Libro de Homeopatia y Psicologia
Libro de Homeopatia y Psicologia
Libro de Homeopatia y Psicologia
Homeopatía y psiquiatría
Hacia una medicina integradora
2010
Montevideo Uruguay
ISBN: 978-9974-694-00-2
Pablo Korovsky
http://blogs.montevideo.com.uy/korovsky
Prólogo
Pocos honores deben haber que provoque más orgullo que un hijo colega le pida al padre que le
prologue su libro. No resultará difícil al lector comprender el esfuerzo que este prologuista debe
realizar para controlar la emoción y mantener una supuestamente esperable objetividad.
El autor, nacido en una familia en que ambos padres son médicos y psicoanalistas, desde muy
pequeño fue atendido por un pediatra homeópata (el Dr. Zalman Bronfman, que tuvo el gusto de
prologar su primer libro sobre homeopatía), por lo que creció en un ambiente impregnado por estas
disciplinas.
Tras una emigración familiar al Uruguay, de donde su madre es oriunda, completó sus estudios,
recibiéndose de médico, y aunque su orientación vocacional (y vivencial) era la Homeopatía, se
especializa también en Psiquiatría.
Este libro, entonces, expresa claramente el intento, a mi juicio exitoso, de integración no solo
científico, sino también, seguramente, de aspectos personales. En consecuencia, el autor está en el
mejor lugar para poder ofrecernos esta síntesis del tratamiento homeopático de las manifestaciones
psiquiátricas de enfermedad. “Homeopatía y Psiquiatría” representa un momento integrador del
autor, que logra en esta obra vincular dos orientaciones de su formación médica.
La medicina, ya se sabe, es una vieja paciente que adolece de graves escisiones. Desde sus orígenes
griegos fue afectada por teorías disociantes, imágenes del ser humano que padece, que lo
fracturaban en alma, mente y cuerpo. Y aunque siempre han existido médicos esclarecidos que han
tenido y propugnado una visión integrada (decía Maimó-nides que no se puede curar el cuerpo sin
antes haber curado el alma; o Paracelso: “cada vez es mayor el número de los que reconocen que
no puede amarse el alma sin amar el cuerpo, y que no es posible cohibirlo y aherrojarlo sin que el
alma resulte perjudicada en igual proporción, a cuyo claro concepto creo haber contribuido
grandemente”) nuestras universidades siguen produciendo profesionales escindidos: los médicos
estudian en la Facultad de medicina y se ocupan del cuerpo y sus enfermedades; los psicólogos en
la facultad de psicología y se ocupan del alma o del psiquismo y sus conflictos; los sociólogos se
ocupan de cómo se relacionan los seres humanos en grupos. La medicina se ha desarrollado en
dirección a la especialización y a la tecnificación, de tal manera que el saber enciclopédico se ha
hecho imposible, habiéndose dicho con humor que cada vez se sabe más sobre menos, por cuyo
camino podría llegarse a saberlo todo sobre nada.
Este libro se inscribe en la orientación interdisciplinaria que ha de presidir la comprensión de las
ciencias del Hombre y en la visión unicista del ser humano en su dimensión biopsicosocial e histórica.
Es que la homeopatía, como el psicoanálisis, está inscripta en la comprensión psicosomática de la
medicina. En su repertorización, el homeópata da lugar a los síntomas psicológicos en el mismo nivel
que los orgánicos, y Freud ha dicho que la psicoterapia (y el psicoanálisis lo es, “prima inter pares”)
“no es el tratamiento del psiquismo sino el tratamiento mediante una técnica psicológica, de
pacientes con trastornos psíquicos o somáticos”.
La comprensión del autor de los psicodinamismos que generan los síntomas mentales, y su
conocimiento de la ciencia hanemanniana, pero sobre todo su visión superadora de la habitual
actitud escindida que nos viene desde los griegos, de diferenciación en los hombres de la trilogía
alma, mente, cuerpo, lo habilitan a la búsqueda del tratamiento de estas afecciones, y seguramente
este libro será de gran utilidad tanto a médicos homeópatas, psiquiatras como a todos aquellos que
deseen acercarse a este camino integrador de la medicina.
Parte 4 - Introducción
Introducción
Parte 6 - La Supresión
La supresión
La supresión es un fenómeno por el cual, cuando se elimina un síntoma aisladamente pero sin
corregir el desequilibrio de la energía vital del conjunto que le dio origen, se traslada la expresión
de este desorden energético a otro síntoma de mayor compromiso vital.
Pongamos un ejemplo: Un niño sufre inicialmente síntomas alérgicos en la piel que logra eliminar
con antialérgicos, pero al tiempo se vuelve asmático.
Se produjo una supresión, es decir, se trasladó la expresión del desequilibrio de la energía vital del
paciente, desde un síntoma superficial, la alergia cutánea hacia uno de mayor compromiso vital,
como es el asma en el pulmón.
El mismo paciente es tratado entonces con corticoides por el asma, con relativa mejoría
respiratoria, pero al tiempo comienza con trastornos emocionales y de conducta sin causa externa
aparente que lo explique.
Se produjo nuevamente otra supresión, trasladándose ahora la expresión del desequilibrio de la
energía vital a un sector más noble y vital aún, la mente.
Muchos cuadros psiquiátricos responden en definitiva a una cadena de supresiones que lleva a
afectar el centro primordial del hombre, su mente y sus emociones.
Por tal motivo es importante comprender el valor del conjunto en todo tratamiento.
La homeopatía considera las terapéuticas supresivas como las causantes de la gran mayoría de las
enfermedades crónicas humanas.
Se denomina Ley de Curación o Ley de Hering a una serie de fenómenos que se observan en una
buena evolución.
Es recomendable que el paciente la conozca y comprenda.
Se aplica a todo cuadro, pero especialmente a la evolución de los trastornos crónicos.
Descrita por Hahnemann y sintetizada por Hering, uno de sus discípulos mas destacados señala
que:
. Toda genuina curación se acompaña de una mejoría mental.
. La curación va de adentro hacia fuera, y en ese recorrido los síntomas, como expresión del
desequilibrio se van trasladando hacia la superficie, de los órganos centrales de mayor compromiso
vital a los de menor compromiso. Por ejemplo
Si un paciente mejora del asma y aparecen síntomas alérgicos en la piel, se está curando.
. La curación lleva habitualmente una dirección de arriba hacia abajo. Si por ejemplo una artritis se
desplaza de la rodilla al pie, se está cumpliendo una evolución favorable que pronostica la posterior
desaparición del síntoma.
No siempre se observa el cumplimiento de todos los puntos de la ley de curación, aún en cuadros
con buena evolución.
No obstante, la presencia parcial de algunos de estos fenómenos, como por ejemplo los síntomas
exonerativos que siguiendo una dirección de adentro hacia afuera se acercan a la piel, representan
siempre una señal favorable.
La agravación homeopática es una situación que puede darse en algunos casos luego de la toma
del remedio, tiempo que puede ser variable para cada paciente.
Consiste en una acentuación transitoria de síntomas propios del paciente o del remedio,
consecuencia del estímulo que por similitud homeopática provoca el medicamento.
Esto se debe esencialmente a la mencionada acción primaria de la ley de la cura por lo semejante,
donde el remedio imprime en la energía vital por similitud pero a la vez por la mayor intensidad
dinámica que la enfermedad original, en ocasiones la acentuación transitoria de algunos síntomas.
Así como el remedio es capaz de provocar síntomas patogenéticos en los experimentadores sanos,
algunos pacientes sensibles también pueden experimentar síntomas o la agravación pasajera de
algunos propios, ambas situaciones consecuencia del mismo fenómeno de la similitud (homeo=
igual, patía, enfermedad).
La agravación homeopática suele resolverse de forma espontánea y a pesar de las eventuales
molestias pasajeras, es un signo de buen pronóstico que precede a la mejoría.
Parte 9 - Miasmas
Miasmas
Se entiende por miasma a ciertas cualidades y tendencias globales que adquiere el desequilibrio
de la energía vital.
Se trata de una concepción original que la homeopatía ha introducido en la comprensión de las
enfermedades.
La gran mayoría de los padecimientos que cada sujeto presenta a lo largo de su vida depende de
su terreno constitucional, en términos homeopáticos de las características de su desequilibrio en la
energía vital o en otras palabras, su miasma crónico.
Este terreno constitucional o miasmático, vinculable en buena medida a las denominadas
características genéticas individuales, puede dar lugar a diversas enfermedades crónicas y agudas.
Los miasmas crónicos son entonces, patrones persistentes de distorsión de la energía vital, que
habitualmente se prolongan o profundizan en el tiempo.
No necesariamente expresan enfermedades clínicas constituídas, puede tratarse de síntomas
aislados, rasgos de carácter u otras cualidades que imprimen al sujeto una particular tendencia
general.
La Psora o miasma de la excitabilidad funcional, del griego y hebreo: mancha, prurito, expresa
como característica central una hipersensibilidad en todos los terrenos.
Las alergias cutáneo mucosas son una manifestación clásica de la Psora.
En el plano mental y emocional, la ansiedad, la angustia, los temores y otras vivencias como la falta
de confianza o la minusvalía son manifestaciones esencialmente psóricas.
La Sicosis se expresa como una distonía en más, pero en este caso hacia la hipertrofia, el
agrandamiento, la neoformación orgánica o tumoral, no ya como un fenómeno funcional.
Históricamente fue asociada a la enfermedad venérea de la blenorrea, siendo el resto de sus
manifestaciones, secundaria a su desarrollo y progresión en el organismo.
Desde las verrugas, hasta los tumores u otra hipertrofia orgánica, como la obesidad, señalan la
presencia de este miasma.
La ambición desmedida, una actitud prepotente o dictatorial, una crisis maníaca son expresiones
que ejemplifican el miasma Sicosis en el plano mental.
Es oportuno aclarar que el término psicosis de la psiquiatría, que alude a la pérdida de criterio de
realidad, no tiene que ver con el de sicosis utilizado en este caso.
No obstante una crisis psicótica o delirante con elementos maníacos o de grandeza, muestra a su
vez, un perfil miasmático sicótico, desde el punto de vista homeopático.
Existen pacientes con características psóricas que responden muchas veces al mismo remedio
constitucional en sus tendencias sicótica o sifilítica.
En esos casos podemos hablar del medicamento simillimum del paciente, es decir el más similar que
logra equilibrar su energía vital.
Destaco en esta situación tratarse del medicamento simillimum del paciente, y no solo de un cuadro
puntual, ya que el mismo remedio logra cubrir terapéuticamente distintos circunstancias
patológicas que ese paciente puede padecer, aún en diferentes fases miasmáticas.
En otros pacientes es necesario recorrer diversos remedios en el camino hacia la curación.
Desandar los patrones reactivos distorsionados hasta rencontrarse con las raíces psóricas, a pesar
de que parezca en cierta medida una regresión, es una señal de buena evolución.
Desde allí, el proceso curativo apuesta entonces a construir una condición de crecimiento más
equilibrada y genuina.
Enfermedades agudas
Parte 10 - Lo infinitesimal
Lo infinitesimal
La enfermedad mental ha estado signada por innumerables vaivenes y concepciones a lo largo del
tiempo.
En épocas pretéritas fue vinculada a causas sobrenaturales y mágicas. A partir de la antigua Grecia
con Hipócrates, comienza a considerársela una enfermedad, resultado de un desequilibrio en los
humores del organismo (sangre, bilis negra, amarilla y flema), manifestándose en cuatro
temperamentos básicos: colérico, sanguíneo, melancólico y flemático.
El concepto de enfermedades mentales agudas y crónicas fue otro aporte del período griego, los
términos de manía, melancolía, histeria e hipocondría, así como la comprensión de que las
enfermedades son en gran medida acentuaciones de mecanismos habituales de la psique.
Desde la muerte de Galeno en el 200 DC, quien aportó la noción de causas orgánicas y emocionales
en su génesis, los trastornos mentales fueron marginados de la medicina por un largo período,
regresando a Europa durante la Edad Media la concepción demoníaca y la fuerte injerencia de la
Iglesia en ese terreno, con la Inquisición, exorcismos y quema de brujas hasta finales del siglo XVIII.
En este periodo el pensamiento griego solo se mantiene vivo en la cultura árabe, donde se establece
el primer hospital mental en Bagdag en 792, y resaltan médicos como Avicena (980–1037).
A partir del Renacimiento, a pesar de la Inquisición y sus profundas secuelas, comienzan a surgir
figuras como Paracelso, entre otros, que cuestionan la concepción demoníaca, abriendo
progresivamente camino a la reincorporación de los trastornos mentales a la medicina, con la mítica
liberación de las cadenas a los enfermos mentales con Pinel en Francia en 1794.
Los siglos XIX y XX traen un prolífico desarrollo de la psiquiatría europea especialmente alemana
y francesa, con autores como Kraepelin, Bleuler, Jaspers, Janet, Kretschmer, abocándose en gran
medida al estudio de las psicosis crónicas.
La llegada de Freud (1856 - 1939) y el psicoanálisis generaron una profundo impacto en la
concepción de los fenómenos psíquicos, desde su introducción en la comprensión y tratamiento de
la histeria y los trastornos neuróticos, incorporando su visión psicopatológica progresivamente al
conjunto de la psiquiatría.
El conductismo surge a principios del siglo XX como otra concepción psicológica de creciente
gravitación en la actualidad a partir de los trabajos experimentales de Pavlov y posteriormente
Watson entre otros, entendiendo la patología esencialmente como trastornos en los mecanismos
reflejos de aprendizaje.
En la actualidad existe un auge de la denominada psiquiatría biológica donde los recursos
terapéuticos están especialmente volcados hacia los nuevos psicofármacos de síntesis.
La psiquiatría norteamericana ha pasado a tener una fuerte influencia con la nuevas clasificaciones
de la patología mental, DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders).
Los criterios de la OMS son también en la actualidad una referencia que intenta unificar criterios
diagnósticos a través de las guías ICD (International Classification of Diseases).
Es interesante hacer una breve reflexión acerca de la antigua concepción hipocrática de los cuatro
humores, a la que hicimos referencia al hablar de la historia de la psiquiatría.
