita Mayor de Tremecén, construída en rr35 siguiendo la


tradición española, como comprueban esos elementos.
Otros ejemplares sueltos de canecillos de proa, atribuídos por
el Sr. Gómez-Moreno al siglo XII (96), se conservan en los museos
Arqueológicos de Madrid, Toledo y Granada.
En los siglos XI y XII vemos, pues, ya formado el tipo de modi-
llón o ménsula en forma de proa, de madera tallada, técnica artís-
tica conservadora en la que, en adelante, habrá de seguirse casi
exclusivamente su evolución (97). De ese material debió haberlos
también en edificios califale~, aunque no hayan llegado a nuestros
días, y parece probarlo la existencia de dos lobulados de madera,

(96) La ornamentación mudéjar toledana, por MANUEL GóMEZ-MORENO, pp. 5 y 10, figs. 5
y 16 y lámina IV.
(97) Para la génesis y evolución del canecillo de proa, véase Crónica Arqueológica de ta
España musulmana, III, en <(Al-Andalus», III, 1935, pp. 416-424.

216
LOS MODILLONES DE. LÓBULOS

del siglo x, que se conservan en la iglesia mozárabe de San Miguel


de Escalada.
El templo cristiano de San Millán de Segovia tuvo en su nave
central una techumbre, labrada en la primera mitad del siglo xn,
obra completamente musulmana por su estructµra y decoración,
en la que aparecen los dos tipos de modillones, ya disociados. Proba,.
blemente alterna-
ban, apeando la~
vigas horizontales ..
Los de proa conser-
van, como principio
y remate de ella, sen-
dos. discos, remem-
branza sin duda
de cuando ambas
formas estaban uni-
das (98) (Lám. XIX).
A la serie de los
· de lóbulos pertene-
ce un curioso ejem-
plar del siglo xn
encontrado en 1908,
al hacer una repa- Granada.-Canecillo del Maristan (1365-1367).
ración en la iglesia
de Santa María, situada junto al castillo de Tarifa (Cádiz) (99).
En los comienzos de esta centuria, o al terminar la anterior, debie-
ron labrarse las ménsulas, talladas en proa, que apean los tirantes
de la armadura de la nave central de la antigua sinagoga toledana
de Santa María la Blanca.
Ambas formas de ménsulas de la España musulmana no sólo
tuvieron su réplica en el cercano Magreb, sino que alcanzaron hasta
el Cairo, en donde las encontramos en la mezquita de Ibn Tulun .
. Como obras indudables de influencia española se conservan en este
santuario, en el interior del pórtico que enlaza el minarete con la
mezquita, unos modillones de piedra, de lóbulos lisos y faja central,

(98) Crónica Arqueológica de la España musulmana, (Restos de una techumbre de carpinte-


ría musulmana en la iglesia de San Millán, de Segovia), III, en <(Al-Andalus)>, 1935, pp. 424-434.
(99) Catálogo Monumental de España, Provincia de Cádiz (1908-1909), por ENRIQUE
ROMERO DE TORRES, 1934· Texto, p. 3rr. Lám. CXLVII.

217
L. TORRES BALEAS

y, en una habitación adosada al exterior de la quibla, otro de prba,


de madera. El Sr. Man;ais supone que estos elementos pertenecen
a lá restauración realizada en r296 por el sultán mameluco Lagin;
probablemente son más antiguos (roo).
En el siglo XIV perdura aún la forma de proa en los canecillos de
la Alhambra: aleros de la fachada de Comares en el patio del Cuarto
Dorado; de la torre del Peinador de la Reina; del patio de los Leo-
nes; de la torre de las Damas en el Partal, etc. Varía en casi todos
ellos la decoración de los costados, que, en los de la torre de las
Damas, es de tipo tradicional, casi idéntica a la de los modillones
dos siglos anteriores de los museos de Madrid, Granada y Toledo;
en el patio de los Leones es de flora más realista (101), de acuerdo
con la tendencia decorativa de esa parte del palacio nazarí, y en los
aleros más sencillos se reduce el adorno a unos ochos, cuyo recortado
perfil inferior evoca los lóbulos de antaño (aleros de los patios de
Comares y del Harem, etc.).
Estos tipos de canecillos no son exclusivos de la Alhambra; se
repetían en los edificios contemporáneos de Granada, como prueban
un dibujo conservado de los que hubo en el Maristan y algunos
otros que, procedentes de construcciones desaparecidas, se guardan
en el museo de la Alhambra.
En el mismo palacio granadino, las gárgolas de piedra de las torres
de Comares y de la Justicia reproducen, con extraordinaria fidelidad,
la forma más arcaica del modillón de proa, acompañada de unos
lóbulos atrofiados, cuya supervivencia también puede seguirse en
los modillones del arte granadino del siglo XIV. Casi todas las mén-
sulas de yeso y madera que se prodigaron en las construcciones de
esa época derivan de aquéllos y conservan elementos que los recuer-
dan, como el perfil general en nacela, las palmas y las pequeñas
flores o curvas convexas acusadas en el frente por baquetones.
En la arquitectura del Norte de Africa, desde el siglo XII hasta
nuestros días, siguen empleándose las dos formas de ménsulas,

(100) G. MAR<;;AIS, Les échanges artistiques entre l'Egípte et les pays musulmans occiden-
taux (*Hespéris», Tome XIX, Fase. I-II, 2e·,4e Trimestre 1934). En el arte musulmán de Egipto
hay también ménsulas, grandes y muy voladas, con baquetones atravesados casi todas, la
mayoría de los siglos XIV y xv, derivadas del modillón clásico ( Précis de l'Art arabe, par
J. BoURGOIN, Paris, 1892, pls. 77 a 83).
(101) Los aleros del patio de los Leones rehiciéronse en el siglo XIX, pero se conservan
algunos de sus canecillos antiguos.

218
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

muchas veces, como en los ricos aleros de las madrazas merinis del
siglo XIV, combinados en suntuosas obras de carpintería. Sirvan de
ejemplo: las curvas geométricas y florales de las ménsulas almoha-
des; los aleros de los pa-
tios de las madrazas
Sahrij (fundada en 1321)
y Attarine (fundada en
1323), de Fez; de la de
Abul Hassan o de la
Tal'a en Salé (fundada
en 1333), y el del reloj
monumental de la ma-
draza Bu Anania de Fez,
construído en 1357· En
todos estos vuelos la
ménsula o canecillo de
proa aparece combinado
con otra serie de ménsu-
las de perfiles recorta-
dos, derivados de los de
lóbulos. El canecillo de
proa aun subsiste en
construcciones moder-
nas, como en el alero
de la fuente Nedjarine
de Fez, obra del si-
glo XVIII.
La arquitectura na-
zarí y la del Norte de
Africa, desde el siglo XIII
hasta nuestros días, Dibujo de Hat'.naut.
acostumbran realzar una Rabat.-Puerta de la alcazaba de los Udaya: ménsula.
(Fines del siglo xu.)
puerta recuadrándola
por columnas o pilastras que, mediante sucesivos elementos vola-
dos, sostienen un alero de considerable saliente. Es frecuente que
pilastras y alero recuadren también una ventana, sencilla o gemela,
situada sobre la puerta. En el Magreb los ejemplares son numero-
sfaimos; en España el más rico y monumental es la fachada del
Cuarto de Comares en la Alhambra, imitada luego en la del alcá-

219
L. TORRES BALBÁS ·

zar de Sevilla. También en el palacio granadino tienen idéntica


disposición las puertas del Mexuar y de la torre del Tocador de
la Reina; no fué otra la de las fachadas de dos edificios de Ja misma
ciudad, el Corral del Carbón y el Maristan, d~saparecido este último.
En todos, las ménsulas, a veces de gran saliente, que limitan y sos-
tienen el alero, de yeso generalmente las inferiores y de madera las
de encima, se componen de una serie de curvas en nacela alternando
con otras convexas y discos, recuerdo indudable de los modillones
lobulados. .
Finalmente, la arquitectura musulmana del siglo XIV conserva
el tipo tradicional de imposta baquetonada O de rollo para arranque
de arcos, de forma casi idéntica a la que siete siglos antes utilizó
el arte visigodo, aunque con la adición en los costados del perfil
inferior en nacela, recuerdo de su paso por Córdoba. Tales son las
de los arcos de las puertas de la torre de la Justicia (1348), de las
Armas y de la de Siete Suelos, en la Alhambra, todas con oficio,
en estos últimos casos, de ménsulas sobre las que apoya la imposta
de arranque del arco (Lám. XX).
( Continuard.)

220
LÁMINA I

Ro111a.-Tabularium: cornisa del templo de la Concordia.


(Comienzos del siglo r.)

Roma.-Tabularium: vaciado del friso y de la cornisa del templo de Vespasiano y Tito,


en el Foro. (Segunda mitad del siglo r.)

221
LÁMINA II

Jl!lérida.,--Teatro: fragmento de cornisa, hallado entre


las ruinas. de la escena. (Primera mitad del siglo n.)

1\1érida.-Teatro: fragmento d·e cornisa,, hallado entre


las ruinas de la escena. (Primera mitad del siglo n.)

Sevilla.-Museo Arqueológico: fragmento de cornisa,


procedente de Itálica. (¿Siglo rr?)

222
LÁlVIINA III

111adrid.-Tsiuseo Cerralbo: zapata de piedra procedente de la nccrópoli de Tútugi,


en Galera (Granada). (¿Siglo m a. C.?)

223
LÁMINA 1\i

Ankard.-Templo de Roma y Augusto: detalle, restaurado, de la


puerta de entrada, (¿Siglo n a. C.?)

Amyclae.-Capitel, restaurado, del trono de Apolo. (Segunda mitad del siglo vr a. C.)

224
r---<
;¡...
~

N
z
>-
N
V1
Jlálaga·.-Mus~o de Bellas Artes: clave encontrada en la calle <
Sevilla.-1.\Iuseo Arqueológico: clave o ménsula procedente de ltálica.
de Alcazabilla. (Siglos I a n d. C.) (Siglos II o m d. C.)
LÁMINA V!

Tingad.-Arco de Trajano. (Hacia el año 165.)

Ti11gad.-Ruinas del mercado ele Sertius. (Comienzos del siglo nr.)

226
LÁMINA VII

Espalato.-Palacio de Diocleciano: ménsulas en la puerta Awea. (Comienzos del siglo IV.)

227
L\MINA VII!

Argel.-Museo: ménsulas procedentes de Morsott. (¿Siglo v?)

Argel.-Museo: ménsula procedente de· Lecurbe. '(Sigfos ·v o. VI.}

228
L.\:IJl)L\ IX

San Pedro de Balsemao.-Arco de entrada al


presbiterio. (Siglo vn.)

Sevilla.-Museo Arqueológico: clave o ménsula procedente de Itálica.


(Siglos n o rn d. C.)

229
LAMINA X

Barcelona.-San Pablo del Campo: impostas-cimacios en la puerta ele entrada al templo.


(Siglos VI o VII.)

230
L.\i\IINA XI

Cairnán.-lWezquita de las Tres puertas: alero. (Afio 866.)

