Hablemos de Los Miasmas

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En homeopatía hablamos de Miasmas para referirnos a la


predisposición genética que cada persona tiene a desarrollar y
padecer cierto tipo de enfermedades y síntomas, lo que en términos
médicos se denomina diátesis.

También nos referimos al “terreno “para señalar dicha predisposición.

Existen tres Miasmas que predisponen a un individuo a enfermar y


que tienen su origen en las primeras enfermedades sufridas por la
humanidad, es como una memoria resumida de las grandes
enfermedades, en cada una de nuestras células.

Todos tenemos en nuestra memoria celular información de todos los


Miasmas que os exponemos en este artículo, pero de forma individual,
por carga genética, en cada uno de nosotros “sobresale” uno o dos
Miasmas por encima de los demás, y aunque puedan permanecer
latentes nos “dan” una predisposición a padecer determinadas
enfermedades.

Los 3 primeros y básicos Miasmas, desarrollados ya por Samuel


Hahnemann son:
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♦ Psora (sarna)
Considerada la primera de las enfermedades, el origen de todas ellas,
consiste en un debilitamiento del organismo debido a una hipofunción,
es decir, a una falta de reacción del organismo frente al medio.

Los medicamentos clásicamente asociados a la Psora son: Calcárea


Carbónica, Sulfur, Pulsatila o Natrum Muriaticum.

Características y síntomas de Psora (falta de


reacción):

– Ansiedad es el síntoma más predominante de la afección psórica.

– Timidez. Falta de confianza. Necesidad de protección, dependencia.

– Reflexivo. Reservado. Observador.

– Lento y perezoso. Tendencia al aislamiento. Parálisis frente al peligro.

– Tendencia a la tristeza. Llanto silencioso y en aislamiento para no


molestar.

– Tendencia al mal humor. Debilidad de memoria.

_Apatía.

– Celos. Difícilmente demuestra su afecto, a pesar de ser afectuoso.


Sexualidad contemplativa.
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Disminución del deseo sexual y del deseo por las cosas que antes le
satisfacían.

– Polemista cuando escribe, pero no cuando habla. Solitario.


Cansancio de la vida, pero sin rechazo a la misma. Somnolencia y sueños
ansiosos.

– Ataque cutáneo de cualquier tipo (piel seca, áspera,


alérgica,…). Picores.

– Problemas digestivos.

– Tendencia a los parásitos cutáneos o intestinales.

– Hambre anormal (apetito aumentado, fuera de las comidas o deseo de


cosas indigestas).

– Mal olor de las secreciones y excreciones.

♦ Sicosis (gonorrea)
Siguiendo a la Psora -falta de reacción- aparece la Sicosis en la que
existe una hiperfunción, es decir un exceso de reacción, un
crecimiento anormal.

Lo vemos en personas con multitud de crecimientos anormales en la


piel, reacciones exageradas e inflamaciones.
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Los medicamentos clásicamente asociados con la


Sycosis son: Lycopodium, Thuya o Medorrinum.

Características y síntomas de Sicosis (exceso de


reacción)

– Presunción (aparenta lo que no tiene).

Ambición de poder, deseo de ganar.

– Premura o precipitación en las acciones.

Angustia, inquietud.

– Hipersensibilidad, sobrevaloración de sí.

Audacia (la necesita para conseguir lo que ambiciona).

Egoísmo fundamentado sobre la suspicacia y el deseo de dominio que le


lleva a desear todo para sí.

Autoritarismo.

– Celos relacionados con ambición, egoísmo y autoritarismo.

Malicioso. Impulsivo. Inconstante.

– Cambios de humor. Concentración difícil.


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– Asustadizo. Obsesivo. Pesimista. Miedoso.

Tendencia a la fuga ante el peligro.

– Agresividad.

– Tristeza inconsolable.

– Intranquilidad durante el sueño.

– Malos efectos persistentes de las vacunaciones, en particular la


antivariólica, de una gonorrea mal tratada, inyecciones de sueros o por
extensión de cualquier proceso patógeno, de enfermedad, repetida y
rebelde.

– Ideas obsesivas con tendencia depresiva.

– Agravación general por la humedad.

– Mejoría general por el movimiento lento.

-Tendencia a la retención de líquidos, a menudo dolorosa (celulitis


dolorosa)

-Tendencia a la producción de tumores y quistes.

–Dolores a menudo tironeantes que se agravan por la humedad y


mejoran por el movimiento lento.

