1 Juan Calatrava-Romanticismo y Arquitectura
1 Juan Calatrava-Romanticismo y Arquitectura
1 Juan Calatrava-Romanticismo y Arquitectura
Romanticismo
y arquitectura
LA HISTORIOGRAFÍA ARQUI-
TECTÓNICA EN LA ESPAÑA
eE
ABADAEDITORES
1
LECTURAS
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ción prevista por la ley. Dirijase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos.
28014 Madrid
www.abadaeditores.com
2
diseño SABÁTICA
ISBN 978-84-15289-I1-I
impresión LAVEL
3
JUAN CALATRAVA [ED.]
Romanticismo
y arquitectura
LA HISTORIOGRAFÍA ARQUITECTÓNICA
MÁDRID 2011
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t- :
ABADA EDITORES
LECTURAS DE ARQUITECTURA
4
INTRODUCCIÓN
JUAN CALATRAVA
5
los Ríos o José Caveda, en este intenso debate de ideas desempeñaron
6
6 ROMANTICISMO Y ARQUITECTURA
entre 1835 y 1855, tales como El Artista, el Semanario Pintoresco Español (la
Pero en ese siglo de las imageries (como reza el título del libro esen-
les con derecho propio, en los que se plasmaba, igual que en los tex-
tórico específicos.
7
El proyecto recogía, además, la propuesta, explicitada en múltiples
8
INTRODUCCIÓN 7
erán poder hallar las huellas del verdadero <espíritu de la nación >.
9
así su tentativa historiográfica con los ropajes sagrados de la lucha por
cada vez es más evidente que el análisis crítico de ese momento origi-
que sirva de legítima base a las mismas y que, sobre todo, lleve a reco -
co de tales conceptos.
10
8 ROMANTICISMO Y ARQUITECTURA
nicas. Por otro lado, hay que tener en cuenta que una buena parte de
siglo XIX. Todo ello hacía imprescindible abordar esta mirada polié-
intelectual, en los veinte años que van de 1829 a 1848, de una visión
11
para ello cinco textos fundamentales, firmados por Juan Miguel de
12
INTRODUCCIÓN 9
estructurales básicos.
tura en los libros de viajes del siglo XIX. Pedro Galera profundiza, en
13
Romanticismo (recuérdese, por ejemplo, su Estilo y naturaleza. La obra de
Naturaleza y Arquitectura.
14
IO ROMANTICISMO Y ARQUITECTURA
de eclecticismo.
trucción del patrimonio urbano en Granada), viene desde hace años publicando
y artes decorativas, bien lejos del papel subordinado que las teorías
15
Werner Szambien, finalmente, autor de un estudio sobre la histo-
polémicas que, pese a las apariencias, están bien lejos de ser obsoletas.
Huelga decir que los textos que se presentan en este libro no son en
16
INTRODUCCIÓN II
editorial.
17
18
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA
JUAN CALATRAVA
sin embargo, sobre las frágiles bases del puro interés erudito de un
sidad de Granada - Universidad Nacional Autónoma de México, 2005, cap. 5: <La visión
19
2 HENARES, Il. y CALATRAVA, J., Romanticismo y teoría del arte en España, Madrid, Cátedra,
1983, y
20
I4 JUAN CALATRAVA
21
embargo, como verdaderos hitos en los que puede decirse que cristali-
p y prog
española», en AA.VV., Historiografía del arte español en los siglos XIX y AX, Madrid, Instituto
Diego
3 Deesta relación entre Arquitectura y Literatura, que constituye uno de los ejes de mi tra-
se encuadra la edición del presente volumen colectivo. Dicho trabajo colectivo tiene una
22
23
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA IR
M-—
que, en un año tan significativo como 1846, esboza José Caveda con su
Ensayo histórico sobre los diversos géneros de arquitectura empleados en España desde la
24
El primer hito de este intenso proceso de definición intelectual de
una historia puede fecharse, sin embargo, un poco antes del primero de los
publican, por fin, las Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su res-
5 Deesta obra, editada en cuatro volúmenes, existe edición facsímil moderna, Madrid, Tur-
ner, Ig77.
