Cap 4 Trastornos Hemodinámicos
Cap 4 Trastornos Hemodinámicos
Cap 4 Trastornos Hemodinámicos
TRASTORNOS HEMODINÁMICOS
TROMBOSIS Y SHOCK
La salud de las células y de los tejidos depende no sólo de una circulación intacta que aporte
oxígeno y retire los deshechos, sino también de una homeostasia normal de los fluidos. La
homeostasia normal de los líquidos necesita de integridad de la pared del vaso así como del
mantenimiento de la presión intravascular y de la osmolaridad dentro de un determinado rango
fisiológico. El aumento del volumen o de la presión intravascular, el descenso del contenido de
proteínas, o las alteraciones de la función endotelial pueden dar lugar a un desplazamiento neto
de agua hacia fuera a través de la pared vascular. Dicha extravasación de agua en el espacio
intersticial se denomina edema; dependiendo de su localización, edema puede tener efectos
mínimos o importantes. Así el edema en las extremidades inferiores produce fundamentalmente
hinchazón; sin embargo, en los pulmones el líquido del edema llenará los alvéolos y pueden dar
lugar a dificultades respiratorias con riesgo vital.
EDEMA
Alrededor del 60% del peso del cuerpo es
agua, dos tercios de la cual son
intracelulares y el resto está en el
compartimento extracelular,
fundamentalmente como líquido intersticial,
sólo el 5% del agua total del cuerpo está en
el plasma. El término edema significa un
aumento de líquido en el espacio del tejido
intersticial; las colecciones de líquido en las
distintas cavidades se denominan
hidrotórax, hidropericardio, o hidroperitoneo
(esta última se llama con más frecuencia
ascitis). La anasarca es un edema grave y
generalizado con una profunda hinchazón
del tejido subcutáneo.
Existen varias categorías fisiopatológicas de edema (Tabla 4-1). El movimiento del líquido entre
los espacios vascular e intersticial se controla fundamentalmente por los efectos opuestos de la
presión vascular hidrostática y la presión coloide osmótica del plasma. Normalmente, la salida
del líquido al espacio intersticial desde las arteriolas o la microcirculación está casi equilibrada
con el flujo hacia dentro en las terminaciones venulares; los linfáticos drenan una pequeña
cantidad residual del exceso del líquido intersticial. Tanto el aumento de la presión capilar como
la disminución de la presión coloidal osmótica pueden dar lugar a un aumento del líquido
intersticial (Fig. 4-1). Conforme el líquido extravascular se acumula en cualquiera de los dos
casos, el aumento de la presión tisular hidrostática o de la presión osmótica plasmática logra,
finalmente, un nuevo equilibrio, y el agua vuelve a entrar en las vénulas. El exceso de edema
intersticial se elimina por el drenaje linfático, y acaba volviendo al torrente circulatorio a través
del conducto torácico (Fig. 4-1); claramente, la obstrucción linfática (p. ej., por cicatrices o
tumores) puede alterar también el drenaje del líquido y producir edema. Por último, la retención
de sodio (con su agua obligatoriamente asociada) debido a la enfermedad renal también puede
producir edema.
Fig. 4.2. Vías que dan lugar a edema sistémico debido a insuficiencia cardíaca primaria,
insuficiencia renal primaria, o reducción de la presión osmótica plasmática (p. ej., por mal
nutrición, disminución de la síntesis hepática, o pérdida de proteínas por síndrome nefrótico).
ADH (hormona antidiurética); TFG (tasa de filtrado glomerular).
Obstrucción linfática. La afectación del drenaje linfático y el consiguiente linfedema suelen ser
localizados; puede ser consecuencia de una obstrucción inflamatoria o neoplásica. Por ejemplo,
la infección parasitaria filariasis puede producir una extensa fibrosis de los linfáticos y ganglios
inguinales. El edema resultante de los genitales externos y las extremidades inferiores puede ser
tan masivo que se ha denominado elefantiasis.
