Cap 1 y 2 Hall Richard
Cap 1 y 2 Hall Richard
Cap 1 y 2 Hall Richard
Definiciones
Las discusiones sobre definiciones pueden ser bastante inútiles y esta puede
ser inútil también pero es necesaria. Aunque algunos autores (por ejemplo,
March y Simon 1958, pág. 1) argumentan que las definiciones sobre las organi-
zaciones no tienen ningún propósito, un enfoque más razonable podría ser que
las definiciones dan una base para entender el fenómeno que va a estudiarse.
Consideraremos aquí las definiciones dadas por algunos escritores clásicos so-
bre el tema y ofreceremos luego nuestro propio enfoque.
Weber El análisis organizacional tiene una tradición lo mismo que cual-
quierotro tema de estudio, y que las organizaciones en sí mismas. La tradición
se centra fuertemente alrededor de Max Weber. conocido por sus análisis sobre
burocraría y autoridad, temas que se analizaran más tarde, pero se preocupó
también por dar definiciones más generales de las organizaciones. Weber dis-
tingue primero el "grupo corporativo" de otras formas de organización social
(Weber 1947). El grupo corporativo involucra: "Una relación social que o es
cerrada o limita por medio de reglas la admisión de extraños ... en la medida
que su ordenamiento está reforzado por la acción de individuos específicos
cuya función normal es esa. de un jefe o "cabeza" y, generalmente, también
de un grupo administrativo" (págs. 145-46).
28
004285
La naturaleza y las clases de organizaciones 29
por ejemplo, pueden retirarse personas que no sean satisfactorias y asignarse sus
tareas a otras. La organización también puede recombinar su personal por medio
de transferencias y promociones. (pág. 3).
La definición de Scott (1964) contiene algunos elementos adicionales. Scott
afirma:
las organizaciones están definidas como colectividades.. que se han estable-
cido para alcanzar objetivos relativamente específicos sobre una base más o menos
continua. Debe ser claro. sin embargo, que' las organizaciones tienen aspectos
que las distinguen, diferentes a la obtención de objetivos y a la continuidad. Estos
aspectos incluyen límites relativamente fijos, un orden normativo, rangos de autori-
dad, un sistema de comunicaciones y un sistema de incentivos que permita que las
diferentes clases de participantes trabajen juntas por el logro de objetivos comunes.
(pág. 488).
Esta definición parece estar muy de acuerdo con la realidad. Sin embargo,
en esta y en las otras definiciones parecen ser evidentes dos problemas: el lugar
de los objetivos en la naturaleza de las organizaciones y el aspecto de la dife-
renciación de límites.
El tema de los objetivos es crítico en el análisis organizacional (ver Mohr
1973 y Hannan y Freeman 1977 para enfoques opuestos sobre el tema de los
objetivos). En este análisis se considerarán, más tarde y con más profundidad,
los objetivos pero en este momento deben hacerse algunas reflexiones. Primera,
en las organizaciones hay muchas actividades que difícilmente están relaciona-
das con un objetivo así la imaginación se esfuerce por buscarlo. Algunas acti-
vidades son definitivamente administrativas, tales como el manejo de formas
que garantizan que la organización está cumpliendo con algún conjunto de re-
gulaciones gubernamentales. Otras actividades son definitivamente sociales,
tales como las conversaciones de la gente durante el tiempo en el cual se están
tomando un café. Y aún otras responden a reacciones a presiones ejercidas des-
de afuera sobre la organización tales como el diseño de motores para automó-
vil que lancen a la atmósfera menos contaminantes, como resultado de las
presiones gubernamentales.
En segundo lugar, los objetivos pueden considerarse como algo no hu-
mano o como lo anota Simon (1964): "Tratándolos (los objetivos) como una
entidad superindividual que tiene una existencia y un comportamiento indepen-
dientes del comportamiento de sus miembros" (pág. 2). El análisis que se
hace en el libro acepta esa carencia de humanidad como necesaria y correcta.
Es interesante ver que Simon continúa y anota:
En los procesos decisorios de la vida real, un curso de acción debe satisfacer, para
ser aceptable, un conjunto de requerimientos o restricciones. En algunas ocasiones
se aisla uno de estos requerimientos y se hace referencia a él como al objetivo de la
acción. Pero la selección de una de las restricciones, dentro de muchas, es en gran
medida arbitraria. Tiene más sentido para muchos propósitos referirse a todo el
conjunto de requerimientos como el (complejo) objetivo de la acción. Esta conclu-
sión es válida tanto para los procesos decisorios individuales como para los organi-
zacionales. (pág. 7).
Simon sugiere, y yo estoy de acuerdo, que los objetivos sirven como res-
tricciones para la toma de decisiones. Los consideraremos, en este análisis, co-
mo independientes de los actores humanos sobre la organización. El último
aspecto que se considerará aquí en relación con los objetivos debería ser evi-
32 LA ~ATlJRALEZA y LAS CLASES DE ORGANIZACIONES
dente por el hecho de estar usando el término "objetivos", en plural. Las orga-
nizaciones tienen múltiples objetivos y en su mayor parte tienden a ser con-
tradictorios. En consecuencia, tópicos tales Como calidad vs. cantidad, enseñanza
vs. investigación, y muchos otros, son parte de la textura propia de las organi-
zaciones.
El problema de la diferenciación de los límites organizacionales es intere-
sante en sí mismo y pone de presente un tópico crítico adicional en relación
con las organizaciones. El tópico de los límites puede ejemplificarse por medio
del ejemplo de un partido político local. La organización del partido tiene,
frecuentemente, un pequeño grupo de funcionarios pagados para responder lla-
madas telefónicas, recibir el correo y similares. Sin embargo, el verdadero poder
lo tienen los miembros que no reciben pago. Durante las campañas electorales
se aumentan los miembros de la organización a medida que se incluyen personas
para hacer llamadas telefónicas, distribuir literatura y hacer discursos. La adi-
ción de personal voluntario y de tiempo parcial echa realmente por los aires el
tema de los límites. Lo dicho puede verse más fácilmente en el caso de las orga-
nizaciones de voluntarios pero el tema de los límites es también aspecto proble-
mático en situaciones no voluntarias. Por ejemplo, la empresa que manufacturó
el computador que se está utilizando en mi universidad tiene personal asignado
permanentemente a las instalaciones de la universidad. Desde muchos puntos
de vista, ellos son parte de la universidad y no del productor de la máquina.
(Ellos tienen un mejor sitio para estacionar su automóvil que el que yo tengo).
El límite no es entonces algo que sea totalmente impermeable.
El concepto de límite sugiere que también hay algo por fuera de la organi-
zación, básicamente, su medio ambiente. El problema actual de la teoría or-
ganizacional está precisamente en que se le está dando un marcado énfasis
al medio ambiente. Este énfasis se evaluará criticamente un poco más tarde.
Por el momento es suficiente anotar que el medio ambiente de las organizaciones
es, en verdad, de importancia crítica. El concepto de medio ambiente que va a
utilizarse en este libro incluye todo lo que "está por fuera" o más allá de los lí-
mites de una organización en particular. El medio social de las organizaciones,
incluyendo otras organizaciones, es preocupación extremadamente importante
aunque el medio ambiente físico es quizá más importante de lo que han creído
la mayoría de los analistas. La Universidad del Estado de Nueva York en
Albany se ve afectada por el clima mucho más que una universidad compara-
ble que se encuentre localizada en un clima más moderado. Es claro que el
clima interactúa con el medio ambiente social ya que el costo de los combus-
tibles está afectado por relaciones internacionales y por las operaciones de las
empresas de petróleo.