Dibujo de G. M arfa is.


Caivuán.-lVIezquita mayor: techumbre del siglo xr.

231
L\MINA XII

232
\'
;i.-.
~
z
;:i-.
N
\.,;.)
\.,;.) s
Córdoba.-Mezquita: alero de la fachada al patio de los Naranjos. Córdoba.-Mezquita: columna y ménsula en la ampliación
(Año 958.) de Almanzor. (Años 987 a 990.)
LAlVIINA XIV

Córdoba.-Mezquita: ménsula-imposta en el arco de entrada al mihrab. (Años 961 a 966.)

Córdoba.-Mezquita: detalle de una puerta de la ampliación de Alhaquem II. (Años 961 a 966.)

234
L\;_\HNA XV

Córdoba.-Mezquita: cimacios y ménsulas de la ampliación de Almanzor. (Años 987 a 990.)

235
LAl\lINA XVI

Crírdoba.~l\IczqÍiita: detalle ele una de las puertas a Oriente (restaurada). (Años 987 a 990.)

236
L\MINA xvrr

Cdrdoba.-:\Iuseo arqueológico: fragmento


ele piedra procedente ele :\leclina Azahra.
(Siglo x.)

Casti:tlo de Gormaz.-Ménsulas. (Siglo x,)

237
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Almería.-Ménsulas de yeso encontradas en el solar de la mezquita Mayor. (Primera mitad del siglo xu.)

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Segovia.-San Millán: fragmento reconstruído de la techumbre de la nave central. (Primera mitad del siglo XII.)
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Granada.-Alhambra. Puerta de la Justicia: arranque de Granada.-Aihambra. Puerta de Siete Suelos: columna y
arcos en su interior. (Año 1348.) cimacio-imposta del arco de entrada. (Hacia 1350.)
Los modillones de lóbulos*

Ensayo de análisis de la evolución de una forma arquitectónica


a través de diez y seis siglos

VII.~Canecillos y ménsulas en la arquitectura mudéjar (102).

Entre las formas del arte musulmán en España y las del mudé-
jar no hay solución de continuidad; el· clasificar una obra como
perteneciente a uno u a otro res-
ponde muchas veces únicamente
a consideraciones geográficas o
políticas. Los mismos artistas tra-
bajaban para musulmanes, en te-
rritorios de Andalucía sometidos
al dominio de éstos, y para cris-
tianos, en comarcas ya recon-
quistadas.
Esto explica que encontremos
en el arte mudéjar parecidas for-
mas de canecillos y ménsulas
que en el musulmán, difundidos
por casi toda la Península en tan
diversos materiales como son la
piedra, la madera y el yeso, y

(roz) Siguiendo un relativo orden cro-


nológico, deberíamos ocuparnos ahora de los
modillones, canecillos y ménsulas asturianos
y mozárabes; pero al hacerlo así queda-
rían separados los musulmanes y mudéja- Dibujo de Ruiz Larrea.
res que constituyen un grupo homogéneo. Córdoba.-San Pedro: puerta. (Siglo xm.)

• Publicado en Archivo Español de Arte y Arqueología, n? 35, mayo-agosto de 1936.

241
L. TORRES BALEAS

en algunas de las técnicas de éstos, alcanzando hasta el siglo XVII.


Características bien conocidas del arte mudéjar son: su loca-
lismo, que hace que en cada centro las formas artísticas y construc-
tivas adquieran modalidades especiales, y su permanencia, que las

Córdoba.-San Pedro: modillón del guardapolvo de la puerta. (Segunda mitad del siglo xm.)

encierra en un tradicionalismo limitado a repetir disposiciones ante-


riores, por carecer de espíritu evolutivo e innovador cuando no
las alcanza el soplo fecundo de la Andalucía islámica.
En la técnica de piedra podríamos citar gran número de aleros
con modillones de lóbulos en iglesias románicas y aun góticas,
pero su enumeración queda para las páginas que más adelante se
consagran a esos elementos en el arte cristiano. En fecha avanzada,
cornisas semejantes se repiten en Córdoba, inspiradas sin duda
en las numerosas de la mezquita. Las iglesias góticas fundadas en
esa ciudad después de la Reconquista, en la segunda mitad del
siglo XIII, como son San Miguel, San Pedro, Santiago y San Pablo,

242
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

tienen, en los aleros que coronan sus muros y en los guardapolvos


de sus puertas, modillones lobulados de piedra, lisos unos, otros
con faja central decorada. En San Pedro y en Santiago quedan
gárgolas con la misma forma. A principios del siglo XIV sostienen
también el guardapolvo de la puerta de la capilla de San Bartolomé,

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~

~ 11 1 11 ru
C6rdoba.-La Magdalena: modillón. (Siglo xrn.)

siendo lisos todos, excepto el central, adornado con una hoja enro-
llada, como algunos de la mezquita. Estos modillones persisten en
Córdoba hasta el siglo xv, siendo también frecuentes en construccio-
nes militares, como la torre del castillo de Lorca (Murcia), levantada
de I270 a I273, y, en función de impostas, en algunas puertas (iglesia
de San Andrés en Aguilar de Campos (Valladolid), construída en
la segunda mitad del siglo XIv).
Otras ménsulas de piedra derivadas de las de lóbulos se encuen-
tran en el arte mudéjar de Castilla desde el siglo XIV hasta el XVI,
apeando recuadros de puertas y fachadas que no son más que la
transcripción de aquellas otras musulmanas de las que se habló
en páginas anteriores. Como las andaluzas, flanqueaban a las mudé-
jares columnas o pilastras terminadas en su parte superior en
varios elementos volados, de yeso y madera generalmente, que
recogían los extremos de un saliente alero. En los ejemplares llega-

243
L. TORRES BALEAS

dos a nuestros días no se ha conservado ninguno de estos grandes


guardapolvos, que no siempre llegaron a construirse, pero sí se
mantienen las pilastras, de piedra o ladrillo, rematadas en mén-
sulas eón perfil lobulado. Del siglo XIV es la grandiosa fachada
del palacio de doña María de
Molina, viuda de Sancho IV, en las
Huelgas de Valladolid, que con-
serva esa disposición. Poco des-
pués la repiten las fachadas de los
palacios de Tordesillas (Vallado-
lid, obra de Alfonso XI al mediar
el siglo) y de Astudillo (Palencia,
levantado algunos años después
por Pedro I para Doña María de
Padilla), y las puertas de la igle-
sia de San Andrés en Aguilar de
Campos (Palencia). Estas guar-
niciones de puertas terminadas en
ménsulas de lóbulos o rollos se
difunden extraordinariamente en
Toledo: puerta del llamado pala-
cio del rey D. Pedro junto a Santa
Isabel la Real, puertas del pala-
cio del cond'e de Fuensalida (Lá-
mina XXI), de los Ayala y de la
cárcel de la Santa Hermandad (fi-
nes del siglo xv), frente de la puerta
del Sol, etc.
Toledo.-Palacio llamado del rey don Pedro:
detalle de la portada. (Siglos XIV o xv.) En pleno siglo XVI sigue en To-
ledo y su comarca el recuerdo de
tales fachadas en recuadros de puertas formados por columnas
o pilastras sobre cuyos capiteles unas ménsulas de piedra fingen
sostener pináculos o flameros, de formas y perfiles renacientes.
Hasta el siglo xv, por lo menos, perduraron en la región de
Segovia las ménsulas de lóbulos hechas de ladrillo y yeso, según
prueban las que sostienen el vuelo de la galería alta del claustro
del monasterio de San Pedro de Dueñas (Lám. XXI), y las de el
claustro de San Antonio el Real, en la capital.
Consecuencia también de los modillones de lóbulos son varias

244
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

ménsulas o cartelas de yeso, con perfil formado por curvas cóncavas


y convexas y discos o baquetones, empleadas en el arte mudéjar
por influencia del musulmán. Algunas, bellísimas, hay en las tri-
bunas de la sinagoga del Tránsito (1357) y en el palacio de Trasta-

Dibujo de F. de Alba.
Toledo.-Palacio de Fuensalida: detalle de la portada. (Siglo xv.)

mara, de Toledo; otras se utilizaron como remates o colgantes de


guarniciones de puerta: en el Taller del Moro (mediados del siglo x1v)
de la misma ciudad; en el palacio de Curiel de los Ajos (Valladolid),
terminado en 1410 y destruído no hace muchos años (Lám. XXII), y en
la sala capitular de la catedral de Toledo (1510), obra esta última de
Bernardino Bonifacio. Semejantes son las ménsulas de yeso que apa-
rentan sostener las zapatas del patio de la casa del conde de Este-
ban (principios del siglo xv), también en la ciudad imperial.

245
L. TORRES BALEAS

Pero donde encontramos mayor número de canecillos y mén-


sulas es en la técnica de la carpintería, tal vez la más original Y
perfecta entre las derivadas del arte musulmán, y, a la par, la más
conservadora. Desde el siglo xrn al XVII las armaduras de artesa

Dibujo de F. Cafioto.
Madrid.-Museo Arqueológico nacional: ménsula de madera. (Siglo XII.)

que cubren infinidad de iglesias y algunas de las pocas construc-


ciones civiles subsistentes, llevan tirantes dobles, apeados en mén-
sulas de madera, como en la armadura de fines del siglo XII o comien-
zos del XIII, de Santa María la Blanca, de Toledo. Otras veces se

Dibujo de F. Ca11olo .
.l\!ladrid.-Museo Arqueológico nacional: ménsula de madera.
(Siglos XII o XIII.)

emplearon como zapatas, generalmente sobre pilares ochavados de


progenie musulmana, o como canecillos. Y en Castilla sirvieron
también para sostener el vuelo de entramados horizontales de
fachadas y patios.

246
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

Estas ménsulas, zapatas y canecillos se pueden clasificar en


tres tipos, derivados de otros musulmanes, aunque sus vad~d.ades
son grandes: r. º Ménsula en forma de proa, maciza y serislble-
mente paralelipédica, dentro de la cual se recorta otra de perfil

Dibujo de F. Callolo.
Madrid.-Museo Arqueológico nacional: ménsula de madera.

convexo. Hay ejemplares sueltos en el museo Arqueológico Nacio-


nal de Madrid, en la colección de la Hispanic Society of America (ro3)
y en el museo de la Alhambra de Granada, casi todos del siglo XIII
al xrv y, probablemente, toledanos. En función de canecillos sos-
tienen algunos aleros en el alcázar de Sevilla. Simplificados con la

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Dibujo de F. Calloto.
Madrid.-Museo Arqueológico nacional: ménsula de madera.

supres10n de las estrías se emplearon: para zapatas sobre pilares


ochavados (patio del Hospital de Brihuega (Madrid); naves de la
iglesia de San Juan de Villalón (Palencia), obras ambas delsigloxv);
para volar entramados verticales (fachadas de casas en Villalón

(rn3) Mudéjar wood-carvings in the collectíon o/ the Hispanic Society of America, New-
York, 1928.