25
16 JUAN CALATRAVA
los numerosos estudios que en los últimos treinta años han puesto el
grafía romántica, ya sea para asumir sus tesis o bien para construir posi-
Aunque la crisis que se inicia en la última década del siglo XVIII cor-
26
total, ni pacífica, ni acrítica, ya que se articula sobre el gran giro histo -
Herder: el paso decisivo desde una historia del género humano cons-
6 Vid. sobre estas cuestiones HENARES-CUÉLLAR, l., La teoría de las artes plásticas en
España en la
segunda mitad del siglo XVIII, Granada, Universidad, 1977; BEDAT, C., La Real Academia de
Bellas
Artes de San Fernando (1744-1806), Madrid, Fundación Universitaria Española, 1989; LEÓN
TELLO, F. J. y SANZ SANZ, M.A V., Estética y teoría de la arquitectura en los tratados
españoles del siglo
XVII, Madrid, CSIC, 1994; ÚBEDA DE LOS Cosos, A., Literatura artística>, en ÁGUI-
LAR PIÑAL, F., Historia literaria de España en el siglo XVIII, Madrid, Trotta, 1996, pp.
1029-1064;
CALATRAVA, J., Arquitectura y cultura en el sigla de las Luces, Granada, Editorial Universidad
de
Granada, 1999; UBEDA DE LOS CoBos, A., Pensamiento artístico español del siglo XVIII. De
Antonio
27
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA I7
los siglos XVII y XVIII, los románticos compartirán las críticas radicales
tes matices de los que más abajo hablaremos), así como también —aun-
Ceán— los elogios al renacer del clasicismo bajo el reinado de Carlos III
mano que se atribuye a los académicos del siglo anterior, con un claro
28
Cuatro años después de la recuperación de la obra inédita de Lla-
una figura de este primer siglo XIX a la que aún no se ha prestado sufi-
breve perfil («Don Juan Miguel de Inclán», El Artista, 3, 1836, pp. 148-149). Entre los
estudios modernos que hacen referencia a su figura caben destacar las páginas que le dedi-
can CHUECA GOITIA, F., «Don Juan Miguel de Inclán Valdés (1774-1852)»>, en Revista
Nacional de Arquitectura, 87, marzo 1949, p. 140; NAVASCUÉS PALACIO, P., Arquitectura y
arquitec-
tos madrileños del siglo XIX, Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, 1973, y Arquitectura
Espa-
29
"a
15 JUAN CALATRAVA
ciones de Arquitectura Civil. Sin embargo, la obra —en realidad, más bien
30
Hay que reconocer, ante todo, que los Apuntes de Inclán constituyen,
señalado casi todos los que le han prestado alguna atención”. Del carác-
título, reclamando otras plumas que vengan enseguida a trazar una his-
8 Así, en I908, Lampérez calificará a los Apuntes de Inclán como una <obrita de escasa
importancia» en la que destaca <los enormes absurdos que sienta sobre la arquitectura
Madrid, 1908, vol. 1, p. 16; existe edición facsímil, con estudio introductorio de Julio
1999).
31
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 19
naban con los orígenes del arte de construir al propio Adán y a Caín o
32
el ingeniero romano aparece en Inclán el más mínimo eco de la crítica
las últimas décadas del XVIII. Sin embargo, al lado de Vitruvio, citas
9 Vid. CALATRAVA, J., <Isidoro Bosarte y la nueva egiptomanía del final del siglo XVIII: las
« Observaciones sobre las Bellas Ártes entre los Antiguos > (1791) >, en Cuadernos de Arte,
Uni-
versidad de Granada, XXIII, 1992, pp. 373-383, retomado, con modificaciones, en CALA-
TRAVA, ]., Arquitectura y cultura en el siglo de las Luces, cit., pp. 179-206.