Los factores ambientales afectan las organizaciones en dos direcciones.
Primero, los factores ambientales son parte extremadamente importante de
los insumos de una organización. La organización, como se describió en las de-
finiciones dadas anteriormente, hace algo sobre o con este insumo, produciendo
entonces un resultado. El resultado regresa al medio ambiente afectando, en
consecuencia, la organización a medida que el medio lo consume, lo utiliza y lo
evalúa. (Este enfoque similar al de "sistemas" está de acuerdo con Thompson
1967 y Katz y Kahn 1978). Parece claro, naturalmente, que tanto los insumos
como los productos organizacionales afectan el medio ambiente.
Se puede ahora, con todas las consideraciones anteriores en mente, tratar
de llegar a una definición de las organizaciones, que pueda utilizarse en este
La naturaleza y las clases de organizaciones 33
Organización Colectivista-
Dimensiones Organización Burocrática Democrática
34
La naturaleza y las clases de organizaciones 35
can tener el control en sus manos. Escritores con una perspectiva marxista, tales
como Benson (1977) y Heydebrand (1977), nos han puesto alerta sobre las con-
tradicciones presentes dentro de las organizaciones. Estos escritores se centran
en intereses de clase en el proceso de contradicción pero no se requiere el énfasis
en clases para incluir la noción de contradicción. Las organizaciones contienen
fuerzas en oposición, fuerzas que compiten por tener el control. Las organizacio-
nes son de tal naturaleza que aquellos que están en el poder tienden a perma-
necer en él pero es importante el hecho, y hay que considerarlo, que tienen fuer-
zas internas opuestas.
Así como hay diferencias internas dentro de las organizaciones también
deben hacerse distinciones en los límites de las mismas. Hage (1980) anota que
muchas "rnulti" organizaciones son de una cobertura tal que parece sensato
mirar sus partes componentes como organizaciones independientes. Hage uti-
liza como ejemplo el antiguo Departamento de Salud, Educación y Bienestar
del gobierno de los Estados Unidos de América. El Servicio de Salud Pública
y el Departamento de Servicios Sociales y Rehabilitación se analizan mucho
mejor como organizaciones separadas. No se trata, de acuerdo con Hage, de que
los productos o los servicios involucrados sean o no diversificados ya que una
sola organización puede tener esos productos múltiples, sino más bien de que
la diferencia importante está en la tecnología operativa de las m últiples orga-
nizaciones. Más tarde se analizará el concepto de tecnología operativa pero
es suficiente, para los propósitos que se buscan en el momento, anotar que una
unidad autónoma de una organización grande puede considerarse, por derecho
propio, como una organización (Warriner 1980). Si la unidad puede suministrar
sus propios insumos y proceso de conversión y puede distribuir sus productos,
puede considerarse como una organización. En consecuencia, un vendedor de
automóviles nuevos que depende del fabricante para obtener sus insumos no
calificaría, por derecho propio, como una organización. Un vendedor de vehí-
culos usados cuyo negocio depende totalmente de automóviles que él compra
y vende y que no depende de un mayorista sí sería una organización. Conse-
cuentemente, es una diferencia técnica y que interfiere, en realidad, con al-
gunas comparaciones útiles pero que hace ver la importancia de tener límites
claramente definidos.
La distinción entre el vendedor de automóviles nuevos y el de automóviles
usados resalta la importancia de la forma en la cual los hombres clasificamos
las organizaciones. Sobre una base-venta de automóviles-son muy similares
pero de acuerdo con otra-el grado de autonomía de un solo proveedor-s-no lo
son. El menos autónomo podría ser más rentable, al mismo tiempo, que el de
más autonomía podría ser menos ético. Se tienen entonces, muchas dimensiones
de acuerdo con las cuales pueden clasificarse las organizaciones. Sin embargo,
debe tenerse en cuenta, antes de clasificar las organizaciones un aspecto impor-
tante pero que, a menudo, se olvida.
La mayoría de los académicos que manejan estas teorías han dado res-
puesta a la pregunta en una u otra forma. Así por ejemplo, Simon (1964) presen-
ta argumentos en contra del concepto de deshumanizar la organización o de
tratarla como algo más que un sistema de individuos interactuantes. Bl:iu (1964)
anota, al enfocar el mismo tema desde el punto de vista de la teoría de inter-
cambio:
y Blau continúa:
Los funcionarios reciben de la organización, como retorno por los servicios que se
prestan a los clientes pero sin aceptar gratificaciones de ellos, gratificaciones mate-
riales y la aprobación de los colegas por conformarse a estándares aceptados. Los
clientes contribuyen a la comunidad la cual, a su vez, suministra a la organización
los recursos que le permiten gratificar a sus miembros (pág. 330).
Las expectativas con respecto al papel adoptado por los miembros de un conjunto
-las prescripciones y proscripciones asociadas con una posición particular-están
determinadas, en gran medida, por el contexto organizacional total. La estructura
organizacional, la especialización funcional y la división del trabajo y el sistema for-
mal de gratificaciones definen el contenido principal de una oficina dada. Lo que
se supone que haga quien esté ocupando esa oficina, con quién y para quién, está
dado por esas y otras propiedades de la misma organización. Aunque otros seres
humanos están haciendo las "suposiciones" y gratificando, las propiedades estruc-
turales de la organización son suficientemente estables de manera que pueden tra-
tarse como independientes de las personas que conforman el conjunto. Para pro-
piedades tales como tamaño, número de canales y tasa de crecimiento es aún más
obvia la abstracción justificable de las propiedades organizacionales hecha del
comportamiento individual. [Se adicionaron las itálicasJ. (pág. 31)
Clegg y Dunkerly (1980) enfocan este tema desde una perspectiva de poder.
Sugieren que la "capacidad de la administración para imponer su hegemonía sobre
los miembros de la organización" significa que las organizaciones asumen una
existencia real para las personas que están orientadas hacia la organización. Si una
organización tiene poder sobre el individuo entonces es real (pág. 209-10).
La perspectiva adoptada por el autor es que las organizaciones son reales en
la medida en la cual factores estrictamente organizacionales respondan, todo el
tiempo, por parte del comportamiento de los individuos en las organizaciones. La
proporción exacta de la variación en el comportamiento individual que se debe a
factores organizacionales, en oposición a factores individuales o de interacción, no
puede especificarse de manera exacta en el momento actual. La posición adoptada
en este libro es que en algunas circunstancias factores organizacionales pueden ser
responsables de toda la variación en comportamiento (este es el propósito que tie-
nen los programas de entrenamiento y de indoctrinación en muchas organizacio-
nes) y en otras, factores organizacionales interactúan con otros determinantes del
comportamiento. Se tiene la esperanza de que las investigaciones sobre las or-
ganizaciones suministrarán datos sobre las condiciones bajo las cuales operan
estos factores. En el momento actual el análisis debe descansar, desafortunada-
mente, sobre estas descripciones incompletas.
Las Organizaciones como actores El tratamiento de las organizaciones co-
mo realidades se ha centrado, hasta el momento, en el comportamiento de los in-
dividuos. Pero un aspecto aún más fundamental es si las organizaciones tienen una
existencia por sí mismas, por encima y más allá del comportamiento y el desempe-
ño de los individuos dentro de ellas. La pregunta es, entonces, las organizaciones
actúan? La respuesta es nuevamente.afirmativa y constituye la segunda razón para
38 LA :"ATURALEZA y LAS CLASES DE ORGANIZACIONES
afirmar que ver las organizaciones solo como individuos interactuantes o cons-
truyendo realidades es una conceptualización muy estrecha.
