Demanda Arbitral
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S. J. ARBITRO
LOS HECHOS.
Fernando Toro Larenas suscribe, en su calidad de gerente general de
la constructora TYS Ltda. junto a mi representado en el mes de abril
de 2017 un contrato de construcción para la ejecución de una obra
consistente en una vivienda de 200 mts cuadrados a ejecutarse en el
condominio Oasis La Campana, parcela T-48, comuna de Hijuelas en el,
plazo de 210 días hábiles contados desde la firma del contrato. En el
marco de dicho encargo, el señor Toro, sugiere a mi representado la
contratación del arquitecto don Mauricio Barahona para la realización
de la parte arquitectónica de la obra, sin embargo, en los hechos, el
señor Barahona asume como constructor y arquitecto del proyecto, en
razón de que, según sus propios dichos, el señor Toro tendría algún
inconveniente para suscribir en su calidad de constructor civil.
A poco andar del proyecto surgen una serie de desavenencias
entre los demandados, a propósito de la ejecución de la obra, debido
a las diferencias de opinión entre ambos sobre la manera de ejecutar
la obra, y los reclamos del señor Barahona al señor Toro,
recordándole que es él quien esta “firmando” y por tanto el
responsable de lo que se ejecuta.
Parte del encargo consistía en la tramitación de las
autorizaciones e inscripciones respectivas en la Dirección de obras
municipales y la Seremi de Vivienda y urbanismo, trámites que serían
realizados por el señor Barahona, en su calidad de Arquitecto y
constructor de la obra, quien señaló en reiteradas ocasiones al señor
Toro, “que recordara que era él quien estaba firmando por tanto, era
él el responsable”.
Ya avanzada la construcción de la vivienda, comenzaron a surgir
una serie de defectos constructivos que llevaron a mi representado a
contratar los servicios de profesionales independientes para que
realicen un informe técnico al respecto, dado que al manifestar al
personal de la constructora la molestia por estos defectos,
solicitando las reparaciones y mejoras necesarias y habiéndose
efectuado éstas, en una primera instancia, los defectos se repitieron
y aumentaron. En dichos informes se da cuenta de una serie de
incumplimientos contractuales referidos principalmente a las
especificaciones técnicas del contrato de construcción del inmueble y
a una mala ejecución de los trabajos. En el área eléctrica, da cuenta
de una serie de anomalías e incumplimientos de las especificaciones
técnicas que lógicamente constituían un peligro inminente que debió
ser corregido.
RESPONSABILIDAD
Las fallas y defectos señalados precedentemente y detallados en el
informe de inspección de la vivienda, acompañado a esta presentación,
corresponden a las calificaciones que de ellos hace la Ley General de
Urbanismo y Construcciones en su artículo 18, norma que además
responsabiliza expresamente por los daños y perjuicios provenientes
de dichos defectos a los demandados de estos autos, responsabilidad
que de acuerdo a lo dispuesto por las normas señaladas es solidaria
entre los profesionales y las personas jurídicas respecto de dichos
daños y perjuicios.
La responsabilidad que establece la ley General de urbanismo y
construcciones se enmarca en el cuadro normativo de la
responsabilidad contractual en general, respondiendo al principio de
buena fe establecido en el artículo 1546 del Código Civil que debe
inspirar el cumplimiento de todo contrato, al de la extensión de la
responsabilidad por culpa, al menos hasta la culpa leve, en razón de
lo establecido en el articulo 1547 de nuestro Código Civil,
permitiendo dicho criterio agravar la responsabilidad al incurrir en
culpa grave, que puede asimilarse al dolo, toda vez que la culpa
grave se opone a la buena fe, y en materia civil, es equivalente al
dolo, tal como señala Luis Claro Solar, “contiene una presunción de
fraude, porque aquel que no hace, lo que sabe que debe hacer, se
reputa que obra con intensión dolosa: magna culpa dolos est” (L.
Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y comparado, Tomo
1, pagina 151)
En razón de lo anteriormente expuesto, y la asimilación de la culpa
grave como forma equivalente de imputabilidad, presente en casi todo
nuestro Código Civil, procede imputar dolo en la conducta de los
demandados, quienes deben responder por todos los perjuicios
derivados de su actuar, previstos e imprevistos. Se conjugan entonces
todos los requisitos para responsabilizar a los demandados por los
efectos dañosos que generó su actuar negligente y doloso. Tenemos la
fuente contractual-legal de la obligación, la negligencia en el
actuar de los demandados, quienes en razón de su ciencia y arte
debían conocer los defectos de la construcción, constituyendo
entonces una conducta dolosa, perjuicios y relación de causalidad.
Respecto a la culpa.
Podemos señalar que en general, la culpa es la falta de cuidado en la
ejecución de un hecho o en el cumplimiento de una obligación, que si
emana de una convención celebrada con las solemnidades legales como
es el caso, es contractual.
El proceder culpable, requiere de negligencia, imprudencia o
impericia. En este caso, la conducta desplegada por los demandados ha
sido negligente y además incompetente.
Cabe destacar, que en este caso, la negligencia en la ejecución del
proyecto de construcción, en el cumplimiento de las especificaciones
técnicas y de todas las normas que regulan el ejercicio de la
construcción han causado los perjuicios cuya reparación persigue esta
acción.
Respecto al daño o perjuicio.
Elemento esencial para establecer la responsabilidad, de faltar, no
hay interés, y sin interés no hay acción.
Perjuicio es cualquier detrimento o menoscabo, dolor o molestia que
sufra en su persona, bienes, honor, créditos, afectos, etc.,puede ser
también la pérdida de una legítima ganancia o beneficio.
El daño debe ser cierto, real, efectivo. Sin importar que el monto
sea incierto o difícil de determinar. En este caso, el daño es
cierto, presente y actual.
Relación de causalidad.
Consistente en que el daño sea consecuencia directa y necesaria de la
acción u omisión dolosa o culposa.
Todo ello concurre en el caso de autos, siendo innegable la
responsabilidad de los demandados.