Tame Vanegas Dos

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Señores

Juzgado Cuarto
Ejecución de penas
Acacias Meta

N.U.R 50001-61-05-971-2012-83675-00
E.S.N. 2013-00225
Delito Tráfico, Fabricación o porte de estupefacientes
Condenado. Camilo Andrés Vanegas Pérez
A quo. Juzgado Penal Circuito Conocimiento de Acacias
Reclusión Penitenciaria de Acacias

Petición.- Libertad condicional

Yo, JUSTO ALBINO CELIS FETECUA, identificado con la cédula de ciudadanía número
326.933 expedida en Nemocon Cundinamarca y tarjeta profesional número 144.995 del
Consejo Superior de la Judicatura, actuando como representante contractual del Señor,
Camilo Andrés Vanegas Pérez, según poder que adjunto, controvierto y solicito muy
respetuosamente, se otorgue de forma inmediata la libertad condicional, como
“derecho” del encartado penal por las siguientes consideraciones:

Primero.- En interlocutorio 441 del 13 de Marzo del año 2017, el despacho que Usted
dirige, niega la libertad condicional, argumentando que el arraigo arrimado al plenario
es deficiente, ante lo cual se opta por adjuntar una nueva documentación, donde se
plasma y demuestra que el Señor Vanegas Pérez, trabajaba en la única labor que se
puede desarrollar en el llano, negociar y transportar ganado, documentos que satisface
plenamente el acto nugatorio.

En lo que hace referencia a la sentenciada citado por el despacho, en la misma dice “


tal como quedó expuesto, la valoración en la etapa posterior a la condena se somete
enteramente a los parámetros de la sentencia condenatoria y tiene en cuenta elementos
distintos , como son el comportamiento del reo en prisión y la necesidad de continuar
con el tratamiento penitenciario” es decir la tan preconizada idea de valoración de la
conducta, ya fue efectuada por el juez sentenciador y al respecto la Sentencia C-757/14,

Dice “MECANISMOS SUSTITUTIVOS DE LA PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD- En primer


lugar es necesario concluir que una norma que exige que los jueces de ejecución de
penas valoren la conducta punible de las personas condenadas para decidir acerca de
su libertad condicional es exequible a la luz de los principios del non bis in ídem, del juez
natural (C.P. art. 29) y de separación de poderes (C.P. art. 113). Por otra parte, dicha
norma tampoco vulnera la prevalencia de los tratados de derechos humanos en el orden
interno (C.P. art. 93), pues no desconoce el deber del Estado de atender de manera
primordial las funciones de resocialización y prevención especial positiva de la pena
privativas de la libertad (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos art. 10.3 y
Convención Americana de Derechos Humanos art. 5.6).

Sin embargo, sí se vulnera el principio de legalidad como elemento del debido proceso
en materia penal, cuando el legislador establece que los jueces de ejecución de penas
deben valorar la conducta punible para decidir sobre la libertad condicional sin darles
los parámetros para ello. Por lo tanto, una norma que exige que los jueces de ejecución
de penas valoren la conducta punible de las personas condenadas a penas privativas de
su libertad para decidir acerca de su libertad condicional es exequible, siempre y cuando
la valoración tenga en cuenta todas las circunstancias, elementos y consideraciones
hechas por el juez penal en la sentencia condenatoria, sean éstas favorables o
desfavorables al otorgamiento de la libertad condicional. Finalmente, la Corte concluye
que los jueces de ejecución de penas y medidas de seguridad deben aplicar la
constitucionalidad condicionada de la expresión “previa valoración de la conducta
punible” contenida en el artículo 30 de la Ley 1709 de 2014, en todos aquellos casos en
que tal condicionamiento les sea más favorable a los condenados. Negrilla fuera de
texto

De igual forma, es necesario decir, que la citada sentencia enuncia de manera


contundente, el principio de igualdad, el cual puede ser descompuesto en cuatro
mandatos:

“(i) un mandato de trato idéntico a destinatarios que se encuentren en circunstancias


idénticas, (ii) un mandato de trato enteramente diferenciado a destinatarios cuyas
situaciones no comparten ningún elemento en común, (iii) un mandato de trato
paritario a destinatarios cuyas situaciones presenten similitudes y diferencias, pero las
similitudes sean más relevantes a pesar de las diferencias y, (iv) un mandato de trato
diferenciado a destinatarios que se encuentren también en una posición en parte similar
y en parte diversa, pero en cuyo caso las diferencias sean más relevantes que las
similitudes. Estos cuatro contenidos tienen sustento en el artículo 13 constitucional,
pues mientras el inciso primero del citado precepto señala la igualdad de protección, de
trato y en el goce de derechos, libertades y oportunidades, al igual que la prohibición de
discriminación; los incisos segundo y tercero contienen mandatos específicos de trato
diferenciado a favor de ciertos grupos marginados, discriminados o especialmente
vulnerables.”1 (Resalta la Sala)

Una intervención constitucional a partir de los dos últimos mandatos, en relación con
la valoración del requisito subjetivo para el otorgamiento de la libertad condicional,
implicaría la sustitución de las funciones del juez de ejecución de penas y por tanto,

1 Sentencia C-250 de 2012


se desconocería la jurisprudencia de esta Sala sobre la competencia exclusiva del juez
natural a la hora de hacer valoraciones sobre aspectos subjetivos.