Hipócrates describía cuatro temperamentos básicos, colérico, sanguíneo, melancólico y flemático,
que vinculaba a las cualidades y desequilibrios entre los humores corporales sangre, bilis negra,
amarilla y flema.
Vemos como ya desde la antigüedad los líquidos vitales fueron asociados a las enfermedades.
De hecho, nuestra composición es en un 70% líquido.
Origen o consecuencia, en nuestros líquidos vitales se refleja el desequilibrio vital.
Si consideramos, desde las características químicas, a las mas sutiles y energéticas del agua, a los
ojos de las investigaciones actuales, donde podemos ubicar lo infinitesimal de las dosis de la
homeopatía, entrevemos que aquella antigua concepción hipocrática de los humores no se ha
alejado tanto de las comprensiones modernas.
La investigación neurobiológica ha puesto por su parte en evidencia la compleja dinámica
neurohumoral de un conjunto de neurotransmisores en los diversos procesos mentales y sus
desórdenes.
Por otro lado, ha tenido notoriedad pública el trabajo de Masaru Emoto acerca de imágenes de
cristales congelados de agua de distintos orígenes captadas por el microscopio electrónico, donde
se observa desde hermosas y perfectas configuraciones hasta otras donde se pierden estas
características, comprobando a través de reiteradas experiencias la influencia que sobre el agua
pesan los mas diversos estímulos, desde la música a los distintos pensamientos y emociones.
El buen o el mal humor no sería así, solo una forma de definir un estado inmaterial del ánimo, sino
también una cualidad química y sutil que adquiere el humor o líquido del organismo en la dinámica
de la vida.
Animo por otra parte deriva del latín y éste del griego donde significa soplo. Es decir, el soplo de
vida, el aliento. Del Diccionario de la Real Academia Española. Alma o espíritu en cuanto es principio
de la actividad humana.
Vemos como tanto los términos humor como ánimo tienen una raíz en las funciones vitales, en el
aire que respiramos en cada aliento y en el líquido que fluye por nuestro organismo.
Es decir, el estado de ánimo puede traducirse en como está nuestro aire y nuestro líquido.
Siguiendo este recorrido por el diccionario encontramos otros términos rondando la temática.
Alma proviene de anima del latín cuyo significado es sustancia espiritual e inmortal, capaz de
entender, querer y sentir, que informa al cuerpo humano y con él constituye la esencia del hombre.
Por extensión, principio sensitivo que da vida e instinto a los animales y vegetativo que nutre y
acrecienta las plantas.
Sustancia o parte principal de cualquier cosa.
A la vez espíritu, del latín spiritus: ser inmaterial y dotado de razón. Alma racional. Don
sobrenatural y gracia particular que Dios suele dar algunas criaturas. Vigor natural y virtud que
alienta y fortifica el cuerpo para obrar. Del punto de vista teológico, tercera persona de la Santísima
Trinidad, que procede igualmente del padre y del hijo.
Psique, según la Real Academia: alma humana.
Mente: Potencia intelectual del alma. Conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e
inconscientes, especialmente de carácter cognitivo.
Intelecto: entendimiento, potencia cognoscitiva racional del alma humana.
Psiquiatría: ciencia que trata de las enfermedades mentales.
Psicología: parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones.
Todo aquello que atañe al espíritu. Ciencia que estudia los procesos mentales en personas y
animales. Manera de sentir de una persona o de un pueblo.
Afecto: cualquiera de las pasiones del ánimo, como ira, amor, odio, etc.
Pasión: acción de padecer. Cualquier perturbación o afecto desordenado del ánimo. Inclinación o
preferencia muy vivas de una persona a otra. Apetito o afición vehemente a una cosa.
Sentimiento: impresión y movimiento que causan en el alma las cosas espirituales.
Emoción: estado del ánimo producido por impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos que con
frecuencia se traduce en gestos, actitudes u otras formas de expresión.
Hemos mencionado ya una de las clasificaciones de la patología mental que actualmente tiene
mayor difusión que realiza la Asociación Psiquiátrica Americana, denominada
DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) en su edición IV.
Se trata de una clasificación en 5 ejes, distinguiendo :
El eje I: aquel en el que se desarrollan los trastornos clínicos actuales.
El II: sobre qué estructura o rasgos de personalidad se desarrolla la problemática del paciente,
incluyendo el retraso mental.
El III: describe si existen patologías médicas concomitantes.
El IV: si existe problemas psicosociales y ambientales de relevancia.
El V: evalúa el grado de actividad global del sujeto.
Existe un solapamiento entre algunas categorías de clasificaciones europeas donde por ejemplo
se conserva la terminología de neurosis, respecto a la americana que ha eliminado por el momento
este término.
Hemos mencionado también los criterios de la OMS a través de las guías ICD (International
Classification of Diseases) como otra referencia mundial sobre el tema.
Vamos a utilizar en buena medida en este trabajo, algunos criterios DSM para orientarnos en
determinadas categorías diagnósticas.
A pesar de algunas diferencias entre las clasificaciones puede recogerse en general un espíritu
común, siendo bueno reconocer también que en ciertos casos no resulta fácil su categorización, lo
que es propio de todo encuadre diagnóstico.
Parte 17 - El inconsciente
El inconsciente
Desde la perspectiva del psicoanálisis, los síntomas son expresión del conflicto que surge de las
tensiones entre tres instancias del psiquismo: el Yo, el Superyo y el Ello.
El Superyó representa la internalización de los aspectos morales inculcados por los padres, la
sociedad, el deber ser.
El Ello representa esencialmente lo instintivo, la tendencia a la búsqueda del placer y la satisfacción
de las tensiones primarias como el alimento, la sexualidad y otros aspectos de la supervivencia. Así
mismo pertenecen al Ello las reacciones emocionales mas primitivas frente a la frustración de estas
pulsiones.
El Yo representa la instancia que toma partido en la realidad, conjugando una dinámica de
transacciones con las otras dos instancias, el Ello y el Superyó.
Las tensiones entre las demandas del Ello y el Superyo sobre la realidad que vive el Yo constituyen
el conflicto psíquico, que adquiere diversas expresiones, pudiendo considerarse la angustia su
síntoma primario.
La angustia, producto del conflicto de tensiones, es muchas veces derivada hacia otras
manifestaciones, psíquicas o físicas, dependiendo de las características particulares de cada
individuo.
Nuevamente la homeopatía adquiere un valor relevante en su capacidad de contemplar la
peculiaridad con que cada paciente expresa su conflicto, o en otras palabras, el desequilibrio de la
energía vital.
Muchos síntomas pueden ser explicados a partir de esta comprensión nacida originalmente del
psicoanálisis.
Se denominan mecanismos de defensa a una serie de funcionamientos destinados esencialmente a
neutralizar la angustia que resulta del conflicto psíquico.
Mencionemos los mas significativos:
La represión es uno de los mecanismos mas activos en la vida psíquica, que evita que los contenidos
inconscientes presentes por ejemplo durante el sueño, accedan a la conciencia con mas claridad.
La disociación consiste en una incapacidad o dificultad en integrar aspectos distintos y hasta a veces
contrarios de los objetos y vivencias, de modo que son percibidas alternadamente unos u otros.
Se trata de un mecanismo primitivo, asociado especialmente a los trastornos de personalidad,
donde la maduración del proceso psicológico no ha alcanzado a integrar con flexibilidad los aspectos
buenos y malos de los objetos.
La conversión y la somatización son mecanismos por los cuales se descarga o deposita en el cuerpo
la expresión del conflicto psíquico.
Existe no obstante una diferencia importante entre ambos.
En la conversión los síntomas demuestran una falta de coherencia clínica por lo que se deduce su
condición nerviosa, descartándose un origen orgánico.
Se da con frecuencia en personalidades con rasgos histéricos, donde se observa además cierta
actitud de indiferencia hacia sus síntomas, la conocida “belle indiference”.
La somatización por otro lado, es un proceso por el cual se entiende que existe una vinculación entre
los síntomas de una enfermedad reconocible clínicamente y la conflictiva psíquica del sujeto.
Se trata en realidad de un amplio capítulo que puede englobarse dentro de la denominada
comprensión psicosomática, donde la homeopatía tiene también mucho para aportar.
Vemos entonces como a través de distintos mecanismos la angustia y las circunstancias asociadas
que la provocan son transmutadas, maquilladas o enviadas a la oscuridad del inconsciente, donde
no enturbien al menos transitoriamente el delicado equilibrio de la conciencia.
Pero estos mecanismos tienen un costo y muchas veces fallan, exponiendo a la conciencia las fisuras
por donde se filtra la resbaladiza energía de la angustia.
Así mismo entendemos como los distintos síntomas psíquicos o físicos son señales de conflicto y
aunque parezca paradójico, también son intentos de contener el desequilibrio en diques o islas, no
volcándolo al conjunto.
Parte 20 - Neurosis
Neurosis
La primer referencia recogida sobre el término neurosis proviene del médico escocés William
Cullen que lo emplea en 1769 (Sinopsis nosologiae methodical, y First lines of the practice of phisick).
Es una curiosa coincidencia señalar que el origen de la homeopatía está asociado al conocimiento
que Hahnemann recoge en su labor como traductor, de los efectos descritos de la corteza de la
Quina del Perú, mencionados en un tratado de materia médica del mismo autor, Cullen,
desenterrando así el antiguo principio de la Ley de la cura por lo similar.
Psicoanálisis y homeopatía parecen encontrar así un particular antecedente común de sus inicios
en este médico escocés.
Si bien el significado del término surge como una tentativa de incluir trastornos mentales diversos
que no estuviesen vinculados a una causa orgánica, fue sufriendo distintas acepciones a lo largo del
tiempo, con figuras como Pinel, Janet y definitivamente con Freud.
Mas allá de las neurosis clásicas descritas, de angustia, fóbica, obsesiva e histérica, se considera la
neurosis una condición estructural donde puede darse un abanico gradual desde lo mas sano hasta
los cuadros mas graves y sintomáticos.
Mencionamos anteriormente al referirnos al tema de las estructuras, que la neurótica es la que
adquiere mayor madurez, por lo que para evitar confusiones, debiéramos diferenciar entre
estructura neurótica y neurosis clínicas.
Por otra parte, la disposición de cada paciente a presentar determinada clase de síntomas pone a
la homeopatía en primer plano, al reconocer las características constitucionales que hacen que cada
individuo exprese su desequilibrio de una forma particular y única.
A pesar de que un paciente pueda ser catalogado dentro de una determinada condición neurótica,
posee características peculiares mentales y físicas que responden a un particular remedio
homeopático.
La conservación del criterio de realidad es un punto central, ya que a pesar de los diversos
malestares que afecten el psiquismo del paciente, se conserva el criterio de realidad.
La conciencia del conflicto psíquico interno. Se vivencia internamente y surge como hemos
señalado, de la dinámica de tensiones que el Yo debe manejar con las instancias del Superyó y del
Ello.
La conciencia autocrítica, y la capacidad de reflexionar sobre las propias conductas o sentimientos,
forma parte de la madurez psicológica de la estructura neurótica.
Hemos mencionado anteriormente la cualidad del vínculo que se establece con el paciente
neurótico donde a pesar de su conflictiva y sus síntomas, establece una relación respetuosa, de buen
raport con el médico, lo que es esencialmente diagnóstico.
La neurosis fóbica por su parte ha focalizado la angustia esencialmente en las fobias, específicas en
cada caso, dependientes de un mecanismo de defensa predominante, aquí la represión y el
desplazamiento.
El sujeto evita exponerse a situaciones que puedan desencadenar angustia, llevándolo
progresivamente a una creciente restricción de su vida social y actividades.
Desde el punto de vista homeopático podemos mencionar algunos síntomas vinculados a las
neurosis que figuran en el repertorio:
Señalamos sólo algunos síntomas o rubros dentro de los cuales existen muchas veces modalidades
de los mismos o subrubros que pueden precisar las características del síntoma particular del
paciente, que son los que eventualmente adquieren mas valor. No necesariamente están presentes
en todos los pacientes, trayendo aquí solo algunos ejemplos como muestra de la riqueza y vastedad
del repertorio.
Pero recordemos que son los síntomas característicos, es decir aquellos peculiares, singulares,
extraordinarios y mas notables los que guían la elección del remedio simillimum en cada caso.
Edipo
La primer referencia al tema aparece en una carta de Freud a su amigo Fliess en 1897: “También
en mí comprobé el amor por la madre y los celos contra el padre al punto que los considero ahora
como un fenómeno general de la primera infancia”.
El niño siente que su amor por la madre es obstaculizado por el padre, al que vive como rival. De
allí surgen las fantasías de matarlo, eliminarlo de la esfera de competencia, y del mismo modo el
temor a la retaliación, a través del temor a la castración.
Pero a la vez, el reconocimiento de la condición protectora y proveedora del padre, provoca en el
niño el surgimiento de la culpa por sus sentimientos hostiles hacia él, promoviendo la formación del
Superyó, instauradora de la conducta moral, en buena medida edificada a partir de la identificación
con el padre.
El concepto de narcisismo es otra piedra angular de la teoría psicoanalítica que entreteje y acciona
como una moneda la economía psíquica.
El Mito de Narciso
Cuenta la leyenda que la ninfa Liriope sacudida por las aguas del dios del río Céfiro engrendra un
hermoso niño al que llamó Narciso. Su madre consulta al Adivino Tiresias quien le presagia que éste
tendrá una larga vida, mientras no se conozca a si mismo.
Al crecer Narciso, su belleza enamoraba a todas las jóvenes, pero él las rechazaba con desdén y
vanidad, ya que ninguna lograba interesarle, entre ellas estaba la ninfa Eco, condenada por Hera, a
repetir como un eco las últimas palabras que otro pronunciara.
Un día estando sediento luego de un largo paseo, Narciso llegó a la orilla de una fuente y
acercándose para beber, ve por primera vez su imagen reflejada en el agua, quedando enamorado
a tal punto de ésta, que al intentar acercarse a besarla, cae en el agua y se ahoga.
Se dice que una bella flor que descansa en las márgenes de los ríos tomó el nombre en su recuerdo.
Desde sus primeras referencias con el desarrollo del psicoanálisis, el concepto de narcisismo fue
ampliando su constelación de significados.