33
20 JUAN CALATRAVA
monstruoso.
se confunde con ella. Roma aporta, resume Inclán, una personal com-
de este periodo de gracia que, sin embargo, dura poco, porque ense -
34
La decadencia de la bella arquitectura, marcada en un principio por
TO Apuntes..., p. 37-
35
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 21
demia de San Fernando por fundamentar una idea del arquitecto ajeno
36
Inclán, volcado al gótico, quizás el aspecto más llamativo es la absoluta
II Vid., entre otros trabajos sobre esta cuestión, CALATRAVA, ]J., «Contrarreforma e imagen
CARCÍA ARENAL, M. (eds.), Los Plomos del Sacromonte. Invención y tesoro, Valencia-
Zaragoza-Gra-
12 Vid. al respecto RODRÍGUEZ Ruiz, D., La memoria frágil. José de Hermosilla y las
Antiguedades drabes de
España, Madrid, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 1993, así como CALATRAVA, J.,
37
22 JUAN CALATRAVA
patente cuando Inclán hace votos por que la propia iglesia de lrache y
38
«ultramarina> con la defensa radical de la autoctonía de la arquitec-
19 Apuntes, p. 38.
I4 Vid. GARCÍA MELERO, J. E., <La visión del románico en la historiografía española del
I5 Apuntes..., p. 47.
IG Vid. FRANKL, P., The Gothic. Literary Sources and Interpretations through Eight Centuries,
Princeton Uni-
versity Press, 1960; PANADERO PEROPADRE, N., <Teorías sobre el origen de la arquitectura
pp. 207-211.
39
40
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 2
a punto por los Ponz, Llaguno y Ceán, insistiendo de modo muy espe-
cial en dos de los aspectos que pasan intactos desde las Luces a la histo -
patrimonial.
41
y arquitectónica, estuvo marcado sobre todo por una estancia en el
ñola, Santander, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, Ig92 (es de reseñar, sin
18 Vid., entre otros trabajos, SAZATORNIL Ruiz, L., «Madrid et Paris: pensée romantique et
architecture espagnole>, Revue de Art, 115, 1997-1, pp. 30-41, y AYMES, J.-R., Españoles en
París en la época romántica, 1808-1846, Madrid, Alianza Editorial, 20086 (aunque con muy
esca-
42
24 JUAN CALATRAVA
43
país, y que esta diferencia proviene de la diversidad de materiales, de
cio comparativo.
leta sobre el tapete, de manera sin duda un tanto inconeza, los proble-
rica en esa década de 1830 y que insertan de lleno este texto en el gran
44
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 25
densas líneas que a ambos problemas dedica Zabaleta se deja ver con
sino que se beneficia del conocimiento directo de los grandes hitos del
nos en que se planteaba este debate y que ha viajado por ltalia con los
45
tectura griega con un ojo carente de los prejuicios de la adoración acri-
20 Vid. al respecto VAN ZANTEN, D., The architectural polychromy of the 18305, Harvard,
Garland
Publishing, 1977; MIDDLETON, KR. D., < Hittorff's polychrome campaign», en íd. (ed.),
The Beaux-Arts and Nineteenth Century French Architecture, Londres, Thames € Hudson,
1984, pp.
174-195; VAN ZANTEN, D., «Architectural polychromy: life in Architecture», ibid., pp.
196-215; CASTILLO HERRERA, M. DEL y OCÓN FERNÁNDEZ, M., < No podría parecer
maravilla
21 ibid.
