Como Nace La Concepcion Del Infierno
Como Nace La Concepcion Del Infierno
Como Nace La Concepcion Del Infierno
2. Edad Media
El imaginario del infierno fue un elemento central de la religión medieval y más aun en la
mentalidad en la vida social. el tema infernal tendrá en la representación plástica medieval
una fuerza expresiva, un impacto visual, un contenido dramático, al punto de ser el medio
mas idoneo para representar lo irrepresentable del infierno, y transformarse en un muy
eficiente instrumento de la acción eclesiástica de la iglesia.
Las imagenes infernales pictoricas y escultoricas conllevan a un mensaje moralizante y
adoctrinador, con el fin de estimular reacciones, de persuadir al auditorio acerca de las
previsiones que deberian tomar para evitar ser los protagonistas de los rigores y suplicios
infernales.
La bestia del infierno nace de la conjunción de varios animales de la naturaleza como a)el
león que acecha y desgarra homologado con la fuerza desgarradora de satán, b)el dragón
apocalíptico que espera el nacimiento del niño para devorarlo, considerado como una vía de
acceso al infierno, c)el gran cetáceo que devoró a Jonás, cuyas entrañas son consideradas
un lugar de castigo. Todo esto hizo posible la formación del símbolo iconográfico del Infierno
devorador con carácter de fauces bestiales.
Es importante señalar que estas referencias exceden el ámbito hebreo y podría decirse
cristiano, y deben ser contextualizadas con mitos y leyendas de pueblos vecino. Se
incorpora a la iconografía infernal una serie de mitos y leyendas antiguas en las que un
abanico de variados héroes que tienen que luchar contra un adversario semidivino y
siempre monstruoso, muchos de ellos caracterizados por sus fauces leontocéfalas,
flamígeras y devoradoras. Tal vez los más destacados sean la Mot cananea, cuyas fauces
son el acceso al más allá, la Ammint de egipto como última instancia infernal; el Ogro
antropófago que devoraba a sus hijos, con explicitas asociaciones con Kronos griego.
El combate mítico entre fuerzas ordenadoras positivas y negativas será adaptado
cristianamente como la beligerante dualidad ética: el combate entre el bien y el mal, entre
Cristo y Satán.
Los artistas medievales apostaron por la fuerza expresiva de sus pinturas, a la amenazante
y destructiva naturaleza de las fauces devoradoras, confiaron en su impacto dramático y
supieron encontrar el medio idóneo para darle forma al Infierno y vehiculizar por medio de la
imagen punitiva el uso doctrinal de las artes visuales que implementará la iglesia como
medio de adoctrinamiento, como modo de interpelar al receptor para hacerlo reflexionar de
las consecuencias de alejamiento del dogma. La intencionalidad era instruir mostrando lo
que no debía hacerse, se pretendía lograr la penitencia y el arrepentimiento de los vivos
ante el espectáculo de la tragedia de los muertos condenados y devorados, porque, a pesar
del uso y abuso de la temática y representación infernal, el mensaje del cristianismo y su
iglesia priorizaba la salvación y la redención del hombre. Se trata, pues, de un discurso
icónico ejemplar cuya enseñanza moralizante comprometía la conducta terrenal en aras de
la promesa de la unión con Dios.
3. Renacimiento
En tiempos de la transición del Renacimiento a la era Moderna, fue quizá Dante Alighieri el
primero en describir su propio viaje al infierno, y así, desde su obra, el infierno se ha
interpretado como un mundo desolado, en tinieblas, con sufrimiento y dolor. Se ha visto
como un sitio en el que “los que más sufren son los traidores y en el que se paga, segundo
a segundo en un eterno reloj, el mal que uno ha hecho” (Francisco Gijón)
3.
QUÉ ENSEÑÓ JESÚS SOBRE EL INFIERNO
https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2008802
Jesús dijo: “Si lo que ves con tu ojo te hace desobedecer a Dios, mejor sácatelo. Es mejor
que entres al reino de Dios con un solo ojo, que tener los dos ojos y ser echado al infierno,
donde hay gusanos que nunca mueren, y donde el fuego nunca se apaga” (MARCOS 9:47,
48, Traducción en lenguaje actual [TLA]).
En otra ocasión, habló de un período de juicio durante el cual les diría a los malvados:
“Apártense de mí, malditos, vayan al fuego que no se apaga, preparado para el diablo y sus
ángeles”. Y luego explicó que estos irían “al castigo eterno” (MATEO 25:41, 46, Biblia de
América [BA]).
A PRIMERA vista puede parecer que estas palabras de Jesús en verdad apoyan la
enseñanza de un tormento eterno en las llamas del infierno. Sin embargo, la Biblia indica
claramente que “los muertos no saben nada”, y Jesús nunca diría algo contrario a lo que
dice la Palabra de Dios (Eclesiastés 9:5, BA).
Entonces, ¿a qué se refería cuando habló de echar a alguien “al infierno”? Además, cuando
empleó la expresión el “fuego que no se apaga”, ¿estaba hablando en sentido literal o
simbólico? ¿Por qué se dice que los malvados sufren un “castigo eterno”? Contestemos
estas preguntas de una en una.
Pasajes bíblicos
“Y el diablo que les engañó fue precipitado en un lago de fuego y azufre, en donde la bestia
y el falso profeta son y serán atormentados por los siglos de los siglos”
“Y el cuarto ángel derramó su redoma sobre el sol y le fue dado afligir a los hombres con
ardor de fuego. Y los hombres estaban enardecidos por el gran calor y blasfemaban del
nombre de Dios” Apocalipsis 16:8-18
La idea no es original del apóstol San Juan ,pues ya Pitágoras situaba la “esfera de
purificación” en el sol, centro del universo. Esta alegoría tiene doble significado. Por una
parte, el sol físico simboliza la Divinidad suprema o céntrico sol espiritual; y en
consecuencia, al llegar a esta región quedan las almas purificadas de sus culpas y se unen
para siempre con el espíritu después de los sufrimientos pasados a través de las esferas
inferiores. Por otra parte, al fijar Pitágoras la situación del sol visible en el centro del
universo, insinuaba la enseñanza del sistema heliocéntrico, que era privativa de los
Misterios y sólo se comunicaba en el grado superior de iniciación. El apóstol San Juan tiene
del Verbo un concepto puramente cabalístico, que sólo comprendieron los Padres de la
Iglesia versados en las doctrinas neoplatónicas. Orígenes lo comprendió perfectamente por
haber sido discípulo de Ammonio Saccas, y así niega en absoluto la eternidad de los
tormentos del infierno, diciendo que no sólo los pecadores, sino también los diablos
alcanzarán remisión después de un castigo más o menos largo.
http://paginasarabes.com/2013/05/20/el-infierno-segun-el-cristianismo/