Algunas características de las definiciones dadas anteriormente son un indica-
dor de la existencia de las organizaciones. El hecho de que las organizaciones per-
duren a lo largo del tiempo y reemplacen sus miembros sugiere que no dependen
de ningún individuo en particular. Las universidades sobreviven a las generaciones
de estudiantes y de profesores que pasan por ellas. La General Motors ha existido
por un tiempo bien largo ya. Las organizaciones pueden tener, indudablemente,
un ciclo de vida que incluye declinación y muerte (Kimberly y Miles 1980) pero
el hecho es que las que dominan perduran a través de generaciones de miembros.
Cuando los miembros entran a una organización por primera vez, están confron-
tados con una estructura social que incluye los patrones de interacción entre los
miembros de la misma y las expectativas de ellos con respecto a esos patrones y un
conjunto de expectativas de la organización sobre su comportamiento. No importa
quienes sean los individuos; la organización ha establecido un sistema de normas y
expectativas a seguir independientemente de cuál sea su personal y continúa exis-
tiendo independientemente también de la rotación de ese personal. Sin duda alguna
son los individuos los que definen las normas y las expectativas pero estas per-
duran más allá de las personas que las establecieron.
Factores organizacionales influencian los procesos decisorios en las organiza-
ciones. Las decisiones de rutina pueden programarse, como en los casos en los
cuales los registros sobre inventarios llevados en computador muestran que un
cierto item tiene bajas existencias y se genera una orden de pedido. Decisiones más
importantes sobre la dirección futura de la organización y sobre políticas también
están muy influenciadas por factores organizacionales. Las decisiones están muy
influenciadas por el grado de poder que tengan los individuos que las estén toman-
do y el poder es, a su turno, el resultado de ocupar una determinada posición. Las
decisiones también se basan en tradición y precedentes lo mismo que las relaciones
de la organización con su medio ambiente. Estas consideraciones basadas en la or-
ganización tienen un impacto sobre la forma en la cual los individuos que estén
dentro de la jerarquía organizacional toman decisiones en nombre de la primera.
Cuando se oyen frases tales como "es una política de la compañía", "La Casa
Blanca anunció hoy ... " o "la Universidad Z no condena la copia" es fácil reco-
nocer que se está haciendo referencia a las organizaciones. Las organizaciones
tienen políticas, hacen anuncios y pueden o no condenar la copia. Ellas también
producen bienes, administran políticas y protegen a la ciudadanía. Estas son accio-
nes organizacionales e involucran propiedades de las organizaciones y no de los
individuos. Los individuos realizan las acciones-aún en el caso de cartas produ-
cidas por un computador pero que es programado por individuos-pero la génesis
de las acciones permanece en la organización.
El argumento enunciado se basa en ciertas suposiciones filosóficas que
deben indicarse. Partiendo del trabajo de Burrell y Morgan (1979, pág. 4-7) pue-
de anotarse que, en términos de ontología, estamos adoptando una posición rea-
lista en oposición a una nominalista. La posición nominalista supone que la
realidad está construída por medio del conocimiento individual, con un mundo
externo conformado por creaciones artificiales formadas en la mente de la gen-
te. La posición realista afirma que el mundo externo es para el conocimiento
individual un mundo real formado por estructuras fuertes, tangibles y relati-
vamente inmutables. Warriner (1956) adoptó el punto de vista realista con res-
La naturaleza y las clases de organizaciones 39
pecto a los grupos y nosotros lo estamos adoptando con respecto a las organi-
zaciones.
Epistemológicamente la posición adoptada es positivista en el sentido de
que tratamos de explicar y predecir lo que sucede en el mundo organizacional
buscando simetrias y relaciones causales entre los elementos relacionados con
las organizaciones. Los no positivistas sugieren que el mundo es relativístico y
que solo puede entenderse desde el punto de vista de los actores en una situa-
ción específica. Nuevamente, este análisis está basado sobre una perspectiva
positivista.
Burrell y Morgan sugieren también que en los análisis de las organizaciones
deben incluirse suposiciones acerca de la naturaleza humana. Ellos contrastan
la posición voluntarista con la perspectiva determinista. El voluntarismo ve a
los seres humanos como totalmente autónomos y auto manejados mientras que
el determinismo los ve como controlados totalmente por la situación o el medio
ambiente en el cual están sumergidos. El análisis que se hace en el libro se acer-
ca más a la perspectiva determinista sin aceptarla totalmente.
Existe también un aspecto metodológico de acuerdo con Burrell y Morgan.
De un lado está el enfoque ideográfico que hace énfasis en un análisis detallado
del significado que los actores sociales le asignan a las situacíones y también
hace énfasis en que ese significado debe enunciarse en sus propios términos. El
enfoque nomotético hace énfasis en la verificación de hipótesis con rigor cientí-
fico y en el uso de protocolos sistemáticos de investigación y es un enfoque que
se fortalecerá en este análisis con la aceptación de que los estudios ideográficos
pueden suministrar una visión útil y contribuir al desarrollo de verificaciones
rigurosas de esa visión.
Parte de la dificultad que se crea alrededor del tema de la realidad de las
organizaciones nace de las metodologías que se han empleado. Se tiene ya una
larga tradición en la obtención de información acerca de las organizaciones con
las respuestas dadas por personas que están dentro de las mismas lo cual se hace
recogiendo datos de "informantes claves" o muestras del personal. Lazarsfeld
y Menzel (1961; ver también Barton 1961) sugieren que es posible identificar
propiedades organizacionales a partir de datos recogidos al hablar con personas,
por medio del uso de promedios, desviaciones estándar, coeficientes de correla-
ción y otras cifras similares. Es también posible obtener datos de individuos
acerca de la organización. Lincoln y Zeitz (1980) mostraron una técnica por
medio de la cual los datos obtenidos al hablar con personas pueden agregarse,
a nivel organizacional, con un gran poder de explicación.
Este recorrido, un poco largo, por los terrenos de la realidad organizacional
se ha hecho con el fin de que la perspectiva que adopta el análisis en este libro
sea clara. Como concluyen Roberts, Hulin y Rousseau (1978), los científicos
sociales tienen intereses variados, algunos se preocupan por el fenómeno indi-
vidual, algunos por el fenómeno de grupo y otros por el fenómeno de toda la
organización y cada uno tiene un interés legítimo.
Las características de las organizaciones son determinantes cruciales del
comportamiento de los individuos que las conforman o, en otras palabras, si las
organizaciones tienen características per sé y si esas características afectan el
comportamiento de sus miembros entonces si será necesario para entender el
comportamiento humano comprender las características organizacionales y,
dentro de esta misma linea de pensamiento, si queremos entender la sociedad
debemos comprender sus organizaciones.
Clases de organizaciones
40
La naturaleza y las clases de organizaciones 4I
está alimentada con los despojos de tipologías arruinadas que solo sirven como
campo de batalla para esa pelea académica que se presenta, tan a menudo, ori-
ginada en la discusión teórica" (pág. 119).
Las tipologías que terminan en despojos no se detuvieron en la era de We-
ber. No existe una tipología de las organizaciones que sea de general aceptación
a pesar del acuerdo, aceptado por todos, de que se necesita desesperadamente,
una buena tipología o un buen conjunto de tipologías. Aunque para ,hacer análi-
sis ligeros pueden utilizarse tipologías simples, tales como la comparación de
las organizaciones de acuerdo con sus tasas de rotación, sus tasas de crecimiento
o de inversión en investigación y desarrollo, se trata de clasificaciones que tie-
nen un uso muy limitado porque se termina conociendo un solo aspecto de las
organizaciones pero sin entenderlas en su enorme complejidad.