46
26 JUAN CALATRAVA
de nuestros severos clásicos, que, del mismo modo que los preceptistas
47
Antiguedad sino tan sólo de sus fragmentos, ahora Zabaleta puede opo-
ner el verdadero historiador, no sujeto por los dogmas, a quienes <... bus-
sus investigaciones harán posible por fin conocer <la diferencia entre el
.-2
22 Ibid.
23 Pompeya es, en efecto, ese «trozo fósil de una existencia remota, gloriosa y gigantesca,
Ibid., núm. I2, p. 2. Vid. AA.VV., L'Architecture, les sciences et la culture de Vhistoire au XIXe
siecle,
48
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 27
que lleva una y otra vez a los arquitectos contemporáneos a <.. .desen-
terrar de las ruinas de Italia un miserable plagio para unirlo a otro pla-
tura gótica <que justamente pudiéramos llamar nacional >** y que, sin
49
nal el que es urgente emprender y el que debe convertirse en verdadero
a la propuesta lanzada por Fugenio de Ochoa desde las páginas de El Artista para distinguir
entre <pintor> y <pintador> («Pintor, Pintura», El Artista, 1, 1835, pp. 256-257; repro-
ducido también en HENARES, l. y CALATRAVA, J-, Romanticismo y teoría del arte en España,
cit.,
pp. 62-63).
50
28 JUAN CALATRAVA
respuesta a este llamado. Y sin duda una de las más cualificadas res-
puestas fue el inicio sólo dos años más tarde, en 1839, de una de las
tado por Manuel Mila i¡ Fontanals y muy influido por los stirmer alema-
51
toso, casi titánico, de esta empresa historiográfica, que ha de desarro -
casual que su texto se inicie con una cita de la pluma más crítica de la
ambos escritos por Pablo Piferrer; Aragón (1844), Castilla la Nueva (1853), Asturias y León
(1855)
y Salamanca, Ávila y Segovia (1865), por José María Quadrado; Reino de Granada (1859),
por
Francisco Pi y Margall; Córdoba (1855) y Sevilla y Cádiz (1856), por Pedro de Madrazo.
29 Vid. CARNICER, R., Vida y obra de Pablo Piferrer, Barcelona, Consejo Superior de
Investigacio-
nes Científicas, 19063; ARNALDO, J., «Poética de las cavernas y modernidad arquitectónica:
Pablo Piferrer en Artá>, en Studi Ispanici, 3, 2000, pp. 93-108; SANTAMARÍA, V., «Pau
Piferrer, del jo a la idea>, en DOMINGO, J. M. y Ro1c, F. (eds.), El Segle Romantic. Actes del
Col.loqui sobre Josep Yxart i el seu temps, “Tarragona, Diputación Provincial, 2000, pp.
225-238;
52
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 29
visión mesiánica del poeta catalán, los «sacerdotes del norte» que traen
a España una nueva luz a partir de la cual puede formarse una genera-
más tervor religioso que frialdad erudita, empiece a desvelar los tesoros
53
ras más avanzadas nos ofrecen numerosos ejemplos de su amor por su
propio pasado nacional (en especial Francia, con sus múltiples publica -
es llegada ya, para Piferrer, la hora de España, que no cede a ningún otro
España deja de ser así una mera iniciativa empresarial para convertirse en
30 «Nada nos queda nuestro, sino el polvo de nuestros antepasados, que hollamos con
planta
nuestra marcha adondequiera que nos volvamos con rastros de grandeza pasada, con rui-
nas gloriosas...>; y la cita continúa: <... si puede haber ruinas que hagan honor a un pue-
blo; pero así tropezamos con ellas como tropieza el imbécil moscardón con el diáfano cris-
el 25 de diciembre de 1836, apenas mes y medio antes del suicidio del escritor, que, como
54
30 JUAN CALATRAVA
55
como una herramienta para la preservación: «En los restos del lujo y
32 lbid., p. 5.
33 <... la España no sólo resplandece en despedazados restos de su pasada gloria, sino aun
en
34 lbid., p. 7.