247
L. TORRES BALBÁS

(Palencia) y Medina de Rioseco (Valladolid), fachada de hF casa


llamada de Femán González en Covarrubias (Burgos), fachada pos-
terior del arco de Santa María en Burgos, casas. populares en Sego-

Dibujo de F. CaflOto:
Madrid.-Museo Arqueológico nacional: ménsula de madera.

via, patios del palacio de Curiel de los Ajos (r4ro) y de un palacio


en Tordesillas (Valladolid), coro de la iglesia de Curiel de los Ajos
(Valladolid); para apear vigas de techumbres (palacio del conde de
Oñate en Cevico de la Torre (Palencia); sala prioral del monasterio
de Sigena (Huesca); zaguán de la Casa de los Tiros de Granada
(r530 a r540)). Con la misma forma simplificada se labraron también,
en la segunda mitad del siglo XIV, .en la comisa de la sillería mudéjar
de Santa Clara de Astudillo (Palencia), algunos de cuyos restos se
conservan en el museo Arqueológico Nacional.
2. º Ménsula cuyo perfil se forma por varios lóbulos. Deriva del
modillón musulmán análogo. Con tres lóbulos, unidos por curvas
cóncavas, sin interposición de plano alguno, fué la forma adoptada
para las ménsulas de apeo de los tirantes de casi todas las armadu-
ras de artesa del siglo XIII
al xv: San Miguel de Villa-
lón (Palencia), Saludes de
Castroponce (León), Santa
Marina de Valencia de Don
Juan (León), San Lorenzo
de Toro (Zamora), Santa
Marina de Mayorga (Va-
Villalón.-San Miguel: ménsula de apeo de los tirantes lladolid), palacio arzobis-
de la armadura de la nave mayor. (Siglo xv.) pal de Alcalá de Hena-
res (Madrid), sinagoga del
Tránsito en Toledo (segunda mitad del siglo XIV).
3. 0 Ménsula formada también por tres lóbulos, como la ante-
rior, unidos por curvas en nacela, pero con la interposición de peque-

248
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

ños planos entre las curvas cóncavas y las convexas. Deriva del
modillón lobulado, pero con influencias de la carpintería occidental;
su gran desarrollo fué en el siglo XIV. Se utilizó en iguales funciones
que los tipos anteriores: para zapatas (San
Juan de Villalón (Palencia) y hospital de ~
Tordesillas (Valladolid)); apeando vigas de
techumbre (casa en Carrión de los Condes ~~.
i ~
(Palencia), palacio del conde de Orgaz en
Castrillo de Don Juan (Palencia); etc.).
Es frecuente encontrar reunidas dos de
estas tres formas en vuelos de dobles mén-
sulas superpuestas. Las primera y segunda
· aparecen juntas: en el coro de Santa María
de Curiel de los Ajos (Valladolid), en la Dibitjo de Mercadaly Ettlate.

fachada de alguna casa de Segovia, etc. Segovia. - Ménsulas de una


casa. (Siglo xv.)
Mucho más frecuente es la asociación de
la primera y tercera (fachadas de la casa llamada de F ernán
González en Covarrubias (Burgos) y de una en Peñafiel (Valla-
dolid), patio de una casa del siglo XVI en Tordesillas (Valladolid)).
La carpintería musulmana - y la mudéjar derivada de ella-
eran mucho más bellas y perfectas que las importadas de Occi-
dente, lo que explica
el casi absoluto domi-
nio de aquéllas du-
rante la edad media
y el que aun supervi-
vieran a través del si-
glo XVI, alcanzando
hasta el siguiente.
Dos obras pueden
servir como ejemplo
de ello. Una es el co-
bertizo que resguarda
la puerta del convento
de San Antonio el Real,
de Segovia, sostenido
en enormes ménsulas
de madera, formadas
Segovia.-Ménsulas sosteniendo el vuelo del piso alto de una
casa. (Siglo xv.) por una numerosa serie

249
L. TORRES BALEAS

de rollos o baquetones, tangentes unos, unidos otros por curvas conve-


xas, terminando en su parte superior en una ménsula de forma de proa
(Lám. XXIII).
El otro ejemplo es del patio de la casa llamada de don Juan de
Austria en Daroca (Zaragoza). Sobre columnas toscanas descansan
zapatas de madera, cuyos extremos están labrados en forma de S:
columna y zapatas indican una época avanzada del siglo xvr. Pero
sobre la carrera sostenida en las zapatas, y en el eje de las colum-
nas, avanzan ménsulas de madera del tipo descrito en segundo
lugar, en cuyo extremo volado apoya' otra pequeña zapata paralela
al muro, labrados sus vuelos en forma de proa. Aun hay encima
otra carrera sobre la que vuelan a su vez una serie de ménsulas de
proa sosteniendo el antepecho de un balcón (Lám. XXIII).
A partir del siglo xvr se vuelven a emplear, por influencia ita-
liana;~ como en este ejemplo de Daroca, las mismas SS de los modi-
llones de las cornisas corintias. Al cabo de trece siglos y de no pocas
transformaciones, retórnase, en lo que respecta a tales elementos
volados, al punto de partida. Las formas mudéjares irán haciéndose
cada vez más raras, para desaparecer por completo en el siglo xvn,
después de la expulsión de los moriscos.
En tal fecha, relativamente reciente, debería terminar este
análisis. Pero para completarle aun quedan algunos capítulos inte-
resantes, aunque un poco al margen de la evolución reseñada: la
descripción de los modillones y ménsulas de las arquitecturas astu-
riana, mozárabe y románica.

VIII.-Ménsulas en la arquitectura asturiana.

La arquitectura llamada «asturiana» tiene un desarrollo pura-


mente regional, que comprende desde los últimos años del siglo vm
hasta el xr.
En este arte, pobre y rudo; no se encuentran en los elementos vola-
dos innovaciones ni variedad de formas: tan sólo disposiciones sencillas
transmitidas invariablemente desde la iglesia de Santullano de Oviedo
(primera mitad del siglo rx) hasta la de San Salvador de Priesca (921).
En Santullano se conservan unas ménsulas de piedra, todas
iguales, que sobresalen de la parte alta de los extremos del exterior
de los muros. Tienen perfil de cuarto de círculo, limitado por un

250
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

listel arriba y otro abajo, y estrías en el frente. En su plano superior


se labró una mortaja en la que entra una carrera de madera, apo-
yada en una ménsula idéntica en el otro extremo del muro, para
formar el solero de la armadura, carrera que hace de estribo y apea

FRENTE COSTADO
Dibujo de Ga11a y Hoyos.
San Pedro de Lourosa.-Ménsula. (¿Siglo rx?)

los pares. Disposición semejante, justificada por la conveniencia de


que la carrera quedase al aire y bien ventilada en un país de abun-
dantes lluvias y gran humedad, ha continuado usándose en la arqui-
tectura popular del Norte de España casi hasta nuestros días.
Un solo ejemplar de ménsula análoga, colocada fuera de su
emplazamiento primitivo, se conserva en cada una de las iglesias
de Santiago de Goviendes y de San Andrés de Bedriñana. Las que
en San Antolín de Llera se utilizaron para sostener la armadura
de un pórtico moderno son iguales a las descritas, unas, y en las
otras decora su frente un bárbaro sogueado, y rosetas y hélices en
los costados. Las cabezas de los tirantes o de los pares de las arma-

Dibujo de Gana y Hoyos.


San Pedro de Lourosa.-Ménsula (¿Siglo rx?)

duras primitivas de estas iglesias, debieron tener idéntica labra,


como se acredita con los de la armadura, que se conserva casi ínte-
gra, aunque muy deteriorada, .de San Salvador de Priesca, iglesia
consagrada en 92r.
Semejantes a las anteriores son dos ménsulas dobles, de madera,

251
L. TORRES BALEAS

con garrucha y poleas, situadas encima del arco triunfal de San Sal-
vador de Valdedios (893), utilizadas probablemente para colgar
alguna lámpara. Otras parecidas, de piedra, se conservan como
material aprovechado en la iglesia portuguesa de San Pedro de
Lourosa, en Oliveira del Hospital, atribuída al año 912 por figurar
esta fecha grabada en sus muros. Casi todas tienen estrías y mor-

De Iglesias mozárabes, de Gómez-Moreno.


San Miguel de Eswlada.-l\Iodillones del alero, en los extremos
de las naves. (Siglo x.)

taja, como las asturianas, y debieron servir para el mismo destino


que éstas· liay otra, con perfil de baquetón y costados decorados
con la rueda helicoidal, que recuerda a una de las visigodas del
Conventual de Mérida.
Las impostas de varias puertas de iglesias asturianas - Santu-
llano de Oviedo, Priesca y Valdedios - tienen un baquetón o rollo
en su frente.
Todas estas ménsulas e impostas son de tradición visigoda, y
muy semejantes a algunas de las antes descritas de ese arte.
El procedimiento de volar la solera de. las armaduras sobre mén-
sulas empotradas en el @xtremo del muro es, probablemente, local,
las estrías en las de piedra parecen derivar de formas idénticas de
madera.

252
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

IX.-Modillones, canecillos y ménsulas en la arquitectura mozárabe.

Conservan casi todas las iglesias mozárabes, lo mismo las abo-


vedadas que las de cubierta de madera, aleros con modillones de

De Iglesias mozárabes, de G6111et-More110.


San Miguel de Escalada.-Canecillo. (Siglo x.)

piedra, grandes y de considerable vuelo, formados por varios baque-


tones tangentes y escalonados, dibujando un perfil de lóbulos con-
vexos dentro de otro general de nacela.

o o.so 2.. me.h-os


-========'=========
Dibujo de C. Cat1deira.
San Cebrián de Mazote.-Modillón. (Siglo x.)

Al ser el arte mozárabe filial del musulmán y haberse levan -


tado la mayoría de sus templos por gentes emigradas de Anda-

253
L. TORRES BALBÁS

lucía, es lógico ver en sus modillones una influencia directa de


los cordobeses. Pero hay en ellos elementos ajenos a los de la
gran mezquita andaluza y a los de los restantes ejemplares con-
temporáneos analizados en páginas anteriores. La diferencia funda-
mental estriba, a más de la proporción - mayores los mozárabes
y de mucho mayor vuelo que los musulmanes - en que, dentro
de las circunferencias dibujadas en sus costados, complemento
de los arcos que forman los baquetones, se labraron casi siempre·,

/Ji//{¡'¡,
-~ \
[lv~

De Iglesias mozárabes, de Gómez-.Moreno.


Santiago de Peizalba.-Modillón. (Siglo x.)

con técnica de bisel, ruedas helicoidales y rosetas de seis pétalos,


motivos rarísimos ambos en el arte musulmán español y frecuen-
tes, en cambio, en el africano de época bizantina y en el visigodo.
Hay, pues, motivo para sospechar que estos modillones mozára-
bes, en los que las decoraciones de las circunferencias que hemos
visto en los costados en los ejemplares africanos de Henchir-el-Beguer,
Feriana y Henchir Goussa, y en los visigodos de Barcelona y de
Mérida, han venido lógicamente a ordenarse formando las curvas
de los lóbulos, además de su indudable progenie musulmana, tienen
una herencia visigoda, más remota. Tal vez se inspiraron en mode-
los de madera, en canecillos de la carpintería musulmana, de tradi-
ción cristiana. Abona tal hipótesis, a más de esas diferencias citadas:

254
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

su excesivo vuelo, impropio para modillones de piedra; el conservarse


aún algunos de madera en la iglesia mozárabe de San Miguel de Esca-

De Iglesias mozárabes, de G6111ez-More110.