El cáncer de mama se puede tratar con resección y/o irradiación de las adenopatías axilares
asociadas; la cicatriz resultante y la pérdida de drenaje linfático pueden producir un edema grave
de las extremidades superiores. En el carcinoma de mama, la infiltración y la obstrucción de los
linfáticos superficiales también puede producir edema de la piel que lo recubre, la denominada
piel de naranja. Dicha superficie con pequeñas fóveas o hundimientos es consecuencia de la
acentuación de las depresiones en la piel en los lugares de los folículos pilosos.
Retención de agua y sodio. La retención de sal puede ser también una causa primaria de
edema. El aumento de la sal, con la obligatoria retención de agua acompañante, produce tanto
un aumento de la presión hidrostática (debido a la expansión del volumen intracelular) como una
reducción de la presión vascular osmótica. La retención de sal puede producir un compromiso
de la función renal, como en la glomerulonefritis postestreptocócica y en la insuficiencia renal
aguda.
MORFOLOGÍA
El edema es fácil de reconocer macroscópicamente; microscópicamente, el líquido del edema
se ve reflejado primariamente en la zona clara y en la separación de los elementos de la matriz
extracelular con una discreta hinchazón de las células. Aunque cualquier órgano o tejido del
organismo se puede ver afectado, el edema se encuentra con más frecuencia en los tejidos
subcutáneos, pulmones y cerebro.
El edema subcutáneo puede ser difuso o más marcado en regiones con elevadas presiones
hidrostáticas; la distribución final depende de la etiología de base. Incluso el edema difuso suele
ser más marcado en determinadas partes del cuerpo; una distribución que depende de la
gravedad se conoce como edema postural (p. ej., el que afecta a las piernas cuando se está de
pie, o al sacro al estar echado). El edema postural es un rasgo característico de la insuficiencia
cardíaca, especialmente del ventrículo derecho.
El edema por disfunción renal o síndrome nefrótico suele ser más grave que el edema cardíaco
y afecta a todas las partes del cuerpo en igual forma. Sin embargo, el edema grave al inicio de la
enfermedad se puede manifestar de forma desproporcionada en los tejidos con una matriz de
tejido conjuntivo laxa (p. ej., los párpados, produciendo edema periorbitarioJ. La presión del
dedo sobre el tejido subcutáneo edematoso desplaza el líquido intersticial y deja una depresión
con la forma del dedo, el denominado edema de fóvea.
El edema pulmonar es un problema clínico común que se observa con más frecuencia en el
marco de la insuficiencia ventricular (con una distribución postural en los pulmones), pero que
también se produce en la insuficiencia renal, el síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA;
las infecciones pulmonares, y las reacciones de hipersensibilidad. Los pulmones pesan
típicamente de dos a tres veces su peso normal, y los cortes muestran líquido espumoso y a
veces teñido de sangre que es una mezcla de aire, líquido del edema y hematíes extravasados.
El edema cerebral puede localizarse en lugares de lesión local (p. ej., infarto, abscesos o
neoplasias) o puede ser generalizado, como en la encefalitis, las crisis hipertensivas, o la
obstrucción al flujo venoso de salida del cerebro. El traumatismo puede resultar en un edema
local o generalizado, dependiendo de la naturaleza y de la extensión de la lesión. Con un edema
generalizado, el cerebro está hinchado de forma global con un estrechamiento de los surcos y
unas circunvoluciones distendidas que muestran signos de aplanamiento frente al cráneo que
no es flexible.
Correlación clínica. Los efectos del edema pueden ir desde una simple molestia a producir un
desenlace fatal rápidamente. El edema del tejido subcutáneo en la insuficiencia renal o cardíaca
es importante, en primer lugar, porque indica una enfermedad de base; no obstante, cuando es
grave también puede alterar la cicatrización de las heridas o la curación de una infección. En
contraposición, el edema pulmonar puede producir la muerte al interferir con la función
ventilatoria normal. No sólo se acumula el líquido en los septos alveolares alrededor de los
capilares e impide la difusión de oxígeno; sino que también el líquido del edema crea en los
espacios alveolares un ambiente favorable para la infección bacteriana. El edema cerebral es
grave y puede ser mortal. Si es grave, puede producir herniación (extrusión del cerebro) a través
del foramen magno; el aporte del tronco vascular también se puede ver comprimido por el
edema y producir un aumento de la presión intracraneal. Cualquiera de estas situaciones puede
lesionar los centros del tronco cerebral y producir la muerte.