Así como en física el concepto de luz puede interpretarse como partícula u onda, de acuerdo al
punto de vista desde donde se lo plantee, puede considerarse que ocurre algo similar con el de
narcisismo.
Al igual que la luz, el narcisismo puede asimilarse a energía o a partículas cuya condensación da
lugar a la estructuración psíquica.
Impregna desde los inicios de la vida la dinámica instintiva - afectiva, en especial durante los
procesos de maduración y estructuración psíquica.
Los distintos procesos psíquicos se integran en un sistema energético que podríamos denominar
economía narcisista.
A medida que el individuo va creciendo e incorporándose a la sociedad, la
economía narcisista traduce en parte los logros o frustraciones de la cultura adulta a aquellos
antiguos códigos energéticos de la dinámica instintiva afectiva de los primeros tiempos.
Líbido es el término con el que se asocia a la energía sexual, cuyo alcance no se limita a lo genital,
sino como señalamos, participa como un todo en la dinámica afectiva, psicológica y biológica.
La líbido puede considerarse en otras palabras, como una moneda de la economía narcisista.
Así como el agua cambia su estado de sólido, líquido o gaseosos podríamos equiparar las
transformaciones de esta energía en sus distintas manifestaciones.
La fase anal está vinculada especialmente con los trastornos obsesivo compulsivos, donde existe
una fuerte necesidad de control sobre todo aquello que sale de uno, como son las materias fecales
y que de algún modo se vivencia ambivalentemente, entre el placer y la repulsión.
La homosexualidad masculina también muestra una fijación en esta fase.
La etapa fálica está asociada esencialmente con la patología histérica, donde si bien es el paso mas
avanzado de este período, la expresión sexual se da en términos de seducción y autoerotismo, pero
no al servicio del encuentro con el otro.
La epidemia narcisista
Se trata de un capítulo de dimensión creciente por la frecuencia cada vez mayor con que se
establece su diagnóstico.
Si bien se ha descrito un relativamente amplio grupo de cuadros en esta categoría, puede
establecerse algunas pautas básicas para comprenderlos en su globalidad: se trata de una estructura
de personalidad de menor estabilidad y consistencia que la estructura neurótica.
Muchos autores la denominan estructura limítrofe o “borderline” sobre la que asientan los rasgos
de carácter que dan lugar a distintos trastornos de personalidad.
El término limítrofe alude a varios aspectos.
Esencialmente responde al hecho de que su expresión clínica parece oscilar en ocasiones bajo una
apariencia neurótica y en otras, de acuerdo al tipo de trastorno, bajo una expresión psicótica o
psicopática.
Este funcionamiento crea frecuentemente dificultades y conflictos, también en el terreno
diagnóstico.
A pesar de las fluctuaciones y de la diversidad clínica hay algunas características comunes a todos
ellos.
Habitualmente se trasluce desde la primera entrevista una cualidad invasiva en el modo en que el
sujeto se vincula con el médico, lo que se percibe con incomodidad.
Una rápida confianza desmedida y masiva transferencia afectiva, actitudes desconsideradas o
irrespetuosas, son pautas frecuentes y a la vez diagnósticas del trastorno.
Precisamente el trastorno de personalidad expresa en especial como hemos mencionado
anteriormente, el conflicto en el vínculo con los demás.
La sensación de que “se mete debajo de la piel” es característica y uno queda rumiando con
malestar el contacto con el paciente o el problema que le transmitió, ya sea en su actitud o en su
demanda.
El tema de la demanda, de depositarla en forma abusiva en el otro, el médico en este caso, es
parte del cuadro y de algún modo recuerda una carencia, primitiva demanda insatisfecha de los
tiempos tempranos del desarrollo.
Por eso resulta “pegajoso”el vínculo con este tipo de pacientes, porque se prenden con avidez, “con
hambre”, parasitan al otro.
Presentan una tendencia a pasar rápidamente de la idealización a la decepción, de las personas,
las relaciones, los trabajos, etc, asociado al mecanismo de defensa primitivo de la disociación, donde
hay una dificultad en integrar las cualidades buenas y malas de los objetos en otros de carácter mas
real y consistente.
A propósito de ello, la escasa tolerancia a la frustración y la inconstancia, la impulsividad y el pasaje
al acto son pautas frecuentes.
El mecanismo de proyección masiva, llamado también identificación proyectiva es habitual, donde
como ya mencionamos, el sujeto proyecta en forma masiva los aspectos que rechaza de sí mismo,
inconscientemente en el otro.
La dificultad de hacer insight, es decir, de tomar conciencia de la problemática personal,
asumiendo los errores y las culpas desde una posición madura, es otro aspecto central. No asumen
las culpas debido a la persistencia de una estructura inmadura, donde una fisura en su precaria
estabilidad puede hacer emerger una angustia aún primitiva, y por tanto incontrolable, pudiendo
dar lugar a desequilibrios emocionales importantes, actos impulsivos, agresividad o cuadros
psicóticos.
El tema de lo limítrofe no solo se expresa en las eventuales dificultades diagnósticas, sino también
en que viven “en el límite”, en circunstancias riesgosas, buscando el límite que habitualmente
traspasan. Es frecuente los intentos y la tendencia al suicidio, a la promiscuidad, al abuso o
dependencia a drogas, o las conductas delictivas en ciertos perfiles.
El DSM IV de la asociación americana de psiquiatría ha establecido tres grupos para englobar los
distintos trastornos de personalidad.
Los cataloga como patrones persistentes, y desadaptativos de funcionamiento personal y en el
vínculo con los demás, de inicio en la adolescencia o principios de la edad adulta, donde
determinados rasgos de personalidad se acentúan distorsionadamente dando lugar a los distintos
trastornos.
Si bien pueden presentar rasgos de personalidad muy distintos unos de otros y aún algunos
individuos incluirse en mas de una categoría, insisto, existe una estructura inmadura con
características comunes a todos.
Los describiremos en forma breve:
El grupo A lo integran:
El grupo B lo integran:
El trastorno límite de personalidad cuyo nombre asimila el concepto de estructura limítrofe, puede
considerarse el mas representativo de todo el grupo, debido al polimorfismo de manifestaciones,
expresándose esencialmente en una inestabilidad afectiva y en las relaciones interpersonales,
impulsividad, mas frecuencia al consumo de drogas y posibilidad de irrupción de episodios psicóticos
breves, entre lo mas significativo.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Genio variable,- alternante, rápidamente, - súbito
Alegre alternando con,- tristeza,- irritabilidad,- llanto
Impulsivo
Impaciente
Disposición al suicidio
Mutila su cuerpo
Cólera, alternando con arrepentimiento rápido,- tristeza, - llanto
Inconstancia
Afectuoso
Abandono sensación de
Mentiroso
Trastornos por drogas psicotrópicas
Trastornos por narcóticos
Deseo de drogas psicotrópicas
Morfinismo
alcoholismo
El grupo C lo integran:
Un breve comentario:
Existen personas que sanan con su energía y actitud, así como otras que enferman, cuya condición
tóxica provoca malestar o hasta enfermedad en los otros. Los trastornos de personalidad en muchos
casos promueven lamentablemente este último tipo de situaciones.
Terapéuticamente y aguzando de la síntesis, son pacientes que requieren básicamente tres cosas:
afecto, aprender a integrar mejor sus vivencias y límites.
La homeopatía comprende que existe una grave distorsión miasmática que impregna el desorden
de la energía vital de los seres humanos y se expresa en el conjunto de la sociedad: hipertrofia y
destrucción, sus dos miasmas predominantes, sicosis y sífilis.
Este desorden vital en todos los planos al que asistimos se debe en gran medida a un fenómeno
descrito y enfatizado por la homeopatía: la supresión.
No se puede abordar verdaderamente un mal si no consideramos y tratamos al conjunto y esto se
aplica para todos los terrenos de pensamiento y acción.
Las conductas sintomáticas que aíslan artificialmente un fenómeno del conjunto, con sus cada vez
mas notorias y nefastas consecuencias, representan un modelo del que participa la medicina
dominante, pero que se expresa en tantos otros ámbitos donde el poder indiscriminado de unos
pocos está poniendo en riesgo el futuro próximo de la vida en la Tierra.
Lamentablemente percibimos que no tenemos mucho tiempo si no hacemos un cambio profundo.
La homeopatía nos ofrece una oportunidad si tomamos conciencia, para sanarnos y compartir este
regalo que no tiene precio.
Como psiquiatra con frecuencia debo atender casos de jóvenes infractores internados en
establecimientos cerrados.
En ocasiones me pregunto qué se puede hacer para mejorar las condiciones de rehabilitación de
muchos de ellos que parecen irrecuperables para la sociedad.
Uno percibe que en buena parte vegetan en centros sin demasiadas actividades o que no hay un
verdadero clima de rehabilitación.
Indudablemente el trabajo de los educadores y personal que participa en esta tarea es dificultoso
y en oportunidades a pesar de las buenas intenciones, parece terminar imponiéndose la cultura
marginal, mas que la rehabilitadora.
Me interesa plantear algunas aportes que no son nuevos, pero que a veces escasamente se tienen
en cuenta.
En pocas palabras, se trata de despertar la condición constructiva como esencia del cambio.
La gran cantidad de energía humana desperdiciada es un punto crucial a reencauzar en la tarea
rehabilitadora.
Una fuerte acentuación hacia pequeños proyectos educativos o productivos, individuales o
colectivos puede generar estímulos atractivos que logren promover cambios positivos.
Por otra parte pueden ser interesantes formas de incentivar la reducción de penas.
En los hechos da la impresión que el tiempo de condena no varía ampliamente de un interno con
mala o buena conducta, lo cual no resulta una pauta estimulante.
Un planteo entre tantos podría ser por ejemplo que un interno infractor o grupo de ellos realice su
propia quinta de hortalizas como parte de su proceso de rehabilitación, de modo que hasta que no
coseche el producto de la misma no podrá considerarse egresado.
De esta forma se exigen resultados concretos y se promueven mecanismos activos donde cada
individuo debe reaprender aspectos importantes como el trabajo, el respeto por las obras, la
constancia, los resultados, entre algunos puntos a considerar.
Así se establecen y decantan niveles de trastornos de conducta y patologías mentales asociadas,
donde muchos sujetos se verán estimulados a participar creativamente en proyectos y aquellos mas
sociópatas y negativos se decantarán del grupo, viéndose impedidos de los beneficios que obtienen
los mas positivos.
No evaluar adecuadamente estas dificultades disminuye la eficiencia de un sistema de
rehabilitación.
Las trampas y boicoteos son un obstáculo habitual en este trabajo.
La pulseada de poder se interpone con frecuencia, en especial en aquellos con actitudes de mayor
liderazgo negativo. Muchos internos buscan seducir, manipular o destruir las intenciones
terapéuticas de distintos agentes y equipos interdisciplinarios, así como obstruir el desarrollo de
otros pacientes.
Es frecuente la intención de provocar la desvalorización y cuestionamiento de las aptitudes
personales de los terapeutas y educadores, así como penetrar en la interna de rencillas dentro de
los equipos, aspecto importante a tener presente.
Vale reconocer que estas actitudes negativas que exponen son en muchos casos, reflejo de la propia
historia de destrato de la que fueron objeto.
Buena parte de los fracasos está vinculada con este conjunto de dificultades.
Reimplantar la Ley como símbolo de orden, respeto mutuo, pero esencialmente también como
pauta amorosa necesaria en toda construcción, en seres en gran parte desheredados de esta
experiencia en su desarrollo, resulta una apuesta importante. Resarcir este eslabón perdido es un
fuerte desafío.
Las identificaciones juegan aquí un rol clave, como lo es en todo niño y adolescente.
Figuras positivas que despiertan admiración, valoración y deseo ser emuladas son fundamentales
en esta construcción.
En muchos casos se trata de niños o adolescentes que provienen de familias muy carenciadas social
y afectivamente, donde la frustración, la desesperanza, el rencor u otras emociones negativas están
profundamente enraizadas y dificultan los procesos constructivos.
Aquí junto a otros herramientas, la homeopatía puede ser fundamental para destrabar antiguas
vivencias que con frecuencia las psicoterapias convencionales o los psicofármacos no logran
remover.
El apoyo hacia la búsqueda vocacional es otro paso fundamental en esta tarea, como lo es en todo
ser humano.
Se sabe de las fuertes resistencias que despierta en los niños o adolescentes infractores el
cuestionamiento de actitudes erróneas o el asumir la culpa, aspectos que resultan difícilmente
tolerados, generando cuadros de excitación, violencia, amenazas de suicidio que con frecuencia son
acciones de carácter manipulativo.
Los psicofármacos pueden aplacar este tipo de cuadros violentos puntualmente pero no modifican
la problemática de fondo. Frecuentemente los propios menores piden sedantes que los usan con el
mismo criterio narcótico de las drogas de abuso.
Parte 26 - Psicosis
Psicosis
Los episodios psicóticos agudos tienen un comienzo rápido, de días y son floridos en
manifestaciones, con delirios de poca coherencia interna, alucinaciones frecuentes, desorganización
del pensamiento, con pérdida de la estructura lógica y del hilo conductor de las ideas. Se acompañan
de una fuerte inestabilidad afectiva, ya que viven la experiencia con gran emotividad, ansiedad,
inquietud, pérdida del sueño, del apetito, y consecuentemente alteración de las conductas que se
muestran llamativas y extrañas.
Por lo general conservan la noción de ubicación en el tiempo.
Los delirios suelen tener temas diversos, místicos, religiosos, de persecución, de influencia, pero
habitualmente son caóticos y de poca consistencia. En ocasiones sienten un eco de su pensamiento.
Estos episodios tienen un curso habitualmente breve, días a semanas.
En muchos casos agudos se trata de episodios únicos que no se reiteran y que irrumpen en
circunstancias críticas de la vida.
En oportunidades en que se repiten los cuadros, volviendo luego a un funcionamiento normal,
señalan un terreno de predisposición frágil, pudiendo tratarse de una estructura borderline.
En ocasiones los trastornos bipolares, pueden acompañarse de elementos psicóticos ya sea en su
fase maníaca o depresiva.
