Fray Martín de Porres
Fray Martín de Porres
Fray Martín de Porres
Enfermero y hortelano herbolario, Fray Martín cultivaba las plantas medicinales que
aliviaban a sus enfermos. Su amor humilde y generoso lo abarcaba todo: su amabilidad
con los animales era fruto de su inmenso amor por el Creador de todas las cosas. El
pueblo de Lima venera hoy su dulce y sencilla imagen, con su escoba en la mano dando
de comer, de un mismo plato, a perro, ratón y gato.
a los sesenta años de edad, Fray Martín cayó enfermo y supo de inmediato que había
llegado la hora de encontrarse con el Señor. El pueblo se conmovió, y mientras en la calle
toda Lima lloraba, el mismo virrey fue a verlo a su lecho de muerte para besar la mano de
quien decía de sí mismo ser un perro mulato, tal era la veneración que todos le tenían.
Poco después, mientras se le rezaba el credo, besando el crucifijo con profunda alegría, el
santo partió. Pero esta partida no lo alejó de su pueblo quien esperanzado le reza a diario
aguardando su tierna intercesión y agradeciendo sus milagros. Fray Martín de Porres, el
mulato "santo de la escoba" fue canonizado el 6 de mayo de 1962 por el Papa Juan XXIII.