La esencia del esfuerzo tipológico radica, realmente, en la identificación
de las variables críticas que permiten diferenciar el fenómeno que se está inves-
tigando. Como las organizaciones son entes sumamente complejos, los esquemas
de clasificación deben mostrar esa realidad. Una clasificación total, que sea ade-
cuada, tendría que tener en cuenta toda la gama de condiciones externas, el
espectro total de acciones e interacciones dentro de una organización y el resul-
tado del comportamiento organizacional. La revisión de algunos de los esfuerzos
hechos para clasificar las organizaciones mostrará la enorme cantidad de varia-
bles que deben tenerse en cuenta, el valor relativo de los esquemas y algunas
direcciones futuras en las cuales hacer esfuerzos tipológicos potenciales.
Algunas tipologias
mientras que los objetos no lo hacen. Hasenfeld (1972) mostró las diferencias
existentes entre organizaciones que procesan personas y aquellas que buscan
cambiarlas con lo cual se complica la distinción entre organizaciones que
procesan personas y las que procesan objetos. Katz y Kahn avanzan un poco
más y anotan que la orientación de los miembros organizacionales varía, di-
fiere su estructura y también es distinta la forma en la cual utiliza la energía
o los recursos. Katz y Kahn sugieren que las categorías de la función social
interactúan con las características de las organizaciones para conformar clases
de organizaciones, "cada una con su propia lógica" (1978, pág. 183). Katz y
Kahn reconocen las dificultades inherentes a categorizaciones como las que
ellos hacen pero argumentan que su enfoque conduce a tener categorías con
sentido lo cual parece no ser el caso desde la perspectiva del autor del libro ya
que allí parece tenerse una discriminación insuficiente entre las organizacio-
nes.
Mintzberg
obras de arte o un centro médico. El trabajo está estandarizado por medio de en-
trenamiento profesional o artístico, el medio es estable pero no se ejercen contro-
les externos sobre las organizaciones. Los factores claves son aquí la habilidad
y los conocimientos de los operarios que son profesionales o personas con gran
especialización.
El cuarto tipo es la forma divisionalizada que está ejemplificada por las
grandes corporaciones, universidades oon múltiples sedes o la economía socia-
lista. Cada división tiene su propia estructura que puede adoptar una de las otras
formas mencionadas ya en esta tipología.
Se tiene, finalmente, la adocracia. Esta es una forma compleja que está
ejemplificada por las agencias espaciales, nuevas organizaciones artísticas y la-
boratorios de investigación y desarrollo en las fronteras de la ciencia. Su medio
es dinámico y desconocido y su estructura puede cambiar rápidamente a medida
que los eventos vayan demandando ajustes.
Mintzberg tiene un esquema complejo a partir del cual se desarrollan estas
clases de organizaciones. La utilidad de los tipos y del esquema a partir del cual
se desarrollan tendrá que aprobar el examen del tiempo. Lo que es relevante aquí
es el hecho de que los grupos vuelven trizas las ideas de sentido común sobre
cómo y porqué difieren las organizaciones. Mintzberg sugiere, de otra parte,
que se miren las características organizacionales como la base de nuestros es-
quemas de clasificación y que es exactamente lo que proponen quienes están
de acuerdo con taxonomías empíricas.
Taxonomía organizacional
~~~
CONCENTRADA
S"
O'el'o,,1'
,oel' q"/;¡'
~~
.s'o CONTROL
'Iq / 'r----¡.---''';-------=::,''¡----....::::.,
I IMPERSONAL
Burocracia
Burocracia
total
AUTORIDAD total
naciente
DISPERSA
, -,
",
Burocracia Bu rocracia del
Burocracia
del pre-flujo lujo de trabajo. del flujo
naciente
de trabajo de trabajo
-, ,,
,
NO ESTRUCTURADA ....- - - - -...- ESTRUCTURADA
cuado tanto los teorizantes como los profesionales no tienen pauta para sus ac-
ciones. El profesional práctico no tiene manera de saber si lo que funciona en una
organización también servirá en otra ya que no tiene ninguna base para de-
terminar si las organizaciones son del mismo tipo y el teorizante no puede teori-
zar en ausencia de un sistema adecuado.
A pesar de la necesidad que se tiene de contar con una taxonomía debe
anotarse que una que sea verdaderamente adecuada probablemente está muy
distante en el tiempo. Warriner (1979) identificó los aspectos que deben enfren-
tarse en una definición de taxonomías. Estos incluyen el número y clase de ca-
racteres o dimensiones de clasificación a utilizarse para describir las organiza-
ciones, identificación de la unidad a ser clasificada, el rango y número de casos
requeridos con fines taxonómicos y los procedimientos analíticos para identifi-
car los casos. Se trata de una tarea gigantesca que está más allá de la capacidad
de un solo investigador. Pero que es, al mismo tiempo, una preocupación ine-
ludible para cualquiera que esté interesado en las organizaciones. Está actual-
mente en desarrollo un esfuerzo (Warriner, Hall y McKelvey 1981) que se mueve
en la dirección de la definición de taxonomías de manera que existe alguna es-
peranza de poder disponer en el futuro de un esquema de clasificación utilizable.
La organización de voluntarios
47
48 LA :>:ATCRALEZA y LAS CLASES DE ORGA:>:IZACIO:>:ES
cer a muchas de estas organizaciones sin tomar parte activa en ninguna de ellas.
La participación en estas organizaciones puede ser tan fervorosa que llegue has-
ta el suicidio o puede ser totalmente pasiva. Para hacer el tema más complicado
muchas organizaciones de voluntarios tales como sindicatos, partidos políticos,
entidades religiosas y similares también tienen empleados a sueldo. El personal
a sueldo puede ser tratado lo mismo que en cualquier otra organización, mini-
mizando entonces el problema, pero la naturaleza bastante efímera de los vo-
luntarios hace que su inclusión sea un problema. El análisis estará orientado,
en este libro, a no ser que se irtdique lo contrario, hacia organizaciones con miem-
bros a sueldo.
RESUMEN V CONCLUSIONES
Este capítulo puede haber generado más dudas de las que trató de resolver.
Después de haber diseñado una definición bastante inclusiva, consideramos
luego el tema espinoso de la realidad de las organizaciones y la clasificación de
las mismas. Ninguno de estos dos temas se trató exhaustivamente. Se afirmó
que el análisis que se haga adoptará el punto de vista de que las organizaciones
son reales y actúan. Lo anterior se enunció no como un hecho sino como la
orientación que se ha dado a este libro. Se afirmó también que la existencia de
una taxonomía organizacional es la mejor forma para clasificar las organizacio-
nes y que se trata de un desarrollo necesario. Nuevamente, esta es la orientación
nuestra y ciertamente que hay otros que no están de acuerdo con ella.
Ha sido la intención, al mencionar estas inquietudes y adoptar una posición
con respecto a ellas, ayudar a entender las organizaciones. Se podría adoptar
una posición opuesta a la que se tomó aquí y aún así analizar las organizaciones.
Lo importante es tener claro que se adoptó una posición.
Después de haber definido las organizaciones e identificado aspectos rela-
cionados con sus clases, podemos pasar al análisis real de las organizaciones
iniciándolo con el examen de su estructura.