56
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 31
tual andaluz (Baena, 1818 -Sevilla, 1878) que muy poco antes había
diente fue efímera, ya que en 1847 se fusionó con El Artista para dar
extenso texto, dividido en varias entregas, titulado Rápida ojeada sobre las
57
combina el nacionalismo romántico con los orígenes de la preocupa-
ción patrimonial —José Amador de los Ríos era en ese momento secre-
mer número del Boletín sino que se ubica más bien como reflexión
posterior a toda una serie de ensayos de esa misma historia que recla-
ya citada Rápida ojeada sobre las diferentes épocas de la Arquitectura, y sobre sus aplica -
36 Boletín Español de Arquitectura, 1846, pp. II-13, 20-21, 27-28, 35-37 y 45-53.
58
32 JUAN CALATRAVA
Assas”.
hablaremos.
Los muchos estudiosos extranjeros que han escrito sobre España (cita
59
por más que hayan abierto vías llenas de posibilidades, han dejado su
han cumplido con esa tarea nacional, no ha sido por falta de prepara-
39 Boletín Español de Arquitectura, 184.6, pp. 49-51, 59-60, 78-79, 83-84, 91-92 y 100.
60
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 23
importante de todos ellos, Antonio Ponz. Este último era, para nues-
tro autor, quien mejor podría haber llevado a cabo la tarea de trazar la
bigo> y que le llevaba a comentar sólo aspectos muy parciales del gótico
61
Pero ¿por qué esta urgencia? Es en ese punto donde entra en juego
tectura española no es, para nuestro autor, un mero afán erudito, sino
escribir esta historia, no puede olvidarse que tales progresos son inse-
moniales cada vez más aceleradas: «En efecto, nunca se han reunido
62
34 JUAN CALATRAVA
63
lugar por el reconocimiento de toda su entidad y originalidad a la
arquitectura árabe.
cado al arte árabe, Amador de los Ríos aclara ahora que <... el arte
AI <... bastará sólo recordar que cada pueblo tiene su carácter propio que imprime a todas
sus obras, y que habiendo pasado nuestra nación por tantas calamidades y trastornos y
sufrido tan extrañas dominaciones presenta mucha más materia de examen en los monu-
64
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 25
medioevo hispano.
65
arquitectura nacional (un empeño que tuvo, además, repercusión fuera
vasta summa que, frente a las apenas setenta y cinco páginas del libro -
42 16d.
la octava entrega del mismo Boletín Español de Arquitectura, 1846, pp. 57-59.
44 José Caveda, Ensayo histórico sobre los diversos géneros de arquitectura empleados en
España desde la dominación
66
36 JUAN CALATRAVA
67
Central de Monumentos Artísticos, sobre un viaje arquitectónico a las provincias de España,
ficha para el estudio de los monumentos, que debían ser objeto de una
Esta ligazón explícita del libro al viaje es coherente, por otro lado,
nética labor contrarreloj ajena al plácido ritmo del trabajo del erudito
68
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 37
latitudes>*.
la herencia ilustrada.
Pero sin duda el gran eje en torno al que pivota el discurso de Caveda
si uno de los puntos centrales será, como para Inclán o Zabaleta, el res-
69
exclusivismo grecorromano (aunque no deja de reconocer precedentes
48 lbid., p. 30.
49 ... y como recelosos de ponerse en pugna con la opinión de sus contemporáneos, toda-
vía al dar cuenta de sus propias convicciones, si bien con encogimiento e inseguridad, lejos
de ocultar la grata impresión que sobre su ánimo producían nuestras catedrales góticas,
elogiaron alguna vez en términos generales y en breves palabras su firmeza y bellas propor -
70
30 JUAN CALATRAVA
desarrollo propio que ocupa nada menos que siete de los treinta capí-
«menos rudos y groseros que los demás pueblos del Norte>” y exigen
71
historia, basado en la presencia en ellos de un avanzado saber construc-
50 Íbid., p. 47.
BI lbid., p. 76.
52 Memoria histórica sobre la Junta General del Principado de Asturias, 1834; Historia de
Oviedo, manuscrito
72
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 29
nueva trama.
dos épocas (que ocupan respectivamente los capítulos VIII y RON sepa-
73
radas por la cesura histórica de la conquista cristiana de Toledo y bien
rico y espiritual”.