–Infecciones persistentes: urogenitales o del piso medio de la cara, con


tendencia a las secreciones de coloración amarillenta y consistencia
espesa.
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–Sudores con características particulares: grasosos, viscosos, fétidos,


irritantes especialmente en los pliegues, cara y órganos genitales.

–Palidez habitual, aún en los casos en donde el paciente no tiene


anemia.

♦ Syphilis (sífilis)
Cómo tercera etapa del proceso de la enfermedad aparece la Syphilis que
supone el avance de ésta hasta la degeneración del organismo y su
destrucción.

Los medicamentos clásicamente asociados a la Syphilis son: Mercurius


o Syphillinum, junto a Nitricum Acidum.

Representa la perversión del ser humano, lo más destructivo y


violento de él.

Características y síntomas de Syphilis:

(Degeneración y destrucción)

– Ansiedad desbordante y somatizada, por la que aparecen diversos


síntomas.

– Tendencia suicida franca debido a su concepción fatalista de la vida.


Tendencia al abatimiento.

– Agresividad con deseo de matar. Furor


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. Orgulloso, cualquier ofensa lleva a la agresión.


Rencor. Vengativo. Intolerancia a la contradicción.

Perversidad demostrada en todos sus actos. Sadismo.

– Olvidadizo.

Obstinado.

Caótico y desordenado física y mentalmente. No tolera la disciplina u


otra autoridad por encima de sí mismo.

– Celos, pudiendo llegar al crimen pasional.

–Alcoholismo con cambios de personalidad.

–Antecedentes familiares de sífilis, más o menos lejana, abortos


repetidos, partos prematuros.

-En los antecedentes personales del enfermo: escarlatina, parotiditis,


amigdalitis de repetición, infancia difícil.

-Retraso mental o desequilibrio nervioso, niños inestables,


impulsivos, insomnes.

–Necesidad de lavarse las manos a cada instante (syphilinum).

–Necesidad de frotar con la mano un objeto cualquiera que esté al


alcance (medorrhinum).

–Agravación nocturna de los trastornos.

–Agravación a la orilla del mar y mejoría en la montaña.


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– Crecimiento defectuoso: retraso o detención del crecimiento.

– Disimetrías morfológicas: el sujeto tiene un aspecto “torcido”.

– Dolores en los huesos próximos a la piel, como el esternón o la tibia.

Existen múltiples teorías en relación con los Miasmas. Dos de ellas


establecieron, más tarde, otros dos Miasmas, que surgen de la
coexistencia de los Miasmas básicos:

♦ El Miasma Tuberculínico (bautizado como Pseudo-Psora por el Dr.


Henry Allen) se concibe como la suma del primero y tercero, la Psora y
la Syphilis, es decir una debilidad general del organismo que
evoluciona hacia una degeneración y posterior destrucción

El remedio homeopático que actúa sobre este miasma es Tuberculinum.

♦ El Miasma Cancerinismo (bautizado por el Dr. León Vannier) es la


suma de los tres miasmas originales, es decir, un debilitamiento del
organismo ante el que se reacciona excesivamente y que finalmente
inicia un proceso de degeneración que llevará a su destrucción.

El remedio homeopático que actúa sobre este miasma es Carcinosinum.

Tal y como hemos comentado, para cada uno de los Miasmas existen
ciertos remedios homeopáticos que actúan de forma genérica sobre
todos los síntomas que una persona puede desarrollar como
consecuencia del desequilibrio de dicho Miasma.

Pero también existen medicamentos que actúan sobre síntomas

Cuya base miasmática procede de los tres Miasmas básicos.


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Este es el caso de Phosphorus, del que podemos decir que tiene tres
caras:

– Rostro psórico de Phosphorus, caracterizado por la compasión, la


empatía y la cooperación y los temores (o la falta de ellos).

– Una cara sicótica de Phosphorus presidida por la obsesividad pero


también por la hipomanía, el hipererotismo o la hiperactividad mental.

– Un plano sifilítico que es el Phosphorus apagado, presidido por el


agotamiento y la extenuación.

También tenemos que destacar que con cierta frecuencia, después de


tratar los síntomas correspondientes a un determinado Miasma,
equilibrado éste, aparecen nuevos síntomas correspondientes a un
nuevo Miasma que hallábase latente, apagado o apaciguado por el
primero.

Así pues, la prescripción miasmática en homeopática es un tema


complicado y, en definitiva, es mejor ponerse en manos de un
profesional de la homeopatía para que pueda realizar un correcto
tratamiento que lleve al paciente a un estado de salud, superando los
distintos síntomas y equilibrando la manifestación del miasma que
subyace en dicha persona, así como la evolución miasmática que ésta
experimente.

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