El tópico de la estructura de las organizaciones dominó el campo del
análisis organizacional durante la década de los años 60 y la primera mitad
de la de los 70. El interés por este tópico ha declinado aparentemente,
centrándose ahora la atención en el medio ambiente de las organizaciones
y en otros temas generales tales como los procesos de crecimiento y de
declinación entre organizaciones (Kimberly y Miles 1980). Este cambio
en la atención ha sido benéfico por el hecho de que los analistas
organizacionales están examinando ahora, en comparación con el pasado,
un rango más amplio de fenómenos. El aspecto desafortunado de este cambio
en atención es que desvió el análisis de los desarrollos teóricos, asi fueran
limitados, que estaban surgiendo sobre la estructura. Este cambio ha llevado
también a una situación en la cual se está prestando muy poca atención en
la literatura a mucho de lo que se conoce sobre las organizaciones y de lo
que es importante para ellas. Algunos escritores contemporáneos, como
Perrow (1979), continúan haciendo énfasis en la importancia de la estructura
pero otros, como Aldrich (1979), no le prestan la menor atención.
Se intenta, en el presente análisis, integrar los estudios que han analizado
diferentes aspectos de la estructura organizacional. Trataremos de demostrar,
a medida que se avance en el análisis, la importancia que tiene la estructura
para quienes participan en la organización, para ella misma y para aquellos
que están en contacto con una organización.
¿Qué es la estructura? Se dará, en el próximo capítulo, una definición
formal de estructura, Por el momento se presentarán algunos ejemplos
para mostrar, al menos en un comienzo, la importancia del tema. Los ejemplos
¡
se toman de mi Universidad del Estado de Nueva York (SUNY). Los lectores
que pertenezcan ,a un medio ambiente diferente o que hayan tenido experiencias
49
50 LA ESTRUCTL:RA ORGAl'iIZACIOl'iAL
La estructura organizacional 51
52
La naturaleza y bases de la estructura organizacional 53
El factor tamaño
El tamaño parece ser, a primera vista, una variable simple el número
de personas vinculadas con la organización. Pero el tamaño es algo mucho más
complicado de lo que acaba de decirse. La discusión de los límites de las orga-
nizaciones sugiere que, en ocasiones es problemático saber quién está dentro
y quién fuera de una organización. KimberIy (1976) demuestra, en un artículo
bastante penetrante, que el tamaño tiene cuatro componentes.
El primer componente del tamaño es la capacidad física de las organizacio-
nes. Los hospitales tienen un cierto número de camas. Las empresas de producción
tienen una capacidad relativamente fija como el número de líneas de ensamble
56 LA NATURALEZA Y BASES DE LA ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL
La naturaleza y bases de la estructura organizacional 57
y SU velocidad para transformar materias primas. Las universidades tienen una diferenc~ación. Sin embargo, la tasa de diferenciación decrece con aumentos en
capacidad definida en términos de salones de clase o espacio en los dormitorios. e! taman? Por el otro lado, los gastos generales son menores en las organiza-
El segundo aspecto relacionado con el tamaño es el personal que la organi- cI~nes mas grandes y es mayor la cobertura de control de los supervisores. Siendo
zación tiene a su disposición. Este es la medida y conceptualización utilizada, más aSI que los gastos gener~!es e.stán en relación inversa con el tamaño y la cober-
generalmente, sobre tamaño, empleada en el 80 por ciento de los estudios revi- tura de .c~ntrol en relación directa, o positiva, las grandes organizaciones están
sados por Kimberly. El problema básico para utilizar este aspecto es que el en condlcl~nes de lo~rar e~onom.ías de escala. Y es aquí en donde se demuestra
número de personas tiene un significado ambiguo. Para algunas organizaciones la anomaha.
1El1 tamano
. esta relacionado con la diferenciación , y la difere
l'
. .,
nClaclOn,
religiosas y las universidades el tamaño, mirado en esta forma, es una meta ya que con eva una necesidad por tener mayor control y coordinación, lo está con
que más tamaño implica un mayor presupuesto. En otras organizaciones el aum.en~~s e~ la demanda por administración general. Entonces, tamaño y di fe-
objetivo puede ser mantener el tamaño al mínimo posible con el fin de reducir re~clac~~n tienen propósitos c:uzados. Blau concluye que el factor tamaño es
m~s ~ntI~o y 9ue de un tamano grande todavía se logran economías de escala.
costos.
El tercer aspecto en relación con el tamaño lo constituyen los insumas a, MI1etI, Gillespie y Haas (1977) ampliaron estos hallazgos con un conjunto dife-
rente de datos.
y los productos de, la organización lo cual puede involucrar como insumos
El segundo conjunto de estudios en importancia que encuentra el tamaño
factores tales como el número de clientes o estudiantes o el número de delincuen-
~,omo e!, principal determinante de la. estr~ctura organizacional es el del grupo
tes en una prisión, y como resultados el volumen de ventas. Kimberly sugiere
Ast~n . (El wupo Aston es u.na s~ne de mvestigadore~ en el Reino Unido que
que esta medida tiene un uso que está limitado a comparaciones entre organiza-
estuvieron asociados en la UnIver.sldad de Aston en Birrningham: ver Pugh y
ciones de tipo similar.
ot.ros 1963; Pugh y otros, 1,968; Hlc~son, Pugh y Pheysey 1969; Inkson, Pugh y
El aspecto final respecto al tamaño es la discrecionalidad de los recursos
que una organización tiene a su disposición como patrimonio o activos netos. Hlckson, 1~70. Estos trabajos constituyen los estudios originales de Aston. Al-
Este es un punto conceptualmente distinto de los otros mencionados en relación gunas rephcas y extensiones, más recientes, incluyen a Child y Mansfield 1972·
con el tamaño. D~n~Jdson y Warner 1974; Hickson y otros, 1974.) Estos estudios se realizaro~
Ki~berly sugiere que estos aspectos del tamaño pueden estar muy interer- pnn~lpalmente en ~ran ~retaña, .con algunas evidencias que los respaldan por
c?rrelac~onados en algunos casos y que, indudablemente, lo están pero que las
~edlO de comparaciones internacionales. La principal conclusión de estos estu-
diferencias conceptuales entre ellos son tan grandes que obligan a tratarlas dIOS es que un aumento en el tamaño está relacionado con una mayor estructu-
independientemente. También anota que las características estructurales pueden ración de las actividades organizacionales y una disminución en la concentración
I
ser una consecuencia, covarianza, o determinante del tamaño, lo cual hace que de la autoridad. La mayoría de los datos son tomados de organizaciones de manu-
I
las aguas sean aún más turbias y turbulentas con respecto a la utilidad de la f~ct~ra pero algunos se basan en estudios hechos en agencias de gobierno y en
variable tamaño. La investigación de Martin (1979) verificó la conceptualización sindicatos.
de Kimberly sobre los cuatro aspectos del tamaño. Se tiene aún otra evidencia con respecto a la importancia del tamaño.