54 <Sin atender a estas mutaciones, sin determinar las analogías y diferencias de unas y
otras
épocas, como si todas las construcciones se distinguiesen por las mismas cualidades, Ponz,
Llaguno, Ceán Bermúdez y Bosarte las calificaron con el nombre genérico de góticas. Ni
vieron sus diversos orígenes, ni sus cualidades características. Cuanto produjo la edad
media desde el siglo IX hasta el XIII, fue solamente para ellos una antigualla gótica» (ibid.,
p. 191).
55 “En dos grandes periodos puede dividirse su larga existencia, tan diferentes entre sí,
como
las influencias sociales que los prepararon. Abraza el uno todo el siglo XI y los primeros
años del XII: continúa el segundo durante este mismo siglo, y los principios del XIII. En la
primera de estas épocas, más allegada a la latina, cuyas prácticas recuerda con respeto, no
aparece completamente segura de sus dogmas, los sigue indecisa y vacilante, y aunque se
74
40 JUAN CALATRAVA
tiva de los estilos: desde la rudeza original hacia un arte más <gentil>,
cios del siglo XI, y los de los últimos años del XII, la misma diferencia
75
bién al verdadero estudioso, que requiere un tipo de saber especiali-
zado que va mucho más allá del emocionalismo literario y que es dolo-
arquitectura islámica.
arquitectura árabe, una idea sobre la que once años más tarde volverá el
56 Ibid., p. 162.
57 lbid., p. 166.
58 lbid., p. IBI.
59 lbid., p. 189.
bo lbid., p. I9I.
61 <Podrán por ventura satisfacer las estampas que de ellos poseemos a los artistas que
sólo se
contentan con los rasgos principales de su carácter; pero de seguro no llenan las miras del
arqueólogo avezado a buscar en las antiguas ruinas la fisonomía de las pasadas civilizacio -
76
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA AT
77
El segundo (taifas, almorávides y almohades) ofrece ya mayor persona -
03 <No lo dudemos: los árabes han retratado fielmente esta originalidad de su carácter en
sus
tan en estos restos magníficos de su arquitectura, todavía no bien clasificados, y aún no del
todo conocidos en sus detalles y pormenores» (Ensayo histórico..., cit., pp. 196-197).
Ferrer, quien, entre otras cosas, confesaba haber aprendido en Granada su amor por esta
arquitectura y se alzaba contra los prejuicios que han impedido que sea bien conocida pro -
nosticando que pronto habría de rasgarse el velo de este desconocimiento. Vid. ISac, "_ op.
los godos hasta que más humanos y civilizadores se propusieron engrandecer sus conquistas
con el lujo oriental y el cultivo de las artes> (Ensayo histórico..., cit., pp. 200-201).
78
4.2 JUAN CALATRAVA
pueblo original».
llan en todas sus partes los atauriques, los festones y frisos de azulejos,
79
66 <«Mueéstrase llena de brío y lozanía, aspira a la originalidad, y si no del todo la consigue,
prospera, y adquiere bastante independencia para obtenerla en el siglo XIII> (ibid., pp.
221).
67 lbid., p. 225.
68 <El patio de los Leones, el de los Estanques, el salón de las dos Hermanas, el de los
Emba-
ñeza, la profusión de los ornatos a su delicada ejecución, y con sus elegantes y delgadas
columnas, con sus arcos esbeltos y ligeros, con sus estucos y mosaicos, con sus risueñas
fuentes y surtidores, nos hacen dudar que sea una ficción el palacio de las hadas, y nos pre-
69 Owen Jones, Plans, Elevations, Sections and Details of the Alhambra, Londres, 1836-1845
lexiste edi-
ción castellana, con estudio introductorio de M.4 Ángeles Campos Romero, Madrid, Akal,
2001). Vid. también Owen Jones, El Patio Alhambra en el Crystal Palace, Madrid, Abada,
2010
70 lbid., p. 228.