Hay que señalar que existe un amplio abanico en el grado de deterioro que provoca la
esquizofrenia en cada paciente.
Se han descrito una serie de categorías clínicas dentro de la esquizofrenia de acuerdo al predominio
de ciertos síntomas:
La esquizofrenia paranoide tiene un predominio de síntomas delirantes y alucinatorios.
La esquizofrenia de tipo desorganizada o hebefrenia de carácter mas precoz y grave, donde
predomina la desorganización del pensamiento y el aplanamiento afectivo.
La catatónica donde predomina los trastornos psicomotrices pudiendo llegar a la inhibición
psicomotriz extrema con rigidez o por el contrario la agitación excesiva, así como el negativismo con
una resistencia inmotivada a cualquier orden o el mantenimiento de posturas estáticas.
La esquizofrenia simple es una categoría donde se dan esencialmente síntomas negativos de una
manera lenta e insidiosa.
Existe un gran número de cuadros que no encajan completamente en una categoría y han sido
denominadas formas atípicas.
Entre ellas se cita el trastorno esquizoafectivo donde hay una simultaneidad de síntomas
correspondiendo tanto para un trastorno afectivo bipolar como para esquizofrenia.
Otras formas pueden entrar en el terreno de las estructuras borderlines donde señalamos muchas
veces las dificultades diagnósticas limítrofes entre un cuadro y otro.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Delirio (subrubros múltiples),- ansioso,-feroz,- salvaje,- furioso,- con gritos,- frenético,-con
insomnio,- inquieto,- locuaz,- murmurante,-con muecas,- violento, tranquilo,-con temblores,-
vívido,-vago errante
Esquizofrenia,- paranoide,- catatónica,- hebefrénica
Insanía (subrubros múltiples),-alegre,-jovial,- con ansiedad,- con pérdida de apetito,-bailando,- por
cólera,- por desenfreno,- con fuerza aumentada,- deseo de escapar,- con inquietud,- con insomnio,-
por esfuerzo mental,-puerperal,- persecutoria,- religiosa,-con risas,- por susto,- violenta
Ilusiones (subrubros múltiples),-
Ilusiones, voces escucha,- espíritus fantasmas espectros,- ser espiado,- será asesinado,- asaltado,-
atrapado,- está atormentado,- ve ángeles,- bichos,- todo está cambiado,-oye repique de campanas,-
ve caras,- de estar condenado,- conspiraciones contra él,- está en el cielo,- demoníaco, es un
demonio,- perseguido por el demonio
La paranoia
Se trata de una psicosis crónica centrada en un delirio organizado y consistente, es decir con una
lógica interna y es muchas veces convincente.Las temáticas mas comunes son:
Persecutoria: donde hay una conspiración en su contra para dañarlo.
Erotomaníaca: donde tiene la convicción que otra persona está enamorada del sujeto.
Celotípico: donde cree firmemente que el cónyuge le es infiel.
Somático: cree que alguna parte de su cuerpo no funciona, o tiene un olor desagradable, etc.
De grandiosidad: de ser un gran personaje, poseer dotes o talentos especiales o tener relaciones
con personas de influencia y poder.
Son frecuentes las denuncias a la policía o a la justicia, poniendo énfasis en la necesidad de ser
contemplado en sus reclamos.
A pesar de estas características, el sujeto mantiene fuera del delirio, una vida en buena medida
autónoma, pudiendo con frecuencia conservar relativamente sus actividades laborales.
Habitualmente se trata de sujetos con personalidades sumamente rígidas, pudiendo tratarse en
ocasiones también de trastornos de personalidad paranoide.
Comienzan generalmente mas entrada la edad adulta y no tienen un deterioro tan notorio como la
esquizofrenia.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Insanía (subrubros múltiples),- erótica
Insana, manía persecutoria
Delirio (subrubros múltiples),- erótico, ilusiones de persecución
Ilusiones (subrubros múltiples),- es perseguido,- será atacado,- asaltado,- está siendo
Ilusiones,- el cuerpo está disminuido, dividido,- esparcido,- engañado,- estado erróneo de su
cuerpo,- fuera del cuerpo, el cuerpo es hueco,- es inmaterial,- es mas ligero que el aire,- es
quebradizo,- tiene el cuerpo triplicado,- partes del cuerpo están ausentes
Suspicaz
Olores, desagradables e imaginarios,- ilusiones ofativas
La Parafrenia
Se trata de una particular psicosis crónica de inicio mas tardío caracterizado por la presencia de un
delirio de temas fantásticos, mal sistematizados y ricamente imaginativos.El paciente mantiene en
general conservada el resto de su vida y actividades. Algunos síntomas en el repertorio:
Delirio fantástico
Delirio con ilusiones
Delirio (subrubros múltiples)
Delirio religioso
Insana religiosa
Ilusiones (subrubros múltiples),- de fantasías
Un Breve comentario
Se pregunta con frecuencia si las psicosis crónicas, como la esquizofrenia pueden curarse.
La alopatía no la cura, reduce en ocasiones los síntomas pero a expensas de un achatamiento
importante de la energía psíquica del sujeto.
Se trata precisamente de un desequilibrio profundo en la energía vital, en el centro del hombre, su
psiquis.
Para la comprensión homeopática, estas circunstancias son producto de múltiples supresiones
que han llevado a dañar la condición constitucional y a predisponer con menores estímulos nocivos
este tipo de patologías graves.
Los psicofármacos son necesarios en muchas situaciones, especialmente en los cuadros psicóticos
agudos. No obstante, la medicación homeopática puede hacer que sean sensiblemente menores las
dosis requeridas en las psicosis crónicas y en oportunidades, retiradas.
Una pregunta que surge a veces es si toda percepción mas allá de los sentidos corrientes se trata
necesariamente de una alteración psíquica patológica, alucinación o delirio.
Es un tema delicado y controversial.
¿Las visiones místicas descritas en la Biblia son consideradas delirios, alucinaciones, relatos
simbólicos o existe cabida en nuestra cultura científica para aceptar capacidades psíquicas no
comunes en algunos individuos?
Los fenómenos paranormales han sido observados y comprobados en múltiples oportunidades.
Cabe considerar la hipótesis que algunos psicóticos posean capacidades de percepción no común,
que no lograron integrar o sostener en un equilibrio psíquico.
Esto no significa incluir cualquier alucinación o delirio en esta categoría, pero es un elemento en
todo caso a considerar con detenimiento y amplitud.
Podemos considerar que la tristeza y la alegría son las emociones centrales que protagonizan los
trastornos afectivos o del ánimo.
Ambas emociones forman parte de la vida normal de todos los seres humanos apareciendo aquí
bajo una órbita patológica.
Como la luz y la oscuridad o el frío y el calor, que se muestran como fenómenos tan distintos, siendo
en realidad grados o hasta opuestos de una misma naturaleza, de igual modo podemos entender la
esencia de esta emoción, en un polo alegría y en el otro, tristeza.
Los desórdenes mas representativos del estado de ánimo son la depresión y la manía, dando lugar
en algunos casos al trastorno bipolar.
Depresión
La depresión consiste esencialmente en un cuadro centrado en la tristeza, aunque muchas veces
aparezca enmascarada bajo otros síntomas como el decaimiento, la falta de energía, de voluntad,
de interés por la vida o la irritabilidad.
La inhibición psicomotriz o enlentecimiento general de las funciones psíquicas y motrices
habitualmente acompañan el cuadro.
La ansiedad y la angustia generalmente están presentes en distintos grados así como el insomnio o
la hipersomnia y la pérdida del apetito.
Habitualmente hay sensación de culpa y en ocasiones disposición al suicidio.
La melancolía constituye el grado de mayor profundidad depresiva, donde la inhibición
psicomotriz puede llevar a pérdida completa de la disposición al movimiento.
Pueden aparecer elementos psicóticos que compliquen el cuadro, como delirios o alucinaciones en
algunos casos.
La duración de un cuadro depresivo puede ser sumamente variable, por lo que se han establecido
parámetros para catalogar las distintas situaciones clínicas.
La clasificación DSM IV de la Asociación de psiquiatría americana denomina episodio depresivo
mayor a la presencia de un cuadro depresivo de entidad y persistencia de al menos dos semanas de
duración.
Los factores que determina un cuadro depresivo suelen ser diversas: si bien muchos individuos
presentan una predisposición constitucional particular, en la gran mayoría de los casos existe una
situación detonante que lo ocasiona.
El duelo es por ejemplo una situación especial donde se considera normal la presencia de síntomas
depresivos durante un cierto período de tiempo.
Se denomina Trastorno depresivo mayor a las situaciones clínicas en las que se ha padecido por lo
menos un episodio depresivo mayor (DSMIV)
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Tristeza (subrubros múltiples),- al anochecer,- ansiosa,- sin causa,- por decepción,- con
desesperación,- al despertar,- como por una desgracia,- en el embarazo,- por dolor,- con insomnio,-
durante, después del parto,- con disposición suicida,- taciturna,- súbita,- tranquila,- tristeza
melancólica,- durante la menopausia, crónica,
Pena (subrubros múltiples),- prolongada,- silenciosa
Trastornos por pena
Trastornos por muerte de seres queridos,- de un hijo,- padres o amigos,- por decepción,- por ser
despreciado,- por fracaso,- por honor herido
Rumia acontecimientos desagradables del pasado
Llanto (subrubros múltiples),- involuntario,- fácilmente,- cuando le hablan,- silencioso,- por
pensamientos tristes,- aunque está triste no puede llorar
Ansiedad de conciencia
Reprochase así mismo
Apetito, falta de, -sin,- disminuído
Insomnio con tristeza
Manía
La manía es la manifestación polar opuesta a la depresión, donde la distorsión del ánimo se expresa
globalmente en mas, a través de una alegría excesiva o euforia descontrolada, aceleramiento
psíquico y motriz, afluencia exagerada de ideas, locuacidad, ansiedad, inquietud, con pérdida del
sueño y el apetito, con actitudes bromistas y desinhibidas.
El cuadro puede llevar a conductas de riesgo, disminuyendo la capacidad de juicio, compras
descontroladas, exhibicionismo, hipersexualidad, o aparición de elementos psicóticos, con
alucinaciones o delirios.
Es frecuente la megalomanía planificando en el aire grandes proyectos o negocios.
El curso de estos cuadros puede ser de semanas a meses.
Episodios hipomaníacos se denomina a aquellos cuadros con características mas atenuadas que
no alcanzan a constituir un episodio maníaco neto.
Se denominan episodios mixtos aquellos cuadros donde se entremezclan y oscilan síntomas tanto
de manía como depresivos.
Trastorno Bipolar
La distimia es una condición crónica del ánimo de por lo menos dos años de duración tendiente a la
depresión la mayor parte del tiempo, pero que su intensidad no alcanzan a constituir un episodio
depresivo mayor.
Valgan para ambas categorías algunos de los síntomas de repertorio homeopático arriba
mencionados.
Parece existir en los trastornos del ánimo una dificultad en modular la naturaleza de esta emoción.
La expresión maníaca puede entenderse como un mecanismo de defensa frente a la depresión. Se
habla precisamente de defensa maníaca.
El temor al dolor de la depresión establece este mecanismo reactivo, que no refleja una genuina
alegría, sino la dificultad de acercarse a procesar los sentimientos depresivos.
Podemos pensar en una dinámica psíquica que no logra acuerdos mesurados entre un Superyó y
un Ello que aparecen inflexibles, cuya contienda se expresa en vencedores y vencidos. Si vence el
Ello aflora el descontrol de las pulsiones mientras que si lo hace el Superyó sucede la depresión,
acompañado de su severo castigo.
La angustia es posiblemente de las experiencias mas antiguas del hombre vinculadas con la
supervivencia.
Desde el nacimiento, el angosto canal hacia la vida ha dado origen al término que se relaciona
también con la necesidad de respirar, en ese dramático trance del estado acuático materno hacia la
atmósfera y la luz solar.
La angustia alude a esa eventual zozobra, al riesgo, la incertidumbre de no saber lo que nos espera.
El recuerdo de una tempestuosa marea, de un casi naufragio del que logramos salvarnos, nos
acompaña siempre en las neblinas de la memoria.
La ansiedad es una muestra atenuada, lavada de esa vivencia, que los mecanismos de defensa
intentan mantener a raya.
Trastorno de angustia
El trastorno de angustia se trata de la reiteración de crisis de angustia inesperadas y la
preocupación que provoca en el sujeto volver a padecerlas, así como el conjunto de complicaciones
que puede traer a su vida.
Existe un abanico de evoluciones, algunos mejoran en meses o pocos años, mientras que otros
persisten o agravan los síntomas.
La agorafobia es el temor a lugares abiertos o situaciones de donde pueda ser difícil salir o pedir
auxilio de padecer una crisis de pánico, limitando la vida del sujeto.
En ocasiones las crisis de angustia se acompañan de agorafobia.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Agorafobia (miedo a espacios abiertos)
Miedo en una multitud
Ansiedad en una multitud
Miedo de salir
Desmayo en calle atestada
Vértigo al caminar en un espacio abierto
Aversión a salir
Miedo de ser atropellado al salir
Miedo de caminar por una calle concurrida
Fobia
Se entiende por fobia a un miedo intenso y persistente por diversas situaciones u objetos
específicos.
Este miedo es habitualmente reconocido por los propios pacientes como excesivo e injustificado,
no obstante lleva a adquirir conductas evitativas.
Hemos mencionado la cercanía que existe entre el miedo y la angustia.
El psicoanálisis lo vincula en especial al mecanismo de desplazamiento, donde el objeto original de
la angustia se reprime por intolerable a la conciencia y se traslada a otro objeto de menor
compromiso afectivo al que puede controlar mejor evitando su encuentro.
Algunos síntomas en el repertorio:
Miedo (subrubros múltiples),- a los animales,- a las arañas,- de ser asesinado,- del contagio,- de un
desastre,- a la desgracia,- de dolencias imaginarias,- de enfermedad inminente,- de ser
envenenado,- de lugares estrechos,- de los extraños,- de los fantasmas,- al fuego,- de la gente,- de
ser golpeado,- de salir,- de los gatos,- de infección,- a los insectos,- a los ladrones,- a los pájaros,- a
los perros,- a los ratones,- a las ratas,- de las serpientes,- de las sombras,- de estar solo,- de ser
tocado
Existen otros trastornos de ansiedad descritos, como el trastorno por estrés postraumático
consistente en el recuerdo persistente de situaciones sufridas de carácter traumático y violento,
muertes en accidentes, guerras, catástrofes y que el sujeto reexperimenta como aún presentes.