Buena parte del trabajo que liga el tamaño con la estructura de la organiza- Mat~ony y otros, (1972) informan que las prácticas administrativas están
ción se realizó antes de los estudios de Kimberly. Revisaremos, en el momento, relacionadas con, el tamaño de la unidad que se está supervisando. La flexibilidad
parte de esta literatura siendo claro que esos estudios se basan, casi que exclusi- . en las tareas del personal, la medida de la delegación de la autoridad y un énfasis
vamente, en el número de personas que pertenecen a la organización. Estos es- en resultados y no en procedimientos, están relacionados con unidades de tamaño
más grande.
tudios indican las líneas que se han adoptado en la investigación sobre tamaño,
con algunos autores que argumentan que el tamaño es el determinante de la Existe otra parte de la literatura que trata sobre el tamaño organizacional
estructura y otros afirmando lo contrario. y sus relaciones con la proporción del tamaño del componente administrativo o
Los principales defensores de la importancia del tamaño como un determi- de respaldo en las organizaciones. La idea es que a un tamaño relativo más grande
del ,co~ponente administrativo o de respaldo - la parte de la organización que no
nante de la estructura han sido Peter M. Blau y sus compañeros (ver Blau, Hey-
esta directamente involucrada en la producción o los servicios - la organización
debrand y Stauffer 1966; Blau, 1968, 1973; Blau y Schoennger 1971, 1970;
será menos eficiente. Esta línea en las investigaciones no condujo a ningun
Meyer 1~68a, 1968b, 1971; Y también Blau 1972 y Klatzkg 1970). Sus datos
lugar ya que buena parte del trabajo parece basarse en la disponibilidad de datos
se recogieron principalmente de estudios realizados en agencias de gobierno,
tales como servicios de empleo estatales y divisiones financieras municipales y y no en preocupaciones teóricas o prácticas. La vinculación que Freeman (1979)
en uni~ersidad~s y almacenes de departamentos. Los datos revelan algu~as ?ace de este tópico con presiones ambientales tiene el potencial para desarrollar
ano~ahas. fascm~ntes acerca de las organizaciones así como también algunas
interesantes aspectos teóricos pero la mayor parte de la literatura ha aportado
consideraciones Importantes sobre el papel que ellas juegan en la sociedad muy poco sobre el tema y no agregará mucho más a nuestra comprensión sobre
contemporánea. Otros problemas en relación con los datos se analizarán más el tamaño como variable.
tarde en esta misma sección.
Los estudios de Blau se centran principalmente en el tamaño y la diferencia- El tamaño y el individuo
ción organiza~ional. La diferenciación se mide por el número de niveles, departa- Antes de tratar algunos problemas sobre las relaciones entre tamaño y
?Ie~tos y OfiCIOS dentro de una organización. Los resultados de la investigación estructura, miraremos ligeramente el impacto que el tamaño organizacional
indican que un crecimiento en el tamaño está relacionado con un aumento en la tiene sobre el individuo. Para cualquiera que tenga algún contacto con una
58 LA SATURALEZA y BASES DE LA ESTRUCTURA ORGANIZACIOSAL
Los americanos están acostumbrados a pensar acerca del crecimiento como sinó-
nimo de la vida de la organización, y sobre un gran tamaño como condición para
lograr la máxima eficiencia. En contra de estas aseveraciones deben presentarse
los hallazgos que muestran que la presión y el tamaño están íntimamente rela-
cion~dos. La cu~va de pre.sión comien.za a crecer a medida que pasamos de orga-
ruzaciones pequenas, con CIncuenta o eren personas, y continúa creciendo hasta que
se llega a las organizaciones gigantes, Solo en organizaciones con más de 5.000
personas se estabiliza la curva de presión quizá tal vez porque una organización
tan grande representa alguna clase de infinidad sicológica y los crecimientos adicio-
nales ya no se sienten (pág. 394).
El tamaño y la Estructura
El factor tecnológico
ner 1964; Emery y Trist 1965; Lawrence y Lorsch 1967). El trabajo de Wood-
ward es especialmente interesante porque le dió un empujón a la importancia
de la tecnología durante la realización de un proyecto de investigación en el
Reino Unido. Encontró que varias variables estructurales críticas estaban
di.rectamente ligadas con la naturaleza de la tecnología de las empresas indus-
triales que se estaban estudiando. Las organizaciones se categorizaron en tres
c!ases: 'p.rimera, el sistema de producción en pequeñas cantidades o por unidades,
ejemplificado por las empresas que construyen barcos o manufacturan aerona-
ves; .segunda, la organización que manufactura en grandes tandas o producción
masiva; y tercera, la organización que utiliza producción continua como las que
manufacturan productos químicos o derivados del petróleo.
Los hallazgos de Woodward muestran que la naturaleza de la tecnología
afecta vitalmente las estructuras administrativas de las empresas estudiadas.
Encontró que el número de niveles en la jerarquía administrativa, la cobertura
de control de los supervisores de primera línea y la relación existente entre ad-
ministradores y supervisores y el resto del personal son factores que estaban
todos afectados por la tecnología empleada. No solamente se afecta la estruc-
tura sino que además el éxito o la efectividad de las organizaciones estan rela-
cionadas con la "compatibilidad" entre la tecnología y la estructura. Las em-
presas exitosas eran, en cada una de las clases, aquellas que tenían sus sistemas
técnicos apropiadamente estructurados. Zwerman (1970) verificó, en los Esta-
dos Unidos de América, los resultados de los estudios de Woodward.
. Thompson (1967) intenta ir más lejos que Woodward desarrollando una
tipología tecnológica que cobija todas las organizaciones. Se llega, nuevamente,
a un sistema de tres categorías. El primer tipo es la tecnología completamente
enlazada, que supone "una interdependencia serial en el sentido de que el acto
Z solo puede realizarse después de haber completado exitosamente el acto Y,
el cual a su vez descansa sobre el acto X, y así sucesivamente" (págs. 15-16).
El ejemplo más obvio es una línea de ensamble pero muchos procedimientos de
oficina requieren la misma interdependencia serial. La segunda forma de tecno-
logía es la que sirve de intermediaria. Esta conecta "clientes o compradores
que son o desean ser interdependientes" (pág. 16). Ejemplos de esta clase son
las empresas de teléfonos, los bancos, las agencias de empleo y las oficinas de
correo. El tercer tipo es la tecnología intensiva en la cual "se reúnen una gran
variedad de técnicas con el fin de lograr un cambio en algún objeto específico;
pero en la cual la selección, combinación y orden de uso de las técnicas están
determinados por la retroalimentación generada por el objeto" (pág. 17). Esta
forma de tecnología se encuentra en el trabajo con seres humanos, como en
hospitales o universidades, el trabajo de la construcción y las actividades de
investigación.
Thompson no asocia explícitamente estas clases de tecnología con la es-
tructura organizacional al menos en el sentido que se ha venido analizando en
este libro. Sin embargo, es sobre estas tecnologías sobre las cuales se basan to-
das las acciones de la organización a medida que ésta intenta maximizar el logro
de sus objetivos. Entonces, "bajo normas de racionalidad, las organizaciones
agrupan posiciones para minimizar los costos de ~oordinación ', :' localizá,ndolos
y haciéndolos condicionalmente autónomos, primero. .. posrciones reciproca-
mente interdependientes, luego... las sec~encialmente interd~ndientes y fi-
nalmente, ... agrupando posiciones hom?geneament~para faclht.ar la estanda-
rización" (pág. 17). Estos grupos están ligados también por medio de acuerdos
jerárquicos.
64 LA :"ATURALEZA y BASES DE LA ESTRLCTLRA ORGA:"¡ZACIO'>AL
ciones de bienestar social, un buen respaldo para relacionar la rutina del trabajo
con la estructura. Lawrence y Lorsch (1967) utilizaron el enfoque tecnológico
básico en un estudio sobre la efectividad de las industrias de plásticos, alimentos
y contenedores. Comstock y Scott (1977) encontraron, en un estudio sobre hospi-
tales, que la tecnología es más importante que el tamaño en la determinación
de la estructura, tanto a nivel de unidad de trabajo como de niveles organiza-
cionales. De otra parte Mohr (1971) solo encontró, entre una serie de departa-
mentos de salud, una relación débil entre la manejabilidad tecnológica y la
participación de los subalternos en la toma de decisiones. Más aún, los estudios
originales de Aston no muestran una relación fuerte entre la tecnología y la es-
tructura organizacional.