71 «Hay en ésta más genio, más conocimiento del arte, más elevados pensamientos, una
noble severidad, un atrevimiento, un brío y lozanía, que jamás los sectarios de Mahoma
80
más ignorante, por más que ello se oculte bajo <el atavío deslumbrador de su fastuosa y
81
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 4%
El análisis del gótico ocupa diez capítulos y más de 150 páginas del
82
constructivo que revela un profundo conocimiento de las más recientes
catedrales de León (cap. XXI), Burgos (cap. XXII), Toledo (cap. XXIII)
Pero uno de los aspectos más novedosos es, sin duda, el modo en que,
torno a los orígenes del gótico, abusivamente identificados con los del
ses>”, «casi todos sustituyen las conjeturas a las hechos: casi todos
72 lbid., p. 249.
73 Íbid., p. 257.
83
4.4: JUAN CALATRAVA
tema del edificio gótico, dejan ya de tener sentido los esfuerzos por ras-
casual, sino que refleja —como ya una década antes había planteado Vic-
84
puesta terminológica de «arquitectura ultramarina> planteada en su
ahora a su justo término pero bien útiles para fundar una especificidad
gótica hispana.
74 lbid., p. 251.
85
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 4.5
gado a dar cuenta de los desarrollos más recientes. En sus últimos capí-
tulos aborda, así, como ya había planteado José Amador de los Ríos, la
riores en las que <... ganó más la erudición que la historia del arte, y
86
formación» que tiene lugar en el siglo XV”, una época compleja, de
guna tierra es más adecuada que la hispana, según Caveda, para acoger
y hacer fructificar estas novedades, para <... sustituir las formas góticas
con otras más conformes a las necesidades creadas por la nueva civiliza-
76 Ibid., p. 442.
77 lbid., p. 418.
79 Ibid., p. 428.
87
46 JUAN CALATRAYA
comparativa”
tica presente en suelo hispano que los elementos venidos de fuera. Ante
88
nicas> *, Caveda no puede evitar reconocer que <... el ingenio la
80 Este eclecticismo del arte era ciertamente bien conforme a la admirable transición de la
sociedad gótica a la sociedad moderna: de las tendencias germánicas a las romanas; de las
81 <La historia del arte agradece esta reunión de sus escuelas, que le permite compararlas
de
una sola ojeada: el genio inventor no se atreve a condenarla, extasiado con sus bellezas; y la
inflexible desdén, cuando inspecciona y juzga separadamente cada una de estas partes>
82 <Y el gusto arábigo, sus ornatos, y aun la delgadeza de las columnas góticas y muchos de
sus detalles, vinieron a mezclarse con las formas romanas para su atavio y gentileza, resul-
tando el estilo llamado plateresco, de esta singular y extraña combinación» (tbid., p. 439).
84 lbid., p. 452.
85 <Basta, pues, lo manifestado hasta aquí para conocer con cuánta impropiedad se ha lla-
89
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 47
históricos de la nación.
ción que los teóricos de las Luces prestaban, sobre todo, a lo escuria-
lio por Francisco Villalpando, que viene a corregir, según Caveda, las
90
ción, había sido recuperada e integrada en los primeros ensayos histo -
fía romántica se ocupa por extenso Selina Blasco en otro lugar de esta
86 lbid., p. 459. Pero hay que señalar que en el capítulo XIV, dedicado a la <tercera época»
de la arquitectura árabe, Caveda había criticado la intrusión que suponía la presencia del
nente y severo aspecto, con el liviano y risueño de las fábricas moriscas en sus alrededores
87 lbid., p. 462.
88 lbid., p. 465.