La clasificación utilizada en este apartado proviene del DSMIV.
Algunos posibles síntomas:
Trastornos por muerte de seres queridos,- hijo,- padres, amigos
Trastornos por traumatismos, accidentes
Trastornos por susto
Parte 29 - Adicciones
Adicciones
Existe un amplio abanico en el consumo de substancias, desde el individuo que experimenta una
vez, aquel que ocasionalmente, el que abusa frecuentemente hasta llegar en el extremo al
dependiente.
El abuso tiene un grado menor de compromiso donde igualmente provoca un daño en la vida del
sujeto pero sin la presencia de tolerancia, abstinencia ni patrón compulsivo a la substancia.
Se denomina intoxicación a los efectos inmediatos producidos por la administración reciente de la
substancia, generando cada una de ellas una sintomatología característica dependiendo a la vez de
la idiosincrasia del sujeto.
Existen muchos cuadros psiquiátricos que pueden ser inducidos por el consumo de substancias,
por lo que debe siempre tenerse en cuenta esta eventualidad.
El número de substancias involucradas en el consumo es amplio, toda aquella que pueda provocar
algún efecto psicotrópico dentro de los márgenes de la vida.
No obstante algunas son de uso mas frecuente como alcohol, cocaína, cannabis, opiáceos,
alucinógenos naturales, anfetaminas y otras drogas de síntesis, psicofármacos, inhalantes como
nafta, cemento, disolventes y pinturas entre los mas comunes.
El tipo de efecto buscado es, como señalábamos, un aspecto importante a contemplar en cada
caso.
Algunas substancias son especialmente estimulantes o deshinibidoras como el alcohol, la cocaína,
las anfetaminas, otras son de carácter mas introspectivo como la marihuana o los alucinógenos.
El consumo de substancias de marcada toxicidad como la nafta, cemento, solventes o derivados
de drogas sin refinar, como especialmente el caso de la pasta base de cocaína, se ha transformado
en un fenómeno de grave daño social, que se extiende a gran velocidad, especialmente en las clases
mas sumergidas.
Se trata de substancias de fuerte acción psicotrópica estimulante y muy escasa duración de los
efectos, generando una intensa y rápida abstinencia y compulsión a conseguir mas droga, lo que
habitualmente lleva a conductas impulsivas y delictivas.
El tema es de tal complejidad que requiere en cada caso involucrar un conjunto de estrategias
terapéuticas.
La droga detona el núcleo afectivo mas primitivo de las vivencias de placer y su frustración
determina así, reacciones de demanda de una intensidad acorde al grado de regresión provocada.
La droga invade, monopoliza el placer, normalmente alimentado por diversas fuentes en la vida y
establece una relación sojuzgante, donde solo ella lo satisface y su ausencia provoca dolor.
Recomponer esta dinámica dañada no resulta fácil.
Se establece alrededor de la droga una contracultura entre los adictos, con pautas, formas de
pensar, reconocerse y autoafirmarse propias, en un modelo de marginalidad clandestino.
Rehabilitar significa entonces muchas cosas, entre ellas reformular el proceso de satisfacción a
partir de pautas personales constructivas de naturaleza activa, no pasiva, como si lo es el vínculo
que se establece con la droga.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Deseo de drogas psicotrópicas
Tendencia a la adicción
Morfinismo
Alcoholismo
Trastornos por drogas psicotrópicas
Trastornos por narcóticos
Abuso de medicamentos alopáticos
Deseo de bebidas alcohólicas
Deseo de whisky,- vino,- cerveza
Parte 30 - Anorexia y bulimia
Anorexia y bulimia
Parte 31 - Demencia
Demencia
Se caracteriza por un deterioro progresivo en las capacidades cognitivas centrada en la memoria y
diversos grados de afectación de las funciones intelectuales: abtracción, juicio, lenguaje,
reconocimiento de objetos o ejecución de actividades previamente adquiridas.
Hay habitualmente desorientación temporal, en ocasiones confusiones o delirios.
Se da generalmente en personas de edad avanzada, en su mayor parte de origen cerebro vascular,
pero puede suceder mas tempranamente, por distintas causas médicas, consumo de sustancias,
traumatismos o enfermedad de Alzheimer.
Mas allá de las circunstancias clínicas objetivas, podríamos pensar cuánto del síntoma central en
esta patología que es el olvido, significa a la vez algo mas personal, un sentido particular propio para
el sujeto.
Algo que el paciente ya no quiere recordar, una peculiar cualidad depresiva a veces enmascarada,
una pérdida del valor presente de la vida y un entregar las riendas de su autonomía.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Demencia,- incipiente,- senil,- dice disparates,- prematura
Olvidadizo (subrubros),- en viejos,- a donde va
Pérdida de memoria
Memoria confusa
Debilidad de memoria (subrubros),- calles conocidas,- para las cosas cotidianas,- para lo que ha
dicho,- para las fechas,- para lo que acaba de hacer,- para los nombres,- para las palabras,- para lo
que ha pasado,- para los hechos acontecimientos,- para las personas
Confusión,- se pierde en calles conocidas
Esfuerzo mental imposible
Quiere estar desnudo
La confusión mental o delirirum es un cuadro agudo caracterizado por una alteración pronunciada
del nivel de conciencia de breve duración, horas a escasos días, con pérdida de la orientación
témporo-espacial, alucinaciones y falsas percepciones especialmente visuales muy vívidas,
inestabilidad anímica, tendencia a la agitación imprevisible, encontrándose en general un cuadro
orgánico que lo sustenta (fiebre, enfermedad, drogas, tóxicos).
El sujeto se muestra confuso, perdido, sin capacidad de atención, con un pensamiento caótico,
lenguaje incoherente por momentos, con una fluctuación permanente y rápida del nivel de
conciencia, pasando por distintos grados de vigilia al sueño, no teniendo necesariamente
antecedentes psiquiátricos. El paciente parece encontrarse viviendo un sueño, denominándose por
ello también estado confuso-onírico. Puede haber ideas delirantes pobremente sistematizadas.
El conocido delirium tremens, secundario a la abstinencia alcohólica es un ejemplo de este tipo de
cuadros.
Estos episodios se presentan en ocasiones en niños con fiebre y mas frecuentemente en ancianos.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Confusión mental (subrubros),- como en un sueño
Confusión sobre su identidad
Confusión en viejos
Delirium tremens
Ilusiones (subrubros),- ve bichos,- irreal todo parece, extraño inaudito todo parece, todo está
cambiado,- todo es extraño,- como en una tierra extraña,- alrededores parecen extraños
Como en un sueño
Inconciencia,- como en un sueño
Contesta de forma desconectada
Pensamientos desconectados hablando
Caótico
Desconcertado
Cara, expresión aturdida
Confunde objetos e ideas
Irreal todo parece
Murmura
Inconsciencia murmurando
Estupor murmurando
Hablar ininteligible
Inconsciencia alcohólica,- incompleta,- frecuentes accesos de inconsciencia,- mientras habla,
pasajera,- retorna después que ha contestado,- semiinconsciencia,- súbita
Inquietud ansiosa
Los estudios polisomnográficos han descrito una serie de estadios o arquitectura del sueño.
Se registran 5 estadios. El sueño REM sueño con movimientos oculares rápidos, donde se desarrolla
la mayor parte de la actividad onírica.
Hay 4 estadios con reducción de los movimientos oculares rápidos con profundidad creciente o
sueños NoREM.
Vayamos a algunos cuadros:
Insomnio primario
Se denomina aquel que no tiene involucrada ninguna patología médica ni psiquiátrica específica.
No obstante habitualmente hay factores de ansiedad o circunstancias que colaboran para la
presencia del insomnio.
Podríamos suponer que aún quizás poco reconocible o consciente para el sujeto, existe algún
problema o conflicto, como popularmente se dice “algo que le quita el sueño”.
Otros temen ir a dormir por temor a sus propios sueños, y en algunos individuos puede rastrearse
la fantasía del temor a perder el control, si bajan la guardia y duermen.
Puede ser transitorio o cronificarse.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Insomnio (subrubros múltiples),- por ansiedad,- sin causa,- crónico,- por exitación,- por fantasías,-
después de esfuerzo mental,- por inquietud,- por irritabilidad,- en gente mayor,- nervioso,- en
niños,- por preocupaciones
Hipersomnia primaria
Se trata de la presencia de una somnolencia excesiva durante el día a pesar de conservar el sueño
nocturno, no vinculada a enfermedad comprobada o substancia.
Algunos síntomas en el repertorio:
Embotamiento con somnolencia
Somnolencia (subrubros),- de día
Necesidad de dormir grande
Narcolepsia
Se trata de la caída súbita e involuntaria en un sueño profundo en medio de la vigilia. El sujeto puede
estar realizando cualquier actividad conciente y cae improvistamente en el sueño que es de carácter
REM es decir, onírico.
Es habitual la pérdida del tono muscular con flojedad de la mandíbula, brazos lo que se denomina
catalepsia.
Algunos síntomas en el repertorio:
Dormirse de día
Narcolepsia (Somnolencia invencible)
Sonambulismo
Se trata de la presencia de acciones motoras y verbales durante el sueño.
El sujeto puede levantarse, deambular, hablar, etc, no estando conciente de la actividad que realiza.
Generalmente sucede en las primeras etapas del sueño y es mas frecuente en la infancia.
Algunos síntomas en el repertorio:
Hablar durante el sueño
Murmura durante el sueño
Inconsciencia, camina,- habla, de pie,- mientras está sentado
Cantar durante el sueño
Llanto en el sueño
Peleador durante el sueño
Gritos durante el sueño
Contesta durante el sueño
Pesadillas
Se denominan pesadillas a los sueños desagradables de diverso contenido, cuya característica
común es la de provocar malestar.
Las temáticas pueden ser diversas: persecución, muerte, etc, provocando habitualmente miedo. Se
produce por lo general durante el sueño REM.
Al despertarse se recupera rápidamente la conciencia y hay recuerdo en gran parte del desarrollo
del sueño.
Algunos síntomas en el repertorio:
Pesadillas,- periódicas,- en niños,- durante el primer sueño
Sueños (subrubros múltiples)
Los sueños
Los sueños ha sido desde siempre un misterioso capítulo en la vida de los seres humanos.
Muchas culturas le han adjudicado un particular valor, desde profecías, significados ocultos o
esclarecedores, deseos y creencias diversas.
Para algunos representa un contacto con otras dimensiones, con el mas allá, como los
denominados viajes astrales.
El psicoanálisis es de las disciplinas que en los tiempos contemporáneos ha puesto mayor atención
en el estudio e investigación de los contenidos oníricos y su sentido inconsciente.
La comprensión de distintos mecanismos mencionados, como la represión, la condensación o el
desplazamiento, hacen de los sueños un campo de gran fertilidad terapéutica.
La traducción del lenguaje simbólico de los sueños, medio que desarrolla el psiquismo para sortear
la represión, así como las asociaciones y vinculaciones particulares que cada sujeto realiza al
describir sus sueños, ayudan a reconstruir las instancias reprimidas del conflicto que cada paciente
padece.
El valor de los sueños, mas allá de aquellos que apuestan con ellos a los juegos de azar, representa
una puerta a impredecibles experiencias y sabidurías guardadas en lo profundo del ser humano, al
punto que no en vano y es popularmente conocido que muchos recurran para resolver o definir
distintas situaciones, a consultarlo con la almohada.
El repertorio homeopático contiene un amplio capítulo sobre los sueños que vale destacar.
Eyaculación precoz
Se trata del orgasmo y eyaculación precoz que sucede en forma persistente frente a una mínima
estimulación en la relación sexual.
No es debido exclusivamente a los efectos de alguna sustancia.
Algunos síntomas en el repertorio:
Eyaculación,- demasiado rápida,- antes que la erección sea completa,- después de inmediatamente
Dispareunia
Se trata de dolor genital persistente durante el coito que no se explica exclusivamente por una
enfermedad médica o sustancias.
Algunos síntomas en el repertorio:
Coito doloroso
Vaginismo
Se trata de la contracción involuntaria de los músculos perineales y de la vagina que impiden o
dificultan la penetración.
No se explica exclusivamente por una enfermedad médica.
Algunos síntomas en el repertorio (valen los señalados en trastorno de la excitación sexual en la
mujer).
Vaginismo
Parafilias
Se trata de fantasías y conductas que provocan excitación sexual frente a objetos no humanos, o
frente al sufrimiento de uno mismo o la pareja, o vinculado a relaciones con niños u otras personas
que no consienten.
Algunos síntomas en el repertorio:
Perversión sexual
Pedofilia
Obsceno, lascivo, hombre buscando niñas pequeñas
Sodomía
Satiriaris
Exhibicionismo
Se trata de la exposición de los genitales a personas extrañas, conducta que le provoca al sujeto
excitación sexual.
Algunos síntomas en el repertorio:
Desea estar desnudo,- exhibicionismo
Exhibicionismo
Desvergonzado, desnuda sus pechos,- su persona
Disposición a la masturbación en público
Manoseo genital en público
Fetichismo
Se trata de la excitación sexual a través de objetos inanimados, como lencería, zapatos, etc.
Algunos síntomas en el repertorio:
Trastornos, excitación sexual
Frotteurismo
Se trata de la excitación sexual a través del frotamiento con personas desconocidas en lugares
públicos aglomerados.
Algunos síntomas en el repertorio:
Disposición a la masturbación en público
Pedofilia
Se trata de la excitación y la práctica de conductas sexuales con niños.
Algunos síntomas en el repertorio:
Pedofilia
Obsceno, lascivo, hombre buscando niñas pequeñas
Masoquismo sexual
Se trata de la excitación sexual a través del castigo físico o psicológico a sí mismo infligido por el
propio sujeto u otro.