Santa María de Lebeila.-Modillones de los aleros. (Siglo x.)

lada; su ornamentación, característica de obras de carpintería, y la


técnica calada de las aletas de los modillones de San Millán de la Co-

De Iglesias mozárabes, de G6mez-Moreno.


Santa María de Lebelia.-Modillones de los aleros. (Siglo x.)

golla, más propia también de materiales leñosos que de los pétreos.


Modillones de lóbulos de piedra, con decoraciones de ruedas en

255
L. TORRES BALBÁS

espiral y flores de seis pétalos en los costados, conservan las igle-


sias mozárabes de: San Miguel de Escalada (León), consagrada en 913
(los extremos de los aleros de las naves, pues los intermedios eran
de madera, subsistiendo dos de éstos); San Cebrián de Mazote
(Valladolid), fundación anterior a 916 (Lám. XXIV); Santiago de

San Romdn de l\1oroso.-Modillón


del alero. (Siglo x.)

Peñalba (León), construída de 931 a 937; Santa María de Lebeña


(Santander), fundada hacia 930, aquí con otras decoraciones de hojas,
tallos ondulados, flores, líneas quebradas, etc. (Lám. XXIV); San
Miguel de Celanova (Orense), de hacia 940, como Santa María de
Vilanova en lá misma provincia, iglesia destruída hace algunos años~
pero de la que se conserva un modillón en el museo de Orense
(Lám. XXV); San Román de Moroso (Santander) y San Pedro de
Berlangas, en Tordomar (Burgos) (ro4) (el resto de uno, hallado entre
las ruinas del monasterio).
Los modillones de los aleros de la iglesia de San Millán de la
(104) El Monasterio de San Pedro de Berlangas en Tordomar y su célebre calígrafo el
monje Valerio, por LucIANO HumoBRO Y SERNA («Boletín de la Comisión provincial de Monu-
mentos históricos y artísticos de Burgos~. Año XIV, 1935, p. 288 y fotogr. n.º 4).

256
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

Cogolla de Suso (Logroño), dedicada en 984, son también de lóbulos


en curva de nacela, pero con un suplemento angosto y calado en su
frente, que da forma cuadrangular al conjunto y se decora rica-
mente con trenzas de dos ramales, meandros, segmentos de círcu-
los y polígonos estrellados, a más de las consabidas ruedas en espi-

/\

\'
De Iglesias mozárabes, de Góme~·Moreno.

San Millán de Suso.-Modillón del alero por ambas haces. (Siglo x.)

ral y flores de seis pétalos . (Lám. XXV). Su parentesco con las


impostas-ménsulas de la mezquita de Córdoba [frente del mihrab (966)
y última ampliación de Almanzor (987 a 990)] y de Medina Azahra,
es indudable.
Algunos modillones y ménsulas mozárabes quedaron lisos, sin
decoración, como otros cordobeses. Así son: los de la cornisa del
ábside central de Escalada; unos grandes de caliza, restos de la
iglesia de San Román de Hornija (Zamora), atribuída a la primera
mitad del siglo x; dos sosteniendo los extremos de una cornisa en
el ábside de la iglesia de Santa María de Ribalogio (Lugo), templo
de un monasterio reformado en 927 (105). Lisas también y recor-
tadas, formando lóbulos convexos, son las repisas o ménsulas que
en el interior de la capillita de Celanova sirven de arranque a la
(105) Una iglesita mozárabe, el antiguo monasterio de Santa María de «Ribalogío», por
ANGEL DEL CASTILLO («Boletín de la Real Academia Gallega», Año XXIII, Núm. 201, Coruña
I.º de Febrero de 1928).

257
L. TORRES BALBÁS

bóveda del crucero, y otras sueltas que pertenecieron a la de Vila-


nova y se conservan cerca de su solar.
Guarda el museo Arqueológico de León, como procedente de las
murallas de la ciudad donde figuró entre materiales aprovechados,
un modillón como los mozárabes, con las repetidas ruedas de hélice
y estrellas de seis pétalos en los costados, y una figura grotesca y

De Iglesias mozárabes, de Gómez-Moreno.


San Miguel de Escalada.-Alero del ábside principal. (Siglo x.)

desnuda, con la boca abierta y las manos entre las piernas, ejem-
plar de la transición a los figurativos románicos. Un fragmento de
otro, en el mismo lugar, ostenta faja medial saliente (ro6).
De estos modillones, tienen cuatro lóbulos el del museo de León,
los de Ribalogio y algunos de Lebeña y Moroso; cinco, los dela Cogolla
y Mazote y otros de Moroso y Escalada; seis, varios de Escalada y
Lebeña; en Escalada los hay de siete, como todos los de Peñalba;

(106) Todos estos modillones, excepto los de San Cebrián de Mazote, Ribalogio y Tor-
domar, se describen y reproducen en la obra Iglesias mozárabes, Arte español de los siglos IX
a XI, por M. GóMEZ-MORENO, Madrid, 1919. En San Cebrián de Mazote se ha comprobado
su existencia al realizar recientemente obras de reparación dirigidas por el arquitecto D. Cons-
tantino Candeira, quien amablemente nos ha facilitado datos, dibujos y fotografías de los
modillones encontrados. Un fragmento de uno de éstos tiene las circunferencias incisas, tra-
zadas a compás, sin ornato alguno, y una inscripción según la cual parece fué obra de un
«hijo de Pedro» («Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología», Facultad de
Historia, IV, Valladolid, 1934, pp. 95-99).

258
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

ocho tienen los de Vilanova y Celanova, y diez, los de ángulo de este


último santuario. En algunos de estos aleros, como son los de Esca-
lada, Mazote, Peñalba, Hornija, Lebeña, Ribalogio, Celanova y
Vilanova, el lóbulo su-
perior de sus modillones
es más grande que los
restantes.
Otra réplica de los E
modillones musulmanes v
se reconoce en un edifi- '°d
cio de la España septen-
trional, el pórtico de la
Puerta ferrada de San
Feliú de Guíxols (Gero-
na), obra de fines del si- De Iglesias mozárabes, de G6mez-Moreno.
glo x o comienzos del xr. San Romdn de Hornija.-Modillón. (Siglo x.)
Los capiteles - ménsulas
de piedra de la arquería alta de este pórtico, de forma bizantina de
zapata para recibir el arco, tienen un perfil lobulado con una
ancha parte central saliente. También los arquillos de la cornisa
terminal del mismo pórtico descan-
san sobre pequeñas ménsulas que
parecen inspiradas en los modelos
cordobeses (Lám. XXVI).

X.-Modillones y ménsulas de lóbulos


en la arquitectura románica española.

La arquitectura musulmana de
las regiones meridionales y levan-
tinas de España, y sus hijuelas las
mozárabes y mudéjar, se extienden
Dibujo de A. del Castillo López. principalmente de Sur a Norte, hacia
Santa klaría de Ribalogio.-Modillones
del alero. (Siglo x.) la mitad septentrional de nuestra
Península; las formas del arte romá-
nico, nacido en Francia, comienzan a penetrar en España en el ter-
cer cuarto del siglo xr, difundiéndose según la dirección opuesta
Norte-Sur. Formas románicas transpirenaicas y formas musulmanas,

259
L. TORRES BALBÁS

originarias casi siempre de Andalucía, se mezclan, en muy distintas


proporciones, en gran número de edificios de la España cristiana
durante los últimos años del siglo XI y las dos centurias siguientes.
A la formación de ese arte románico nacido
al Norte de los Pirineos tal vez contribuyeran,
según una hipótesis reciente aún no suficien-
temente· elucidada, aportaciones de las arqui-
tecturas musulmana y mozárabe de España.
Es indudable que en varias iglesias francesas
hay una serie de elementos secundarios de po-
sible procedencia hispánica, como son: arcos
de herradura y de lóbulos; alfices (ro7); bóve-
De Iglesias mozárabes,
das cupuliformes con arcos resaltados (ro8);
de Gómez-.Moreno. puertas salientes, cobijadas por cornisas de
Santa María de Vilanova.
Ménsula. (Siglo x.)
modillones; cimacios en nacela; aleros con mo-
dillones de rizos y de rollos (rog). Respecto
a éstos, conviene señalar que la disposición de alero común a toda la
arquitectura románica, formado por losas voladas sobre modillones de
piedra, aparece desde la segunda mitad del siglo IX en la mezqui-
ta de Córdoba y en la de las Tres puertas de Caimán (866), y
se repite durante el x en casi
todas las iglesias mozárabes.
(107) Tal vez también los arcos
agudos, que aparecen en la mezquita
de Córdoba en la segunda mitad del
00
siglo x. El alfíz recuadrando un arco ~
(Cluny y algunos otros santuarios) se o
ve en las naves de templos románi-
cos alemanes e ingleses: Palmizelle,
Hamersleben, Hildesheim (S. Gode-
hard), Maulbronn, Sekkan, Carlisle.
(108) La progenie hispanomitsul-
mana de las primeras bóvedas nervadas
francesas y los orígenes de las de ojivas,
por LEOPOLDO TORRES BALBÁS, apud
Crónica arqueológica de la Espai'ía
Musulmana, III (<(Al-Andalus», III,
I935, pp. 398-410).
(109) Otras disposiciones decora-
tivas como, por ejemplo, la poli-
cromía de los materiales, pudo llegar De Iglesias mozárabes, de Gómez-More110.
a Francia por caminos distintos de León.-Museo arqueológico: modillón de piedra.
los que cruzan el Pirineo. (¿Siglo xr?)