Aclarado lo anterior, resta recordar la existencia de tres presupuestos básicos que deben
ser tenidos en cuenta para el amparo del derecho a la igualdad en estos casos: i) las
decisiones a partir de los cuales se alega el derecho deben ser idénticas, en sus
elementos fácticos. Cualquier variación implica, por parte del juez la necesidad de
valorar esa diferencia, ii) las providencias que se invocan como parámetros de
referencia no deben ser contrarias a la Constitución, las leyes o la jurisprudencia
vinculante sobre la materia2 y iii) los fundamentos normativos empleados en aquellas
decisiones deben ser aplicables respecto del caso con el cual se hace la comparación.»3
-Resalta la Sala-

Conforme a lo anterior, corresponde al juez constitucional evaluar la naturaleza de las


decisiones invocadas como parámetros de referencia pues, de conformidad con la
jurisprudencia citada, el mero trato diferenciado no es argumento suficiente para negar
el subrogado penal anhelado, pues el tratamiento penitenciario es único, personalísimo
y progresivo, por lo cual, tiene más peso la valoración negativa de la conducta que la
satisfacción de los presupuestos objetivos.4 , entonces, esta defensa no entiende porque
se negó la libertad condicional si mi cliente ha demostrado gran resocialización y trabajo
dentro de la institución carcelaria, tal como consta en el auto nugatorio.

En la pluricitada sentencia, que a su vez motiva un caso similar, de negación de la


libertad condicional, la jurisprudencia allí consignada dice “ En lo que tiene que ver con
la valoración de la conducta desplegada por la sentenciada, si bien es cierto este
despacho al igual que en su momento el fallador, considera que reviste una modalidad
y gravedad dentro de las de su género, mereciendo en consecuencia un reproche
ejemplar, también lo es, que por ello fue condenada, máxime cuando este tipo de
conductas tipificadas por su alto impacto en la sociedad tienen una penalidad bastante
elevada, situación que tiene a SERNA NEIRA descontando la pena privada de la libertad
desde el 21 de febrero de 2015, encierro que se espera la haya hecho reflexionar,
esperando sí, que ahora que recobre su libertad reorganice su comportamiento, se

2 «… si a alguna persona le fue concedido dicho beneficio ilegalmente, ese acto contrario
a derecho no sirve de fundamento para reclamar el mismo tratamiento, toda vez que no
es legítimo solicitar el amparo del derecho a la igualdad cuando el parámetro de referencia
es una situación ilegal o inconstitucional, pues la sociedad en general tiene derecho a que
sea respetado el orden jurídico. Obsérvese que si se aceptara que algún tratamiento ilegal
habilitara a otros ciudadanos a reclamar igual privilegio, ningún sentido tendría el
ordenamiento jurídico ni el deber constitucional de las autoridades públicas de actuar de
conformidad con el mismo y el de los particulares de respetarlo.» Sentencia de Tutela de
11 de julio de 2013, exp.: 67268. Sala de Casación Penal, Corte Suprema de Justicia.
3 Sentencia de tutela de 30 de julio de 2013, exp.: 67963. Sala de Casación Penal, Corte

Suprema de Justicia.
4 Fl.95
motive a respetar bienes jurídicos y se inhiba de cometer otros punibles, aprovechando
la oportunidad para reconducir su manera de actuar en sociedad. Además es claro, que
el tratamiento penitenciario ha cumplido su finalidad de resocialización, pues su buen
comportamiento durante el tiempo que ha permanecido privada de la libertad en prisión
intramural y domiciliaria la ha hecho merecedora al otorgamiento de la resolución,
como ya lo anotamos con concepto favorable para la libertad condicional emitida por el
penal; circunstancias éstas que permiten inferir que ha estado preparándose para su
regreso a la sociedad” entonces si Vanegas Pérez, es cobijado por analogía de las misma
motivaciones jurisprudenciales, se le niega la libertad condicional.

Por ello, cotejada la valoración de la conducta punible en concreto ejecutada con las
exigencias del art. 64 del C. Penal y la terapia resocializadora recibida a cambio por ésta,
se puede afirmar que en el caso analizado no es necesario continuar con la ejecución de
la pena.

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