Algunos síntomas en el repertorio:
Masoquismo,- sexual
Mutila su cuerpo
Atormentarse a sí mismo
Se golpea a él mismo
Rasgarse a sí mismo
Rasgar sus genitales
Sadismo sexual
Se trata de la excitación sexual provocada al infligir sufrimiento físico o psicológico a otro individuo.
Algunos síntomas en el repertorio:
Disposición perversa
Violento
Golpea
Deseo de cortar, mutilar
Deseo de atacar a los demás
Fetichismo travestista
Se trata de la excitación sexual provocada por vestir ropas del otro sexo en un sujeto heterosexual.
Algunos síntomas en el repertorio:
Deseo de vestirse ridículamente
Deseo de vestirse indecentemente
Voyeurismo
Se trata de la excitación sexual provocada al observar en forma oculta a personas desnudándose o
durante relaciones sexuales.
Algunos síntomas en el repertorio:
Fantasías lascivas
Homosexualidad
La homosexualidad ha sido una temática ampliamente abordada por el psicoanálisis.
Es un hecho significativo que no se encuentre descrita en la nosografía psiquiátrica americana como
un trastorno. Algunos suponen que ha sido debido a la gravitación creciente del movimiento “psi”
homosexual en Estados Unidos.
Algunos síntomas en el repertorio:
Homosexualidad
Aversión a las mujeres, en hombres,- con homosexualidad
Ilusión,- las mujeres son malvadas y dañarán su alma
Odio de los hombres en mujeres
Aversión a los hombres,- en mujeres
Varonil, chicas varoniles, mujeres varoniles
Deseo sexual,- lesbiano
Trastornos por decepción de amor,- lesbiano
Miedo a los hombres
Delirio,- con miedo de los hombres
Amor,- perversidad sexual,- con la persona inadecuada
La niñez es una etapa especialmente sensible donde se establecen los pilares del individuo.
De allí el valor de atender lo mas temprano posible aquellas señales que expresan un incipiente
desequilibrio.
En este sentido, la homeopatía puede cumplir un papel terapéutico importante.
Vamos a mencionar los trastornos mas significativos que se observan en la niñez.
Retraso metal
Autismo
Se trata de una profunda alteración del desarrollo centrada en la incapacidad para el
establecimiento de las diferentes formas de comunicación y vinculación con los demás.
Aparece antes de los tres años, tiene un curso crónico y es mucho mas frecuente en varones.
En la gran mayoría de los casos se acompaña de retraso mental.
El aislamiento, la desconexión, la inadecuada interacción y ausencia de pautas básicas de
comunicación con los demás, la falta de respuesta a cualquier interlocutor, la indiferencia afectiva,
actitudes extravagantes, lenguaje sumamente restringido, con tendencia a la repetición de palabras
o frases sin sentido, manierismos, movimientos estereotipados y rutinarios son algunas de las
características mas frecuentes.
Algunos síntomas en el repertorio:
Autismo,- en niños
Lenguaje,- desconectado,- disparatado,- divagante errático,- frases altisonantes
Gestos,- automáticos,- repite las mismas acciones,- extrañas actitudes y posiciones,- ridículos o
disparatados,- movimientos involuntarios de las manos, gestos violentos
Contesta,- aversión a contestar,- en forma desconectada,- incapaz de contestar,-
incoherentemente,- con monosílabos,- no contesta cuando le preguntan,- repite la pregunta
primero,- rehúsa contestar,- ininteligiblemente
Pica
Consiste en la ingesta persistente de substancias no alimenticias como revoques de pared, objetos
diversos, tierra, madera, papel, etc.
En algunos casos se vincula a eventuales deficiencias de minerales o vitaminas mientras que en otros
se asocia a retraso mental o esquizofrenia.
Algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Deseo de cosas indigestas
Deseo de papel
Deseo de madera
Deseo de cal
Deseo de tierra
Rumiación
Consiste en la regurgitación de alimentos a la boca y nueva masticación, sin malestares como
náuseas o enfermedad gastrointestinal.
Algunos síntomas en el repertorio:
Regurgitación de comida
Tics
Los tics son movimientos o vocalizaciones estereotipados de carácter súbito y recurrente. En
general son de curso crónico.
Algunos síntomas en el repertorio:
Cara,- tic
Gestos,- tics nerviosos, automáticos
Muecas
Encopresis
Se caracteriza por la defecación reiterada en lugares inadecuados, suelo, ropa, etc.
Se considera después de los 4 años y suele remitir con los años.
Puede ser involuntaria o no.
Algunos síntomas en el repertorio:
Defecación involuntaria,- durante el sueño
Defecación inadvertida
Enuresis
Se trata de la micción reiterada en la cama o la ropa, en general involuntaria, durante la noche o
el día, considerándose a partir de los 5 años, tendiendo en la mayoría de los casos a remitir en la
adolescencia.
Se llama primaria si nunca hubo continencia y secundaria si hubo un período previo de continencia
normal.
Algunos síntomas en el repertorio:
Micción involuntaria
Micción involuntaria,- en niños,- por la noche
Un breve comentario
Es bueno preguntarnos cuanto y de qué modo afecta especialmente a los niños el estado actual
de nuestro mundo.
Si acaso la inquietud, la falta de atención, o los comportamientos violentos no responden a lo que
reciben de su entorno, cada vez mas acelerado, mediatizado y agresivo.
Es impredecible por otra parte, los efectos que pueden generar ya a mediano plazo la creciente
administración de psicofármacos a los niños.
¿Acaso los procesos educativos han incorporado la comprensión de la dinámica actual a sus
estrategias de aprendizaje?
¿Qué métodos fortalecer y qué cambiar?
¿Son verdaderamente estimulantes los medios educativos en práctica?
Sin duda se trata de crear modelos de entusiasmo por el conocimiento y una nueva cultura del
aprender.
¿La sociedad está preparada para ello, hay flexibilidad para llevar adelante estos movimientos?
Aquí juega un rol fundamental el maestro, pero fundamentalmente los padres, los principales
maestros.
Aunque obvio, es bueno recordar que los niños son el futuro.
Desde hace algunos años han ido adquiriendo difusión corrientes vinculadas a la denominada
Nueva Era señalando una nueva condición presente en muchos niños que nacen en estos tiempos.
El creciente número de niños catalogados como problema en los ámbitos escolares y familiares es
un punto indiscutido en la actualidad.
La falta de atención, de concentración, la inquietud, la no aceptación de límites, son quejas y
preocupaciones cada vez mas frecuentes en los maestros y padres.
Paralelamente muchos de estos niños presentan una particular vivacidad, profundidad perceptiva e
inteligencia que resulta paradójico con relación a los síntomas problema.
Si bien los niños siempre han despertado asombro en actitudes precoces, pareciera existir una
aceleración de procesos que abanderan estas nuevas generaciones de vertiginosos cambios en el
mundo.
Creo que no importa esencialmente si aceptamos o no la postura del origen de la denominación
de niños índigo o cristal, como seres que vienen a la Tierra en un determinado momento, con ciertas
cualidades y propósitos, o que estos términos provengan del color con que sujetos sensibles
perciben sus auras, sino que el fenómeno observado nos acerque a una comprensión abarcativa,
cuyas señales se manifiestan de diferente modo en el conjunto, en este caso a través de los niños.
Tenemos que reconocer los cambios, lejos de achatar sus condiciones y dones, lo que ha sido
habitual en tantas generaciones previas, ahora con la cada vez mas frecuente prescripción de
psicofármacos a los niños, una muestra mas sofisticada pero de la misma arcaica estructura cultural,
distorsionando su delicada naturaleza con consecuencias impredecibles, y ser capaces de aportar
nuevas formas de abordar estos signos, con creatividad y el máximo respeto por todo lo que
significan, como una oportunidad además de rectificar nuestros anteriores errores y sembrar una
semilla esperanzadora de futuro.
Algo nuevo está viniendo y algo viejo se está cayendo. Los criterios educativos tienen que
despertarse del letargo y comenzar a acompasar lo que está sucediendo.
El autoritarismo es una triste imitación de la autoridad. Y la sociedad de los niños parece no
aceptar mas los engaños.
Autoridad real, conocimiento, curiosidad, afecto de verdad.
A propósito para aquellos sensibles, en el repertorio:
Visión colores delante de los ojos azul,- violeta,- brillantes,- blanco
Visión,- aura de la gente.
El embarazo es un circunstancia especial donde la mujer suele estar mas sensible a situaciones de
inestabilidad anímica o mental.
La homeopatía adquiere un valor terapéutico relevante, como medicina integradora, en esta
particular etapa de la mujer.
En este período se expone mas claramente la eventual toxicidad de la alopatía donde
prácticamente cualquier psicofármaco está desaconsejado.
Se ha difundido bastante el comentario que la homeopatía es buena para el parto, lo que no deja
de ser cierto.
No obstante, no se trata de una medicación homeopática para el parto exclusivamente, lo que
resulta una concepción errónea, sino de un medicamento homeopático similar a las características
de la totalidad de cada paciente embarazada, que al equilibrar su energía vital, haga que su parto
sea mas natural y satisfactorio.
Se trata del medicamento mas similar o simillimum de cada paciente embarazada.
Vamos a mencionar algunos síntomas en el repertorio homeopático:
Ansiedad en el embarazo (subrubros)
Alcoholismo, durante o después del embarazo
Cólera en el embarazo
Disgusto del olor de su cuerpo, del de su marido, durante el embarazo
Excitación durante el embarazo
Ilusiones durante el embarazo
Inconsciencia durante el embarazo
Inquietud durante el embarazo
Insana durante el embarazo
Llanto durante el embarazo
Síntomas mentales durante el embarazo
Ninfomanía durante el embarazo
Sensible durante el embarazo
Disposición al suicidio durante el embarazo
Tristeza en el embarazo
Vértigo durante el embarazo
Insomnio durante el embarazo
Ansiedad durante el parto
Aversión a la compañía después del parto
Genio variable durante el parto
Ilusiones, se volverá loco durante el parto
Impaciencia durante el parto
Inconciencia durante el parto
Conducta infantil después del parto
Insana durante el parto
Irritabilidad durante el parto
Pena durante el parto.
Si logramos reconocer la unidad en Todo lo que existe, detrás de las infinitas formas en que se
expresa el universo, podremos comprender también en la vida de los seres humanos el concepto de
lo psicosomático.
Todas las circunstancias vitales están enlazadas y así sucede también cuando enfermamos.
Las enfermedades son psicosomáticas, entendiendo por psicosomático la integración de lo
psíquico y lo somático en la dinámica de la vida.
Es innegable el papel que las emociones y los pensamientos juegan en las enfermedades, pero
también el de como el cuerpo y sus condiciones constitucionales inciden a su vez en el psiquismo.
Existen múltiples enfoques de lo psicosomático, cada uno desde su perspectiva e instrumento,
pero lo central es comprender que toda acción repercute sobre el conjunto.
En este sentido, la homeopatía ha sido pionera desde hace doscientos años en llevar adelante una
concepción profundamente psicosomática, mucho antes de que surgiera desde las vertientes
psicológicas o el psicoanálisis atisbos de estas ideas.
La homeopatía posee un método concreto que integra los síntomas mentales y físicos de cada
paciente, traduciendo esta unidad en un remedio que estimula la energía vital, ordenando el
desequilibrio que da lugar a los síntomas.
De allí la importancia de considerar el conjunto, ya que no se trata de una entelequia teórica acerca
de la unidad, sino de una práctica aplicada, donde el conocimiento de lo mental y de lo físico es
fundamental para encontrar un remedio que ayude a curar al individuo íntegro, física y
mentalmente.
No obstante, como señalábamos, nadie puede atribuirse la propiedad exclusiva del concepto de
lo psicosomático y muchas comprensiones por otra parte, pueden complementarse.
El psicoanálisis por ejemplo, que es desde donde en la actualidad se ha puesto mas en boga el
término, considera al síntoma la expresión de un conflicto psíquico, cuya angustia es reprimida y
emplazada en este caso en el cuerpo, a través del mecanismo de la somatización.
La energía de la angustia se descarga en el cuerpo y la tensión del conflicto a nivel de la conciencia
se atenúa o desaparece.
El síntoma somático adquiere entonces, al igual que el mental, un significado, un sentido a
recobrar, donde los afectos allí contenidos puedan ser recuperados y procesados ahora entonces,
de un modo mas saludable y maduro.
Este es el trabajo que la técnica psicoanalítica propone.
El síntoma, como el lapsus, o los sueños, tienen también un sentido a develar, inconsciente, pero
que ha dejado rastros de ese ocultamiento y que como en la tarea de un detective, se debe volver
sobre sus pasos.
Escuchar, darle tiempo al paciente para que pueda hablar de lo que sufre, es en sí
terapéutico y psicoterapéutico, valga la apreciación.
Esto parece haberse perdido en gran medida en la medicina.
Muchos pacientes no buscan una psicoterapia clásica con sesiones semanales, pero puede
hacerles francamente bien hablar de lo que está pasando en sus vidas cuando van al médico por su
gastritis o el malestar que les aqueja.
Se trata de permitir la expresión y expandir el horizonte de la comprensión.
Por supuesto existen aquellos pacientes bien entrenados por el sistema alopático, que no abrirán
el cajón mas allá del síntoma puntual, y difícilmente sean pacientes para la homeopatía.
Por otra parte hay quienes necesitan una atención psicoterapéutica mas específica o en otros
casos psiquiátrica, donde la homeopatía también será sumamente beneficiosa.
Es bueno señalar que la formación homeopática no habilita a hacer psicoterapia
y estimo riesgoso ingresar en este terreno sin una preparación adecuada.
Las diversas formas de psicoterapia son valiosas herramientas que requieren una formación
específica para ser aplicadas.
Con esta salvedad, en lo particular, la integración del trabajo psicoterapéutico y homeopático se
transforma en un potente y abarcativo instrumento terapéutico.
La mayor oportunidad de captar síntomas peculiares que afinen el diagnóstico del remedio
homeopático se conjuga así con la comprensión psicodinámica y la energía de la palabra en una
especial sinergia terapéutica.
Parte 43 –
Algunas reflexiones acerca de la contratransferencia y transferencia en homeopatía
Quisiera exponer brevemente algunas reflexiones acerca de un concepto que podría denominarse
transferencia y contratransferencia homeopática, quizás interesante a investigar y profundizar en
el futuro.
