Ensayo IusPuniendi JO

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UNIVERSIDAD DE YACAMBÚ

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO
ESTUDIO INTERACTIVO A DISTANCIA

EL IUS PUNIENDI: BASES CONCEPTUALES, EVOLUCIÓN


HISTÓRICA, BASES JURÍDICAS Y PRINCIPIOS

Participante: Jossemar Ontiveros


Cédula de Identidad C.I V-
Sección: ED01DOV
Profesor:

Barquisimeto, Noviembre de 2016


El Ius Puniendi: Bases Conceptuales, Evolución Histórica, Bases
Jurídicas y Principios.
El Derecho Penal es un producto social, obra de los hombres que tiene
su origen en la necesidad evidente de la vida asociada, y representa el poder
soberano que el Estado ejercita, como derecho y deber impuesto por aquella
necesidad. La razón de la justicia penal es la defensa social, entendida como
defensa del Estado en su ordenamiento jurídico-positivo, esto es: la defensa
de las condiciones fundamentales para la vida de los ciudadanos ordenados
y constituidos en comunidad.
El Ius Puniendi se define como la potestad punitiva del Estado de
perseguir y castigar a quienes infrinjan el orden jurídico establecido. Sin
embargo esta facultad tiene límites definidos en el marco normativo propio de
cada Nación-Estado. En ese sentido, estima Bacigalupo que (2005, pp.16),
“…En el Estado constitucional moderno estructurado sobre la base de la
división de poderes, la titularidad del Ius Puniendi se ha dividido entre el
Parlamento y la Justicia: corresponde al Parlamento en el momento de
creación de la norma y al Poder Judicial en el momento de su aplicación”.
Se han desarrollado diversas teorías de la legitimidad del Ius Puniendi, y
es que el ejercicio de la potestad sancionadora en un Estado democrático
debe respetar las garantías propias del Estado de Derecho, que constituyen
sus límites.
En ese particular, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece en el Artículo 25º, que “Todo acto dictado en ejercicio
del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta
Constitución y la ley es nulo”. Esto es un indicativo de que la capacidad
punitiva del Estado no puede desplegarse fuera de los márgenes que
establece la ley y por tanto el Ius Puniendi no es una facultad ilimitada
puesto que el Estado, tiene la obligación de tutelar los derechos ciudadanos
e imponer las penalizaciones a que haya lugar, sólo cuando las conductas
consideradas delictivas hayan sido ejecutadas y estén tipificadas en la ley.

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Desde el inicio de la sociedad, el hombre, basado en el derecho natural,
tenía una noción de lo que era una sanción, así para llegar a lo que se
conoce como Ius Puniendi, ha habido una evolución histórica de éste
concepto en las diversas etapas de la sociedad. Orellana Wiarco (1999),
hace una síntesis de la evolución histórica del Ius Puniendi, de lo cual existen
varios aspectos que se pueden resaltar.
En primer lugar, existe un documento histórico proveniente de Babilonia
unos dos mil años A.C., el famoso Código de Hammurabi. A pesar de la
dureza de estas leyes babilónicas, representan un avance indudable, pues
se trascendió de la etapa de la venganza privada, en donde el poder de
castigar al trasgresor de las reglas del grupo social correspondía a la víctima
o a sus familiares.
En desarrollo histórico de Europa occidental, tanto en la Edad Media y
Moderna, existió la idea de que la ley penal y la sanción eran exclusividad del
poder público y éste residía en el monarca, el cual tenía esa investidura por
un supuesto mandato o potestad divina.
El soberano absoluto, en este período histórico, asumía en su persona
todo derecho, ya que él representaba el Ius Puniendi hasta que en el siglo
XVII se empezó a cuestionar el poder absoluto y se plantea la tesis del
Contrato Social, esgrimida por los filósofos ingleses Hobbes y Locke.
En ambos pensadores, la teoría del contrato social tiene un carácter
metafísico, pues el primero coloca a Dios como mediador entre el soberano y
los individuos, el segundo, coloca a la "ley natural" como obligatoria para el
soberano e individuos que la pactan con un carácter bilateral.
Ya en el siglo XVIII la teoría del contrato social ces redimensionado con
la obra de Rousseau, quien propone la existencia de un contrato social
donde el poder soberano radica y se conserva siempre a favor de los
individuos quienes pactan con el monarca para depositar en él el poder de
gobernar.

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El ideario roussoniano quedó plasmado tiempo después éstas al
consagrarse en texto constitucional, al triunfo de la Revolución Francesa y
que a la fecha perduran, para luego derivar en el ius positivismo que explica
científicamente el fenómeno jurídico en base a la existencia de la norma
suprema constitucional vigente, según Kelsen.
Las teorías del contrato socia trascendieron hasta repercutir en el campo
penal, así César Beccaria en la obra "Tratado de los delitos y de las penas"
parte de la aceptación de la existencia de un contrato social como fuente
creadora de la soberanía del Estado, depositada en el rey quien la debe
ejercer en beneficio de los súbditos.
Así mismo, Kant expone que exis las penas retribuyen la culpabilidad por
el injusto cometido por el sujeto.
También Hegel aportó sus ideas sobre la pena, aplicando su conocida
fórmula dialéctica; en efecto, plantea a la pena como una negación de la
negación del Derecho, o sea, el delito se aniquila, se niega y paga por el
sufrimiento de la pena y así se restablece el derecho que se violó, en lo que
se denomina teoría de la retribución la cual explica que a cada delito debe en
justicia imponerse una pena.
A todo esto, se llega lo que contemporáneamente se conoce como
Estado de Derecho garantista, es decir, el Estado tiene como límite de su
poder punitivo los derechos fundamentales del individuo, los que está
obligado a garantizar.