260
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

En numerosos templos románicos españoles se encuentran


aleros con modillones de lóbulos o rizos. Cabría pensar de algunos
si, como los restantes elementos de ese estilo, vinieron de Francia,
pero múltiples razones (proximidad a los modelos musulmanes,
forma, etc.) abonan la directa procedencia de la mayoría y, sobre
todo, de los más antiguos, sin que ello excluya la existencia de
casos en los que pudieran haber retornado a la Península desde
el país vecino, ya que las formas artísticas no caminan siempre en
una dirección constante, como las aguas de los ríos.
Analicemos los modillones de nuestros templos románicós cuyas
formas, muy semejantes a las de otros musulmanes y mozárabes,
parecen demostrar una procedencia directa de éstos. Tal es el caso
de ese modillón del museo leonés descrito al tratar de los mozá-
rabes, en el que se unen la forma y ornamentación de rosáceas y
hélices, común a todos éstos, con la representación de un ser gro-
tesco, tan repetida por la plástica románica.
Semejantes a los modillones musulmanes del castillo de Gormaz,
son los de dos monasterios no muy distantes de él: varios apareci-
dos y conservados en el de Santo Domingo de Silos (Burgos), y los
del tejaroz del lucillo que estuvo en el claustro de San Pedro de
Arlanza y hoy está en el de la catedral de Burgos, sepultura atri-
buída al legendario Mudarra y en cuya losa se lee la fecha «era
MCXLIII», correspondiente al año no5 (rro) (Lám. XXVII). Ejem-
plares semejantes, alternando con otros de distintos tipos, sostie-
nen la renovada cornisa de la iglesia de Santa Susana, en Santiago
de Compostela (Lám. XXVIII).
Tienen, tanto los citados modillones de Silos como los del ente-
rramiento de Arlanza y los de la iglesia compostelana, doble serie
de roleos o rizos arrancando de un perfil recortado en nacela.
Se conservan también en Silos varias cobijas cuyo haz se adorna
con tacos, alternando en sus cantos con roleos y palmetas, iguales
estas últimas a otras labradas en la puerta de las Vírgenes que
comunica el claustro con el templo silense. Todos estos restos debie-
ron formar parte del tejaroz o cornisa de esa puerta (fechada por
Gómez-Moreno en los comienzos del siglo XII y anterior a las alas
más viejas del claustro), pues al le'Jantar recientemente la escalera
(no) MANUEL GóMEZ-MoRENO, El Arte románico espMíol, Madrid, 1934, pp. 96 y 97
En uno de los dos modillones centrales del sepulcro de Arlanza se sustituyeron los rizos por
una cabeza de león de talla románica.

261
L TORRES BALEAS

de piedra que salvaba el desnivel entre el claustro y la puerta, han


aparecido fragmentos iguales a los reseñados.
Rizos y representaciones de hombres, animales o seres fantásticos
(en algunos sustituídos por motivos vegetales), tienen: los modillones de
los aleros de las capillas de San Juan Evangelista y de San Bartolomé,
en la girola de la catedral de Santiago de Compostela (Lám. XXVIII);
las ménsulas que apean los tímpanos de la portada de las Pla-
terías en el mismo santuario (cabezas como de león y lobo, entre
lóbulos y rizos, obra de hacia noo), y de
la puerta de San Esteban de Comilón (León;
cabezas de fiera entre nacelas recortadas en
rizos; 1093-rroo). A los rizos con los que se
acusan los costados de los cilindros o rollos,
sustituyen en otras ocasiones circunferencias
o discos: modillones de aleros en la catedral de
Santiago; modillones con rollos y figuras o
motivos vegetales en las iglesias de Villar-
De Iglesias mozárabes, mún (León) y de Santa Marta de Tera
de Gó:nez-M areno. (Zamora); modillón en la cornisa de la ca-
Modillón románico leonés,
de rollos. pilla mayor de la catedral de Jaca, con rollos
y una figura de mono con collar y un palo.
Modillones tan sólo con rizos a los costados hay en los aleros de
San Martín de Frómista (Palencia) (Lám. XXIX), y, aunque no abun-
dantes, en los que rodean los ábsides de la catedral de Santiago de
Compostela; otro, aparecido entre escombros, se conserva en San Isi-
doro de León.
Un nuevo tipo que se ve también en la cabecera de la catedral
compostelana, sobre todo en la capilla mayor, consiste en rollos
o cilindros horizontales, acusados por rizos en los costados, y una
aleta central saliente. Un ejemplar de esta serie se guarda en el
patio de San Clemente de la misma ciudad; parece se encontró en
las excavaciones del coro de la catedral (Lám. XXIX). Otros análogos
existen en el hastial moderno de la iglesia compostelana de Santa
Susana, tal vez -supone el Sr. Gómez-Moreno- procedentes de los
aleros de la girola de la catedral, desmontados en el siglo xvn. En la
colegiata de Santa María del Sar, también en Compostela, los hay de
rollos o cilindros con vástago medial y otros con aleta saliente.
El modelo de éstos se halla en la mezquita de Córdoba, pero los
de Santiago son tan semejantes a los que sistemáticamente se

262
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

repiten en las cornisas de numerosas iglesias del centro de Francia


y, sobre todo, de Auvernia, que hay que suponer pertenecen a la
misma familia. Varían únicamente en el número de rizos, coinci-
diendo, lo que confirma su parentesco, pues de ninguna manera
puede interpretarse como un hecho fortuito, en que el rizo inferior
de los compostelanos y de casi todos los franceses está invertido,

Segovia.-San Martín: sepulcro sobre ménsulas, en el pórtico. (Hacía 1200.)

lo que también ocurre en algunas de las ménsulas de la última


ampliación del santuario cordobés. En otro lugar (nr) hemos inten-
tado demostrar el galicanismo de la arquitectura de la catedral
compostelana; los modillones de rizos con aleta central que sostie-
nen parte de sus aleros no sabemos que aparezcan en España más
que en Santiago, mientras que, como queda dicho, se repiten en
gran número de iglesias del centro de Francia, afirmando aún más
que se trata de un elemento de importación galicana, sin que sepa-
mos cómo llegó anteriormente a esas regiones transpirenaicas desde
la antigua corte califal.
Pero el tipo de ménsulas y modillones de lóbulos más difundido
en los monumentos románicos españoles, es el simplificado de rollos
o cilindros horizontales, escalonados y lisos, que se encuentra en el
(nr) Arte de la Alta Edad Media, por MAX HAUTTMANN, Barcelona-Madrid-Buenos Aires,
1934, pp. 182-185.

263
L. TORRES BALBÁS

santuario cordobés desde la segunda mitad del siglo VIII. Uno de


esa forma se conserva, suelto, en el monasterio de Santo Domingo
de Silos (Burgos); otros hay (no se pretende citar más que algunos
ejemplos) en las cornisas de: San Martín de Frómista (Palencia)
(escasos; hacia 1070); San Isidoro de León (de tres rollos, abundan-
tes .en los aleros de las partes de la segunda época; últimos años del
siglo XI); iglesia de
Villarmún (León;
14
' ('
fines del siglo XI);
San Martina de Val-
d etu éj ar (León);
iglesia del cemente-
rio de Torquemada
(Palencia, seis ro-
llos); catedral de
Jaca (Huesca; de
cuatro a seis rollos
en las cornisas de las
naves y diez en la
del crucero; últimos
años del siglo XI) ;
San Salvador de Se-
Modillón francés de rizos, según Brutails. púlveda (Segovia;
hacia rroo); Santa
Cruz de la Serós (Huesca; hacia rroo); Santa María del Mercado en
León (de cinco rollos; primera mitad del siglo xn); Santa María la
Nueva de Zamora; San Andrés de Avila; Santa Marta de Tera (Zamo-
ra); San Millán de Segovia; Santa María del Sar en Santiago de Com-
postela (La Coruña); catedral de Lérida (rrz). Este tipo de modillón
se empleó como ménsula, recordando su primitiva función en Cór-
doba y en algunas iglesias mozárabes: en el arranque de los arcos
de la cúpula del crucero de la catedral de Jaca (Huesca; tres rollos),
y de la iglesia de Torres del Río (Navarra; apeando los arcos de la
cúpula de nervios de trazado musulmán); salvando el vuelo de los
arcos de la torre Alfonsí del castillo de Lorca (Murcia; de cuatro
rollos), y sosteniendo sarcófagos de piedra en el pórtico de San Mar-
(II2) La mayor parte de los datos referentes a estos modillones de rollos en monumen-
tos españoles y a su cronología, proceden de la obra citada de D. MANUEL GóMEZ-MORENO,
El Arte románico espafíol.

264
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

tín de Segovia.: Se repite también en un grupo de iglesia.s románi-


cas aragonesas y sorianas de fecha avanzada: San Miguel de Daroca
(Zaragoza); San Miguel, Nuestra Señora del Campanario y San Vicente
de Almazán, Villaciervitos y Caltojar (Soria). A este grupo tal vez
deban adscribirse los modillones, igualmente de rollos lisos, de los
aleros de los monasterios cistercienses de Santa María de Huerta
(Soria) y de Santa María de Ovila (Guadalajara; en el refectorio,
demolido recientemente). Los modillones lisos suelen aparecer mez-
clados con otros de distintos tipos en la mayoría de los monumen-
tos que se citan, pero en las edificaciones cistercienses de Huerta
y Ovila y en algunas iglesias aragonesas y sorianas de influencia
mudéjar, construídas a fines del siglo xn o en el siguiente, todos
son de ese tipo e idénticos. En varios monumentos leoneses predo-
minan también éstos de rollos.
\

XI.-Modillories de lóbulos en la arquitectura románica francesa.

Desde que Viollet-le-Duc escribió sobre los modillones de rizos


o lóbulos, los arqueólogos que estudian el arte románico francés
los citan frecuentemente; pero aun no se ha analizado con algún
detenimiento y precisión su procedencia, variedades, repartición geo-
gráfica y cronología.
En las páginas siguientes se intenta recoger, a falta de un estu-
dio directo de muchos monumentos situados en zonas extensas y
distantes, los datos publicados acerca de esos modillones en Fran-
cia, a sabiendas de que las conclusiones deducidas con tan parvo
material tan sólo pueden aceptarse provisionalmente.
Se ven en los monumentos románicos del país vecino casi las
mismas variedades de modillones de lóbulos (rr3) descritas en los
coetáneos españoles, pudiendo agruparlos en tres tipos principales.
El más repetido, y a la par el de ejemplares más homogéneos, res-
ponde a la forma de rizos en los costados y aleta central estrecha,
con la particularidad de que, contra lo corriente en los aleros romá-
nicos, suelen ser idénticos los modillones de un mismo edificio;
iguales a éstos tan sólo se encuentran en España en Compostela,
y en no muy crecido número, como se dijo en páginas anteriores.

(II3) Con cuatro a seis lóbulos.

265
L. TORRES BALBÁS

Durante bastantes años pasaron los de este tipo por caracterís-


ticos del románico de Auvernia, al encontrarse en numerosos monu-
mentos de los departamentos de Puy-de-Dome (Notre-Dame du
Port, de Clermont-Fe-
rrand; Notre-Dame de
Chamalieres; Saint Aus-
tremoine d'Issoire (Lámi-
na XXX); Besseen-Chan-
desse (resto); Saint-Myon
(no todos son de rizos);
Saint-Saturnin (iglesia y
capilla de Sainte-Madelei-
ne); Pont-du-Chateau;
Saint-N ectaire; Mozac;
Courpieres; Aulnat; Chau-
riat; Orcival; iglesia y sala
capitular de Saint-Cerneuf
de Billom, y la capilla circu-
lar de Chambon, y de Can-
tal (Riomes-Montagne y
Trizac). Pero su'zona de di-
fusión es más amplia, ex-
tendiéndose por el centro
de Francia, pues también
los tienen los aleros de algu-
nas iglesias de los depar-
tamentos de Loir-et-Cher
Dibujo de Viollet-le-D11c.
Clernzont-Fe1'rand.-Notre-Dame du Port: alero.
(Selles-sur-Cher) (Lámi-
(Siglo XII.) na XXX); Cher (Mont-
louis: los rizos se reducen
en los modillones de esta iglesia a espirales); Allier (Ebreuil, Meillers,
Chatel-Montagne, Saint-Menoux); Saóne-et-Loire (Saint Philibert de
Tournus); Haute-Loire (Saint-Julien de Brioude, Blesle); Haute-
Vienne (Saint-Leonard), y Aveyron (Sante-Foi de Conques) (rr4).
Clasificamos en el segundo tipo los modillones de rizos y rollos

(114) El modillón de la iglesia de Chambon puede verse reproducido en la obra de JuLES


GAILHABAUD, L'Architecture du veme au XVIIeme siecle, Tome troisieme, Paris, 1858; la cor-
nisa y modillones de Issoire, en la de G. DEHIO y G. v. BEZOLD, Die Kirchliche Baitkunst des
Abendlandes, Atlas, Stuttgart, 1892, Taf. 317.