Pocos días después de escribir algunas ideas al respecto, coincidencias llamémosle, revisando
algunos papeles, encuentro una antigua carpeta que guardaba los apuntes de un particular grupo
de estudio sobre homeopatía y psicoanálisis, formado por médicos integrantes del CIMP (Centro de
estudios en medicina psicosomática) entre quienes se encontraban Zalman Bronfman, Jorge
Marasco y mi padre, quien llevaba las actas escritas, en 1968, hace mas de cuarenta años.
Les debo a todos una especial gratitud y sin duda este trabajo es en parte un modesto aporte y
compromiso con lo recibido.
En estos viejos papeles se señalaba a la transferencia, la contratrasferencia y la identificación
concordante como aspectos que pudieran asimilarse entre ambas concepciones terapéuticas,
psicoanálisis y homeopatía. Por ello considero que estas ideas han estado presentes quizás de
distinto modo, en muchos médicos.
El psicoanálisis define la contratransferencia, como aquellas vivencias y sensaciones que se
despiertan en el terapeuta respecto al paciente, de valor para comprender las energías que se
mueven en el vínculo y que reflejan en cierta parte la patología del paciente.
Se describe de este modo también, la contratranferencia somática, como las sensaciones
corporales que experimenta el terapeuta en la sesión, que en alguna medida están en relación con
el paciente.
Es interesante considerar entonces a la vez, la traducción de estas vivencias a síntomas
homeopáticos, donde posiblemente nos aporte algunas señales útiles desde el punto de vista
terapéutico.
El inicio que me llevó a toda esta reflexión, surgió a instancias de la observación del vídeo de una
entrevista homeopática en un ateneo de la Escuela Paschero, donde, probablemente por razones
de limitaciones técnicas, sólo se enfocaba al paciente, pero no al médico.
Me parece interesante que pudiera incluirse lo mas cabalmente posible también al médico en el
registro fílmico, de modo de captar las reacciones y actitudes que se despiertan en él.
Hipotéticamente este particular vínculo reeditaría aspectos de una patogenesia, es decir aquí el
médico sería el experimentador, quien capta la energía sutil del paciente, que en este caso, ocuparía
el lugar de la substancia a experimentar, el remedio.
El paciente de algún modo se transforma en un resonador del desequilibrio que posee, asimilable
a la acción de un remedio homeopático, que puede se captado a su vez por un sujeto sensible, como
el médico.
Así, mas allá de toda la información que el paciente expresa al médico, existe una porción de
información, que puede ser valiosa y no explicitada, que se traslada sutilmente a través de esa
resonancia energética o campo que se establece con el médico.
La hipótesis apunta a si es posible obtener información útil en la vivencia del médico respecto al
paciente, o contratransferencia y su traducción a síntomas homeopáticos.
Todo esto descansa a su vez en un aspecto que ha sido paradójicamente muy cuestionado, intentar
desprender al médico de su subjetividad, aseptisando la entrevista, de modo que la información que
se recibe, no se “contamine” con datos subjetivos, considerados carentes de valor.
Esto no debe confundirse con interferir tendenciosamente en la entrevista, eliminando el carácter
particular que cada paciente le imprime.
Se trata indudablemente de un camino paralelo, posible nueva fuente de síntomas, pero que
tenemos que tomar con suma prudencia en el caso de que decidamos probarlo como un recurso de
investigación a incorporar.
Ciertas vivencias o pensamientos que surgen en el médico pueden corresponder como decíamos
a aspectos no explicitados, pero presentes en la mente del paciente, eventualmente inconscientes
o reprimidos.
Es interesante citar aquí del parágrafo 84 del Organon: “el paciente detalla la historia de sus
sufrimientos; los que le rodean refieren de que se ha quejado, cómo se ha portado y lo que han
notado de él; el médico ve, oye y observa con sus otros sentidos lo que haya de alterado o
extraordinario.
La expresión que Hahnemann utiliza “con sus otros sentidos” es sugestiva de algo mas que lo obvio
de los 5 sentidos habituales, parece aludir a una comprensión que apunta a lo profundo del
entendimiento humano.
Pongamos algunos ejemplos:
Durante la consulta de una paciente con diagnóstico de Trastorno obsesivo compulsivo percibo una
atmósfera de control que me invade y comienzo a sentir una tensión en el estómago.
Busco la forma de preguntarle, qué me podría decir acerca de la ansiedad. Me contesta que el TOC
es un trastorno ansioso. Si, le respondo, ¿pero tu sentís ansiedad? Me responde que sí, que se le
localiza siempre en el estómago, confirmando mi percepción.
Sigo ahondando en lo que me despierta la paciente y siento rabia, aunque no habla en absoluto de
ella.
Le pregunto si la rabia representa algo para ella. Me responde que sí, que cuando está con rabia
se le agravan los rituales. Entonces le insisto si la rabia no tendrá que ver con el origen de sus rituales
y me responde que, cuando comenzó con los síntomas hace muchos años, ella se sentía muy
reprimida por la familia y la rabia estaba muy presente.
Esta percepción indagadora acertada, que no surgía en la entrevista de la paciente explícitamente,
sino a través de la vivencia contratransferencial, condujo a un aspecto central en el posible origen
de su trastorno.
Tomo entonces dentro de la repertorización, trastornos por cólera reprimida y ansiedad en el
estómago.
Un paciente que en su discurso se expresa formalmente correcto y atildado, pero sin embargo
percibo una violencia y agresividad contenida, es un modo de captar desde la contratrasferencia, es
decir desde lo que yo percibo del otro, aspectos que no se explicitan verbalmente, pero que logran
ser percibidos “con nuestros otros sentidos”.
Quizás en el futuro sea mas accesible reconocer la cualidad de las vibraciones y traducir
objetivamente por ejemplo la frecuencia vibratoria de un remedio o de un individuo a un número,
un color, un sonido, etc, ya que en definitiva son distintos campos de expresión de un fenómeno.
Existen indudablemente individuos con una especial capacidad o sensibilidad para percibir lo que le
sucede a la persona que tienen delante.
El inconveniente que puede reconocerse en incorporar lo subjetivo en esta tarea diagnóstica,
consiste en que el cristal del médico también está sujeto a su propio desequilibrio y en consecuencia
a una particular forma de percibir.
Igualmente cierto es que no todos ni en cualquier momento estamos en posibilidades de desarrollar
este recurso.
Parte 44 - El simillimum
El simillimum
Los pacientes que reciben el medicamento simillimum lo sienten. Cuando se trata del simillimum,
es decir el remedio mas similar a la condición de su energía vital, perciben el cambio, en breve
tiempo.
Lo he visto suceder, es parte de la maravilla de la homeopatía.
Claro que no sucede con todos los pacientes tan fácilmente y en muchos se trata de una búsqueda
trabajosa.
Pero bien vale el esfuerzo de seguir intentándolo.
La homeopatía tiene una cualidad netamente preventiva en la medida que reconoce en pequeñas
señales mentales o físicas, elementos incipientes del desequilibrio de la energía vital.
De este modo, a través de síntomas mentales o corporales, que pueden ser insignificantes desde
el punto de vista clínico pero que representan un signo de determinado remedio, se corrige
tempranamente el desequilibrio de la energía vital evitando que este se profundice en patologías
mas graves.
Mucho antes que un examen de laboratorio o paraclínico, las señales se presentan aunque muchas
veces no reparemos en ellas.
En este sentido, la homeopatía es verdaderamente una valiosa herramienta de prevención.
No debiera encararse este tema como una lucha aislada contra las bacterias y virus, que por otro
lado, han formado parte de la vida en la tierra mucho antes de la llegada del hombre, sino como un
aprendizaje ecológico hacia la convivencia armoniosa de las especies y de los mecanismos para
fortalecer la inmunidad natural.
Recordemos que muchas bacterias y gérmenes forman parte de la flora normal de nuestro
organismo y colaboran con distintas funciones.
Son esenciales por ejemplo también en el reciclaje y descomposición de la materia orgánica donde
cumplen una tarea ecológica fundamental.
Los microorganismos tienen una lógica en el sistema, reconocen la pérdida o incoherencia de la
energía vital y comienzan a cumplir su trabajo.
La enfermedad es producto de un desequilibrio que se refleja en la debilidad del sistema
inmunitario y como consecuencia, muchos gérmenes antes inofensivos en este disbalance, se
vuelven mas activos, o en otras palabras mas peligrosos para el organismo. Lo esencial es entender
que no es eliminando los gérmenes sino fortaleciendo la inmunidad, es decir equilibrando la energía
vital como se gana la batalla de la vida.
Se sabe de la alta capacidad de mutación y resistencia de los microorganismos que se vuelven mas
fuertes a medida que se intenta fallidamente eliminarlos. Siempre sobreviven algunas cepas que se
multiplican y vuelven aún mas violenta su condición en el medio, determinando paradójicamente
que los seres humanos deben enfrentarse así a microorganismos cada vez mas agresivos.
El Dr. Eduardo Yahbes, médico homeópata argentino ha desarrollado desde hace años un estudio
y recopilación de datos e información basado en documentos y autoridades de respaldo
internacional en torno al tema de las vacunas y al derecho a la libre elección, por lo que aconsejo la
lectura del material que presenta en la página: www.librevacunación.com.ar
En el repertorio hay un valioso rubro al respecto
Trastornos por vacunación
La confianza en uno mismo es una señal interna que a lo largo de la vida evalúa la vivencia de
nuestras fuerzas.
Esta sensación puede estar vinculada con distintos aspectos: intelectuales, afectivos, corporales,
etc.
La capacidad de resistir distintas circunstancias adversas remite a las defensas del individuo y de
este modo nos sugiere transpolar al plano físico algún aspecto de esta cualidad de la confianza,
como reflejo del todo, en el sistema inmunitario.
De este modo, en todas aquellas enfermedades físicas donde se considera directamente
involucrada la inmunidad, debiéramos también, investigar lo que sucede en la confianza en uno
mismo, ya que posiblemente encontremos allí reflejado aspectos afectados.
La confianza se trata de un factor dinámico y por tanto también oscila acompañando las distintas
circunstancias de la vida.
Convengamos que la visión tradicional de la medicina involucra al sistema inmunitario en una serie
limitada de patologías, pero para la comprensión homeopática, toda enfermedad responde a un
desorden del conjunto, donde indudablemente se encuentra también el sistema inmunitario.
Es interesante considerar desde esta perspectiva ampliada, el significado que puede adquirir mas
allá de la fisiopatología clásica, las enfermedades infecciosas y las autoinmunes.
En las infecciones el enemigo parece ubicarse esencialmente afuera, mientras que en las patologías
autoinmunes está adentro, en uno mismo. Esta comprensión puede encontrar analogías en otras
circunstancias de la vida del sujeto en las que percibe al enemigo externo o interno.
Vemos así, cuanto la confianza, el valor, el quererse a uno mismo puede incidir en alguna medida
en caer afectados por uno u otro tipo de expresión física patológica.
De allí la importancia de contemplar este aspecto emocional en la comprensión de todo paciente.
La falta de confianza puede tratarse de un síntoma que abre la puerta a distintas derivaciones y a
profundizar en el conflicto central de cada paciente en su particular condición miasmática.
En este sentido, el afecto genuino hacia uno mismo, el valorarse, quererse a sí mismo está
indudablemente entrelazado con la confianza, y este es el punto central en el entramado del
equilibrio afectivo de cada ser humano.
Algunos síntomas relacionados en el repertorio:
Confianza - Falta de confianza en sí mismo,- autodepreciación,- en la escuela,- se siente fracasado,-
en niños,- sobre la realización de sus planes,- desea apoyo,- de su familia y amigos
Abandono, sentimiento de,- sentimiento de no ser querido por sus padres
Aferrarse a personas o muebles
Dependiente de los demás
Miedos (diversos)
Ilusiones el cuerpo le parece feo
Desdichado,- infeliz con su cuerpo.
Infortunado se siente.
Desesperación,- quiere ser apoyado
Inseguridad mental
Desalentado
Éxito nunca tiene.
Puede resultar difícil para la mentalidad alopática comprender que exista algún vínculo entre las
alergias y los desórdenes mentales y emocionales.
Indudablemente si nuestro enfoque va acercándose a entender que ningún fenómeno está aislado
y que toda acción repercute en el conjunto, no tiene que asombrarnos esta consideración.
Esta es precisamente la visión de la homeopatía donde se destaca entre otros el concepto de
supresión desarrollado en anteriores capítulos.
El ejemplo de las alergias es interesante por la frecuencia con que se presenta, especialmente
durante la infancia y en particular por el tratamiento que habitualmente recibe desde la alopatía,
que ha adoctrinado a muchas generaciones.
Resulta llamativo la preocupación que provoca en padres de niños y también en los propios
adultos, la presencia de síntomas alérgicos cutáneo mucosos como rinitis, estornudos, erupciones
de piel, picazón, tos irritativa, que se obstinan en enturbiar la por otra parte saludable condición
que refieren.
Nada parece mas indicado e inocuo entonces que recurrir a los promocionados antialérgicos.
Así comienza un inadvertido movimiento contrario a la lógica curativa de la naturaleza, que a
través de estas señales superficiales llamadas alérgicas, expresa un incipiente desequilibrio en su
energía vital.
La persistencia de estos síntomas a pesar a veces de largos tratamientos antialérgicos, no es
casual, es una muestra del esfuerzo del organismo por mantener el camino correcto que aunque
resulta insuficiente, busca llevar lo mas posible hacia afuera la expresión del desorden energético,
en términos algo equiparables, las toxinas que están comenzando a recargarlo.
Mas allá de que exista una condición genética constitucional en muchos niños, los tratamientos
antialérgicos terminan favoreciendo al cierto tiempo la irrupción de cuadros asmáticos.
El desequilibrio no se corrigió sino que se profundizó, expresándose ahora en el pulmón y bronquios,
síntomas de mayor gravedad que las alergias cutáneas.
La alopatía lo tomará como un problema nuevo sin relación con el conjunto y los antecedentes
previos y actuará otra vez ciegamente, apuntando a acallarlo, aunque este síntoma pulmonar ya no
es tan inofensivo como la alergia. De esta manera, la alopatía va desgastando resortes que la
naturaleza ha desarrollado para regularse.