Los resultados inconsistentes con respecto a la tecnología parecen ser fun-
ción de varios factores. Ha habido, en primer lugar, incertidumbre sobre el nivel
al cual la tecnología es operativa en la organización. El grupo Astan da alguna
luz sobre el tema. Hickson, Pugh y Pheysey ( 1969) dividen el concepto general
de tecnología en tres componentes: la tecnología de las operaciones-las técnicas
utilizadas en las actividades propias del flujo de trabajo; la tecnología de los
materiales-los materiales empleados en el flujo de trabajo (una técnica alta-
mente sofisticada puede utilizarse, perfectamente bien, con unos materiates rela-
tivamente simples); y los conocimientos-las diferentes complejidades en el
sistema de conocimientos utilizado en el flujo de trabajo. Estos autores han es-
tado preocupados, en su investigación, con la tecnología de las operaciones.
En las organizaciones inglesas que ellos estudiaron la tecnología de las
operaciones tenía un efecto secundario en relación con el tamaño y concluyen
Las variables estructurales solo estarán asociadas con la tecnología de las opera-
ciones en donde ellas estén centradas en el flujo de trabajo. Las organizaciones
más pequeñas tendrán su estructura más influenciada por esos efectos tecnológi-
cos y en las más grandes. la mayoría de estos efectos estarán centrados en variables
tales como la participación de los empleados en actividades ligadas con el flujo de
trabajo y no serán detectables en variables de la estructura. más remota. adminis-
trativa y jerárquica [las itálicas son del original]. (págs. 394-95).
¡
no son rutinarios y tienen que entenderse con problemas y aspectos nuevos, se
esperaría encontrar un sistema menos complejo y menos formalizado. Es en-
tonces posible, como se ha sugerido anteriormente, que cada uno de los diferen-
66 LA :\ATLRALEZA y BASES DE LA ESTRLCTLRA ORGA1'¡Z .\ CIO:\AL
tes segmentos de una organización pueda tener una estructura bastante diferente
a la de los otros. Las operaciones de algunas de las unidades de una organiza-
ción podrían ser altamente formalizadas y complejas mientras que otras po-
drían adoptar una forma totalmente diferente. Los análisis hechos acerca de
las variaciones en la estructura intraorganizacional atestiguan empíricamente
que diferentes unidades de una misma organización tienen distintas formas
estructurales. (Hall 1962). Las diferencias en la tecnología de conocimientos,
afectarían las unidades administrativas de las organizaciones man ufactureras
así como la tecnología de las operaciones afecta el flujo de trabajoen el proceso
de producción. La tecnología de los conocimientos es de importancia vital para
las organizaciones dedicadas totalmente a la administración.
Otro problema básico que se encuentra en los estudios sobre tecnología
tiene su origen en el tipo de las organizaciones estudiadas. El grupo Aston ma-
nifiesta tener más confianza en sus datos cuando se eliminan de la muestra
unidades administrativas y de servicio. Child y Mansfield (1972) anotan que el
tipo de industria está relacionado con su tecnología-por ejemplo, la industria
del acero versus la industria de los computadores-con lo cual diferencias en
las muestras entre los estudios podrían aumentar o disminuir la relación entre
tecnología y estructura.
El enfoque de la tecnología también fué criticado por Argyris (1972) por
ser estático ya que con él no puede tenerse en cuenta el cambio. Debido a que
las organizaciones cambian, así sea lentamente, debe haber una razón para el
cambio. Si la tecnología es el único determinante de la estructura entonces la
primera debe cambiar antes que la segunda. Si la tecnología se trae de fuera
de la organización entonces alguien, o algún grupo de personas, dentro de la
misma debe decidir importar el cambio tecnológico y si el cambio se genera
internamente también es necesario tomar decisiones. Además, el enfoque tec-
nológico no considera el papel de los individuos, separada o colectivamente, en
la medida en la cual responden a, o tratan de conducir, las organizaciones.
l.,.'
Glisson (1978) enfocó el tema tecnología-estructura de una manera dia-
metralmente opuesta. Glisson encontró que los atributos estructurales de la
división del trabajo y las especificaciones de los procedimientos determinan,
'1"
en un conjunto de organizaciones de servicio humano, el grado de rutinización
y, en consecuencia, la naturaleza del servicio prestado. Y reversa entonces el
argumento causal. El problema puede ser, consecuentemente, uno de los que
pertenecen al bien conocido fenómeno gallina versus huevo. Se necesitan, para
comenzar a solucionar este problema particular, investigación adicional y, es-
pecialmente, estudios longitudinales.
Una buena parte de la literatura sobre tamaño y tecnología se ha presenta-
do en términos de un "uno de los dos/o", proponiéndose como determinante
estructural clave la tecnología o el tamaño.
La mezcla tamaño-tecnología
démicos. Sugieren también que los procesos decisorios son críticos y presentan
una idea interesante que especifica que hay dos niveles de decisiones-la deci-
sión formal para crear un nuevo departamento o programa y una primera deci-
sión tomada por alguien que siente un problema y se convierte en el "dueño de
la idea" y presiona la decisión formal. Es cierto que están en lo correcto a este
respecto ya que la idea de llevar a cabo algún cambio estructural tiene qué ori-
ginarse en alguna parte pero no tienen en cuenta el hecho de que las decisiones
que se toman en las organizaciones son altamente políticas (Pfeffer, 1978) y
que muchas ideas nunca ven la luz del día porque no hay acción no-formal so-
bre ellas al morir en algún comité. Daft y Bradshaw hacen una sugerencia final
y es que los recursos financieros afectan las decisiones sobre el cambio estruc-
tural lo cual casi nunca es considerado por los analistas excepto, naturalmente,
por los economistas, pero parecería .ser algo de gran importancia.
Estos estudios confirman la conclusión de Pfeffer (1978) de que "ha exis-
tido una marcada tendencia a examinar los varios determinantes de la estructu-
ra independientes los unos de los otros, así un estudio examina la tecnología,
otro el medio ambiente y otro el tamaño" (pág. 33). Es muy posible, sin embar-
go, que todos estos determinantes afecten la estructura de manera interactiva
y no aditiva. Lo dicho es muy razonable pero la presentación en el libro conti-
nuará haciéndose por factor, centrando ahora la atención en el medio ambiente
y luego en la selección y los procesos decisorios. La presentación se hace en esta
forma pero con el entendimiento claro de que esos factores interactúan los
unos con los otros.
El factor ambiental
(1972) analizó el impacto que tienen sobre las organizaciones medios "amiga-
bles" versus "hostiles". Se quiere indicar por amigable que el medio colabore
y respalde, que suministre fondos y valores. Un medio ambiente hostil muestra
una situación en la cual los engranajes internos de la organización están amena-
zados. Las dudas, muy variadas, que se crearon acerca de la industria de la
energía nuclear a raiz del accidente de la Three Mile Island en Pensilvania
además de otro tipo de problemas relacionados con esa industria, hizo que ei
medio se volviera hostil para esas empresas. Los colegios y las universidades
contaron con medios amigables durante la década de los años 60 y comienzos
?e los años de 1970 debido al dinero y al personal que llegaba para las nuevas
Instalaciones además de un convencimiento general de que la educación era cla-
ve para la solución de los problemas sociales e internacionales. Esta situación
ha pasado ahora de amistad a neutralidad, y a veces de marcada hostilidad.