266
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

que ostentan en su parte central, en lugar de la aleta saliente de los


anteriores, representaciones de seres (reales o fantásticos), hojas
y otros motivos. Estos modillones, frecuentes en la región del
Berry (rr5), suelen alternar con otros, no de lóbulos, muy variados
de formas y representaciones, como son los de casi todos los aleros
románicos. Un ejemplar único de este segundo tipo hay en el ábside
de la iglesia abacial de
Ronceray de Angers
(Maine-et-Loire; tiene
un águila); otros: en la
capilla de Saint-Gilles
de Montoire (Loire-
et-Cher; con persona-
jes grotescos); en las
iglesias deCondé (Cher;
N éris (Allier; en las
naves, muy deteriora-
dos, con cabezas de
animales); Saint-Hilai-
re de Poitiers (Vienne,
en la torre-campana-
rio del Norte (rr6)
(Lám. XXXI); Sainte-
Radegonde (Indre-et- Dib11io de Cha11liat.
· Ebreuít.-Notre-Dame: alero del brazo Norte del crucero.
Loire; d e nzos con ca- (Siglo xn.)
ras grotescas); Thevet-
Saint Martin (Indre); Mauriac (Cantal); Lescure (Tarn; rizos y rollos
con cabezas humanas y de animales) (Lám. XXXII).: Saint-Sernin de
Toulouse (Haute-Garonne; cabecitas humanas y de animales sobre-
puestas en los modillones (Lám. XXXI) y ménsula izquierda, de már-
mol, en la puerta Miegeville, en la que se esculpieron al rey David y a
unos monstruos); Souvigny (Allier; en los restos de la iglesia primitiva,
cornisa sobre modillones decorados con ri20s y caras toscamente labra-
das); Saint-André de Cháteau-Landon (Seine-et-1\!Iarne; modillones de

(II5) RENÉ CROZET cita numerosos ejemplares de esta región ( L' Art roinan en Berry,
p. 225, n. l).
(II6) RENÉ CROZET, La corniche dtt cloc/ter de t'église Saint-Hilaire de Poitiers («Bulletin
Monumental», 1934, pp. 341-345). Hay también en esta cornisa modillones de rollos lisos y
. otros con aleta central, decoraciones vegetales, etc.

267
L. TORRES BALEAS

rizos, con caras y diversos motivos sosteniendo una .cornisa en la fa-


chada). Los ejemplares citados están en una zona del centro y medio-
día de Francia situada al occidente de la del tipo anterior.
El tercero y último tipo comprende los modillones de lóbulos
o rollos tangentes, lisos; alternan a veces, en un gran número de
monumentos, repartidos por toda Francia, con otros de diferentes
formas, y en algunas ocasiones se
repiten idénticos en los aleros de Un
mismo edificio,. Tenemos noticia de
ejemplares: e~ el campanario de
Saint-Front de Périgueux (Dordo-
gne), antes de la restauración, con-
servándose algunos en el museo de
Périgueux (rr7); en los templos de
Monlis (Gironde), de Brezons (Can-
tal), de Beaulie (Haute-Loire) y en
el del Hópital Saint-Blaise (Basses
Pyrénées), este último de clara in -
fluencia hispanomusulmana. En
Saint-Germain des-Bois (Cher) hay
modillones de rizos, sin ningún otro
Dibujo de Chauliat. aditamento. Lambert cita una modes-
Ronceray d'Angers. -Iglesia abacial:
modillón. (Comienzos del siglo xu.)
ta ie1esia
.._,
rural del Berry (rr8), la de
Saint-J eauvrin (Cher), en cuyos mo-
dillones se superpusieron las tres variedades de los cordobeses (ng).
Como casos excepcionales, al margen de esta clasificación, se
citan: un modillón único en el brazo Sur del crucero de la Trinité
de Vendóme (Loir-et-Cher), con ancha aleta medial ricamente
decorada en su frente . recordando extraordinariamente a algunos
de la fachada del patio de los Naranjos de la mezquita de Córdoba;
los modillones de Saint-Etienne de N evers (Nievre), muchos de
ellos rehechos al restaurarla, dominando los de rizos con prolonga-
ción de estrellas y rosáceas, y los de varias iglesias del Sudeste
cuyas formas decora ti vas parecen la transcripción de otras vistas
en las numerosas ruinas de edificios romanos subsistentes en esta

(u7) También los hay en Saint-Front con aleta central.


(118) CROZET publica una lista de iglesias del Berry con modillones de este tipo (L'Art
romanen Berry, p. 226, n. 2 y fig. 95).
(119) E. LAMBERT, L'Art hispano-mauresque et l'Art roman («Hespéris», 1933, p. 34).

268
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

región, por lo que los modillones de sus aleros, cornisas y fronto:q.es son,
en fecha avanzada del siglo XII, idénticos al tipo general del corintio
romano: Notre-Dame des Doms en Aviñón (120) (Lám. XXXII); igle-
sia de Thor (Vaucluse); etc. Abundan también en la misma comarca
modillones parecidos a los anteriores, pero conservando solamente
la hoja de acanto clásica, suprimida la S: Saint-Sauveur d'Aix;
capilla de Saint-Gabriel (Bouches
du Rhone); etc. Este tipo alcanzó
gran difusión, viéndose ejempla-
res aislados en iglesias de regio-
nes muy distantes de las meri-
dionales de su origen. A una in-
fluencia meridional también deben
responder los modillones de N otre-
Dame du Pré en l\fans (Sarthe),
que, en cambio, han conservado
la S de los romanos (121).
Estos franceses tan cercanos
de los clásicos han de emparejarse
con otros de Italia, en donde no
hubo solución de continuidad en
el empleo del modillón corintio
durante toda la Edad Media, desde Dibujo de c1ta lia1. 11

la arquitectura imperial romana Vendóme.-La Trinité: modillón en el cru-


cero. (¿Siglo xr?)
hasta la del renacimiento y aun
hasta la de nuestros días. Pero su empleo se intensificó a fines del
siglo XII y en el XIII, coincidiendo con la fecha en la que aparecen
en algunas iglesias del mediodía de Francia. He aquí algunos ejem-
plos de su uso en Italia: en el siglo XII, los de San Michele y de
Santa l\'Iaria Foris Portam, de Lucca; en el XIII, los de los claustros
de Santa Scolastica in Subiaco (lisos); de la abadía de Sasso-
vivo, junto a Foligno (1229-1233; claustro labrado en Roma por
Pietro di Maria), y de San Giovanni in Laterano (hacia 1230; obra
del V assalletto).
Pero no solamente se encuentran modillones de rizos o lóbulos
en el mediodía y centro de Francia. También los hay en Normandía,
(rzo) Este édificio sufrió en 1859 una restauración radical, obra de Revoil.
(rzr) En el alero de Mans no todos los modillones son de SS y rizos, habiéndolos de for-
mas muy variadas.

269
L. TORRES BALBÁS

de los diferentes tipos descritos, como lo prueban los existentes en


las abadías de Jumieges y de Saint Georges de Boscherville (Seine-
Inférieure), en la capilla Saint-Georges du Chateau, en Caen (Cal-
vados) y en la de Saint~Eloi de Naassandres (Eure) (122). ·
No es dudosa la procedencia hispánica de todos estos modi ~
llones lobulados y de rizos, y muy verosímil, dada su abundan-
cia y la semejanza de sus formas con la de nuestros monumentos
musulmanes que, como ya se indicó en páginas anteriores, los aleros
románicos procedan también del arte hispanomusulmán, sustitu-
yendo a las modestas cornisas de arquillos, llamadas antes, con
nombre poco feliz, lombardas, y ahora, con no mayor propiedad,
del primer arte románico. Ni en la arquitectura bizantiná ni en la
visigoda, se encuentran antecedentes de aleros de losas de piedra
sobre modillones; en los escasos edificios merovingios y carolingios
conservados, si alguna rara vez aparecen, es con modillones lisos.
A la arquitectura románica pudieron llegar, a través de la inter-
pretación de cornisas romanas, desde algunos monumentos de la
península itálica -y, mas concretamente, de Roma--, levanta-
dos entre los siglos VI y x, o desde edificios musulmanes de Occi-
dente, en los que aparecen a partir de la segunda mitad del siglo IX
(Córdoba y Cairuan) (123).
Para Bréhier, al que han seguido, entre otros, Puig y Cadafalch,
Deschamps y Gaillard (124), el modillón de rizos francés es una
(122) Desconocemos las formas de otros modillones de rizos o lóbulos, citados por arqueó-
logos franceses, en las iglesias de: Riviere (Indre-et-Loire); Saint-Benigne de Dijon (Cóte-d'Or);
Saint-Jean le Vieux de Perpignan (Pyrénées Orientales); Anzy-le-Duc y Monceaux l'Etoile
(Saone-et-Loire); Vouthon, Pereuil y Moulidars (Charente); Courpiac (Aveyron); Clairac
(Lot-et-Garonne); Saint-Gildas de Rhius (Morbihan); Aigueperse (Puy-de-Dóme); Lanobre
(Cantal); Saint-Martín de Laon (Aisne); Neuvy-Pailloux, La Champenoise y Lye (Indre);
Saint-Lazare de Noyers (Loir-et-Cher); Saint-Jean-de-Colé y Chancelade (Dordogne); Notre-
Dame y Saint-Pierre de Chauvigny (Vienne).
(123) Hay modillones de barro cocido en la iglesia de Pommiers (Loire), semejantes a otros
del siglo IX o x que, moldurada su extremidad en forma de goterón, han aparecido hace poco
tiempo en las iglesias de Germigny-des-Pres y de Saint-Benoit-sur-Loire (Loiret) («Bulletin
Archéologique du Comité des Travaux Historiques et Scientifiques1>, Années 1930-1931, Paris,
J 934, p. II9}. Uno de los tres encontrados en Germigny-des-Pres, en el exterior y cerca del