La homeopatía busca ordenar la energía vital globalmente distorsionada y de este modo equilibrar
el mecanismo inmunológico hipersensibilizado presente en las alergias, pero sin que pierda su
agudeza y fuerza defensiva.
De igual modo apunta a corregir los síntomas mentales a través del encuentro con el remedio
particular de cada paciente fortaleciendo y estimulando su energía vital como un todo.
Parte 51 - El equilibrista
El equilibrista
Hace un tiempo tuve la imagen del equilibrista caminando en una cuerda floja y me pareció
interesante vincularlo con el concepto del equilibrio de la energía vital tan habitualmente
mencionado en homeopatía.
El equilibrio de la energía vital puede parecernos a veces erróneamente mas una estabilidad
pétrea que en realidad lo que suponemos mas se acerca, un dinámico interjuego de tensiones en
permanente cambio por mantener la vida y no caerse de la cuerda.
Dictatorial
Falta de confianza
Extremidades- inclinación a descubrir pies
Estomago – ansiedad
Generales – aversión al desayuno
Deseo de dulces
Picor piernas
Picor tobillos
Le indiqué:
Sepia 200 en agua alcoholizada (plus). Una gota de mañana al despertar y otra de noche al acostarse.
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Le prescribí: natrum muriaticum 200 centesimal en plus una gota en la mañana al despertar, a
media tarde y de noche al acostarse.
2da. cons.
“No he notado grandes cambios, excepto en la comida. Ahora estoy con mas apetito. Ganas de
quedarme en la cama”. Está mas concentrada para leer. Hacía años que no se concentraba para
leer. “Antes era muy lectora”. Con respecto al apetito “como cosas que hace tiempo no comía. Antes
era vegetariana estricta. “Ahora me interesó el churrasco. Antes no podía ni oir nombrar. Estaba
muy fanatizada con el vegetarianismo.
Antes lo único que me interesaba era el cuidado de las plantas”. No quiere salir. “me hace mucho
bien caminar al aire libre”. Se olvida lo que va a decir. Es muy detallista y concienzuda. Soy muy fiel,
tengo un sentido de fidelidad”. Llanto “porque no puedo con el mundo”. Sensible a la violencia.
Vive mucho pensando en cosas tristes del pasado. “Mi marido estuvo preso en la dictadura. Había
que ir al penal”. Rabia con pena. Indignación. “Como que uno se agotó en todo eso”. Inconsolable.
“todo lo recuerdo con lujo de detalles, los recuerdos malos y siempre los tengo presente y me
aparecen y me aparecen. Vivir no merece la pena, hay que pagar un precio muy alto.
Ideas de suicidio, tirarse de una altura. “Pero no lo voy hacer por mi hijo”.
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Compasivo
Trastornos por cólera reprimida
Sensación de abandono
Afectuoso
Náuseas por la noche
Náuseas después de la cena
Náuseas después de acostarse
Llanto fácilmente
Sed ardiente
Sed por la mañana al despertar
Apetito incrementado
Prisa comiendo
Dictatorial
Deseo de chocolate
Deseo de budines
Respiración asmática en niños
Respiración difícil en niños
Respiración asmática por la noche
Respiración difícil por la noche
Respiración difícil cambio de tiempo
Prescribí:
Phósphoro 200 en plus una gota de mañana al despertar y una de noche al acostarse.
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1ra. cons.
K Q. Sexo femenino. 2 años y 8 meses.
Viene con ambos padres. Trastornos del sueño.
“Llanto de noche desde el nacimiento”. “Desde los tres meses que no duerme”.
Insomnio, se despierta llorando cada 2 horas.
La ha visto neurólogo, psiquiatra infantil, neuropediatra, alergista, gastroenterólogo.
Ha tomado varios psicofármacos, propericiazina, risperidona, “yuyos”.
“No come nada”. Le diagnosticaron alergia a la leche de vaca. Le dan leche de soja, y otras fórmulas.
Sed sobre todo de noche.
Grita durante el llanto. Inconsolable. Hija única. Inquieta durmiendo. Acalorada. Saca los pies para
afuera. Necesita la compañía. Bruxismo de noche y de día. Cistitis a los dos años. Otitis varias veces
mas del lado derecho. Le hicieron una punción.
Hace poco salió de un cuadro respiratorio con tos, mocos, oídos con antibióticos.
Tiene cara como de enojada. “Carácter fuerte, mandón. Maneja la situación”. Berrinches. No tolera
el no. Rezonga. “callate, pará un minuto” le dice al padre.
“Dirige a los niños”. Temor a los ruidos. La madre durante el embarazo, repugnancia a los perfumes.
Es acalorada. Transpira mucho la cabeza y la nuca. “Adora los animales, hasta las víboras y los
lagartos”.
Caminó a los 11 meses. Inquieta. “Canta y baila”. “Es una lucha darle de comer”. No tolera el no.
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NA Sexo femenino 33 años.
1ra. cons.
“Hace un año y medio un problema emocional. Me separé. No poder asumirlo.
Flores, reiki, reflexología, psicólogo. No puedo, intenté muchas veces matarme.
Y en las noches no puedo dormir”. Trabaja en cocina internacional en una embajada. “No puedo
estar sola. Me encierro en mi casa. Muchos proyectos pero no los hago. No logro hacerlo sola. Fue
como una cosa repentina. Desde los 14 años salí sola a defenderme en la vida. Nunca estuve con mi
madre”. Es brasileña. “Soy muy activa. Se vino a Montevideo a los 19 años y entró a trabajar en este
lugar. 4 años de relación con el novio. “El quería volver con los padres”. “Empecé engordar mucho”.
Hipertiroidismo e hiperinsulinemia. Toma T4. “Angustia, sensación de fracaso, decepcionada”. “No
lo puedo superar”. “Tengo la esperanza o espero algo”. “Aún estoy esperando”. La madre está en
Montevideo pero no tiene buena relación. 7 hermanos, es la 2da. Estuvo 5 años sin ver a los padres,
hasta los 20 años. “Tengo solo una amiga. “ A los 9 años trajeron a mi hermana para Montevideo”.
“Fui madurando muy de golpe. “Siempre fui de chica muy rebelde”. Vivían en el campo cerca de
Porto Alegre. “Impulsiva y extremista. Tiene una amiga sola aquí “buena”. “Siempre fui una persona
muy rencorosa, de no olvidarme”. “Una pareja antes, 4 años, pero pasó”. Intento de suicidio con
ingesta de fármacos en el verano. “Pienso en este hombre, con quien estará”. “Por qué me hizo
esto”. Vive pensando en el pasado. Nostalgia. “Antes no lloraba nunca”. “Dolor, angustia en el
pecho”. Compasiva con los niños. “Carácter muy fuerte, muy mandona”. “No me importa enfrentar
a cualquiera”. “Tengo gente a cargo”. “Soy generosa. Tengo miedo a envejecer”. Irregular con la
menstruación. “Trauma con tener mucho busto”. Se hincha los senos antes de la menstruación.
Granitos en la cara y espalda antes de la menstruación. Menstruación profusa. Se enoja fácilmente
y contesta enseguida. Sensible, tristeza antes de la menstruación. Estreñida. Bastante sed. Deporte,
esfuerzo físico le gusta, le hace bien, gimnasia, bicicleta. Poco apetito, se llena enseguida. Come
rápido. Deseo de ensalada, lechuga, sopa, chocolate intensamente, dulces, manteca de maní. Torta
de chocolate, pan, biscochos. No come sal, desde los 18 años, le molesta la sal. “Todo tiene que ser
sin sal. Le siento el sabor a la sal y me siento mal”. “me encantan los condimentos”. No le gustan las
bebidas colas. El té y el café le gustan amargo. Azucar agrava, le provoca dolor de cabeza. Acalorada.
Afluencia de pensamientos y ansiedad en la noche con insomnio. Se levanta de la cama.
Inconsolable. El consuelo la agrava. Quiere estar sola. La tristeza intenta que no se exteriorice.
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KE Sexo masc. 10 años.
1ra. cons.
Viene con la madre.
“Va a psicóloga desde hace 4 meses”. “Trastorno de ansiedad”. “El problema es al dormir, miedo a
dormirse. Cuando se va a dormir le viene un desasosiego, le cuesta dormirse. Le pase desde hace 1
año y pico”. “Si duerme conmigo en la cama grande se duerme enseguida”. Viven con el padre y un
hermano de 4 años. Necesita que la madre esté despierta cuando el se va durmiendo. “Vos no te
duermas” le dice a la madre. “Comenzó de a poco con estos miedos. Ansioso, de no poder dormir.
Angustia en la noche. Duerme de costado izquierdo. En sueños“casi siempre veo un barril con tipos
sentados arriba de vino o de agua”. Es muy unido al padre”. El padre está trabajando en el interior,
viene los fines de semana. Cursa 5to. Año escolar. Introvertido, reservado. Ansioso, inquieto,
impaciente. Se enoja y ofende fácil. “Es muy activo físicamente, inquieto, dispersador. Muy bueno
bueno en el carnet. Es medio vago con el estudio. Confrontaciones por como querer hacer las
cosas”. “Apurado, desordenado”. Aversión a bañarse. Acalorado. Transpira mucho la cabeza, el labio
superior y la nariz. Deseo de frutas, carne, hamburguesas, asado, es mas de lo salado. Sed de
mañana. Los padres estuvieron separados desde los 2 a los 4 años del niño. Se quebró el brazo
izquierdo hace un tiempo. Se muerde las uñas. “Razgos de inseguridad, de falta de confianza, frente
a los amigos”.
Le prescribí Sulphur 200 en plus una gota de mañana al levantarse y una de noche al acostarse.
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DE. Sexo fem. 52 años. 1ra. cons.
“Me siento mal, cansada”. Ideas de suicidio. Tiene un hotel en Maldonado. 2 hijos varones de 25 y
30 años en España. “El padre se mató. 9 suicidios en la familia”.
“Afectivamente muy sola”. Se divorció hace muchos años. Pareja hace 20 años. “No puedo dormir,
tomo whisky para dormir. Siento mucha angustia”. “Es como la cinta de Moebius, uno está de cada
lado”. 2 terapias hace años. Tiene además allí un vivero. Le dejó de interesar. “Depresión, tristeza,
soledad”. “Que piensen que fue un accidente”. De niña vivía con los padres en el campo. “Le pegaba
a todos los niños de la escuela, golpeaba a todo el mundo. “El crac mio fue cuando me llevaron del
campo a una escuela llena de niños, porque yo amaba los animales”. “Buscaba alguno para pelear”.
Un hermano 4 años menor. Se casó a los 18 años “como una forma de zafar de mi casa”.
“Estaba disgustada con mi vida”. “Una tía abuela decidió que fuera maestra”. Vivieron 12 años
juntas. “Nunca he hecho lo que he querido”. “Me hubiera gustado ser bailarina, cantante, actriz”.
Bailar, cantar la mejoran. Le molesta a los hijos que cante. Falta de deseo sexual, aversión. Miedo a
quedarme sola. Miedo a los hombres. Miedo a la soledad. “Súper sensible, escucho una canción y
lloro”. Pero no es de llorar habitualmente. Humor variable, rápidamente cambiante. “No sé con
quien me voy a encontrar”. “Irascible, enojada fácilmente”. Rencor con la tía abuela. “Siento que
fue la que me separó de mis padres. “La hacía llorar a mi tía, yo había dado vuelta el mecanismo”.
“Mi mamá me peleaba mucho”. “Cuando las cosas mejoraron en el hotel, quedé de lado”. “Me sentí
dejada de lado”. Rencor. Le sacó la llave al esposo. No se separa por el temor a quedarse sola. “Muy
mandona, mandoneo a todo el mundo”. Deseo de whisky y bebidas blancas. Solo toma de noche. El
vino le da cefalea. Duerme de costado. Grita dormida. Sueños clarividentes. De niña sueños que la
perseguían los policías y los mataba con un dedo. “Soñaba con peleas, nunca nadie pudo mas que
yo”. Tiene un crecimiento de la encía adelante. Se la cortaron y volvió a crecer. Deseo de ñoquis de
papa, melones, poco apetito. Destapa las piernas de la rodilla para abajo en la cama. La
menstruación se le retiró a los 46 años.
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KS. Sexo masc. 39 años.
1ra. cons.
“ 2 años de adicción a la cocaína”. Hace 6 meses no consume. Estando por pasar a una 2da. fase de
rehabilitación en un centro para tratamiento de adicciones, tiene una recaída en el consumo y
abandona el centro. Recibe Floxetina, clonazepam y olanzapina. Separado hace 4 años. 2 hijos, 9 y
6 años. La ex esposa le puso restricción judicial Hace 1 año y medio que no ve a la hija. “Soy de
carácter muy fuerte”. “Ambos somos así y terminábamos a los roscazos”. “Violento, impulsivo”. Es
reservado, poco comunicativo.
A los 25 años cáncer de testículo, operado y quimioterapia posterior. “Y después conocí a ella”.
“Alcohol, si empiezo no me paras mas”. Whisky, cerveza. Se enoja y ofende fácil. “Anímicamente
ando mal”. “Un poco de culpa tengo, esa sensación de haber defraudado”. Trabaja en una empresa
donde tuvo algunos problemas de faltas consecuencia del consumo. Le pasa siempre la pensión a
los hijos. La ocupación mejora. “Me sigue llamando la cocaína”. “Cuando falleció mi padre a los 15
años, ahí se me cayó todo”. Jugaba al basketball en un club en una categoría juvenil.
Operado del riñón derecho a los 9 años por una obstrucción del uréter. Neumotorax en el pulmón
derecho. Hernia hiatal. Hinchazón después de comer. Come rápido. Deseo de carne. Deseo de
bebidas frías. Duerme de costado derecho.
4ta. Cons. “Mejor en general, mas estable”. Pasó de una pensión a alquilarse un apartamento. “No
estoy pensando mas en la cocaína”. Sigue la picazón en los pies, lo que me parece una expresión
exonerativa de la ley de curación.
Sigue con nux vómica 200 en plus.
Parte 53 - Bibliografía
Bibliografía