91
48 JUAN CALATRAVA
niéndose así ese hilo directo que los intelectuales de las Luces ya habían
Pero hasta llegar a esa <segunda restauración> habrá que pasar antes
92
Caveda, todo ello no basta para conjurar una decadencia arquitectónica
plo, sus palabras sobre Pedro Ribera, en las que parece resonar el eco
59 lbid., p. 464.
90 Íbid., p. 466.
91 Íbid., p. 491.
93
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA 49
para Caveda, dos errores básicos: medirlo por los parámetros de <los
94
haya que concederles, pese a sus caprichos y arbitrariedades, una cierta
92 <El novador italiano era uno de los hombres más superiores de su siglo, y si deliraba, sus
aberraciones estaban marcadas con el sello del genio y la singularidad de un talento crea-
dor. Mereció, como heresiarca en las artes, la reprobación de los escritores de juicio que le
sobrevivieron; pero nunca ese desprecio amargo y sarcástico, con que se quiso eclipsar su
93 lbid., p. 492.
94 lbid., p. 496.
95 ¿Por qué, pues, proscribir absolutamente esta arquitectura, y negarle la existencia aun
96 Ibid.
95
5O JUAN CALATRAVA
valor histórico.
teos postizos, que la desfiguraban en los últimos años del siglo XVII, y
en él <... puede fijarse el principio de una nueva era para las bellas
96
que traza Caveda podría haber salido igualmente de la pluma de Ponz o
Llaguno”. Son las nuevas condiciones de la época carolina las que per-
que acomoda las máximas del siglo XVI a la elegancia de la sociedad del
XVIII, haciendo con ello ala arquitectura <... el mismo servicio que
Meléndez a la poesía> .
97 lbid., p. 502.
98 fbid., p. 501.
99 fbid., p. 508.
97
LA CONSTRUCCIÓN ROMÁNTICA DE LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA BI
cortes y perfiles, amigo de las formas griegas hasta donde las ideas
Siendo el Museo del Prado <la obra que más le honra», son muy
significativas, sin embargo, las dos mejoras que Caveda hubiese deseado
principal», una escalinata que <... hubiera dado más esbelteza y gallar-
día a este vestíbulo», y que las cornisas del pórtico hubiesen enlazado
con las generales del edificio. Como han demostrado los estudios de
98
proyecto que Villanueva nunca entendió como edificio unitario sino
de captar dos aspectos muy específicos del proyecto aunque los inter -
dores> **) cuanto a una tiranía acrítica de las reglas y preceptos del cla-
TO? Vid., sobre todo, MOLEÓN GAVILANES, P., La arquitectura de Juan de Villanueva. El
proceso del pro-
99
52 JUAN CALATRAVA
res ”. Reclama Caveda, por ello, una mirada histórica moderna que sea
méritos o defectos individuales. Una mirada que, una vez más, supere
IO6 «Conocerían [Ponz Y Bosarte] que harto indulgentes con la arquitectura de su tiempo,
demasiado severos con la de las épocas anteriores, se dejaron arrastrar por el espíritu de
escuela, y eran apasionados, cuando de buena fe pensaban proceder con imparcialidad >
r P p P Pp
100
101
INTRODUCCIÓN
Juan Calatrava
Selina Blasco
LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA
Simona Talenti
ÍNDICE
102
13
33
109
131
159
103
LA CUEVA: LUGAR DE RESURRECCIÓN DE LA ARQUITECTURA
Javier Arnaldo
Angel sac
Guido Zucconi
Werner Szambien
189
215
104
231
277
295
105
106
Entre 1825 y 1860, aproximadamente, el nuevo valor asignado a la Historia
tratados y escritos de arquitectura de la primera mitad del siglo XIX pero tam-
fía), de la pintura, etc., prestando además especial atención a los orígenes del
Textos de Juan Calatrava, Selina Blasco, Antonio Gómez-Blanco, Pedro Galera, Simona
Talenti, Javier Arnaldo, Ángel Isac, Juan Manuel Barrios, Guido Zucconi y Werner Szambien.
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LECTURAS DE ARQUITECTURA o
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