ábside Norte, se reproduce en el volumen del Congres Archéologique de France, XCIJJe session
tenue a Orléans en I930, Paris, 1931, p. 564.
(124) BRÉHIER, L'Art en France, des invasions barbares a l'époque romane, Paris, 1930;
Lou1s BRÉHIER, Que faut-il entendre par le terme d'art roman auvergnat? («Bulletin Archéologi-
que», Années 1930-1931, Paris, 1934, pp. 280 y 549); J. PmG I CADAFALCH, Le premier art
roman, Paris, 1928, pp. 33-36; Nouvelle Histoire universelle de l'Art, Tome premier, Paris,
p. 244; G. GAlLLARD: Les conmencements de l'Art roman en Espagne («Bulletin Hispanique»,

270
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

importación mozárabe en la época carolingia, interpretada por escul-


tores indígenas y adoptada, finalmente, en toda la Auvernia; del
siglo x supone que son los modillones de rizos, muy arcaicos, con
aleta curva medial, sosteniendo losas cuyo haz se decora con estre-
llas lobuladas, de la iglesia de Notre-Dame de Chamalieres (125);
concediéndoles esa antigüedad, serían los precedentes de los cla-
sificados en el primer tipo. Algunos modillones, como los de Pont-
du-Cháteau, tienen círculos con estrellas en los costados (126), en
lo que se asemejan a otros de San Millán de la Cogolla, pero sus
rizos, elemento fundamental y constante, no se encuentran en los
mozárabes, ni la aleta medial más que en los de la citada iglesia
riojana. Juzgando por la variedad de formas de los modillones de
lóbulos en los monumentos franceses, parece más prudente afirmar
que responden a influencias hispanomusulmanas procedentes de dis-
tintos lugares y monumentos, transmitidas en diferentes épocas.
Entre sus antecedentes no hay que referirse exclusivamente a las
iglesias mozárabes del siglo x o a la mezquita de Córdoba ni olvi- 1

dar los vuelos de ménsulas y canecillos de. la carpintería hispano-


musulmana, de la que queda un magnífico ejemplo en la techumbre
de San Millán de Segovia, obra del siglo XII. Esta trasposición de
formas de madera en piedra, puede explicar principalmente los
modillones con rizos y aleta de la Francia central y los techillos de
cupulitas de lóbulos ahuecados en las losas de las cornisas, soste-
nidas por modillones de rizos o baquetones, de algunas de las igle-
sias citadas (Notre-Dame du Port en Clermont-Ferrand y Mozac,
Ebreuill, Blesle, Saint-Front de Périgueux) (127). Trasposición de for-
mas de madera pudieran ser también algunas de las tabicas decoradas
de estas cornisas, como las de la torre de Saint-Hilaire de Poitiers.

Tome XXXVII, 1935, p. 285). Siguiendo a Male, se ha supuesto repetidamente que el origen
de estos modillones está en la mezquita de Córdoba, pasando a Francia merced a las pere-
grinaciones a Compostela.
(125) Se reproduce un dibujo de uno de ellos, de Bréhier, en la obra citada de PurG l
CADAFALCH, Le premier art roman, p. 33, fig. 13.
(126) Debo este dato al arquitecto D. Félix Hernández, que ha estudiado recientemente
algunas de las iglesias románicas francesas con modillones de lóbulos.
(127) Cuatro lóbulos, como los techillos de madera de San Millán de Segovia, tienen
os de las cornisas de las iglesias de Clermont-Ferrand, Ebreuil, Mozac, Issoire y Périgueux.
La cornisa de la rotonda de Saint-Benigne de Dijon tenía su intradós decorado con rosáceas,
óvalos y rombos ahuecados. Techillos con cupulitas lobuladas hay también en la cornisa
de la catedral de Lérida y en la carpintería mudéjar se labran hasta época avanzada (sillería
de Santa Clara de Astudillo, del siglo xrv).

271
L. TORRES BALEAS

Falta tratar de la cronología de estos modillones. Pero la de


muchas iglesias románicas es aún tema continuo de discusión entre
los arqueólogos del país vecino, a pesar de los laudables estudios
de Deshoulieres para aGlararla (128), siendo aún más delicado pre-
cisar la fecha de aleros y cornisas, pequeños elementos que, por su
emplazamiento, pudieron ser labrados después de abierto al culto
el monumento o en reparaciones posteriores. Entre éstas figuran las
radicales obras de restauración realizadas en el siglo XIX en casi todos
los grandes santuarios, obras que, además de restarles belleza y auten-
ticidad, complican su estudio, obligando a comenzarle por el de la dife-
renciación de las partes antiguas de las que el arquitecto-restaurador
hizo copiando aquéllas, y de las que inventó, arbitrariamente unas
veces y otras por carecer de datos de las disposiciones primitivas.
Ateniéndonos a las fechas dadas por Deshoulieres y a los trabajos
más recientes, intentaremos hacer una clasificación cronológica.
En iglesias o parte de ellas del siglo XI están los modillones:
de la Trinité de Vendome (un ejemplar único en el brazo Sur del
crucero, resto del templo consagrado en 1040; Urbano II bendijo
un altar a la entrada del presbiterio en 1098); de Sainte-Foi de Con-
ques (Lasteyrie, Deschamps, Vallery-Radot y últimamente Deshou-
lieres, creen fué construído este templo por el abad Odolrico entre
1030 y 1065, mientras Gómez-Moreno lo supone de fecha más
reciente) (129); de la torre aislada de Saint-Hilaire de Poitiers (estaba
construída, al parecer, en 1045; cuatro años después se consagró
la igíesia, obra del arquitecto inglés Gautier de ·coorland; hubo
una nueva campaña constructiva en· 1080. La primera fecha, dada
por Lefevre-Pontalis, ha sido discutida recientemente; no creemos
que a los modillones de lóbulos de la torre se les pueda asignar
época tan remota, ni, como afirma Deshoulieres, que las tabicas
sean de 1045 y el resto de la cornisa de 1080; toda ella es obra uni-
forme); de Saint-Etienne de Nevers (comenzada después de 1068 y
consagrada en 1097); de la abadía de Jumieges (comenzada en 1040
y consagrada en 1067); de la torre-campanario de 'Saint-Front de
Périgueux; de N eris (hacia 1070), y de Saint-Gilles de Montoire
(último cuarto del siglo XI).
(128) Au début de l'Art roman, Les églises de l'xr siecle en France, Paris, 1929; Eléments
datés de l'art roman en France, Paris, 1936.
(129) DEsHOULIERES, en su último libro citado, afirma que son de hacia 1045 el plano
Y las partes inferiores del monumento; el resto, y los aleros, de fecha indeterminada.

272
L\:\IINA XXI

Toledo.-Palacio de Fuensali-
da: detalle de la puerta de
entrada. (Siglo xv.)

San Pedro de Dueí'ias.-Claustro del monasterio. (Siglo xv.)

273
LÁMINA XXII

Cu riel de los Ajos.-Castillo-palacio: guarnición de yeso de una puerta (destruída).


(Año 14rn.)

274
LAMINA XXIII

Segovia.-ConYento de San Antonio el Real: ménsula sos-


teniendo el cobertizo de la puerta de entrada. (Siglo xv .)

Daroca.-Casa llamada de don Juan de Austria: detalle


· del patio. (Segunda mitad del siglo xvr)

275
LÁl\IINA XXIV

San Crbl'ián de Mawtr.-:.foclíllón (Siglo x.)

Santa María de Lcbci/a.-.i..1cro. (Siglo x.)

276
Orense.-::.\Iuseo arqueológico: modillón procedente de Santa :\Iaría de Vilanova.
(Siglo x.)

San 1lli!ld11 de la Co¡;ol!a de Suso.-Alero del templo. (lJltimos años del siglo x.)

277
LA::\IINA XXVI

Sa11 Fcliú de Gufxols.-Pórtico de la puerta Ferrada: Yentanas de la planta superior y capitel


de estas Yentanas. (Fines del siglo x.)

278
L\.:\IIXA XXVII

Sa¡¡fo Domingo de Silos.-l\Ionasterio: modillón que estm·o en el guardapolvo


de la puerta de las Vírgenes. (Hacia r roo.)

Burgos.-Claustro de la Catedral: sepulcro llamado de l\Iudarra. (¿Año no5?)

279
LAl\IIN A XXVIII

Santia¡;o de Co111poslcla.-Sania Susana: alero.

S({nfia¡;o de Co111poslela.-Catedral: modillones del alero de la capilla de San Bartolomé.


(Hacia Tioo.)

280
LAMINA XXIX

Frómista.-San i\Iartín: aleros. (Fines del siglo xr.)

Santiago de Composte!a.-~Iotlillón proccdl'I1le


de la catedral. (Hacia 1100.)

281
LAlVIINA XXX

Sel!cs-si'tr-Clzcr.-Tglcsia: alero ele una de las capillas de la girola. (Siglo xrr.)

Jssoire.-St.-Austrcmoinc: ;ilcro ele una ele las capillas de la girola. (Segundo tercio
del siglo x1r.)

282
L\MINA XXXI

Poitiers.-Saint-Hilaire: cornisa en la torre-campanario. (¿Siglo xr?)

To1t7011se.-Saint-Sernin: alero de la puerta Sur. (Primer cuarto del siglo xn.)

283
LAMINA XXXII

Dibujo de Raguc11et.
Lesrnre.-Saint-Michcl: detalle del alero. (Siglo x1r.)

Dió11jo de Revoil.
Aviizón.-Notre-Dame des Doms:
alero del cimborio. (Siglo xn.)

284
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

La desaparecida roton.da de. Sainte-:-Benigne de Dijon, ·de la cual


se conser~a un canecillo de lóbulos en el museo: Lapidario de esa
ciudad·(130), era, para algunos, del siglo xr; Terret cree se restauró
en los prirne;ros años del siguiente. También se atribuyen a uno u
otro siglo la.s capillas, con aleros de modillones de rizos, de la girola
de Saint-Philibert de Tournus. La iglesia abaCial de Ronceray
d' Angers, que. conserva un solo modillón de lóbulos, se empezaría
a construir después de 1088, fecha en la qu,e un incendio destruyó
el barrio en el que estaba, consagrándose, :por segunda vez, en lII9.
En época avanzada del siglo xrr se levantaron casi todas las
iglesias auvernienses con modillones de rizos y aleta saliente: Saint-
Nectaire entre 1146 y n78; Saint-Saturnin y Notre-Darne du Port
de Clerrnont-Ferrand a fines del siglo; Orcival entre su segundo y
tercer cuarto; la abacial de Issoire en el segundo tercio de la misma
centuria. Aun iglesias góticas del siglo xrrr, corno la de Aigueperse,
tienen aleros con modillones de rizos (131).

RESUMEN

La arquitectura romana utilizó para sus vuelos, en los monu-


mentos construídos en los tres continentes por los que se extendía
el Imperio, modillones y .ménsulas de forma de S, más o menos deco-
rados, cuyos antecedentes, a través de las arquitecturas griega y
etrusca, cabría investigar en la egea. A los numerosos ejemplares
de piedra y mármol que ·se conservan, habría que añadir, para tener
idea de su gran difusión, los no escasos de forma semejante que sin
duda existieron, labrados en madera, en armaduras, aleros, etc.,
obras pertenecientes a una técnica, corno es la de la carpintería
romana, que ignorarnos totalmente (132).