Khandwalla sugirió que las organizaciones están estructuralmente diferen-
ciadas, en .un medio ambiente amigable. El medio ambiente será manejado por
personal diferenciado que estará integrado por una serie de mecanismos tales
como comités y grupos coordinadores ad hoc. Si el medio ambiente se vuelve
hostil, la organización se "cerrará" centralizando y estandarizando sus operacio-
nes.
Pfeffer y Leblebici ('1973) analizaron, en un enfoque ligeramente diferente
para el mismo problema, los efectos que tiene la competencia sobre la estructu-
ra. Encontraron que en situaciones con más competencia existe una mayor de-
manda por control y coordinación. Los informes son más frecuentes y hay más
comunicaciones escritas y los procedimientos de decisión están mejor especi-
ficados. Cuando la competencia es menos intensa se presentan cambios más
frecuentes en el diseño del producto, en los procesos de producción y en el nú-
mero de productos. Una menor competencia permite algún "descanso" de ma-
nera que la organización puede hacer algo además de sus actividades competiti-
vas de rutina.
La competencia es un fenómeno interesante que se presenta tanto en el sec-
tor público como en el privado y que tiene ramificaciones que están por encima,
y más allá, de los factores económicos. DuBick (1978), por ejemplo, estudió un
conjunto de empresas periodísticas y encontró que en un medio ambiente compe-
titivo-por ejemplo, cuando en una misma ciudad hay más ~e un periódico-la
estructura del periódico refleja la complejidad de la comunidad. En los casos
en los cuales no había competencia, el periódico no reflejaba la comunidad tan
marcadamente. En consecuencia, en situaciones de competencia se presta aten-
ción a todos los componentes de la comunidad, tales como noticias sobre los gru-
pos minoritarios. Sin competencia, estos grupos podrían ignorarse.
Un estudio sobre la competencia entre hospitales presenta un aspecto adi-
cional acerca de las consecuencias no económicas de la misma (Fennell 1980).
Fennell encontró que los servicios de los hospitales aumentaban en situaciones
de competencia y atribuye ese aumento no a una necesidad por los mismos sino
a la competencia. En este caso la competencia trabaja, en consec~~ncia, ,e~ con-
tra de la racionalidad económica, al elevar los costos de los serVICIOS médicos a
medida que cada hospital, en presencia de la competencia, ag~ega más ser~icios
Y equipos, más costosos y en mayor número, de lo que en realidad se necesita,
Otro enfoque para el análisis de los efectos del medio sobre la estruct.ura
o.rganizacional lo representan aquellos que han tratado de c0n:t~arar orgam~~
Clones en diferentes medios sociales. Meyer y Brown (1977) hicieron un análi-
70 l.A r-;ATL:RALEZA y BASES DE l.A ESTRUCTL:RA ORGA'>;IZACIO'>;Al.
1
sis histórico de organizaciones gubernamentales en los Estados Unidos de Amé-
rica. Encontraron que el momento del nacimiento y de los cambios subsecuentes
en el medio ambiente se encontraban relacionados con el grado de formalización
el cual, a su vez, estaba relacionado con múltiples niveles de la jerarquía admi-
nistrativa y la delegación de las decisiones a niveles inferiores en la organización.
Mientras que los efectos del momento del nacimiento son fundamentales, los
cambios ambientales obligan a que la organización se ajuste, de manera conti-
nua, al contexto dentro del cual se encuentra.
Meyer y Brown estudiaron, en un país, los cambios que muestran las orga-
nizaciones con el paso del tiempo. Es también posible compararlos entre países.
Brown y Schneck (1979) hicieron una comparación entre empresas canadien-
ses y americanas y pudieron verificar la importancia del control extranjero so-
bre la estructura de las organizaciones, en empresas canadienses localizadas
en los Estados Unidos de América y en empresas americanas trabajando en
Canadá, así como también en empresas propias de cada país. Encontraron que
los efectos del control extranjero eran problemáticos, con mucha menos innova-
ción en las empresas controladas desde el extranjero pero con el resto de rela-
ciones bastantes débiles. Algunos estudios realizados por el grupo Astan (Me-
millan y otros 1973; Hickson y otros 1974) m uestran los mismos resultados
básicos al hacer comparaciones de organizaciones en el Reino Unido, Canadá
y los Estados Unidos de América. Tracy y Azumi (1976) detectaron en empre-
sas japonesas relaciones similares entre las variables estructurales a las encon-
tradas en empresas británicas y americanas. No están de acuerdo en darle tanto
énfasis a las diferencias culturales.
Brown y Schneck (1979) llegaron a una importante conclusión que va más
allá del tema del control extranjero. Sugieren que las políticas gubernamentales
son extremadamente importantes para las organizaciones. Políticas nacionales
en áreas tales como el cuidado de la salud o el sector financiero parecen tener
un impacto directo sobre la estructura organizacional, con claras diferencias
entre Canadá y los Estados Unidos de América. Debe reforzarse la sugeren-
cia de examinar las políticas nacionales ya que se trata de un elemento del me-
dio ambiente de las organizaciones que se tiene poco en cuenta. La importancia
de las políticas nacionales y la financiación que resulta de ellas puede verse en
los hallazgos de Freeman (1979) con respecto a la estructura de los colegios.
El dinero federal va, generalmente, a los colegios para la realización de progra-
mas específicos, usualmente en términos de servicios profesionales muy preci-
sos. Freeman encontró que los programas respaldados federalmente tendían a
mantenerse aún en aquellos casos en los cuales el resto del distrito educativo
cambiara como resultado de otros factores ambientales. Una disminución en
las matrículas podría conducir a una reducción en el número de profesores,
pero no del personal de los programas financiados con fondos federales, como
profesores de los niños con problemas o el personal requerido para la termina-
ción de los informes.
La importancia que tiene el medio ambiente para las organizaciones puede,
quizá, examinarse más claramente en el caso de las organizaciones multinacio-
nales. El uso de las organizaciones multinacionales permite hacer un examen
de los efectos producidos por el país de origen versus los generados por el país
anfitrión. Schollhammer (1971) mencionó que las empresas multinacionales
se ven afectadas por su país de origen de manera que en sus operaciones ameri-
canas una empresa de origen holandes exhibiría características diferentes a las
de una empresa japonesa.
La naturaleza y bases de la estructura organizacional 71
de límites que los preocupó, fué la frecuencia con la cual el personal se relacio-
naba con grupos y organizaciones que estaban por fuera de su propia unidad.
Sugieren que la actividad de la delimitación de límites puede afectar la estruc-
tura la cual influencia, a su vez, la naturaleza de la percepción sobre el medio
ambiente. El medio ambiente no es, entonces, algo que está fijo "allá afuera",
más allá de los límites de la organización, sino que, por el contrario, es inter-
pretado por individuos cuyas percepciones están influenciadas, a su turno, por
su posición en la estructura de la organización. Esto se refleja, a su vez, en la
organización y contribuye a la "constitución" de la estructura organizacional
(Rapson, Hinings y Greenwood 1980).
El último factor a considerar, en relación con la estructura organizacional,
es el tópico de las selecciones estratégicas que se hacen dentro de la organiza-
ción. Las escogencias son críticas en términos del factor ambiental. Como lo
anotan Van y Ferry (1980), las organizaciones crean su medio ambiente al es-
coger el lugar en el cual operan. Las empresas japonesas eligieron trasladar
algunas de sus operaciones a los Estados Unidos de América. Naturalmente
que, al mismo tiempo, se imponen otras condiciones del medio ambiente como
cuando se aprueban leyes con respecto a la conducta que deben observar las
empresas en un país anfitrión.
RESUMEN Y CONCLUSION