HIPEREMIA Y CONGESTIÓN
Los términos hiperemia y congestión indican un aumento local del volumen de sangre en un
determinado tejido. La hiperemia es un proceso activo que resulta de un aumento del flujo
sanguíneo debido a la dilatación arterial (es
decir, en lugares de inflamación o en el
músculo esquelético durante el ejercicio).
El tejido afectado está más rojo de lo
normal por la ingurgitación con sangre
oxigenada. La congestión es un proceso
pasivo que resulta de un retorno venoso
alterado hacia fuera del tejido. Puede
producirse sistémicamente, como en la
insuficiencia cardíaca, o puede ser local,
como consecuencia de una obstrucción
venosa aislada. El tejido tiene un color rojo-
azulado (cianosis), especialmente cuando
empeora la congestión, que produce una
acumulación de hemoglobina
desoxigenada en los tejidos afectados (Fig.
4.3).
La congestión de los lechos capilares tiene una estrecha relación con el desarrollo del edema,
de forma que la congestión y el edema con frecuencia se producen juntos. En la congestión de
larga evolución, denominada congestión pasiva crónica, la estasis de la sangre mal oxigenada
produce hipoxia crónica, lo que a su vez da lugar a degeneración o muerte de las células
parenquimatosas y la consiguiente fibrosis tisular. La rotura de los capilares en los lugares de
congestión crónica también produce pequeños focos de hemorragia; la fagocitosis y el
catabolismo de los restos eritrocitarios pueden dar lugar a acúmulos de macrófagos llenos de
hemosiderina.
Morfología
Las superficies de corte de los tejidos hiperémicos o congestivos son hemorrágicas y húmedas.
Microscópicamente, la congestión pulmonar aguda se caracteriza por capilares alveolares
ingurgitados con sangre, puede haber también asociado un edema alveolar septal y/o una
hemorragia focal intra alveolar mínima. En la congestión pulmonar crónica, los septos se
engrosan y se vuelven fibróticos, y los espacios alveolares pueden contener numerosos
macrófagos llenos de hemosiderina (“células de la insuficiencia cardíaca”).
En la congestión hepática aguda, la vena central y los sinusoides están dilatado con sangre, y
puede haber incluso una degeneración hepatocitaria central; los hepatocitos periportales, mejor
oxigenados por su proximidad con las arteriolas hepáticas, sufren una hipoxia menos grave y
pueden desarrollar sólo cambios grasos. En la congestión pasiva crónica del hígado las regiones
centrales de los lóbulos
hepáticos son
macroscópicamente rojo-
marronáceas y ligeramente
deprimidas (por la pérdida de
células) y se acentúan frente a
las zonas que las rodean de
hígado no congestionado, más
claro y algunas veces graso
(hígado “en nuez moscada”; Fig.
4-4A). Microscópicamente,
existe una necrosis centro
lobulillar con separación de
hepatocitos, hemorragia, y
macrófagos cargados de
hemosiderina (Fig. 4-4B), En la
congestión hepática grave de
larga evolución (asociada con
más frecuencia a la insuficiencia
cardíaca), se puede desarrollar
fibrosis hepática (“cirrosis
cardíaca”). Es importante
destacar esto porque como la
porción central del lóbulo
hepático es el último en recibir sangre, la necrosis centro lobulillar puede ocurrir también si hay
una reducción del flujo sanguíneo hepático (incluyendo shock por cualquier causa); no existe
necesidad de que exista una congestión hepática previa.
Fig. 4.4. Hígado con congestión pasiva crónica y necrosis hemorrágica. A, las áreas centrales están rojas
y ligeramente deprimidas en comparación con el parénquima viable marrón que está alrededor, formando
el patrón de “hígado en nuez moscada” (denominado así porque se parece al patrón alternante de claro y
oscuro que se ve cuando se corta una nuez moscada entera). B, necrosis centrolobulillar con hepatocitos
en degeneración y hemorragia. (Cortesía del doctor James Crawford, Department of Patology, University
of Florida, Gaínesville, Florida.)