(r30) Se ven modillones de lóbulos en el exterior de este templo en uno de los dibujos
de P. V. Antoine, conservados en la Biblioteca de Dijon y publicados por }EAN MoREAU,
en su obra Dijon a la fin dit XVIJJe .siecle, d'apres les goitaches de P. V. Antaine, Dijon 1893,
según cita de PuIG I CADAFALCH (Le premier art roman, p. 34, n. (3)).
(r3r) M. DEsHOULIERES, Les corniches romanes (<(Bulletin Monumentel», 1920, p. 55).
(r32) GIOVANNONI, Op. cit., p. 77. SALADIN afirma haber encontrado en el templo de
Sbeitla (Túnez), en la cara interior del frontón y en los muros laterales, las cajas que indica-
ban la forma y disposición de su armadura de madera, de la que hizo un ensayo de recons-
trucción en el que aparecen los tirantes apeados en ménsulas (Encyclopédie de l'Architec-

Archivo espafíol de arte y arqueología, núni. X XXV.-10.

285
L. TORRES BALEAS

Persistió la misma forma, para satisfacer necesidades análogas,


en la arquitectura medieval de Roma y en la bizantina. Las cris-
tianas de Siria y Asia Menor se mantienen igualmente, en sus ele-
mentos volados, bastante fieles a la herencia clásica.
Pero en la arquitectura cristiana del Norte de Africa, del siglo IV
al vrr, olvidadas las técnicas tradicionales, al interpretar obreros
rudos e ignorantes los modelos romanos de elementos volados, los
desfiguran bárbaramente, modificando su forma, ornato y técnica,
con tendencia a la simplificación extrema. En el siglo VI las espi-
rales del modillón antiguo y el incurvamiento de la hoja de acanto
se han convertido en una sucesión de torpes curvas convexas y
escalonadas, y en sus caras laterales comienzan a aparecer rosá-
ceas, ruedas de hélice y decoraciones de tipo geométrico, sin rela-
ción alguna con las curvas del perfil.
En las ménsulas visigodas puede seguirse el mismo proceso de
desintegración que en las africanas. Vemos en ellas la interpreta-
ción de modelos clásicos por obreros ignorantes, no educados en la
disciplina del arte oficial romano, lo que origina formas simplifica-
das y lejanas de las originarias, en las que el perfil de la ménsula
se compone de una serie de lóbulos convexos. Nos muestran, a la
par, cómo la ornamentación en estas artes bárbaras se disocia de
la forma, mientras se introducen nuevos motivos, procedentes tal
vez del arte popular. Esta barbarie será fecunda, pues terminando
con formas muertas en su indefinida repetición, engendrará las cor-
dobesas de los siglos VIII al x.
La arquitectura musulmana de Occidente hereda de la bizantina
y de la cristiana de Africa la afición a volar elementos sobre mén-
sulas y modillones. En la mezquita de Córdoba, desde los años
785-786; en la de Caimán, a partir de 836, las columnas que forman
sus naves apean pilares de mayor sección, por medio de elementos
volados.
El número y variedad de ménsulas empleadas en la mezquita
de Caimán (de los modillones se hizo uso más restringido), es grande.

ture et de la Construction, Directeur: P. Planat, Volume V, Deuxieme Fascicule, Paris, n. (1)


de la p. 755, y Description des antiquités de la Régence de Tunis, l\!Ionttinents antérieurs a la
conquéte arabe, Fascicule l, Rapport sur la mission faite en 1882-1883, par HENRI SALADIN.
Extrait des <1Archives des Missions Scientifiques et Littéraires, Troisieme série, Tome trei-
zieme, París, 1886). El estudio de relieves, pinturas y mosaicos podría dar alguna luz sdbre
las estructuras decorativas en madera y el empleo de ménsulas en ellas.

286
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

Entre ellas las hay aprovechadas, procedentes de monumentos roma-


nos y bizantinos; otras, continúan la evolución de las bárbaras y
desarticuladas de los siglos VI y vn en el Norte de Africa, pero
muchas se inspiran en ejemplares romanos, subsistentes sin duda en
gran número. Con todas ellas, la arquitectura de Ifriquiya no con-
sigue crear un modelo propio, lo que nos da la medida de la impo-
tencia de este arte híbrido para engendrar formas nuevas y ori-
ginales.
En cambio, en Córdoba, vemos desde el siglo VIII repetirse las
formas en una evolución perfecta, simplificadas unas veces, enrique-
cidas otras, pero siempre con disciplina y continuidad grandes.
Desde el año 855, por lo menos, los extremos de las hojas de acanto
se simplifican, transformándose en rizos; se destaca francamente la
faja central y las ménsulas se aplican como modillones a los aleros.
En Caimán el año 866 se construye la mezquita de las Tres puertas,
cuyo alero de fachada también los tiene, pero, de forma confusa y
escaso valor plástico, apenas si tendrán consecuencias.
En la Córdoba califal, ciudad y época fecundas en este como
en otros muchos aspectos, reinando Alhaquem II, las ménsulas y
modillones se afinan y complican; la hoja de acanto se transforma
en la de palma y, desde el siglo XI, se disocian las dos formas que en
adelante han de repetirse constantemente en las arquitecturas musul-
mana de Occidente y mudéjar hasta el siglo XVI: la llamada de
proa de barco, que no es más que la sjmplificación o estilización de
la hoja de acanto o de palma incurvada, y la de lóbulos convexos,
con su origen remoto en el modillón corintio romano. De esta evolu-
ción, que tiene lugar en la España musulmana, desconocemos uno de
sus capítulos más importantes: el que se refiere a la forma de los cane-
cillos de madera del siglo VIII al XI, de los que no ha quedado rastro.
Es evidente la persistencia de formas en la evolución de las mén-
sulas musulmanas. Y hecho curioso: el de la utilización de una
misma forma para diferentes funciones (ménsulas, modillón, cima-
cio, canecillo, gárgola, quicialera), y su repetición en distintos mate-
riales (mármol, piedra, yeso, madera).
En una arquitectura provincial como es la llamada «asturiana»,
cuyo desarrollo tiene lugar en los siglos IX y x, se emplean las mén-
sulas en las impostas de los arcos de las puertas y en las armaduras,
para sostener carreras voladas. Sus antecedentes se han de buscar
en el arte visigodo, y, tal vez, en tradiciones locales.

287
L. TORRES BALEAS

Casi todas las iglesias mozárabes construídas en el siglo x, y que


han llegado a nuestros días: tienen aleros muy volados sobre grandes
modillones de piedra. Proceden de los musulmanes coetáneos, pero
varían bastante de éstos en la forma y en el tamaño, y, sobre todo,
en la decoración de las caras laterales, consistente en los de los mozá-
rabes, en círculos con hélices y flores de seis pétalos, tradicionales
en el arte visigodo, temas tal vez conservados y trasmitidos por
intermedio de formas de madera.
Las dos formas que hemos visto disociarse de la ménsula lobulada
en Córdoba, en el siglo x, se siguen empleando en el arte musulmán
de España hasta el xv y en el del Norte de Africa casi hasta nues-
tros días. En el mudéjar, que no es más que réplica de aquél en
territorio cristiano, se reproducen idénticos canecillos y ménsulas,
difundidos por casi toda la Península en tan diversos materiales
como son la piedra, la madera y el yeso, y alcanzando, en algunas
de estas técnicas, hasta el siglo XVII.
La mayoría de los modillones y ménsulas de rizos y rollos de los
monumentos románicos españoles responden a una influencia local
·-musulmana o mozárabe-, aunque en algún caso aislado pudie-
ron haber llegado de Francia con las restantes formas románicas.
Un tipo de modillones formado por dos series de rizos parece
consecuencia directa de un modelo musulmán, del que se han con-
servado ejemplares en el castillo de Gormaz. Algunos de Santiago
de Compostela tienen rizos laterales y aleta medial, recordando
muchos cordobeses. Los hay: con una serie única de rizos; con rizos
o baquetones atravesados con representaciones románicas en su
frente (hombres,· animales o seres fantásticos); con baquetones lisos,
sin ninguna decoración. Estos últimos son los más frecuentes y los
que algunas veces se emplean sistemáticamente en los aleros de un
mismo edificio, pues los de los tipos anteriores suelen encontrarse
aisladamente, alternando con otros no de lóbulos.
A fines del siglo XI, las formas de los modillones de lóbulos de
las iglesias españolas son complejas; en los últimos años del XII y
en el siguiente tan sólo perdura la forma más sencilla de baquetones
lisos, frecuente en las iglesias románicas de influencia mudéjar y
en algunas construcciones de monasterios cistercienses, adoptada en
éstos por su lisura.
En la arquitectura románica francesa se encuentran casi las
mismas variedades de modillones de rizos y de lóbulos que en la

288
LOS MODILLONES DE LÓBULOS

española y, en varias iglesias del Sudeste, una desconocida en la


Península, de modillones copiados directamente de otros de corni-
sas corintias romanas.
Los aleros de numerosos templos románicos del centro de Fran-
cia, cuyo mayor número de ejemplares está en Auvernia, tienen
modillones, idénticos siempre los de un mismo edificio y muy pare-
cidos los de todos, formados por cuatro, cinco o seis rizos a los cos-
tados y aleta medial saliente. La mayoría de estas iglesias se levan-
taron en la segunda mitad del siglo xn; pero se cita una, la de
Chamalieres, construída en el x, con modillones semejantes, que
tan sólo aparecen en España en Santiago de Compostela, unidos a
otros temas de indudable procedencia francesa.
Repartidos por diferentes templos del Centro, del Sur y aun del
Norte de Francia, hay) mezclados casi siempre en el mismo edifi-
cio con otros de formas muy variadas, modillones de rizos o rollos
y representacion~s en su frente de seres reales o fantásticos, y otros
de rollos o cilindros lisos y escalonados.
La mayoría de estos modillones proceden de España (133),
respondiendo a influencias de diferentes regiones y monumentos
que traspusieron los Pirineos en épocas diversas. Los maestros de
obras y escultores franceses del siglo xr no necesitaron llegar hasta
Córdoba para ver modillones de lóbulos: en Burgos, en Segovia,
en Toledo, en otras muchas villas de la España reconquistada abun-
daban en esa época los edificios musulmanes y cristianos en los que
se habían empleado, sobre todo en obras de carpintería.
Si algunas conclusiones pudieran deducirse de este proceso largo
y fatigoso, que el raro lector verá finalizar con alivio, serían: la de
la perduración de las formas artísticas, cuya esencia se mantiene
a través de las innumerables mudanzas que lleva consigo el fluir
del tiempo, y la del origen en la Roma imperial, madre fecunda de
casi todas las arquitecturas, de los elementos volados que se vienen
empleando desde hace veinte siglos, como de tantos otros que aun
perduran (134).
(133) Hay que exceptuar los de las iglesias del Sudeste, copiados de monumentos roma-
nos existentes en esa región.
(134) Casi todos los dibujos intercalados en el texto, han sido hechos por alumnos de la
clase de Historia de la Escuela de Arquitectura de Madrid.

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