Las Bases Jurídicas que sustentan el Ius Puniendi) están


profundamente relacionadas con la evolución del Estado en todas sus formas
y con el desarrollo de las potestades que a este le corresponden. Al
respecto, opina Zaffaroni (1998, pp.33) que el Estado no tiene derecho a
incriminar ni a penar, sino que tiene el deber de hacerlo, porque es un deber
que surge de su función misma, es decir, de la propia razón de su
existencia”.

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No obstante las anteriores consideraciones, el Ius Puniendi, el derecho
del Estado para imponer pena al transgresor de las conductas previstas
como delito, debe también actuar entre los límites que imponen las normas
jurídicas, considerando que la vida y la libertad son, en ese ·orden, los
bienes jurídicos más preciados y ya desde el orden constitucional se trazan
mandatos esenciales en ese sentido. La Carta Magna venezolana en su
Artículo 253º instituye que “La potestad de administrar justicia emana de los
ciudadanos y ciudadanas y se imparte en nombre de la República por
autoridad de la ley”.
De este modo, la Constitución y las leyes ofrecen garantías como las
dispuestas en el Artículo 26 °, según el cual “Toda persona tiene derecho de
acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus
derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos; a la tutela efectiva de
los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente…”
Cónsono con lo anterior, el Código Penal Venezolano establece en su
Artículo 1 “nadie podrá ser castigado por un hecho que no estuviese
expresamente previsto como punible en la ley, ni con penas que ella no
hubiere establecido previamente”. En tal sentido nadie podrá ser condenado
ni juzgado por leyes que no estén previstas de antemano en la ley.

Dado que el fin del Derecho penal es la protección del bien jurídico y el
fin de la pena es la resocialización del delincuente, esta protección a través
de la fuerza está monopolizada por el Estado por tanto, el derecho a castigar
o sancionar del Estado (el Ius Puniendi) debe realizarse conforme a unos
principios que limiten ese poder, en función del Estado democrático y social
de derecho.
Los principios limitadores del Ius Puniendi, se dividen en dos clases: los
límites formales y los límites materiales. En cuanto al primero de los
nombrados, los principios contenidos dentro de los límites formales del Ius
Puniendi, son:

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a. El principio de Legalidad proclamado en el artículo 49º de la CRBV
sobre el debido proceso y en el artículo 1º del Código Penal: “Nadie podrá
ser castigado por un hecho que no estuviese expresamente previsto como
punible por la ley, ni con penas que ella no hubiere establecido previamente”.
Además, debe existir la garantía penal por la cual la ley señale la pena que
corresponda al hecho; La Garantía jurisdiccional que exigen la existencia del
delito y la imposición de la pena se determinen por medio de una sentencia
judicial y según un procedimiento legalmente establecido; Garantía de
ejecución: requiere que también la ejecución de la pena se sujete a una ley
que la regule.
b. El Principio de seguridad jurídica, según el cual los ciudadanos deben
conocer con exactitud las conductas castigadas penalmente y sus sanciones
correspondientes.
Ahora bien, en cuanto a los límites materiales del Ius Puniendi, según
expone Zerpa Aponte (2013), se tiene que son los límites relacionados con
las bases de sustentación o legitimación del ius puniendi del Estado.
a. El Principio de necesidad de la intervención penal (principio de
intervención mínima); b. El Principio de subsidiariedad y carácter
fragmentario del Derecho penal y; c. El Principio de exclusiva protección de
bienes jurídicos, dentro del cual se encuentran: El principio de humanidad de
las penas; El Principio de culpabilidad: El principio de personalidad, el
principio de responsabilidad por el hecho y el principio de dolo o culpa .c. El
Principio de proporcionalidad, por el cual la pena tiene que ser proporcional
al hecho cometido.
Para finalizar, es preciso resaltar que el principio de legalidad envuelve
todo el Ordenamiento Jurídico Venezolano, la Constitución lo reconoce como
base del proceso penal, así como el principio de irretroactividad de las leyes.
La anterior afirmación implican que la potestad punitiva del Estado tiene
límites ciertos y que tanto las leyes como los principios que las sustentan son
garantías para la concreción del Estado democrático de derecho y justicia.

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

Código Penal Venezolano (2000). Gaceta Oficial de la República Bolivariana


de Venezuela Nº 5494 Extraordinario Caracas, viernes 20 de octubre de
2000: Caracas.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con la Enmienda Nº


1. (2009). Gaceta Oficial Extraordinario Nº 5.908, 19 de Febrero de
2009: Caracas

Díaz de L. G. (2009). Notas para la Historia de la Criminología. UNAM:


México.

Orellana W., A (1999). La individualización de la pena. Documento


Electrónico Disponible en:[http://cleuadistancia.cleu
.edu.mx/cleu/flash/PAG/lecturas/tratamiento/Individualizacion%20de%20
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Zaffaroni, E. (1998). Tratado De Derecho Penal. Parte General. Editorial.


EDIAR: Buenos Aires.

Zerpa A., A (2013). Principios del Derecho Procesal Penal. Documento


Electrónico Disponible en:[ www.cjp.ula.ve/mdepenal/files/
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