HEMORRAGIA
La hemorragia es la extravasación de sangre desde los vasos en el espacio extra vascular. Como
se describió anteriormente, el sangrado capilar se puede producir en determinadas situaciones
de congestión crónica. Varios trastornos clínicos que se conocen de forma conjunta como
diátesis hemorrágicas producen una mayor tendencia a la hemorragia (generalmente con una
lesión mínima). La rotura de las grandes arterias o venas produce una hemorragia grave, y casi
siempre se debe a una lesión vascular, incluyendo traumatismos, aterosclerosis, o erosiones
inflamatorias o neoplásicas de la pared del vaso.
• La hemorragia puede ser externa o estar limitada a un tejido; cualquier acumulación se conoce
como hematoma. Los hematomas pueden ser relativamente insignificantes (p. ej., un
hematoma o cardenal) o pueden producir un sangrado tan grande que provoque la muerte (p.
ej. un hematoma retroperitoneal masivo por rotura de un aneurisma disecante de aorta.
• Hemorragias mínimas (de 1 a 2 mm) en la piel, las membranas mucosas o las superficies
serosas se denominan petequias (Fig. 4-5A) y se asocian típicamente con una presión vascular
localmente aumentada, recuentos bajos de plaquetas (trombopenia), plaquetas funcionalmente
defectuosas, o deficiencias en los factores de coagulación.
• Hemorragias ligeramente más grandes (de 3 a 5 mm) que se denominan púrpura y se pueden
asociar con muchos de los mismos trastornos que producen las petequias; además, la púrpura
se puede producir con traumatismos, inflamación vascular (vasculitis), o aumento de la
fragilidad vascular.
• Grandes acúmulos de sangre en cada una de las cavidades del cuerpo se denominan
hemotórax, hemoperitoneo, hemopericardio o hemartrosis (en las articulaciones). Los
pacientes con una hemorragia extensa a veces desarrollan ictericia por la rotura masiva de los
hematíes y el aumento sistémico de la bilirrubina.
Fig. 4.5. A, hemorragias petequiales puntiformes de la mucosa del colón, una consecuencia de
la trombopenia. B. hemorragia intracerebral fatal. Incluso volúmenes relativamente pequeños
de sangrado en una localización crítica, o en un espacio cerrado (como el cráneo), pueden tener
un pronóstico fatal.
HEMOSTASIA NORMAL
La lesión endotelial también expone la matriz extracelular endotelial muy trombogénica, lo que
permite que las plaquetas se adhieran y se activen. La activación de las plaquetas da lugar a un
cambio espectacular de la forma (de pequeños discos redondeados a placas planas con un
aumento marcado de la superficie) y la liberación de los gránulos de secreción. A los pocos
minutos los productos secretados han reclutado plaquetas adicionales (agregación) para formar
un coágulo hemorrágico; este proceso es la hemostasia primaria (Fig. 4-6B).
El factor tisular también se expone en el lugar de la lesión. También conocido como factor III o
tromboplastina, el factor tisular es una glucoproteína procoagulante unida a la membrana
sintetizada por el endotelio. Actúa en conjunción con el factor VII (v. más adelante) como la
principal vía in vivo para activar la cascada de la coagulación, lo que culmina en la generación de
trombina. La trombina escinde el fibrinógeno circulante en fibrina insoluble, creando depósitos
de un entramado de fibrina. La trombina induce a su vez un mayor reclutamiento de plaquetas
y liberación de gránulos. La secuencia de la hemostasia secundaria (Fig. 4-6C) dura más que el
coágulo plaquetario inicial.
ENDOTELIO
Las células endoteliales modulan varios, y
frecuentemente opuestos, aspectos de la
hemostasia normal. El equilibrio entre las
actividades endoteliales protrombóticas y
antitrombóticas determina si ocurre la
formación, propagación o disolución del
trombo. De forma basal, las células
endoteliales muestran propiedades
antiplaquetarias, anticoagulantes y
fibrinolíticas; sin embargo, son capaces (tras
lesión o activación) de mostrar numerosas
actividades procoagulantes (Fig. 4-7). Se
debería recordar también que el endotelio
puede ser activado por agentes infecciosos,
factores hemodinámicos y por mediadores
plasmáticos y (lo más significativo) por
citocinas.
Efectos antiplaquetarios. Un endotelio intacto evita que las plaquetas (y los factores
plasmáticos de la coagulación) interaccionen con la MEC subendotelial altamente trombogénica
Efectos anticoagulantes. Los efectos anticoagulantes están mediados por moléculas de tipo
heparina asociadas a la membrana y por trombomodulina (v. Fig. 4-7). Las moléculas de tipo
heparina actúan indirectamente; son cofactores que permiten que la antitrombina III inactive la
trombina, el factor Xa, y otros varios factores de la coagulación (v. más adelante). La
trombomodulina también actúa indirectamente; se une a la trombina, convirtiéndola de un
factor procoagulante en uno anticoagulante capaz de activar la proteína C anticoagulante. La
proteína C activada, a su vez, inhibe la coagulación por la escisión proteolítica de los factores Va
y VIIIa que necesita a la proteína S, sinterizada por las células endoteliales, como cofactor.
PROPIEDADES PROTROMBÓTICAS
Mientras que las células endoteliales muestran propiedades que generalmente limitan la
coagulación sanguínea, también pueden volverse protrombóticas, con actividades que afectan a
las plaquetas, las proteínas de la coagulación, y el sistema fibrinolítico. La lesión endotelial
resulta en la adhesión plaquetaria al colágeno sub endotelial que se produce a través del Factor
Von Willfebrand (FvW), un cofactor esencial para la unión de las plaquetas al colágeno y a otras
superficies. El FvW (tanto circulante como unido al colágeno) se sintetiza fundamentalmente en
el endotelio normal. La pérdida del endotelio expone el FvW previamente depositado y permite
que el FvW circulante también se una a la membrana basal; rápidamente, las plaquetas se
adhieren después a través de los receptores de su glucoproteína Ib (Gplb) (Fig. 4-8).
Fig. 4.8. Adhesión y agregación
plaquetaria. El factor von Willebrand
funciona como un puente de adhesión
entre el colágeno sub endotelial y el
receptor de la glucoproteína lb (Gplb). La
agregación se logra mediante la unión
del fibrinógeno a los receptores
plaquetarios GpIIb-Illa y logrando que se
unan muchas plaquetas. Los defectos
congénitos en varios receptores o en las
moléculas que actúan como puente dan
lugar a las enfermedades indicadas en
los recuadros coloreados. ADP
(adenosín difosfato).
Citocinas como el factor de necrosis tumoral (TNF) o la interleucina-l (IL-l), así como la
endotoxina bacteriana inducen la producción por parte de las células endoteliales de factor
tisular; como se describe más adelante, el factor tisular activa la vía extrínseca de la coagulación.
Mediante la unión con el factor lXa y Xa activados (v. más adelante), las células endoteliales
aumentan la actividad catalítica de estos factores de la coagulación. Por último, las células
endoteliales también segregan inhibidores del activador del plasminógeno (IAP), que deprimen
la fibrinólisis (no se muestra en la Fig. 4-7).
PLAQUETAS
Las plaquetas pueden desempeñar una función crítica en la hemostasia normal. Cuando son
circulantes y no están activadas, son discos lisos ligados a la membrana que expresan receptores
de varias glucoproteínas de la familia de las integrinas y que contienen dos tipos de gránulos:
Tras la lesión vascular, las plaquetas se encuentran con las proteínas constituyentes de la MEC
(de las que el colágeno es la más importante) y proteínas adicionales (siendo crítico el FvW), que
normalmente no están expuestas cuando la capa endotelial está intacta. Tras el contacto con
estas proteínas, las plaquetas sufren tres reacciones: 1) adhesión y cambio de la forma; 2)
secreción (reacción de liberación), y 3) agregación (v. Fig. 4-6B).
Adhesión plaquetaria. La adhesión a la MEC está mediada, en gran medida, por las
interacciones con el FvW que actúa como un puente entre los receptores de la superficie
plaquetaria (p. ej., Gplb) y el colágeno expuesto (v. Fig. 4-8). Aunque las plaquetas se pueden
adherir directamente a la MEC, las asociaciones FvW-Gplb son necesarias para superar la gran
fuerza de la corriente del flujo sanguíneo. Las deficiencias genéricas de FvW (enfermedad de
von Willebrand, o de sus receptores resultan en la diátesis hemorrágica, lo que resalta la
importancia de estas interacciones. Por el contrario, el fallo del procesamiento proteolítico normal
del FvW desde los multímeros de alto peso molecular a formas más pequeñas lleva a una
agregación plaquetaria aberrante en la circulación; este defecto del procesamiento del FvW
produce la púrpura trombocitopénica trombótica, una de las llamadas microangiopatías
trombóticas.
Secreción (reacción de liberación). La secreción de ambos tipos de gránulos ocurre poco
después de la adhesión. Varios agonistas se pueden unir a receptores específicos de la
superficie plaquetaria e iniciar una cascada intracelular de fosforilación que puede producir
degranulación. La liberación del contenido de los cuerpos densos es especialmente importante,
dado que es necesario calcio en la cascada de la coagulación y el ADP es un potente mediador
de la agregación plaquetaria (plaquetas que se adhieren a otras plaquetas, se describe más
adelante). El ADP también induce por sí mismo una liberación adicional de ADP plaquetario,
amplificando el proceso de agregación. Por último, la activación plaquetaria aumenta la superficie
de expresión de los complejos fosfolipídicos, lo que proporciona una nucleación crítica y un lugar
de unión para el calcio y los factores de coagulación en la vía intrínseca de la coagulación (v.
más adelante).
Tanto los eritrocitos como los leucocitos se encuentran en los coágulos hemostáticos; los
leucocitos se adhieren a las plaquetas y al endotelio mediante las moléculas de adhesión y
contribuyen a la respuesta inflamatoria que acompaña a la trombosis. La trombina también
contribuye mediante la estimulación directa de los neutrófilos y la adhesión de los monocitos, y
con la generación de productos de rotura de la fibrina por la escisión del fibrinógeno con actividad
quimiotáctica.
Fig. 4.9 La cascada clásica de la coagulación. Fíjese en el nexo común entre las vías intrínseca
y extrínseca a nivel de la activación del factor IX. Los factores activados están indicados con
subíndice a en un recuadro verde. HMWK, cininógeno de alto peso molecular. No se muestran
las vías inhibidoras de la coagulación (v. Figs. 4-7 y 4- 12).
Fig 4.10. Conversión secuencial del factor X a factor Xa, seguido por el factor II (protrombina)
a factor lIa (trombina). El complejo de reacción inicia consiste en una enzima (factor IXa), un
sustrato (factor X) y un acelerador de la reacción (factor VIIIa), todos ellos ensamblados en la
superficie fosfolipídica plaquetaria. Los iones de calcio hacen que los componentes permanezcan
unidos y son esenciales para la reacción. El factor Xa se convierte en la parte enzimática del
segundo complejo adyacente en la cascada de la coagulación, convirtiendo el sustrato
protrombina en Ila usando el factor Va como acelerador de la reacción. (Modificada de Mann
KG: the biochemist ry of coa9u1ation. Cl in Lab Med 4:217, 1984.)
Fig 4.11. Función de la trombina en la hemostasia y en la activación celular. La trombina
desempeña una función crítica en la generación de la fibrina entrecruzada mediante la escisión
del fibrinógeno a fibrina y la activación del factor XIII. Mediante los receptores activados por las
proteasas (PAR, v. texto), la trombina también modula varias actividades celulares. Induce
directamente la agregación plaquetaria y la secreción de TxA2 y puede activar el endotelio para
generar la molécula de adhesión de los leucocitos y una variedad de mediadores fibrinolíticos
(t-PA), vasoactivos (O N, PGI2), Y citocinas (PDGF). La trombina activa también directamente
los leucocitos. MEC, matriz extracelular; ON, óxido nítrico; PDGF, factor de crecimiento derivado
de las plaquetas; PGI2, prostaciclina; TxA2, tromboxano A2; t -PA, factor activador del
plasminógeno. Ver la Figura 4-7 para moduladores adicionales de la actividad de la trombina,
como la antitrombina III y la trombomodulina. (Cortesía de Shaun Coughlin, MO, PhO,
Cardiovascular Research Institute, University of California en San Francisco; modificada con
autorización.)
Fig. 4.12. El sistema fibrinolítico ilustra varios activadores e inhibidores del plasminógeno (v.
texto).
Fig. 4.13. Tríada de Virchow en la trombosis. La integridad del endotelio es el factor más
importante. La lesión de las células endoteliales puede alterar también el flujo sanguíneo local y
afectar a la coagulación. El flujo sanguíneo anormal (estasis o turbulencia), a su vez, puede
producir daño endotelial. Los factores pueden actuar de forma independiente o se pueden
combinar para favorecer la formación de trombos.
Fig. 4.21. Efectos de los lipopolisacáridos (LPS) y de las moléculas efectoras localmente
inducidas. Los LPS inician la cascada de citocinas descrita en la Figura 4-21. Además, los LPS
y los mediadores secundarios también estimulan directamente la producción de citocinas, como
se indicó. Los efectores secundarios que se vuelven importantes incluyen el óxido nítrico (ON) y
el factor activador de plaquetas (PAF). A bajos niveles, sólo se ven los efectos inflamatorios
locales. Con niveles moderados, se producen más eventos sistémicos, además de los efectos
locales vasculares. A concentraciones muy elevadas, se produce el síndrome de shock séptico.
SDRA, síndrome de distrés respiratorio del adulto; CID, coagulación intravascular diseminada;
IL-l, interleucina 1; IL·6, interleucina 6; IL-8, interleucina 8; TNF, factor de necrosis tumoral.
(Modificada de Abbas AK, et al; Cellular and Molecular Immunology, 4.'" ed. Filade/fia, WB
Saunders, 2000.)
ESTUDIOS DE CASO
Objetivos
1) Comprender los factores físicos y mediadores químicos responsables de mantener la homeostasis
normal de líquido.
2) Ser capaz de identificar los factores responsables de la trombogénesis y la trombólisis, y ser capaces
de discutir las situaciones clínicas en las que se interrumpe el equilibrio entre los dos.
3) Caracterizar la respuesta del tejido a la trombosis y / o embolia
Caso 1 Pulmón: Congestión pulmonar y edema
Resumen clínico
Varón de raza blanca de 69 años de edad con un buen control de tipo I diabetes mellitus (insulino-
dependiente) se presentó con dolor abdominal superior del pecho y menor de cuatro horas de
duración y acompañada por falta de respiración y sudoración. Un electrocardiograma reveló
múltiples contracciones ventriculares prematuras (CVP). La estancia hospitalaria se caracterizó
por edema pulmonar recurrente y oliguria. El evento terminal fue un paro cardíaco.
Resultados de la autopsia
Images
Click to enlarge
Click to enlarge
Se observa el exudado espumoso que está
siendo extruido a partir del tejido pulmonar.
Click to enlarge
Click to enlarge
Click to enlarge
Esta es una microfotografía de alta
potencia que muestra edema lleno en los
alvéolos en la parte derecha de esta
sección (flechas).
Click to enlarge
Click to enlarge
Study Questions
1. Name two types of edema fluid. Nombra dos tipos de líquido de edema
Answer
Inflammatory edema has a higher protein content (specific gravity > 1.020) and is
associated with an inflammatory reaction.
Edema inflamatorio tiene un mayor contenido de proteína (peso específico > 1,020) y
está asociada con una reacción inflamatoria.
Defina lo siguiente:
Anasarca: edema severo y generalizado que incluye marcada hinchazón de los
tejidos subcutáneos.
3. What is the most common cause of pulmonary edema? ¿Cuál es la causa más común
de edema pulmonar?
Answer
Caso 2 Hepáticos: Congestión pasiva crónica
Resumen clínico
de este hombre de 57 años fue hospitalizado con una historia de tres meses de un dolor seco,
tos seca, disnea, y el pecho. Fue diagnosticado de insuficiencia cardíaca congestiva debida
a miocarditis viral . No hubo evidencia de infarto de miocardio, pero las funciones renales y
hepáticas disminuyeron. El paciente presentóinsuficiencia cardíaca congestiva refractaria e
insuficiencia renal. El paciente índice cardíaco fue marginal y fue clasificado como
tener cardiomiopatía congestiva . El paciente tuvo un paro cardiorrespiratorio y murió dos
meses después de la admisión. hallazgos de la autopsia en la autopsia los pulmones estaban
congestionados y edematosos con evidencia de neumonía lobar. El corazón pesaba 540
gramos y mostró que el 75 a 95% de estenosis aterosclerótica de las arterias coronarias
principales. Los ventrículos derecho e izquierdo se dilata considerablemente. Las paredes
ventriculares son extremadamente delgado, con áreas de parches de fibrosis
subendocárdica. El hígado pesaba 1630 gramos y se muestra el clásico "aspecto nuez
moscada" de congestión crónica hepática pasiva en la superficie de corte. Imágenes
Preguntas de estudio
1. ¿Cuál es la causa más común de la congestión pasiva crónica del hígado? Respuesta
2. ¿Por qué la región vena central más afectada por la congestión pasiva
crónica? Respuesta
La región de la vena central está más alejada de la arterial (oxigenada) de sangre por lo
que esta región tiene la tensión de oxígeno más bajo de todos modos. Con la congestión
y estasis, esta región se convierte en una vena central hipóxica que da lugar a la atrofia
de las células hepáticas y necrosis. Las regiones periféricas son hipóxica pero ya
desarrollar degeneración grasa. Así, la región central oscura vena roja, congestionada,
y necróticas que está rodeado por el cambio graso amarillo da la morfología que se
denomina "hígado nuez moscada."
Caso 3 Corazón: trombo mural
Resumen clínico
Esta mujer de 67 años de edad, fue trasladado al hospital de un hogar de ancianos en un estado
comatoso. Los hallazgos físicos en el examen eran compatibles con un infarto del tronco
encefálico. En el cuarto día de internación, un electrocardiograma reveló cambios compatibles
con infarto de miocardio anterior. El paciente permaneció en estado de coma con cuadriplejia y
expiró el 16a día de hospitalización.
Autopsia Hallazgos El examen del cerebro reveló infarto extensa que involucra el mesencéfalo
y el cerebelo con oclusión completa de la superior-media de la arteria basilar; también había
aterosclerosis coronaria extensa. Un gran aneurisma del ventrículo izquierdo estaba presente, lo
que se llena de trombo mural . Infarto extenso de las partes laterales y posterior de la pared del
ventrículo izquierdo hacia la base del corazón también se encontró.
Imágenes
Preguntas de estudio
1. ¿Por qué mural forma trombos en el endocardio del corazón después de un infarto de
miocardio? Respuesta
El material trombótico pueden desprenderse y viajar tanto al cerebro o los riñones (los
dos sitios más probables, ya que reciben el flujo sanguíneo) o cualquier otro sistema
arterial.
Caso 4 Arteria coronaria: Trombosis
Resumen clínico
Varón de raza blanca de 83 años de edad que ingresó con la principal queja de dolor en el
pecho. Él había despertado la noche anterior con dolor torácico retroesternal sordo que era y
irradiada a través de su espalda. El dolor se asoció con la sudoración, náuseas y vómitos y no
puede ser aliviado con antiácidos.Nitroglicerina dio un pronto alivio. Después de la admisión,
desarrolló arritmias cardíacas. Su AST se encontró que era 130 UI / L . En la madrugada del día
siguiente a la admisión, desarrolló dolor epigástrico y varios episodios de taquicardia (150-160
latidos por minuto) y parada cardíaca más adelante. Él expiró menos de un día después del
ingreso. No había antecedentes de hipertensión y diabetes. hallazgos de la autopsia El corazón
pesaba 500 gramos . Hubo masivo infarto agudo de miocardio (alrededor de 2 días de edad) que
implica el ventrículo izquierdo posterior, septum interventricular y el ventrículo derecho desde el
vértice hasta la base. El infarto fue transmural, y había una pequeña ruptura en la zona infartada
suave en el ápice. Hubo 1200 ml de sangre dentro de la cavidad pleural derecha, probablemente
secundaria a esta ruptura. Las arterias coronarias mostró moderada a severa aterosclerosis en
todo el árbol coronario.
Imágenes
Preguntas de estudio
2. ¿Cuál es la fuente de los fibroblastos y las células endoteliales que están presentes en
la organización de trombos? Respuesta